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CAPÍTULO X

Diálogo y dialéctica

En la introducción a la traducción francesa del libro El mar­


xismo y la filosofía del lenguaje, primero publicado en Leningrado
en 1929 bajo el nombre de V N. Voloshinov y atribuido a Bajtín,
Roman Jakobson dice de Bajtín lo que este último decía de Dos­
toievski:
Nada en él parece terminado; todos los problemas quedan
abiertos, sin proporcionar la mínima alusión a una solución de­
finitiva 1.

En este aspecto, el estilo de trabajo de Bajtín recuerda al de


otro gran estudioso de los signos, Charles Sander Peirce (al que he­
mos hecho referencia en el capítulo IX) que significativamente de­
clara:

Solamente una vez, que yo recuerde, he probado el placer


del elogio [...], y ese elogio quería ser una crítica. Fue cuando
un crítico dijo que yo no parecía absolutamente seguro de mis
propias conclusiones2 •

1 R. Jakobson, "Préface a Bakhtine", Le marxisme et la philosophie du langage, Pa­


rís, Minuit, 1977, pág. 8.
2 Peirce, Semiotica, cit., pág. 12.

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En el diálogo se eliminan las voces (la división de las voces), se
Lo que caracteriza la investigación de Bajtín en los años es eliminan las entonaciones (personales y emotivas), de las palabras vi­
siempre la vuelta a empezar, y que Todorov llama "repetición": vas y las respuestas se sacan de los conc�ptos y �e lo_s juicios abstrac­
"un ressassemente éternellemente recommencé"3. La obra de Baj­ tos, todo queda englobado en una úmca conc1enc1a abstracta Y se
tín, dice Todorov, no conoce desarrollo en sentido estricto: cam­ obtiene de esta forma la dialéctica6.
bian los temas de interés y las formulaciones, pero, a pesar de al­
gún desvío y algún cambio, el discurso bajtiniano vuelve continua­ La "lógica unidireccional y providencial que t_i�nde a un_ fin'�,
mente sobre sí mismo, y es como si cada una de sus partes por usar las palabras de Strada, hace entrar e� cnsis la p�unvoci­
contuviera el conjunto, la totalidad (abierta), a la que pertenece, de dad, la pluri-direccionalidad ideológica, l� pohlo�ía de� signo. Es
tal forma que se podría decir que entre su primer y último ensayo, dificil decir dónde empieza y dónde termma un signo si s� reduce
desde 1919 hasta 1974, su pensamiento permanece fundamen­ a un elemento o se descompone en elementos, PC?rque el signo _no
talmente el mismo, podemos encontrar frases idénticas escritas a es una cosa, sino un proceso, un cruce de relaciones. El sentido
cincuenta años de distancia. global, unitario del signo no _se pued�, separ�r de los contextos co­
La falta de desarrollo a la que se refiere Todorov, no es dogmá­ municativos concretos, de la mteraccion social, de su nexo c�:m de­
tica reiteración de las mismas ideas, sino que adquiere el sentido terminados valores y perspectivas ideológic_as. L� inte_rpretación de
_
que el mismo Bajtín daba a la novela de Dostoievski: "el espíritu un signo no puede coincid ir sólo con su_ identifi caci_ o n, smo 9-ue
del autor no se desarrolla, no deviene", "no existe una dialéctica de requiere una compre nsión activa. El sentido de un _ signo consist e
un solo espíritu" que siga relaciones de tesis, antítesis y síntesis, no en algo más con respect o a los elemen tos q �e � err � uten ,
s u_ recono ­
se encamina hacia una única y definitiva conclusión en la que to­ cimiento, está hecho de esos aspectos semantlco-ideol?gicos � q e
das las partes de la obra tengan que ser funcionales4 . son, en cierto sentido, únicos, que ti�nen _algo de peculiar_ Y ?e m­
El objeto mismo de la investigación bajtiniana, que per­ disolublemente ligado al contexto situac10nal de la sem10sis. La
manece constante en su análisis a pesar de que en ella cambien comprensión del signo es una comprensión a�t_i�a, por el hecho de
los materiales y los problemas, es el signo como "completo", y no que requiere una respuesta, una tom� ?e p�m,ci?n, n�ce de una re­
como elemento individual signi�cante, como término aislado. En lación dialógica y provoca una relacion dialogica: vive como res-
esta concepción no se puede aplicar un tipo de dialéctica como la puesta a un diálogo7 . . .
hegeliana para conseguir una visión "unilateral", "endurecida", Estos aspectos del signo están ya �nahzados, en �a perspectr�a
"osificada", en último análisis, una pseudo-dialéctica. Como hace de una semiótica general, en El marxismo y la filosofi� del lengu��e,
notar Strada, "numerosos son los puntos polémicos de Bajtín pero también están prese�tes en d?s �nsayos �pare idos tambien
, � palabra en
contra Hegel, contra la "dialéctica monológica" de su sistema"5. bajo el nombre de Voloshmov y atnbmd os a Ba¡tm, La
Ya desde la crítica de la filosofía hegeliana por parte de Marx la vida y en la poesía" (1926) y "La construcci�n _de �a e�un­
de 1843 se manifiesta que en la dialéctica hegeliana las contra­ ciación" (1929), que Todoro v, en M. Bakhtine, Le prznczpe dzalogzque,
dicciones se presentan y se superan de forma ficticia a través de reproduce en e1 apen , d
º
ice s . ,
. .
una palabra que representa un punto de vista absoluto. En "Los Por lo que se refiere a lo verbal, el signo es u � a enunci acion
Apuntes de 1970-71" encontramos descrito en Bajtín cómo se completa que no se puede a�slar del contexto social, �el _camro
llega a una dialéctica monológica a partir de la dialogía de la pa­ ideológico y del género de discurso al que pertenece ( la mfimta
labra viva: variedad de géneros de discurso", los llama Bajtín en "Los apun-

