Professional Documents
Culture Documents
Definición
La depresión es una alteración patológica del estado de ánimo que se caracteriza por un
conjunto de síntomas como tristeza, desinterés por las actividades y merma de la
energía. Otros síntomas son: pérdida de la confianza y la autoestima, sentimiento
injustificado de culpabilidad, ideas de muerte y suicidio, menor capacidad de
concentración, y la aparición de trastornos del sueño y la alimentación. También pueden
concurrir diversos síntomas somáticos.
Aunque los sentimientos depresivos son frecuentes, sobre todo después de sufrir
reveses en la vida, sólo se formula el diagnóstico de trastorno depresivo cuando los
síntomas superan un umbral y duran al menos dos semanas. La depresión puede ser
desde leve hasta muy grave. Por lo general es episódica, recidivante o crónica.
Clasificación
Se puede clasificar por dos sistemas: DSM-IV y CIE-10. Entre ellos existe una equivalencia
en los diagnósticos. De hecho, el DSM-IV toma los códigos de la CIE-10.
El DSM-IV clasifica los trastornos del estado de ánimo en depresivos y bipolares. Dentro
de los trastornos depresivos encontramos básicamente:
el trastorno depresivo mayor
el trastorno distímico.
Dentro de los bipolares,
el trastorno bipolar I,
el trastorno bipolar II
el trastorno ciclotímico.
El trastorno depresivo mayor existe trastorno del humor heterogéneo clínicamente, que
tiene un curso episódico con tendencia a la recurrencia. También tenemos que dentro
de los episodios depresivos en donde cursa el trastorno depresivo mayor. Lo que refiere
es la depresión melancólica, también conocida como depresión endógena, que es
definida como una cualidad del estado de ánimo muy distinta a la tristeza que
experimentamos habitualmente o diariamente, existe además falta de reactividad del
humor, despertar precoz, anorexia, anhedonia, empeoramiento matutino, , alteraciones
psicomotrices, sentimientos de culpa inapropiados y buena respuesta a los
antidepresivos y TEC, así como nula respuesta al placebo.
0
Las depresiones que son mucho más graves pueden complicarse con síntomas psicóticos
lo cual da dando lugar a la depresión psicótica, con un diagnóstico muy consistente en
el tiempo, ya que las recaídas suelen ser también psicóticas.
Las depresiones más graves pueden también complicarse con síntomas catatónicos.
(Alarcón Terroso, 2017)
Cuadro de evolución
Puede variar la duración de un episodio depresivo desde varias semanas a varios meses
o inclusive años. La gran mayoría de las personas pueden estar bien entre 4 y 6 meses.
Sin tratamiento alguno, esto hace que puede durar semanas, meses e inclusive hasta
años.
Con el tratamiento en curso lo habitual es que los síntomas desaparezcan, sin embargo,
existe una gran posibilidad de desarrollar otro episodio, ya después de haber tenido una
recuperación total, en cuando a las recaídas estas pueden ser muy frecuentes en
aquellas personas que los síntomas no se van o no desaparecen del todo entre los
episodios. Si la persona recibe tratamiento y sumado a esto tiene un seguimiento los
síntomas y el sufrimiento tienen un riesgo muy bajo de que puedan volver. (Jaramillo-
González, 2015)
En algunos casos, los síntomas pueden mantenerse durante más tiempo, pese al
tratamiento, a esto se lo considera como depresión resistente. La depresión no puede
ser contemplada como un episodio de enfermedad aislado, sino como una enfermedad
crónica, que incapacita en los episodios intercurrentes.
En algunos casos, la depresión puede instalarse en el tiempo y puede durar varios años;
es lo que conocemos como depresión crónica. Si hay menos síntomas y éstos son menos
intensos se le denomina distimia. (Butler R, 2014)
Criterios de diagnostico
La CIE-10 clasifica la depresión mayor dentro los trastornos del humor o afectivos (F30-
F39). La categoría F32 incluye el episodio depresivo y la F33 la de trastorno depresivo
recurrente, y la primera se subdivide a su vez en:
1
F32.8 Otros episodios depresivos.
