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Asociación Interciencia
interciencia@ivic.ve
ISSN (Versión impresa): 0378-1844
VENEZUELA
2000
Carlos Galindo Leal
LA CIENCIA DE LA CONSERVACIÓN EN LATINOAMÉRICA
Interciencia, mayo-junio, año/vol. 25, número 003
Asociación Interciencia
Caracas, Venezuela
pp. 129-135
CARLOS GALINDO-LEAL
PALABRAS CLAVES / Conservación / Ciencia de la Conservación / Desarrollo Sustentable / Biodiversidad / América Latina /
Honduras
Jamaica Paraguay
Costa Rica
0 100 200 300 400 500 600 700 0 100 200 300 400 500 600 700 0 100 200 300 400 500 600 700
Habitante por kilómetro cuadrado Habitante por kilómetro cuadrado Habitante por kilómetro cuadrado
Figura 1. Densidades poblacionales de países latinoamericanos en 1998 y 2050 (datos de World Population Projections UNDP 1998).
mesticación (y por lo tanto de diversidad co (Myers, 1996; Green, 1997). El reem- ca, México y Venezuela (Clarke, 1999;
genética) del maíz, frijol, papa, chile, taba- plazo de bosques y selvas por zonas agrí- Nash, 2000).
co, amaranto, cacao, tomate, aguacate, pi- colas y ganaderas, la pérdida de suelo, La conservación es el
mienta, papaya, hule, vainilla, etc. (Smith azolve de presas debido a la erosión, la mantenimiento de la diversidad biológica
et al., 1992). La unión de estos dos facto- contaminación, etc., reducen la capacidad nativa a largo plazo. Las pérdidas biológi-
res, riqueza biológica y riqueza cultural, de los ecosistemas de proporcionar los ser- cas tienen sus raíces en problemas sociales,
hace que estos países latinoamericanos ten- vicios que siempre hemos tomado por gra- económicos y políticos. La biología de la
gan una importancia estratégica en la con- tuitos (Daily, 1997). Estos servicios, inclu- conservación proporciona herramientas téc-
servación de la biodiversidad a nivel mun- yendo generación y renovación del suelo, nicas para entender los sistemas ecológicos
dial y por lo tanto una gran relevancia y purificación de agua y aire, mitigación de y mantenerlos adecuadamente. Sin embar-
responsabilidad ante el futuro de la huma- sequías e inundaciones, destoxificación y go, la conservación es un proceso social.
nidad. descomposición de deshechos, polinización Las soluciones implican la participación de
A su vez, Latinoamérica de plantas cultivadas y no cultivadas, etc., la sociedad y, por lo tanto, la comprensión
presenta los niveles mas altos de deforesta- son responsables de los niveles de produc- de aspectos socioeconómicos y políticos.
ción en el mundo (Dourojeanni, 1999; tividad y estabilidad de los sistemas que Nos concentraremos en los retos latinoame-
Clarke, 1999). La doble riqueza biológica y mantienen las economías nacionales en La- ricanos para contestar las preguntas centra-
cultural no ha beneficiado al continente tinoamérica (Keipi, 1999). les de la ciencia de la biología de la con-
sino, por el contrario, ha sido aprovechada A pesar de la importan- servación: ¿Qué hay que conservar?, ¿En
principalmente por la estrecha asociación cia estratégica de Latinoamérica en estos dónde hay que conservar? y ¿Cómo hay
entre las clases gobernantes y los intereses aspectos ambientales, el tema ambiental que conservar?
internacionales predominantes desde la con- apenas está siendo tomado en cuenta. En
quista. Las causas de la crisis biológica en consecuencia nos enfrentamos a problemas ¿Qué Hay Que Conservar?
el continente están asociadas a una compli- ambientales en sistemas biológicos mucho
cada red que incluye la extrema pobreza re- más diversos y complejos que en países El mantenimiento de la
sultado de la desigualdad social, la ignoran- desarrollados y carecemos de un ejército biodiversidad implica la conservación de la
cia y la historia de sobrexplotación de re- de profesionales preparados para combatir- composición, estructura y función de paisa-
cursos naturales propiciada por intereses los. jes, ecosistemas, comunidades, poblaciones
económicos nacionales e internacionales (Ga- Los argumentos para fo- y especies, y de la información genética a
leano, 1987; Vandermeer y Perfecto, 1995; mentar la conservación son muy variados, diversas escalas de tiempo y de espacio
Green, 1997; Clarke, 1999). Además, la incluyendo desde los económicos hasta los (Noss, 1990). El primer paso para conser-
mayoría de los países latinoamericanos aún religiosos, pasando por ecológicos, estéti- var es conocer lo que existe y cual es su
mantienen altas tasas de crecimiento pobla- cos, éticos, etc. (Dorst, 1972; Myers, estado. Sin embargo, Latinoamérica carece
cional, con grandes demandas sobre el me- 1983; Ceballos y Galindo, 1984; Ehrlich incluso de información sobre aspectos bási-
dio ambiente. Con excepción de Brasil, los y Ehlrich, 1992). Actualmente la princi- cos de la mayoría de las especies: distribu-
países megadiversos tienen tasas de entre 2 pal razón para impulsar la conservación ción, tendencias poblacionales y autoeco-
y 2,9% anuales comparadas con tasas de en Latinoamérica es que el desarrollo logía (Salas, 1996; Weber, 1996). La pro-
menos de 1% en por ejemplo, Estados Uni- sostenible incluye la conservación del re- porción tan baja de investigadores que de-
dos, Canadá y Cuba. Las proyecciones para curso como requerimiento indispensable sarrollan este tipo de información y la baja
el año 2050 pronostican grandes aumentos de gestión eficiente para asegurar su prioridad que recibe tienen como conse-
de población en Guatemala y El Salvador, sostenibilidad. Nuestras principales activi- cuencia la carencia de información básica
y en varias islas caribeñas (Figura 1), que dades productivas dependen directamente adecuada, complicando aún más el comple-
actualmente presentan problemas ambienta- de los sistemas ecológicos y viceversa, lo jo proceso de conservación.
les graves (Myers, 1996). cual se ha hecho evidente en los desas- Varios países latinoame-
Paradójicamente, los paí- tres ambientales provocados por el si- ricanos han establecido listas de especies
ses latinoamericanos dependen substancial- nergismo de eventos naturales (huracanes, bajo categorías prioritarias de conserva-
mente de sistemas ecológicos saludables lluvias, sequías) y la deforestación, su- ción (en peligro, amenazadas, raras, etc.;
para su propio desarrollo y futuro económi- cedidos recientemente en Centro Améri- véase Solis et al. 1999, Young et al.,