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¿Qué es la Neil Brenner, director del laboratorio de Teoría Urbana de la


Graduate School of Design de la Universidad de Harvard, ofrece
una interpretación de la Teoría crítica centrada en cuatro elementos
teoría urbana interconectados: su carácter teórico, su reflexividad, su crítica de la
razón instrumental y su énfasis en la disyunción entre lo real y lo posible.
crítica?(1) Brenner sostiene que cada uno de los cuatro elementos clave dentro
de la teoría social crítica requiere un compromiso sostenido con los
patrones contemporáneos de la urbanización capitalista. En el contexto
de una urbanización mundial generalizada, el proyecto de teoría social
Autor Neil Brenner crítica y el de teoría urbana crítica están cada vez más entrelazados.
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Introducción producida por la teoría social crítica ha evolucio-


nado significativamente a lo largo de los dos úl-
¿Qué es la teoría urbana crítica? Habi- timos siglos de desarrollo capitalista (Therborn,
tualmente esta expresión se ha usado como un 1996). Dada la agenda intelectual y política de
atajo para definir la obra producida por teóricos este número de City, es oportuno revisar algunos
urbanos radicales o de izquierda en el periodo de los principales argumentos desarrollados por
post-68 –por ejemplo, los trabajos de Henri las tradiciones mencionadas, particularmente la
Lefebvre, David Harvey, Manuel Castells, Peter de la Escuela de Frankfurt, que sin duda supone
Marcuse o de muchos otros autores inspirados un punto de referencia crucial –aunque a menudo
por ellos (Katznelson, 1993; Merrifield, 2002). sólo implícito– para el trabajo de los urbanistas
La teoría urbana crítica rechaza las divisiones críticos contemporáneos.
disciplinares del trabajo heredadas y las formas
de conocimiento urbano estatalistas, tecnocrá- Un aspecto básico que trata de enfatizar
ticas y mercantilistas. En este sentido, la teoría este texto es la especificidad histórica de cual-
crítica difiere fundamentalmente de lo que po- quier aproximación a la teoría social crítica, ya
dría denominarse teoría urbana dominante –por sea urbana o de otro tipo. La obra de Marx y la
ejemplo, las perspectivas heredadas de la socio- de la Escuela de Frankfurt se produjeron en dos
logía urbana de la Escuela de Chicago, o aquellas fases del capitalismo –la fase liberal-competitiva
realizadas desde la ciencia política tecnocrática (desde mediados hasta finales del siglo XIX) y la
o neoliberal. En vez de reafirmar la situación fase fordista-keynesiana (mediados del siglo XX),
actual de las ciudades como expresión de leyes respectivamente– que ya han sido superadas por
transhistóricas de organización social, raciona- el incansable motor de destrucción creativa que
lidad burocrática o eficiencia económica, la teo- hace avanzar el desarrollo capitalista (Postone,
ría urbana crítica enfatiza el carácter política e 1992, 1993, 1999). Por tanto, es clave pensar có-
ideológicamente mediado de espacios urbanos mo han cambiado las condiciones de posibilidad
que están abiertos a la disputa social y son, por de la teoría crítica en la actualidad, a comienzos
tanto, maleables –es decir, subraya su continua del siglo XXI, en un contexto en el que asistimos
(re)construcción como emplazamiento, medio a la constitución de una formación capitalista
y resultado de relaciones sociales de poder his- crecientemente globalizada, neoliberalizada y
tóricamente específicas. La teoría urbana crítica financiarizada (Therborn, 2008). Ello nos lleva
se apoya por tanto en una relación antagonista directamente a la espinosa cuestión de dónde se
no sólo frente a los saberes urbanos heredados, sitúan los problemas urbanos dentro del proyec-
sino más en general frente a las formaciones ur- to general de teoría social crítica. Con la signifi-
banas existentes. Insiste en que otra forma de cativa excepción de El libro de los Pasajes (Das
urbanización, socialmente justa, sostenible y más Passagen-Werk) de Walter Benjamin, ninguna
1 © Routledge, Taylor and Francis democrática, es posible, aunque actualmente es- de las grandes figuras asociadas a la Escuela de
Group. Traducido por David Prieto
Serrano y Álvaro Sevilla-Buitrago del
té siendo reprimida por los mecanismos institu- Frankfurt prestó demasiada atención a las cues-
original en inglés: Brenner, N. (2009) cionales y las prácticas e ideologías dominantes. tiones urbanas. Para ellos, la teoría crítica suponía
What is critical urban theory?, City: En resumen, la teoría urbana crítica incluye la la crítica de la mercantilización, del estado y de
analysis of urban trends, culture, theory, crítica de la ideología (incluyendo las ideologías la ley, incluyendo sus mediaciones, por ejemplo,
policy, action, 13:2-3, pp. 198-207.
