Manuel González Prada y el

Radicalismo peruano
Una aproximación a partir de fuentes periodísticas de
tiempos del Segundo Militarismo (1884-1895)

Hugo Pereyra Plasencia

Academia Diplomática del Perú

Ministerio de Relaciones Exteriores

Lima, Perú
2009
 A mi hermano Carlos

Manuel González Prada y el Radicalismo peruano

© Hugo Pereyra Plasencia

Primera edición, marzo 2009

Ministerio de Relaciones Exteriores

>Academia Diplomática del Perú
Av. Faustino Sánchez Carrión 335, San Isidro
Teléfono 462-1050

ISBN: 978-612-45102-1-2

Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú N° 2009-04171

Diseño y diagramación: Academia Diplomática del Perú

 "El problema que vamos a resolver es social, no sólo
político"
Del editorial anónimo del primer número de La
Integridad (julio de 1889).

"Entonces ocurrió unaescena que me hizo olvidar todas

las molestias del viaje: vimos venir, alo lejos, aun negro
al todo galopar de su caballo; llegándose a nosotros,
inquirió si era verdad que allí venía don Manuel
González Prada. Algo sorprendidos todos callaron,
hasta que Manuel, destacándose del grupo, se le
apersonó. 'Soy yo, ¿qué me quiere usted?' 'Darle un
abrazo, señor; ¡yo estuve en el Poüteama cuando su
discurso!...' Los dos se apearon y un gran abrazo los
unió, ambos emocionados. Mágico poder de la palabra,
que a todos dejó cavilosos [...]".

Camino a la hacienda "Cerro Alegre", en Cañete

(últimos meses de 1890). Adriana de González Prada,
Mi Manuel, p. 169.

"No sin efecto se habla constantemente, en todas

partes, de ciencia y de libertad".

Delartículo "La UniónUniversal de Artesanos" de Luis

Ulloa (La Integridad, 1de noviembre de 1890).
ÍNDICE

Palabras preliminares 11

Introducción 15

1. El radicalismo peruano: los personajes y sus ideas 31

1.1 Antecedentes del radicalismo: Francisco Bilbao y
Mariano Amézaga. 31

1.2 Algunas definiciones de los términos anarquismo,

comunismo, socialismo liberalismo y radicalismo en la
época estudiada. 38

1.3 Noticias sobre el anarquismo en la prensa peruana y

su probable influencia en la acuñación de la imagen
cotidiana de este movimiento en la escena nacional. 45

1.4 Periodistas y periódicos. Análisis de la prensa estudiada 47

1.4.1 Rasgos generales 47
1.4.2 La Luz Eléctrica 48
1.4.3 La Revista Social 54
1.4.4 El Radical 55
1.4-5 La Integridad 57
l A.6 La Caricatura 64
1.4-7 Eí Artesano 68

2. Aproximación a la temática del radicalismo y su aporte

a la problemática social 71
2.1 Anticlericalismo 71

2.2 Defensa de la libertad de prensa 73

2.3 Nacionalismo económico 74
2.4 Expresiones patrióticas y preocupación por la débil
situación geopolítica del Perú 83
 II

2.5 Interés por el conocimiento sistemático del Perú y de

sus recursos. El sentido empresarial
2.6 Actitud frente a la ciencia y a la tecnología
2.7 Indigenismo
2.8 Denuncias contra el régimen cacerista
2.9 Espiritismo
2.10 Introducción de la cuestión social
2.11 Aproximación a los artesanos y obreros
2.12 Visión internacional
3. Algunas reflexiones sobre la praxis política de los
RADICALES Y SU RELACIÓN CON EL NACIENTE MOVIMIENTO
OBRERO
92 PALABRAS PRELIMINARES
95
Este trabajo tiene varios orígenes. En primer lugar, ensu versión ini
97
cial como tesis, su contenido y sentido recibieron una decisiva in
101 fluencia de tres profesores de la Maestría en Historia de la PUCP
104
durante los años 2003 y2004. Dos de ellos, el Dr. José Agustín de la
Puente Candamo yla Dra. Margarita Guerra Martiniére motivaron al
105 autor a estudiar el Segundo Militarismo (1884-1895), tiempo muy
108 rico en documentación, pero escasamente estudiado en un plano aca
démico. El otro profesor es el Dr. Iván Hinojosa Cortijo, asesor de la
109
tesis que dio origen a este libro. El Dr. Hinojosa guió al autor en la
lectura crítica de los textos clásicos de Manuel González Prada. De
estas tres influencias surgió la idea de vincular al gran pensador, yasu
grupo, con el entorno político ysocial en la etapa que siguió inmedia
111
tamente a la Guerra del Pacífico.

3.1 ¿Artesanos u obreros? 111

En segundo lugar, de haber aportes novedosos en la presente investi
3.2 Las primeras huelgas modernas 113
gación, ellos han surgido, en gran parte, de un contacto directo con
3.3 Los trabajadores frente a la violencia 116 fuentes impresas de tiempos del Segundo Militarismo, que se conser
van en su mayor parte en la Biblioteca Nacional. Hojeando viejos
periódicos, libros yfolletos de los duros años de la Reconstrucción, el
Reflexiones finales 119 autor no dejó de sorprenderse de la cantidad de material que existía
para hacer un estudio de las ideas políticas de esa época. Se trataba
Cronología 125 de textos olvidados y también (sobre todo en el caso de Manuel
González Prada) de primeras versiones de artículos que serían des
157
Apéndice documental pués ampliamente difundidos y popularizados en el siglo XX. Sor
prende, en verdad, que personalidades tan influyentes en su tiempo
207
Bibliografía como lade Abelardo Gamarra, cuya firma aparece tantas veces enla
213
prensa radical de esa época, no hayan dejado una huella más impor
Periódicos y revistas tante enel Perú de hoy. Gamarra, junto con personajes notables como
Carlos Germán Amézaga yLuis UUoa son hoy casi desconocidos como
políticos radicales. Hasta elmismo González Prada, asociado más bien
asu imagen deanarquista (que correspondió a una etapa posterior de
su vida), descubría en estos viejos periódicos facetas poco conocidas
 12
Hugo Pereyra Plasencia
Manuel González Pkaim y el Radicalismo peruano • 13

de ios anos grises del Segundo Militarismo: el tiempo del Contrato
Grace, de los corone/azos, de la inseguridad geopolítica, de ias pro
vincias cautivas de Tacna yArica, de la naciente organización obrera
y, en general, de la pobreza yestrechez que siguió ala guerra interna
cional. De esta manera, la consulta directa de las fuentes permitió
comprender la importancia que podía tener un estudio sobre el radi
calismo ysobre los orígenes remotos de la crítica social en el país.
En tercer lugar, este libro también ha recibido orientación de varios
trabajos de investigación, entre los que sin duda destaca un capítulo
específico de la Historia de la República del Perú de Jorge Basadre
titulado "El significado de la actuación inicial de González Prada yde
la 'Unión Nacional'. La organización obrera", del tomo VII de la edi
ción de 1983. Cabe señalar que este trabajo orientó al autor no sólo
en lo que se refiere al enfoque del tema sino también, en un plano
que podríamos llamar heurístico, en la ubicación de fuentes prima
rias, esencialmente periódicos y revistas, cuyalectura resultó decisiva
para laconcepción de esta obra. Además del trabajo de Basadre, han
sido muy útiles varios otros estudios menos conocidos, como pueden
ser ellibro dePeter Blanchard sobre los orígenes delmovimiento obrero
en el Perú, yelde Gianfranco Bardella que, en su brillante recreación
de la economía ylasociedad del país luego de laGuerra con Chile, es
mucho másque el simple relato del nacimiento del BancoItaliano en
tiempos del primer gobierno de Cáceres y de la trayectoria posterior
de esta institución.
El autor expresa un agradecimiento muy especial a su familia: a su
padre, HugoPereyra Sánchez ya su madre, Carmen Plasencia Malpica,
lo mismo que a su esposa Lucía Tarazona Francia ya sushijos Viviana
Isabel, Diana María y Hugo Alonso, por el tiempo que dejó de dedi
carles al investigar en archivos y bibliotecas.
En su versión de tesis universitaria, este trabajo recibió en 2005 el
premio anual de la Dirección Académica de Investigación (DAI) de
la Pontificia Universidad Católica del Perú, correspondiente al nivel
de licenciatura.
Este libro está dedicado a Carlos Pereyra Plasencia, hermano del
autor, como un pequeño reconocimiento a su generoso y fraternal
apoyo.
Nueva York, 22 de abril de 2007
Todas las fotografías de las ilustraciones de este libro fueron realizadas
por el padre del autor, quien falleció el 4 de junio de 2008.
Lima, 10 de marzo de 2009

Además de los tres maestros universitarios ya citados, el autor desea

agradecer al Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú, la institu
ción a la que pertenece ensu calidad de funcionario diplomático, por
el otorgamiento de una licencia por estudios entre los años 2003 y
2004 que, entre otras cosas, hizo posible disponer del tiempo esencial
para la lectura de documentos en los archivos. Otro agradecimiento
va dirigido alpersonal de la Hemeroteca yde laSala de Investigacio
nes de laBiblioteca Nacional por su espíritu de servicio y, sobre todo,
por su profesionalismo.
 15

INTRODUCCIÓN

Este libro busca aproximarse al pensamiento yala acción política de

los radicales peruanos en tiempos del Segundo Militarismo. Esta últi
ma expresión fue acuñada por Jorge Basadre para referirse al período
histórico que va desde la guerra civil entre los partidarios de Miguel
Iglesias yde Andrés A. Cáceres (1884-1885), hasta la caída política
de este último, en su segundo gobierno, a consecuencia del levanta
miento Coalicionista, encabezado por Nicolás de Piérola, que triunfó
en marzo de 1895. Como todo intento de periodización, éste es un
corte temporal artificial que tiene ventajas ydesventajas. Habría que
aclarar también que, al revés de lo que podría sugerir su fraseo, la
expresión Segundo Militarismo no fue utilizada por los peruanos que
vivieron entife 1884 y1895. Ellos manejaron,fen cambio, la expresión
militarismo en el mismo sentido que sele dio antes de la Guerra con
Chile, que alude evidentemente al peso de los militares en eldecurso
social y político del país.

Basadre empleó la expresión que comentamos por lainfluencia mar

cadaque el militarismo, en su forma cácerista, tuvodurante todoeste
período. No se trató únicamente de una influencia en su sentido de
fuerza técnico-militar de apoyo a civiles. Se trató, más bien, de una
preponderancia real enelámbito político. Por ejemplo, desde eltiem
po de la ruptura de Cáceres con los civilistas entre 1890 y 1892, el
Partido Constitucional cácerista pasó a ser, esencialmente, una ex
presión política del militarismo, yaser también (salvo algunas excep
ciones de civiles leales a Cáceres) dirigido por altos cuadros militares.
El extremo cronológico más temprano del Segundo Militarismo, co
rrespondiente al fin de la Guerra con Chile (1883-1884), es rotundo
y no necesita explicarse. Esto no es tan nítido en el casodel extremo
cronológico más tardío (1895). De hecho, la expresión Segundo Mi
litarismo no es tan útil cuando se presta'atención, digamos, alas rela
ciones internacionales del Perú en las dos últimas décadas del siglo
 16 Hugo Pereyra Plasencia
XIX. El año 1895 no indica ningún corte en este ámbito. Por otro
lado, en lo que se refiere al estudiodel movimiento artesanoy obrero,
la extensión temporal convencional del Segundo Militarismo hace
necesario dividir este período en dos partes: de 1884 a 1890, corres
pondiente al predominio casi absoluto del elemento artesano; y de
1890-1892 a 1895, relativo al inicio de la lenta obrerización de la
economía y a la aparición de las primeras huelgas de corte moderno.
No obstante estas dificultades, debe quedar muy claro que la expre
sión Segundo Militarismo sí es muy útil para mostrar el corte históri
co objetivo que representó el año 1895 como el fin (temporal) del
poder militar sobre los civiles organizados en el Perú. El extremo
cronológico final del Segundo Militarismo es también muy útil para
marcar el comienzo del importante salto económico que tuvo lugar
desde los primeros años del régimen de Nicolás de Piérola. Fue el
inicio de otra época, la República Aristocrática, cuyo nombre tam
bién fue ideado por Basadre. En conjunto, por su utilidad para ayu
darnos a situar en el tiempo el corte global que se produjo en los
ámbitos político yeconómico con relacióna la nueva República Aris
tocrática dominada por Piérola y por los civilistas, creemos que el
empleo de la expresión Segundo Militarismo puede servir como refe
rencia para precisar un escenario histórico concreto donde podamos
ubicar nuestro estudio sobre los radicales.
El término radicalismo no se utilizará aquí en su sentido general y
coloquial actual, que tiene una denotación de posición política ex
trema. Aquí utilizaremos la palabra radicalismo para referirnos al
movimiento doctrinario, de raíces europeas, surgido en la segunda
mitad del siglo XIX, que buscaba cambios extremos en las institucio
nes sociales y políticas. Este es el sentido preciso en el que sin duda
pensaba el diplomático y lingüista peruano Juan de Arona, contem
poráneo de Manuel González Prada, cuando mencionó alguna vez el
tema en su periódico El Chispazo.1 Cabe precisar, desde el comienzo,
El Chispazo Nro. 55. Lima, 29 de octubre de 1892, p. 249.
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 17
que el radicalismo europeo y sus versiones latinoamericanas no fue
ron marxistas ni anarquistas. En el Perú nunca llegóa haber un Parti
do Radical con este nombre, cosa que sí ocurrió en Chile2 y en la
Argentina. No están totalmente claras las razones que condujeron a
los radicales peruanos a llamar Unión Nacional al partido que forma
ron. "Radical" sí fue aplicado a una revista de difusión. Con relación
al nombre de su partido, González Prada y su grupo no deben haber
considerado adecuado copiar elnombre de un partido chileno por el
contexto marcadamente nacionalista del momento, impregnado de
rencor por la reciente derrota militar. Como intentaremos demostrar,
el nombre alternativo, Unión Nacional, aludía precisamente a la ne
cesidad, sentida de modo tan urgente en la época, de unir a la colec
tividad peruana con el propósito de modernizar y, sobre todo, de ro
bustecer al país desde su misma entraña social, ante las asechanzas
internacionales que surgían en todas sus fronteras y que, sin duda,
tuvieron también una existencia objetiva. Esta circunstancia tam
bién explica por qué los radicales peruanos manifestaron, por lome
nos hasta elprimer gobierno deCáceres, unaactitud muy distinta a la
Por ser de interés, véase la siguiente referencia sobre la historia del radicalismo en
Chile desde su nacimiento en el siglo XIX hasta las primeras década del XX,
tomada de un trabajo reciente: "Herederos del liberalismo decimonónico, los
orígenes del Partido Radical se remontan a las primeras insurrecciones liberales
en contra de la oligarquía a mediados del siglo XIX. Sus planteamientos
doctrinarios apuntaron a reformar laConstitución de 1833, con elfin de promover
un régimen más democrático y liberal, con un claro perfil anticlerical. Asimismo,
resultó fundamental lavinculación de los hombres delpartido con la masonería y
la fundaciónde losprimeroscuerposde bomberos, espaciosde sociabilidad donde
se forjó la unidad de sus militantes. Tras la Guerra Civil de 1891, y a lo largo del
régimen parlamentario, los radicales fueron los principales impulsores de la
llamada Alianza Liberal, quejunto a la Coalición Conservadora se disputaron el
poder hasta 1925. Fue en aquellos años, bajoel fragor de la llamada cuestión social
que el viejo liberalismo económico de los primeros radicales, dio paso a la
incorporación de nuevas corrientes socialistas al interior del partido, encabezadas
por Valentín Letelier, uno de los principales promotores del llamado socialismo
de Estado y que llevaron a los radicales, en los años venideros, a convertirse en el
principal intérprete de la emergente clase media chilena". Biblioteca Nacional de
Chile. "El Partido Radical (véase la referencia de la página de Internet en la
Bibliografía).
18 Hugo Pereyra Plasencia
que habían mostrado civiles como Manuel Pardo frente al militaris
mo. En 1888o 1889,en el marco de los peligrosinternacionales antes
citados y del problema de las provincias cautivas de Tacna y Arica,
Manuel GonzálezPrada y su grupo radical abogaron más bien por una
familiarización de la sociedad con la defensa nacional, lo que está
muy claro en suapoyo a la idea de reflotar la vieja Guardia Nacional.
También insistieron en la tecnificación y modernización de los cua
dros militares profesionales.
Presentación del tema
Existe consenso entre los historiadores sobre la importancia que tuvo
el Segundo Militarismo dentro del proceso de la historia peruanaen
ámbitos tales como la reforma monetaria y, sobre todo, la considera
ble normalización de la actividad financiera internacional del país.
También se ha avanzado mucho en el estudio de la dinámica de las
relaciones entre las fuerzas políticas durante el período estudiado,
cuyo desenlace explica en gran medida la naturaleza de la ulterior
República Aristocrática que tomó la posta al militarismo desde 1895
hasta 1919.
Por contraste, sorprende la relativa escasez de estudios sobre el pen;
Sarniento político de los actores concretos del Segundo Militarismo.
Jorge Basadre ha llegado a sostener que después de la Guerra con
Chile no se vislumbró una "fermentación de ideas" análoga a la que
tuvo lugar durante el Primer Militarismo de 1822 a 1867. En uno de
sus típicospárrafospanorámicos,que de alguna manera sirve de basa
mento a este libro, Jorge Basadre ha buscado explicar esta situación
por las terribles presiones de un tiempo de reconstrucción:
"Los ministros y consejeros, así como también los opositores del go
bierno, actúan [...] con un sentido concreto y circunscrito de su ac
tuación, al enfrentarse a problemas específicos de predominante
carácter administrativo y económico, o también de orden inter
nacional. Tan sólo en la aparición aislada de la Unión Nacional se
Manuel González Prada y'el Radicalismo peruano 19
vislumbra una ráfaga solitaria de puritanismo doctrinario de tipo ra
dical, inspirada en el asco del pasado" (Basadre 1983 t. VII: 1ys).
Situada en su contexto, esta cita podría ser un tanto matizada, ya
que su formulación escueta podría llevar a equívocos. Si se refiere
únicamente ala aparición, consolidación yfuncionamiento (práctico
yde proyección ideológica) de partidos políticos, está sin duda refle
jando una gran verdad. En efecto, la Unión Nacional, el partido de
los radicales, fue en cierta medida la excepción dentro de un cuadro
más bien estéril. Sobre el particular, recordemos que el Segundo Mi
litarismo fue el escenario de civilistas individuales, más que del desar
ticulado Civilismo como agrupación propiamente dicha. Por otro lado,
fue también un momento de aparición de partidos endebles ybastan
te limitados en sus alcances einfluencia, como el Liberal (1884), que
se articuló en torno a la polémica e interesante figura de José María
Químper. Bascando ajustamos al sentido detcomentario de Basadre,
unejemplo típico de partido poderoso, aunque relativamente escaso
en formulaciones ideológicas, fue el Partido Constitucional, que
aglutinaba en 1886 a militares y civilistas (en el contexto de la bri
llante inauguración de la primera administración del héroe de La
Breña), y que pasó a ser después esencialmente una expresión del
militarismo, luego del distanciamientó de Cáceres conelcivilista Fran
cisco Rosas (1890) ycon Mariano Nicolás Valcárcel (1892), político,
éste último, que encabezaba una importante corriente en el Congre
so. Una probable excepción a la afirmación de Basadre se encuentra
en el Partido Demócrata, fundado en/1884 sobre las cenizas del efí
mero Partido Nacional. Setrata, en todo caso, de un tema debatible,
cuyas posiciones extremas van desde la exaltación del llamado "idea
rio demócrata" —sobre todo en el memento anterior a la prisión de
Piérola durante la campaña electoral presidencial de 1890— hasta la
caracterización deesta fuerza como ideológicamente tan endeble, con
un grado tal de maleabilidad, que le permitió aliarse sin problemas,
en 1894, con la llamada Unión Cívica, integrada por civilistas y el
Círculo Parlamentario de Valcárcel.
 20 Hugo Pereyra Plasencia
No hubo, pues, en general,.una poderosa "fermentación de ideas",
como lo señaló Basadre, sino,¡más bien, nuevas y hasta insólitas com
binaciones de las tradiciones ya existentes. Llama la atención, en esta
misma línea de pensamiento, que el Perú no haya generado, en la
época estudiada, ninguna agrupación política de alcance nacional
articulada en tornoal ideario positivista, como ocurrió en otraspartes
de América Latina (Hale 1996).
Como hemos podido apreciar en forma clara a través de la consulta
de las fuentes de la época, no puede decirse lo mismo del pensamien
to radical, que dominó la escena como corriente contestataria en au
sencia del anarquismo que carecía entonces de alguna forma de im
plantación significativa en el país. De hecho, puede afirmarse con
bastante seguridad que el radicalismo fue la más vigorosa corriente
contestataria de la mayor parte del Segundo Militarismo.
Junto con la aproximación al pensamiento radical de la época, la bús
queda en loscitados materiales de prensa podría permitir ahondar en
aspectos prioritarios como la actividad política de sus más grandes
exponentes, talescomoAbelardo Gamarra,CarlosGermán Amézaga,
ademásde González Prada. Tambiénpodríaintentarse una nueva lec
tura de los materiales referidos al temprano funcionamiento del Par
tido Unión Nacional, fundado en 1891, que agrupó, comoya se dijo,
a lo esencial del radicalismo peruano. La revisión de materiales de la
época deberá realizarse teniendo en cuenta las circunstancias con
cretas del Perú durante el Segundo Militarismo. Entre dichas circuns
tancias, cabe mencionar las secuelas materiales y culturales de la
Guerra con Chile, la gran discusión nacional en torno al Contrato
Grace, y las polémicas sobre la necesidad de fortalecer al Perú ante las
distintas amenazas internacionales que existieron en ese entonces.
La identificación de los rasgos del radicalismo permite distinguir esta
vertiente de pensamiento tanto del liberalismo anterior a la Guerra
del Pacífico como del anarquismo que comenzó a sentirse en tiempos
de la República aristocrática. ¿De dónde surgieron estos radicales?,
Manuel González Prada y el Radicalismo i>eru,a no 21
¿estuvieron esencialmente inspirados en un radicalismo externo al
Perú?, ¿en qué fueron originales y en qué fueron tributarios de la he
rencia política liberal yanticlerical del pasado?, ¿cómo influyó el am
biente positivista de la época en esta opción radical?, ¿cuál fue el
impacto político de los radicales en ese tiempo?, ¿debemos hablar de
un radicalismo rígido o, por el contrario, de un radicalismo más bien
abierto yhasta flexible?, ¿hubo matices dentro de los radicales?, ¿exis
tieron puntos de contacto entre radicalismo y anarquismo? y, final
mente, ¿cuáles fueron las limitaciones surgidas de la polírica y de la
sociedad de la época, así como de las circunstancias internacionales
del Perú de entonces, que marcaron el desarrollo de esta poco estu
diada opción radical?
Objetivos
El objetivo más importante de este libro es ampliar el conocimiento
de los radicales como grupo. Esta aproximación es relevante porque,
sin lugar adudas, el recuerdo de personalidades tan importantes como
las de Carlos Germán Amézaga yAbelardo Gamarra, entre otros, ha
sido opacado, conelpaso de los años, por la vida yla obra de González
Prada. Esto es particularmente claro en el caso de Gamarra, quien fue
congresista, literato, cabeza de un importante periódico titulado L¿i
Integridad, uno de los más destacados fundadores de la Unión Nacio
nal, ytambién animador de una corriente de aproximación a los arte
sanos y obreros. El Gamarra que ha llegado a nuestros días es el cos
tumbrista que promovió el nombre de la marinera. En cambio, el
Gamarra que se nos aparece a través de la lectura de las fuentes im
presas del Segundo Militarismo es un periodista de prestigio al que
observamos dando charlas a los artesanos e instándolos a constituir
mecanismos de previsión y bienestar social que hieran modernos y
abarcadores. Algo parecido, en términos de trayectoria destacada,
podríamos decir de Amézaga, con énfasis en los asuntos literarios.
Surge entonces no sólo la necesidad de buscar nuevas fuentes de in
formación sobre los radicales, sino también la de hacer una relectura
de los materiales ya conocidos de la época. Dentro de esta óptica, se
22 Hugo Pereyra Plasencia
buscará detectar la recurrencia en temas que vayan más allá de los
tópicos usuales asignados popularmente a los radicales, tales como el
anticlericalismo y el ateísmo. Poco se sabe, por ejemplo, de la actitud
específica que tuvieron los radicales con respecto a ciertos aspectos
centrales de laépoca queles tocó vivir, como fue el caso delacelerado
desarrollo tecnológico. Esta ubicación temática permitirá, entre otras
cosas, tener una idea del perfil del pensamiento radical, por medio
del estudio de casos concretos y siempre contra el telón de fondo de
las circunstancias del Perú de esos días. Habría que añadir que la
causa principal del olvido de este grupo, cuyo retrato quisiéramos
hacer dentro de las peculiaridades de una época específica, fue el
fracaso en su intento de construir un aparato partidario permanente.
Aquí pesó no sólo cierta falta de voluntad, sino también la virtual
necesidad que había de recurrir a un molde caudillista que repelía,
por razones de íntima convicción partidaria, a la mayor parte de los
radicales. Desde estepuntodevista, los radicales quedaron atrapados
dentro de su propia lógica. No obstante, su tono modernizador trajo
consigo unconjunto de anticipaciones que fueron heredadas por otros
partidos ypor otras personalidades en un tiempo posterior. Nos refe
rimos, específicamente, al inicio de una tradición moderna de crítica
social y de preocupación par los asuntos obreros y del trabajo.
Un segundo objetivo de este estudioes el de mejorar nuestro conoci
miento del González Prada radical en lo que se refiere a su acción
política. En general, se sabe menos del González Prada del Segundo
Militarismo que del pensador anarquista del siglo XX. El estudio de
fuentes periodísticas permitirá, en alguna medida, valorar en sí al
González Prada radical, procurando dejar de lado la idea de que su
actividad en tiempos del SegundoMilitarismo fue una simple etapa
en su marcha hacia el anarquismo. En esta línea, será muy útil ubicar
los textos que publicó durante el tiempo que estudiamos, entre ellos
e\ artículo "Grau", aparecido micialmente en 1885. Estainformación
más detallada podría permitir detectar mejor las prolongaciones, di
rectas o indirectas, del radicalismo en tiempos posteriores. ¿Hubo
continuidades o rupturas entre el pensador patriótico del Segundo
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 23
Militarismo, lleno de justa indignación por la mutilación territorial y
la pobreza que siguió a laGuerra del Pacífico y, por otto lado, elinte
lectual anarquista que hablaba a laFederación de Obreros Panaderos
el primero de mayo de 1905? (Gonzálfz Prada, Horas... 1946: 47-56).
Estas preguntas podrán ser contestadas, aunque sea parcialmente, sólo
si afinamos nuestra comprensióndel'González Prada radical, viviente
yconcreto, de tiempos del gobierno de Cáceres (1886-1890) yparte
dei régimen de Morales Bermúdez (1890-1894). Es evidente que existe
una clara diferencia entre el González Prada que promueve elfortale
cimiento militar del Perú yla revancha contra Chile enlas postrime
rías de los ochentas del siglo XIX yel pensador anarquista ycosmopo
lita del siglo XX que virtualmente deja atrás, o matiza considerable
mente, la idea de Patria. Volviendo al González Prada radical, el es
critor y líder partidario que partió a Europa en 1891 mostraba, ade
más de un ardoroso patriotismo, un anticlericalismo de corte libetal
(análogo afede su admirado Francisco.de Psfúla González Vigil). Asi
mismo, se encontraba inmerso enlaatmósfera intelectual del positi
vismo, que nodejó de marcarlo (Salazar Bondy 1965: 9). Esto último
es particularmente claro enlo que se refiere asu vertiente cientificista,
tan nítida en muchas de sus metáforas. ^
Fuentes
En cuanto a la aproximación a las fuentes, se procurará dejar en un
segundo plano la utilización de trabajos de investigación para con
centrarse en laindagación en fuentes primarias, tantofavorables como
opositoras al radicalismo, tales como publicaciones oficiales, folletos
y periódicos. Existen referencias sueltas que permiten conocer los
nombres de los principales órganos de prensa de esta corriente o cer
canos a ella. Cabe mencionar a La Lug Eléctrica, citada por Mariano
H. Cornejo en sus Discursos parlamentarios ypolíticos (Cornejo 1902:
235 ys), por Luis Alberto Sánchez enlsu Prólogo a las obras comple
tas de Manuel González Prada (Sánchez; 1985:16), yporJorge Basadre
en su Historia de la República del Petó (1983, t. VII: 71; 159-161).
Debe recordarse que La Luz Eléctrica asoció su nombre a la difusión
 24 Hugo Pereyra Plasencia
del Discurso en el Politeama de González Prada en 1888. Además de
este medio, Basadre cita a otros como El Radical, Órgano del Círculo
Literario (cerrado por Cáceres en 1889 en el contexto de las discusio
nes sobre el Contrato Grace), y La Integridad (vinculado a Abelardo
Gamarra) (Basadre 1983 t. VII: 71; 270). También hayque conside
rar otro órgano, un poco más antiguo, de este mismo Círculo limeño
dominado por la figura de González Prada, llamado La Revista Social,
aparecida en Lima en 1885 (Klaiber 1980: 250). Ediciones bastante
completas de estos periódicos, para el tiempo del Segundo Militaris
mo, han sido ubicadas en la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional.
Dentrodel cuerpo documental de la prensa radical, se ha puesto par
ticularénfasis, comoya se dijo, en la ubicación de los textos publica
dos por Manuel González Prada durante el Segundo Militarismo en
versiones primigenias. Buscamos dejar en un nivel referencial los tex
tos que, si bienfueron escritos entre 1885 y 1891 (antes de su viaje a
Europa), fueron también retocados y hasta modificados sustancial-
mente al ser incluidos en las recopilaciones en forma de libros. Como
sesabe, estas ediciones se iniciaron en 1894 con Pajinas Libres en una
labor que se extendió luego de la muerte de GonzálezPrada. Creemos
que esta distinción de fuentes es pertinente porque el González Prada
que viajó a Europa en 1891 comenzóa verse influidopor el anarquis
mo europeo.
Una investigación como la que aquí se plantea sólopodrá estar com
pleta cuando hayan sido revisadas la totalidad, o la mayor parte, de
las abundantes fuentes periodísticas de la época, asícomo lafolletería
ylos libros editados entonces tanto en Lima como en provincias. Entre
las publicaciones de este tipo que han podido ser consultadas se en
cuentran discursos oficiales de presidentes, editados en forma oficial,
yobrasde literatura tales como La Invasión (1891) de CarlosGermán
Amézaga, que es la recreación poética de un episodio de la Campaña
de la Breña. Otro asunto capital, todavía insuficientemente investi
gado, es el de las bibliotecas públicas y privadasen el Segundo Milita
rismo. Una aproximación de esta naturaleza podría permitirprecisar,
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 25
por ejemplo, cuándo comenzó a difundirse la literatura anarquista
europea en el Perú en sus versiones españolas, francesas o de otro
origen. Finalmente, habría que mencionar el trabajo futuro sobre
manuscritos de la época, sobre todo en lo relativo a memorias y co
rrespondencia personal, que son escasaso inaccesibles. Se trata de un
trabajo de grandes proporciones que podría ser abordado en equipo,
o prolongando la investigación poraños. Enlas presentes circunstan
cias sólo cabe avanzar con un muestreo significativo de las fuentes.
Para el caso concreto de este ensayo, además de la restricción del
marco temporal a los años de finales de laGuerra conChile yde todo
el Segundo Militarismo, el cuerpo de fuentes primarias revisadas en
forma exhaustiva ha estado constituido por los principales periódicos
progresistas editados en Lima, en particular L¿¡ Luz Eléctrica (con in
terrupciones porlas clausuras desde 1886 a 1895), E/R¿idi'ail, (prime
ros meses de 1889), La Integridad (en forma continua desde 1889has
ta 1895), y La Caricatura (de fines de 1892 a los primeros meses de
1893). Cabe notar que no ha sido posible ubicar prensa propiamente
radical anterior a 1886. Sólo hemos encontrado, hasta el momento,
menciones a artículos sueltos de impronta radical (como el célebre
texto de González Prada sobre Grau de 1885). También dentro de
este paquete progresista ha habido ocasión de revisar algunos ejem
plares (de 1888 y 1889) del diario ElArtesano, fundado en febrero de
1887. Por otro lado, han sido consultados —aunque sin el riguroso
criterio temporal arriba definido, ni con un sentido que procure ser
exhaustivo (hoja por hoja)— diversos periódicos peruanos de la épo
ca, como El Comercio yEl Diario (de Lima) yLa Bolsa (de Arequipa).
También otros como La Situación (1882), diario chileno editado en
Lima bajo laocupación militar extranjera. Otras fuentes periodísticas
que han sido consultadas a título referencial son las revistas El Chis
pazo deJuandeAronayEl Perú Ilustrado (dirigida porClorinda Matto
de Turner). También ha sido consultada buena parte de la literatura
pasquinesca quefloreció de manera explosiva durante elgobierno del
presidente Morales Bermúdez, particularmente a partir de 1892, cuyo
símbolo fue La Tunda del polémico Belisario Barriga.
m

26 Hugo Pereyra Plasencia
No obstante sus limitaciones, esta parcial aproximación a las fuentes
primarias podría constituir un marco relativamente amplio para arri
bar a algunas conclusiones o, talvez, para perfilar líneas deinvestiga
ción. En todo caso, es una búsqueda en terreno poco explorado. Por
ejemplo, uno de los importantes trabajos de uso frecuente sobre el
pensamiento de González Prada sólo incluye ensu relación de fuen
tes consultadas una edición de 1898 de La Luz Eléctrica, sin conside
rar las que aparecieron durante el Segundo Militarismo que serán
trabajadas aquí (García Salvatecci 1972: 295). El mismo Basadre pa
rece haber realizado su estudio del González Prada radical esencial
mente apartir del análisis de las sucesivas ediciones de laobra libresca
de este pensador (Basadre 1971: 575).
Radicalismo y anarquismo
¿Por qué dominó el radicalismo, y no en anarquismo, enlos círculos
contestatarios del Perú de estaépoca? El anarquismo se difundió en
elUruguay ya desde la década de 1870 (Rama-Capelletti 1990: 461)
y, a partir de entonces, también en otras partes de América del Sur.
La actividad anarquista se inició en Chile en 1890.3 En el Perú sólo
tomó pie firme desde comienzos del siglo XX (Leibner 1994: 85).
Este retraso no tuvo su origen en la ausencia de un conocimiento
preciso de lo que eta el anarquismo en otros países, que se reflejó
Señala un trabajo reciente sobre el origen del anarquismo en Sudamérica y,
específicamente, en Chile: "El ideario anarquista (...) se difundió en Sudamérica
a través de inmigrantes europeos llegados a Buenos Aires, de entre los cuales
destacaron Ericco Malatesta yPietro Gori. En 1890, el inmigrante español Manuel
Chinchilla creólas primeras organizaciones anarquistas entrelos obreros tipógrafos
de Valparaíso ySantiago, labor que continuaron Carlos Jorquera. Magno Espinosa
YAlejandro Escobar. Los ácratas influyeron de manera importante en la etapa de
conformación de las organizaciones de los trabajadores, difundiendo los ideales
del asociacionismo obrero y. Ja conciencia de clase. En este sentido, ^pulsaron el
desarrollo de las mancomúnales, las federaciones gremiales ylas sociedades en
resistencia que alcanzaron gran apoyo entre obreros y artesanos de Sant ago.
Valparaíso, Talca yConcepción". Biblioteca Nacional de Chile "El anarquismo
en Chile" (véase la referencia de la página de Internet en la Bibliografía).
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 27
innumerables veces, como severá, enla prensa peruana por lomenos
desde eltiempo de la Guerra con Chile. Se debió, engran parte, aque
el Perú anterior a 1890 tenía artesanqs más que obreros y a que, en
general, hubo un"tardío pero dramáticp desarrollo del capitalismo de
exportación" en el país (Hale 1996: 195), que comenzó a manifes
tarse realmente a partir de la República Aristocrática y no tanto du
rante el Segundo Militarismo que la precedió, período, este último,
en que sólo alcanzaron a ser sentadas las bases de la reconstrucción.
Este retraso también se debió a cierto estilo conservador de la socie
dadperuana, particularmente en el terreno social ycultural, como lo
perfiló con nitidezJavier Prado en su célebre discurso de 1894sobre
el "Estado social del Perú durante la dominación española". Esta si
tuación es aún más clara si se la compara con lo que sucedía en el
Chile, en laArgentina o en el México de laépoca.
Nosotros añadimos aquí que aun en él caso de haber existido en el
país agitadoreío intelectuales anarquistas yaseanacionales o extran
jeros (cuya presencia nohasido demostrada claramente enelSegun
do Militarismo), difícilmente hubieran podido "prender" sus ideas de
rechazo a la autoridad en el Perú acendradamente patriótico de los
primeros años de la Reconstrucción, sobre el cualpesaban no sólo el
recuerdo lacerante de la reciente derrota y el delicado tema de la
recuperación deTacna yArica, sino también varios otros problemas y
presiones de origeninternacionalque, sin duda, convocarona la uni
dad yhasta a la militarización general con una participación clave del
Estado nacional. De hecho, como se verá con claridad en los textos
de la época, los radicales peruanos estabanmás cerca del darwinismo
social que de posturas humanitarias, por lomenos en loque serefiere
a su percepción del ámbito internacional. Por otro lado, su faceta
social para los asuntos internos coexistió, de manera muy extraña
paraojos contemporáneos (acostumbrados a asociar progresismo con
claridad científica), con aspectos tales pomo el cultivo del espiritis
mo, cuyo halo de prestigio parece que tocó, como se verá por algunas
fuentes, al mismo González Prada. En este contexto, no había lugar
para una postura política anarquista q'ue tuviera como uno de sus
 28 Hugo Pereyra Plasencia
ingredientes esenciales laabolición de laidea de Estado yde las fron
teras, y quizás tampoco para un socialismo científico como lo habían
entendido Marx ysus seguidores. Posteriormente, sobre todo a partir
del triunfo de Piérola, el radicalismo comenzó alanguidecer, lo que se
expresó, ala larga, enla diáspora de laUnión Nacional. Por otro lado,
el anarquismo se fortaleció como consecuencia del crecimiento ygra
dual obrerización de la economía, por una mayor lejanía cronológica
ypsicológica de la derrota militar (que no implicó la desaparición de
los problemas internacionales), por un anarquismo cada vez más vi
goroso y militante que irradiaba desde el exterior, y también por la
abrumadora derrota del militarismo (como modelo político y hasta
cultural) a partir de 1895, que limó un tanto los ásperos ribetes nacio
nalistas que habían dominado en el pasado inmediato.
Hipótesis
El pensamiento radical del Segundo Militarismo (que rebasó un tan
to el marco temporal en que estuvo enboga) fue contestatario yáci
do hasta llegar a ser en muchos casos destructivo, aunque también
abrió campo al pensamiento social. La introducción de éste último
en el Perú fue sugran aporte original que, sin duda, justifica el hecho
de que comience a hablarse de una nueva era enlapolítica peruana.
Si bien bebió del positivismo ensu vertiente cientificista yensu fe en
el progreso, resulta difícil asimilar el estilo y las pasiones de un Ma
nuel González Prada radical, con el tono crítico (pero de ninguna
forma anti-establishment) de positivistas como Javier Prado. Esta
distinción es aún más clara si contrastamos la postura de la Unión
Nacional (el partido peruano que agrupó a buena parte de los que
hemos llamado radicales) y las actitudes políticas de los positivistas
que rodearon en México al dictador Porfirio Díaz, que enfatizaron
más bien la idea delorden. Es evidente que el énfasis de los radicales
peruanos estuvo más bien en la reordenación y, casi se podría decir,
en la refundación del Perú político y social desde los cimientos al
nivel de un ideal que nunca se alcanzó de acuerdo con sus expecta
tivas. Los radicales peruanos tuvieron —en muchos casos, es cierto,
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 29
teóricamente— una orientación hacia los temas del trabajo y los
grupos artesanales. Esto los distinguió de los liberales de viejo cuño,
anteriores a la Guerra del Pacífico, con los cuales compartieron, no
obstante, una clara tendencia anticlerical. Los radicales no llegaron a
ser, sin embargo, anarquistas o socialistas (democráticos o marxistas),
salvo en unos pocos casos en que apenas seacercaron a estas tenden
cias importadas desde Europa. De hecho, los radicales podían ser ateos,
amigos de los artesanos y amantes de las ciencias, pero de ninguna
manera podían rechazar (anarquistamente) la idea de Estado, en un
país que acababa de ser devastado en una guerra internacional yque
buscaba su reconstrucción, su fortalecimiento militar yla recupera
ciónde sus provincias cautivas de Tacna y Arica, anhelos incuestio
nablemente populares ymultitudinarios de laépoca.
De esta manera, prestando atención a la línea contestataria de la
política peruana, sostenemos, a manera de hipótesis, que el radicalis
mo peruano de tiempos del Segundo Militarismo, surgido del sacudi
miento de la Guerra del Pacífico, fue una conciliación —que proba
blemente no se perfiló en forma consciente— entre influencias con
testatarias de origen internacional, el positivismo del momento, yel
fervor patriótico del Perú de la época, a lo que se añadía la herencia
anticlerical de los liberales del pasado.
Hacia el final, el libro incluye una cronología que cubre el lapso que
va desde fines de 1883 hasta 1895. Contra el telón de fondo de los
acontecimientos políticos de fines de laGuerra del Pacífico yde todo
el Segundo Militarismo, la apreciación de la vida yobra de Manuel
González Prada y de los otros radicales puede adquirir así, en cada
caso, un sentido novedoso y de mayor profundidad.
• r•':

31

1. EL RADICALISMO PERUANO? LOS PERSONAJES Y

SUS IDEAS

1.1 Antecedentes del radicalismo: Francisco Bilbao y

Mariano Amézaga

Jorge Basadre ha distinguido las"dos grandesondas liberales" de

antes delaGuerra delPacífico, de aquel otroimpulso "genuinamente
radical" que se observa en dos pensadores que estuvieron en la cum
bre de su actividad intelectual antes del conflicto: el chileno Francis
co Bilbao yelperuano Mariano Amézagai Estos dos escritores, por un
lado, ylos posteriores radicales delaUniónNacional, porotro, tuvie
ronsemejanzas tanto en suideología comben su acción, ycompartie
rontambién su"repudio de los políticos cdnsagrados" ysus ataques al
catolicismo (Basadre 1983: 163). El empalme generacional esparti
cularmente interesante en el caso de Mariano Amézaga, pues su hijo
Carlos Germán fue uno de los más ilustres radicales colaboradores de
González Prada en los penosos días de la Reconstrucción (Tauro 2001,
1.1:140). i;
Según Luis Alberto Sánchez,Bilbao,! emigrado chileno, vivía en
elPerú en tiempos del presidente José Rufifto Echenique, en unaépo
ca anterior al levantamiento liberal de Castilla de 1854. Opuesto a
Echenique, Bilbao habría organizado en el Perú una "sociedad de jó
venes para abolir la esclavitud y fortificar el racionalismo" (Bilbao
1941: 14). La siguiente cita, muy elocuente sobre su visión de las
cosas, ha sido tomada de su obraEvangelio Americano:

"Pero todas las reformas, todos los derechos, nacen de un derecho

fundamental y primitivo: la libertad de pensar, la independencia de
la razón, la soberanía del individuo revelada en su conciencia.
32 Hugo Pereyra Plasencia
Es necesario no olvidar y tener muy presente que sinla conquista
de la libertad del pensamiento, no hayderecho que sucumba, tiranía
que no se establezca, injusticiaque no se instituya: ni soberaníaen la
comuna, ni en la nación, ni en la sociedad, ni en los derechos más
sagrados de la palabra, del estudio, de la propiedad, de la familia [...]
El mundo no pasa sinpensamiento: elsoplo decualquier despotismo
se lo lleva, la aspiración de cualquiera potencia se la traga" (Bilbao
1941: 59 y s.). .:
Con relación a Mariano Amézaga, el otro escritor del tiempo
anterior al Segundo Militarismo, dos de las notas dominantes de su
pensamiento fueron sus críticas al Civilismo y al Catolicismo. En El
proceso al Civilismo, obra sin autor publicada en Panamá en 1882,
pero atribuida a Amézaga, éste emplea un lenguaje muy duro para
enjuiciar a la que llama "camarilla calderoniana", en alusión al go
bierno de la Magdalena, que se estableció en 1881 luego de la caída
de Lima y que estuvo encabezado por el civilista Francisco García
Calderón.1 Su objetivo permanente es la denuncia de la "miseria,
pequenez, avaricia y perversidad delcírculo civilista", cuyos integrantes
seconsideraban, según Amézaga, "dueños del Perú" ([Amézaga] 1882:
17; 19; 27). Aparte de las amargas denuncias (justificadas o no) sobre
la política menuda, este folleto tiene dos pasajes que revelanun claro
estilo radical, con una amplia visión temporal, ambos referidos a la
Este folleto tiene dos partes que revelan claramente su contenido: "Ia. Parte.
Traición a la Patria. Falsificación de actas. Emisión fraudulenta. Libertinaje de la
prensa. El Congreso de Chorrillos"; "2a Parte. Intervención norteamericana.
Protectoradode los Estados Unidos. Cesiónde la bahía y ferrocarrilde Chimbóte.
Reconocimiento de la reclamación Cochet y Landreau [...] Ingerencia del Ministro
Norteamericano en la política interna del Perú". Almargende la pasiónque brota
del solo fraseo de estos títulos, debe reconocerse la lucidez de Amézaga cuando
criticó la intervención de los EEUU en la contienda del Pacífico por acción del
Ministro de ese país en Lima, Stephen Hurlbut, que a la postre fue totalmente
infructuosa y hasta contraproducente por el giro que experimentó posteriormente
la políticaexterior de esa potencia a favor de la tesis de Chile de obtener una paz
con cesiónterritorial.DijoAmézaga:"ni la nación norteamericana, ni su gobierno,
pensaron nunca en ingerirse en las cuestiones del Pacífico en la manera y forma
que le presentaron al Perú Hurlbut, García Calderón y sus prosélitos" ([Amézaga]
1882: 20 y s.).
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 33
contienda con Chile. El primero describe el camino que condujo a la
guerra y al desastre:
"Si el Perú al conquistar su independencia y fundar la República, y
aprovechando de los dones y las riquezas conque lohabía distingui
do la Providencia,sehubiese consagrado a la conservacióny afianza
miento de sus nuevas instituciones democráticas y a cultivar y desa
rrollar el comercio de los abundantes y variados productos de su sue
lo,esindudable que ninguna nación estraña [sic] habría podido ven
cerlo, ni desmembrarlo; pero en vez de seguir esta senda, una no
interrumpida serie deerrores políticos yrevoluciones sinrazón deser
entorpecieron su progreso, perturbaron la estabilidad de las leyes,
corrompieron sus hábitos y costumbres y como consecuencia fatal,
adormecieron los sentimientos de virilidad, energía y patriotismo que
tanto habían animado a los soldados de Junín y Ayacucho, hasta que
al fin cayó presa y víctima de Chile ([Amézaga] 1882: 24 ys.)
Elsegundo pasaje revela con claridad su visión de las relaciones
entre Chile, el Perúy Bolivia. Aunque se trató de una prognosis equi
vocada, por estar basada en percepciones humanitarias, no por ello
deja de ser interesante para observar los rasgos peculiares de este pen
samiento:
"...los gobiernos jamás se handistinguido por sucordura ysensatez al
lanzarse a usurpar territorios con el fin de ensanchar su población,
comercio, poder o influencia, o rectificar sus límites yfronteras. Desde
muy atrássonlo[s] gobiernos los quefomentan y hacen las guerras, y
los pueblos los que las sostienen consu sangre ycostosos sacrificios.
No tardarán los hechos en desengañar a los estadistas de Chile,
que no impunemente se viola la justicia yse conculca la moral ylos
derechos del hombre porsolo lograr el engrandecimiento natural de
su pueblo.
La única manera de conseguir de Boliviay el Perú que no inquie
tenyperturben elreposo ybienestar de Chile es hacer una paz deco
rosa que venga a apagar los odios existentes por la lucha, poniendo
de un ladoel orgullo y la soberbia producida por los triunfos siempre
efímeros y pasajeros y cultivando en lo futuro con perfecta lealtad
34 Hugo Pereyra Plasencia
francas relaciones de amistad y comercio, únicos elementos perma
nentes ysólidos de laestabilidad yprosperidad de los Estados Moder
nos" ([Amézaga] 1882: 25 y s.).
Su visión anticatólica, pero a la vez profundamente religiosa,
quedó plasmada en el siguiente pasaje de Los dogmas fundamentales
del Catolicismo ante larazón, trabajo sin firma atribuido a él:
"Si, la Religión es una verdadera necesidad; pero no solamente es
eso, sino también una gran verdad.
Poco trabajo se necesita para echar por tierra las religiones todas:
un pequeño esfuerzo de razón es bastante para derribar los ídolos y
hacer correr confusos y avergonzados a los sacerdotes delas diversas
sectas religiosas; mas nunca será posible demoler el gran templo del
corazón, niabatir esa figura colosal de Dios que selevanta yse levan
tará indestructible y magestuosa [sic] sobre laruina de todas las ge
neraciones" ([Amézaga] 1873: 2).
En otro pasaje de Los dogmas, Amézaga hace unaextraña ca
racterización de Cristo como "poeta humano, como levantador de
nuestra naturaleza hacia la alturas de lo bello y lo perfecto..."
([Amézagal 1873: 4). Aunque no es una prueba de vínculo, cabe
reparar en que la exaltación de la imagen de Cristo, desde una pers
pectiva no católica, fue bastante frecuente en la literatura anarquista
europea del siglo XIX. • i*
Según una tradición familiar conservada hasta nuestros días, Las
damas de Lima se alejaban de Mariano Amézaga ycruzaban la calle
persignándose, ni bien lo atisbaban alos lejos, por su fama de
anticlerical.2
Sin lugar adudas, los textos de Francisco Bilbao yde Mariano
Amézaga que hemos seleccionado confirman acabalidad la afirma
ciónde Basadre sobre la relación que debió existir entre estos pensa
dores de antes de la Guerra del Pacífico con los radicales del Segundo
2 Este recuerdo lefue referido verbalmente alautordeestelibro porCarlos Amézaga,
su colega en el Servicio Diplomático de la República.
Manuel González Prada yeí¡ Radicalismo peruano 35
Militarismo. No obstante, hubo otro tipo de antecedentes que no
parecen haber sido muy destacados póí la historiografía. Nos referi
mos a ciertos autores que dejaron plasníadas en plena guerra sus de
nuncias yenjuiciamientos sobre las causas de laderrota del Perú enel
conflicto. Con un sentido yun fraseo que nos traen a la memoria los
latigazos verbales de Manuel González Prada, el entonces general
Andrés A. Cáceres expresó lo siguiente; £n una carta privada dirigida
a un amigo anónimo, suscritael último día del año 1883:
"Los desastres ignominiosos del Peni se deben aque nunca nos plan
teamos las situaciones netamente ycomo son en realidad, por falta
de carácter, con cálculos mezquinos, por intransigencias que no re
conocen un origen noble, nos hemos rebelado siempre contra las so
luciones dictadas por la razón, por la moral, por el patriotismo ypor
el deber, que nos acogemos atodas las intrigas, atodas la bajezas, a
todas las apostasías que nos presentan ante el mundo como un pue
blo abyecto yprostituido, incapaz de salvar-lo que nunca debe per
derse: la dignidad del infortunio.
Sí, amigo, esta es la verdad pese a quien pesare".3
Cáceres añadía más adelante, en esta misma carta, que la Repú
blica se había hundido "por causa de sus propios hijos más que de las
victorias del enemigo". Por otro lado, el 9 de marzo de 1882,
Maximiliano Frías yJulio S. Hernández dirigieron desde Cajamarca'
\ una carta condenatoria aNicolás de Piérola, oponiéndose aque éste
fuera cabeza del recién creado Partido «Nacional (antecedente del
Partido Demócrata):
. "[...] El edificio social se ha derrumbado bajo el influjo de los vicios
de la generación que se va, de los vicios de ese elemento viejo, gasta
do, que durante media centuria ha vehido desempeñando todos los
pape/es en la ruin farsa de nuestra adtónistración pública [...]
Carta de respuesta del general Andrés A. CáCejes a un ciudadano peruano no
identificado residente en Lima (Ayacucho, 31 Üe diciembre de 1883) (Ahumada
Moreno 1891: 464 y s.). '
36 Hugo Pereyra Plasencia
Todos los pueblos obedecían a Ud.; todos estaban dispuestos a
aceptar los nuevos principios que su Mesías político les impusiera;
todos esperábamos atentos cambios radicales, nuevos hombres, feli
ces ideas, severas, inflexibles como la necesidad y la lógica, y obras
ejemplares en el suspirado Gobierno de 21 de Diciembre de 1879.
La revolución estaba ya hecha; la revolución estaba viva en los
anhelos patrióticos de los pueblos; Ud. pidió su dirección y le fue
concedida; ¿cómo cumplió el Dictador las promesas del caudillo?-
¡Triste es recordarlo!
Llamó Ud. a su lado para confiarles los puestos más delicados a
hombres de clásica ineptitud, a los hombres de siempre, a aquellos
mismoscuyas obras condenaba Ud. aspirante; a hombres que no eran
siquiera una esperanza, porque los pueblos les tenían ingratamente
conocidos, y en manos de esas abominadas nulidades colocó Ud. el
ejército que debía salvar al país, y confió Ud. a la fatuidad, y al
empirismo, y a la indolencia y a la pequenez de espíritu, salvo
señaladísimas y bien conocidas excepciones [sic], los cargos de ma
yor importancia en la República.
[...]
Ud. se apartó el camino de la regeneración, y por el que hoy lleva
no podemos seguirlo, bien a nuestro pesar.
[...]
La situación actual del país es ciertamente lamentable.
No es el primero-ni el más grave de los males que le afligen la
presencia y dominación del enemigo victorioso en la mayor y más
rica parte de su Litoral.
La verdadera carcoma que le debilita, que le postra, que le envi
lece, es interna; está, como si dijéramos, en la masa de la sangre.
[-..]
Convengamos, pues, en que dada la situación actual del Perú, su
salvación, su única salvación posible se encierra en estas dos conclu
siones:
Primera: hacer la paz con Chile.
Segunda: dirigir pacíficamente, si es posible, la revolución social
interna que está ya preparada i que solo espera el momento oportuno
para manifestarse con toda su imponencia.
[•••]
Vencidos hemos concurrido a los campos de batalla; vencidos ya
por nuestra desorganización, vencidos por nuestros vicios.
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 37
Es precisosacudirnos vigorosamente de la ominosacarga de ver
güenza y corrupción que sobre nuestras espaldas pesa, como legado
nefando, de 50 años de orgía política y de relajaciónsocial.
[...]
Nosotros hemos recogido el pensamiento de la juventud nacio
nal; como ella sentimos y como ella aspiramos, y en su nombre, he
mos revelado a Ud. su evangelio [...]
No queremos caudillos; cuando más, representantes.
[...]" (Ahumada Moreno 1889: 4Ó3-465).4
Esevidente la concordancia que se puede apreciar entre los tex
tos de Frías y Hernández, y el de Cáceres. No obstante, lo que más
llama la atención es que el primero expresa, con más de seis años de
anticipación, la incendiaria idea de Manuel González Prada que se
resumía en la hoy clásica expresión de su Discurso en el Politeama de
1888: ¡Losviejos a la tumba, los jóvenes a la obra! Es plausible supo
ner que este tipo de reflexionesrealizadas en el tiempo de la guerra no
hayan sido un rasgo aislado. Deben haber reflejado, más bien, una
actitud ampliamente difundida que fue producto del sacudimiento
espiritual que afectó a toda la generación de la derrota. Sin duda, ella
debe haber influido por diversas vías en los futuros radicales, hijos de
la siguientegeneración. En esta perspectiva, a nivel conceptual,como
Dulanto Pinillos, biógrafo de Nicolás de Piérola. da la siguiente versión de los
mismos pasajes de esta carta: "El edificio social se ha derrumbado bajo el influjo
de los vicios de la generación que se va, de los vicios de ese elemento viejo,gastado,
que durante media centuria ha venido desempeñando todos los papeles en la
ruin farsa de nuestra administración pública. Todos vieron en Piérola al hombre,
cuando se llevó a cabo la revolución de 21 de diciembre de 1879. Pero el hombre
no sólo no respondió sino que lo arruinó todo [...] El camino que Ud. señala, señor
de Piérola, no es el que puede conducir al país a su reconstrucción y
engrandecimiento. Es terrible la dominación extranjera pero la verdadera carcoma
que debilita al Perú, que lo postra, que le envilece, es interna: está como si dijéramos
en la masa de la sangre. Hay que hacer la paz con Chile. En la guerra fuimos
vencidos por nuestros vicios, por nuestra corrupción, por 50años de orgía política
y de relajación social [...] No queremos caudillos. Queremos representantes"
(Dulanto Pinillos 1947: 321 y s.) Nosotros hemos preferido utilizar la versión de la
colección Ahumada Moreno, que parece estar más apegada a la letra de la carta
original.
38 Hugo Pereyra Plasencia
ya se insinuó anteriormente, las ardientes frases del Discurso en el
Politeama de Manuel González Prada de 1888, deberían tal vez ser
puestas enun contexto temporal más amplio que comprenda los años
del conflicto.
1.2 Algunas definiciones de los términos anarquismo,
comunismo, socialismo, liberalismo y radicalismo en la
época estudiada
Podemos intentar ahora una breve discusión sobre el uso coti
diano del término radicalismo y de otros análogos aplicados a diver
sas corrientes políticas dentro de circunstancias históricas nacionales
e internacionales de la época.
Lo primero que habría que observar es que los peruanos alfabetos
de los años de la Guerra del Pacífico y del Segundo Militarismo esta
blecieron una identidad entre los términos anarquismo y comunismo,
basándose en la participación histórica de los anarquistas en la Co
muna de París. Anarquismo era sinónimo de caos y desorden social.
Así parece haberlo entendido el presidente Francisco García Calde
rón quien, ensu primera alocución enjulio de 1881, acusó a Nicolás
de Piérola de sembrar "la anarquía en las clases sociales" (Basadre
1983 t.VI: 263; Favre 1975:60). Ésta es laprimera mención de anar
quismo/comunismo en el sentido de denuncia de un liderazgo su
puestamente irresponsable.
Lareferencia más antigua sobre el uso de unode estos términos
en relación a la idea de una revuelta popular incontrolada (o que
amenaza con serlo) lahemos encontrado enelperiódico La Situación
de 1882. Cabe observar que se trataba de un medio redactado por
periodistas chilenos bajo la orientación política de las autoridades
extranjeras de ocupación con el objetivo de influir en la opinión pú
blica limeña para alimentar la resignación ante la derrota militar yde
crear un ambiente propicio para el orden ylas negociaciones de paz.
En su edición del 9 de mayo de dicho año, este diario recordó la
"comuna del 16 de enero \de 18811", en alusión a los saqueos e
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 39
incendios realizados por el lumpen citadino, que tuvieron lugar en
Lima entre la derrota de Miraflores yelingreso de las fuerzas chile
nas, en lo que fue probablemente el peor momento de vacío en la
historia peruana.5 Es interesante tener en cuenta que este periódico
chileno incluía por esa época noticias sobre la expedición del coronel
Estanislao del Canto ala sierra central y—con obvio tono de repro
bación— sobre el levantamiento general de las comunidades de esa
parte del país que preludió la ofensiva delejército regular de Cáceres
en julio de 1882. Lo que cabe observar aquí es que la mención a la
"comuna" parece sugerir aquí una advertencia frente al "desorden".
La segunda referencia, sintetizada por el historiador Henri Favre,
se ubica cronológicamente unos meses después de ese mismo turbu
lento año 1882, en una región de Huancavelica dominada entonces
por los guerrilleros indígenas que apoyaban a Cáceres:
"Los hacendados de Huancavelica formaron una milicia urbana para
proteger la retirada del ejército chileño ypara detener la presión que
los guerrilleros de las comunidades vecinas ejercían sobre la ciudad.
En un documento de 1882, estos guerrilleros son calificados como
'comunistas'".6 W
La siguiente cita corresponde al momento más crudo de la gue
rra civil entre los partidarios de Cáceres yde Iglesias. Ha sido tomada
del Manifiesto que Iglesias hizo público el 13 de julio de 1885. Es casi
una caricaturización de Cáceres en el contexto de las pasiones del
enfrentamiento, pero es también un buen ejemplo de retrato de líder
supuestamente revoltoso e irresponsable, sobre todo en lo que se
La Situación. Lima, 9de mayo de 1882, p. 2. !•'.
En esta cita, correspondiente a un trabajo sóbrelas haciendas en Huancavelica
Favre menciona acertadamente que la palabra Comunistas" no tenía ninguna
connotación marxista, pero sí parece inexacto aíseñalar, acontinuación, que "se
dell9erFaevrl1Q^Í^"
de 19 (Favre 1964: 243). En un^ trabajo
Pe"Sad0reSPt,tóiC0SdelSlg,°
posterior, Favre aclara18ydeCOmi^OS
que el uso de la
?n,íh3 hf°mUnl, T"^ UGuen"a C0" Chileftó Pr°Piode una el»eafrancesada
1975 59? * ° CCrCa Peripecias de ,a8uerra franco-prusiana" (Favre
 40 'Hugo Pereyra Plasencia
refiere a su interacción política con los campesinos más pobres, rea
lizado no sólo por quien entonces era Presidente, sino —lo que es
quizá más importante— por un ilustre representante de la clase terra
teniente serrana que expresaba así sus prejuicios y (sobre todo) sus
temores:
"Vencido, dispersado, aniquilado el Ejército del caudillo que preten
día representar la opinión públicaera posible, era natural esperarque
cediese su obcecación y que, escarmentado, aprovechase la oportu
nidad de manifestarse,siquiera una vez, buen peruano y político hon
rado. Su amor propio de cuartel, su soberbiade jefe de hordas exalta
das, se lo impidieron así. Y, de puna en puna, pregonando la guerra
de razas, envenenando el alma de los infelices indígenas, arrancando
a la agricultura sus últimos brazosy a las familias sus últimos apoyos,
mendigando del extranjero rifles para el fratricidio, sembrando por
todas partes semillade odio, pavor y sangre [...] para exaltar, a la voz
de comunismo, a las indiadas..." (Iglesias 1885: 8 y s).
El único caso de uso de la palabra comunista desvinculado de
anarquismo (y de la imagen histórica revoltosa y hasta caótica de la
Comuna), y un poco más cerca de su uso moderno, la encontramos
en el título de la tesis "Breves consideraciones sobre el comunismo
incásico y algunas ideas sobre las finanzas del Perú en la actualidad"
(fechada el 24 de octubre de 1887) que escribióHildebrando Fuentes
para optar el grado de Doctor en Ciencias Políticas y Administrati
vas. Fuentes fue secretario privado y hombre de extrema confianza
de Andrés A. Cáceres, y uno de los más poderosos miembros del Parti
do Constitucional en la época estudiada (Tauro 2001, t. 7: 1015 y s.).
En el contexto de las habladurías limeñas sobre la postura que
tenían exactamente los miembros de la Unión Nacional, fundada en
1891 bajo la presidencia de Manuel González Prada, Juan de Arona
menciona, en octubre de 1892 —tomando por cierto alguna distan
cia— que eran calificados por muchos como "asociación de ateos o
de comunistas". De hecho, con bastante acierto, el viejo diplomático
y periodista prefiere calificarlos de partidarios de una "reforma de
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 41
nuestras instituciones bajo el criterio radical".7 Sintonizado con las
grandes corrientes de pensamiento en el mundo, Juan de Arona pa
rece haberse referido aquí a la tradición del radicalismo europeo, en
su significado de movimiento que defendía cambios extremos en las
instituciones sociales y políticas. Interesadestacar aquíque el sentido
de la calificación preferida por los círculos conservadores de Lima
("ateos o comunistas") parece asociar a los radicales tanto con el vie
jo anticlericalismo liberal como con una cierta actitud de aproxima
ción hacia las clases populares o, en todo caso, hacia la temática so
cial.
La palabra anarquista también fue usada para calificar a los políti
cossupuestamenteinmorales, asociándola con la ideade un liderazgo
socialmente irresponsable. En su edición del 3 de junio de 1893, el
diario furiosamente antigobiernista La Tunda dijo que Cáceres (en
tonces el poder real detrás del Presidente Morales Bermúdez) era "un
tuerto bandido, que es ladrón y es anarquista".8
No faltaron casos en que se usó el término con connotaciones
positivas. El 19 de agosto de 1893, un poeta escudado en el seudóni
mo Juvenal, publicó en La Tunda antes citada, un poema titulado
"Excelsior" donde se mencionaban claramente, y en forma asociada,
los términos anarquista y socialista, sólo que esta vez en sentido de
lucha heroica y valerosa, en alusión a los enfrentamientos populares
contra el militarismo imperante. Según Jorge Basadre, Juvenal era el
seudónimo deljovenpoetaJosé Santos Chocano (Basadre 1971:604).9
Esta mención a la palabra socialismo es una de las poquísimas que
hansido encontradas en la prensa radical deentonces. Otracita apa
reció en LaIntegridad del 9 de septiembre de 1893, en el contexto de
%:.
El Chispazo. Año II, Nro. 55. Lima, 29 de octubre de 1892. p. 249.
Tomada de "Responde Andrés", poesía pasquinesca dirigida principalmente
contra la señora Antonia Moreno, esposa de Cáceres. La Tunda. Año 1, Nro. 19.
Lima, 3 de junio de 1893. p. 1.
La Tunda. Lima, sábado 19 de agosto de 1893, p. 1.
42 Hugo Pereyra Plasencia
una mención de la obra Lajnujer anteelsocialismo de Augusto Bebel.10
Dicho sea de paso, es verdaderamente notable que este autor (1840-
1913) haya sido el único de los líderes socialistaseuropeos menciona
dos en la prensa radical dé la época, por lo menos en los periódicos
que hemos revisado. Además de la ausencia de nombres comoMarx
o Engels, es interesante notar, por cierto, la virtual inexistencia de
mencionesa los másimportantes pensadores anarquistas (Proudhon,
Bakunin y Kropotkin) también dentro de la muestra de periódicos
queha sido utilizada en estainvestigación, correspondiente a la pren
sa radical de los años 1886-1895. Por otro lado, salvo los casos de
empleo metafórico para atacar a ciertos políticos, no hay ninguna
utilización concreta de las palabras anarquista o comunista, en la cir
cunstancia histórica del Segundo Militarismo en el Perú, como terro
rista y ni siquiera como líder sindical radicalizado o revoltoso, a dife
rencia del retrato que los despachos de prensa extranjeros hacían de
los anarquistas que actuaban con beligerancia en la Europa y en los
EEUU de esos mismos años. A pesar de esta circunstancia, el 9 de
julio de 1894, elentonces encargado denegocios delPerú en los EEUU,
José M. Yrigoyen, dirigió una comunicación oficial al Canciller de la
época, comentando la discusión, en el Congreso norteamericano, de
una propuesta sobre la definición del término anarquista y sobre la
aplicación dela pena de muerte para los autores de atentados que se
adjudicaran estafiliación política. Lo curioso esque Yrigoyen remitió
estainformación a Lima porconsiderar que era un "asunto de actua
lidad y de importancia".11
En cuanto a las palabras liberal o liberalismo, éstas fueron uti
lizadas, en gran proporción, aludiendo al sentido de apertura y de
10 El texto exacto aparecido en La Integridad decía así: "De sumo interés es eltomo
IX de la Biblioteca de la Mujer quepublica desde hace algún tiempo la escritora
Emilia Pardo Bazán. Titúlase ellibro recientemente publicado La mujer ante el
Socialismo. Su autor, Augusto Bebel, es uno de los más notables escritores
socialistas. Apesar del radicalismo de algunas afirmaciones, es innegable que
abundan enlaobra profundas y exactas consideraciones acerca de lamujer". La
integridad. Nro. 216. Lima, 9 deseptiembre de 1893, p. 1.
11 Oficio suscrito enWashington, el9dejulio de1894. Archivo Central del Ministerio
de Relaciones Exteriores del Perú. 5-3 SDP EEUU (3). 1894.
Manuel González Prada yel Radicalismo peruano 43
tolerancia religiosas. El 2 de enerode 1891, el editorialista de El Co
mercio habló amargamente del "profundo decaimiento de los princi
pios liberales", en referencia a las manifestaciones de fanatismo reli
gioso y al encarcelamiento que había sufrido un ciudadano estado
unidense de apellido Penzotti que predicaba la Biblia desde un punto
de vista no católico.u Otro sentido clásico del término liberalismo,
más amplio y vinculado a la política y a laeconomía, lo encontramos
en el "tratado doctrinario" escrito ydifundido masivamente por José
María Químper, titulado precisamente El liberalismo (1886) (Basadre
1971: 574). Este es un sentido muy parecido, ocasi idéntico, a lo que
en Europa se llamó liberalismo yque se refería —según precisó algu
na vez elmismo Manuel González Prada—r a "la mayor suma de ga
rantías individuales i lo menos posible de acción administrativa"
(González Prada, Pajinas... 1946: 168). !''.
No obstante, luego de la Guerra del Pacífico fue gradualmente
apareciendo otr© uso del término liberalismo, esta vez asociado al
adjetivo radical. No es casual que elnombre escogido por elCírculo
Literario de Lima para su órgano de prensa haya sido precisamente El
Radical, cuyo primer número apareció en enero de 1889 con un edi
torial de Manuel González Prada.13 Comó-se sabe, el Círculo Litera •&i
rio sería la base del posterior partido Unión Nacional (1891), brazo
político del radicalismo peruano. Hemos visto que laasociación entre
la Unión Nacional y el nuevo "criterio radical" fue también hecha
por Juan de Arona en 1892. La distinción entre este liberalismo yel
viejo liberalismo brotará claramente de la enumeración que se hará
más adelante de los temas manejados porla prensa radical. En 1905,
Vale la pena reproducir parte del comentario de El Comercio para comprender
cabalmente loque eleditorialista entendía porliberalismo: "Demos [...] importancia
a estos hechos y preocupémonos de la pesada atmósfera de ignorancia y
servidumbre que nos viene invadiendo. En los últimos años hemos retrocedido
moralmente mucho más deloquea primera vista nosimaginamos [...] noesextraño
que poco a poco perdamos el tesoro de nuestras; libertades y que más tarde se
pronuncie definitivamente la esclavitud del pensamiento en sus más simples
manifestaciones..." (El Comercio. Lima, viernes, 2;de enero de 1891, p. 2.)
El Radical. Órgano del Círculo Literario de Lima. Año I, Nro. 1. Lima, 1de enero
de 1889,p. 1. •;•
 44 Hugo Pereyra Plasencia
en base a referencias probablemente familiares, José dela Riva-Agüe-
ro evocó también con baistante claridad esta asociación entre libera
lismo yradicalismo, cuyo apogeo situabacronológicamente entre 1893
y 1895, en una corriente queyalanguidecía a comienzos delsiglo XX:
"¡Cómo se ufanany pavoneancon la palabra liberalismo1. Imagínanse
que radicalismo equivale a ilustración. Es curiosísimo oírlos hablar:
tienen principios, van con el siglo, son consecuentes con sus convic
ciones [...] Parece que en estos últimos tiempos el contagio radical
ha disminuido. Apenas en el Cuzco, en Trujillo y en Arequipa con
serva intacta su corrosiva eficacia; pero en la Universidad de Lima
no se ven ya, a lo menos tanto [...] como hace diez o doce años
aquellos estudiantes de ideas avanzadas, admiradores de González
Prada, que hablaban continuamente de la Revolución Francesa yde
la democracia, que se llenaban la boca de los principios radicales y el
odio al obscurantismo..." (Riva Agüero 1962 [1905]: 252 y s.).
Pero parece ser que la palabra liberalismo apenas rozó, también
en algunos casos, con el sentido de anarquismo. La asociación no
debería parecer extraña e inusual si recordamos que Ricardo Flores
Magón y otros anarquistas firmaron el 23 de septiembre de 1911, en
México, el llamado Manifiesto del Partido Liberal Mexicano que ex
presaba esencialmente ideas anarquistas y donde incluso se hablaba
de símbolos como la bandera roja (Rama-Capeletti 1990: 376-382).
En el caso del Perú, encontramos al propietario y redactorde La Luz
Eléctrica, Mariano Torres, calificado por el círculo de Abelardo
Gamarra como "apóstol del credo liberal", en su sentido de rebeldía e
insumisión ante la autoridad y de proximidad al pueblo.14
Los peruanos contestatarios del Segundo Militarismo fueron ra
dicales y no anarquistas. No obstante, ello no quiere decir que hayan
desconocido, en forma cotidiana, exactamente quéeranyquéhacían
los anarquistas en el mundo. Prueba contundente de ello fueron las
noticias que aparecieron en la prensa peruana de la época sobre este
movimiento, particularmente en su vertiente violentista.
La Integridad. Nro. 199. Lima, 13 de mayo de 1893, p. 1.
I Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 45
1.3 Noticias sobre el anarquismo en la prensa peruana y su
probable influencia en la acuñación de la imagen
cotidiana de este movimiento en la escena nacional
¿Qué imagen tenían del anarquismo los peruanos alfabetos des
de tiemposde la Guerra con Chile hasta el encumbramiento de Piérola
(1895)? La respuesta es bastante clara: una imagen asociada a laCo
muna de París y al rol que los anarquistas tuvieron en ese hito de la
historia de Francia (1871). También, por cierto, una imagen acuñada
por el sesgo violentista y terrorista que transmitía la lectura de los
despachos y noticias originados en Europa, que eran reproducidos
cotidianamente en la gran prensa peruana. En lo que se refiere a la
prensa radical (que tenía una cobertura menor, pero también signifi
cativa), los ribetes destructivos se suavizaban y eran acompañados
por otras expresiones, tales como la poesía anarquistay la idea de la
abolición de las fronteras. Es evidente que otra fuente de informa
ción para el público peruano eran los testimonios de nacionales o de
extranjeros que habían estado en Europa, aunque este tipo de focos
de difusión sin duda restringieron su alcance a los sectores pudientes
de la sociedad. Porotro lado, no hay evidencias claras sobre la circu
lación de textos anarquistas en el Perú (originados en España o en
otras partes de Europa) durante el Segundo Militarismo, aunque al
gunos indicios hacen sospechar que por lo menos algunas ideas o no
ciones (que no aparecían en los despachos o comentarios de prensa)
se filtraron por esta vía.
En su edición del 31 de julio de 1883, poco después de la batalla
de Huamachuco, La Bolsa, elperiódico más importante de Arequipa,
publicó el siguiente despacho de prensa:
"Francia [...] París, 25 de mayo [de 1883]. Mil quinientas personas
tomaron parteen la demostración anarquista queseverificó hoy ante
la tumba de los comunistas en el cementerio del padre Lachaise.
Enarbolóse una bandera roja, y la multitud dio frecuentes vivas a la
Comuna. Pronunciáronse varios discursos. Asistieron varios indivi
duos de la policía, pero no hubo ningún preso".15
LaBolsa. Arequipa, martes 31 de julio de 1883, p. 2.
 5

46 Hugo Pereyra Plasencia

Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 47

Por su parte, en El Comercio de Lima del 29 de agosto de 1884

(dos días después del sangriento e infructuosos ataque de Cáceres a
una Lima dominada por Iglesias) encontramos una noticia titulada
"La Anarquía en Viena. El proceso Stellmacher", con un claro énfasis
en los aspectos violentistas del anarquismo.16
Para el tiempo del presidente Morales Bermúdez (1890-1894),
en el otro extremo del arco temporal estudiado, hacia finales del Se
gundo Militarismo, tenemos, como ejemplo,sucesivos rebotesde pren
sa extranjera sobre actividades y atentados anarquistas en París, Bar
celona y San Petersburgo, publicados en El Comercio los días 2, 3 y 4
de mayo de 1892, alrededor de la celebración del día de los trabaja
dores. En el primero de ellos, titulado "Anarquistas", se hacía eco de
un intento de los anarquistas franceses de hacer volar por los aires la
Bolsa de París y del estallido de "bombas de dinamita" en la munici
palidad de Dijon. Eldespacho, reproducido el día 4, menciona la cir
culación de folletos anarquistas en Rusia que culpaban al Zar y, al
gobiernodel hambre y la miseria en ese país.17
Con relación a la prensaradical, el periódico LaIntegridad, inclu
yó en su edición del 7 de abril de 1894 un artículo titulado "Una
poesía de Augusto Vaillant, decapitado como anarquista por orden
dela justicia el5 defebrero de 1894". Este texto incluía, en efecto, la
citada poesía anarquista* traducida al español, con una clara tónica
contrala guerra y las fronteras internacionales.18 Cabe destacar que
Vaillant fueuno de los anarquistas terroristas másfamosos de su tiem
po, quien había gritado antes de su muerte: "¡Muerte a la sociedad
burguesa! ¡Viva la Anarquía!" (Tuchman 1994: 92). Aunque, como
se havisto, laprensa radical de Lima no dejó de recoger lanoticia de
su ejecución, también es importante destacar que no hay en absoluto
evidencias de peruanos,que se hayan propuesto imitar a anarquistas
de este tipo.
El Comercio. Lima, viernes 29 de agosto de 1884, p. 4.
16
1.4 Periodistas y periódicos. Análisis de la prensa estudiada
1.4.1 Rasgos generales
Como se adelantó en la Introduccióri, la fuente principal de este
ensayo es el conjunto de lo que podríamos llamar prensa radical, cuyo
tono distintivo frente aEl Comercio, La Opinión Nacional yotros me
dios pertenecientes a la gran prensa nacional, fue su incursión en la
llamada cuestión social. Las publicaciones escogidas yrevisadas con
el mayor detenimiento posible han sido La Luz Eléctrica, El Radical y
La Integridad, que cubren irregularmentéíel lapso que va desde 1886
hasta 1895. Otra publicación que también hemos estudiado concui
dado es La Caricatura que, aparentemente, sólo se publicó entre los
años 1892 y 1893. Como su nombre lo índica, es un periódico de
caricaturas de tono satírico ydivertido, de mucha utilidad para ilus
trar el ambienté y las pasiones políticas de la época, algunas de las
cuales fueron reproducidas en la quinta edición de la Historia de la
República del Perú. Aunque escapa al tema que nos ocupa (la prensa
de temas sociales), y siendo materia de*un estudio independiente,
existió al parecer una relación entre el florecimiento de este tipo de
mordaces eirreverentes publicaciones ilustradas yla agudización del
militarismo ydel malestar económico en tiempos del presidente Mo
rales Bermúdez (1890-1894). Además del tono jocoso de su material
gráfico, La Caricatura contiene importantes comentarios escritos, en
tono serio, que van mucho más allá de la simple explicación de los
dibujos, en una tónica —aun considerando las diferencias— que tie
ne muchos elementos en común con la lectura que los radicales ha
cían de su actualidad. Finalmente, también ha sido posible revisar
ejemplares de los años 1888 y 1889 del diaHo El Artesano, editado en
Lima desde 1887. Todos estos periódicos han sido consultados en la
hemeroteca de la Biblioteca Nacional deiPerú. Cabe señalar que no
ha sido posible ubicar, ni en éste ni en otrps repositorios, ejemplares

17 El Comercio. Lima, lunes 2(primera edición, p. 1), martes 3 (primera edición, p.l) de El Porvenir, que es mencionado en las fuentes primarias como po
y miércoles 4de mayo (primera edición p. 2) de 1892. seedor de un carácter social ycontestatario.
" La Integridad. Lima, Nro. 246, 7 de abril de 1894, p. 2.
 48 Hugo Pereyra Plasencia
1.4-2 La Luz Eléctrica
El primer número de este bisemanario osemanario (según la épo
ca) apareció el 1 de enero de 1886, yse subtituló "Semanario humo
rístico popular". Posteriormente, en 1887, su subtítulo cambió a "Pe
riódico crítico popular". Es probable, aunque no seguro, que el nom
bre de esta publicación-se haya originado en una circunstancia muy
inmediata: tanto el periódico como el sistema de iluminación eléctri
ca en la parte céntrica de Lima fueron inaugurados, ambos, en 1886,
con una diferencia de pocos meses, lo que simplemente podría estar
reflejando el enorme impacto de una innovación técnica en boga de
la cual ya se hablaba desde 1884 (Basadre 1983 t.VII: 127). La firma
de Mariano Torres, su dueño yanimador periodístico, aparece cons
tantemente en sus textos. Además de su condición de animador de
una publicación de tipo contestatario, Torres era conocido en Lima,
hacia 1889, por sus ideas anticatólicas. De hecho, había llegado aser
excomulgado por el arzobispo de Lima (De González Prada 1947: 145).
Si bien en la propia publicación no hay datos que permitan hacer una
reseña global sobre el origen de La Luz Eléctrica, el Nro. 199 de La
integridad contiene una interesante semblanza sobre el particular, a
propósito del retorno de Torres a Lima en 1893 luego de tres años de
ausencia. El suelto, probablemente redactado por Abelardo Gamarra,
refiere que hacia 1886 Torres era "medio dueño" de la imprenta situa
da en el Nro. 118 de la calle Ortiz, donde comenzó a imprimirse la
publicación que comentamos. Fue, por lo menos al comienzo, una
empresa en la que Torres involucró a toda su familia, en una especie
de comunidad de "obreros de la idea", que montó penosamente, sin
apoyo de ningún tipo. La Luz Eléctrica contó con colaboraciones de
integrantes del Círculo Literario. Siempre de acuerdo a la versión de
La Integridad, este "periódico independiente" era:
"Enemigo irreconciliable de toda tiranía yde todo tirano, creía enel
reinado del Bien yaspiraba contodas sus fuerzas a verlo entronizado.
Sinvínculo personal, nide ninguna clase con las familias acauda
ladas y rosándose [sic] por su modo de vivir ysus relaciones con el
pueblo, era su legítimo periodista; pero el pueblo, que también tiene
Manuel González Prada y el Radicalismo .) PERUANO 49
sus resabios de cundería, no le formó la atmósfera que necesitaba y
lo dejó entregado a su suerte [...]
Así, cuando abrió ruda campaña política, se estudió la manera de
hundirlo y bajo el reinado del doctor [Pedro Alejandrino del] Solar
se le obligó a serrar [sic] la imprenta.
La vendió por lo que le dieron y se expatrió".19
Las relaciones de Torres con el gobierno, que culminaron, como
se ha visto, en el cierre de su imprenta y en su partida temporal del
Perú, habían empeorado durante las Fiestas Patrias del año 1888.
Entonces, La Luz Eléctrica tuvo tenido un estelar momento de pro
yección nacional cuando, contradiciendo la censura del gobierno de
Cáceres, publicó en varias ediciones el famoso Discurso en el Politeama
de Manuel González Prada. En palabras de su editorialista, que era
probablemente el mismo Torres:
"El mejor éxito ha coronado las fundadas esperanzas que albergaba
nuestro periódico respecto a la publicación del discurso del señor
González Prada, que hoy reproduce, por haberseagotadolas tresedi
ciones de nuestro número anterior y creerlo necesario para que si
posible fuera, cada peruano a fuerza de leerlo yhacerlo leer, loapren
da de memoria como credo de la religión del patriotismo [...]
El aplauso expontáneo [sic] y nacido del alma con que Lima y
Callao han recibido esa manifestación verdadera de nuestra situa
ción política y esos consejos del más acendrado patriotismo, tiene
que repercutir en cada pueblo, en cada caserío de la República".20
En efecto, el entusiasmo parece haber sido tan grande en ese día
de fines de julio de 1888 que, en palabras de Adriana de Verneuil, las
personas se "arranchaban" la hoja prohibida por las calles de Lima.
Según la mujer de González Prada, y pese a su actitud claramente
represiva ante la prensa, el propio Cáceres habría llegado a decir, re
firiéndose al autor del vibrante discurso: "No sé si apresarlo o llamar
lo para darle un abrazo". Ella misma, en vista del fervor popular que
19 La Integridad. Nro. 199. Lima, 13 de mayo de 1893, p.l.
20 LaLuz Eléctrica. Nro. 133. Lima, 11 de agosto de 1888, p. 2.
 50 Hugo Pereyra Plasencia

habían provocado las palabras de su marido, iniciado dentro del mis

mo recintodel teatro Politeama en presencia del presidente Cáceres
ydesuseñora, rememoró enelocuente expresión decariño:"...cuando
al salirde brazo los dos, me parecía ver los aleteos de la Gloria rozan
do las sienes de Manuel". Posteriormente, Torres ylos artesanos que
trabajaban con él en la modesta imprenta de la calle Ortiz ofrecieron
a Manuel González Prada un almuerzo en su local, como agradeci
miento por eléxito delapublicación deldiscurso en elPoliteama (De
/ González Prada 1947: 145 y s.).
Volviendo a la historia de Mariano Torres, La Integridad añade
que, luego de la primera clausura de La Luz Eléctrica, este periodista
peregrinó porelNorteyfue hastael Ecuador como "apóstol delcredo
liberal". De algunas fuentes se deduce que la imprenta de La Luz ••••&
Eléctrica había sido cerrada a mediados de 1889 como parte de la
política represiva que elgabinete Solar dirigió contra laprensa adver
sa al Contrato Grace (Basadre 1983 t. VII: 71).
Luego del retorno de Torres desde el norte del país, la publica
ción parece haber sufrido otras dos clausuras, una hacia agosto de
1893 (bajo Morales Bermúdez) (Cornejo 1902: 236) y otra en mayo
de 1894 (bajo Borgoño). En octubre de 1893, Torres había retomado
la publicación de La Luz Eléctrica, esta vez con una periodicidad se
manal, congratulándose de la oportunidad de poder "volver a la lu
cha de las ideas...".21 También reapareció el 4 de mayo de 1895, un
año después de su clausura por Borgoño, luego del triunfo de Piérola,
ya desaparecida lacensura que el régimen cácerista impuso a muchos
medios en tiempos del sitio de Lima, efectuado por los montoneros
coalicionistas, que marcó la agonía del Segundo Militarismo.22 A par
tir del 25 de mayo de 1895 comenzó a publicar, por partes, el libro
Pajinas Libres de Manuel González Prada, quien por entonces se en
contraba en Europa.23 Ello no es sorprendente, por la amistad que
muy probablemente existía todavía entre González Prada y Torres
Adriana de Verne^il (1885)
21 La Luz Eléctrica. Nro. 207. Linia, 21 de octubre de 1893.
22 La Luz Eléctrica. Nro. 236. Lima, 4 de mayo de 1895.
23 La Luz Eléctrica. Nro. 239. Lima, 25 de mayo de 1895, p. 7.
 Manuel González Prada y el Radicalismo peri. ANO 51

desde losdías de gloria del discurso en el Politeama. Suvínculo puede

haberse perfectamente mantenido por correspondencia. Por razones
de restricción cronológica del tema, no ha podido ser rastreada la
trayectoria de Mariano Torres y de su periódico posterior a 1895.
¿Cuáles eran el estilo y la tónica política de La Luz Eléctrica] Los
primeros números de esta publicación, aparecidos en 1886, traían en
su parte central caricaturas hechas al carbón que correspondían al
tono más bien jocoso que nunca perdió, pero que fue más ostensible
durante sus primeros años. Veamos, por ejemplo, la siguiente burla en
parodia de jerga científica con relación a Piérola, que data de febrero
de 1886, yque se centra en el carácter levantisco y (alegadamente)
corrupto de este personaje a quien se le llama un "Nicolino peruano":
"Su nombre es Nicoleus Pierolinus que descubrió Mr. Dreyffus enel
Perúen 1870 [...] Los primeros síntomasde este terrible azotellama
do pierolitis son la fiebre manifestativa; viene en seguida el motinitis
cuarteliferus y en los últimos momentos el cierra portitis y la furia
peabodytica,2'' que es una especie de danza infernal enque se rompen
el bautismo no sólo los enfermos sino las bestias, las casas, las torres
[...] etc.etc.alcompás de redobles subterráneos ymúsica desilbidos
que hielan la sangre...".25

De diciembre de 1888 data el siguiente verso que imita la pro

nunciación china (en un estilo semejante al que Luis Felipe Angelí
popularizaría en Lima hacia las décadas de 1970 y 1980), referido a la
frustración de un sector de la población con relación a la firma de-1
Contrato Grace, también conocido entonces como Aspíllaga-
Donoughmore, en alusión a los apellidos delministro de Hacienda de
la época ydel representante de los tenedores de bonos británicos que
había venido desde Londres para finiquitar la operación:

24 Alusión a losfusiles marca Peabody, de usocorriente durantelaGuerra delPacífico

y en los años inmediatamente posteriores.
La Luz Eléctrica. Nro. 3. Lima, 13 de febrero de 1886, p.

52 Hugo Pereyra Plasencia
"Catay tanto viva Cácete
•catay la-Constitución '•
la lola sale paliendo
del conde de Dunumó".2h
En noviembre de 1893 (poco antes de una de sus clausuras) se
publicó un panorama jocoso del citado año, titulado "Fregaduras".
Para poder interpretar adecuadamente el texto que sigue hay que
tener en cuenta que durante 1893 el régimen de Morales Bermúdez,
dominado entre bambalinas por el héroe de La Breña, había comen
zado a descomponerse en medio de las luchas callejeras protagoniza
das por los constitucionales de Cáceres y los demócratas de Piérola,
de la efervescencia de la prensa pasquinesca a favor (caso de Ño
Bracamonte) o en contra (caso de La Tunda) de las aspiraciones de
Cáceres de volver a la presidencia, de la publicación de casos de co
rrupción, y del enfrentamiento entre Mariano Nicolás Valcárcel y
Manuel Candamo por el control de la Unión Cívica, que ya había
comenzado a manifestarse hostil al Partido Constitucional de Cáceres
desde 1892, pero que todavía no había dado el paso de acercarse al
pierolismo, como ocurriría finalmente al año siguiente, en 1894. Todo
ello contra el telón de fondo del aumento de la miseria y la desastrosa
caída del precio de la plata en los mercados mundiales:
"Y abrió el demonio el libro o registro de las fregaduras peruanas del
año 93, y leyó lo siguiente [...]
"La Tunda" fregó a Cáceres.
Y casi friegan al autor de "La Tunda"
Y los que atacaron a Barriga salieron fregados [...]
Y Piérola está espiando la ocasión de fregarnos.
Y el patrón oro fregó al de plata,
Y el pueblo no tiene más patrones que los que lo friegan [...]
Y Bermúdez Morales [sic] fregó a las hojas eventuales
Y Cáceres dice que sólo quiere gobernar por cuatro días para fregar a
la prensa que lo combate [...]
La Luz Eléctrica. Nro. 155. Lima, 5 de diciembre de 1888, p. 2. El Contrato Aspíllaga-
Donoughmore fue firmado el 25 de octubre de 1888 (St. John 1999: 126).
:''íf!
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano
Y el doctor Valcárcel fregó a CandamóJ
Y Patino Samudio fregó a Dancuart, yéste no quiere darse por frega-
do[...] _4
Yel Intendente no puede fregar a "Lá.íiinda" [...]
Yyo me parece que estoy fregando aífps lectores aunque no tanto
como nos friegan y refriegan el Gobierno y los partidos".2'
Cabe también mencionar un comentario devastador contra los
civilistas, publicado en noviembre de 1893. En esa época, la mayor
parte de los civilistas se encontraban aliados a Mariano Nicolás
Valcárcel en la Unión Cívica (un frente esencialmente parlamenta
rio), mientras que un sector minoritario continuaba adscrito al Parti
do Constitucional dominado por Cáceres;:
"El Partido Civil [...]
Este partido hace tiempo viene batallando por recuperar su pre
dominio [...] Se le ve [...] rastreando cqn Rosas y Canillo, esos añe
jos y veteranos cabulistas, sin pensar ninguno honrada y lealmente
en los caminos rectos para reconquistar su valer [...]. Es un partido
criminal: lleno de tránsfugas y acomodaticios [...] Sin un jefe y bajo
el comando por ahora, en mitades, del?general Cáceres que no sabe
qué hacer con él [...] y la otra mitad bajolasórdenesde Valcárcel que
los odia y desprecia [tan] profundamente que los ha tomado como
hombres que los utiliza para hacer bultqí[...] como los chilenos lleva
ban a los chinos en la batalla de S. Juan; para lanzarlos de carnaza, el
partido civil merodea indignamente, mendiga protección, carece de
fuerza para vivir [...] En la tumba de Pardo hay que agregaresta ins
cripción: aquí yace el Partido Civil".28;',
La Luz Eléctrica tuvo una aproximación social y otras vertientes
específicas que serán detalladas (como en él casode los otros periódi
cos revisados) en el capítuloque trata del análisis temáticode la prensa
estudiada. %
27 La Luz Eléctrica. Nro. 209. Lima, 4 de noviembre de 1893. pp. 5 y s.
28 La Luz Eléctrica. Nro. 209. Lima, 4 de noviembre de 1893, p. 2.
 54 Hugo Pereyra Plasencia
1.43 La Revista Social
Entre 1885 y 1888 encontramos aLa Revista Social como el órga
no del Círculo Literario de Lima. Tenía en este último año a José
Antonio Felices como director propietario ya Manuel González Prada
como presidente de su comisión de redacción.29 La Revista Social tuvo,
sin lugar a dudas, un carácter muy convencional. Así lo expresó con
claridad el propio González Prada en uno de sus editoriales: "La Re
vista Social no es, ni debe ser, periódico de controversia política ni de
polémica religiosa: órgano de unasociedad puramente literaria, tiene
que ser literario y nada más". González Prada hacía este comentario
en el mismo editorialen que se refería a las iras desatadas del Vicario
Capitalino contra Nicolás S. González, redactor de la revista, por un
tema que no precisa, pero que casi con seguridad tenía que ver con
una acusación de anticlericalismo o de anticatolicismo. En un tono
un poco menos contemporizador, González Prada se refería a Francis
co de Paula González Vigil; como "hereje yexcomulgado, [que] vivió
y murió tranquilamente", adelantándose a los temores que pudiera
inspirar una excomunión.30
La Revista Social recogió algunas de las piezas oratorias que ya
comenzaban a perfilar discretamente alfuturo agitador radical. Entre
ellas cabe mencionar las palabras que González Prada pronunció el
22 de abrilde 1888en el Cementerio General con ocasiónde la muerte
de Luis Enrique Márquez.31 Quizás más importante fue el discurso
que pronunció el 27 de septiembre de 1887, en su elección como
presidente del Círculo Literario, sucediendo precisamente aMárquez.
Aquí, en el llamado Discurso del Palacio de la Exposición, encontra
mos una alusión esperanzadora acerca de la juventud, que adelanta,
en un contexto de reflexión literaria, a la que aparecería el año si
guiente en el Discurso en el Politeama:
La Revista Social. Nro. 124. Lima, 21 de enero de 1888, carátula.
La Revista Social, Nro. 146. Lima, 30 de juniode 1888, p. 1.
La Revista Social, edición especial. Homenaje a la memoria del fundador y ex -
presidente del Círculo Luis Enrique Márquez. Lima. Imprenta de Torres Aguirre
- Mercaderes 150, 1888, pp. 273-275.
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 55
"Sólo de jóvenes podríaesperarse la franca libertaden la emisión de
las ideas yla altivez democrática en el estilo [...] Estoy a lacabeza de
una asociación que parece destinada a ser el partido radical de nues
tra literatura".32
Por contraste, desde enero de 1889, coincidiendo con la polémi
ca nacional sobre el Contrato Grace, una nueva publicación delCír
culo Literario, que llevaría por nombre El Radical, reflejaría la acele
rada politización de este grupo.
1.4.4 El Radical
A juzgar por la colecciónde ejemplares conservados en la Biblio
tecaNacional delPerú, ElRadical parece haberse publicado en forma
quincenal únicamente entre el 1 de enero y el 15 abril de 1889, y
tenía como subtítulo Órgano del Círculo Literario de Lima. Se trataba,
en efecto, del medio de prensa de este grupo, cuya presidencia había
sido asumida por Manuel González Prada desde 1887.33 Además de
González Prada, firmaban en El Radical personajes como Nephtalí
García, Germán Leguía y Martínez, Teobaldo Elias Corpancho, Car
los Germán Amézaga, Carlos Rey deCastro, F. Alberto Secada, Víctor
G. Mantilla, N.A. González, Pablo Patrón, Manuel R Villanueva y
Enrique Torres Saldamando, entre los principales. La tónica de la
publicación, expresión del radicalismo más diáfano, aparece clara
mente expresada en el editorial firmado por Manuel González Prada
en enero de 1889, titulado "Algunas palabras al público":
"Tres cosas se han vuelto ridiculas: programas políticos, prólogos a
libros de versos y prospectos de periódicos.
Felizmente, "El Círculo Literario de Lima" ha salido del estado
embrionario yforma unorganismo perfectamente definido: superió
dico no necesita prospecto.
32 La Revista Social, Nro. 120. Lima, 8 de noviembre de 1887, 2y s.
33 ElRadical llegó hasta el Nro. 8, publicado en Lima el 15de abril de 1889.
56 Hugo Pereyra Plasencia
Cuantos asisten a las actuaciones públicas del "Círculo", cuantos
leen los escritos de sus socios,saben ya qué errores se puede combatir
y qué verdades se puede proclamar aquí.
Este periódico, quincenal por ahora,seráloque la imprenta debe
ser en la actual crisis del Perú: un elemento sano en medio de una
inmensa fermentación pútrida.
Aquí no se viene a defender un partido, sino a trabajar por una
causa; no a ponercimientos de oro para elevarestatuasde barro,sino
a destruir sepulcros blanqueados paraque otroslevantenpalacios de
mármol; no a empequeñecer más al pueblo inoculándole el virus de
las malas pasiones, sino a luchar por introducir un germen de algo
bueno ygrande en esos infelices que se creenciudadanos, y soncar
ne de esclavos formada en piel de hombres libres.
Los redactores de este quincenariovienen decididos a escribir la
verdad, poramarga que sea, aunque seasusten los tímidos ysesuble
ven los culpables. Aquí no hay vínculos subterráneos con los
merodeadores de la Hacienda pública, connivencias criminales con
los hombres delpoder ni gratitudes envilecedoras que obligan a men
tir o callar.
Donde se profesa la mentira como sistema de gobierno, como
administración de justicia, comocuerpo legislativo, comoenseñanza
universitaria, como literatura, como manera de vivir y hasta como
costumbre nacional, és necesario abofetear al pueblo con la verdad.
A heridas gangrenosas, cauterio de fuego.
"El Círculo Literario de Lima" tiene derecho y obligación de le
vantar la voz: se hará oír
Según Jorge Basadre, E¡ Radical fue cerrado en tiempos del en
durecimiento de la política del gobierno de Cáceres contra la prensa
opositora al Contrato Grace (Basadre 1983 t. VII: 71), que nosotros
situamos hacia laprimera mitad de 1889. Laindignación de González
Prada porlas clausuras simultáneas de EíRadical y LaLuz Eléctrica y
contrael "gobierno berberisco de Cáceres en una cruzada contra los
periódicos independientes" quedó claramente reflejada en el manus
crito "Periodismo Limeño" publicado muchos años después en la
31 ElRadical. Órgano del Círculo Literario de Lima. Año I, Nro. 1.Lima, 1 de enero
de 1889, p. 1. Este texto lleva la firma "M.G. Prada".
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 57
recopilación Eí Tonel de Diógenes (González Prada 1945: 130 y s.).
Este texto, que carece de fecha o siquiera de indicación de año en la
citada recopilación hecha por Alfredo González Prada, hijo del pen
sador, puede ser ahora ubicado cronológicamente con más precisión.
Según doña Adriana de Verneuil, los ataques contra Manuel González
Prada en conexión con el tema del Contrato Grace habían comen
zado en los meses que siguieron al discurso en el Politeama. Es pro
bablemente que la represión contra la prensa se haya iniciado en
tiempos de la firma del instrumento, en octubre de 1888, y que haya
llegado a sus mayores extremos, como se dijo, en la primera mitad del
año siguiente, en la fase de aprobación en él Congreso:
"Los ataques de la prensa local eran cada día más acerbos contra
Manuel, por cuanto se daban cuenta qué podía encarnar y encabezar
una oposición contra el Gobierno que en esos días quería imponer al
país el Contrato Grace. ElComercio publicó uq. artículo anónimo en
que le reprochaban a Manuel 'enardecer el odio a Chile.. .en lugar de
apagar los rencores en un fraternal abrazo de olvido...' No pudo ser
más canallesco el ataque y sublevó a todo patriota con el corazón
bien puesto..." (De González Prada 19$7: 146).
1.4-5 La Integridad
El 28 de julio de 1889, durante el primer gobierno de Andrés A.
Cáceres, cuando todavía estaba fresca la tormenta parlamentaria de
las discusiones para aprobar el Contrato Grace que había causado
pocos meses antes la expulsión de una minoría de diputados opuestos
al arreglo, el semanario La Integridad salió a la venta en las calles de
Lima. Su cabeza visible era Abelardo Gajríarra, conocido personaje
de lapolítica yde lasletras nacionales de cuyavidaBasadre ha dejado
una extraordinaria reseña (Basadre 1983 t.VII: 268-271).Hacia sep
tiembrede 1887,Gamarra se desempeñabá;como representante en el
Congreso (Basadre 1983 t. VII: 62) con una posición, diríamos, na
cionalista económica, opuesta al arreglo con los tenedores de bonos
británicos. Atrás habían quedado sus simpatías por el caudillo de la
 58 Hugo Pereyra Plasencia

Breña, vivamente expresadas en su libro La batalla de Huamachuco y

sus desastres (Gamarra 1886).
La versión de La Integridad de tiempos del Segundo Militarismo
que analizaremos, dada aluz al fenecer la representación parlamenta
ria de Gamarra en 1889, fue precedida por otra publicada con elmis
mo nombre en Arequipa, hacia las postrimerías de laGuerra delPací I
fico (Tauro 2001 t. 7: 1034).
La compleja personalidad de Gamarra excede largamente a la
imagen popular que lo asocia a la sustitución del nombre del baile
chilena por el de marinera, como un homenaje a Miguel Grau y a la
heroica Marina de tiempos de la Guerra del Pacífico. Sorprende, en
verdad, que no haya unestudio más detallado sobre un peruano tan
complejo, que fue periodista, político radical amigo de González Prada, fc:
literato, ymuy cercano a los artesanos. La faceta que aquí nos intere
sa particularmente es la del pensador social. En hermosas palabras,
Jorge Basadre hadejado esta imagen sobre ciertas experiencias infan
tiles deGamarra en sunatal Huamachuco, que debieron ser decisivas
para su desarrollo en la madurez, y que de alguna manera lo
emparentan espiritualmente conJosé María Arguedas, particularmen
te enloque se refiere a los vínculos con los campesinos ya larelación
padre-hijo:

"A los nueve años, portravesuras cometidas enelcolegio, fue llevado

a la hacienda familiar para que trabajara con los indiecitos que arro
jaban semillas [...] Su padre le enseñó siempre aquerer alos aboríge
nes. No era extraño a celos en el sentido racial. Fraternalmente uni
doa los chiquillos delacasa ya los delcaserío, jugaba conellos en las
noches estrelladas de verano, mientras los mayores estaban ocupa
dos en dirigir las faenas de la trilla de trigo. El peón recibía allí trato Abelardo Gamarra
humano. El padre deAbelardo eraenHuamachuco apoderado delas
comunidades y el niño solía concurrir frecuentemente a los "acuer
dos" yfueron para él inolvidables los jefes delas "huarangas" consus
cuellos parados a guisa de golas de grandes caballeros de corteseuro
peas, el calzón de chicote, el grueso bordón de yoque, los bucles lar
gos a uno y otro lado de la cara" (Basadre 1983 t. VII: 268 y s.).
•

Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 59

Estas experiencias, así como el conjunto de su background

multifacético, ayudan a comprender el sentido a la vez panorámico y
novedoso del primer editorial en La Integridad del 28 julio de 1889,
donde Gamarra probablemente se escuda pon la firma "Z", y cuya
tónica parte por reflejar eldía de la Fiesta Nacional, ydonde elradi
calismo social, la búsqueda de la inmigración europea y las metáforas
y conceptos positivistas se funden en un todo armónico:

"68 años ha San Martín juraba la Independencia del Perú [...] Pero
Independencia y Libertad no son idénticos y en juzgar lo contrario
está acaso la raíz de nuestros males. El antiguo Virreynato [sic] se
emancipó de España; mas no por eso fue más libre la mayoría de los
peruanos. Quedó el indio siempre esclavo, quedamos todos a merced
de unos pocos. Y principió la interminable serie de revoluciones y
desventuras [...] El problema que vamos a resolveres social, no sólo
político. El Perú, con Chile, con México^ con la Argentina, al sepa
rarse de España no era sino un conjunto de gérmenes, acaso muy
heterogéneos gérmenes, que desarrollándose debían formar una na
ción. Procurar ese desarrollo debió ser lá obra de los que le dieron
independencia. No la fue. Debió ser obra de sus hijos. No la fue.
Debe ser obra nuestra [...].
Más libertad, más instrucción parael indio, más instrucción para
todos, más hombres de ciencia, más industriales y menos doctores,
según dijo en España Echegaray [...] ymás'orden, más paz, más pruden
cia.... Preparemos el terreno para que cuando llegue el día, que al fin
llegará, en que se dirija al Perú lasavia extranjera, encuentreen él una
joven nación que pueda recibirla en sus venas para robustecerse".35

La Integridad estuvo estrechamente vinculada a la Unión Nacio

nal de González Pradadesde su fundación. De hecho, daríala impre
sión de haber tomado casi inmediatamente^la posta del radicalismo
luego del arbitrario cierre, porel gobierno de Cáceres, del órgano de
expresióndel Círculo Literariode Limaen |á primera mitad de 1889.
En su edición del 16 de mayo de 1891, La Integridad reprodujo el

La Integridad. Año I. Nro. 1. Lima, 28 de julio de 1889, p. 1.

