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¿Cómo se llevan a cabo los golpes de Estado en el siglo XXI?

En tiempos en
que la guerra 'cuerpo a cuerpo' no es eficaz, han surgido nuevos métodos
para tomar el poder.

"La naturaleza de la guerra en el siglo XXI ha cambiado." Así lo manifiesta desde


hace tiempo el politólogo Gene Sharp, que recuerda que "nosotros combatimos
con armas psicológicas, sociales, económicas y políticas".

En los Gobiernos, si el sujeto no obedece los líderes no tienen poder

Estas son las armas que en la actualidad se usan para derrocar Gobiernos sin
tener que recurrir a las armas convencionales. Sharp es autor de un polémico
ensayo titulado 'De la dictadura a la democracia', que describe 198 métodos para
derrocar Gobiernos mediante lo que se conoce como 'golpes suaves'.

Esos golpes se llevarían a cabo mediante una serie de medidas que van desde el
debilitamiento gubernamental hasta la fractura institucional, como sería el caso de
lo que está ocurriendo en Venezuela promovido por la oposición, según algunos
expertos.

Derrocamiento de Gobiernos en cinco pasos

Los 'golpes suaves' de Estado se desarrollarían en cinco etapas:

Primera etapa: Consistiría en llevar a cabo acciones para generar y promocionar


un clima de malestar. Entre dichas acciones destacan la realización de "denuncias
de corrupción y la promoción de intrigas", señalan los expertos.

Segunda etapa: Se procedería a desarrollar intensas campañas en defensa de la


libertad de prensa y de los derechos humanos acompañadas de acusaciones de
totalitarismo contra el Gobierno en el poder.

Tercera etapa: Esta fase se centraría en la lucha activa por reivindicaciones


políticas y sociales y en la promoción de manifestaciones y protestas violentas,
amenazando las instituciones.

Cuarta etapa: En este punto se llevarían a cabo operaciones de guerra


psicológica y desestabilización del Gobierno, creando un clima de
"ingobernabilidad".

Quinta etapa: La fase final tendría por objeto forzar la renuncia del presidente
mediante revueltas callejeras para controlar las instituciones, mientras se
mantiene la presión en la calle. Paralelamente se va preparando el terreno para
una intervención militar, mientras se desarrolla una guerra civil prolongada y se
logra el aislamiento internacional del país.

La "violencia no es tan eficiente", opina Sharp, dado que el poder no es monolítico


y que "en los Gobiernos, si el sujeto no obedece, los líderes no tienen poder".

Consiste en no realizar transacciones económicas con una persona, empresa o país


como medida de represalia por alguna de sus acciones. Por ejemplo, se ha
realizado boicot económico (también podemos hablar de boicot comercial) a países con

regímenes dictatoriales

quí sobresalen denuncias diarias de corrupción, promoción de intrigas y/o divulgación de


falsos rumores que son de inmediato convertidos en “ciertos” por las redes sociales y los
medios de comunicación que les son afines, en el caso nuestro, La Prensa, Radio
Corporación, Confidencial, 100% noticias y los otros programas de Carlos Fernando Chamorro
Barrios.
Y hablando de los medios derechistas, el segundo paso consiste en desarrollar intensas
campañas en “defensa de la libertad de prensa y de los derechos humanos”, acompañadas de
acusaciones de totalitarismo contra el Gobierno en el poder. ¿Les suena conocido?

El tercer paso tiene que ver con la lucha activa por reivindicaciones políticas y sociales (caso
INSS) y en la manipulación del colectivo para que emprenda manifestaciones y protestas
violentas, amenazando las instituciones.

En el cuarto paso los opositores y sus medios de prensa ejecutan operaciones de guerra
psicológica y desestabilización del Gobierno, en busca de crear un clima de
“ingobernabilidad”.

Con todo lo anterior cumplido, el quinto paso tiene por objeto forzar la renuncia del Presidente
de turno, mediante revueltas callejeras para controlar las instituciones, mientras se mantiene
la presión en la calle.

Paralelamente, se prepara el terreno para una intervención militar, mientras se desarrolla una
guerra civil prolongada y se logra el aislamiento internacional del país.

Como se aprecia, en Nicaragua desde hace varios años el MRS, sus ONG opositoras y sus
voceros, han venido ejecutando el manual de Gene Sharp obteniendo un fracaso monumental
debido a la rápida respuesta de la población, en particular los jóvenes.

De ahí el desprecio visto en las redes sociales, La Prensa y Confidencial en contra de los
muchachos que han impedido que los líderes del MRS se tomen una “cabeza de playa” para
desde ahí solicitar el refuerzo de las fuerzas oscuras del gobierno norteamericano.

