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UNA EXPERIENCIA DE INTERVENCIÓN SOBRE EL DERECHO A LA IDENTIDAD DE

NIÑOS Y NIÑAS DE UN ASENTAMIENTO URBANO. PROYECTO DE EXTENSIÓN DE LA


UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA. (UNLP).
1
Michelli, Virginia (I); González Oddera, Mariela (II); Scharagrodsky, Carina (III)

Eje: Promoción Comunitaria e Inclusión Social


RESUMEN
Se presentan los resultados correspondientes al apartado Derecho a la Identidad de niños y
niñas del Proyecto de Extensión “Experiencia de intervención en un asentamiento urbano.
Estrategia innovadora para la construcción de ciudadanía desde la promoción de la salud en el
barrio Los Eucaliptos de Ensenada”. 2
Esta propuesta concibe a la promoción de la salud como una estrategia política ya que incluye
la capacidad de organización de los sujetos en su lucha por el acceso a los derechos
fundamentales.
En un proceso de trabajo de dos años de experiencia y mediante la implementación de
dispositivos, se pretendió la inclusión de la palabra en un cotidiano signado por las condiciones
materiales de existencia características de la pobreza estructural. Palabra que permita
nombrar, contar, denunciar, como primeros pasos para poner de manifiesto que el malestar
que aqueja al cuerpo obedece a un proceso de salud enfermedad quebrantado por la
vulneración de derechos.
En este pasaje centrado particularmente sobre la población infantil, nos preguntamos cómo
se articulan y qué efectos tienen las autopercepciones devaluadas que los niños suelen
sostener sobre sí mismos, las representaciones que circulan sobre ellos en los distintos
espacios institucionales, y la posibilidad de constituir proyectos identificatorios que organicen y
tornen esperable el tiempo por venir.

Desarrollo
En el marco de la Extensión Universitaria, se ha dado continuidad a un acumulado de dos
años de experiencia de trabajo intersectorial e interdisciplinario con niños y familias del
asentamiento Los Eucaliptos de Ensenada, provincia de Buenos Aires. Argentina.

1
Datos de las autoras: (I) Virginia Michelli. Lic. En Trabajo Social. Docente de la Universidad Nacional
de La Plata. (UNLP).Facultad de Trabajo Social. Cátedra de Medicina Social. La Plata. Buenos Aires.
Argentina. michelliv@yahoo.com (0221) 155546942. Co – Directora del Proyecto.
(II) González Oddera Mariela: Lic. En Psicología. Beca de investigación de la UNLP. La Plata. Buenos
Aires. Argentina. maroddera@hotmail.com (0221)156033683 Coordinadora del Proyecto.
(III) Scharagrodsky Carina: Lic. En Psicología. Docente de la UNLP. Facultad de Humanidades y
Ciencias de la Educación de La Plata. Buenos Aires. Argentina. carinosky@hotmail.com
(0221)156189599. Coordinadora del Proyecto.
2
Este proyecto fue aprobado por el Comité Evaluador de Proyectos de Extensión de la UNLP en el año
2007.El Director es el Profesor José Carlos Escudero. Docente de las Universidades de Lujan y La Plata.
Esta propuesta ha concebido a la promoción de la salud como una estrategia política, ya
que incluye la capacidad de organización de los sujetos en su lucha por el acceso a los
derechos fundamentales.
La iniciativa contempló la instalación de dispositivos de intervención comunitaria en las
organizaciones sociales, las instituciones de salud, educación y vía pública. Los mismos se han
organizado alrededor de dos ejes: la palabra y el trabajo con el cuerpo, atravesados por los de
salud y comunicación.
Mediante la implementación de talleres de narración oral y de teatro espontáneo se
pretendió la inclusión de la palabra en un cotidiano signado por las condiciones materiales de
existencia características de la pobreza estructural. Palabra que permita nombrar, contar,
denunciar, como primeros pasos para poner de manifiesto que el malestar que aqueja al
cuerpo obedece a un proceso de salud enfermedad quebrantado por la vulneración de
derechos. Vulneración que condena a los sujetos a recurrir a la atención médica frente a la
urgencia con consecuencias frecuentemente irreversibles, con alto costo en sufrimiento
humano, con el desborde de los equipos de salud y un sistema sanitario que complejiza y
encarece las repuestas para aquello que podría haberse prevenido.
Como corolario del proceso de trabajo, en la experiencia se articularon saberes académicos
y saberes populares formalizando espacios de encuentro que permitieron modificar
representaciones y prácticas en ambos campos del saber.
En el marco del objetivo general del proyecto que plantea: “Promocionar la salud en la
comunidad del asentamiento Los Eucaliptos, habilitando espacios de recuperación de saberes
populares para la construcción de ciudadanía”, se destacan los siguientes objetivos
específicos, directamente vinculados al presente trabajo:
- Propiciar en la comunidad mencionada un espacio de expresión donde se dignifique y
sistematice la palabra de los sujetos, como medio de valorizar los saberes colectivos.
- Generar un espacio para estimular el cuidado del propio cuerpo y el cuerpo del otro como
lugar común de la propia identidad y como elemento primario para el desarrollo de un proyecto
de vida.
- Producir objetos culturales que plasmen la construcción de un nuevo saber colectivo en
relación a la promoción de la salud (un mural, una revista, una gacetilla de salud, una obra de
teatro), atento al proceso que se atraviese, y a la singularidad de los sujetos involucrados.
- Utilizar la comunicación popular como estrategia de promoción de la salud para responder
al contexto cultural específico estimulando la pluri direccionalidad de la comunicación.

