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Introducción

Se llama teatro al edificio destinado a la representación de obras dramáticas o a otros


espectáculos propios de la escena. Teatro es, también, el arte de componer obras dramáticas
de representarlas.

En el presente trabajo vamos a dar a conocer de donde se origina el teatro y sus


representantes obras, los tipos de obras, las características, todo lo referente al teatro.

El teatro

Se denomina teatro (del griego Theatrón, "lugar para contemplar") a la rama del arte escénico,
relacionada con la actuación, que representa historias frente a una audiencia usando una
combinación de discurso, gestos, escenografía, música, sonido y espectáculo. Es también el
género literario que comprende las obras concebidas en un escenario, ante un público.

Tipos de Obras Teatrales

La tragedia

Etimológicamente, la palabra tragedia viene del griego tragos, que quiere decir macho cabrío y
de ode, que quiere decir canción o canto. Por lo tanto tragedia significa canción del macho
cabrío.

Origen de la Tragedia

La tragedia tiene origen en el culto religioso que le hacia el pueblo griego al dios Dioniso.
Anualmente, durante la época de la recolecta de la uvas, se celebraban grandes bacanales en
su honra. Entre los cultos que se le rendían al dios estaba una cantata ritual donde se narraba
la vida del dios, el cual estaba sometido a un proceso constante de vida y muerte. Además era
desmembrado, frente al altar, un macho cabrío por ser considerado un animal dañino para las
vides. Mientras se desmembrada al animal, un coro danzaba y entonaba cantos.

La tragedia era un himno que elogiaba con gran solemnidad, pero al mismo tiempo con
tristeza, las aventuras del dios Dioniso, protector de las viñas, quien habiendo tenido una
existencia feliz, sufriría los mandatos de un destino trágico o fatal.
La tragedia griega tenía, además, una finalidad educativa. Con ella se pretendía enseñar al
pueblo que la persona dominada por las fuerzas espirituales negativas (el orgullo, la
infidelidad, el irrespeto a los dioses…) era llevada al desastre personal y familiar.

La tragedia griega ha ido evolucionando hasta terminar en la tragedia moderna, en donde los
seres humanos luchan contra sus pasiones, que los van destrozando, hasta culminar en un
desenlace desgraciado, no por el destino, sino por la conducta que ellos escogieron
libremente.

Características

La tragedia griega se caracteriza por tener los siguientes elementos:

El tema que plantea es el conflicto entre el ser humano y las fuerzas supremas que
condicionan su destino. Solo toma en cuenta lo trágico, la fatalidad, la compasión, el horror,
etc.

El propósito es producir "catarsis" en el público, al despertar sentimientos de horror y de


piedad.

La trama narra el paso de los personajes de un estado de felicidad a uno de desgracia o


infortunio.

El desenlace se produce con la desgracia del héroe, lo que en muchos casos lo lleva a la
muerte.

La acción es lenta para que el público pueda sentir lo que el héroe está padeciendo, y, al
mismo tiempo, es extraordinaria, grandiosa.

Los personajes son considerados héroes porque luchan en contra de un destino fatal, que no
se puede vencer.
El lenguaje es versificado, rítmico y apropiado al tema.

El destino es inexorable, invariable: es una fuerza superior que se ensaña contra el héroe, al
que inevitablemente vence.

Representantes obras

Los principales representantes de la tragedia griega son: Esquilo, Sófocles y Eurípides.

Esquilo: autor dramático del siglo V, es el creador de la tragedia. Escribió más de setenta
tragedias y solo han llegado hasta nosotros siete de ellas. Las más famosas son: Prometeo
encadenado y la Orestiadia.

Sófocles: fue un tragediografo que presento personajes más humanos que los de Esquilo.
Escribió alrededor de ciento veinte tragedias y solo conservamos siete; entre ellas: Edipo Rey,
Electra y Antígona.

Eurípides: cuyas obras están centradas en problemas humanos, escribió unas setenta y cinco
tragedias y solo conservamos diecisiete. Entre las más importantes tenemos: Medea, Hécuba,
Helena y otras.

La comedia

La palabra comedia viene del griego come que significa aldea, y ode que significa canto. Por lo
tanto comedia significa canto de aldea.

Características de la Comedia

Las principales características de la comedia griega son:


El tema planteado por la comedia es el relato de acontecimientos de la vida normal y
corriente.

El propósito de la comedia es que el público enmiende o corrija sus acciones.

El desenlace es feliz, agradable, placentero.

La acción es más complicada que en la tragedia, pero menos grandiosa o extraordinaria.

Los personajes son seres del pueblo que cubren sus caras con mascaras para comunicar
alegría, placer.

El lenguaje predominante es la prosa, aunque no deja de lado el verso. Este lenguaje es


sencillo, pero sin caer en lo vulgar.

El conflicto que plantea es la oposición del ser humano a alguna fuerza de la sociedad.

Tipos de Comedia

Las comedias pueden ser de carácter, de costumbres o de intriga:

Las comedias de carácter personifican determinada conducta de los seres humanos con la
finalidad de criticarla, censurada

Las comedias de costumbre ridiculizan las desviaciones o tendencias de una época con la
finalidad de corregirlas.

Las comedias de intriga representan, a través de lo cómico, situaciones enredadas,


enfrentamiento.
El Drama

Drama es toda representación teatral que plantea la tristezas y alegrías de la vida a través de
lo trágico o lo cómico, y que puede tener un final infausto o feliz, dependiendo de la acciones o
de la intención del autor.

El drama, sin embargo, tiene mayor categoría que la comedia porque los asuntos que plantea
son muchos más serios, pero nunca llega a alcanzar la grandeza y el impacto emocional de la
tragedia, ni siquiera en los momentos en donde las pasiones llegan a su mayor tensión.

Justamente por mezclar lo serio y lo alegre, al drama se le sitúa en un punto intermedio entre
la comedia y la tragedia. Así, drama es toda obra literaria destinada a la representación.

Características del Drama

El drama se caracteriza por presentar:

Temas que plantean acontecimientos de la vida humana comunes y corrientes, sin caer en el
patetismo de la tragedia, ni en el jocoso de la comedia.

Desenlaces felices o fatales, dependiendo de los conflictos planteados o de la intención del


autor, pero nunca provocados por el destino.

Acciones que giran en torno a un conflicto de pasiones e intereses que se resuelven


generalmente mediante la razón y la justicia.

Personajes no tan elevados como lo de la tragedia, ya que están más cercanos a los problemas
de la vida cotidiana.

Un lenguaje sencillo y claro, expresados en verso o en prosa; o en ambos.

Tipos de Dramas
Los dramas se clasifican, de acuerdo con su contenido y su desenlace, en trágicos, históricos,
psicológicos, filosóficos, sociales, etc.

Trágicos: son dramas llenos de gran emotividad y con un desenlace infeliz.

Históricos: reflejan los conflictos de una época pasada.

Psicológicos: plantean las cualidades síquicas de los seres humanos.

Filosóficos: plantean problemas relacionados con el destino del hombre.

Sociales: plantean un problema de carácter social, de la época del autor.

De enredo: presentan situaciones cómicas o humorísticas, por medio de acciones que se


enredan y desenredan.

Elementos Esenciales del Teatro

El Texto

El texto es la parte literaria del teatro: es el guion que contiene todas las acciones y la
descripción de los personajes que los actores van a desarrollar a lo largo de la representación
teatral.

