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El Imperialismo, la Masonería y la Guerra

del Pacífico (Versión revisada)


• Por. Dr. Antonio Revollo Fernández

Una escena de la guerra del Pacífico /fdra-historia.blogspot.com


"Chile ha ocupado el Litoral y se apoderó de él con el mismo título con que Alemania
anexó al imperio la Alsacia y Lorena. Nuestros derechos nacen de la victoria, la ley
suprema de las naciones".

"Que el Litoral es rico y vale muchos millones, eso ya lo sabíamos. Lo guardamos porque
vale, que si nada valiera, no habría interés en su conservación". "Terminada la guerra la
nación vencedora impone sus condiciones y exige el pago de gastos ocasionados. Bolivia
fue vencida no tenía con qué pagar y entregó el Litoral".

Abraham Konig Ministro Plenipotenciario de Chile

I. INTRODUCCIÓN

Empezamos el presente artículo con la premisa de desentrañar e interpretar muchos tabúes,


mantenidos como sagrados dentro la historiografía nacional que distorsionaron la verdad
histórica, particularmente, de la guerra del Pacífico que es una de las mayores desgracias
que sufre actualmente nuestro país, merced al cercenamiento de una salida al mar con
soberanía que impide el desarrollo integral de nuestra economía vía importación y
exportación de nuestras materias primas y productos con valor agregado, pese al famoso
Tratado de 1904, firmado bajo presión y amenaza de Chile a Bolivia, que otorga una serie
de canonjías a nuestro país, pero solo en el texto, siendo virtualmente incumplido,
avasallado y desconocido en los hechos.
Como émulos de Hitler, cuya geopolítica imperial fue el factum del poder militar
expansivo, fue seguida por sus áulicos de la casta gobernante de Chile, quienes enaltecían
la victoria de la guerra " LA LEY SUPREMA DE LAS NACIONES", como un don
sobrenatural que otorga derechos de los fuertes sobre los débiles, principios venales que
han sido superados ampliamente por las nuevas concepciones de libertad y democracia, la
hermandad y complementariedad en la hora actual, garantía de las naciones civilizadas,
para cuyo efecto se crearon instituciones de carácter ecuménico para encarar temas
pendientes como en el caso de la salida al mar con soberanía para Bolivia.

II. LA MASONERÍA Y LOS INTERESES TRANSNACIONALES

Los intereses plutocráticos de carácter transnacional estuvieron ligados con la masonería,


inclusive antes de la Independencia de los países americanos que coaligados bajo consignas
de "hermandad", donde nuestros "libertadores" obedecían mandatos de los nuevos
usufructuarios capitalistas en reemplazo de los españoles. Por ello, Oblitas Fernández,
indica: "Junto al ´libertador´ Francisco de Miranda , O´Higgins Jr., eran miembros de las
logias "Gran Reunión de Americana" y "Logia Lautaro" que fue fundada en 1812 en
Buenos Aires, siendo una filial de la Sociedad Francmasónica".

No olvidemos que en la naciente Bolivia, participaron activamente la llamada "Logia


Patriótica", a la cabeza del sinuoso Casimiro Olañeta, José María Serrano. Urcullo y otros
que firmaron el Acta de Independencia el 6 de agosto de 1825, obviamente coaligados con
las logias independentistas, cuyos lazos provenían de allende los mares como la "Gran
Reunión Americana", también, llamada "Logia de los Caballeros Racionales", fundada en
Londres en 1797. La logia "Gran Reunión Americana", funcionaba en la Casa de Francisco
de Miranda y de su esposa Sarah Andrews, situada en Graffon Street, en el centro de
Londres, a unos pasos de Berkeley Square Street donde vivía Wílliam Pitt "El Joven",
entonces Primer Ministro del imperio británico. Bernardo O´Higgins y Francisco de
Miranda coordinaron sus planes "revolucionarios" reuniéndose regularmente en Londres
con autoridades británicas".

No es casual la presencia de Inglaterra en las nacientes repúblicas porque, "la relación de


personajes habitualmente presentado como libertadores de América con las más poderosas
autoridades del Imperio Británico, no fue ningún accidente de la historia. Estos
"libertadores" no actuaron solos, sino con el apoyo de organizaciones oligárquicas,
esencialmente británicas que planificaron el control del continente americano, por ello,
"para entender cómo la plutocracia transnacional saqueó a Bolivia y al resto de América
Latina desde su independencia, es conveniente observar la extraña coincidencia entre las
victorias de los "libertadores" vinculados con la monarquía de Inglaterra y el simultáneo
endeudamiento de las repúblicas recién nacidas hacia bancos de ese mismo país", es decir,
con la emancipación vino la deuda junto a la masonería.

