Trinidad-Condenada

Título Original en español:
“El Trío Celestial” (2012)
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Printed in Argentina
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN .............................................................................. 4
LAS ILUSTRACIONES “TRES-EN-UNO” QUE DIOS CONDENÓ ............. 4
EL PELIGRO DE LOS FALSOS SENTIMIENTOS .................................. 11
UNA DECLARACIÓN MÁS COMPLETA ............................................ 12
UNIDAD ESENCIAL PERO INCOMPRENSIBLE .................................. 17
HACIENDO CASO OMISO DE LOS TESTIMONIOS ............................ 19
PERSONAS Y SERES EN LA DIVINIDAD ........................................... 24
EL TRÍO CELESTIAL
I NTRODUCCIÓN
Cómo ya vimos en el artículo “Una verdad, dos caras de la mentira”, John Harvey Kellogg,
uno de los hombres más famosos de la Iglesia Adventistas del Séptimo Día dijo en 1903
que había llegado a creer en la doctrina de la trinidad. Esto significa que él había llegado
a creer en Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo (la confesión de la Trinidad).
Recurrentemente, Elena G. de White había repudiado la comprensión de la Divinidad que
Kellogg profesaba. Incluso antes de que él manifestara abiertamente su "confesión"
sobre la trinidad, dijo:
"Usted no es definitivamente claro sobre la personalidad de Dios, que es todo para
nosotros como pueblo. Ha destruido prácticamente al Señor Dios." (Carta 300,
Elena G. de White a John Harvey Kellogg, 16 de marzo de 1903)"
Esta declaración forma parte de una carta enviada justo antes de la sesión de la
Conferencia General de 1903. Durante la conferencia, Elena G. de White enviaría al
menos otras dos cartas, ambas condenando el libro “El Templo Viviente”. La mensajera
del Señor no podría haber expresado con mayor claridad que las enseñanzas de Kellogg
destruyeron prácticamente a Dios como un ser personal.
Es muy importante tener en cuenta que no hay ningún registro de Elena de White, ya
sea para elogiar o condenar directamente a Kellogg por llegar a creer en la doctrina de la
trinidad; aunque como veremos más adelante, lo hizo reprobando lo que había escrito
en su libro, condenamos todas las ilustraciones que representaban Dios como “tres-en-
uno” (o triunidad). Obviamente se relaciona, ella hizo esto por una razón muy buena.
Otro gran número de testimonios escritos por Elena White atestiguan sobre esto, que
Kellogg estaba siendo engañado por el diablo. Esto debe decirnos algo muy importante.
L AS ILUSTRACIONES “ TRES - EN - UNO ” QUE D IOS CONDENÓ

Tal como expusimos, el pensamiento de Kellogg no estaba, en 1903, en armonía con la fe
adventista del séptimo día. Esto se debe a que ahora incluyó una teología de la cual
nuestra denominación no estaba de acuerdo. Fue también una teología que Ellen White
misma condenó, incluso llamándola el "alfa de herejías", y con la cuál Kellogg había
"destruido prácticamente al Señor Dios".
Evidentemente Elena G. de White sabía de la teología trinitaria de Kellogg. Decimos esto
porque es razonable creer que, aparte de cualquier otra manera que pudo haber llegado
a los oídos de la mensajera del Señor, su hijo, W.C. White, le habría contado. Esta
conversación ocurrió luego de que Daniells le haya escrito contándole sobre la nueva
LAS ILUSTRACIONES “TRES-EN-UNO” QUE DIOS CONDENÓ | 5
posición de Kellogg, y como esto daba una explicación a la obra publicada “The Living
Temple”:
“Desde que las reuniones se cerraron yo he sentido el deseo de escribirte
confidencialmente acerca del Dr. Kellogg y sus planes de revisar y publicar ‘The
Living Temple’, pero no quise apresurarme para cerciorarme de lo que él estaba
haciendo. Hace unos días atrás recibimos una carta del Dr. Kellogg y él dice que
antes de venir a las reuniones él estaba pensando en los hechos anteriores, y
pensó en dónde había hecho un pequeño error al expresar su opinión.”
“Daniels continúa: “Él dijo que en todo el camino de su trayectoria tenía un
problema de cómo expresar el carácter de Dios y su relación con la creación. Él se
sintió seguro que él creía tal como los Testimonios enseñaban y lo que el Dr.
Waggoner y el Pastor Jones habían enseñado por años, pero él había llegado a
creer que ninguno de ellos habían expresado sus opiniones en una forma correcta.
El después dijo que sus puntos de vista en relación con la trinidad se habían puesto
en su camino al tratar de hacer una clara y absoluta declaración correcta, pero que
en poco tiempo él había llegado a creer en la trinidad, y que ahora podía ver
claramente dónde estaba la dificultad, y que él estaba claro y satisfecho en
relación al problema. Él me dijo que ahora él creía en Dios el Padre, Dios el Hijo y
Dios el Espíritu Santo. Y que su punto de vista fue el Espíritu Santo, y no Dios el
Padre, que llenaba todo el espacio y toda cosa creada.” (A. G. Daniels para
William C.White, Octubre 29, 1903)
La apostasía de Kellogg de 'la fe' no era pequeña cosa para los Adventistas del Séptimo
Día. Se trataba de una cuestión de suma importancia. Él era director médico del
Sanatorio y una de las luces principales dentro del movimiento adventista. Esta es la
razón por la que Elena de White escribió numerosos testimonios relativos a esta crisis.
En un testimonio ella escribió lo siguiente respecto al libro escrito por Kellogg, “The
Living Temple”:
“He sido instruida para que diga: No hay que confiar en las opiniones de los que
buscan ideas científicas avanzadas.” (Special Testimonies, Serie B, Nº 7, págs. 62,
63. Año 1905) (El Evangelismo, p.445)
Ella dijo entonces:
"Se han hecho exposiciones como la siguiente: ‘El Padre es como la luz invisible; el
Hijo es como la luz encarnada; y el Espíritu es como la luz derramada’. ‘El Padre es
como el rocío, vapor invisible; el Hijo es como el rocío reunido en bellísimas gotas;
el Espíritu es como el rocío derramado en el asiento de la vida’. Otra exposición es
ésta: ‘El Padre es como el vapor invisible; el Hijo es como la nube plomiza; el
Espíritu es la lluvia que cae y obra con poder refrescante’" (Special Testimonies,
Serie B, Nº 7, págs. 62, 63. Año 1905) (El Evangelismo, p.445-446)
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6 | EL TRÍO CELESTIAL
La gran mayoría de los cristianos, sin duda,

