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PANTANOS

Sus pies, sapos brincando


tan lúgubres que tan húmedos,
rumor de ciénaga apagada,
barro va rondando las grietas,
en el fondo de un sapo
hartamente zapateado.

¿Y qué tan lejos lo rimo?

Madera de balsa,
tan vieja que tan hundida,
que tan moribunda
en tal pantano hostil,
ya seca que ni la humedad la moja
ya tan esquelética
tan campera tan ecléctica.

¿Y qué tan lejos lo rimo?

Hunde las ranas al fango


escapa al rango de las sirenas
que ya no lo abollan a melodías
y lo dejan boyando.
Tan seco y tan madera de balsa
seca que ni la humedad la moja,
entra al pulmón la miseria,
más vale muerte que histeria.

Qué lejos lo rimo…

Tenue ciénaga
que tan ciénaga apagada es la poesía,
si al menos un traste de luciérnaga,
pero ni eso: brinca la rima
que tan sapo, que tan musgo,
que tan lejos, que tan inútil.
(SIEMPRE)

A veces,
cuando la sábana
(siempre) no da brazo a torcer,
y (siempre) un rumor duro
se agolpa entre los ladrillos,
(sincretismo-arquitectura-artesanías)
fruncen el ceño como plegaria,
como conjuro,
(siempre) esperando lo mismo u otra cosa,
que al final de esa canaleta onírica
es un poco más de almidón,
en el brillo de los ojitos,
(siempre) en el rostro,
(siempre) en las manitos.
HACIA EL SUR
El aire
las arenas
raspan los huecos
de la quebrada,
donde algún fugitivo,
se esconde,
te esconde.

Trenza las miradas al sur


y las voces vehementes,
que toda vez que sopla el viento
salen arremolinadas bailando.
Las extiende al infinito,
al abismo silencioso
de las sombras del hueco,
y en algún suspiro
se guarda más y más,
mientras entre sus brazos
un volcán exige lo imposible.
ÓPERAS

La orgásmica sinestesia
de los cantos brotando de tu pincel
que en realidad tu mano,
y la mística ruta que va a tu mente.
Tiño mis ojos con tu laguna de grafito,
en las oscuras aguas danzantes
que iluminan tus orillas surrealistas.

Te pediría cariño,
pero el rol de espectador
de tamaña efusividad sensorial,
es atracción magnética
para mis latidos,
que se agolpan hasta el crujir de mis costillas,
en la preciosa tarea,
de amarte y verte libre.
QUISIERA HOY

Quisiera hoy ablandar las fibras


y dejarme caer en los cánticos de lata
que rebotan en los cordones
y descansan en las bocacalles.

Quisiera hoy nublar las pupilas


y perder la vista en los brazos
azotadores del aire
que se aman mutuamente y
procrean la magia de los atardeceres.

Quisiera hoy azuzar mi lengua


en las palabras del tiempo
que nos levanta,
a la par que levanta la historia toda,
en un juego tectónico arrasador
de toda raíz putrefacta.

Quisiera hoy envolver mi cuerpo


en las banderas vivaces desplegadas
al infinito firmamento
y bañadas por las lanzas solares
que en andanada,
lejos de perforarlas, las enaltecen.

Quisiera hoy dejar mi último aliento


en la garganta hermana
que deja el suyo en la mía,
reviviéndonos con inhumano placer
mientras las piernas que tanto duelen
ríen a carajadas.
MADRUGADA Y SACRIFICIO

Y cuando las agujas


urgen demasiado profundo,
y los deliberados suicidios
en las ánimas tardías
oxidan los engranajes del reloj,
el temprano lucero
huele a un ajetreado metal frío.

Y cuando mis brazos


buscan el metrónomo matinal,
y las agujas urgentes
que recaen en la carne muerta
surcan mi pálido músculo,
la huelga de párpados
llama al amnésico amanecer.

Jornada típica con gusto a ayer,


y saliva de mañana,
en la melodía yerbatera
acompañante de las horas
que jocosas me sepultan.
POESÍA LIBRE

Y tan ingenuo
con ingenuo brillo en los ojos
miré como habiendo creado,
con semblante metafísico,
y dije, entre Biblia y Rock and Roll:
“La poesía es la libertad”

Ya más formateado,
más físico de las ideas,
más libro viejo en el aliento,
esgrimo un drástico cambio:
“La poesía es como la libertad”.

