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El Cadejo o Cadejos
La leyenda del cadejo o cadejos está presente en casi todo
Centroamérica, se trata de un perro enorme de color
blanco y ojos rojos que protege a los hombres cuando
llegan a altas horas de la noche, sin embargo el cadejo
tiene un enemigo, el cadejo negro, un ser diabólico que
ataca y mata a las personas de dudosa moral, cuando
ambos el espíritu protector y el diabólico se encuentran
comienza entre ambos una lucha a muerte que
normalmente da tiempo a la persona a huir.
El cadejo blanco como protector acompaña al hombre que
trasnocha hasta su casa lo hace muchas veces desde las
sombras y sin dejarse ver, normalmente se siente como un presencia que no puedes
localizar. Su finalidad es defender al borracho o trasnochador del cadejo negro
El cadejo negro dependiendo de la cultura que enfoca la leyenda puede tener dos fines,
matar a las personas de dudosa moral a las que no puede defender el cadejo blanco
siempre a altas horas de la noche, o simplemente golpearle y aplastarle, en ambas
creencias el cadejo nunca muerde (salvo en su lucha con el cadejo blanco) y causa el daño
golpeando y aplastando, debido a su gran tamaño deja al hombre al que ataca como si
hubiera recibido una paliza.
- Guatemala
Según las leyendas en Guatemala, es un animal fantásmagórico que aparece en suelo
guatemalteco. La versión más conocida de este animal es la de forma de un perro de color
negro y ojos rojos que pareciera tienen fuego. Se cree que cuida a aquellos que se
embriagan y deambulan por las noches ayudándoles a encontrar el camino a casa o bien
durmiendo cerca de ellos para evitar les roben o dañen. Las otras versiones refieren que
este ser tiene dualidad, el negro y blanco, este último cuida de mujeres en el mismo estado
físico, sin embargo éstos son rivales y no pierden oportunidad de agredirse, aunque se
narra que se han unido para salvaguardar a sus protegidos de otro espectro como La
Llorona, Siguanaba o de algún maleante. También este personaje tiene su resonancia
precolombina maya en un espectro bienechor guardián de los caminos.
CIGUANABA
Un hombre después de trasnochar caminando cerca de
una fuente, veía el cielo las estrellas centellantes; ni
siquiera había amanecido cuando vio bañándose en el
agua fría de la fuente una mujer con un hermoso vestido
blanco, de hermosa figura, cabello largo y negro.
El hombre le preguntó:
¿Qué haces a esta hora bañándote, quieres que te
ayude?
La hermosa mujer dejó de bañarse, y sin mostrarle el
rostro le hizo una señal.
Me está llamando dijo el borrachín.
La mujer caminó hacia el cementerio y el hombre la siguió impaciente e incansablemente,
cada vez que se le acercaba, la mujer se desplazaba lejos de el.
Entonces el hombre por fin la alcanzó y pudo contemplar su rostro endemoniado, parecía
un caballo, ésta se abalanzó sobre él y trató de llevárselo gimiendo un grito escalofriante,
enterrándole las uñas para sepultarlo en los barrancos cercanos.
Desesperadamente el hombre recogió una medallita que tenía colgada en el cuello, y
empezó a orar ya que no podía escapar de la mujer.
Cuando la mujer vio la medalla lo soltó y se lanzó al barranco.
El hombre sobrevivió al ataque y llegó a su casa con sus brazos y espalda desgarrados. Su
familia trató de curarlo pero el hombre contó la historia y murió a los pocos días debido a
sus heridas que nunca sanaron.
A la mañana siguiente se levantó y despertó como un adulto, pero se encontró una bobina de oro,
se acercó para inspeccionarla detenidamente y esta le hablo, le dijo que la cuidara bien porque a
medida que pase el tiempo el hilo que representaba la vida de él se ira soltando.
El joven príncipe tuvo tanta curiosidad de cómo serían sus hijos y su esposa y como serian ellos al
crecer y así poco a poco fue tirando del hilo hasta que se observó en el espejo y se vio viejo y
rápidamente intento enrollar el hilo, pero el tiempo que le quedaba ya era casi exclusivo para su
muerte; la bobina entonces se dispuso a hablarle nuevamente diciéndole que había gastado su vida
queriendo ser grande y que el tiempo que haló no los podrá recuperar y deberá sufrir el castigo.