se darán cuenta que todas las ilustraciones
presentadas aquí, junto con otros ejemplos
que son muy similares en su naturaleza,
son iguales a los utilizados por los
trinitarios en su intento por describir a Dios
como un ser tres-en-uno, es decir, su
explicación sobre la “trinidad” o concepto
del “dios trino”. Esto, sin lugar a dudas,
nos muestra que Elena G. de White estaba
haciendo referencia aquí a la doctrina de la
trinidad.
Elena G. de White no fue la creadora de
estas ilustraciones. Ella dice: “Se han hecho
exposiciones como la siguiente”, “Otra
exposición es ésta”… ¿era simplemente
una forma de decir, dichos populares, o se
estaba refiriendo a un conjunto de
premisas provenientes de algún autor en
particular? Hasta aquí no se había escrito
en español nada respecto al contexto de
esta cita. Por lo que veremos a
continuación, podremos afirmar que sin
lugar a dudas, la mensajera del Señor se estaba refiriendo a un autor en particular, un
autor muy leído en todo el mundo, particularmente entre aquellas “luces” del
movimiento adventista. Estas ilustraciones utilizadas por Elena White se pueden
encontrar en un libro escrito en 1858 por un pastor y maestro llamado el reverendo
William Boardman. El libro se titulaba: “The Higher Christian Life” *La Vida Cristiana
Superior] y fue un éxito en todo el mundo. De hecho, en 1870 se fundó un movimiento
en Inglaterra llamado “Higher Life” *Vida Superior] que promovió la vida cristiana,
tomando su nombre de este libro. Esto nos muestra la popularidad de esta publicación.
Boardman, junto con Dwight L. Moody e Ira Sankey, celebraron campañas evange-
lísticas para promover la santidad cristiana.
Boardman utilizó estas ilustraciones tres-en-uno para ayudar a explicar la relación entre
las tres personalidades de la Deidad, en particular, para explicar cómo la plenitud de la
Deidad moraba en cada uno de ellos. Las personalidades que mencionó (usando sus
propias palabras) están compuestas por "los vivientes" y "el Dios triuno" (ver más
adelante), es decir, el “dios Trinidad”.
"El Padre es como la Luz invisible; el Hijo es como la Luz encarnada; y el Espíritu es como
la Luz derramada " (W. Boardman, “The Higher Christian Life” 1858, parte 2, capítulo 1,
página 101).
En la siguiente página escribió:
"El Padre es como el rocío, vapor invisible; el Hijo es como el rocío reunido en bellísimas
gotas; el Espíritu es como el rocío derramado en el asiento de la vida"(Ibid, p.102)
Él continúa en la página siguiente:
"El Padre es como el vapor invisible; el Hijo es como la nube plomiza; el Espíritu es la
lluvia que cae y obra con poder refrescante."(Ibíd, p.103)
Como se puede observar, hay muy poca diferencia en la forma en que Elena de White
escribió estas ilustraciones.
Con referencia a estas ilustraciones, dijo Boardman:
Nota: A continuación, la misma imagen con subrayados agregados por quienes

suscribimos al artículo y su posterior traducción.
"Estos comparaciones son todas imperfectas. Más bien ocultan estas ilustraciones
la tri-personalidad del solo Dios, porque no son personas sino cosas, pobres y
terrenales a lo sumo, para representar a las personalidades vivientes del Dios

viviente." (Ibid)
Hasta cierto punto, como veremos más adelante, Elena de White habría estado de
acuerdo con esta afirmación (al menos cuando Boardman dice que estas ilustraciones
son imperfectas).
Luego, Boardman escribió:
"Por mucho que [estas ilustraciones] puedan hacer, de todos modos, ilustran las
relaciones oficiales de cada uno con los otros, y de todos con cada uno de ellos. Y
más. También puede ilustrar la verdad de que toda la plenitud de Aquel que llena
todo en todo, habita en cada persona del Dios Triuno." (Ibid)
Como puede verse, estas ilustraciones fueron escritas originalmente por Boardman para
ayudar a explicar el “tres-en-uno” (trinidad o triunidad) del concepto de Dios. Mientras
que admite que eran "imperfectas" las representaciones, luego pasan a "ilustrar la
verdad" para el reverendo Boardman, que "toda la plenitud" de la divinidad habita en
cada una de las personalidades divinas gracias a tales ilustraciones.
Tenga en cuenta que de acuerdo a Boardman este "Dios viviente" (living God) era el
"Dios Trino" (the Triune God), es decir, una entidad compuesta, una entidad trinitaria.
Tenga en cuenta también que estas representaciones "ilustran las relaciones oficiales de
cada uno con los otros".
Elena G. de White no lo vio de la misma manera, ni mucho menos, de hecho.
Ella dijo que (preste atención a las primeras palabras de este párrafo):
"He sido instruida para que diga:" (Special Testimonies, Serie B, Nº 7, págs. 62, 63.
Año 1905) (El Evangelismo, p.445)
No estaba expresando su propia opinión. Era evidente que habían sido instruidos por
Dios para decirlo.
Y nos referimos a que fue instruida por Dios cuando ella escribió (como señalamos más
arriba):
"No hay que confiar en las opiniones de los que buscan ideas científicas avanzadas.
Se han hecho exposiciones como la siguiente: ‘El Padre es como la luz invisible; el
Hijo es como la luz encarnada; y el Espíritu es como la luz derramada’. ‘El Padre es
como el rocío, vapor invisible; el Hijo es como el rocío reunido en bellísimas gotas;
el Espíritu es como el rocío derramado en el asiento de la vida’. Otra exposición es
ésta: ‘El Padre es como el vapor invisible; el Hijo es como la nube plomiza; el
Espíritu es la lluvia que cae y obra con poder refrescante’" (Special Testimonies,
Serie B, Nº 7, págs. 62, 63. Año 1905) (El Evangelismo, p.445-446)
Estas ilustraciones “tres-en-uno” son las mismas que Boardman había presentado en su
libro. Tenga en cuenta que, para Elena G. de White, en este tipo de ideas "no hay que
confiar…"
A continuación, las condenó diciendo
"Todas estas representaciones espiritistas no son absolutamente nada. Son
imperfectas y falsas. Debilitan y disminuyen la Majestad que no puede
compararse a ninguna cosa de origen terrenal. Dios no puede compararse con las
cosas que sus manos han creado. Estas no son más que cosas terrenales, que
sufren bajo la maldición de Dios a causa de los pecados del hombre. El Padre no
puede describirse mediante las cosas de la tierra." (Special Testimonies, Serie B, Nº
7, págs. 62, 63. Año 1905) (El Evangelismo, p.446)
Nótese en primer lugar como llamó Elena G. de White a estos ejemplos (o "represen-
taciones") “tres-en-uno” o “triunas”. Ella las llamó "representaciones espiritistas".
Volveremos a este punto más adelante.
Al citar más o menos las palabras exactas de las ilustraciones del libro de Boardman,
podemos ver claramente aquí que Elena G. de White, al igual que Boardman, estaba
haciendo referencia a la doctrina de la trinidad ("el Dios Triuno" como lo llamó
Boardman). Podemos ver, pues, que en 1905, estaba diciéndoles a los adventistas del
séptimo día que todas estas ilustraciones que trataban de hacer a Dios como un “tres-en-
uno” estaban totalmente equivocadas. De hecho, Elena de White dice que todas ellas
son "imperfectas" y "falsas". ¿Cuánto más claro debía ser el testimonio dado a los
adventistas del séptimo día para no representar a Dios como un “tres-en-uno” (una
trinidad)?
En esta crisis con Kellogg, por lo tanto, estaba en cuestión la doctrina de la trinidad. De
esto no hay duda.
Tenga en cuenta que fue lo que Elena de White dijo que no podía ser descrito mediante
el uso de las cosas de esta tierra. Ella dijo que era "el Padre" (el Dios infinito como ella
tan a menudo le llama). En Él creían los adventistas del séptimo día (antes de su
conversión al trinitarismo) como la fuente de todo lo que existe en el universo. Esto
incluye inclusive al propio Hijo, quién ha sido engendrado o dado a luz por Él (NO creado,
engendrado por el Padre).
En sus ilustraciones “tres-en-uno”, Boardman estaba diciendo que la fuente del Hijo era
el Padre. A primera vista, según el razonamiento Adventista del Séptimo Día de aquel
entonces, estas ilustraciones parecieran describir esta parte de su creencia confesional.
Entonces, ¿Cuál era el problema? ¿Por qué Elena de White condenar estas ilustraciones?
Se podría razonar que el problema era, o bien la ilustración “tres-en-uno” (la unidad
indivisible), o la representación en ella del Espíritu Santo como si fuese igual al mismo
Dios el Padre y a su Hijo Jesucristo (haciendo una Trinidad) , que como hemos señalado
antes, es esencial el trinitarismo.
EL PELIGRO DE LOS FALSOS SENTIMIENTOS | 11
Concluimos que era tanto uno como lo otro. Decimos esto porque en ese momento, los
Adventistas del Séptimo Día no creían que el Espíritu Santo era una persona como el
Padre y el Hijo, sino más bien la presencia personal de los dos cuando no estuviesen
presentes corporalmente. Existe también la razón por la que Elena G. de White siempre
hablaba de Dios como un ser personal y no una entidad compuesta al igual que la
doctrina de la trinidad. Cualquiera que sea la verdad del asunto, Elena de White condenó
a todos estos tipos de ilustraciones “tres-en-uno”.
E L PELIGRO DE LOS FALSOS SENTIMIENTOS