6 Bajtín, "Degli Appunti del 1970-71", lntersezioni, núm. l, pág. 139.


3 Todorov, M. Bajtín, Le principe dialogique, cit., pág. 25. 1 Cfr. ibíd., págs. 134-135. .
4 Bajtín, Dostoievski, cit., trad. it., pág. 38. 8 En la trad. it. dichos ensayos, Junto con los <lemas, de Voloshm , de1
. <?v/Ba¡· tm
5
Vittorio Strada, "Dialogo con Bachtin", Intersezioni, núm. 1, 1981, pág. 123. periodo 26-30, se encuentran en el volumen Il linguaggio come praflca soczale, cit.

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tes". No por casualidad uno de sus libros incompletos se titulaba categorías abstractas del Logos, absoluto e impersonal, sino mo­
"El problema de los géneros de discurso" 9). Bajtín concibe la enun­ mentos dialógicos concretos que presuponen "encontrarse recípro­
ciación como parte de una relación social e histórica concreta, camente fuera", presuponen "cronotopos" diferentes para quien
como texto vivo y no como texto reificado, es decir, no como ex­ pregunta y para quien responde. El "encontrarse recíprocamente
presión monológica aislada, como "frase" que hay que interpretar fuera", la "extraposición", es, para Bajtín, fundamental en la com­
en base a la pura relación entre sus unidades lingüísticas y la len­ prensión activa.
gua como sistema. Dice Bajtín en uno de sus últimos ensayos:
Para entender este concepto -escribe Strada- hay que
pensar en la expresión usual "ponerse en el lugar de otro",
El texto vive solamente en contacto con otro texto (con­
como condición de la comprensión del otro. Para Bajtín, al
texto). [..] Subrayamos que este contacto es un contexto dialó­
contrario hay que "permanecer en el propio lugar", es necesa­
gico entre textos (enunciaciones y no un contacto mecánico de
rio estar extraposicionados con respecto al otro para establecer
"oposición") entre elementos abstractos (signos internos en el
con él un diálogo de comprensión 15 .
texto) posible solamente dentro del texto e indispensable sola­
mente en una primera fase de la comprensión (comprensión
del significado y no del sentido). Detrás de este contacto existe Sobre la base del concepto de signo y de la materialidad se­
un contacto de personas y no de cosas 10• miótica como alteridad, como resistencia con respecto a toda for­
ma de reducción monológica, Bajtín delinea la posibilidad de vol­
Es el texto, entendido de esta forma, el gran protagonista de ver a definir la dialéctica de forma que resulte diferente de esa "dia­
sus ensayos sobre Dostoievski y Rabelais y de sus estudios teórico­ léctica materialista" en nombre de la cual, en 1930, le habían
metodológicos. El texto como "materia significante" 11, al texto no acusado de "idealismo polifónico".
como "cosa" sino como "voz", que vive sólo en contacto con otros
textos (intertextualidad e intratextualidad)" 12. Todorov define Baj­
tín como "teórico del texto", "en un sentido no restrictivo, es decir,
más amplio del de la "literatura" 13.
En relación a ese objeto especial (el texto), que es específico
de todas las ciencias humanas, que se ocupan del hombre como
productor de textos (escritos y orales, verbales y no verbales), se
perfila el método bajtiniano, que asume la comprensión activa, la
comprensión dialógica, como su principal elemento.
La lógica específica del texto es una día-lógica, una dialéctica
intertextual. Bajtín habla explícitamente, en un ensayo de 1958-6114,
de la dialógica como dialéctica no hipostática. El sentido del texto
se decide en la lógica de la pregunta y de la respuesta, que no son

9 En Bajtín, L 'autore e l'eroe, cit.


10 Bajtín, "Per una metodologia delle scienze umane" (1974), en Scienze umane,
núm. 4, 1980,pág. 12.
11 Todorov, op. cit., pág. 31.
12 Strada, op. cit., pág. 123.
13 Todorov, op. cit., pág. 7.
. 14 Traducido en italiano en la antología de ensayos de Ivanov, Kristeva, Ma­
15 Strada, op. cit., pág. 123.
te1ka, Titunik, Bajtín, Semiotica, teoria della letteratura e marxismo, cit.

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