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Para entender la definición de cigoto, escrito muchas veces como zigoto, es importante
conocer el concepto de gameto.
Los gametos son las células reproductivas producidas en las gónadas o órganos
sexuales. En los humanos, distinguimos entre los gametos femeninos, los óvulos, y los
gametos masculinos, los espermatozoides.
La característica principal de estas células es que son haploides, es decir, que poseen la
mitad de la información genética que el resto de células del organismo humano, que son
diploides. Así, las células somáticas humanas poseen 46 cromosomas, mientras que las
células sexuales tienen 23. El proceso que da lugar a esta reducción de la información se
conoce como meiosis. Puedes encontrar más información aquí: ¿Qué es la meiosis?
Mórula
Tras la fecundación, el cigoto pasa a tener dos células, luego cuatro, ocho, dieciséis…
Aproximadamente en el día 4 de su desarrollo, el embrión es un grupo numeroso de
células idénticas, difíciles de distinguir. Forman un conjunto que nos recuerda a una
mora y, por ello, el embrión en este momento se conoce como mórula.
Blastocisto
Alrededor del día 5-6 de desarrollo, se inicia la diferenciación celular, que dará lugar a
dos grupos celulares. Por una parte, las células del trofoectodermo (parte externa), que
darán lugar a la placenta y otras estructuras necesarias para mantener el embarazo. Por
otra parte, las células de la masa celular interna (MCI), que formarán el feto. En el
interior embrionario, se forma una especie de cavidad: el blastocele.
A partir de ahora, el embrión crece a un ritmo muy rápido y deja de tener una forma
redondeada para tener un aspecto más alargado y parecido a la estructura fetal, aunque
sin ningún tipo de detalles.
Etapa fetal
Es en la semana 8 de gestación cuando termina la etapa embrionaria y empieza la etapa
fetal. Podemos decir, por tanto, que un embrión de 8 semanas es ya un feto.
En el feto irán produciéndose cada vez más diferenciaciones celulares y se crearán, así,
los distintos órganos. A medida que avanza el desarrollo, el feto irá adquiriendo la
apariencia de bebé.
Este periodo es el más largo de toda la evolución prenatal. A lo largo de toda esta etapa
de gestación, la mujer se someterá a diversos controles que determinarán si el ritmo de
crecimiento y desarrollo fetal es el adecuado.
Generalmente, los embriones son transferidos en día 3 o en día 5-6. Aunque en algunos
casos se hace, no es común transferir los embriones en día 2, día 4 o más allá del día 6
de desarrollo.
No. Un embarazo ectópico o embarazo extrauterino debe operarse cuanto antes para
evitar problemas mayores en el organismo de la mujer. Lo más común es que se
produzca en las trompas de Falopio, aunque también puede darse en otras zonas del
organismo como el ovario, el canal cervical, la zona pélvica, etc.
En principio sí, pues 2 meses son unas 8 semanas y es en este momento cuando el
embrión pasa a ser denominado feto.
¿Hay alguna señal que indique que el embrión ha implantado y que, por
tanto, su devolución hasta feto continúa?
Lo más común es sentir náuseas, vómitos, pesadez, cansancio y ligeros mareos. Por otra
parte, hay mujeres que tienen un pequeño sangrado debido a la implantación.
El parto natural es una manera de dar a luz "con poca tecnología" al permitir que la
naturaleza siga su curso. Esto puede incluir:
Muchas mujeres con embarazos de bajo riesgo eligen el modo natural para evitar los
riesgos posibles que los medicamentos pueden plantear para la madre o el bebé. Los
analgésicos pueden afectar el trabajo de parto, por ejemplo, bajar la presión arterial,
retardar o acelerar el trabajo de parto, provocar náuseas y generar sensación de falta de
control.
Sin embargo, son muchas las mujeres que optan por el parto natural para estar más en
contacto con la experiencia de parto y manejar el trabajo de parto de un modo más
proactivo.
¿Dónde se realiza?
Muchas mujeres que se deciden por el parto natural eligen dar a luz en un entorno no
hospitalario, por ejemplo, una maternidad, donde el foco es el parto natural. Las mujeres
son libres de caminar de un lado a otro durante el trabajo de parto, adoptar posiciones
que les resulten más cómodas y pasar tiempo en la bañera o el jacuzzi. Se monitorea al
bebé con frecuencia, por lo general con un dispositivo ecográfico portátil. A menudo se
recurre a medidas que aumenten el bienestar, como la hidroterapia, los masajes, las
compresas tibias y frías, y las técnicas de visualización y relajación. Las mujeres pueden
comer y beber libremente, según lo deseen.
Hay estudios que indican que el apoyo continuo durante el trabajo de parto de una mujer
capacitada y con experiencia, como una partera o una doula, puede redundar en un
trabajo de parto más corto, una menor cantidad de medicamentos (o ninguno) y menos
posibilidades de que haya que practicar una cesárea. Además, su participación puede
generar un sentimiento más positivo respecto del trabajo de parto una vez que este ha
terminado.
Además del padre, se puede permitir que otros niños, los abuelos y los amigos
presencien en parto (una práctica también frecuente en las maternidades). Después del
parto, los bebés pueden permanecer más tiempo con la madre. En su forma más plena,
este abordaje suele recibir el nombre de cuidado centrado en la familia.