Como hemos señalado anteriormente, los escritos de Boardman (en particular, su libro
"La Vida Cristiana Superior”) ayudaron a establecer las Convenciones de Keswick, que
comenzaron a principios de la década de 1870 en Inglaterra y mantiene su fuerza en la
actualidad. Una fuente dice que cuando el libro fue publicado (1858), vendió 100.000
copias. Era tan popular en América como lo fue en Inglaterra. Por esta razón, es muy
posible que muchos adventistas del séptimo día lo hayan leído, lo que significa que se
han tomado estas ilustraciones “tres-en-uno” en sus estudios personales y
presentaciones. Sin duda, fue un libro muy publicitado y de menuda lectura.
Lo más probable es que este fue uno de los libros a los que Elena de White se referió
cuando dijo en el año 1900 (esto fue en el subtítulo de "Los peligros de estudio
especulativo")
"Hay peligro de que nuestros ministros, maestros y redactores algunas veces
entretejan con sus argumentos, discursos y publicaciones los falsos sentimientos
presentados en los libros que han estado leyendo, en la creencia de que son los
mismos principios que sostiene el Espíritu de verdad.” (Elena G. de White,
Testimonies for the Church 9:67, 68 (1909) (El Otro Poder, p.92)
Luego agregó,
"El libro Living Temple [El templo viviente] es una ilustración de esta obra: su autor
declaró que sus enseñanzas eran las mismas que se encuentran “en los escritos de
la Sra. de White”. Vez tras vez tendremos que afrontar la influencia de hombres
que están estudiando ciencias de origen satánico y mediante los cuales Satanás
está obrando a fin de hacer de Dios y de Cristo personas inexistentes.” (Elena G.
de White, Testimonies for the Church 9:67, 68 (1909) (El Otro Poder, p.92-93)
Como hemos señalado en el artículo anterior [LINK], Kellogg dijo que él había pensado
que había evitado en su libro todo cuanto pudiera considerarse “teología trinitaria”,
pero, obviamente, Elena de White no lo veía así. También podemos ver aquí que en la
condena del razonamiento de Kellogg, incluye la condenó a las ilustraciones “tres-en-
uno” de la trinidad.
U NA DECLARACIÓN MÁS COMPLETA

En su libro "La Vida Cristiana Superior" y como continuación de sus ilustraciones “tres-
en-uno” de Dios, Boardman hizo esta declaración (tenga en cuenta las palabras en
mayúscula, son las que están en el libro de Boardman):
"El Padre es toda la plenitud de la Divinidad INVISIBLE.

El Hijo es toda la plenitud de la Divinidad MANIFESTADO.
El Espíritu es toda la plenitud de la Divinidad PUESTA DE MANIFIESTO"
(W. Boardman, “The Higher Christian Life” 1858, Parte 2, Capítulo 1, Página 105).
Elena G. de White, de la misma manera, dijo (esto fue después de su condena a las
ilustraciones “tres-en-uno” del pastor evangélico Boardman):
"El Padre es toda la plenitud de la Divinidad corporalmente, y es invisible para los
ojos mortales.
El Hijo es toda plenitud de la Divinidad manifestada. La Palabra de Dios declara
que él es "la imagen misma de su sustancia" (Heb. 1: 3). "Porque de tal manera
amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en
él cree, no se pierda, más tenga vida eterna" (Juan 3: 16). Aquí se muestra la
personalidad del Padre.
El Consolador que Cristo prometió enviar después de ascender al cielo, es el
Espíritu en toda la plenitud de la Divinidad, poniendo de manifiesto el poder de la
gracia divina a todos los que reciben a Cristo y creen en él como un Salvador
personal.” (Special Testimonies, Serie B, Nº 7, págs. 62, 63. Año 1905) (El
Evangelismo, p.446)
UNA DECLARACIÓN MÁS COMPLETA | 13
Aquí podemos ver que Elena de White usó las declaraciones de Boardman como base
para lo que ella misma escribió. Para ello se amplió, modificó y dio detalles sobre ellos.
Boardman concluyó en su libro,
"Las personas no son meros oficios, o modos de revelación, pero son personas
vivientes del Dios viviente." (W. Boardman, “The Higher Christian Life” 1858, Parte
2, Capítulo 1, Página 105).
Esto se ha convertido en una declaración trinitaria. A las tres "personas vivientes", ha
añadido ahora la unidad "del Dios viviente".
Elena G. de White llegó a una conclusión de manera similar (pero tenga en cuenta la
modificación importante que ella realiza por sobre las palabras de Boardman):
"Hay tres personas vivientes en el trío celestial; en el nombre de estos tres grandes
poderes -el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo- son bautizados los que reciben a
Cristo mediante la fe, y esos poderes colaborarán con los súbditos obedientes del
cielo en sus esfuerzos por vivir la nueva vida en Cristo." (Special Testimonies, Serie
B, Nº 7, págs. 62, 63. Año 1905) (El Evangelismo, p.446)
La forma en que Elena G. de White modifica la declaración del reverendo Boardman es
extremadamente importante para nosotros tener en cuenta. También es muy
significativo en el presente debate de la trinidad dentro de la iglesia adventismo del
séptimo día.
Boardman había dicho que las tres personas “vivientes del Dios viviente.", mientras que
Elena de White dijo que eran " tres personas vivientes en el trío celestial".
¿Cuál es la diferencia? La diferencia es que Boardman realiza una declaración trinitaria,
mientras que la declaración de Elena de White no es trinitaria. Boardman habló de Dios
como un ser “tres-en-uno”, mientras que no fue así en Elena G. de White. Ella sólo dijo
que los tres conforman la Divinidad, a diferencia de que los tres conforman a Dios, como
dijo Boardman. Esto realmente es muy, muy importante.
Tenemos aquí, entonces, una declaración que abarcante y muy importante en relación a
la Divinidad, teniendo en cuenta que todos como adventistas creemos que fue motivada
por la dirección del Espíritu de Dios. Obviamente, también representa lo que los
adventistas de aquel entonces creían. Esto fue en 1906. Todavía eran no trinitarios.
Algunos han utilizado esta declaración para tratar de demostrar que Elena de White era
trinitaria, pero como ya hemos visto no puede ser cierto. Esto se debe a que ella no dice
que las tres personas están unidas en un solo e indivisible Dios (trinitarismo básico) como
Boardman estaba diciendo, pero si hace referencia a un trío de personalidades divinas.
De hecho, como hemos visto en este testimonio, condenó los ejemplos “tres-en-uno”
que hacían de Dios uno y trino.
Se debe reconocer aquí que Elena de White utilizó una verdadera y auténtica declaración
trinitaria del libro de Boardman, para convertirla en una declaración no trinitaria. Y este
es el centro del asunto.
Si Elena de White era trinitaria (recuerde que este testimonio fue escrito inicialmente en
1905 y reproducido en testimonios en 1906, tenía 8 años de la publicación del "Deseado
de Todas las Gentes”), entonces ¿por qué realizó tamaña declaración? En otras palabras,
si era trinitaria, ¿por qué, cuando utiliza la declaración de Boardman, le quita el
trinitarismo de la declaración y la convierte en una declaración no trinitaria? Ella debe
haber tenido una muy buena razón para hacerlo o de seguro lo habría utilizado, ya que
fue escrito por Boardman. Sin lugar a dudas, es un punto verdaderamente razonable.
Muchos adventistas sinceros al estudiar el tema de la Trinidad y la Divinidad,
argumentan una posición trinitaria en Elena de White al no presentarse declaraciones a
favor o en contra de la misma por parte de la autora. Sin embargo, hemos visto como la
profeta de Dios retiró el trinitarismo de esta cita, ya que no
estaba de acuerdo con lo que Dios le había mostrado. Esto
estaba en relación con su condena a las ilustraciones “tres-en-
uno” utilizadas por Boardman. Elena G. de White conocía la
palabra “trin idad”, sabía que podía ser útil para expresar la
divinidad, y de todos modos la eliminó de sus escritos,
hablando de la misma como “representaciones espiritistas”.
Woodrow Whidden (y otros autores) en una publicación
adventista titulada “La Trinidad” argumentó de manera
distinta este pasaje, obviando como la mensajera del Señor
tomó declaraciones del reverendo Boardman, y dejando de
lado las apreciaciones trinitarias.
UNA DECLARACIÓN MÁS COMPLETA | 15
En la página 230, Whidden escribe:
“Al cargar contra Kellogg diciendo que con su doctrina "espiritualista" de la

