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©GAD Municipal del cantón Cuenca

Primera edición, diciembre 2016


Marcelo Cabrera Palacios
Alcalde de Cuenca
Ana Paulina Crespo García
Directora Municipal de Relaciones Externas

Índice
Francisco Abril Piedra
Director Municipal de Cultura, Educación y Deportes

Publicación realizada por el Doctor Oswaldo Encalada Vásquez, como Prólogo 9


parte de la campaña comunicacional “Cuencanízate” iniciativa de la Palabras y frases 13
I. Municipalidad de Cuenca a través de su Dirección de Relaciones El cantado cuencano 185
Externas, con el apoyo de la Dirección de Cultura, Educación y Deportes. Algunos hipocorísticos 201
Bibliografía 207
Corrección de textos y cuidado de la edición: Silvia Ortiz Guerra Índice de imágenes 213
Concepto de campaña “Cuencanízate”: Agencia Trilogía
Diseño gráfico: Agencia Trilogía
Ilustraciones de portada y páginas interiores: Esteban Vásquez
ISBN: 978-9942-22-106-3
Impresión: Editorial Don Bosco - Centro Gráfico Salesiano
3000 ejemplares
Cuenca-Ecuador

Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida ni en todo ni en
parte, ni registrada en, o transmitida por un sistema de recuperación de información, en
ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético,
electroóptico, por fotocopia, o cualquier otro, sin el permiso escrito previo del autor.
Un componente fundamental de toda cultura es la lengua, la misma que permite
configurar uno de los rasgos característicos de la identidad de un pueblo y, con
esto, desarrollar y trasmitir los elementos esenciales de esta identidad.
En el caso de Cuenca, la forma particular de su lengua, marcada por la
simbiosis entre las voces españolas y las voces quichuas, constituye sin duda un
elemento característico de su identidad cultural y de su riqueza simbólica como
sociedad local.
Para el conocimiento de este elemento peculiar de nuestra cultura,
el reconocido lingüista cuencano Oswaldo Encalada Vásquez realiza un
significativo aporte en este libro titulado, precisamente, La lengua morlaca.
A través de un recorrido, en orden alfabético, por las diferentes palabras y
frases que se usan comúnmente en nuestra habla cotidiana y, luego, mediante
un estudio de nuestro característico cantado, el autor coadyuva a reconocernos
desde nuestra diaria comunicación e interacción. Una forma de comunicación
e interacción que es parte sustancial de nuestra cultura, de la cuencanidad;
cultura que la actual Administración Municipal pretende fortalecer y afianzar,
sobre todo ahora que Cuenca es una ciudad cada vez más cosmopolita y que
alberga en su seno una gran cantidad de personas provenientes de otras partes
de Ecuador y del mundo.
Justamente con el fin de afianzar nuestra cultura, y de provocar una mejor
convivencia con todas las personas que han hecho de Cuenca su territorio para
vivir, desde la Municipalidad estamos impulsando la campaña “Cuencanízate”;
una campaña a la que la presente publicación de Oswaldo Encalada, sin duda,
enriquecerá enormemente.

Marcelo Cabrera Palacios


Alcalde de Cuenca
Prólogo
Geógrafos, geólogos y otros científicos, además de viajeros en diferentes
épocas, han constatado que la presencia del Nudo del Azuay fue un
verdadero y formidable obstáculo para las comunicaciones con el norte
del país. Por siglos este hecho provocó el aislamiento de la ciudad de
Cuenca y la provincia del Azuay, lo que a su vez llevó a una evolución de
su cultura, de sus costumbres e inclusive, naturalmente, de su lengua, a
un ritmo endógeno propio.

Es lo que dice, por ejemplo, el geógrafo Francisco Terán:

Al norte de este nudo –verdadera divisoria de la región serrana– los


Andes se presentan más altos; en este sector únicamente se yerguen los
volcanes activos y predominan en sus aledaños los terrenos eruptivos
modernos, mientras al sur tanto la orografía como la geología cambian
fundamentalmente: las cordilleras no llegan al límite de las nieves
perpetuas, a la vez que la actividad volcánica desaparece. Y el cambio que
imprime el Nudo del Azuay en estas dos zonas sobre la Geografía física
repercute hondamente en todos los fenómenos vitales, especialmente en
el humano, hasta el extremo de que el viajero que cruza este valladar,
que por centurias se ha levantado como un centinela impidiendo la fácil
comunicación de los pueblos australes con los norteños o los cercanos
al mar, por poco observador que sea, nota marcadas diferencias aun
tratándose de leves detalles como la comida, el vestido indígena, el acento
idiomático, etc. Y por fin, mientras en la sección norte la vida social y
política gira alrededor de la capital del Estado, Quito, en la región austral
se desenvuelve en torno a Cuenca, lo que da la medida de la importancia
del tercer centro urbano del Ecuador, resultando en consecuencia, que
esta ciudad, Quito y Guayaquil sean las mentoras de la opinión nacional.
(Terán, 1946: 175-176).
El aislamiento ha provocado que aquí todavía suenen antiguas Nota sobre la pronunciación. En el habla cuencana hay sonidos
voces españolas, que ya no están vigentes en otras partes del orbe provenientes del ámbito quichua o quizá cañari, como es el caso de la
hispanohablante. A esto hay que agregar, necesariamente, la presencia /S/ sonora, que no existe en español; para solucionar esta deficiencia
fuerte y vital de la cultura quichua, que ha aportado y aún aporta con gráfica hemos usado –como ya lo hicieron antes de nosotros, connotados
elementos culturales a la formación de la cultura cuencana y azuaya autores como Octavio Cordero Palacios, Alfonso Cordero Palacios y otros
en general. Circulan en nuestra lengua voces quichuas españolizadas y más– una doble ss. Así, podemos encontrar palabras como tusso, tarosso,
completamente naturalizadas, con lo que se demuestra que la cuestión etcétera.
de la interculturalidad es un hecho real, vivo, y que no se trata de
un descubrimiento de estos últimos tiempos, hecho por políticos o
sociólogos.
La singularidad lingüística de Cuenca ha sido admirada y reconocida
por autores nacionales y extranjeros. Hacia el año 1945 el viajero
norteamericano Albert Franklin pasó por la ciudad y quedó deslumbrado
por sus características, sobre todo en lo referente a su lengua. Estas son
sus elogiosas palabras:

Cuenca es una gema en un engarce resplandeciente, y, como todas las


gemas, es preciosa. El ornamento afiligranado, el ritmo del lenguaje
cuencano, el aire con perfume a eucalipto que respira, son solo signos
superficiales. Cuenca es barroca, no solamente en la arquitectura, el arte
plástico y la literatura, sino en su misma alma. Cuenca es España del siglo
XVII bajo cristal (...)
La clase dirigente habla el castellano de la España del siglo XVII, con
un ritmo que no se encuentra en otra parte del hemisferio occidental.
Este ritmo es impartido acentuando levemente la antepenúltima sílaba
de cada palabra de tres sílabas o más. Es de una cadencia muy musical
y produce el efecto aristocrático deseado. Fuera de este leve rasgo
provincial, el español de los ciudadanos de Cuenca es puro y cosmopolita.
(Franklin, 1984: 252 y siguientes).

En este breve acercamiento a la lengua morlaca hemos recogido una


muestra que no es –en lengua ninguna muestra puede pretender ser–
exhaustiva; pero que, esperamos sirva para reflejar el espíritu y la cultura
de Cuenca. También incorporamos un breve ensayo sobre la peculiaridad
más notoria de su lengua: el cantado. Incluimos un apéndice sobre los
hipocorísticos más frecuentes y que son moneda de uso diario en la
conversación familiar y popular.
Palabras
y frases
A

Astaray
Interjección que se lanza
cuando uno se ha quemado.

Ilustración 1
La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

¿A dónde bueno? Esta pregunta sirve para averiguar el lugar hacia Abombe. Persona que fastidia.
dónde va una persona. No seas abombe. (Dic. Lengua morlaca).
-¡Doctor, muy buenas tardes! ¿A dónde bueno?- exclamó el chagra. (Cuesta,
1983: 33). Abran cancha. Petición u orden que se da, con la finalidad de conseguir
que se despeje un sitio para en él realizar alguna actividad.
A huevo. Frase que significa que algo es muy barato. Copleros, ábranme cancha. / Traigo ronda guitarrera/ y versos de siete cañas.
Y hasta con suerte de negociante, para comprar a huevo las toquillas. (Andrade y Cordero, 1993: 92).
(Astudillo Ortega, 1973: 31).
Abreboca. Pequeña cantidad de licor que se bebe antes de comenzar a
A la criolla. Significa que algo se lo hace de modo poco ortodoxo, comer. Aperitivo.
descuidadamente, sin la pulcritud necesaria. -¡La sopa se enfría! / -Sirvan un abre-boca. (Cevallos García, 1964: 86).
Con sus hijos hablaba a la criolla no más.
Abuela. Este sustantivo suele ser usado para responder a una insolencia.
A la maldita. Frase que significa que algo se lo hace de muy mala manera, -¿Comienzo por el mío o por el suyo? / -¡Por el de tu abuela, majadero! (Cevallos
con total negligencia y descuido. García, 1964: 62).
Claro, has hecho el deber a la maldita.
Acabó billete. Frase que se usa para señalar, en tono más o menos triste
A la manera de más que nunca. Frase que se usa para designar una y humorístico, que se nos ha terminado el dinero.
forma totalmente negligente y descuidada de actuar. Cfr. A la maldita. Esta es la última cervecita, acabó billete.
Lavas los platos a la manera de más que nunca. El verbo acabó es utilizado también en otras situaciones en que algo se
A la vejez, viruelas. Con esta frase damos a entender lo totalmente ha terminado.
extemporáneo de un asunto. Accidentarse. Sufrir un desmayo.
¡Buena pendejada! A la vejez viruelas. (Cevallos García, 1964: 71). Mama Dolores –grito– y no me contesta. Creo que se ha dormido, pienso y me
A mear y a echarse. Frase usada por los padres cuando creían que ya era acerco y vieran… casi me accidento: muerta. (Cuesta, 1983: 89).
hora de que los niños se acostaran. Achachay. Interjección que sirve para expresar el frío que se siente.
Ya son las 9. A mear y a echarse. -¡Achachay!- sopla el viento, primero en madrugar, como exclusivo agente
sanitario. (Astudillo Ortega, 1973: 4).
A precio de gallina con mal. Significa que algo se vende –o se quiere que
se venda– a muy bajo precio. Achaquiento. El que sufre de muchos achaques.
El gobierno vende sus cosas a precio de gallina con mal. Este señor ya está muy achaquiento.
A punte… Frase que significa que algo ha sido ejecutado con la repetición Acho. Interjección que significa aprobación y sorpresa ante algo. Se trata
de una misma acción. en realidad de una apócope de caracho, que, a su vez proviene de carajo.
A otra, le llevó a la costa, y dizque le viene matando a punte puñaladas: le ha -Mira, ya puedo montar en la bicicleta. / -Acho.
dado 100 el bandido. (Astudillo Ortega, 1973: 154).
Acholarse. Avergonzarse, correrse (literalmente significa comportarse
Abombar. Exagerar; hacer demostraciones excesivas de algo. como cholo).
No seas así, no abombes. Sin motivo te acholas.

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Acolitador. Persona que fácilmente y con gusto acolita a otro. De esta tienda del barrio de las monjas salió furtiva y contristada, hace años,
Ese man es súper acolitador. Dña. Ashuquita, comprándose una botella de Agua de Pítimas para Lucha,
cuando sufría las primeras aflicciones de su mal de amor. (Astudillo Ortega,
Acolitar. Apoyar, acompañar a otro en la ejecución de alguna cosa. 1973: 194).
Vamos, te acolito para que hables con el rector.
Agua de viejas. V. Agua de frescos. Esta designación se explica porque
Aculpar. Inculpar, acusar a alguien de la comisión de un delito. son, generalmente, las personas de mayor edad las que las prefieren
Yo no le he hecho nada de eso que me aculpan ahora. (Valdano, 1980: 56). como bebida.

Adrede. Que algo se hace sin razón ni motivo. Aguachento. Que algo contiene más líquido (agua) que lo ordinario.
-Dije- explicó la chola algo asustada- adrede, para que otra vez no me tire Un zócalo de frutales y de frondas. Capulicedas, de racimos almibarados y
prosa. (Cuesta, 1983: 356). aguachentos. (Astudillo Ortega, 1973: 13).

Adredemente. V. Adrede. Aguadijar. Manar de las heridas una mezcla de sangre y de agua.
La pareja modelo. Que adredemente elogiaba su Empero. (Astudillo Ortega, Ojos que si vierten llanto, / no lloran sino aguadijan. (Andrade Chiriboga,
2002: 41). 2006: 327).

Adulete. El adulón, sobre todo tratándose de un niño. Cfr. Cepillo. Aguaitar. Mirar, observar, vigilar.
-¡Pasó un adulete! Va a haber oración general en la capilla. (Cuesta, 1983: Esta señora se pasa aguaitando desde la ventana.
306). Aguantar. Recibir un castigo, un golpe.
Afarolado-a. Precipitado, irreflexivo, algo alocado. Y usté no se meta en esto, porque puede salir aguantando. (Mata, 1982: 19).
Esta vecina es muy afarolada. Aguarico. Especie de gallo que tiene el cuello pelado y de color rojizo.
Agalla. Vara larga con una especie de gancho en el extremo. Sirve para Denle agua al gallo aguarico.
coger frutas de los árboles altos. Con la agalla se inclina la rama o se
Agüita caliente. Preparación elaborada con agua caliente, sí; pero que
provoca la caída del fruto. Es palabra de origen quichua.
incluye también cierta cantidad de licor.
O, más bien desde el suelo, con la agalla. (Cuesta, 1983: 198).
No, hijita: merendemos. Hazme una agüita caliente para el susto. (Astudillo
Bajabas de lo alto, con la agalla, la fruta dura. (Mata, 1982: 6). Ortega, 1973: 98).
Agua de frescos. Cierta preparación elaborada con varias especies Ahí muere. Frase con que afirmamos que algo ha terminado.
vegetales; con hojas y flores. Se la reputa como digestiva y refrescante.
Bueno ya no hay más pintura. Ahí muere.
A los músicos se los esperaba con la tetera del agua de frescos- el ritual alka-
seltzer antiguo. (Astudillo Ortega, 2002: 81). Ahogapulgas. Especie de ropa interior masculina que cubría desde
la cintura hasta los tobillos. La usaban las personas de mayor edad. Es
Agua de pítimas. Cierta preparación medicinal elaborada con varias prenda en desuso.
especies de plantas. Se la reputa como refrescante, cordial y confortativa.
Del abuelo con sus calzoncillos de esos largos que llamaban ahogapulgas.
Es una bebida que la fabrican y la venden las religiosas de algunos
(Dávila, 1979: 92).
conventos de Cuenca. La palabra pítima se deriva del español epítema.

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Ahuevarse. Correrse, amilanarse, avergonzarse. ¡Por qué se alcanzarían tanto, no! Y lo que les malió creo que fue el robo del
Ya sabes, cuidadito con ahuevarte en ese momento. Quintuña. (Astudillo Ortega, 2002: 53).
Ajá. Fórmula usada como aprobación, y en ese caso, equivale a sí, de Aldaba. Pieza metálica que puede servir como llamador en una puerta, o
acuerdo. también, como elemento de seguridad para cerrarla.
-Ajá... ¡No vayan después a irse donde otro! (Cuesta, 1983: 109). Con la gruesa aldaba de bronce (una mano agarrando una bola) otra mano
golpeó el bien tallado portón de nogal. (Valdano, 1980: 104).
Ajamishi. Interjección de variada significación. Se la puede usar para
expresar sorpresa, como indicación de defraudación. Alegón. La persona que alega y argumenta frecuentemente, no siempre
–Me saqué el premio. / –Ajamishi. con razón.
Ya ven UU., lo que son estos roscas cuando se civilizan: para alegones, no hay
Ajimanteca. El color anaranjado. dos. (Astudillo Ortega, 1973: 89).
Pásame la pintura de color ajimanteca.
Alforjas. Forma de desaprobación y rechazo enfáticos.
Ajo. Eufemismo por carajo. Que me traigan más bien a la María Grande –siguió– ¡Qué doctores ni que
Le dijo el Machete, con un ajo: el que monta manda. (Astudillo Ortega, 1973: 31). alforjas! (Cuesta, 1983: 115).
Al hilo. Significa que algo ocurre o se hace de corrido, sin pausa. Se comió Alhaja. Este sustantivo ha sido convertido en adjetivo para significar que
tres empanadas al hilo. algo es atractivo, o que alguien es de agradable carácter.
Alabado sea Jesucristo. Fórmula piadosa y antigua de salutación. Pero si es bien alhaja, nada orgulloso. (Astudillo Ortega, 1973: 87).
Y los campesinos que no cesaban de saludar: -Alabado sea Jesucristo. (Astudillo Alhajita. Bajo el aspecto diminutivo este mismo sustantivo –alhaja– se
Ortega, 2002: 70). convierte en adjetivo usado para significar que una persona es hermosa.
Podía también variarse a: Alabado sea el Santísimo. Tu novia es muy alhajita.
A este saludo se solía responder con: Y la Virgen María, su madre.
Alharaquiento. El que hace alharacas (demostraciones excesivas de
Alabancioso. El que se alaba y presume excesivamente. alegría, miedo, dolor, etcétera).
-No puedes… ¡Alabancioso! (Cuesta, 1983: 154). Este niño ha sido un alharaquiento de primera.

Alairito. Frase (se trata de una conglutinación de “al aire”, en diminutivo) Allá entre blancos. Con esta frase se quiere indicar que algún asunto
que designa a la situación en que algo se encuentra totalmente patente, no es de nuestra incumbencia y que por lo tanto no nos debe interesar.
visible. Cayeron, jadeantes, entre los vidrios rotos.
El hombro está alairito. Alguien quiso separarlos y no pudo hacerlo. /-¡Déjalos!/ ¡Déjalos!: ¡Que se
maten!/- ¡Allá entre blancos!… /Y los que los rodeaban se alzaron de hombros.
Albache. El albañil. También se escucha la variante: albacho.
(Cuesta, 1983: 340).
En la plaza de San Francisco se reúnen los albaches.
Almud. Antigua unidad de medida para granos.
Alcanzarse. Verbo que significa que una persona se encuentra en mala
De esos angurrientos encumbrados por almudes de plata. (Mata, 1982: 6).
situación económica, con estrecheces. También se usa bajo la forma de
participio, como estar alcanzado.

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Alpargatas. Especie de calzado tosco y primitivo. Lo usaban generalmente Amo. Designación muy respetuosa de Dios, sobre todo cuando se
los indígenas. encuentra expuesto en la hostia.
Desde el valle de Yunguilla sus largas piernas los traen gritones y aguardentosos, Soledad hizo un esfuerzo por convertir su sonrisa en imprecación, contemplando
sobre alpargatas de duro caucho de viejas llantas. (Burbano Cuesta, 1982: al Amo expuesto. (Astudillo Ortega, 2002: 87).
68).
Esta palabra aparecía también como alpargates: Andar a la pata. Frase que significa que se persigue a una persona.
Alpargates. Pl. Alpargate o alpargata. (A. Cordero Palacios, 1985: 12). El Pepito andaba a la pata a su novia.

Altillo. Especie de desván, sobrado –soberado– o buhardilla. Andar de Herodes a Pilatos. Frase que designa la situación en que una
persona tiene que ir de un lado para el otro, buscando una solución o
En la trastienda encabritábase una escalera, por la que se subía a un altillo o
mirador. (Astudillo Ortega, 2002: 10). una ayuda para cualquier cosa.
Para sacar la partida he tenido que andar de Herodes a Pilatos.
Alzado. El que se ha rebelado, el que no se somete a una autoridad, el que
no respeta. Andar peloteado. Significa andar de un lado para otro, como si uno fuera
Cállate, longo alzado. una pelota impulsada por diversas fuerzas contradictorias.
El profesor siempre ha andado peloteado.
Alzar la mano. Frase que significa faltar de obra –no solo levantar la
mano, sino golpear– a una persona de mayor respeto o categoría. Ángel de la estrella. Niño disfrazado de ángel. Lleva en la mano una vara
Y por haberles alzado la mano se les pudrió hasta el hueso. (Astudillo Ortega, en cuyo extremo superior va una estrella de papel brillante. Representa
1973: 22). la estrella que –según la Biblia (Mateo 2,2)– guió a los reyes magos hasta
Belén. En el caso del pase del Niño es quien abre la procesión. (Encalada,
Alzarse del trabajo. Frase que significa terminar de trabajar, dejar la
obra. 2005: 134).
Como ya eran las cuatro los albañiles se alzaron del trabajo. -Van a ser las Los Tres Reyes y el Ángel de la Estrella también desfilaban a caballo.
cinco de la tarde, reparte la última chicha entre esa gente para que se ‘alce’. (Sarmiento Abad, 1990: 136).
(Burbano Cuesta, 1982: 105).
Angurriento. Adjetivo que designa a la persona delgada y enfermiza.
¡Amano! Interjección que tiene el significado aproximado de ¡Qué me De esos angurrientos encumbrados por almudes de plata. (Mata, 1982: 6).
importa!
-No te he de traer nada del mercado. / - ¡Amano! Antes de que el agua se ensucie. Con esta frase tratamos de anticiparnos
a alguna acción que podría ser comprometedora.
Amarcar. Levantar en brazos, cargar en los brazos.
Cerraré el negocio antes de que el agua se ensucie.
Nadie se casa por amor –intervino el Machete, amarcado a su noveno crío.
(Astudillo Ortega, 1973: 90). Antimonio. Supuestas exhalaciones malignas que emanan de los tesoros
escondidos bajo tierra.
Amiguero. El que fácilmente hace amigos y gusta de andar con ellos.
Y se había referido a que si por allí criaban cuyes, gallinas o chanchos. A poco
Que sea devoto, que no sea amiguero. (Astudillo Ortega, 1973: 49).
enfermaban y morían víctimas del antimonio de oro. (Astudillo Ortega,
2002: 100).

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Añañay. Bonito, hermoso, lindo, placentero. Arrojón. V. Volado.


Esta huahua sí que es añañay. Repuesto del síncope, explicó el susto aquel muchacho arrojón, de verse entre
sombras. (Astudillo Ortega, 2002: 39).
Añas. El zorrillo apestoso.
Que vos sois mal hecha, que vos sois feísima, y que hueles a añas. (Muñoz Asentar el susto. Beber cierta cantidad de licor para, supuestamente,
Cueva, 2000: 114). serenarse luego de haber recibido alguna impresión más o menos fuerte.
-¿No le parece, don David, que debemos asentar el susto?/ Ni tontos ni perezosos,
Añísimos. Hace mucho tiempo. en la primera cantina que hallaron al paso, compraron media botella de puro.
De aquella misma casuca, en añísimos, en épocas de los Vallejos y Tormaleos. (Aguilar Vázquez, 1997: 153).
(Astudillo Ortega, 2002: 15).
Ashanga. Especie de cestillo plano que se coloca colgado sobre el hogar
Año viejo. Muñeco hecho para representar al año que se termina. Esta de las familias campesinas. En él se guardan algunos comestibles.
imagen suele ser quemada el 31 de diciembre a eso de la medianoche. En la negra cocina brillaba la roja animación del fuego, a cuyos vislumbres
El año viejo de la calle está sobre una silla coja, olvidado, con harapos rellenos desnudábanse las tinajas; la ashanga de quesillos; la piedra de moler.
de restos de paja. Entre sus brazos hay un letrero que dice: Muero pensando en (Astudillo Ortega, 2002: 47).
las agüitas. (Cuesta, 1983: 230).
Así pasa cuando sucede. Forma humorística de asegurar, con un evidente
Aplicado. El estudioso y dedicado. pleonasmo, lo inevitable de algo.
Cuando estés en la escuela has de ser aplicado. –Mi mamita se murió. / –Así pasa cuando sucede.
Apurar, apurarse. Darse prisa. Asquiento. El que siente asco por cualquier cosa menor.
-¡Apúrense!- Les gritó, de paso, mientras su cabeza desaparecía entre una nube No seas asquiento.
de polvo. (Cuesta, 1983: 163).
Astaray. Interjección que se lanza cuando uno se ha quemado.
Aquí puse y no aparece. Frase con que se designa la situación de que no -¡Astaray! Debe decir, longo filático ¡Astaray! (Cuesta, 1983: 108).
podemos justificarnos ante algo.
El contexto es que un personaje ha usado una interjección que no se la
No me vengas con que aquí puse y no aparece. reconoce como propia, como es el caso de arrarray.
Es frecuente que el verbo aparece se manifieste solamente como parece.
Asueto. Vacaciones, generalmente las que reciben los estudiantes.
Arcada. Las náuseas. Su salida de colegiala… su primaveral día de asueto. (Astudillo Ortega, 1973: 37).
Otra vez te viene la arcada.
Ataco. Especie de planta que es usada para elaborar aguas medicinales.
Armar el chivo. Provocar una reyerta, un escándalo. Su infusión tiene color rojo oscuro. Se la conoce también como
Le avisé a mi padrino. Le armó el chivo. (Valdano, 1980: 61). sangorache o amaranto. En épocas de carnaval se llenaban los globitos
o bombas con agua de ataco, con el fin de estropear la ropa con su color.
Arrojar. Vomitar. Y el estridente estribillo mézclase al ruido seco de incontables cáscaras, cargadas
Mi Juanita la única vez que probó la tal cerveza, casi arroja hasta el apellido. de agua de ataco, que van a chocar contra cristales, paredes y cabezas. (Muñoz
(Aguilar Vázquez, 1997: 321). Cueva, 2000: 10).

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Atahuero. El fabricante de ataúdes. Ayudar. Comprar. Este verbo es usado en los mercados populares, como
El atahuero llega radiante de gozo, seguido por dos o tres longos malcriados un reclamo amable para los compradores.
que en la casa de duelo comienzan a hacer de las suyas. (Cevallos, 1957: 44). Casera, ayude el nabo.
Ataquiento. Quien sufre de ataques, generalmente de tipo epiléptico. Azocar. Apretar las pajas de un tejido; generalmente se trata de los
Véanle, ahí llega el ataquiento. sombreros de paja toquilla.
Falanges que rematan, uñas que azocan. (Astudillo Ortega, 1973: 55).
Atatay. Exclamación que expresa asco.
-Atatay, qué feo hiede. (Astudillo Ortega, 2002: 126).

Aumentar. Parir un animal.


Hay que ir a traer la vaca de la comunidad porque anoche ha aumentado.
(Astudillo Ortega, 1973: 112).

Aura. Pronunciación popular por ahora.


Y hasta aura no dizque es graduado, aunque le digan doctor… licenciado.
(Astudillo Ortega, 1973: 8).

Aviada. Despedida. La palabra es una derivación de vía, es decir se la


puede entender como encaminada.
Los del club, los políticos, los de las aviadas, para un no te olvides. (Astudillo
Ortega, 1973: 167).

Aviar. Encaminar.
-Vino a aviarnos hasta Quingeo, temeroso de que nos perdiéramos en las
alturas. (Aguilar Vázquez, 1997: 188).

Ayau. Interjección de dolor.


Si me veía, ayau, jalón, ayauuu, de orejas. (Valdano, 1980: 58).

Ayora. Designación popular del sucre, la desaparecida unidad monetaria


del Ecuador.
El nombre proviene del presidente Isidro Ayora. Otros hacían sonar las ayoritas
en la piedra del andén, antes de guardarlas. (Astudillo Ortega, 1973: 133).

Ayudante. La persona que en los vehículos de transportes sirve para


controlar el pago del pasaje y para otros asuntos propios de la conducción
de mercaderías y personas. Recibe también la designación de chulío. Vid.
Revienta una llanta y la mano del ayudante gira con los dedos en punta sobre
la tapa del radiador que borbota agua hirviente. (Cuesta, 1983: 109).

26 27
B

Beata
Mujer muy religiosa y que
frecuenta las iglesias.

Ilustración 2
La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Baboso. Forma usual de insulto. Bautizo. Ceremonia humorística con la cual un estudiante deja de ser
Los que me conocen solo me tratan de ‘Baboso’. Oye, Baboso, ven acá, haz esto. chúcaro.
(Valdano, 1980: 55). Cuando llegue la fiesta bautizaremos a los chúcaros.

Bacán. Muy bueno, excelente. Bazar. En ciertas celebraciones campesinas se trata de un conjunto de
¡Qué bacán que es tu hermano! objetos donados por los creyentes y participantes, objetos que deben ser
rematados para así obtener fondos para la fiesta.
Badulaque. El ocioso, el irresponsable e incumplido. Ostentaba el bazar los provocativos obsequios de la feligresía: gajos de mazorcas
En la plaza hay un montón de badulaques. en rama; medianos de ají de cui; fritadas. (Astudillo Ortega, 1973: 36).
Bagre. Persona fea. Beata. Mujer muy religiosa y que frecuenta las iglesias.
Andas con cuentos: ya has de ir a encontrarte con alguna bagre como vos. Tres beatas bajan hacia el centro. Blanquean las medallas en sus mantas,
(Astudillo Ortega, 2002: 47). péndulas de azules cintas, como gotas de estearina. Tras las mujeres camina
un doméstico cocolo, tiritando, con dos alfombrillas y un reclinatorio sobre los
Bala. Persona que es muy rápida y competente en algo. hombros. (Cuesta, 1983: 99).
Raúl era la bala para matemáticas.
Bebioso. Borracho, persona a la que le gusta la bebida.
Banda. La otra orilla –la del frente, respecto del que habla– de un río o Pero todos mismo son bebiosos. Al menos cuando llueve. (Astudillo Ortega,
quebrada. 1973: 131).
Lauro mira al frente, a la loma de la banda. (Astudillo Ortega, 1973: 13).
Bestial. Algo muy bueno, de gran categoría o calidad.
Barreta. Especie de herramienta que sirve para cavar. Se trata de una La película estuvo bestial.
barra de metal con un ligero ensanchamiento en la punta, y en el otro
extremo con una parte puntiaguda. Bien papeado. Bien comido, bien alimentado.
Allí estaban las barretas y los lampones con los que Alberto cavara el medroso Tenía unos hijos bien papeados.
hueco. (Astudillo Ortega, 2002: 116).
Bien plantado. Decidido, firme, valiente.
Barretazo. Golpe dado con la barreta. Por tus cholas buenas mozas, / por tus longos bien plantados, / por tus
Pocos barretazos más, y toparon con grandes pedrones. (Astudillo Ortega, mañanas preciosas, / y tus cielos estrellados. (Canción popular de Carlos
2002: 134). Ortiz Cobos).

