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Daniel Santoro nació en Buenos Aires, en el barrio de Constitución. Egresó de la Escuela


Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón. A comienzos de los ’70 ya había
comenzado a compartir el arte ( Escuela Nacional de Bellas Artes) con su militancia en el
peronismo. Desde 1978 participó de treinta exposiciones colectivas y salones.
En 1982 entró a trabajar en el taller de escenografía del Teatro Colón, experiencia que va a
ser esencial para la presentación posterior de muchos proyectos artísticos, como “Lecturas
del Billiken” o “los Arcanos Porteños”, incluyendo posteriormente sus enfoques del mundo
peronista. Hacia fines de esa década viaja a Singapur y presenta las tintas sobre el tango. Su
serie de Gardel y los Samuráis tuvo un gran éxito y recibió invitaciones para exponer en
Oriente. En esos viajes se consolida su deseo de aprender la escritura china. El aprendizaje
del chino, lo implicó en un modo de pensar distinto . Hizo también incursiones por el
sánscrito y el hebreo, y comenzó a compenetrarse en el estudio de la cábala, la cosmogonía
china y algunos conceptos fundamentales, extraídos de Lao Tse y Confucio, Estos
aprendizajes pasaron a formar parte del bagaje imaginativo presente en sus obras. El ying y
el yang, más la noción de vacío que los chinos denominan “chi”, serán audazmente
vinculados a la tercera posición justicialista, tal como se evidencia en algunos de los textos
escritos por el artista.

En varias de sus muestras confluyen la evocación de iconos de la cultura argentina peronista


con elementos de la cultura oriental. Aparecen en su obra la iconografía religiosa (cristiana
y oriental) , signos y símbolos de una estética y un léxico peronistas que se vuelven un
canon y un ritual: las fábricas humeantes, la radio como difusión de las ficciones y del
Estado, la construcción de obras públicas, el mundo escolar, la transmisión política del
credo, la teatralización de la política, la entrada de Eva en la inmortalidad, el luto
obligatorio, los souvenires peronistas, los grasitas y descamisados, el gorilismo, las
traiciones, la violencia, el golpe del ‘55, la sangre derramada, la creación del mito y de la
leyenda negra, entre otros.
Ha recibido numerosos premios, entre ellos se destaca: “Diploma al Mérito de los Premios
Konex en la disciplina “Pintura: Quinquenio 2007 – 2011”, por su trayectoria a lo largo de
la última década.

Su inspirada amalgama de estética, historia y política despliega una sostenida y


extravagante invención que pone en obra ese vasto “mundo peronista”, extendiendo osadía,
gracia, humor, ironía y tragedia, sin descartar otros condimentos. La confluencia de dibujos,
tintas, pinturas, objetos y otras invenciones, a las que hay que agregar la presencia constante
de ideogramas chinos, transmiten con la contundencia de la realidad -no obstante tratarse de
evidentes construcciones imaginarias- los climas y ritmos de aquella época, los clamores y
elocuencias de aquella multifacética vida de la década.
Daniel Santoro nos permite así, en el marco de esta entrevista, conocer de qué modo el
artista se vale de su invención frente a los avatares de la vida, para crear y hacerse un lugar
singular en el mundo. Dicho en sus palabras: “invento, construyo”, “no busco, encuentro”.

Una entrevista dividida en cuatro entregas:

Parte 1 :”Pintura y Militancia”

En esta primera entrega, Daniel Santoro nos cuenta cómo fue que abandonando la
militancia política, se encuentra con la pintura. Dos terrenos con lógicas divergentes que
confluyen en el bar, un espacio de interface en el cual conviven ambos mundos. Para él lo
político es subsidiario del arte, la poética es lo que prima. Sus ficciones, su gusto por lo
figurativo y quienes lo han influenciado. La cita en el bar, los encuentros casuales que
devienen causa. Lector de Lacan, se vale de la escritura china hasta dejarse habitar por el
principio de no acción, del cual rescata el dejar fluir para que haga lo suyo. Un artista que
no busca, encuentra. Nos habla de su idea de trauma para finalmente, situar de qué modo se
enlazan capitalismo, peronismo y democratización del goce.

Parte 2: “La nostalgia del peronismo fundacional”


Parte 3: “El mirar hacia afuera como Identidad Nacional- La idea del vacío”
Parte 4: “Las Meninas y Lacan”

Realizada por Andrea F. Amendola y Patricia Pena.

