You are on page 1of 12

APUNTES SOBRE EL NARRADOR EN LA NOVELA AURA DE CARLOS FUENTES

ESTRELLA CARTIN B. DE GUIER


NELL y GARCIA M. de MENDOZA

Desde el nacimiento de la novela moderna, la vacilación puede ser también sentida por un per-
crítica se ha planteado cada vez con mayor interés sonaje, de tal modo que el papel del lector está
la problemática del narrador, como elemento que confiado a un personaje y al mismo tiempo la va-
contribuye al acercamiento y comprensión del cilación está representada; se convierte en uno de
objeto literario. La determinación del punto de los temas de la obra.
vista narrativo es elemento valioso en el análisis de De ahí la importancia que la enunciación, el
la obra y está en íntima relación con el estilo de la problema del narrador, adquiere en el análisis del
misma. relato fantástico. En las historias fantásticas, el
Tzvetan Todorov reconoce una subordinación narrador habla por lo general en primera persona.
de lo narrado a la figura del narrador. Este narrador representado, dice Todorov, con-
Dice textualmente, el mencionado autor: viene perfectamente a lo fantástico. Es preferible
"Es él, (el narrador) quien dispone ciertas al narrador no representado y ello, fundamen-
descripciones antes que otras, aunque éstas las talmente, por dos razones: 1) Si el acontecimiento
precedan en el tiempo de la historia. Es él quien sobrenatural nos fuese relatado por ese tipo de na-
nos hace ver la acción por los ojos de talo cual rrador, estaríamos en el terreno de lo maravilloso,
personaje, o bien por sus propios ojos, sin que para ya que no habría motivo para poner en duda sus
ello necesite aparecer en escena. Es él, por último palabras; pero como sabemos, lo fantástico exige la
quien elije contarnos tal peripecia a través del diá- duda. No es simple casualidad que los cuentos ma-
logo de dos personajes o bien mediante una des- ravillosos utilicen rara vez la primera persona: no
cripción obj tiva" (1 ). les es necesaria, su universo sobrenatural no debe
Intentaremos un acercamiento e interpre- suscitar dudas. Lo fantástico nos pone ante un di-
tación de la novela Aura de Carlos Fuentes, tra- lema: creer o no creer. 2) La primera persona rela-
tando de esclarecer el punto de vista narrativo de tante es la que con mayor facilidad permite la
la obra. identificación del lector con el personaje, puesto
Esta novela, se ajusta a los rasgos que To- que el pronombre "yo", pertenece a todos.
dorov, en su Introducción a la Literatura Fantás- En el caso de la novela que nos ocupa, nos
tica (2), señala como características de este tipo de hallamos frente a un narrador que es a la vez per-
relato. Lo fantástico, dice el crítico ruso, se define sonaje y protagonista de los hechos, razón por la
como una percepción particular de aconte- cual correspondería exactamente el uso de la pri-
cimientos extraños. Es preciso que el texto obligue mera persona, pero Carlos Fuentes nos ofrece aquí
al lector a considerar el mundo de los personajes una modalidad especial que utiliza también en otra
como un mundo de personas reales y a vacilar de sus novelas de la misma época: "La muerte de
entre una explicación natural y una explicación Artemio Cruz" y es el uso de la segunda pro-pri-
sobrenatural de los acontecimientos evocados. Esta mera persona. Este uso de un tú reflexivo dialo-

97
gístico que determina una complicada apariencia cimiento total del narrador omnisciente. Estamos
del hablante básico, se propone plasmar un diálogo frente a una modalidad un tanto particular del
establecido entre los propios niveles de la interio- narrador "con". La percepción de los hechos nos
ridad o como señala Ynduraín: "el tú como perso- llega a través del narrador protagonista, pero la
naje imaginario, es el punto de encuentro, la visión que éste tiene de ellos y el grado de cono-
objetivación más próxima de las vivencias del yo cimiento son limitados y difusos. El personaje
individual (3). Se trata pues de un desdoblamiento percibe los hechos desde una perspectiva semio-
del yo en el ámbito de un monólogo interior en el nírica, o envueltos en la penumbra que le impide
cual la segunda persona estratifica una de las distinguir con precisión las situaciones, o bajo el
formas en las que se disocia la interioridad. En efecto de influjos hipnóticos.
Aura, ya desde el inicio del relato surge ese tú, que Todo acercamiento al personaje Aura, deja
nos hace preguntamos ¿quién habla a quién? cierta vacilación, ya que no es posible precisar, si
¿Será Felipe Montero que se habla a sí mismo? los hechos ocurren realmente o son ilusión de los
¿Se tratará de un desdoblamiento de la perso- sentidos o realidad on írica. El primer encuentro
nalidad? ¿Será un yo remoto que ordena y un yo amoroso de Aura y Felipe transcurre entre dos
cercano que actúa? Junto a esta modalidad del sueños. ¿Es que realmente despierta cuando so-
empleo de la segunda persona, cabe destacar el uso ñaba con la mano descarnada que avanzaba hacia
de cierto matiz del tiempo futuro que alterna, en él, o ese despertar ocurre dentro del mismo sueño
apariencia arbitrariamente, con el presente, revis- y entonces sólo soñó su relación con Aura? Al
tiendo ambos un valor de pasado. tercer día de estar en aquella casa, Felipe cae en un
Ya Fuentes había utilizado este recurso en la sopor desde la mañana y de nuevo le asalta el
novela anteriormente citada, para referirse a sueño de la vieja que avanza con la mano descar-
hechos ya pretéritos, en el momento en que el nada y mira a Aura delante de él, gritando porque
hablante inicia la narración, pero futuros en re- unas manos han rasgado su falda y ve los dientes
lación con hechos anteriormente enunciados. Los de la vieja superpuestos a los de la muchacha. Es
hechos narrados en futuro son posteriores al hecho interesante destacar que la primera noche el per-
inicial de la lectua del anuncio periodístico por sonaje no sueña:
parte de Felipe Montero. El uso del presente con- "Duermes sin soñar, hasta que el chorro de luz
fiere verosimilitud, al relato, pues indica la coexis- te despierta a las seis de la mañana" (5), pero con-
tencia de la naturaleza con los hechos que están forme se va adentrando en ese mundo de pesadilla,
ocurriendo, mientras que el uso intermitente del de plantas adormecedoras y vinos espesos, los
futuro añadido al empleo de la segunda persona, sueños se van haciendo más frecuentes y se va
transforma la coexistencia en algo relativo que no acentuando en él la actitud hipnótica y de sonam-
indica necesariamente coincidencia. Podría atri- bulismo que lo caracterizan.
buírsele al uso del tiempo futuro, ese carácter de "Beben ese vino particularmente espeso y tú
inexorabilidad que tienen los hechos que está vi- desvías una y otra vez la mirada para que Aura no
viendo el personaje. Es como si su otro yo, el que te sorprenda en esa impudicia hisnótica que no
anteriormente vivió los hechos, lo impulsara fatal- puedes controlar" (6).
mente a revividos: "Tú reelerás.- Se solicita histo- "Comes mecánicamente, con la muñeca en la
riador joven. Ordenado. Escrupuloso. Conocedor mano izquierda y el tenedor en la otra, sin darte
de la lengua francesa". cuenta al principio, de tu propia actitud hipnótica,
entreviendo, después una razón en tu siesta opre-
"Levantarás la mirada a los segundos
siva, en tu pesadilla, identificando al fin tus movi-
pisos.
mientos de sonámbulo con los de Aura, con los de
"El olor de la humedad, de las plantas
la anciana (7)".
podridas, te envolverá mientras marcas
Desde el momento en que traspasa los um-
tus pasos (4).
brales de ese ámbito infernal y misterioso, la per-
Grado de conocimiento e interpretación de los cepción del mundo es ambigua, difusa: los objetos,
hechos por parte del narrador. envueltos en una luz agónica, son apenas intuidos,
adivinados: "y las luces dispersas se trenzan en tus
El grado de conocimiento que el narrador pestañas, como si atravesaran una tenue red de se-
tiene de los hechos, está muy lejos del cono- da. Solo tienes ojos para esos muros de reflejos