Barro antiguo. El cuerpo humano, la carne, la contextura. V. Buen barro. Bilocarse. Atolondrarse, afanarse en exceso por algo. Propiamente
No hay como el barro antiguo: ya ven. Taita Teófilo, pasa de ciento. (Astudillo bilocarse vendría a significar estar en dos (bi-) lugares, lo cual es
Ortega, 1973: 16). demostración del excesivo afán.
Cuando llega su suegra se biloca.
Bautizar. Agregar agua a algún líquido, para disminuir su calidad y
generar mayor ganancia. Se puede bautizar la leche o el licor. Boca. Persona, ser humano al que se le debe mantener.
Después, unos conocidos me contaron que le habían cerrado la cantina porque ¡Tuviera como yo cuatro bocas! –añade la chola con despecho–. Pero usted…
bautizaba el trago. (Valdano, 1980: 60). ¡Jay! (Cuesta, 1983: 113).

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Boca de chauchera. La persona que tiene los labios alargados. La Botar… Este verbo suele ser usado en composición con un gerundio,
chauchera era el monedero. como botó fregando, botó rompiendo, botó jodiendo, etcétera.
Mi vecina tiene boca de chauchera. Y si molesta… que cuente… que le ha de botar capando. (Astudillo Ortega, 1973: 60).

Bocón. Hablador, entrometido. Se usa también “solo boca”. Botar a cama. Frase que se usa para designar una situación de
enfermedad, que obliga a guardar cama.
-¡Callado, bocón! ¡Retrato de tu taita! (Cuesta, 1983: 141).
Le dio un trancazo que le botó a cama.
Bolsicón. Prenda del vestuario de la chola cuencana. Se trata de una
especie de falda. Breve. Este adjetivo se ha vuelto adverbio en nuestra lengua, y, por tanto,
modifica a un verbo. Significa rápidamente.
Y es de ver a la prioste contonearse, metida en su fino bolsicón de paño verde.
(Muñoz Cueva, 2000: 11). Camina breve, responde breve, volverás breve.

Bolsicona. La mujer que usa bolsicón. Bruto. Grosero, tosco en el trato, incivil.
Y con finas botas de taco alto, al igual que las más elegantes bolsiconas de la A los que, en cambio, despreciaba profundamente, llamándolos ‘ignorantes,
ciudad. (Muñoz Cueva, 2000: 42). brutos’. (Valdano, 1980: 70).

Bolsiquear. Robar de los bolsillos. Buchir. Cargar a un niño pequeño a la espalda. Esta voz proviene del
quichua puchina, que significa lo mismo.
Don Serafín fue el que me enseñó el bolsiqueo. (Valdano, 1980: 60).
Ayúdame a buchir a la huahua.
Bolsón. Muy gordo. Si comes tanto te vas a poner bolsón. Es, además, una
forma común de dirigirse a alguien tratándolo con poca consideración. Buenamoza. La mujer hermosa y bien presentada, generalmente de
extracción popular.
El bolsón del Arturo parecía una bomba de trago. (Dávila, 1979: 89).
En unas cholas de Cuenca, en unas indias de la playa y en una que otra
Bombero. La calificación escrita con tinta roja, para señalar una cifra tejetoquillas de esas buenasmozas. (Astudillo Ortega, 1973: 44).
baja.
Buenas días. Fórmula popular de saludo que hace concordar el adjetivo
Me saqué dos bomberos en este trimestre. como si la palaba día fuera de género femenino.
Boquiabierto. El pasmado, estupefacto. El mismo ‘buenas días, Dr. Laurito’ de los de costumbre. (Astudillo Ortega,
Para distraer en la plaza la novelera curiosidad del cholerío sugestionable y 1973: 54).
boquiabierto. (Astudillo Ortega, 1973: 143). Cfr. Elevado. Buen apellido. Fase que designa a las personas con apellidos de
Borrachito. Forma eufemística para referirse a quien padece de extracción hispánica y que son, generalmente, los de la clase dominante
alcoholismo. tanto en lo económico como en el prestigio.
-No le harás caso Juanita –le dicen las otras, esperándola– éstos solo burlarse
Los borrachitos le pidieron por favor que solamente probara, puesto que solo se
quieren, para lo serio niñas de buenos apellidos nomás buscan. (Cuesta, 1983:
trataba de un ‘gloriadito’, es decir una infusión de agua aromática con gotitas
85). Cfr. De buena familia.
de licor. (Sarmiento Abad, 1993: 65).

Borrachoso. V. Bebioso.
Este me salió un borrachoso.

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La lengua morlaca

Buen barro. V. Barro antiguo.


De ese buen barro; del barro antiguo que duraba cien años. (Astudillo Ortega,

C
1973: 188).

Buenisano. Situación de encontrarse una persona en buen estado de


salud.
Donde las MM. Carmelitas… costaba bien barato quedar buenisana.
(Astudillo Ortega, 1973: 133).

Burlón. El individuo que suele burlarse de los otros.


Ten cuidado con este burlón.

Buscavidas. Personas que salían por los campos a cambiar productos


elaborados y de la ciudad, por granos de las cosechas recién recogidas.
Ya vienen los buscavidas.

Capillos
Especie de regalo en monedas
de baja denominación que los
Ilustración 3 padrinos en un bautizo lanzan
a los niños que esperan fuera de
la iglesia.

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Caballo de la carroza. Forma de insulto dirigido a una persona que usa Cahuitos. Una especie de juego infantil que se practicaba con los cromos
grandes gafas oscuras. La frase se origina en la ya desparecida costumbre –los caos– que venían en un popular confite llamado Límber. Era una
de trasladar al cementerio los ataúdes en carrozas tiradas por caballos. serie de cincuenta figuras, una de ellas muy difícil de encontrar. Se
A estos cuadrúpedos solían ponerles anteojeras para evitar que miraran jugaba con los cahuitos a las montaditas, diversión que consistía en
a los costados. que los jugadores se ubicaban en unas gradas, del escalón superior se
Y peor aguantabas que se te grite… ‘caballo de la carroza’… ahí sí… ni para lanzaban los cahuitos a la grada inferior. Ganaba quien lograba que su
qué… ¿Por qué tanta furia, Luis? ¿Porque los caballos de la carroza acarreaban cromo quedara encima de otro.
el capital deshecho y putrefacto de las humana vida? (Mata, 1982: 13).
Vamos a jugar a los cahuitos.
Caballo del diablo. Especie de avispa grande de alas algo anaranjadas y
cuerpo negro azulado. Caída. Fiesta organizada por los adolescentes.
Quítate de ahí que está volando un caballo del diablo. La policía detuvo a varios adolescentes que participaban en una caída.

Cachos. Cuentecillos humorísticos, cuando son de corte picaresco o Caído de la hamaca. Con esta frase se designa al individuo algo tardo,
referentes a la vida sexual suelen recibir el adjetivo colorados. poco despierto, un poco bobo.
En momentos de añoranza, requetenarraba cachos de su vida estudiantil. Este empleado sí que es caído de la hamaca.
(Astudillo Ortega, 2002: 32).
Cainar. Demorarse excesivamente en una actividad o en lugar. Es palabra
Cachos, cachos. Solicitud para hacer una pausa en algo. proveniente del quichua caina, que significa “ayer”. Cainar es demorarse
Cachos, cachos, me voy al baño. tanto hasta que el presente se convierta en ayer.
Ella, Carmen, al ‘cainar’ de las tardes y en el poyo de adobes del pequeño
Caer en cama. Significa guardar cama por alguna enfermedad.
‘corredor’ de la casa, desenredaba las trenzas canosas. (Burbano Cuesta,
Mi abuelita cayó en cama desde ayer. 1982: 93).
Caer como zambo. Significa caer sin poder auxiliarse adecuadamente Cainar (Quechuismo: de caina, “ayer, día pasado”). Permanecer un
con las manos. individuo, durante todo el día o una gran parte de él, ocupado en labores
Junto a la iglesia me caí como zambo. de provecho.
Hoy cainé arando mi campo. (A. Cordero Palacios, 1985: 50).
Caerle. Visitar a alguien intempestivamente.
El otro día que nos encontramos donde el Machete me acordé… y resolví caerle Caja. El ataúd. En la distancia, un entierro de pobres.
un día. (Astudillo Ortega, 1973: 141). ¡Muchacho, sostén la caja! Me grita el tío Mardoqueo. (Cárdenas, s.f.: 20).
Café puro. El café sin añadidura de leche. Calcha. La caña seca del maíz. Residuo que se usa como alimento para el
En la tarde no me falta mi café puro. ganado vacuno.
Café de tusas. Especie de café elaborado con granos de café a los que Siluetas de peones cargados de leña, cabuyos, calcha, perdíanse a pequeño
se añaden también otros ingredientes –como las habas, por ejemplo– trote. (Astudillo Ortega, 1973: 62). Cfr. Taralla.
tostados y molidos.
Caldo. Un mal chiste, lo que no provoca risa.
Pagando $ 30,00 mensuales, inclusive el mote y el café de tusas. (Astudillo
Ortega, 1973: 43). Ese tipo solo sabe contar caldos.

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Caldo, caldo. Onomatopeya de la voz del pavo. Campañero. El alcohólico que bebe por temporadas más o menos largas.
A las doce de la noche, esponjándose, una hilera de pavos rodeaban la casita. El pobrecito se ha vuelto campañero desde que perdió el trabajo.
‘¡Caldo!’ ‘¡Caldo!’ –gritando y el abanico del rabo como rueda de candela.
(Cuesta, 1983: 143). Candela. Muy vivo, despierto.
Chico es, pero una candelita de vivo, ya le quisieran otras que solo tienen
Caldo de mocho. El caldo de borrego. mudos grandes. (Cuesta, 1983:131).
Vecina, véndame un platito de caldo de mocho.

Calientes. Esta palabra es usada con dos sentidos. El primero hace


referencia a la actitud de disposición sexual de ciertas mujeres.
Por esas carishinas, por esas machonas, por esas calientes. (Astudillo Ortega,
1973: 23).
El otro sentido se refiere a las tierras bajas, lugares donde se cultivan Candonga. Arete de forma redondeada. Es prenda
plantas de clima caliente, como la caña de azúcar. usada generalmente por la chola cuencana.
Una arroba de máchica del Norte y seis botellas de un Zhumir del más puro Se ha comprado unas lindas candongas.
contrabando de los calientes. (Astudillo Ortega, 1973: 141).

Callimanta. Palabra quichua que designa la forma de hacer una acción,


rápida y totalmente.
Terminada la misa, las ofrendas apetitosas eran recogidas callimanta por el Ilustración 4. Candonga
señor sacristán. (Astudillo Ortega, 1973: 188).

Camareta. Artificio explosivo de la pirotecnia popular. Canelazo. Bebida preparada con agua, azúcar, canela y algo de
aguardiente. Cfr. Gloriado.
En ocasiones la maldad subía de punto i era una larga camareta la destinada
a enloquecer al cautivo. (Aguilar Vázquez, 1997: 282). Mejor sirvan un buen canelazo. Cfr. Gloriado.

Cambiar. Comprar, cuando se trata de imágenes religiosas, por respeto, Canillita. El niño que vende periódicos.
se usa este verbo, que parece menos venal. Los canillitas recibían los periódicos, y se dispersaban por las cuatro esquinas
De buena gana le hubiera comparado a un cuadro del Corazón de Jesús, por gritando: /-¡Oro! ¡Oro! ¡Diez mil personas en los lavaderos! (Cuesta, 1983:
el pintor Salas, que don Ambrosio, su suegro había cambiado (comprado) en 166).
Quito. (Muñoz Cueva, 2000: 95). Cantaleta. Repetición fastidiosa de determinadas palabras.
Nuestro vulgo cree que incurre en una de las más graves irreverencias si dice, Entonces ¿para qué tuviste tantos hijos? Ya vas a comenzar con tus cantaletas.
cuando trata de adquirir una imagen o pintura sagrada, que va a comprarla. (Astudillo Ortega, 2002: 36).
Las cosas santas no se compran, se cambian con dinero. (A. Cordero Palacios,
1985: 56). Cañamazo. El industrial que arregla, acondiciona y exporta sombreros
de paja toquilla.
Camote. El enamoramiento muy intenso.
Necesitaba el Club, para abrirse a la gente de color; a los chacareros, a los
Entró al colegio y le cogió un camote. V. Encamotado. cañamazos, y a otras firmas. (Astudillo Ortega, 1973: 81).

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Cañas. Especie de caramelos alargados y de diversos colores. Caracha. Especie de costra que se forma sobre las heridas, por efecto de
Señora, véndame una fundita de cañas. la cicatrización.
De la herida ya me queda solo la caracha.
Capacha. La cárcel.
Ponme un oficio… diciéndole que ya está en capacha el Cursiento. (Astudillo Caracho. Fórmula eufemística por carajo.
Ortega, 1973: 92). No sé qué pasa, cara...cho. En los talentos para pegarse cualquier vicio.
(Astudillo Ortega, 1973: 56).
Capillos. Especie de regalo en monedas de baja denominación que
los padrinos en un bautizo lanzan a los niños que esperan fuera de la Carajear. Echar carajos. Usar un lenguaje violento y lleno de procacidades.
iglesia. Capillo. Entre nosotros, obsequio de monedas que los padrinos de un Y él se carajeaba por estar ahí, acuclillado y hambriento. (Cárdenas, s.f.: 105).
bautismo dan a los padres del bautizado, y a los concurrentes a la solemnidad.
Carajo. Interjección de uso muy generalizado.
(Vázquez, 1991: 137).
Ocasiones hay en que, con solo rasgarla bien, alcanzamos el respeto de
Capotear. V. Dar capote. malandrines y follones. Es quizás la primera voz que admira y retiene el
extranjero que visita los países de la Lengua Castellana; y es, sin quizás, la
Capuliceda. Sitio sembrado de capulíes. más vigorosa interjección de todos los idiomas vivos.- A veces solemos decir: Un
Un zócalo de frutales y de frondas capulicedas. (Astudillo Ortega, 1973: 13). ¡Carajo! Bien rasgado, vale por todo un disparo”. (A. Cordero Palacios, 1985: 63).

Capulí chaucha. Variedad de capulí de mayor tamaño que el común. Por Caramba. Fórmula eufemística por carajo.
esta razón es más apreciado. No te digo, caramba, hombre, un mundo de casas. (Astudillo Ortega, 1973:
Los voraces chugos que tomaban por asalto un árbol de capulí chaucha, 100).
tentación no solamente de las aves, sino hasta del mismo cura. (Aguilar Caramelero. El que vende caramelos, generalmente en las ferias y plazas.
Vázquez, 1997: 328).
Busco un caramelero.
Caquiperro. Especie de golosina de la repostería popular. Se la elabora
con maíz tostado y aglomerado con miel de panela. Recibe también la Caray. Fórmula eufemística por carajo.
designación de colación de pobre. -Caray, hombre, no te digo. (Astudillo Ortega, 1973: 100).
Zita se afanó sobre todo en los famosos caquiperros, que hacían las delicias de Caráspita. Fórmula eufemística por carajo.
los nenes. (Muñoz Cueva, 2000: 115).
Si yo fuera presidente, caráspita, no me quedara uno; me comiera unos veinte.
El lexicógrafo Alfonso Cordero Palacios recoge esta palabra en su forma
(Astudillo Ortega, 1973: 91).
original:
Cacadeperro. Se llama así a una mezcla de miel, harina de cebada y Carcoso. Individuo despreciable.
granos tostados de maíz, que se consolida adoptando el tamaño y la Y en las palabras se rezumaba tu alma de alegre y errabundo tábano carcoso.
forma de una bola de billar. Es golosina predilecta de los muchachos. (Mata, 1982: 5).
- Una niña, sumamente virtuosa, creyendo mal sonante la expresión
Cardenillo. El color algo azulado y verdoso.
catalogada y por eufemismo, pidió en una pulpería que le vendiesen un real de
‘mala crianza de perro’. (A. Cordero Palacios, 1985: 48). Ponte el pantalón cardenillo.

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Cargoso. El abusivo, el pesado. Un castillo es también todo el adorno de alimentos –son las ofrendas–
Ese profesor sí que es cargoso. que lleva encima el caballo del mayoral durante el pase del Niño.

Cariñosas. Las prostitutas. Catalinas. Alumnas del colegio Rosa de Jesús Cordero, de Cuenca. Su
nombre deriva de las monjas Catalinas, que son sus maestras.
Operativos donde ‘las cariñosas’ para preservar seguridad. (Diario La Tarde,
abril 13 de 2016: 8) El sábado desfilaron las Catalinas.

Carishina. La mujer que no sabe hacer los menesteres de la cocina. Catas. Otra designación para Catalinas. Vid.
Significa también provocadora. V. Calientes. Por esas carishinas, por esas Cayendo y levantando. Frase que significa que algo se hace a pesar de
machonas, por esas calientes. (Astudillo Ortega, 1973: 23). Cfr. Huarmi. todos los factores adversos para el actor.
Carretero. Carretera. Un pujar de esfuerzos cuesta arriba y el martirizador llorar de guaguas,
Los trenes pitan lejos, entre los nevados distantes, y el carretero apenas data de cayendo y levantando. (Astudillo Ortega, 1973: 142).
una década. (Cuesta, 1983: 213).
Centro. Parte interna –de las polleras– del vestuario de la chola.
Casa de altos. La vivienda que tiene planta baja y un piso elevado. Rebozo azul y macanas de fleco; centros bordados para dentro de casa.
Ya se compró una casa de altos. (Astudillo Ortega, 1973: 87).

Casarse el diablo con la bruja. Al fenómeno atmosférico en el que Cepillar. Adular.


coexisten lluvia y sol al mismo tiempo se lo designa con esta frase. En los trágicos días en que Gil Ramírez Dávalos, por cepillar al marqués de
La bruja con el diablo están casándose … Media ciudad bajo el sol, media Cañete, vino a fundar esta ciudad que ya existía como Tumipampa. (Cevallos
ciudad bajo la lluvia. Cae esta en haces desde nubes altísimas y el sol la hiere García, 1957: 6).
de costado. (Cuesta, 1983: 90).
Cepillo. El adulón.
También puede variar la expresión a: casarse el diablo con la diabla.
Como te has vuelto un cepillo, todos te rechazan. Cfr. Adulete.
Vea, mamaíta, cómo brillan las gotas: llueve y hace sol. / -Está casándose el
diablo con la diabla, niñita. (Astudillo Ortega, 2002: 26). Ceraturo. Barro de consistencia pegajosa y de color amarillento.
Caset. La dentadura postiza. Los poyos chuchaques y los andenes del ceraturo milenario. (Astudillo Ortega,
1973: 191).
No grites tanto que se te va a caer el caset.
Cerdabuchi. Forma popular de insulto.
Casinete. Especie de tela de algodón que se usaba para confeccionar ropa
masculina barata. Sipi…, tarozo…, ladrón / Cerda-buchi. (Andrade Chiriboga, 2006: 319).
Juan María Sacaquirín viste terno de casinete blanco que lo distingue Cerveceada. La borrachera con cerveza.
fácilmente entre los viajeros. (Burbano Cuesta, 1982: 69). Concluida la cerveceada con los hijos de Marte… Gastón Campanas fumaba
Castillo. Especie de armazón construido con carrizos y que lleva un satisfecho. (Astudillo Ortega, 1973: 160).
conjunto de fuegos de artificio. Es pieza fundamental en las fiestas del Cerramen. Acto de cierre de una celebración religiosa como, por ejemplo,
Septenario cuencano. el jubileo.
A las nueve de la noche comienzan a quemar los castillos.

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Con la procesión terminaría el solemne cerramen de la fiesta. (Astudillo Chalina. Especie de chal pequeño o manta que usan las mujeres sobre los
Ortega, 2002: 89). hombros, o para cubrirse la cabeza.
Mi mamita no encuentra la chalina.
Chacarero. El agricultor, el dueño y cultivador de una chacra.
Buenos chicos que estudiaban para médicos y abogados, porque los taitas Challashca. Ilegítimo, recogido, encontrado.
chacareros para eso se sacrificaban. (Astudillo Ortega, 1973: 43). ¡Quítate, gato challashca!

Chachay. Variación de achachay. Challi. Andariego.


-¡Chachay!- dice después el chico. Lanza un guijarro al perro. (Cuesta, 1983: Ya para qué he de irpes, ya de haber pegado. Pero hecho bien, a que no sea
101). challi. (Cuesta, 1985: 133).

Chacra. La sementera de maíz y poroto. Chamiza. El conjunto de ramas pequeñas y secas que se queman por las
noches en ciertas celebraciones campesinas.
Y de la punta a la orilla, el verde tierno de la chacra. (Astudillo Ortega, 1973: Se dejaba ir con el oleaje y el aturdimiento del bazar y las chamizas. (Astudillo
14). Ortega, 1973: 38).
Chagra. La persona corrida y apocada, por provenir del campo. Chagra es Chanca. El maíz triturado. Es alimento común para las aves de corral.
propiamente el habitante de la chacra.
Comprarás media libra de chanca.
Había que hacerle ver al chagra quiénes eran. (Astudillo Ortega, 1973: 46).
Chancar. Triturar, moler.
Chagrillo. La reunión de pétalos de flores de diferentes variedades y Ya me chanqué el dedo.
colores. Generalmente es usado para lanzarlo en procesiones religiosas
como una forma de homenaje. Chanchullo. Negocio ilícito, procedimiento poco ético.
Esa tarde de Junio, a los dos lados de la carretera, se verificaba la recolección Para lo más de igualar tas con tas el debe y el haber. Puah… quién dijo
de todos los retamales, de las rosáceas, liliáceas, geraniáceas y flores del monte chanchullo. (Astudillo Ortega, 1973: 13).
y del barranco… para el chagrillo que debía extenderse desde los escaños de la Changa. La pierna. Esta palabra (de origen quichua) es usada
Catedral siguiendo por media calle. (Astudillo Ortega, 1973: 165). generalmente en tono ponderativo.
Chaguarmishqui. El jugo del asiento de las cabuyas, conocido también ¡Qué buena changa que tiene la vecina!
como pulque.
Changar. Montar una pierna sobre el cuerpo de otra persona.
Y hasta los mitayos pereciendo sin tener ni el chaguarmishqui de los pencos. El marido le changa a la mujer.
(Astudillo Ortega, 1973: 105).
Chapar. Mirar.
Chaguarquero. El tallo y la flor de la cabuya. Se trata de un elemento
vegetal de gran tamaño y que inclusive suele ser usado en la construcción Dirasle que bajamos a chapar… No me dejarás coger en la mentira. (Astudillo
por su poco peso. Ortega, 1973: 60).

Quitada la escalera de chaguarqueros tenía que obsequiar algo para poder Chaplag. Onomatopeya del caer algo en el agua.
bajarse. (Astudillo Ortega, 1973: 29). Caen los bastiones…, chaplag, a hundirse el puente con patria y todo. (Astudillo
Ortega, 1973: 20).

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Chapula. Mujer que andaba detrás de los soldados liberales. V. Guaricha. Chendo. Esta es la palabra emblema de la lengua joven de los cuencanos.
Inseparables del soldado, ahí estaban las chapulas, al toque de marcha. Desde los niños son “chendosos” y, por tanto, con gusto, chendean todo el
(Astudillo Ortega, 1973: 22). tiempo. Chendo significa “de mentirita”, “de bromita”. El origen de este
vocablo se remonta a la lengua infantil, la misma que ha creado Chela a
Charlón. El hablador, el respondón. partir de Graciela.
Este señor ha sido un charlón. En la lengua de muchas personas el verbo decir suele entenderse también
con el sentido de mentir. Por ejemplo, afirmamos de alguien: Dice que
Chaquiñán. El mal camino, sendero propio para ser recorrido a pie. es honrado. Del verbo decir obtenemos la forma diciendo. De modo que
Ahí estaba la mansión de la Lucha, escondida entre las frondas del sendero, de si escuchamos solo estoy diciendo, se entendería que solo estoy diciendo
tantos chaquiñanes. (Astudillo Ortega, 1973: 48). de broma, mintiendo. Sobre este diciendo ha operado la lengua infantil,
la misma que convirtió la C de Graciela en Ch. Así que diciendo pasó a
Chaspapatas. El aprendiz del herrero. Este oficial comenzaba con los
dichendo y de ahí solo quedó un pequeño paso para convertirse en chendo.
trabajos más humildes y sencillos como era quemar en la fragua –chaspar–
la lana de las patas de las reses para que fueran vendidas en los mercados. Te voy a pegar, ¡chendo!
Más acá, con el herrero San Martín, el chaspapatas, que las preparaba o Chévere. Bonito, hermoso, agradable.
chaspaba, para el caldo de patas. (Astudillo Ortega, 2002: 68).
Chuta qué colchón tan chévere. (Dávila, 1977: 41).
Chaspar. Quemar la lana o las cerdas de algunos animales sacrificados.
Chibolo. Abultamiento que se produce en la cabeza como consecuencia
Al puerco muerto lo primero que se le hace es chasparlo. de un golpe recibido.
Chasquera. Una variedad de cometa que al volar hace un sonido especial Me fui contra la puerta y me hice un tremendo chibolo.
por el viento que mueve sus adornos laterales hechos con flecos de papel.
Ya tengo mi chasquera para las vacaciones. Sobre esta palabra –aunque Chicha huevona. Especie de bebida que se vende en un barrio de la
cambiándola de género– Alfonso Cordero Palacios escribe lo siguiente: ciudad de Cuenca. Es chicha licuada con huevo.
Chasqueros. Papel cortado en forma de hojas de malva y que los Vamos a la esquina a tomarnos una chicha huevona.
muchachos ponen a una cometa, conteniéndolo en el hilo que va
alrededor de las extremidades de los palillos que tiene la misma. Su Chililín. Variación de chilín. Vid.
nombre procede del chasquido que da el papel así cortado mientras
recibe el viento. (A. Cordero Palacios, 1985: 104).
Chilín. Onomatopeya del caer de monedas sobre una superficie metálica
o del romperse de un vidrio.
Chaucha. Cualquier trabajo fácil. Este mismo término designa a la
variedad grande de capulí, así como también a una cierta clase de papa Dado /quitado / chilín, campanas, / con los cuernos/… ¡a los infiernos! (Cuesta,
que se cocina en poco tiempo. 1983: 203).
En el mercado venden buena papa chaucha. Nunca me olvido, toditos los vidrios, chilín, chilín, chilín. (Dávila, 1979: 63).

Chauchera. El monedero. Chillo. Especie de hilo de algodón que se fabricaba en el Valle de los
Chillos, provincia del Pichincha. Por extensión designaba a la prenda
Perdí mi chauchera.
elaborada con este material.
Chazo. El campesino de origen no indígena. La falda chillo, la bufanda otavaleña, el distintivo pañolón. (Astudillo Ortega,
La calle por donde desembocó en Cuenca la hueste de chazos. (Astudillo 1973: 23).
Ortega, 1973: 10).

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Chimbador. El que participa en una elección con el único fin de evitar Chirote. Especie de ave que tiene el pecho de color rojo encendido.
que otro gane. En la pampa el viento hace subir la marea en el trigal salpicado de chirotes
Como siempre el Aurelio fue el chimbador. bulliciosos, que silbando ascienden casi verticalmente para descender en
‘picada’ con el rojo y esponjado escudo al descubierto. (Burbano Cuesta, 1982:
China. La empleada doméstica. 86).
Era el desconcierto en las casas. Las chinas no tuvieron más remedio que
quedarse, porque habían sido hombres comprometidos. (Astudillo Ortega, Chispín. El que no está muy borracho.
1973: 23). Se golpeaba la frente el hombre de a poncho, el chispín que nunca faltaba
donde el Machete. (Astudillo Ortega, 1973: 131).
China de casa grande. La empleada doméstica presumida por servir en
una casa de gente muy rica.
Véanle no más, como ahora ya es china de casa grande, ni pisa el suelo. Cfr.
Sirvienta de casa grande.
Chinchoso. El que se queja, reclama y se incomoda por cualquier cosa Chispiola. Especie de alimento de dulce en forma
insignificante. de una pelotilla, hecho con canguil y aglomerado
con miel de caña. Cfr. Caquiperro.
¡Pendejadas! …Vos todo crees, ay no sé: hecho el chinchoso. (Astudillo Ortega,
1973: 99). Junto a la iglesia venden unas ricas chispiolas.

Chinero. El individuo que prefiere enamorar a las empleadas domésticas.


Cfr. China.
Ilustración 5. Chispiolas
Ni sabes, el Federico ha sido chinero.

Chipo. El saltamontes. Chispo. V. Chispín.