Los Actores

Los actores y las actrices son los seres reales que hacen posible la ilusión teatral. Gracias a
ellos, el texto teatral se convierte en una obra representada. Los actores son las personas que
encarnan a los personajes; ellos momentáneamente prestan su cuerpo y se olvidan de sus
personalidades para dar vida a esos seres de ficción que solo existen dentro del texto teatral:
deben olvidarse de sí mismos y centrarse en los personajes que van a interpretar.
Característica de los Actores y Actrices

Los actores y las actrices deben:

Tener vocación, buena memoria, excelente voz y sensibilidad.

Identificarse con su personaje. Es decir, deben pensar, hablar y sentir como el personaje que
les corresponde para que puedan caracterizado en forma adecuada.

Modular o vocalizar bien las palabras, sin llegar a exagerar. Esto se logra hablando en forma
pausada.

Emplear un tono de voz adecuado al lugar donde se representara la obra.

Realizar gestos con los ojos, la boca, la cara y las manos acordes con lo que están diciendo.

Realizar preferentemente movimientos naturales, sencillos y cortos en el escenario, y en todo


caso seguir las indicaciones del director o la directora.

Hablar mirando al interlocutor, que puede ser otro personaje o el público, o hacia donde
señale el director.

No precipitar sus actuaciones.

El Público

Para que exista verdaderamente teatro, es necesario, que la representación que llevan a cabo
los actores se haga frente a un público. El público es la audiencia que está dentro de la sala
teatral observando con detenimiento la puesta en escena de una obra. El público está
conformado por personas de diferentes condiciones sociales y culturales, de diversas
sensibilidades, los cuales se integran para dar respuestas sobre la representación que se
realiza frente a ellas. Entre los actores y el público se establece un sutil canal de comunicación
mediante el cual se transmite la aceptación o el rechazo de la interpretación. Los aplausos o
silbidos le indican al actor si la obra fue de la aceptación del público.

Elementos Secundarios del Teatro

La escenografía

La escenografía es todo lo relacionado con la ambientación de la obra: la utilería, el vestuario,


el sonido, la iluminación, etc.

Para realizar una buena escenografía se debe:

Tener claro los lugares en donde se realizan las diferentes escenas.

Elaborar un esquema del montaje de la obra.

Destacar con la iluminación las áreas donde ocurre la acción.

Realizar un mobiliario y un vestuario acordes con la época representada.

Utilizar la iluminación y el sonido para crear la atmósfera que rodea la escena.

Evitar el empleo excesivo de recursos técnicos, que puedan opacar la representación.

La Puesta en Escena

Representar una pieza teatral es una de las experiencias más enriquecedoras que puede tener
un grupo. Para llevarla a cabo se necesita que todos sus miembros estén compenetrados, que
exista un trabajo en equipo en efectivo, que se acepten las opiniones de todos y que cada uno
esté dispuesto a dar lo mejor de sí mismo en pro de la obra.

El Teatro Venezolano

Origen y Evolución

El teatro nació en el momento en que el hombre por la creación de mitos, dioses y seres
superiores, tenía que rendirles algunas ofrendas para obtener beneficios y parabienes.

Las primeras representaciones teatrales con base en textos dramáticos de autores venezolanos
tuvieron lugar en Caracas a partir de 1804. En este año se estreno en la capital Venezuela
consolada, de Andrés Bello, que puede considerarse la primera obra dramática escrita por un
venezolano. Cuatro años más tarde con la llegada de la imprenta a la provincia, comenzó la
edición de obras dramatúrgicas. Se trataba de textos de autores españoles marcados por el
sello del costumbrismo, en la mayoría de los caso comedias cuyos personajes y situaciones
reflejaban diversas facetas de la realidad peninsular. En tanto que instituciones sociales, la
novedad de estas actividades proviene del hacho de que el teatro comenzara entonces a
recibir muestras de reconocimiento por parte de las autoridades. Así en 1811 quedaron
exentos de servir en los ejércitos que emprendían las luchas por independencia aquellas
personas que se dedicaran a esta profesión. Pero en términos generales, el teatro tardo en
consolidarse durante un siglo que estuvo marcado por la inestabilidad política y la violencia
militar.

Aunque caracas contara con más de una docena de teatros hacia 1925 y hubiera acogido ya a
la compañía de teatro de Margarita Xingú, es sólo a partir de la desaparición de Gómez cuando
comienza a perfilarse una evolución que conducirá al surgimiento de auténtica tradición
teatral en Venezuela. Dos etapas pueden distinguirse en este proceso. La primera conduce
desde poco antes de la muerte de Gómez hasta 1945; la segunda se inicia en este último año y
conduce hasta la actualidad. Según Leonardo Azparren Giménez, historiador del teatro en
Venezuela, antes de 1945, todo el teatro que siempre, o casi siempre, se escribió e hizo (en
Venezuela), fue provinciano, típico, anecdótico, pendiente de la aventura simpática de la
chispa venezolana.

Representantes obras

En este país destaca la actividad del grupo Rajatabla, así como la labor del autor Román
Chalbaud; su obra Los adolescentes (1961) es ganadora del Premio Ateneo de Caracas;
también destacan Caín adolescente (1955), Réquiem para un eclipse (1958) y Sagrado y
obsceno (1961) que constituyen todas ellas una crítica contundente a la realidad político-social
venezolana.

Isaac Chocrón, quien además de dramaturgo ha destacado como empresario teatral y como
profesor universitario, formó parte, junto con Cabrujas y Chalbaud, del Nuevo grupo, creado a
partir de 1967. Este grupo, consideraba primordial la figura del autor y la consideración al
texto dramático. Chocrón es uno de los renovadores del teatro venezolano con obras como
Mónica y el florentino (1959), Animales feroces (1963) y La revolución (1972). Entre sus
ensayos sobre teatro destacan: El nuevo teatro venezolano (1966), Tendencias del teatro
contemporáneo (1968) y Sueño y tragedia en el teatro norteamericano (1984).

La creación del Nuevo grupo fomentó la aparición de nuevos autores como Elisa Lerner, José
Antonio Rial, Edilio Peña y Néstor Caballero.

Conclusión

Llegamos a la conclusión que no debemos olvidar que el teatro es en esencia una


representación; todos estos elementos no establecen diferencias esenciales entre el teatro
antiguo y el actual. Para que exista el teatro es necesario que haya un texto, el cual va a ser
representado por unos actores frente a un público que asista a ver dicha representación.

Leer más: http://www.monografias.com/trabajos88/teatro-analisis/teatro-


analisis.shtml#ixzz5IBJa7xQe

El Teatro en Venezuela entre los siglos XVII Y XIX

Mucho antes de que la tradición hispánica teatral llegara a Venezuela con el proceso de
conquista y colonización, ya los indígenas que poblaban lo que actualmente corresponde a
nuestro territorio desarrollaron algunas manifestaciones proto-teatrales o teatrales
rudimentarias, tales como pantomimas y la representación simbólica de los fenómenos
naturales. Para los mukus y jiraharas estas representaciones funcionaban como medios de
cohesión espiritual y recurso educativo, para lo cual construyeron estructuras físicas
especialmente diseñadas para su celebración: suerte de tinglados donde sólo hombres
lograban encarnar una historia, dialogando, narrando, cantando y gesticulando. Un ejemplo de
estas celebraciones, lo tenemos en La Fiesta de la Tura, fiesta ritual de los arahuacos,
ayamanes y gayones de la región limítrofe de los actuales estados Lara y Falcón, la cual
consistía en pantomimas relativas a los períodos de la siembra y la cosecha.