El Príncipe
Cuenta la leyenda que había en un castillo un joven
príncipe que era muy holgazán, solo quería jugar, sus
padres los reyes intentaron de todo para convencerlo en
hacerse cargo de sus responsabilidades pero este joven
berrinchudo no hacía caso, una de las noches que se hartó
de estar escuchando sermones, pidió y pidió ser mayor
para así poder hacer lo que él quisiera.
A la mañana siguiente se levantó y despertó como un
adulto, pero se encontró una bobina de oro, se acercó para
inspeccionarla detenidamente y esta le hablo, le dijo que la
cuidara bien porque a medida que pase el tiempo el hilo que representaba la vida
de él se ira soltando.
El joven príncipe tuvo tanta curiosidad de cómo serían sus hijos y su esposa y
como serian ellos al crecer y así poco a poco fue tirando del hilo hasta que se
observó en el espejo y se vio viejo y rápidamente intento enrollar el hilo, pero el
tiempo que le quedaba ya era casi exclusivo para su muerte; la bobina entonces
se dispuso a hablarle nuevamente diciéndole que había gastado su vida queriendo
ser grande y que el tiempo que haló no los podrá recuperar y deberá sufrir el
castigo.
El ahora rey entro en pánico, grito de manera terrible y murió, habiendo gastado
su vida en hacer nada.
5 FABULAS
El adivino.
Instalado en la plaza pública, un adivino se
entregaba a su oficio. De repente se le acercó un
vecino, anunciándole que las puertas de su casa
estaban abiertas y que habían robado todo lo que
había en su interior.
El adivino levantose de un salto y salió corriendo
hacia su casa, desencajado y suspirando, para ver
lo que había sucedido.
Uno de los que allí se encontraban, viéndole correr le dijo:
-Oye, amigo, tú que te vanaglorias de prever lo que ocurrirá a los otros, ¿por qué
no has previsto lo que te sucedería a ti?
El adivino no supo qué responder.
Moraleja: no hay que fiarse de aquellos que dicen que pueden adivinar el futuro de
los demás. Tan sólo pretenden estafarnos y quitarnos nuestro dinero.
Fabula el Astrónomo
En un país muy lejano, donde la ciencia es muy importante
para sus habitantes, había un anciano astrónomo, le
gustaba realizar el mismo recorrido todas las noches para
observar las estrellas.
Un día, uno de sus viejos colegas le dijo que había
aparecido un extraño astro en el cielo, el anciano salió de
la ciudad para poder verlo con sus propios ojos. Muy
emocionado estaba el astrónomo mirando al cielo, no se
dio cuenta que a pocos pasos de él había un agujero.
Cuando se cayó al agujero comenzó a gritar pidiendo
ayuda.
Cerca del agujero pasaba un hombre, el cual se acercó hasta el agujero para ver lo
que sucedía; ya informado de lo que había ocurrido, le dijo al anciano:
"Te ayudaré a salir de ahí, pero ten mucho cuidado la próxima vez que salgas por
un lugar que desconoces, tienes que estar muy atento por donde caminas ya que
te puedes encontrar con cualquier cosa en el suelo."
Moraleja: Antes de lanzarse a la aventura, hay que conocer el lugar por el que se
transita.
- Lo siento pequeña pulga, pero no puedo hacer otra cosa que acabar con tu vida
para siempre, ya que no tengo ningún motivo para seguir aguantando tus picaduras,
no importa si es grande o pequeño que pueda ser el prejuicio que me causes.
Moraleja: todo aquel que le hace daño a otra persona, debe estar dispuesto a
afrontar las consecuencias.
5 RETAHILAS
China, china
China, china,
capuchina,
en esta mano,
está la china.
5 CUENTOS
1. EL CUENTO DE PINOCHO.
Erase una vez en una vieja carpintería, Geppetto, un señor
amable y simpático, terminaba más un día de trabajo dando los
últimos retoques de pintura a un muñeco de madera que había
construido este día. Al mirarlo, pensó: ¡qué bonito me ha
quedado! Y como el muñeco había sido hecho de madera de
pino, Geppetto decidió llamarlo Pinocho.