III. LA MASONERÍA Y LA GUERRA DEL PACÍFICO

Retrotrayendo nuestra historia nacional, la pérdida del litoral boliviano con cerca de 400
kilómetros, empieza con la fatídica presencia de Mariano Melgarejo como gobernante de
Bolivia que sus aduladores en Bolivia y Chile le calificaron como "emulo de Napoleón y
Bolívar, Primer soldado americano, Bravo guerrero de los Andes", cuando a través de un
tratado de 1866, leonino a nuestros intereses, se otorgó muchas canonjías hacia los intereses
ingleses y chilenos para explotar nuestras guaneras y salitreras en el litoral boliviano.

El absurdo de "emulo de Napoleón y Bolívar", otorgado a Melgarejo, como lisonja chilena


fue cuando España con sus navíos pretendía saldar cuentas contra Perú y Chile, tomando
las Islas de Chincha y luego amenazar a Valparaíso. En ese momento, todas las naciones de
América recién liberadas del yugo ibérico, rechazaron la presencia española. Melgarejo,
que en principio se declaró neutral, luego toma partido para la alianza, entre Perú, Chile y
Bolivia, otorgando la libertad a su "aliado" chileno de ocupar y transitar libremente por el
territorio boliviano, para defender la "dignidad americana", tramado y manejado hábilmente
por su Ministro Mariano Donato Muñoz eminente hermano masón, que fue parte de la
conjura contra Bolivia.

Decimos que la desgracia boliviana viene con la Presidencia de Mariano Melgarejo, que
inclusive los propios historiadores chilenos, encargan de realizar una radiografía de esta
funesta persona, así, el historiador Francisco Valdés Vergara de manera lapidaria expone:
"un hombre depravado en el vicio, una especie de insano, que sin pensar ejecutaba
insensateces monstruosas y también atroces crueldades. Melgarejo fue un gobernante de
carnaval".

Con dicho antecedente "americanista", nunca se pensó que chile sacaría sus garras, luego de
este hecho histórico, cuando vieron el blindado chileno "Blanco Encalada" en las cercanías
de Antofagasta, alertada por el Prefecto de Antofagasta Severino Zapata al Presidente
Hilarión Daza, en ese momento, pensó que "el sentimiento americanista" prevalecería ante
cualquier intento de asalto de parte del poder militar chileno, ingenuidad nuestra que
calculamos equivocadamente, además, porque detrás de bambalinas confabulaba la
masonería mercantil encarnada en sus élites dirigenciales de los tres países.

Por otro lado, confiamos en la integración de la Argentina, al pacto Perú-boliviano, cuya


relación con Chile en ese momento era delicada, enviando a nuestros representantes
diplomáticos, a Buenos Aires, pero, como dice el refrán "en aguas revueltas, ganancia de
pescadores", también, aprovechó la oportunidad para encarar el problema limítrofe sobre la
Patagonia, antiguo litigio con Chile, y, que una vez resuelto dicho problema se declaró
neutral. Obviamente, dicha medida fue recibida con alborozo por los mercaderes
transnacionales al conocer dicha neutralidad, cuya actitud se repetiría, posteriormente en la
Guerra del Chaco entre Bolivia y Paraguay.

IV. LA MASONERÍA NO TIENE PATRIA

Aquí debemos rescatar las acciones patrióticas del gobierno de Agustín Morales que en su
momento viendo el crecimiento bélico e interés expansivo de Chile, hacia las costas de
Bolivia y Perú convino en un Tratado secreto de carácter defensivo con el Perú, es decir no
ofensivo, situación que fue aprovechada por el país del Mapocho. Morales por otra parte
acudió al Congreso boliviano con la pretensión de adquirir dos buques de guerra en Europa,
que lamentablemente, fue rechazada por el Parlamento boliviano, craso error nuestro
porque, no teníamos absolutamente nada para encarar una guerra marítima con Chile, y
solo se confiaba en la armada peruana, que ciertamente, el valeroso héroe Miguel Grau con
el blindado "Huáscar" fue el terror de los modernos barcos de guerra de Chile, única
esperanza de los aliados en el mar, cuya derrota, posterior, fue el decantamiento moral de
Perú y Bolivia.