Estos síntomas antes mencionados pueden ser muy destacados y de esta manera
adquirir un significado clínico especial. Más típicos de estos síntomas somáticos son:
pérdida del interés o de la capacidad de disfrutar de actividades que anteriormente eran
placenteras, pérdida marcada de la libido.
Este síndrome somático por lo general no se considera presente al menos que cuatro o
más de las anteriores características estén definitivamente presentes.
Tenemos a:
Episodios aislados de reacción depresiva.
Depresión psicógena (F32.0, F32.1 o F32.2).
Depresión reactiva (F32.0, F32.1 o F32.2).
Depresión mayor (sin síntomas psicóticos).
Episodio depresivo leve F32.0
2
Sin síndrome somático F32.00. pautas de episodio depresivo moderado, no van
a estar presentes síndromes somáticos.
Con síndrome somático F32.01 . pautas de episodio depresivo moderado y están
también presentes cuatro o más del síndrome somático.
Debe al menos estar presente por lo menos dos de los tres síntomas característicos o
más tipos ya mencionados en el el episodio leve (F32.0). probablemente varios síntomas
se presentan en un grado intenso, este episodio puede durar al menos dos semanas
Deben estar presentes los tres síntomas típicos del episodio depresivo leve y moderado,
también por lo menos cuatro de los demás síntomas, deben ser de intensidad grave. No
obstante, si están presentes síntomas importantes como la inhibición psicomotriz o la
agitación, el enfermo puede estar poco dispuesto o ser incapaz de describir muchos
síntomas con detalle. En estos casos está justificada una evaluación global de la
gravedad del episodio. Debe durar normalmente un aproximado de dos semanas.
Incluye:
Depresión vital sin síntoma psicóticos.
Episodios depresivos aislados de depresión agitada. Melancolía.
Episodio depresivo grave cual están presentes además ideas delirantes, alucinaciones o
estupor depresivo. Este trastorno Incluye son
Depresión mayor con síntomas psicóticos.
Depresión psicótica.
Psicosis depresiva psicógena.
Psicosis depresiva reactiva.
En cualquiera de los casos, el episodio depresivo debe tener una duración de al menos
dos semanas y siempre deben estar presentes como mínimo dos de los tres síntomas
considerados típicos de la depresión:
ánimo depresivo
pérdida de interés y de la capacidad para disfrutar
aumento de la fatigabilidad
Recientemente se ha publicado la quinta edición del DSM. Esta nueva propuesta divide
la anterior clasificación de “trastornos del estado de ánimo” en “trastornos depresivos”
y “trastornos bipolares”. El DSM-5 no introduce cambios significativos respecto a los
criterios diagnósticos del DSMIV- TR para el episodio de depresión mayor, a excepción
de las modificaciones y especificaciones para describir el estado clínico actual que se
comentan a continuación. La característica esencial continúa siendo un período de al
menos 2 semanas consecutivas en el que la persona manifiesta un mínimo de 5 síntomas
de los cuales al menos 1 tiene que ser estado de ánimo depresivo y/o disminución del
interés o placer por todas o casi todas las actividades (tabla 3). El cuadro depresivo
mayor puede dividirse en leve, moderado o grave, con códigos específicos para la
remisión parcial, total o no especificada (Kessler RC, 2011)
4
Diagnóstico diferencial
Se puede presentar trastornos del estado de ánimo de características depresivas, o un episodio
depresivo mayor secundario a una enfermedad médica (tumor cerebral, enfermedad
metabólica, VIH, enfermedad de Parkinson, síndrome de Cushing). (Sadock, Ahmad, & Sadock,
Kaplan & Sadock Manual de bolsillo de Psiquiatría Clínica, 2018)
Fármacos
Enfermedades psiquiátricas
Esquizofrenia
5
medicamentos. El episodio de tipo maníaco o depresivo con presencia de características
psicóticas incongruentes con el estado de ánimo sugiere esquizofrenia. La inserción y
transmisión de pensamientos, asociaciones sueltas, pruebas de pérdida de contacto con la
realidad o asociaciones sueltas, pruebas de pérdida de contacto con la realidad o
comportamiento extraño también pueden sugerir esquizofrenia (Sadock, Ahmad, & Sadock,
Kaplan & Sadock Manual de bolsillo de Psiquiatría Clínica, 2018).