Aquella noche, Geppeto se fue a dormir deseando que su
muñeco fuese un niño de verdad. Siempre había deseado tener
un hijo. Y al encontrarse profundamente dormido, llegó un hada
buena y viendo a Pinocho tan bonito, quiso premiar al buen
carpintero, dando, con su varita mágica, vida al muñeco.
Al día siguiente, cuando se despertó, Geppetto no daba crédito a
sus ojos. Pinocho se movía, caminaba, se reía y hablaba como un
niño de verdad, para alegría del viejo carpintero. Feliz y muy satisfecho, Geppeto mandó a
Pinocho a la escuela. Quería que fuese un niño muy listo y que aprendiera muchas cosas.
Le acompañó su amigo Pepito Grillo, el consejero que le había dado el hada buena.
Pero, en el camino del colegio, Pinocho se hizo amigo de dos niños muy malos, siguiendo
sus travesuras, e ignorando los consejos del grillito. En lugar de ir a la escuela, Pinocho
decidió seguir a sus nuevos amigos, buscando aventuras no muy buenas. Al ver esta
situación, el hada buena le puso un hechizo.
Por no ir a la escuela, le puso dos orejas de burro, y por portarse mal, cada vez que decía
una mentira, se le crecía la nariz poniéndose colorada. Pinocho acabó reconociendo que
no estaba siendo bueno, y arrepentido decidió buscar a Geppetto. Supo entonces que
Geppeto, al salir en su busca por el mar, había sido tragado por una enorme ballena.
Pinocho, con la ayuda del grillito, se fue a la mar para rescatar al pobre viejecito. Cuando
Pinocho estuvo frente a la ballena le pidió que le devolviese a su papá, pero la ballena
abrió muy grande su boca y se lo tragó también a él.
Dentro de la tripa de la ballena, Geppetto y Pinocho se reencontraron. Y se pusieran a
pensar cómo salir de allí. Y gracias a Pepito Grillo encontraron una salida. Hicieron una
fogata. El fuego hizo estornudar a la enorme ballena, y la balsa salió volando con sus tres
tripulantes. Todos se encontraban salvados.
Pinocho volvió a casa y al colegio, y a partir de ese día siempre se ha comportado bien. Y
en recompensa de su bondad el hada buena lo convirtió en un niño de carne y hueso, y
fueron muy felices por muchos y muchos años. FIN
3. BLANCA NIEVES
Era una hermosa niña, blanca como la nieve, con el cabello negro y la
carita sonrosada. Su madre, la reina, murió al traerla al mundo y, años
mas tarde, el rey volvió a casarse, dándole una madrastra que gustaba
hablarle a su espejo.
Blancanieves era el nombre de la niña, y su madrastra, bella, pero fría y
cruel, no dejaba de preguntar a su espejo: "¿Soy yo la mujer más
bella?". Y el cristal decía que sí, pero al crecer Blancanieves, se hizo
más linda y un día la madrastra obtuvo esta respuesta: "Tú ya no eres
la más bella, ahora lo es la linda Blancanieves". La mujer no soportó la
verdad, llamó a uno de los servidores y sin rodeos, le ordenó: "LLévate
a Blancanieves al bosque, la matas y tendrás buena recompensa". El
hombre, que conocía a la princesa hacía mucho, la llevó allí, pero no le
hizo daño.
"La reina quiere matarte, por favor no vuelvas sino yo seré el muerto", le
dijo y se alejó abandonándola.
Sola, Blancanieves creyó morir de miedo, pero la aparición de una
casita le devolvió la vida. Entró, no había nadie y todo era muy chiquito. Comió algo y se
quedó dormida. Al llegar sus dueños, los siete enanitos, percibieron que tenían un extraño
visitante: era una princesa y la despertaron con tantos cuchicheos. Blancanieves trató de
huir, pero se lo impidieron. Les contó sus penas y los siete enanitos juraron que la iban a
cuidar toda la vida.
Y en el castillo, la reina enfurecía luego de oír que su espejo le decía: "La más bella es
Blancanieves y vive en casa de unos enanitos". Descubierto el engaño, ella misma se
disfrazó de mendiga y fue en busca de Blancanieves, para darle la manzana envenenada
que iba a causar su muerte.