98
desiguales donde parpadean docenas de luces (8)". Desde el inicio del relato de Fuentes, es el
Las impresiones sensoriales que predominan, léxico el que nos permite experimentar esa atmós-
son aquellas que con mayor facilidad se presentan fera de irrealidad y pesadilla en que transcurre la
al engaño. Las impresiones auditivas, táctiles u acción.
o lfativas, se imponen a las visuales, en esta titu- La antigua casa, ubicada en una parte de la
beante aprehensión del mundo: ciudad en la que es sorprendente que todavía
alguien viva, en medio de viejos palacios coloniales
"Te das cuenta de que no la sigues con la que no lo son, con nomenclaturas confundidas, sin
vista sino con el oido: sigues el susurro de teléfono, parece un recinto en el que el tiempo
la falda, el crujido de una tafeta (9)"~ se hubiera detenido. En ese ámbito infernal y mis-
terioso, de luces parpadeantes, perfumes embria-
"Renuncias porque ya sabes que esta casa gadores, puertas sin cerraduras, criados invisibles,
siempre se encuentra a oscuras. Te obligarás a irrumpirá el hecho fantástico de una mujer que
conocerla y reconocerla por el tacto. Avanzas con obsesionada por prolongar eternamente su belleza
cautela, como un ciego, con los brazos extendidos, y su juventud, logra encarnar su deseo y revivir su
rozando la pared, y es tu hombro que, inad- sueño de amor.
vertidamente, aprieta el contacto de la luz eléctri- Es precisamente gracias al léxico, que logra el
ca (10)". narrador configurar esa atmósfera propicia. Ciertas
"No puedes verla en la oscuridad de la noche connotaciones semánticas de los términos em-
sin estrellas, pero hueles en su pelo el perfume de pleados sugieren lo macabro: los nichos, la piedra,
las plantas del patio, sientes en sus brazos la piel las gárgolas, las ventanas ensombrecidas por largas
suave y ansiosa, todas en sus senos, la flor entre- cortinas verdosas. En la entrada de ese reino miste-
lazada de las venas sensibles, vuelves a besarla y no rioso, una manija con cabeza de perro, ¿acaso el
le pides palabras (I 1)". Cancerbero que guarda las puertas infernales? Y
En ese mundo fantasmal en el que nada es una vez que traspasa los umbrales de aquella
claro y distinto, el narrador no logra precisar con puerta que cede al leve empuje de sus dedos, el
exactitud las situaciones: personaje queda atrapado por una extraña atmós-
fera que lo embruja y le hace perder todo contacto
-" ¿Cómo dijo que se llamaba? con el mundo anterior: "Cierras el zaguán detrás
-¿La coneja? Saga. Sabia. Sigue sus instintos. de ti e intentas penetrar en la oscuridad de ese
Es natural y libre. callejón techado-patio, porque puedes oler el
-Cre í que era conejo. musgo, la humedad de las plantas, las ra ices po-
=Ah, usted no sabe distinguir todavia'' dridas, el perfume adormecedor y espeso. Buscas
( ... ) en vano una luz que te guíe" (14). ¿Es otro Dante,
-Se han olvidado de que en la soledad la ten- que hace su entrada en el reino infernal y como él,
tación es más grande. está perdido en una selva oscura? "Nel mezzo del
-No la entiendo señora. camin di nostra vita mi retrovai perduto in una
( ... ) selva oscura (15)".
Hay que morir antes de renacer. No. No en- . "El olor de la humedad, de las plantas po-
tiendes. Olvida, Felipe; ténrne confianza. dridas, te envolverá mientras marcas tus pasos, pri-
-Si me explicaras ... " (12) mero sobre las baldosas de piedra, enseguida sobre
esa madera crujiente, fofa por la humedad y el
Confirman los anteriores ejemplos el grado de encierro" .
conocimiento limitado que tiene el personaje y la Estamos ya inmersos en un ambiente apro-
difusa percepción de los hechos. piado para la aparición de lo fantástico. La señora
Consuelo, no ha podido vencer en la soledad la
tentación de practicar ciertos ritos de hechizo y
Recursos para lograr el ámbito de lo fantástico brujería; y ella, que no pudo engendrar un hijo,
logra crear a Aura, su memoria encarnada.
"Lo sobrenatural nace del lenguaje, es a la vez Innumerables indicios, conducen a la vaci-
su prueba y su consecuencia" dice Todorov en la lación de la existencia real de Aura y prueban la
obra anteriormente citada (I3). concepción de ésta, como creación de la anciana

