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Rusia

Modelo
educativo
1. 1. 1. La educación es obligatoria hasta los 15 años y gratuita incluso hasta la universidad. La educación formal obligatoria (Primaria y
Secundaria Básica) comienza a los 6 años y termina a los 15. La Secundaria Completa va de los 15 a los 17 y es optativa. También existe la
opción de la formación Profesional o Vocacional (de los 15 a los 19 años). Todos los ciudadanos rusos tienen derecho a la educación Primaria,
Secundaria Básica y Secundaria Completa y también a formación gratuita superior en aquellos centros que son estatales, aunque puede haber
mucha competitividad y ciertas tasas en las titulaciones más demandadas.
2. 2. 2. La inversión en educación ha aumentado mucho en los últimos años, pero todavía se sitúa por debajo de la media. Pese al incremento
experimentado entre 2008 y 2012 (un 14 %, tres veces más que en la OCDE), la Federación Rusa invierte en educación el 2,3 % de su producto
interior bruto, una cifra inferior a la media de la OCDE, que es de 3,7 %.
3. 3. 3. Los alumnos (y los profesores) pasan menos tiempo en el centro escolar. Los datos de días y horas lectivas de los estudiantes de Primaria
y Secundaria Básica son de los más bajos de la OCDE: 517 horas (la cifra más baja de la OCDE, cuya media se sitúa en 804 horas) o 169 días
de clase para Primaria (la cifra más baja de la OCDE junto a Letonia); 877 horas (40 menos que la media de la OCDE) o 175 días para
Secundaria Básica (la media es 183). También los profesores de Primaria y Secundaria Básica se encuentran entre los que menos horas lectivas
tienen al año: 561 en Primaria (la media de la OCDE es 772) y 483 en Secundaria Básica (la media de la OCDE es 694).
4. 4. 4. La exigencia a los estudiantes es alta. La responsabilidad, el rigor, la seriedad, el compromiso o la eficiencia se valoran muy positivamente
en el sistema educativo ruso. También son abundantes las tareas. Según este estudio, en la Federación Rusa los alumnos tienen cerca de 10
horas de deberes a la semana, la cifra más alta de todos los países analizados.
5. 5. 5. La población tiene un alto nivel educativo. La tasa de alfabetización en Rusia es prácticamente del 100 % y, según datos de la OCDE, el
país cuenta con uno de los porcentajes más bajos de jóvenes entre los 25 y los 34 años que no han terminado la Secundaria: un 5 % frente a la
media del 17 % de la OCDE. Se trata de un porcentaje que se acerca más a la media de los países de Europa Oriental (República Checa,
Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia, Eslovenia y República Eslovaca) que se sitúa en un 9 %. Además, el 54 % de los adultos entre 25
y 64 años tienen educación superior (muy por encima del 35 % de la OCDE).
6.
6. 7. 6. La preparación en TIC y resolución de problemas es deficiente en los adultos en general y en los profesores en particular. La
Federación Rusa (excluyendo la zona de Moscú) tiene uno de los porcentajes más bajos de adultos con buena formación en TIC y resolución de
problemas (un 24 %) dentro de los países participantes en Programa de la OCDE para la evaluación internacional de adultos (PIAAC). El dato
es especialmente preocupante en los profesores rusos de niveles no universitarios: solo un 29 % está bien preparado en estos campos, frente a la
media del 47 %. Según algunos expertos, esta situación es reflejo del estancamiento tecnológico que se ha dado en el propio país. En esta línea,
el Ministerio de Educación y Ciencia está realizando un gran esfuerzo para potenciar el uso de materiales y dispositivos digitales, tanto a través
de las editoriales, a las que alienta a crear contenidos interactivos, como con la dotación de centros y universidades.
7. 8. 7. Los contenidos educativos se definen y controlan en tres niveles: estatal, federal y municipal. El Ministerio de Educación ruso marca
las directrices generales del sistema, que se completa con la base legislativa y el presupuesto para financiación de centros, el calendario escolar
y la formación del profesorado, que son responsabilidad de los gobiernos federales. Las administraciones locales gestionan los centros
escolares y, por ejemplo, controlan el nombramiento de directores. 8. Se apuesta por la colaboración y la información pública. De la
educación soviética se han heredado el trabajo colaborativo, el apoyo de unos estudiantes a otros y, además, la información pública a alumnos
y padres. Por eso, la comunidad educativa se implica de forma conjunta en la educación y, por ejemplo, las notas son visibles para todos y las
reuniones con el profesor suelen ser multitudinarias, con el resto de padres de la clase. Esta transparencia contribuye a evitar corrupción o
privilegios, especialmente en el ámbito universitario.

8. 9. 8. Se apuesta por la colaboración y la información pública. De la educación soviética se han heredado el trabajo colaborativo, el apoyo de
unos estudiantes a otros y, además, la información pública a alumnos y padres. Por eso, la comunidad educativa se implica de forma conjunta
en la educación y, por ejemplo, las notas son visibles para todos y las reuniones con el profesor suelen ser multitudinarias, con el resto de
padres de la clase. Esta transparencia contribuye a evitar corrupción o privilegios, especialmente en el ámbito universitario.

9. 10. 9. Hay centros privados muy innovadores y prestigiosos, pero vetados a la mayoría. En los últimos años han proliferado centros escolares
privados, de pago, que ofrecen una educación de vanguardia accesible únicamente a las élites: se calcula que solo un 5 % de la población puede
acceder a ellos. Este tipo de centros combinan algunas claves de la educación tradicional soviética, como la disciplina y la estructura, con
materiales multimedia y el aprendizaje individual.

10. 11. 10. Ha aumentado el control y la calidad de la Secundaria Completa y la enseñanza superior. Entre las últimas medidas para mejorar la
calidad del sistema educativo en Rusia destaca el control de las instituciones de enseñanza superior, que habían proliferado en los últimos años
con la evolución del sistema educativo ruso hacia mayores cotas de apertura y liberalización. Para garantizar la calidad de todos estos centros e
institutos privados se han establecido unos estándares educativos que desarrollan las universidades con la supervisión del Gobierno y unas
licencias con las que se certifica que el currículo del centro es adecuado y se evalúa la calidad de las instalaciones o la preparación de los
docentes.

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