Los siete enanitos lloraron la muerte de Blancanieves junto con los animalitos. La iban a
sepultar, pero estaba tan lozana que optaron por colocarla en una urna de cristal, y
durante años llegaban allí para venerarla.
Fue entonces que llegó al lugar un bello príncipe, alertado por la leyenda de
Blancanieves, y al verla, pidió a los enanitos que le permitieran llevársela con él, pero
ellos no le aceptaron la propuesta. En cambio, la veneró día y noche, hasta que no dudó
en darle un beso y la bella Blancanieves volvió a la vida como por encanto. El hechizo
había acabado, los enanitos lo celebraron, la reina murió de envidia, el príncipe pidió su
mano y fueron muy felices. Fin
4. La casita de chocolate
Dos hermanitos salieron de su casa y fueron al bosque a coger
leña. Pero cuando llegó el momento de regresar no encontraron
el camino de vuelta. Se asustaron mucho y se pusieron a llorar
al verse solos en el bosque.
Sin embargo, allá a lo lejos vieron brillar la luz de una casita y
hacia ella se dirigieron. Era una casita extraordinaria. Tenía las
paredes de caramelo y chocolate. Y como los dos hermanos
tenían hambre se pusieron a chupar en tan sabrosa golosina.
Entonces se abrió la puerta y apareció la viejecita que vivía allí,
diciendo:
Hermosos niños, ya veo que tenéis mucho apetito. Entrad, entrad y comed cuanto
queráis.
Los dos hermanitos obedecieron confiados. Pero en cuanto estuvieron dentro, la
anciana cerró la puerta con llave y la guardó en el bolsillo, echándose luego a reír. Era
una perversa bruja que se servía de su casita de chocolate para atraer a los niños que
andaban solos por el bosque.
Los infelices niños se pusieron a llorar, pero la bruja encerró al niño en una jaula y le
dijo:
- No te voy a comer hasta que engordes, porque estas muy delgado- Primero te cebaré
bien.
Y todos los días le preparaba platos de sabrosa comida. Mientras tanto a la niña la
obligaba a trabajar sin descanso. Y cada mañana iba la bruja a comprobar si engordaba
su hermanito, mandándole que le enseñara un dedo. Pero como tenía muy mala vista, el
niño, que era muy astuto, le enseñaba un huesecillo de pollo que había guardado de una
de las comidas. Y así la bruja quedaba engañada, pues creía que el niño no engordaba.
- Sigues muy delgado decía -. Te daré mejor comida.
Y preparaba nuevos y abundantes platos y era la niña la que se encargaba de llevarlos
a la jaula llorando amargamente porque sabía lo que la bruja quería hacer con su
hermano.
Escapar de la casa era imposible, porque la vieja nunca sacaba la llave del bolsillo y no
se podía abrir la puerta. ¿Cómo harían para escapar?
Un día llamó la bruja a la niña y le dijo:
- Mira, ya me he cansado de esperar porque tu hermano no engorda a pesar de que
come mejor que un rey. Le preparo las mejores cosas y tiene los dedos tan flacos que
parecen huesos de pollo. Así que vas a encender el fuego enseguida.
La niña se acercó a su querido hermanito y le contó los propósitos de la malvada bruja.
Había llegado el momento tan temido.
La bruja andaba de un lado para otro haciendo sus preparativos. Como veía que pasaba
el tiempo y la niña no había cumplido lo que le había mandado, gritó:
¿A qué esperas para encender el fuego?
La hermana tuvo entonces una buena idea:
- Señora bruja - dijo -, yo no sé encenderlo.
- Pareces tonta - contestó la bruja -; tendré que enseñarte. Fíjate, se echa mucha leña,
así. Ahora enciendes y soplas para que salgan muchas llamas. ¿Lo ves?
Como estaba la bruja en la boca del horno, la niña le arrancó de un tirón las llaves que
llevaba atadas a la cintura y, dando a la bruja un tremendo empujón, la hizo caer dentro
del horno.