El pretexto para invadir Antofagasta fue el impuesto de diez centavos dictada en el


gobierno de Agustín Morales y ejecutada por Hilarión Daza por la explotación del guano y
salitre, señuelo que esperaban los intereses capitalistas ingleses y chilenos, por ello se
indica que "la Guerra del Pacífico fue rebautizada, por varios autores, como Guerra del
Salitre", y tuvieron sólidos motivos para hacerlo, aunque podían añadir del "guano", del
"cobre" y de otras riquezas naturales. Sin embargo, pocos enfatizaron que esta guerra como
muchas otras se generó a partir de intereses esencialmente privados y transnacionales, antes
que supuestos odios entre pueblos. Antes, durante, y después de esta guerra, mientras se
masacraban soldados de los tres países en conflicto, inversionistas chilenos, bolivianos y
peruanos mantuvieron excelentes relaciones, todos ellos habían establecido sólidas
conexiones con ricos europeos y/o norteamericanos, así como con el mundo político
internacional, en particular en los ámbitos de la diplomacia y de la economía".

El ferrocarril como sinónimo de modernidad en este período fue la magia para recibir a
propios y extraños, alimentada por la febril explotación del "oro blanco", como el salitre
trajo a muchos extranjeros bajo la careta de empresarios inversores como "en 1854, dos
norteamericanos, que iban a jugar un papel significativo en la historia de la región, llegaron
a Sudamérica, William Russell Grace y Henry Meiggs Williams. Este último prófugo de la
justicia de California, llegó a Valparaíso (Chile) donde empezó a desarrollar exitosamente
proyectos de construcción de ferrocarriles que le permitirían proponer proyectos similares
al gobierno de Perú. Ellos fundaron Grace Brothers Ltd., en el Callao, zona portuaria de
Lima (Perú). En 1855, la exportación es de guano hacia Norteamérica alcanzaron su tope
con ciento setenta y seis mil toneladas".

La historiografía tradicional se esmeró en levantar falsos mitos heroicos y condenó a otros


como Agustín Morales e Hilarión Daza, que tuvieron muertes trágicas de manera extraña
cuando tocaron los intereses de la masonería mercantil, tratando de encontrar chivos
expiatorios, cuya hermandad secreta venían tramando desde el 24 de mayo de 1862, que
nacía la Gran Logia de la Orden Masónica en Chile, derivada en forma directa de la Gran
Logia de Londres, en esta organización se encontrarían: Aníbal Pinto Garmendia (1825-
1884), el presidente de Chile que, en 1879, ordenó la invasión de territorios bolivianos.
Según varios historiadores, personalidades influyentes en esta época, también, fueron
prominentes miembros de esta organización como, según el historiador Hugo Roberts,
Tomás Frías (presidente), Aniceto Arce (presidente), Mariano Baptista (presidente), y
Mariano Donato Muñoz (Ministro de Relaciones Exteriores). Otros añaden, también, a
Belisario Boeto (Plenipotenciario en Chile y Presidente de la Corte Suprema de Bolivia).
Estos datos revelan la existencia, ya en esos tiempos, de una estrecha relación entre los
plutócratas chilenos, bolivianos e ingleses".
Francisco de Miranda, preso en Cadiz /globovision.com

Casimiro Olañeta fue parte de la "logia patriótica" /correodelsur.com


Mariano Melgarejo fue calificado como el "émulo de Napoleón" /bp.blogspot.com

Bernardo O´Higgins también era miembro de logias /gcdn.emol.cl

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revisada)

El Imperialismo, la Masonería y la Guerra


del Pacífico - Parte II
• Por: Antonio Revollo Fernández - Past Presidente de la Sociedad de
Historia y Geografía de Oruro