Trinidad estaba "abandonando la fe" que los adventistas habían "tenido sagrada
por los pasados 50 años", Elena de White refuta claramente la premisa de que
todas las doctrinas de la Trinidad son iguales y de que la objeción de los pioneros
a una de ellas exige el rechazo de todas. Ella vio al menos dos variedades de
trinitarismo: una que representaba a un Dios personal y concreto, y la otra que lo
espiritualizaba como impersonal, filosófico, pero, en el fondo, irreal.
De manera significativa, Elena de White condena la opinión de la Trinidad que
tiene Kellogg en términos casi idénticos a los que usó su esposo Jaime en 1846
cuando rechazó el "viejo credo trinitario no bíblico" por "espirituali[zar] la
existencia del Padre y del Hijo como dos personas distintas, literales, concretas".
Esto es consecuente con la interpretación de que captó semejanzas entre los
credos que afirmaban que Dios era "invisible, sin cuerpo o partes", y las
"representaciones espiritualistas" de Kellogg, al describir a Dios bajo las metáforas
de luz y agua.” (Whidden, “La Trinidad”, p.230, ACES)
Claramente, Whidden ignora la condena de Elena G. de White a las declaraciones “tres-

en-uno”: no son simplemente “espiritualistas” sino “ESPIRITISTAS”, muy distinto por
cierto. Raramente un teólogo adventista actual presenta la posición de Kellogg como
trinitaria, y es correcto como así lo presenta Whidden: no fue simplemente una cuestión
panteísta. Estaba en tela de juicio la persona del Espíritu Santo, y pesaba mucho lo que
estos teólogos contemporáneos a Elena de White –de una nueva escuela y letrados en
filosofía cristiana de otras denominaciones— influían por medio de sus escritos.
Teniendo presente lo que ya hemos estudiado por medio de las comparaciones
realizadas al libro de Boardman y la cita de Elena G. de White, es claramente
incomprensible el argumento que realiza Whidden para justificar su posición. Dudo que
Elena de White haya visto “dos variedades de trinitarismo” cuando condenó como
espiritistas las declaraciones de Boardman. Si fuese así, volvemos a preguntar, ¿por qué
elimina de sus citas la parte donde Boardman habla de un Dios Triuno? Más allá de que
las tres personalidades o el trío celestial están conformando la Divinidad, o tres
personalidades están conformando un Dios, ¿no son ambas, supuestamente,
representaciones de un Dios Triuno? ¿No ilustran el famoso “tres-en-uno”? Con toda
seguridad, hay una diferencia en ambas declaraciones. No existe tal cosa como “dos
variantes” trinitarias desde el momento que la mensajera del Señor rechaza conceptos
tales como “Dios Triuno” o “Trinidad” en sus escritos.
¿Por qué Elena de White no fue más directa en cuanto al rechazo de la trinidad, ese
sistema de pensamiento perverso introducido por Kellogg en el adventismo no trinitario?
Una carta escrita en octubre de 1905 (un mes antes que se publique la cita sobre el trío
celestial, “Come Out and be Separate” en noviembre de 1905), enviada por la hna. White
a los hnos. Daniells y Prescott podría darnos una respuesta de la situación que estaban
viviendo por aquél entonces:
“Tengo luz del Señor de que en este momento tenemos que actuar con mucha
cautela, porque el enemigo está vigilando todos nuestros movimientos. A veces he
estado a punto de tomar medidas que serían llamadas agresivas. Comenzaría
escribiendo la historia de nuestra experiencia en Europa. Me gustaría leerles las
cartas que contienen advertencia y precaución de parte del Señor para varios en
Battle Creek. A veces, he sentido que tengo que imprimir todas las advertencias
que me ha dado para el Dr. Kellogg, especialmente algunas que se me han dado
mientras estaba en Europa. Pero todavía no lo he hecho porque he sido
impresionada a esperar. Si tuviera que hacer un movimiento fuerte en este
sentido, la batalla comenzaría. Los que se oponen a la luz que Dios ha dado
sentirían que han sido atacados, y afirmarán que se vieron obligados a hacer
movimientos que de otro modo no lo habrían hecho. Se necesitaría mucho de
nuestro tiempo para hacer frente al tema.
Sigamos con paciencia por un breve tiempo, y dejen que los elementos que están
luchando por la vida se manifiesten. No publiquen muchos artículos en la Review &
UNIDAD ESENCIAL PERO INCOMPRENSIBLE | 17
Herald que sean con carácter de contienda.” (Elena de White, Cartas a Battle
Creek, p.122 [en inglés])
Este breve fragmento pone en evidencia un malestar en la iglesia Adventista, y nos deja
bien en claro los motivos por los cuales Elena de White fue “impresionada a esperar” y
no confrontar. Sobre el hno. Daniells ya hemos hablado en este documento, y cuál fue su
posición respecto a la nueva postura de Kellogg respecto a la Trinidad. Claramente, ella
estaba hablando con quienes mantenía posiciones similares, acordando formas de actuar
y estrategias de predicación.
La prudencia y el aprecio por las personas que estaban en apostasía, el amor por las
almas que estaban pereciendo en el error, fue un argumento más que valido para no
actuar de manera agresiva y cerrar puertas entre sus hermanos. ¡Gloria al Señor por el
ejemplo que nos da en estos tiempos tormentosos!
U NIDAD ESENCIAL PERO INCOMPRENSIBLE