Porque si dejamos que fluya,


y salga como-y-cuando le plazca,
es digna, y excitante,
y hagamos el amor.
Mas cuando las horas corren,
y hay-que-hacer,
apretamos los dientes con rabia,
y no escribimos, forzamos la palabra,
exprimimos, coaccionamos,
y con coacción:
ni poesía libre, ni libertad poética.

¿Seguro?
ABRASO

¿Nos guardaremos de las cenizas?


Quiero decir: ¿servirán nuestros abrazos,
cuando las llamas nos abrasen?

Quiero decir:
¿Se nos cruza otra cosa
que abrazar al fuego hasta ahogarlo?
Abrasarlo, estrujarlo,
risueñas serpientes de tela,
sacamos la lengua entre los dientes
y la burla nos quema las quemaduras.

No pensemos en la lluvia de cenizas,


no pensemos en caer lentamente,
antes de que el fuego nos abrase,
seremos su abrazo mortal.

¿Nos guardaremos de las cenizas?


No, las serpientes no se preguntan
si ahogarán a su presa, o si la tragarán.
Simplemente lo hacen,
y siempre lo hicieron.
ANTIRÍOS

Con las primeras bocanadas de alumbrado


calle arriba se divisan
marchando encartelados, enardecidos.
Las gargantas alimentan el fluir
y conciertan un clima de bravura.

Ni el vallado rocoso ni el lacrimógeno follaje


cayendo de las azoteas
mengua la fuerza de pies metronómicos,
que en aciagos pasadizos se separan,
para encontrarse luego más hermanados.

Y cuando la (segunda) humana naturaleza


rinde armas o esconde su vanguardia,
hermanas y hermanos forjan las ollas,
cocinan cánticos gourmet,
que hierven sin quemar,
eternos, plácidos y místicos.
ANTONIO

¿Se acuerdan de ese tano,


tan tenaz,
el de sutiles atentados
a la mente y al cuerpo,
a la tierra y los engranajes,
a las granjas y las calles?

¿Se acuerdan de ese tano,


tan poco tano,
el de los sinónimos,
de la conocida anonimia,
del conocido fantasma,
de merecida alabanza?

¿Se acuerdan de ese tano,


que sostenemos en la lengua tan cotidiano,
y nos apuntala cada té
cada mancha (manchamos de nuevo la mesa)
cada vidrio que rompimos en cuadros,
que vendrán a desromper mañana?
EXÁMENES

Binomio de pie más pie al cuadrado,


pinturita social del habitus,
tensando y largando músculos como si…

La pinturita binomia en el piso me llama,


y yo tan cuadrado,
tan tenso y poco largado,
ni cara ni habilidad para tal problema,
ni habitus que me secunde (me primeree).

El tema me excede,
y excedido renuncio,
desaprúebeme, báileme,
que igual no pretendo pasar de grado.
INDEMNO

Pero cómo le explico


a la sangre en los ojos
en cascada al pecho
donde laterán los metales,
que no, que hay que patear.

Dígame usted,
cómo le explico
a las arrugas viscerales
cortadas a cuchillo,
a las ojeras del tiempo,
que no, que acá no hay nada.

Decime vos,
cómo le explico
a las manos autómatas
dibujando materia en el aire
tan ajeno como la materia misma,
que no, que es el mercado (,) estúpido.
JUNTADA

Micro climas,
micro palabras,
brotes cromáticos,
y frases fundidas
en otras más frases.

Nimiedades forajidas,
declaraciones como
gatos tirando gorriones recién cazados
(todavía se mueven).

Nos nominamos tan mutuamente


a ahogar el futuro en lo inmediato
de la espuma que no baja.
Entonces tragar la noche,
y pedir sin buscar
álgido mañanero rescate.
LENGUAJE

Tanta maña para esas due parole en inglés,


y las ventanas hablándote en invierno,
el pibe hablándote en escamas,
cae rodando el tiempo vociferando en vendaval,
y vos puteás en la yuta que lo parió.
LUZ HÚMEDA
Días ficticios,
cultivan el prado de láser verde,
arrastrando campos de cebada
a tu garganta,
entre capullos de luz aguachenta.

Efímeras metralletas lumínicas,


lejos de la muerte te multiplican,
en las féminas veladas futuristas,
aire húmedo de cervezas mal bebidas,
que tan bien ecualizan
el crisol de tu pupila.
MADRUGADA
Evadiendo razzias,
noches de secretas misas.
¡La pertinente enciclopedia,
y el acelerado glosario,
que el cancionero viene solo!