científico-sociales) y la crítica del poder, la des- a través de las estructuras familiares, las manifes-
En línea: http://www.tandfonline.com/
doi/pdf/10.1080/13604810902996466 igualdad, la injusticia y la explotación, dentro de taciones culturales y las dinámicas psicosociales
(acceso: 15/2/2015). El texto hace y entre ciudades. (Jay, 1973; Kellner, 1989; Wiggershaus, 1995). Es-
referencia a los artículos que lo ta orientación era parcialmente plausible durante
acompañaron en el número especial de Pero la noción de crítica y, más específi- las fases del capitalismo de libre competencia y
esta revista, accesibles en: http://www.
tandfonline.com/toc/ccit20/13/2-3#.
camente, de teoría crítica, no es un mero término el capitalismo fordista-keynesiano en la medida
VOIrqy4XdbE (acceso: 15/2/2015). descriptivo. Está determinada por un contenido en que los procesos de urbanización eran vistos
El texto también se publicó en el libro: socio-teórico derivado de varias ramas de la filo- como expresión espacial directa de otras fuer-
Brenner, N., Marcuse, P., & Mayer, M. sofía social ilustrada y post-ilustrada, especial- zas sociales más relevantes, como la industriali-
(2012) Cities for People, Not for Profit.
mente la obra de Hegel, Marx y de la tradición zación, la lucha de clases o la regulación estatal.
Critical Urban Theory and the Right to
the City, Abingdon, Oxon: Routledge, marxista occidental (Calhoun, 1995; Koselleck, No obstante, argumentaré posteriormente que
pp. 11-23. 1998; Postone, 1993). Además, el foco de la crítica esta perspectiva no es sostenible a principios
Teoría Neil Brenner - ¿Qué es la teoría urbana crítica? 11

del siglo XXI, cuando presenciamos nada menos de Frankfurt investigaron sobre la economía po- dirección por Habermas en su debate sobre la
que la urbanización a escala mundial – la ‘revo- lítica, las dinámicas psicosociales, las tendencias tecnocracia con Niklas Luhmann a principios de
lución urbana’ anticipada hace ya casi cuatro evolutivas y las propias contradicciones internas la década de 1970 (Habermas & Luhmann, 1971),
décadas por Henri Lefebvre (1972[1970]). Bajo del capitalismo moderno de forma intelectual- y de forma más elaborada y madura en su obra
condiciones de urbanización mundial y crecien- mente innovadora y políticamente subversiva cumbre Teoría de la acción comunicativa a me-
temente generalizada (Lefebvre (1972[1970]); (Arato & Gebhardt, 1990; Bronner & Kellner, diados de los ochenta (Habermas, 1985; 1987).
Schmid, 2005; Soja & Kanai, 2007), el proyecto 1989; Wiggershaus, 1995).
de la teoría social crítica y el de la teoría urbana Pero sin duda la visión más politizada de
crítica están más interconectados que nunca. Fue Max Horkheimer (1982[1937]) la teoría crítica fue la presentada por Herbert
quién, escribiendo desde su exilio en la ciudad de Marcuse a mediados de la década de 1960 en su
Crítica y teoría social crítica Nueva York en 1937, introdujo la noción de “teoría clásico El hombre unidimensional. Para Marcuse,
crítica”. El concepto fue inmediatamente desarro- la teoría crítica implicaba una crítica inmanente
El concepto moderno de crítica deriva llado y extendido por sus colegas Theodor Adorno de la sociedad capitalista bajo su configuración
principalmente de la ilustración, y fue madu- y Herbert Marcuse, y posteriormente, en senti- actual: la teoría crítica se ocupaba, insistía, de
rado de forma sistemática especialmente por dos divergentes, por Jürgen Habermas, hasta la “las alternativas históricas que, como tendencias
Kant, Hegel y la izquierda hegeliana (Marcuse, década de 1980. Bajo la óptica de la Escuela de y fuerzas subversivas, desafían a la sociedad es-
1954; Habermas, 1973; Jay, 1973; Calhoun, 1995; Frankfurt, la teoría crítica representaba una rup- tablecida” (1964:xi–xii, cursivas añadidas). Hay
Therborn, 1996). Pero con el desarrollo de la críti- tura decisiva respecto a las formas de marxismo por tanto una conexión directa entre el proyecto
ca de la economía política en la obra de Marx esta que prevalecían bajo la Segunda Internacional, de Marcuse y un aspecto central de la crítica de
noción adquiere un sentido nuevo (Postone, 1993). con su ontología del trabajo y la invocación a la la economía política planteada originalmente por
Para Marx, la crítica de la economía política im- lucha de clases y la revolución proletaria como Marx: la búsqueda de alternativas emancipato-
plicaba, por un lado, una forma de Ideologiekritik, base principal para la transformación social bajo rias latentes en la actualidad, partiendo de las
un desenmascaramiento de los mitos, reifica- el capitalismo. Además, la Escuela de Frankfurt contradicciones de las relaciones sociales exis-
ciones y antinomias históricamente específicas se ocupó de otros problemas específicos de su tentes (como ha enfatizado sistemáticamente
que impregnan los modos de conocimiento bur- contexto histórico a mediados del siglo XX, co- Postone, 1993).