99
en su afán de perpetuar eternamente la juventud, comiese con esa fatalidad mecánica, como si espe-
la belleza y el amor: "Sabes, al cerrar de nuevo el rara un impulso ajeno a ella para tomar la cuchara,
folio, que por eso vive Aura en esta casa: "para el cuchillo, partir los riñones ( ... ) y llevárselos a
perpetuar la ilusión de juventud y belleza de la la boca" (20). Sus movimientos se dan al un ísono
pobre anciana enloquecida" (16). con los de la señora Consuelo: "Te repites que
En las memorias del General aparecen ciertos siempre, cuando están juntas, hacen exactamente
indicios importantes: "Sé por qué lloras a veces, lo mismo: se abrazan, sonríen, comen, hablan,
Consuelo. No te he podido dar hijos, a ti, que entran, salen al mismo tiempo, como si una imitara
irradias la vida ... y después: Consuelo, no tientes a la otra, como si de la voluntad de una dependiese
a Dios. Debemos conformamos. ¿No te basta mi la existencia de la otra" (21). Aura y Consuelo son
cariño? Yo sé que me amas; lo siento. No te pido como figuras espejadas. Existen ciertas coinci-
conformidad, porque ello sería ofenderte. Te pido, dencias como la de los ojos verdes y la predilección
tan solo, que veas en ese gran amor que dices por los vestidos de ese color. "Ce sont ses yeux
tenerrne algo suficiente, algo que pueda llenamos a verts qui ont fait ma perdition, los verdes de
los dos sin necesidad de recurrir a la imaginación Consuelo que tenía 15 años en 1867 ... Ma jeune
enfermiza ... y en otra página: Le advertí a poupeé aux yeux verts".
Consuelo que esos brebajes no sirven para nada. "Tu sais si bien t'habiller, ma douce Consuelo,
Ella insiste en cultivar sus propias plantas en el toujours drappé dan s des velours verts, verts
jardín. Dice que no se engaña. Las hierbas no la comme tes yeux". Los ojos de Aura son "ojos de
. fertilizarán en el cuerpo, pero sí en el alma ... Más mar que fluyen, se hacen espuma". Ojos verdes,
tarde: La encontré delirante, abrazada a la almo- limpios, brillantes. "Aura vista de verde" (22).
hada. Gritaba: 'Sí, sí, sí, he podido: la he encar- Es Consuelo la que tiene la vida y el poder de
nado: puedo convocarla, pueda darle vida con mi crear a Aura: "Ella me quiere a mí. Ella se sacrifica
vida'. Tuve que llamar al médico. Me dijo que no por mi. Ella tiene más vida que yo (23)".
podría calmarla, precisamente porque ella estaba Pero la magia cesa, el hechizo se rompe y Aura
bajo el efecto de narcóticos, no de excitantes ... se esfuma. "Ella puede regresar en cualquier mo-
y al fin: Hoy la descubrí, en la madrugada, cami- mento". (El piensa en Consuelo y es a ella a quien
nando sola y descalza a lo largo de los pasillos. se refiere).
Quise detenerla. Pasó sin mirarrne , pero sus pala- "Ella ya no regresará". (24) (La que no regre-
bras iban dirigidas a mí. 'No me detengas -dijo-; sará es Aura).
voy hacia mi juventud, mi juventud viene hacia mí. "Estoy agotada. Ella ya se agotó. Nunca he
Entra ya, está en el jardín, ya llega ... Consuelo, podido mantenerla a mi lado más de tres
pobre Consuelo Consuelo, también el demonio días" (25).
fue un ángel, antes " (17). Ya en páginas anteriores aparece un indicio de
Las apariciones de Aura son repentinas, impre- este agotamiento y de la inminente desintegración
cisas, súbitas: de Aura. "Será Aura, porque viste de tafeta verde
"Miras a un lado y la muchacha está allí, esa de siempre, aunque un velo verdoso oculte sus
muchacha que no alcanzas a ver de cuerpo entero facciones" ( ... )
porque está tan cerca de ti y su aparición fue -El desayuno está listo -te dirán con la
imprevista, sin ningún ruido -ni siquiera los ruidos voz más baja que has escuchado " (26).
que no se escuchan pero que son reales porque se Pero aún después de que se rompe el encanto
recuerdan inmediatamente, porque a pesar de todo y Felipe, creyendo tener en sus brazos a Aura, se
son más fuertes que el silencio que los acom- enfrenta a la cruda realidad de estar amando a
pañó (18). Consuelo, de "senos flácidos y rostro desgajado,
Aura es inasible y también sus desapariciones compuesto de capas de cebolla, pálidos, seco y
son inesperadas: "La sigues en mangas de camisa, arrugado como una ciruela cocida", subsiste la
pero al llegar al vest íbulo ya no la encuen- esperanza: "Volverá Felipe, la traeremos juntos.
tras" (19). Deja que recupere mis fuerzas y la haré regre-
Sus movimientos semejan a los de una mario- sar ... " (27).
neta tirada por hilos invisibles: " ... lo pregun- Dijimos anteriormente que Consuelo logra
tarías si, de repente, no te sorprendiera que Aura, encarnar su memoria de juventud y revivir en su
hasta ese momento, no hubiese abierto la boca y sueño de amor. La encarnación de su deseo es