Libre ya de la bruja, y usando las laves, abrió con gran alegría la puerta de la jaula y
salieron los dos corriendo hacia el bosque. Se alejaron a todo correr de la casita de
chocolate y cuando encontraron el camino de regreso a su casa lo siguieron y llegaron
muy felices.
(Hermanos Grimm)
5. PETER PAN
Péter Pan es un niño volador que, acompañado del hada Campanilla,
invita a la niña Wendy y a sus dos hermanos a visitar volando la isla de
Nunca Jamás y conocer a los Niños Perdidos que viven con él, con la
intención de que Wendy sea la mamá de todos ellos. En la isla también
viven los piratas liderados por el Capitán Garfio, a quien Peter cortó la
mano y se la dio a comer a un cocodrilo que lo persigue desde entonces.
Al llegar, los niños construyen encantados una casa para Wendy, que
ejerce su papel de madre amorosa, contando cuentos, dando medicinas y
poniendo normas. Tras varias aventuras en la isla, Garfio captura a los
niños justo cuando Wendy los había convencido, con el enfado de Peter,
para volver y ser adoptados por su familia. Al enterarse del rapto, Peter
acude a rescatarlos y vence a Garfio en la lucha final, entregándoselo al
cocodrilo. Después vuelven todos a casa, donde son adoptados, excepto
Peter, que no quiere crecer y decide regresar a la isla, prometiendo volver
para llevarse a Wendy cada primavera.
5 HISTORIAS
1. El Forastero
Las historia ya era conocida en ese pueblo. Un día un
forastero decide hospedarse en una casa por una semana y
luego continuar su viaje. TOC TOC TOC,. El forastero se
despertó y se preguntó quien toca a estas horas, al abrir la
puerta se encuentra con una niña con rasgos de quemaduras,
entonces el forastero le pregunta ¿Qué necesitas niña a estas
horas? , ella responde, ¿me regalarías un vaso de agua? y él
le dice que claro que si, después de darle el vaso con agua la
niña se retira.Al día siguiente la misma niña fue a la misma
hora donde el forastero y lo mismo, le pidio agua, pasaron 4
días seguidos en que la niña llegaba a traer agua. Entonces el
Forastero decide hacerle unas preguntas, esperó que sea la
media noche, llegó la niña y toca la puerta TOC TOC TOC, el
forastero abre la puerta y la niña le pide si le pudiera regalar un poco de agua en su vaso,
el forastero saca un poco de agua y le da a la niña. Cuando la niña ya disponía a irse el
forastero decide preguntarle ¿niña, oye, para quien es ese vaso de agua?... ella le
responde: para mi papá, y el fostero sigue preguntando ¿y dónde está tú papá? ella dice:
él se está quemando...el forastero queda sorprendido y le pregunta ¿quién es tu papá? y
la niña grita con voz aterrorizante ¡ES EL DIABLOOOO!. Aquel grito fue escuchado por
todo el pueblo y el forastero falleció 2 días después... se dice que la niña sale a penar los
21de febrero de todos los años, durante 2 semanas atacando turistas... ¿quién será la
próxima víctima?....Podrías ser tuuuuuuu.....
2. El carretón de la Muerte
Llegada la media noche, muchas personas del Centro
Histórico de la ciudad capital de Guatemala, estamos
hablando de allá por los años mosos de la ciudad, se
escuchan el roce de las ruedas de una carreta con el
suelo. Hay quienes aseguran han oído hasta relinchar
a los caballos que algunos dicen que por los ojos
lanzan llamas. Cuando la curiosidad hace que las
personas vayan a ver, no ven nada, aunque escuchan
y hay quienes dicen sienten un aire extraño que pasa
sobre sus cabezas porque este carretón no roza el piso sino que vuela... La piel se eriza
y se pone como de gallina solo de oír, la gente prefiere quedarse en su casa y solo
escucharlo pasar porque dicen que en ese carretón nos iremos todos, el dia que la muerte
decida trasladarnos al mas allá, pobre y ricos iremos en él.
3. Los penitentes de la Recolección
Todos los días a los doce de la noche, los vecinos del
Barrio de La Recolección escuchan pasos de
encadenados. Son penitentes fantasmas que quieren
librarse de sus culpas. Cuando los han visto no solo
van encadenados sino con capuchones antiguos.