En este llano hay bastante chipo. Y armando el guirigay de los chispos, después de pasar por las etapas del
empalagoso afecto. (Astudillo Ortega, 2002: 35).
Chirapear. Lanzar descuidadamente, desparramar, esparcir alguna
materia. Chivista. El individuo camorrista, el que gusta provocar reyertas y peleas.
Ya botaste chirapeando el arroz. Cfr. Botar. Este de borracho es un chivista. Se dice también chivero.

Chirlazo. Golpe dado con la mano en el rostro. Bofetón. Chivo. La pelea, el escándalo. Cfr. Armar el chivo.
Sonábale a chirlazo aquello que le dijo el Machete, con un ajo. (Astudillo Hoy se acababa todo…, si es por eso, le haría chivo, le pelearía. (Astudillo
Ortega, 1973: 31). Ortega, 1973: 58).

Chiro. Pobre. Chocar. Fórmula de saludo, generalmente entre jóvenes; aunque es un


No me pidas nada porque estoy chiro. uso ya conocido hace varias décadas. Lo que chocan son las manos o los
puños.
Chirona. La cárcel. -Choque entonces: los soldados de Vega no rematamos a los vencidos. (Aguilar
Ele aura, no bien llega, cae en chirona. (Astudillo Ortega, 1973: 154). Vázquez, 1997: 356).

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Chocolatín. Especie de confite elaborado con chocolate. Chuchaqui. El malestar que se presenta al día siguiente de una
Las tajadas de torta con pasas, los chocolatines extranjeros y se endulzó la borrachera.
boca. (Cárdenas, s.f.: 98). Día del Rector, del Presidente, del Patrono; por el chuchaqui del Rector.
(Astudillo Ortega, 1973: 80).
Chola. La mujer de extracción indígena, pero que tiene presencia en la
Aguilar Vázquez proporciona una interesante etimología de esta palabra.
ciudad.
Unos pocos hijos naturales en unas cholas de Cuenca. (Astudillo Ortega, No todos saben lo que significa el quichuismo chuchaqui; para mí,
1973: 44). indigno de todo hombre de bien, pero en cambio muy digno de figurar
en las columnas ya un tanto por ciento americanas, del Diccionario de
Chola cuencana. La mujer de extracción popular, que es el icono de la la Lengua. El glotón derrumbado por los ventisqueros traicioneros de
ciudad de Cuenca. Con este mismo nombre se conoce una canción que se la borrachera; el alcoholista caído en la tortura helada de la abstención,
ha convertido en el himno popular de la ciudad. pasado el período de la intoxicación aguda, sienten aún muchos síntomas
objetivos i subjetivos que denuncian cómo el veneno continúa obrando
nefastamente, sobre el organismo, tales como: frío en los huesos, temblor
Chola cuencana, mi chola,
en las extremidades, de las manos i las piernas especialmente, amargura
capullito de amancay,
en la boca, fetidez en el aliento i en el espíritu frío, desconfianza i miedo,
en ti cantan, en ti ríen
irresolución i angustia. Todo este cortejo de síntomas comprende el
las aguas del Yanuncay. término chuchaqui, compuesto de dos palabras quichuas: chucho i
(Letra de Ricardo Darquea Granda) chaqui, que traducidas literalmente significan temblor de piernas.
(Aguilar Vázquez, 1997: 157-158).
Cholear. Trata muy mal a una persona, es decir, como si fuera un cholo.
Marginar a alguien. Chuchaqui seco. El malestar que se siente al día siguiente de una noche
Lo de siempre. Les habían choleado. Pero ¿y en qué está la nobleza?... (Astudillo pasada en vela, y sin haber ingerido licor.
Ortega; 1973: 198). No me molestes porque estoy con un tremendo chuchaqui seco.

Cholito. Forma afectuosa de llamar a alguien. Se lo usa como vocativo Chucho. El seno.
familiar y común. Si todavía es huahua de chucho.
No te olvides, cholito, ya sabes. (Astudillo Ortega, 1973: 167).
Chucurillo. Especie de comadreja. Suele atacar de preferencia a cuyes y
Choro. El ratero. gallinas.
En este barrio hierven los choros. Porque cualquier ruido era atribuible a los gatos, a los chucurillos, a los zorros.
(Astudillo Ortega, 1973: 99).
Chúcaro. El novato, el estudiante de primer año tanto en colegios como
en universidades. V. Bautizo. El chúcaro para que deje de serlo debe ser Chugniento. El que sufre de lagañas.
bautizado. Con lo enfermizo de sus párpados, lo que le adjudicó el epíteto de chugniento.
En la semana del estudiante se bautiza a los chúcaros. (Astudillo Ortega, 2002: 28).

¡Chucha! Chugo. Especie de ave canora de plumaje amarillo con manchas negras.
Interjección usada para señalar disgusto, ira, o también para insultar. La clarinada huelguista del chugo incendió la arboleda. (Astudillo Ortega,
¡Qué chucha quieres! 2002: 47).

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Chugshi. El renacuajo. Se lo pronuncia también como shugshi. Las habas con queso… chumales con mote chogllo, un ají y un guarapo.
O tendidos sobe el chanchaco a caza y pesca de ranas y de chugshis. (Astudillo (Astudillo Ortega, 1973: 163).
Ortega, 2002: 21).
Chumalada. Comilona de chumales.
Chulco. La usura. También designa una especie de caldo de huevos. Al -¡Sucia!… Para que sepas ganar pleitos… para que vayas a preparar chumaladas
respecto de la probable etimología y conexión entre chulco y chulquero, para tus corrompidos amigos, en la robada quinta de San Roque. (Muñoz
esto es lo que dice Muñoz Cueva: Cueva, 2009: 12).
Prestamista a alta usura. Sin duda la palabra chullquero viene de chullco
Chumblug. Onomatopeya del hundirse de un objeto en el agua. Cfr.
(chullco de huevos) o caldo de huevos, cuando por la baratura o lo bajo
de este artículo (huevos) la tal comida se tomaba por la más pobre y Chaplag.
ruin; de modo que era como hacerle un daño (de desprecio) servírsela a Cuando se lanzó al agua se oyó un chumblug.
una persona. Antiguamente se decía: ‘A los extraños: pavo trufado; a los
propios: chullco de huevos’. También puede suponerse que el prestamista Chupar. Beber licor, emborracharse.
usurario en exceso era un miserable avaro, que se mantenía de miserable El viernes algunos se van a chupar. V. Irse de chupe.
chullco, o sea que era un chullquero. (Muñoz Cueva, 1959: 125).

Chulío. El ayudante de un conductor de bus. Se lo llama también Chúplag. El huevo huero o podrido.
ayudante o controlador. La gallina ha roto el huevo chúplag.
Ya le pagué pues al chulío. Churos. Interjección que equivale a ¡chucha! En otro sentido significa
Chulla. Palabra quichua que significa uno, de algo que es un par. rizos de cabello.
Solo encontré chulla media. Me peino y siguen mis churos.

¡Chulla vida! Con esta frase tratamos de justificarnos ante una acción Churuco. El caracol, o cualquier cosa que tenga aproximadamente esta
arriesgada, poco mesurada o poco conveniente con nosotros mismos. forma.
¡Chulla vida! Deme otra botella de cerveza. Desenterrando churucos para hacerlos pelear de puntas. (Astudillo Ortega,
2002: 21).
Chulquero. El prestamista usurero. V. Chulco.
Churudo. El que tiene abundantes rizos en el pelo.
Chuma. Borrachera. Yo tuve una churudita / que era linda y me quería / ella triste pelaba los cuyes /
Y el compadre tenía que amanecerse, hasta el término de la gran chuma. yo alegre me los comía. (Mata, 1982: 37).
(Astudillo Ortega, 1973: 28).
Churuquear. Este verbo, usado en forma pronominal, define la situación
Chumado. Ebrio, borracho. de una cometa que, cuando vuela, comienza a girar peligrosamente,
Una tarde al pasar por frente de un grupo de chumados, uno de ellos le hasta, a veces, caer al suelo. Esto ocurre por defectos de fabricación de la
invitó cariñosamente a tomar ‘unito’ a lo que él protestó como era natural. cometa o por tener un rabo muy pequeño.
(Sarmiento Abad, 1993: 65). La cometa se churuquea a cada rato.

Chumal. Especie de platillo de la comida tradicional cuencana. Se lo ¡Chusa! Interjección eufemística por ¡chucha!
elabora con maíz tierno, molido y envuelto en hoja de maíz. Es impropio No me iré, ¡qué chusa!
y además, foráneo, el nombre de humita.

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Chusco. Gracioso, ocurrido, cómico. Coger experiencia. Escarmentar, haber sufrido las consecuencias de
Este vecino es tan chusco. algo.
No cogen experiencia –gritan las abuelas–. Ya vamos a encerrarles. (Cuesta,
Chuspiojos. La persona que tiene los ojos vivos, pequeñitos. Chuspi
1983: 84).
significa mosca.
Este niño es chuspiojos. Coger la mano. Significa que alguna actividad o tarea resulta larga, muy
trabajosa y, por tanto, demorada.
Chusso. Pequeño.
Enlucir la pared coge la mano.
Mi hijo, el más chusso ya está en la escuela.
Coger la noche. Significa que uno se ha demorado en algo y ya ha llegado
¡Chuta! Interjección eufemística por ¡chucha! la noche.
Chuta que colchón tan chévere. (Dávila, 1977: 41). Estuve en la calle y me cogió la noche.
Cierta parte. Forma eufemística para designar las partes sexuales. Cogerle a uno el alimento. Frase con que se justifica que luego de haber
Se dio un golpe en cierta parte. comido algo se produzca una ligera sudoración.
Coco. La cabeza, en términos humorísticos y familiares. Uf, ya me cogió el alimento.
Si no era jalón de orejas, era rotura de cabeza con una vara. Mi coco está Cogerle el cuarto de hora. El hecho de que alguien demuestre cierto
cruzado de cicatrices. (Valdano, 1980: 58). aturdimiento, una ligera turbación de la razón, un atolondramiento.
Cocolo. El que tiene la cabeza rapada, o también el calvo. No le digan nada, ya le cogió el cuarto de hora.
Un cocolo es más que un niño pobre; es un indio arremetido todo él –en alma y Cogerle la taranta. V. Cogerle el cuarto de hora.
poncho y choza y trenzas– a tijeretazos. (Cuesta, 1983: 296).
Mamita y papá Nico vivían todavía con nosotros antes de que les cogiera la
Cogedor. Esta palabra significa que algún alimento es muy poderoso o taranta de volverse y dejarnos solas. (Dávila, 1985b: 25).
también que un licor emborracha prontamente.
Cogerse. Robar.
Este vino sí que es cogedor.
No digas nada; pero me cogí unos libros.
Coger goteras. Espiar a las mujeres desde un sitio inferior; esto se lo
hacía cuando ellas usaban vestido o falda. Cohetero. Este sustantivo tiene dos significaciones. La primera designa
al fabricante de explosivos y fuegos artificiales.
Expresión usada por muchachos díscolos para indicar que pasando por debajo
de los balcones pueden ver partes ocultas de las personas del sexo femenino. (A. Como aún no se inventaba la palabrita pirotécnico, quien hacía cohetes,
Cordero Palacios, 1985: 154). castillos y vacas locas, se llamaba simplemente el cuetero. (Cevallos García,
1957: 19).
Coger el camino. Marcharse.
La segunda designa al manipulador de los equipos de proyección en los
Se levantó y cogió el camino.
antiguos cines.
Coger en la mentira. Sorprender a alguien en el acto de mentir. Cuetero, ya apaga la luz.
No me dejarás coger en la mentira. Vay, me voy, me voy. (Astudillo Ortega,
La pronunciación popular es cuetero.
1973: 61).

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Cohetes. Con esta palabra en plural se designa a toda clase de fuegos Como si no hubiera quebrado un huevo. Actitud de quien finge no haber
artificiales. hecho nada malo.
Lo mejor del Septenario es que sueltan cohetes. Es usual que la palabra se Nosotros y las panaderas que subían trayendo agua, le vimos regresándose por
pronuncie como cuetes. el puente, como si no hubiera quebrado un huevo. (Astudillo Ortega, 2002:
130).
Cojudo. El bobalicón; cualquier individuo.
Te diré que si el cojudo quiere darse de sapo, nadie hasta aquí me ha ganado en Componer el chuchaqui. V. Componer el cuerpo.
saperías. (Astudillo Ortega, 1973: 176). Componer el cuerpo. Acción de beber un poco de licor al día siguiente
Colación de pobre. V. Caquiperro. –durante el chuchaqui–. Se supone que este hecho mitiga –cura– los
efectos nocivos de la borrachera.
Colerín. Cierta clase de indisposición caracterizada por náuseas y Después del primer draque, con que ordinariamente se ‘componía el cuerpo’,
diarrea. Se considera que es producto de haber sentido intensas iras y para empezar sus actuaciones. (Astudillo Ortega, 1973: 91).
disgustos.
Con cuenta. Significa que algo está barato y, por tanto, adecuado como
La pobre tuvo anoche un colerín después de que supo la noticia.
para comprarlo.
Coliquiento. Que algo suele producir cólicos. Esta semana el arroz está con cuenta.
La mandarina es coliquienta.
Con estos ojos que se han de hacer tierra. Con esta frase enfatizamos
Colorearse. Avergonzarse. Aunque colorear o colorearse debería que hemos sido testigos de algo.
ser adquirir algún color, es muy común que se utilice este verbo para Taitito, por Dios, con estos ojos que se han de hacer tierra. (Astudillo Ortega,
significar adquirir color rojo. Cfr. Acholarse. 2002: 118).
Miró las piernas del hijo de la hierbatera, que enrojeció sobre su jarro de leche, Con sus reflejos. Frase de cortesía con que responde una persona que ha
como un ratoncito. / -¡Colorea! /- ¡Colorea!
recibido la calificación de que está guapa.
-¿Por qué te pones colorado?/-No estoy colorado… Oiga. (Cuesta, 1983: 200 y 280). Está muy linda. / Con sus reflejos.
Combinación. Especie de vestido que las mujeres usaban sobre la ropa Con una mano adelante y otra atrás. Situación de indigencia completa
interior y debajo del vestido externo. de una persona.
Hijita, pondraste la combinación. Que dizque fuera de esto si no estuviera yo. Como dicen ya hubiéramos quedado
con la una mano adelante y la otra atrás. (Astudillo Ortega, 2002: 41).
Comer. Matar; eliminar.
Si yo fuera presidente, caráspita, no me quedara uno; me comiera unos veinte. Concho. Las heces del vino o de la chicha.
(Astudillo Ortega, 1973: 91). Este pantalón tiene color concho.
Comer harto mote. Alimentarse bien. El mote es sinónimo de alimento. Congeniar. Llevarse bien, mantenerse avenidos.
V. Mote. En el matrimonio tienen que congeniar rapidito.
Sin embargo, para llegar a eso, había que comer harto mote –se dijo. (Astudillo
Ortega, 1973: 80). Conscripto. La persona que durante el tiempo aproximado de un año
hacía el servicio militar, que antes era obligatorio.

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Siento decirle que su conscripto está castigado. (Moscoso, 1985: 39). Cfr. Corotos. Los diversos componentes del menaje de casa.
Coshco. Si no me pagan el arriendo boto sus corotos a la calle. Cfr. Tereques.
Contar con los dedos. Frase que significa que de algo existe en muy poca Corriente y moliente. Común, nada extraordinario.
cantidad.
Se sustraen del dolor rutinario de lo corriente y moliente… puede ser. (Astudillo
Las personas honradas son de contar con los dedos. Ortega, 1973: 131).
Contrabando. El licor de contrabando. Corte alemán. Manera de cortar el pelo que usan generalmente los
Seis botellas de un Zhumir del más puro contrabando de los calientes. conscriptos. La cabeza está pelada al ras, salvo un pequeño mechón en lo
(Astudillo Ortega, 1973: 141). alto de la cabeza y cerca de la frente.
Voy donde el peluquero para que me haga el corte alemán.
Contradanza. Una clase de baile vernáculo.
Los rucos, los contra-danzas, tocados con el turbante de espejillos de feria. Corte rebajado. Manera de cortar el pelo, que no reduce demasiado el
(Astudillo Ortega, 1973: 153). tamaño del cabello. Solo se lo rebaja.
Mañana me haré el corte rebajado.
Contrapuntear. Llevar la contraria.
Majadero, no me contrapuntees. Coshco. El conscripto.
Le cogieron para el cuartel y ya está de coshco.
Corachas. Las alumnas del colegio Sagrados Corazones de la ciudad de
Cuenca. Coso. Forma masculinizada de cosa.
Vamos a vacilar donde las Corachas. No sé dónde habrás puesto tu coso.
Corbata mishi. La corbata de lazo. Cosquilludo. El que es muy sensible a las cosquillas.
¡Qué elegante que estás con esa corbata mishi! Mi hermano es muy cosquilludo.
Corchar. En el fútbol significa poner el pie para evitar que otro jugador Costar muelas. Significa que algo ha de costar mucho esfuerzo y trabajo.
consiga patear la bola. Rara vez volvían las bestias requisadas, o costaba muelas a los pobres arrieros
Sal y corchéale con fuerza. y campesinos, su dramática recaudación. (Astudillo Ortega, 1973: 25).
Obstaculizar el movimiento de un automóvil estacionado. Costra. Una variedad de pan.
Me han dejado el carro corchado. Antes de olvidarme, véndeme unas costritas. (Astudillo Ortega, 1973: 73).
Cornelio Merchán. Con esta frase formada por un nombre propio –que Creído. El presumido.
designa a una escuela de la ciudad de Cuenca–, entre los muchachos Me caes mal, eres un creído.
se nombra al tiro de esquina en el fútbol. La razón es que el nombre en
inglés de este episodio del juego es corner, y los hablantes perciben cierta Creisi. El individuo creído. Esta palabra relaciona los sentidos y las
cercanía con el nombre Cornelio. formas de dos elementos, creído, del español y crazy (pronunciado creisi,
el loco) del inglés.
Yo voy a cobrar el Cornelio Merchán.
Desde ayer estás hecho el creisi.

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Creso. Especie de poderoso desinfectante de origen industrial. Al parecer Cuco. El que –o lo que– asusta.
se trata de una variación de creosota. El médico es el cuco de los niños.
Pero salieron las otras cholas, y un olor intenso a creso llenó el aire, y el lechoso
líquido corrió entre los ladrillos. (Cuesta, 1983: 160). Cuencanizado. La persona que ha adquirido las características de los
cuencanos.
Crestón. Forma de referirse de manera despectiva a alguien. Entonces El Curuchupa, cuencanizado así, fue el alma de las harpas i las
Ya ha de venir este crestón a molestarme. concertinas. (Aguilar Vázquez, 1997: 146).

Cristo. La persona que sufre abusos de alguien; incauto. Cueriza. Castigo fuerte, aunque no intervenga un cuero o correa.
Y diciéndose, ‘aquí me saco la rifa’, bajó resuelto desde la soledad de su rancho El resto, cuerizas, por duro, como le fruncía el Bedel. (Astudillo Ortega, 2002: 80).
a buscarse un Cristo. (Astudillo Ortega, 1973: 69).
Cuica. La lombriz. Por metáfora designa también a la persona muy
Cuadra. Pequeña propiedad situada muy cerca de la ciudad. Podía ser delgada.
usada como una huerta. La hija de la vecina es una cuica.
¡Su pequeña quinta, su cuadra, para siempre perdida! (Muñoz Cueva, 2000: 8).
Cullqui. El dinero, la plata. A veces aparece también con la variante
Cuándo llegará ese cuando. Expresión con que se declara la ninguna cushqui.
esperanza de que algo ofrecido ocurra. Secuestran a abastecedores de ‘cushqui’ en cajeros. (Diario La Tarde, octubre
Ay, niña mía, cuándo llegará ese cuando –suspirábale. (Astudillo Ortega, 7 de 2016: p. 8).
2002: 25).
Curar el chuchaqui. V. Componer el cuerpo.
Cuantimás. Conglutinación de cuanto más. Al día siguiente, mientras don Juan echábase al coleto un enorme vaso de
A los extraños se los ayuda, cuantimás a un hermano. refrescante soda, para curar la devoradora sed del chuchaqui, su digna esposa
de pie a su lado, le contemplaba misericordiosamente. (Aguilar Vázquez,
Cuchara de palo. Utensilio muy usado en la cocina cuencana. Está
1997: 157).
elaborado de madera y los hay de diferentes tamaños, desde la cuchara
mama (la grande) hasta la huahua cuchara (la más pequeñita). Curco. Jorobado.
El chico va a correr pero sale una tejedora con una cuchara de palo llena de Con la vieja de la quebrada, con mama Shiva, más curca y más sigilosa.
mote. (Cuesta, 1983: 86). (Astudillo Ortega, 1973: 134).
Cuchara mama. Cuchara grande, de madera. Es un utensilio de uso muy Tiene el derecho de ser curco, justificó risueño don David. (Aguilar Vázquez,
común en la cocina cuencana. Se lo usa para mover la comida en las ollas, 1997: 364).
para extraerla y servirla. Cfr. Cuchara de palo. Curcuncho. El que está encogido, asustado, temeroso, enfermizo.
Moverás el caldo con la cuchara mama. Ni un asma que lo tenía curcuncho, adquirido en gaje de sus resfriantes
Cuchicara. La cáscara o piel del cerdo, ya tostada o chaspada. V. Chaspar. excursiones. (Astudillo Ortega, 1973: 18).
En plena calle, lavado y colgado de la viga del alero, su primer plato, el Cursiento. Que sufre de frecuentes diarreas. Los cursos son las diarreas.
cuchicara. (Astudillo Ortega, 2002: 91). Es forma de llamar despectivamente a alguien.
Diciéndole que ya está en capacha el cursiento. (Astudillo Ortega, 1973: 92).

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Curuchupa. El miembro o simpatizante del Cuy de vivo. Frase con que se describe a alguien muy despierto y ágil.
partido conservador. Esta voz está compuesta Este muchacho sí que es cuy de vivo.
de curu, gusano y chupa, rabo, es decir rabo de
gusano. Con curuchupa se designa también al Cuyada. La comida donde predominan los cuyes asados.
insecto conocido como tijereta o tijera –entre
Solía repetir la Pitimucha, en las cuyadas de Gastón. (Astudillo Ortega, 1973:
nosotros– y como cortapicos en España. La
razón para que esta designación haya pasado 82).
Ilustración 6.
Curuchupa, insecto a las personas es que el pueblo ha encontrado Cuyero. El sitio de la casa donde se crían los cuyes.
una perfecta metáfora entre la forma final
del insecto y la forma final de las levitas que Y tantearán la hierba y los animales asustados del cuyero. (Cárdenas, s.f.: 88).
usaban las personas pudientes, miembros casi
todos ellos del partido conservador. Esta es
la opinión de Muñoz Cueva. Unos animalitos
muy negros, parecidos al canicuro (del cual los
liberales tomaron el nombre de curuchupas para
sus adversarios políticos). (Muñoz Cueva, 2000:
129. La voz canicuro, que es quichua significa cani
(que muerde), curu (gusano). El nombre más
Ilustración 7. Levita descriptivo es siquicanicuro, literalmente: gusano
de los curuchupas, que muerde con el rabo.
los conservadores

También existe otra versión etimológica para el término curuchupa, que


provendría de la voz española cura y del quichua chupa, “rabo”, es decir
“rabo de cura”, por la gran influencia que la Iglesia –los curas– tenían
sobre los miembros de este partido político. (Álvarez, 2010: 49).
Las guerrillas entre curuchupas y liberales; la suspensión del Obispo de
Cuenca. (Astudillo Ortega, 1973: 8).
Cushma. El grano de arroz que todavía conserva su cáscara.
Antes de cocinar el arroz hay que escoger las cushmas.
Cushma es también una especie de poncho pequeño de los indígenas de
la provincia del Cañar.

Cusi. El que es alegre, el que se muestra contento; trabajador, rápido,


hacendoso.
Ya se casó con una gualaceña, y esas son cusis. (Astudillo Ortega, 1973: 196).

Cutulo. Pequeño; sin rabo.


Y de últimas se casó con la Cutula del señor curita. A la otra le llevó a la costa.
(Astudillo Ortega, 1973: 154).

62 63
D

Ilustración 8

Dar capote
El capote es una especie de carrera el castigado. Mientras
castigo. Se lo ejecutaba de la corría le llovían toda clase de
siguiente manera: se formaban golpes. Aunque realmente
dos filas de personas, la una era un castigo también se lo
frente a la otra, y entre ellas se ejecutaba como una especie de
dejaba un espacio aproximado broma pesada. Era usual entre
de cincuenta centímetros. Por colegiales.
ese espacio debía pasar a la
La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Dando y cavando. Con esta frase designamos la situación de quien está De balde. Sin motivo.
pensando constante y trabajosamente en algo. De balde te hablo. No me haces caso.
Me paso todas las noches dando y cavando en nuestro problema.
De buena familia. Expresión que se usa para designar a una persona que
Dar bola. Coquetear. procede de familias de reconocido poder económico y prestigio.
Te vas a la calle solo para dar bola. Si le gustaba presumir de lindo, de inteligente, de buena familia. (Dávila, 1979:
Dar capote. El capote es una especie de castigo. Se lo ejecutaba de la 78). Cfr. Buen apellido.
siguiente manera: se formaban dos filas de personas, la una frente a De gana. Sin motivo.
la otra, y entre ellas se dejaba un espacio aproximado de cincuenta
-¿Cierto que tienes una tinaja que toma agua como una gallinota?/- Dije de
centímetros. Por ese espacio debía pasar a la carrera el castigado.
gana… ¡Mentira! (Cuesta, 1983: 249).
Mientras corría le llovían toda clase de golpes. Aunque realmente era un
castigo también se lo ejecutaba como una especie de broma pesada. Era De gana me ponen apodos. (Mata, 1982: 7).
usual entre colegiales.
De película. Frase que significa que algo es de superior calidad.
Al que no salta le damos capote.
Fue una fiesta de película.
Dar duro. Castigar a alguien, golpear.
De lo ancho de la seda. Con esta frase se designa a una persona de clase
El Oso me dijo leproso y yo le di duro…No soy eso. (Cuesta, 1983: 248).
social elevada y pudiente.
Dar gabela. Dar alguna ventaja en una competencia. V. Gabela. En tiempo de calamidades, como ahora, refería una setentona también de lo
ancho de la seda. (Astudillo Ortega, 1973: 105).
Darle como a bombo en fiesta. Significa castigar duramente a alguien,
como si se golpeara a un bombo. De mentirita. Con esta frase en diminutivo indicamos que algo es falso.
En ese barrio le dieron como a bombo en fiesta. Cfr. Chendo.
Hasta entonces todo había sido, como si dijéramos de mentirita, y llegando a
Dar pases. La acción de pasar varias veces por la calle de la muchacha
veces hasta la barbaridad de una recitadora. (Dávila, 1985a: 67).
a la que se pretendía. Se lo hacía generalmente en automóvil, cuando
Cuenca tenía muy pocos vehículos. Esto se consideraba como una forma De seguir sin fiambre. Frase que se usa para significar que una persona
de cortejo. es de tan agradable trato y conversación que se la seguiría a cualquier
Por las noches ningún enamorado dejaba de dar pases por el frente de la casa de parte y sin tomar precauciones de ninguna clase.
la novia en espera de que salga tras la ventana aunque sea por unos minutos...
En la época de nuestras abuelas hubiera sido el visitante obligado de la casa,
Uno de los mejores placeres de las familias, especialmente de porque es, como ellas decían, de seguirle sin fiambre, una joya. (Dávila, 1979:
los jóvenes enamorados era pasear los domingos por la tarde en 69).
automóvil, particularmente estos últimos que se complacían en dar
vueltas y más vueltas alrededor de la manzana en la que vivía la De una hecha. De una vez, con el mismo impulso que se usa para hacer
idolatrada mujer de sus ensueños, todos sentados en el capote para una cosa.
su mayor exhibición. (Sarmiento Abad, 1984, 20-21).
No pasemos tiempo, a dos días por longo ponga nomás, de una hecha, cuatro
De a de veras. V. De veras. son. (Cuesta, 1983: 72).

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

De veras. Frase con se afirma que algo es verdad. Dependiente. El empleado en un almacén o una tienda.
-De veras… ¡Qué ha de comer!... –dice la María Grande–. Hartadote está. Consiguió trabajo como dependiente de don Gustavo.
(Cuesta, 1983: 88).
Descambiar. Cambiar dinero en moneda de inferior valor.
De veritas. Forma en diminutivo de De veras. Vid. Señora, descambie un billetito. Necesito sueltos.
-¡Se mueve aquí dentro! ¡De veritas… se mueve! Me llama con el piecito.
(Cuesta, 1983: 355). Desgracia con felicidad. Frase antinómica usada para designar un
mal suceso que no provocó todos los daños o males que se podía haber
De vicio. Con esta frase señalamos que algo se hace o dice sin motivo, por esperado.
la costumbre solamente. Sí, tuvo un choque; pero fue una desgracia con felicidad.
De vicio me insultas a cada rato.
Deshoje. La actividad agraria de extraer las mazorcas de maíz de sus
Dejar soñado. Significa dejarle desmayado a alguien como consecuencia envolturas de hojas.
de haberle propinado un fuerte golpe. La chicha de jora, o sea de maíz fermentado –siempre de maíz– cumple con
Le dio un puñetazo y le dejó soñado. una de las indispensables ceremonias de una ‘minga’ de deshoje. (Burbano
Cuesta, 1982: 106).
Del culo del diablo. Significa que algo se ha de recuperar u obtener de
cualquier modo. Desobligo. Situación de frustración y desengaño ante algo; lo cual
No sé. Ahora me devuelves la pintura. Me sacas aunque sea del culo del diablo. produce pocos deseos de colaborar o seguir en algo.
Ella sacaba esas terribles florecitas del mismísimo culo del diablo, pero las Con tu comportamiento me da desobligo.
sacaba, por canastas. (Dávila, 1979: 71).
Desticpar. Extraer los granos que vienen en vainas, como el poroto, la
Delicado. Especie de mínimo panecillo hecho con harina entera y arveja.
endulzado con miel. Aunque se llaman delicados, son, en realidad, muy Para la fanesca hay que desticpar a tiempo el grano.
duros.
Te miraban y nada pronunciaban; alguna te daba un delicado o un poco de Destrampar. Besar.
caca de perro. (Mata, 1982: 16). Cfr. Caquiperro. En ese callejón le destrampé a tu ñaña.