En el año 1906, plena crisis dentro de la iglesia Adventista del Séptimo Día, Elena de
White escribió (tenga en cuenta que este fue el mismo año en que publicó el testimonio
que hemos estado hablado anteriormente):
"Hay luz y gloria en la verdad de que Cristo fue uno con el Padre antes de que se
estableciera el fundamento del mundo. Esta es la luz que brilla en un lugar oscuro
haciéndolo resplandecer con gloria divina y original."(Elena G. de White, Review and
Herald 5 de abril de 1906) (Mensajes Selectos, T.1, p.291)
Aquí se nos dice que antes de la creación de nuestro mundo hubo una cierta "unidad"
entre el Padre y Cristo. Por lo tanto, encontramos a Elena de White ocupándose de
cuestiones sobre divinidad. Es muy importante tener en cuenta que no incluye al Espíritu
Santo en esta unidad. Probablemente se debe a que durante el tiempo de su ministerio,
los adventistas del séptimo día no consideraban al Espíritu Santo como un ser personal,
tal como se considera a Dios el Padre, a Cristo, los ángeles y demás seres personales.
Tenga en cuenta también que Elena G. de White no dijo que Kellogg estaba quitándole
entidad al Espíritu Santo, más que él lo estaba haciendo con Dios el Padre y con Cristo.
Elena G. de White añade (y esto realmente es muy importante así que por favor téngalo
en cuenta):
"Esta verdad [la unidad pre-existente que Cristo tuvo con Dios su Padre],
infinitamente misteriosa en sí misma, explica otras verdades misteriosas que de
otra manera serían inexplicables, al paso que está encerrada como algo sagrado en
luz, inaccesible e incomprensible." (Ibid)
Aquí se nos dice que todo lo que constituía la pre-existente "unidad" entre el Padre y el
Hijo (y hay que subrayar aquí que Elena G. de White dijo que existía), es algo que está "
encerrada como algo sagrado en luz, inaccesible e incomprensible."
Obviamente, "incomprensible" es en lo que respecta a la posibilidad de la mente humana

para comprenderlo. Hasta aquí deben llegar los adventistas del séptimo día, ya que no es
algo revelado y va más allá de nuestra capacidad de entender. Esta unidad no es, como
lo muestra la doctrina de la trinidad, una unidad supuesta. Ciertamente, la unidad triuna
no es algo que puede ser probada por las Escrituras. Ni siquiera, como podemos ver en
esta declaración de Elena G. de White, Dios ha revelado a través de ella.
También debería ser obvio que Elena G. de White no se estaba refiriendo aquí a la
unidad que Dios y Cristo tuvo con respecto a su deseo de salvar a la humanidad,
tampoco respecto a la unidad en los propósitos eternos de salvar a la humanidad.
También podemos decir que esta unidad estaba en relación con el amor que ambos
tienen por la humanidad o la unidad de sus caracteres personales. Esto se debe a
ninguna de estas cosas sería "incomprensible" para nosotros, pues fácilmente se
entiende.
Ciertamente, ninguna de estas cosas podría llamarse "inaccesible". Hay que aceptar,
pues, que esta unidad mencionada por Elena de White tiene que ver con la existencia
eterna ontológica de Cristo con el Padre (su ser divino o la forma en que existen), algo
que no se habla en la Escritura. ¿Qué relación mantenía el Padre con su Hijo antes de
que todo fuese creado? No lo sabemos en profundidad, nos es “incomprensible”;
simplemente sabemos que existía unidad entre ambos. Razonablemente debemos llegar
a tal conclusión.
Concluimos pues, que Ellen White escribió este artículo en su totalidad con referencia a
la doctrina de la trinidad. Digo esto por lo que hemos visto a lo largo de este estudio y en
el artículo anterior; ciertamente, esto fue lo que la preocupaba durante la crisis de 1900
al interior de la iglesia Adventista del Séptimo Día.
HACIENDO CASO OMISO DE LOS TESTIMONIOS | 19
H ACIENDO CASO OMISO DE LOS TESTIMONIOS

Por extraño que parezca, utilizando ilustraciones “tres-en-uno” muy similares a las que
fueron tan claramente condenadas por Elena G. de White (véase más arriba), Dios es hoy
en día representado como una trinidad en publicaciones de la actual iglesia Adventista
del Séptimo día.
Un ejemplo flagrante de esto podemos encontrarlo en las siguientes guías de estudio
utilizadas para la Escuela Sabática de Adultos. El primer ejemplo que mencionaremos, se
encuentra en la lección del segundo trimestre de 2006, titulada “El Espíritu Santo”.
Al tratar de describir a Dios como un “tres-en-uno”, el autor pide en la lección a todos los
Adventistas del Séptimo Día del mundo:
“¿Qué analogías –como, por ejemplo, la de un triángulo o un tenedor de tres
dientes pueden ayudarnos a comprender la idea de cómo un Dios puede estar
compuesto por tres personas iguales? ¿Qué otros ejemplos podrían ayudarnos a
comprender mejor esta profunda verdad?” (Lección de Escuela Sabática
Adventista, 2º Trimestre de 2006, Domingo 26 de marzo, p.6; ACES)
Describir a Dios de esta manera es del todo denigrante. Nunca

deberíamos describir su ser como como "un tenedor de tres
dientes". Tenemos el testimonio del espíritu de la profecía en este
caso. Esto es peor que la denigración (desprecio) de las
ilustraciones “tres-en-uno” que fueron condenadas por Elena G. de
White.
Y si esto no fuera suficiente, el mismo autor le pregunta:
“¿Qué otros ejemplos podrían ayudarnos a comprender
mejor esta profunda verdad?" (Ibid)
Aquí podemos ver que en el año 2006 en todo el mundo, se les
pedía a los Adventistas del Séptimo Día ilustrar (o comparar) a Dios por el uso de "un
triángulo" y un "tenedor de tres dientes". Luego se les pide "otros ejemplos" que se les
ocurra para mostrar "esta profunda verdad" que Dios es “tres-en-uno”. No hace falta
mencionar que muchos adventistas fueron a la escuela sabática con ilustraciones
similares a las que Elena de White mencionó y condenó como “representaciones
espiritistas”.
Desafortunadamente para los Adventistas del Séptimo Día, los autores de la escuela
sabática citaron de los testimonios (como vimos en la imagen escaneada de arriba), pero
no citaron la parte cuando ella condenó este tipo de ilustraciones “tres-en-uno”. En otras
palabras, la condena para estos tipos de ilustraciones trinitarias se omitieron

deliberadamente.
Todo lo que hicieron fue citar en parte lo que Elena G. de White había dicho:
"El Padre es toda la plenitud de la Divinidad corporalmente, y es invisible para los

ojos mortales. El Hijo es toda plenitud de la Divinidad manifestada. La Palabra de
Dios declara que él es ‘la imagen misma de su sustancia’ (Heb. 1: 3) *…+. El
Consolador que Cristo prometió enviar después de ascender al cielo, es el Espíritu
en toda la plenitud de la Divinidad, poniendo de manifiesto el poder de la gracia
divina a todos los que reciben a Cristo y creen en él como un Salvador personal.
Hay tres personas vivientes en el trío celestial; en el nombre de estos tres grandes
poderes -el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo- son bautizados los que reciben a
Cristo mediante la fe, y esos poderes colaborarán con los súbditos obedientes del
cielo en sus esfuerzos por vivir la nueva vida en Cristo.” (El Evangelismo, p.446)
Esta cita no es completa. Aunque lo puede parecer a primera vista, se ha tomado un
párrafo de un extracto de tres párrafos separados. Son estos tres párrafos que hemos
señalado a lo largo de este estudio, donde Elena G. de White condena las ilustraciones
“tres-en-uno” y da lo que llamamos su declaración más completa en relación con la
Divinidad.
El primer párrafo dice realmente (esto fue en referencia a las ilustraciones de tres en una
trinidad en el párrafo anterior)
"Todas estas representaciones espiritistas no son absolutamente nada. Son