Banco tuerto
maleza decapitada;
tan tuertos vamos
decapitando botellas,
brindando a la salud
(buena o mala)
del punto siguiente
que acabamos de saltear,
de la elipsis vocal
que orgullosos hacemos,
y de los dulces arrepentimientos
que diluvian en la mesa.
MANO DURA
La mano que cubre
la mano que corta
las hojas que rompe
las ramas que quiebra
los huesos, que cercena
gargantas hasta no batir
más palmas.

Esa es la mano más dura.


MULTITUD
Te atravesé retratando una flor,
temblorosa flor,
-horrible flor-
como todo retrato mío:
lo sabés,
meterme en tus terrenos,
regocijante extravío…

¡Qué insulto a las gubias,


a las flores brotando de tus manos!
Acceso carnal
al lienzo que gime tu nombre.
Pero igual (idiota)
trato de articular flores horrendas,
necedad, terquedad,
que no me entero:
tres somos demasiados.
MUSIQUITA

A veces te escucho
una musiquita calle abajo,
silentes los bolsillos,
y las manos de Beethoven,
desde la ventanita que me besa los platos,
te escucho, y se ahoga
un poco el pelo
porque me acomodo la oreja
para oírte calle abajo,
musiquita dulce que todo se rompe,
que los vidrios y las ventanas,
escupí sin escupir,
y salí corriendo(te).
NACIONES ARRUGADAS

El ticket del colectivo


que antes bollito de papel,
dibujaba innumerables
naciones entre sus arrugas.
Lo tiré sin mirarlo mucho
desde el chirrido de las puertas en la esquina.

Las baldosas medio salidas


-brillante rebelión de árboles-,
entreveían sortilegios olvidados:
colillas y naciones arrugadas.
Durante el caminar despótico
las piedras se crisparon
mas el sonido murió en lo cotidiano.

La birome reciclaba tintas


en papeles legalmente anárquicos.
El poema no rimaba
pero tenía el ímpetu de insectos aleteando.
La leí una, dos… y volví a los títulos.

Tickets, baldosas, poemas,


grietas, arrugas, naciones,
sinonimia y metáfora,
basura de callejón sepia,
que las masivas repeticiones,
juntan y suprimen.
POST
Te vi abatida.
La cabeza se te caía,
entre los brazos,
que se caían
todavía más.

Te vi deprimida.
La cara medio larga,
medio escondida,
entre los brazos,
que se escondían
todavía más.

Te vi sumisa,
sumida en un mar
de cansancio meteórico
y pelos revueltos,
que se sumían todavía más.

Te vi así. Te vi mal.
Te saludé, y pareció que llorabas.
Pero sonreíste;
pero largaste la carcajada;
pero estabas ilesa.

Me pareció ver que caías,


pero nomás descansabas,
con holgura,
con paz monumental.
Descansabas con el poder
y el derecho
de estar descansando.

Me pareció ver
que te secabas
una lágrima con la mano,
pero en realidad,
entre los zurcos que dejaba tu mueca,
te limpiabas la pintura de guerra.
RECÍPROCO
Curarte,
y lavarme en tu pesar:
necesito que me cures.

Recíproco,
doy sólo si vos das
a la vez que devolvemos;
y entre tanta tripa revolvemos,
entre tanto desuello,
reís para mi risa.

Curar, dar, devolver,


reír, reírme, reírte,
apacibles cosas,
que trae el pesar de lo cotidiano.
Nos quitarán todo,
mas siempre reiremos,
de nuestra ignorancia (impotencia)
de nuestra abrumadora omnisciencia (omnipotencia).
REJAS

A través de las rejas:


herrumbre recia,
rascacielos desperdigados,
tribal sinestesia,
inquisidores silencios,
dudosas especias,
húmedos ritmos,
lloviznas necias.

A través de los mosquiteros


-en realidad-,
ni bicho entra,
ni bicho sale.
SUEÑO
Tuve un sueño,
hace tiempo,
siempre conmigo,
pero ya me ves,
estoy despierto.

Tuve un sueño,
hace tiempo,
un pedacito de papel,
pero ya ves,
lo han escrito.

Tuve, sobreentendido,
lo saqué
de un rincón de mi cabeza
con un alambre,
pero ya ves,
no lo tengo.

Lo tuve,
tan ligero entre las manos
(nunca me aferré).
Vinieron,
con sus alambres,
ellos, que de herramientas,
demasiado.

Lo tuve, pero
qué tan fácil gatillaron,
que tan fácil escribieron,
qué tan fácil enseñaron,
qué tan fácil formatearon
lo que debí recordar.