Delicado de afrecho. Frase con la que se reconviene a quien se presenta Detente animal feroz. Con esta frase se supone que se puede detener a
como demasiado susceptible y delicado. La referencia es, obviamente, al un perro amenazante. La frase completa es la siguiente:
panecillo denominado delicado. ¡Detente! –ha gritado ella– animal feroz, primero nació el Niño Dios antes que
Quítate de aquí, sois un delicado de afrecho. vos. (Cuesta, 1983: 140).

Dementado. Loco. Diablo cuaresmero. Individuo joven que en los días de la cuaresma se
Haciendo caso al manavali dementado. (Mata, 1982: 17). dedicaba a mortificar a las personas devotas.
Y en cuaresma, ir de tentación a los atrios, o entrar con tosidas al sermón para
Denantes. Antes, hace poco tiempo. servir de diablo cuaresmero, escamoteando el rosario, el libro, el pañuelo o los
Denantes te llamaron por teléfono. botines a las vetucas. (Astudillo Ortega, 1973: 48).

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Diablo fuerte. Especie de tela usada para confeccionar prendas de vestir. Caña arundinaria silvestre, de canutos muy largos, los que utilizan
nuestros indianos para tejer petacas finas y muy hermosas. La duda vale
El manco, con su borsalino cuba-libre y su pantalón de ‘diablo fuerte’, estaba
también a nuestros muchachos así para cerbatanas, como para cruceros
en su elemento. (Astudillo Ortega, 1973: 124). de sus cometas de papel. Por esta razón, a tales cruceros, por más que
sean de carrizo u otro material parecido, llaman ellos dudas. (A. Cordero
Diosito lindo. Forma popular de referirse a Dios. Palacios, 1985: 129).
Diosito lindo no te olvides de favorecerme.
Dulces de corpus. Variedad de artículos de la repostería cuencana, que
Diosolopague. Fórmula que encarece el agradecimiento. Es tanto el se elaboran para la venta en las noches del Septenario o celebración de
favor, y tanto el desvalimiento propio, que solo Dios podría pagar tan Corpus Christi.
alto precio.
Era la época de los dulces de corpus, que le recordaban a Lauro sus pillerías de
Diosolopague a mí cinco sucres me regaló. (Astudillo Ortega, 1973: 87). estudiante; sus paseos en las noches de la city, en esas siete noches de globos,
Dominguero. Propio del domingo, refiriéndose sobre todo a la ropa. de bulla, de ilusiones, de amores enfiestados. (Astudillo Ortega, 1973: 165).
Enjambres de polleras cromáticas, de ponchos domingueros. (Astudillo
Ortega, 2002: 66).

Donosa. Adjetivo usado para designar a la mujer atractiva y elegante.


-¡Hele! … Hasta donosa queda… ¡Vamos! ¡Cuidarán a las guaguas! (Cuesta,
1983: 82).
Don Segundo. Forma humorística para referirse al amante de una mujer
casada.
Corre porque ya llegó Don Segundo.

Doña. Forma de tratamiento dirigido a una mujer indígena.


Tres sucres dice… ¿Oí bien? Loca creo que está la doña, vea usted esto mi patrón.
(Cuesta, 1983: 104).

Dormir como un tronco. Dormir mucho y muy profundamente.


Pues se ha ido. Yo dormí como un tronco hasta las cuatro. A esa hora ya no
estaba. (Moscoso, 2009: 85).

Draque. Corta cantidad de licor que se bebe.


Aseguraba Gastón Campanas, entre sorbos de un draque caliente. (Astudillo
Ortega, 1973: 167).

Duda. Especie de carrizo delgado y muy recto. Es material que sirve para
elaborar cometas y otros artículos, como en la cestería. Alfonso Cordero
Palacios dice al respecto:

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E

Espumilla Ilustración 9
Especie de dulce de la
repostería popular. Se la
elabora frecuentemente con
guayaba y azúcar.
La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Ecolete. Interjección que se usa para significar que algo está bien. Emparamarse. Sentir los efectos negativos y peligrosos del frío en los
Mijo, las pantuflas. Ecolete, así me gusta, Bill. (Valdano, 1980: 81). páramos, lo cual puede significar la muerte.
Aquí en el Cajas algunos han quedado emparamados.
El comedido come de lo escondido. Refrán con que se alienta a las
personas a ser comedidas. Cfr. Ningún comedido sale con bendición. Empiparse. Llenarse de agua, beber mucho.
Ya te has empipado de cerveza.
El Cuenquita. Designación popular y afectiva para el equipo de fútbol de
la ciudad de Cuenca, el Deportivo Cuenca. En cuerpito. Significa que una persona está sin el chal o pañolón, sin
Ayer también ganó el Cuenquita. chompa; apenas en blusa o en camisa.
La Lucha vino el otro día en cuerpito, de gran señora. (Astudillo Ortega, 1973:
El mal pago. Expresión que sirve para designar la ingratitud y quizá
195).
hasta la traición de alguien cercano.
Para el mal pago que me das, esto que hago ya es mucho. En crudo. Frase que significa dar un regalo; pero en lugar de hacerlo con
el objeto, entregar el equivalente en dinero.
El mismo perro con distinto collar. Frase que significa que algo es muy
Si me quieres dar regalo de boda, dame en crudo.
similar a otra cosa, aunque aparente no serlo.
Es lo que dijo Dr. Rendón: no solo los mismos perros con distintos collares, sino En denantes. V. Denantes.
virados y revirados. (Astudillo Ortega, 2002: 33).
En edad de oír misa. Frase con que se designa la edad de una persona
El Mundialito de los Pobres. Competición deportiva en el campo del muy joven; pero que ya tiene capacidad de razonar. Ya tiene la capacidad
llamado fútbol sala o índor fútbol. En ella intervienen algunos barrios de de asistir y escuchar la misa.
la ciudad de Cuenca. Llega un muchacho –ya en edad de oír misa– y cuenta. (Cuesta, 1983: 84).
La fiesta del interbarrial de indoor fútbol arrancó ayer con el sorteo de series
de la edición 37 del Mundialito de los Pobres. (El Mercurio, junio 17, 2011, 3C). En juicio. Significa que algo se hace o se dice sin estar ebrio.
Ya en juicio te digo que eso no vale la pena.
El otro lado. La muerte.
Y no se va a morir: con este mal pasa que se vuelven los hombres desde el otro En la repetición está el gusto. Con esta frase justificamos que alguna
lado. Solo es una crisis. (Cuesta, 1983: 344). acción se repita, con voluntad o sin ella.
Ya saben, si me equivoco es porque en la repetición está el gusto.
Ejercicios. Serie de prácticas religiosas que se ejecutaban antes durante
la Semana Santa. Aunque su nombre completo era el de ejercicios En la una mano la miel y en la otra la hiel. Refrán que sirve para expresar
espirituales, se los conocía simplemente como ejercicios. que todas las cosas deben ser proporcionadas, medidas en lo malo y en lo
-Este año no ha asistido la Lucha, ni a los ejercicios, ni a la Semana Santa. bueno, en la aspereza y en el buen trato, en la estrictez y en la tolerancia.
(Astudillo Ortega, 1973: 151). A las diez la feria de sombreros está en plenitud: / En la una mano la miel y
en la otra la hiel…/Ya digo: lindo está el sombrero, pero... (Cuesta, 1983: 103).
Elevado. El que por un momento se ha quedado pasmado, suspenso,
entontecido. En pepas. Desnudo.
Oye, elevado, ya siéntate. Cfr. Boquiabierto. Lo encontraron en pepas.

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

En su tonto pensamiento. Frase que significa que la opinión ajena tiene Esto no lo pudo imaginar, porque desde días antes, habíala pasado de Compadre
poca aceptación y valor. de un enteche. (Astudillo Ortega, 1973: 28).
En su tonto pensamiento él se sabía de gamonales…, que con la ley… (Astudillo Enternado. Persona que viste con terno.
Ortega, 1973: 113).
Para la fiesta se fue bien enternado.
En un abrir y cerrar de ojos. Frase que significa que una acción se la
ejecuta muy rápidamente. Entierro. Tesoro escondido; si el tesoro perteneció a un indígena se
llama huaca.
En un abrir y cerrar de ojos estuvieron de regreso en la banda. (Astudillo
Ortega, 1973: 182). Entierros que hallé en las lomas del Carmen. ¡Una cosa terrible! (Astudillo
Ortega, 1973: 118).
Enantes. V. Denantes.
Entrador. El individuo que entra en algún negocio o asunto.
Encamotado. Muy enamorado.
Epítetos literales como estos: Salidor de diputado, entrador en los laberintos de
Desde que el dicho Lauro está encamotado con la Lucha, ha aprendido a la Hacienda Pública. (Astudillo Ortega, 1973: 82).
madrugar. (Astudillo Ortega, 1973: 15).
Entrador a Balao. El individuo decidido, el arriesgado; en referencia a
Enchivarse. Disgustarse mucho.
los serranos de la provincia del Azuay que viajaban a Balao (en la costa)
Le dijeron eso y se enchivó de inmediato. a trabajar.
Endomingarse. Vestirse para el domingo. V. Dominguero. Te haces el macho porque sois entrador a Balao.
Endominguémonos. (Cuesta, 1983: 82).
Entrando y mamando. Frase que significa que alguien desde el principio
Enfermoso. Algo enfermo. recibe un beneficio o un daño.
Dirás que estoy algo enfermoso… Y regrésate nomás… (Astudillo Ortega, 1973: El director, entrando y mamando, tuvo que pagar las multas.
62).
Entrar en razón. Significa comprender y aceptar las razones sobre un
Enladrillado. Piso cubierto con ladrillos. determinado asunto.
Ya he de estar mirando todo desde el corredor enladrillado. (Cárdenas, s.f.: 21). Tanto te repito, pero no quieres entrar en razón.
Enquesillado. Variedad de pan que tiene algo de quesillo en la parte Entrar pateando al perro. Con esta frase se describe la actitud de una
superior. persona que ingresa a una función o un lugar, sin guardar miramientos
A la tarde sale el enquesillado. ni consideración con nadie.

Enseñarse. Este verbo significa acostumbrarse a algo, a un lugar, a una El nuevo comisario sí que entró pateando al perro.
situación, etcétera.
Entre gallos y medianoche. Frase que significa que algo ocurre en los
Llegó al barrio y se enseñó pronto. momentos menos esperados y cuando hay menos vigilancia.
Enteche. El acto de colocar el techo en una casa que está en construcción. A la tropa que se fue, sustituyó otro batallón llegado ente gallos y medianoche.
Se considera a esta actividad como un hecho festivo. (Astudillo Ortega, 1973: 94).

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Entrego. Ceremonia religiosa que se hacía entre las familias cuando se Se aplica al miembro viril.
pasaba –entregaba– una imagen sagrada para que fuera venerada en los Es pequeño; pero cuando ishponja…
hogares durante cierto número de días. Se pronunciaba también como
entriego. Espanto. Cierta enfermedad que ataca a los niños. Sus efectos son que la
criatura se vuelve irritable, llorosa y duerme muy poco.
Sobre la cabecera una pequeña urna de vidrio y lata con el Niño Dios de los
‘entregos’ del barrio. (Cuesta, 1983: 134). Curandero y sacamuelas en su juventud, contaba de la curación del espanto,
por el método de la gallina clueca. (Astudillo Ortega, 1973: 18).
Entumido. El individuo que, por el frío u otra razón, parece encogido,
amilanado, apocado. Especial. Función de cine que se realizaba a las seis de la tarde.
Ve pues, ya apareció el entumido. Al especial solo van las personas muy ocupadas. Cfr. Vermut, matiné, noche.

Escalera de coger cocos. Frase que se aplica a la persona de gran talla. Espumilla. Especie de dulce de la repostería popular. Se la elabora
frecuentemente con guayaba y azúcar.
Yo tenía un amigo que era una escalera de coger cocos.
Quiero un cono de espumilla.
Escancel. Especie de panta medicinal de los huertos azuayos.
Estar amushcado. Estar dos enamorados muy juntos, encariñados y
Muy bella planta, ordinariamente llamada escancel y cultivada con prodigándose mimos y atenciones.
aprecio, sobre todo entre la gente de los campos, en razón de los servicios Véanles, ahí están amushcados.
que presta en la curación de pulmonías, inflamaciones, corrimientos,
&. Es uno de los ingredientes precisos de las aguas frescas que son la Estar caminando a… Esta frase sirve para señalar la edad de una persona,
panacea del vulgo. (Cordero, 1984: 133). en el sentido de aproximarse a cierto año.
Ya está caminando a los 8 años.
Escribano. Especie de pequeño escarabajo conocido también como
girino. Es un insecto que puede volar, caminar sobre la tierra, nadar Estar camote. Estar intensamente enamorado.
y andar sobre el légamo de las charcas, donde deja huellas de sus
Virginia sí que está camote.
extremidades, como si fueran rasgos de escritura.
Pequeño insecto del género de los hidrófilos. Llámaselo escribanillo, escribano, Estar como chirote mojado. Con esta frase se describe a una persona que
porque recorre rápidamente sobre la superficie del agua trazando rasgos. se encuentra totalmente mojada y desarreglada. También se dice “pájaro
(Moreno y Vázquez, 1977: 103). La información proporcionada por mojado”.
Moreno y Vázquez es incompleta.
Véanle al Pepito, si está como chirote mojado.
Poco a poco Manuel se iba consumiendo. Sus ojillos, antes vivos –escribanos en
la onda– se tornaron amarillos. (Cuesta, 1985: 113). Estar como diablo en botella. Frase que describe la situación de una
persona que está muy inquieta por algo.
Escuelero. Referente o perteneciente a la escuela.
Mi primo está como diablo en botella porque ya quiere irse.
Leí, lerdo porque no fui buen escuelero y apenas si pisé el tercer grado.
(Cárdenas, s.f.: 115). Estar con el hígado virado. Frase con que se describe a una persona que
Eshponjar. El verbo “eshponjar” (o a veces “ishponjar”) aparece de esta está de mal carácter. Cfr. Ser hígado.
manera cuando se lo utiliza en situaciones sicalípticas. Ni le hablen, que desde que amaneció, está con el hígado virado.

78 79
La lengua morlaca

Estar con la mano en la pena. Significa estar con la mano en la mejilla,


posición que generalmente usa la persona afligida.

F
Me preguntó que por qué estaba con la mano en la pena.

Estar enseñado. Estar acostumbrado a un lugar o a una situación.


Cmen. Ya estará enseñado./Shva. Enseñado, no, pero… resignado. (Moscoso,
1985: 45). V. Enseñarse.

Estar hecho un cuchillo. Significa que alguien está muy bien preparado
y listo para alguna actividad.
Estudié toda la noche así que estoy hecho un cuchillo para el examen.

Estar mano sobre mano. Estar ocioso.


Y a mí como no me gusta estar mano sobre mano como a algunas gentes.
(Dávila, 1977: 71).

Estar palabreado. Significa estar contratado verbalmente para la


realización de algún trabajo.
Está palabriada (sic) con el cholo y hemos ido a ver algunas botellas. (Moscoso,
1985: 21).

Estar por las nubes. Frase que se usa para señalar el valor demasiado
elevado de algún producto.
¡Por las nubes están las papas, imposible! (Cuesta, 1983: 105).

Estar saltando en chulla pata. Significa encontrarse haciendo Fúrico


demostraciones muy visibles de contento. Furioso, colérico en demasía.
Desde que se sacó la lotería está saltando en chulla pata.

Estilar. Mojar o mojarse profusamente; chorrear.


Eras respetuosamente osado, como cumple a un caballero de esclarecido linaje:
aunque estile remiendos por todo lado de su ropa. (Mata, 1982: 11).
Ilustración 10
Estite. Forma en diminutivo del pronombre demostrativo este.
¿Cuánto cuesta el pescado? / Estite sale a un dólar la libra.

80
La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Fiero. Feo. ¡Fuera! Interjección que es usada con el significado aproximado de ¡ya se
Por esos fieros soldados, que aquí van dejando toda clase de enfermedades. fregó, se arruinó!
(Astudillo Ortega, 1973: 23). ¡Qué pena! Antes no ha quedado con la fuente… ay sí, fuera ojos, fuera oídos,
fuera nariz, donde cae la fuente, se hacen tuertos. (Astudillo Ortega, 1973:
Fifiriche. La persona muy delgada y enclenque. 171).
Ya estás saliendo con ese fifiriche.
Fuerza. Cierta cantidad de licor que se ofrece a los trabajadores para que
Filático. El filatero, el que usa palabras rimbombantes y fuera de su realicen su tarea con mayor decisión.
léxico ordinario.
Son peor que animales; aldemenos con una buena ‘fuerza’ y un cucayo de ají
Me daba unas iras de oír a esos longos filáticos. Así son esos norteños. (Astudillo con harto mote. (Astudillo Ortega, 1973: 88).
Ortega, 1973: 124).
Fumar como chimenea. Fumar en exceso. Es una especie de fórmula de
Flauta. El tubo que se usa en los lavaderos de ropa. Es una pieza con
superlativo.
varios agujeros. Esa es la razón para la metáfora.
Ahora fumo como chimenea, salgo, entro, visito. (Dávila, 1979: 91).
Ya el albañil colocó la flauta.
Follón. Las polleras de las cholas. Funca. Esta palabra es propia de la gente joven. Significa funciona. Se la
usa, generalmente, en frases de negación.
La vecina también acompañaba limpiándose la nariz con el revés del follón.
(Astudillo Ortega, 1973: 138). Esta máquina ya no funca.

Fregado. La persona de mal carácter, muy exigente y poco paciente. Fúrico. Furioso, colérico en demasía.
Tu tío Lucho sí que es un fregado. Apenas le dijeron eso se puso fúrico.

Fregar-fregarse. Sufrir las consecuencias negativas de algo; padecer Futre. Elegante, bien vestido.
algún daño. Y pareso trajo a gringos y a futres de Quito, que con latas y chilindrines fueron
-¡Que se frieguen! –siguió el chagra–. Déjenlos, blanqueando estarán ya en llevándose muestras de carbón. (Astudillo Ortega, 1973: 189).
algún barranco. (Cuesta, 1983: 193).
Tuve que arruinarte y tú tuviste que fregarme a mí. (Dávila, 1977: 67).

Fregar la paciencia. Cfr. Fregar la pita.


Él no le hace nada a nadie si no le friegan la paciencia. (Dávila, 1977: 17).

Fregar la pita. Molestar, fastidiar constantemente a una persona.


Libre de las molestias de la city donde los empleados –friegan la pita– por el
prurito de ostentar la vara. (Astudillo Ortega, 1973: 201).

Fuegos. Cierta erupción que brota en los labios, y que forma unas
pequeñas llagas.
Mis labios están llenos de fuegos. Globillos de irritación en los labios. (Muñoz
Cueva, 1959: 122).

82 83
G
Gabela. Ventaja que da un competidor a otro. Generalmente se la usaba
entre los niños cuando participaban en alguna competencia. Corramos. A
ver, te doy veinte metros de gabela. Cordero Palacios aclara mejor el asunto:
Ventaja que, cuando dos o más compiten de algún modo, concede uno de ellos
al otro, por ser este de facultades, fuerzas, tamaño, etcétera, inferiores a las del
primero. (A. Cordero Palacios, 1985: 149).

Gabelar. Ganarle a alguien, anticiparse para conseguir algo.


Esta silla es mía, ya te gabelé.

Gagones. Ciertos animales de la mitología serrana. Son como perrillos


que aparecen donde hay relaciones incestuosas.
Lo que yo sí he visto son los gagones, espetaba D. Jerónimo de Alvarado.
(Astudillo Ortega, 2002: 74).

Galarifo. Cualquier individuo de sexo masculino.


En la esquina hay un montón de galarifos.

Galiquiento. El que sufre de sífilis, mal llamado también morbo gálico. De


este último término se ha formado galiquiento.
Por esos galiquientos… por esos podridos. (Astudillo Ortega, 1973: 24).

Galleta de manteca. Cierta variedad de pan. En el norte del país recibe el


nombre de hallulla.
En este horno hacían antes, unas ricas galletas de manteca.

Gallineta. Gallo que por su plumaje parece una gallina, y no una gallina
que puede combatir con los gallos de pelea, como lo dice Carlos Joaquín
Córdova (1995: 478).

85
La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Nombre que se da a los gallos cuyo plumaje es enteramente parecido al de una Gastar saliva. Hablar en vano.
gallina. (A. Cordero Palacios, 1985: 150). Ya no gastemos saliva con este tipo.
Estaba concertada la lidia entre el gallo Príncipe de D. Jerónimo y una gallineta
de Chordeleg. (Astudillo Ortega, 2002:89). Gloriado. Especie de bebida elaborada con licor, agua caliente y algo de
azúcar.
Gallo de la pasión. Referencia al gallo que, según la Biblia, cantó antes de
Los sudores y escalofríos de la aventura fueron curados con el confortante
que Pedro negara conocer a Jesús. (Mateo, 26,75).
gloriado con cinco dedos de punta. (Astudillo Ortega, 2002: 39).
Ese no da un grano de maíz al gallo de la pasión. (Astudillo Ortega, 2002:
120). Los borrachitos le pidieron por favor que solamente probara, puesto que solo se
trataba de un ‘gloriadito’, es decir una infusión de agua aromática con gotitas
Gallo pitina. Especie de diversión sobre todo campesina. Consistía en de licor. (Sarmiento Abad, 1993: 65). V. Punta, canelazo.
enterrar un gallo en el suelo, dejando visible únicamente la cabeza, la
que debía ser cortada con un machete por un participante en la fiesta. La Gordo, lleno de vida. Con esta frase se pondera la buena situación de
persona debía permanecer con los ojos vendados. una persona.
Noche de viejo Setenario –festival de provincia: Cuando Güiracocha hacía su Y… no U., comadre Ashuquita: gorda, llena de vida… quemáspes, con marido
Septenario, no faltaron las diversiones aldeanas del gallo pitina, de la vaca trabajador. (Astudillo Ortega, 1973: 138).
loca. (Astudillo Ortega, 1973: 166).
Gozadera. Situación de alegría, de disfrute y diversión.
Galón. Unidad de medida para granos o papas. ¡Qué gozadera que fue esa fiesta!
¿A cómo está el galón de papa chaucha?
Gramputear. Tratar muy mal de palabra, insultando sobre todo con la
Gamonal. El hombre rico, influyente; el propietario de grandes palabra que origina el verbo gramputear.
extensiones de terrenos agrícolas.
¡Porque ese barrabás no es parido sino cagado! Por eso mismo le granputié (sic),
A poco, los amigos, los ‘muchachos de porvenir’… hijos de gamonales de aldea. y usté no se meta en esto, porque puede salir aguantando. (Mata, 1982: 19).
(Astudillo Ortega, 1973: 167).
Grandísima. Forma algo eufemística de decirle puta a una mujer.
Gangocho. Especie de tejido basto y ralo hecho con hilo de cabuya. Se lo
usaba para elaborar costales que servían para el transporte de productos. Por la grandísima de la zutana. (Astudillo Ortega, 1973: 152).
Me entregó un costal de paja y dos gangochos para que durmiera en el corredor Granear. Robar los frutos en los campos. Era, sobre todo, una actividad
del patio. (Valdano, 1980: 60). de los colegiales.
Garifar. Marginar a alguien de algún lugar o de una agrupación. Ranclas de Enero a Marzo, para las graneadas. (Astudillo Ortega, 1973: 48).
Me quieren garifar sin motivo. Gran trago. El individuo al que le gusta beber abundantemente.
Garuar. Caer garúa, es decir, una breve llovizna. Representaba, pues, D. Gastón, gran fume, gran diente, gran trago y gran
hombre. (Astudillo Ortega, 1973: 82).
En El Cajas casi siempre garúa.

Gastar pólvora en gallinazo. Significa realizar una actividad en algo o Guando. Antigua forma de transporte usada en la zona andina, cuando
alguien que no lo merece. aún no había carreteras. Los objetos de gran peso eran transportados
sobre los hombros de algunos indígenas contratados para el caso.
Hablar con este tipo es gastar pólvora en gallinazo.

86 87
La lengua morlaca

Andes arriba pudo vérseles, por los inmensos pajonales, en angustioso ‘guando’,
esto es, en larga hilera, especie de ciempiés humano, unidos entre sí por cabos,

H
trayéndose una planta eléctrica o un órgano, en los hombros. (Cuesta, 1983:
213).
Guantón. El golpe dado con el puño; puñetazo.
Si me molestas te daré un guantón.
Guaraguas. Adornos superfluos y exagerados.
No es bueno que el vestido tenga tantas guaraguas.

Guarapo. El jugo que se obtiene al moler la caña de azúcar. Del guarapo


maduro se puede destilar el aguardiente.
El mapanagua con guarapo maduro. (Astudillo Ortega, 1973: 30).
Guarda. Empleado de los estancos del gobierno, que vigilaba la
destilación de alcohol.
Por San Roque había asomado el grupo de presos y guardas y se acercaban al
puente, con una gran cola de curiosos. (Cuesta, 1983: 312).
Guarguariado. El individuo que ha sido envenenado con guarguar, una
cocción hecha con el floripondio o huántug.
Es el indio Chicaiza, es el guarguariado cayéndose con la pataleta, que como
alma en pena se pierde en los caminos. (Astudillo Ortega, 1973: 51).
Guaricha. La mujer que seguía a los soldados; prostituta.
Un montón de guarichas colgaban la humedad de su tristeza en los tonos de la
despedida. (Astudillo Ortega, 1973: 22).
Guaro. El licor. Esta palabra es una derivación regresiva de guarapo. Ilustración 11
Es que ayer nos fuimos a tomar unos guaros. Helaque
Guaspetes. Copas, licor que se bebe. Esta forma, que parece en este orden: He + le + aquí.
Ya hace frío, vamos a tomarnos unos guaspetes. extravagante o vulgar, nada Por eso es que en ámbitos
tiene de ello. Es un término populares se mantiene todavía
Gullán. La fruta que en el norte del país recibe el nombre de taxo. cuyo sentido es, más o menos: la pronunciación –que en este
El jugo de gullán es muy rico. Aquí está, toma. Procede de caso resulta ser la correcta–
la aglutinación de un verbo, como helaqui.
Gustar. Disfrutar con la mirada de algo.
un pronombre y un adverbio,
Don Chombo gustaba esas ceremonias del amor patrio. (Astudillo Ortega,
2002: 142).

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Haber nacido en cuero negro. Significa tener mucha buena suerte. Taita Quintuña, que hizo el favor a mama, no quiso que llevara yo su apelativo.
Hijito, andas de una suerte, de los que han nacido en cuero negro. (Astudillo (Moscoso, 2009: 31).
Ortega, 1973: 162).
Hacer fieros. Significa hacer demostraciones de disgusto, desagrado o
Habiloso. El que posee ciertas habilidades. repugnancia ante algo. Cfr. Fiero.
Juan es un habiloso, ya está arreglando los alambres de luz. Pongo la sopa y comienzas a hacer fieros.

Hacer agarrar la candela. Encender el fuego. Hace fu. Con esta frase nos referimos a un tiempo muy antiguo.
No te saques el poncho; te ha de dar el aire… Voy a hacer agarrar la candela. Pero si la Belén se murió hace fuuu de años, te acuerdas. (Dávila, 1983: 35).
(Astudillo Ortega, 1973: 98).
Hacer hablar. Significa tocar un instrumento con mucha habilidad y
Hacer agarrar las plantas. La acción de sembrar un vegetal y que logre virtuosismo.
enraizar. Bajo la sombra de Rodríguez, con la brújula de su genio, con la magia de sus
Tienes buena mano para hacer agarrar las plantas. manos, que hacían hablar al clave. (Astudillo Ortega, 2002: 96).
Hacer arishca. Conseguir que una olla de barro se vuelva utilizable para Hacer huaica. Significa arrebatar rápidamente varias personas la
los menesteres de la cocina. Para hacerlo hay algunas maneras: 1) se propiedad de uno. Rebatiña.
coloca la olla nueva sobre el fuego, con un carbón en el interior. Se la
calienta hasta que el carbón se encienda. 2) Se pone a calentar la olla En el mercado, apenas llegaron las papas hicieron huaica.
sobre el fuego, vacía y luego de veinte minutos aproximadamente se le
Hacer la grande. Frase que significa que alguien ha provocado una
vierte agua o leche muy caliente. De esta manera la olla está hecho arishca
y ya puede ser usada. Arishca es voz quichua y significa “experimentado”. calamidad o un gran daño.
Antes de cocinar harale arishca. Este pendejo ya hizo la grande.
Se usa también en sentido figurado, como conseguir que alguien tenga Hacer la pierna. Conquistar a la novia de un amigo.
experiencia en algo. Ni sabes, el Pepe le hizo la pierna a su mejor amigo.
-¡Mama! ¡mama! Temeridad está haciendo arishca compadre Luis a tía,
arriba. ¡Anda! (Cuesta, 1985: 133). Hacer las gracias. Con esta frase se describe las acciones graciosas de los
niños muy pequeños.
Hacer armancia. Significa arrojar algo al aire para que al caer sea tomado
Pepito ya sabe hacer las gracias.
por cualquiera de los presentes.
Voy a hacer armancia tus porotos. Hacer la yuca. Mostrar el llamado corte de manga. Se trata de un gesto
ofensivo.
Hacer chuca, chuca. Forma de curar el espanto. Vid. La palabra chuca es Al futbolista que hizo la yuca lo sancionaron.
una variación de tuca, voz quichua que significa “saliva”. Es que la saliva
es usada en esta manipulación curativa. Hacerle sildorear. Sildorear es un verbo típico de la zona azuaya. Significa
-Chuca, chuca- le rezaba, limpiándole con un puñado de montes, al tiempo que tratar muy mal, sobre todo de obra a una persona. Parece que la palabra
le escupía en el ombligo. (Astudillo Ortega, 1973: 169). se origina en la onomatopeya del silbido que hacen el látigo, una cuerda
o una correa (instrumentos adecuados para castigar) al cruzar el aire
Hacer el favor. Forma eufemística de decir que un hombre tuvo antes de posarse en el cuerpo del desgraciado.
relaciones sexuales con una mujer. Al hijo del vecino le hicieron sildorear.

