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ANTECEDENTES
I. EL AMPARO
CONSIDERANDO
-I-
-II-
a) el auto de seis de mayo de mil novecientos noventa y nueve, que declaró sin lugar
el recurso de reposición que planteó contra la resolución de siete de abril del mismo
año. Por esta última, estando en la fase del juicio penal, la autoridad fijó audiencia
para el debate el día diez de mayo de ese año y admitió los medios de prueba
propuestos por el Ministerio Público consistentes, entre otros, en: oficio y fotocopia
autenticada del informe de antecedentes penales del imputado (postulante); otra
constancia de antecedentes penales y policíacos; certificación de las sentencias de
primera y segunda instancias dictadas en distinto proceso penal contra el imputado (el
accionante) por los delitos de caso especial de estafa y falsedad ideológica continuada.
De la prueba ofrecida por el procesado (postulante) el tribunal admitió los informes de
carencia de antecedentes penales y policíacos, pero rechazó la prueba consistente en
cassette color negro "en razón de que no indica lo que pretende probar con su
producción o la utilidad que pretende darle al mismo durante el debate".
En cuanto a este primer reclamo el amparista sostiene que la admisión de la prueba,
consistente en los informes y antecedentes policíacos que le aparecen en las
constancias aceptadas por el tribunal como prueba del Ministerio Público, le causan
agravio, pues, como consecuencia de habérsele concedido su rehabilitación, los
antecedentes penales y policíacos que le aparecen ya fueron borrados por la autoridad
competente. Además, con tales antecedentes se le pretende despojar de la libertad
que ya tiene en el proceso, lo cual es violatorio de su derecho de defensa porque a la
fecha los antecedentes referidos ya no existen.
Al respecto esta Corte estima que la admisión de constancias u oficios en los que
aparecen antecedentes penales al postulante no le causa agravio, en primer término
porque, como lo afirma la autoridad reclamada, tal prueba sólo está admitida y su
diligenciamiento se hará en el debate, fase en la que el amparista tendrá la
oportunidad de rebatir la información que contienen o su eficacia probatoria. Agregado
a lo anterior, del estudio de los autos se aprecia que la autoridad ha manifestado la
duda razonable que tiene de admitir tales medios probatorios, tomando en cuenta la
supuesta utilización, por el ahora accionante, de antecedentes falsificados.
Las dos motivaciones expuestas por la autoridad son suficientes para estimar que su
actuación no lesiona derecho alguno del interponente, mayormente si se toma en
cuenta que le asiste el derecho de evitar que la prueba admitida surta efectos lesivos
en su contra, por estar también aceptada la prueba ofrecida por él, que en
determinado momento podría desvirtuar la existencia de antecedentes penales y
policíacos.
Afirma que la precitada resolución de diez de mayo contenida en acta de esa misma
fecha, le causa agravio porque el debate se llevó a cabo pese a no estar firme la
resolución que lo señaló, pues el recurso de reposición interpuesto en su contra aún no
se le había notificado; además, en esa resolución se levantó la medida sustitutiva que
se le había otorgado, no obstante que justificó debidamente su inasistencia al debate.
Constando en autos que la reposición planteada contra la resolución que señaló día y
hora para el debate (7 de abril de 1999) fue resuelta el seis de mayo de mil
novecientos noventa y nueve, es decir, cuatro días antes de que el debate se llevara a
cabo, no puede admitirse la tesis del accionante respecto de que aquella resolución no
estaba firme, pues es evidente que contra ella no cabía recursos ordinarios. En cuanto
al levantamiento de la medida sustitutiva, ésta disposición queda a criterio del juez
ordinario que no puede revisarse por el juez de amparo, salvo evidente violación
constitucional. En este caso, la autoridad ha expresado que tuvo motivos suficientes
para deducir la propensión del postulante de no acudir al juicio, por lo que se vio en la
necesidad de asegurar su presencia en el mismo. Siendo que es al juez del orden penal
a quien la ley ha asignado la facultad de apreciar, a su juicio, en cada caso concreto, el
peligro de fuga o de obstaculización de la verdad, no corresponde a este Tribunal
substituir su estimación acerca de la conducta del procesado; en consecuencia, al no
apreciarse violación constitucional en el levantamiento de las medidas sustitutivas, no
es procedente otorgar la protección constitucional que se solicita.
El Ministerio Público apeló el fallo denegatorio del amparo por considerar que no es
justa la exoneración en costas al postulante y porque la multa impuesta a la abogada
patrocinante es muy baja; sin embargo, al presentar alegatos ante esta Corte, la
institución nada expuso respecto de dichas inconformidades, limitándose a solicitar que
el fallo de primer grado fuera confirmado, razón por la cual se carece de elementos
para analizar su inconformidad.
LEYES APLICABLES
POR TANTO
La Corte de Constitucionalidad, con base en lo considerado y leyes citadas, resuelve: I)
Confirma la sentencia apelada. II) Notifíquese y con certificaci ón de lo resuelto,
devuélvase los antecedentes.
PRESIDENTE
MAGISTRADO
MAGISTRADO
MAGISTRADO
MAGISTRADA