El teatro hispánico poco a poco fue introduciéndose en la venezolana colonial. En tal sentido,
del 28 de junio de 1600 es la primera licencia conocida que permite la representación en
Caracas de una comedia el día de Santiago Apóstol, actividad que paulatinamente se irá
extendiendo hasta finales del siglo XVII y tomará mayor impulso en el siglo XVIII. En relación a
los libros importados que llegaron desde la Península, figuraban algunas obras teatrales,
generalmente del Barroco, de autores españoles o hispanoamericanos tales como Pedro
Calderón de la Barca, Juan Pérez de Montalbán, Agustín Moreto, Juan Ruiz de Alarcón, Agustín
Salazar y Torres, y Juana Inés de la Cruz. En cuanto a los lugares donde se celebraban las
representaciones artísticas, tenemos que durante todo el siglo XVII y hasta que se construyó el
Coliseo de Caracas a fines del siglo XVIII, la actividad teatral estuvo en manos de aficionados
entusiastas, que se valían de las festividades religiosas, de la coronación de un monarca, de un
matrimonio real, la creación de un virreinato; lo cual buscaba romper con la monotonía
característica de la sociedad colonial. Aunque las plazas mayores eran los lugares escogidos al
principio para la celebración de los actos teatrales, a mediados del siglo XVIII, se abrieron
patios o corrales de comedias. Asimismo, en algunas mansiones particulares de la élite social y
cultural se escenificaban piezas representadas por familiares y amigos para un auditorio
selecto. A pesar de que las actividades abiertas no eliminaban las diferencias étnicas y sociales
entre la población, las mismas funcionaban medios de homogeneización cultural y de
transmisión de los valores de la sociedad hispánica y luego criolla, sobretodo si consideramos
que para entender y apreciar un obra teatral no era indispensable saber leer.

A fines de 1766, o principios de 1767, se representan en Caracas las 2 primeras piezas que
pueden atribuirse a un autor venezolano: el Auto Sacramental de Nuestra Señora del Rosario y
la Loa. En ambas obras se podían apreciar la mezcla de elementos clásicos, hispanos,
americanos, locales, sagrados y profanos, así como de personajes mitológicos y simbólicos que
dialogan entre sí. Aunque se desconoce el nombre del autor de esta pequeña pieza, la misma
responde al momento cuando a mediados del siglo XVIII llegaron a Venezuela, principalmente
Caracas, La Guaira y Maracaibo, los primeros cuerpos regulares del ejército español, quienes
contribuyeron a una mayor promoción de la afición por el teatro. No obstante, las
representaciones teatrales fueron motivo frecuente de disputa entre el sector militar o civil y
las autoridades eclesiásticas. En un dictamen de Carlos III, recibido en Caracas en 1777, se
establecía que residía en la autoridad seglar la decisión sobre la representación o no de
determinadas obras dramáticas. En 1784 se inaugura el primer Coliseo de que dispone la
ciudad de Caracas, construido por orden del brigadier Manuel González Torres de Navarra,
gobernador y capitán general. Este primer Coliseo estuvo ubicado entre las esquinas del Conde
y Carmelitas y tenía una capacidad para 1.500 espectadores. En sus instalaciones actuó la
primera actriz venezolana de que se tiene conocimiento: Ana María Pinelo, nativa de La
Guaira. Posteriormente, a raíz de la Conspiración de Gual y España (1797) las autoridades
españolas, comenzaron a seguir de cerca todas las representaciones dramáticas, con el objeto
de evitar cualquier brote revolucionario.

El Coliseo de Caracas fue destruido por el terremoto de marzo de 1812, quedando suspendidas
totalmente las actividades teatrales durante la Guerra de Independencia. Las representaciones
dramáticas fueron en cierta medida sustituidas por actos cívicos y las entradas triunfales en las
ciudades, así como por la realización de cuadros vivos con figuras simbólicas. Uno de estos
últimos se hizo en Barrancas, a orillas del Orinoco, el 25 de diciembre de 1820, en
conmemoración del primer aniversario de la creación de la Gran Colombia. Después de la
batalla de Carabobo (24.06.1821) y la consiguiente liberación de la capital, el empresario
Ambrosio Cardozo mandó a edificar en 1822 un segundo teatro en terrenos de su propiedad
ubicados entre las esquinas del Chorro y Las Sanabrias (hoy llamada Coliseo), el cual se
convirtió inmediatamente en el principal centro de diversiones de la capital. Entre las primeras
obras que se presentaron en este escenario se encuentra el sainete criollo El café en
Venezuela de Isaac Álvarez Deleón. Años más tarde, a partir de 1835 y hasta finales del siglo
XIX florecieron más de 40 pequeños teatros ocasionales y permanentes en Caracas, a la vez
que se registró la llegada de compañías europeas atraídas por la afición teatral de los
caraqueños. Uno de estos grupos actorales fue el del catalán José Robreño, quien en 1837
ofreció al público piezas ajenas como La misantropía y Ángelo, tirano de Padua. Según un
anécdota de la época, en una pequeña obra humorística suya titulada Excelentísimo señor, se
satirizaba con la figura del entonces vicepresidente encargado de la presidencia de la
República, Carlos Soublette. Enterado éste del asunto, mandó a llamar a Robreño y le hizo leer
el libreto frente a él. Luego de escuchar todo el texto Soublette se dirigió a Robreño y le
señaló: "Efectivamente, veo que usted se burla un poco de mí, pero no está mal; yo esperaba
algo peor. Venezuela no se ha perdido, ni se perderá nunca, porque un ciudadano se burle del
presidente. Venezuela se perderá cuando el presidente se burle de los ciudadanos..." Después
de esto, Robreño prosiguió sus representaciones, pero se abstuvo de volver a escenificar
Excelentísimo señor.

El 23 de octubre de 1854 se inaugura en la capital de la República, el teatro Caracas, lo cual


constituyó en un gran acontecimiento para la época. Para esta ocasión fue presentada la opera
Ernani, de Giuseppi Verdi. En las décadas siguientes lo visitaron numerosas compañías, entre
ellas la de la actriz Adela Robreño, llamada "la perla del teatro de las Antillas", en tiempos del
mariscal Juan Crisóstomo Falcón, a mediados de 1860. También en el teatro Caracas fue
estrenada en 1873 la primera ópera nacional llevada a escena, Virginia. Durante este tiempo la
crítica teatral se difundió extensamente en periódicos como el Diario de Avisos y Semanario de
las Provincias y El Porvenir, ambos de Caracas. En términos generales, la misma consistía en
una amplia gama de conceptos, desde los comentarios más o menos bien documentados hasta
aspectos referidos a la crónica social o a detalles del vestuario. Entre 1870 y 1888, período en
el que dominó el escenario político Antonio Guzmán Blanco, se llevaron a cabo numerosas
representaciones teatrales: comedias, zarzuelas, operas, sainetes. Asimismo, la inauguración
en este lapso del teatro Guzmán Blanco (o Municipal), en enero de 1881, con El Trovador, de
Verdi, le da un nuevo impulso a la afición a las representaciones dramáticas. Además de
Caracas, en la segunda mitad del sigo XIX se construyeron edificaciones en otras ciudades. En
Maracaibo, el teatro abre sus puertas en 1883; el de Puerto Cabello se inaugura en 1886 y el
de Valencia lo tendrá en 1894. En el teatro Guzmán Blanco (Municipal) de Caracas, invitada
especialmente por el presidente Joaquín Crespo, dará varios conciertos en 1885 y 1886 la
pianista venezolana Teresa Carreño.

