Professional Documents
Culture Documents
La teoría del encuadre, o teoría de los marcos (framing theory) utiliza la metáfora del “marco”
para analizar cómo se estructuran los procesos mentales (creencias, percepciones, sentido común)
en relación con el lenguaje, y a su vez, cómo es que estos pueden ser manipulados.
En teoría social, Sociología, Psicología y Comunicación se denomina encuadre (en inglés, framing) a
los esquemas de interpretación en los que se basan los individuos para entender y responder a
eventos. En términos simples, las personas adquieren y construyen a lo largo de sus vidas una
serie de filtros mentales emocionales que utilizan para darle sentido al mundo. Las decisiones que
toman se encuentran influenciadas por sus encuadres o filtros emocionales.
El encuadre tiene uno de sus antecedentes en la sociología interpretativa (la que propone que la
interpretación de la realidad que hacemos los individuos ocurre durante la interacción). El término
frame (que significa “marco” en inglés), fue utilizado por Gregory Bateson en un ensayo sobre la
psicología de la percepción, donde dice que cualquier información definida como un “frame”, es la
que proporciona al receptor elementos para comprender los mensajes que se incluyan dentro de
ese frame.
Un encuadre sobre un problema puede cambiar la percepción del público acerca del asunto. Un
encuadre suele relacionar un problema con una solución determinada. Los actores políticos tratan
de encuadrar los problemas de manera tal que incitan que cierta solución aparezca como el curso
de acción más apropiado para la situación en cuestión.
Los efectos de encuadre (en inglés, framing effects) se refieren a las estrategias o resultados del
encuadramiento de cierta pieza de información en el comportamiento o actitud de individuos y
grupos.
La teoría del framing es muy efectiva para estudiar qué percepción tiene el público de los hechos
sociales y sostiene que esta percepción está condicionada por el proceso de reconstrucción
subjetiva de la realidad que llevan a cabo los medios de comunicación. Desde este punto de vista
cada información muestra un frame; es decir, un enfoque determinado de la realidad, producto de
una manera de seleccionar los hechos, los personajes, las imágenes o las palabras en las que
enfatiza la noticia.
La teoría del framing dice que los medios no sólo establecen la agenda de temas del debate
público, sino que también definen una serie de pautas (marcos) con los que pretenden favorecer
una determinada interpretación de los hechos sobre los que informan.
Resumiendo lo anterior desde una visión integral, “el framing pasa a ser un proceso de
transmisión de sentido, un proceso que va de los medios a la audiencia y de la audiencia a los
medios. Involucra tanto recursos de cognición e interpretación individuales como características
de la sociedad en la que se insertan los medios” (Amadeo 2002: 17). Trascendemos entonces la
estricta estipulación temática para concebir la cuestión desde una ecología semiótica psicosocial:
los marcos hacen a los temas, los temas prefiguran el tipo de marco, y la mente determina los
horizontes individuales y sociales de la comprensión e interpretación del acontecer. En otras
palabras, las imágenes mentales y las tipificaciones sobre la realidad conforman los patrones
cognitivos de los individuos y sus relaciones sociales constructoras de opinión pública,
estableciéndose a la vez como emergentes de una cotidianeidad simbólica analizable desde la
sociología del conocimiento y desde la teoría de la comunicación social. En la base, los esbozos de
Lippmann; en el centro, la sociología interpretativa; en la cúspide, agenda-setting y framing; como
constante unificadora, los medios de comunicación.
La teoría del framing es muy efectiva para estudiar qué percepción tiene el público de los hechos
sociales y sostiene que esta percepción está condicionada por el proceso de reconstrucción
subjetiva de la realidad que llevan a cabo los medios de comunicación. Desde este punto de vista
cada información muestra un frame; es decir, un enfoque determinado de la realidad, producto de
una manera de seleccionar los hechos, los personajes, las imágenes o las palabras en las que
enfatiza la noticia.