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S. Parnes se refiere al proceso creativo como aventura de resolución de problemas, incluyendo
el doble sentido de creatividad fila y caliente.
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E. Fromin distingue la creatividad como actitud de la creatividad productiva.
recurren a la diferencia entre el singular y el plural: "creatividad" como potencial humano
para crear; ´creatividades´ o manifestaciones en campos diversos.
Al plantearse Guílford si la aptitud creativa es una o múltiple y si las aptitudes
inteligente y creativa son multivariadas concluye: "Debemos huir de la falacia de creer
que una palabra significa exactamente una sola cosa. Sin embargo, debemos tender a
la univocidad.'
Las anteriores matizaciones han llevado a hablar de cuatro estados o tipos de
de creatividad: filogenética, potencial, cinética y fáctica.
Creatividad filogenética. Se entiende como potencialidad propia de la especie
humana. Al estar vinculada al filuí de la especie, de donde recibe el nombre, se halla
presente en todo ser humano, al margen del desarrollo que en él pueda alcanzar. Se
situaría al mismo nivel que otras características propiamente humanas, tales como la
inteligencia, sociabilidad, sensibilidad, voluntad, etc.. La creatividad en tal sentido sería
tan universal e indiferenciada como puedan serlo las demás potencialidades humanas.
La corriente humanista es la que más hincapié ha hecho sobre esta acepción.
Utilizando el símil de la presa de agua que proporciona energía eléctrica, diría que la
creatividad filogenética se identificaría con el líquido en estado natural, antes, por tanto,
de llegar a la presa.
Creatividad potencial. Hace referencia al potencial personal como posibilidad de
generar ideas nuevas. Sería aplicable tanto al niño como al adulto en tanto poseen
capacidad (aptitud y actitud) para generar ideas, para ir más allá de lo aprendido. Este
potencial es susceptible de ser desarrollado mediante la estimulación creativa. La
persona -que no la especie como ocurría en la creatividad filogenética- es la portadora
del potencial capaz de transformar el medio. Las diferencias en la manifestación
creativa se explican, pues, por el desarrollo del potencial personal para interaccionar
con el medio. Utilizando la metáfora del embalse, equivaldría a la energía potencial del
agua al estar concentrada en determinadas cantidades y con un desnivel para que a su
caída pueda convertirse en energía cinética.
Creatividad cinética. La potencia pasa al acto. Así la han entendido quienes se
han fijado en la creatividad como proceso. Las teorías psicológicas -psicoanálisis,
asociacionísmo, gestalt- son ejemplo de este sentido. La entienden como un proceso
psicológico peculiar, distinto del intelectivo. Tendría semejanza con el agua que cae y
mueve la turbina.
Creatividad fáctica o creación. Realza la expresión o resultado de la acción
anterior. En ocasiones se ha reducido la creatividad a esta situación exterior y final.
Tras el proceso, aparecen unos resultados exteriores a la persona que llegan a
independizarse de ella. En el ejemplo del agua, equivaldría a la energía generada.
A mi juicio, estas vertientes no deben entenderse como dimensiones
irreductibles, sino como estados o situaciones cíe una misma realidad, al igual que el
agua. Sólo cuando se llega al resultado final cabe hablar de creatividad en sentido
pleno. La variedad ele creaciones o realizaciones puede ser sometida a la
consideración social e irá desde el nivel expresivo-escolar, hasta el productivo,
inventivo, innovador o emergente.
Veamos algunas expresiones que nos permiten describir cada uno de estos
estados. Una de ellas es "tener creatividad", en un sentido humanista, como equivalente
a poseer dicha potencialidad filogenética, al igual que tenemos inteligencia, voluntad u
otro atributo de la especie humana. "Ser creativo" significaría estar en posesión de una
disposición o potencial para crear. "Estar creando" aludiría al proceso. "Ser creador"
supondría haber manifestado dicho potencial a través de alguna realización valiosa
para la comunidad.
AUTODUPLICACIÓN DE GUTMAN
H. Gutman (1961), psicólogo genetista, busca las raíces biológicas de la
creatividad, en armonía con la naturaleza. La creatividad ocupa el grado más alto de la
escala comportamental de los seres orgánicos, que él estructura en seis niveles:
1. Comportamiento vegetativo.
2. Comportamiento reflejo.
3. Respuesta condicionada.
4. Comportamiento aprendido.
5. Solución de problemas.
6. Actitud creativa.
En cada nivel se da entrada y salida, intercambio de elementos v evolución.