A fines del siglo XIX, pese a las dificultades económicas y políticas experimentadas por
Venezuela, se siguieron presentando obras teatrales de autores nacionales o activos en
nuestro país tales como Casto Ramón López, Vicente Micolao Sierra, Felipe Esteves, Octavio
Hernández, Eduardo Gallegos Celis. Entre todos estos destaca José María Manrique que da a
temas como Un problema social (1880) y El divorcio (1885). En 1896, coincidiendo con la
celebración del I Congreso Obrero realizado en Venezuela, se presenta en Caracas el drama de
intención social Juan José, de Joaquín Dicenta, obra estrenada en Madrid el año anterior, que
tenía por protagonista un obrero. En definitiva, el sainete característico del teatro criollo del
siglo XIX continuará en el siglo XX, pero influenciado por otras tendencias artísticas.

https://www.venezuelatuya.com/historia/teatro.htm

El teatro de Venezuela es uno de los más reconocidos y populares a nivel mundial. Es un teatro
reconocido por su antigüedad y también por la calidad de sus espectáculos que no dejan
indiferente a nadie. Además, sus obras muestran cómo el teatro de Venezuela tiene una gran
influencia de las culturas desde los primeros hasta le época en la que se realizan.

El teatro

actores en teatro

El teatro es una forma de colaboración de obras de arte que utiliza a actores y actrices para
presentar a un público la experiencia de un evento real o imaginario en un lugar específico y
hacerlo en vivo. En el teatro se representa a través de gestos, palabras, el canto, la música o la
danza. También se puede representar las escenas con paisajes pintados u otros elementos que
den sentido al escenario dentro del contexto de la obra teatral. También se utilizan la
iluminación y los sonidos para dar inmediatez a la experiencia.

En la actualidad también existe el teatro moderno que en sentido amplio incluye


representaciones de obras de teatro, teatros musicales y conexiones entre el teatro, baile y
canto.
El teatro en Venezuela

El teatro en Venezuela no empezó con la llegada de los españoles sino que ya estaba vigente
entre sus ciudadanos mucho antes. El teatro venezolano empezó en la época de los aborígenes
americanos. Ellos mostraban diferentes escenarios con demostraciones artísticas a las
personas que disfrutaban de ello.

Después, con la llegada de los españoles a tierras americanas, el teatro tuvo una gran
evolución, especialmente a partir del siglo XVII. Los primeros inicios del teatro-como teatro en
sí- en Venezuela fueron por el año 1600 con la llegada de los españoles.

Cuando los españoles llegaron y realizaron las primeras representaciones teatrales, la mayoría
de la temática era religiosa y a la gente le gustaba y disfrutaba contemplándolas. En esos años
se empezaron a realizar obras de teatro también en Caracas y los autores eran en su mayoría
de origen español y tenían una proyección escenográfica muy barroca.

A las personas les gustaba mucho el teatro porque era una forma de entretenimiento que les
divertía y les hacía pasar el tiempo de forma amena junto con sus seres queridos. Después,
tenían tema de conversación y podían tener un escape durante un rato de la realidad de sus
vidas.

Expansión de las obras teatrales

teatro lleno

Después de que se hicieran las primeras obras teatrales, es cuando comenzó la expansión de
otras formas de expresión cultural, ya que muchas personas empezaron a desarrollar
diferentes interpretaciones actorales en las fiestas religiosas. Además, empezaron a haber
otras temáticas aunque la temática religiosa era la más aclamada y la que más se utilizaba
aunque fuesen obras diferentes, porque las obras religiosas eran las que más popularidad
tenían. Si querían que una obra de teatro tuviera mucho público que acudiera a verla, debería
ser una obra de teatro con temática religiosa.

El teatro venezolano en el siglo XVIII


En el siguiente siglo, durante el siglo XVIII se empezaron a construir los primeros corralones y
patios de comedia, y se empezó a difundir el teatro de Venezuela aunque las obras más
populares y a las que acudía más gente siempre se realizaban en las plazas mayores.

En el año 1767 ocurre algo muy importante para el teatro de Venezuela y es que se estrenan
dos obras de teatro con autores venezolanos, algo inaudito ya que normalmente eran autores
españoles los que representaban las obras de teatro.

El nombre de las obras de teatro fueron: ‘Auto Sacramenta de Nuestra Señora del Rosario’ y la
otra tuvo un nombre corto: ‘Loa’. Una de las características principales de estas obras es que
tuvieron influencias culturales tanto españolas, como inglesas y americanas. Algo que al
público gustó mucho y se hicieron famosas rápidamente.

Grandes autores del teatro venezolano

gente actuando en teatro de venezuela

César Rengifo

El teatro venezolano empezó a desarrollarse en la época moderna a partir de 1945 siendo uno
de los autores más conocidos César Rengifo. Cesar se dedicó al teatro en temas relacionados
con la economía y los problemas con el petróleo, aunque también se dedicaba a temas
históricos.

Isaac Chocrón

Isaac Chocrón era un actor dramaturgo que destacó siendo una persona empresaria dentro del
teatro y también, era profesor en la universidad. En sus teatros intentaba mostrar al público la
preocupación de las personas en Venezuela.

José Ignacio Cabrujas

Dentro de la temática histórica del teatro también nos encontramos con José Ignacio Cabrujas
quien formó parte de la primera generación del teatro moderno en Venezuela. Intenta mostrar
la cultura venezolana sin que esté tan influenciado con la cultura exterior del país.

Gilberto Pinto
Este actor también está preocupado por los temas sociales y por eso, siendo un autor dentro
de los años sesenta, destacará por producir un teatro que refleja claramente los problemas
diarios venezolanos, donde el público se siente muy identificado.

Román Chalbaud

Román Chalbaud transmite ilusión en sus actuaciones y muestra a la población los cambios del
país, sobre todo aquellos cambios y dificultades que deben pasar las personas, los malos
modos que reciben cuando pasan de la dura vida del campo a la ciudad para ganarse mejor la
vida. También muestra como el vandalismo es algo habitual y como muchos delincuentes solo
encuentran en el robo la forma de poder sobrevivir en un país poco seguro.

Como puedes comprobar el teatro venezolano desde sus inicios y hasta la actualidad siempre
se ha decantado por responder y enseñar la realidad política y social de su país, usando la
cultura para que el espectador pueda reflexionar y cambiar la realidad. Porque al fin y al cabo,
somos las personas las únicas responsables de nuestra sociedad y de lo que puede ocurrir en
ella. Y es que el teatro realmente, es esto… ofrecer la oportunidad al público de vivir historias a
través de los personajes reales o de ficción, pero también, darles la oportunidad de poder
reflexionar sobre la realidad de la sociedad, sobre el sufrimiento de las personas o el logro de
otras… reflexionando sobre qué es lo que pueden hacer ellos para mejorar todo.

https://www.absolutviajes.com/historia-del-teatro-venezolano/

El teatro (del griego: θέατρον, theátron o «lugar para contemplar» derivado de θεάομαι,
theáomai o «mirar»)1 es la rama de las artes escénicas relacionada con la actuación, que
representa historias actuadas frente a los espectadores o frente a una cámara usando una
combinación de discurso, gestos, escenografía, música, sonido o espectáculo.

También se entiende por «teatro» al género literario que comprende las obras de teatro
representadas ante un público o para ser grabadas y reproducidas en cine, así como a la
edificación donde se presentan tradicionalmente dichas obras o grabaciones. En adición a la
narrativa común, el estilo de diálogo, el teatro también toma otras formas como la ópera, el
ballet, el cine, la ópera china o la pantomima.

El Día Mundial del Teatro se celebra desde 1961, cada 27 de marzo.