“El estilo es aquello que está entre la mitología y la carne del escritor.” Roland Barthes ,El
grado cero

E: Leímos varias entrevistas de espacios de arte y vimos varios programas donde


participaste, a partir de ahí fuimos tomando algunas cosas que dijiste para hacer las
preguntas. En una entrevista decías que empezaste a militar antes de tener en claro el tema
de la pintura y que ese tema siempre estuvo atado a las necesidades políticas. ¿Es así para
vos, la pintura implica una cuestión política?

Eso por ahí depende del momento de esa entrevista o cómo lo habré dicho. En realidad la
militancia fue un hecho de muy chico. Siempre estuvo presente, contenida la pintura de
alguna manera dentro de la militancia. Lo que pasa, por otro lado, es que son caminos
divergentes que tienen lógicas totalmente opuestas.
La lógica propia de la pintura muchas veces no es una buena noticia para la lógica de la
política, ahí es donde aparece el problema fundamental. En realidad la instancia más
importante se dio cuando dejé de militar por el tema de la dictadura del ’76. Abandonando
la militancia pude encontrar la pintura, paradójicamente, fui a Bellas Artes, cosa que tenía
muy postergada. En la Escuela de Bellas Artes reencontré el mundo de la plástica, ajeno
totalmente a la política.

E: Y actualmente, ¿son caminos divergentes?

Un lugar como de interface, entre política y pintura es el bar, el lugar donde a mí me gusta
trabajar, en los bares. Hay varios bares, hay un circuito de bares que con el tiempo se fue
armando. He ido trabajando mucho en bares, todos esos libros de artistas (nos muestra
cuadernos y libros con dibujos y anotaciones) los hago ahí, en realidad son libros de
apuntes. Ahora estoy trabajando con el tema de Roberto Arlt, todos estos dibujos los
termino haciendo en el bar. En el bar lo que pasa es que uno se encuentra con viejos
compañeros y viejos militantes y entonces la actualidad política en el bar es candente, se
termina discutiendo, hablando de cosas, informándose, pasándose datos y demás. Uno no se
puede desprender de eso, sobre todo cuando uno circula siempre por el mismo lugar, no me
moví diez cuadras de donde nací, siempre estuve por acá, y no tengo intenciones de irme,
todo convive de alguna manera. Convive el arte y conviven los viejos militantes y uno se
suma al otro y bueno, incluso el programa que hacemos con María Moreno ("La patria a
cuadros" por la TV Pública), surge también en el bar, en el programa se explica eso, estoy
con uno de esos cuadernos, con María nos conocimos así, era la manera de relacionarnos y
entonces lo político se suma de nuevo. De eso que me había alejado en su momento, y
nuevamente.…

E: Se cruza…

Claro, nuevamente se volvió a cruzar, ahí aparece. Para mí se potencia en cierto modo, le da
sentido, le encuentro mucho más espesor a la obra y le agrego esa perspectiva política. De
todas maneras nunca estuvo pensado como una celebración ni como la idea de una
propaganda o de ilustrar una utopía ni nada de eso, todo lo contrario, es tomarlo como una
especie de mitología, de novela personal si se quiere, de lugares de oscuridad incluso, de
pérdidas, todas esas cuestiones están expresadas en la pintura. Las razones políticas están
sujetas por las razones artísticas, por la poesía, pongo por delante una poética, siempre lo
político termina siendo subsidiario, siendo absorbido por esa necesidad poética o esa
necesidad de descargar algún tipo de pensamiento propio. Nunca estoy sujeto a esa
ideología, invento, construyo una mitología en torno a una idea política, es una forma del
peronismo que a mí me sirve, que me gustaría que fuera así incluso, pero no es el peronismo
operante, no opera en el campo político real, es inoperante desde ese punto de vista.

E: ¿No operante en el campo político?

Si, y si lo fuera incluso me empeño en desactivarlo, hago provocaciones o cosas que


provocan rechazo en el mundo de la política por su inoperancia; fui rechazado por
insultante, porque estaba visto de manera muy negativa en los eventos, la figura de Eva
Perón, no tengo un respeto que las propias leyes del arte pueden imponerte, no hay una ética
ahí que se salvara desde lo político, hay una ética política que yo respeto, por eso mi pintura
no es una pintura militante, no tiene nada que ver con eso. Por ejemplo, el grupo Espartaco
(Movimiento Espartaco o "Grupo Espartaco" (1959-1968). Fue un movimiento de artistas
argentinos que promovieron el arte social en la década del ´60), que ponen su figura en
representación del sujeto histórico, yo rechazo eso absolutamente. No me gusta nada eso, lo
mío es meterme desde el lugar de la poética de las imágenes, no desde las razones políticas.