100
Aura y la forma como revive su amor es atrayendo propia identidad perdida. "Caes agotado sobre la
hasta su casa, mediante el anuncio en el periódico, cama, te tocas los pómulos, los ojos, la nariz, como
a Felipe Montero,joven historiador que responde a si temieras que una mano invisible te hubiese
los requisitos exigidos por la señora. arrancado la máscara que has llevado durante
Otro aspecto de 10 fantástico, vivido desde la veintisiete años: esas facciones de goma y cartón
perspectiva del narrador, es el paulatino descu- que durante un cuarto de siglo han cubierto tu
brimiento que este personaje hace de su anterior verdadera faz, tu rostro antiguo, al que tuviste
identidad. Es el imperativo de una premonición y antes y habías olvidado" (32).
de un oscuro nivel de su conciencia que 10 han Logra el narrador, mediante numerosos indi-
arrastrado hacia su destino fatal. Al caer en las cios, orientar al lector en ese mundo caótico y
redes de ese mundo mágico, va intuyendo poco a confuso.
poco, a la vez que descifra las memorias del Gene- En Aura hay total compenetración entre el
ral, que él no es otro que el mismo General Llo- aspecto formal y el contenido. Si formalmente se
rente, destinado inexorablemente a revivir más allá unen lo real y lo irreal es porque el tema, por
del olvido y de la muerte una intensa historia de fantástico que nos parezca, corresponde a una pro-
amor. funda realidad del ser humano.
Son abundantes los indicios que nos ofrece el ¿Quién no se estremece ante la decadencia
narrador para sugerir esta existencia anterior. Es física -anticipo de la muerte- y desea que la
significativo el uso de verbo "recordar", cuando juventud se prolongue y el amor se perpetúe en el
oye por primera vez la voz de Consuelo: "Señora más allá?
-dices con una voz monótona, porque crees re- En cuanto a los elementos del encantamiento,
cordar una voz de mujer (28)". ¿no los encontramos acaso en la vida cotidiana?
Al primer encuentro con Aura, presiente que Perfumes, vinos, luces y penumbras, ¿no forman
no es la primera vez que ve aquellos ojos: "Tú los parte del ritual del amor?
ves y te repites que no es cierto, que son unos Como en un sueño, por caminos distintos a los
hermosos ojos verdes idénticos a todos los de la razón, Carlos Fuentes descubre nuestro yo
hermosos ojos verdes que has conocido o podrás secreto, logra dar vida a ocultos y profundos
conocer. Sin embargo no te engañas: esos ojos anhelos del ser humano y plasmar los en una obra
fluyen, se transforman, como si te ofrecieran un digna del gran novelista que es Fuentes.
paisaje que sólo tú puedes adivinar y desear" (29).
Luego de la cena de la primera noche, experi-
menta un desconocido placer solo presentido: "Tú
tomas el lugar de Aura, estiras las piernas, en- DISPOSICION DEL MUNDO NARRADO
ciendes un cigarrillo, invadido por un placer que
jamás has conocido, que sabías parte de ti, pero
que sólo ahora experimentas plenamente, libe- Manejo de la dimensión temporal
rándolo, arrojándolo fuera porque sabes que esta
vez encontrarás respuesta" (30). Esta parte del estudio tiene que ver con la
En el segundo encuentro amoroso con Aura, manera cómo el narrador estructura o diseña el
en la habitación baila un vals y la melodía surge en mundo de palabras que es la novela.
él espontáneamente: "Ese vals que tú bailas con Un primer acercamiento a la novela en estudio
ella ( ... ), esa melodía que surge naturalmente de hace notar que aparece dividida en cinco secciones
tu garganta" (31). y que el tiempo cronológico transcurrido en ella
En las fotos que aparecen en las Memorias del corresponde también a cinco días. Sin embargo,
General, Aura y Consuelo se confunden y él en- estas divisiones mencionadas no hacen referencia
cuentra su identidad en el General. "Aura no se directa a los días transcurridos, como fácilmente
verá tan joven como en la primera fotografía, pero podría suponerse. Es el primer indicio, si se quiere
es ella, es él ... eres tú ( ... ) muy superficial, de la no coincidencia entre el
Tapas con una mano la barba blanca del Ge- tiempo cronológico y el tiempo subjetivo ("verda-
neral Llorente , lo imaginas con el pelo negro y dero") al que se alude muy directamente en esta
siempre te encuentras, borrado, perdido, olvidado, obra.
pero tú, tú, tú y luego, la certeza del hallazgo de la En la novela Aura hay momentos de gran

101
intensidad en los que el protagonista dice que ya ventud viene hacia mí" (36). "Mis condiciones son
no mira su reloj, porque esto ya no tiene ningún que viva aquí. No queda mucho tiempo" (37).
sentido. El tiempo que se vive dentro de la na- Nuestra imaginación puede trasladamos a mo-
rración es muy amplio, pues hace referencia a la mentos y circunstancias que consideramos fueron
señora Consuelo desde que ésta ten ía 15 años, en más felices, pero la realidad se impondrá y se en-
el momento de su boda con el general Llorente, cargará de enseñarnos a aceptar nuestras verda-
hasta el presente de la narración cuando ella deras circunstancias. Felipe aceptó su metamor-
contaba con 109 años. Esto es, el período es de fosis no sin resistencia, pero la señora Consuelo fue
unos 94 años. incapaz de hacerlo. Su último grito de hechicera
Un claro ejemplo de este fluir atropellado del enajenada fue el siguiente: "Volverá, Felipe, la
tiempo se encuentra en la relación que hace el pro- traeremos juntos. Deja que recupere fuerzas y la
tagonista de sus encuentros amorosos con Aura: haré regresar ... " (38).
"la mujer, repetirás al tenerla cerca, la mujer, no la
muchacha de ayer: la muchacha de ayer =cuando Estructura interna del relato
toques sus dedos, su talle- no podía tener más de En relación a la construcción del relato se
veinte años; la mujer de hoy -y acaricies su pelo observa que la estructura está fundada en un di-
negro, suelto, su mejilla pálida- parece de seño que abarca también cinco facetas, consti-
cuarenta: algo se ha endurecido, entre ayer y hoy, tuidas éstas por: tres premoniciones, la com-
alrededor de los ojos verdes; el rojo de los labios se prensión inicial del sentido de estas premoniciones
ha oscurecido fuera de su forma antigua, como si y por último, el cumplimiento de ellas.
quisiera fijarse en una mueca alegre, en una sonrisa Antes de tratar de probar con el texto mismo
turbia: como si alternara, a semejanza de esa la hipótesis planteada, se considera oportuno seña-
planta del patio, el sabor de la miel y el de la lar la actitud o situación existencial del narrador
amargura. No tienes tiempo de pensar más" (33). protagonista en esas diferentes circunstancias.
El tiempo ha dejado su huella y en Aura hay En las primeras tres facetas el narrador está
una sombra turbia y un dejo de amargura. El paso sumido en un universo fantasmal de oscuridad,
del tiempo es inexorable y nadie puede detener sus maderas crujientes, ojos que hipnotizan, y luces
efectos. Así lo comprende Felipe cuando se dice: enceguecedoras. En fin, su actitud será como él la
"Escondes la cara en la almohada, tratando de im- resume poco después de haber penetrado en la
pedir que el aire te arranque las facciones que son casa: "como un ciego, con los brazos exten-
tuyas, que quieres para ti. Permaneces con la cara didos" (39).
hundida en la almohada, con los ojos abiertos de- En la cuarta etapa se inicia un proceso de
trás de la almohada, esperando lo que ha de venir, identificación, de reconocimiento que todavía es
lo que no podrás impedir. No volverás a mirar tu muy vago. En cambio, en la faceta final hay una
reloj, ese objeto inservible que mide falsamente un luz que se filtra de manera indiscreta y ella va
tiempo acordado a la vanidad humana, esas ma- develando los contornos inciertos. Además, y esto
necillas que marcan tediosamente las largas horas es lo más importante, el narrador tiene los ojos
inventadas para engañar el verdadero tiempo, el abiertos y ya es dueño de su voluntad.
tiempo que corre con la velocidad insultante, El diseño en cinco facetas se ajusta al siguiente
mortal, que ningún reloj puede medir. Una vida,
esquema:
un siglo, cincuenta años: ya no te será posible ima-
Premonición N° 1 (Anuncio periodístico que
ginar esas medidas mentirosas, ya no te será po-
atrae de manera irresistible).
sible tomar entre las manos ese polvo sin
cuerpo" (34). "Lees ese anuncio: Una oferta de esa natu-
El tiempo pasa con tal velocidad que es impo- raleza no se hace todos los dias. Lees y
sible el tratar de aprehenderlo. Todo intento será relees el aviso. Parece dirigido a ti, a nadie
fallido como el de la señora Consuelo que tendrá más ( ... ) Tu re leerás ( ... ) sólo falta tu
que admitir: "Nunca he podido mantenerla a mi nombre. Sólo falta que las letras más
lado más de tres días" (35). Su vanidad hizo que negras y llamativas del aviso informen:
convocara a su juventud y belleza, pues éstas cons- Felipe Montero ( ... ) Pero si leyeras eso,
tituían su razón de ser, su misma vida: "No me sospecharías, lo tomadas a broma ( ... )
detengas -dijo- voy hacia mi juventud, mi ju- Acuda en persona".