Índice
1 Aproximación histórica

1.1 Asia

1.2 Antiguo Egipto

1.3 Grecia

1.4 Roma

1.5 América

1.6 Edad Media europea

1.7 Renacimiento

1.7.1 Teatro en Italia

1.7.2 Inglaterra: el teatro isabelino

1.7.3 España: los corrales de comedias

1.8 Barroco y neoclasicismo

1.9 Teatro moderno

1.9.1 África

2 Tipos

2.1 Drama

2.2 Tragedia

3 Elementos básicos del teatro

3.1 Texto

3.2 Dirección

3.3 Actuación

3.4 Otros elementos

4 Sala frente al escenario

5 Supersticiones

5.1 Sobre los estrenos

5.2 Sobre los actores

5.3 Obras gafes


6 Véase también

7 Referencias

8 Bibliografía

9 Enlaces externos

Aproximación histórica

Artículo principal: Historia del teatro

La mayoría de los estudios consideran que los orígenes del teatro deben buscarse en la
evolución de los rituales mágicos relacionados con la caza, al igual que las pinturas rupestres, o
la recolección agrícola que, tras la introducción de la música y la danza, se embocaron en
auténticas ceremonias dramáticas donde se rendía culto a los dioses y se expresaban los
principios espirituales de la comunidad. Este carácter de manifestación sagrada resulta un
factor común a la aparición del teatro en todas las civilizaciones.

Asia

Representación del teatro Nō.

Las manifestaciones dramáticas en Asia se remontan a épocas antiquísimas. En China se


practicaban ya, bajo la forma de poemas escenificados, a fines del segundo milenio antes de la
era cristiana. En la India su aparición también es antigua. Allí, en el Mahabhárata, poema épico
que adquirió su forma definitiva hacia el siglo IV a. C., se menciona específicamente este arte
revela la existencia de remotas formas teatrales relacionadas con las creencias védicas. El
carácter marcadamente ritual y simbólico del teatro oriental que determinó un protagonismo
de la música y la danza muy superior a la occidental, marcó asimismo en Japón, el desarrollo
del teatro 能, en español llamado Nō surgido en el siglo XV, del que dos centurias más tarde
brotó el 歌舞伎 o kabuki, el más popular, y basado sobre todo en la capacidad de los
intérpretes, y en la apelación a los sentidos antes que al intelecto.

Antiguo Egipto

En Antiguo Egipto, a mediados del segundo milenio antes de la edad cristiana, se


representaban ya dramas acerca de la muerte y resurrección de Osiris. Se comienza el teatro
por medio de máscaras y dramatizaciones con ellas.

Grecia
Teatro de Epidauro

El teatro griego en Taormina, Sicilia

Las raíces del teatro de la antigua Grecia están basadas en los ritos órficos y en los festivales
celebrados para Dioniso, donde se llevaban a cabo las escenificaciones de la vida de los dioses
acompañadas de danzas y cantos (Ditirambos). Más tarde comenzaron las primeras
representaciones ya propiamente dramáticas, ejecutadas en las plazas de los pueblos por
compañías que incluían solo un actor y un coro. A fines del Siglo VI a.C alcanzó extraordinaria
celebridad el legendario poeta e intérprete Tespis, en cuyo honor la frase el carro de Tespis
alude, aún hoy, al conjunto del mundo del teatro.

El teatro griego surge tras la evolución de las artes y ceremonias griegas como la fiesta de la
vendimia (ofrecida a Dionisios) donde los jóvenes iban danzando y cantando hacia el templo
del dios, a ofrecerle las mejores vides. Luego un joven que resaltó entre el grupo de jóvenes se
transformó en el corifeo o maestro del coro, quien dirigió al grupo. Con el tiempo aparecieron
el bardo y el rapsoda, que eran recitadores.

En el curso del siglo V a. C., durante la edad clásica de Grecia, se establecieron los modelos
tradicionales de la tragedia y la comedia, y los dramaturgos Esquilo y Sófocles añadieron
respectivamente un segundo y tercer actor a la acción, lo que dio a ésta una complejidad que
hacía necesaria la creación de mayores escenarios. Para ello se erigieron grandes teatros de
piedra, entre los que cabe citar el aún conservado de Epidauro en el siglo V a. C., capaz de
albergar unas 12.000 personas, y el de Dioniso, en Atenas, en el siglo IV A.C.

Sófocles

Su construcción se realizaba mediante el aprovechamiento de las faldas de una colina, donde


se disponían en forma semicircular las gradas que rodeaban la orquestra, espacio circular en el
que se efectuaba la mayor parte de la representación. Tras la orquestra se levantaba una
edificación llamada skené, escena, destinada a que los actores cambiaran su vestimenta.
Delante de ella se levantaba una pared columnada, el proscenio, que podía sostener
superficies pintadas que evocaban el lugar de la acción. Estos decorados, junto con las túnicas
y máscaras empleadas por los actores y máquinas, constituían todo el aparato escénico.
Las representaciones del teatro griego se hacían al aire libre, contaba con coro (dirigido por el
Corifeo o maestro del coro) que cantaba el coro y danzaba en torno a un altar. En el teatro
griego se representaban dos tipos de obras: la tragedia, obra dramática de final desgraciado
que trataba de temas de leyendas heroicas y utilizaba, oportunamente, a los dioses para su
final, y la comedia satírica, que criticaba humorísticamente a políticos y a las obras e incurrían
en una mímica iniciada por un coro de sátiros, y comedias que tenían por tema asuntos de la
vida cotidiana; todas estaban escritas en verso y utilizaban máscaras.

Roma

Los teatros romanos heredaron los rasgos fundamentales de los griegos, si bien introdujeron
ciertos elementos distintivos. Construidos inicialmente en madera, sólo en el año 52 a. C.
Pompeyo, erigió en Roma el primero en piedra. A diferencia de sus modelos helénicos, se
levantaban sobre el suelo plano y poseían varias plantas erigidas en mampostería. Con objeto
de mejorar la acústica, los arquitectos romanos redujeron la orquesta a un semicírculo, y los
espectáculos se presentaban sobre una plataforma, el pulpitum, levantada delante de la
antigua skene que constituye el origen de los modernos escenarios. La frons scaenae era una
fachada monumental de varios pisos, que servía de fondo de escenario. El graderío (cávea) se
divide en 3 partes: Ima, media y suma , ubicándose la primera en la zona inferior donde se
sentaban los senadores y la clase dirigente; quedando asentados en la superior las mujeres y
los esclavos y en la media el pueblo llano. El conjunto podía cubrirse con un velum. Roma optó
también por la comedia, ya que éstos tomaron el teatro como una manera de divertirse o
entretenerse.

América

En las culturas americanas prehispánicas el teatro llegó a adquirir un notable desarrollo,


particularmente entre los mayas. Una de las obras más representativas del teatro maya es el
drama quiche Rabinal Achí. El teatro maya se hallaba parcialmente vinculado a los ciclos
agrícolas y a la épica de sus eventos históricos, y entre los aztecas e Incas, sociedades que en
correspondencia con su estructura teocrática dieron a sus actividades teatrales un matiz
eminentemente guerrero y religioso.[cita requerida]

Edad Media europea

Tras siglos de misterioso olvido, la recuperación del teatro en Occidente tuvo principal apoyo
en el clero, que lo empleó con fines religiosos. Así, desde el siglo XI, fue habitual la
representación en las iglesias de misterios y moralidades, cuyo objeto era presentar de forma
sencilla la doctrina cristiana a los fieles. A fin de facilitar la comprensión, el latín cedió paso
paulatinamente a las lenguas vernáculas, y en los siglos XIII y XIV, tanto las piezas religiosas
como las florecientes farsas profanas comenzaron a representarse.
Renacimiento

La eclosión del Renacimiento en Italia tuvo consecuencias decisivas sobre la evolución del
teatro, pues, al surgir una producción dramática de carácter culto, inspirada en los modelos
clásicos y destinada a las clases aristocráticas, se generalizó en el transcurso del siglo XVI la
construcción de salas cubiertas y dotadas de mayores comodidades.