 60 Hugo Pereyra Plasencia
programa de la Unión Nacional. Como se sabe, González Prada apa
recía aquí como su presidente, mientras que Abelardo Gamarra for
maba parte del Comité de la agrupación, junto con personalidades
como Carlos Germán Amézaga, Víctor M. Maúrtua yCarlos 1. Lissón.
Los tres últimos se presentaron, asimismo, enforma respectiva, como
"periodista" (como el mismo Gamarra), "abogado" y "alumno de la
Escuela de Ingenieros". El editorialista, probablemente Gamarra, se
ñala en este ejemplar, en forma inequívoca, que el programa de la
Unión Nacional era también elde La Integridad.36 Desde su ejemplar
del 28 de julio de 1893, La Integridad llevó como subtítulo "Sostiene
el programa de la Unión Nacional". Probablemente el retrato más
exacto y humano de ese especial grupo de peruanos unidos bajo el
radicalismo de la Unión Nacional se deba a la pluma dedoña Adriana
de Verneuil, esposa de González Prada:
"Todos los viernes se reunían en casa por la noche y hasta se hacía
necesario cerrar las ventanas para que los vecinos no se alarmaran
porlos gritos y las palabras subversivas de algunos de ellos. También
sesuscitaban acaloradas discusiones en las quea veces Manuel tenía
que intervenir para apaciguar los ánimos [...] Algunos querían ejer
cer presión despótica sobre los demás formando bandos aparte; de
allí discusiones inacabables; Abelardo Gamarra yPablo Patrón no se
podían ver; Carlos G. Amézaga era el más batallador yagresivo, so
ñando con poner bombas de dinamita enlos confesionarios para vo
lar frailes ybeatas. Víctor Maúrtua y Luis Ulloa al pelear hacían de
cada sesión unconcurso vocal [...] Germán Leguía yMartínez, Eduar
do Lavergne y el doctor Gregorio Mercadoformaban el núcleo serio
que dejaba hablar,, pelear y batallar a los jóvenes" (Basadre 1983 t.
VII: 164).
Luis Alberto Sánchez sitúa la aparición de la Unión Nacional
dentro de uncontexto internacional de afirmación ysurgimiento de
partidos radicales:
La Integridad. Año II. Nro. 95. Lima. 16 de mayo de 1891, p. 1.
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 61
"Para Prada el "Círculo Literario" debía convertirse en un "Partido
Radical de la Literatura", o seaen un Partido Radical. Por esos tiem
pos el Partido Radical Francés se había lanzado al ataque de la Iglesia
Católica considerándola aliada yrezago de la monarquía de los Luises,
vencida por la Revolución de 1789. A semejanza del Radicalismo
francés, se constituyeron partidos radicales en Argentina (la Unión
Cívica), enChile (el Partido Radical), enEcuador (El Partido Liberal
Radical) yen [el] Perú se constituiría en 1891 bajo eltítulo de Unión
Nacional" (Sánchez 1985: 14).
La Integridad es una importante fuente para el estudio biográfico
de los radicales peruanos. Cabe destacar, por ejemplo, las noticias
sobre Luis Ulloa, llamado "el Benjamín de la familia liberal..."37 yJosé
La Integridad. Año IV. Nro. 186. Lima, 11 defebrero de 1893, p. 2. Ulloa tenía 25
años en 1893, pueshabía nacido en 1868. Era limeño, hijo deldoctor José Casimiro
Ulloa y de doña Catalina Cisneros. Sobre su trayectoria posterior cabe señalar
que, en 1896, comisionado por el gobierno, viajó a Europa a ubicar en archivos
españoles la documentación virreinal necesaria para la defensa de los intereses
nacionales enlos litigios limítrofes con Ecuador, Colombia y Bolivia. De vuelta en
elPerú fue director de El Liberal de Lima entre 1906y 1908. En 1914 fue nombrado
director de la Biblioteca Nacional, puesto al que renunció en 1915. En 1916 se
contó entre los fundadores de El Tiempo. Dice Juan Pedro Paz Soldán que "en
mayo de 1919 estalló en Lima una revolución maximalista [sic] y que [...] se le
acusó entonces de ser eljefe de ese movimiento" Tauro del Pino aclara este episodio
de la vida de Ulloa: "... bajo la influencia de las inquietudes avivadas por la 1
Guerra Mundial, alternó en la dirección del Comité de Propaganda Socialista
(noviembre de 1918), que promovió laorganización del Comité Pro Abaratamiento
de las subsistencias y, subsecuentemente, el paro general iniciado el 26 de mayo
de 1919. Hubodesortearentonces lasinculpaciones de lasautoridades...". Falleció
en Barcelona en 1936. Ulloa casó con Blanca Pasquet (Tauro del Pino 2001 t 16
p. 2636; Paz Soldán 1921: 387 ys.). Su hijo Bolívar, fallecido a fines del siglo Xx!
llegó a ser el másimportante experto en la temática de fronteras de la Cancillería
del Perú hacia fines del siglo XX. Existe un episodio que vinculó brevemente la
trayectoria vital deLuis Ulloa con ladel historiador Jorge Basadre quien, como se
sabe, fue otro eminente director de la Biblioteca Nacional. Basadre cuenta en su
libro de evocaciones La Vidayla Historia que, hacia 1914 o 1915, siendo todavía un
colegial de once o doce años, quiso leer en la Biblioteca Nacional. No obstante,
fue rechazado por no contar con la que, entonces, era la edad mínima necesaria
para gozar de ese privilegio. Basadre evoca así este recuerdo: "Obtuve de mi
familia una carta para el Director, que era don Luis Ulloa. Éste, con gran bondad,
dispuso que seme diera unamesa ensu propio despacho. Allí conocí aJosé Carlos
Mariátegui, contertulio habitual de Ulloa entonces. Debe serestudiada lainfluencia
62 Hugo Pereyra Plasencia

Gálvez Moreno, héroe de un célebre combate contra lanchas chile

nas en el Callao en 1880,destacadísimocolaboradorde Cáceres en la
guerra civil contra Miguel Iglesias (1885), representante por Hualgayoc
(1886) y opuesto radicalmente al Contrato Grace. También minero
en Yauli, en Chilete y en la hacienda de su familia Apacancha, e
intendente de Limaen 1894, antes de su suicidio. Esta última coloca
ción pareció amuchos incompatible con su militancia radical, debido
probablemente al oscurantismo represivo que rodeó al Segundo Mili
tarismoen sus postrimerías.38
En cuanto a la vida de Manuel González Prada, La Integridad
incluyó en la portada de suedición del 30de mayo de 1891 un estu
pendo retrato suyo grabado por Evaristo San Cristóval. Este mismo
ejemplar reprodujo un artículo del citado Luis Ulloa en el que ya se
anunciaba el próximo viaje a Europa de González Prada, apenas dos
M
semanas después de la difusión del programa de la Unión Nacional
bajo su presidencia, lo qué no puede menos que llamar la atención,
aun teniendo en cuenta las explicaciones familiares que se dieron
sobre esta extraña decisión (Sanders 1997: 209). Para su esposa, la
decepción de González Praida con laUnión Nacional ycon lapolítica ¡4JP
peruana en general se había acentuado en un momento muy especí
fico. Hacia fines de 1889 o comienzos del año siguiente, González
Prada ysu mujer habían sido espectadores de la "exhibición" pública
de Remigio Morales Bermúdez como candidato del poderoso Partido

que don Luis Ulloa pudo ejercer sobre José Carlos [...] Cuando Ulloa renunció,
por desacuerdos con elgobierno dedon José Pardo, yano volví, pues carecía de
relaciones con su sucesor, Manuel González Prada. Aunque fue muy breve, este
contacto con la Biblioteca Nacional contribuyó a definir mi vocación" (Basadre
1975: 344 y s.). En vista de la; trayectoria de Ulloa como radical y miembro de la Luis Ulloa
Unión Nacional, así como de su proximidad a los artesanos, obreros y a los
movimientos contestatarios por lo menos hasta 1919, no resulta extraña su
vinculación con Mariátegui, mencionada en la anteriorcita de Basadre. Sobre las
ideasde Ulloaen torno de lostrabajadoresy de la fuerza renovadora de la Ciencia,
véase el artículo "La Unión Universal de Artesanos", de noviembre de 1890. que
se incluye en el apéndice documental de este libro. No en vano, además de
expresarle su gratitud, Basadre definió a Ulloa como "hombre de avanzada, autor
de artículos qué hoy resultan precursores..."
M La Integridad. AñoV. Nro. 257. Lima, 23 de juniode 1894, p. 2.

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Primera plana de La Integridad del 30 de mayó de 1891, con un

retrato de Manuel González Prada realizado por Evaristo San
Cristóval.
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Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 63

Constitucional cácerista, que tuvo la forma de una cabalgata entre

las plazas Dosde Mayo y de La Inquisición. Para su asombro, la pareja
vioa caballo, como parte de los participantes del desfile, "humilladoy
cabizbajo" a Alberto Secada, uno de los más ardorosos articulistas
que habían colaborado con la revista ElRadical aproximadamente un
año antes,39 quien había acudido allí por imposición de su familia, en
vistadel carácter de favorito que Morales Bermúdez tenía en el pro
cesoelectoral que debía concluir en agosto de 1890:

"El desfile de sus amigos encabezados por Morales Bermúdez le había

quedado grabado para siempre: nunca lo olvidó [...] nunca se hizo
ilusiones, como lo creen muchos" (De GonzálezPrada 1947: 159y s.)

A esta desilusión de tipo político había tjue añadir la muerte de

su hijo Manuel, que tuvo lugar en Barranco, en febrero de 1890, a los
pocosdías de nacido, todo lo cual pudo haberse sumado para llevarlo « -

a su posterior decisión de partir a Europa. Volviendo al artículo de

Ulloa, éste insinúa allí que González Prada había sido tentado para
postularse como Senador o Vicepresidente (aunque no se dice por
quién) en el proceso electoralde 1890, cuando "recibió por sorpresa
[...] los votos de una provincia para la presidencia de la República".
Ello explicaría su inclusión en la fase final del proceso electoral que
tuvo lugar en el Congreso junto con los candidatos Francisco Rosasy
Remigio Morales Bermúdez.*10 Finalmente, Ea Integridad del 6 de

Véase la parte final del subcapítulo 2.4.

La Integridad. Año II. Nro. 97. Lima, 30 de mayo de 1891, pp. 2 y s. Con relación a
la inclusión de González Pradaen losescrutinios del Congreso en 1890, véase una
extraña versión en inglés de El Perú Ilustrado, suplemento al Nro. 172 del 23 de
agosto de 1890 (cit. en Basadre 1971: 571). Véase la extensa semblanza completa
que Luis Ulloa hizo de Manuel González Prada en e)'apéndice documental. Otra
semblanza publicada en La Integridad^ 16 de mayo dq^891, que fue probablemente
escrita por V.M. Maúrtua, ha sido también incluida én el apéndice documental de
este libro. Allí se aclara que González Prada recibió en las elecciones de 1890 los
votos de Aymaraes. '"S

i
 64 Hugo Pereyra Plasencia
junio de 1891 informó a la opinión pública que "el martes último"
González Prada había partido para Europa.41
1.4.6 La Caricatura
Pasemos ahora a analizar un medio que tenía formato yorienta
ción muy especiales: elsemanario La Caricatura (1892-1893), unade
las fuentes gráficas más importantes para reconstruir la política y la
sociedad peruanas durante el Segundo Militarismo. Por las caracte
rísticas que detallaremos, no se puede decir que este medio haya for
mado parte de la familia radical (como fue el caso de las publicacio
nes precedentes). No obstante, y a juzgar por el background político
de sus redactores, sí se inscribe con claridad dentro de un estilo de
crítica moderno yque ponía énfasis enla temática social. Como ya se
indicó en uno de los subcapítulos precedentes, esta publicación al
canzó a llamar la atención del propio Jorge Basadre, quien comentó
brevemente parte de sus caricaturas en laquinta edición de su Histo
ria de la República del Perú. (Basadre 1964, t. VI: entre las pp. 2834 y
2835). Además de las caricaturas, prestaremos mucha atención a la
La Integridad. Año II. Nro. 98. Lima, 6 dejunio de 1891, p. 1. Por otro lado, elNro.
79 del 24 de enero de 1891 había reproducido el Discurso del Olimpo, leído
originalmente por Manuel González Prada el 30 de octubre de 1888, y cuyo texto
se conservaba en la secretaría del Círculo Literario deLima hasta que fue entregado
para su publicación en La Integridad. En cuanto a otros textos de González Prada
que fueran publicados en este medio limeño, además del titulado "Julio 15 de
1890" (véase la nota 72) y de la anteriormente citada reproducción del Discurso
del Olimpo, Isabelle Tauzin Castellanos haubicado los siguientes: "Los beduinos"
(25 de enero de 1890), "Correspondencia especial para La Integridad" [crónica de
sucesosl (3 de octubre de 1890), "Libertad de escribir" (17 de enero de 1891), "Algo
de París-Correspondencia especial para La Integridad" [descripción de laciudad]
(26 de septiembre de 1891), "Algo de París-Correspondencia especial para La
Integridad" [publicado como "Una tempestad en París", en el libro El Tonel de
Diógenes] (24 de octubre de. 1891), "Algo de París -Lohengrin, ópera de Wagner"
(7 de noviembre de 1891), y "Algo de París- Los Bulevares" (21 de noviembre de
1891). Como señala la citada historiadora, es muy probable que otros textos
publicados en La Integridad'entre 1892 y 1895 bajo el título de "Crónica de París"
hayansidotambién escritos por Manuel González Prada(Tauzin Castellanos 200L
87 y s.)
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 65
sección de artículos de esta publicación, cuyo tono no siempre es
complementario yexplicativo de los dibujos en su sentido jocoso, sino
que también despliega un estilo serio de análisis que no difiere, en
esencia, del que muestran otros medios convencionales de la época.
El fundador deLa Caricatura fue un español de nombre Luis Moncayo.
De manera grave y hasta solemne, Moncayo presentó su periódico el
11 deoctubre de 1892 como "unórgano serio de publicidad indepen
diente que lleva su palabra racional a ladiscusión de los altos ybajos
intereses del país".42 El editorial del primer número, titulado "Nues
tro programa", era bastante elocuente en esta línea. La expresión de
"más profundo respeto a laley, a las instituciones yalGobierno legíti
mamente constituido", iba acompañada de las siguientes manifesta
ciones de tinte extremista:
"Enemigos de la hipocresía y del sofisma como de la retrogradación
política, delcesarismo, como dela charlatanería pedantesca o egoís
ta, nuestro emblema es el de la razón y dentro de esta esfera comba
tiremos el errordonde lo hallemos sin que nos contenga considera
ción alguna ni nos intimide consecuencia de ningún linaje [...] ...es
preciso hacer el sacrificio individual para infundir en la conciencia
colectiva la necesidad de romper las ligaduras de la tiranía [...] bajo
la virtud sublime del verdadero credo democrático [...]. Podrá ser
que para trabajar en el sentido de que desaparezcan ciertos abusos
delordensocial en loeconómico yen lamoral, tenga necesidad [esta
publicación] deaparecer a veces poco circunspecta; pero sea que en
caricaturas o sueltos de redacción ridiculice o simplemente censure,
siempre procurará dar a cada cual lo suyo".''3
Laaparición de esteprimernúmero fue saludada, entreotrosmedios, por El Diario
bermudista deljueves 13 de octubre de 1892 (p.3). Ello es un claro indicador que
La Caricatura no fue considerada desde el comienzo como enemiga del gobierno,
como sí lo sería al año siguiente.
La Caricatura. Periódico independiente, político, ilustrado y de caricaturas.
Propagandista de la verdad y la justicia. Se publica todas las semanas. Fundador
y director: Luis Moncayo. Año I, Martes, 11 de octubre de 1892 (...) Número
programa, p. 1. Con relación a la mención que hace Moncayoa la lucha contra el
"cesarismo", es probable que este editorial haya estado dirigido especialmente
contra Cáceres. En mayo de ese mismo año, Juan de Arona había escrito en uno
de sus poemas aparecidos en ElChispazo: "Caceiismo y Cesaiismo/Casi casi da lo
mismo" (El Chispazo. Nro. 30. Lima, 7 de mayo de 1892, p. 49).
66 Hugo Pereyra Plasencia

Para comenzar, ¿quién era Moncayo? Es curioso que no exista

información sobre este personaje en los diccionarios biográficos más
conocidos, ni tampoco menciones a su trayectoria en los trabajos de
investigación centrados en el Segundo Militarismo. Los datos que
tenemos de él son los que aparecieron en La Caricatura a raíz de su
súbita muerte, ocurrida en Lima el 6 de noviembre de 1892. Moncayo
alcanzó a editar apenas cuatro números de su periódico ilustrado.
Había nacido en Lillo, pueblo de Toledo, en España y fue, al parecer,
de orientación republicana. Antes de su salidade España (probable
mente porrazones políticas) participó en la revolución de Villacampa
de 1886. A partirde entonces inició un largo peregrinaje trabajando
comoperiodista por distintos países de América, entre los que se in
cluyeron Uruguay, Chile, Costa Rica y México. En diferentes épocas
asoció su nombre a dos publicaciones llamadas El Padre Padilla y Eí
Papel Libre. Estuvo encarcelado por orden de Porfirio Díaz y vivió
también a salto de mata en Centroamérica, siempre en problemaspor
sus posturas políticas, antes de venir al Perú consufamilia hacia 1892.
En vez de la caricatura usual, y en señal de duelo, el número 5 del
semanario que estudiamos publicó un retrato suyo en gran formato, #
dibujado por "Valenzuela y Tirado", con una actitud y un aspecto
marcado por una barba pobladísima, que hacen recordar inevitable
mente a los revolucionarios europeos de la época, en particular al
príncipe Kropotkin.44 Curiosamente, la lista de los nombres de sus
hijos, de mayor a menor, indica claramente su propio itinerario vital
de creciente radicalización política: Francisco, Matea, Luisa, Demo
cracia, Luz, Ciencia y Porvenir.45
¿Cuál era la posición políticade La Caricatura en la circunstan
cia nacional? Los cuatro primeros números que editó Moncayo tu
i>" l.tjl-> MONCAYO
vieron un sesgo de burla frente al régimen de Morales Bermúdez, f•»!'••.. >•• .- •• :••...'... i.,,. ,- ,i. i:m.
claramente compartido por otros medios contemporáneos como Eí
Qúspazo de Juan de Arona, Esta actitud es patente en la primera de Elespañol Luis Moncayo, fundador ydirector deLaCarica
las caricaturas a lápiz publicadas por el semanario, dibujada por tura. •;. ,.

u La Caricatura. Año I, Nro. 5. Lima, 12 de noviembre de 1892, pp. 2 y s.

45 La Caricatura. Año I. Nro. 6. Lima, 19 de noviembre de 1892, pp. 2 y s.
 Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 67

Francisco, el hijo mayor de Moncayo. Mostraba a los miembros del

gabinete, y a otros personajes de la época, vestidos de cocineros pre
parando sus potajes mientras eran vigilados por el propio presidente
con su característico mostacho.46 No obstante, desde el segundo nú
mero, las baterías satíricas se centraron contra la llamada Unión Cí
vica, alianza parlamentariaantimilitarista y anticaceristadonde con
vergían Mariano Nicolás Valcárcely civilistascomo Francisco Rosas.
De hecho, con un tono deliberadamente chocante, la caricatura del
segundo ejemplarincluyó el dibujo de un monstruo humano con dos
cabezas (las de Valcárcel y Rosas), en alusión a esa alianza que pare
ció a muchos, en ese momento, antinatural, pero también
concentradora de lo peor de la política criolla.47 Luego de la muerte
de su fundador, La Caricatura pasó a estar bajo lainfluencia de su hijo
mayor, el dibujante y periodista Francisco Moncayo quien, sin aban
donar elespíritu anticivilista, dio inicio a una línea deataques contra
Cáceres (entoncesJefe del PartidoConstitucional) con un estilocada
vez más duro hasta llegar a ser virulento. En enero de 1893, en una
caricatura que sin duda graficaba las pasiones de la época, Cáceres
fue mostrado cortándole la cabeza a la Patria.48 En forma paralela, y
también inmediatamente después de la muerte de Luis Moncayo, La
Caricatura adoptó una definida posición de simpatía frente a Nicolás
de Piérola que, hacia los primeros meses de 1893, derivó enuna espe
cie de idealización de este personaje, que probablemente reflejó la
postura personal de Francisco Moncayo, pese a su condición de ex
tranjero. Lo que es interesante notar, para los propósitos específicos
de esta investigación, es que en esta etapa posterior a la muerte de
Luis Moncayo (etapa que fue, como hemos visto, a la vez anticivilista,
anticacerista yfavorable a Piérola), La Caricatura eramuy explícita al
considerar a Manuel González Prada y a la Unión Nacional como
parte de las reservas morales del país, en un tiempo dominado porla
más bajas expresiones de la política. Así, el 17 de diciembre de 1892,

46 La Caricatura. Número Programa del 11 de octubre de 1892, pp. 2y s.

" La Caricatura. Año I, Nro. 2. Lima, 22 de octubre de 1892, pp. 2y s.
<s La Caricatura. AñoI, Nro. 14. Lima, 7 de enerode 1893, p. 3.
68 rluco Pereyra Plasencia

el semanario presentó una caricatura titulada "Yo no aflojo...yo tam

poco", que mostraba a Cáceres y a Rosas en una especie de concurso
de forcejeo jalandode losbrazos a una sufrida "Presidencia" en forma
de mujer. De lejos, como colocado en el cielo mirando la escena, y en
una actitud inequívocamente digna y serena, aparece el rostro o bus
to de González Prada identificado por un cartel que decía "Unión
Nacional". En segundo plano, con una composición análoga en esta
especie de Olimpo de lo ético, se ubicaba también —en forma más
discutible— Piérola.49 Esta alusión a González Prada es muy impor
tante, no sóloporque acercaa los redactoresde La Caricatura al radi
calismo, sino también poriel hecho de que el gran pensador peruano
seencontrabaporeseentoncesviviendo en Europa, lo que habla de su
perdurable influjo ydesu prestigio intelectual y político. Porotro lado,
elsesgo claramente anticivilista continuóinmutable, comoloejemplifica *

la caricatura de Rosas, aparecida el 31 de diciembre de 1892, junto a

una estatua teligiosaque llevaba la inscripción "Santa Oligarquía".50

El vigésimo sexto y último número de La Caricatura apareció

el 8 de abril de 1893. Debido a su postura extremadamente favorable
•M
al pierolismo, es muy probable que haya sido cerrada por el régimen
de Morales Bermúdez en ése año de represión generalizada contra la
prensa considerada pasquinesca. Cabe notar que este último ejem
plar incluyó un editorial, de tono catilinario, que arremetió contra el El Presidente Remigio Morales Bermúde¿y sus ministros, mos
trados como cocineros (La Caricatura, octubre de 1892).
bando cácerista y contra "los mercenarios que le sirven".51 La vertien
te social de La Caricatura será analizada en el capítulo de análisis
temático.

1.4.7 El Artesano

Al revésde lo que podríasugerirsu título, EíArtesano es la menos

intetesante de las ediciones de contenido social. Su título completo

49 La Caricatura. Año 1, Nro. 10. Lima, 17 de diciembre de 1892, pp. 2 y s.

50 La Caricatura. Año I, Nro. 12: Lima, 31 de diciembre de 1892, pp. 2 y s.
51 La Caricatura. Año I, Nro. 26. Lima, 8 de abril de 1893, p. 1.
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Principales personajes políticos de la época del presidente Remigio Mo

rales Bermúdez (a laderecha, con banda presidencial ymostacho). La
Unión Cívica está representada porun monstruo bicéfalo con lascabezas
de Mariano Nicolás Valcárcel (izquierda) yFrancisco Rosas (derecha).
También aparecen en el grupo Andrés A. Cáceres, César Canevaro,
Francisco García Calderón, Manuel Cándame yJustiniano Borgoño (La
Caricatura, octubre de 1892).
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Fanatismo anticacerista: elhéroe dela Breña decapita a laPatria

(La Caricatura, enero de 1893). ¡

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Imagen idealizada de Nicolás de Piérola: un ficticio arribo del caudillo

demócrata al Perú acomienzos de 1893. En primer plano, Cáceres el
presidente Morales Bermúdez, Borgoño, Rosas yotros de sus enemigos
políticos huyen. (La Caricatura, marzo de 1893).
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Cáceres yRosas, acompañados por sus respectivos parti
darios, pugnan por la presidencia de la República
(La Caricatura, diciembre de 1892).

Detalle mostrando aManuel González Práda yaNicolás de

Piérola en actitud vigilante.

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<*,

Elcivilista Francisco Rosas portando una estatuade la «Santa Oli

garquía» (La Caricatura, diciembre de 1892).
 Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 69

eraElArtesano. Publicación diaria. Órgano dé la clase obrera. Seedita

ba en Lima y no se conoce el nombre de sus animadores. Parece ha
ber sido fundado, según aparecía en sus encabezados, el 26 de febrero
de 1887. Eltipode su avisaje comercial, que difícilmente lodistingue
del que manejaban los medios más cercanos al stablishment, como El
Comercio o ElPerú Ilustrado, podría hablar de lo moderado de su tono
contestatario. (No hay que dejar pasarque algo parecido podría per
fectamente haber sido dicho también con relación a La Integridad.)
Su editorialdel 6 de marzo de 1889 (sinindicaciónde autor) clamaba
porla modernidad contra el Carnaval. Hay ataques a la excesiva tole
rancia de las autoridades frente a "la costumbre", semejante a la ma
nifestada "en el caso de los espectáculos más bárbaros, como las co
rridas de toros".52

52 ElArtesano. Nro. 595.Lima, 6 de marzo de 1889, p. 2.

 71

2. APROXIMACIÓN A LA TEMÁTICA DEL RADICA*

LISMO Y SU APORTE A LA PROBLEMÁTICA SOCIAL
!£• •

2.1 Anticlericalismo

Pensamos que este es un elemento heredado de la tradición libe

ral anterior a la Guerra del Pacífico. En la época que estudiamos,
n
tanto los liberales propiamente dichos, como los liberales radicales,
tenían tendencias anticlericales. M.F. Horta, periodista liberal de la
publicación cácerista La Prensa Libre, publicó el 18 de abril de 1884
un artículo titulado "Catolicismo y racionalismo", con la consabida
\%
denuncia, de viejo cuño, contra la "intransigencia" de los católicos.1
En cuanto a la vertiente radical, el 16 de octubre de 1886, La Luz
:í i-
Eléctrica acusaba al flamante presidente Andrés A. Cáceres de prote
ger a los jesuítas. Si bien no fue un aliado estrecho de la Iglesia, hay
fuertes indicios de que Cáceres fue un católico practicante durante
toda su vida. Si bien es cierto que no dejaron de producirse roces
1 I entre el gobierno peruano y Roma, particularmente por el tema del
Patronato,2 las relaciones del gobiernode Cáceres con la Santa Sede
•5 i. y con la Iglesia peruana no parecen haber estado signadas por un
enfrentamiento permanente. En el caso específico de los jesuítas, pe
saba, además, una consideración de gratitud: nodebe olvidarse que,
luego de la batalla de Miraflores, Cáceres consiguió escapar de las
fuerzas chilenas que lo buscaban por doquier, porque alcanzó a refu
giarse en la celda del Superior de esta orden, en los aciagos días del

La Prensa Libre. Lima, 18de abril de 1884, p. 2.

Véase, por ejemplo, ElPeruano del 24 de mayo de 1889. p. 478, sobre el casodel
obispo electo de Trujillo Dr. Manuel S. Medina.

72 Hugo Pereyra Plasencia
comienzo de laocupación militar de Lima, en enerode 1881 (Cáceres
1973 [1924]: 88). Enel caso que nos ocupa, y sin dejar de elogiar el
patriotismo indiscutido de Cáceres, La Luz Eléctrica expresaba su de
cepción por la actitud del gobernante frente a los jesuítas, deman
dando que la Nación sea conducida a "nuevas ideas".3 Al año si
guiente, en unartículo titulado "La Revista Católica yLa Luz Eléctri
ca", firmado por "fray Satanás", este bisemanario atacó crudamente
"el fanatismo y la intolerancia católicas".4 Otra vertiente de hostili
dad de los radicalesfrente al catolicismo fueron sus ataques a la edu
cación religiosa. El 1de abril de 1893, LaIntegridad publicó un artícu
lo (bastante prejuicioso) titulado "Los jesuítas ante la historia de la
pedagogía" donde se hablaba del supuesto desdén que este enfoque
educativo tenía con relación
"...a la historia o la filosofía y las ciencias en general.
Preocupados ante todode los estudios de puraforma, y amantes ex
clusivamente de los ejercicios que forman el bello lenguaje, losjesuí
tas sacrifican por completo los estudios reales y concretos. La histo
ria casi está excluida de su plan de estudios. "La historia —dijo un
padre jesuíta— es la perdición de quien la aprende"
Las ciencias yla filosofía sontratadas de idéntica manera quela his
toria".5
Esta acusación referente a la Historia parecería estar en abierta
contradicción con el cultivo que de ella hicieron los jesuítas en el
Perú, aun considerando los ribetes excesivamente hispánicos de en
foques como eldel polémico padre Ricardo Cappa (Romero de Valle
1966: 66 y s.; Riva-Agüero 1965 [1910]: 178-180).
Otra idearecurrente de losradicales, especialmentedel González
Prada anterior a su viaje a Europa en 1891, es la denuncia de una
especie de esterilización del pensamiento científico por acción del
influjo religioso. El 1 de noviembre de 1890, con ocasión del
3 La Luz Eléctrica. Nro. 38. Lima, 16 de octubre de 1886, p. 1.
1 La Luz Eléctrica. Nro. 101. Lima, 31 de diciembre de 1887, p. 9.
5 La Integridad. Nro. 193. Lima, 1 de abril de 1893, p. 1.
f>
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 73
fallecimiento de Antonio Raimondi, el editorialista de La Integridad
comentó lo siguiente:
"La muerte de Raimondi es un duelo nacional [...] -
Resistiendo a las sugestiones yofertas delinvasor (que también quiso
arrebatarnos a ese hombre) Raimondi hizo por el Perú lo que no hi
cieron ayer ni hacen hoylos vocingleros de la prensa, de lasCámaras
y de los clubs. '
Si en un pueblo adelantado y ricoen hombres de valía causa profun
do desconsuelo la desapariciónde un personajecomo Raimondi, esa
muerte viene como una verdadera calamidad aquí donde toda la sa
biduría se reduce a la interpretación canónicade las leyes naturales,
aquídondecasitodasnuestras eminencias políticas, literarias y cien
> tíficas se han convertido en figurones de trapo rellenos con estopa
saturada de agua bendita".6
2.2 Defensa de la libertad de prensa
Este es, obviamente, otro punto de contacto con las tradiciones
del pasado, En el tiempo que estudiamos, laidefensa de la libertad de
prensafue una bandera de lucha común que unió a pierolistas, civilis
tas, radicales e independientes, particularmente en tiempos de la gran
represión contra los medios durante el gobierno de Morales Bermúdez
y el segundo gobierno de Cáceres. El 21 de agosto de 1893, en el
contexto de la interpelación al gabinete presidido por José Mariano
Jiménez, Mariano H. Cornejo pronunció uri célebre discurso contta
la medida de cierre violento de las llamadas hojas eventuales: "¿Por
qué habéis suprimido, por ejemplo, "La Luz Eléctrica", tan indepen
diente, por qué?", manifestó Cornejo en esa ocasión (Cornejo 1902:
235 y s). En su edición del 3 de diciembre de 1892, La Caricatura
publicó su editorialbajo el título "La tiranía es el peor-enemigo de la
prensa", que hacía referencia directa a la amenazas que había sufrido
Eí Republicano de Chiclayo por parte de Víctor M. Sarria, secretario
de la Prefectura. El caso reflejaba también el estrecho margen que la
La Integridad. Nro. 67. Lima, 1 de noviembre de 1890, p. 1.
 74
Hugo Pereyra Plasencia
legislación del Segundo Militarismo había dejado ala libertad de ex
presión. En este caso, según el razonamiento de Sarria, El Republicano
había perdido legalmente sus derechos por haber bajado al "campo de
la diatriba yel insulto personal". El autor de este editorial fue proba
blemente Francisco Moncayo, quien parece haber reflejado yevoca
do aquí las tormentosas experiencias de su padre en Centroamérica
asi como su visión internacional del problema:
"Las tiranías han visto siempre en la prensa honrada yfranca su peor
enemigo. Yla han perseguido en todos los tiempos ylugares.
En Rusia han sido perseguidos yoprimidos los periodistas cada
vez que han tratado de revelar al pueblo el mal estado de su situación
por culpa de los gobernantes.
En los estados de Centro América, los gobiernos despóticos han
hecho lujo de poder contra las empresas periodísticas independien
tes, que no han callado los delitos y crímenes de los mandatarios
arbitrarios einjustos que sacrifican alos pueblos, sin que les condue
lan nila miseria ni las lágrimas de sus conciudadanos.
En Brasil, en la Argentina, en Méjico, en Chile, en todas partes
\ donde se han sublevado los Gobiernos contra las instituciones de su
país, la prensa ha sido perseguida, hostilizada, en una palabra, tirani
zada, hasta el extremo de ser encarcelados yasesinados bárbaramen
te sus más honrados yfervientes apóstoles".7
2.3 Nacionalismo económico
Como lo ha señalado Carmen Me Evoy, las apasionadas discusio
nes relativas ala aprobación del Contrato Grace "mostraron lo com
plicado que resultó para la administración cácerista erradicar una
cultura política de corte patrimonial-nacionalista que había delega
do, tradicionalmente al Estado el control de los recursos yla infraes
tructura del país" (Me. Evoy 1997: 269). El radicalismo bebió clara
mente de esta concepción nacionalista anterior ala Guerra del Pací
fico, como se aprecia, por ejemplo, en los discursos de José María
La Caricatura. Nro. 8. Lima, 3de diciembre de 1892, p. 1.
Manuel González Prada yel Radicalismo peruano 75
Químper de 1888 yde 1889 contra los términos del arreglo con los
tenedores de bonos ingleses (Basadre 1983 t. VII: 80). Si bien no fue
una postura original, los radicales añadieron, en sus comentarios na
cionalistas, cierto contenido social ypolíticamente contestatario, par
ticularmente en lo relacionado con el Contrato Grace, recurrente
tema de conversación en los círculos políticos del Perú. En agosto de
1888, antes de la firma del contrato en su virtualmente definitiva
versión Aspíllaga-Donoughmore, La Luz Eléctrica expresó los siguientes
conceptos:
"La avidez de los especuladores no considera lo que ha perdido esta
desgraciada nación, sino lo que aún puede quedarle. La presa está
desangrada, estenuada [sic], casi moribunda: no importa. Todavía
hay un poco de sangre que poder chupar de sus venas. Le quedan sus
minas; sus ferrocarriles que son condición sine qua non de la explota
ción de éstas; sus territorios fértilísimos, los más fértiles del orbe, como
í- que rinden cuatro cosechas alaño cuando los de la India central sólo
í
producen tres; su sistema natural de comunicaciones fluviales, sin
igual en el mundo; sus inagotables lechos de carbón de piedra riiás
dilatados yricos que los de la Gran Bretaña; i, en fin, la renta de sus
aduanas, insuficiente hoy para las necesidades más apremiantes de la
vida de cada día del Estado.
Es necesario que todo eso caiga entre las manos de ajiotistas [sic]
ide usureros. No ha de poder faltar un Esaú peruano que alargue la
mano al plato de lentejas".8
Las baterías de los radicales se enfilaron especialmente contra
quien era considerado el animador principal del arreglo con los tene
dores británicos de bonos de la abrumadora deuda externa peruana
contraída antes de la guerra: Miguel RGrace. Este personaje, que
había operado en el Perú del guano con su hermano William Rusell,
era considerado por los que se oponían al Contrato simple y llana
mente como un aventurero corrupto. Desde comienzos del primer
La Luz Eléctrica. Nro. 133. Lima, 11 deagosto de 1888, p. 1. El autor deeste texto es
José Arnaldo Márquez. El editor La LuzEléctrica pudo haberlo copiado directamente
del opúsculo La orgía fínanciera del Perú, que Márquez publicó ese mismo año en
Santiago de Chile (Basadre 1983 t. VII: 73).
76 Hugo Pereyra Plasencia
gobierno de Cáceres, hacia 1886, Grace había comenzado a interve
nir como intermediario entre la asociación de tenedores británicos
del conde Donoughmore y el gobierno peruano. Por entonces, Grace
tambiénexplotaba el ferrocarril del Callao a Chicla merced a un con
trato suscrito en tiempos de Miguel Iglesias (Basadre 1983 t. VII: 70).
Desde noviembre de 1887,el gobierno de Cáceres suspendió las con
cesiones otorgadas por Iglesias a los ciudadanos norteamericanos
Thorndike y Dubois para explotar ferrocarriles que funcionaban, res
pectivamente, en el sur y en el norte del Perú (Basadre 1983 t. VII:
211). Nada parecido se hizo con Grace, quien en 1889operaba toda
vía el ferrocarril central. Sé trataba claramente de un tratamiento a
doble rasero, puesto que, según una ley del 26 de octubre de 1886,
todos los actos internos de las administraciones de Iglesias y de Piérola
habían sido anulados (Basadre 1983 t. VII: 56). Esta circunstancia
daba motivo para especulaciones y comentarios indignados. La in
fluencia de Grace sobre el entonces Jefe del Gabinete Pedro
Alejandrino del Solar, así como la urgencia del gobierno de Cáceres
de apresurar el arreglo con los tenedores para normalizar las relacio
nes financieras del Perú, fueron sin duda ingredientes del endureci
miento político que condujo a la clausura tanto de El Radical como
de La Luz Eléctrica hacia el primer semestre de 1889. Poco antes de
su cierre, el 1 de marzo del citado año, Eí Radical publicó el siguiente
editorial (no firmado) que trataba de explicar esta suerte de inmuni
dad non sancta que rodeaba a Grace dentro de los círculos de poder,
así como los más bien leguleyescos tejes y manejes llevados a cabo a
su favor en el Congreso:
"¿Por qué no entra elGobierno en posesión del ferrocarril de la Oroya
[...] Nadie ignoraque el gobiernode don Miguel Iglesias celebrócon
Grace un ilegal y onerosocontrato sobrela prolongacióndel ferroca
rril de la Oroya, explotacionesde minas, socavón del Cerro de Pasco,
etc.
Grace, una vez firmado su contrato, se limitó a explotar la produc
tiva línea del Callao áChicla, sin construir una vara más de rieles,
aumentar el material rodante ni cumplir con ninguna de lascláusulas
ventajosas al país. Un adelanto [...] fue la única utilidad reportada
Manuel González Prada yel Radí^alismo peruano 77
[...] Reunida la Legislatura Ordinaria dé 1887 [ya a comienzos del
primer gobierno de Cáceres], algunos hombres de buenas intencio
nes inician en la Cámara de Diputados, él 2 de octubre, el proyecto
de recoger, o más bienrecuperar, el indicado ferrocarril [...]
Vino la Legislatura Ordinaria de 1888,, toma en consideraciónel
proyecto y desecha aquel malicioso apéndice de [recuperación admi
nistrativa] ojudicialmente, declarando de,una manera clara y peren
toria que el ferrocarril de la Oroya debía recuperarse administrati
vamente [...] quedó sancionada la ley, que inmediatamente fue co
municada al Ejecutivo para su cumplimiento [...]
Viene la primera Legislatura Extraordinaria de 1888, y como el
Ejecutivo no ha promulgado la ley sobre,el ferrocarril de la Oroya, el
Presidente del Congreso hace lapromulgación.
El Ejecutivo, que en esa ocasión estaba ya ligado a Grace con
estrechísimos vínculos, y sólo pensaba en sacar triunfante el Contra
to con los tenedores de bonos, no seconformó con loresuelto porel
Cuerpo Legislativo, y puso en juego medios que si no le honran mu
cho, le han producido hasta hoy muy buenos resultados [...]Veamos
loque se ideó [...] Seconsiguió [con relación al caso, levantado por
el Ministro Aspíllaga, de la ley de alcoholes] dejarpendiente lacues
tión de si un Congreso Extraordinario podía o no promulgar leyes; y
así, ocupándose ostensiblemente de la leyde alcoholes, se dejó en el
mismo caso de incertidumbre la ley sobre el ferrocarril de la Oroya
promulgada también por el Presidente del Congreso.
El plan fue bueno y bien ejecutado [.i]
Ahora bien, nosotros preguntamos: ¿qué vínculos hay entre Grace
y nuestros hombrespúblicos para que Senado y Ejecutivo se convier
tan en sus abogados? ¿.
Una ley especial anula todos los actos, de Piérola e Iglesias; pero
esaleyque deberíaaplicarse a casos de interésgeneral comoel ferro
carril de laOroya, sólo seha cumplido, se;cumple ysecumplirá para
satisfacer venganzas personales [...] *
Se habla de nuestro Erario empobrecido, sinrecursos; y Grace en
losañosque indebidamente posee nuestrqferrocarril de la Oroya ha
ganado más de un millón de soles [...]
Pero elferrocarril delaOroya representa elarca santa: nadie puede
tocarle [..]
Hay más de una mano que se extiende hacia Grace para men
digar el mendrugo diario; hay más de ün espinazo que se arquea
 78 Hugo Pereyra Plasencia
delante de Grace para recibir órdenes yconsignáis]; hay más de una
pluma venal que busca tinta y veneno en la bilis de Grace para es
tampar la calumnia y ladifamación a tanto la línea; hay más de una
conciencia... ¡para qué decir todo lo que hay cuando todos lo sabe
mos muy bien!".9
Por razones deestilo, uno estaría tentado a pensar que este texto
sin firma fue escrito por Manuel González Prada. En todo caso, el
gran pensador síllegó a consignar su firma "M.G. Prada" en unpoco
conocido texto sobre el Contrato Grace que apareció en el segundo
número de EíRadical, el 15 de enero de 1889, justo cuando seinicia
ban en el Congreso los más virulentos debates sobre este arreglo in
ternacional. Este texto es un documento valioso para estudiar al
González Prada puramente radical anterior a 1891. He aquí algunos
de sus pasajes:
"Hayen loshombresdel Gobierno un deseo tan febril de consumarel
arreglo con una parte de los Tenedores de nuestros bonos, que el
pueblo, escaldado ya por las maniobras desus antiguos mandatarios,
piensa que el hoy es una copia del ayer y atribuye el deseo febril a
motivos no muy laudables ni muy honrosos. Algunos llegan a pro
nunciar la palabra cohecho [...]
Gobierno y partidarios de Grace parecen convidados a opíparo fes
tín. La hora de la mesa tarda un poco, el mayordomo no acaba de
tocar lacampanilla; pues bien: los convidados asaltan alcocinero, se
preparan a destapar las cacerolas [...]
[i]quiénes hantraído a Grace ya Donoughmore, quiénes handefen
dido las pretenciones [sic] absurdas de Chile contra los derechos sa
neados del Perú? Nq,-los ingleses ni los chilenos, sílos peruanos, los
de siempre: lds hombres o los descendientes de esos hombres que
fraguaron la Consolidación; que aguzaron ymovieron a España con
tra el Perú, 25 años ha, por realizar pingües riquezas conel reconoci
miento de supuestos créditos de la Independencia; queverificaron el
ruinoso negociado con Dreyffus; que de rodillas recibieron oro de
Meiggs, eloro ganado conladeshonra delas madres, delas esposas y
ElRadical. Nro. 5. Lima, 1 de marzo de 1889, pp. 69-71.
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 79
de las hijas; que efectuaron la escandalosa expropiación del salitre;
que en lassupremas angustias del Perú no contribuyeron con un solo
centavoa laserogaciones paraproveernos de rifles ybuques ni derra
maron una solagotade sangre en los campos de batalla; que, en fin,
sembraron el desaliento, encendieron la discordia y pronunciaron
esafrase típica, gráfica, inconcebible, capaz deenfurecer a las piedras
y provocarnáuseasen losgusanos de un sepulcro: ¡antes que Piérola,
los chilenos! [...].
Hay pues una agitación vertiginosa. Los círculos financieros del Perú
semejan un lagode aguas muertas: nada les turba; pero no bien aso
ma un negociante, elevando y sacudiendo la bolsa, y ya surgen ma
nos sanguinolentasy crispadas en actitud de atrapar el oro del cohe
cho [...]
Nadasignifican las complicaciones con los gobiernos de Europa ante
las complicaciones que vendrán con nuestro implacable enemigo.
Una vezcelebrado el Contrato, Chile hará surgirinmediatamente la
cuestión de Arica y Tacna. Evadiendo la celebración del plebiscito,
se declarará poseedor de esos territorios y distribuirá entre los recla
mantes extranjeros los 10 millones que debe entregar al Perú, sin
olvidarse de rebajar los adelantos hechos al Gobierno de Iglesias. Y
así, mientras la Nación peruana queda en la miseria y el descrédito,
Chile se liberta de sus compromisos con los gobiernos europeos y
adquiere ilimitado crédito en los mercados financieros".10
En honor a la verdad, todo pareceindicarque el "deseo tan febril
de consumar el arreglo" con una parte de los tenedores de bonos por
voluntad del gobierno de Cáceres, al que alude González Prada, se
debía más a la urgencia de normalizar las relaciones financieras del
Perúque a una motivación de corrupción. No obstante, también exis
tieron sorprendentes y sospechosos giros en la correlación de fuerzas
en el Congreso, que muchos atribuyeron a la distribución de dinero,
donde seguramente se hizo sentir "el oro" de Grace y de los tene
dores (Basadre 1983 t. Vil: 79). Las apreciaciones favorables sobre el
ElRadical, Nro. 2.Lima, 15de enero de 1889, pp. 17-20. Este artículo fue comentado
en LaLuz Eléctrica. Nro. 210. Lima,11 de noviembrede 1893, pp. 1y s. Elapéndice
documental de este trabajo incluye la versión completa del artículo de González
Prada.
80 Hugo Pereyra Plasencia
ContratoGrace que se han hecho desde entonces han destacado su
objetivo evidente: aliviar al Perú del peso de una cuantiosa deuda
exterior que habíallegado a ascender, antes de la guerra, a aproxima
damente cincuenta millones de libras esterlinas y recuperar, conse
cuentemente, el crédito internacional. Para tener idea de las propor
ciones, cabe recordar que, durante los primeros años del gobierno de
Cáceres, el presupuesto del Estadoascendía apenas a seis o siete mi
llones de soles. Haciendo un esfuerzo por comprenderel contexto de
laépoca, y en un plano que llamaríamos de corto plazo¿existía ade
más la urgencia de un empobrecido Estado Peruano de hacer frente a
la exigencia de la entrega de diez millones de pesos a Chile, en caso
de que nuestro país resultara favorecido con el plebiscito para Tacna
yArica, previsto en elartículo tercero del Tratado deAncón deoctu
bre de 1883. En otras palabras, sin dejar de lado los casos de corrup
ción, es probable que el apuro por suscribir y aprobar el Contrato
Grace haya tenidoque verdirectamente con la presión que represen
tabalamultitudinaria aspiración nacional porla recuperación deTacna
y Arica. El plazo acordado para esta operación (que concluía a co
mienzos de 1894) ya se sentía explicablemente cercano cuando se
negociaba elContrato Grace, en un tiempo en que lacuestión chile
na era el principal de los problemas internacionales que afrontaba el
país. Debido especialmente a su destacada trayectoria en la guerra
internacional, no hay razones para descartar que el propio Cáceres,
en su condición de Presidente, haya tenido en mente de manera muy
especial esta lacerante responsabilidad.
Al margen de las consideraciones de largo o de corto plazo, la
firma yaprobación delContratoGrace entre 1888 yel añosiguiente,
tuvo un altísimo costo político para Cáceres y para sus partidarios.
Representó, en términos políticos, elinicio del desprestigio deCáceres
ydesu régimen dentro devastos sectores del Perú hasta lacrisis final
de 1895. En ese sentido, por su tono tan exaltado, el artículo de
González Prada refleja con claridad el distanciamiento definitivo de
los sectores liberales y radicales frente al cacerismo. En otro ámbito,
esprobable que el pierolismo haya sido la fuerza política que cosechó
mejor, en los años, que siguieron, este desencanto de una partede la
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 81
población^ Pese a todo, la verdadera paradoja es que, visto en pers
pectiva secular, el Contrato Grace haya terminado siendo valorado
por gran parte delos historiadores modernos más reputados como "lo
mejor que el Perú podía obtener bajo esas circunstancias" (Klarén
2000:197)." '
El otro tema cuestionable de este artículo lleno de pasión es su
predicción de la pérdida de Tacna y Arica cqrho consecuencia inme
diata de la firma del Contrato Grace, que no•llegó a producirse. Sin
embargo, no se trató de una prognosis descabellada totalmente ca
rente de sentido. Ello fue evidente a propósito de las especulaciones
que giraronen torno a la firma, el 23 de juliode 1892, del Protocolo
Bacourt-Errázuriz entre Francia y Chile, qué hizo ver a muchos que
Chile no estaba dispuesto a cumplir con las estipulaciones del Trata
do de Ancón. El Perú se opuso aeste instrumento porque Chile reco
nocía, por primera vez, el derecho de los intereses franceses en la
deuda peruana. Al hablar de las "complicaciones" qué quedarían pen
dientes con los gobiernos extranjeros, el artículo de González Prada
•1>
quizá destaca aquí los inconvenientes de dejar cabos sueltos en la •i4
solución del problema de la deuda externa, al tratar de arreglar el
problema solamente con elclub británico del conde de Donoughmore,
del cual Grace era intermediario con el gobierno peruano, dejando
de lado las reclamaciones de la casa francesa Dreyffus. Aunque me
nor que la contraída con los tenedores de bonos británicos, la deuda
conestacasa francesa no era reconocida porel gobierno de Cáceres,
porque había sido aceptada encondiciones alagadamente irregulares,
en tiempos en que Piérola, entonces enemigó político del régimen,
habíasido Ministro de Hacienda, antes de la Guerra del Pacífico. En
el Protocolo Bacourt-Errázuriz, Chile ofreció aumentar a 14 millones
"En compensación porlacancelación deladeuda, elPerú aceptó entregar elcontrol
de su sistema ferrocarrilero por sesenta y seis años. Asimismo, cedió sus restantes
exportaciones deguanoy concedió derechos de libre navegación enelLago Titicaca
a laPeruvian Corporation, lacompañía que seconstituyó para poner enpráctica
el acuerdo. El Perú también aceptó pagar 80 mil libr&s esterlinas en anualidades
por treinta y tres años y entregar a la corporación dos millones de hectáreas de
tierra en la Selva Central" (Klarén 2000: 197) (traducción del inglés).
 82 Hugo Pereyra Plasencia
la indemnización que había de entregar alPerú en caso deque Tacna
y Arica pasaran a la soberanía chilena. Según Basadre, Guillermo
Billinghurst y Nicolás de Piérola llegaron a afirmar que el canciller
chileno Isidoro Errázuriz y el ministro francés Henri Bacourt habían
firmado "un pacto secreto para orientar losacontecimientos en forma
talque Tacna yArica fuesen anexadas aChile yque pasara directamen
te el dinero del rescate a poder de los acreedores franceses, sin inter
vención del Perú". (Basadre 1983 t. VII: 197; Porras Barrenechea y
Wagner de Reyna 1981:153).Ello, comosedijo, no alcanzó a ocurrir.
Son notables y clásicos, por otro lado, los juicios condenatorios
de González Prada contra los políticos y abogados que infestaban la
cosa pública, los financistas extranjeros y, sobre todo, contra la clase
dirigente de la preguerra, en particular los civilistas. Noescapa tam
poco a la atención el intento de ubicación internacional del proble
ma, que no era usual en una época en que, por regla general, los
analistas terminaban casi siempre por mirarse el ombligo.
Finalmente,Manuel González Prada publicósu artículo "ElCon
trato", poco tiempo después del fallecimiento de su primogénita Cris
tina, en una etapa de profunda angustia personal. Dos días después
de aparecida esta publicación falleció su hermana, también llamada
Cristina (Zanutelli Rosas 2003: 51). Es probable que este ambiente
de tragedia familiar, quecoincidió por azar conla radicalización polí
tica de su grupo literarioen tiempos del debate nacionalsobre el Con
trato Grace, contribuya a explicar su estilo tan ácido, sobre todo en
ese tenso mes de enero de 1889, donde, al lado del espíritu de digni
dad y de lúcida denuncia de problemas sociales y políticos de fondo
(caso del primer editorial de El Radical), aparece también el retrato
de los problemas de su país con formas de cólera, de grito yde desen
gaño desesperanzado (como ocurre tan claramente en el artículo "El
Contrato"). Seacomo fuere, yaseaporsu tono pasional, o poralguna
otra razón que escapa a nuestro conocimiento, González Prada no
incluyó este artículo, o una adaptación del mismo, en su libro Pajinas
Libres de 1894.
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 83
2.4 Expresiones patrióticas y preocupación por la débil
situación geopolítica del Perú
Pasemos a hablar ahora de las circunstancias y de las corrientes
de pensamiento de ese entonces que influyeron en el pensamiento
que estudiamos. Partamos diciendo quedos radicales no fueron
internacionalistas, sino que tuvieron muy fuertes sentimientos pa
trióticos. De la pluma de su gran representante, Manuel González
Prada, brotó el célebre artículo "Grau", probablemente el más famo
so y fino texto de glorificación patriótica que haya sido escrito sobre
el heroico marino peruano. Fue publicado en Eí Comercio y en La
Revista Social en 1885 y reeditado en Lima al menos en dos ocasiones,
en 1889 y en 1890, antes del viaje de su autor a Europa. Es una pieza
con rezagos de romanticismo que exalta los valores caballerescos,pero
donde también asoman claramente losduros juiciosinequívocamente
radicales contra los rasgos de la sociedad peruana que estuvieron en
la raíz de la denota frente a Chile.12 Bien ha dicho Basadre que González
Prada "reaccionó ante esta catástrofe como un gran patriota" (Basadre
En el artículo "Grau", incluido en la edición de Pajinas Libres preparada por Luis
Alberto Sánchez en 1946, aparece al final la indicación del año 1885, sin señalarse
el medio que recogió en su tiempo esta colaboración (González Prada, Pajinas...
1946: 55-62). No obstante, hemos podido precisar que fue publicado el jueves 30
de julio de 1885 en la p. 3 del diario limeño El Comercio. Aparece como inserción,
tomado, al parecer, de un folleto titulado Recuerdo de la S.A. de la Exposición a
los defensores de la Patria en la guerra de 1879 a 1883 en el LXIV aniversario de la
Independencia del Perú - 28 de julio de 1885. Dos días después, el sábado 1 de
agosto, apareció en el Nro. 10 de La Revista Social (pp. 2 y s.). El Radical lo volvió a
editar en su Nro. 4 (Lima, 15 de febrero de 1889, pp. 53-55).Fue publicado también
en El PerúIlustrado, en tiempos de las sentidas ceremonias relativas a la traslación
de los restos de los héroes peruanos fallecidos durante la Guerra del Pacífico
(Nro.167 Lima, sábado 19 de julio de 1890, pp. 401y 403). Sería interesante hacer
un estudio de las variantes textuales de estas versiones. Debe observarse, por
ejemplo, que la lapidaría oración en que aparece la expresión "exhibimos la lepra"
de la versión de Pajinas Libres (tanto en la de 1894 como en la ya citada edición de
Sánchez) no aparece en el texto de El Perú Ilustrado de 1890. En general, está
pendiente una comparación entre los textos recopilados en los libros clásicos de
Manuel González Prada (que salieron a partir de 1894) y las primeras versiones
de los artículos que aparecieron en los periódicos o revistas peruanos anteriores
al viaje a Europa de 1891. Esta compulsa podría deparar sorpresas.
84 Hugo Pereyra Plasencia