Tuve un sueño, algo,


su forma, sólo eso,
lo demás pasó por tanto que…
Sólo eso recuerdo.
UNA CAÑA
Una caña crece
en la herida del mundo.
Dulce la caña.
Dulce la herida.

Una caña se estruja


en la herida del mundo.
Mientras el canto analgésico.
Mientras el docto enérgico.

Una caña se transforma


en la herida del mundo.
Discurso rioplatense.
Discurso caribeño.

Una caña se renueva,


en la herida del mundo.
Herida revoltosa.
Herida paraíso.
VANGUARDIA

Recelo acorazado de carpe diem.


Violenta tristeza
tuerce el rumbo a la nada,
y amasa una gelatina oscura.

Malabareando
una transmutación etílica,
somos llamados a la escala de grises
de emulsiones raquíticas
estrellándonos (kamikazes de pared)
en la colorida marcha y saturada paleta,
de rumbos oscuros.
ESO QUE PASA CUANDO PASA DEMASIADO

(para Gisela, y las noches empapadas de cotidiano)

Tenés los codos Ahora esperar tu ritual,


como pilares enormes en mi tour visual,
sosteniendo y apagar el día
tu panteón cromático. con las luciérnagas
titilando en tu ventana.
Me mirás,
o a tu gata,
pero igual esculpís
en tu cachete una sonrisa.

¿Notaste esa mirada


rodar por la mesa?
La levantaría,
pero ahora tu mano...

Te sonrío,
y te beso los dedos.
Esfumo las horas
que pican tu espalda.

La gata vuelve,
sombra que todo lo juega.
La mirás,
y esculpís el otro cachete.

Dijiste algo
en lengua dormida,
pero te entendí,
yo también.

Te levantás,
y emulo tu cuerpo,
arrastrándose al cuarto
entre escalofríos.
ASIMETRÍAS
Ah, asimetrías,
tanto oleaje de madera,
y coral transpirando.
Hundo cual Neptuno
las garras en tus dorsales,
y te apuñalo
con naufragios olvidados.
Entre el grito, en esos valles,
aparecen las palabras que
nombro,
mientras moldeo
tu cuarto, tu todo,
en las costas y los corales,
y las cambiantes arenas,
un desvío que primero risa
y luego muta en euforia.
¿Te conté que te extraño?
CANSANCIO Y EXPERIMENTO
Cansancio
y experimento
con el yunque de las horas
en la cabeza,
esbozo esta alquimia de cartón.
Juego a excusar
esto de patear lo urgente,
mientras el cansancio
y el experimento
no colmen mi cuerpo y mis ojos
y sigan sobre la mente
y aquí, en todo lo de arriba.
EN OCASIONES
En ocasiones me olvido,
y apenas me estiro a las luces de la TV,
y a disolverme en un café,
pero por suerte vuelve,
con su magnánima presencia,
en forma de bombo
o baile callejero.
En ocasiones me olvido,
y qué vergüenza cuando quiero olvidarme,
y qué pudor esquivarlo con un paso largo,
pero por suerte vuelve,
me alcanza y me abofetea un poco,
con el rubor de témpera en los pómulos,
y el empuje ronco de la garganta.
En ocasiones me olvido,
y me pongo a torcer palabras,
y a guardarlas egoístamente para mí,
pero por suerte vuelve,
y me escupe las S que me devuelven el hambre,
de asfalto, de banderas,
de lucha y puño en alto.
ES COMO... ASÍ
Me seduce el vacío al filo de la mesa,
imaginar sin espiar, inhibido,
las variables suicidas.
Camino los dedos
en una cornisa de cristal,
que empaño cual gigante agitado,
pronto a destruir todo
con su invaluable torpeza.
Tallos ríos de arroz
qué se llevan lo que dejo de ser,
y mueren en el filo de la mesa;
ahí se van, agrias lombrices,
cascadas que jamás me atrevo a ver.
Un viento metálico
baña este paisaje.
No, en realidad
lo contamina,
lo cubre de un hollín plateado,
que también se me pega
en la garganta.
¿Te dije que te extraño?
EXTRAVÍO
(No pidan rigor,
miopes agentes de los casilleros)
Traté,
con cada ademán extraviado,
de enlazar soslayos
con el filo cortante
de tus párpados.
Traté,
para cicatrizar tu mirada,
pero insistías lejanamente
en la vocación maternal
del filo cortante
de tus párpados.
Traté,
y qué descaro hablar de tratar,
cuando sólo una mirada
guardaba como destino
hacer de tus heridas
marcas del horizonte.
No, no traté,
creí y aun creo tratar,
afirmo y reafirmo mi descaro,
mientras tu mirada extraviada,
me abraza y atormenta,
me carga de un pudor,
que detesto, aborrezco
y disfruto entre mate
y mate.
GOLPE
Me golpeó
en la justa medida
y el justo punto,
¿qué otro hablará de
justicia?
Me golpeó,
y me secó las dudas,
en el estalldo seco,
de los huraños campos.
Me golpeó,
con la mayor claridad,
y la vereda iluminada,
de enfrente.
Pero barajo las virtudes,
justicia,
certeza,
claridad,
y sigue doliendo la testa,
por el golpe.
HIGUI
Anocheciste temprana y dolorida
con otra capa nocturna,
envolviéndote como lo hacen las noches,
atándote como lo hacen las noches
¿hacía cuánto venías oscureciendo?
Si te habrás mordido la sangre
si te habrá profanado la espalda
ese miedo de saber a qué temer,
ese miedo de conocer tus monstruos,
reales, y nocturnos
y ataduras de la noche.
Anocheciste tanto, valiente,
tantas cara a cara con la bestia,
y tantas a la vez, al doblar las esquinas
y en las cicatrices penumbrosas del barrio,
que se nos desembocan los brazos
por lavarte en nuevas albas.
Se nos parten los rostros
de tamborileos alegres,
hoy, con tu voz entre las calles,
y tu melena respirando pentagramas,
te veneramos en rituales futboleros,
y volvemos a abrazarte,
con esa suave gratitud,
de haber amanecido con vos.
JUNÍN
¡Ah, Junín!
El relato de la palabra helada,
húmeda de colores fríos.