Teatro en Italia

Como primero de los teatros modernos suele citarse el Olímpico de Vicenza, diseñado por
Andrea Palladio y finalizado en 1585, que constituía una versión de los modelos romanos y
presentaba, al fondo del escenario, una perspectiva tridimensional con vistas urbanas. El
modelo clásico del teatro italiano, vigente en muchos aspectos, fue no obstante el teatro
Farnese de Parma, erigido en 1618, cuya estructura incluía el escenario, enmarcado por un
arco proscenio y separado del público por un telón, y una platea en forma de herradura
rodeada por varios pisos de galerías. Durante este tiempo se desarrolló también en Italia una
forma de teatro popular, la comedia del arte, que con su énfasis en la libertad de
improvisación del actor dio un gran avance a la técnica interpretativa.

Inglaterra: el teatro isabelino

William Shakespeare.

Muy diferentes fueron los teatros erigidos en Inglaterra durante el reinado de Isabel I de
Inglaterra, época de excepcional esplendor del género dramático, entre los que se destacó el
londinense The Globe donde presentaba sus obras William Shakespeare. Carentes de techo y
construidos de madera, su rasgo más característico era el escenario elevado rectangular, en
torno al cual el público rodeaba a los actores por tres lados, mientras las galerías se reservaban
para la nobleza.

España: los corrales de comedias

En España, y en la misma época que el teatro Isabelino en Inglaterra (siglos XVI y XVII) se crean
instalaciones fijas para el teatro al aire libre denominadas Corrales de Comedias, con las que
guardan similitudes constructivas. A diferencia del caso inglés, en España si han pervivido
algunos ejemplos de estas edificaciones. Exponentes de esta época son los autores Lope de
Vega, Tirso de Molina y Calderón de la Barca, claros exponentes del importante Siglo de Oro
español.
Zaguán del Teatro Quintero de Sevilla. Marzo de 2017

Barroco y neoclasicismo

La Comédie-Française en el siglo XVIII.

El transcurso de los siglos XVII y XVIII dio lugar a un gran enriquecimiento de la escenografía. La
recuperación por parte del drama clásico francés de la regla de las tres unidades —acción,
tiempo y lugar— hizo innecesaria la simultaneidad de decorados, con lo que se empleó sólo
uno en cada acto, y pronto se generalizó la costumbre de cambiarlos en los entreactos.
Posteriormente, la creciente popularidad de la ópera, que requería varios montajes, favoreció
el desarrollo de máquinas perfeccionadas que dieran mayor apariencia de veracidad a efectos
tales como: la desaparición de actores y la simulación de vuelos —las llamadas "glorias", por
ejemplo hacían posible el descenso de las alturas del escenario de una nube que portaba a los
cantantes. El teatro de la Scala de Milán, finalizado en 1778, constituye un ejemplo de las
grandes dimensiones que eran precisas para albergar tanto al público como a la tramoya y al
aparato escénico.

Teatro moderno

Durante la mayor parte del siglo XIX las ideas arquitectónicas y escenográficas se mantuvieron
en esencia inalterables, si bien las exigencias de libertad creativa iniciadas por los autores
románticos condujeron a fines de la centuria a un replanteamiento general del arte dramático
en sus diversos aspectos.

Fundamental en este sentido fue la construcción del monumental Festspielhaus de Bayreuth,


Alemania, erigido en 1876 de acuerdo con las instrucciones del compositor Richard Wagner,
que constituyó la primera ruptura respecto a los modelos italianos. Su diseño en abanico, con
la platea escalonada, el oscurecimiento del auditorio durante su representación y la ubicación
de la orquesta en un pequeño foso, eran elementos concebidos para centrar la atención de los
espectadores sobre la acción y abolir en lo posible la separación entre escenario y público.

Esta exigencia de integración entre el marco arquitectónico, la escenografía y la


representación fue acentuada en los últimos decenios del siglo XIX y primeros del XX por la
creciente importancia concedida a la figura del director gracias a personalidades como el
alemán Max Reinhardt, autor de espectaculares montajes, el francés André Antoine, adalid del
naturalismo, el ruso Konstantín Stanislavski, director y actor cuyo método de interpretación
ejercería gran influencia sobre el teatro moderno, o el escenógrafo británico Edward Gordon
Craig, que en su defensa de un teatro poético y estilizado abogó por la creación de escenarios
más sencillos y dúctiles.

La aparición del teatro moderno, pues, se caracterizó por su absoluta libertad de


planteamiento mediante el diálogo con formas tradicionales y las nuevas posibilidades técnicas
darían lugar a una singular transformación del arte teatral. En el campo del diseño
arquitectónico y escenográfico las mayores innovaciones se debieron al desarrollo de nueva
maquinaria y al auge adquirido por el arte de la iluminación, circunstancias que permitieron la
creación de escenarios dotados de mayor plasticidad (circulares, móviles, transformables, etc.)
y liberaron al teatro de la apariencia pictórica proporcionada por la estructura clásica del arco
del proscenio.

África

El teatro africano, entre tradición e historia, se está encauzando actualmente por nuevas vías.
Todo predispone en África al teatro. El sentido del ritmo y de la mímica, la afición por la
palabra y la verborrea son cualidades que todos los africanos comparten en mayor o menor
medida y que hacen de ellos actores natos. La vida cotidiana de los africanos transcurre al
ritmo de variadas ceremonias, rituales o religiosas, concebidas y vividas generalmente como
verdaderos espectáculos. No obstante, aunque África ha conocido desde siempre este tipo de
ceremonias, cabe preguntarse si se trataba realmente de teatro; a los ojos de muchos, estos
espectáculos están demasiado cargados de significado religioso para que puedan considerarse
como tal. Otros estiman que los tipos de teatro africanos guardan cierto parecido, como en
otros tiempos la tragedia griega, como un preteatro que nunca llegara totalmente a ser teatro
si no se desacraliza. La fuerza y las posibilidades de supervivencia del teatro negro residirán,
por lo tanto, en su capacidad para conservar su especificidad. En el África independiente está
tomando forma un nuevo teatro.

Nuevo Teatro: Se trata de un teatro comprometido, incluso militante, concebido para


defender la identidad de un pueblo que ha logrado su independencia.

Teatro de Vanguardia: Se orienta actualmente hacia una investigación sobre el papel de actor,
próxima a la de Jerzy Grotowski y su teatro laboratorio. Así, en Libreville, Gabón, se formó en
1970 un teatro vanguardista que realizó dos espectáculos que dejaron una huella perdurable
en las jóvenes generaciones de comediantes. Otra vía de investigación es el teatro de silencio,
creado por François Rosira, cuyo fin era realizar espectáculos en los que el canto, el recitado, la
música y el baile se complementen en perfecta armonía.