1978: 108). Como lo evidencia un texto suyo poco conocido de 1879,

el González Prada anterior a la aparición de la viva conciencia de lo
quesignificaba la derrota desu país, era más biencosmopolita y aleja
do de expresiones patrióticas. Entonces, precisamente en el año de
las glorias de Grau, y refiriéndose a las malas influencias que pueden
caer sobre los jóvenes poetas, llega hablar del "contagio patriótico
que perdió, pierde yseguirá perdiendo ¡quiénsabepor cuánto tiempo
más! a muchos de nuestros mejores vates".13
•y
; Yf i

Volviendo al Segundo Militarismo, hay que señalar que el pa

triotismo de los radicales se alimentó de dos fuentes: la conciencia de
la extrema debilidad internacional del Perú en todas sus fronteras
luego de la Guerra del Pacífico, y la consiguiente urgencia de fortale
cer al Perú, particularmente en el terreno militar.
El 13 de febrero de 1886, La Luz Eléctrica publicó una caricatura ¿9
(mucho más trágica que cómica) que mosttabaa una angustiada Pa
tria Peruana, con sus característicos ropajes neoclásicos y su.gorro
frigio, acosada simultáneamente por tres mastines a punto de devo
rarla: el Ecuador (con cara de mono), Bolivia (identificada por un
cartel) y el Brasil (con una cabeza humana coronada, en alusión al
Emperador). A cierta distancia, como alejándose del grupo, un cón
dor, que representa inequívocamente uno de los símbolos del escudo
de Chile, camina orondo teniendo en el pico un pedazode ropa arran
cado a la Patria. En el jirón de ropa se lee: "Tarapacá". Se trataba
de una caricatura al carbón, firmada por "Chalet", que llevaba por
título "Efectos de la luz eléctrica". Este dibujo, aparecido en una LaPatria Peruana acosada por sus vecinos
(La Luz Eléctrica, febrero de 1886).

Basadre mencionó la existencia de este raro texto en su Introducción a las bases

documentales para la Historia de la República del Perú con algunas reflexiones
(1971:554 y s). Esun prólogohechopor GonzálezPrada en 1879 al libro de poesías
Cuartos de hora de Aureliano Villarán. Lo muestra como un entendido en literatura
finoy exquisito,de impronta-másbien cosmopolita,alérgicofrente a la exageración
en las manifestaciones patrióticas, que sin duda era un rasgo típico de la época.
Tratando de ser justos con. González Prada, es evidente que existe una gran
diferencia entre el patriotismo superficial que le disgustaba de modo tan evidente
y aquel otro que brotaba de la tragedia de su país. El texto completo del prólogo
al librode Villarán(quienapareceoculto bajoel seudónimo de V.Mérida) ha sido
incluido en el apéndice documental (Tauro 2001 t. 17: "2753).
 Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 85

publicación claramente no conservadora, gráfica como pocos la sen

sación de acoso internacional que agobiaba a los peruanos de enton
ces.14 Sería interminable citar los muchos casos de menciones a pro
blemas fronterizos en la prensa radical de la época. El mayor número
de artículos sobre esta materia apareció en La Integridad. Se referían
no sólo al tema de Tacna y Arica, sino al litigio peruano ecuatoriano
e incluso a las fricciones con Bolivia y al precario resguardo de la
distante frontera brasileña, donde se asentaba cada vez con mayor
fuerza la economía cauchera.15
Estas circunstancias, y en particular la disputa con Chile por las
provincias cautivas, forjaron una unanimidad que no ha vuelto a re
petirse en la historia peruana. Así lo señaló alguna vez, no sin algún
desaliento, el propio Jorge Basadre (1983 t. VIL 194). El punto cul
minante de este sentimiento fueron las ceremonias de homenaje a los
caídos durante la Guerra del Pacífico, que tuvieron lugar en julio de
1890, en las postrimerías del primer gobierno de Cáceres. Un anóni
mo articulista de La Integridad trazó las siguientes impresiones sobre
la ceremonia del día 15, destinada a honrar la llegada al Perú de los
V restos de Grau y de otros héroes peruanos:

"A las 11 y media en punto llegó el convoy del Callao con los restos
y su entrada a la Plazuela de la Exposición causó un efecto conmove
dor [...] las bandas del Ejército a una rompieron en fúnebres marchas
y todas las miradas se dirigieron al convoy; todos los corazones palpi
taron como movidos por un resorte; todos los sombreros fueron qui
i ir
tados con respetuosa reverencia, y exclamaciones de dolor y de ad
miración salieron de entre aquel océano humano.
En aquel momento solemne, el fuerte de Santa Catalina hizo sus
t
salvas y de las altas torres se dejaron oír como lamento formidable el
doble de todas las campanas. En ese momento tan terrible circularon
en hojas sueltas cantos a los héroes, folletos biográficos y medallas
conmemorativas".'6

H La Luz Eléctrica. Nro. 3. Lima, 13 de febrero de 1886, pp. 2 y s.

15 Véase, por ejemplo, el artículo "Nuestros límites con el Brasil", publicado en el
Nro. 173 de La Integridaddel 12 de noviembre de 1892, pp. 2 y s.
16 La Integridad. Nro. 52. Lima, 19 de julio d.e 1890, p. 3.
86 Hugo Pereyra Plasencia
En este mismo número de La Integridad fue publicado el texto
"Julio 15 de 1890" de González Prada, una de cuyas frases resumía lo
esencial del pensamiento de los radicales peruanos:
"Abramos los ojos si no queremos que la generación naciente sea
mañana lo que nosotros somos hoy: enterradores de muertos y
lamentadores de infortunios".17
Esta idea nos enlaza, en efecto, con el tema de la política que
preconizaron los radicales aglutinados en el Partido Unión Nacional.
La lectura de los manifiestos de este partido hace pensar que se trata
ba, esencialmente, de promover la unión nacional de los peruanos
ante las diferentes amenazas internacionales de la época en el corto
plazo, y ciertamente se buscabatambién favorecerel desarrollo integraly
social, aunque con una perspectiva de mayor proyección en el tiempo
y de menor urgencia.18 A tiuestro entender, está observación aparece
meridianamente clara contra el telón de fondo de las preocupaciones
que se observaban por doquier en la prensa de ese entonces.19
ídem, p. 1. Este texto, bajo el título ligeramente modificado de "15 de julio", fue
publicado en el libro Pajinas Libres a continuación del artículo "Perú y Chile".
Véase, por ejemplo, el manifiesto de la Unión Nacional del 10 de diciembre de
1893 en LaIntegridad. Nro. 230. Lima, 16 de diciembre de 1893, p. 4. Cabe señalar
también que esta circunstancia que llevó a enfatizar la palabra unión en el nombre
del partido, también hizo posible, de paso, evitar copiar el nombre del Partido
Radical chileno que, desde mayo de 1885, manifestaba "haber nacido al calor
patriótico de las aspiraciones de reforma fundamental y progresista de nuestras
instituciones y costumbres...", (El Comercio. Lima, jueves 11 de junio de 1885,p. 4).
Esta interpretación sobre el origen del nombre "Unión Nacional" se hace a
contrapelo de lo expresado por Adriana de González Prada en sus recuerdos de
ancianidad, redactados y publicados en el siglo XX. En los días en que era
preparada la publicación de estas notables memorias^, el Perú ya no era un país
desvalido en el entorno internacional (había incluso triunfado en la guerra de
1941 contra el Ecuador). Además, la opción contestataria de ese Uempo (el APRA)
tenía una vocación internacionalista latinoamericana y profundamente
antimilitarista. Era una situación exactamente inversa a la de los radicales de la
posguerra con Chile cuyo retrato hemos intentado realizar en este libro. Es probable
que el entorno político del siglo XXhaya influido a doña Adriana al momento de
explicar, a la distancia de tantos años, el origen del nombre del partido "Unión
Nacional". Según ella, su marido había querido "desde un principio" llamarlo
"Partido Radical". No obstante, al final primó la consideración de que el nombre
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 87
En esencia, la idea era promover la urgente familiarización del
peruano promedio con las instituciones y con Jas prácticas militares.
En este marco, los radicales ylos medios que simpatizaban conellos
apoyaron con decisión el proyecto, promovidp por el ejecutivo, de
forjar unaGuardia Nacional que, en realidad,-ya era una idea de an
tigua data. En su discurso ante elCongreso del28 de julio de 1887, el
presidente Andrés A.Cáceres había expresado losiguiente sobre esta
. iniciativa que, a la postre, nofue bien acogida porel Congreso, esen
cialmente por la falta de recursos:
"Mi más constante preocupación en los últimos meses, ha sido dar
exacto cumplimiento a la ley que determina la organización de la
Guardia Nacional. Estoy íntimamente persuadido de que nadie pue
de resguardar al país contra toda emergencia, mejor que elpaís mis
mo. Resolver este problema que envuelve, pordecirlo así, el renaci
miento del Perú connueva fuerza yvigor, hasido, es yserá mi anhelo
preferente" (CSceres 1887). -*
Compárese este texto conlos siguientes fragmentos del editorial
"Guardia Nacional", publicado por El Radical el 1de febrero de 1889,
apoyando esta idea:
"Disciplinarse sin descanso, prepararse en la paz para la guerra, he
allí el secreto vital de las naciones fuertes. ;
¿Cómo no hemos, pues, de ver como criminal ese indiferentismo
enlas regiones altas hacia la formación de la, guardia cívica, que res
ponde a nuestras necesidades más inmediatas?
La Guardia Nacional del Perú se halla ea mantillas.
El presupuesto arroja lacantidad de ¡80,000 soles! para susoste
nimiento. »;
¡Oh acusación eterna para elCongreso;de 1888!"20
Cabe destacar quelas iniciativas para prorripver lafamiliarización
de lapoblación con las prácticas militares estuvieron inevitablemente
asustaría "a las gentes timoratas que tanto abundan en el Perú". Se terminó, así,
colocando un nombre "anodino, que disimularía sus propósitos radicales" (De
González Prada 1947: 176). . ,;
ElRadical. Nro. 3. Lima, 1 de febrero de 1889, p. 2.
 88 Hugo Pereyra Plasencia
teñidas de la visión del mundo dominante en la época, que irradiaba
desde Europa, que magnificaba el valor de la fuerza como elemento
regulador entre los hombres y los países. Desde esta perspectiva no
debe sorprender que un medio progresista como La Luz Eléctrica haya
hablado con tanta naturalidad, yhasta con elogios, de laconvenien
cia de incorporar alos niños en dichas prácticas con armas blancas y
de fuego:
"Vemos con pesar que, aunque nacieron atrofiados, han caído en
desuso los ejercicios militares que los sábados hacían los alumnos de
las escuelas. Debió habérseles organizado poco a poco con vista de
sus resultados.
Tiempo hace que tuvimos ocasión de recordar, con motivo de
esos ejercicios, los adelantos que habían adquirido en la esgrima los
alumnos de la escuela italiana, que todos contemplamos con entu
siasmo. Entonces recordábamos también que Chile había dotado a
los niños de rifles acomodados a sus fuerzas.
Las sociedades de Tiro alblanco y el Club Revólver, establecidas en
buena hora entre nosotros, han dado resultados excelentes, ya por el
placer que brindan al cuerpo, ya por sus efectos higiénicos para la salud
yel desarrollo muscular; pero mucho más para la defensa personal".21
De otro lado, en cuanto a la institución castrense propiamente
dicha, el programa de la Unión Nacional, difundido en La Integridad
del 16 de mayo de 1891, mencionaba con toda claridad el objetivo de
"ennoblecer la carrera militar, combatir el divorcio entre el ejército y
la Nación, y mantener en armas a todos los ciudadanos con el servi
cio de la Guardia Nacional".21
Dos semanas antes, La Integridad había publicado un artículo ti
tulado "El Ejércieo" donde distinguía "el militarismo sui generis que
tenemos en la República" de la "militarización bien entendida" que
era "necesidad impuesta por el patriotismo". Destacaba también la
prioridad de profesionalizar al Ejército, cuyos cuadros, en ese mo
mento, no habían observado con el debido detenimiento y criterio
La Luz Eléctrica. Lima, 16 de abril de 1887, p.l
La Integridad. Nro. 95. Lima, 16 de mayo de 1891, p. 1.
:p8¡DADl*ftg
BIBLIOTECA
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 89
técnico (a entender del articulista) la marcha de la cruenta guerra
civil que entonces tenía lugar enChile. En general, manifestaba que
"aquí se ciñe laespada como se viste de hábito yse lleva correa, por lo
5 i
general, a la buena de Dios' y sin los conocimientos ni la vocación
necesaria".23
Pero el texto que expresó mejor el sentir de los radicales fue una
í especie de segundo editorial del primer número (enero de 1889) del
órgano de difusión del Círculo Literario de Lima titulado "Militaris
mo". Por su formato y por estar inmediatamente a continuación del
editorial propiamente dicho firmado por Manuel González Prada,
"3
parece haber sido una especie de texto insignia, que reflejaba el pen
samiento colectivo de la flor y nata del radicalismo peruano. Es una
especie de manifiesto impregnado del rencor de la derrota frente a
Chile yde las amenazas externas del momento. Refleja, por ejemplo,
la tensión que había entonces en las relaciones peruano-bolivianas.
En esencia, el texto postulaba una especiede darwinismo socialen el
plano internacional, frente al cual era preciso fortalecerse para con
servarla integridad y la soberanía del país. Defendíatambién la tradi
cional institución militar peruana. Por su valor testimonial, juzgamos
importante reproducirlo en sus párrafos más saltantes:
"Queremos desvanecer en nuestro pueblo la ideaabsurda que se tie
ne del militarismo.
Queremos a fuer de imparciales y rectos en el juzgamiento de nues
tras instituciones probarque esaentidad llamada militarismo, lejos de
ser una amenazapara el país, como lo pretenden algunos, es y será la
palanca más grande de nuestro progreso.
-[¿]Cómo? preguntarán todos los que miran el sable con el terror
propio de las mujeres y de los niños.
Vamos a responderles.
Desde que apareció el primer hombre sobre la tierra, tuvo necesidad
de defenderse.
Las bestias feroces, hicieron del troglodita un guardián de su propia
existencia [...]
La Integridad. Nro. 93. Lima, 2 de mayo de 1891, p.
90 Hugo Pereyra Plasencia
Cuando hubo dos familias bastante inmediatas para disputarse una
misma presa, brotó la guerra con todo su magnífico aparato de des
trucción [...]
Si hay alguien bastante sencillo paradecirnos que la obrade la civi
lización se debe a la pluma antes que a la espada, nosotros le contes
taremos con la historia en la mano, que allí donde no hubo antes
campamentos, no ha habidodespués colegios
La Grecia de Pericles fue consecuencia de la Grecia de Jenofonte [...]
[¿]Cómo será el Perú, mañana, una potencia, si lejos de prepararse a
la lucha se cruza de brazos al frente de sus enemigos?
Los mismos reveses que ha sufrido en el campo de Marte, debenevi
denciarle la necesidad en que se encuentra de militarizar su pueblo,
laobligación enque está dedisciplinar sus masas, preparándolas a la
defensa nacional primero, y al buscamiento [sic] del botín y de las
aventuras, después. >
Ese militarismo que repugnamos porque fue entre nosotros un ele
mento aislado, que sólo sirvió para las revueltas intestinas, es hoy sin
embargo, el molde que debemos ensanchar, dando cabida en él a
todas las clasessociales, identificando por el propio interés a los hijos
delaRepública, yhaciendo, en fin, dela unión militar ysuprovecho,
la fuerza viva, inquebrantable, de nuestro derecho [...]
El incremento de las industrias en el Perú vendrá cuando los ciuda
danos de esta nación no se vean en el peligro frecuente de que les
quite el pan un extraño.
[¿]Qué garantía ofrece al comercio una comarca visitada porlos la
drones? [...]
No veis a muchos capitalistas huir ya de la peruana tierra para esta
blecerse en Chile, donde, la savia nuestra, da vida exuberante [sic] a
sus mercados? [...]
Hemos hablado delpoder militar yforzosamente tenemos que hablar
de Chile [...]
El ejemplo que esta nación nos ofrece, es el secreto revelador de la
venganza.
La milicia en Chile no es hoy una institución como cualquiera otra:
es la nacionalidad entera que se alista bajo el pendón guerrero, para
defender o agredir, según convenga, en el exterior.
[¿]Por qué no hemos de hacer nosotros lo mismo? [...]
Resumiendo lo anteriormente expresado, venimos en conocimiento
de algo muy sencillo y concreto para la felicidad de nuestro país: la
militarización general.
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 91
No hay que intimidarse ante la enunciación de esta idea única
salvadora en el caos que nos circunda, ¡e
El plan económico por excelencia se basa en nuestra aptitud para
devorar antes de que nos devoren. ¡
[¿JVacilamos en agruparnos al toque de lajcorneta?
Pues no lloremos cuando vuelva a crujir el látigo de la ocupación
enemiga en nuestras calles [...]
Que nuestros militares son corrompidos...
Cansados estamos de oíresta acusación que tiene mucho de injusta
por lo personal y lo ciega.
[¿]Qué institución en el Perú no es corrompida?
Acusar a nuestros militares de viciosos es acusar a toda la sociedad
en las diferentes clases que la componen es referirse al médico que fc'A
negocia, al comerciante que engaña, al magistrado que prevarica.
De ese militarismo vicioso o como se quiera llamarle, han brotado
Bolognesi, Espinar, Suárez, ytantos otros jefes que hicieron del cuar
tel una escuela y del sacrificio una gloria.;
Cuando todos conozcamos elvigor deladisciplina ymarquemos nues
tros actos privados con el sellode la austeridad militar, bien entendi
da, veremos en el Ejército algo muy superior de lo que vemos hoy;
algo como unainstitución santa, grandiosa, puesto queen ella late el
corazón de la Patria con pulsaciones de hierro; el sentimiento vivo
de la nacionalidadque se revela en hechoscolosalesante la Historia.
Tacna y Arica nos demandan oro, muchísimo oro para su rescate.
Pero, ¿dónde está ese oro hoy digno, paranosotros, de la más noble
codicia?
El no estáen parte alguna donde podamos'cogerle sin ensangrentar
nuestras manos. : *¡
Solos, abandonados en el desierto de América, vemos a la hermana
de ayer tramar en silencio la consumaciónde nuestra ruina, prepa
rándose a invadir el territorio peruano eribusca de otro girón [sic]
como el que goza Chile.
El oro del patriotismo es pues elúnico que puede salvarnos de la falta
de un metal tan precioso: necesario es fundirlo en loscuarteles".24
" ElRadical. Nro. 1. Lima, 1de enero de 1889, pp. 2 y s. El 15 de enerode 1889, F.
Alberto Secada publicó eleditorial" 13 y 15 de enero";de El Radical, donde asoman
coincidencias estilísticas conel editorial "Militarisma" del 1de enero. Ello podría
hacer sospechar que Secada fue el autor de este último texto.
 92 Hugo Pereyra Plasencia
2.5 El interés por elconocimiento sistemático del Perú y de
sus recursos. El sentido empresarial
Dejando de lado casos como el del sabio italiano Antonio
Raimondi, parece bastante evidente que los sectores ilustrados de la
preguerra habían caído^en una especie de europeísmo que sintonizó
con el ambiente de despilfarro y de irracionalidad económica que
existió en muchos círculos del Perú de la era del guano. Esta fue la
corriente general, aunque sindudahubo excepciones notables.25 Frente
a este pasado, el descalabro bélico trajo una aguda conciencia de que
la falta de un conocimiento sistemático del Perú (que se reflejó, por
ejemplo, en la escasez de mapas de zonas y regiones específicas del
país) había sido una de las causas del desastre. De otro lado, después
de la guerra, y sin que ello estuviera desconectado de la debilidad
militar del Perú, afloraron, como hongos, presiones externas para de
finir problemas de límites, algunos de los cuales —como en el caso
del Ecuador— eran de antigua data. Habían surgido, pues, necesida
des perentorias. En 1888, Luis Carranza, viejo colaborador de Cáceres
en la Campaña de La Breña yen laguerra civil contra Iglesias, obtuvo
K los auspicios del gobierno para la apertura de la Sociedad Geográfica
de Lima (Tauro 2001 t. 4: 519; Cáceres 1888).
. Es eneste contexto de afloramiento de intereses peruanistas con
rigor ysentido científico, típico de la Reconstrucción, que deben ins
cribirse las colaboraciones aparecidas en los medios radicales perua
nos referidas aun mejor conocimiento geográfico del país. La idea, por
lo menos en teoría, era la de conocer bien para administrar mejor. Un
buen ejemplo de esta actitud es el trabajo que sobre el departamento
Por ejemplo, cabe mencionar los Estudios sobre la provincia de Jauja, publicados
por Manuel Pardo y Lavalle en 1862 (Tauro 2001 t. 12: 1954). Por otro lado, hay
muchas referencias dispersas, localizadas en la etapa anterior a la Guerra del
Pacífico, que expresan tácita oexplícitamente laimportancia que muchos peruanos
asignaban a laselva amazónica para eldesarrollo nacional. Ensu libro Mi Manuel,
Adriana de González Prada mencionó alguna vez los recuerdos que su esposo
tenía de la "Montaña" del Perú, a "donde había viajado antes de la guerra" (De
González Prada 1947: 180).
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 93
ü
de Cajamarca publicó Fermín Málaga, por partes, en La Integridad,
entre agosto y diciembre de 1894. Fueron en total diez artículos es
i
critos desde la perspectiva de la ubicación de los recursos mineros en
ese departamento, yque probablemente fueron labase primigenia de
un libro posterior (Málaga 1906). Muy lejos se está aquí de las des
cripciones románticas y literarias del pasado. Estrictamente hablan
do, es un trabajo técnico, lleno de cifras yde comentarios propios de
• t un ingeniero, plenamente sintonizado con el estilo positivista de la
época.26
De otro lado,'no hay mayores referencias sobre la existencia de
unavenaempresarial en el seno delgrupo radical, aparte de los nego
cios editoriales y periodísticos, comoel que Abelardo Gamarrallevó a
n
cabocon la publicación de La Integridad, en 1889, realizado, como él
mismo lo subrayó alguna vez, al margen del presupuesto del Estado.
Como se dijoanteriormente, también José Gálvez Moreno, otro ilus
tre miembro delaUnión Nacional, llevó a cabo actividades empresa
riales.27 Por considerar a otro grupo de la época, del seno de los anti
guos breñerosque habían acompañado a Cáceresen los combates de
la guerra en el interior, salió Ricardo Bentín Sánchez, quien se de
sempeñó como esforzado empresario minero en tiempos delSegundo
Militarismo (Tauro del Pino 20011. 3: 351). Estarelativa ausencia de
intereses empresariales dentro de los radicales esen parte explicable
porque se trataba, esencialmente, de un grupo de intelectuales im
pregnados todavía del estilo poco práctico y letrado de la preguerra
que había imperado en los círculos de la élite. El tema es importante,
porque la reconstrucción del país en los duros años del Segundo Mi
litarismo se hizo por un esfuerzo económico interno, sobre todo al
comienzo, cuando el Perú había quedado librado a sus propias fuer
zas, sin el guano y el salitre y sin crédito exterior. Esta tendencia a
depender de los propios recursos yvoluntades, profundamente heroi
ca y patriótica a la luz de las pavorosas condiciones de la época,
El primer artículo de Málaga sobre Cajamarca apareció en el Nro. 265 de La
Integridad del 18 de agosto de 1894.El último fue incluido en el Nro. 282del 15 de
diciembre de ese año.
Véase el subcapítulo 1.4.5.
 ]
Hugo Pereyra Plasencia
94
continuó incluso luego delaaprobación del Contrato Grace én 1889,
que reabrió lentamente elcamino de la inversión extranjera.
Queda pendiente un rastreo minucioso de esta faceta empresa
!
rial en las vidas de los radicales peruanos. No obstante, cabe adelan
tar que ella de hecho existió en el caso de Manuel González Prada, a
un nivel que quizá se ha infravalorado con el tiempo, visiblemente
opacado por su extraordinaria faceta como pensador yescritor. Se
gún Adriana de González Prada, antes del estallido de la Guerra del
Pacífico, específicamente en1877, don Manuel hacía vida de agricul
tor enlahacienda que su familia tenía en Mala. En 1890, de visita en
la hacienda "Cerro Alegre" que su hermano Francisco tenía en Ca
ñete, González Prada partía "a caballo con don Mariano Ramos, a
recorrer los sembríos ya lahora del almuerzo regresaba encantado de
su paseo; renacía su entusiasmo al contemplar los algodonales yyucales,
que le recordaban sus tiempos de chacarero en Mala, cuando ponía
en práctica,sus estudios sobre almidones, que la guerra había inte
rrumpido al regresar a Lima para defender ala Patria".28 Al partir los
chilenos de lacapital, "volvió Manuel a lavida social yendo a lacha
cra San Martín, propiedad de su cuñada, para poner en práctica sus
estudios sobre almidones que en sus horas de apartamiento había
perfeccionado. Entrando en sociedad con su hermano Francisco, cul
tivando yuca en esa gran chacra situada detrás [del Palacio] de la
Exposición, casi en Lima mismo, pensó Manuel realizar un gran
negocio". Cuando la madre de Manuel González Prada mostró su
oposición al matrimonio de su hijo con Adriana de Verneuil, hacia
1886, la pareja concibió el proyecto de marchar al Norte con el obje
tode vivir ytrabajar en una hacienda "arrendada". En ese momento,
Sobre el particular, Jorge Basadre ha recogido el siguiente comentario de Alfredo
González Prada, hijo del escritor: "En Tutumo [la hacienda familiar del valle de
Mala] González Prada se dedicó principalmente al sembrío de yuca, a la
manufacura de almidón, deXtrina, glucosa, etc. y a experimentos de laboratorio
con las diferentes especies de plantas amiláceas, indígenas del Perú. Obtuvo
halagadores resultados financieros, llegando a abastecer al mercado de Lima en
la medida del máximum de producción de su almidonería. En 1878 decidió
incrementar su industria y adquirió en Bélgica maquinaria apropiada: la guerra
con Chile frustró sus planes" (Basadre 1983 t. VII: 157).
Manuel GonzálezPrada yel Radicalismo peruano 95
aproximadamente dos años antes de su celebérrimo discurso en el
teatro Politeama que marcó su ingreso estelarien la escena nacional, y
en palabras de su mujer, "el escritor habría cedido paso al agricultor y
difícilmente se habría ocupado de política" (De González Prada 1947-
56, 171, 122 y 126 y s.). ;; _
2.6 Actitud frente a la ciencia y la tecnología
El ambiente cultural en que vivían los radicales favoreció tam
bién claramente el desarrollo de su interés por los temas científicos y
tecnológicos. Ya hemos visto anteriormente!^ relación entre el nom
bre de La Luz Eléctrica y el formidable impacto que el inicio de la
utilización cotidiana de los focos lumínicos debió causar en el progre
sista Mariano Torres. Deotrolado, llama la atención lanotable atrac
ción que laciencia*ejerció sobre Manuel González Prada, como refie
re Luis Ulloa en la semblanza que publicó el 10de mayo de 1891 en
La Integridad.19 fí:
Durante el último decenio del XIX, tuvo lugar en Europa yen los
EEUU una aceleración de la economía ydel progreso material ycul
tural de tales dimensiones que un historiador delarte ha hablado con
propiedad de una suerte de esplendor del "niaterialismo heroico", al
referirse al ethos de esta época (Clark 1979;' 47-49). Es interesante
observar cómo esta poderosa influencia externa influyó de manera
desigual en los distintos sectores yambientes del Petú. Basta compa
rar El Perú Ilustrado (por citar un medio) yLa Integridad (el más mo
derado de los medios radicales). Salvo por el tipo de avisaje comer
cial, que es un verdadero muestrario de las máquinas yde los avances
tecnológicos de entonces, la temática tratadá:por El Perú Ilustrado es
bastante convencional. Por contraste, al lado de los temas políticos y
jurídicos, yde los inevitables chismes del moiiiento, La Integridad evi
denciaba una considerable apertura hacia ámbitos de interés vinculados
25 Semblanza de Manuel González Prada por Luis Ulloá.^30 de mayo de 1891). Véase
el apéndice documental.
 96 Hugo Pereyra Plasencia
a los nuevos inventos prácticos, a la Psiquiatría ya las Matemáticas,
por citar algunos ejemplos relevantes. También es importante señalar,
dejando obviamente de lado los documentos de difusión propiamen
te científicos de origen universitario, que este nuevo espíritu no fue
totalmente privativo de la prensa radical, sino que también puede
encontrarse pormomentos en publicaciones como El Chispazo deJuan
de Arona.30 En su edición del 2de diciembre de 1893; La Integridad
publicó un reportaje sobre los "cilindros fonográficos" de fabricación
nacional, desarrollados por Francisco La Rosa, semejantes a los de
Edison.31 De otro lado, en febrero de 1893, había habladocon mucho
entusiasmo de las aplicaciones prácticas delvelocípedo, antecedente
de la bicicleta, llamado todavía por este medio "caballo de acero".32
En otro ámbito, ytambién enel mes dé febrero de dicho año, apare
ció enLa Integridad el artículo "La Histeria", firmado por elDr. Porfirio
Parra, referido a "esa extraña enfermedad que altera profundamente
el carácter".33 Al voltear algunas páginas de La Integridad, es aún más
sorprendente encontrar auténticas fórmulas matemáticas manejadas
con un nítido ánimo de difusión, que raramente34 encontramos en la
mayor parte de las grandes publicaciones coetáneas. De octubre de
1889 y diciembre de 1891-enero de 1892 son, respectivamente, los
artículos "Medida de alturas por la gravedad" y"Muestrario de Álge
bra. Ligero desarrollo [...] Resoluciónnumérica de dos ecuaciones de
primer grado con igual númerode incógnitas". Ambos se debíana la
pluma del eximio matemático Federico Vtllarreal, especie de icono
científico de la Reconstrucción.35 Es interesante recordar que,
Véase, porejemplo, elartículo "El Fonógrafo" en El Chispazo Nro. 24. Lima, 26 de
marzo de 1892, p. 3.
La Integridad. Nro. 228. Lima, 2 de diciembre de 1893, p. 3.
La Integridad. Nro. 186. Lima. 11 de febrero de 1893, p. 1.
La Integridad. Nro. 185. Lima. 4 de febrero de 1893, p. 1y s.
Una excepción eselartículo titulado Cuestiones Científicas porMelchor T. García,
que incluye una hojade matemáticas. Elartículofue publicado en ElComercio de
Lima, el 4 de mayo de 1885 (p.4).
El primer artículo fue publicado tempranamente en el Nro. 13 de La Integridad.
(Lima, 19 de octubre de 1889. p. 1.). El segundo apareció por partes en esemismo
medio (entre el Nro. 126 del 19 de diciembre de 1891 y el Nro. 131 del 23 de enero
de 1892).
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 97
11
precisamente por aquellos años, Villarreal publicó un libro.llamado
La doctrina positivista (1891) (Tauro 2001, t. 17: 2757).
2.7 Indigenismo
ti
n
Otra corriente de la época, esta vez de origen nacional, influyó
también en los radicales: la atención hacia el indio a partir de laGue
rra del Pacificó-. De hecho, el conflicto desencadenó, dentro de la
élite, dos visiones diametralmente opuestas sobre las poblaciones cam
pesinas. Una posición mayoritaria, de corte racista, señaló a los indios
como los causantes de la derrota en la guerra. Fue el tradicionista
Ricardo Palma quien lo expresó con mayor nitidez en una célebre
carta a su líder Nicolás de Piérola, escrita luego de los desastres de
SanJuan y Miraflores, donde acusó a los indígenas de constituir una
raza "abyecta y degradada" (Palma 1964: 13). Por otro lado, el éxito
ii
inesperado que tuvo la resistencia de Cáceres en la Sierra Central,
sobre todo a partir de julio de 1882 con los triunfos de Pucará,
Marcavalle y Concepción, generó una corriente de opinión que co
menzó a apreciar a los campesinos guerrilleros como elementos esen
ciales en la lucha contra los invasores chilenos, dentro de una menta
lidad dominante en el mundo de entonces que valoraba mucho las
soluciones de fuerza. Esta segunda percepción con relación a los cam
pesinos fue evidente en unaparte de laopinión pública letrada en los
mismos días del victorioso ingreso de Cáceres a Lima, en diciembre
de 1885, en las postrimerías de la guerra civil contra Miguel Iglesias.
Enese momento histórico, los "montoneros", que habían constituido
parte esencial de las fuerzas de Cáceres desde los días de la guerra
internacional, fueron vistos como elementos que contribuían al fin
del autoritario gobierno de Iglesias y a la normalización de la vida
política peruana, luego desiete años de penalidades (Pereyra Plasencia
2006: 58-68). Desde este punto de vista, el Perú les debía una reivin
dicación. Emblemática de esta percepción fueron las palabras pro
nunciadas por elpresbítero Agustín Obín yCharún eldomingo 13 de
junio de 1886 en el sermón de acción de gracias pronunciado en la
98 Hugo Pereyra Plasencia
Catedral de Lima por la exaltación al mando supremo de Andrés A.
Cáceres, elegido presidente a comienzos de ese año:
"Mientras os dirijo la palabra, asalta mi espíritu el grito desgarrador
de una multitud inmensa, tan ignorante como desgraciada. Es,seño
res, el clamorde nuestrainnumerable raza indígena, que en laspunas
y en los llanos, en los pueblosy en las ciudades también, vegeta en la
más envilecedora ignorancia, sentada a las sombras de una muerte
infelicísima.
¡Setenta años de vida independiente! ¡Una riquezafabulosa! ¡Ele
mentos mil de civilización! ¡Y el más grande número de nuestros
hermanos en ignorancia tanta!" (Obín y Charún 1886: 15).
Sin negar en lo absoluto la sinceridad de estas palabras,y aunque
sólo es una especulación, cabe destacar la influencia que pudo tener
en su elaboración Manuel González Prada, entrañable amigo y com
pañero de estudios del presbítero Obín y Charún (De González Prada
1947: 148).
Ambas visiones, la mayoritaria de tipo racista y aquélla otra, mi
noritaria y más bien de corte intelectual, que ensalzaba a los guerrille
ros por su valentía y patriotismo, coexistieron por lo menos durante
toda la década que siguió a la guerra.
Como un caso especial y atípico de percepción indigenista, cabe
mencionar la obra de José Torres Lara. En 1885, en plena guerra civil
entre Cáceres e Iglesias, este escritor publicó en Lima la novela La
Trinidad del Indio. Costumbres del Interior. Para Isabelle Tauzin-Caste-
llanos, esta novela reflejó una nueva visión, de pretensiones
crudamente realistas, sobre los indios y sobre la vida en los Andes. De
hecho, teniendo presente la percepción europeizada y marginadora
de la Sierra que había prirñado antes de la guerra, la representación
del Perú del interior en 1885 no podía ser la misma, sobre todo luego
de las masivas movilizaciones y levas de campesinos que habían teni
do lugar desde el tiempo la Guerra con Chile y que se habían prolon
gado en la guerra civil que concluyó precisamente a finales de ese
año. El título de la novela se refiere al grupo integrado por el cura, el
gobernador y el juez de paz, que formaban entonces parte de un
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 99
mundo "al revés donde el derecho está befado y reina la arbitrarie
dad". Enconjunto, es un retrato negativo y pesimista, con campesi
nos envilecidos e incapaces incluso de rebelarse. "Para Torres Lara,
que evoca la vida en los Andes con cierto .desapego, no se puede
tener ninguna esperanza; sólo el tiempo percutirá una evolución de
las mentalidades ymodificará las costumbres. v" (Tauzin-Castellanos
2003: 7). Es evidente que este estilo es esencialmente diferente del
que expresaron, pocos años después, los autores del indigenismo con
vencional, como Clorinda Matto de Turneir, que humanizaron e
individualizaron a los campesinos dentro de Un marco de solidaridad
yde ternura, donde asoma también la invocación tácita oexplícita a
mejorar su situación social ysus oportunidades educativas .36
Influido probablemente por todos estos antecedentes, el radica •$*•
lismo mostró un indigenismo con rasgos peculiares, distinto del esen
cialmente emotivo y humanitario que afloraren novelas como Aves
sinnido (1889) (Klatber 1980: 96-104). Asimismo, era un indigenismo
que se orientaba en el sentido de una transformación del Perú. Bien
ha señalado Jorge Basadre al referirse al Decurso en el Politeama
(1888) de González Prada, que el gran pensador radical había soste
nido "que el Perú está formado principalmente de aborígenes a los
que era preciso hacer recuperar su condición de hombres" (Basadre
1983, t.VII: 166). Sólo que González Prada superaba ampliamente el
pesimismo de autores como Torres Lara, pues llamaba entusiasta a
una acción inmediata dentro de poblaciones que, a suentender, cons
tituían el corazón del Perú. Además de representar un imperativo
ético, la redención de estas poblaciones representaba, en su visión,
un paso clave dentro del proceso de modernización del país.
Apesar de que estaba en ese momento por debajo de otras prio
ridades (como la Defensa Nacional), el tenia indigenista no dejó de
aflorar en las publicaciones de prensa del radicalismo peruano. Tam
bién fue mencionado enel programa de laUnión Nacional (Basadre
1983 t.VII: 162): H
36 Agradezco aRodolfo Castro la referencia aeste artículo y, en general, ala obra de
José Torres Lara.
..%•
 100
Hugo Pereyra Plasencia
h, AJTiT: ^rTtG
integridadd28dejulio<de 1891,eI°CUeme U" artícuh
donde hayecos de laaPa^o
percepciónendelLa
tiempo de la guerra que, como se dijo, valoraba el potencial militar de
las guerrillas campesinas como elemento clave para la defensa nacional:
"Vive en el Perú una raza sujeta todavía alas brutalidades del colo
niaje. De nada le sirve aesa pobre raza sus tradicionales esfuerzos en
favor de la libertad: blancos ycriollos queremos condenarla asempi
terna esclavitud [...]
En la última guerra con Chile, ¿quiénes más patriotas que los indios?
Lima se resignó ala ocupación ypermaneció inerte durante tres años.
El soldado chileno nos ultrajó en cuarteles yplazas públicas, la ban
dera araucana flameó triunfante en lo más alto de nuestra capital; y...
nosotros, siempre impasibles, carecimos de dignidad para intentar
una muerte segura pero honrosa.
En cambio, los hijos de Junín, sin más armas que las piedras de las
montañas, sostuvieron en cien combates la soberanía de sus pueblos
yel brillo de nuestra bandera; de esa bandera que, por nuestra culpa,
no puede brillar para ellos como el emblema magestuoso [sic] de los
Incas.
Cesemos, pues, de insultar estúpidamente ala raza indígena. Recor
demos que sus glorias son más grandes que nuestras glorias, yque su
sangre es más noble, más leal que nuesrra sangre [...]
Desengañémonos:.mientras los indios vivan la vida del coloniaje,
nuestras protestas de libertad eindependencia no serán más que ridí
culos ymezquinos ditirambos auna gloria que no sabemos compren
der. No envilezcamos los nombres de San Martín yBolívar perpe
tuando la esclavitud de los indios
En fin, hagamos desde hoy, obedeciendo alos impulsos de dignidad y
vergüenza lo que mañana nos veremos obligados ahacer, si un nuevo
Túpac Amaru nos reclama los derechos desu raza".37
Como se puede apreciar, un mensaje muy claro de este artículo
de La Integridad es el de mostrar de manera intencional alos campe
sinos como auténticos defensores de la integridad y del honor del
La Integridad. Nro. 105. Lima, 28 de julio de 1891, p. 4.
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 101
Perú en momentos difíciles, por encima de loque hicieron las pobla
ciones criollas ycosteñas, en especial lade Lima. Según este punto de
vista,.las poblaciones indígenas no habrían sido causantes de la de
rrota, sino que, por el contrario, se habían erigido, en la forma de
guerrillas, como las únicas que llevaron a cabo una resistencia verda
dera frente al invasor. El objetivo era obvio: contrarrestar el racismo
dominante en la época con argumentos .tomados de una situación
histórica específica yplenamente verificabíe. Finalmente, elarticulis
s ta advierte que, en caso depersistir elmiope desprecio conrelación al
indio, podría cernirse el peligro de una reivindicación violenta, de
tipo social, encabezada por algún "nuevo Túpac Amaru".
Los artículos y sueltos de la prensa radical solían también estar
referidos a temas concretos yconflictivos del presente, yeran presen
tados con un sentido político dedenuncia que sinduda buscaba solu
ciones prácticas. Por ejemplo, en noviembre de 1892, La integridad
publicó un interesante memorial de "abusos contra los indios", dirigi
do claramente contra el gobernador de Yauri, en el Cuzco.38 En otro
ámbito muy diferente, El Radical incluyó también artículos sobre his
toria incaica. 39
2.8 Denuncias contra el régimen cácerista
Tema recurrente de la prensa radical yde sus medios afines era la
críticaa la política general de los gobiernos encabezados o dominados
porCáceres entre 1886 y 1895. Enjunio de 1888, La Luz Eléctrica insis
tióen una crítica, bastante recurrente en la época, referida a los abu
sosque militares, nombrados como prefectos, cometían en el interior:
"En ninguna parte de la República se deja sentir más el despotismo
de los hombres de sable como en el interior del Perú.
En la sierra.
38 La Integridad. Nro. 173. Lima, 12 de noviembre de 1892, p. 2.
39 Véase la monografía histórica "La sucesión de los Incas", a partir del Nro. 2 (15
de enero de 1889) de El Radical (pp. 11 y s.).
102 Hugo Pereyra Plasencia
Allí es donde hacen de las suyas los mayordomos del amo con
quepí [...]
En la sierra es donde se lucen, allí donde sujetos que jamás fueron
nada, con el título de prefectos o s'ub-prefectosdespotizan [sic] piso
teando todas las leyes y las prerrogativas que tiene el ciudadano".40
Si bien la anterior cita tenía mucho de razón en su denuncia, no
fueron infrecuentes los comentarios globales donde el tono general
de condena impedía apreciar matices que sin lugar a dudas existie
ron. Pocos testimonios son tan elocuentes sobre ello como el Mani
fiesto de la Unión Nacional de octubre de 1893, donde se enjuicia el
primer gobierno de Cáceres, que tuvo lugar entre 1886 y 1890:
"Si en asuntos de libertad eleccionaria el general Cáceres atropello
todos los derechos, no fue más respetuoso a la leyy a los deberes de la
humanidad tratándose de garantías individuales. Todavía se recuer
da con espanto la tragedia verificada en la Pampa de Tebes, el encar
celamiento de escritores, la persecución y clausura de periódicos y el
fusilamiento del pueblo en la plaza de Lima la noche del 14 de di
ciembre de 1887 [...] la expulsión de [...] [la minoría en el Congre
so], para imponer un contrato leonino [...] la desmonetización del
billete para locupletar la bolsa de los usureros, arruinando al pueblo,
y [...] las escandalosas defraudaciones en tesorerías, aduanas y mi
nisterios" (Celenio ¿1894?: 15 y s.).
Es evidente el tono exagerado de este comentario. No obstante,
hay que reconocer una verdad cuando el Manifiesto habla de la clau
sura de periódicos y del encarcelamiento de escritores, lo que defini
tivamente sí ocurrió, aunque no en la escala que los correligionarios
de González Prada presentaban. De otro lado, las elecciones de 1890
no fueron, ni podían ser por las limitaciones de la época, un modelo
de perfección democrática. De hecho, el sistema electoral funciona
ba únicamente cuando uno de los candidatos tenía una ostensible
ventaja, como ocurrió en los comicios de 1886, llevados a cabo en el
La Luz Eléctrica, Nro. 125. Lima, 16 de junio de 1888, p. 1.
Manuel González Prada yel Radicalismo peruano 103
pináculo de la popularidad de Cáceres luego de la guerra civil con
Iglesias. Las "defraudaciones" en la administración pública se produ
jeron probablemente en la realidad, aunque también se exageraron
en este documento. Un claro desenfoque existió en el caso de la fa
mosa expulsión de la minoría del Congreso en 1889, en el contexto
de la polémica sobre el Contrato Grace, donde la culpa se distribuyó,
por igual, entre los congresistas expulsados, sus rivales en el Legislati
:
vo, yel Ejecutivo (Basadre 1983 t. VII: 83). Lo mismo se puede decir
i en el tratamiento de la reforma monetaria, cuya intención no fue
atentar contra el pueblo nibeneficiar a los agiotistas, sino sanear una
economía enferma, aunque la forma de su ejecución quizá sí fue brus
ca, pese a los esfuerzos del gobierno por amortiguarla (Basadre 1983 t.
VII: 96-99). Salvo que los reporteros de un diario moderado como El
Comercio hubiesen querido desinformar deliberadamente, no hay evi
i
dencias de que se haya producido un "fusilamiento" en la Plaza de
Armas en la ndche del 14 de diciembre de 188?, siempre apropósito
i
de labrusca puesta fuera de circulación del billete fiscal.41 Resulta
interesante comprobar que en ningún momento se acusa a Cáceres
de enriquecimiento ilícito, cargo bastante recurrente en este tipo de
I
balances que, justa o injustamente, cayó sobre predecesores ysobre
todo sucesores suyos. Probablemente lo único que queda sin aclarar
es la mención al incidente de la Pampa de Tebes. Hubo, al parecer,
k:
durante el primer, gobierno de Cáceres, una violenta discusión que el
presidente sostuvo en Palacio de Gobierno con un señor de apellido
Romero yFlores, que había sido unantiguo cácerista combatiente en
el área de Cajamarca en tiempos de la guerra civil con Iglesias. Su
cadáver apareció luego en la pampa citada. Sinduda fue un misterio
todavía no esclarecido, aunque Basadre señala que no hay documen
i tos que aclaren este episodio yno descarta tampoco que se trate sim
plemente de sospechas utilizadas como amia de propaganda para des
prestigiar intencionalmente a Cáceres (Basadre 1983 t.VII: 156). En
todo caso, verdadero o falso, el eco de este incidente fue uno de los
puntos de partida de laleyenda negra de sordidez yabusos, levantada
El Comercio. Lima, jueves 15 dediciembre de 1887, p. 1.
 104 Hugo Pereyra Plasencia
por los radicales y los pierolistas, en torno al héroe de La Breña y al
período que hoy conocemos como el Segundo Militarismo.
2.9 Espiritismo
Sin duda, uno de los problemas clásicos que deben afrontar los
historiadores es la dificultad que suele presentarse al momento de
intentar comprender a los hombres dentro de las circunstancias en
que vivieron. Esta tendencialos conducea proyectar al pasado creen
cias, certitudes y estilos qué corresponden, en verdad, a tiempos pos
teriores o del presente. Ya hemos visto, porejemplo, que resulta esen
cialmente equivocado hacer retroceder en el tiempo al anarquista
González Prada de comienzos del siglo XXhacia losaños de radicalis
mo que siguieron a la Guerra del Pacífico. En esta línea, uno de los
rasgos de la época que se suele dejar de lado, por incomprensible o
por ser supuestamente anecdótico, es la indudable atracción que los
tratados y las prácticas espiritistas ejercían en los círculos urbanos.
Aunque el temano ha sido estudiado a cabalidad, se trataba, sinduda,
de una moda venida de fuera yqueno sólo impactó a los radicales. Si
hemos de creer a La Tunda de febrero de 1893, el propio secretario
del Presidente Morales Bermúdez, Carlos Paz Soldán, se las ingenia
ba, en pleno Palacio de Gobierno, para darse "hartazgos de espiritis
mo nada tranquilizadores para el resto del personal de la oficina".42
En 1887, La Luz Eléctrica publicó una serie de artículos referidos a
Alian Kardec y a la "importancia del estudio del Espiritismo y Mag
netismo". En uno de ellos se leía el siguiente comentario: "Las prue
bas materiales que da el Espiritismo de la existencia del alma y de la
vida futura, tienden a la destrucción de las ideas materialistas y
panteístas", en el que tal vez podríamos encontrar algún resabio de
ciertoanarquismo popular áuroral.43 Aunquede final racional y hasta
42 La Tunda. Nro. 3. Lima, 11 de febrero de 1893, p. 3.
43 La Luz Eléctrica publicó estosartículos entreel 16 de abril y el 24 de diciembre de
1887.
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 105
gracioso, un artículo publicado en mayo de 1894 por El Tunante
AbelardoGamarra, titulado "El almade los chilenos", hace verque el
mismo Manuel González Prada y su círculo no parecen haber estado
totalmente fuera de esta moda espiritista.44
2.10 Introducción de la cuestión social
Luego de haber hecho mención, en varios casos anteriores, de
las corrientes de pensamiento del pasado que marcaron al radicalis
mo, así como de aquéllasque le eran contemporáneas y que sin duda
influyeron en él de diversas maneras, pasemos a hablar ahora de otro
importante foco de ideas que irradiaba también desde su propio pre
sente. Nos referimos al tratamiento de la cuestión social, vertiente
que fue esencialmente manejada por la prensa radicaly por los círcu
los afines y que parece haber provenido, por lo menos en gran parte,
de influencias externas al Perú. Ya hemos visto anteriormente que/.el
primer editorial de La Integridad (julio de 1889) precisó con toda cla
ridad que "el problema que vamos a resolver es social, no sólo políti
co*.45 La primera referencia que hemos, encontrado sobre este tipo de
aproximación está en el artículo "Pensemos en la cuestión social",
aparecido en La Luz Eléctrica en septiembre de 1886. En ella se ha
llan, además de quejas contra la politiquería imperante, expresiones
en cierta manera afines al lenguaje anarquista europeo en boga,como
"tuvimoshambre y nos dejasteis en ayunas", o la alusióna los "miles y
miles de infelices".46 En un artículo posterior, este medio se refirió al
régimen de trabajo destructor y mal retribuido que existía en las
LaIntegridad. Nro. 253. Lima, 26 de mayo de 1894, p. 1. El artículo El alma de los
chilenos está dedicado a Alfredo González Prada, hijo de don Manuel, nacido en
Francia en 1891 (Tauro 2001 t.7: 1086). Sobre este tema, véase también Sanders
1997:209(nota 46),en su alusión al "curioso ensayo acerca del espiritismo" titulado
La evocación de Zósimo publicado en el libro El Tonel de Diógenes.
LaIntegridad. Nro. 1. Lima, 28 de julio de 1889, p. 1.
La LuzEléctrica. Nro. 32. Lima, 4 de septiembre de 1886,pp. 1y s. Véase el artículo
completo en el apéndice documental.
106 Hugo Pereyra Plasencia