gueses. Con igual importancia, Marx entendía la mo la crítica del fascismo en Alemania y otros
crítica de la economía política no sólo como una lugares; la crítica de la tecnología, el consumismo Elementos clave de la teoría
crítica de las ideas y discursos sobre el capita- de masas y las industrias culturales bajo el capi- crítica: cuatro proposiciones
lismo, sino como una crítica del capitalismo en talismo de posguerra en Europa y los Estados
sí mismo, y como una contribución al esfuerzo Unidos; y, particularmente en los trabajos tardíos Hay, por supuesto, profundas diferencias
por superarlo. En esta concepción dialéctica, una de Herbert Marcuse, la crítica de los marcos ins- epistemológicas, metodológicas, políticas y sus-
tarea clave es revelar las contradicciones inter- titucionales que reprimen el potencial latente de tantivas entre autores como Horkheimer, Adorno,
nas dentro de la totalidad social históricamente emancipación humano. Marcuse y Habermas. Sin embargo, puede de-
específica generada por el capitalismo. cirse que sus obras en conjunto conforman un
La noción de teoría crítica de la Escuela núcleo, en ellas subyace una concepción común
Este planteamiento de la crítica pre- de Frankfurt fue trazada inicialmente como un de la teoría crítica (para una lectura alternativa
tende incorporar varias funciones relevantes. concepto epistemológico. En el ensayo clásico de pero compatible ver Calhoun, 1995). Esta con-
En primer lugar, muestra las formas de poder, Horkheimer Teoría tradicional y teoría crítica, cepción puede resumirse haciendo referencia a
exclusión, injusticia y desigualdad que sustentan publicado en 1937, se utilizaba para delimitar una cuatro proposiciones fundamentales: la teoría
las formaciones sociales capitalistas. En segundo alternativa a los enfoques positivistas y tecnocrá- crítica es teoría; es reflexiva; implica una crítica
lugar, para Marx, la crítica de la economía po- ticos en la ciencia social y la filosofía burguesa a la razón instrumental; y se centra en la separa-
lítica trata de iluminar el paisaje de las luchas (Horkheimer, 1982[1937]). Como es bien sabido, ción entre lo presente y lo posible. Estas cuatro
sociopolíticas existentes y emergentes: conecta en la década de 1960 Adorno continuó esta línea proposiciones están indisolublemente entrela-
los discursos ideológicos de la esfera política con de análisis en el Positivismusstreit (debate sobre zadas y son mutuamente constitutivas; el pleno
los antagonismos (de clase) y las fuerzas sociales el positivismo) con Karl Popper (Adorno et al., significado de cada una de ellas sólo puede com-
subyacentes en la sociedad burguesa. Y, tal vez 1976), y de nuevo bajo una forma completamente prenderse en relación a las demás (ver Figura 1).
más importante, Marx entendió la crítica como diferente en sus escritos filosóficos sobre dia-
un medio para explorar, tanto en la teoría como léctica y teoría estética (puede encontrarse una La teoría crítica es teoría
en la práctica, la posibilidad de forjar alternati- muestra de ellos en O’Connor, 2000). La noción En la Escuela de Frankfurt, la teoría
vas al capitalismo. Una crítica de la economía de teoría crítica fue elaborada de nuevo en otra crítica es abierta y pretendidamente abstracta.
política serviría de este modo para mostrar có-
mo las contradicciones inherentes al capitalismo
socavan el propio sistema y, al mismo tiempo,
apuntan a su superación con otros modos de or-
ganizar las capacidades sociales y las relaciones La teoría crítica es teoría
sociedad/naturaleza.