Dicho lo anterior, por eso que no sorprenden las acciones violentas impulsadas el miércoles
por los cabecillas del MRS y sus seguidores. Sabían que el gobierno sandinista tenía que
meterle manos al problema del INSS para evitar el colapso, y ya habían montado todo un plan.
No improvisaron nada, solo movilizaron a su entrenada tropa.

Por todo lo visto en los últimos años (desde que el FSLN retornó al poder, para ser más
exactos), es que tampoco sorprende el hecho de que Ana Quiroz, una furibunda feminista del
ala lésbica, haya resultado lesionada en una de las trifulcas que montaron el miércoles 18 de
abril. Quiroz es también parte del MRS.

Otros, que no quieren exponerse, dirigieron las acciones violentas con mensajes en las redes
sociales.

Lamentamos sinceramente lo ocurrido. En Nicaragua no debe correr más sangre por causa de
motivaciones políticas. El MRS y sus ONG opositoras, La Prensa, Confidencial y demás,
deben sosegar sus ansias irrefrenables de tumbar del poder al sandinismo. El camino es la vía
cívica, pero antes deben aprender a respetar la voluntad popular.

1.- Venezuela febrero 2002.- Tras convocar a un presunto paro laboral, comienzan
manifestaciones a lo largo del país contra el gobierno de Hugo Chávez. Tres días
después, éste es secuestrado y se nombra en su lugar al entonces presidente de la
Federación de Cámaras de Comercio, Pedro Carmona Estanga. Las manifestaciones
multitudinarias a favor de Chávez hacen que éste regrese a la presidencia. Chávez
acusó a los agregados militares estadounidenses en reunirse con militares
venezolanos para dar apoyo logístico.

CONTRA EL GOLPE FASCISTA EN VENEZUELA: ¡NO


PASARÁN!

La Revolución Bolivariana resiste al golpe de la derecha venezolana


y el imperialismo estadounidense. Un análisis de la situación política
y una declaración de apoyo y solidaridad al bravo pueblo de Chávez
y Bolivar.

Febrero fue el mes en el que la derecha venezolana decidió poner


en marcha las tercera y cuarta etapa del proceso de “Golpe
Continuado” o “Golpe Suave” que, instruida y financiada desde
Washington, busca desarrollar desde el comienzo de la Revolución
Bolivariana y que, luego de la muerte del Comandante Hugo Chávez
Frías, intenta profundizar hasta sus ultimas consecuencias.
El “Golpe Continuado” o “Golpe Suave” es la estrategia que ha
desarrollado el imperialismo estadounidense para asediar y derrocar
a los gobiernos populares de America Latina y del mundo en un
nuevo contexto político y social en el que las intervenciones y
golpes directos y sin mediación (como los que han existido a lo largo
de todo el siglo XX) no son aceptadas por la opinión publica
internacional. Por ello, es que inspirados en el manual del politólogo
norteamericano Gene Sharp, el poder imperial ha desarrollado una
nueva metodología de desestabilización que consiste en un
recetario de pasos y tareas que generarían el marco perfecto para
justificar el derrocamiento de gobiernos populares o revolucionarios.
A saber:
• 1ra etapa: ablandamiento (empleando la guerra de IV
generación). Desarrollo de matrices de opinión centradas en déficits
reales o potenciales, promoción de factores de malestar, entre los
que destacan: desabastecimiento, criminalidad, manipulación del
dólar, paro patronal (lockout) y otros.

• 2da etapa: deslegitimación. Manipulación de los prejuicios anti-


comunistas (anti-populistas), impulso de campañas publicitarias en
defensa de la libertad de prensa, derechos humanos y libertades
públicas y acusaciones de totalitarismo y pensamiento único.

• 3ra etapa: agitación callejera. Generación de conflictos y


fomento de la movilización en las calles, elaboración de una
plataforma de lucha que engloben las demandas políticas y
sociales, organización de manifestaciones y tomas de instituciones
públicas que radicalicen la confrontación.

• 4ta etapa: combinación de diversas formas de lucha.


Organización de marchas y tomas de instituciones emblemáticas
con el objeto de coparlas y convertirlas en plataforma publicitaria,
desarrollo de operaciones de guerra psicológica y acciones
armadas para justificar medidas represivas y crear un clima de
ingobernabilidad, impulso de campaña de rumores entre fuerzas
militares y campaña de desmoralización contra los organismos de
seguridad.

• 5ta etapa: fractura institucional. Sobre la base de las acciones


callejeras, tomas de instituciones y pronunciamientos militares, se
obliga la renuncia del presidente. En casos de fracasos, se
mantiene la presión de calle y se migra hacia la resistencia armada.
Preparación del terreno para una intervención militar del imperio o el
desarrollo de una guerra civil prolongada. Promoción del aislamiento
internacional y el cerco económico.