102
Al llegar a la página de anuncios, allí estarán, otra muerte por medio de la resurrección, el velo del
vez, esas letras destacadas: historiador joven (40). templo de Jerusalem se rasgó por la mitad, con lo
Felipe se siente llamado y acude a la cita. que se estaba señalando que la interferencia para
acercarse a Dios en forma directa se había roto y
Premonición N" 2 (Primer sueño de Felipe} que, a partir de ese momento, todos pod ían llegar
hasta el lugar santísimo.
"por primera vez en muchos años sueñas, Además de esta alusión a lo sagrado, hay
sueñas una sola cosa, sueñas esa mano muchas más a lo largo del relato como serían, por
descarnada que avanza hacia ti, con la ejemplo. las referencias a la cruz, la hostia, el
campana en la mano, gritando que te sacrificio de un macho cabrío y el lavamiento de
alejes, que se alejen todos" (41 ). los pies. Este universo religioso lingüístico es claro
Mano descarnada = imagen de señora indicio de que se está frente a la celebración de
Consuelo. una misa negra presidida, en calidad de sacer-
Campana = relacionada con Aura. Esta le dotiza, por la señora Consuelo. Las memorias del
avisa, le advierte que se aleje del peligro general Llorente recuerdan ritos y exorcismos
que lo acecha. practicados por ella:

Premonición N° 3 (Segundo sueño de Felipe "Consuelo, no tientes a Dios. Debemos


co nformarnos ( ... ) algo que pueda
"en el fondo del abismo oscuro, en tu llevamos a los dos sin necesidad de re-
sueño silencioso, de bocas abiertas, en currir a la imaginación enfermiza ( ... ).
silencio, la verás avanzar hacia ti. Desde el Le adverti a Consuelo que esos brebajes
fondo negro del abismo, la verás avanzar a no sirven para nada. Ella insiste ( ... )
gatas. Consuelo, pobre Consuelo ... Consuelo,
En silencio, también el demonio fue un ángel, an-
moviendo su mano descarnada, avan- tes ... "(43).
zando hacia ti, hasta que su rostro se
pegue al tuyo y veas esas encías san- Comprensión inicial de las premoniciones
grantes de la vieja, esas encías sin dientes
y grites y ella vuelva a alejarse, moviendo "Comes mecánicamente, con la muñeca
su mano, sembrando a lo largo del abismo en la mano izquierda y el tenedor en la
los dientes amarillos que va sacando del otra, sin darte cuenta, al principio, de tu
delantal manchado de sangre: tu grito es propia actitud hipnótica, entreviendo,
el eco del grito de Aura, delante de ti en después, una razón en tu siesta opresiva,
el sueño, Aura que grita porque unas en tu pesadilla, identificando, al fin, tus
manos han rasgado por la mitad su falda movimientos de sonámbulo con los de
de tafeta verde, y esa cabeza tonsurada, A ura, con los de la anciana: mirando con
con los pliegues rotos de la falda entre las asco esa muñequita horrorosa que tus
manos, se voltea hacia ti y de en silencio, dedos acarician, en la que empiezas a
con los dientes de la vieja superpuestos a sospechar una enfermedad secreta, un
los suyos, mientras las piernas de Aura, contagio" (44).
sus piernas desnudas, caen rotas y vuelan
Nótense las formas verbales y las connota-
hacia el abismo ... "(42).
ciones que llevan consigo:
entreviendo una razón
En este sueño premonitorio aparecerá nueva-
identificando
mente la mano descarnada de la vieja, pero se aña-
mirando con asco
dirán esas encías sangrantes y la vieja sembrando
empiezas a sospechar.
dientes.
Es significativa la alusión al rasguido, por la y esta otra cita:
mitad, de la falda de tafeta verde. Verde es el color
de Satanás, príncipe del mundo. Según el relato "Te llevas las manos a las sienes tratando
cristiano, cuando Cristo venció el poder de la de calmar tus sentidos en desarreglo: esa