A lo largo del siglo XX, la crítica de la


economía política de Marx ha sido apropiada
La teoría crítica implica una crítica La teoría crítica enfatiza la separación
por diversas tradiciones de análisis social crí-
de la razón instrumental entre lo presente y lo posible
tico, incluyendo el marxismo tradicional de la
Segunda Internacional (Kolakowski, 1981) y las
ramas alternativas de pensamiento radical aso-
ciadas al marxismo occidental (Jay, 1986). Pero
sin duda fue la Escuela de Frankfurt de teoría La teoría crítica es reflexiva
social crítica la que exploró el concepto de críti-
ca de forma más sistemática como un problema
metodológico, teórico y político. Enfrentándose a
este aspecto, las principales figuras de la Escuela Figura 1. Cuatro proposiciones mutuamente constitutivas sobre la teoría crítica
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Se caracteriza por la elaboración de reflexio-


nes epistemológicas y filosóficas, el desarrollo
de conceptos formales y generalizaciones sobre
tendencias históricas, el uso de modos deductivos
e inductivos de argumentación y diversas formas
de análisis histórico. Puede también construirse
sobre investigaciones concretas, es decir sobre
una base empírica, organizada a través de mé-
todos tradicionales o críticos. Como Marcuse
(1964:xi) indica: “para identificar y definir las
posibilidades de un desarrollo óptimo, la teoría
crítica debe abstraerse de la propia utilización y
la organización de los recursos de la sociedad, y
de los resultados de esta organización y utiliza-
ción”. Es, en este sentido, una teoría.

La teoría crítica no pretende por tanto


servir como fórmula para un camino concreto o no fuese contradictoria o completa, no podría separación respecto al objeto que investigan. Sin
hacia el cambio social; no es un mapa estratégi- haber una conciencia crítica sobre ella. No habría embargo, una vez que se rechaza tal separación
co para el cambio social; y no es un manual del necesidad de crítica – de hecho, la crítica sería y se entiende que el sujeto cognoscente forma
tipo “¿cómo hacer…?” para movimientos socia- estructuralmente imposible. La crítica emerge parte del propio contexto práctico y social que
les. Puede –y de hecho, debe– mediar en el te- precisamente debido a que la sociedad está en está investigando, las cuestiones éticas se vuelven
rreno de la práctica, y pretende, explícitamente, conflicto consigo misma, es decir, porque el mo- inevitables. De este modo, la proposición sobre
influir en la perspectiva estratégica de actores delo de desarrollo es auto-contradictorio. En este el carácter reflexivo de la teoría crítica y su crí-
sociales y políticos progresistas, radicales o re- sentido, los teóricos críticos no sólo se preocupan tica de la razón instrumental están directamente
volucionarios. Pero, también y crucialmente, la de situarse a sí mismos y sus planes de investiga- interconectadas.
concepción de la Escuela de Frankfurt se centra ción dentro de la evolución histórica del capita-
en un momento de abstracción que es analítica- lismo moderno. Para ellos es también importante Consecuentemente, cuando los teóricos
mente previo a la célebre cuestión leninista del entender qué es lo que hace posible la aparición críticos debaten sobre el denominado problema
“¿qué hacer?”. de su propia forma, y otras formas posibles, de teoría/práctica, no se están refiriendo a cómo
conciencia crítica en el capitalismo moderno. “aplicar” la teoría a la práctica. Más bien, están
La teoría crítica es reflexiva pensando esta relación dialéctica exactamente
En la tradición de la Escuela de Frankfurt, La teoría crítica implica una crítica de en la dirección opuesta – a saber, cómo el campo
se entiende que la teoría es posible gracias a, y se la razón instrumental de la práctica (y por tanto las cuestiones éticas)
orienta hacia, unas condiciones y contextos his- Como es sabido, los teóricos críticos de afectan siempre al trabajo de los teóricos, inclu-
tóricos específicos. Esta conceptualización tiene la Escuela de Frankfurt elaboraron una crítica so cuando éste permanece a un nivel abstracto.