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Hacer ojitos. Significa que un niño pequeño ha aprendido a guiñar los Hecho el sabroso. V. Hecho el mucho.
ojos.
A ver, mi tesoro, ya haga ojitos. Hecho el salsa. El que se presenta como muy sobrado, muy conocedor y
muy pagado de sí mismo.
Hacer seguir. Remedar a una persona.
No te van a respetar porque pareces hecho el salsa.
Mamá, el ñaño me está haciendo seguir.
Hecho funda. Completamente borracho.
Hacer pishi, pishi. Forma popular y familiar de incitar a que un niño
orine. La fiesta terminó cuando el dueño estuvo ya hecho funda.
Ya, Juanito, antes de dormir ven a hacer pishi, pishi.
Hecho sopas. El que está enteramente mojado.
Hacerse azules los ojos. Significa que una persona está mirando con Los niños llegaron de la escuela hecho sopas.
gran intensidad e interés un lugar, un camino, en espera de que aparezca
alguien. Hecho un sanlázaro. Se dice de alguien que está muy lastimado, con
Te demoras tanto que ya se me hacen azules los ojos. muchas heridas, en alusión al personaje bíblico.

Hacerse turumbas. Precipitarse, actuar descontrolada y alocadamente, Su hija, Bernita, llegaba inconocible, llorosa, hecha un sanlázaro. (Astudillo
afanándose en algo. Ortega, 2002: 111).
Por más que tenía que hacerse turumbas para los comprados, para las consultas Hecho un tispo. Significa que una persona está disgustadísima e
con los DD. (Astudillo Ortega, 2002: 118). intratable, por esa razón.
Hacer torerías. Significa causar destrozos, daños; desordenar Mi suegro vino hecho un tispo.
completamente un lugar.
El tispo es la larva erizada de púas de algunos insectos.
Cuando se reúnen tus primos pequeños hacen torerías en la casa.

Hacer un bonito. Significa hacer bien alguna actividad. Helaque. Esta forma, que parece extravagante o vulgar, nada tiene de ello.
Es un término cuyo sentido es, más o menos: Aquí está, toma. Procede de
Pero no pintes así, haz un bonito.
la aglutinación de un verbo, un pronombre y un adverbio, en este orden:
Hecho el entumido. Frase que describe al que finge tontería, el que He + le + aquí. Por eso es que en ámbitos populares se mantiene todavía
parece no ser capaz de nada malo. la pronunciación –que en este caso resulta ser la correcta– como helaqui.
Así ha sido este, solo hecho el entumido nomás. Cfr. Entumido. Helaque el pan.
Hecho el místico. Frase con que se describe a quien se muestra demasiado
Hele. Esta es una palabra que, con frecuencia, ha sido mal escrita, pues
escrupuloso, muy sensible ante cualquier cosa.
se la representa, a veces, sin la H inicial. Lo cierto es que se trata de un
Ya estás calladote, hecho el místico. término compuesto del verbo he (haber) y del pronombre le. El sentido
Hecho el mucho. El individuo que se cree más que los demás, el muy es, aproximadamente:
pagado de sí mismo.
He aquí, aquí está, qué sorpresa.
No vengas a hacerte el mucho conmigo.

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Entre los escolares esta palabra solía pronunciarse repetidamente ante Huaca. El tesoro enterrado de los indígenas. Cfr. Entierro.
alguna mala situación, lo que podría traducirse algo así como: La muchacha acabó por acordarse del hallazgo de Chordeleg: la quimérica
Ya se fregó, te fregaste. ¡Hele!, hele! huaca de los Serranos… con lo que hubieran podido comprarse Cuenca.
En la ciudad de Quito, debido al influjo de su entonación aguda se la (Astudillo Ortega, 2002: 105).
pronuncia como helé. Para nosotros, la sorpresa siempre se manifiesta con
Huácala. Con este término se expresa el asco y la aversión, a ciertos
¡Hele! -¡Hele!... Se hizo tísico ¿no supo? (Cuesta, 1983: 142). alimentos, sobre todo.
Hermanablemente. Significa que se debe actuar como si fueran Huácala, esta comida que me ha tocado.
hermanos, con fraternidad.
Huaccho. Abandonado, solitario, huérfano.
Ni esto, ni lo otro. Todo es para todos, hermanablemente. (Astudillo Ortega,
Sintió como un descubrimiento, saberse solo, como ave y huacchito suelto…
2002: 126).
nada tenía que perder. (Astudillo Ortega, 2002: 144).
Hijas de María. Especie de congregación de mujeres generalmente Huaynacapazo. Fiesta que se realiza en la avenida Huayna Cápac, por
jóvenes que se dedican a orar y a otras actividades propias de la Semana
las celebraciones de noviembre o abril (independencia y fundación de
Santa.
Cuenca, respectivamente).
Con ella cantaban los otros años en el coro, los himnos ensayados por las Hijas
La elección de la reina de Cuenca, y de la cholita cuencana, además del primer
de María. (Astudillo Ortega, 1973: 151).
concurso de bandas de pueblo y el tradicional huaynacapazo. (Diario La
Hilar. Ronronear el gato. Tarde, octubre 18 de 2016: 2).
‘El gato hila’. ¿Quién entenderá que queremos decir que el gato ronca, con ese Huahua. Niño o niña. También se escribe como guagua:
especial ronquido suyo cuando está reposando a su placer, sobre todo cuando
Todavía llora de noche la almita de la guagua y ellos no entienden. (Cuesta,
adormilado se goza de que le soben el lomo? 1983: 84).
Figuradamente hemos derivado este verbo de la semejanza que hay entre También designa, por metáfora, los enrollamientos que al lavarse el
ese ronquido y el sordo que produce el huso que hila girando entre los cuerpo se producen por la suciedad acumulada.
dedos de quien lo maneja. (Vázquez I, 1991: 354).
Tatay esta agua está llena de huahuas.
Al hombro se me subía marramoneando en el salto / e hilaba, cual si
tuviera / copos de música y canto. (Andrade y Cordero, 1977: 133). Huahuayado. El aniñado, el que se comporta como huahua.
No te quiero ni ver porque sois un huahuayado y llorón.
Hocicón. Una variedad de pan cuencano.
En la tienda ya están vendiendo los hocicones. Huambra. Además de muchacho o muchacha significa también
enamorado o enamorada.
Hombrecito. Designación peyorativa para un indígena. No estás en edad de estar pensando en una huambra.
Oye, hombrecito, ¿por dónde se va a tu pueblo? También se escribe como guambra:
Hornado. El cerdo horneado. La pronunciación popular ha simplificado ¡Guambra ocioso! A trabajar, jugando en la calle, ¿no? (Valdano, 1980: 58).
la voz y solo se escucha hornado. A mi linda huambra la encontré lavando/ en el Tomebamba, jugando, jugando.
¡Quién da más por el hornado…, por los frititos…, quién da más! (Astudillo (Canción popular).
Ortega, 1973: 37).

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Los jóvenes enamorados, sean de la categoría social que sean, designan Huashpi. Mujer algo alegre y de vida desarreglada.
cariñosamente a sus amadas con el nombre que se cataloga:- Tú que vienes de Para salir donde la Huashpi, el último draque sirvió Gastón en persona.
ese barrio ¿Has visto a mi huambra? (A. Cordero Palacios, 1985: 176). (Astudillo Ortega, 1973: 85).
Huambringo. Forma cariñosa de referirse a un huambra. Huasipichana. Palabra quichua que designa la festividad que se realiza
Ve este huambringo ha estado aquí. al terminar la construcción de una casa (huasi). Literalmente significa
Huango. La trenza. limpiar la casa.
Cabellos negros, caídos tras la espalda en huango grueso, listado de cintas. Para el huasipichana hay banda de música.
(Cuesta, 1985: 130). Sobre esta voz Muñoz Cueva pone lo siguiente:
Estreno de la casa. Fiesta con motivo de haber concluido la construcción de una
Huangudo. El hombre que usa huango, es decir trenza. A veces puede ser
casa. (Muñoz Cueva, 1959: 64).
que únicamente tenga el pelo largo, aunque comprimido en la base de la
nuca. Es término de insulto. Huata. La barriga, el vientre.
No podemos soportar que un huangudo nos venga a dar órdenes. Mete la huata, que estás muy gordo.
Huanlla. La cantidad de comida que los invitados a una fiesta guardan Huatita. Especie de guisado hecho con papas y estómago de res. Se
para llevarla al hogar propio. escribe también guatita.
Estito me voy a llevar de huanlla. Quiero un plato de huatita para el almuerzo.
Al respecto de esta palabra Muñoz Cueva opina lo siguiente:
Huevón. Tonto, pendejo.
En tiempos pasados se decía de este modo a la cosa que las mujeres pobres
tomaban de la mesa de un convite, para llevarla a la casa propia. (Muñoz Desde que ese huevón llegó no estamos en paz.
Cueva, 1959: 80). Huevos de faldriquera. Especie de caramelos de la repostería cuencana.
Huarmi. La mujer, sobre todo se usa este término como ponderación de Es usual encontrarlos en los días y noches del Septenario. La faldriquera
las buenas cualidades hogareñas y culinarias de una mujer. es una antigua designación para un bolsillo.
Agenciosa, huarmi, linda cholita es la Nati, solterita y todo. (Burbano Cuesta, Compren los huevitos de faldriquera.
1982: 64).
Huilón. El que huye o se escapa.
Es lo contrario de machona. Vid.
Le llamaban Ciempiés porque en el patio de la escuela nadie le ganaba a las
Huasha. La parte posterior de algo, la espalda; los barrios alejados de la carreras y porque era ‘huilón’, esto es, porque en repetidas ocasiones habíase
ciudad. escapado de la casa de sus amos. (Cuesta, 1983: 324).
Sin duda hasta estos huashas trepidaba la ola movida por el volteriano conde
Huiñachishca. La persona que ha sido criada en casa ajena, generalmente
de Aranda. (Astudillo Ortega, 2002: 14).
como sirviente de alguna familia adinerada. Es palabra quichua y
Huashitar. Cargar a la espalda. significa, literalmente, criado.
Ayúdame a huashitar el costal. Mi mamita fue huiñachishca de los Torres.

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La lengua morlaca

Huisto. Torcido.

I
Después de la pelea el galló quedó con el pico huisto.

Huizhi. Especie de utensilio de cocina de uso antiguo y tradicional.


Hay que ir moviendo una y un sinnúmero de veces con el huizhi, un palo de
madera que al final de su estructura termina como la forma de un puño de
mano. (Diario La Tarde, octubre 18 de 2016: 4).

Ideático. El que es temático.


Dicen que este señor es muy ideático.

Idiay. Fórmula popular para pedir que alguien continúe contando una
historia. Puede aparecer también escrito como y diay.
-Patrón botó tarjando. / -Y diay…/ -Intereses dizque han crecido. (Cuesta,
1985: 124).

Idor. Forma humorística para designar a quien se va a algún lado.


Del idor a Guayaquil voy a contarles yo… Pero mi marido qué!...Ni para eso
vale! (Cuesta, 1983: 145).

Ilusión. Especie de planta pequeña y de uso ornamental. Sus flores son


muy pequeñas, blancas y algo rosadas. Con ellas se realizan arreglos
florales junto con otras flores de mayor tamaño. Pertenece al género
Gypsophilia.
Compraré un ramito de ilusión para la casa.

Inconocible. Irreconocible.
Están inconocibles: se ríen cuando uno les pega. Hablan sin que uno les oiga.
(Cuesta, 1983: 166).

Ingón. Palabra derivada de inga (inca). Se la usa para afirmar que una
persona tiene rasgos indígenas.
Era ingona, y no entendía castellano, sino quichua. (Muñoz Cueva, 2000:
118).

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La lengua morlaca

Inocentada. Broma propia de la temporada de inocentes, que va desde el

J
28 de diciembre hasta el 6 de enero.
Díjole que había sido una equivocación; y en todo caso, una broma. Una
inocentada. (Muñoz Cueva, 2000: 62).

Irizo. Erizo. Esta palabra se la usa para definir a un niño débil, enfermizo,
encogido, que parece estar con los pelos levantados.
Pareces un huahua irizo.

Irquimisi. Palabra usada para referirse una persona delgada y enfermiza. Ja. Forma de expresar sarcasmo ante las desmedidas pretensiones de
Literalmente significa gato enfermizo, débil, flaco. alguien. Es, realmente una forma apocopada de la onomatopeya de la risa.
Ya llegó el irquimisi. Se pasaba soñando con la fama. Ja, la fama, me reía cuando le oía delirar.
(Dávila, 1979: 81).
Irse de chupe. Ir a beber, a emborracharse. V. Chupar.
Ayer se fueron de chupe. Jalar de los cabezones. Significa tratar muy mal a una persona. Lo de
los cabezones no tiene que ver con halar de la cabeza o del pelo. Los
Irse de oreja. Significa caer al suelo, no necesariamente de oreja. cabezones son las aberturas que hay en las prendas, lugar por donde
Por borracho se resbaló y se fue de oreja. pasa la cabeza.
En esa pelea las mujeres se jalaban de los cabezones.
Irse en vicio. Significa que una planta –como también un adolescente o
joven– ha crecido mucho. Jamás de los jamases. Fórmula enfática para la negación, la imposibilidad
Mis rosas se han ido en vicio con este invierno. absoluta. Se trata de una suerte de superlativo semejante al tipo Rey de
reyes.
Yo debí cabalgar detrás, puesto que un criado jamás de los jamases podía
ocupar asiento en un coche junto a su señor. (Cárdenas, 2010: 81).

Jeme. Medida de longitud que se establece entre los dedos pulgar e


índice, extendidos.
El cuello vaporoso del anciano, caído hasta un jeme sobre el pecho: lengua
jadeante de su alma. (Cuesta, 1985: 109).
Si baja de la garganta / más de un jeme ciertamente. (Andrade Chiriboga,
2006: 323).

Jissi. El que está sonriente.


Ya ponte serio, no estés jissi.

Jorga. Grupo de amigos y de amigotes.


Alberto, desde más allá de la Cruz, con su jorga de vagos, de los ‘agrimensores’,
no dejó inadvertidas las flechas del militar. (Astudillo Ortega, 2002: 52).

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La lengua morlaca

Joroba. El día posterior a una fiesta. Es lo contrario de la víspera.


En tu santo tuvimos hasta una buena joroba.

L
Juan Seguro. Frase que se usa para expresar que debemos demostrar
mucha cautela en cualquier asunto.
Bien dicen que don Juan Seguro vivió muchos años. (Astudillo Ortega, 1973: 98).

Juato. El alocado. Esta palabra proviene, curiosamente, de fatuo, elemento


que nada tiene que ver con estar alocado o ser irreflexivo.
Ayer han venido a visitar la mujer del Machete y la hermana menor. Y ella le ha
estado amarcando. Estas chicas juatas son unas imprudentes: estando enfermas
del mes amarcan a las pobres criaturas y les hacen pujar. Aura… llamen a una
huambrita de 9 años para curar el pujo. (Astudillo Ortega, 1973: 170).

Judío de La Merced. Frase insultante para referirse a alguien de maldad


notoria. La referencia se dirige a una escultura de la iglesia de La Merced,
donde hay un judío de aspecto perverso, que está en actitud de latiguearle
a Jesús.
Este hombre sí que es el judío de La Merced.

Juin. Fórmula de encarecimiento de algo. Se trata de una especie de


superlativo.
Frío hace, juin. (Andrade y Cordero, 1982: 97).

Jurguillas. Palabra que define al individuo que husmea en todas partes,


que mira e inquiere con gran curiosidad y afán.
Este niño me ha salido un jurguillas. Ilustración 12
Jurupi. Especie de bolita negra que era usada por los niños para jugar,
como si fueran canicas. Se trata de la semilla de una planta. Sirve,
además, para fabricar cuentas de rosario. Lora
Con rosario de jurupis, libro al revés. (Astudillo Ortega, 2002: 84). Una especie de insecto que aves, puesto que son de color
Juzgón. El individuo que gusta de criticar o juzgar a los demás, sobre ataca a determinados vegetales verde y se mueven lentamente.
todo en sentido negativo y de reprobación. como morales, árboles de capulí, También existen variedades de
higueras, etc. Se las llama loras colores diferentes.
Con la puerta juzgona, el poyo en cuatro y el pilar en cuclillas. (Astudillo por un lejano parecido con las
Ortega, 1973: 4).

102
La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

La bola. Significa mucho, en gran cantidad. Lampón. Lampa más grande. Se la usa para desalojar la tierra de un lugar.
De verdad, le quiero la bola a su hija. Allí estaban las barretas y los lampones, con los que Alberto cavara el medroso
hueco. (Astudillo Ortega, 2002: 116).
La del estribo. La última copa que se bebe, antes de emprender un viaje,
inicialmente a caballo. Lancha. Especie de hongo que ataca a los cultivos de papa y otros vegetales.
Que brindaban la copa del estribo. (Astudillo Ortega, 1973: 145). En un sector de la sala discutían los hacendados de sus problemas: de la ‘lancha’
La del oso. Borrachera completa. de las heladas. (Astudillo Ortega, 1973: 46).
Rió con nerviosidad de satisfacción, el Cucharero, que era capaz de pegarse la del Langarote. El individuo de gran talla.
oso. (Astudillo Ortega, 1973: 70).
Teníamos un compañero langarote.
La otra. La rival, en términos amorosos.
Lanilla. Especie de cobija delgada que se usa en los lechos.
Ya se fue pues con la otra este desgraciado.
Manta de hilo de lana tejida en el país y que se pone inmediatamente después
La plena. Cualquier situación agradable, la real, la verdadera; lo cierto. de la sábana superior de un lecho, por ser muy buena para abrigo. (A. Cordero
La plena que te llamo mañana. Palacios, 1985: 194).

La regalada gana. El deseo de hacer algo, sin necesidad de explicar los Lapo. Un trago, cierta cantidad de licor.
motivos. Pagando sobre el mostrador, para tirarse un lapo. (Astudillo Ortega, 1973: 111).
Me voy porque me da la regalada gana.
Las Europas. Forma popular de referirse a los países europeos.
Labioso. El hablador, verboso, mentiroso. Ahora andará paseando por las Europas con la plata del café que ustedes
Era mismo un buen tipo, un poco mañosón, un poco sinvergüenza, medio labioso sembraron. (Cárdenas, s.f.: 179).
también. (Dávila, 1979: 84).
Las tres efes. Fórmula de insulto dirigido a una mujer. La tercera palabra
Lame platito. Nombre popular del dedo índice. es una modificación de puta, para que sean tres efes.
Para tingar debes usar el dedo lame platito. Realmente reúne las tres efes: fea, flaca y futa. (Dávila, 1977: 12).
Sobre los nombres populares de los dedos de la mano Muñoz Cueva dice
lo siguiente: Lastimita. Fórmula para significar que se siente mucha pena por alguna
A los cinco dedos dicen: niño bonito, sortijerito, tonto bellaco, lame platito, situación.
mata piojito: o sea: meñique, anular, dedo del medio o del corazón, índice
Lastimita ya se murió taita Julián.
pulgar. (Muñoz Cueva, 1959: 154).

Lampa. Especie de azada pequeña. Lata. La verborrea, palabrería innecesaria.


Tomad en vuestras manos la barreta y la lampa. (La Escoba, Claudio Malo, Y con la famosa lata, también aprendida del paisa. (Astudillo Ortega, 1973: 70).
antologador, 1993: 336).
Latoso. El que usa mucha lata. Hablador, palabrero.
Lampear. Trabajar con la lampa. Cabalgaban las autoridades, los tenientes políticos, adjuntos, curiosos, unos
El vecino está lampeando en su terreno. poetas latosos. (Astudillo Ortega, 1973: 110)

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Lavaza. Sobrantes de comida y desperdicios que se recogen y se dan de Llachapa vida. La vida miserable, pobre y menesterosa.
alimento a los chanchos. Así vamos pasando esta llachapa vida.
Traerás la lavaza esta tarde.
Llachapiento. El sujeto pobre, miserable, menesteroso.
Leche de tigre. Una especie de bebida que contiene licor y leche. Los que están demás, los condenados a galeras, los llachapientos y más
Abramos una botella de leche de tigre. vagabundos, que de la noche a la mañana amanecieron con oro y tierras.
(Astudillo Ortega, 2002: 34).
Lechón. El individuo que tiene mucha buena suerte.
Este lechón otra vez se ganó el premio. Llacta. La tierra propia. Cfr. Patria chica.
Quizá otros tantos conciertos de su llacta… Explotación!, claro, cosa muy
Leva. La levita o saco.
explicable. (Astudillo Ortega, 1973; 6).
Los pantalones usados y la leva de casimir barato que cambió por una cadenita
de plata. (Cárdenas, s.f.: 147). Llamingo. La llama.
Líber. En los juegos infantiles de persecuciones es el sitio donde el jugador Es como aquí, puro indio, sino que hay llamingos. (Dávila, 1985a: 75).
se encuentra libre. Al parecer la palabra líber es una apócope de libertad. Llapango. El indígena descalzo. Es palabra ofensiva y grosera.
No me puedes tocar ya estoy en el líber. Ya viene otra vez este llapango.
Libreado. Lo que se puede comprar o vender por libras. Llapingacho. Especie de tortilla hecha con puré de papa, queso y
Es mejor comprar libreado el mote. manteca de color (la que lleva achiote). Es alimento que se prepara y
dora sobre tiestos de barro.
Limeño. Una variedad de calabaza de tamaño menor que el zapallo. Cfr
Yubra. Véndame hornado y llapingachos.
Y demás frutos, como zambos, zapallos, limeños, crudos, cocidos o partidos. Llashaco. El leproso. Curiosamente esta palabra no tiene origen
(Astudillo Ortega, 1973: 37). quichua –como se podría pensar por su aspecto fonético– sino
Entre las diversas especies de esta notable calabaza, sobresale, por lo dulce español: Deformación de la voz castellana Lázaro, en el sentido de leproso
y harinoso de su pulpa el zapallo, comúnmente distinguido con el nombre o leprosa. (A. Cordero Palacios, 1985: 198). Aparece también bajo la
de limeño, sin duda por haber venido de Lima. Es mucho más pequeño que forma llazhaco.
el ordinario y, a su vez, presenta diversas formas o variedades, más o menos -¡No patrón, no!-gritó el chico-. ¡Usted está llazhaco! (Dávila Andrade,
dignas de aprecio. (Cordero, 1984: 67).
1984: 216).
Limpia. La actividad simbólica de deshacerse de alguna mala influencia.
Llucho. Desnudo, se aplica tanto a personas como a animales.
Puede aparecer como sustantivo o como verbo, en este caso será limpiar.
La vaca manchada había malparido y el ternerito, ‘llucho’, sin un pelo,
-Chuca, chuca- le rezaba, limpiándole con un puñado de montes. (Astudillo
muerto estaba entre las patas de la mama. (Burbano Cuesta, 1982: 25).
Ortega, 1973: 169).
Lluchu siqui. El niño cuya ropa no alcanza a cubrirle las nalgas.
Liso. Atrevido, irrespetuoso, altanero.
Este niño está lluchu siqui.
Ya cállate, longo liso.
Por extensión designa también al individuo muy pobre.
Llaca. Una rama desgajada del tronco. Tantas niñas bonitas/ tantas naranjas amarillas/ tanto lluchu siqui
Para sembrar geranios hay que sacar una buena llaca. enamorado. (Mata, 1982: 33).

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La lengua morlaca

Lluqui. Zurdo.
Los grandes escultores… Gaspar Sangurima, el Lluqui, que pide su espada a

M
Bolívar. (Lloret, 1978: 119).
Lo mejorcito. Fórmula para encarecer que algo o alguien reúne las mejores
cualidades.
Los caballos no están esperando en casa del Dr. Célleri. Los he visto: son de lo
mejorcito. (Aguilar Vázquez, 1997: 171).
Loa. Especie de recitación en ciertas festividades populares.
La niña de la loa era muy alhajita.
Lombriciento. La persona –generalmente un niño– que tiene lombrices.
Ya está enfermo otra vez este lombriciento.
Longo. Muchacho, en quichua. Es una forma de insulto muy común.
-Longo hocicón –le contesta ella. (Cuesta, 1983: 85).
Lora. Una especie de insecto que ataca a determinados vegetales como
morales, árboles de capulí, higueras, etc. Se las llama loras por un
lejano parecido con las aves, puesto que son de color verde y se mueven
lentamente. También existen variedades de colores diferentes.
Este árbol está lleno de loras.
Los Yunai. Designación popular para los Estados Unidos de América. La
palabra procede de la pronunciación inglesa de United (yunait) States
(Esteits).
El vestido morado que me trajo mi hermano la vez que vino de los yunai. (Dávila,
1977: 40).
Lucirse. Recibir algo gracias a la buena suerte.
Ilustración 13
Macana
Ya sabes: que no crean… Allá no hay resfrío con semejante clima. ¡Te luciste! Especie de paño tejido y teñido
(Cuesta, 1983: 181). con la llamada técnica del ikat
Hacer algo de excelente manera. (una forma de anudar los hilos
Te luciste en el examen. para teñirlos). Es una pieza
fundamental en la vestimenta
Luna tierna. Designación popular de la luna nueva. de la chola cuencana y de la
No hay que lavar la ropa en luna tierna porque se pudre. mujer campesina, en general.

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Macana. Especie de paño tejido y teñido con la llamada técnica del ikat Mala nueva. Especie de escarabajo de color generalmente oscuro, en
(una forma de anudar los hilos para teñirlos). Es una pieza fundamental oposición a la buena nueva, cuyo color es amarillo oscuro.
en la vestimenta de la chola cuencana y de la mujer campesina, en general. A estos se añadían malas nuevas y vampiros que apagaban el farol de la calle.
O tejiendo la flecadura de las macanas de sus servicias. (Astudillo Ortega, 2002: (Astudillo Ortega, 2002: 98).
99). Una especie de estos últimos llaman en Cuenca buenas nuevas y malas nuevas,
Maceteador. Obrero que trabaja con la maceta, golpeando los sombreros de la familia de los coleópteros. (Solano, s.f.: 161).
para acondicionarlos. Mala vida. La vida desarreglada, en términos de pareja legalizada.
Se la buscan, como otros, como muchos… como los maceteadorres de sombrero A no ser por el genio aguantón e introspectivo de Jerónimo… comentaban, hace
toquilla. (Astudillo Ortega, 1973: 106). muchos años que se habrían roto de mala vida. (Astudillo Ortega, 2002: 36).
Macetear. Trabajar con la maceta, un instrumento parecido a un mazo de Cfr. Vivir mal.
madera. Malcriado. El que tiene conducta desarreglada, sobre todo en tratándose
El Vecino. Barrio típico donde día y noche resuena el maceteo de los obreros que de niños.
arreglan la toquilla. (Astudillo Ortega, 1973: 96). Y al camarote, por malcriado. (Astudillo Ortega, 1973: 80).
Macetero. Maceta. Malero. El que hace el mal, cualquier daño.
Rozaba con sus ropas caras los maceteros de plantas anémicas. (Cárdenas, s.f.: Pero, ahí tienen, hombre vivo, trabajador. ¿Dónde pes que es malero, que es
92). matón? (Astudillo Ortega, 1973: 184).
Machona. La mujer que no es afecta a realizar los trabajos que se suponen Maleza. El pus.
–desde una óptica machista– propios de su género. V. Carishina.
Puso en fogón una cáscara de huevo/que casi se hace blanca brasa y que apretó
Por esas carishinas, por esas machonas, por esas calientes. (Astudillo Ortega, contra los labios. / Se abrieron en fruta de sangre: amaneció con maleza. (Dávila
1973: 23). Cfr. Huarmi. Andrade, 1984b: 291).
Machuchín. Cualquier persona, generalmente joven y de sexo masculino- Malhablado. El procaz, el que con frecuencia usa palabrotas.
–se trata de un derivado de macho–.
Tenía un diente a flor de labios y era sumamente malhablado. (Cuesta, 1983:
Ya has de estar de nuevo con ese machuchín. 252).
Mala crianza. Designación eufemística de las partes sexuales masculinas. Malmodo. El trato áspero con una persona; demostrar aversión hacia
Yo sabré… Te contaré si me devuelves la cajita… O si me muestras la mala alguien, sin motivo. De este término se ha derivado también el verbo
crianza. (Cuesta, 1983: 177). malmodiar (sic).
Uno de los nombres con el que nuestro vulgo conoce a las partes genitales. (A. Siempre me respondes de malmodo.
Cordero Palacios, 1985: 201).
Mal nombre. El apodo.
Malaire. Una especie de indisposición que se supone ataca a las personas En el colegio, de mal nombre me decían Tuco.
cuando han pasado por algún sitio poco frecuentado.
Mama Shiva dijo que le ha dado malaire grande de cristiano. (Astudillo Ortega, Malparto. Las dificultades graves que pueden sobrevenir a una mujer
1973: 151). luego del parto.