Contextualización de la situación
- Caracterización socio demográfica del barrio: se estima la existencia de 1500 habitantes en
condiciones de pobreza estructural: familias numerosas, bajo nivel educativo, ruptura de lazos
sociales, alto índice de desempleo, condiciones habitacionales de hacinamiento, ausencia de
servicios básicos, tenencia ilegal de la tierra, alto grado de contaminación ambiental, etc. En
esta población aparece, con las enfermedades características de la pobreza, la dificultad para
el acceso al sistema de salud. Por lo tanto, existe la demanda de la creación de un centro de
salud que cubra las necesidades del barrio.
- En el año 2007 se inaugura en Ensenada el Centro de Integración Comunitaria
correspondiente al barrio de El Dique, como centro que integra un área de salud y desarrollo
social. Sin embargo, las características de la institución, del equipo profesional, las condiciones
laborales del personal entre otras, han generado como efecto una baja tasa de uso y
participación de uso del mismo.

Situación o problemática de los derechos humanos en usuarios de salud mental


Tres años de trabajo en diferentes instituciones de la zona han permitido detectar
problemáticas vinculadas a la vulneración del derecho a la identidad (tanto colectiva como
individual) en contextos de exclusión social. Consideramos que fenómenos como la
fragmentación y ruptura del lazo social, la dificultad en la puesta en marcha de diferentes tipos
de emprendimientos colectivos, así como el predominio de una forma de vínculo entre pares
organizado en torno a la violencia, son índice de procesos conflictivos en torno a la
construcción de identidades.
Con un trabajo centrado particularmente sobre la población infantil, nos preguntamos cómo
se articulan y qué efectos tienen las autopercepciones devaluadas que los niños suelen
sostener sobre sí mismos, las representaciones que circulan sobre ellos en los distintos
espacios institucionales, y la posibilidad de constituir proyectos identificatorios que organicen y
tornen esperable el tiempo por venir.