Los elementos de la primera y segunda etapa del “Golpe


Continuado” vienen siendo una constante desde el comienzo de la
revolución Bolivariana que, incluso intentó ser cortada de raíz en
sus inicios a través de un golpe de estado clásico en el año 2002
que se vio fracasado por la amplia movilización y combatividad
popular. Desde ese año a esta parte, sin embargo, el asedio no
cesó, y el sabotaje energético, los apagones eléctricos y el
desabastecimiento han sido algunas de las tantas herramientas que
ha tenido la burguesía venezolana para intentar desestabilizar y
desbancar a un gobierno que no solo logró imponerse a dichas
dificultades sino que se fue consolidando como emblema
antiimperialista junto a Cuba en nuestro continente y el mundo.
Ahora bien, desde la muerte del comandante y los posteriores
comicios presidenciales que dieron al presidente Maduro un triunfo
sumamente ajustado, la derecha venezolana creyó caduca a la
revolución y apostó a aplastarla en las últimas elecciones
municipales de diciembre del pasado año que, contra todo
pronóstico, se terminaron transformando en un plebiscito a favor del
chavismo (gano el 76% de los municipios (256) contra el 23% (76)
de la coalición de derecha MUD). Así se acabaron las ilusiones
“democráticas” de la derecha que, convencida de que éste es el
momento para terminar con el gobierno chavista, se propuso
profundizar el “Golpe Continuado” que ya había comenzado,
siguiendo al pie de la letra las tareas impuestas por el manual de
Sharp.
De este modo a partir de enero, el sector radical de la oposición
decidió actuar. Leopoldo López, líder del partido Voluntad Popular,
quien participó en el golpe de Estado de abril de 2002, lanzó un
llamado a la insurrección a partir del 2 de enero: “Queremos lanzar
un llamado a los venezolanos […] a que nos alcemos. Convocamos
al pueblo venezolano a decir ‘basta ya’. […] Con una meta a discutir:
‘la salida’. ¿Cuál es la salida de este desastre?”.
Desde entonces se comenzaron a desarrollar manifestaciones
callejeras violentas llevadas adelante por grupos de choque
compuestos fundamentalmente por estudiantes universitarios y
sicarios. Es de destacar que parte del movimiento estudiantil
venezolano se reconoce de derecha y admite tener relación con el
presidente derechista de España, Mariano Rajoy, la derecha italiana
(Acción Joven- juventud del partido de Berlusconi-) y la iglesia
católica. Son formados por programas financiados directamente por
entidades internacionales norteamericanas (USAID y la NED) e
influenciados por las llamadas “revoluciones de colores” .
Desde los inicios de la revolución bolivariana los medios de
comunicación afines al imperio han jugado un rol trascendental: se
han dedicado a tergiversar la realidad, manipular la información y
sembrar el pánico y el “caos” a través burdas mentiras (se ha
llegado a utilizar fotografías de otros países y otros conflictos para
deslegitimar y desgastar al gobierno) y directamente fomentando y
organizando las manifestaciones.
Como era de esperar la coordinación conspirativa de los dueños de
la (des)información mundial es monstruosa. Simultánea y
planificadamente todas los satelites informativos locales del imperio
le dedican casi toda su programación a mostrar los hechos de
violencia en Venezuela magnificándolos y mintiendo, editorializando
y manipulando la verdad de cada uno de los hechos. Mientras tanto
poco y nada dicen por ejemplo sobre el atentado sufrido por Aleida
Avella, candidata presidencial de la Unión Patriótica para las
próximas elecciones en Colombia, el pasado domingo 23 de febrero,
o de los mas de veinte asesinatos de activistas opositores al
régimen pro-yanqui en ese mismo país durante el 2013.
Ante esto, el gobierno de Maduro desde un primer momento
respondió con la denuncia certera a los golpistas y al imperialismo,
el encarcelamiento de Leopoldo López y un llamado a la Paz a todo
el pueblo venezolano. Llamado que se ha sostenido hasta hoy
acompañado por grandes y sucesivas movilizaciones de masas
protagonizadas por la clase obrera petrolera, las mujeres
bolivarianas, los ancianos bolivarianos, los motoqueros y múltiples
sectores más.
Si bien dicha política ha sido parcialmente exitosa, lo cierto es que
aún no han sido suficientes para sofocar las “guarimbas” fascistas,
lo que significa que cada día el pueblo venezolano debe vivir la
angustia de nuevas muertes y del desabastecimiento parcial en
algunas regiones del país, y lo que le da aire y tiempo a la derecha
para continuar con sus planes y hacer los reacomodamientos