imperfectas y falsas. Debilitan y disminuyen la Majestad que no puede
compararse a ninguna cosa de origen terrenal. Dios no puede compararse con las
cosas que sus manos han creado. Estas no son más que cosas terrenales, que
sufren bajo la maldición de Dios a causa de los pecados del hombre. El Padre no
puede describirse mediante las cosas de la tierra. El Padre es toda la plenitud de la
Divinidad corporalmente, y es invisible para los ojos mortales." (Special
Testimonies, Serie B, Nº 7, págs. 62, 63. Año 1905) (El Evangelismo, p.446)
En la guía de estudio de Escuela Sabática, sólo la última frase fue citada completamente.
La condena por parte de Elena G. de White a las ilustraciones “tres-en-uno” se han
omitido intencionalmente. Si hubiese sido incluida en la lección, los autores de la Escuela
Sabática sin lugar a dudas les habrían resultado difícil, o de hecho imposible, hacer
semejante cuestionamiento sobre las ilustraciones “tres-en-uno”.
En el segundo párrafo, ella dijo originalmente:
"El Hijo es toda plenitud de la Divinidad manifestada. La Palabra de Dios declara
que él es ‘la imagen misma de su sustancia’ (Heb. 1: 3). ‘Porque de tal manera
él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna’ (Juan 3: 16). Aquí se muestra la
personalidad del Padre." (Ibid)
En la cita de la Escuela Sabática, las dos últimas frases son omitidas. Estos son las que
reflejan la creencia Adventista del Séptimo día antes del ingreso de la trinidad en cuanto
al concepto que se tenía sobre el Hijo de Dios, a saber, que era literalmente engendrado
por Dios (es decir, Dios es realmente su Padre, no un título simplemente) y es la
personalidad del Padre la que se manifiesta.
El tercer párrafo fue citado correctamente:
"El Consolador que Cristo prometió enviar después de ascender al cielo, es el
personal. Hay tres personas vivientes en el trío celestial; en el nombre de estos
tres grandes poderes -el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo- son bautizados los que
reciben a Cristo mediante la fe, y esos poderes colaborarán con los súbditos
obedientes del cielo en sus esfuerzos por vivir la nueva vida en Cristo." (Ibid)
Es obvio pensar que, estas representaciones de Dios como un “tres-en-uno” en palabras
de la Escuela Sabática va totalmente en contra del testimonio de Dios que acabamos de
leer, donde Elena de White amonesta a los adventistas del séptimo día en cuanto a la
utilización de ilustraciones “tres-en-uno” para describir a Dios. Esto por lo tanto, debe
ser visto como una rebelión abierta en contra de los testimonios a menos que, por
supuesto, este testimonio sea desconocido para el autor de la lección de Escuela
Sabática, un tanto difícil de creer. Y se agrava aún más la situación por el hecho de que
este testimonio fue citado sólo en parte. Deliberadamente se omitió la condena de este
tipo de ilustraciones “tres-en-uno”.
Una Escuela Sabática más reciente en cuanto al estudio de la Trinidad entre los
Adventistas del Séptimo Día, vuelve a referirnos ejemplos similares del famoso “tres-en-
uno”. Veamos como hace referencia en la sección para Maestros (p.12):
A lo largo de todo este documento hemos hablado del mencionado

“tres-en-uno” del reverendo Boardman. Tal vez te parecía un concepto
nuevo sobre el “Dios Triuno”, pero este término está siendo utilizado
actualmente en los folletos de Escuela Sabática sobre la Trinidad.
Diferente a las lecciones del 2006, las aclaraciones del Dios Triuno
están incluidas en la sección de Maestros, puestas para que el maestro
de clase las utilice en la reunión del sábado por la mañana, y no sea
una pregunta de estudio en la semana. En ningún momento
encontramos una declaración (bíblica o de los testimonios,
particularmente) para avalar todas estas premisas.
Pero lo que llama poderosamente la atención, es nuevamente el ejemplo dado en la

página 13 de la misma lección, dentro de la sección de Maestros:
Ya no solo es “un tenedor de tres dientes”, ahora es un “átomo”, la partícula más

pequeña de la creación de Dios. Y en esta unidad del átomo, encontramos también sus
divisiones: “una unidad indivisible”. Ciertamente, aberrante como las declaraciones que
condenó la mensajera del Señor del reverendo Boardman.
Y como ya hemos visto en la lección de Escuela Sabática de 2006, el autor del folleto
invita a los maestros adventistas de todo el mundo para que pregunten en su clase:
“¿Qué otros ejemplos de unidad en la multiplicidad encuentras en el mundo que te
rodea, y que te ayudan a comprender la naturaleza de Tres-en-Uno de la Trinidad?”
¿Será que encontrarán ejemplos similares a los condenados por la mensajera del Señor?
Mismas preguntas, mismas respuestas, mismas “representaciones espiritistas”.
P ERSONAS Y S ERES EN LA D IVINIDAD

En Octubre de 1903 la controversia alcanzó su crisis durante las reuniones del invierno
de la Conferencia General. Cerca del fin de las reuniones, el Pastor A. G. Daniels recibió
dos cartas de Elena G. de White que especialmente denunciaron las enseñanzas del libro
“The Living Temple”. A este punto la corriente se tornó en favor de la verdad. El Dr.
PERSONAS Y SERES EN LA DIVINIDAD | 25
Kellogg revisó “El Templo Viviente” de cualquier concepto teológico. Pero unos cuantos
días después de las reuniones, el Dr. Kellogg le escribió a G. I. Butter, defendiendo “The
Living Temple” en estas palabras:
“Hasta donde yo puedo ver la dificultad encontrada en Templo Viviente, todo
puede ser sumado en esta pregunta: ¿Es el Espíritu Santo una persona? Usted dice
que no, pero yo supongo que sí por la razón de que la Biblia dice que el
pronombre personal “él” es usado cuando se habla acerca del Espíritu Santo. La
Hermana White usa el pronombre “él” y ha dicho en muchas palabras que el
Espíritu Santo es la tercera persona de la divinidad. Cómo es que el Espíritu Santo
es la tercera persona y no sea una persona, es difícil para mi ver.” – (J.H.Kellogg,
Octubre 28,1903).
Toda la problemática se estaba desarrollando en torno a la cuestión de Dios y su
presencia, particularmente sobre la persona del Espíritu Santo. Pero veamos lo
interesante de esta cita: ¡Kellogg utilizó una declaración de la hna. White para dar fuerza
a su teoría trinitaria! Y que frase, ¿verdad? Seguramente estaba haciendo alusión a la
cita del “Deseado de Todas las Gentes” (1898):
“El pecado podía ser resistido y vencido únicamente por la poderosa intervención
de la tercera persona de la Divinidad, que iba a venir no con energía modificada,
sino en la plenitud del poder divino. El Espíritu es el que hace eficaz lo que ha sido
realizado por el Redentor del mundo. Por el Espíritu es purificado el corazón. Por
el Espíritu llega a ser el creyente participe de la naturaleza divina. Cristo ha dado
su Espíritu como poder divino para vencer todas las tendencias hacia el mal,
hereditarias y cultivadas, y para grabar su propio carácter en su iglesia.” (DTG,
p.625)
Ya la hna. White había advertido sobre esta mala utilización de sus escritos, como
declaraciones que dan jerarquía a la traicionera filosofía cristiana que buscaba introducir
Kellogg entre los Adventistas del Séptimo Día:
“Living Temple contiene el alfa de esas teorías. Sabía que la omega seguiría poco
después, y temblé por nuestro pueblo. Sabía que debía advertir a nuestros
hermanos y hermanas que no debían entrar en controversias en cuanto a la
presencia y personalidad de Dios. Las declaraciones presentadas en Living Temple
acerca de este punto son incorrectas. Los textos empleados para apoyar la
doctrina presentada son pasajes mal aplicados.
Me siento impulsada a hablar negando la pretensión de que las enseñanzas de
Living Temple pueden ser apoyadas por declaraciones de mis escritos. Quizá haya
en ese libro expresiones y opiniones que están en armonía con mis escritos. Y
quizá haya en mis escritos muchas declaraciones que, tomadas aisladamente e
interpretadas de acuerdo con el modo de pensar del autor de Living Temple,
parecerían estar en armonía con las enseñanzas de ese libro. Esto puede dar un
apoyo aparente al aserto de que las opiniones que hay en Living Temple están en
armonía con mis escritos. Pero no permita Dios que prevalezca esa opinión.”
(Mensajes Selectos, T.1, p.237-238)
Sin lugar a dudas, las opiniones de Kellogg hacían referencias a su nueva creencia
trinitaria, de otro modo Elena G. de White no habría escrito lo que dijo con respecto a “El
Templo Viviente " en este testimonio.
Esta crisis de principios de 1900 dentro de los Adventistas del Séptimo Día, por lo tanto,
tenía que ver con la doctrina de la trinidad. Recuerde también que las opiniones de
Kellogg son referidas por Elena White como el "alfa" de las herejías.
El asunto del Espíritu Santo como una persona, y la discusión entre quienes Kellogg y los
adventistas del séptimo día, es una discusión que dio lugar a muchas confusiones. Ya
vimos la postura de Kellogg: le era imposible desligar la idea del Espíritu Santo como una
persona, y se apoyaba en los escritos de Elena de White. La postura adventista
contemporánea a Elena White era totalmente distinta. Leamos la siguiente declaración
del pastor Urías Smith:
“Pregunta: ¿Hemos de entender que el Espectro Santo [Holy Ghost] es una
persona, lo mismo que el Padre y el Hijo? Algunos dicen que si, otros dicen que
no.
Respuesta: El término “Fantasma o Espectro Santo *Holy Ghost+” es una
desagradable y repulsiva traducción. Se traduce del Griego HAGION PNEUMA en
todos los casos. El Espíritu Santo es el Espíritu de Dios y el Espíritu de Cristo,
siendo el Espíritu el mismo sea que se hable de Dios o de Cristo.
Pero con relación a este Espíritu, la Biblia emplea expresiones que no pueden
armonizarse con la idea que sea una persona, tal como el Padre y el Hijo. Más bien
se demuestra que es una influencia divina que surge de ambos, el medio que
representa su presencia y mediante el cual obtienen sabiduría y poder a través de
todo el universo, cuando no se hallan personalmente presentes. Cristo es una
persona, oficiando ahora como Sacerdote en el santuario celestial, y sin embargo
Él dice que donde hay dos o tres reunidos en su nombre, allí esta Él en el medio
(Mat. 18:20). ¿Cómo? No en forma personal, sino por medio de Su Espíritu. En uno
de los discursos de Cristo [Juan 14-16], este Espíritu ha sido personificado
como “el Consolador,” y como tal, se le aplica los pronombres personales, “él,” “a
él,” y “de quien.” Pero generalmente de él se habla de una manera que demuestra
que no puede ser una persona, como el Padre y el Hijo. Por ejemplo a menudo se
dice que se “derrama” o se “desprende de.” Pero nunca leemos de Dios o de Cristo
que sean vertidos o desprendidos. Si fuese persona, no sería nada extraño
que aparezca en forma corporal; y sin embargo, cuando así ha aparecido, este
hecho se ha señalado como peculiar. Así podemos leer: “Y descendió el Espíritu
Santo sobre él en forma corporal, como paloma.” Lucas 3:22.
Pero la forma no siempre es la misma; pues el día de Pentecostés, tomó la