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No tienes para qué ponerte nerviosa. Solo digo que se muere de mal parto, o de Mampucho. Este término designa a una persona de pequeña estatura y,
buen parto, o de sobre parto, como una monja amiga mía. (Cevallos García, además, gorda.
1964: 44). Te has conseguido de novio un mampucho.
Maltón. El que tiene tamaño no muy pequeño; pero que tampoco ha Manavali. Esta palabra es una forma híbrida del quichua (mana, no) y del
alcanzado el desarrollo definitivo. español vale; es decir, que no vale, que nada vale. Un manavali es alguien
Interminables los cuentos de las vagabunderías, desde que maltoncito le llevó el inútil.
taita. (Astudillo Ortega, 1973: 49). A este baboso manavali ¿por qué le tienes todavía aquí? (Valdano, 1980: 61).
Mama. Fórmula de tratamiento para las señoras de mayor edad; implica Haciendo caso al manavali dementado. (Mata, 1982: 17).
respeto y cercanía.
Mandar a pastar chirotes. Frase con que se trata de alejar al indiscreto y al
En eso llego yo a la esquina y veo… Mama Dolores –grito– y no me contesta. que molesta. Pastar chirotes es hacer una actividad inútil.
(Cuesta, 1983: 89).
No, él no se movería de su tierra. Iría como su hijo Atanasio a pastar chirotes en
También es forma de tratamiento popular dirigido a la propia madre. la montaña. (Astudillo Ortega, 2002: 143).
Con mi mama hicieron vender lo que había sobrado. (Astudillo Ortega, 2002: 54).
Mandar sacando. Con esta frase señalamos la situación en la que a alguien
Mamadera. El biberón que toman los niños. se lo expulsa o despide de un lugar.
Traigan pronto la mamadera. Mi padrino, furiosísimo, de un carajo me mandó sacando de la bodega. (Valdano,
1980: 61).
Mama Virgen. Fórmula para nombrar a la Virgen María.
Todos ustedes han cantado a mama Virgen, desde el Rengo Peralta hasta el Mandarse a cambiar. Significa marcharse, dejar un lugar.
Botón Córdova. (Astudillo Ortega, 1973: 83). Tanto le maltrataron que se mandó a cambiar.

Mamita. Forma popular y cariñosa de dirigirse a la madre. Mande. Cuando alguien llama a una persona, se puede medir el grado
Genaro decía ay, un ratito más, mamita, ellos son jóvenes al fin y al cabo. de confianza y hasta el nivel de estatus entre ellas, a través de estas dos
(Dávila, 1979: 62). respuestas: mande y qué. Si dice mande, quien llama es superior. Si dice qué,
las personas son iguales o el que llama es inferior. Por eso es frecuente oír
Mamita Virgen. V. Mama Virgen. que si una madre llama a su hijo y este le responde: ¿Qué?, le regañe diciendo
Creo que no es su hija, ni de mi comadre… si parece mamita Virgen. (Astudillo así: se dice mande. Mande significa ordene, lo que expresa el reconocimiento
Ortega, 1973: 66). de la superioridad. En cambio qué debe entenderse como ¿qué quiere?, lo
cual, a los oídos cuencanos resulta poco cortés o algo atrevido.
Mamitica. Fórmula para manifestar pena o compasión por alguna mujer. -¡Eh, José…! / -Mande, patrón. (Burbano Cuesta, 1982: 105).
Y ella, mamitica, aunque murió de más de los noventa, no representaba más de En un texto de Manuel J. Calle encontramos las dos opciones de respuesta.
cuarenta. (Astudillo Ortega, 2002: 52).
Al cabo de un rato se presenta la señora, en figura de una india vieja, que sale
Mamitico. Esta fórmula, aunque originada en el mundo femenino, se refunfuñando: / -Mande, amo Francisco. /
aplica a un varón que se encuentra en mala situación. Y cuando el que responde es superior, ocurre esto: -Y bien, ¿excelentísimo
Mamitico, ve en dónde ha estado él, Ishico juraba que desde que empezó a cavar, señor?.../ -¿Qué?- contesta su excelencia, como saliendo de un sueño. (Calle, 1967:
le perseguía un espíritu. (Astudillo Ortega, 2002: 128). 185-187).

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Mano. En los juegos infantiles es el primer turno, el primer lugar para Más antes. Antes, hace algún tiempo.
iniciar el juego. Más antes no había tanta vagancia en las escuelas.
Ya saben, si jugamos a los trompos, pido mano.
Más conocido que la ruda. Frase con que se designa a una persona o cosa
Mantenedor –ra. La persona encargada de organizar y correr con todos los que es muy popular y conocida de todos.
gastos que ocasiona una celebración religiosa popular. Es una especie de
Este Jacinto Flores, más conocido que la ruda, de capa, bastón. (Astudillo
‘cargo’ vitalicio. Ortega, 2002: 42).
Antes de la fiesta los priostes y mantenedores recorrían la ciudad de casa en casa
invitando a los papás a que manden a sus hijos a la próxima pasada del Niño Más cuencano que el mote. Este modismo se aplica a las personas o
para lo que llevaban un jarrón de chicha de jora y un pan grande, que de recibir situaciones que reflejan con nitidez y con fidelidad el espíritu y las actitudes
el regalo es porque aceptaban la invitación. (Sarmiento Abad, 1990: 137). de los cuencanos. Como en Cuenca y sus alrededores, el acompañante
infaltable y general de todas las comidas es el mote, resulta natural que al
En Cuenca el cargo más notable de mantenedora es el que recae en la
que se presenta como cuencanísimo se lo premie y se lo describa con esta
persona que organiza el pase del Niño Viajero, el 24 de diciembre. frase.
Manzana chilena. Especie de níspero que en Cuenca se conoce como Esto de la comida se puede reconocer en las frases que se escuchaban en los
manzana chilena. campeonatos escolares. Las barras solían desalentar al equipo contrario
gritándole:
Es el níspero de Europa, y nos parece que es el mismo, o una variedad suya,
Ote, ote, ote, a ese equipo le falta mote.
el arbolillo que en nuestros huertos se tiene, con el nombre de manzana
chilena. Sus abundantísimos frutos son muy del gusto de los niños…
Más limpio que pepa de guaba. Frase que describe la extrema pobreza de
Para que adquieran algún sabor medianamente aceptable es preciso que
empiecen a podrirse, dicen los que de frutas escriben. Lo que nosotros alguien. Suele usarse también “pelado” en lugar de limpio.
podemos asegurar es que sirven para una exquisita conserva gelatinosa, Yo les conocí más limpios que la pepa de guaba. (Astudillo Ortega, 2002: 33).
y que, por otra parte, las plantas jóvenes de este vegetal son, ya lo hemos
indicado, muy buenos patrones para injertar perales, nísperos del Japón y Mashar. Tomar el sol, asolearse.
otras especies. (Cordero, 1984:54).
El maestro de escuela, el de capilla, un aspirante y testigos que salían a mashar.
Mapanagua. Especie de bebida elaborada con guarapo y con licor. Es voz (Astudillo Ortega, 1973: 27).
híbrida del quichua mapa, “sucio”, y del español agua. Masho. Especie de mariposa nocturna de gran tamaño. También designa
Agua sucia, por el aspecto turbio. Es una mezcla muy embriagante. No se –por extensión– al murciélago.
cansaban de soplar… y con el mapanagua en guarapo maduro. (Astudillo
Cierto que hubo ladridos, volar de mashos, y chirriar macabro de lechuzos en la
Ortega, 1973: 30).
torre. (Astudillo Ortega, 1973: 24). Cfr. ¡Qué masho!
Maquipucho. El individuo desvalido y pobre; el maltratado por todos.
Masoso. Que se hace masa. Se aplica sobre todo al arroz cocido.
Los compañeros lo maltrataban y lo tenían de maquipucho. Es el muchacho, etc.,
que tiene el infortunio de ser maltratado frecuentemente ya por una persona, Este arroz está masoso.
ya por otra, las más de las ocasiones sin causa ni razón, a no ser por obra de la
Más que sea. Fórmula que equivale a aunque.
antipatía en la que ha caído. (A. Cordero Palacios, 1985: 204).
Toma, corre, más que sea en el ángel ándate, ¡volando! (Cuesta, 1983: 172).
Marca devuelve. Frase humorística con la que acentuamos la idea de que
aquello que prestamos debe ser devuelto. Mata piojito. El dedo pulgar. Recibe también la designación de “mata
pulguita”. V. Lame platito.
Aquí está mi lápiz. Verás que es marca devuelve.

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Mata pulguita. Nombre popular del dedo pulgar. Mediano. Especie de bandeja de regular tamaño.
Está sucio mi dedo mata pulguita. V. Lame platito. Compadre, venga, haga causa- le insinuaba un mediano de cuy con papas y ají
rocoto. (Astudillo Ortega, 1973: 29).
Matiné. Función de cine que se realizaba en la tarde, aproximadamente
a partir de las 14:30. V. Segundear. Se la usaba como palaba de género Melcocha. El alfeñique, especie de caramelo hecho con panela.
masculino. En la esquina venden melcochas.
En el matiné de hoy pasan dos buenas películas. Cfr. Vermut, especial, noche.
Mercachifle. El comerciante –generalmente ambulante– que vende
Matón. El alumno estudioso, el muy dedicado. mercaderías pequeñas y de poco precio.
Los matones tienen más vacaciones. Indios de ponchos negros y de enormes sombreros ‘saraguros’, se detienen ante
un mercachifle que pregona milagros, de pie sobre una silla. (Cuesta, 1983: 107).
Matridemonio. Expresión jocosa para designar el matrimonio.
Es que el matrimonio, hijito, debiera llamarse matridemonio. (Astudillo Ortega, Merecido. El individuo que se cree merecedor de nuestros miramientos y
2002: 43). consideraciones, sin que haya motivo para ello.
Quítate, eres un merecido.
Mayor. V. Viejos.
Merienda de negros. Reunión desordenada y bulliciosa.
Mayoral. Niño disfrazado como jefe de los trabajadores agrícolas en las
No hubo almuerzo, no hubo merienda, o mejor, fue la merienda de negros.
antiguas haciendas de la región austral. Es el personaje más notorio e
(Astudillo Ortega, 2002: 111).
importante en el pase del Niño, tanto por las ofrendas que lleva en su
castillo, como por el ropaje. También puede ser una niña, y en este caso se Mestizo. Variedad de pan. V. Raspagañote.
convierte en una mayorala. Forjen la torta del colegial. Consistía ello en partir en sus dos tapas el mestizo, y
Mayorales a caballo llevando consigo una gran cantidad de frutas como su mejor rellenarlo de queso y raspadura, pasándolo con la plancha con lo que resultaba
ofrenda al Divino Niño. (Sarmiento Abad, 1990: 136). una tostada de rechupete. (Astudillo Ortega, 2002: 56).

Meado. Orina. Meter en la colada. Involucrar a alguien en algún asunto.


De todos los animales / quisiera ser el venado / para meterte el cachito / por donde Apenas llego y ya me metes en la colada.
sale el meado. (Mata, 1982: 33).
Metido. Entrometido, metiche.
Mear. Orinar. -Vos metido, ¡entra!- y la doña retornó a su poyo con el niño. (Cuesta, 1985: 133).
Toda la noche me paso / abrazado del pilar / sale, pues, negrita mía/ con pretexto
de mear. (Mata, 1982: 32). Mezquinar. Este verbo tiene en la lengua cuencana por lo menos dos
significaciones. La primera equivale a defender a alguien de un peligro.
Measiqui. El niño pequeño y que todavía se orina en los pantalones. Si no llego a tiempo para mezquinarle, lo matan. (A. Cordero Palacios, 1985:
Avisarás, no serás measiqui. 206).
El segundo sentido es, en cambio, tratar de evitar que alguien se ayude con
Mecha. Algo fastidioso, que incomoda.
algo que es nuestro.
Ya vienes con la mecha de tu trabajo.
No me mezquines solo voy a coger un poquito.

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Mi bonita. Vocativo de uso muy frecuente en los mercados populares. Mismo. Fórmula para encarecer una negación.
¿Qué está buscando, mi bonita? Ni para qué he de avisar, no mismo quiero. (Cuesta, 1983: 38).
Midecalles. El ocioso y vagabundo. Mistela. Especie de bebida elaborada con agua, aguardiente, azúcar, canela
Y por las cuatro esquinas la jorga de agrimensores o midecalles que decía el y otros ingredientes.
barrio. (Astudillo Ortega, 2002: 50). Alguna vez, recuerdo las tardes polvosas y cálidas de los domingos: visitas,
mistela y ditirambo. (Dávila, 1977: 94).
¡Miércola! Interjección que expresa enfado, es un eufemismo por mierda.
Ándate a la miércola y no me molestes. Mitayo. Forma grosera para dirigirse a un indígena, así como también a
alguien que no lo es.
¡Miércoles! Variación de miércola. Vid.
Si no tuviera que cuidar aquí el robo de los mitayos, pero has de caer. (Astudillo
Milico. El soldado, el militar. Ortega, 2002: 47).
Grupos de milicos, con ruido de espolines, carajeaban y quiteñizaban. (Astudillo También se puede usar en femenino.
Ortega, 1973: 159). Rabo caliente es la mitaya. (Cuesta, 1983: 110).
Mindala. La mujer vendedora en los mercados. Su nombre suele ser Mojar la palabra. Beber licor.
tomado como modelo de procacidad y mala conducta.
Bueno, esto está ya muy hablado hay que mojar la palabra.
Con un tiple de falsete, de mindala, la Emperito reñíale, y reñíales a todos desde
que se levantaba. (Astudillo Ortega, 2002: 36). Mojosearse. Enmohecerse, adquirir moho.
La abuela de estas niñas sacaba a secar en cueros la plata, a que no siga
Minga. Trabajo comunitario y gratuito a favor de alguien o de una obra
mojoseándose. (Astudillo Ortega, 2002: 53).
pública.
Antes de que hubiera autos ni esta carretera, pasamos por aquí mismo, con las Molinillo. El niño muy inquieto y travieso. Se pronuncia también como
mingas, el año 15. (Astudillo Ortega, 1973: 108). molenillo.
Ya estate quieto, niño, pareces un molenillo.
Mirarrau. Onomatopeya de la voz del gato.
Si yo fuera gato negro / a tu cama me brincara, / a tu madre le arañara / y a vos Mollete. Variedad de pan.
te hiciera… mirarrau! (Mata, 1982: 34). Véndame unos diez molletes.
Misha. La verruga. Monstruo. Fórmula para encarecer una acción o una situación; un precio,
Vean, me ha salido una misha en la mano. etc. En la pronunciación descuidada suena como monrro.
Entón… monrro más lindo que Panamá ha de ser pes. (Astudillo Ortega, 1973:
Mishi. Nombre del gato, y también voz para llamarlo. 100).
Llamó al felino: -Mishi, mishi, mishi… El gato se detuvo. (Valdano, 1980: 110).
Montado. Un jinete.
Mishico. El miserable, el tacaño. El ruido del agua le impidió que percibiese la proximidad de un montado.
En tu grupo de amigos hay uno que es un mishico. (Astudillo Ortega, 2002: 117).
Mishiojos. La persona que tiene ojos verdes, es decir, ojos de gato. Morboso. El que tiene tendencia a espiar ocultamente a las mujeres.
Mi sobrino salió mishiojos. Ya no seas morboso.

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Morcilla. Especie de embutido hecho con tripa de cerdo y relleno con Hay algunas variedades y formas de servirse el mote. Están: el mote sucio (el
sangre del mismo animal sacrificado. Se pone además, coles, arroz, arvejas que se prepara con los residuos de la fritada), el mote choclo, el mote pelado,
y especies. (Por tus ríos cantadores, / por tus chapas pitadores, / por tus cuyes bien asados,
/ y por tu mote pelado. (Canción popular de Carlos Ortiz Cobos). El mote
Las tripas de morcilla babeadas de los platos. (Cárdenas, s.f.: 108).
casado (en nupcias con el poroto: Se llevó a cabo el festival de ‘mote casado’
Moreteado. De color azulado y morado al mismo tiempo. organizado por la Cooperativa Jardín Azuayo. (Diario La Tarde, octubre 18 de
2016: 4). El mote cauca (el que no está totalmente cocido), el mote pillo, el
Mi pierna, después del golpe está moreteada. mote con cáscara, el motepata (propio del carnaval).
Morlaco. El habitante de Cuenca y de su zona de influencia. Inicialmente Motepata. Plato especial de las comidas de carnaval. Contiene mote y
fue una designación ofensiva desde una óptica etnocentrista y capitalina pedazos de carne de chancho, chorizo. Se condimenta con pepa de zambo
(Lloret, 1978); pero hoy es ya una designación asumida con todo orgullo o maní.
por los ciudadanos de Cuenca.
Las familias solían prepararse con tiempo a la celebración de tan hermosos como
Un tal Crnl. Vega, blanco, chapudo y de buenas barbas, con sus botas de búfalo, honestos días, a fin de que no faltasen los elementos indispensables al yantar
su poncho de Castilla y el sombrero veterano de cinta azul, cayó prisionero de carnavalesco. Ricos y pobres habían de comer ineludiblemente el famoso mote-
los ‘rojos’, con sus mocitos de armas tomar y un puñado de morlacos, tan leales y pata, un guiso atroz que no he podido probar en mi vida. (Calle, 1967: 165).
valientes. (Astudillo Ortega, 1973: 9).
Motolo. Romo, lo que no tiene filo.
Morochamente. Adverbio que señala que una acción se la realiza, Este cuchillo está motolo.
crudamente, sin la cortesía ni los buenos modales necesarios, sin reparos
ni delicadeza. Mozo. El amante.
El Pueblo Cuencano que habla limpia, libre y morochamente con franco corazón. Y que era mozo de la Churuda. (Astudillo Ortega, 1973: 44).
(Mata, 1982: 2). Así, con médicos y todo, murió de parto el otro día la moza del Chumalón.
(Astudillo Ortega, 1973: 148).
Mosquimuerto. El que finge inocencia.
Vean ese está hecho el mosquimuerto. Mucha. El beso.
Carucha dame una mucha/ que me voy al purgatorio. (Mata, 1982: 34).
Mosquito. Especie de orquídea cuya flor semeja maravillosamente el
cuerpo de una pequeña mosca. Muchacha de mano. Una clase de trabajadora doméstica.
El mosquito es una diminuta orquídea de los valles del Tomebamba, reproducción Sirviente que no se ocupa en menesteres de cocina, pero sí en arreglo de
admirable de la figura del díptero mosca. (Moreno y Vázquez, 1977: 225). piezas, ropa, etc., y en llevar recados. (A. Cordero Palacios, 1985: 203).

Mote. El alimento básico del cuencano. Se trata del maíz cocido, Muchacho. Un pequeño artefacto para colocar cosas. Por ejemplo para
sostener la bolsa de pasar el café se necesita de un muchacho.
acompañante infaltable en la mesa popular.
El carpintero me hizo este muchacho.
Siquiera el motecito. Con eso ya los indios…
Vázquez amplía esta significación:
-Y nosotros también; ya ven que nada llena la barriga como el mote.
Nombre con que designamos una silla, o más comúnmente una tablita que,
El mote es padre y madre. pegada por el borde horizontalmente a otra vertical sujeta a la pared, sirve para
-Lo primero en la mesa, ‘nuestro motecito’; si no las huahuas ni prueban poner el candelero. (Vázquez, 1992: 69).
la comida. (Astudillo Ortega, 1973: 105). Al parecer la descripción de Vázquez se aproxima a la de una repisa.

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La lengua morlaca

Muchar. Besar.
Los novios ya se pueden muchar.

n
Muchas de las veces. Frase que significa simplemente muchas veces.
Muchas de las veces no tenemos recursos suficientes.

Mucho lote. Esta frase se aplica a quien fanfarronea de su gran poder o


preeminencia en algún asunto.
Porque haces eso ya te crees el mucho lote.

Muerto de hambre. El menesteroso o también el miserable y tacaño. Nacimiento. El pesebre, el arreglo navideño que se lo realiza con diversos
El muerto de hambre éste, a veces atina. Sentenció la Nati. (Dávila, 1985: 71). elementos vegetales como musgos, huicundos, bromelias, etcétera.
Mujercita. Fórmula despectiva para dirigirse a una mujer indígena. Anticipaban las brisas un olor a montes de Nacimiento. (Astudillo Ortega,
1973: 11).
Oye, mujercita cuánto pides por la col.
Nada jabón. Fórmula de negación enfática.
Mujer mala. La prostituta.
¿Quieres responsabilizarte por esto? –Nada jabón.
–¡Persígnate!... Pasó una mujer mala –ordenan al sirviente. (Cuesta, 1983: 99).
Nadar en plata. Fórmula para encarecer la riqueza de una persona.
Mushca. Interjección lanzada a los perros como orden para que ataquen.
Porque para todo el mundo nosotros quedamos nadando en plata. (Dávila, 1979: 80).
Eran sus ojos iracundos, como de can, al cual se dice: ¡mushca! para que ataque.
(Muñoz Cueva, 2000: 129). Nadie sabe lo de nadie. Frase con que damos a entender que muchas cosas
desgraciadas que nos afectan son desconocidas para los demás.
Muspa. Bobo.
Claro, qué han de saber, si nadie sabe lo de nadie.
Ya te he dicho tantas veces, no seas pues tan muspa.
Negro danza. Uno de los participantes en el pase del Niño. Se trata de un
Mutu. El mutilado o mocho.
niño disfrazado de negro –teñido con hollín, con peluca– y que lleva unos
Con el mutu Ishico, que cuidaba de la casa, esa noche departían. (Astudillo palos delgados, llamados juanchillos, para marcar el baile y golpearlos por
Ortega, 2002: 122). debajo de las piernas.
Una capa de cintas policoloradas, prendidas a los hombros. Los negro danzas, los
rucos. (Astudillo Ortega, 1973: 153).

Ni a bala. Frase con que se asegura que algo no ha de hacerse de ningún


modo.
No me comprometo en eso, ni a bala.

Nicticudo. El que finge inocencia, el que disimula y aparenta lo que no es.


Ya viene este nicticudo, tendrán cuidado.

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Nigua. Cierta especie de fruto diminuto y de color rojizo, cuando está No. Este adverbio de negación suele ser usado de una manera especial,
maduro. Es comestible. como si se tratara de una fórmula de aceptación.
O en busca de niguas y de shulalags, y de otros chupetes de los últimos términos. –Debes intentar ir por este lado. / - Cierto, no.
(Astudillo Ortega, 2002: 21). Al parecer este no resulta ser una especie de apócope de toda una frase,
Ni me va ni me viene. Con esta frase expresamos que algún asunto no nos que podría ser
interesa ni nos produce rechazo. Nos es indiferente. No lo había imaginado, no lo había pensado.
Sabes que lo de tu problema ni me va ni me viene. No conocer ni en pelea de perros. Frase humorística para designar el
Ninacuro. La luciérnaga, en quichua. hecho de no conocer a alguien.
Conversan en la última esquina, casi cantando, como siempre, entre las sombras, Yo a ese tipo no le conozco ni en pelea de perros.
mientras los ninacuros se encienden sobre las pencas. (Cuesta, 1983: 229). No dar la hora. Significa no hacer caso de una persona.
Ningún comedido sale con bendición. Refrán popular que señala la Te saludo y no me das ni la hora.
inconveniencia de ser comedido, porque su acción suele ser mal vista y No hay vuelva luego. Esta frase sirve para indicar que en algún asunto o
mal comprendida. decisión tomada, no puede haber réplica, reclamo ni impugnación.
Verdad es lo que he oído decir siempre: ningún comedido sale con bendición. Con este rector no hay vuelva luego.
(Valdano, 1980: 61).
No más. Frase típica y de uso muy general. Es tan frecuente que hay
Ningunear. Tratar a uno de manera desconsiderada. Cfr. Cholear. personas que la escriben como si fuera una sola palabra. Su significado
Te ninguneaban, ninguneándote con toda la sangre azul nacida debajo de la es variado. Puede significar poca distancia, algo de poca importancia,
cama. (Mata, 1982: 15). resignación, etcétera.
Vean ya son las once, váyanse no más a dormir. (Dávila, 1985b: 28).
Niño bonito. Designación humorística y satírica de alguien que quiere ser
demasiado considerado. No parar bola. V. No dar la hora.
Yo sirviera por $ 100 mensuales; y no de niño bonito, sino sudando de seis a seis. No pegar los ojos. No dormir en toda la noche.
(Astudillo Ortega, 1973: 118).
Anoche yo no he pegado los ojos- decía Da. Ashuquita. (Astudillo Ortega, 1973:
El dedo meñique. V. Lame platito. 170).
Niño Dios. Advocación del niño Jesús. No sé cuántos. Con esta frase se refuerza la expresión del desconocimiento
El niño Dios va desde las viviendas de las cholas a los templos, bajo lluvia de sobre algo o sobre alguna persona.
flores de retama. (Cuesta, 1983: 225). Cfr. Chagrillo. -Se casó con un no sé cuántos, abogado, creo. (Dávila, 1983: 132).
Niño Viajero. Representación escultórica del Niño Jesús. En su honor se Noche. Función de cine que se proyectaba a partir de las 20:30 o 21:00.
celebra la famosa Pasada del Niño, el 24 de diciembre de cada año. Recibe
el nombre de viajero, debido a que su dueño inicial lo llevó de viaje a los Solo los que no tienen que trabajar van a la noche. Cfr. Vermut, matiné, especial.
lugares santos en Palestina. Noche cuencana. Celebración nocturna que se realiza en los barrios de la
En los primeros años fue el mismo doctor Cordero Crespo quien conducía al Niño ciudad de Cuenca, con ocasión de sus fiestas de independencia o fundación.
Viajero en el carro alegórico. (Sarmiento Abad, 1990: 138). En el barrio tendremos la noche cuencana.

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La lengua morlaca

Nunca, jamás, amén. Fórmula que sirve para encarecer que algo no debe ni
puede ser realizado bajo ninguna circunstancia.

ñ
¿Conseguir eso conmigo? Pues nunca, jamás, amén.

Ña, aféresis de niña.


Su carro de las piedras ya debía estar en Cuenca… Y en manos de Ña Judicha.
(Astudillo Ortega, 1973: 59).

Ñaña. Hermana.
¡Viva la ñaña del compañero! Por esa ñaña se avisaban notas. (Astudillo
Ortega, 1973: 80).

Ñaño. Hermano.
Toma, convidarás a tus ñaños. (Cuesta, 1983: 86).

Ñarra. Muy pequeño, refiriéndose básicamente a los niños.


Es una ñarra y ya me grita.

Ñaupa tiempos. Los tiempos antiguos. Ñaupa es voz quichua que significa
precisamente lo antiguo, lo pasado y remoto.
Romeros y Donosos, que hicieron época genial, como los Andrades, en sus ñaupas
tiempos. (Astudillo Ortega, 2002: 22).

Ñeco. Un golpe, un puñetazo.


Discutieron tanto que se dieron algunos ñecos.

Ño. Aféresis de niño.


Voló Joel en pos de ‘ño Napoleón’ que ahora era médico. (Muñoz Cueva, 2000:
123).

Ñoña. Excremento humano.


Esos gringos de ñoña no mandan collares. (Cevallos García, 1964: 82).

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La lengua morlaca

Ñora. La señora, la esposa.


Ya se fue a la calle con la ñora.

o
Ñuto. Pequeño; fragmento pequeño.
Mateus refería de esa mutilación: -se hizo ñuto- más bien ocurrida, cuando era
trabajador y ganaba en Huigra. (Astudillo Ortega, 1973: 123)

Ocurrencias. Sucesos en los cuales se demuestra inteligencia, humor,


perspicacia y gracia.
Fue una de las tantas ocurrencias de los célebres barbones del 95. (Astudillo
Ortega, 1973: 9).
Ocurrido. Persona cuyo carácter es algo cómico; inteligente, gracioso.
Inalterable de carácter, agudo y ocurrido, nunca salieron de la negrura de sus
gafas… otra cosa que bromas, tomaduras, prontitudes y agudezas. (Astudillo
Ortega, 1973: 75). Cfr. Chusco.
Oficial. El aprendiz de un oficio. En los talleres artesanales, el maestro
llamaba de este modo a sus aprendices.
En el caso de este platero se indicaba que su oficial no ha de andar vagando ni
ocioso. (Arteaga, 2000: 34).
Oído de tísico. La imaginación popular atribuye a los enfermos de tisis
(tuberculosis pulmonar) una gran agudeza auditiva; por eso, quien tiene
oído de tísico lo oye todo.
Habla con voz baja porque ese inspector tiene oído de tísico.
Oite. Forma popular de llamar la atención de alguien.
Bueno, oite, reponte bien. Aura que no está aquí el viejo voy a matar a la gallina.
(Astudillo Ortega, 2002: 112).
Ojipollo. Forma de tingar la bola en algunos juegos infantiles.
Yo no aprendo todavía el ojipollo.
Ojo. Especie de enfermedad conocida también como mal de ojo.
En la casa de la Lucha estaba la Mama Shiva curándole el ojo al chico. (Astudillo
Ortega, 1973: 169).
¡Ojó! Especie de interjección para significar que algo no nos importa.
-No te he de dar la plata. / –Ojó.

128 129
La lengua morlaca

Ojón. El que tiene ojos grandes.