tácticos que crea necesario hacer para derrotar la estrategia del
gobierno bolivariano.
Si bien las condiciones políticas y la correlación de fuerzas dentro y
fuera de Venezuela son particulares y deben ser tenidas en cuenta
para analizar y entender las decisiones y estrategias que se está
dando el gobierno para derrotar a la contrarrevolución, debemos
saber que esta no es una situación nueva para el movimiento
revolucionario latinoamericano. Resulta que si uno hace un poco de
historia exactamente todos los pasos seguidos por la burguesía y
por el imperialismo en Venezuela son los que se dieron en Chile en
los años que precedieron al derrocamiento del Allende en 1973:
campaña nacional e internacional de deslegitimación, acusaciones
de corrupción, desabastecimiento, sabotaje eléctrico, financiamiento
externo a los golpistas, etc. También comparten, y este elemento es
quizás el más preocupante, la capacidad de la derecha de montarse
en los problemas reales (inflación e inseguridad –ambos problemas
reconocidos por el presidente Maduro y por la Revolución
Bolivariana-) y los generados por ellos mismos, y adoptar un
discurso que, aunque golpista, logra ser de masas. De esta manera
una porción de la población, no necesariamente de derecha,
encuentra legítimo algunos de esos reclamos. Esto se ve en una de
las últimas encuestas utilizadas por el propio Maduro que arroja que
un 44% de la población encuentra justas las manifestaciones, lo que
significa que si el gobierno bolivariano no da una respuesta certera
que termine de una vez y para siempre con las aspiraciones
golpistas, es una posibilidad que ésta termine calando hondo en
buena parte de la población que aún hoy no ha tomado partido o
que superada la tensión el gobierno quede condicionado a la hora
de tomar medidas que signifiquen profundizar el camino de la
revolución socialista.
Si bien esto no es sinónimo de éxito para la derecha, sí al menos
debe ser una alarma para el gobierno revolucionario que debe ser
cauto, audaz y sobre todo nada ingenuo en cada paso que dé para
derrotar a los golpistas, quienes están esperando ese paso en falso.
Es hoy más que nunca que los revolucionarios debemos
desempolvar y hacer jugar la historia de nuestras derrotas, y así
como Chile sirve para preveer los pasos a dar por el imperialismo,
también debe servirle a los compañeros venezolanos para no
cometer los mismos errores. La experiencia de la Unidad Popular
nos dice en ese sentido que dilatar los enfrentamientos inevitables o
descansar en la vía del diálogo no hace más que regalarle tiempo al
enemigo para reacomodarse y dar la estocada final:
“La respuesta popular al llamado del presidente Allende a
movilizarse contra el intento golpista de junio, ocupando los centros
de trabajo y advirtiendo que si era necesario armaría al pueblo, fue
extraordinaria. Cientos de fábricas, escuelas, campos, oficinas
públicas y otras entidades fueron ocupadas a través del país,
manifestándose un resuelto ánimo combativo. Interminables
columnas de trabajadores, pobladores, estudiantes, confluyeron
frente al palacio de La Moneda, donde la multitud pedía castigo a
los golpistas (…) nos informaban que los golpistas estaban en
repliegue (…) Nunca antes el movimiento de masas había
alcanzado tan alto nivel de combatividad, estábamos seguros que la
respuesta de los sectores populares mas radicalizados seria
entusiasta” declara Andrés Pascal Allende, sobrino del presidente y
miembro de la dirección del MIR. Allende se inclinó por al vía del
diálogo y de la paz y las consecuencias son demás sabidas: el
gobierno de la Unidad Popular había perdido la “iniciativa
estratégica revolucionaria” y sobre todo la oportunidad de aplastar a
la reacción golpista.
Con esto no queremos decir que el camino o estrategia encarada
por el presidente Maduro sea la incorrecta, ya que a diferencia del
caso chileno el gobierno bolivariano cuenta con un amplísimo apoyo
de las Fuerzas Armadas. Solo intentamos advertir sobre posibles
errores que la historia ha demostrado que se pagan caros y con
sangre de nuestro pueblo.
No en vano nuestro Comandante Ernesto Che Guevara nos
recuerda que “en una revolución se triunfa o se muere si es
verdadera”, porque debemos tener en claro que los enemigos del
pueblo no serán espectadores pacíficos de los avances ni del triunfo
de ninguna revolución. Y si de algo debemos estar seguros es que
Venezuela no será la excepción.

¡VIVA LA REVOLUCION BOLIVARIANA!

¡VIVA EL COMANDANTE HUGO CHAVEZ FÍAS!

¡NO AL GOLPE FASCISTA!

JUVENT

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