Duelo
Trastornos de personalidad
Patrón conductual permanente asociado con el estilo defensivo rígido; la depresión puede
ocurrir más fácilmente después de acontecimientos estresantes debido a la rigidez de los
mecanismos de afrontamiento. Los episodios maníacos también pueden presentarse más
fácilmente en personas predispuestas con trastorno de personalidad preexistente. Un trastorno
del estado de ánimo puede ser diagnosticado en el eje I de forma simultánea con un trastorno
de personalidad en el eje II (Sadock, Ahmad, & Sadock, Kaplan & Sadock Manual de bolsillo de
Psiquiatría Clínica, 2018).
Tratamiento
La mayor parte de los episodios depresivos mayores son tratables, los enfoques terapéuticos
más eficaces se basan en la integración de farmacoterapia con psicoterapia. El principal objetivo
del tratamiento de estos trastornos, es buscar la remisión completa de los síntomas, disminuir
el riesgo de recaídas y recurrencias, minimizar el riesgo de suicidio y restablecer el
funcionamiento sociolaboral (Sadock, Ahmad, & Sadock, Kaplan & Sadock Manual de bolsillo de
Psiquiatría Clínica, 2018).
Tratamiento psicofarmacológico
6
primera familia de psicofármacos con un diseño racional y dirigido a una diana neurofisiológica
definida. En la actualidad, existen seis fármacos en esta categoría: fluoxetina, fluvoxamina,
paroxetina, sertralina, citalopram y escitalopram (Álvarez-Mon, Pereira, & Ortuño, 2017).
Fluoxetina: a dosis de 10-20 mg/día en las mañanas, pudiéndose incrementar
gradualmente después de varias semanas hasta 80mg/día.
Fluvoxamina: dosis inicial de 50 mg al acostarse, se puede incrementar cada 4-7 días,
hasta un máximo de 100-300 mg/día.
Paroxetina: dosis inicial de 10-20 mg/día en la mañana incrementar 10 mg/día cada 7
días hasta 50-60 mg/día.
Sertralina: dosis inicial de 25-50 mg/día en una sola toma incrementar 50 mg/día cada
semana hasta 200 mg/día.
7
Amitriptilina: Se administra preferentemente a la hora de acostarse por sus
propiedades sedantes. Ventajas: pacientes con insomnio (se ha observado que es
efectiva en insomnio primario), depresión grave o resistente al tratamiento o dolor
crónico (fibromialgia, dolor neuropático, cefalea, etc.). iniciar tratamiento con 25
mg/día; incrementar 25 mg cada 3-7 días; dosis máxima de 300 mg/día. La dosis de
sostenimiento es de 25-100 mg/día (Isaza, y otros, 2014).
Imipramina: Se administra preferentemente a la hora de acostarse por sus propiedades
sedantes. Ventajas: pacientes con insomnio, depresión grave o resistente al tratamiento
o enuresis. Iniciar 25 mg/día; incrementar 25 mg cada 3-7 días; la dosis máxima es de
300 mg/día. La dosis de sostenimiento es 50-75 mg/día (Isaza, y otros, 2014).
Heterocíclicos
Trazodona: una opción recomendable en pacientes con insomnio (cuando se quiere evitar
fármacos con riesgo de crear dependencia) y como complemento de otros antidepresivos en el
tratamiento de la ansiedad o el insomnio residuales. Su dosis inicial es de 50 mg/día en una sola
toma, se puede aumentar 50 mg/día cada semana hasta 200 mg/día (Álvarez-Mon, Pereira, &
Ortuño, 2017).