al menos dos implicaciones claves. En primer lu- de la razón instrumental (analizada con detalle Como indicó Habermas:
gar, la teoría crítica implica un rechazo integral en Habermas, 1985; 1987). Apoyándose en las
a cualquier postura –positivista, trascendental, obras de Max Weber, argumentaban contra la La interpretación dialéctica [asociada a
metafísica o cualquier otra– que afirme ubicar- generalización de una racionalidad calculadora la teoría crítica] comprende al sujeto cognoscen-
se al margen de un contexto espacio-temporal (del tipo medios/fines)(2) subordinada a obje- te en términos de las relaciones de praxis social,
históricamente específico. Todo conocimiento tivos preconcebidos y orientada hacia lo propo- en términos de su posición tanto en los procesos
social, incluyendo la teoría crítica, se enmarca sitivo (Zweckrational) – una racionalidad que de trabajo social como en el proceso de esclare-
dentro de la dialéctica del cambio social e histó- conectara eficazmente los medios y los fines, cimiento de las fuerzas políticas que rodean sus
rico; por tanto es intrínsecamente contextual. En sin cuestionar los fines en sí mismos. Esta críti- objetivos. (Habermas, 1973: 210–211)
segundo lugar, la teoría crítica de la Escuela de ca tuvo implicaciones para diversos ámbitos de
Frankfurt trasciende la preocupación hermenéu- la organización industrial, la tecnología y la ad- La teoría crítica enfatiza la separación
tica generalizada por el carácter “situado” de todo ministración, pero, crucialmente, los teóricos de entre lo presente y lo posible
conocimiento. Se centra, más específicamente, la Escuela de Frankfurt también la aplicaron al Como argumenta Therborn (2008), la
en la cuestión de cómo pueden emerger formas campo de las ciencias sociales. En este sentido, Escuela de Frankfurt engloba una crítica dialéc-
antagonistas de conocimiento, subjetividad y con- la teoría crítica implica un contundente rechazo tica de la modernidad capitalista – es decir, una
ciencia dentro de una formación social histórica. de los modos instrumentales de conocimiento crítica que afirma los potenciales para la liberación
científico-social – es decir, aquellos destinados humana derivados de esta forma de organización
Los teóricos críticos confrontan este a hacer más eficientes y efectivos los arreglos social al mismo tiempo que critica sus exclusiones,
asunto enfatizando el carácter fragmentado, frac- institucionales existentes, a manipular y dominar opresiones e injusticias sistémicas. Por tanto, la ta-
turado o contradictorio del capitalismo como una el mundo físico y social y, por lo tanto, a reforzar rea de la teoría crítica no sólo es la investigación de
totalidad social. Si la totalidad estuviese cerrada, las formas vigentes de poder. Por contra, los teó- las formas de dominación asociadas al capitalismo
ricos críticos exigieron cuestionar los fines últi- moderno sino, igualmente, ahondar en el potencial
mos del conocimiento, y por lo tanto, exigieron emancipatorio intrínseco a, y simultáneamente
un compromiso explícito con cuestiones éticas. reprimido por, este mismo sistema.

De forma coherente con su aproximación En buena parte de la obra escrita por la


2 N.T.: La racionalidad formal
(Zweckrational), uno de los distintos históricamente reflexiva a la ciencia social, los Escuela de Frankfurt esta orientación implica
tipos de racionalidad analizados investigadores de la Escuela de Frankfurt argu- la búsqueda de un sujeto revolucionario, es de-
por Weber en Economía y Sociedad, mentaban que una teoría crítica debe hacer explí- cir, la preocupación por encontrar un agente de
caracterizada por su instrumentalización citas sus orientaciones práctico-políticas y nor- cambio social radical que pueda materializar los
de los medios en función de los intereses
perseguidos, en oposición a una
mativas, en lugar de adoptar una visión limitada potenciales despertados pero, al mismo tiempo,
racionalidad orientada por principios o o tecnocrática. Los modos de conocimiento ins- reprimidos por el capitalismo. Sin embargo, dada
valores (Wertrational). trumental necesariamente presuponen su propia la renuncia de la Escuela de Frankfurt a cualquier
Teoría Neil Brenner - ¿Qué es la teoría urbana crítica? 13

esperanza de una revolución proletaria, su bús- como una práctica social cotidiana. Desde este básico para la disciplina en su conjunto. En este
queda de un sujeto revolucionario en la posguerra punto de vista, la denominada oposición teoría/ sentido, la teoría urbana crítica se ha desarrollado
generó un sombrío pesimismo respecto a la posi- práctica no es un artefacto de confusión teórica en un terreno intelectual y político que ya había