WLSS
fábricas de cigarros.47 Aunque no constituye prueba de un vínculo
directo, es interesante constatar que la necesidad del "estudio de la
cuestión social" era un tema recurrente en la literatura anarquista
clásica (Kropotkin 2001: 75). Otra vertiente de/denuncia social se
refirió al análisis de la situación global de la economía nacional.) En
noviembre de 1893, no sin considerable apasionamiento y
desinformación La Luz Eléctrica, invocó al pueblo "descuidado y olvi
dadizo por naturaleza" a tener presente que la miseria que se vivía en
ese momento era uno de los efectos del Contrato Grace.48 En verdad,
la raíz de los problemas en ese terrible año 1893 de batallas campales
entre pierolistas y caceristas y de empobrecimiento general se encon
traba principalmente en la dramática disminución de la cotización
internacional del precio de la plata.49 El siguiente diagnóstico general
de la economía peruana, publicado por La Luz Eléctrica en ese mismo
año 1893 en un estilo radical inconfundible, incluye valiosos comen
tarios sobre la pobreza de las clases populares, los peligros de la de
pendencia en la minería y la necesidad de una tecnificación de los
«Votaciones en el Callao»: batalla campal
cuadros administrativos del país: entre caceristas y pierolistas{La Caricatura,
marzo de 1893). 'j.\
"La pobreza ha sentado sus reales en el Perú, antes opulento y pode
roso. Arrancando el ingente manto de la riqueza fiscal ha quedado
como es: pobre en capitales, sin industrias y sin comercio. La minería
no es nunca fuente y base de la grandeza de un país. Los consumos
propios de la clase minera vienen de fuera, y hasta los artículos de
primera necesidad cuando no se producen en el mismo país. La

La Luz Eléctrica. Nro. 34. Lima, 18 de septiembre de 1886, p. 1. Véase el artículo

completo en el apéndice documental.
La Luz Eléctrica. Nro. 210. Lima, 11 de noviembre de 1893, pp. 1 y s.
"Después de la apreciable recuperación registrada en 1890 a raíz de la
promulgación de la Ley Sherman [dejulio de 1890], la tendencia a la bajase reanudó
en 1891 y se aceleró en 1892 cuando el precio de la plata descendió a 34 peniques
por onza haciendo que el valor del sol cayera de 38 peniques a comienzos de 1891
a 28 peniques y medio a fines de 1892. Como no podía ser de otra manera, esta
situación repercutía sobre toda la vida económica del país afectando a todos los
mercados, las transacciones y el movimiento industrial y comercial fuente de gran
parte de las entradas fiscales según lo señalara el 28 de julio de 1892, en su Mensaje
al Congreso, el Sr. Presidente "de la República, General Remigio Morales Detalle de la caricatura anterior.
[Bermúdez]" (Bardella 1964:60).

V
M
S-i t

Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 107

agricultura y las industrias son, pues, la base de la riqueza pública, y

éstas, como hemos dicho, se encuentran en el Perú en un estado
embrionario [...]. Mientras tanto, la pobreza aumenta la mortalidad
ylos sufrimientos delpueblo, disminuye el valor deltrabajo yaleja la
inmigración.
Ciertamente, lo que el Perú necesita hoy no [son] hombres tan
prácticos en las farsas y enredos de la política, cuantohombres peri
tos en la administración. Peroes pedir peras al olmo.Constituciona
les, cívicos, demócratas, todos se desalan y desviven para organizar
clubs ymanejar bien la maroma electoral; mas nadie dequeentre un
sol a la Caja Fiscal".50
i i
El estilo social aparecía enlos contextos más inesperados e inva
í día ámbitos talescomo la literatura de viajes. A comienzos de 1893,
• "? La Integridad publicó el texto anónimo de quien era, al parecer, un
'A
peruano que se encontraba viviendo en la Ciudad de México. De allí
í proviene este fragmento:

"Ese es el Méjico que se ve de prisa al cruzar las regiones de "extra

muros" en cualquier tranvía. Y ante esos espectáculos de miseria,
*
ante ese pauperismo, viendo esas casas innobles, que hasta el Sol
parece bañar con repugnancia, ¿qué tiene de extraño que se olvide
unode las avenidas céntricas, donde luce la seda y brilla la pedrería
al golpe de la luz de los focos eléctricos?".51

Es probable que el autor del fragmento anteriorhaya sido el radi

cal Carlos Germán Amézaga, quien había viajado a México el 3 de
mayo del año anterior.52

i
La Luz Eléctrica. Nro. 209. Lima, 4 de noviembre de 1893, p. i.
La Integridad. Nro. 181. Lima. 7 de enero de 1893, p. 2.
El Comercio. Lima, 3 de mayo de 1892 (primera edición), p. 1. Lavidade Amézaga
amerita sin duda una biografía detallada. No sólo fue escritor, político y viajero,
sino también combatiente contra los invasores chilenos en la Campaña de la Sierra
bajo órdenes del general Cáceres (Tauro 2001 t. 1: 140 y s). Hay una referencia
muy específica a la actividad de Amézaga en Méxicoen el artículo Velada literaria,
publicado por £1 Perú Ilustrado, Nro. 274 del 6 de agosto de 1892 p. 11 [455]. Poco
tiempoantesde su partida,el 15 de noviembre de 1890, y en concordancia perfecta
con sus ideas antimonárquicas, aparece como persona clave de un evento
organizado por la juventud de Lima para celebrar el primer aniversario de la
proclamación de la República en el Brasil (Basadre 1971: 577). Deantesde su viaje
 -f * 0
108 Hugo Pereyra Plasencia

2.11 Aproximación a los artesanos y obreros

La Integridad publicó, sobre todo en tiempos del presidente Mo

rales Bermúdez, varios artículos que ponían de manifiesto el interés
que losradicales tuvieronde aproximarse a los problemas de losarte
sanos y de los obreros. Este espíritu fue patente, por ejemplo, en el
artículo "La Unión Universal de Artesanos" publicado el 1 de no
viembre de 1890 por Luis Ulloa.53 Algunos de estos artículos fueron
transcripciones de conferencias pronunciadas ante auditorios de ar
tesanos, como la que leyó Abelardo Gamarra en diciembre de 1892
sobre la situación de la clase obrera en el Perú. El tema dominante fue
aquí el de la organización de sistemas de previsión y de bienestar so
cial con un sentido moderno. Llaman también la atención los llama
dos de Gamarra a mejorar la condición de la mujer trabajadora, en
particular, de las costureras.54

es también su poema La invasión, premiado por el Ateneo de Lima y editado en

1891. Aquí Amézaga hizo la recreación literaria de un hecho real: la inmolación ;V>-'¿

del cura Mendoza en abril de 1882,cuando encabezaba a sus feligreses en la lucha •¿A
contra la caballería chilena que asaltaba el pueblo de Huaripampa, en tiempos de
la segunda oleada invasora al centro del país durante la Guerra del Pacífico(Duarte
1983 [1884]: 36). Sobre el estilo de Amézaga, véanse los comentarios de Ventura
García Calderón en Romero de Valle (1966: 22). Basadre dice de este personaje
tan especial: "falleció en Lima el 17 de diciembre de 1906. De él dijo Manuel
González Prada que, habiéndose iniciado como radical, acabó siendo colaborador
del periódico católico El Pan delAlma (Basadre 1971: 751)". Diez años después de
su muerte, aparece mencionado como colaborador junto con Zoila Aurora Cáceres,
Emilio Gutiérrez de Quintanilla y Ricardo Rossel, en un folleto en homenaje a
Cáceres como vencedor de la batalla de Tarapacá (Varios 1916).
La Integridad. Nro. 67. Lima, 1 de noviembre de 1890, pp. 1 y s. Véase el artículo
completo en el apéndice documental.
"Tratándose de organización de clase obrera, el ahorro y la instrucción son los
principales capítulos; a propósito de ahorro debo decir que lo único en que los
artesanos han pensado es en la muerte: ahorrar para socorrer a los enfermos y
enterrar a los muertos, he aquí el fin supremo de las sociedades de auxilios mutuos: Carlos Germán Amézaga L'
se ha comenzado por donde concluyen las obras de misericordia: no se ha pensado
que hay que dar de comer a los que no tienen trabajo por imposibilidad absoluta;
ni que hay que vestir a los huérfanos; enseñar a los que no saben; y que es preciso
también corregir al que yerra o morigerar las costumbres". La Integridad. Nro. 179.
Lima, 22 de diciembre de 1892, pp 1 y s. Véase la conferencia completa en el
apéndice documental. si

M
 Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 109

En febrero de 1893, tuvo lugar una polémica nacional sobre los

presuntos efectos que tendría la introducción de maquinarias fabriles
sobre el aumento del desempleo en los trabajadores. En enero de di
cho año, el gobierno había otorgado a Francisco García Calderón
permiso para importar desde la Argentina maquinaria para hacer ci
garros (Blanchard 1982: 24). Las protestasde los trabajadores solici
tando la anulación de dicha concesión tuvieron un eco negativo en
los grandes medios como El Comercio. Por el contrario, fueron acogi
das calurosamente en un artículo de La Caricatura, periódico que
simpatizaba claramente con el pensamiento de la Unión Nacional y
de González Prada. Este medio publicó en ese mismo número una
caricatura de García Calderón acompañado de una República Ar
gentina en forma de mujer que llevaba un modelo en miniatura de la
maquinaria que trataba de importar.55 García Calderón terminó pos
poniendo sus planes (Blanchard 1982: 25). Lo interesante de este
i
incidente no es sólo la distinta actitud de los medios de acuerdo con
1
•i f su postura ideológica (más bien liberal de El Comercio, y próxima al
radicalismo en temas sociales de La Caricatura), sino tambiénque se
trate de la actualización, en el Perú,de un problemaenunciado en la
literatura anarquista (Kropotkin 2001: 83 y s.).

2.12 Visión internacional

Ya se han adelantado algunos ejemplos sobre una cierta ten

dencia del estilo radical a situar internacionalmentelos.temas y pro
blemas políticos y sociales, particularmente en los escritos que Ma
nuel González Prada publicóen Lima en losaños del SegundoMilita
rismo. Otro ejemplo ilustrativo es la asociación que La Caricatura
hizo entre Andrés A. Cáceres y el dictador militar mexicano Porfirio
Díaz. No es casual que esta idea haya aparecido en 1893, cuando
pierolistas, radicales yotrosopositores al régimen militarista de laépoca

La Caricatura.Nro. 18. Lima, 4 de febrero de 1893. El comentario se encuentra en la

p. 1 y la caricatura en la p. 2. Véase este artículo completo en el apéndice
documental.
no Hugo Pereyra Plasencia

vieron con alarma (independientemente de la mayor o menor lucidez

de esta visión) la posibilidad de que Cáceres retornase al poder con
ánimos de eternizarse. El tema Díaz era usado, pues, en febrero de
1893,como una vozde alerta. Se acusaba a Cáceres de "querer amol
dar a su gusto la Constitución para hacerse presidente vitalicio, como
el famoso Porfirio Díaz, que ya gobierna a Méjico (a la bayoneta)
veinte años, cinco períodos sucesivos".56

; f• r r h

Francisco GarcíaCalderónimportandode la Argentina maquinaria

para hacer cigarros (La Caricacura, febrero de 1893).

La Caricatura. Nro. 20. Lima, 19 de febrero de 1893, p. 1.

• -a
 111

ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LA PRAXIS POLÍ

TICA DE LOS RADICALES Y SU RELACIÓN CON
EL NACIENTE MOVIMIENTO OBRERO

3.1 ¿Artesanos u obreros?

En tono un tanto duro, Jorge Basadre ha expresado los siguientes

conceptos sobre lafalta decontacto entrelos intelectuales radicales y
los obreros:

"A pesar de contactos ocasionales entre escritores ilustres y obreros,

muy honda debió ser la separación de clases cuando ni el Círculo
Literario ni la Unión Nacional, entidades que agruparon a intelec
tuales en sumayoría declase media, pretendieron siquiera establecer
institucionalmente vínculos con las asociaciones deobreros yartesa
nos (significativamente llamadas durante mucho tiempo "el
mutualismo") en incipiente proceso de organización" (Basadre 1983
t.VII: 170).

El comentario es esencialmente correcto si recordamos que el

3 :• programade la Unión Nacional apenas incluyó una breve mención a
la elevación "de la condición social del obrero".1 El peso relativa
mente secundario de este tema se explica si hacemos una observa
ción panorámica de ese tiempo. Por entonces, en el marco de una
economía muy primaria, y que además había sido desvastada en la
recienteGuerradel Pacífico, el sector obrero era muy pequeño. Tam
bién es evidente que existía una clara división de clases que era un
obstáculo para laaproximación entre intelectuales ytrabajadores. No

LaIntegridad. Año II. Nro. 95. Lima, 16de mayo de 1891, p. 1.

 112 Hugo Pereyra Plasencia
obstante, lo que sí parece que podría ser revisado del comentario de
Basadre, a la luz de la consulta de las fuentes primarias, es esa impre
sión de fugacidad de contactos entre radicales como Ulloa yGamarra
ylos artesanos de la época. Sí cabría sostener, de otro lado, que no
parecen haber referencias sobre este interés en la coordinación de
esfuerzos antes de 1890, sino únicamente a partir de dicho año, lo
que pudo haber tenido relación no sólo con la evolución personal de
los radicales, sino también conel empeoramiento de las condiciones
sociales y laborales durante el gobierno de Morales Bermúdez, por
causas tanto internas como externas.
Probablemente sea mejor hablar de artesanos, y no de obreros,
cuando nos refiramos a la primera parte del Segundo Militarismo.
Entre 1884 y 1890 encontramos esencialmente artesanos mutualis-
tas, muchas veces encuadrados en asociaciones que eran anteriores a
la Guerra del Pacífico. Fue frente a este tipo de auditorios, constitui
dos por artesanos, donde algunos intelectuales radicales comenzaron
adesgranar kleas sobre asuntos laborales. Eran auditorios que daban
más bien la impresión de cierta pasividad, completamente alejados
de la imagen de beligerancia yde protesta social que caracterizaron a
las asambleas obreras de la posterior República Aristocrática, con la
excepción muy particular de unahuelga aislada dezapateros en 1886,
y de las manifestaciones violentas protagonizadas por los artesanos
contra el primer gobierno de Cáceres, en 1887, como protesta por la
brusca depreciación del billete fiscal (Blanchard 1982: 21 ys.). Entre
1885 y 1889 se fundaron algunas de estas organizaciones de artesa
nos, como la "Sociedad Fraternal de Sombrereros" el 26 de abril de
1885.2 Para Basadre, la más importante fue la llamada "Confedera
ción de Artesanos Unión Universal" cuyo Consejo Central se instaló
el 28 de julio de 1888 con la asistencia del alcalde César Canevaro y
de más de tres mil artesanos y obreros. El historiador comenta que
algunos de los fundadores de la Confederación "fueron de ideas
2 Una lista bastante completa de estas asociaciones se encuentra en El Artesano.
Nro.595. Lima, 6 de marzo de 1889, p. 2
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 113
anarquistas", pero añade también que "la obra de esta entidad no
produjo alarmas sociales" (Basadre 1983 t. VII: 169).
3.2 Las primeras huelgas modernas ,x
• í.
A partir de 1890, de manera muy gradual,y reflejando también la
lenta maduración de la economía luego de feguerra, muchos artesa
noscomenzaron a vendersufuerza de trabajera loscapitalistas, trans
formándose así en proletarios (Sulmont 1977: 22). Desde 1891 ocu
rrieron huelgas que se realizaron ya claramente al margen de los tra
dicionales patrones del mutualismo (Yepes 1.972: 220): de los agentes
de aduana entre 1891 y 1892, de los tipógrafos, panaderos, cigarreros
y de los trabajadores del Ferrocarril Central Trasandino (operado por
la Peruvian Corporation) en 1892, y de los trabajadores y empleados
en la carga del Muelle y Dársena del Callad{operada por franceses)
en 1894 (Basadre 1983 t.VII: 186-188; Blanc|ard 1982: 23-26). Tam
bién hay que recordar que entre enero y febrero de 1893 tuvo lugar la
ya mencionada protesta de los trabajadores de cigarros paraevitar la
importación de maquinaria para la fabricación industrial de estos pro
ductos (Blanchard 1982: 24 y s.). Todas estas huelgas tuvieron como
telón de fondo no sólo las pésimas condiciones de vida de los trabaja
dores de la época que incluían jornadas de hasta 16 horas (Yepes 1972:
221), sino también el empeoramiento general de la economía por la
caída del precio internacional de la plata, cuyos efectos comenzaron
a dejarse sentir claramente entre 1892 y 1893. Ninguna de estas huel
gas parece haber sido dirigida por anarquistas. Ello abonaría la tesis
del retardo de la introducción del anarquismo en el Perú, no sólo
entre los intelectuales, sino también entre los trabajadores. Esta si
tuación es bastante notable si reparamos en que, ya en 1868, los
anarquistas mexicanos habían promovido huelgas en las fábricas de
Tlalpan y que el anarquismo impactó notablemente en intelectuales
y obreros en países como Uruguay y la Argentina en las décadas que
siguieron (Rama-Capeletti 1990: 460-462). i|
 ¡14 ' Hugo Pereyra Plasencia
El editorial de El Diario de Lima del 18 de mayo de 1892, perió
dico partidario de Morales Bermúdez y de Cáceres, dejaba asomar
claramente la preocupación que el nuevo fenómeno de las huelgas
despertaba en el régimen:
"Las huelgas. Ellas deben preocupar seriamente a los Poderes Públi
cos y a los particulares, porque de esa lucha o conflicto de intereses
entre el obrero y el patrón, puede partir la chispa que de vida a las
convulsiones populares quehoy mantienen en continuo sobresalto a
las grandes poblaciones del continente europeo.
No creemos realmente que los prosélitos del socialismo y de la
anarquía lleguen aextender la red de sus abominables planes hasta el
Perú. Este cuenta con una población relativamente escasa, por una
parte, ypor laotra, miseria, fuente generadora de los grandes trastor
nos sociales, no tiene en nuestro suelo el extenso dominio que ella
riene en las principales capitales del mundo.
Antes quela semilla delcomunismo germine en el territorio na
cional, será preciso que sus hombres de acción invadan, primero, las
potencias principales del Nuevo Continente y, aún así, ellos serían
plantas verdaderamente exóticas en un país en el que no son feliz
mente muy numerosos los afiliados en la nefasta escuelade la crimi
nalidad social.
Sin embargo, no conviene endormecerse [sic] con esta última y
consoladora circunstancia: las huelgas habidas últimamente en la
empresa del Ferrocarril Central yen la Fábrica de Cigarrillos de los
señores Roldan yCia. importan, como decíamos ha poco, una cam
panada de alarma cuyas vibraciones no deben pasar desapercibidas
por las alturas de los poderes nacionales".3
Aunque el editorialista sigue hablando, de un lado, de "exigen
cias inmoderadas de nuestras clases trabajadoras" y, de otro, de "la
dureza que pudieran emplear nuestras empresas yfábricas enla retri
bución que ofrecen a los obreros", enesencia reclamaba una solución
de tipo jurídico: los trabajadores tenían derecho de separarse si el
sueldo no les convenía, yel patrón de subir yde bajar salarios según le
El Diario. Lima, miércoles 18 de mayo de 1892, p.2.
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 1/5
convenga". No obstante, remata redundando en la idea de la voz de
alarma:
"...mas cuando los obreros se conciertan entre sí para exigir colecti
.:<
vamente el salario que les viene en gana y acuerdan los medios de
resistir al patrón y de amenazarle con la paralización y ruina consi
guiente de su empresa, entonces esos hechos que aisladamente se
rían inocentes, toman un carácter malicioso y constituyen en el fon
do una verdadera asonada".'1
:i Pese a los temores de El Diario, este mismo medio había descrito
en el ejemplar deldía anterior la marchade la huelga de los cigarreros,
donde no se aprecia, ni por asomo, ningún rasgo de beligerancia ex
tremista:
"Hace 6 días que los operarios de la fábrica de cigarrillos de Roldan
y Cía se han declarado en huelga.
Pidenque se lesaumente el salario en vez de 1solportarea a 1sol
50 cts.
Entre los huelguistas hay 184hombres y 45 mujeres.
El comité de los cigarreros ha pasado un oficio a la Intendencia
comunicando ese hecho, y agradeciendo los buenos oficios del señor
Coronel Muñiz para arreglar el asunto.
Ayer en la tarde se reunieron los huelguistas en la calle de
Copacabana, y resolvieron dar un voto de gracias a la "Logia Unión
Peruana"Nro. I, por la generosidad con que ha procedido ofreciendo
ayudarlos, estimularlos y protegerlos. La logia ha dado orden para
que en dos hoteles, uno de ellos situado en el Rastro de San Francis
co y el otro en la calle de Santo Torihio, se proporcione alimentos a
los huelguistas. Hace dos días que éstos no gastan ni en el almuerzo
ni en comida.
En la reunión de ayerse nombró Tesorerodel gremioal señor don
Nicanor Ortiz".5
Ibid.
El Diario. Lima, martes 17 de mayo de 1892, p. 3.
1/6 Hugo Pereyra Plasencia Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 1J7

De otro lado, el artículo titulado "El eco de los obreros de Lima", Sólo dos muy inseguras excepciones, yde pSso marginal, podrían
que hablaba de una marcha obrera que acudió a recibir al Callao a tal vez llegar acuestionar la total ausencia de agitadores anarquistas
Cáceres cuando retornó de Europa en mayo de 1892, pone en evi enelPerú del Segundo Militarismo. Ambas corresponden, además, a
dencia que el régimen de Morales Bermúdez no había dejado de ma casos situados fuera del ámbito costeño. La primera aparece en el
niobrar para tener el control de por lo menos algunos dirigentes obre contexto de una movilización campesina en Comas (Junín) en febre
ros leales al cacerismo.6 ro de 1888. Fue protagonizada por un extraño,;é inasible personaje
llamado D. D. Osambela, quien armó a los pobladores y los instó a
resistir algobierno nacional, aconsejándoles formar su propia federa
3.3 Los trabajadores frente a la violencia ción de distritos independientes del poder central. Según informa
ciónmuy fragmentaria, Osambelahabría publicado artículos en Lima
Como se ve, en el Perú posterior a 1890 ya era distinguible un "sobre reformas", habría sido Juez de Paz en lea y habría también
grupo obrero. También se aprecia que no dejaron de producirse huel manifestado su deseo de vivir "para siempre" entre los campesinos
gas en el marco de ciertas tensiones sociales y económicas, y hasta (Manrique 1988: 72-77). Seleha sentido también algún "sabor anar
parece que llegaron a filtrarse algunas ideas anarquistas, o "semi- quista" o talvez "liberal radical" asupropuesta yasuactuación (Mallon
anarquistas" (Sánchez 1985: 16), en medios como La Luz Eléctrica. 1995: 213). La otra excepción fue la actuación del enigmático Luis
También los diarios peruanos de la época difundieron noticias sobre Felipe Montestruque, joven periodista que en pleno alzamiento del
el anarquismo en Europa ¿Por qué no se produjo, entonces, un desa varayoq Atusparia en Huaraz, en 1885, habría dirigido la publicación
rrollo del anarcosindicalismo en el Perú, por lo menos en germen, El Sol de los Incas, "para que fuera la voz de la¡revolución" (Klaiber
durante el Segundo Militarismo?Sin duda pesaron el tradicionalismo 1980: 85; Stein 1988: 56; 79). |:
de la sociedad y la separación de clases de la que habla Basadre (que
impidió una coordinación entre intelectuales y obreros). rEambién
influyó el relativo aislamiento geográfico del Perú, lo cual se nota si
hacemos una comparación con países como México y la Argentina,
que estaban mejor conectados con Europa. Tampoco hay que descar
tar la canalización de algunas demandas sociales en el pierolismo.
Pero creemos que por lo menos una de las claves para explicar esta
situación se encuentra en las difíciles circunstancias internacionales
que debió vivir el país luego de la Guerra del Pacífico, plenas de inse
guridad geopolítica,que afirmaron un perfil patriótico multitudinario,
unánime y popular, difícilmente compatible con el anarquismo
universalista. Pensando en los intelectuales, una posición progresista
más coherente, dentro de esas circunstancias, era sin duda el radica
lismo patriótico.

El Diario. Lima. 27 de mayo de 1892, p. 3.

 119

REFLEXIONES FINALES

El radicalismo tuvo un precedente en la obra de Francisco Bilbao

y de Mariano Amézaga en el tiempo anterior a la Guerra del Pacífico.
Tanto Amézaga como Bilbao enfatizaron fuertemente una postura
anticlerical y anticatólica. El primero también destacó por su crítica
de las clases dirigentes del Perú, particularmente en lo que se refiere
al comportamiento del Civilismo en tiempos de la Guerra del Pacífi
co, pero no siempre con total precisión y justicia.

Durante la guerra existió un ambiente de denuncia de los errores

nacionales que habían favorecido a Chile. Sin haber sido liberales ni
K conocidos tampoco como contestatarios antes de 1879, personajes
como Andrés A. Cáceres y el iglesista Julio S. Hernández, dejaron
testimonios escritos de ideas y expresiones que son, a nuestro enten
der, claro anuncio de varios textos clásicos de losradicales del Segun
do Militarismo, en particular del Discurso en el Politeama de Manuel
González Prada de 1888, cuyo concepto más célebre, que invocaba a
la juventud a actuar y a cancelar el pasado, ya había sido expresado
por lo menos desde 1882.

El radicalismo de tiempos del Segundo Militarismo no surgió en

el paíscomoel simple calcode una opción radical extranjera, aunque
sin duda pudo haber existido una influencia de este tipo, sobre todo
del radicalismo francés y quizás, incluso, del chileno.

A juzgar por sus escritos emblemáticos, el radicalismo peruano

de la épocafue una alternativa política surgida gradual y hastaespon
táneamente luego de la conmoción que produjo la derrota del Perú
 120 Hugo Pereyra Plasencia
en la guerra. De hecho, en el caso específico de Manuel González
Prada, fue elconflicto y, sobre todo, sus consecuencias, los que pro
movieronsu acercamiento a la acción política.'Hay un abismo entre
el refinado prosista y poeta que vemos en 1879, de pretensiones
intemporales y universales (veáse el primer textodel apéndice docu
mental), yelagitador político ypatriótico de laposguerra que apare
ce abrumado por una realidad lacerante que busca describir ydenun
ciar. Este proceso de acercamiento a la política ocurrió a partir de la
publicación de su artículo "Grau" (1885), que tenía todavía fuertes
acentos románticos. El radicalismo de González Prada fue aumentan
do de tono en la denuncia contra las lacras sociales y políticas del
pasado que, a su entender, habían hecho inevitable laderrota, ytamr
biencontra lasde su propio presente, hasta alcanzar un momento de
particular intensidad y virulencia en tiempos de la aprobación del
Contrato Grace (1889), que él cuestionó en forma extrema. En líneas
generales,esta trayectoria, iniciada con el sacudimiento de la derrota
internacional, parecehaber sidoanáloga a la de otros radicales fariió-
sos como Abelardo Gamarra y Carlos Germán Amézaga). En todos
ellos había la convicción de que lapersistencia de unsistema político
corrupto y, principalmente, la ausencia de un espíritu moderno, ha
bían sido componentes esenciales de la derrota.
El radicalismo no fue internacionalista. Tuvo, más bien, unafuerte
vena patriótica. Esto no era sino el reflejo de la unanimidad (la pala
bra es de Jorge Basadre) surgida entorno a banderas como larecupe
ración de Tacna yArica. Dicha situación, así como la inseguridad que
tenía entonces el Perú en casi todas sus fronteras, condujeron a los
radicales peruanos a promover la familiarización de la sociedad con
los usos militares.
Los radicales tuvieron una perspectiva crudamente realista, casi
darviniana, de las relaciones internacionales. Esta manera de ver la
realidad estaba muy sintonizada con la visión del mundo dominante
enlaépoca, queenfatizaba eluso delafuerza y lasuperioridad "natu
ral" del más fuerte o apto sobre el débil.
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 121
Los radicales fueron claros tributarios del anticlericalismo liberal
de la preguerra,así como del cientificismo positivista. La originalidad
de su posición radicó en haber introducido un enfoque de crítica so
cial en el análisis de la realidad nacional, vale decir, atento a la situa
ción de las mayorías y a la modernizaciónintegral del país(Los radica
les, agrupados esencialmente en la Unión Nacional, fundada en 1891,
no tuvieron un peso directo en la política de;su época. No obstante,
el estilo modernizador y social del radicalismo fue un anticipo de ca
racterísticas que se difundirían en años posteriores, ya fuera de este
marco de pensamiento, a otros partidos y a la sociedad misma.
Prácticamente hasta la fecha, el radicalismo ha sido principal
mente identificado con su posición opuesta al Catolicismo. Aunque
se trata de una apreciación parcialmente correcta, nos encontramos
frente a una visión estrecha de la situación.A juzgar por la recurrencia
de los artículos aparecidos en la prensa radical entre 1886 y 1895, el
anticlericalismo anticatólico era para los radicales uno de varios te
mas de igual o mayor importancia, entre los que podemos citar la
defensa de la libertad de prensa; el nacionalismo económico (tan vi
sible en las discusiones sobre el Contrato Grace); los asuntos milita
res, geopolíticos y de fronteras; el interés por el conocimiento siste
mático de los recursos económicos del Perú; la ciencia y la tecnolo
gía; la defensa del indio; y la problemática de los obreros y artesanos.
También hay que destacar que los radicales tuvieron, como observa
dores políticos, una visión de considerable amplitud internacional.
A despecho de la visión tradicional quef se tenía del radicalismo,
ésta fue más bien una opción de pensamiento abierta y flexible que
despertaba inclusive simpatías periféricas. En un extremo tenemos a
Mariano Torres y a su La Luz Eléctrica, publicación que ha llegado a
ser calificada como precursora del anarquisrrtó en el Perú. Se trató, en
todo caso, de un protoanarquismo muy peculiar, por lo patriótico, y
donde frases que sonaban a prosa de Kropotkin iban intercaladas, a
cada vuelta de página, con comentarios entusiastas sobre el espiri
tismo en boga. En el otro extremo está La Integridad, mucho más
! 122 Hugo Pereyra Plasencia Manuel González Prada y el Radicalismo peruano ¡23

moderada, animada por Abelardo Gamarra, publicación que fue por
tavoz de la Unión Nacional. Aquí, al lado de las poesías tan típicas de
la época yde los comentarios políticos más sazonados, encontramos
escritos sobre la histeria o fórmulas matemáticas, bastante inusuales
en este tipo de publicaciones. En el centro del espectro, quizá como
la expresión más pura piel pensamiento de González Prada yde su
círculo, hallamos aEl Radical que apenas alcanzó avivir durante unos
pocos meses en 1889 yíque terminó ahogado por la represión política
en tiempos delas discusiones parlamentarias sobre elContrato Grace.
Como caso especial de afinidad con el radicalismo, podemos mencio
nar al semanario La Caricatura (1892-1893) que alternó la sátira, en
dibujos ycomentarios, con la denuncia política enfavor de los traba
jadores.
económica cuya causa principal fue la caída del valor de la plata en
los mercados mundiales^
El radicalismo de González Prada, forjado, como hemos visto,
entre 1885 y 1891, perduró de muchas maneras en este pensador
n hasta el siglo XX, tal como ser observa, por ejemplo, en el texto Nues
5 i
tros Iridios. Como ha señalado Leibner (1994: 84), este intelectual
radical coexistió, paralela y separadamente, con el González Prada
•i í anarquista.

Por lo menos durante el período bajo estudio, entre 1884 y1895, I

el radicalismo fue la única gran corriente peruana de tipo contestata
i ••
rio. El anarquismo, que ya en esos años era visible en otros países de 3 i
•i
América Latina, tanto ensu vertiente intelectual como asociado a las
luchas laborales, fue virtualmente inexistente en el Perú o, en todo,
i:
caso, tuvo una presencia muy marginal que no se reflejaba con clari iI
dad en los medios ni en la literatura política del momento. Ello no
ocurrió porque el mundo peruano letrado desconociera el anarquis
mo. De hecho, la prensa peruana de la época reflejó con detalle la í
naturaleza de este movimiento, particularmente en su versión
violentista, que se manifestaba sobre todo en el Viejo Mundo. En la
prensa analizada tampoco hay rastros sobre la existencia de socialis
tas ni de marxistas en el Perú de tiempos del Segundo Militarismo.
La aproximación de los radicales a los obreros yartesanos no fue
únicamente producto de una actitud intelectual. De hecho,"1 el Perú
del Segundo Militarismo vio la aparición de un incipiente sector obre
ro, con predominio todavía mayoritario del elemento artesano. El
cambio se hizo visible con las primeras huelgas, propiamente dichas,
que tuvieron lugar en tiempos del presidente Remigio Morales
Bermúdez (1890-1894), en un marco de agudización de la crisis
 125

cronología

FINES DE 1883

18 de octubre. Mediante una nota formal, firmada por Jovino

Novoa, Ministro de Chile en Lima, se reconoce formalmente "al
excelentísimo señor general don Miguel Iglesias como gobierno
nacional de la República del Perú".
20 de octubre. Firma del Tratado de Ancón.
22 deoctubre. Ofensiva chilena sobre Arequipa: ocupación delas
alturas de Huasacachi.
23 deoctubre. El ejército chileno abandona laciudad deLima yse
instala en sus alrededores. Ese mismo día, por la tarde, el general
Iglesias llega al Palacio de Gobierno e iza allí la bandera peruana
por primera vez luego de dos años y nueve meses de ocupación.
Porentonces, Manuel González Prada pone fin a su autoencierro:
"Desde la entrada de los chilenos victoriosos a Lima [17de enero
de 1881] elseñor Manuel se había encerrado en sucasa, sin que
rer salir, humillado ante esa conquista fácü que habían obtenido,
la mitad del ejército peruano sin combatir; mal dirigido y vergon
zosamente abandonado por Piérola después de su aparatoso plan
de defensa que acabó en huida. Tanta rabia le dio a Manuel que
no quiso salir de su casa permaneciendo) encerrado durante los
tres años de laocupación chilena. Alirse ellos, volvió Manuel a la
vida normal yendo a la chacra de San Martín, propiedad de su
cuñada, para poner en práctica sus estudias sobre almidones que
en sus horas de apartamiento había perfeccionado. Entrando en
sociedad con su hermano Francisco, cultivando yuca en esagran
chacra situada detrás [del Palacio] deLa Exposición, casi en Lima
¡26
Hugo Pereyra Plasencia
mismo, pensó Manuel realizar un gran negocio" (Adriana de
González Prada, Mi Manuel, pp. 121 ys.)
• 29 de octubre. Por la noche, una fuerza de 1,300 soldados chilenos
ocupa Arequipa.
• 1 de noviembre. José Mercedes Puga, partidario de Andrés A.
Cáceres en su lucha contra el régimen de Iglesias, derrota al coro
nel Tadeo Simón Antay en Llollón (Cajamarca).
' 4de noviembre. Llega aPuno una división expedicionaria chilena.
' 5de noviembre. El diario El Comercio de Lima informa en su edi
torial sobre la existencia de convulsiones sociales yviolencia cam
pesina en Junín, Cañete y Santa.
11 de noviembre: En Pachía y Palca (Tacna) el coronel cubano
Pacheco de Céspedes hostiliza a fuerzas chilenas.
12 de noviembre. Informado sobre la caída de Arequipa, el coro
nel chileno Martiniano Urriola desocupa Ayacucho yda inicio a
su marcha hacia Lima.
13-26 de noviembre. Entre Huanta, Huarpa, Pilcos, Colcabamba,
Pampas y Huancayo, las fuerzas invasoras de Urriola combaten
con guerrillas. Sobresalen, entre el 13 yel 15, los iquichanos, al
mando de Miguel Lazón. Del informe del coronel chileno: "...he
encontrado a todas las indiadas sublevadas..."
18 de noviembre. Desde Andahuaylas, Cáceres dirige una con
movida carta de felicitación aMiguel Lazón yalos guerrilleros de
Huanta por el hostigamiento a la división chilena de Urriola.
29 de noviembre. Nota del general Cáceres al Honorable Cabildo
de Ayacucho: "...cuando el vigor del patriotismo parecía haberse
extinguido por completo; cuando el hundimiento del Perú ame
nazaba revestir los oprobiosos caracteres de la cobardía, entonces
las grandes virtudes cívicas que no existían en las clases directoras
de la sociedad reaparecen con más prestigio yesplendor que nun
ca en el corazón generoso de los pueblos, de esos mismos pueblos
aquienes se titulaba masas inconscientes yalos que menosprecia
ban siempre, haciendo gravitar sobre ellos en la época de la paz los
horrores del pauperismo yla ignorancia, yen el de la guerra los
sacrificios y la sangre". // Oficio de Cáceres a Miguel Lazón,
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 127
Subprefecto de laprovincia de Huanta: "Disponga usted que todos
los ]efes de los guerrilleros de esa provincia vengan aesta ciudad a
hablar conmigo ytener el gusto de felicitarlos personalmente".
3 de diciembre: Desde Ayacucho, Cáceres dirige una nota alal
calde del Concejo Provincial de Tayacaja donde habla de la"tre
menda conmoción delosindígenas" en esapartedelpaís en"acti
tud hostil [...] contra la raza blanca". Cáceres se refiere también
aquíal"despotismo sinnombre" padecido porlaspoblaciones cam
pesinas antes de la guerra.
• 8 de diciembre. José Mercedes Pugaasume en Ichocán (Cajamarca)
la Jefatura Superior Política y Militar de los Departamentos del
Norte en nombre del régimen constitucional liderado por Cáceres.
El puesto había estado vacante desde la renuncia de Jesús Elias.
• 12 de diciembre. Eí Comercio de Lima difunde una carta de Igle
sias a Cáceres (sin fecha precisa) pidiendo a este último que de
ponga las armas en aras de la concordia nacional.
• 20 de diciembre. El Comercio de Lima publica el Tratado de An
cón.
• 21 de diciembre. Las fuerzas chilenas abandonan Arequipa.
• 29 de diciembre. Carta del general Cáceres, desde Ayacucho, a
Miguel Iglesias, donde se niega a deponer las armas y expresa du
das sobre el tratado de paz: "...mucho me engaño o temo fundada
mente que el pacto de paz ajustado con Chile, cuyas condiciones
no conozco todavía, sea, más que un arreglo decoroso, el texto de
una ominosa ley impuesta por el implacable y soberbio vencedor
al vencido..."
• 31 de diciembre. Carta del general Cáceres, desde Ayacucho, a un
ciudadano de Lima: "Yo no veo en Iglesias sino a un teniente chi
leno, que obedece a los propósitos chilenos, que vive bajo la som
bra de los chilenos, que cede territorio y dinero a los chilenos..."
1884
• 1 de enero. En los prolegómenos de la guerra civil entre los parti
darios de Andrés A. Cáceres y los de Miguel Iglesias, José Merce
des Puga derrota a Lorenzo Iglesias en Shitamalca (Cajamarca).
128 Hugo Pereyra Plasencia
2 de enero. Fallecimiento de Alfred Raoul Verneuil, padre de
Adriana de Verneuil (futura esposa de Manuel González Prada),
residente en el Perú desde 1875.
24 de enero. Se constituye la junta directiva del nuevo Partido
Liberal, bajo la inspiración de José María Químper y del general
José Miguel Medina.
5 de febrero. Reportaje a Nicolás de Piérola porelNew York Herald,
donde manifiesta unaactitud de independencia frente al régimen
de Iglesias.
8 de febrero. José Mercedes Puga se apodera temporalmente de
Trujillo para la causa de Cáceres.
26 de febrero. Recrudece la polémica internacional sobre cuál de
los países, siel vencido Perú o el vencedor Chile, poseedor porla
fuerza del rico litoral de Tarapacá, se encargaría del pago de la
deuda peruana de más de 50 millones de libras esterlinas contraí
da antesde la guerra, contra la garantíadelguano. El canciller del
régimen iglesista, Eugenio Larrabure y Unanue, responde altiva
mente a las protestas de las potencias europeas, sostenedoras del
punto de vista de los tenedores de bonos de la deuda externa, ante
la prevista aprobación del Tratado de Ancón: "...desde hace más
de cuatro años, es de pública notoriedad que el Perú no conserva
en su poder los bienes hipotecados. Sin embargo, a partir de los
primeros días de laguerra del Pacífico, los cargamentos de guanoy
salitre han cruzado los mares sin oposición alguna. Más aún: el
Perú ha pedido oportunamente por conducto de sus agentes di
plomáticos y consulares el embargo de esos cargamentos en los
puertos europeos, sin encontrar apoyo de parte de las autoridades
y de los gobiernos que hoy protestan".
1 de marzo. Instalación de la Asamblea Constituyente en Lima,
convocada por Miguel Iglesias el año anterior, bajola presidencia
deAntonioArenas. Iglesias eselegido porestecuerpo "Presidente
Provisorio" de la República.
2 de marzo. Jura de Miguel Iglesias.
8 de marzo. Casi sin haber mediado discusión, y con el voto en
contra de sólo seis de sus miembros, la Asamblea Constituyente
Manuel González Prada yel Radicalismo peruano 129
expide la ley que aprueba el Tratado $e Ancón // Retorno de Ni
colás de Piérola al Perú: se declara opuesto al tratado de paz.
11 de marzo. Promulgación por el presidente Iglesias de laley ex
pedida por la Asamblea Constituyente aprobando el Tratado de
Ancón. ¡i-
21 de marzo. Renuncia del MinistrjQ de Relaciones Exteriores
Larrabure. H
28 de marzo. Concluye en Lima el proceso de perfeccionamiento
del Tratado de Ancón con el intercambio de ratificaciones entre
Mariano Castro Zaldívar, ministro encargado de RREE, yJovino
Novoa, Ministro Plenipotenciario deshile en el Perú. Editorial
de La Prensa Libre, escrito en papel ¿ón filo negro de luto: "Ha
sonado la hora fatal. Al fin quedan hoy sin garantías, sin derechos,
sin hogar ysin Patria, nuestros hermanos de Tarapacá".
31 de marzo. Conclusión de las labores de la Asamblea Constitu
yente, en medio del silencio, yhasta delaburla, de laciudadanía,
a juzgar por los escritos satíricos de Federico Elguera y Federico
Blume. Recuerda Adriana de González Prada: "...conocí enton
ces a Federico Elguera y a F. Blumefambos buscaban mucho a
Manuel [González Prada] en ese tiempo; venían apedirle prólogo
para su "F+F" que iban a editar. Muycélebres fueronen ese tiem
po aquellas letrillas quesalíanpublicadas en ElNacional: todas las
sabíamos de memoria. Hernán Velarde, también venía amenudo,
lo mismo Domingo de Vivero muy amigo suyo..." (Adriana de
González Prada, MiManuel, p. 120) ':
4de abril. Tratado de tregua indefinida suscrito entre Chile yBo
livia en Valparaíso.
18 de abril. Manuel. F. Horta, periodista- de La Prensa Libre cácerista,
publica un artículo titulado "Catolicismo y racionalismo".
20 de abril. Desde San Pedro, 'Amalia'!|¿Puga?) dirige al periodis
ta Manuel Bedoya una composición pática para ser publicada en
La Prensa Libre deLima: "Mentira!!! Noes patriota / Quien insul
taal patriota verdadero: /Quien aCáceles llama montonero /Agrega
la perfidia a la derrota...." *'j
24 de abril. Acuerdo de armisticio entre Chile y Bolivia.
 J30
Hugo Pereyra Plasencia
• 18 de mayo. Movimiento en el Cuzco afavor de Cáceres dirigido
por José Rosendo Samanez.
• 21 de mayo. Jóvenes de Huancayo evitan el saqueo de esta ciudad
al contener alas fuerzas del guerrillero Tomás Laymes en el pueblo
de Huamancaca-grande.
• 31 de mayo. Editorial de El Peruano: "Henos en presencia de la
guerra civil, si tal puede llamarse la subversión del orden público
en algunas provincias del interior yel agolpamiento de bandas
indisciplinadas ysalvajes que merodean asangre yfuego en cam
pos ypoblaciones indefensas [...] En la actual rebelión sólo se pro
clama el nombre de un caudillo [...] aquien hoy estimulan desati
nados partidarios aconfundirse con la vulgaridad de los preten
dientes a poder, arrojando sangre ylodo sobre sus laureles (Luis E
Márquez) .
• 6de junio. Desde Huancayo, Cáceres dirige al jefe de las fuerzas
chilenas en la ciudad de Jauja una nota reconociendo el Tratado
de Ancón 'como un hecho consumado" yexigiendo el fin de la
ocupación militar del Perú.
19 de junio. En Huancayo, tiene lugar una entrevista entre Cáceres
yDiego Armstrong, secretario particular de Patricio Lynch
29 de jumo. José Mercedes Puga ingresa aHuaraz yla toma tem
poralmente para la causa cácerista.
2de julio. Ejecución del guerrillero Tomás Laymes junto con tres
de ^s antiguos subordinados en la plaza de Huamanmarca de la
ciudad de Huancayo.
8de julio. Decreto de Iglesias convocando aelecciones.
12 de julio. En pleno ambiente electoral, El Comercio incluye un
suelto periodístico donde se habla por primera vez de la posibili
dad de un Partido Constitucional", producto eventual de una
posible fusión de civilistas con liberales.
16 de julio. Cáceres emite una proclama en Huancayo asumiendo
transitoriamente el mando supremo con el título de Presidente
1rovisono y nombra a sugabinete
22 de julio. Justiniano Borgoño asume como prefecto ycoman
dante general del departamento de La Libertad.
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 131
28 de julio. Desde Desaguadero del Perú, yen su calidad de ]efe
Superior, Político yMilitar de los departamentos de Arequipa, Puno
y Moquegua, César Canevaro realiza un pronunciamiento en fa
vor de Cáceres "ante los abusos y desaciertos del caudillo de
Cajamarca".
31 de julio. Puga otra vez en posesión de Trujillo: "La causa del
Derecho, sostenida heroicamente por el ilustre señor general
Cáceres, hace latir con entusiasmo todos los corazones peruanos".
2 de agosto. Las fuerzas de Cáceres se estacionan en Chicla // Di
fusión por el diario La Patria del primer manifiesto del Partido De
mócrata: Piérola y sus seguidores condenan la aprobación del Tra
tado de Ancón y solicitan el desarme y elecciones para una Con
vención Nacional. Critican también (en alusión a Cáceres) a los
"jefesen armas [que] después de una guerra exterior de cinco años,
agotan, desgarran y arruinan al Perú".
' 3 de agosto. Las tropas de Chile abandonan definitivamente Cho
rrillos.
' 5 de agosto. Una comisión de altas personalidades civilistasy libe
rales encargada de mediar en el conflicto civil, sube a la Sierra por
tren y se entrevista con Cáceres en San Bartolomé.
' 8 de agosto. José María Químper, miembro de la comisión que
oficiaba de puente entre Cáceres e Iglesias es notificado por el
gobierno de Lima para abandonar el país en el plazode veinticua
tro horas.
• 15 de agosto. Carta de Cáceres a Iglesias, suscrita en Matucana,
denunciando la políticade deportaciones contra civilistas yliberales
y la interrupción de las conversaciones de paz: "Por desgracia, los
últimos procedimientos de usted, que me abstengo de calificar,
han hecho imposible toda discusión desde que se ha extrañado en
masa del seno de la República, a los más conspicuos miembros de
los partidos Civil y Liberal, cuyo resuelto interés por evitarla efusión
de sangre hermana, ha merecido el aplauso de propios y extraños".
• 23 de agosto. El Comercio de Lima reproduce un artículo escrito
en Arequipa sobre la partida de los chilenos en el Sur, bajo el
título "Al fin se fueron".
 Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 133
132 Hugo Pereyra Plasencia