Algunos se flagelan. Son animas por las cuales las
viejitas dicen hay que rezar. Verlos atemoriza pero
también produce pena y compasión porque a nadie le
gustaría estar eternamente encadenado a sus malas
acciones. Una noche en que pasaba la procesión de
cucuruchos Mario un muchacho valiente y aventado,
decidió salir a su encuentro, cuando oyó que se
acercaban los penitentes por las viejas calles, vacias a esa hora, hasta el ambiente
estaba frio y nuboso más que de costumbre, pues cuando vio desfilar los cucuruchos se le
erizo la piel, se puso como de gallina, uno de los cucuruchos salio de la fila y se le acerco,
le dijo: -toma, cuídamelo hasta que regrese por él. Mario no pudo negarse y tomo el cirio
que llevaba el cucurucho, Mario al siguiente día empezó a enfermar, lo peor de todo era
que, los doctores no encontraban del porque estaba enfermo Mario, este había guardado
el cirio que le diera el espectro en un baúl, cuando volvieron a pasar los cucuruchos,
Mario salió con el cirio en la mano listo para entregárselo a su dueño, pero oh sorpresa, el
cirio ya no era esto, sino era un fémur, el espectro al ver el hueso le dijo: Yo te he dado un
cirio y tu me quieres entregar un fémur. De castigo tendrás que acompañarme, dicho y
echo, Mario fue tomado de los brazos que por la enfermedad ya estaban bastante flacos,
le pusieron un cucurucho, le dieron un cirio encendido y paso a formar parte de la larga
fila de los penitentes de la Recolección, esto me lo conto mi abuelito Julio, dice que
sucedió hace muchos años alla por los viejos barrios de la capital.
"Cuando tenía unos 8 años, me gustaba mucho jugar con Mega Bloks;
armaba grandes torres, para luego derrumbarlas. Una de esas veces, ya
habiendo tirado otra de mis torres, me aburrí de
estar en mi cuarto y fui a pedirle permiso a mi
mamá para salir a jugar. Ella me dijo que me
dejaría una vez que recogiera los bloques que
había dejado en el piso, entonces yo me giré
para regresar a mi cuarto, pero me detuve
porque mi hermano, de 5 años estaba en mi
cuarto, recogiendo los juguetes por mí. Había
encendido la luz, estaba callado y se veía muy
concentrado en lo que hacía. Volteé con mi mamá otra vez, y le dije, "Ah, mi
hermano ya lo esta haciendo por mí," a lo que ella se asomó, observó mi
puerta muy desconcertada por un par de segundos, y dijo: "Ahí no hay
nadie. Tu hermano está afuera, jugando." Volví a mi cuarto y vi que, en
efecto, no había nadie; ahora la luz estaba apagada, y los juguetes seguían
en el suelo. Sí se me hizo extraño, pero decidí ignorarlo, recoger y
simplemente salir..."
5 POEMAS
1. El canto de mi madre.
Desde niño escuchaba su bello canto.
Con palabras alegres que me enseñó a entonar,
con letras de acción que viven en mi corazón,
ahora son parte de mi inspiración,
para yo describirla en verso y canción.
2. Me duele.
Me duele este momento vil,
me duele el enojo,
me duele la envidia.
3. Tardes lluviosas.
Esas tardes lluviosas,
frías, grises, intransitables,
me hacen recordarte.
En un suave susurro
pronuncio tu nombre inolvidable.
Veo ilusiones,
veo tristezas
más no por ello
dejo de acariciar
al niño que empieza.
Cuando prendo la TV
y ver figuras
de serias personas
que discuten
los problemas del mundo
me río al mirar a algunos
tan serios bufones.
5. Una súplica.
Si algún día andas por el pueblo
y te acompañan tus amigas o él,
y en una calle solitaria me encuentras
tirado al vicio, ebrio, miserable,
por favor, regalame un Quetzal,
pero no me mires a los ojos
ni me hables con tu dulce voz
pues será hundirme más en la miseria.
5 TRABALENGUAS
1. Tengo un tío cajonero
que hace cajas y calajas
y cajitas y cajones.
Y al tirar de los cordones
salen cajas y calajas
y cajitas y cajones.