bilidad real de una transformación social y, sobre o una insuficiencia epistemológica, sino producto sido cultivado extensamente, no sólo por Marx,
todo en la obra de Adorno y Horkheimer, un ale- de la configuración social en la que se inscribe la sino también por los diversos teóricos de la Es-
jamiento hacia preocupaciones filosóficas y esté- teoría crítica. No hay ninguna teoría que pueda cuela de Frankfurt. Dado el carácter acentuado,
ticas relativamente abstractas (Postone, 1993). superar esta oposición, porque, por definición, incluso antagónico, de los debates metodológi-
no puede superarse teóricamente; solo puede ser cos, epistemológicos y sustantivos entre los ur-
Marcuse, por contra, presenta una pos- superada en la práctica. banistas críticos desde la constitución del cam-
tura muy diferente respecto a esta cuestión en la po a principios de la década de 1970 (véase, por
‘Introducción’ a El hombre unidimensional. En Teoría crítica y la cuestión de ejemplo, Gottdiener, 1985; Saunders, 1986; Soja,
ella coincide con sus colegas en que, a diferencia la urbanización 2000; Brenner & Keil, 2005; Robinson, 2006) es
de la etapa constitutiva de la industrialización ca- esencial no perder de vista estas grandes áreas de
pitalista, el capitalismo tardío del siglo XX carece Si bien la obra de Marx ha ejercido una acuerdos fundacionales.
de agentes o agencias de cambio social evidentes; influencia enorme en el campo de los estudios
en otras palabras, el proletariado ya no funciona críticos urbanos post-68, muy pocas voces en Sin embargo, dado que el campo de los
como una clase “para sí”. Sin embargo, Marcuse este campo se han enfrentado directamente a estudios urbanos críticos continúa evolucionan-
(1964:xii) insiste enfáticamente en que “la nece- la obra de la Escuela de Frankfurt. No obstan- do y diversificándose a principios del siglo XXI,
sidad de un cambio cualitativo es más apremiante te, creo que la mayoría de autores que se sitúan resulta oportuno someter a un cuidadoso escruti-
que nunca […] para la sociedad en su conjunto, dentro del universo intelectual de los estudios nio y debate sistemático el supuesto carácter “crí-
para cada uno de sus miembros”. En este contex- urbanos críticos respaldarían, al menos en térmi- tico” de esta teoría. En una incisiva crítica femi-
to, Marcuse interpreta que el carácter abstracto nos generales, una concepción de la teoría crítica nista a Habermas, Fraser (1989) hizo la célebre
de la teoría crítica está orgánicamente asociado articulada a través de las cuatro proposiciones pregunta “¿Qué tiene de crítica la teoría crítica?”.
en ese momento a la ausencia de un agente obvio antes sintetizadas: La pregunta de Fraser también puede plantearse
de cambio social radical, emancipatorio. Además, - insisten en la necesidad de argumentos acerca del campo de estudios discutido en este
sostiene que las abstracciones asociadas con la abstractos, teóricos, acerca de la natura- número de City: ¿qué tiene de crítica la teoría
teoría crítica sólo desaparecerán a través de lu- leza de los procesos urbanos bajo el capi- urbana crítica? Precisamente debido a que el mo-
chas concretas e históricas: “Los conceptos teó- talismo, al mismo tiempo que rechazan vimiento de destrucción creativa del proceso de
ricos”, sugiere Marcuse (1964:xii) “culminan en la servidumbre de la teoría respecto a urbanización capitalista continúa avanzando a
el cambio social”. Esta potente proposición nos preocupaciones inmediatas, prácticas o escala mundial, los significados y modalidades
devuelve a la idea de teoría crítica como teoría. instrumentales; de crítica nunca pueden mantenerse constantes;
Así como el impulso crítico de la teoría crítica - perciben el conocimiento de las cuestio- deben, por contra, ser continuamente reinven-
está condicionado y orientado históricamente, nes urbanas, incluyendo las perspectivas tados en relación a la evolución desigual de las
también su orientación teórica es continuamente críticas, como especificidades históricas geografías económico-políticas de este proceso
moldeada y reformada a través de transformacio- y mediadas por relaciones de poder; y los diversos conflictos que engendran. Esto es,
nes socio-políticas en evolución. - rechazan el tipo de análisis urbano de bajo mi punto de vista, uno de los principales de-
motivación instrumental, tecnocrática y safíos a los que se enfrentan los teóricos urbanos
La posición de Marcuse recuerda la fa- regido por los intereses del mercado, que críticos hoy día, un desafío con el que varios de
mosa afirmación de Marx en el tercer volumen promueve la conservación y reproducción los contribuyentes de este número de City lidian
de El Capital acerca de que toda ciencia sería de las formaciones urbanas existentes; y de forma bastante productiva.