Muerta de vergüenza, furiosa contra mf, misma, espantada de lo

27 de agosto. Cáceres ataca Lima al frente de sus tropas y es batido
que me había atrevido ahacer, nopegué los ojos entoda lanoche,
yrechazado porel coronel iglesista José Rosa^'Gil //JoséMercedes
asustada, nerviosa, temblando, sabiendo quehabía procedido mal;
Puga captura Chiclayo en nombre de Cáceres.
midiendo lamagnitud demifalta a sus muestras deagradecimien
29 de agosto. El Comercio publica una noticia titulada "La Anar
to" (Adriana de González Prada, Mi Manuel, pp. 113 y s.)
quía en Viena. El proceso Stellmacher".
17 de septiembre. El gobierno de Iglesias ordena el exilio de Ra
3 de septiembre. José Mercedes Puga asume como prefecto y
món Ribeyro, Elias Mujicay BenjamínQuintana.
comandante general del departamento de La Libertad // Grego
24 de septiembre. Elcomité directivo del Partido Demócrata rei
rio Pacheco sucede a Narciso Campero en la presidencia de Boli
via.
tera la negativa de esta agrupación a llegar a un acuerdo con el
4 de septiembre: Declaración del Partido Demócrata por la abs
régimen de Miguel Iglesias. %
tención electoral.
26 de septiembre. El gobierno de Iglesias decide expulsar a los
empleados de laadministración pública que "hayan tomado o to
6 de septiembre. Cáceres en Ayacucho.
men parte directa o indirectamente en la rebelión existente hoy
8 de septiembre. En Arequipa, César Canevaro, Jefe Superior de
en la República". ;;
los Departamentos de Arequipa, Puno y Moquegua, emite una
27 de septiembre. En Trujillo, en el madreo de desacuerdos entre
proclama de respaldo a Cáceres ante la noticia de su derrota en
los mandos caceristas, Jesús Elias asúmela Jefatura Superior delos
Lima.
Departamentos del Norte en reemplazo de José Mercedes Puga.
11 de septiembre: En plena guerra civil, Manuel González Prada
El capitán de navio Gregorio Miró Quesjada es nombrado prefecto
considera la posibilidadde unirse al bando de Cáceres. Recuerda
ycomandante general del departamento de La Libertad.
Adriana de González Prada: ".. .me ofreció su brazo y hablamos de
1 de octubre. Cáceres hace su ingreso a Arequipa en medio del
cosas indiferentes hasta la mitad del camino; al terminar la cuadra
calor popular.
de la Minería se entreparó y me dijo ex-abrupto: "¿Le parecería
8 de octubre. La ciudad de Huaraz es. recuperada por las fuerzas
bien que me fuese donde Cáceres a enrolarme a la revolución?"
iglesistas.
Un mal pensamiento me vino en el acto contra él: acaso, ¿quería
10 de octubre. Trujillo cae en poder de fuerzas iglesistas y es sa
que yo le dijese se quedara o le manifestara pena de que se fuera?
queada. El marino Gregorio Miró Queiada, jefe de la resistencia
Herido mi amor propio le contesté: "¡No me toca a mí darle con
cácerista, cae gravemente herido en el momento de su rendición.
sejos, usted sabrá lo que debe hacer!" El tono sobre todo fue muy
13 de octubre. Ante la renuncia de su-primer gabinete, Cáceres
duro y cortante y le hizo tal impresión que no me pudo seguir
creamediante un decreto la figura de Ministro General de Estado
hablando, la respiración acortada, parecía ahogarse. No hablamos
ydesigna para este cargo algeneral Cé^ár Canevaro.
más en el resto del camino, pesándome haber sido tan dura. Al
25 de octubre. Cáceres nombra a Justiniano Borgoño como pre
llegar a la puerta de mi casa, me tendió la mano y yo en un arran
que de compasión tan impulsivocomo impensado, apreté un poco
fecto de Arequipa. |,
esa pobre mano que se me ofrecía tan humildemente. La reacción
19 de diciembre. Comunicación del cpítonel Pedro Mas, coman
dante de la Primera División Pacificadora de los Departamentos
fue violenta, esa misma mano se volvió vibración de agradecimiento
apretando a su vez la mía y sin decirnos una palabra nos separa
del Centro, al prefecto de Ayacucho, -fíesde Huanta, rodeado de
mos. En ese momento mi corazón había traicionado mi razón...
"falanges de montoneros": "Hoy, desdólas 9a.m. fuimos atacados
 134
Hugo Pereyra Plasencia
por todos los [...] rebeldes que, con una tenacidad digna de mejor
causa, nos hacían resistencia..."
• 20 de diciembre. Cáceres expide un decreto encargando el Poder
ejecutivo al Consejo de Ministros integrado por el Dr. Juan Fran
cisco Oviedo como su Presidente) ypor el Dr. Francisco Flores
Chmarro, Dr. José M. García, Dr. Luis Carranza ycoronel Luis I.
• 31 de diciembre El gobierno de Iglesias concede amnistía plena y
general atodos los ciudadanos que hubiesen integrado las "filas
revolucionarias" que se sometan asu autoridad antes del 1de fe-
brero siguiente.
• Fines de 1884: "Manuel [González Prada] pensó en irse al lado de
Cáceres. Como consecuencia de nuestros amores, no se movió de
Lima. ¿Fue un bien para él? No lo sé, pues habría cambiado todo el
rumbo de su vida. Por mi parte, si él se va, habría yo entrado al
convento a terminar mis días; contando el Señor con una sierva
más . (Adriana de González Prada, Mi Manuel, 123).
1885
• Comienzos de año: "Y empezó para los dos [Manuel González Para
yAdriana de Verneuil] la clásica época del noviazgo. Cambiamos
i«?¿ ^ leva/rabado al interior M.G.R 1885, el suyo A. de V
1885. Toda la vida los hemos usado (Adriana de González Prada,
Mi Manuel, p. 119).
• 2de enero. WR Grace, hermano de Miguel, toma posesión de su
cargo como alcalde de Nueva York.
• 7de enero. El gobierno cácerista de Arequipa decreta el envío al
Callao de una comisión integrada por César Canevaro, Francisco
Mores Chinarro yFrancisco Bailón "con el objeto de procurar un
avenimiento decoroso yrazonable con el señor general Iglesias".
¿Ict^Ca^3 kmiS1Ón ^ ^ ^^ P°r d*"« de
' 21 de enero. Fallecimiento del historiador Manuel de Mendiburu
en Lima.
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano ¡35
26 de febrero. Decreto de Iglesias prohibiendo a la prensa la re
producción de todo documento expedido por los rebeldes.
1 de marzo. Reinstalación de la Asamblea Constituyente con un
mensaje de Miguel Iglesias, quien habló de "la inusitada premura
con que el ejército de Chile abandonó sus cantones sin que el
ejército nacional pudiese disponer del tiempomaterialmente pre
ciso para el envío de sus guarniciones".
2-3 de marzo. Toma de Huaraz por fuerzas leales al varayoq indio
Pedro Pablo Atusparia en el contexto del gran levantamiento so
cial del departamento de Ancash.
16 de marzo. Luegode arrebatar Huamachuco a lasfuerzas iglesistas
después de un porfiado combate, José Mercedes Puga cae muerto
abatido por un disparo cuando ingresaba triunfante a esa locali
dad.
Segunda quincena de marzo. Las fuerzas de Cáceres comienzan a
salir de Arequipa para recomenzar la "campaña constitucional"
contra Iglesias.
26 de abril. Fundación de la "Sociedad Fraternal de Sombrere
ros".
29 de abril. Ley que creaba una comisión investigadora de todos
los hechos militares, diplomáticos y administrativos referentes a la
guerra con Chile. Dice Basadre: "...su personalno llegóa ser nom
brado, sea porque las preocupaciones políticas resultaban absor
bentes, sea por influencias poderosas".
2 de mayo. En Lima, poco más de dos meses después de su
reapertura, y de haber ratificado los poderes de Iglesias, la Asam
blea Constituyente clausura sus sesiones bajo la presidencia de
Manuel Tovar // En Ayacucho, Cáceres difunde una proclama a
sus soldados y a los pueblos del Departamento del Centro
instándolos a continuar la lucha contra la "dominacióndespótica"
del régimen iglesista.
3 de mayo. Derrota decisiva de Atusparia en Huaraz.
25 de mayo. Cáceres rompefuegos en el Centro: por la tarde, fuer
zas del "caudillorevolucionario" atacan en Huancayo a la primera
división del ejércitoiglesista al mandodel coronel Eduardo Yessup.
136 Hugo Pereyra Plasencia
17 de junio. Suspensión de hostilidades entre las fuerzas caceristas
e iglesistas en Junín.
21 de junio. El subprefecto iglesista de la provincia de Yauyos,
Narciso L. del Valle, ataca la capital provincial ocupada por
"montoneros" caceristas del cura Ríos.
4 de julio. Combate de Masma (Junín) entre las fuerzas caceristas
e iglesistas.
6 de julio. En Ataura, se realizan conversaciones de paz entre
Cáceres y el Dr. Aramburú, miembro de la delegación del gobier
no de Iglesias en el Centro presidida por Manuel Tovar.
7 de julio. Tiene lugar en Ataura el encuentro de Cáceres con
Manuel Tovar. Fracasan las negociaciones de paz por el manteni
miento de la negativa de Cáceres de reconocer el régimen de Igle
sias.
8 de julio. Ante el fracaso de las negociaciones de paz, Mas decide
desocupar Jauja y replegarse a Chicla.
9 de julio. Cáceres ocupa todo el departamento de Junín.
10 de julio. Desde Jauja, Cácetes hace público un Manifiesto a la
Nación explicando su posición de lucha frente al régimen de Igle
sias.
13 de julio. Manifiesto de Iglesias en Lima acusando a Cáceres,
entre otras cosas, de soliviantar a los indios "de puna en puna" y "a
la voz de comunismo".
20 de julio.Con motivo del retorno de las tropas gobiernistas pro
venientes del Centro, Iglesias emite una proclama anunciando el
término de la "primera campaña" para obtener la pacificación de
la República.
30 de julio. Manuel González Prada publica su artículo "Grau" en
Eí Comercio de Lima.
1 de agosto. Publicación del artículo "Grau" en La Revista Social.
15 de agosto. Toma de Canta por las fuerzas de Cáceres.
29 de agosto. El gobierno de Iglesias notifica a Nicolás de Piérola
su orden de deportación.
5 de septiembre. Piérola inicia su destierro.
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 137
19 de septiembre. Fin dellevantamiento social en el departamen
to de Ancash: ejecución en Casma dePedro Cochachín, el Vchcu
Pedro. j-
24 de septiembre. Fuerzas al mando del general Lorenzo Iglesias
comienzan a salirde Limaen el inicio déla ofensivacontra Cáceres.
25 de septiembre. En Lima, proclama de Iglesias a la salida del
ejército hacia elinterior para combatir a Cáceres y a sus partida
rios, alos que considera "...enemigos de lápaz pública, de larecons
titución nacional, de la propiedad, de» la libertad y de la civiliza-
cíon...
5 de octubre. Inoculado voluntariamente, con ánimo científico,
con el producto de un brote verrugoso, fallece en Lima Daniel
Alcides Carrión, mártir de la medicina peruana.
15 de octubre. Por un recrudecimiento de su tuberculosis, Loren
zo Iglesias fallece en plena campaña efi Huanchayo, entre Yaso y
SantaRosa, cerca deCanta,cuando eráfUevado en camilla a Lima.
31 de octubre. En el teatro Politeama, se pone en escena la obra
teatral Ña Catita, en función a beneficio de la Biblioteca Nacio
nal.
15 de noviembre. Desde Jauja, el coronel Gregorio Relayze, nuevo
jefe del ejército en reemplazo del falleéido Lorenzo Iglesias, infor
ma al Ministro de Guerra sobre el "recio" combate librado ese día
en Pampas (valle del Mantara) contra el "total del ejército enemi
go" y su "derrota completa". Ese mismo día, respaldado por los
guerrilleros del área, Cáceres ygran paite de sus fuerzas cruzan el
puente de Huaripampa y luego lo cortan.
23 de noviembre. Cáceres acampa con su ejército sobre la nieve
en el estanque de Llacsacocha, a 4500 m.s.n.m, donde 19 de sus
hombres mueren de frío.
24de noviembre. Elgobierno iglesista <je Lima recibe la noticia de
laocupación de Chicla por tropas de Cáceres yde su avance hacia
Lima.
1 28 denoviembre. El ejército deCáceres aparece a las puertas dela
capital. ;'
1 30 de noviembre. Cáceres ordena el asalto a la ciudad de Lima.
 ¡38
Hugo Pereyra Plasencia
s;
' 1de diciembre. Las tropas de Cáceres empujan alos iglesistas has
ta Palacio, donde todavía se resiste.
• 3de diciembre. Decreto de renuncia de Miguel Iglesias como Pre
sidente Provisorio. Decreto del Consejo de Ministros asumiendo
el Poder Ejecutivo.
• 5de diciembre. Decreto del Consejo de Ministros convocando a
elecciones presidenciales, así como para senadores ydiputados,
para el año siguiente.
• 6de diciembre. En el Palacio de La Exposición, en un ambiente
especialmente adornado con un retrato de Manuel Pardo, se rea
liza un banquete ofrecido aCáceres por el "Comité Constitucio
nal
• 9 de diciembre. Banquete ofrecido a Cáceres en el Club de la
Unión.
• 11 de diciembre. Exhibición de la candidatura del general Andrés
A Cáceres ala Presidencia de la República por sus partidarios
Primer núcleo del Partido Constitucional. El acto tiene lugar en el
teatro Politeama.
• 24 de diciembre. Banquete en el Hotel Americano ofrecido a
Cáceres por los miembros del Club Nacional. Ricardo Rossel de
clama en esta ocasión su poema "El kepis rojo" // Miguel Iglesias se
embarca en el Callao.
1886
• 1de enero. Aparece en las calles de Lima La Luz Eléctrica, "Sema-
nano humorístico popular" dirigido por Mariano Torres.
• 21 de enero. Discurso de Nicolás de Piérola asu retorno del exilio
Ese mismo mes, el Partido Demócrata plantea nuevamente la abs
tención electoral.
• 30 de enero. Conferencia literaria de Manuel González Prada en
el Ateneo de Lima.
• 15 de mayo. Inauguración del alumbrado público eléctrico en la
Plaza Mayor yen los jirones de La Unión yCarabaya. "Por esa
época instalaron en Lima la luz eléctrica; uno de los directores de
la Empresa era el señor don Eugenio Larrabure yUnanue, amigo y
JL
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano J39
compadre del señor [Manuel González] Prada. Para el día de la
inauguración dieron una gran fiesta en el Palacio de La Exposi
ción a la que invitó él a su compadre el señor Manuel y quien a su
vez nos rogó acompañarlo. Fue todo un éxito la deslumbradora luz
y nueva maravilla" (Adriana de González Prada, Mi Manuel, p.
124).
1 de junio. Entrevista de Atusparia, representante de las comuni
dades indígenas de Huaraz, con el general Cáceres en Lima.
2 de junio. Ley que proclama a Andrés A. Cáceres como Presi
dente de la República.
3 de junio. En medio de los vítores del pueblo de Lima, tiene lugar
en el Congreso la inauguración del primer gobierno de Andrés A.
Cáceres.
13 de junio. Sermón de acción de gracias por la exaltación al man
do supremo del presidente Andrés A. Cáceres, pronunciado en la
Catedral de Lima por el presbítero Agustín Obín yCharún: "... asal
ta mi espíritu el grito desgarrador de una multitud inmensa, tan
ignorante como desgraciada. Es, señores, el clamor de nuestra in
numerable raza indígena, que en las punas y en los llanos, en los
pueblos y en las ciudades también, vegeta en la más envilecedora
ignorancia..."
10 de julio. Abelardo Gamarra publica el libro La batalla de
Huamachuco y sus desastres.
28 de julio. En Lima, el presidente Andrés A. Cáceres dirige un
discurso al Congreso en la inauguración de la primera legislatura
ordinaria // Se estrena en la Tacna ocupada por Chile el "Himno
de Tacna", con letra de Modesto Molina y música del Himno Na
cional del Perú.
4 de septiembre. Se publica en La LuzEléctrica el artículo "Pense
mos en la cuestión social".
16 de octubre. La Luz Eléctrica acusa al presidente Andrés A.
Cáceres de proteger a los jesuítas.
6 de octubre. Luego de los ataques del Congreso al primer gabine
te Solar que inauguró el régimen, queda organizado el segundo
gabinete encabezado por José Araníbar.

140 Hugo Pereyra Plasencia
• 14 de octubre. Ley del Congreso que dispone la continuación de
la publicación de la obra El Perú de Antonio Raimondi.
• 26 de octubre. Ley mediante la cual Piérola e Iglesias eran consi
derados usurpadores de funciones públicas, y que declarabanulos
todos sus actos gubernativos internos. En ese mismo día, tiene
lugar la firma en Lima de un protocolo peruano-boliviano, por el
canciller Ramón Ribeyro y el ministro boliviano general Eliodoro
Camacho: Boliviaqueda liberada formalmente de la deuda con el
Perú de tiempos de la Alianza.
• 28 de octubre. Ley relativa a la amortización de la circulación de
billetes fiscales. El billete fiscal queda despojado de su carácter de
moneda legal.
• 13 de noviembre. Ley de Descentralización Fiscal, basada en el
principio de atender al servicio de las secciones departamentales
de la República con el producto de sus propias rentas.
• 20 de noviembre. Caída del gabinete Araníbar, poco más de un
mes después del iniciode sus actividades. Dos días después Pedro
Alejandrino del Solar inaugura su segunda jefatura del Gabinete
de Ministros.
• 22 de noviembre. La actriz Sarah Bernhardt llega a Lima.
• 24 de noviembre. El gobierno de Cáceres recibe oficialmente a
Monseñor Benjamín Carvicchioni como Delegado Apostólico y
Enviado Extraordinario de la Santa Sede.
• 31 de diciembre. De vuelta de la Argentina, y siendo regidor de
Limaencargado de la reapertura de las escuelas primarias, fallece
Mariano Felipe Paz Soldán.
• Fines de año: Ante la oposición de la madre de González Prada a
su matrimonio con Adriana de Verneuil, en el "segundo año de
noviazgo" la pareja concibe la idea de marchar al Norte a vivir en
una hacienda "arrendada" (Adriana de González Prada 1947: 126
ys.).
1887
• 19 de febrero. Decreto Supremo mediante el cual el gobierno de
Cáceres encarga al Dr. José Araníbar, Fiscal de la Corte Suprema,
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 141
la toma de contacto directa en Europa ¿ón los tenedores de bonos
representados por Miguel E Grace, y la propuesta de una base de
arreglo.
26 de febrero. Fundación en Lima de El Artesano. Publicación dia
ria. Órgano de laclase obrera.
16 de abril. La Luz Eléctrica inicia una serie de artículos sobre
Alian Kardec yla "importancia delestudio delEspiritismo y Mag
netismo".
29 de abril. Fallecimiento de doña Josefa Ulloa, madre de Manuel
González Prada
14 de mayo. En oposición a la letra de la ley de octubre de 1886
sobre el billete fiscal, una resolución dispone que las oficinas pú
blicas reciban en ellos hasta el 50 % de las entradas fiscales. Medi
das similares tomadas en ese tiempo, determinan un ambiente de
depreciación y especulación (acaparamiento del papel moneda a
bajo precio en el mercado y su entrega a un precio oficialmayor en
las oficinas fiscales).
26 de mayo. Firma en Londres del contrato Araníbar-Tyler entre
el gobierno peruano y los tenedores de bonos.
29 de mayo. Bajo impulso de José Antonio de Lavalle, dedicado
por entonces a la Historia, se instala en el Perú la Real Academia
Española.
I de agosto. Convención Espinosa-Bonifaz entre el Perú y Ecua
dor, suscrita en Quito, para entregar el arreglo de límites a la deci
sión arbitral del gobierno de España. '• •
25 de agosto. Misteriosa muerte delvarayoq indígena Pedro Pablo
Atusparia en el poblado de Marian (Callejón de Huaylas).
II de septiembre. Manuel González Prada contrae matrimonio
religioso con Adriana de Verneuil. "Lostestigosfueron: don Eduar
do Lavergne, gran amigosuyo desde la guerra, su compañero en el
Cerro del Pino [en la batalla de Miraflores], del que tanto le había
oído hablar y que me presentó ese día y el Dr. Paulino Fuentes
Castro, compadre suyo. Los míos eran el Dr. Ricardo L. Flores y
don Santiago Wylemann. La ceremonia fue completamente en
privado" (Adriana de González Prada, Mi Manuel, p. 132.)
142
Hugo Pereyra Plasencia
' 27 de septiembre. Discurso de Manuel González Prada en el Pala
cio de La Exposición con ocasión de su elección como presidente
del Círculo Literario: "estoy ala cabeza de una asociación que
parece destinada a ser el partido radical de nuestra literatura".
28 de septiembre. El Presidente del Gabinete, Carlos M. Elias,
declara ante el Congreso que el gobierno había resuelto no some
ter al Legislativo el contrato Araníbar-Tyler, dando como razón
para este hecho las dificultades que podrían suscitarse con Chile
en relación con el Tratado de Ancón. El tema provoca las iras de
los congresistas, pero fue aclarado por Elias en sesión secreta poco
después.
' 4de octubre. Luego de la renuncia de Elias yde sus ministros,
queda constituido el "gabinete de los directores", de carácter inte
rino hasta el apaciguamiento de la crisis política, encabezado por
Raymundo Morales.
' 24 de octubre. Tesis de Hildebrando Fuentes, titulada "Breves con
sideraciones sobre el comunismo incásico yalgunas ideas sobre las
finanzas del Perú en la actualidad", para optar el grado de Doctor
en Ciencias Políticas y Administrativas.
8de noviembre. Se inaugura el gabinete encabezado por Aurelio
Denegrí. Lo integran, entre otros, Antero Aspíllaga, como Minis
tro de Hacienda yAlberto Elmore en RREE.
14 de noviembre. Ley relativa ala recuperación de los ferrocarri
les del Estado que fueron dados en concesión en tiempo de Mi
guel Iglesias. Airadas protestas por parte del ministro de los EEUU,
Charles WBuck, en nombre de sus compatriotas afectados
18 de noviembre. Oficio del ministro de Hacienda Aspíllaga asu
colega de Gobierno, manifestando que el billete fiscal no tenía
curso forzoso, lo que motivó la ruina de los que tenían su capital
en billetes.
23 de noviembre. Ante el pánico producido, Aspíllaga intenta por
medio de una resolución detener la agonía del billete, destinando
asu amortización el 5% de los derechos de importación (que el 21
de diciembre se ampliaría por decreto al 10 %).
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano ¡43
14de diciembre. Desórdenes en Lima controlados por la policía.
Pánico en el pueblo por la confirmación de la pérdida del curso
forzoso para el billete fiscal, que grita mueras a los agiotistas en las
calles de la ciudad.
1888
• 1 de enero. Puesta en vigencia de la Ley de Descentralización
Fiscal.
• 26 de enero. El gobierno abandona finalmente el billete fiscal:
resolución ordenando a las tesorerías, aduanas y demás oficinas
públicas percibir el íntegro de sus entradas en moneda metálica
nacional.
• 28 de enero. Ley del Registro de la Propiedad de Inmuebles.
• 22de febrero. Bajo la dirección de Luis Carranza, antiguo breñero
que colaboró con Cáceresen la Sierradurante la guerra, inicia sus
funciones la Sociedad Geográfica de Lima, con los auspicios delgo
bierno.
• 2 de marzo. Decreto Supremo autorizando el establecimiento de
la Cámara de Comercio de Lima.
• 22 de abril. Discurso de Manuel González Prada en el entierro de
Luis Enrique Márquez.
• 26 de abril. Dentro del gabinete Denegrí, sale Alberto Elmore de
RREE y es reemplazado en esta cartera por Isaac Alzamora.
• 11 de julio. Dentro del gabinete Denegrí, sale Arturo García de
Justicia e Instrucción y es reemplazado en esta cartera porAdolfo
Villagarcía.
• 28 de julio. Instalación del Consejo Central de la "Confederación
de Artesanos Unión Universal" con la asistencia del alcalde César
Canevaro.
• 29 de julio. Durante una actuación literario-musical del Círculo
Literario, realizada con asistencia de escolares en el teatro Politeama
a iniciativade JoséBenignoUgarte, y orientada celebrarel aniver
sario patrio y a recaudar fondos para el rescate de Tacna y Arica,
el joven MiguelUrbina lee un discursode Manuel González Prada.
El gobierno decide prohibir la impresión ycirculación deldiscurso
144 Hugo Pereyra Plasencia
que, no obstante, se difunde en forma masiva durante los siguien
tes días: "Parece que Cáceres decía a sus ministros: -'No sé si apre
sarlo o llamarlo para darle un abrazo'. Ninguna de las dos cosas
hizo, pero de antemano había sido prohibido reproducirlo en los
periódicos locales. Esto causó aún mayor escándalo, azuzando más
la curiosidad del público, ávido de conocerlo. Sólo 'La LuzEléctri
ca', semanario de oposición de don Mariano Torres y excomulga
do por el arzobispo, se atrevió a publicarlo. Todos se arranchaban
la hoja doblemente prohibida. Tres ediciones consecutivas sacó
don Mariano, haciendo pingües ganancias; entonces [días des
pués] se le ocurrió ofrecer a Manuel un almuerzo en los mismos
talleres del diminuto semanario de la calle Ortiz. Fue un agasajo
fraternal y sencillo al que participó Manuel en medio de los em
pleados, encantado de haber hecho caer un poco de 'agua' en el
bolsillo de esos honrados artesanos" (Adriana de González Prada,
Mi Manuel, pp. 145 y s.).
• 13 de agosto. Decreto concediendo a la firma Bacigalupi y Cía. el
privilegio para la implantación del servicio telefónico de Lima.
• 14 de septiembre. Nacimiento de Cristina, hija primogénita de los
González Prada: "Monseñor Agustín Obín y Chatún, el antiguo
condiscípulo de Manuel, muy resentido porque no lo había llama
do para casarnos, vino esta vez a reclamar sus viejos derechos de
amigo para bautizarla" (Adriana de González Prada, Mi Manuel,p.
148).
• 25 de octubre. Firma del contrato Aspíllaga-Donoughmore entre
el Gobierno peruano y la representación de los tenedores de bo
nos.
• 30 de octubre. Discurso de González Prada en el teatro Olimpo:
"Rompamos el pacto infame y tácito de hablar a media voz. Deje
mos la encrucijada por el camino real y la ambigüedad por la pala
bra precisa...".
• 10 de noviembre. Nombramiento de la comisión encargada de
determinar las bases de la defensa peruana en la controversia limí
trofe con el Ecuador.
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano J45
Fines de noviembre-comienzos de diciembre: Muere de enteritis
aguda, alos dos meses ymedio de nace¿, Cristina, hija de la pareja
González Prada. ;..
1889
1 de enero. De la presentación de larevista El Radical, titulada
"Algunas palabras al público", por Manuel González Prada: "Aquí
no se viene a defender un partido, sinD a trabajar por una causa;
no a poner cimientos de oro para elevar estatuas de barro, sino a
destruir sepulcros blanqueados para que otros levanten palacios
de mármol; no a empequeñecer más; al pueblo inoculándole el
virus de las malas pasiones, sino a luchar por introducir ungermen
de algo bueno ygrande en esos infelices que se creen ciudadanos,
yson carne de esclavos formada enpiel de hombres libres". Eí
Radical publica acontinuación, en el rtesmo número, el texto titu
lado "Militarismo".
15 de enero. El artículo "El Contrato", deManuel González Prada,
aparece publicado en Eí Radical.
17 de enero. Muerte de Cristina, hermana de Manuel González
v
Prada.
31 de enero. Con ánimo obstruccionista, en el contexto de su ce
rrada oposición a la aprobación del Contrato Grace, José María
Químper perora enelCongreso durante seis horas.
7 de febrero. El marino Fermín Diez Canseco, desde el año ante
rior capitán del puerto fluvial de Iquitos, fallece en el río Ucayali
durante la misión oficial de incorporar' sus riberas a la administra
ción nacional. •
15 de febrero. Eí Radical publica el artículo "Grau" de Manuel
González Prada.
1 de marzo. Editorial anónimo de EííRadicaí contra el capitalista
Miguel Grace referido ala situación |el ferrocarril de La Oroya.
8de marzo. José Mariano Jiménez es elnuevo presidente del Con
sejo de Ministros en reemplazo de Aurelio Denegrí. Intenta, sin
éxito, una política de conciliación con los opositores en el Con
greso al Contrato Grace. ^
146 Hugo Pereyra Plasencia
1 de abril. Luego del desafuero de 20 diputados opositores, los
pierolistas de ese grupo difunden, en nombre del Partido Demó
crata, una Declaración de Principios.
3de abril. Renuncia de José Mariano Jiménez como presidente del
Consejo de Ministros yministro de Gobierno antes de cumplir el
mes de gestión, ante las dificultades para superar la oposición par
lamentaria al arreglo de la deuda externa pactado en el contrato
Aspíllaga-Donoughmore, y ante la imposibilidad de convencer a
los representantes de los tenedores de bonos para suavizar el con
trato.
4de abril. Pedro Alejandrino del Solar encabeza su tercer gabinete.
8 de abril. Con el supuesto ánimo de "acatar" lo resuelto por la
mayoría de la Cámara de Diputados para reemplazar a los repre
sentantes que habían hecho abandono de su cargo (entre ellos el
liberal José María Químper, el radical José Gálvez Moreno yMa
nuel C. De la Torre), Cáceres ySolar firman el decreto que convo
caba aelecciones en las provincias representadas por los diputa
dos de la minoría.
12 de abril. Comienzo de las operaciones del Banco Italiano.
12 de junio. Ley relativa al reconocimiento, consolidación yservi
cio de la deuda interna.
28 de julio. La Integridad, animada por Abelardo Gamarra, sale a
las calles de Lima.
25 de octubre. Aprobación del Contrato Grace por el Congreso.
1890
8 de enero. Protocolo Elias-Castellón por el cual el Gobierno de
Chile cedió al del Perú, con el objeto de allanar las dificultades
presentadas para la cancelación de los empréstitos de 1869, 1870
y 1872, diversos valores para ser transferidos a los tenedores de
bonos.
14 de enero. Asesinato del terrateniente ydiputado cácerista Mi
guel Lazón en Huanta, amanos de su sobrino Feliciano Urbina, ex
demócrata y afiliado entonces a la candidatura del civilista Fran
cisco Rosas.
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 147
25 de enero. Cinco o seis mil guerrilleros de varios pueblos delas
provincias de Lámar, Tayacaja yHuanta, atacan la población de
este último nombre y linchan a Feliciano Urbina.
26 de enero. Exhibición de fuerza del Partido Demócrata en Lima:
desfile proselitista desde la Alameda de los Descalzos hasta laPla
za de la Inquisición.
• 9 de febrero. Nacimiento del primer hijo homónimo de Manuel
González Prada. Muere días después en Barranco (Adriana de
González Prada, Mi Manuel, p.163)
• 10 de febrero. Del Solar renuncia a la Jefatura del Gabinete. Al
día siguiente, Manuel Irigoyen asume como presidente del Conse
jo de Ministros, continuando como canciller.
• 20 de marzo. Como consecuencia de la aprobación del Contrato
Grace, que tuvo lugar el año anterior, se forma en Londres la
Peruvian Corporation.
• 29 de marzo. Ante las protestas de grupos menores de acreedores
que habíanquedado fuera delContratoGrace, el canciller Irigoyen
remite una nota al ministro británico acreditado en Lima manifes
tando, con ánimo aclaratorio, que el Perú no reconocíamáscrédi
to sustentado con la garantía del guano que los provenientes de
los empréstitos de 1869,1870 y 1872 representados porlaPeruvian
Corporation.
• 30 de marzo. Turbas pierolistas interrumpenviolentamente el des
file partidario del candidato civilista Rosas a la Presidencia de la
República.
• 5 de abril. Cáceres, con el aparente visto bueno de Rosas, decide
eliminar la candidatura demócrata a la presidencia: Nicolás de
Piérola es reducido a prisión en vísperas de la realización de las
elecciones presidenciales de ese año. Se clausura el diario El País
del Partido Demócrata.
• 13 de abril. Elecciones
• 2 de mayo. Firma deltratado García-Herrera entre elPerú yEcua
dor, que otorgaba a éste último país una salida al Marañón.
• Mayo. La Peruvian Corporation en Londres emite la suma de un
millón 500 mil libras esterlinas en acciones con la garantía de
148 Hugo Pereyra Plasencia
todos sus bienes para subrogar al comité de tenedores de bonos.
Una parte del producto de esta emisión se dedicaría a la construc
ción y mantenimiento del ferrocarril Chicla-La Oroya.
15-16 de julio. Homenaje nacional a los caídos en la Guerra del
Pacífico. En Lima, los restos de los héroes son trasladados al Ce
menterio General.
19 de julio. Eí Perú Ilustrado publica el artículo "Grau" de Manuel
González Prada // La Integridad publica el artículo "Julio 15 de
1890" del mismo autor.
2 de agosto. Dictamen de la Comisión de Cómputo del Congreso
señalando el triunfo de Morales Bermúdez, el candidato apoyado
por Cáceres.
10de agosto. Primeratransmisión del mando desdelostiempos de
Manuel Pardo: inauguración del gobierno del coronel Remigio
Morales Bermúdez con un gabinete presidido por'Mariano Nico
lás Valcárcel como ministro de Gobierno.
7 de septiembre. En carta dirigida al diputado Francisco Ramos
Pacheco, escrita desde la prisión, y ya abandonado el proceso en
su contra por el ascenso del nuevo gobierno de Morales Bermúdez,
Piérola acusa al régimen de Cáceres de haberlo privarlo de su li
bertad para luego "atentar contra la soberanía del Perú", en alu
sión a las elecciones de ese año.
5 de octubre. Piérola fuga de su prisión.
26 de octubre. Muere en San Pedro de Lloc el sabio Antonio
Raimondi.
1de noviembre. Luis Ulloapublicaen La Integridad su artículo "La
Unión Universal de Artesanos".
3 de diciembre. Un grupo de personas, lideradas por el coronel
Arturo Morales Toledo ataca infructuosamente el fuerte de Santa
Catalina. Presumiblemente por indicación del Ministro de Go
bierno Mariano Nicolás Valcárcel, y con el objeto de dar un casti
go ejemplar, Morales Toledo y varios otros conspiradores, ya ren
didos, son ejecutados esa misma noche. Resuena el escándalo a
nivel nacional.
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 149
Fines de 1890; Manuel González Prada^y su esposa, Adriana de
Verneuil, emprenden un viajea la hacienda "Cerro Alegre", en las
proximidades de Cerro Azul (Cañete), propiedad de Francisco,
hermano del pensador. Según los recuerdos de ancianidad de
Adriana de Verneuil, la pareja fue en esa ocasión testigo de un
huaico (llamado ayhuanco), que irrumpió violentamente en la zona,
y que pudo habersido fatal (Adriana deGonzález Prada, MiMa
nuel, p. 169-172.) f:':
1891
9 de enero. Cáceres es nombrado Ministro Plenipotenciario en
Francia e Inglaterra. ;| ' -
14 de abril. Luego de permanecer varios meses oculto en Lima,
•-ks
Piérola se embarca clandestinamente hacia el exilio, rumbo a Pa
namá.
16 de mayo. LaIntegridad reproduce elprbgrarna delpartido Unión
Nacional. En ese mismo número de !La Integridad, Víctor M.
Maúrtua publica una semblanza de Manuel González Prada.
30de mayo. Luis Ulloa publica una semblanza de Manuel González
Prada en La Integridad, cuya edición de ese día circula en Lima
con un retrato del pensador en la portada.
6 de junio. La Integridad informa que "el martes último" Manuel
González Prada partió a Europa.
28 de julio. La Integridad publica un artículode corte indigenista:
"Desengañémonos: mientras losindios "vivan la vidadel coloniaje,
nuestras protestas de libertad e independencia no serán más que
ridículos y mezquinos ditirambos a una gloria que no sabemos com
prender". ';
24 de agosto. El coronel Justiniano Borgoño es nombrado nuevo
Presidente del Consejo de Ministros y Ministro de Guerra.
10 de octubre. Firma de un tratado de' Comercio y Navegación
entre el canciller brasileño Justo LeiteChermont y el ministrope
ruano Guillermo A. Seoane. .]
14 de octubre. Renuncia de Borgoño ala Presidencia del Consejo
de Ministros. Desde mediados de ese mes, Federico Herrera,
 ¡50 Hugo Pereyra Plasencia
ministro de Gobierno, actúa interinamente como Jefe de Gabine
te y como ministro de Guerra
• 16 de octubre. Nacimiento en París de Alfredo, hijo de Manuel
González Prada.
• 25 de octubre. El Congreso aprueba eltratado García-Herrera con
el Ecuador, aunque con modificaciones.
• 21 de noviembre. Ld Integridad publica la crónica parisina "Los
Bulevares" de Manuel González Prada: "Aquí me he convencido
de que la mitad del talento que atribuimos alos caricaturistas fran
ceses depende de que nosotros no conocemos los originales. Aquí
se tropieza con sus modelos a la vuelta de cada esquina, y en no
pocos casos sus creaciones son meras copias".
i-
• 27 de noviembre. Federico Herrera es nombrado como titular de
laPresidencia del Consejo de Ministros ycontinúa como Ministro
de Gobierno.
1892
• 7 de enero. El gobierno peruano propone infructuosamente a la
Cancillería de Quito una revisión parcial del tratado García
Herrera.
• 19 de febrero. El canciller J. Federico Elmore rechaza la posición
1893
colombiana de formular pretensiones en el ámbito de la disputa
territorial peruano-ecuatoriana.
• 13 de abril. Renuncia de Federico Herrera a la Presidencia del
Gabinete. Ocupa interinamente el cargo el coronel Juan Ibarra.
• 2de mayo. Titularidad del coronel Juan Ibarra como Jefe de Gabi
nete yMinistro de Gobierno //EíComercio publica elartículo titu
lado "Anarquistas", sobre acciones terroristas en Europa.
• 3de mayo. El poeta yperiodista radical Carlos Germán Amézaga
parte rumbo a México.
• 7de mayo. El general Cáceres retorna de su misión diplomática
en Europa.
• 18 de mayo. El Diario cácerista publica un editorial donde expresa
su preocupación por el nuevo fenómeno de las huelgas.
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano J5J
30 de junio. Carlos M. Elias es designado nuevo Presidente del
Consejo de Ministros y Ministro de Gobierno. Lo acompaña
Eugenio Larrabure en Relaciones Exteriores.
23 de julio. Firmadel Protocolo Bacourt-Errázuriz entre Franciay
Chile, por el cual este último país reconoció por primera vez el
derecho de los interesesfranceses a la deuda peruana.
11 de octubre. Aparece en Lima el primer número del semanario
La Caricatura.
14 de octubre. En una sesióninformalpresidida por Francisco Rosas
en el Congreso, tiene lugar la fusión del "Círculo Parlamentario"
de Mariano Nicolás Valcárcel con el civilismo, para formar la
"Unión Cívica", bajo la plataforma del rechazo a la intervención
de las fuerzas armadas en la política.
29 de octubre. En Eí Chispazo, su propietario, Juan de Arona, de
fine a losmiembros de la Unión Nacional como partidarios de una
"reforma de nuestras instituciones bajo el criterio radical".
22 de diciembre. La Integridad publica el texto de una extensa
conferencia de Abelardo Gamarra en la Sociedad Unión Univer
sal de Artesanos.
4 de febrero. La Caricatura publica el artículo "La Presentación de
los Cigarreros".
28 de febrero. Renuncia del gabinete Elias. "Hubo grupos de gen
te embriagada que se pasearon en esosdías por las callesde Lima
vociferando contra el Congreso" (Basadre 1983 t. VII: 151).
3 de marzo. El general Manuel Velarde es nombrado nuevo Presi
dente del Consejo de Ministros y Ministro de Gobierno. Lo inte
gran mayormente personalidades moderadas del cacerismo, como
Cesáreo Chacaltana en Relaciones Exteriores.
28 de abril. Manifestaciones violentas de los demócratas a favor
de su caudillo en el exilio. La casa política del Partido Constitu
cional es apedreada.
2 de mayo. Renuncia del gabinete Velarde.
 Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 153
152 Hugo Pereyra Plasencia

: í

élysu grupo. Piérola se negó altivamente e hizo una nueva expo

11 de mayo. José Mariano Jiménez asume las funciones de presi
sición de su pensamiento político" (Basadre 1971, t. II: 572)
dente del Consejo de Ministros y ministro de RREE, con el obje
27de febrero. Asesinatodel ex presidenteboliviano HilariónDaza
tivo central de gestionar el cumplimiento del plazode diez años de
en la estación de Uyuni, cuando regresaba de Europa a dar su
ocupación chilena de Tacna y Arica estipulado en el Tratado de
versión de loshechosde la guerra. |,
Ancón.
23 de marzo. El presidente Morales Bermúdez se enferma.
13 de mayo. La Integridad publica un artículo evocador sobre
26 de marzo. Discurso de Javier Prado jUgarteche en la apertura
Mariano Torres y La Lu¡c Eléctrica,clausurada en 1889, a propósito
del año académico de la Universidad déSan Marcos titulado "Es
del retorno de Torres al país.
tado social del Perú durante la dominación española", texto de
15 de abril. Al grito de "Viva Cáceres", un grupo armado ingresa
inspiración positivista de abierta condétía de laherencia colonial
violentamente a la imprenta de propiedad del subdito italiano
Emilio Sequi (donde se imprimían tanto el periódico pasquinesco
como causa de los males nacionales. ^
27 de marzo. Expira el plazo de los diez años que el tratado de
La Tunda como La Vocé d 'Italia) causando daños.
Ancón concedióa Chile para ocupar Tacna y Arica. Se iniciauna >
22 de junio. Decreto prohibiendo la publicación de más de treinta
ocupación de facto. En Santiago, elministro peruano Ribeyro pro
hojas "eventuales"
testamediante nota diplomática porla prolongación de la ocupa
21 de agosto. Mariano H. Cornejo fundamenta la interpelación al
ción. En Lima, Morales Bermúdez empeora ylosmédicos prohiben
Ministro de Gobierno Pedro José Zavala por el cierre de varias
la comunicación con él. ..
hojas"eventuales" que Supuestamente habían criticado acremen
28de marzo. El presidente Morales Bermúdez hace testamento.
te al gobierno de Morales Bermúdez.
30 de marzo. La Unión Cívica, comandada por Mariano Nicolás
23 de agosto. El Congreso censura al Ministro de Gobierno, quien
Valcárcel, que aglutinaba desde fines de 1892 al "Círculo Parla
posteriormente renuncia.
mentario" con los civilistas más prominentes, firma un pacto de
25 de octubre. El Congreso peruano insiste en la aprobación del
coalición con los demócratas partidarios de Piérola (entonces en
tratado García-Herrera con las modificaciones propuestas en oc
el exilio), con el objetivo explícito de defender el derecho de su
tubre de 1891
29 octubre. Manifestación hostil contra el Consulado del Perú en
fragio.
1 de abril. Fallece el presidente Remigio Morales Bermúdez. Ese
Quito.
mismo día, el segundo vicepresidente Jüstiniano Borgoño asume
22 de noviembre. La legación y el consulado ecuatorianos en Lima
son atacadas por grupos exaltados.
polémicamente elmando supremo por encima del primer vicepre
sidente, Pedro Alejandrino del Solar. ";
7 de abril. Se publica en La Integridad fel artículo "Una poesía de
1894
12 de enero. Eí Comerció publica la correspondencia/fechada en
Augusto Vaillant, decapitado como anarquista por orden de la jus
diciembre de 1893, entre Nicolás de Piérola y Agustín La Torre ticia el 5 de febrero de 1894". í
González, Ministro de Hacienda. "La Torre González sugirió a 29 de abril. Suicidio de José Gálvez Molino.
Piérolaque pactara una alianzacon el partido Constitucional acau 12 de julio. Negociaciones efectuadasjen Lima por Luis Felipe
dillado porAndrés A. Cáceres a cambio de grandes ventajas para Villarán con el representante del Ecuapor sobre el tema de los
J54 Hugo Pereyra Plasencia
límites, en virtud de las cuales se decidió apelar al arbitraje del
Rey de España.
• 25 de julio. El congreso ecuatoriano se rehusa aaceptar las modi
ficaciones demandadas por el Perú al tratado García Herrera yle
retira su aprobación.
• 3de agosto. El crucero de guerra chileno "Presidente Errázuriz" se
presenta a la vista de Pimentel, ysigue hacia la vecina caleta de
San José "en busca de víveres". Por esos mismos días, tiene lugar
una importante actividad de las montoneras pierolistas de Augus
toSeminario entre Motupe yCajamarca.
' 10 de agosto. En medio de una ostensible tensión nacional, yya
triunfante luego de unas elecciones marcadas por el ausentismo,
Andrés A. Cáceres recibe, por segunda vez, la insignia presiden
cial de manos del Presidente del Congreso. El régimen se inicia
con un gabinete ministerial presidido por el segundo vicepresi
dente Cesáreo Chacaltana, ministro de Gobierno.
18 de agosto. Fermín Málaga publica en La Integridad la primera parte
de una serie de artículos sobre los recursos mineros de Cajamarca.
27 de septiembre. En busca de rebeldes yde armas, un piquete de
caballería peruano ingresa irregularmente aterritorio boliviano.
19 de octubre. Con ayuda de Guillermo Billinghurst, Piérola se
embarca precariamente en Iquique rumbo al Perú. Llega aPuerto
Caballas (ka) luego de cinco días de peligrosa travesía.
4 noviembre. Manifiesto de Chincha de Nicolás de Piérola: en
alusión directa aCáceres, habla de "...un soldado que nada respe
ta, adueñado del ejército yde los recursos nacionales..."
13 de noviembre. Renuncia del presidente del Consejo de Minis
tros Cesáreo Chacaltana, en desacuerdo con las medidas dictadas
para reprimir a la prensa.
16 de noviembre. Queda completado el que sería el último gabi
nete de Cáceres, presidido por Manuel Irigoyen, ministro de Rela
ciones Exteriores.
15 de diciembre. Se firma la Convención Tripartita Adicional de
Arbitraje que establece la adhesión de Colombia alas disposicio
nes de arbitraje de la convención Espinosa-Bonifaz de 1887.
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano /55
1895
17 de marzo. A las seis de la mañana, Piérola entra a Lima por la
Portada de Cocharcas con sus montoneras. Durante los dos días
siguientes, se libran sangrientos combates en las calles de la ciu
dad entre los montoneros pierolistas y el ejército regular a las ór
denes del presidente Cáceres.
18 de marzo. Carta de Monseñor José Macchi a Andrés A. Cáceres
interponiendo sus buenos oficios.
20 de marzo. Negociaciones entre representantes del presidente
Cáceres ylos sublevados. Encasa de Monseñor Macchi, represen
tante de Su Santidad y principal gestor de la iniciativa de paz, se
firma el acta del convenio que da fin a la guerra civil. Entra en
funciones la Junta de Gobierno de cinco miembros presidida por
Manuel Candamo. El presidente Cáceres abandona el poder y
permanece al ancla en un barco italiano por tres días hasta su
partida del Perú.
4 de mayo. Luego de sucesivas clausuras, en agosto de 1893 ymayo
de 1894, La Luz Eléctrica reaparece en Lima
25 de mayo. La Luz Eléctrica comienza a publicar, por partes, la
obraPajinas Libres de Manuel González Prada, quien entonces vi
vía en Europa.
8 de septiembre. La Junta de Gobierno cesa sus funciones yNico
lás de Piérola toma posesión como Presidente del Perú
19 de septiembre. Enun famoso discurso en elCongreso, eldipu
tado Mariano H. Cornejo propone borrar a Cáceres y a Borgoño
del escalafón, como castigo a su actuación política desde el tiem
po de la enfermedad y fallecimiento del presidente Morales
Bermúdez.
 ¡57

APÉNDICE DOCUMENTAL (en orden cronológico)

Prólogo de Manuel González Pfa^da al libro de poesías

Cuartos de Hora de Aureliano Villarán (Lima, 15 de enero
de 1879) ;

"Prólogo.