E: Ricardo Carpani (Grupo Espartaco) y Ernesto Bertani ¿han tenido alguna influencia en tu
obra?.
Más Bernati por la idea, por algunas pequeñas imágenes que hay en sus obra, que no es muy
extensa, pero me interesó, vi una muestra de él , en el teatro San Martín, era chico y me
capturó, me dejó pensando en ese momento yo estaba en plena militancia. Después, de
alguna manera, volví a eso, pero no lo tomo como un maestro ni nada de eso, tomo una idea
de la representación, muy pegado a Dalí, a cierto surrealismo que buscaba Bertani para
expresar sus imágenes. Me interesó esa libertad que se tomaba Bertani muy ajeno a lo que
estaba de moda en la década del ’60, del grupo Espartaco la figura de Carpani era relevante
y todos pintaban esos puños, esos brazos, eso siempre a mí me hizo ruido, siempre me
pareció un cliché, un especie de realismo socialista trasnochado, no sé, nunca lo tuve muy
en cuenta como algo de valor.

E: Es interesante esta diferencia que marcas entre la invención, y una propaganda política,
tu pintura queda del lado de la creación.

Sí, yo creo que tiene valor en la medida en que no esté supeditado a razones ajenas a la
propia lógica del arte, que es una lógica extraña, siempre trae malas noticias al mundo de la
ética política, siempre está marcando lugares que la política intenta disimular, hay agujeros
donde no debería haberlos, debería ser lícito en el arte hacer algunas rayaduras ahí.
E: El contenido político de tus obras, ¿siempre está en función de cierta posición irónica
como decís vos o de cierta ontología que vos creás?
La ironía siempre está, no es cínico, no hay un distanciamiento, siempre hay cariño ahí.

E: Sí, la ironía en el buen sentido, no el cinismo.


Es irónico dentro de ese campo, de cercanía, de acuerdo…

E:Está la base política y el arte crea sobre eso, arma una ficción propia.
Exacto, arma una ficción pero nunca es desamorada, nunca tengo esa distancia como suele
pasar en el arte, cuando se pone cínico y toma distancia de las cosas, yo no tomo distancia,
me involucro y me afecto, sobre todo con el tema del peronismo.

E ¿Hay obras tuyas vaciadas de contenido político?


Sí, antes, digamos más o menos, siempre hay un costadito, pero sí: hay obras más
distanciadas, más jugado con el tema de expresionista en un primer momento, pero siempre
fui figurativo, hay cosas bastante abstractas digamos. Nos muestra un libro y dice: este
condensa los 37 libros de artistas, siempre anduve por ahí, por la figuración, pero con
distintas intenciones, por lo menos en estos libros, son testimonios de todo lo que fui
haciendo, como un depósito de cosas hechas y no hechas, de lugares que nunca
prosperaron… Es de la época que hacía viajes a China, a Singapur, tenía una galería allá,
tengo varios cuadernos de esa época también.

E: ¿Están hechos con tinta?


Sí, son tinta siempre, son todos con tinta. Estos son los originales, tengo el santo sudario,
hay de todo, son bocetos, cosas, anotaciones…

E: ¿Cuándo vas a trabajar vas con un tema pensado, un proyecto?


A veces sí, voy como para tomar distancia, como un viaje, voy al bar…..

E: Es, como un espacio neutro el bar, ¿ya vas con algo?


A veces sí y a veces no. A veces lo que hago es leer, ahora leo Lacan todo el tiempo, volví
al Seminario 11 y leo mucho, otras veces hago anotaciones….Todos estos de los nudos,
todo el tema de la topología. (Nos muestra un cuaderno dónde están sus bocetos y frases
escritas)

E: ¿Vas escribiendo anotaciones?


Claro, hago anotaciones y salen dibujos.

E: ¿Y esos dibujos va surgiendo de lo que vas leyendo?