Metodología de trabajo:
Desde el paradigma de los derechos humanos como elección y como proyecto ético-
político, especificaremos la estrategia metodológica en función del marco teórico orientador.
La estrategia metodológica construida, en tanto posibilidad de articulación teórico-práctica, se
diseñó en estrecha vinculación con las tres dimensiones constitutivas del Trabajo Social: la
ético- política, la operativo – instrumental y la teórico- técnica. Se ha considerado la
posibilidad de delinear una estrategia operativa en el marco de un proyecto político y de cierto
proyecto profesional (que define las expectativas sobre la profesión y un abanico de
posibilidades de intervención), y en relación a un marco teórico que le aporte sistematicidad y
coherencia.
La propuesta se metodológica siguió los lineamientos de la investigación participativa (IP). Se
consideraron como relevantes los siguientes aspectos en la propuesta metodológica:
- la experiencia de los participantes como punto de partida
- un proceso educativo orientado a actividades grupales que desarrollen una
relación pedagógica horizontal.
- el establecimiento de lazo de aprendizaje y reflexión conjuntamente y la
organización de los grupos por otros
- la IP se centrará en producción de nuevos saberes.
La elección de tipo de instrumentos deriva de un marco teórico y un acervo instrumental
profesional. En nuestro caso, más allá de la complejidad de la situación, se presentaba la
dificultad adicional de trabajar en un equipo multidisciplinario, con bagajes y expectativas
diferentes. Por lo tanto, definimos la metodología en relación a los puntos en común: los
objetivos planteados, priorizando una modalidad participativa y horizontal, que permitiera la
construcción de conocimiento a partir del intercambio con el otro. El taller resultó el dispositivo
e instrumento privilegiado para el trabajo. Fue ordenado en función de dos estrategias
principales: el sostenimiento de un encuadre de trabajo y el acompañamiento y sostén
singularizado en la experiencia concreta.
Ya hemos descripto el panorama con el que nos encontramos en la escuela y también en el
espacio de los talleres: “Los chicos se aburren, se pegan, se empujan casi permanentemente.
La dinámica del trabajo se ve interrumpida básicamente por esto.” (Taller de Teatro). Un marco
de caos, de violencia, de dificultad para el trabajo. Vislumbramos aquí el estallido de los
instituidos, el desfondamiento institucional, y la caída de ciertos lugares simbólicos que otrora
ordenaban la vida de las instituciones (Lipovetsky, 1986; Lewkowicz, 2001, Duschatzky, 2002;
Fernández, 1999).
Ya no existen leyes generales, es necesario instalar las condiciones necesarias para instituir
en situación un contrato, las “reglas del juego”, que permitan habitar los galpones en tiempos
de crisis, de estallido, de desfondamiento institucional. Estas reglas son las que habilitan la
posibilidad del trabajo, de la producción. Al decir de una tallerista: “Enuncié una especie de
contrato, donde íbamos a tratar de no pelearnos entre los que estábamos, para poder
completar la actividad. Esto generó como efecto que se apaciguaran, y se pusieran a trabajar.”
(Taller de Cuentos)
La idea de “reglas de juego” supone que son estrategias que se instalan sobre situaciones
particulares; no sirven para todos los casos sino para las situaciones concretas. De allí la
recurrencia de las observaciones que realizan los talleristas: “En mi cabeza, en la planificación
de cada encuentro, me pienso como si fuera la primera vez. No doy nada por sentado y
adquirido de una vez y para el resto del proyecto” (Taller de Cuentos); “El deseo de que la
actividad continúe, comentado y consensuado con ellos/as.” (Taller de Cuentos); “Creo que lo
que se planifica queda a un lado; yo arranco cada lunes pensando que es la primera vez. No
puedo dar por supuesto lo que trabajamos la semana anterior. Puede haber mil razones para
que los pibes no se enganchen esta vez; que tengan hambre, que el comedor no funcione, que
haya hecho mucho frío la noche anterior, que haya entrado una madre a pegarle a una
maestra. Mil cosas han podido pasar” (Taller de Cuentos)
Las reglas de juego se constituyen como encuadre de trabajo. Encuadre que opera como
límite, como forma de contener el exceso, como marco que regula los intercambios entre pares
y con los adultos. En tanto establecimiento de una ley simbólica –es decir, de una legalidad a la
que está sometida el conjunto- tiene una función ordenadora en la construcción de la identidad
(Aulagnier, 1975). Es ordenador en tanto define lo prohibido y lo prescripto, aquello que está
bien y que está mal; en tanto establece parámetros, guías para la acción.
El encuadre constituye por lo tanto un “marco propicio” que se incluye dentro de nuestra
idea de salud; en tanto organizador que permite el intercambio con el otro. Es decir, frente a un
escenario de ausencia de reglas y de caos, la posibilidad de instalar otro espacio de trabajo
tiene sus efectos potenciales en la propia identidad y en la representación que se tiene del otro.
El otro eje central de la metodología estuvo constituido por la implementación de un sostén
singularizado en la experiencia concreta. Como observable, a lo largo de todo el proceso,
encontramos la dificultad en el trabajo autónomo. La necesidad de andamiaje, de apoyatura,
del acompañamiento del adulto ha sido una constante. Creemos que esto tiene que ver
también con la posición del adulto en el proceso de enseñanza aprendizaje, con la capacidad
de alojar el deseo de aprender del niño y acompañarlo en la construcción de nuevas
estrategias y nuevas posibilidades elaborativas. Dicen los talleristas: “No respondieron sin
nuestra ayuda, quiero decir, fue necesario hablar con cada uno para indicarles qué queríamos,
entonces comenzaron a dibujar, la mayoría, a sus hermanos” (Taller de Teatro). “Luego de
conformar los pequeños grupos, la mayor parte de los chicos se niega a realizar la tarea: “no
me gusta escribir”; “No nos gusta hacer tarea” (tarea= escribir). Finalmente, con el apoyo de los
talleristas, se enganchan. En algunos casos, es el propio tallerista el que escribe la ficha y la
completa” (Taller de Salud). Lo interesante aquí para destacar es cómo la capacidad productiva
se relanza cuando existe la apoyatura y el acompañamiento del adulto.