-¡Ojona ha sido¡ ¡Qué linda! ¿Dónde la tenías? (Cuesta, 1983: 37).

P
Ojo seco. Con esta frase se designa a alguien que, al parecer, trae la mala
suerte.
No le dejen entrar que ese es un ojo seco.
Olleta. Una olla pequeña.
Fueron a seguir tejiendo el sombrero que quedó mojado con la tusa que esponjea
el agua de la olleta. (Astudillo Ortega, 1973: 54).
Olletón. Especie de artefacto de la pirotecnia azuaya.
Se trata de un potente explosivo. Afuera tronó el más estrepitoso olletón, avisando
a diez leguas en torno el paso de la media misa. (Astudillo Ortega, 2002: 87).
Operario. El aprendiz de un oficio. Cfr. Oficial.
Ya en ese tiempo yo era operario de don Julio en la herrería.
Oratorio. Reunión deportiva y de recreación que solían organizar los
sacerdotes salesianos los días domingos en la tarde.
Nos vemos en el oratorio.

Orines. La orina.
Ese momento, pasaba Manuel, conduciendo un enorme cubo de orines. (Cuesta,
1983: 301).

Orondo. El que está muy orgulloso y pagado de sí mismo.


Aura ya ves lo que es la plata: el Manco se pasea orondo en la ciudad. (Astudillo
Ortega, 1973: 195).
Ilustración 14
¡Oye! Exclamación que se lanza en señal de protesta o de reproche ante
alguna situación de abuso. Papas locas
¡Oye, no le pegues! Platillo de la cocina popular. Está
elaborado con papas pequeñas,
Ozhota. El calzado rústico y pobre que usaban algunos campesinos. enteras, cuero de chancho –la
Casi no te reconocemos; pareces miso soldado hecho y derecho. ¿Ónde la cotona, cuchicara–, pepa de zambo
ónde las ozhotas, ónde tu trenza bien peinada…? (Moscoso, 1985: 45). o maní. Hay la tendencia
La palabra aparece también escrita como oshota u ojota. a cambiarles de nombre,
Pasan indios con cargas de rojas tejas y ladrillos, sonoras las ojotas y los sombreros llamándolas papas con cuero.
ahormados la víspera. (Cuesta, 1983: 83).

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Pachilla. Lo que es superfluo, lo accesorio, lo inútil; tanto en lo físico como que nuestra moneda era el sucre y los panes costaban, el más pequeño y
en lo intelectual. usual, veinte centavos, una peseta o dos reales, que era lo mismo.
En su discurso solo hubo pachilla. Ya no hay pan de cuatro.
Pacotilla. Lo que es de inferior calidad. Pan de huevo. Especie de pan cuya superficie suele ser brillante, por la
Nunca hemos tenido nada de lo que nos hemos dicho, o si lo tuvimos fue… de clara con que se lo unta.
pacotilla, como quien dice. (Dávila, 1977: 13). Ahora ya no fabricamos pan de huevo porque ya no resulta.

Palanqueta. Especie de pan de consistencia más dura que de ordinario, y Panachó. Especie de abrigo de falda mucho más corta que los ordinarios.
de forma alargada. Pásame mi panachó café y ordena al ama de llaves que ponga la manta eléctrica
Me gusta la palanqueta con nata. en mi cama. (Cevallos García, 1964: 78).

Pallca. Horqueta, arma de niños para cazar pájaros. Panela. El azúcar sin refinar, que se vende solidificada bajo diferentes
formas.
Cuando estaba en la escuela ya usaba mi pallca.
Acaba de mandarme a decir el señor Argudo que no me olvide de enviar por el
Palo grueso. El individuo adinerado. quintal de panela. (Cuesta, 1983: 125).
En este barrio solo viven los palos gruesos. Panelón. Especie de ladrillo más grande que los ordinarios.
Palpablito. Lo que está patente, palpable, claramente manifiesto. Para este muro se necesita de mucho panelón.
Ahí está, palpablito el engaño. Panteón. El cementerio.
Palte. La tarima o palos donde duermen las gallinas. -Por allá va uno- señalaban por la calle del panteón. (Astudillo Ortega, 2002:
En el corral está el palte. 146).
Panteonero. El guardián del cementerio o panteón.
Pampa. Llano, terreno generalmente no cultivado.
Casado con Emperito, la hija del panteonero de Totoracocha. (Astudillo Ortega,
Este barrio hace años era solo una pampa.
2002: 35).
Pan blanco. Especie de pan de apariencia más blanca que los otros, por la
Paño. Cierta clase de mancha en la piel de las mujeres embarazadas. Se
calidad de la harina.
supone que cuando hay paño la mujer tendrá una niña.
Para el café, nada mejor que el pan blanco.
La Rosita está con paño, seguro que ha de tener una hijita.
Pan de agua. Especie de pan cuencano.
Pañolón. El paño grande con que se cubren algunas mujeres.
Para mañana tendremos pan de agua.
La falda chillo, la bufanda otavaleña, el distintivo pañolón a cuadros. (Astudillo
Pan de casa. Especie de pan que, se supone, es de mejores características Ortega, 1973: 23).
que los simplemente fabricados para la venta.
Papa. El tubérculo muy usado en toda forma de cocina. Existen diversas
Aquí vendemos pan de casa. variedades de papas.
Pan de cuatro. Era una pieza de pan de cuatro reales, que, en comparación De alverjas y de papas cañarejas… chauchas y cubaleñas. (Astudillo Ortega,
con la pieza de dos reales, era de mayor tamaño. Todo esto en el tiempo en 1973: 22).

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Otras variedades son la papa locrera (para hacer el locro), la papa Gabriela, Párug. El maíz que no está totalmente maduro.
la papa carrizo, la súper chaucha, la bolona, etcétera. Cocinemos este maíz porque ya está párug.
Papacara. La cáscara de la papa.
Pasada. Otra designación para el pase del Niño. Vid.
El puerco sí come la papacara.
Las típicas pasadas de Niño con misa cantada; cohetes, cera y repiques de
Papas locas. Platillo de la cocina popular. Está elaborado con papas primera. (Astudillo Ortega, 1973: 11).
pequeñas, enteras, cuero de chancho –la cuchicara–, pepa de zambo o
maní. Hay la tendencia a cambiarles de nombre, llamándolas papas con Pasando de coles a nabos. Esta frase se la utiliza como ayuda para pasar de
cuero. un tema a otro muy diferente.
En el mercado venden unas ricas papas locas. Bueno, pasando de coles a nabos, ¡me vas a devolver o no la canasta!
Para lo más de. Con esta frase se expresa la displicencia y el menosprecio Pase. Pase del Niño:
por alguien o por alguna situación.
Nombre de una bella procesión exclusivamente cuencana de tiempo de
Con esta ropa está bien, para lo más de ir a las elecciones.
Navidad. La víspera de esta fiesta y el día de Reyes. A veces el día mismo de
Para que no patee el puerco. Frase con la que se justifica la ingestión Navidad. Es procesión vistosísima y grandemente concurrida de pueblo.
de cierta cantidad de licor luego de haberse servido carne de puerco. Se Con carros alegóricos y variadísimos disfraces de niños, en que la fantasía
supone que esta carne se puede volver indigesta. popular reproduce costumbres antiguas, modernas y modernísimas.
Llama la atención la perfección de los disfraces. Hay niños y niñas que
Después de esta fritada nos servimos una copita de puro para que no patee el hacen de mayorales y mayoralas, a la moda antigua, en traje de indios,
puerco. llevando al patrón (en este caso el Niño) cantidad de frutos del agro, frutas,
Paracaidista. V. Pavo. cuyes asados, pan, choclos cocidos, algún corderillo vivo y encintado, todo
lo cual va sobre un borriquillo en el que cabalga el mayoral o la mayoral.
Hice una venia a la santa que se encontraba a unos tres metros de distancia y en Esta lleva su huango, que está provisto de fino algodón de la farmacia, en
vez de contestar el saludo me quedó mirando de manera despectiva y seguramente vez de lana de oveja. El mayoral lleva un chicote en la mano. Como casi
confundiéndome con algún vulgar paracaidista. (Sarmiento Abad, 1990: 111). siempre son muy pequeños los niños, una persona mayor lleva de la
brida al borrico. Hay disfraces de religiosos y monjas, soldados, obispos,
Parada. Una muda completa de ropa nueva. Cfr. Postura. oficiales, gitanos, aviadores, cow boys o vaqueros, indios danzantes, negros
Para la escuela te daré una parada completita. danzantes o negritos, bailando que llevan unos palitos bien pulidos en las
manos, con los cuales llevan el compás. No son negritos auténticos, sino
Parar las orejas. Estar atento, prestar mucha atención. teñidos la cara y con peluca rizada. E indios salvajes del oriente, llevando
-¿Quién será la feliz que ha tejido el que escogerá la Virgen? / La pequeña chola animales vivos, como monos pequeños y loros. Los disfraces principales o
paró las orejas… (Cuesta, 1983: 387). de mayor categoría son los Reyes Magos y el Ángel de la Estrella, que van a
caballo. Los jinetes ya son jovencitos que pueden cabalgar por sí solos. Su
Pararse. Mantenerse firme en una opinión. traje de reyes no es oriental, sino vestido de reyes medioevales europeos.
No cedas- le dice, al pasar, la María Grande. ¡Párate en los dos sucres, sí vale! Ten Como de protagonistas, digamos, van la Virgen y San José; ella una bella
paciencia. (Cuesta, 1983: 104). niña y él un guapo muchacho. El Niño Dios es una imagen del templo.
Una o dos bandas de música acompañan la procesión, entonando la típica
Partidario. La persona que siembra un terreno al partir, es decir a medias, música del tono del Niño. Pide, en suma, la procesión ser filmada a colores
con el propietario. pues es, ciertamente, una hermosa e interesantísima manifestación de arte
Hay que hacer cuentas con el partidario. popular”. (Muñoz Cueva, 1959: 103-104).

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Pasoso. Significa que algo es contagioso. Patucha. La botella de licor de tamaño pequeño.
El sarampión es pasoso, tendrán cuidado. Vamos a beber, ya compré una patucha.
Paspa. Variedad de pan. La palabra paspa es quichua y designa una especie Patucho. Pequeño.
de ligera excoriación –como si se tratara de un empolvoramiento– de la Mi hermano se quedó patucho.
piel.
Anda a comprar el pan paspa. Pavo. El que sin ser invitado se presenta en una fiesta. Recibe también el
nombre de paracaidista.
Pasposo. El que padece de paspa. A las nueve de la noche en la fiesta estaban ya solo los pavos.
Naciste en el mojón de la barriada con la pulla lambisqueándote los pasposos
labios desteñidos. (Mata, 1982: 6). Peaño- ña. El esposo o esposa de quien celebra un santo o fiesta de
onomástico.
Pata caliente. Frase con que se define a la persona que es andariega. -¡Aquí se sienta la Santa! / -Aquí el peaño. (Cevallos García, 1964: 86).
Ya te has ido. Eres una pata caliente.
Pecho amarillo. Designación de las botellas de licor que tienen etiqueta
Patalsuelo. El descalzo. amarilla.
Me tratas como si fuera un triste patalsuelo. Solo me alcanza para una pecho amarillo.

Pata llucha. Con el pie descalzo. Pegar. Castigar.


Yo jugaba pata llucha. Están inconocibles: se ríen cuando uno les pega. Hablan sin que uno les oiga.
(Cuesta, 1983: 166).
Patentierra. Descalzo.
Por el camino de Naranjal y patentierra iban con sus piaras. (Astudillo Ortega, Peleón. El individuo proclive a pelearse.
2002: 90). Quítate majadero, sois un peleón.
Pato. El que es tomado como víctima para que pague los platos rotos –las Pelo de choclo. Los filamentos de la parte femenina de la flor del maíz. Es
consecuencias negativas– en cualquier circunstancia. elemento utilizado para elaborar aguas medicinales.
Un indígena… que en sus grandes jumas, desbuchábase en delirios de grandeza, Hagan una agüita de pelo de choclo.
le cayó de pato. (Astudillo Ortega, 1973: 69).
Pelotas. Forma eufemística usada para no decir pendejo.
Patria chica. La tierra propia, el hogar y lugar de cada uno. No seas pues tan pelotas, cómo vas a hacer eso.
A los tiempos que les veo –se decía Chombo– asistiendo desde su camarote a la
Pena pena. La planta –y la flor– conocida también como fucsia, zarcillo
épica ritual de la Patria chica, por la Patria grande. (Astudillo Ortega, 2002: o como bailarina. La infusión de sus flores se la reputa como medicinal y
143). para combatir la pena, de ahí el nombre.
Patrón. Forma usada como vocativo, con el fin de granjearse la benevolencia Sufría las primeras aflicciones de su ‘mal de amor’… Con eso, la flor de Cristo, la
de una persona. cardiaca y la flor de la pena-pena, le aseguraron. (Astudillo Ortega, 1973: 194).
- Tres sucres dice… ¿Oí bien? Loca creo que está la doña, vea usted esto, mi patrón. Pendejada. Cualquier cosa o asunto que nos molesta o que es
(Cuesta, 1983: 104). intrascendente.

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¡Buena pendejada! A la vejez viruelas. (Cevallos García, 1964: 71). Pico. La boca.
Dejaraste de pendejadas, Dafne. (Dávila, 1979: 65). Con el pico cerrado yo estuviera con semejante rabo. (Cuesta, 1983: 110).
Pendejón. No muy pendejo, algo tonto. Es también la herramienta conocida como zapapico.
Este supervisor es un pendejón. Se rompió el mango del pico y ya no puedo trabajar.
Penitente. Forma eufemística usada para no decir pendejo. Pico de oro. El gran orador, o simplemente el gran hablador.
Oyte, penitente, ¿por qué no me saludas? Los picos de Oro alimentaban al pueblo de azucarada elocuencia. (Aguilar
Vázquez, 1997: 93).
Peor que qué. Frase ponderativa de la mala cualidad o condición de algo
o alguien. Para el panegírico del caso, fue necesario escoger a un auténtico Pico de Oro de
los muchos que en illo tempore maullaban por aquí. (Cevallos García, 1957: 21).
Este señor sí que es peor que qué.
Piedra de sacar candela. Especie de piedra blanca, muy dura. Cuando se
Percha. Solterona.
golpean dos de ellas, con la suficiente fuerza, saltan chispas.
Las dos de la misma edad, dos perchas iguales, solteronas, solitarias, solidarias,
sonámbulas en la vida y de repente… (Valdano, 1980: 78). Otras, las más crecidas, recogen pequeñas piedras blancas ‘de sacar candela’, en
las faldas. (Cuesta, 1983: 176).
Perra de trago. Especie de recipiente para conducir licor. Se lo fabricaba
con lona encauchada. Una perra de trago podía contener varios galones de Pilchi. Esta palabra tiene dos significados:
aguardiente. 1) Cabeza.
El mismo cupé que solía repartir las perras de contrabando, para sacar de apuros Así se han desperdiciado buenos pilchis. (Astudillo Ortega, 1973: 56).
al bolsillo de los ilustres. (Astudillo Ortega, 1973: 161). 2) Algo de poco valor y por lo que se siente desprecio.
Tendré que salir a la calle con una barrigota; como una monja vieja, como una Toma, aquí está tu pilchi mochila.
perra de trago. (Cevallos García, 1964: 12).
Pilissiento. El piojoso. Pilis es piojo en quichua.
Perro. Entre las personas dedicadas a tejer sombreros de paja toquilla es el No me vengas a molestar, pilissiento.
comisionado que compra los productos.
Ya mañana ha de venir el perro por más sombreros. Pinganilla. Elegantón y pobre, el que presume de lo que no posee, en
términos de riqueza.
Pes. Pronunciación popular de pues. Qué pinganilla viene la Lucha. (Astudillo Ortega, 1973: 35).
-Iré a ver. / -¿Para qué pes? (Cuesta, 1985: 124).
Pintiparado. Elegante, muy presentable, presumido, distinguido.
Pesquisa. El agente de policía que realiza investigaciones. No sé si su oferta que me hace da para reírme o vanagloriarme de que voy a tener
Allí estaban ya algunos pesquisas que habían regresado de la búsqueda pero no un compañerito pintiparado, gracias a su merced. (Sarmiento Abad, 1993: 66).
traían la menor noticia. (Moscoso, 2009: 27).
Pioquinto. Especie de dulce de la repostería cuencana. Se lo elabora con
Pichirilo. El vehículo pequeño y usado. yemas, azúcar y vino.
Para irme al trabajo necesito un pichirilo. Metiéndose en la cocina ella en persona, para hacer los pioquintos y las aguas
aceradas. (Dávila, 1979: 73).

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Piquear. Trabajar con el pico. Plata de bolsillo. El dinero que se usa para gastos pequeños.
Mejor me voy a piquear en la huerta. Vendí la vaca y todo se hizo plata de bolsillo.
Piropo. Especie de pequeño proyectil hecho generalmente de papel Platudo. El rico, el adinerado.
doblado y en forma de ángulo. Los jóvenes suelen lanzarlos a las muchachas Hasta las autoridades se olvidarían de que usted es un ladrón, un reo, viéndolo
en las noches del Septenario cuencano. elegante, platudo, generoso. (Cárdenas, s.f.: 95).
Vamos, ya traje los piropos para esta noche.
Pleitista. El individuo que anda buscando problemas y líos.
Pirulo. El poroto, cuando este es instrumento de juego. Ya déjate de cosas. Sois un pleitista.
En el recreo vamos a jugar a los pirulos.
Pobre diablo. El individuo insignificante y de ningún poder ni prestigio.
También se aplica, metafóricamente al niño pequeño.
Que era solo un pobre diablo, dictaminaría terminante. (Cárdenas, s.f.: 98).
Pisa. Castigo muy fuerte.
Polainas. Las botas de caña alta.
Las palizas, los tormentos y otras pisas infligidas a su primera mujer, a la pobre
Cutula. (Astudillo Ortega, 1973: 71). Preparar las alforjas, las polainas, las espuelas, el pantalón de montar. (Astudillo
Ortega, 1973: 42).
Pishhh. Interjección que se usa para significar reprobación, fastidio,
disgusto ante algo. Pollera. Pieza fundamental del vestuario de la chola cuencana. Se trata
de una especie de falda ancha elaborada con bayeta u otros materiales, y
-Se acabaron las inscripciones. / -Pishhhh. generalmente bordada.
Pitag. Onomatopeya del bofetón o chirlazo. Funciona también como Una pollera cubre a la tejedora desde los hombros, a manera de capa. (Cuesta,
sustantivo. 1983: 95).
Si sigues molestando te voy a dar un pitag. Ponderar. Encarecer, exagerar, tanto en lo positivo como en lo negativo.
Pitimucha. Mujer de la tradición cuencana. Fueron reconocidas –puesto Vean, -les dije-, reuniéndoles a los indios. Por idor a la costa está sin pata. Les
que no era solo una– por su buen servicio culinario. ponderé los males, y ellos… ¡riéndose! (Cuesta, 1983: 164).
Los de la jorga quedaron en espera de Lauro, para igual despedida, con un cuynic, Ponerle el ojo. Significa tomar a alguien como objeto de vigilancia, odio o
donde las Pitimuchas. (Astudillo Ortega, 1973: 162). malevolencia.
Pituco. El individuo presumido, vanidoso, elegante. Sabía que la muerte me puso el ojo/ desde la primera vez/ que pronuncié la
Miraban con extrañeza el ciudadano chaleco, el sombrero de pituco que llevaba. palabra ausencia. (Jara Idrovo, 1980: 3).
(Cárdenas, s.f.: 178).
Ponerse en papas. Asociarse varias personas (dos, tres, cuatro o algo más)
Pizho. Arrugado. para juntas comprar algún producto –en este caso, papas–. Así, se pueden
poner en papas cuatro personas para comprar un quintal, y luego se lo
No te frunzas tanto que pronto vas a quedar pizho.
reparten.
Plantilla. El individuo presumido e incumplido; informal. -¡Pronto! ¡‘Póngase en papas’! -le dicen las que le rodean-. ¡Dichosa! (Cuesta,
Con tal de amanecerse jugando con los plantillas de los guaneños en la posada de 1983: 106).
las Pangolas. (Astudillo Ortega, 1973: 168).

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Porai. Frase popular para indicar una vaga circunstancia de lugar. Se trata Pristiño. Especie de buñuelos de la cocina cuencana.
de una aglutinación de la frase por ahí. Te morías de gana de atragantarte los pristiños y las roscas de yema. (Dávila,
Porai me he de ir si no me comprendes. 1977: 11).
Por aquí es más recto. Frase con la que se indica que algo se hace de Privarse, V. Requemarse.
mejor manera y con mayor rapidez si es que se la ejecuta como lo hacemos Creyéndolo que estaba privándose, condujéronlo a dormir en el altillo. (Astudillo
nosotros. Ortega, 2002: 82).
Sonó la sirena y por aquí es más recto, nos fuimos.
Prosudo. El que ostenta demasiada prosa.
Por Dios santito. Fórmula de juramento popular. Este gordo es un prosudo.
En una de estas pongo a los chicos en un orfanato y me largo, por Dios santito
que me largo. (Dávila, 1977: 86). Pucha. Eufemismo por la interjección puta.
¡Pucha que frío!
Por fa. Por favor. Por fa ¿me prestas el lápiz?
Púchica. Variante de pucha. Vid.
Por fis. Por favor. En la palabra fis se encuentra presente el influjo del
término inglés please (pronunciado como plis), que significa precisamente Puchicanas. Variante de pucha. Vid.
por favor.
Púchicas. Variante de pucha. Vid.
Por fis, ¿me puede decir la hora?
Pucho. La colilla del cigarrillo.
Por las puras. Significa que algo se hace o se dice sin ninguna razón. Esta
misma frase puede alargarse con aditamentos como alverjas (por las puras De humo de tabaco, de draques escupidos, de puchos pisados. (Astudillo Ortega,
alverjas) o y santas (por las puras y santas alverjas). 1973: 76).
Por las puras alverjas te disgustas. Púdrete. Exclamación de rechazo y de reproche a alguien que no acepta
hacer lo que le pedimos.
Por si las moscas. Significa que algo se hace o se dice en precaución de algo
que podría sobrevenir. –No quiero irme. / –Entonces púdrete.
Por si las moscas mejor apago el radio. También se puede usar en otra forma modal, como
ahí te pudres.
Posibles. Ser de suficientes posibilidades económicas.
Con la venta de cucharas ‘y con tanto trabajo’ se había hecho de posibles. Puerticalle. La puerta de la calle. En las antiguas casas cuencanas había
(Astudillo Ortega, 1973: 74). una puerta, la de la calle –la puerticalle– y al final del zaguán la puerta de
acceso al interior de la vivienda.
Postura. V. Parada. Como ocurría cuando la tuna era con llave a la puerticalle. (Astudillo Ortega,
Ya ves lo que te ha dado la postura nueva a que salgas de los cuarenta. (Astudillo 1973: 102).
Ortega, 1973: 138).
Puf. Interjección que sirve para expresar asco.
Potrero. El campo de pastoreo para los animales domésticos; llano. Sin lavarlo, sin pelarlo; con pelos y todo. ¡Qué porquería! ¡Qué asco! ¡Puff!
Deben oler a durazno, a hierba de potrero, a dulce de membrillo. (Cárdenas, s.f.: 21). (Cevallos García, 1964: 11).

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Pujo. Cierta especie de enfermedad que aqueja a los niños pequeños. Se Puro. El aguardiente que todavía no ha sido mezclado con agua.
manifiesta con llanto continuo e insomnio. De su bolsillo no faltaban el naipe, la botella de puro, el revólver. (Astudillo
Ayer han venido a visitar la mujer del Machete y la hermana menor. Y ella le ha Ortega, 1973: 125).
estado amarcando. Estas chicas juatas son unas imprudentes: estando enfermas
Esta misma palabra puede funcionar como adverbio, con el valor de solo
del mes amarcan a las pobres criaturas y les hacen pujar. Aura… llamen a una
huambrita de 9 años para curar el pujo. (Astudillo Ortega, 1973: 170). o solamente.
-Si no ha sido lora… ¡Puro plumas! (Cuesta, 1991: 23).
Pulchungo. Que tiene lana abundante y ensortijada.
Me compré un perro pulchungo. Puuu. Interjección cuyo significado es idéntico al de ¡Pishhh! Vid.

Pullma. Comerciante que viene del norte del país, usualmente de la


provincia del Chimborazo.
Hay docenas de toldas blancas que recuerdan los mercados árabes, y, bajo su
sombra, indias de la lejana provincia del Chimborazo –‘pullmas’– que recorren
el callejón andino. (Cuesta, 1983: 105).

Pululún. Onomatopeya de la caída de un cuerpo. Aparece registrada


también como pululum.
Hasta que en una de esas piedras ¡pululum! Se volteó y se ahogó. (Valdano,
1980: 59).
Puntas. Licor fuerte, es el que se obtiene al inicio y fin de un proceso de
destilación.
Vaciaron la última dosis del gloriado, con buena punta. (Astudillo Ortega,
2002: 60).

Puñete. El golpe dado con el puño.


El renombre de Mateus era tan mágico, como el de los craks del deporte y otros
campeones del puñete y de la patada. (Astudillo Ortega, 1973: 146).

Pupo. El ombligo.
Paraqués –como decía ella– no dejaba de bendecirles con el pan, que cada hijo
nos trae pegado en el pupo. (Astudillo Ortega, 2002: 35).

Pupo llucho. Con el ombligo descubierto, al aire.


Tápate, que estás pupo llucho.

Purcha. Cualquier aglomeración de hilos u otras cosas menudas.


Sus cejas afelpadas y más purchas y velones de sus barbas. (Astudillo Ortega,
2002: 142).

144 145
Q

¡Quisha!
Interjección usada para
ahuyentar a algunos animales
domésticos, sobre todo gallinas.
Puede aparecer también como
quizha.
Ilustración 15
La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

¡Qué chucha! Frase con que se expresa una situación cuyas consecuencias Quierde. Esta es otra frase típica de la lengua azuaya y cuencana, que ya
negativas no nos importan. fue muy bien estudiada por el gran Honorato Vázquez (1992: 175). Para
Me lanzo al agua, ¡qué chucha! También puede ser usada para formular un alguien que no conozca nuestras costumbres lingüísticas le parecerá una
reclamo violento. V. ¡Chucha! forma estrafalaria; pero el sentido es muy claro, aunque la forma haya
evolucionado casi caprichosamente. Su origen viene de la pregunta:
¡Qué churos! Expresión eufemística por ¡Qué chucha! ¿Qué es de…? ¡Quierde la cuchara!, ¿Y qué es de la cuchara, dónde está? Que iban
Me voy a ranclar, qué churos. a traer máquinas, a sacar maravillas, a comprar casas, hacer unos chalets… ¿Y
quierde? (Astudillo Ortega, 1973: 190).
¡Qué gara! La palabra gara –originada en garañón– servía para designar al
cuy macho, al cuy valiente, al camorrista, y al pegador de los demás. Pues Quinde. El colibrí.
esta palabra dejó los cuyeros y se trasladó a la lengua de la ciudad y de los Por las abras del tumbado cruzaban raudos, quindes multicolores a chupar en las
jóvenes para designar a aquello que es bonito, muy bueno, excelente, de campanas. (Cuesta, 1985: 129).
mejor calidad en cualquier situación. De modo que en Cuenca a una buena
película se le puede decir Quinde-mosca. La variedad más pequeña de colibrí.
¡Qué película tan gara! o quizá, garísima. Si quieren por más tiempo, consíganme un quinde-mosca, pero que casi no se le
vea de tan pequeño. (Cuesta, 1983: 199).
¡Qué goce! Expresión que significa que algo es agradable, divertido.
¡Qué goce! Cómo nos reímos en la fiesta. Quiño. Puñetazo. También designa el acto de dar golpes a un trompo,
cuando se ha perdido una competencia infantil. Los golpes se dan con el
¡Qué hueso! Qué inútil, que poco listo o avisado. clavo del otro trompo.
¡Qué hueso, te dejas ganar de ese! De broma a broma se fueron de quiños.
¡Qué masho! Expresión que sirve para manifestar la vergüenza que se ha ¡Quisha! Interjección usada para ahuyentar a algunos animales
sentido. domésticos, sobre todo gallinas. Puede aparecer también como quizha.
Me cogieron al descuido. ¡Qué masho! Voz con la que nuestros labriegos, y el vulgo en general, ahuyenta a gallinas,
pavos u otras aves de corral. (A. Cordero Palacios, 1985: 237).
Quesillo. Queso fresco y sin sal. Es ingrediente que se usa en la cocina
tradicional. Puede ponérselo en las sopas.
Aquí barriga llena, tontito; quesillos, ¡harto mote! (Cuesta, 1983: 31).

Quesitos. Pequeños dulces –en forma de quesitos diminutos,


precisamente– que se venden usualmente en la fiesta del Septenario.
Señora, deme dos quesitos.

¿Quién te cogiste? Frase humorística y de acusación al mismo tiempo,


dirigida contra una persona cuando se ha perdido algo.
A ver, quién te cogiste mi lápiz.

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R
Rabadilla. La parte final de la columna vertebral.
Mi mamita amaneció con dolor de la rabadilla.

Rancla. El acto de ausentarse voluntariamente de clase.


Ese día fue la primera vez que me ranclé.

Ranclarse. Faltar a clase.


El colegio castigará a lo que se ranclen.