Tipos

Drama
Un drama es un modo específico de ficción representado en una obra de teatro.2 El término
proviene de una palabra griega que significa "acción", la cual deriva del verbo δράω, dráō,
"hacer" o "actuar". La puesta en escena de un drama en el teatro, es realizada por actores en
un escenario frente a una audiencia, presupone la adopción de modos colaborativos de
producción y una forma colectiva de recepción. A diferencia de otras formas de literatura, la
estructura dramática de los textos, se encuentra directamente influenciada por esta
producción colaborativa y recepción colectiva.3 La tragedia de comienzos de la edad moderna
Hamlet (1601) de Shakespeare y la tragedia clásica ateniense Oedipus Rex (c. 429 AdC) de
Sófocles son algunas de las mejores obras de arte dramático.4 Un ejemplo moderno sería
Largo viaje hacia la noche de Eugene O'Neill (1956).5

El modo dramático ha sido considerado un género de la poesía, y se lo ha contrastado con los


modos épico y lírico comenzando con la Poética de Aristóteles (c. 335 AdC), la obra más
antigua sobre teoría dramática.6 El uso de la palabra "drama" en un sentido estricto se utiliza
para hacer referencia un tipo específico de obra de teatro del siglo XIX. En este sentido drama
se refiere a una obra que no es ni una comedia ni una tragedia, por ejemplo, la obra Thérèse
Raquin (1873) de Émile Zola o la obra Ivanov (1887) de Chéjov . Sin embargo en la antigua
Grecia, la palabra drama abarcaba todos los tipos de obras de teatro, tragedias, comedias, y
otras formas intermedias.

A menudo el drama es combinado con elementos de música y danza: por lo general en la


ópera la totalidad del texto del drama es cantado; los musicales por su parte por lo general
contienen tanto diálogo hablado como canciones; y algunas formas de drama incluyen música
incidental o un acompañamiento musical que acompaña y refuerza el diálogo (por ejemplo el
melodrama y el Nō japonés).7 En ciertos períodos históricos (la Antigua Roma y el
Romanticismo moderno) algunos dramas fueron escritos para ser leídos en vez de para ser
puestos en escena.8 En la improvisación, el drama no existe previo al momento de la obra; los
actores crean y desarrollan un argumento dramático de manera espontánea ante la
audiencia.9

Tragedia

Artículo principal: Tragedia

La tragedia es una imitación de una acción que es seria, completa, y que posee cierta
magnitud: en un lenguaje con los varios tipos de ornamentos artísticos, los diversos tipos
asociados con las distintas partes de la obra; en forma de una acción, no una narrativa;
mediante la compasión y el miedo afectando el desarrollo de estas emociones.

Aristóteles, Poética10
La frase de Aristóteles "los diversos tipos asociados con las distintas partes de la obra" es una
referencia a los orígenes estructurales del drama. En el mismo las diversas partes con diálogo
eran escritas en el dialecto del Ática mientras que las partes corales (recitados o cantados) se
realizaban en dialecto dórico, estas discrepancias reflejaban los distintos orígenes religiosos y
las métricas poéticas de las partes que eran fusionadas en una nueva entidad, el drama teatral.

La tragedia se encuentra entroncada con una tradición específica de drama que ha


desempeñado un rol único y muy importante en la definición histórica de la civilización
occidental.11 La tradición ha tenido múltiples expresiones discontinuas, el término a menudo
ha sido utilizado para hacer referencia a un poderoso efecto de identidad cultural y
continuidad histórica—"los Griegos y los Isabelinos, como un formato cultural; los Helenos y
Cristianos, en una actividad cotidiana," tal como lo plantea Raymond Williams.12 Desde sus
orígenes oscuros en los teatros de Atenas hace 2,500 años, de donde ha sobrevivido solo una
fracción de las obras de Esquilo, Sófocles y Eurípides, mediante las elaboraciones particulares a
través de las obras de Shakespeare, Lope de Vega, Racine, y Schiller, hasta la más recientes
tragedias naturalistas de Strindberg, las meditaciones modernistas de Beckett sobre la muerte,
la pérdida, y el sufrimiento, y los retrabajos postmodernistas de Müller del canon trágico, la
tragedia ha continuado siendo un ámbito importante de experimentación cultural,
negociación, lucha y cambio.13 En la senda de la Poética (335 AdC) de Aristóteles, la tragedia
ha sido utilizada para marcar distinciones de género, ya sea con la poesía en general (donde lo
trágico se contrapone con lo épico y lírico ) o con el drama (en el cual la tragedia se enfrenta a
la comedia).

Elementos básicos del teatro

El teatro como se ha podido observar, constituye un todo orgánico del que sus diferentes
elementos forman una parte indisoluble. Esos elementos, no obstante, poseen cada uno
características y leyes propias y, en función de la época, de la personalidad del director o de
otras circunstancias, es habitual que se conceda a unos u otros mayor relevancia dentro del
conjunto. Estos elementos son:

Texto

Véase también: Libreto

Las obras dramáticas se escriben en diálogos y en primera persona, en el que existe las
acciones que van entre paréntesis, (llamado lenguaje de acotaciones).
En la tradición occidental, el texto, la obra dramática, se ha considerado siempre la pieza
esencial del teatro, llamado "el arte de la palabra". Dado que, de forma más matizada, esta
orientación predomina también en las culturas orientales, cabe cuando menos admitir como
justificada tal primacía. A este respecto deben hacerse, no obstante, dos consideraciones: en
primer lugar, el texto no agota el hecho teatral, pues una obra dramática no es teatro hasta
que se representa, lo que implica como mínimo el elemento de la actuación; en segundo lugar,
son numerosas las formas dramáticas arcaicas y los espectáculos modernos que prescinden
por completo de la palabra o la subordinan a elementos cual la mímica, la expresión corporal,
la danza, la música, el despliegue escénico.

El hecho de que la obra sólo adquiera plena vigencia en la representación determina además el
carácter distintivo de la escritura dramática respecto a otros géneros literarios. La mayoría de
los grandes dramaturgos de todos los tiempos, desde los clásicos griegos al inglés William
Shakespeare, el francés Molière, el español Pedro Calderón de la Barca o el alemán Bertolt
Brecht, basaron sus creaciones en un conocimiento directo y profundo de los recursos
escénicos e interpretativos y en una sabia utilización de sus posibilidades.

Dirección

Véase también: Director de escena

La personalidad del director como artista creativo se consolidó a fines del siglo XIX, aunque su
figura ya existía como coordinador de los elementos teatrales, desde la escenografía a la
interpretación. A él corresponde convertir el texto, si existe, en teatro, con los procedimientos
y objetivos que se precisen. Poderosos ejemplos de dicha tarea fueron los alemanes Bertolt
Brecht y Erwin Piscator, dedicando su energía a conseguir del espectador su máxima capacidad
de reflexión, o el ascetismo del polaco Jerzy Grotowski.

Actuación

Artículo principal: Actuación

Las técnicas de actuación han variado enormemente a lo largo de la historia y no siempre de


manera uniforme. En el teatro occidental clásico, por ejemplo los grandes actores, los
"monstruos sagrados", tendían a enfatizar las emociones con objeto de destacar el contenido
de la obra, en la comedia del arte el intérprete dejaba rienda suelta a su instinto; los actores
japoneses del Nō y kabuki, hacen patentes determinados estados de ánimo por medio de
gestos simbólicos, bien de gran sutileza o deliberadamente exagerados.

En el teatro moderno se ha impuesto por lo general la orientación naturalista, en que el actor


por medio de adquisición de técnicas corporales y psicológicas y del estudio de sí mismo y del
personaje, procura recrear en escena la personalidad de éste. Tal opción, evolucionada en sus
rasgos fundamentales a partir de las enseñanzas del ruso Konstantín Stanislavski y muy
extendida en el ámbito cinematográfico, no es desde luego la única y en último extremo la
elección de un estilo interpretativo depende de características del espectáculo y de las
indicaciones del director.

Sin embargo, actualmente, a inicios del siglo XXI, la actuación teatral con tendencia naturalista
está siendo replanteada seriamente. La teatralidad contemporánea requiere una crítica del
naturalismo como simple reproducción del comportamiento humano, pero sin lazos con su
entorno. Actualmente ha habido grandes transformaciones del trabajo de Stanislavski siendo
las más importantes Antonin Artaud, Jerzy Grotowsky Étienne Decroux y Eugenio Barba. Estas
técnicas, llamadas actualmente extra cotidianas implican una compleja síntesis de los signos
escénicos.