¡Ah, Junín!
Sudando tanta pelusa de plátano en las calles,
tanto barro en empedrado.

¡Ah, Junín!
A veces te extraño,
a veces necesito tu incómodo refugio,
de milagro trunco.
REALISMO MÁGICO
Dicen que susurra en el cañaveral,
dicen que pasta sobre la sierra,
dicen y repiten mucho rumor mágico,
pero jamás se animaron a decirlo muerto.
Yo lo vi, y lo veo,
cruzando liviano los ríos como los camalotes,
bajando las cordilleras como el Zonda,
riéndose de las fronteras,
tejiendo los límites
con la sangre de sus dedos.
Dicen que se fundió con la tierra
dicen que late con ella,
dicen que parpadea y crece el trigo,
pero jamás se animaron a decirlo muerto.
Yo lo vi, y lo veo,
limpiando las manos de tierra y cal
reviviendo a los caídos en cada amanecer,
arropándolos en cada crepúsculo,
tejiendo Nuestramérica
con la sangre de sus dedos.
ROSARIO
La niebla de guerra dibuja las siluetas:
piel de nubes y cemento,
adornada con un salpullido humano
de bicicletas y ropa húmeda.
Torpe gigante
abalanzándose sobre las calles
que le responden mostrando sus dientes.
Nos quejamos de esta eterna riña,
y nos mudamos de trinchera,
pretendiéndonos ajenos
a la lucha cuerpo a cuerpo que nos abriga.
Se gruñen,
se muestran los colmillos,
y nos vemos habitando sus encías y caries,
bebiendo su saliva
de hojas y detergente,
respirando su aliento
de asfalto y aire tibio.
Nos guardamos,
nos mostramos,
vivimos la libertad en guerra
esquivando o chocando o masticando
las arremetidas.
Frecuentamos
edificios asqueados de anacronismos,
calles traumadas de injusticias,
y a veces recordamos con culpa,
que disfrutamos ambas cosas.
SICARIOS
Creo que en realidad
somos ambos sicarios.
Ambos matando en el silencio
a cambio de sonidos sordos
y auras naranjas y rojizas.
Somos sicarios de las horas
de los avatares que rasguñan la ventana,
y del espacio entre nuestros cuerpos,
último testigo
de las maniobras
con que empapelamos la penumbra.
VACÍO
Vacío
túnel de tripas:
la bala
avanza.
Deja la estela
tu ser en el viento,
tu ausencia
la podredumbre del aire.
Avanza.
Hunde, clava,
repite, blasfema.
Vacío,
y cinética feroz,
aire podrido
teje violencias
palabras,
y un poco de clima
azucara el trago.

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