Evaristo Soublette, maestro mayor de la Logia chilena, odiaba a los bolivianos


/FOTOGRAFIAPATRIMONIAL.CL
V. EL SEÑUELO DE LA TRAMPA: TACNA Y ARICA

Por otro lado, la diplomacia chilena a través de sus personeros incluyendo al ilustre
boliviano Gabriel René Moreno intentaron coaligar a Bolivia, al lado chileno en contra del
Perú, con el señuelo de entregar Tacna y Arica como compensación de su litoral, por ello se
indica que dentro del país operaba la quinta columna: "El personaje que ya esperaba la
propuesta chilena era Don Aniceto Arce, dueño de la famosa empresa minera Huanchaca, y
factórum de la oligarquía de la época, objetivo chileno, pues, era la mina más rica de
Bolivia y su fama había trascendido las fronteras. Entre sus socios estaban Melchor Concha
y Toro, Gregorio Donoso y Javier Huidobro, todos prominentes miembros de la oligarquía
chilena. Obviamente, un personaje de tales características, que tenía un pie en Bolivia y el
otro en Chile, estaba llamado a jugar un papel de primer orden dentro los planes elaborados
por la banca inglesa y los accionistas de Valparaíso" (8).

Hilaron Daza, daría a conocer al Presidente del Perú, General Prado, semejante propuesta,
en homenaje de lealtad y fidelidad, pero, "los grandes intereses en juego con las cúpulas de
la masonería afloró en aquella oportunidad, ya sin escrúpulo alguno. Desde hace años se
había ido produciendo una simbiosis entre las empresas explotadoras de guano y salitre con
las logias que operaban en Santiago y Valparaíso. Tal era el caso de la Gran Logia de Chile,
cuyos miembros en su mayoría eran socios o accionistas de las salitreras. El Serenísimo y
Gran Maestro de la Logia era nada menos que don Evaristo Soublete, de nacionalidad
inglesa, pero al mismo tiempo Gerente General de la Compañía de Salitre y Ferrocarril de
Antofagasta, con residencia en Valparaíso, Jeorge Hicks, George Paddison, Diego Admson,
Juan Clemenson y R. H. Stevenson, eran socios o formaban parte de la misma empresa" (
9).

La Gran Logia chilena estaba encaramada en la denominada "Sociedad de Socorros Mutuos


de la Patria", que hicieron colectas públicas y aportes extraordinarios para la presencia de
las tropas chilenas en Antofagasta, además, del odio antiboliviano que tenía el serenísimo
Gran Maestro de la Logia, Evaristo Soublete que llegó con los invasores, soliviantando
desmanes y tropelías sin nombre, cometidas contra la población indefensa, sometidas a toda
clase de actos indignos al calor de la embriaguez que otorga el desaforo de los bárbaros,
como el caso de Mollendo en el Perú, que inclusive fue acremente criticada por la propia
población y prensa chilena.

De inicio el asalto de Antofagasta y otras poblaciones bolivianas fue fácil por la


penetración pacífica de chilenos para trabajar en nuestras salitreras que prácticamente
dominaban nuestro litoral numéricamente y, que en ese momento nuestro país, pasaba por
una de las terribles calamidades, una sequía larga, epidemias como la peste, que fue
diezmando a nuestra población, además, debilitado el ejército, por las innumerables luchas
y pugnas internas por llegar al poder, siendo el caudillismo y el extremado celo, factores
que diezmaron nuestras fuerzas. Precisamente dicha situación fue aprovechada por los
capitales chilenos y británicos parta urdir un plan maquiavélico a partir del siniestro
Melgarejo y otros connotados chilenófilos y logieros como Tomás Frías, Aniceto Arce,
Mariano Baptista, Narciso Campero y otros.

Luego de los desaciertos en la conducción militar que hicieron deambular al ejército


boliviano cientos de kilómetros sin toparse con el enemigo y finalmente, "holgar durante
nueve meses en Tacna, vegetando sin hacer nada crepitó el espíritu guerrero boliviano, que,
sin embargo, el mismo obedecía al plan de traición a la patria por Narciso Campero. Pero
veamos lo que indica Hugo Roberts Barragán: "La batalla del Alto de la Alianza, en que los
Colorados de Bolivia y los mejores soldados del Perú hicieron derroche de heroísmo, no
debió realizarse jamás y su precipitación forzada constituye la mejor prueba de conducta de
su comandante Campero, tenía el compromiso de liquidar la guerra en favor del invasor. Y
por eso condujo al ejército que comandaba a la más espantosa liquidación y derrota".