Bupropión: puede mejorar los síntomas cognitivos (la llamada pseudodemencia depresiva),
reduce la hipersomnia/fatiga, reduce el deseo por el tabaco al dejar de fumar y es infrecuente
que produzca disfunción sexual. Produce hipomanía con una menor frecuencia que otros
antidepresivos. Su dosis inicial es de 150 mg/día se puede incrementar a 300 mg/día en dos
tomas una vez transcurridos 3 días del inicio del tratamiento (Álvarez-Mon, Pereira, & Ortuño,
2017).
Cronobióticos
Agomelatina: es una opción terapéutica recomendable en pacientes con problemas del ciclo
vigilia-sueño. Se inicia con 25 mg antes de acostarse y, después de dos semanas, se puede
aumentar hasta 50 mg. Es necesario realizar pruebas de función hepática al inicio del
tratamiento, después a las 6, 12 y 24 semanas por su potencial hepatotoxicidad (Álvarez-Mon,
Pereira, & Ortuño, 2017).
Inhinidores de la monoaminooxidasa
8
Moclobemida: dosis de 300-600 mg/día. (Gonzáles Martínez, Martín Cabeza, Sánchez Pascual,
& Mirapeix Bedia, 2015)
Potenciadores antidepresivos
Litio
Antipsicóticos atípicos
Los antipsicóticos atípicos también son empleados con frecuencia como potenciadores
antidepresivos en los casos refractarios para esta finalidad aripiprazol y quetiapina.
Quetiapina: es un antipsicótico atípico que bloquea los receptores dopaminérgicos tipo 2 y los
receptores serotinérgicos tipo 2. Se inicia con dosis de 50 mg en el primer día, 100 al segundo
día, y 300-400 a partir del tercer día (Isaza, y otros, 2014).
Esquema de tratamiento
El tratamiento agudo debe durar de 8-12 semanas, y la fase de mantenimiento del tratamiento
debe prolongarse de 6-24 meses, o más. Si esta mejoría se mantiene al menos 6-12 meses se
considera recuperación.
En una elevada proporción de casos, hay algún acontecimiento vital estresante asociado con el
inicio del cuadro. No existen estudios correctamente documentados sobre la eficacia de ningún
tratamiento en estos casos, aunque los fármacos antidepresivos pueden resultar útiles.
9
El tratamiento debe iniciarse con dosis progresivas. Entre 7 y 10 días debería estar tomando
dosis terapéuticas.
Si a las 3-4 semanas no se produce una mejoría clara, se debe alcanzar la dosis máxima.
En el caso de que tras 6-8 semanas de tratamiento antidepresivo no se observe una respuesta,
se debe revisar el diagnóstico y el tratamiento, valorando el cumplimiento y la dosis. En caso de
que se produzca resistencia hay varias opciones:
Combinación: añadir al antidepresivo otro de perfil bioquímico distinto.
Adición: añadir otra sustancia que no sea propiamente un antidepresivo: litio (dosis
entre 400-800 mg/día, para alcanza litemias entre 0,3-0,6 mEq/l), antipsicóticos
(evidencia con olanzapina, quetiapina y aripiprazol), metilfenidato, hormonas tiroideas:
añadir T3 (25-50 mcg/día) o T4 (50-150 mcg/día).
Sustitución: cambiar de antidepresivo por otro de distinto perfil bioquímico
Mantenimiento y profilaxis
Tratamiento no farmacológico
Psicoterapia
Psicoterapia de apoyo
Terapia cognitivo conductual
Terapia interpersonal
Terapia electroconvulsiva
Evolución y pronóstico
10
El 15% de los pacientes deprimidos con el tiempo cometen suicidio. Un episodio de depresión
promedio sin tratar dura cerca de 10 meses. Por lo menos el 75% de los pacientes afectados
tienen un segundo episodio de depresión, habitualmente en el transcurso de los primeros 6
meses después del episodio inicial. El número promedio de episodios depresivos en el curso de
la vida es de cinco. El pronóstico suele ser bueno: el 50% se recupera, el 30% lo hace
parcialmente y el 20% padece un curso crónico (Sadock, Ahmad, & Sadock, Kaplan & Sadock
Manual de bolsillo de Psiquiatría Clínica, 2018).
11