Participantes de la situación relatada (actores sociales participantes, efectores, usuarios)


Niños entre 7 y 12 años, habitantes del barrio Los Eucaliptos de Ensenada, Inspectora,
directivos y docentes de la Escuela 14, narradores, teatristas, profesionales de la salud,
estudiantes avanzados de periodismo, personal de Desarrollo Social del CIC, familias, vecinos
del barrio.
Entre las cuestiones que nos interesa destacar en el presente trabajo, se encuentran tanto
las instancias que funcionaron como facilitadoras como aquellas que obstaculizaron la
implementación del proyecto, a saber:
Facilitadores
• Supervisión Institucional Externa.
Dentro de las actividades programadas a priori para llevar a cabo el proyecto de extensión,
no se contempló la instancia de supervisión. Al implementar las actividades de trabajo grupal
por áreas: los talleres de narración oral y fundamentalmente el trabajo con las teatristas del
grupo de Teatro Espontáneo, comenzaron a emerger situaciones problemáticas propias de la
población y otras vinculadas a la implementación de dichas actividades. Con respecto a las
primeras: las niñas en edad escolar que participaban de los encuentros de Teatro Espontáneo
en un primer momento presentaron dificultades para expresarse libremente delante de sus
maestras. Esto motivó la necesidad de buscar una instancia de Supervisión. Como resultado
de la misma se decidió una primera intervención que consistió en plantear un espacio
diferenciado para los docentes acompañantes y otro para el trabajo del equipo de teatristas con
las niñas. Esto provocó un cambio sustancial en el comportamiento de las asistentes al taller y
su relación con el espacio institucional del CIC. Como efecto de dicha intervención, las niñas
comenzaron a poner en escena situaciones de sus vidas cotidianas fuera del espacio escolar y
de la mirada de las docentes. Así irrumpieron escenas de violencia intrafamiliar, violencia
escolar y presunto abuso, entre otras. Estas temáticas fueron muy movilizantes no sólo para
las asistentes sino también para el equipo de teatristas y profesionales. Es allí cuando
comenzamos a repensar la eficacia de los dispositivos de intervención propuestos, sus
alcances y sus limitaciones en el marco del proyecto de extensión universitaria. Los obstáculos
vinculados al encuadre propiamente dicho y las confusiones respecto a los objetivos del
proyecto en los distintos grupos profesionales de intervención que conformaban el equipo de
trabajo del mismo, suscitaron la necesidad de supervisiones externas de corte institucional.
Con clara intención formativa, esta instancia potencia la posibilidad de ampliar la escucha
sobre las situaciones problemáticas para aprender acerca de la escucha. Se trata de traducir,
generando una nueva versión de una narración donde habitan personajes (no personas) que
han sido enhebrados en un relato.
A partir del trabajo del equipo con el supervisor se lograron implementar estrategias de
intervención que inauguraron un segundo momento del proyecto con una fuerte apuesta a las
actividades de autogestión con recursos propios del plantel (recorridas en terreno por distintos
lugares significativos del barrio, entrevistas a personajes significativos del lugar y actividades
artísticas de construcción y recreación) y a la apropiación de las mismas por parte de los niños
como protagonistas y principales usuarios de los medios audiovisuales disponibles en pos de
una idea fuerza de fortalecimiento de los procesos de identidad.