No me abrogo el derecho de fallar en nombre de la crítica, ni con

humos de pitonisa me encaramo en la trípode, ni exijo a los demás
que me crean bajo la fe de mi palabra: vpy a expresar llanamente y al
correr de la pluma, los pensamientos que-me inspira la lectura de las
composiciones contenidas en este libro.| i
Son cortas, estudiadamente cortas¡|» pues el autor ha conocido
que hasta la miel del Himeto empalagáis que la historia del Monje
que escuchó mil años los himnos de uri'ruiseñor no pasa de ser un
injenioso [sic] cuento. ;
Hay algunas escritas a modo de los Cantares de Trueba; pero las
más reflejan la índole de los heder alemanes, o, mejor dicho, imitan la
manera del español Bécquer.
El autor sin haber discurrido por la Selva Negra, ni sentido en su
frente el rayode laslunasjermánicas [sicj,;nipaseadopor lasmárjenes
[sicj del río que guarda el caudal de los Mbelungos, es, a veces, un
eco de los vientos que munnuran las canciones de las Willis, yrecuer
da aKrummacher en ¡QUÉ INOCENTE!, aHeiner en ASÍ DICEN,
y aJustino Kerner o Chamisso en LA VÍ PASAR o en PLUMAS AL
VIENTO. g
Intenta algo bueno y evita mucho malo. No se resiente de la
influencia relijiosa [sic] que extravió elinjenio [sic] de Althaus, ni ha
sufrido el contajio [sic] patriótico que perdió, pierde y seguirá
 ¡58
Hugo Pereyra Plasencia
perdiendo iquién sabe por cuánto tiempo más! amuchos de nuestros
mejores vates. Afirmaba Goethe que "los poetas destierran del mun
do la poesía". No habrá hombre tan osado para sostener que los infa
tigables cantores del 28 de julio y2de Mayo han conseguido ahuyen
tar del Perú el idioma de los Dioses; pero sí es de temerse que algún
maligno ydesvergonzado se atreva adecir de los Tirteos peruanos lo
que Heme dijo de los autores alemanes que vieron en la manía de
embocar la trompa épica yfulminar himnos guerreros: "son gorriones
con fosforillos de cera, ytienen todas las ínfulas del águila que lleva
los rayos de Júpiter".
Aquí no hay, pues, incienso ainstituciones odeidades apolilladas
ydecrépitas, ni leones de Iberia, ni cóndores de los Andes, ni mundo
de Colón, ni tres centurias de tinieblas, ni esclavitud ominosa, ni
paladión, ni caducos tronos, ni tiranos, ni... &&&; pero en cambio la
imajen [sic] de la mujer pasa derramando luz yfragancia, zumba la
picaresca voz de una ironía agridulce yresuena el suspiro de un dolor
sincero ynunca ridículo ni exajerado [sic]. El poeta quiere, aveces,
llorar alágrima viva; pero teme el acerado epigrama de los descreídos
yburlones, se arrepiente, yapaga su llanto en una broma; quiere reír-
pero se acuerda que es hombre, siente acaso la punzada de un amor
antiguo que imajinaba [sic] muerto, yahoga su sonrisa en una lágri
ma. Su llanto nunca es el lloriqueo, ni su risa se convierte en carcajada.
Como Rabelais yQuevedo llamaban las cosas por sus nombres
diciendo olla ojarro, yno dones de Ceres ni ánfora de Baco; así el autor
de este libro nombra mar el mar, luna la luna ysol el sol, sin valerse de
perífrasis ni palabras altisonantes yhuecas. No hay en él esfuerzos de
pujilista [sic] ni saltos de maromero; que sus versos fáciles, sencillos
algunas veces con el aire de la conversación familiar, pecan más de
prosaicos que de hinchados: diríase que se le han escapado de la plu
ma como el arroyo mana de la roca.
La poesía de Mérida no es una matrona romana que frunce el
entrecejo al oír una chanza equívoca ylijera [sic]; ni un metafísico
cetrino ytrasnochado que atiro de ballesta da el olor apergaminos y
polillas; ni un austero cenobita que empuña el hisopo yconjura a
manera de espíritus infernales el vino, el amor, los placeres ylas rosas:
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 159
su poesía es un buen muchacho de 20 a 25 años, vestido de limpio
(pero no con ropa dominguera y chillona), que se cala el sombrero,
sale de su casa y se va por esos trigos, tarareando un aria de ópera
bufa, guiñando el ojo a la vecina de buenas barbas, sea o no mujer del
prójimo, lanzando un epigrama a los tontos o sabios de paga que en
cuentre en su camino, cojiendo [sic] una flor de los jardines públicos,
y quedándose a ratos lelo y embobado ante una casa en que resuenan
las armonías de un piano, ante una Ofelia de ojos azules y pelo rubio
que pasa rozándole con la falda del vestido, o ante una nube de oro y
nieve que se desliza por el azul del cielo.
Lea, pues, el público los CUARTOS DE HORA con la seguridad
de que no ha de cojerle [sic] la mala hora que en "La Fortuna con
seso" de Quevedo cojió [sic] a médicos, alguaciles, escribanos, entro
metidos, pedigones, dueñas y viejas verdes; y con la esperanza de pa
sar más de un rato ameno, escuchando la palabrade un amigo a quien
conoce ya por "Media Gruesa de Sonetos", por "Copias del Natural",
por muchos artículos de costumbres y por diversosescritos en prosa y
verso diseminados en el maremagnum de la prensa diaria.
Paraconcluiresta quisicosa o prólogo, repetiréa Mérida lo que él
nunca olvida ni ha de poner en olvido jamás. El poeta realiza la idea
que de él tuvieron los antiguos y es una cosa lijera [sic],alada y divina
cuando canta la Naturaleza, la Razón, la Humanidad, el Amor y la
Hermosura, en una palabra, todo lo que es eternamente joven y eter
namente fecundo; pero, cuando atiza los odios y rencores de pueblo a
pueblo y forma coro con los monaguillos de Torquemada y se queda
rezagado en la marcha de su siglo, adorando momias y celebrando lo
queyaera viejo en los tiempos del reyque rabió,entonces el poeta será
cuanto se quiera que sea, menos una cosa lijera [sic], alada y divina.
M.G. Prada.
Lima, Enero 15 de 1879".
FUENTE: V.Mérida (seudónimo de Aureliano Villarán), Cuartos de Hora, Lima: Imp.
de la Opinión Nacional - San José 66 por M. Chemisard, 1879 (Prólogo, pp. V-IX).
160 Hugo Pereyra Plasencia
Artículo Pensemos en la cuestión social, atribuido a
Mariano Torres (Lima, 4 de septiembre de 1886)
"Pensemos en la cuestión social.
Comenzaremos con un cuento.
Éste eraun país en el que entró la moda de la zapatería, y entró
con tal fuerza, que los periodistas dejaron la pluma y se pusieron a
hacer zapatos; los jueces, zapatos; los diputados, zapatos; los directo
res decolegios, zapatos; los alumnos, zapatos; yen fin elqueno anda
bas con la horma, andaba con la lezna, y el que no, con la suela, y el
otro, conlacorrea; yeldemás allá conlapita, yquién conlaestaquilla,
ytodos buscando, los unos para los otros lahorma de su zapato. Tal
fue el furor de la zapatería que habiendo las mujeres entrado en la
moda, yno quedando títere concabeza que no estuviera todo el día
con el martillo a toda hora y todos los días, cuando los dichos habi
tantes recordaron comono se habían ocupado de otras cosas que de
hacer zapatos, acabóseles elvestido; yheaquí eltraje más carnavalesco
del mundo.
Figúrense Uds. lo que se reirían las gentes de lugares estraños
[sic] al ver la zapatomanía del país de que hablamos; y lo mejor era
que nohabía una sola alma caritativa que dijera aese pueblo de zapa
teros: hombres de Dios ¿qué* se han vuelto locos Uds.?
Semejante a ese lugar esel Perú, donde la política espan nuestro
de cada día: que qué dice el Congreso y que por qué no se hace esto
así, y que porqué no se nombró asá; y que porqué no se ajusta; y no
se afloja, y no se aprieta y no se funde &.
Luego todo elmundo se vuelve planes, yel que no inventa 400
proyectos financieros es que porque inventa 400,000 de gobierno.
Todo es política es [sic: en] esta tierra de zapateros o en la que
hasta los zapateros son políticos.
li]Sesenta y tantos años de la misma jarana!
i. Yla cuestión social y esa gran cuestión que es el alma de una
nación]
Yluego la misma cuestión social cuando ella se presenta nose ve
sino bajo la faz política; siendo así que ojalá que algún día viésemos
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 161
todas las cuestiones políticas bajo la faz social, único modo de verlas
cosas con provecho para un país. *;;•
Tenemos al presente, y permítanme JtJds. meter mi cuchara en
este asunto, unacuestión de inmensa trascendencia para el porvenir
de la República.
El nombramiento de pastores.
No toquemos el clero de Lima, muy católico como Uds. saben;
pasemos como si no existieran los conventos, ya Uds. me entienden,
[i] los conventos! y tal como silos hermanos Jesuítas no tuvieran ya
patente para vivir tal ycomo lo tenían apetecido, ypensamos en el
interior del Perú.
¡Qué templos y qué culto!
¡Qué pastores yqué modo de trasquilar!
Calumnia dirán unos; mentira dirán otros.
¡Ah! Si pudieran aquellos infelices indígenas levantarse hasta de
sus tumbas para comparecer como testigos, [1] enmudecerían aver 4üA
gonzados aquellos que por un espíritu de cuerpo mal entendido se
atrevieran a negar la verdad! í•
¡Qué templos y qué culto! •;.; '•ais
¡Qué pastores y que modo de trasquilar!
Gracias a esa calamidad vegetan, no yiven miles de miles de in
felices, que algún día dirán: "tuvimos hambre ynos dejasteis en ayu
nas, tuvimos sed yno nos disteis de beber; estuvimos desnudos ynos
despellejasteis; fuimos ignorantes y nos embrutecisteis; cometimos
faltas yno nos enseñasteis el camino de lps infiernos ["].
Álcese, pues, una mano vigorosa: cqlpquese pastores yno lobos
enlas diócesis que se van a llenar. í
Basta de tanto fariseo, la política nos aturde.
Hasta cuando los frailes ylas monjasj los sacristanes yel pueblo
y el :,
Gobierno han de ocuparse de polític^.
Pensemos en la cuestión social".
FUENTE: La Luz Eléctrica. Año I. Nro. 32. Lima, $te septiembre de 1886. pp. 1ys.
 ¡62
Hugo Pereyra Plasencia
Editorial del semanario LaLuz Eléctrica sobre temas
LABORALES ATRIBUIDO AMARIANO TORRES (LlMA, 18 DE
septiembre de 1886)
"Se tiene por verdad comprobada que el peruano es poco incli
nado al trabajo, yque en esta indolencia consiste su rápida decaden
cia yatraso; pues los peruanos de fortuna oque tienen grandes nego
cios, no forman la regla general ni la mayoría de los que viven con
comodidad, que son estrangeros [sic]. Yen apoyo de esta opinión
alegan que los talleres, las fábricas, las empresas, los fundos, el alto y
el bajo comercio que ahora 30 ó 40 años estaban en manos de los
hijos del país, han pasada a las de los europeos, quedando reducidos
los indígenas a la condición de domésticos, dependientes o a otras
ocupaciones muy secundarias y subalternas.
Sin negar nosotros este hecho, ni atribuirle el origen que se le
supone, ni menos ocuparnos de las proporciones que este fenómeno
social asumirá con el tiempo, queremos presentar a la vez otros he
chos que acreditan que hay una porción muy considerable de nues
tros compatriotas que de ningún modo están comprendidos en esa
sentencia vulgar, y que lejos de eso, su amor y su consagración al
trabajo los hace víctimas de éste.
Cierto es que el clima de la capital ysu situación geográfica
enervan las fuerzas de la clase poco acomodada yproducen indivi
duos débiles oenfermizos; pero aún así, hay muchos que no piensan
más que en procurarse trabajo permanente aunque sea destructor y
mal retribuido.
Tal es lo que sucede con los que trabajan en las fábricas de ciga
rros ycon las que se dedican a la costura. No es preciso señalar el
número de los desgraciados que escogen este modo de vivir porque
no encuentran otros: todos podemos verlo ycontemplar el fin que a
cada uno de estos obreros está reservado.
Pocas ocupaciones son más mal remuneradas que las de torcer
cigarros ycoser. La primera se paga con 60 ó70 centavos por tarea de
2000 cigarrillos, y la segunda con 20 a 30centavos diarios.
163
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano
Y no queremos decir que sean culpables las empresas, porque
ellas, a su vez, vendensus productos porla mitaddel antiguo precio.
Condenados estos opéranos a proveer a todas sus necesidades
coneltrabado de seis días enla semana, sinincluir losdías {estivos, es
naturalque se alimenten miserablemente y tengan peor habitación.
Esa labor, ingrata y monótona que los obliga a comprimir dentro
de un aire viciado sus delicados órganos respiratorios durante todo el
día; a alimentarse en las fondas de asiáticos, y a recojerse [sic] a un
cuarto húmedo, estrecho y malsano, no necesita de mucho tiempo
para producir la terrible tisis pulmonar a los que van a esos talleres
precisamente para ganar su subsistencia.
1 Si esos operarios tienen cónyuges[,] hijos o padres, lo que es na
tural; si enferman, o quieren tener un día de descanso ¿qué hacen?
¿cercenar algode su irrisoriojornal? [¿]quéprole puede esperarse de
esos espectros vivientes?...
Fácilmente se comprende que si hubiera labores más lucrativas
para estos desgraciados, tendrían la misma buena voluntad que tie
nen para las que hemos apuntado.
¿No podrá, pues, la Municipalidad dar a este grupo, y a los obre
ros en general alimento, habitación y trabajo?
Nada nos parece más fácil, más natural en la corporación desti
nada a cuidar los de [sic: de los] intereses comunes. Fundar estableci
mientos de alimentación barata e higiénicapor un preciomoderadoy
lucrativo, no tiene absolutamente nada de difícil; y para las habita
ciones, creemos que hay en los alrededores de Lima terrenos que un
viajero ilustre calificó de desiertos; los cuales comprados y puestos en
remate para este objeto, darían no solo habitaciones sino trabajo a
muchos brazos.
Pedimos, pues, a nombre del pueblo TRABAJO Y PAN.
Nada más".
FUENTE: La Luz Eléctrica. Año I, Nro. 34. Lima. 18de septiembre de 1886, p. 1.
164 Hugo Pereyra Plasencia
Artículo El Contrato por Manuel González Prada
(Lima, 15 de enero de 1889)
"El Contrato.
I gado para coger la cartera de Relaciones Exteriores), verifica su estre
Se haga o no el Contrato, queda el triste papel representado por
el Ejecutivo.
Desde el telegrama que Lord Salisbury dirigió a nuestro Gobier
no (por ceder a las insinuaciones de algunos negociantes de las Cá
maras inglesas), hasta la instalación del Congreso extraordinario de
1889, el actual Ministerio ha caminado de error en error, ha sido un
cómico silbado por los espectadores.
La ligereza en contestar el telegrama del Jefe del Ministerio in
glés y la precipitación en celebrarconferencias con un representante
que no traíapoderalguno de sus representados son acaso lasmenores
faltas del Gabinete presidido por el s[eño]r Denegrí.
Hay en los hombres del Gobierno un deseo tan febril de consu
mar el arreglo con una parte de losTenedores de nuestrosbonos, que
el pueblo, escaldado ya por las maniobras de sus antiguos mandata
rios, piensa que el hoy es una copia del ayer y atribuye el deseo febril
a motivos no muy laudables ni muy honrosos. Algunos llegan a pro
nunciar la palabra cohecho.
ElEjecutivo no deseó jamás oír a la Nación ni consultar al Con
greso: quiso imponer su voluntad. Hoy mismo, ¿qué es sino imposi
ción el encarcelar periodistas adversos al negociado, el devolver a la
Cámara de Diputados un contrato varias veces rechazado yel andar a
caza de representantes cuyos suplentes no obedecen la consigna?
Desde las entrevistas familiares de los Ministros con algunos gru
pos de congresantes para resolver si convenía recibir oficialmente a
Lord Donoughmore, se notaba ya en el Gobierno la idea de rehuir
explicaciones, la impaciencia en escuchar toda observación desfavo
rable a Grace y la resolución inquebrantable de imponerse. Algún
diputado tuvo que enmudecer por evitar una escena dramática.
Nadie fue ahí más ardoroso defensor de Grace y Dónough
more que el Ministro Alzamora. A fuer de abogado, sólo empleó
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 165
ambigüedades, evasivas ysubterfugios, imaginándose de informe en la
Corte Suprema y tratando a los representantes de la Nación como a
procuradores de parte contraria.
Todos saben que elseñor Alzamora (salido de su estudio de abo
no en la Diplomacia atrayéndose la antipatía delos ministros extran
jeros por documentos sui-generis en formájy fondo. Algo sabemos to
dos sobre los bochornos que leacarrean suinexperiencia enla Diplo
macia y su deseo febril de olvidar a los tenedores de bonos que no
pertenecen al Comité inglés.
El papel desempeñado por elEjecutivo es triste ante elCuerpo
Diplomático, ante laNación y ante elCójhgreso.
Triste ante el Cuerpo Diplomático p$r lo que se ha dicho en las
anteriores líneas, yporque.... el tiempo se,|encargará de llenar los pun
tos suspensivos. •;
Triste ante la Nación, por los contiguos yrecios ataques de la
prensa independiente ypor los desfavorables comentarios de todos
los hombres desapasionados, pues no falta quien acuse al Ejecutivo
de juez y litigante, de abogado y agente-de pleitos, de escribano y
corredor de bolsa.
Triste ante el Congreso, porque en ninguna parte, ni en las Re
públicas de Liberia o Andorra, se concibe la existencia de un Minis
terio sin mayoría enelcuerpo legislativo ycon censura de una Cáma
ra, pues censura significa el rechazo y la¡ devolución por dos o tres
veces del Contrato. Estono será muy legal en el Perú, donde no im
pera el parlamentarismo británico; pero es muy decoroso. En los
estrados judiciales hay derecho contra todo: enlos hombres públicos
no hay derecho contra vergüenza. ['
Hasta risa provoca el triste papel del Ejecutivo en su deseo de
festinar trámites para consumarel negocio.
Gobierno y partidarios de Grace parecen convidados a opíparo
festín. La hora de la mesa tarda un pocó.íel mayordomo no acaba de
tocar lacampanilla; pues bien: los convidados asaltan al cocinero, se
preparan a destapar las cacerolas. ,
 166
Hugo Pereyra Plasencia
La actual situación financiera del Perú se resume en esta frase:
todos los convidados en la cocina.
n
El triste papel desempeñado por el Ministerio no deja de ser más
triste ante el General Cáceres: aparece como el director de la danza
vertiginosa, formada alrededor de un hombre para marearle yperderle.
Conviene imaginarse que el General Cáceres sea cómplice in
consciente de cuanto se trama. Como la mujer de César, debe quedar
libre de sospecha. Pero, el soldado campechano, que responde con
artículos de la Ordenanza militar aquien le argumenta con leyes cons
titucionales, cae fácilmente! en la red de malos consejeros, no tiene
armas contra argucias de tinterillos y trapisondas de mercachifles.
Como los trovadores de la Edad Media se enamoraban de oídas,
quiere decir de mujeres que no habían contemplado una sola vez en
su vida, así el Presidente de la República parece existir apasionado de
un Contrato que no ha visto de cerca ni de lejos.
Que el General Cáceres haga enmudecer por un solo instante a
la orquesta ycuerpo de coros que en pleno Palacio de Gobierno tra
bajan día ynoche abeneficio del Contrato: oirá lo que debe oír, que
donde el oro no soborna periódicos ni compra fumadores de actas
populares, que donde las autoridades cesan de intervenir con la fuerza
o los buenos oficios, que donde el pueblo se conduce yhabla con
independencia, el Contrato es abiertamente combatido yrechazado.
Que el General Cáceres, para ejercer con toda libertad el sentido
del olfato, disipe la densa nube de incienso que satura su atmósfera y
embriaga su cerebro: sentirá que sus allegados, consejeros ynuevos
amigos trascienden aguano, salitre, cédulas hipotecarias opapel se
llado.
Examine también si los que le rodean en vísperas del negocio
magno estuvieron a su lado en horas del peligro inminente.
¿Quiénes son hoy sus opositores en la Cámara de Diputados? Sus
amigos de ayer, los que le siguieron en las peripecias yescaramuzas
por las breñas, los que le allanaron el camino a la Presidencia de la
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 167
República. ¿Quiénes sonhoy sus amigos o consejeros? Sus enemigos
de ayer, los que le vilipendiaron en la prensa, los que se regocijaron
con los chilenos por la derrota de Huamachuco y los que festejaron
con Iglesias el descalabro de Lima el 27 de agosto [de 1884].
Los antecedentes de consejeros oficiales y patrocinadores del
Contrato, siembran desconfianzas, naturales en un pueblo cien veces
engañado y cien veces vendido. "¡Cómo!, dicen muchos con esa im
placable lógica del hombre sano y sencillo, los que no tuvieron ni
a
tienen honradez pública ni privada, los que arruinaron al país, ¿se
juntan hoy para clamar contra los deudores morosos, se transforman
en pagadores de probidad catoniana? El contrato ha de ser funesto,
por sus defensores: a malos hombres, malas causas..."
Efectivamente: ¿quiénes han despertado en Europa a los ador
mecidos tenedores de bonos, quiénes han contribuido a la formación
del inicuo Memorándum secreto,* quiénes han ganado ya ingentes
capitales con juegos de bolsa, quiénes han traído a Grace y
Donoughmore, quiénes han defendido las pretenciones [sic] absur
das de Chile contra los derechossaneados del Perú? No los ingleses ni
los chilenos, sí los peruanos, los de siempre: los hombres o losdescen
dientes de esos hombres que fraguaron la Consolidación; que aguza
ron y movieron a España contra el Perú, 25 años ha, por realizar pin
gües riquezascon el reconocimiento de supuestos créditos de la Inde
pendencia; que verificaron el ruinoso negociado con Dreyffus; que
de rodillas recibieron oro de Meiggs, el oro ganado con la deshonra
de las madres, de las esposas y de las hijas; que efectuaron la escan
dalosa expropiación del salitre; que en lassupremas angustiasdel Perú
no contribuyeron con un solo centavo a las erogaciones para
Para probar la autenticidad del Memorándum secreto de 27 de Diciembre de 1887,
autenticidad negada por Lord Donoughmore y el actual Ministerio, basta citar la
nota que Mr.Waddington, Embajador de Francia en Londres, dirigió al marqués
de Salisbury el 16 de Junio de 1888. En esa nota manifiesta el Embajador francés
"que no ve razón suficiente para estar satisfecho con el Memorándum secreto de
27 de Diciembre de 1887, presentado por el Comité inglés para subsanar la
oposición de Chile al Contrato Crace". El Embajador reitera también sus reservas
sobre el resultado final de la negociación.

168 Hugo Pereyra Plasencia
proveernos de rifles y buques ni derramaron una sola gota de sangre
en loscamposde batalla; que, en fin, sembraron el desaliento, encen
dieron la discordia y pronunciaron esa frase típica,gráfica, inconcebi
ble, capaz de enfurecer a las piedras y provocar náuseas en los gusa
nos de un sepulcro: ¡antes que Piérola, los chilenos!
No debe admirar que para la celebración del Contrato se confa
bulenhoylos hombres que hasta el día de ayervivieron separados por
intereses opuestos y opiniones diversas; la desunión y guerra de fami
lia estallarán mañana: en la cueva de Rolando reinan paz y armonía
en los preparativos del asalto: riñas y cuchilladas vienen después, en
elrepartimiento delbotín.Todos sejuntan hoy yconcentran sus fuer
zas, van a luchar cuerpoa cuerpo: es la últimay desesperada embesti
da del tiburón a la presaqjúe se escapa.
Hay pues una agitación vertiginosa. Los círculos financieros del
Perú semejan un lago de aguas muertas: nada les turba; pero no bien
asoma un negociante, elevando y sacudiendo la bolsa, y ya surgen
manos sanguinolentas y crispadas en actitud de atrapar el oro del
cohecho.
El pueblo tiembla, porque el Contrato viene no como una solu
ción, sinocomo una complicación: no comoel corte a un hiloenma
rañado, sino como un nudo más en la enredada madeja de nuestras
finanzas.
Nada significan las complicaciones con los gobiernos de Europa
ante las complicaciones que vendrán con nuestro implacable enemi
go. Una vez celebrado elContrato, Chile hará surgir inmediatamente
la cuestión de AricayTacna. Evadiendo la celebración del plebiscito,
se declarará poseedor de esos territorios y distribuirá entre los recla
mantes extranjeros los 10millones que debe entregar al Perú, sin ol
vidarse de rebajar los adelantos hechos al Gobierno de Iglesias. Yasí,
mientras la Nación peruana queda en lamiseria yeldescrédito, Chile
seliberta de sus compromisos con los gobiernos europeos y adquiere
ilimitado crédito en los mercados financieros.
Se pretende alucinará losincautoscon nuestro cercano engran
decimiento, con una repentina lluvia de oro.
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 169
Inglaterra debe el engrandecimiento a su comercio, Prusia a sus
conquistas violentas, Francia asu riqueza territorial, Estados Unidos
asu trabajo yactividad; pero no hay ejemplo de nación engrandecida
con juegos de bolsa ni con negociaciones aestilo del Contrato Grace.
La ley del Perú fue: hoy la lluvia de|óro, mañana la lluvia de
plomo: después de la Consolidación, la batalla de la Palma: después
del negociado con Dreyffus, la elevación de Pardo sobre los cadáveres
de Balta ylos Gutiérrez: después de la expropiación del salitre, las
revoluciones de Piérola y la guerra conChile.
¿Después del Contrato Grace? Una guerra de antropófagos en la
Torre del hambre.
Hay algo peor. La aprobación del Contrato implica una ignomi
nia para el Gobierno yel Congreso: la ratificación solemne del trata
do de Ancón.
Una cosa es que unGobierno y un pueblo se resignen a tolerar
unhecho consumado por lafuerza, yotra que unGobierno yun Con '*.;
greso constitucionales ratifiquen lo que aprobó yratificó un congreso
tiberiano. Eltratado de Ancónesfrase quejno debía resonar en nues
tras Cámaras; hay citas, hay referencias, tí¡ay alusiones que significan
una ignominia. f¡,
¿Sólo para derrocar al hombre de Montan se encumbró el hom
bre de Huamachuco? ElGeneralCáceres, íes el caudillo de una causa
o el simple sucesor de donMiguel Iglesias?
Repetimos, el general Cáceres vive mareado: la cabeza más fuer
te no resiste al zumbido de los zánganos palaciegos.
Y¡en qué momentos quieren quitarnos elúltimo resto de nues
tra honra y los últimos restos de nuestra riqueza! Cuando el Perú se
mira entre Chile y Bolivia, entreel pólipo que pretende enroscarse a
nuestro cuerpo para hundirnos enlas profundidades del mar, yentre
la serpiente que dotmita de cuando en cuando para despertar siem
pre conmás hambre de engullirse al Perúü
Contrato como elcontrato Grace no sediscute cláusula por cláu
sula, sedesecha en globo; no aparece comí) un organismo que merez
ca disección yestudio, sino como una obstruyente aglomeración de
cascajo, digna de servolada con dinamitau:
 ¡70
Hugo Pereyra Plasencia
Cualquier ciudadano se habría cambiado por el Coronel Cáceres
vencido en Huamachuco; pero ni el más humilde hijo del Perú, ni el
autor de estas líneas se cambiaría por el General Cáceres, firmante
del Contrato Grace. -¿
M. G. PRADA".
FUENTE: El Radical. Órgano del Círculo Literario de Lima. Año I, Nro 2 Lima 15 de
enero de 1889, pp. 17-20.
Artículo La Unión Universal deArtesanos por Luis
Ulloa (Lima, 1 de noviembre de 1890)
.•4
"La Unión Universal de Artesanos. -::
.1
Si entre dos millones de hombres, al parecer heterogéneos, hay
algunos que se buscan, que se acercan, que se asocian para la práctica
del bien yel estudio de la verdad, ese conjunto de hombres no es el
detritus de sociedades que murieron: es el germen de una sociedad
que nace. Los granos de maíz, hinchados yreventados por la hume
dad deben ser los restos de la mazorca: deben ser también el principio
de la planta.
No son razas degeneradas que se acaban, no pueden ser una na
cionalidad que se disuelve, las razas que contienen hombres capaces
de asociarse yobrar conjuntamente. Son razas que se funden en una,
son nacionalidad que nace. La asociación es la vida misma. Vivir es
asociarse, desde el átomo al átomo hasta la célula ala célula, desde el
infusorio al infusorio hasta el hombre al hombre.
En el indefinido desenvolvimiento de la vida cada vez más com
pleja en sus elementos ymás sencilla en su ley, pasa la Naturaleza de
la vida esencialmente física yquímica, para llegar sucesivamente ala
vida fisiológica, a la intelectual y a la moral. El mundo entero se
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 171
desenvuelve a semejanza de una simiente que comienza a serraíces y
tallo para llegar a ser ramas, hojas y flor. Toda esta evolución no es
sino el incremento de las asociaciones en complejidad y en número,
para reducirse más tarde.
La asociación únicamente física es simple combinación de fuer
zas atractivas; esla molécula química o el sistema de astros. Laasocia
ción humana exige algo más: la fusión de las conciencias ylasolidari
dad de las voluntades. Cuando los hombres se unen para la práctica
del vicio, no haysociedad humana, sino asociación animal, vida que
no excede de la fisiológica, hay precisamente separación de concien
cias, principio de disolución o de muerte. Pero la agrupación de los
hombres para elejercicio del bien yeldescubrimiento de la verdad es
la asociación realmente humana, es vida intelectual y moral, princi
pio de una vida superior.
Si, pues, en el Perú hay hombres que seasocian para fines huma
nos, el Perú no es un organismo muerto. "El cuerpo vivo expuesto
sobre el mármolde un anfiteatro para sufrirlas amputaciones de ciru
janos que tenían ojos con cataratas seniles"* ha conservado su virili
dad. Más aún, comienza a renovarla y acrecentarla.
En el fondo del Océano, oculto a la vista de los hombres, se de
puran, se combinan, seorganizan las fuerzas que constituyen los pri
meros esbozos de la vida fisiológica. En el fondo de las masas huma
nas, donde apenas penetra el ojo de las clases superiores, seelaboran,
reúnenycoordinan las fuerzas que componen los primeros esbozos de
la vida moral.
La corriente de asociación humana parte, en el Perú, de las capas
menos visibles del pueblo, al par que de clases más elevadas. Signifi
ca, por consiguiente, algo más que la simple conservación de la vida,
significa el incremento de ésta, la elaboración de energías.
Los que rodábamos entre estos torbellinos de hombres, de pasio
nes y de bajezas humanas, como náufragos envueltos porlas sublevadas
olas,buscándose unos a otros, hemosal fin divisado un remanso don
de escapar, hemos al fin oído la bocina que anuncia próximo auxilio.
* González Prada
172 Hugo Pereyra Plasencia
Voces se han levantado para proclamar a todos laverdad. ¿Quién
no ha escuchado estas voces? Brazosse van tendiendo para ayudarse.
Primero los estudiantes, después los escritores, ahora los artesanos,
más tarde los hombres de ciencia, todos vamos convergiendo a un
punto, quizás a ciegas todavía, pero siquiera vamos convergiendo.
La "Sociedad Amantes de la Ciencia", la "Unión Fernandina", la
"Sociedad de Preceptores", son otras tantas piedras de un edificio,
otras tantas fuerzas cuya resultante vencerá al fin la inercia de esa
gran masa que llamábamos nuestra patria. La sociedad "Unión Univer
sal de Artesanos" que acaba de celebrar su tercer aniversario, mos
trándose francamente activa, vale más que simple piedra angular de
unedificio, es todo unpedestal de movimiento. Es fuerza no empleada
únicamente en vencer lasresistencias, sinocapaz de mover y acelerar.
Silas agrupaciones de estudiantes y escritores reúnen lomás se
lecto de unpueblo, las agrupaciones deartesanos ydeobreros reúnen
a lamayor parte, son elpueblo mismo. Una sociedad humana puede
ser comparada a unárbol gigantesco: hay partes que miran alcielo y
partes que se hunden enla tierra. Los estudiantes y literatos son las
hojas de ese árbol; los obreros y artesanos son las raíces.
Una sociedadde trabajadoresequivale al mejor termómetro para
medir la vida nacional. Hasta ayer los artesanos se reunían entre no
sotros para formar cofradías ycosas de adoración. Éstas no eran aso
ciaciones de hombres, enlaces de pensamientos, fusión de volunta
des; eranasociaciones de rodillas paradoblarse en hilera al pie de los
altares envejecidos, agrupaciones debrazos para cargar ceras enfila a
la vanguardia de imágenes borrosas. No eran sociedades humanas
sino agrupaciones de músculos y huesos.
Hoy se juntanlos artesanos paraformar la CajaComúncon qué
pagar álmaestro que los adiestre eneloficio ypoder protejerse [sic]
mutuamente contra la miseria. Cuando disminuyan más todavía los
dineros que se dejan alapuerta de las Iglesias yenelmostrador de las
tabernas, podrán los artesanos pagar la instrucción media para sus
hijos y los preceptores para ellos mismos.
Nivelar en la instrucción práctica, en la instrucción realmente
científica, las clasesínfimascon las elevadas, es una de las tendencias
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano ¡73
de la civilización. La humanidad se mueve; en estos tiempos con el
constante movimiento de las aguas en los ¿pntinent.es. Aguas crista
linas de las punas, aguas turbias de los ríos, aguas inmundas de los
pantanos, todas van a caer al Océano. También las inteligencias, ya
salidas delos palacios, yadelas buhardas, todas vana enriquecer esos
dos grandes bienes de la humanidad, destinados a ser más grandes
que los Océanos: la libertad conquistada y la verdad adquirida. La
nivelación de los conocimientos esenciales a todos los hombres se
impone por sí misma. Muy grandes bienhechores de nuestra especie
surgen desde las clases desvalidas y cada día salen menos de las clases
nobiliarias. Los antiguos defensores de la ignorancia necesaria y de
los errores convenientes están aristocráticamente aislados en sus se
pulcros. Franklin, Stevenson, Béranger, Edison, son argumentos de
carne que los han muerto. Siel propio empuje basta a muchos hom
bres para elevarse del fondo a la superficie, cuando se lleve la luz
hasta ese fondo, ¡cuántas inteligencias dormidas no despertarán!
Las sociedades de obreros no deben, pues, parabiende ellas y de
todos, reducirse a simples compañías de seguros, sino también consa
grar al estudio los días consagtados antes al rezo, dedicar al ejercicio
de la libertad las horas dedicadas antes al vicio.
No sinefecto se habla constantemente,!en todas partes, de cien
cia y de libertad.
El hombre, pues, que nace y vive sin saber por qué, no tiene de
hecho sino unamoral verdadera, lamoral queordena mejorar lavida,
mediante la conquista de la Libertad y la adquisición de la Ciencia.
Ampliar la esfera de la acción conciente y agrandar el radio de sus
conocimientos son los medios que ha encentrado el viejo bimano,
habitante de las cavernas, cazador en las:selvas, para transformar
seen el futuro ángel visitador de los astros/despertador de los muer
tos.
La asociación humana, paraser tal, ha'qe poneren práctica esos
medios, siquiera indirectamente. Las sociedades de obreros, al formar
la Caja Común, para el auxilio mutuo, ensanchan la esferade acción
del individuo, colocándole más lejos de latiraríía del capital; alestable-
(t cer las Escuelas de oficios, aumentado el radio de los conocimientos
 174
Hugo Pereyra Plasencia
profesionales, hacen el trabajo individual más fecundo. Las socieda
des de obreros son, pues, verdaderamente humanas.
Pueden ser todavía más humanas que ninguna otra, cuando al
lado de la Caja para el auxilio mutuo coloquen la caja para la compra
de biblioteca, cuando junto al salón de clase para el oficio edifiquen
el salón de clase para la historia. No es racional exigirles que recorran
en un día largo trecho, pero síes conveniente indicarles el camino.
Ya las grandes sociedades de obreros han obtenido en Europa
poder que a veces las iguala a los Congresos. En la América del Nor
te, con el cambio de condiciones, las sociedades de obreros si no son
tan poderosas, son más fecundas. Ser aún más fecundas corresponde
a las sociedades de obreros en la América del Sur.
Los problemas planteados en el Viejo Mundo se simplifican y
resuelven en la tierra de los Franklin. Los problemas insolubles en la
América del Norte han de encontrar solución simplificada en las tie
rras meridionales. Demócratas por naturaleza los latinoamericanos,
más aún que los yankees, ciframos nuestro orgullo en que aquí ha dé
realizarse la fusión de razas yel equilibrio económico. Por esto nues
tras asociaciones.de obreros, que no se malograrán por divisiones de
castas, tienen derecho a un porvenir más hermoso que las del Norte.
La "Unión Universal dé Artesanos", que no es verdaderamente
una.sociedad de obreros, ha dado en el Perú los primeros pasos dentro
de la vía del progreso; cuando pueda, dará los otros. Esa gran Socie
dad, la que cuenta entre todas las de la República, mayor número de
afiliados, es yserá un factor valioso para nuestro desenvolvimiento
social, si la corriente de asociación que ha iniciado no se detiene.
Debe ser, cuando menos, pequeña rueda dentada que determine el
movimiento en un gran mecanismo.
Estudiemos todos los peruanos el ejemplo de la "Unión
Universa[l]", reflexionemos ymovámonos también. Pues hay sínto
mas de vida, pues se organizan sociedades de propaganda yacción,
secundémoslas todos; pero con la conciencia de lo que hacemos, ave
riguando antes, ya que marchamos, a dónde marchamos.
Quizá nos tracemos un rumbo que no sigamos; muchas veces
somos arrastrados por donde menos queremos. La humanidad entera
Manuel González Prada yel Radicalismo peruano 175
marcha en el tiempo como las antiguas caravelas Isicl en el Océanos;
aprovéchalas corrientes, no puede crearlas. Así marchan tambiénlas
pequeñas agrupaciones humanas. Aveces una yotras dan con Amé-
ricas sin saberlo. Otras veces se estrellan contra un peñasco.
Luis Ulloa".
FUENTE: La Integridad. Año II, Nro. 67. Lima, 1 de noviembre de 1890, pp. 1y s.
Semblanza de Manuel González Prada atribuida a V. M.
Maúrtua (Lima, 16 de mayo de 1891)
"Manuel González Prada.
í
Para hablar de González Prada, necesitaríamos de la pluma de
Cormenain.
Es loque se llama una personalidad, uncarácter: algo que sobre
sale, que se presenta como una figura simpática, a laque puede que
rer la juventud y puede seguir, sin correr el peligro de ser sacrificada
en aras de ambición que no tiene, ni en farsas que su alma repugna
por instinto.
Cuando uno ha llegado a tener la fortuna de tratar de cerca a
estehombre superior, a este ciudadano que eshonra de supueblo, no
sabe qué admirar más, sisutalento o sucarácter, si susuficiencia o su
conducta.
Desde el hogar de sus antepasados hasta el que ha formado, no
hay más que línea recta.
Nació entre libros y no vive sino pensando en ellos.
Los que no le conocen le creen por esto uno de esos soñadores
teóricos que viven entreilusiones sin conocer un palmo ni del terre
no ni de los hombres que le rodean; y, no obstante, así encerrado en
las cuatro paredes de su casa y en plática constante con los más
avanzados pensadores del mundo, había ya estudiado las causas
176 Hugo Pereyra Plasencia
fundamentales de la guerra de Chile, y cuando nada hacía presumir
esa guerra intestina que hoy le agobia, la presagiaba con todos sus
desastres; y siempre que se ha ofrecido presentar al vivoel retrato fiel
del Perú intelectual, social o político, no tan solo ha reproducido el
original conelanimado colorido dela más triste realidad, sino queha
indicado el camino que se debe seguir para encontrar seguro el sen
dero de la rehabilitación y del progreso.
Algo más, admira cómo estesilencioso hombre de estudio cono
ce el pormenor de la vida de nuestros hombres públicos: los que fue
ron y los que son: todos viven íntimamente en la memoria de quien
tan lejos ha estado toda su vida de los vaivenes de la política.
¡Qué libro tan tremendo, hemos dicho más de una vez, sería el
que escribiera González Prada sise le antojase biografiar consu plu
ma maestra a los hombres de la Babel peruana!...
Jamás ha ocupado puestos públicos, ni mucho menos figurado
entre los afiliados a candidaturaspersonales: ha ceñido espadaen las
columnas de la reserva y no se retiró de los fuertes, en los que se le
señaló lugar, sin clavar antes los cañones que no debían rendirse al
enemigo.
No ha desperdiciado sus luces sino que las ha puesto al servicio
de las ideas grandes y nobles: ya trazando la biografía de los Grau ya
recordando a la juventud sus deberes.
Ha merecido como recompensa de este comportamiento y como
estímulo, los votosde Aymaraes en las últimas elecciones para la pre
sidencia de la República; votos para la primera Vicepresidencia en
otrode los importantes departamentos delSury el nombramiento de
Delegado para la Junta proyectada del rescate de Tacna por varias
provincias del Perú.
Los obreros le buscan y solicitan sus consejos, las asociaciones
patrióticas lodesignan como miembro honorario ysu nombre essím
bolode honor y de orgullo para la juventud.
Austero, con la inquebrantable austeridad de los hombres vir
tuosos, sencillo en su trató, honrado, franco y leal, en todos losterre
nosen los quesele busque, es el ciudadano más merecedor delpues
to a que por aclamación le ha elevado la UniónNacional.
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano i 77
Sin reserva hemos hecho justicia a jos merecimientos de este
notable pensador". I*
FUENTE: La Integridad. Año II, Nro. 95. Lima, 16 de mayo de 1891, p. 2.
Semblanza de Manuel González Erada por Luis Ulloa
(30 de mayo de 1891)
"Manuel González Prada. -.?
"Nací enLima. Fueron mis padres D. Francisco González Prada y ti
doña Josefa Ulloa de Prada".
Tal fue la lacónica contestación del señor González Prada al
compilador Cortez, cuando éste le demandaba datos para una biogra
fía. Yelescritor chileno laconsignó en sulibro queriendo dara cono
cer, del mejor modo, a quien élreconocía tanbueno ysimpático como
hombre que como poeta. f;
Tal habríasido también la respuesta del señor González Prada a
mí, si yo, desconociendo su carácter, le pidiera algún apunte para
historiar su vida.
La contestación encerraba un reprocha, era unalección disimu
lada. Modesto por temperamento ypor educación, pensador por na
turaleza ypor costumbre, elseñor González Prada observaba que la
biografía de los vivos entraña contradicciones y arrastra dificultades.
La vida entera de un hombre es una sucesión lógica de hechos cuyas
premisas están en el hombre mismo, que varía, y en el medio univer
sal que varía más aúnque elhombre. Ningún actohumano puede ser
juzgado sino en relación conlos que conélcoexisten, lepreceden yle
suceden. De aquilas contradicciones que entraña la biografía de un
vivo. i'..
Ningún acto humano puede, tampoco¿ser juzgado sin que sobre
él se pronuncie veredicto favorable o adverso. El veredicto favorable
178 Hugo Pereyra Plasencia
es para el hombre modesto y severo más embarazoso aún que una
cruel sentencia; lo es tanto más cuanto más favorable es, porque el
mérito reconocido suele, originar en la negra muchedumbre de las
almas bajas envidias e iras proporcionales a sí mismo. De aquí las
dificultades que arrastra la biografía de un vivo.
Mientras un hombre se sostenga de pie en esta lucha eterna de
ideas, de intereses yde pasiones, la historia de ese hombre, subiogra
fía, escrita porcualquiera, amigo o enemigo, estraño [sic] o conocido,
tendrá que resentirse de parcialidad, más o menos manifiesta. Para
evitar todo tinte de injusticia, fuera preciso reducir la biografía a una
descosida e insípida anotación de fechas; pero tal biografía dejaría de
serlo y valdría más que no fuera escrita.
Estas reflexiones se hizo indudablemente González Prada, cuan
do lacónicamente contestaba a la solicitud del escritor Cortez. Estas
mismas reflexiones me hago yo ahora, vacilándome la pluma en la
mano, insegura todavía para continuar una tarea tan difícil por mil
motivos...
Pero en los momentos álgidos de la lucha, en las horas de batalla
franca y abierta, ¿no vale más juicios apasionados, henchidos por el
fuego de la simpatía, que insustanciales agrupaciones de fechas?
El guante hasido echado, la palabra de reto vibró ya; tiempo es,
pues, para que presentemos de cuerpo entero, tal y como lo conoce
mos yjuzgamos los que a su lado vamos a combatir, a quiena nombre
de todos nosotros lanzó en primer lugar el guante y pronunció antes
el reto.
González Prada nació en Lima en 1844. Hechos sus estudios pri
marios en estaciudad, fue enviado porsu familia a Chile, e ingresó a
un colegio inglés de Valparaíso, donde cursó dos años no completos
de lo que ahora denominamos instrucción media. De regreso a Lima,
después de corta permanencia en el Seminario de SantoToribio, fue
admitido en el antiguoConvictorio de San Carlos, donde terminósus
estudios preparatorios y rindió año por año examen de todos los
Manuel González Prada yel Radicalismo peruano 179
cursos de Derecho que entonces se dictaba [n]. No quiso, obedecien
do asus impulsos naturales, obtener grado alguno, yse retiró conclui
dos esos estudios, asu hogar, para dedicarse poco después alas ame
nas, sencillas yfecundas labores de la Agricultura.
Hijo de una familia católica por tradición, de antigua ynoble
cuna, familia en cuyas venas hervía todavía muy pura la vieja sangre
española, González Prada sorprende, pasma con su liberalismo a los
que creen escandaloso delito el rompimiento con el pasado. A los
liberales, alos descreídos, no escandaliza, pero sí admira cómo pudo
Prada formarse tal como es en el seno de su familia, ya pesar de la
instrucción escolástica de sus tiempos.
Pero Prada había nacido liberal, como otros nacen fanáticos reli
giosos. Por raro yencubierto fenómeno fisiológico ysicológico, que
acaso nunca explique nuestra ciencia, hay hombres que traen en sí el
germen de doctrinas determinadas, germen tan robusto, aveces, que
hasta en un medio extraño se desenvuelve desembarazadamente.
Prada trajo el germen del libre-pensamiento. Aún niño, colocado por
su padre en el Seminario de Santo Toribio, se escapó al poco tiempo
de allí yse presentó en su casa. "Me escapé, dice él ahora alos que le
interrogamos sobre ello, me escapé por instinto. Sentía repugnancia
por los frailes. Son ellos tan anti-higiénicos por hábito, que sólo en el
nombre de la limpieza debían ser sentenciados".
La naturaleza encaminaba aPrada ala tierra de promisión de las
ideas nuevas.
Su padre, como todos los hombres ilustrados de aquella época,
aunque católico, tenía en su biblioteca unrincón reservado a Diderot
yVoltaire. No es posible, ni para el Papa o el Gran Patriarca, si se
desea tener un concepto cabal del ingenio humano, resignarse ano
escuchar, siquiera por momentos, la franca palabra del buen
enciclopedista ya no gozar, siquiera a hurtadillas, las burlonas sonri
sas del señor Arouet. González Prada halló, pues, entre los libros de
su padre, nutritivo alimento para su espíritu.
No debió hallarlo tan nutritivo en las aulas de San Carlos. Esta
institución mixta entonces, ingerto [sic] de Universidad en Colegio,
conservaba todavía, como hasta hoy conserva, un subido tinte de'
180 Hugo Pereyra Plasencia
escolasticismo. Todavíavagaban por sus claustros, como rabiosaspro
testasdel pasado, magnetizando a los noveles catedráticos, las pesa
das sombras de losantiguos rectores, calado el solideo, arrastrando la
sotana, la férula en la mano y el anathema sit en el labio. Para los
hombres que, como González Prada y otros, escondían bajo la almo
hada alláen los viejos dormitorios de San Carlos, libros inscritos en el
índice romano con muy gordas letras, debían ser horrible pesadilla
aquellas lecciones de Derecho Canónico, o qué se yo, que a mi me
parecen oídas de lejos, algo así como Maitines mal cantados yentre
verados con lecturas de Alfonso el Sabio y de Ortolán.
Pradahabía nacidopara otra clase de estudios. Su cerebroinicia
doya enlas robustecedoras fruiciones delaverdad nopodía sugetarse
[sic] estrictamente a los juegos malabares de una enseñanza que él
recibía nopor supropio empeño, sino más bienpor conformarse a los
deseos de su padre. —"Yo hubiera sido ingeniero —dice ahora— Los
cursos de Matemáticas fueron los que estudiaba con verdadero gus
to". Es probable que al decir esto, Prada se equivoque algo.
Élno hubiera sido ingeniero, como no llegó a ser abogado. Para
unainteligencia dealto vuelo como lasuya, las purísimas lucubraciones
de las Matemáticas son un alimento necesario y agradable, pero no
son tal alimento aquellos centones de fórmulas empíricas o conven
cionales que constituyen la casi totalidad y loprincipal de laIngenie
ría. Para su sensibilidad de poeta, ya despierta, aquellos cálculos de
vigas o de ejes, donde las Vírgenes Matemáticas aparecen contrahe
chas ydesgreñadas, tenían que sercomo planchas de mármol coloca
das sobre el corazón. Prada no habría sido en ningún caso sino lo que
es: un hombre ávido de verdad, un talento libre que se profundiza en
los conocimientos de su predilección y analiza dónde ycuándo quiere
analizar. Tal vez si entonces existieran los títulos de doctor en Filoso
fía yLetras o enCiencias Políticas, Prada hubiese obtenido alguno de
ellos; pero ¿qué importa uritítulo, un trozo de papel o pergamino, a
quien sabe más y mejor que la mayoría de los diplomados?
Rodeado, pues, de una atmósfera contraria a su naturaleza y a
sus ideas nacientes, se realizó en Prada lo que se realiza en toda inte
ligencia escogida y en toda fina sensibilidad situadas en un medio
Manuel González Prada y el Radicausmo peruano 181
bárbaro para ellas, y forzadas a encajarse en moldes para ellas horri
bles. La dejadez del cuerpo y la pereza del espíritu, dos voluptuosas
doncellas, que espían nuestra adolescencia y acechan nuestra juven
tud para atraernos hasta su regazo y enfriarnos con suslabios de hielo
y tenernos constantemente entumecidas, y constantemente negar
nos la suprema de sus caricias, un inacabable sueño; se apoderaron
también del joven estudiante limeño y le'arrullaron bajo las bóvedas
del Convictorio. Cuentan condiscípulos'de él que casi no repasaba
los cursos, y que lo oído estudiar a sus compañeros o explicar a los
profesores, completado con una lectura de última hora, le bastaba
muchasveces para rendir exámenes tan buenoscomoel mejor. ¡Clara
pruebade la superioridad del talento sobréla dificultad de la materia!
[i]Y prueba palpable de la vanidad del rigorismo y de las exigencias
contra natutaleza! "';
En tal estado, un espíritu superior, ¿quédesahogos busca sino las
dulces expansiones del Arte? A esta época corresponde la iniciación
de Prada en el cultivo de la poesía. Parte;del tiempoque no necesita
ba consagrar al estéril para él, pero rudo trabajo de aprender gruesas :í¡f
de artículos del Código y repetirlos de corrido, la consagraba a la lec
tura de novelas, dramas, líricas, etc. Entonces principió a formarse un
gusto, a distinguir escuelas y conocer escritores; entonces compuso
sus primeros versos.
Cuando dejó San Carlos, huérfano ya, dueño de sí mismo,y en la
necesidad de guiarse, llevaba consigo un regular bagaje de conoci
mientos literarios, conquistado, robando Jfiempo a la enseñanza ruti
naria; llevaba por su propio esfuerzo fortalecidas sus libres ideas y
cultivada su sensibilidad, a pesar de la dejadez del cuerpo y la pereza
del espíritu. ,1
Desde entonces, a salvo del tutelajé escolar, Prada no ha dejado
pasar un solo día sin aprovecharlo para él cultivo de su inteligencia,
de una manera racional, sin corta-pisas salvajes. Ya en Lima, en el
seno del hogar materno, ya en el campóla cuyas faenas vivió consa
grado largos años, hasta el de la invasió|í¿chilena; ya en viaje de ob
servación provechosa a diferentes regiones de nuestra patria, ya en el
campamento, en medio de las improvisadas tareas del miliciano; ya
 ¡82
Hugo Pereyra Plasencia
en el nuevo hogar, que muerta su madre ha formado; nunca, un solo
día siquiera, le faltó o le falta el pan de la lectura.
Metódico dentro de su libertad, consecuente con su talento ver
daderamente laico, aduna siempre en su consagración al estudio, la
ciencia yla poesía. Habiendo aprendido en los colegios la lengua fran
cesa yla inglesa, como la latina, que nunca descuidó, ha llegado, merced
asu contracción aconocer la alemana, la italiana yalguna otra, de tal
manera que las traducciones por él hechas de esos idiomas al castella
no ysus juicios sobre escritores ingleses, alemanes, etc., nada dejan
que desear a los buenos poseedores de aquellas lenguas. Se adivina
que el ejemplo, alguna vez citado anosotros, de Bello, anciano yacha
coso estudiando con ahínco el griego, siempre lo ha tenido él presente.
Dueño de varios idiomas, ha leído con provecho, puede decirse,
ha estudiado, la Geología, la Paleontología, la Antropología, la Quí
mica, en resumen casi todas o las principales de las Ciencias Natura
les; pero su consagración especial ha sido al conocimiento de los gran
des pensadores y a la erudición sociológica y literaria; observando
punto por punto el gran desenvolvimiento crítico yparcialmente sin
tético de nuestra época.
El puede seguir la conversación de un astrónomo, de un médico,
un naturalista oun químico sin embarazarse; pero con un Saint-Beuve
discutiría concienzudamente aPascal yRabelais, aBalzac yLamartine;
con un Guyau disertaría claramente sobre la teoría spenceriana y
darwiniana osobre las evoluciones de la idea religiosa; con un Ama
dor de los Ríos comentaría juiciosamente la Celestina ola Galatea; y
argumentaría bastante bien, con unCuervo, en Sintaxis Castellana.
Yen medio de esta universal erudición, tan particular en ciertos
ramos, lo que ami me admira es cómo Prada conserva la totalidad de
sus conocimientos ordenados y rejuvenecidos; su cabeza es como su
biblioteca de poetas, en la cual están todos los de primero, segundo,
tercero yquizás hasta cuarto grado, desde los autores de Ramayanas y
Odiseas hasta los autores de "Idilios del Rey" y"de Blasfemias", todos
en arreglo cronológico y estético, como hablando del fondo de los
estantes, con ese tinte de vida que dan a los libros la novedad de la
edición y el cuidado de su dueño.
J
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 185
Otro fenómeno se realiza en Prada, perfectamente explicable,
pero raro y antinatural para el vulgo, acostumbrado a creer que en
todos los casos una continua bebida en la fuente de la verdad cientí
fica y de la crítica, mata la fantasía y enerva la sensibilidad. En Prada,
ese polvo de libros que se llama erudición, no ha cubierto con
esteri[li]zadora capa la fresca vegetación de una alma poética. Esto
sucede, por ese sabor a juventud que caracteriza sus conocimientos:
todas las ideas viven en él la vida nueva; los más remotos hechos son
vistos al través de las más modernas doctrinas.
Por eso, a medida quehan progresado sus estudios, han progresa
do sus versos. A sus primeros ensayos, un tanto pesados y de un dejo
arcaico muy marcado, siguieron sus poesías de corte romántico, pero
en inglés; después susversiones del alemán, no bien apreciadas hasta
ahora; y en fin esos romances nacionales, de que nos ha dado unas
muestras en "El Mitayo"y "La Cena de Atahualpa", romances donde
a un fondo de originalidad se adunan la arrogancia del idioma caste
llano y la dulzura del corazón alemán.
Elpoeta ha sabido atléticamente levantarse almismo tiempo que
el erudito, sin resentirse el uno del esfuerzo del otro.
II
La fisonomía moral de Prada corresponde perfectamente a su
fisonomía intelectual. Su inteligencia, susensibilidad ysu voluntad se
desenvuelven en vías paralelas.
El carácter que posee le viene, en gran parte, de familia. Con la
sangre, recibió una voluntad de hierro; y de la atmósfera católica de
su hogar asimiló a su organismo lo mejor, la austeridad de costumbres
y la severidad en las acciones. El trajo, como dote, una excesiva mo
destia.
Su padre era un hombre inflexible. Siendo Consejero de Estado,
siempre íntegro y ajeno a las pasiones políticas, se realizó, sin que él
cayera de su puesto, la ruina de Echenique y la subida de Castilla.
Cantóse un Te Deum en la Catedral, en conmemoración de "La Pal
ma", Te Deum con una oración fúnebre o algo asídelObispo Tordoya,