A veces sí, a veces no tanto, es muy aleatorio eso, no hay una conexión directa, pero salen
cosas, con el tiempo uno se da cuenta de las casualidades, Borges dice que todo encuentro
casual es… una cita y eso pasa, en el bar me encontré con gente que nunca había querido
encontrarme, eso te transforma. Se producen encuentros y si te dejas llevar, le prestas
atención, si pones algo eso te lleva a un camino, con María pasó de alguna manera eso.
Cuando empecé a aprender a hablar chino me encontré en La Paz ( Bar de Calle Corrientes)
con el traductor de Borges al chino, Li Yang, muy amigo de María Kodama, es la persona
que más sabe de castellano y chino, un gran profesor de literatura. Pasó por ahí, me vio
escribiendo chino, entró en el bar y a partir de ahí empezamos a hacer un curso. Son cosas
que uno no entiende por qué acontecen, el tema es otorgarle un crédito a eso, si uno está
cerrado, ensimismado o demasiado melancólico… uno está para adentro y nada, esas cosas,
traspasan, hay otros momentos en que estás con más expectativas y ahí es cuando se
producen algo. Por eso uno cree que va al bar a hacer un boceto que adeuda, que te está
perturbando, que lo tenés en la cabeza y resulta que en el bar hay otra cosa para hacer. Ese
es el principio de no acción chino, que es muy importante, el no accionar, en realidad es
difícil de traducir la forma china porque en realidad es no perturbar el flujo, no es no
accionar, no es no hacer nada sino es hacer de acuerdo al flujo, eso es lo que pasa, es muy
difícil porque si uno va con una idea,y se aferra a eso, el encuentro no lo vas a aprovechar,
esa oportunidad la vas a perder porque vos estás sobreactuando sobre el flujo, en cambio si
vos te dejas llevar por el flujo vas a actuar justo en el momento y con la forma indicada,
entonces las cosas van a fluir, van a tener un sentido. Sino generalmente las cosas se
taponan, es la pulsión de repetición.

E: El neurótico trata de manejar y controlar voluntariamente, fuerza y obstaculiza aquello


que pueda fluir.
Exacto, el Wu Wei es eso, (en chino significa "No Acción”, describe un importante aspecto
de la filosofía taoísta y política en el cual la forma más adecuada de gobernar es no actuar ,
no forzar) dejar que las cosas vayan en un sentido. Hago meditación desde hace treinta, 35
años, una meditación trascendental, en realidad es una técnica de relajación profunda, es la
repetición de un mantra, hay que hacerla todos los días durante muchos años y con el
tiempo uno encuentra que van pasando cosas, las vas viendo con la perspectiva de muchos
años, es muy raro pero tiene que ver con el principio de no acción, uno se queda quieto.
Siempre se está sobreactuando las cosas, te das cuenta que es mucho menos lo que tenías
que hacer, siempre es mucho menos lo que tenes que hacer.
No busco… encuentro. Uno podría por ejemplo pensarlo así, todo es un despelote,
imagínate un campo grande, una plaza, con 100 mil personas adentro, llena totalmente y te
dicen: bueno, hay una piedra, un diamante que te va a cambiar la vida, es como el agalma y
está ahí, en algún lugar de la plaza, entonces, ¿vos qué podes hacer?, porque tenes un
tiempo para encontrarlo, y vas a sobreactuar, vas a empujar a la gente, vas a provocar
quilombo, generar karma sería en la India, generar karma es esto, lo que pasa con la
pulsión, y es muy probable que no lo encuentre, es una cosa que se va a perder. ¿Cómo
haces para quedarte quieto en un lugar y saber que hay 100 mil personas, 200 mil piernas
que te impiden ver esa joya? ¿Cómo haces para quedarte quieto en cualquier lugar? Si te
quedas quieto y alerta, estás concentrado, esto es la relajación, estás con la máxima alerta,
entonces lo vas a ver inevitablemente… incluso por la teoría del caos lo podríamos ver, en
un momento determinado todas las piernas van a estar alineadas, de todas las opciones
caóticas que hay una de esas opciones es que todas las piernas estén alineadas en el lugar
donde vos estás parado, vos lo vas a ver eso, pero el tema es que nunca vas a estar ahí para
verlo si vos estás sobreactuando.

E. El encuentro sería inevitable, ¿salvo que uno lo perturbe sobreactuando?


Claro, exactamente. Todo va a pasar por el lugar donde vos estás siempre, esa sería la teoría
china del Wu Wei, va a pasar, lo que pasa es que no vas a estar vos si estás sobreactuando,
haciendo cosas de más. Eso se confunde con no hacer nada y no es eso tampoco, es la
alerta..

E: Me hace acordar a Ovidio en El arte de amar, dice: “no hay que salir a buscar sino estar
con el anzuelo preparado, atento”.
Exacto.

E: Para nosotros desde el psicoanálisis hay diferencia entre el actuar neurótico y el acto
verdadero, que es un acto que conlleva angustia previa, hay un tiempo de espera.
Está esa cosa de decir: “Uy estoy perdiendo el tiempo, las cosas pasan y yo estoy acá, claro
no vas a estar nunca si estás sobreactuando.
E: Hablas de un concepto en diferentes espacios y entrevistas, la “democratización del
goce”, ¿qué nos podes decir?
Eso es controversial.

