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Sustancias bactericidas
Lisozima: esta presente en la saliva, lágrimas y mocos y protege las mucosas relacionadas con
la nasofaringe. Provoca la muerte de las bacterias cuando estas se están multiplicando, rompe
los enlaces entre las moléculas de peptidoglicano que forman la pared celular de las bacterias
gram-positivas. Al romper estos enlaces, se forman huecos en la pared de las bacterias
haciendo que entre una gran cantidad de agua provocando la lisis osmótica de la bacteria.[4][5]
Antibiótico: sustancia química producida por un ser vivo o derivado sintético, que mata o
impide el crecimiento de ciertas clases de microorganismos sensibles (a menudo bacterias).
Distinguimos dos tipos de sustancias que pueden confundirse pero que no son exactamente
lo mismo. Por una parte tenemos las materias bactericidas, que son aquellas que causan
la muerte de las bacterias y, por tanto, las elimina.
el concepto de bacteriostático no es exactamente igual. Las sustancias
bacteriostáticas no exterminan los gérmenes, pero sí dificultan su crecimiento y, por tanto,
evitan que se reproduzcan. Algunos ejemplos de bacteriostáticos son las sulfamidas o el
ácido láctico.
Las materias que impiden la propagación de bacterias no se emplean sólo en medicina,
sino que también se utilizan como eficaces desinfectantes en la higiene del agua y de
sanitarios.
¿cómo funcionan?
Los bacteriostáticos son muy efectivos para controlar los gérmenes en los
sanitarios. Los más clásicos son aparatos que van conectados a los inodoros y
que descargan sobre él un líquido con importantes efectos bacteriostáticos para
evitar que los gérmenes se reproduzcan. Estas eficaces sustancias pueden
verterse al tirar de la cadena o en periodos temporizados. Además de controlar la
higiene, ¿qué beneficios tienen estos aparatos?
Higienizador de superficies. Esta sustancia es muy eficaz para desinfectar los sanitarios.
Viene en un dispensador que se puede instalar sobre la pared para mayor comodidad.
Dosificador automático de jabón. Esto ayuda al aseo personal y evita contagios. La
mayoría de gérmenes se encuentran en los pomos de las puertas y las personas los
traspasamos, por ejemplo, al saludarnos. Con una buena higiene de manos podemos evitar
estos problemas.