184 Hugo Pereyra Plasencia
donde naturalmente se hacía la deificación de Castilla y se condena
ba a Echenique al fuego eterno. Llegó el Monseñor en sus anatemas
al caído, a un punto que salía de los límites de la verdad, más allá de
lo humano. Cuentan los hombres de esos tiempos, que don Francisco
González Prada, el viejo católico, sentado junto al Presidente de la
República, se puso de pie en aquel momento, y lanzando la mirada y
tendiendo el brazo al predicador, le dijo con clara voz, de todos oída:
"miente Ud. Sr. Obispo".
Ese hombre que así imprecaba Obispos sorprendió una vez al
hijo, quesele habíaescapado de Santo Toribio, por repugnancia a los
frailes, leyendo a Diderot. "Dejaese libro. —Esun libromalo" —dijo
el padre— "Pues si es malo; ¿para qué lo tienes en tu biblioteca?"
—replicó el precoz hereje. El Sr. González Prada calló, dejó al niño y
nunca más intervino en sus lecturas.
No es, pues, extraño que el niño lector de Diderot fuera, conver
tido en hombre, quien después de haber permanecido en las fortale
zas del Pino hasta las doce de la noche del 15 de Enero de 1881 y
haber clavado en ellas los cañones, siendo simple jefe de la Reserva;
entrara a Lima, se encerrara en su casa y no saliera de ella sino cuan
do el último soldado chileno desocupó la ciudad el 2 de Octubre de
1883. A una inteligencia comola suya no se le escapaba que todoestaba
perdido: ¡valía más prepararse y reservarse limpio para el porvenir!
De su padre heredó Prada la virtud de la energía, de la madre la
limpieza de costumbres. Niño se le puede decir todavía, juzgándole
en su vidaprivada. Esde verasmuyraro, en estostiempos, un hombre
que, después de acrecentarsu hacienda heredadacon un trabajohon
rado, forme un hogar donde cumple estrictamente todas sus obliga
ciones; un hombre que, como en su juventud no frecuentó salones,
no frecuenta ahora clubs, y no conoce los disfrazados vicios de socie
dad bajo ninguna forma.
Y, ¿qué sedirádelhombre que a un puritanismo tan exótico en el
Perú añade la caridad, esa virtud salvadora de las religiones, y la tole
rancia, esa caridad del libré pensamiento? ¿Qué del hombre, que a
tales méritos reúne todavía una modestia, más bien dicho, una hu
mildad que contagia a quien se le acerca?
Manuel González Prada y el Radícalismo peruano 185
Porque la modestia de Prada, verdaderamente excesiva, no es
una modestia falsificada, una modestia 4e ornamento, de esas que
por todas partes dicen: 310, que valgo tan poco, yo, que soy tan pequeño,
como reclamando un aplauso atodo el mundo; la modestia de Prada
es de aquellas raras flores que ala luz del día se marchitan, de aquellas
modestias que nunca hablan de sí mismasVque huyen de la alabanza,
que se reconocen en el pudor del rostro yel embarazo de la palabra.
Esta modestia es toda una virtud ytiene toda ladelicadeza de las
virtudes. Los grandes hombres de laantigüedad no la conocían; me
nos los pequeños. Cicerón encarecía susirhéritos ysu inteligencia en
el Forum, ostentando la misma quijotesca magestad [sic] con que
Nerón se lamentaba en su hora última. Paca ellos esa modestia hubie
ra sido una debilidad. Tampoco la conocen todos los grandes hom
bres contemporáneos. Víctor Hugo asoma mil ymil veces la cabeza
entre las montañas de sus poemas, para pedirnos una corona. Castelar
sale aflote, frecuentemente, desde el fondo del mar de su elocuencia,
como para preguntarnos: ¿qué tal lo hago?
Si ellos, grandes hombres de nuestro siglo, desconocen la modes
tia, ¿cómo han de conocerla los pequeños? En nuestra América del
Sur, al menos, hasta mozalbetes de quince ydieciocho años, bosque
jos de caricatura de Tenorios, se creen ya dignos de una diputación o
un ministerio.
Por eso, yo pongo la modestia de Práda sobre todos sus méritos.
Más que oírlo discutir las bellezas de un canto del Tasso ouna oda de
Leopardi, me encanta verlo ruborizarse cuando alguno de nosotros
deja escapar asu oído una frase que aél lé sepa aalabanza. No encuen
tro con qué comparar la humildad de escombre aquien la Repúbli
ca entera felicitaba un día por su valiente palabra, yque guardaba en
tanto su discurso ensu gaveta, sin cuidarse de publicarlo, como quien
guarda un apunte cualquiera. Sólo repetiré, una vez más, que ha con
servado su corazón de niño bajo el candente pecho del escritor públi
co como lo conservó bajo el honrado pecho del agricultor.
 186 Hugo Pereyra Plasencia
III
Tal es, aproximadamente, en su aspecto intelectual y en su as
pecto moral, en lavida desuestudio yen lade su hogar, el hombre a
quien los jóvenes del "Círculo Literario" buscaron un día para arran
carlo de su sosegado retiro/traerlo al teatro de las luchas literarias y
sociales y formarle en torno legión de sostenedores.
No fue una simple intuición de la juventud ese verdadero rapto
de Prada a sus costumbres apacibles. Los jóvenes le conocían desde
entonces potque ya élhabía escrito para Grau en 1885, una preciosa
página digna del ilustre marino, y también había escrito, para ellos
esa magnífica conferencia leída en el "Ateneo de Lima" en Enero del
86, tan rica en la erudición, tan hermosa y sencilla en el estilo, tan
sabia en los juicios, tan discreta en los consejos, que debía tener un
sitio muy especial en nuestras mesas de estudios. Le conocían tam
bién los jóvenes, porque circulando poco a poco entre ellos lafama de
su saber, arrastrándose uñosa otros, muchos llegaron a tratarle, yob
tener de élenseñanzas o libros, yalgunos hasta lograron su colabora
ción para esos varios periódicos de la juventud, que han vivido lo que
las rosas, colaboración reducida generalmente a una preciosa como
pequeña versión de Shelley o Heine, especie de dijes de buen gusto, o
a una crítica anónima, como aquella de "Luzbel" de Núñez de Arce,
la cual anda por allí* con la firma de JUSTINO FRANCO, cuando
podía llevar sin rubor ninguno la de Larra o la de Planche.
Cuando Prada, enOctubre de 1887, pronunció, al encargarse de
la presidencia del "Círculo Literario", un discurso que, sin contener
doscientas palabras era todo un programa de ideas nuevas para noso
tros, no faltó entre los vividores de las altas atmósferas artificiales
quien, oyendo lo de la presidencia, pero no preocupándose del dis
curso, preguntara: ¿qué hombre es éste? ¿de dónde sale? Las breves
palabras de Prada ante la tumba de Márquez resonaron como una
respuesta. Ese discurso lo leyeron todos, se impuso ¿Qué hombre era
* Revista Social - Agosto de 1886
Manuel González Pradayel Radicalismo peruano 187
ese? Era un libre pensador con derecho allevar la frente erguida ¿De
dónde salía? Salía del seno de la verdad.
Desde ese día Prada comenzó a destacarse claramente entre las
nieblas que oscurecen el horizonte de la patria. Se organizó la fiesta
de los colegios libres. Era preciso una palabra de aliento. Todos los
jóvenes que intervenían en el arreglo se fijaron en Prada. Cinco oseis
días se le dieron para preparar su escrito. El 29 de Julio de 1888, en la
noche, sobre el hermoso proscenio del Politeama, leía un joven, inte
rrumpido por frenéticos, por rabiosos aplausos, por estruendosos bra
vos transformados al fin enlágrimas de entusiasmo yde remordimiento,
esa célebre alocución alajuventud yala niñez, que parece meditada
en diez años por un Rousseau, oinspirada en un soplo aun Isaías. La
palabra de Prada recorrió entonces la nación entera como una co
1 rriente eléctrica; "la lección dada por los colegios libres de Lima halló
ejemplo enlos humildes caseríos de laRepública", y"las frases pro
nunciadas en esa fiesta fueron rudos martillazos que retumbaron por
todos los ámbitos del país". Para los soñadores de una patria nueva,
ese éxito fue un consuelo: se sintió el primer latido [sic] de unas alas
grandes.
Vino después elintachable discurso leído en el"Olimpo"; elrudo
ataque alcontrato Grace en "El Radical";:ese artículo del 15 de Julio
del 90, que fue una protesta a nombre de la Nación; y otros pocos,
firmados los unos, anónimos, pero reconocidos, los otros, porque el
estilo de Prada es realmente el hombre.
La personalidad delPresidente del "Círculo" continuó destacán
dose con formas de gigante, más y más distintamente en nuestro con
fuso escenario. Unos contados escritos bastaban para que el honrado
agricultor y dulce poeta, se presentase conjuntamente como un
prosador de formas vigorosas, de corte aloPascal yfiguras hugonianas,
como un libre pensador evolucionista, sinlas utopías del romanticis
mo en el progreso, como un entusiasta consejero de la juventud y
franco defensor de los intereses de la patria. Esos escritos corrían con
su propio empuje; se recomendaban por su propio mérito. Su autor
hubiera deseado no firmarlos nunca, por no ver su nombre en carac
teres de imprenta; jamás se interesóen el éxito de ellos ni se preocupó
188 Hugo Pereyra Plasencia
de coleccionarlos en un libro, que casi todos los peruanos desearía
mos poseer.
El, aunque ansiosodel triunfo de las ideas nuevas y más aún an
sioso de la constitución de la patria, los dejaba salir de su pluma sólo
a fuerza de nuestras instancias, con pena por la atención que traían
parasu nombre, y acaso con más pena todavía por las amargas acusa
ciones y terribles reproches que ellos entrañaban. Debeser, en efecto,
muy cruelparaun hombre bondadoso, lanzarse en estasbatallas de la
prensa, donde hay quegastar más fiereza queen las batallas de hierro,
pues en ellas se rifa algo que vale sobre lasangre, las ideas; donde hay
que cubrirse los ojos paraheriry no descubrírselos al sentirse herido,
pues en ellas el golpe que seda puede caer sobre la cabeza o el cora
zón del hermano, y el que se recibe puede venir del brazode un ami
go-
Desgraciadamente, los escritos de Prada han tenido, como su
carácter, la cualidad de las cosas buenas; atraer con toda fuerza a los
buenos, que sonlos más, yserrechazadas contodo odio porlos malos,
que sonlos menos. Lafirmeza de sucarácter, imposible de convenirse
con una ridicula confesión dé campamento, en vísperas de San Juan,
conquistó a Prada el enojo del dictador de 1880, enano Atila de
tragi-comedia, que colocaba la capitalde la República donde su ca
ballo poníael pie. Prada recibió entonces la calumniosa imputación,
llenade negra ironía en tales instantes,de conspirar con el pardismo
o civilismo. La valentía y sinceridad de sus escritos, imposibles de
amoldarse a la mentira y el servilismo, le han conquistado el profun
do rencor de más de uno. También ha habido para él, insultos, calum
nias, burlas, todo lo que constituye la pre-histórica munición de gue
rra del ejército de almas ennegrecidas que llamamos clero y de los
montoneros de frac y guante que se titulan nuestros hombres públi
cos. ¡Qué no se le ha dicho! ¡A qué no se ha apeladoen su contra! La
prensa entera de Lima prestó sus columnas de tanto por línea, para
que se le hiciera la cobarde5guerra del anónimo; fraguó para los dis
cursos, querecorrían triunfalmente las provincias, unaestúpida cons
piración de silencio, recurso viejo de larabiosa impotencia. Él nunca
seha quejado, nunca [ha] contestado alinsulto. Ha escrito estafrase:
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 189
"El sembrador deideas nocombate confufrhinadores deimproperios
ni con amasadores de lodo". i-
IV
Hombre de tanto valer, estaba destinado naturalmente a no mez
clarse en nuestra vida política. Prada sólo tuvo un cargo público du
rante una de las casi constitucionales administraciones anteriores a la
guerra conChile; fue juez de hecho, —porque todavía confiaba enla
libertad de la palabra— un juez de hecho que nunca halló en las
denuncias motivo para formación de causa. Pero, olvido la verdad.
Prada ha desempeñado otros dos cargos públicos: fue voluntario el 2
de Mayo de 1866, fue miliciano el 15 de Enero de 1881.
Difícilmente, también volverá a desempeñarlos. Mienten quie
nes lo acusan de ambicionar mando de cualquiera clase. Éstos, que
•#*
han de ser quienes creen ofenderle echándole en cara haber estudia
do veinticinco añoso haber sido agricultor, deben ser tal vez los mis
mos que han ido a tentarle ofreciéndole, yaunacurul de Senador, ya /ti
un bastón de Vice presidente, sin obtener de él sino el más digno
rechazo. ¿Quéotra cosa podían obtener de!caballero que nunca ins
cribió su nombre en el registro de uno de nuestros partidos, y que
recibió con sorpresa y cortedad los votos de una provincia para la
Presidencia de la República?
La juventud que rodea a Prada tampoco tiene por mira hacerle
sentaralguna vez en unode esos sillones tantasveces profanados por
los monstruos concebidos en el vientre de nuestra miseria. Poco im
porta: no es preciso que Prada cargue el pprta-folios de un Ministro o
lavara de unAlcalde. Lo que importa, lo cfiíe precisa, es que su pala
bra continúe retumbando como rudos martillazos en los ámbitos de todo
el país; que su aus[t]eridad continúe siendo'ejemplo a los hombres de
mañana y anatema viviente paralos hombres de ahora.
No es la estereotipada argumentación de un decreto ni la altiso
nantepalabrería de unanotaoficial loquépos debe Prada. Nos debe
sus magestuosas [sic] propagandas de idea?, sus sabios juicios y pru
dentes consejos.
 ¡90 Hugo Pereyra Plasencia
El viaje que hace hoy a Europa, él, que lleva en el cerebro todala
sustancia de la civilización europea, debe tener por principal objeto
buscar enelalejamiento de este revuelto pantano de pasiones yensu
comparación visible con la desbordante cultura de ultramar, lugar y
ocasión para componermás de un libroesperado por nuestras biblio
tecas. Las prensas europeas están comprometidas ante la juventud
del Perú para hacer carne de letras el éter de las ideas que las prensas
peruanas, por despecho o por vergüenza, no intentan aceptar en su
regazo.
¡Que este escrito, si tiene alas para tanlargo vuelo, vaya siguien
do las huellas de Prada hasta el corazón de Europa, y haga recordar
allá a las imprentas su deuda para nosotros; ycon elmismo desaliño y
desconcierto en sus frases de corrida, hagarecordar a Prada la since
ridad con que le estimamos y la confianza con que esperamos nos
recuerde!
Luis Ulloa".
FUENTE: La Integridad. Año II, Nro. 97. Lima, 30 de mayo de 1891.
Conferencia de Abelardo Gamarra en la Sociedad Unión
Universal de Artesanos (diciembre de 1892)
"A nuestros artesanos.
Anotaciones generales sobre organización de la clase obrera en
el Perú. Conferencia de Abelardo Gamarra en la "Sociedad Unión
Universal de Artesanos".
Señores, estamos en familia ypodemos hablar sin lujos de retóri
ca acerca de uno de los problemas más importantes del progreso: la
organización de la clase obrera en el Perú.
Manuel González Prada yel Radicalismo peruano 191
Alguna vez fui enviado encomisión para concurrir a una de esas
fiestas solemnes que con frecuencia celebran en esta Capital los arte
sanos, y, de propósito, procuré que me acompañase uno de aquellos
jóvenes versadísimos en estudios sociológicos, lleno de proyectos de
reforma, y sinceramente interesado en bien de los obreros. Terminó
la actuación; y, al retirarnos, lamentó no haber concurrido de frac,
pues aparte de la comisión de recibo, que vestía traje de la más rigu
rosa etiqueta, la mayor parte de los concurrentes se presentaron de
levita.
Nuestro amigo, empapado en la lectura de los libros europeos y
habituado aoír hablar ydescribir la blusa del obrero de allá, imaginó
encontrar aquí a los artesanos poco menos que en mangas de camisa:
no conocía la holgura de que disfrutan muchos maestros yprimeros
oficiales enlos talleres, yhasta muchos de los que no lo son, ni había
visto como yo a redactores principales de diarios con sueldos de
quince, veinte y cuarenta soles, al lado de maquinistas que ganaban
ochenta.
Como este joven son muchísimos de nuestros hombres ilustra
dos: ignoran por completo la condición de los obreros y los juzgan
según los libros. Es poresto, señores, que cuando escriben sus novelas
yen ellas figura un artesano, éste no es otra cosa que algún otro pica
pedrero como el de Lamartine; un maestro de fraguas, como el que
presenta Sardou; o, enfin, algún socialista, de los descritos por Balzac,
Doude o Zola: ven a nuestros obreros a travez [sic] de lentes ágenos
[sic].
Otros hay, y no son por cierto los amigos sinceros de la clase
obrera sino sus más infames corruptores, que, fingiendo interés por
ella yconociéndola perfectamente, la explotan: entran aquí lo que se
declaran sus protectores; los políticos que engatusando a los más ino
centes, o valiéndose de los más sabidos, que de todo hay en la viña
del Señor, trafican con la conciencia de nuestros compatriotas; se
hacen padridos [sic: padrinos] de estandartes o de bendición de lo
cal, oblan soles en calidad de donativo, prometen beneficios que se
desvanecen como el humo, satisfechas que encuentran sus aspira
ciones.

192 Hugo Pereyra Plasencia
Los unos porque no los conocen, y los otros por conocerlos de
masiado, dejan en su perfecto statu quo a los artesanos, que si algo
hanobtenido es debido a sus propias fuerzas y algeneroso impulso de
muy pocos.
Noesestraño [sic] que esto suceda colocada laclase obrera, como
todos los elementos de progreso material y moral en el Perú, entre
teóricos idealizadores y prácticos de segunda intención; loque debe
asombrar es que la misma clase obrera no se conozca: ella misma ig
nora su fuerza, su condición ysus necesidades; yeldía que, midiendo
la una, apreciando la otra, y comprendiendo bien las últimas, actúe
con inteligencia y valor, comenzará a establecer su porvenir sobre
inconmovibles cimientos.
Sidesde hoy trabajamos por mejorar lacondición de los obreros,
habremos trabajado por elmás poderoso elemento de progreso, pues
no debemos olvidar que si del pueblo sobrio, trabajador yhonrado de
la República romana pudo salir un Cincinato; de las turbas que llena
ban los circos yse embriagaban enlas termas de la roma imperial, sólo
salieron pretorianos venales que pusieron en venta el trono de los
cesares: del pueblo virgen que apacentaba sus ganados ysoñaba con
la gloria de los conquistadores en las fértiles praderas de Germania
pudo salir la horda victoriosa que pisoteó los viejos dioses romanos;
del pueblo godo vicioso yanémico solo pudieron salir los vencidos de
Guadalete, como del pueblo moro de Granada que representó siglos
después la decadencia física del árabe, sólo pudo salir un rey que lloró
como mujer la ciudad perdida por sus culpas.
"Necesitamoshombres"dicen todos, volviendo la mirada en busca
de los que se llaman de Estado; mas yo digo: necesitamos ciudadanos,
señores, que no pueden salir sino de aquí.
n
¿Cuál esla condiciónindividual ysocial de losobreros en el Perú?
Para solucionar esta pregunta es necesario distinguir entre los
obreros de la costa y los del interior de la República.
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 193
La condición individual de entrambos és relativamente cómoda;
tanto el obrero de la costa como el del intejripr tiene con qué satisfa
cer sus necesidades; gana para la vida ysi ñjb vive con holgura, es por
lafalta de hábitos de economía, de orden yde trabajo. Sin embargo,
en el interior es más ventajosa la condición individual: se pasan los
días con descanso yno se siente la necesidad de la huelga; en la costa
las necesidades son mayores, lavida más cara, ylos medios de adqui
rir más dificultosos.
Pero si bien bajo este aspecto están mejor fuera de Lima, la con
dición social es muy diversa: aquí tenemos los politiqueros merodeando
siempre alrededor de los talleres; pero en pambio hay asociaciones
como ésta que disfrutan de consideración y que se mantienen con
altura; en el interior no hay nada parecido, (hablo de un modo gene $
ral) ylos obreros está entregados ala férula de los gamonales de pue
blo. Un rico del interior cuenta para sus actosp asonadas con elmestrito,
como llaman a los más humildes por diestros que sean ensu oficio, y
dispone del mestro, como nombran alos de más categoría, atítulo de
compadrazgo o de amistad, con que dan1a entender le honra; yel
mestro yel mestrito no pueden dejar de servir las pretensiones de los
acaudalados porque se han acostumbrado averíos de abajo para arri É
ba, como alos antiguos hombres de privilegios; hay menos indepen
dencia en los obreros del interior que en los de aquí: se han dejado
llevar de la corriente yviven como dormidos alos pies de los podero
sos; por esto allá menos que aquí no se dej¿ sentir su influencia en el
bienestar de los pueblos. De los obreros del interior sólo se tiene no
ticia pública cuando hay que organizar danzas en las festividades reli
giosas, ocuando se trata de construir altares para las procesiones.
No tiene, pues, la clase obrera la importancia que debía tener;
suya es la culpa: no ha sabido independizarle, ni darse estimación; no
ha comprendido que es la que menos necesita de los halagos de los
grandes, porque tiene en sus manos el primer elemento de su propio
valer. ",f •
Independizar ala clase obrera, darle importancia social, hacerla
respetable yprovechosa en la vida de la pación, he aquí alo que
debemos propender con todas nuestras jfúerzas. Para seguir este
 194
Hugo Pereyra Plasencia
camino, necesitamos instruirla, moralizarla yregimentar un orden eco
nómico tal que le permita poder atender atodas sus necesidades. Para
esto es necesario organizarse, continuar con tezón [sic] la propagan
da bienhechora iniciada por la "Unión Universal de Artesanos" [•]
fomentar por gremios en todo el territorio la formación de socieda
des. La autoridad los tiene así constituidos para el cobro de las paten
tes de los impuestos yde las gabelas; no hay artesano que quede fuera
de la cuenta entre los que deben contribuir, ycuande [sic: cuando]
las tasas no son justas los gremios desbandados no tienen como recla
mar, queda el abuso subsistentes yel gravamen odioso. Si del pago de
contribución se pasa alas garantías personales, reina el mismo aban
dono; hallándose entre la misma clase obrera nadie más obligada que
ella acuidar del primer eslabón que en todo país la constituye: el
trabajador a jornal.
De la falta de organización nace el atraso de las artes, aquí donde
los gobiernos para nada se cuidan de ellas.
Por esto me parece de urgencia que se designe una comisión es
pecial que formule un proyecto respecto de los medios que pueden
adoptarse para desenvolver la "Unión Universal" en la República, y
aprobados que sean, constituir otra comisión que no se ocupe de otra
cosa mes tras mes que de llevarlos a la práctica.
III
Tratándose de organización de clase obrera, el ahorro yla ins
trucción son los principales capítulos; apropósito de ahorro debo de
cir que lo único en que los artesanos han pensado es en la muerte-
ahorrar para socorrer alos enfermos yenterrar alos muertos, he aquí
el fin supremo de las sociedades de auxilios mutuos: se ha comenzado
por donde concluyen las obras de misericordia: no se ha pensado que
hay que dar de comer alos que no tienen trabajo por imposibilidad
absoluta; ni que hay que vestir alos huérfanos; enseñar alos que no
saben; yque es preciso también corregir al que yerra omorigerar las
costumbres.
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 195
;;S
No me detendré, porque sería herir el sentido común, en probar
que deben ser más amplios los fines de la "Sociedad Universal de
1
i
Artesanos" voy a ocuparme del ahorro. Al tratarse de establecerlo
hay que dividir las necesidades de los obreros en generales y particu
3 lares; esdecir necesidades de la entidad y de cadaunode los gremios
o sociedades. Esta división es la que determina el fondo: el destinado
al socorromutuo, por ejemplo, debe ser fondo particularde cada so
ciedad, conservado y manejado como hasta hoy por su tesorero; lo
que es preciso sistemares el fondo común, el gran ahorro, para aten
der a las necesidades generales de la clase.
Tratándose de este fondo hay que tener presente: primero, la
completa garantía y perfecta seguridad de su conservación; y segun
do, la manera eficaz de incrementarlo.
Desde luego, ningún lugar más seguro ni aparente, hasta que
esta institución tenga todo su desarrollo ysolidez que la Caja de Aho
rros de la Beneficencia Pública; loqueconviene essistemar el ingreso
hasta hacerlo considerable.
Nadie mejor que la Sociedad Universal puede fijar las entradas
que puedan constituir el fondo general, lasque pueden incrementarse
estableciéndose paracada 28 de Julio una exposición industrial, que
hay derecho de exijir [sic] patrocine el Consejo. Todo taller del nú
merode objetosque exhibadeberíaestar obligado a dejar a beneficios
de la exposición en objetos expuestos un mínimun del valor de diez
soles, contribuyendo así a dejar entre todos anualmente una cantidad
no despreciable. Estas exposiciones industriales servirían de estímulo
y podrían dejar, bien reglamentadas, una entrada segura.
Conozco dos o tres sociedades de artesanos que con pocos es
fuerzos han constituido un capital: debo citar entre ellas la de "Aho
rros Mutuos No. 1" establecida en el Cerro de Pasco.
IV
En cuanto al problema de la instrucción, se puede ver bajo dos
fases: la instrucciónprimaria y la profesional. Laprimera, el Estado la
suministra, y para que sea efectiva no hay sino cooperar a los medios
196 Hugo Pereyra Plasencia
que exija; laindustrial es laque depende delos obreros mismos: pue
de reglamentarse, porahora, de manera que los hijos de los artesanos
hagan su aprendizaje en los talleres, según el oficio que elijan, desti
nando algo del fondo general a fomentarlos. Cuánto y cómo, debe
decirlo un reglamento.
El mejoramiento de las industrias tiene necesidad de la Ciencia.
¿Cómo podría establecerse unaescuela industrial a manera de laque
tiene establecida para la enseñanza primaria y media la Sociedad de
Preceptores?
Lo voy a proponer. Hay en Lima, señores, una institución bene
mérita, grande y hermosa por sus fines: la sociedad "Amantes de la
Ciencia" es la llamada a ponerse al frente de la Universal de Artesa
nos paraperfeccionarse, difundiendo sus luces, y paraconvertirse en
institución práctica. Del fondo general se podría destinat una parte al
sostenimiento de la publicación científica de aquella sociedad, cele
brando antes un arreglo con ella, de manera de establecer remunera
ción proporcional parael beneficio de la enseñanza, que,suministra
da a conciencia pot lajuventud quehe indicado, daría resultados más
provechosos que los que aun recordamos de los "Amantes del Saber".
Se tendría de este modo una institución independiente y ajena a la
política auxiliando con sus luces y recibiendo auxilio pecuniario de
otra institución tambiénindependiente, completándose así dos enti
dades que sereclaman unaa otray entre las que existiendo la mutua
obligación y el interés recíproco, la enseñanza sería estable.
Realizados los principales ideales de la clase obrera, conseguida
su organización perfecta en todo el territorio, sistemando el ahorro,
metodizada lainstrucción, podría entrarse en elestudio de necesida
des de otro orden: convendría, v.g., reglamentar las huelgas, a fin de
que no parezcan desórdenes caprichosos de obreros, sino que sean el
respetable ejercicio de un derecho para la satisfacción de una justa
necesidad.
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 197
Presentada una necesidad en un gremio, ella deberíaser demos
trada en informe, formulándose como consecuencia algún pedido, el
que discutido en junta general debería darlugar a resolver la manera
de hacerel alegato, considerándose la huelga como último recurso y
no resolviéndose ésta sin el conocimiento de la junta general de la
Confederación de Artesanos, a fin de que la apoye.
Todos los acuerdos referentes a huelgas deben ser discutidos en
sesión secreta.
Así, meditado elasunto, compulsado yfallado conprevisión, dará
resultados satisfactorios y no se verá actitudes odiosas, decisionesdes
cabelladas, desprestigio del hombre de trabajo, ni por último, su em
peoramiento de condición. ';
VI
También debe pensarse en la reglamentación del trabajo, y a fin
de verloque aquí más convenga, enumeraré loqueconsigna lalegis
lación o la práctica de otros países: en Austria la permanencia bajo •'«'•
tierra en lasminas no pasa de doce horas, ni él trabajo efectivode una
jornada de diez; la jornada para los obreros de fábrica es de once
horas diariamente y el trabajo de mujeres está prohibido porla noche
y durante las cuatro semanas que siguen a su alumbramiento. En
Hungría, en las fábricas de tabacos se trabaja de ocho a diez horas;
once en las de hilados, de papel, fundiciones y porcelanas; en las
cristalerías sedistribuye de tal manera, que el trabajo no exceda de 72
horas por semana; en Francia se limita la jornada de trabajo a doce
horas en las fábricas de hilados, no debiendo trabajar los adultos más
de diez; en Suiza el trabajo es de once horas, siendo prohibido de
noche, salvo casos excepcionales; en Estados Unidos, en Nueva York
se ha fijado para los adultos ocho horas, habiéndose establecido como
delitoel empleo de una persona en el servicio de tranvías por más de
doce horasconsecutivas en una población^de más de 500 mil almas;
en los demás estados varía las horas de trabajo entre diezy doce ho
ras, prescribiéndoseen Michigan que lo que exceda de ocho sea abo
nado como extraordinario; en Georgia se trabaja desde la salida hasta
 i 98 Hugo Pereyra Plasencia
la puesta del sol, con un intervalo para el almuerzo; en California, en
los talleres del gobierno se paga a los obreros por hora. Si la "Confe
deración Universal de Artesanos" estuviera perfectamente organiza
da, como lo deseo, podría pedir informe a cada gremio acerca de las
horas de trabajo que se les exíje [sic], para fijar el límite racional aque
deben estar sujetos yexijtr [sic] en cada fábrica el reglamento escrito
que debía obligar al propietario yal obrero: la necesidad yla falta de
apoyo, la desorganización, sobre todo, hace que se trabaje en muchos
talleres más horas de las justas, con menoscabo del buen régimen
alimenticio, osea con la ruina material del trabajador.
Yno hay que pedir a nuestros códigos nada benéfico para los
obreros, ellos se publicaron cuando aún existía la esclavitud, en tiem
pos de conservadorismo, yfueron calcados de los de España yFrancia
ydictados así como para pueblos de allende. De aquí que ni existan
leyes especiales protectoras de los obreros ytan sólo reglamentos po-
brísimos.
Urge la organización de este centro, sino quiere ver el aniquila
miento y ruina del obrero: se trabaja sin regla alguna; en las fábricas
no hay muchas en las que se pueda respirar un aire puro ysaludable,
no sabiéndose qué admirar más, si la indolencia de los dueños o la
resistencia de los obreros. Hace poco que uno de nuestros jóvenes
facultativos, el doctor Casimiro Medina, llamaba la atención con un
estudio sobre los estragos de laturberculosis a causa de las malas con
diciones higiénicas de los talleres ylas fábricas, ynadie que yo sepa se
ha ocupado de remediar el mal.
VII
El recuerdo de esta exijencia [sic] para la clase obrera, trae ami
memoria otra necesidad que hay que remediar, desde luego: el trabajo
excesivo yanti-higiénico que se impone a lamujer, conremuneración
criminal.
Los peligros que ese trabajo entrañasonbien conocidos: las con
diciones especiales del organismo femenino la han dotado de fragili
dad ydelicadeza particulares: si es cierto que la mujer puede aspirar al
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 199
desempeño de todos los trabajos confiados al hombre, sin embargo no
puede hacerlo impunemente, ni aún su vida le pertenece; lamaterni
dad exige de ella sacrificios incesantes, ysería de desear que las fati
gas prolongadas ylas pesadas tareas de la industria se la evitasen enlo
posible.
Cuando joven debe preservar su salud de todo lo que puede
entorpecer el desarrollo perfecto, armónico y completo de sur ser;
cuando mujer necesita de todas sus fuerzas y de su salud a fin de
multiplicarse para sus hijos: las estadísticas demuestran que las muje
res obligadas al trabajo sufren proporcionalmente más que los hom
bres las afecciones inherentes y consecutivas al oficio; la mortalidad
infantil es incomparablemente mucho más elevada allí donde las
madres no pueden vijilar [sic] por sí mismas a sus hijos.
Por consecuencia, si las mujeres participan en proporción más
grande de las probabilidades de desgaste orgánico y de debilidad físi
ca, esas probabilidades aumentan aún más cuando se computa con
arreglo al tiempo normal de reposo, yllegan al máximun de su acción
nociva cuando el trabajo aún se lleva en la noche; de aquí que las
epidemias se seben [sic] de preferencia en las mujeres.
Un notable médico de París considera que la sociedad tiene el
derecho de pedir, en nombre de los intereses de la higiene pública,
que el legislador se esfuerce para poner remedio a un mal tan grave y
que se decrete no se permita dedicar un local al trabajo de industrias
para las mujeres, mientras nogaranticen sus condiciones normales de
salubridad con relación al número y a las particularidades del trabajo.
En Lima, es la situación más especial; y decimos en Lima por
que la condición de las obreras varía notablemente aquíy en el inte
rior de la República: en el interior es en extremo ventajosa: trabaja
con independencia, en lugares muy cómodos, las horasabsolutamen
te necesarias y ven remunerado su trabajo satisfactoriamente. La te
jedora, la tintorera, la hilandera, la bordadora, la que fabrica alfom
bras, la sombrerera, la costurera misma, todas viven holgadamente y
son estimadas. Ésta condición depende en mucho de la igualdad que
hay ante el trabajo entre las mujeres de la primera y la última clase:
en el interior no se desdeña la mejor señora y señorita de tejer o hilar
200 Hugo Pereyra Plasencia
3
por sí misma, y no existe una sola que no busque por medio del traba
jo cómo formar un buen ahorro cuando no un capital. De aquí que
sepan apreciar el esfuerzo de la mujer y recompensarlo debidamente.
En los pueblos la condición de las obreras es buena, tanto como es
pésimaen esta capital, para determinada clase sobre todo, que es por.
desgracia la más numerosa, como que a ella van a refugiarse las des
validas de las clases que alguna vez fueron acomodadas o que gozaron
de posición mediana: me refiero a las que viven de costura. ¿Cómo
será posible que el máximo de lo que se paga a una pobre mujer, si es
por costura fina, sea dos reales por un camisón de señora de los llama
dos de bastas y tiras bordadas; tres reales por una camisa blanca de
hombre; dos soles por la doce de vestidos de tropa, esto es, por doce
chaquetas y doce pantalones; cuatro reales por un capote de soldado,
obligandode esta manera a familias enteras, a multitud de niñas, a sin
número de mujeres ancianas, por lo general a todas, pésimamente
alimentadas, a reventar sobre la máquina, trabajando desde las seis
de la mañana, hasta las doce y más de la noche?
Horrorosamente criminal e infame es la explotación descarada
que se hace del trabajo de la mujer sin que haya leyni sociedad que se
preocupe de este daño, daño gravísimo, aquí donde la población es
escasa y la necesidad de fomentar el vigoroso cruzamiento de razas
tan indispensable.
La manera como se explota aquí a la mujer puede llamarse asesi
nato sin misericordia y a mansalva: nadie calcula el sin número de
infelices que agonizan cotidianamente sobre la máquina, ni toma en
cuenta del sacrificio heroico de infinidad de criaturas que antes que
el vicio prefieren la lenta muerte de los tísicos; pocos saben, S.S., que
en cada barrio, en reducidos entresuelos, en cuartuchos de callejo
nes, en departamentitos húmedos y sin ventilación, en calabozos, más
que en habitaciones, como condenadas a trabajos forzados, cosen sin
descanso centenares de mujeres para ganar apenas con qué pasar la
vida. Creemos que los únicos desgraciados son los que piden limosna
por las calles: ¡ah! [i]S.S. esos con la mano estendida [sic] respiran
siquiera el aire libre; pero la que vive de su costura no tiene ni cómo
respirar!... Y se reglamentan las casas de juego y se sistema las de
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 201
cena, se proyecta el orden del vicio, se ambara con la ley la corrup
ción, mientras la virtud abandonada sucumbe en manos de contratis
tas sin conciencia o de negociantes sin candad.
Asunto es éste más grave de lo que aíbrimera vista parece; pues
significa nada menos que degeneración eá la raza, disminución de
brazos, relajación en las costumbres y salvajismo de la administra
ción; no basta que el pastor sea una paria y el peón un esclavo, es
menester que la mujer en el corazón de la República sea lo que el
pastory el peón la más desamparada y también la más esclavizada.
Vivirde la costura es vivir en Limade opresión y crueldad: hara
posy hambre significa, y éste es el porvenir de las gentes sin patrimo
nio y de clases sin fortuna. '•
Los niños y las mujeres en el Perú sohjhuérfanos.
Los gobiernos son susmadrastas [sicjíy.las instituciones humani
tarias para las infelices, un escarnio.
Se toma su bien como pretexto; peroles para explotar, como se
intentan obras públicas para organizar lasrebuscas.
Conviene levantar una cruzada en favor de las que se ven con
denadas a subsistir de la costura, exijiénddse [sic] el aumento de su
salario, favoreciéndolas, proporcionando campo para que puedan -#•
ganar el pan de otra manera, considerándolas como más dignas de
apoyo. :*
Todavía no se ve por desgracia en los obreros enérjico [sic] y
sincero el espíritu de confraternidad: hay desamparo de unos respec
to de otros y este espíritu está toda la fuerza de la "Confederación de
Artesanos": allí donde uno cae debería estar la mano de todos para
lamentarlo, allí donde uno marcha, el empuje también de todos para
sacarlo en triunfo.
Recapitulando y observando con un americanista, la condición
general de los obreros podemos afirmar^ue su instrucción es defi
ciente, que no puede por esto apreciar como debe el gobierno repu
blicano que hemos adoptado nisu Constitución y atribuciones; que
ejercita elderecho de votar más porcompromiso que porconvicción;
queen elhogar elsentimiento defamilia estádebilitado, la idea de un
porvenirmejor, el deseode sobresalir, de captarse la estimación social

202 Hugo Pereyra Plasencia
se hallan bajo el influjo de hábitos y defectos arraigados y por esto
todo trabajo que requiere talento, preparación especial es casi siem
pre encomendado a los obreros extranjeros; no cuentan para perfec
cionarse en su oficio sino con la práctica de los años, dedicada al
mismo género de trabajos, forma en poco tiempo numerosa familia,
que contempla con pena por que multiplica sus necesidades: he aquí
el triste cuadro de la vida de los obreros; pero no debemos permane
cer inactivos esperando en algún gobierno: es necesario buscar; salir
al encuentro de los medios, por nosotros mismos, combatir ytriunfar.
Intentar el mejoramiento de la clase obrera es buscar el en
grandecimiento material ymoral de la Nación, su bienestar ysu for
tuna, es enaltecer el patriotismo ycimentar sólidamente las ideas po
líticas y los gobiernos que emanan de la soberanía: ser testigos del
progreso ydel engrandecimiento de la Patria es una aspiración y un
deseo; ser factor de ese desenvolvimiento progresivo es un deber; y
así como es necesario un cuerpo sano para conservar una alma sana,
para mantener S.S., laRepública en toda sufuerza, es necesario tam
bién un pueblo sano yrobusto; es decir, pueblo libre yconocedor de
sus verdaderos derechos de hombre y de ciudadano".
FUENTE: La integridad. Año IV, Nro. 179. Lima, 22 de diciembre de 1892, pp. ly s.
La Presentación de los Cigarreros: editorial de La
Caricatura del 4 de febrero de 1893
"Toda la prensa de esta Capital ha estado preocupada durante
diez días, más o menos, de la presentación hecha al gobierno por el
gremio de Cigarreros, pidiendo la reconsideración del decreto en
que aquel concede privilegio exclusivo para la introducción en el país
de máquinas elaboradoras dé,cigarros.
EL COMERCIO cree que el Gobierno debe derogar el decreto
concedido a la Compañía Argentina de Tabacos, por considerarlo
Manuel González Prada yel Radicalismo peruano 203
ilegal, yaeste respecto está de acuerdo con LA NACIÓN, que opina
tambiénen el mismo sentido.
Ydespués de numerosas observaciones sobre la conveniencia de
la introducción de ese adelanto en el país, en alguna de las cuales
desconoce la justicia que asiste a los cigarreros para pedir la
reconsideración del decreto del Gobierno, pretendiendo que con esto
dañan los intereses nacionales, se expresa en los siguientes términos:
"No es posible creer que haya hombre de sentido común que de
buena fe sostenga que un país escaso de brazos deba rechazar las má
quinas que pueden venir areemplazar esos brazos, yaun los que no
piensen que en el Perú faltan operarios para las industrias, tendrán
que convenir en que las máquinas modernas son elementos indispen
5¡ sables para el desarrollo industrial ycontribuyen poderosamente a
enaltecer alos mismos obreros, mejorando su situación. Así, por ejem
plo, si se establecieran máquinas perfeccionadas para hacer cigarros y
cigarrillos, en un país, como el Perú, que produce tabaco en abundan
cia ybueno, la consecuencia natural sería que en poco tiempo esta
rían nuestros talleres en condiciones de dar cigarros no sólo para el
consumo nacional, sino para la exportación; se duplicaría, se quintu
plicaría, así su producción; yentonces tendríamos que los mismos dos
mil cigarreros que hoy defienden su escaso jornal contra la competen
cia de las máquinas, serían los directores inteligentes del trabajo me
cánico de éstas, yganarían también el doble oel quíntuplo de lo que
hoy ganan". .
Si el colega de EL COMERCIO no supusiera que, con la intro
ducción de las máquinas de que se trata, "los mismos 2,000 cigarreros
que hoy defienden su escaso jornal contra la competencia de ellas,
serían los directores inteligentes de su trabajo mecánico yganarían
también el doble o el quíntuplo de lo que hoy ganan", no habría,
entre las muchas que expone en sus argumentos, razón atendible al
guna, dada la anormal situación por que pasa el Perú, relativamente a
recursos de subsistencia.
En las circunstancias actuales, lo práctico es esto: existen dos a
tres mil cigarreros de ambos sexos ganando en las fábricas el sustento
diario para ellos ysus familias. Con la introducción de las máquinas
 T
Hugo Pereyra Plasencia
204
deelaborar cigarros vaa quedar sintrabajo, porlomenos, lamitad de
esos operarios; porque, dando por sentado que ese adelanto llegara a
generalizarse de tal manera en el país que pudiesen funcionar cien
máquinas en Lima, cosaque no se comprende, por más que conven
gamos en que el Perú produce bueno y abundante tabaco, no com
prendemos tampoco qué distribución de empleados se haría para cada
una, de maneraque el número no bajase de diez y pudiesen ganarese
doble o quíntuplo de que tan bondadosamente nos habla el colega.
Por otraparte, ¿cómo es posible imaginar que empresas como la
del Perú, que hoy da trabajo a ciento[s] de operarios, quedaran en
condiciones de continuar dándolo a todos estos con las ventajas de
lijereza [sic] y más inmensas ventajas que las máquinas darían a los
empresarios?
No somos rehacios [sic], lo declaramos con la franqueza que nos
caracteriza, a loque en algírn sentido signifique progreso, desarrollo
industrial o tienda a enaltecer a losobreros, que son la basedel traba
joen las grandes y pequeñas comunidades, de ninguna manera; pero
creemos, comolo manifestamos en un principio, que no es llegado el
caso de hacer una concesión, ya que se le ha dado el carácter de
esclusiva [sic] ilegalmente, que necesariamente viene a dejar sin re
1
cursos a miles de operarios yfamilias, cuandola nación aún no sale de
su tremenda crisis y hay absoluta escasez de trabajos en su territorio.
Fácil es suponer que él hambre no ha de hacer tantas víctimas
como un azote epidémico que arrasa con ricos y pobres en su desas
troso paso; pero esfácil prever a qué estado de miseria llegarían esas
familias que, aunque tienen trabajo, pasan sin embargo por una con
dición a que las obliga el malestareconómico del país.
LA OPINIÓN NACIONAL dice, entre otras cosas, refiriéndose
al mismo asunto:
"Cuando un inventosuprime la laborpersonal, el brazo que des
pidebuscaotra ocupacióny el sobrante se encuentra en esas mismas
nuevas factorías.
"Es decir, el balance que da el déficit por un lado, ofrece saldo
por otro: la masa trabajadora en general no sufre. Unos llenan el va
cío que otros dejan.
Manuel González Prada y el Radicalismo peruano 205
"Ejemplo: i'
"En otros tiempos los diarios se imprítnían en prensas primitivas;
bastabandos hombres paramoverlas. Hoydesde el minero que arran
ca el carbón, el conductor que lo ponea domicilio, hasta el fogonero
o maquinista, ponedor depapel, etc., elpersonal se ha quintuplicado.
El vapor pide y exije [sic] más obreros. Sólo ganamos tiempo. Asíen
todo.
"Pero si se traen máquinas de fuera', -el hambre de los nuestros
pagael pan de los extraños".
Por lo menos acepta estediario que la introducción de estas má
quinas dejaría muchos brazos sin trabajo; pero, con el tino que le
caracteriza para encontrarlo todo hacedero, sinfijarse en pelillos, ase
gura que elsobrante encontraría lalabor enesas mismas factorías. En
el fondo lo mismo que EL COMERCIO, con la diferencia que LA
OPINIÓN no les supone una doble o qufntuple ganancia.
*t
En una palabra, encuentran ambos diarios muy justificable lain
troducción del nuevoadelanto, con perjuicio indiscutible parael nu
meroso gremio de cigarreros.
ELNACIONAL, por su parte, emite-sobre esta cuestión un jui
cio más o menos semejante.
Volvemos a repetirlo, nosotros estamos a favor deestapetición al
Gobierno, porque la consideramos justa,- atendida la pobreza econó
mica y la escasez absoluta de trabajos en el país. Estimamos nuestra
conducta en este sentido como una obra de humanidad y patriotis
mo, porque no vemos donde podrían ganarse la vida un millar de
hombres y mujeres que conel nuevo adelanto tendrían que abando
nar los talleres de esas fábricas.
Otra cosa sería si el Perú no estuviese en circunstancias tan de
plorables". :í
FUENTE: La Caricatura, Año I, Nro. 18. Lima, 4 de febrero de 1893, p. 1.
 207

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La Prensa libre (Lima)

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1 de febrero de 1889
15 de febrero de 1889
1 de marzo de 1889
15 de abril de 1889

La Revista Social (Lima)

1 de agosto de 1885
8 de noviembre de 1887
21 de enero de 1888
30 de junio de 1888
Edición especial. Homenaje a la memoria del fundador y ex - presidente Este libro se terminó de imprimir en él mes de marzo de 2009,
del Círculo Luis Enrique Márquez. Lima, Imprenta de Torres Aguirre - en los talleres gráficos de Editora Diskcopy SAC
Mercaderes 150, 1888. Telefax: 445-5902 - email: ventas@edltoradiskcopy.com

La Situación (Lima)
9 de mayo de 1882

La Tunda (Lima)
11 de febrero de 1893
3 de junio de 1893
19 de agosto de 1893