E: ¿Controversial? Respecto del peronismo, hablas de la democratización del goce, que lo


tomas como un concepto y decía también que el peronismo “es un uso contra natura del
capitalismo”.
Vos sabés que el otro día con el Negro Santana (Raúl Santana, poeta y crítico de arte), que
es muy amigo, y siempre hablamos y nos interesan las mismas cosas, me decía que yo lo
que hacía era pintar la historia de un trauma y que ese trauma es el peronismo, es un trauma
ahí instalado en medio de la conciencia nacional. Pienso que está bien el concepto, el
trauma deforma todo el espacio político, como un agujero negro, todos gozan alrededor del
trauma ese, goza el antiperonista, goza el peronista, se establece esta cuestión de girar en
torno a él.

E: ¿Gozan peronistas y antiperonistas?


Si, el antiperonista goza con la existencia de ese gigantesco trauma político que es el
peronismo, sabe que no va a ser feliz porque mientras esté eso ahí, mientras esté eso negro
dando vueltas él no va a poder ser feliz. Y las cosas que se dicen lo confirma: que este país
no es Suiza por culpa de ese trauma que está ahí presente. Si no estuviera ese trauma
nosotros seríamos súper felices igual que Noruega, que Suiza y se satisfacen de esa manera,
gozan de esa manera. Mirá si no estuviera el trauma y descubrirían que no éramos Suiza
igual, eso sería terrible. Tiene la esperanza de que esto impide la felicidad. Es un fantasma
neurótico del goce: “yo no puedo ser feliz porque están estos acá, estos negros están dando
vueltas alrededor de esta piedra”. Como la Kaaba de los musulmanes, en un momento se
convocan todos y empiezan todos a girar ahí, se hace un vórtice. El 17 de Octubre, el
bicentenario, de pronto se convocan y todo el mundo queda perplejo y todos miran ahí al
trauma. “Otra vez están operando, los negros lo van a volver a hacer otra vez”, y hacen
cosas, siempre suceden cosas. Por ejemplo, lo de los chalecitos californianos que a mí me
gustan mucho, de eso hablamos con la democratización del goce, un chalecito de clase
media trabajadora para un negro que nunca vivió más que en un piso de tierra. Le ponen
roble de Eslavonia, lujos, entonces el fantasma neurótico: “no, el negro no puede vivir en
esa casa donde debería estar viviendo yo, es una casa que me pertenece a mí, no a esos que
viven ahí en el campo, que viven anda a saber dónde”, ¿qué tenemos que pensar para
desangustiarnos? Que no van a poder hacer, que no van a lograr, entonces se van a comer la
casa, la van a desmontar y van a hacer asados en el parqué, ese era el mito urbano muy
conocido en esa época, hoy en día ya no opera, en su momento era EL mito, “No hay que
darles casas buenas a los negros porque le prenden fuego al parquét”, era una alarma.

E: ¿Circulaba como una alarma?


Si, hace 20 o 25 años, después se fue desactivando, es un racismo tan grande, cómo puede
haber una cosa tan imposible, pero era lógico, tenía la lógica esa de la neurosis que plantea
el trauma peronista con la amenaza de que los tipos van a gozar como vos, igual….

E: Un fantasma de igualdad ….., como si fuese posible la igualdad.


Exacto, exacto. Y esas cosas son muy de Eva Perón, son provocaciones de Eva Perón: “a
los pobres no hay que darles cosas de pobres, ¿qué les vamos a dar?, cosas de ricos”, van a
comer carne de primera calidad, les vamos a dar zapatos bárbaros, y los vamos a hacer
veranear en donde veranean los ricos, en Mar del Plata, hacemos hoteles sindicales en Mar
del Plata, y llevamos a los negros a Mar del Plata. Un desastre, acabó con Mar del Plata, la
Mar del Plata del centro es fruto de la democratización del goce peronista, hay hoteles
sindicales, y la gente “bien” se va a otro lado, a las playas del sur, Cariló, Pinamar. Y el
peronismo siempre persigue eso, por eso digo la democratización del goce, es terrible eso ¿
Eva Perón ahora si viviera preguntaría, dónde van a veranear los ricos, ¿en Punta del
Este?”, haría hoteles sindicales en Punta del Este… porque quiere que los pobre gocen igual
que los ricos, es una locura, por eso es un uso contra natura del capitalismo, no es ajeno al
capitalismo, el peronismo es capitalismo más democratización del goce.

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