superflua si no hubiese distinción entre realidad - están preocupados por ahondar en las
y apariencia. Del mismo modo, Marcuse sugiere posibilidades de formas de urbanismo al- Como se indica anteriormente, el concep-
que, en un mundo en el que se estuviese dando un ternativas y radicalmente emancipatorias to de crítica desarrollado por Marx y el enfoque de
cambio social radical o revolucionario, la teoría que están latentes, aunque sistémica- teoría crítica elaborado en la Escuela de Frankfurt
crítica sería efectivamente marginada o incluso mente reprimidas, en las ciudades con- eran intrínsecos a formaciones capitalistas
disuelta, no en su orientación crítica, pero en temporáneas. históricamente específicas. De acuerdo con el
cuanto teoría: devendría una práctica concreta. necesario requisito de reflexividad, cada uno de
O, dicho de otro modo, es precisamente debido Por supuesto, cualquier contribución estos enfoques se entiende explícitamente a sí
a la represión de las prácticas sociales revolucio- a la teoría urbana crítica puede entrar más en mismo en el seno de dicha formación y se orienta
narias, transformadoras y emancipadoras en el sintonía con alguna de estas proposiciones que conscientemente hacia una crítica de la misma.
capitalismo contemporáneo que la teoría crítica con otras pero parecen, de forma acumulati- Esta condición de reflexividad, como se expli-
permanece como teoría crítica, y no simplemente va, constituir un fundamento epistemológico ca más arriba, debe ser central para cualquier
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intento de apropiación o reinvención de la teoría fordista-keynesiana del desarrollo capitalista, los planetaria generalizada en la cual, y a través de
crítica a principios del siglo XXI, ya sea urbana o procesos de urbanización –manifestados sobre la cual, se organizan y combaten simultáneamente
en otra esfera. Sin embargo, como ha argumen- todo en la conformación y expansión de regiones la acumulación de capital, las regulaciones de la
tado Postone (1993; 1999), las condiciones de urbanas a gran escala– tuvieron un papel crucial vida político-económica, la reproducción de las
posibilidad para la teoría crítica se han recons- en las dinámicas de acumulación del capital y en relaciones sociales cotidianas y la contestación de
tituido a fondo en el periodo del capitalismo la organización de las relaciones sociales cotidia- los futuros posibles para la humanidad y la Tierra.
post-fordista y post-keynesiano. La naturaleza nas y las luchas políticas. Sin embargo, bajo las Bajo esta óptica, es cada vez más insostenible
de las limitaciones estructurales de las formas actuales condiciones geo-históricas el proceso de considerar las cuestiones urbanas como una más
emancipatorias de cambio social y la imagina- urbanización se ha generalizado crecientemente entre las muchas subdisciplinas especializadas
ción asociada de alternativas al capitalismo se a escala mundial. La urbanización ya no se refiere hacia las que se puede aplicar un enfoque teórico
han transformado cualitativamente debido a la simplemente a la expansión de las ‘grandes ciu- crítico – en paralelo a, por ejemplo, la psicología
aceleración de la integración geoeconómica, la dades’ del capitalismo industrial, al crecimiento social, la educación, las industrias culturales, etc.
financiarización acelerada del capital, la crisis del de los centros de producción metropolitanos, las Por contra, cada una de las claves metodológicas y
modelo intervencionista de estado de bienestar redes de asentamientos suburbanos y las con- orientaciones políticas asociadas a la teoría críti-
de posguerra, la neoliberalización aún en mar- figuraciones regionales de infraestructuras del ca, como se ha discutido anteriormente, requiere
cha de las formas estatales y la profundización de capitalismo fordista-keynesiano, o a la extensión hoy enfrentarse a los patrones contemporáneos
las crisis ecológicas planetarias (Albritton et al., lineal de las poblaciones urbanas en las anticipa- de urbanización capitalista y sus consecuencias
2001;. Harvey, 2005). La reciente crisis financie- das ‘mega-ciudades’ mundiales. Como anticipaba de largo alcance para las relaciones sociales, po-
ra global –resultado final de una ‘montaña rusa’ Lefebvre (2003[1970]) hace casi cuatro décadas, líticas, económicas y ecológicas.