Prácticamente, la presencia del ejército boliviano culminó en la batalla del Alto de la


Alianza, el 26 de mayo del 1880, descollando los Colorados de Bolivia a la cabeza de su
Comandante, Cnel. Ildefonso Murguía, teniendo que soportar nuestro aliado Perú, hasta
1883, las arremetidas del ejército chileno, cuyas características merecen otro estudio, por
los devaneos de un lado y del otro, donde inclusive, se lanzó la peregrina tesis de la
"polonización", es decir, el descuartizamiento de Bolivia a favor de los países que rodean
sus fronteras.

Sin embargo, es necesario resaltar que diferentes mandatarios y cancilleres chilenos de


manera ladina y engañosa comprometieron un puerto para Bolivia a través de varios
protocolos, como el Tratado de Transferencia de Territorios, firmado el 18 de mayo de
1895 entre Chile y Bolivia, donde, por Chile firmó el canciller Luis Barros Borgoño y por
Bolivia el ministro plenipotenciario don Heriberto Gutiérrez, cuyo artículo 3ro. indicaba:
"A fin de realizar el propósito enunciado, el Gobierno de Chile se compromete a empeñar
todos sus esfuerzos, ya sea separadamente o conjuntamente con Bolivia para obtener en
propiedad definitiva los territorios de Tacna y Arica", así como como lo expresado,
posteriormente, por el Presidente Arturo Alessandri que expresó: "Bolivia siempre
encontrará a Chile dispuesta a iniciar nuevas negociaciones con el objetivo de facilitar el
acceso de Bolivia al mar, a través de un puerto propio". Así como el "abrazo de Charaña",
entre los presidentes Augusto Pinochet de Chile y Hugo Banzer de Bolivia que
comprometieron un corredor soberano territorial con acceso al mar.

Y, este cuento repetido una y otra vez, después del Tratado de 1904, (Considerado sagrado,
intangible, inmutable y eterno por la oligarquía empresarial y la clase política chilena
dominante), que varios presidentes y cancilleres de Chile comprometieron la fe del Estado
chileno de resolver este problema que reclama Bolivia , apoyados, además, por las 11
Resoluciones de la OEA, como la Resolución 426 del 31 de octubre de 1979, donde la
Asamblea General declaró que "es de interés hemisférico permanente encontrar una
solución equitativa por la cual Bolivia obtenga un acceso soberano y útil al Pacífico ".

Esta herida sangrante de cada uno de los bolivianos y bolivianas sin distinción de clases y
edad, jamás renunciará a volver al mar con soberanía plena y que es un tema pendiente
donde las naciones del mundo y los organismos ecuménicos como la Corte Internacional de
Justicia de La Haya darán razón a la verdad histórica y jurídica, clamor que adquirió
inusitada fuerza con la demanda presentada por el Estado boliviano a partir del año 2013.

Bolivia entera espera que así sea.

BIBLIOGRAFÍA

1. ARCE C. Eduardo, "La Economía de Bolivia", Edit., Los Amigos del Libro, 1ra., ed., La
Paz, 1979.

2. AGUIRRE L. Joaquín, "Guerra del Pacifico, Pacto de Tregua, 1884", Edit., Los Amigos
del Libro, 1ra. ed., La Paz, 1987.

3. COLECTIVO SUR, "El Nuevo Orden Mundial y Saqueo de Bolivia", Edit., SOMOS
SUR, s/ed., Cochabamba, 2006.

4. ESCOBARI C. Jorge, "Historia de la Diplomacia en Bolivia", Edit. UNIDAS S.A. 1ra.


ed., La Paz, 1975.

5. DE MESA, José DE MESA Carlos, GISBERT Teresa,", Historia de Bolivia", Edit.,


Gisbert, 7ma., ed., LA Paz, 2008.

6. GALLARDO L Jorge," La Nación Postergada", Edit., Los Amigos del Libro, 1ra. ed., La
Paz, 1998.

7. OBLITAS F. Edgar, "La Historia Secretó de la Guerra del Pacifico", Edit., Túpac Katari,
4ta.ed., Sucre, 1983.

8. MARTINEZ H. Cástulo, "El mar d Bolivia" (Reflexiones de un ciudadano chileno),


Edit., Juventud, 1ra. ed., La Paz-Bolivia, 1990.

9. RODRIGUEZ C. Bernardino, "Un capricho llamado Mollendo", Edit., Universidad


ALAS Peruanas, 2da, ed., Molendo-Perú, 2005.

Presidente Arturo Alessandri Palma, abierto al diálogo con Bolivia


/MEMORIACHILENA.CL

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