Otros elementos

Véanse también: Escenografía y Vestuario.

El balcón de Julieta, en Verona, de la obra creada por Shakespeare.

De forma estricta, se entiende por decorado al ambiente en que se desarrolla una


representación dramática, y por escenografía, al arte de crear los decorados. Hoy en día,
tiende a introducirse en el concepto de "aparato escenográfico" a todos los elementos que
permiten la creación de ese ambiente, entre los que cabría destacar fundamentalmente a la
maquinaria o tramoya y la iluminación.

A lo largo del tiempo y en diferentes momentos de la historia del teatro, la escenografía ha


sufrido importantes transformaciones. Antes de que el teatro existiera como lo conocemos
ahora las representaciones se realizaban con un sentido ritual y en ellas ya se utilizaban los
decorados para dar más realce, misterio, ambientación e imagen escénica y espectacularidad a
los actos rituales.

En el teatro griego se utilizaban los periactos que eran unos apuntadores de base triangular,
tenían estos unas mamparas o paneles prismáticos, en cuyos planos o caras se dibujaban,
distintos decorados, de acuerdo a los requerimientos de la escena que se estaba
representando.14
En la antigüedad, la escenografía se hallaba condicionada a limitaciones técnicas y
arquitectónicas, circunstancia que se mantuvo durante toda la Edad Media. Fue ya a fines del
Renacimiento y, sobre todo, durante los siglos XVII y XVIII, cuando la escenografía comenzó a
adquirir realce, gracias al perfeccionamiento de la perspectiva pictórica, que permitió dotar de
mayor apariencia de profundidad al decorado, y posteriormente al desarrollo de la maquinaria
teatral. En el siglo XIX, con la introducción del drama realista, el decorado se convirtió en el
elemento básico de la representación. El descubrimiento de la luz eléctrica, en fin, dio pie al
auge de la iluminación. Las candilejas, que en principio eran un elemento accesorio, se
consideran poéticamente un símbolo del arte teatral.

Estrechamente vinculado con la concepción escénica, se ha hallado siempre el vestuario. En el


teatro griego, la tosquedad de los decorados se compensaba por medio de máscaras —trágicas
o cómicas— y las túnicas estilizadas de los actores, cuyo objeto era de resaltar el carácter
arquetípico de los personajes. Durante el Barroco y el Neoclasicismo adquirieron importancia
el maquillaje y el vestuario, si bien éste se empleó a menudo de forma anacrónica —se
representaba por ejemplo una obra ambientada en Roma con ropajes franceses del siglo XVII
hasta la aparición del realismo. En la actualidad, la elección del vestuario no es sino un
elemento más dentro de la concepción general del montaje.

El narrador de parábolas hace bien en mostrar abiertamente al espectador todo lo que


necesita para su parábola, esos elementos cuya ayuda pretende mostrar el curso ineluctable
de su acción. El constructor escénico de la parábola muestra pues abiertamente los focos, los
instrumentos de música, las máscaras, las paredes y las puertas, las escaleras, sillas y mesas,
con cuya ayuda ha de construirse la parábola.

Sala frente al escenario

Véase también: Teatro (arquitectura)

Sala frente al escenario en teatro contemporáneo a la italiana. Teatro de Bielefeld, Alemania.

En la disposición tradicional a la italiana, la sala frente al escenario suele tener una forma de
herradura, en los teatros más antiguos. La parte baja, la más amplía, es la platea o patio de
butacas, donde los sillones o butacas se reparten en filas separadas por un pasillo central y
enmarcadas por dos pasillos laterales. En los teatros más antiguos, el piso del patio de butacas
es plano y ligeramente inclinado para preservar un mínimo de visibilidad. En los teatros
contemporáneos, detrás del patio de butacas se encuentran los palcos y un anfiteatro en
gradas que permite una buena visibilidad del escenario desde las filas más alejadas.
Para mayor aprovechamiento del espacio disponible en altura, la sala se estructura en varias
plantas. Sobre el patio de butacas pueden existir una o dos amplías plantas voladas y
retranqueadas. Los paramentos centrales y laterales se dedican a los palcos o a galerías
abalconadas que se reparten en varias plantas. Tradicionalmente, la parte más alta del teatro
se denomina gallinero; es la de menor visibilidad y la más económica.

Así, de mayor a menor precio de la entrada, el teatro se estructura en platea (planta baja),
palcos (situados en la entreplanta) y anfiteatro (situados en las plantas superiores).15

Supersticiones

Son muchas las supersticiones que se han conservado en el medio teatral de la cultura de
Occidente, creencias y costumbres que han ido perdiendo fuerza en tiempos más recientes
pero que aún determinan el «modus operandi» en diferentes aspectos del espectáculo. De la
larga lista de supersticiones se pueden mencionar:16

Sobre los estrenos

El martes y viernes son días poco afortunados para un estreno.

Que te deseen buena suerte una noche de estreno es inaceptable, por lo que si alguien lo
hace, se le deberá contestar con un simple "merde", siguiendo la tradición francesa . Al
parecer el origen de esta superstición se remonta a la época en que los espectadores asistían
al teatro en coche de caballos: mucha bosta a las puertas del teatro indicaba que la función
había tenido mucha concurrencia.

En un ensayo general son signos de mal agüero: oír un silbato; las plumas de pavo real; y en
general, colores gafes como el amarillo (la supuesta perdición de Molière, a pesar de que no
murió en escena sino en su cama), el verde e incluso el violeta.

Un ensayo general sin ninguna equivocación equivale a un fracaso en el estreno, de ahí que, si
esto ocurre, el actor que interpreta el último párrafo o réplica, no lo pronunciará. Por el
contrario, encontrar clavos olvidados por los tramoyistas, es buena señal.

Que un anciano sea el primer espectador que saca su localidad en la taquilla del teatro el día
de estreno, es señal benigna pronóstico de muchas representaciones.

Sobre los actores

A muchos actores les parece de mal gusto que, en público, se les llame por el nombre del
personaje que interpretan.

Por prudencia, un actor nunca debe silbar, si es necesario puede canturrear.

Engancharse el traje en el decorado es un aviso de equivocación en el recitado de su papel.


Da mala suerte mirar por detrás a alguien que se esté maquillando.

Muchos actores todavía salen a escena con alguna clase de objeto "mágico" o amuleto. El más
tradicional ha sido la pata de conejo.

Da mala suerte poner los zapatos dentro de una caja o sobre la mesa.

Salvo en obras en las que se busca el guiño o la implicación del público, puede ser de mal
augurio mirar al patio de butacas.

Entre los ingleses, que una actriz haga punto durante un ensayo, incluso en el camerino,
garantizará un buen lío en la representación.17

Conviene empezar y terminar la temporada con el mismo traje o vestido (y no son


recomendables las telas "a lunares".

Durante mucho tiempo se consideraron gafes en el escenario: las flores naturales, los niños y
los caballos.18

Obras gafes

Macbeth de Shakespeare, y en especial su escena de las brujas, es una de las obras con más
supersticiones negativas. Siempre se recuerda como ejemplo que en 1964 se quemó un teatro
nuevo de Lisboa donde se representaba la obra.19

En España, en la década de 1930, era de mal agüero representar la obra de Jacinto Grau, El
señor de Pigmalión.

También en España, ganar el Premio Lope de Vega podía suponer no volver a estrenar.

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