103
tristeza vencida te insinúa, en voz baja, en ( ... ) Las hojas amarillas se quiebran
el recuerdo inasible de la premonición, bajo tu tacto; ya no las respetas, ya sólo
que buscas tu otra mitad, que la concep- buscas la nueva aparición de la mujer de
ción estéril de la noche pasada engendró ojos verdes ( ... ) Sabes, al cerrar de
tu propio doble" (45). La comprensión va nuevo el folio, que por eso vive Aura en
aumentando. El protagonista se está en- esta casa... (47).
contrado a si mismo y con ello aumentará
su capacidad para entender a los demás. El equívoco, como técnica literaria, refuerza,
Los sueños premonitorios se cumplen en la formalmente, esa atmósfera de incertidumbre y
realidad: "acariciarás otra vez el pelo largo de misterio que permea toda la obra. Se presenta en el
Aura: tomarás violentamente a la mujer endeble diálogo de la señora Consuelo con Felipe Montero:
por los hombros, sin escuchar su queja aguda, le
arrancarásla bata de tafeta, la abrazarás, la sentirás -"Saga. Saga. ¿Dónde está? Ici, Saga ...
desnuda, pequeña y perdida en tu abrazo, sin -¿Quién?
fuerzas, no harás caso de su resistencia gemida, de -Mi compañía
su llanto impotente, besarás la piel del rostro sin -¿El conejo?
pensar, sin distinguir: tocarás esos senos flácidos -Sí, volverá.
cuando la luz penetre suavemente y te sorprenda,
te obligue a apartar la cara, buscar la rendija del -Le dije que regresaría ...
muro por donde comienza a entrar la luz de la -¿Quién?
luna, ese resquicio abierto por los ratones, ese ojo -Aura. Mi compañera. Mi sobrina
de la pared que deja filtrar la luz plateada que cae -Buenas tardes (48).
sobre el pelo blanco de Aura, sobre el rostro des-
gajado, compuesto de capas de cebolla, pálido, +Deber ía usted, traer los gatos aquí.
seco y arrugado como una ciruela cocida: apartarás -¿Gatos? ¿cuáles gatos? (49)
tus labios de los labios sin carne que has estado
besando, de las encías sin dientes que se abren ante -Está bien, señora. ¿Podría visitar el jardín?
ti: verás bajo la luz de la luna el cuerpo desnudo de -¿Cuál jardín, señor Montero?
la vieja, de la señora Consuelo, flojo, rasgado, -El que está detrás de mi cuarto
pequeño antiguo, temblando ligeramente porque -En esta casa no hay jardín. Perdimos el
tú lo tocas, tú lo amas, tú has regresado tam- j ard í n cuando construyeron alrededor de la
bién ... "(46). casa (50).
Se está frente al cumplimiento: le arrancarás
la bata de tafeta; el cuerpo rasgado. ¿Qué significa También se presenta en un diálogo de Felipe
este rasguido? El protagonista rompe el hechizo y Montera y Aura cuando ésta dice:
a esto contribuye también la luz que se filtra por el
ojo de la pared. "<Ténme confianza. Ella va a salir hoy
Además de la estructuración del mundo según todo el dÜI...
el diseño ya señalado, el narrador se vale de otros -¿Ella?
recursos tales como el contrapunto, el equívoco, el =Si.Ja otra" (51).
uso simbólico de ciertos elementos, etc. Algunos
pocos ejemplos bastarán para comprobarlo. Se da Elementos simbólicos
la técnica contrapuntística en la complementación
que hay entre los documentos del general Llorente Gloria Durán, autora de un estudio que ana-
y los sucesos que están ocurriendo en el presente liza la magia y las brujas en la obra de Carlos
de la narración. Esto puede explicar el por qué los Fuentes, hace el siguiente señalamiento:
documentos se van entregando poco a poco y "Aura es un comentario acerca de la vida,
también la urgencia que el narrador siente de leer acerca del destino del hombre y no acerca de lo
los nuevos papales. que le ocurrió a un individuo, Felipe Mon-
tero" (52).
Alli leerás lbs nuevos papeles, la conti- La afirmación planteada es corroborada por el
nuación, las fechas de un siglo en agonia análisis de una serie de elementos que aparecen en

104
la narración con valores concomitantes innegables. función que cumplen:
Tal es el caso, por ejemplo del valor simbólico que Las sensaciones auditivas tienen un papel de
corre parejo con la mención que se hace de llaves, primer orden porque son las que guían al visitante.
puertas sin cerradura, campanas, ojos cerrados y Apenas entra a la casa oscura, Felipe procura
abiertos y una continua mención a la importancia orientarse valiéndose de un fósforo, pero de inme-
que tienen los sentidos en la aprehensión de ese diato: "pero esa voz aguda y cascada te advierte
mundo. No cabe duda que no es la razón la que desde lejos:
logrará deshacer el hechizo que conforma a Aura. -No ... no es necesario (57).
La primera alusión a las llaves es cuando Felipe Aura debe guiar a Felipe a sus habitaciones y
encuentra en la bolsa de su saco el llavín de un al igual que en la ocasión recién señalada es un
cajón donde guarda sus documentos personales. sonido el que orienta:
Así se lo hace saber a Aura y cuando ésta le dice "Piensas en todo esto al seguir los pasos de la
como un reproche: "-Entonces ... ¿quiere usted joven -te das cuenta de que no la sigues con la
salir?" Felipe le entrega la llave y con ella su vista sino con eloido: sigue el susurro de la falda,
decisión de quedarse con ella. Por eso se convierte el crujido de una tafeta" (58).
en la prenda, en las arras de un compromiso que Otros ejemplos de impresiones auditivas son
acaban de pactar: los que siguen:
"Tienes, al fin, el valor de acercarte a ella, "Caminas, sonriendo, hacia ella; te detienes al
tomar su mano, abrirla y colocar el llavero, la escuchar los maullidos dolorosos de varios gatos
prenda, sobre esa palma lisa. -sí, te detienes a escuchar ... " (59).
La verás apretar el puño, buscar tu mirada, "Has terminado de afeitarte cuando ese
murmurar: maullido implorante y doloroso destruye el si-
-Gracias ... -, levantarse, abandonar de prisa lencio de la mañana" (60).
el comedor" (53). "De la garganta abotonada de la anciana sur-
También se convierte en prenda, en símbolo girá ese cacareo sordo" (61).
de confianza la llave que la señora Consuelo Entre las sensaciones auditivas, la campana
entrega a Felipe para que abra el baúl donde se tiene una función relevante. Ya señalamos antes,
encuentran los papeles del general Llorente: que la trama de la novela incluye una misa negra,
No, no, quédese con la llave. Acéptela. Confío el lavamiento de los pies, el rasguido de un velo, el
en usted" (54). Se alude nuevamente a la llave para sacrificio de un macho cabrío, el partimiento del
corroborar, en dos ocasiones, que hay confianza, pan y otra serie de alusiones al universo religioso
entrega: cristiano. Dentro de este contexto, la campana
"Alargas tus propias manos para encontrar el tiene una función explícita, llamar a los fieles y ad-
otro cuerpo, desnudo, que entonces agitará leve- vertirles que es la hora de la misa. En la narración
mente el llavín que tú reconoces, y con él a la cumple su papel:
mujer ... " (55). " ... escuchas, esta vez, el aviso de una cam-
También cuando la señora Consuelo: pana que parece recorrer los pasillos de la casa y
"Sin abrir los ojos, te dirá: acercarse a tu puerta" (62).
- ¿Trae usted la llavé? "Aura ya descenderá por la escalera de
-Sí ... creo que sí. Sí, aquí está. caracol, tocando la campana pintada de negro,
-Puede leer el segundo folio. En el mismo como si se tratara de levantar a todo un hospicio, a
lugar, con la cinta azul" (56). todo un internado" (63).
La llave indica que la confianza depositada en "Te sentirás inocente y satisfecho -y cuando
el otro sigue en pie y, con ella, el conocimiento. vuelves a escuchar la precaución de la campana, no
bajas a cenar, porque no soportarías otra escena
Impresiones sensitivas: como la del mediodía" (64).
"Escuchas el golpe sobre la puerta, la campana
Hay continuas referencias en la novela a
detrás del golpe, la campana de la cena" (65).
impresiones sensitivas de diferentes tipos y todas
"Te dará la espalda, se irá tocando esa cam-
ellas contribuyen, de una u otra manera, a crear
pana, como los leprosos que con ella pregonan su
esa atmósfera de misterio, de algo oculto, velado.
cercanía, advierten a los incautos: "aléjate, alé-
Unos cuantos ejemplos nos ayudarán a ver la
jate" (66).