forma de “lenguas repartidas, como de fuego.” (Hechos 2:3,4). También
leemos acerca de “los siete Espíritus de Dios enviados a toda la tierra.” (Apoc.
1:4; 3:1; 4:5; 5:6). Incuestionablemente, este es una simple designación del
Espíritu Santo, presentado de esta forma para significar la perfección y
plenitud. Pero no podría describirse así si fuese persona. Nunca leemos acerca de
siete Dioses o siete Cristos.” (Uriah Smith, oct. 28, 1890, Review & Herald).
Es fundamental que comprendamos lo que estaba en común acuerdo por los adventistas
del séptimo día. Sin embargo, leemos citas tales como “las tres personas del trío
celestial”, “la tercera persona”, “el Espíritu Santo es una persona como Dios es una
persona” y tendemos confundirnos. Como dice Pedro de lo escrito por el apóstol Pablo:
“entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes
tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición.” (2°Pedro 3:16)
Ciertamente así estaba pasando con lo escrito por la mensajera del Señor.
El hijo de Elena G. de White, William White, escribió en una carta al hno. Carr sobre este
tema, unos 25 años después de la muerte de su madre. Presten mucha atención a las
palabras del pastor White, y como responde a las inquietudes, porque responden con
honestidad las preguntas que todos nos hacemos sobre este tema en cuestión:
“30 de Abril de 1935

Querido Hermano Carr:
Tengo en mis manos su carta del 24 de Enero. Por algunos meses He estado tan
ocupado en mi trabajo relacionado con los manuscritos que estábamos
preparando para la impresión, que mi correspondencia tuvo que esperar.
En su carta usted me pregunta en relación a lo que yo entiendo con respecto a la
posición de mi madre acerca de la personalidad del Espíritu Santo.
Yo no puedo hacer esto, porque no entendí claramente sus enseñanzas en
relación a esta materia. Siempre hubo en mi mente alguna perplejidad en relación
al significado de sus declaraciones, las cuales, para mi forma superficial de pensar,
parecen ser un poco confusas. A menudo he lamentado el no haber poseído
aquella agudeza mental que pudiera haber resuelto esto y otras perplejidades, y
entonces me acordé de lo que la hermana White escribió en “Hechos de los
Apóstoles”, en las páginas 51 y 52, ‘en relación a tales misterios, los cuales son
demasiado profundos para el entendimiento humano, el silencio es oro’. Yo he
decidido no entrar en discusiones y me he esforzado para dirigir mi mente a
materias fáciles de ser comprendidas.
A medida que leo la Biblia, encuentro que el resucitado Salvador sopló sobre los
discípulos (Juan 20:22) y les dijo, ‘recibid el Espíritu Santo’. El concepto que se
recibe de estas Escrituras, parece estar en armonía con la declaración de “El