de catastróficos crashes regionales que han hecho este proceso se despliega ahora en mayor medida
oscilar la economía mundial durante la última dé- a través de la extensión desigual de un ‘tejido ur- Esta es una afirmación intencionadamen-
cada (Harvey, 2008)– ha generado una nueva ola bano’ compuesto por diversos tipos de patrones te provocativa, y este breve artículo no ha ofreci-
de reestructuración mundial que ha rearticulado de inversión, espacios de asentamiento, matri- do más que un modesto intento de delimitar la
aún más profundamente las condiciones de po- ces de uso del suelo y redes de infraestructuras necesidad de un compromiso de este tipo junto
sibilidad epistemológicas, políticas e institucio- a través de la economía mundial en su conjunto. con algunos de los parámetros intelectuales que a
nales para cualquier teoría social crítica (Brand Sin duda la urbanización sigue manifestándose grandes rasgos podrían posibilitarlo. Claramente,
& Sekler, 2009; Gowan, 2009; Peck et al., 2010). en forma de una expansión masiva y continua para llevar a cabo esta reorientación “urbanísti-
Si bien los cuatro elementos de la teoría crítica de las ciudades, ciudades-región y mega-ciu- ca” de la teoría crítica se requerirá una mayor re-
antes mencionados seguramente conservan una dades-región, pero implica igualmente la con- flexión teórica, abundante investigación concreta
relevancia apremiante a comienzos del siglo XXI, tinua transformación socioespacial de diversos y comparativa, así como estrategias de investiga-
sus significados y categorías específicos necesitan asentamientos espaciales con menores índices ción creativas y colaborativas que puedan nutrir
ser cuidadosamente reconceptualizados. El reto de aglomeración pero cada vez más interconec- las condiciones institucionales necesarias para la
para aquellos comprometidos con un proyecto de tados a los grandes centros urbanos a través de efervescencia de los conocimientos críticos so-
teoría crítica es proceder de un modo adecuado redes inter-urbanas e inter-metropolitanas de bre la urbanización contemporánea. Argumenté
al marco de un continuo avance del capital, de las infraestructuras cada vez más densas. Estamos anteriormente que los urbanistas críticos deben
tendencias de crisis y contradicciones derivadas asistiendo, en resumen, nada menos que a la in- trabajar para aclarar y redefinir continuamente
del mismo, y de las luchas e impulsos de oposi- tensificación y extensión del proceso de urbani- el carácter “critico” de sus complicidades, orien-
ción que genera en los diversos escenarios de la zación a todas las escalas espaciales y en toda taciones y compromisos teóricos a la luz de los
economía mundial. la superficie del espacio planetario (Lefebvre, procesos de reestructuración urbana a comienzos
2003[1970]; Schmid, 2005). del siglo XXI. Dadas las profundas transformacio-
Confrontar esta tarea depende, a mi jui- nes ligadas a estos procesos, este momento parece
cio, de una integración mucho más sistemática Como sucedía en fases anteriores del igualmente oportuno para integrar de forma más
de las cuestiones urbanas dentro de la teoría desarrollo capitalista, las geografías de la urba- sistemática e integral la problemática de la urba-
crítica en su conjunto. Como se menciona an- nización son profundamente desiguales –pero nización dentro de la arquitectura intelectual de
teriormente, la problemática de la urbanización sus parámetros ya no están confinados a un úni- la teoría crítica en su conjunto.
ha recibido muy poca atención desde la perspec- co tipo de asentamiento espacial, ya sea definido
tiva clásica de la Escuela de Frankfurt; sólo re- como una ciudad, una ciudad-región, una región Agradecimientos
cientemente los amplios bosquejos de Benjamin metropolitana o incluso una mega-ciudad-región.
(2002) sobre la transformación capitalista en Consecuentemente, bajo las condiciones contem- Agradezco a Peter Marcuse, Margit Mayer
el Paris del siglo XIX han generado un interés poráneas, lo urbano ya no puede verse como un y Christian Schmid los provechosos debates que
académico significativo (Buck-Morss, 1991). In- espacio diferenciado y relativamente acotado; hemos mantenido y sus comentarios críticos so-
cluso durante la fase liberal-competitiva y la fase por contra se ha convertido en una condición bre este trabajo.–

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