105
La campana advierte, señala que hay que pre- En los primers momentos su función es casi
caverse. Felipe Montero escucha su sonido, pero nula, pero va aumentando poco a poco, hasta que
no interpreta su mensaje. El está enceguecido por al final -gracias a la luz- es el órgano que le per-
la oscuridad de la casa y la situación que lo rodea y mite percatarse de la realidad.
n? capta la advertencia que le hace la campana, no "Sólo tienes ojos para esos muros de reflejos
solo cuando está despierto, sino también cuando desiguales, donde parpadean docenas de
duerme. Se ha dejado dominar por el canto de las luces" (78).
sirenas: "Tú miras hacia atrás; te ciega el brillo de la
"La cabeza te da vueltas, inundada por el corona parpadenate de objetos religiosos" (79).
ritmo de ese vals lejano que suple la vista, el tacto, "Al fin podrás ver esos ojos de mar que fluyen
el olor de plantas húmedas y perfumadas" (67). ( ) Tú los ves, y te repites que no es cier-
"Por la voz, sabes que está arrodillada frente a to "(80). "Asciendes detrás del ruido, en
ti" (68). medio de la oscuridad, sin acostumbrarte aún a las
A las impresiones auditivas, siguen las táctiles tinieblas (81).
que también son muy oportunas cuando falta la "Y se alejará, con ese ruido de tafeta, sin que
hayas podido ver otra vez su rostro" (82).
visión: "La puerta cede al empuje levísimo, de tus
dedos" (69). "Tratas, por curiosidad, de leer la etiqueta del
"Podrías tomar el quinqué y descender con vino, pero el limo lo impide" (83).
él". "Al fin levan ta la mirada y tú vuelves a dudar
Renuncias porque ya sabes que esta casa siem- de tus sentidos ... "(84).
pre se encuentra a oscuras. Te obligarás a cono- " ... Abra ese baúl y traiga los papeles ...
cerla y reconocerla por el tacto. Avanzas con cau- -No veo muy bien ...
tela, como un ciego, con los brazos extendidos -"Ah, sí ... Es que yo estoy tan acos-
rozando la pared" (70). ' tumbrada a las tinieblas ( ... ) nos han quitado la
"Tocas las paredes húmedas, lanosas ... " luz" (85).
"Sonríes y acaricias al conejo que yace alIado "Dudas, al caer sobre la butaca, si en realidad
de tu mano que, por fin, toca la tuya con unos has visto eso; quizás sólo uniste esa imagen a los
dedos sin temperatura" (71). maullidos espantosos ... " (86).
"Querrás acercar tu mano a los senos de Aura. "miras rápidamente de la tía a la sobrina y de
Ella te dará la espalda: lo sabrás por la nueva dis- la sobrina a la tía ... (87).
tancia de su voz. -"Ah, usted no sabe distinguir todavía" (88).
-No ... No me toques ... " (72). "Avanzas de nuevo hacia la puerta; la em-
El olfato es otra forma de conocer las cosas y pujas, dudando aún, y por el resquicio ves a la
Felipe no lo descuida: señora Consuelo de pie, erguida, transfor-
mada ... " (89).
"El olor de la humedad, de las plantas po-
dridas, te envolverá (73). "Pegas esas fotografías a tus ojos, las levantas
"Aspiras el aire perfumado y quieres des- hacia el tragaluz ( ... ) y siempre te encuentras,
componer los elementos de tu olfato, reconocer borrado, perdido, olvidado, pero tú, tú, tú (90).
los aromas pesados, suntuosos que te rodean "Tocarás esos senos flácidos cuando la luz
( ... )(74). penetre suavemente y te sorprenda, te obligue a
Te quedas sólo con los perfumes cuando el apartar la cara, buscar la rendija del muro por
tercer fósforo se apaga" (75). . donde comienza a entrar la luz de la luna ese
"Cierras el zaguán detrás de ti e intentas pene- resquicio abierto por los ratones, ese ojo de la
trar la oscuridad de ese callejón techado-patio, pared que deja filtrar la luz plateada ( ... ) verás
porque puedes oler el musgo, la humedad de las bajo la luz de la luna el cuerpo desnudo de la vieja,
plantas, las raíces podridas, el perfume ador- de la señora Consuelo, flojo, rasgado, pequeño y
mecedor y espeso" (76). antiguo, temblando ligeramente porque tú lo to-
Tú aspiras el olor pungente de los riñones en cas, tú lo amas, tú has regresado también" (91).
salsa de cebolla" (77). Ha sido necesario destacar esta abundante
¿Y el sentido de la visión, qué datos propor- secuencia de citas a fin de mostrar con el texto
ciona a Felipe? mismo el papel desempeñado por los elementos
sensoriales dentro de la narración. No es casual que

106
se dé este fenómeno, pues el relato se mueve en el trama en esta narración se desprende que estamos
plano de los subjetivo, cuando es el deseo, el que frente a una obra bien estructurada en la que todos
impulsa a la acción. Cabe aqu recordar palabras
í sus elementos están prefectarnente integrados y
que ] ulio Cortázar ha pronunciado en varias oca- que, a la vez, posee una riqueza connotativa de tal
siones para referirse al elemento fantástico, que es naturaleza, que el lector se siente impelido a
ingrediente importante en sus narraciones. participar en la elaboración de la trama final.
Explica este gran narrador argentino que lo J. Sommers -crítico de la obra de Carlos
fantástico, lo "irreal" es mucho más real que la Fuentes- afirma que "la base conceptual de Aura
misma realidad, queriendo dar a entender con esto tiene sus raíces en los misterios que dominan al
que los deseos más profundos del ser humano son hombre" (92). Y así es en efecto. Esta corta na-
en muchas ocasiones algo mucho más real y por rración de Carlos Fuentes incursiona en el terreno
tanto más significativo para él, que la aparente y del subconsciente, en el mundo de los sueños, los
superficial realidad que los otros miran. arquetipos y en fin en todo lo que en el hombre
De la rápida alusión al inteligente manejo de la hay de más profundo y misterioso.