¿Cómo se hace?
Usted elige cómo desea lidiar con el dolor. Cada mujer encuentra que hay diferentes
métodos más adecuados para ella. Muchas pueden controlar el dolor al canalizar su
energía y concentrarse en otra cosa. Las dos filosofías de parto predominantes en los
Estados Unidos son la técnica Lamaze y el método Bradley.
La técnica Lamaze enseña que el parto es un proceso normal, natural y saludable, pero
adopta una postura neutral respecto de los analgésicos y alienta a las mujeres a tomar
decisiones informadas sobre lo que es mejor para ellas.
El método Bradley (también llamado parto asistido por el esposo) hace hincapié en un
abordaje natural del parto y en la participación activa de un acompañante de parto. El
objetivo principal de este método es evitar el uso de medicamentos, a menos que sean
imprescindibles. El método Bradley también se centra en la nutrición adecuada y el
ejercicio durante el embarazo, así como en las técnicas de relajación y respiración
profunda para afrontar el trabajo de parto. Aunque el método Bradley aboga por una
experiencia de parto sin medicamentos, las clases preparan a los padres para
complicaciones o situaciones imprevistas, por ejemplo, cesáreas de emergencia.
Para manejar el dolor durante el trabajo de parto, las mujeres también pueden:
¿Qué se sentirá?
Si bien suele considerarse que el trabajo de parto es uno de los eventos más dolorosos
que una persona puede experimentar, esto varía mucho de una mujer a otra e, incluso,
de un embarazo a otro. Las mujeres sienten el dolor del trabajo de parto de distintos
modos. Para algunas, se parece al dolor menstrual; para otras, es una presión aguda; y,
para otras, son oleadas muy fuertes que se asemejan a los retortijones abdominales. Las
madres primerizas son más propensas a referir un nivel de dolor más elevado en
comparación con las mujeres que ya tuvieron bebés.
¿Cuánto durará?
No existe un horario mágico para un parto. Algunas mujeres tienen a sus bebés en unas
pocas horas, mientras que otras pasan el día entero en trabajo de parto (o más tiempo).
Ya sea que elija recibir medicamentos o no, el cuerpo de cada mujer reacciona de
manera diferente ante el trabajo de parto.
Riesgos y precauciones
En general, el parto natural es muy seguro. Sólo se vuelve riesgoso si una mujer ignora
las recomendaciones de su proveedor de atención médica o si no permite la intervención
médica cuando las cosas no resultan según lo planeado.
Al igual que le ocurre a cualquier otra mujer que ha dado a luz, es probable que:
esté exhausta (es probable que usted y su bebé deseen dormir lo más posible)
esté temblorosa y tenga frío (muchas mujeres tiemblan después del parto; se trata de
una reacción natural)
esté dolorida (posiblemente sienta contracciones uterinas, en especial al amamantar, y
tenga algunos dolores y malestares en la vagina y la zona que la rodea)
esté eufórica y se sienta muy fuerte (es posible que tenga una abrumadora sensación
de haber concretado un logro, con la satisfacción de saber que lo hizo por sí sola)
El trabajo de parto puede ser más doloroso de lo que se imaginó. Algunas mujeres que
expresaron de antemano no querer ningún tipo de analgésico cambian de opinión al
comenzar el trabajo de parto. Esto es muy frecuente y totalmente comprensible.
Cesárea
Una cesárea es un tipo de intervención quirúrgica el cual se realiza una incisión
quirúrgica en el abdomen (laparotomía) y el útero de la madre para extraer uno o más
bebés. La OMS suele recomendar su uso cuando un parto vaginal podría conducir a
complicaciones médicas, que según la NOM-007 debiera ser utilizada únicamente en el
15% de los embarazos.
No se debe confundir con la episiotomía, que es una incisión en el periné para facilitar
el parto. La cesárea se hace por encima de la pelvis.
Clasificación
Hay varios tipos de cesáreas:
Riesgos
Estadísticas de los años noventa sugieren que al menos una mujer por cada 2500 que
tengan cesárea morirá, comparado con una en 10.000 para el parto vaginal. 4 La
mortalidad sigue en descenso, pero el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido
declaró que el riesgo de muerte es tres veces el de un parto vaginal. 5 Sin embargo, no es
posible comparar directamente las tasas de mortalidad de los partos vaginales y por
cesárea porque las mujeres que tuvieron la cirugía tenían mayor riesgo.
Los bebés nacidos por cesárea suelen tener problemas iniciales para respirar. Además
puede ser difícil la alimentación porque tanto la madre como el bebé están afectados por
la medicación para el dolor.
Una cesárea es una cirugía mayor, con todos los riesgos y eventos que conlleva. El
dolor en la incisión puede ser intenso, y la recuperación completa de la movilidad puede
tomar semanas.
Anestesia
La madre generalmente recibe anestesia regional (espinal) o epidural, lo que le permite
estar despierta durante el parto y evita la sedación del infante.
En la práctica moderna, la anestesia general para la cesárea es cada vez más rara puesto
que se ha establecido científicamente el beneficio de la anestesia regional tanto para la
madre como para el bebé.