• Receptividad de las instituciones educativas y de salud para el desarrollo de las


actividades.
Tanto la escuela donde fue iniciado el proyecto, como la institución de salud donde se
desarrolló y finalizó, permitieron el uso de los espacios institucionales y facilitaron la
concurrencia de alumnos por fuera de los horarios de trabajo en las instituciones.
Consideramos que esta disposición se asienta sobre un acumulado de dos años de trabajo en
el territorio, y de consensos y acuerdos previos sobre los que se armó el proyecto. De ser una
experiencia a realizar con un equipo de trabajo completamente ajeno al territorio, difícilmente
hubiese sido posible su realización en los plazos previstos.

• Capacidad del equipo de reformular la propuesta acorde a las evaluaciones de


progreso.
Este ha sido un punto central en la consecución del proyecto. Tal como lo define la
planificación estratégica (Matus, 1971) el proyecto es un proceso a ser construido. En este
sentido y en el marco de este paradigma, suponemos que la realidad incluye escenarios en
cambio continuo y muchas veces turbulentos. Por lo tanto, la planificación debe constituirse en
tanto proceso, como una actividad permanente que asimile los cambios y pueda acomodarse a
ellos.

• Cobertura de un espacio de producción y valorización de la palabra. Reconocimiento y


apropiación de la experiencia por parte de los participantes.
En este punto, encontramos las consignas, los elementos disparadores, los ejes de trabajo
que motivaron y guiaron el desarrollo de los talleres. Ejes que han respondido a lo que
entendimos como situaciones problemáticas, en tanto conjunto de problemas desde la
perspectiva de los diferentes actores que intervienen en la situación (Matus, 1984).
La puesta en juego de la propia capacidad historizante de los sujetos, la ligazón a palabras
del propio cotidiano y el encuentro de elementos identitarios grupales son constitutivos de la
propia identidad, así como de la posibilidad de instalar en el otro compañero- vecino a un
semejante. Los ejes ordenadores apuntan –a su vez, y en forma transversal- a resignificar, a
constituir espacios que permitan abrir a nuevas significaciones, que permitan pensar la
importancia y el valor de la propia palabra y el propio cuerpo. El uso y la valoración de la
palabra como mediador simbólico –es decir, como apoyatura que permita una elaboración y
tramitación de los afectos que amortigüe, postergue y ordene el acto y –a su vez- como medio
para la comunicación. Por otro lado, la valorización del cuerpo como sede de la propia
identidad, con la necesidad de respetarlo y cuidarlo; como vehículo de relaciones placenteras
más allá de ser una herramienta para el trabajo o un objeto receptor / generador de golpes.

Obstáculos
• Redes sociales debilitadas y alto nivel de fragmentación social.
Constituyen un obstáculo que se pretendió revertir desde la intervención; sin embargo éstos
generaron sus efectos de dificultad desde los inicios de la intervención y en distintos momentos
del proceso.
• Problemas para vincular las actividades del proyecto con otras preexistentes.
Las dificultades en la conformación de algún tipo de memoria colectiva y las características de
los dispositivos, tuvieron como efecto que no se visibilizaran continuidades con el proceso
iniciado en años anteriores. Por lo tanto, los acuerdos institucionales debieron ser renovados
cada vez.
• Dificultad en la convocatoria y en la implicación de diferentes actores.
Estrechamente ligada a la anterior; la escasez de proyectos de este tipo y la ausencia de
canales de comunicación y redes interinstitucionales, dificultaron inicialmente la concurrencia
de la población. También es pertinente preguntarnos por el nivel de extrañeza que generan
ciertos dispositivos, que resultan más familiares a las clases medias que a los sectores
populares.
• Espacio Institucional y propuesta de intervención novedosa.
El carácter novedoso de los dispositivos implementados generó dificultades en la apropiación
concreta que se pudiera hacer de ellos. También permitió cuestionar la eficacia de los
dispositivos para alcanzar los objetivos propuestos inicialmente, así como relanzar la propuesta
bajo modalidades más ajustadas a las características de la población.