BIBLlOGRAFIA

BEFUMO BOSCHI, CLABRESE, ELlSA. Nostalgia del pp. 40-42.


futuro en la obra de Carlos Fuentes. Buenos Aires: ALBAN DE VIGUEIRA, ANA MARIA. "Estudio de las
Fernando GarcÍa Carnbeiro , 1974. Fuentes de Aura" Comunidad. V. 2, N°8 (1967),
DURAN, GLOR[A. La magia y las brujas en la obra de pp. 396-403.
Carlos Fuentes. México: Universidad Nacional BEJARANO, MARINO. "Aura". Imagen, N°88-89
Autónoma de México, 1976. (set , - oct. 1973), p. 4
FUENTES, CARLOS, Aura. México: Ediciones Era S.A. MARGERY P. ENRIQUE. "Alcances en torno a la proble-
1 ¡a Edición, 1976. mática del narrador". Revista de Filologia j l.in-
TODOROV, TZVETAN. Introducción a la literatura fan- güistica de la Universidad de Costa Rica, N° 1
tástica. Buenos Aires. Tiempo Contemporáneo, 2a (1975), pp. 55-82.
edición, 1974. NUIR Y, NURIA. "El mundo de Carlos Fuentes", Univer-
__ o Literatura y significación. Barcelona: Editorial sidad de la Habana. N° 195 (1972), pp. 82-110.
Planeta, 1971. RODRIGUEZ MONEGAL, EMIR. "El mundo mágico de
AGUERO, LU[S. "Carlos Fuentes, Aura". Casa de las Carlos Fuentes". Imagen, N° 16 (1968), pp. 10-16.
Américas. V. 2, N° t5-16, (nov. 1962 - febo 1963),

NOTAS

(1) Tzvetan Todorov. Literatura y significación. (Bar- (9) [bid., p. 21.


celona: Editorial Planeta, 1971), p. 109. (10) [bid., p. 23.
(2) Tzvetan Todorov. Introducción a la literatura (11) [bid., p. 37-38.
fantástica. (Buenos Aires: Editorial Tiempo Con- (12) [bid., pp. 39-40-53.
temporáneo, 1974). (13) Tzvetan Todorov./ntroducción a la literatura fan-
(3) F. Ynduráin. l.a novela desde la segunda persona tástica, p. 99.
citado por Enrique Margery P. en Alcances en (14) Aura, p. 14.
tomo a la problemática del narrador. (San José: (15) La Divina Comedia.
Revista de lilolog ia y Lingüística de la Universidad (16) Aura, p. 14-42.
de Costa Rica, N° 1,1975), p. 72-73. (17) ¡bid., pp. 56-57.
(4) Carlos Fuentes. Aura. (México: Biblioteca Era, (18) Ibid., p. 19.
S.A. Ila l-d., 1976). pp. 11-14. Todas las citas de (19) (bid .. p. 32.
la novela en estudio serán tomadas de esta edición. (20) Ibid., pp. 34-35.
En adelante, sólo citaremos nombre y número de (21) (bid., p. 52.
página. (22) (bid .. pp. 40, 20, 26.
(5) [bid., p. 30. (23) Ibid., p. 53.
(6) [bid., p. 25. (24) Ibid., p. 60.
(7) Ibid., p. 45. (25) Ibid., p. 61.
(8) Ibid., p. 15. (26) lbid., pp. 52-53.

107
(27) Ibid., pp. 61-62. (60) lbid., p. 31.
(28) Ibid., p. 15. (61) Ibid., p. 39.
(29) Ibid., p. 20. (62) Ibid., p. 31.
(30) Ibid., p. 26. (63) (bid., p. 31-32.
(31) Ibid., p. 48. (64) Ibid., p. 37.
(32) Ibid., pp. 58-59. (65) lbid., p. 44.
(33) Ibid., p. 47. (66) lbid., p. 54.
(34) Ibid., p. 59. Los subrayados son nuestros. (67) lbid., pp. 58-59.
(35) Ibid., p. 61. (68) lbid., p. 48.
(36) Ibid., p. 57. (69) Ibid., p. 13.
(37) Ibid., p. 19. (70) (bid., p. 23.
(38) Ibid., p. 62. (71) Ibid., pp. 15,46.
(39) Ibid., p. 23. (72) Ibid., p. 61.
(40) Ibid., pp. 11-12. (73) (bid., p. 14.
(41) Ibid., p. 37. (74) (bid., p. 46.
(42) Ibid., p. 44. (75) (bid.,p.47.
(43) Ibid.,p.57. (76) Ibid., p. 14.
(44) Ibid., p. 45. (77) lbid., p. 24.
(45) Ibid., p. 51. (78) Ibid., p. 15.
(46) Ibid., pp. 61-62. (79) (bid., p. 18.
(47) Ibid., pp. 56,42. (80) (bid., p. 20.
(48) Ibid., pp. 18-19. (81) (bid., p. 21.
(49) Ibid., pp. 29. (82) Ibid., p. 21.
(50) (bid., p. 32. (83) lbid., p. 24.
(51) Ibid., pp. 53-54. (84) Ibid., p. 26.
(53) Gloria Durán. l.a magia y las brujas en la obra de (85) (bid., p. 29.
Carlos Fuentes. (México: Universidad Nacional (86) (bid., p. 31.
Autónoma de México, 1976), p. 43. (87) (bid., p. 35.
(53) Aura, p. 26. (88) Ibid., p. 39.
(54) (bid., p. 29. (89) Ibid., p. 40.
(55) (bid., p. 37. (90) (bid., p. 58.
(56) Ibid., p. 38. (91) Ibid., pp. 61-62.
(57) Ibid., p. 14. (92) J. Sornmers. After the Storm. p. 181, citado por
(58) lbid., p. 21. Gloria Duran en La magia y las brujas en la ohra de
(59) Ibid., p. 23. Carlos Fuentes. p. 42.

108

You might also like