Deseado de todas las Gentas”, en la página 669, y también con Génesis 1:2, Lucas
1:4, Hechos 2:4, 8:15 y 10:44. Pueden ser encontrados muchos otros textos que
parecen estar en armonía con la declaración de “El Deseado de todas las Gentes”.
Las declaraciones y los argumentos de algunos de nuestros ministros en sus
esfuerzos para probar que el Espíritu Santo es un individuo, tal como lo son Dios el
Padre y Cristo, el Hijo eterno, me ha dejado perplejo y algunas veces me han
dejado triste.
Mis perplejidades han sido un poco disminuidas cuando he aprendido del
diccionario que uno de los significados de la persona, era Característica. Se ha
declarado de tal manera que he concluido que deben existir personas sin forma
humana, las cuales son poseídas por el Padre y por el Hijo.
Existen muchas Escrituras que hablan del Padre y del Hijo y la ausencia en las
Escrituras de referencias similares con la obra unida del Padre y del Espíritu Santo
o de Cristo y del Espíritu Santo, me han llevado a creer que el Espíritu sin
individualidad es el representante del Padre y del Hijo a través de todo el universo,
y es a través del Espíritu Santo que ellos habitan en nuestros corazones y nos
hacen uno con el Padre y con el Hijo... [Nota: En el resto de la carta el Pastor White
responde a otros asuntos].
Le saluda atentamente, su hermano,
W. C. White.”
Hay muchos puntos para destacar de esta carta. La cita que menciona el hijo de Elena G.
de White se encuentra (en español) en la página 622-623:
“El Espíritu Santo es el representante de Cristo, pero despojado de la personalidad
de la humanidad, e independiente de ella. Estorbado con la humanidad, Cristo no
podía estar en todo lugar personalmente. Por lo tanto, fue de su interés que Él
pudiese ir al padre y enviar el Espíritu para que sea Su sucesor en la tierra”. (DTG.
p.622-623)
Esta misma cita podemos encontrarla en Manuscript Releases, Vol. 14, pág. 23:
“Estorbado por la humanidad Cristo no podía estar en cada lugar personalmente,
por lo tanto para ventaja de ellos [los discípulos] Él debería abandonarlos para ir a
Su Padre y enviar el Espíritu Santo para ser Su sucesor en la tierra. El Espíritu
Santo es Él mismo desvestido de su personalidad humana e independiente de ella.
Él se representaría a sí mismo como presente en todos los sitios por Su Espíritu
Santo, como el Omnipresente.” MANUSCRITOS LIBERADOS, TOMO 14, p.23
W. C. White murió en Septiembre de 1937, dos años después de haber escrito esta carta.
Importante de aclarar es lo siguiente: El hijo de Elena White se refirió al “Deseado de
todas las Gentes” pp.622-623 como una evidencia de que el Espíritu de Profecía sostiene
que el Espíritu Santo no es una persona “distinta” a Dios y a su Hijo, Jesucristo.
Otro punto que podemos destacar de esta carta es la distinción entre persona e
individuo (o seres) que realiza White. El Espíritu Santo es una persona, en tanto
entendamos persona como característica o personalidad. Pero no podemos entender al
Espíritu Santo como una persona en tanto un individuo, o un ser, tal como es el Padre y el
Hijo.
Volvamos a la declaración realizada por la profeta de Dios sobre la Divinidad:
“El Padre es toda la plenitud de la Divinidad corporalmente, y es invisible para los
ojos mortales.
El Hijo es toda plenitud de la Divinidad manifestada. La Palabra de Dios declara
que él es "la imagen misma de su sustancia" (Heb. 1: 3). "Porque de tal manera
él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3: 16). Aquí se muestra la
personalidad del Padre.
El Consolador que Cristo prometió enviar después de ascender al cielo, es el
personal. Hay tres personas vivientes en el trío celestial; en el nombre de estos
tres grandes poderes -el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo- son bautizados los que
obedientes del cielo en sus esfuerzos por vivir la nueva vida en Cristo” (Special
Y destaquemos a cada miembro de la Divinidad, según lo presenta Elena G. de White:
El Padre es la plenitud de la Divinidad corporalmente. Posee un cuerpo, pero es invisible
a los ojos mortales. Muestra su personalidad al entregar a su Hijo Unigénito.
El Hijo es la plenitud de la Divinidad manifestada. O sea, es la imagen de Dios, fue
engendrado de la misma sustancia. Lo envió el Padre en forma corpórea para manifestar
el carácter del Padre.
El Consolador, el Espíritu, pone de manifiesto el poder de la gracia divina para todos
aquellos que reciben a Cristo y creen en el Hijo de Dios como un Salvador personal, como
un individuo al igual que el Padre. Pero nunca menciona al Espíritu como un ser personal,
corpóreo, como un individuo.
En este contexto es que existe un “trío celestial”, compuesto por “tres personas”, por
“tres poderes” que colaboran con “los súbditos obedientes del cielo en sus esfuerzos por
vivir la nueva vida en Cristo”. Noten que para Elena de White, “poderes” y “personas”
son intercambiables. Más aún, si leemos el manuscrito original, encontraremos que
donde dice “tres personas” (three persons) ella corrigió agregándole “personalidades”
(personalities).
Una declaración contundente por parte de la mensajera de Dios concerniente a la

Divinidad. Otros testimonios de Elena White presentan una comprensión similar sobre
este punto:
“Los que creen en la verdad, deberían recordar que son hijos de Dios, niñitos que
Dios tiene que criar. Muéstrense agradecidos a Dios por sus numerosas
bendiciones y llenos de amor unos hacia otros. Porque tienen un solo Dios y un
solo Salvador, así como un solo Espíritu -el Espíritu de Cristo- el cual debe crear la
unión en sus filas.” (TESTIMONIOS SELECTOS, TOMO 5, p.263)
Debemos estar muy agradecidos a Dios por el conocimiento de la Divinidad que nos ha
entregado por medio de su mensajera. Reflejan sin lugar a dudas, el pensamiento
equilibrado que el Señor quiere poner en la mente de cada uno de nosotros cuando
leamos estas citas.
Respecto al bautismo, dijo la Elena de White:
“Hay tres personas vivientes en el trío celestial; en el nombre de estos tres
grandes poderes -el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo- son bautizados los que
obedientes del cielo en sus esfuerzos por vivir la nueva vida en Cristo” (Special
8 años antes, ella publicó sobre su creencia sobre el bautismo:

“Antes de irse, Cristo les dio a sus discípulos una buena promesa de que después
de Su ascensión Él les enviaría al Espíritu Santo. “Por tanto, id” él dijo,” y haced
discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre [un Dios
personal], y del Hijo [un Salvador personal], y del Espíritu Santo [enviado del cielo
para representar a Cristo]: enseñándoles que guarden todas las cosas que os he
mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.”
[Mateo 28:19, 20]. [LOS CORCHETES FUERON AGREGADOS POR LA AUTORA]
(MANUSCRITOS LIBERADOS, TOMO 12, p.260, 1897)
Aquí encontramos una definición clarísima respecto a las tres personas, fuerzas, poderes
o nombres. El famoso “trío celestíal”, según Elena G. de White, está compuesto por dos
seres PERSONALES, y un enviado del cielo para REPRESENTAR a Cristo. Al referirse al
Padre dice “Un Dios Personal”, al referirse al Hijo dice “un Salvador Personal”, sin
embargo, no entramos en la descripción del “Espíritu Santo” como un “Consolador
Personal”. Simplemente, “enviado del cielo para representar a Cristo”.

Trinidad-Condenada

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Título Original en español:

“El Trío Celestial” (2012)

Editora La Justicia de Cristo permite e incentiva la reproducción, copia, total o parcial de

Editora La Justicia de Cristo

L AS ILUSTRACIONES “ TRES - EN - UNO ” QUE D IOS CONDENÓ

La gran mayoría de los cristianos, sin duda,

En la siguiente página escribió:

Él continúa en la página siguiente:

Con referencia a estas ilustraciones, dijo Boardman:

Nota: A continuación, la misma imagen con subrayados agregados por quienes

terrenales a lo sumo, para representar a las personalidades vivientes del Dios

E L PELIGRO DE LOS FALSOS SENTIMIENTOS

U NA DECLARACIÓN MÁS COMPLETA

"El Padre es toda la plenitud de la Divinidad INVISIBLE.

En la página 230, Whidden escribe:

“Al cargar contra Kellogg diciendo que con su doctrina "espiritualista" de la

Claramente, Whidden ignora la condena de Elena G. de White a las declaraciones “tres-

U NIDAD ESENCIAL PERO INCOMPRENSIBLE

Obviamente, "incomprensible" es en lo que respecta a la posibilidad de la mente humana

H ACIENDO CASO OMISO DE LOS TESTIMONIOS

Describir a Dios de esta manera es del todo denigrante. Nunca

palabras, la condena para estos tipos de ilustraciones trinitarias se omitieron

"El Padre es toda la plenitud de la Divinidad corporalmente, y es invisible para los

"Todas estas representaciones espiritistas no son absolutamente nada. Son

A lo largo de todo este documento hemos hablado del mencionado

Pero lo que llama poderosamente la atención, es nuevamente el ejemplo dado en la

Ya no solo es “un tenedor de tres dientes”, ahora es un “átomo”, la partícula más

P ERSONAS Y S ERES EN LA D IVINIDAD

Pero la forma no siempre es la misma; pues el día de Pentecostés, tomó la

“30 de Abril de 1935

recibe de estas Escrituras, parece estar en armonía con la declaración de “El

Una declaración contundente por parte de la mensajera de Dios concerniente a la

8 años antes, ella publicó sobre su creencia sobre el bautismo:

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