Estamos, pues, ante un modelo cibernético. La esencia de las operaciones vitales
radica en la 'organización y coordinación de funciones".
Tras un análisis de la reproducción biológica o autoduplicación, como él la llama,
y del papel del DNA y del RNA, traslada dichos principios de autoduplicación a la
actividad creativa.
"En la actividad creativa del hombre -opina- el material usado para la realización
de nuevas formas, es tomado del medio externo al hombre, y el proceso de la
construcción tiene lugar en dicho medio. En este sentido, la actividad creativa del
hombre se asemeja a la actividad autoduplicadora del DNA molecular o genético" .La
labor estructurante del hombre se manifiesta en los productos creados, distinguiendo
cuatro tipos o niveles:
Producción de estructuras esenciales para sobrevivir (casa, alimento,
etc.).
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E. P. Torrance (1977), considera signos de interacción positiva en la actividad grupal: cooperar,
ayudar, trabajar en colaboración, organizar conjuntamente, alabar lo que se hace, respetar las ideas de
los otros, escuchar, tener en cuenta las ideas de los otros, probar las ideas de los otros, comunicar ideas,
consultarse mutuamente, mostrar actitudes sociables, de interés o implicación, de curiosidad, etc.
Estein (1963), investiga con científicos el acercamiento transaccional a la
creatividad a través de los roles profesionales empleando material psicológico.
La concreción del modelo transaccional es realizado por Irving A. Taylor (1971,
1972, 19 74, 1975, 1976). Su tesis central es enunciada por él mismo con estas
palabras: "La meta esencial del organismo es dar forma o configuración al entorno, más
que ser conformado por él. Esta tendencia natural a configurar el medio, puede ser
bloqueada por las fuerzas sociales impositivas, que adoptan maneras de
condicionamiento e instrucción en la conformidad" (1976, p, 196).
Cuando esta fuerza biológica y configuradora no está bloqueada, se manifiesta
del siguiente modo:
1. En la etapa inicial, se observa en el niño como expresiva espontaneidad.
2. Es seguida de un periodo de aprovechamiento técnico, en el que el sujeto da
sentido a materiales, juegos, instrumentos, etc.. Pasa de la mera
espontaneidad a la utilización planeada de estrategias, instrunentos o juegos.
3. Posteriormente, la energía configuradora adopta la forna de
4. ingenio inventivo, combinando elementos de variables e ingeniosas maneras.
Esta disposición ha proporcionado considerables inventos.
5. La siguiente configuración ambiental adopta la forma de flexibilidad innovadora;
esto es, modifica y adapta las ideas a nuevos sistemas.
6. Finalmente, surge lo que podría llamarse originalidad emergente, que
significaría el más alto nivel de creatividad.
La transacción, como explicación de la creatividad, representa un conjunto de
situaciones vinculadas a los campos biológico y personal. El organismo es estimulado
para modificar alguna parte de su entorno, incluido su propio comportamiento. Dos son,
para Taylor, las anclas de las "transactualización" creativa: la motivación transaccional,
por la que el sujeto configura su entorno; y la estimulación ambiental, por la que se
inicia un comportamiento orientado a la expresión creativa. En la definición de
creatividad que nos propone, quedan integrados de forma explícita los pilares de la
creatividad. La formula en los siguientes términos: "La creatividad es un proceso
facilitado por la estimulación ambiental, implicando a una persona motivada
transaccionalmente para transformar problemas genéricos o básicos en resultados o
productos generativos".
Para verificar experimentalmente dicho modelo, elabora su Creativo -Behaviour
Disposition Scala (CBDS), con el que trata de evaluar las cinco orientaciones: persona,
proceso, producto, problema, clima; y los cinco niveles en que puede manifestarse la
creatividad: expresiva, productiva, inventiva, innovadora, emergente.
Aplicación
1. Distribuir entre los participantes los modelos propuestos y debatir el significado
y alcance de cada uno de ellos.
2. Aplicar los modelos interactivo y transaccional a una situación educativa,
poniendo de manifiesto sus componentes.