Consideramos que los resultados obtenidos fueron los siguientes:


- Verbalización de los aspectos del cotidiano que se intentan recuperar desde los objetivos
del proyecto (si las personas relatan aspectos de su vida o de su historia para compartir en el
taller): los concurrentes han aportado relatos, a veces fragmentarios y a veces construidos y
completados en la situación del taller y en la interacción con los otros. Estos relatos, las
historias personales e historias del barrio de pertenencia, han adquirido otro sentido en el
marco de los dispositivos ofrecidos por el proyecto.
- Valorización del saber que cada participante aporta desde su historia (respeto de los
planteos de los compañeros en el espacio del taller). Se han podido construir historias en forma
colectiva, hubo tolerancia en la escucha al otro, espacio para el juego y la creatividad.
- Posibilidad de los participantes de enunciar y elaborar alguna expectativa con respecto al
tiempo por venir
- Realización de un video como producto del trabajo realizado, desarrollado por sus
protagonistas y compartido en una proyección abierta a la comunidad.
- Para el equipo de salud, la experiencia fue ocasión para la adquisición de nuevos saberes
acerca del quehacer en torno al abordaje de problemáticas complejas en ámbito de la salud
comunitaria.

Conclusiones
Podemos sintetizar los aspectos destacables que tornaron singular el proceso de
construcción e implementación del presente proyecto de Extensión Universitaria:
- Posibilidad de constitución de un espacio diferencial para la promoción de la salud, desde
una institución del 1er nivel de atención. La ampliación de la definición de salud habilitó la
construcción de nuevos sentidos en el equipo de trabajo y en la población destinataria.
- Esta posibilidad estuvo estrictamente ligada a la concreción de un giro metodológico, donde
el equipo pudo alejarse de las rigideces de una planificación centrada en la respuesta a los
requerimientos institucionales, flexibilizándose y acercándose a las necesidades concretas de
la población. Este giro implica una adecuación del encuadre (por ejemplo la definición de
horarios para implementar las actividades y la modificación de estrategias de convocatoria), así
como de los dispositivos de trabajo, que se tornaron “novedosos” cuando fue posible su
apropiación en torno a las propias historias de los sujetos.
- El giro metodológico, tuvo como efecto no sólo un aumento de la convocatoria, sino
también la posibilidad de poner en marcha la capacidad productiva de los participantes. Esto se
tradujo en producciones gráficas, plásticas, en la creación de una maqueta sobre el barrio, la
planificación de una muestra final, etc., que se organizaron en un proceso de retroalimentación
con los participantes. Dicha capacidad productiva en los niños refuta la imagen desvalorizada
que se les atribuye desde las instituciones formales, por lo que consideramos que permite la
construcción de nuevas configuraciones con respecto a la propia identidad. Estas nuevas
configuraciones pueden constituir un pilar para la promoción de la salud.
- Finalmente la necesaria lectura de la cotidianeidad se liga a la adecuación entre las
representaciones sostenidas por los habitantes del territorio y aquellas mantenidas por los
profesionales que intervienen. La diferencia de clase existente, las cosmovisiones diferenciales
de los sectores populares y de las clases medias, suele traducirse en la existencia de
prejuicios, anticipaciones, inadecuación de las consignas y/o actividades. En este sentido, es
fundamental la revisión y evaluación permanente de la eficiencia y eficacia de las propuestas,
ya que a los imaginarios de clase se suman los supuestos de los imaginarios profesionales que
guían las actividades.
- En estrecha relación a lo anterior, es fundamental visibilizar el obstáculo que puede
representar el “saber técnico” (académico) en el trabajo con estas poblaciones; es necesaria la
permanente evaluación del lugar de este saber en los dispositivos, en la medida que pueden
obstruir la emergencia y expresión de los saberes populares.

Bibliografía:

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