Rango. Un rango era la formación más o menos ordenada que seguían los
alumnos al abandonar la escuela. Salían formados por rangos que seguían
diferentes direcciones. De estas filas se desprendían los estudiantes que ya
habían llegado a su domicilio.
Los ‘rangos’ se alejan de la gran puerta de la escuela, largos y rectilíneos. Un
hermano se para en cada esquina del edificio y los vigila y ordena. El rango del
Chorro, toma la derecha y sigue hacia el barrio lejano, más corto en cada cuadra,
hasta que, ‘frente a la Botica’, se rompe en grupos aislados. (Cuesta, 1983: 262).

Rapadura. La panela.
El vino es agua de rapadura y los sucres no son sino tiestos de latón. (Astudillo
Ortega, 1973: 16).

Rascarse la barriga. Frase que significa estar ocioso.


-Cansado de rascarse la barriga se va al oriente a lavar oro, y ahora …¡Caballero!
(Cuesta, 1983: 98).

Raspadura. Variación por rapadura. Vid.

Raspagañote. Variedad de pan.

151
La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Decimos así al pan elaborado de casi solo salvado o afrecho, porque parece que Réquete. Fórmula de exageración. Se trata de una especie de superlativo
va a raspar la garganta con su asperosidad. A aquel pan debemos decir acemita; bajo la forma de un prefijo, es aplicable a sustantivos y adjetivos.
pero no tampoco solo cemita, que es palabra que empleamos, así como también -¡No faltaba más!… Hijos, réquete hijos, desde ahora. (Aguilar Vázquez, 1997:
mestizo. (Muñoz Cueva, 1959: 123). 371).
Ratalango. Forma despectiva de llamar a cualquier individuo. Resabiado. El individuo contumaz y muy experimentado para hacer algo
Ciertamente era uno de esos ratalangos. (Astudillo Ortega, 1973: 73). malo.
Estos ladrones resabiados no respetan nada.
Rebozo. Cierta prenda del vestido de la mujer indígena.
Te llevó a misa con paño nuevito, con ese rebozo de Castilla. (Astudillo Ortega, Retaco. El individuo pequeño y gordo.
1973: 139). Flores, composturas, alfombras, que dizque al viejo retaco le dan plata. (Astudillo
Ortega, 2002: 54).
Reclinatorio. Especie de mueble pequeño que servía para que las personas,
sobre todo las beatas, pudieran arrodillarse en misa. Reto. Cierta clase de composición poética de carácter crítico y humorístico
Damas principalísimas, a cada una de las cuales acompañaba un coro de 20 que se recita en algunas festividades populares.
doncellas, de 7 a 70 años, portando cada virgen un enorme farol, amén de la En la fiesta de San juan hubo un buen reto.
alfombra para el perro y silla y reclinatorio para la Niña grande. (Cevallos
García, 1957: 22). Revendón. El revendedor en los mercados.
No compres donde los revendones, siempre es más caro.
Recoger los pasos. Ciertos ruidos que –asegura la gente– ocurren cuando
una persona acaba de morir. Revolverse. Darse la vuelta, volver el rostro.
¿Quién podía recoger los pasos? (Astudillo Ortega, 2002: 122). -¡Revuélvanse! –les dice a los hermanos–. Ya revuélvanse, duerman. (Cuesta,
1983: 147).
Recorderis. Un aviso, una alerta para no olvidar algo.
Robapelo. La libélula. Puede aparecer también como robapelos.
Mañana me haces un recorderis a eso de las 10. Unos ostentaban jaculatorias,
En ese charco hay un robapelo.
latinajos, recorderis. (Astudillo Ortega, 1973: 186).
Rodado. El que es muy experimentado.
Reilón. El que tiene tendencia a reír, el que ríe frecuentemente.
Para casarse hay que ser bien rodado. La comadre que es rodada, se encargó de
Otra vez estás aquí, reilón. preparar el fiambre i te aseguro que nada nos falta. (Aguilar Vázquez, 1997:
Relámpago. Especie de panecillo de la repostería cuencana. Es una suerte 267).
de cono cuyo interior se rellena con dulce. Rodilla de Cristo. Especie de pan cuencano. Recibe también la designación
Cómprenme los relámpagos. de tuguiana. Vid. Lo de rodilla de Cristo es una metáfora entre la cubierta de
este pan, que tiene coloración rojiza (por el achiote) y con la apariencia de
Rempujar. Empujar a alguien, generalmente de forma violenta. una herida, por el queso; con la rodilla lacerada de Cristo en la cruz.
¡Qué le pasa, señora! ¿Por qué me rempuja? En este barrio hacen ricas rodillas de Cristo.
Requemarse. Sufrir una muy fuerte intoxicación alcohólica, con delirios, Romper la crisma. Romper la cabeza.
accesos de iras y otros trastornos. Cfr. Privarse. No sé por qué no lo hice lo que debí hacer muchos años atrás, romperle la crisma,
Ya no le den más trago que puede requemarse. para que viera. (Dávila, 1979: 80).

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La lengua morlaca

Rompope. Especie de bebida hecha con huevos y aguardiente.


La jalea, la gelatina, el rompope. (Dávila, 1977: 22).

S
Roña. La trampa, sobre todo en los juegos con canicas o bolas. Los niños
dicen “Roña cae en cambroña”. Al parecer la frase inicialmente era algo
más larga.
Esto y no otra cosa da a entender su dicho: el que hace roña cae en Cambroña. (A.
Cordero Palacios, 1985: 57).
Roñoso. El que es tramposo en los juegos; sobre todo en los infantiles.
Ya deja de quejarte, sois un roñoso. Saber al agüita. V.
Rosas de Castilla. Variedad de rosas silvestres. Con ellas se elabora una Saber como el agua.
especie de colirio popular.
Lávese con agüita de rosas de Castilla, eso alivia. (Cuesta, 1983: 91). Saber como el agua. Situación de conocer y repetir algo con mucha
fidelidad. V. Al agüita.
Rosca. Forma grosera y descomedida de referirse a los indígenas. Esta lección sí que me sé como el agua.
Ya ven UU. Lo que son estos roscas cuando se civilizan. (Astudillo Ortega, 1973: 89). Se usa también en diminutivo: agüita
Roscas de yema. Especie de dulces de la repostería cuencana. Sabido. El experimentado, el ducho en algo.
Iban a traer dulces y golosinas… donde las Caravacas; roscas de yema. (Astudillo El sabido del Julio ya se anticipó a toditos.
Ortega, 1973: 58).
Sacar a tienda. El hecho de que un hombre se case con una mujer que
Ruco. V. Veterano. servía en una casa. Al hacerlo la sacaba a una tienda, para independizarla.
Runa. La palabra quichua runa, que significa nada más que hombre, Cfr. Salir a tienda.
persona, o indio, es usada en Cuenca con doble significación: Que le había sacado a tienda a la Rápida. (Astudillo Ortega, 1973: 44).
1) Como fórmula de insulto para señalar que algo no es de raza conocida, Sacar chocolate. Esta frase se origina en el léxico escolar. En este contexto
hablando de ciertos animales, que es mezclado. El perro runa es muy chocolate es sangre. Generalmente se saca chocolate de la nariz.
bueno para cuidar la casa.
De pronto, el pelirrojo se detuvo, llevándose las manos a las narices. Ya lloraba.
El perro era un perro ordinario ‘runa’, negro y feo. (Burbano Cuesta, 1982: 39). –¡Le sacó chocolate!– gritaron los espectadores, viendo sangre. (Cuesta, 1983:
2) Como fórmula de encarecimiento de buena calidad. Esto se 243).
escucha exclusivamente cuando se trata de huevos. Se dice que el huevo
runa –llamado también huevo de gallina criolla– es de excelente calidad, Sacar cuyes. Provocar tronidos en los huesos, sobre todo de las manos, al
en sabor, en color de su yema, frente a los huevos de gallinas que viven en apretarlas y estrujarlas.
criaderos de tipo industrial y que se alimentan con balanceado. A cada rato te sacas cuyes.
El huevo runa está muy caro.
Sacha. Palabra quichua que significa falso.
Rupango. Forma grosera y descomedida de referirse a los indígenas. Para eso también tiene una labia el sacha-guayaco, que es de oírle. (Astudillo
En el mercado ahora hay muchos rupangos. Ortega, 193: 155).

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Salado, Baños. Esta es una frase que, si se desconoce el origen y la situación Sarnoso. Especie de pan cuencano.
de la ciudad, carece de sentido. Este modismo se origina en el hecho de que Tengo tanta hambre que me comería dos sarnosos.
los buses que hacían –y hacen– todavía el recorrido de Cuenca hasta la
parroquia de Baños, pasaban también por el lugar llamado El Salado. De Seca. Especie de tumor formado en los ganglios de la entrepierna.
modo que los controladores –conocidos popularmente como chulíos– lo No camines así que te va a salir una seca.
que hacían era vocear los destinos para convocar a más gente. Gritaban:
¡Salado, Baños! Esta misma frase pasó, por la creatividad de la población, a Seguilón. El que tiene la costumbre de seguir a otra persona. Es adjetivo
significar una cosa diferente: salado se usa también –ya no como nombre que se aplica generalmente a los niños pequeños.
propio– para designar a la persona que está salada, es decir con mala Ya está aquí este seguilón. No me deja en paz ni un minuto.
suerte. Por esa razón se oía ¡salado, Baños! en el contexto en el que se quería
significar que a tal persona le había acaecido alguna desgracia. Segundear. Entrar a la segunda de las dos películas que antes proyectaban
en las sesiones de matiné (en la tarde).
Salidor. El que sale.
Cuando estábamos en el colegio íbamos a segundear en el teatro Cuenca.
Epítetos literales como estos: Salidor de diputado, entrador en los laberintos de la
Hacienda Pública. (Astudillo Ortega, 1973: 82). Semejante. Fórmula de ponderación para cualquier cosa o persona, tanto
en lo positivo como en lo negativo.
Salir a tienda. Dejar el servicio doméstico una mujer, independizarse por
su propia cuenta. Cfr. Sacar a tienda. No. Bien quisiera… ¡Semejante niña! Pero no. (Cuesta, 1983: 91).
Que, como la anterior, iban dejándola, para salirse a tienda con su dote. Sémper. La línea de partida para un juego de bolas o canicas.
(Astudillo Ortega, 2002: 99). Nombre que nuestros muchachos dan invariablemente a la raya que trazan en el
Saludes. Forma plural de salud. Era una manera de ofrecer o enviar deseos suelo, cuando juegan a las bolas, y desde la cual se han de lanzar, al principio de
de salud. un partida, las que hacen de tiradoras. (A. Cordero Palacios, 1985: 247).
Muchas saludes de l’interna. (Astudillo Ortega, 1973: 32). Seño. Apócope de señor o señora.
Sangorache. La misma planta conocida como ataco. Vid. Iba a cumplir exactamente, y cada vez con fidelidad exclusiva, las
recomendaciones de Seño Ashuquita. (Astudillo Ortega, 1973: 36).
Sangre liviana. Esta frase designa las características de una persona que
cae muy bien, que es simpática. Señorita. La mazorca de maíz que ya empieza a crecer y madurar.
Este niño es de sangre liviana. Y, para mayo, las cañas de maíz de los sembríos grandes están altas y esbeltas,
y porque están así, y les han brotado apretadas mazorcas, la gente las llama
Sapo. El astuto, el sagaz. ‘señoritas’. Los choclos se les hinchan, con plateados pezones, juveniles las hojas.
Se portó, como dicen ustedes, sapísima, nos presentó una cuenta de gastos de (Cuesta, 1983: 209).
mama Canda. (Dávila, 1979: 75).
Septenario. Una de las más reconocidas fiestas de la ciudad de Cuenca.
Saramontón. Agrupamiento de personas acostadas encima de una que Aunque es, propiamente, una celebración religiosa, actualmente se la
quedaba como base. Es palabra híbrida del quichua sara, “maíz”, y del vive como una gran festividad laica donde se exhiben y venden dulces de
español montón. Montón de maíz. muchas clases. Se escribe también como Setenario. V. Dulces de corpus.
Polleras y ponchos en saramontón, tendiéronse a pasar la noche en los corrales. Salgamos al Septenario para ver quemar los castillos y comer dulces.
(Astudillo Ortega, 2002: 72).

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Festividad religiosa exclusivamente azuaya, que se lleva a cabo en el mes Ser leído. Tener algún grado de instrucción formal. La frase suele alargarse,
de junio, durante siete días, no ‘en homenaje de Dios y de sus santos’. Como con intenciones humorísticas, a ser leído y escribido.
ya dice el Diccionario de la Real Academia, sino en homenaje exclusivo de
Soy leído, cholo, soy algo leído. (Moscoso, 1985: 50).
adoración y respeto al Santísimo Sacramento del Altar. Cada uno de tales
siete días corre a cargo de priostes voluntarios que salen de entre los más Mientras usted y su otra tía que no era ‘ni leída ni escribida’, como ella misma
escogidos miembros de nuestra sociedad, como son señoras, sacerdotes, afirmaba. (Dávila, 1977: 93).
doctores, comerciantes, agricultores, señoritas y niños. Cada uno de los
Ser un Barrabás. Frase que designa a un niño muy travieso, alborotador,
grupos que tiene a su cargo un día de la fiesta procura ser más espléndido
que el otro, ya en las funciones religiosas que se realizan en el templo de la díscolo.
Catedral, ya en los regocijos populares, y ya en las recepciones que ofrecen en Tu hermanito sí que es un Barrabás.
sus casas a sus numerosos relacionados y amigos. La fiesta es eminentemente
popular; los días en que se realiza son los más hermosos del año por su Ser un Gestas. Frase que se aplica a una persona muy traviesa, mal
lucidez. No se sabe, a punto fijo, cuándo se instituyó esta clásica fiesta entre inclinada.
nosotros. (A. Cordero Palacios, 1985: 247). Como apodo aplicamos a los sujetos feos, repulsivos, perversos, este nombre que
tradicionalmente se da al mal ladrón, compañero de Dimas el Santo. Ignoramos
Serapio. Designación humorística para el cero. de dónde origine el señalamiento de este nombre: Gestas. (Vázquez I, 1991: 318).
Me saqué Serapio en el examen.
Ser un tigre. Con esta frase se designa al individuo muy listo y avispado
Ser de la gurupera floja. El hecho de que una mujer se preste para ser para hacer algo.
fácilmente conquistada y seducida. La gurupera es una parte del arnés de En eso soy un tigre. Eso, él mismo me lo dijo. (Valdano, 1980: 60).
las cabalgaduras; una pieza que va sobre las ancas. Si está floja, se cae o
resbala. Ser vicio. Tener una costumbre muy arraigada.
Vos que sois vicio del cine, avísame si alguna vez dan una cinta con ella. (Dávila,
Y como la diablo croque ha sido de la gurupera floja… U. se la ha echado al
1985b: 59).
hombro. (Astudillo Ortega, 1973: 155).
Sereno. La serenata.
Ser demás. Significa que alguien posee una cualidad en grado extremo,
generalmente en sentido negativo. En el cuarto del Ciego se preparaban los moceriles serenos. (Astudillo Ortega,
1973: 75).
Este primo mío sí que es demás.
Shacsho. El hablador.
Ser el todo. Situación de una persona que es muy importante y decisiva
en algún asunto. Por shacsho te pasan esas cosas.
Su sobrino era el todo del banco. (Astudillo Ortega, 1973: 46). Shalicas. Designación para las estudiantes del colegio María Auxiliadora
(Salesianas) de la ciudad de Cuenca.
Ser fósforo. Significa que una persona tiene carácter explosivo, irritable
Vamos a la esquina de las shalicas.
por cualquier asunto aun pequeño.
Mi hermanita sí es que es fósforo. Shulalag. Especie vegetal que crece en las cercas vivas. Produce una
pequeña baya alimenticia que, cuando está madura, es negra.
Ser hígado. Ser de mal carácter, rabioso.
O en busca de niguas y de shulalags, y de otros chupetes de los últimos términos.
Tu suegro es hígado. (Astudillo Ortega, 2002: 21).

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Shulla. El rocío que queda sobre las plantas. Pero las altas pirámides decrecen, vaciándose en las canastas de las sirvientas de
Y tuviste un buen susto, o que te ha cogido el páramo, y pisaste en la shulla casas grandes. (Cuesta, 1983: 105).
cualquier cosita. (Astudillo Ortega, 1973: 132). La majestad con que deambulan las cholas de casa grande obedece a que cargan
follones con un peso aproximado de 80 kilos netos. (Cevallos García, 1957: 23).
Shungar. Sentir pasión amorosa por alguien. Shungar es verbo híbrido,
derivado del quichua shungu, corazón. Si te he visto no me acuerdo. Con esta frase expresamos cierta situación de
Le ves y te shunga, no. olvido, verdadero o no.
No me vengas con que si te he visto no me acuerdo. Muy bien sabes quién soy.
Shunsho. Tonto. Es palabra española, de zonzo, modificada por la fonética
cuencana. So… Fórmula usada para dar énfasis a una recriminación o un insulto. So
Ya te he dicho que no es así, no seas tan shunsho. es una especie de abreviatura de señor.
Que me largue con ese caballo grandote y sucio, so ignorante. (Cárdenas, s.f.: 119).
Simpático. Bonito, hermoso, hablando de personas.
Has tenido una ñaña muy simpática. Soberado. Desván; especie de altillo.
O quebrarán los carrizos con telarañas del soberado. (Cárdenas, s.f.: 88).
Sin decir esta boca es mía. Frase que describe el hecho de mantenerse una
persona en absoluto silencio. Sobrenombre. El apodo.
Ella preparó el café y le sirvió sin decir esta boca es mía. (Dávila, 1977: 88). De sobrenombre le decían Caca de cuy.
Sin más que la gana. Frase que significa que algo se ejecuta sin ninguna Sobreparto. V. Malparto.
razón en particular.
Sobrestante. El capataz.
Un jovenzuelo, apostado detrás de un pilar del portal de la Gobernación, sin más
que la gana, solo por su brutez ociática, os gritó. (Mata, 1982: 18). -¡Don Ricardo se ha hecho sobrestante!- gritaron los muchachos al verlo, pues
venía con polainas, como suelen estar los capataces, entre el barro. (Cuesta,
Sin más que más. Frase que significa que algo se hace sin motivo. 1983: 169).
Sin más que más, hubo cierta sobra de razón para calificarla a la morada del
Sol de aguas. Expresión que describe una situación, generalmente en la
Uzhno, como casa de masones. (Astudillo Ortega, 2002: 15).
mañana, en la que se siente un calor excesivo provocado por el sol. A este
Sin provecho. El ocioso, el inútil. hecho se lo toma como augurio de que habrá lluvia.
No te irás a casar con ese longo sin provecho. Casi no se puede respirar con este sol de aguas.

Sin qué ni para qué. Frase que tiene el mismo significado que sin más que Sol de los venados. Cierta coloración que adquiere el sol en las cumbres
más. Vid. andinas, a la hora del ocaso.
Indica la hora de la tarde en que está cerca de ponerse el sol y es cuando más
Sipi. Esta palabra es usada como una fórmula para alargar la afirmación.
frecuentemente se dejan ver los venados paciendo en nuestros pajonales.
-¿Me trajiste el libro? / Sipi. Cfr. Ssipi. (Cordero Palacios, 1985: 267).
Sirvienta de casa grande. La empleada doméstica que trabaja en casa de La areola y el pezón de tus senos, / recuerdan el fulgor desfalleciente/ del sol de los
gente rica y que, por ello, se presenta muy presumida. Lo usual es –¿era?– venados/ en las cumbres de las colinas. (Jara Idrovo, 2015: 109).
que se le designara como china, sirvienta o chola de casa grande.

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Soltar globos. El acto de lanzar globos. A esta especie de artefacto de la Sucho. El cojo.
pirotecnia tradicional se lo llena con aire caliente y humo que proporciona -Eso es lo que quema.- Sabe dejar suchas. (Astudillo Ortega, 2002: 127).
una pequeña mecha de trapos. El humo le hace elevar. Es uno de los
acontecimientos de las celebraciones populares generalmente religiosas. Suco. El rubio.
-¿Puedo irme a Santo Domingo?- preguntó cuando se levantaron de la mesa-. El Suco va de rector. (Astudillo Ortega, 1973: 191).
Hoy sueltan globos. (Cuesta, 1983: 16). Sudoso. El que suda mucho, sudoroso.
Solterito. La situación de ser soltero, expresada con mucha satisfacción y Oró en sus adentros: –por el sudoso, por el chumado, por el tontote de mi Nacho.
gusto. (Astudillo Ortega, 1973: 188).
Con todos los sustos, con todas las inquietudes de la aventura prefería seguir Sueltos. Las monedas de baja denominación o valor.
suelto, libre, solterito. (Astudillo Ortega, 1973: 159).
Si quieren que sea rápido traeranme sueltos.
Agenciosa, huarmi, linda cholita es la Nati, solterita y todo. (Burbano Cuesta,
1982: 64). Sujsu. El mirlo, sujsu es palabra quichua. Aparece también como suksu.
Suksus chocarreros silban en las matas, bajo el eucaliptal lejano. (Andrade y
Sonar. Castigar, golpear a alguien.
Cordero, 1982: 101).
Sigue así y ya mismo te sueno.
Sulfurarse. Encolerizarse.
Soñarle. Dejarle inconsciente a alguien, como consecuencia de un fuerte
golpe. Pero, mi amor, no te sulfures; anda donde don Goyo y averigua primero de qué
oveja se trata. (Cevallos García, 1964: 52).
Tanto me molestó que le soñé. Cfr. Dejar soñado.
Súper naval. Una clase de tela de coloración azul oscura. Se la usaba para
Sopocho. Pequeño de estatura. confeccionar pantalones.
Has tenido una prima horrorosa y sopocha. Hay que comprar una vara de súper naval.
Sortijerito. Designación popular para el dedo anular, el de la sortija. Se lo Suplido. Dinero que se adelanta a un trabajador, para favorecerlo.
designa también como sortejerito.
No me vayas a resultar tú también como la vecina que había pedido un suplidito…
Me lastimé el sortijerito. V. Lame platito. (Cevallos García, 1964: 43).
Nombre que las madres dan al dedo en que se lleva la sortija, cuando juegan con
sus niños, designando a todos los dedos, partiendo del meñique, de este modo: Suspiro. Especie de dulce hecho con clara de huevo y azúcar. Se lo hornea.
Niño bonito, Sortijerito, Tonto bellaco, Lame platito y Mata piojito. (A. Cordero Es el merengue de otras culturas.
Palacios, 1985: 252). Vengan a comprar el suspiro.
Ssipi. El que tiene la piel cubierta de leves escoriaciones. Cfr. Paspa.
Este longo es un ssipi.
Aparece también escrito como sipi.
Vid. Sipi…, tarozo…, ladrón / Cerda-buchi. (Andrade Chiriboga, 2006: 319).
La diferencia entre sipi (Vid) y ssipi es que el ssipi de insulto tiene una suave
sonorización del fonema /s/

162 163
T
Taita Amito. Fórmula de respeto para referirse a Dios.
Amarcadas de sus longos, mostrándoles con el dedo a Taita Amito en el Altar.
(Astudillo Ortega, 2002: 85).

Taita cura. Variación de taita curita. Vid.


Ya mismo, taita cura, ¿no ve? Ya está casi lavando… La batea es de veras. (Cuesta,
1983: 175).

Taita curita. Designación popular del sacerdote.


Volví a recordar las linduras del taita curita, al que ni siquiera conocía. (Valdano,
1980: 25).

Taita Dios. Fórmula de respeto para referirse a Dios.


Yo sé que con Taita Dios hago mis mejores negocios. (Astudillo Ortega, 1973:
84).

Taita Diosito. Fórmula familiar y de respeto para referirse a Dios.


Taita Diosito nos ha de ayudar en esta situación.

Taitas. Los padres.


Estudiaban para médicos y abogados, porque los taitas chacareros para eso se
sacrificaban. (Astudillo Ortega, 1973: 43).

Taitito. Fórmula familiar de referirse al padre o también a un sacerdote.


Taitito, por Dios, con estos ojos que se han de hacer tierra. (Astudillo Ortega,
2002: 118).

Tamo. Las cañas secas del trigo o la cebada.


Vio a sus hijos ¡los cholos!, revolcaban en el tamo, con el perro negro. (Cuesta,
1985: 123).

165
La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Tapa. Alguien muy rudo y que no puede comprender ni estudiar. Temblón. Tembloroso.
Ya te he explicado, no seas tan tapa. Describiendo a la mujer tendida en un lecho, sola, llorosa, con sus manos
‘temblonas’ (¡bella palabra, muy tuya!). (Dávila, 1985a: 86).
Tapado con tusa. Frase que se usa para designar el licor que se vende en
botellas de cualquier clase, por ser alcohol artesanal. En estos casos se Temeridad. Fórmula de ponderación o de expresión de la superlatividad.
suele tapar la botella con una tusa. -Cerradito viene el páramo- llueve con temeridad. (Astudillo Ortega, 1973: 142).
Vamos a comprar una botella del tapado con tusa.
Temoso. El temático.
Taralla. Caña seca de la planta del maíz. Viejo temoso, ya está con el tema, pero, como no vuelvas pronto. (Astudillo
Sus claveles que, tras los tupidos setos de doradas tarallas, agachan sus cabecitas Ortega, 2002: 41). Cfr. Ideático.
escarlatas. Cfr. Calcha. (Muñoz Cueva, 2000: 8).
Teología. El sebo y la suciedad que se reúnen en el interior del sombrero y
Tarea de… Con esta frase designamos despectivamente a un grupo de sobre el cintillo del mismo.
personas. Este sombrero está lleno de teología.
Ya están aquí, tarea de vagos.
Tereques. Los bienes materiales de un hogar.
Tarosso. Pequeño, débil, enfermizo. Si no me pagan el arriendo boto los cuatro tereques a la calle. Cfr. Corotos.
Desde ayer le veo a ese tarosso en la esquina.
Tingar. Dar impulso, generalmente a una canica o bola, para practicar
Se escribe también como tarozo. Sipi…, tarozo…, ladrón / Cerda-buchi.
determinados juegos infantiles. Esta acción se la ejecuta con uno de los
(Andrade Chiriboga, 2006: 319).
dedos de la mano.
Tartoso. El tartajoso, el que tartamudea. No sabes ni tingar una bola.
Mi primito es tartoso.
Tirar prosa. Mostrarse arrogante, presumido.
Tatay. Variación de atatay. Vid. -Dije- explicó la chola algo asustada -adrede, para que otra vez no me tire prosa.
-¡Tatay! –gritó otro, con los ojos abiertos sobre el desnudo amigo– ¡Hasta eso ha (Cuesta, 1983: 356).
sido zhuro! (Cuesta, 1983: 141).
Tirarse la pera. Permanecer ocioso.
Tejedoras. Por antonomasia las tejedoras de sombreros de paja toquilla. En la escuela sí que me tiraba la pera.
Ya asoman las primeras tejedoras, en grupo. (Cuesta, 1983: 85).
Tiricia. La ictericia.
Telegrama. Un pedazo de papel que se coloca en el hilo de las cometas A que le curen la ‘melancolía’, que está haciéndose ‘tiricia’, con un medio de
cuando estas se encuentran en el aire. El impulso del viento hace que el bromuro. (Astudillo Ortega, 1973: 132).
papel ascienda por el hilo. Este es un telegrama.
Tiriciado. La persona que sufre de ictericia. V. Tiricia.
Veamos quién manda mejores telegramas.
Este tiriciado me hace tener tantas iras.
Temblequear. Temblar, mostrarse tembleque.
Tocho. Esta palabra es usada con dos significaciones diferentes:
Aún le temblequean las mandíbulas, y sobre los ojos hay dos nubes pesadas.
1) Persona de baja estatura.
(Cárdenas, s.f.: 174).

166 167
La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

El Tocho va a la Tesorería. Semejante ganso. (Astudillo Ortega, 1973: 191). anatómico. Recibe también el nombre de tomate de ensalada.
2) Corta cantidad de licor que se bebe. En nuestra huerta sembramos tomate riñón.
Vamos a tomarnos un tocho. Tono del Niño. La música navideña en Cuenca.
Todo un siempre. Frase pleonástica por siempre. Una o dos bandas de música acompañan la procesión, entonando la típica
Todo un siempre te he reclamado; pero nada. música del tono del Niño. (Muñoz Cueva, 1959: 103-104). V. Pase.

Togado. Bien vestido, elegante. Tonto bellaco. Designación popular para el dedo medio.
Con cuello, puños, corbata, reloj, paraguas… bien togado. (Astudillo Ortega, El tonto bellaco sirve solo para hacer la mala seña. V. Lame platito.
1973: 202). Topar. En la expresión juvenil este verbo significa nos veremos más tarde.
Tomado. Borracho. Bueno, topamos a las seis.
Ya estás tomado otra vez. Torinera. La botella en la que venía un vino importado de Torino (Turín-
Tomar. Beber licor, emborrachase. Italia).
Mejor vamos a tomar. Páseme una torinera del zhumir, pero de ese de contrabando. (Astudillo Ortega,
1973: 73).
Tomarse un blanco. Beber licor destilado, en oposición a la chicha, que es
de color amarillento. Torta. El pallar.
Te invito a tomar un blanco. También comemos porotitos, tortas.

Tomar unito. Invitación para beber una copa de licor, un trago. Tragarse. Este verbo, dentro del campo deportivo, significa desperdiciar
una oportunidad de marcar un gol.
Una tarde al pasar por frente de un grupo de chumados, uno de ellos le invitó
El delantero se tragó dos goles.
cariñosamente a tomar ‘unito’ a lo que él protestó como era natural. (Sarmiento
Abad, 1993: 65). Trago. Aunque la palabra trago es un derivado de tragar, trago significa una
corta cantidad de licor que se bebe.
Tomate de árbol. V. Tomate de chupar.
¡Qué lindo tomar traguito con música…, conversar…, bailar…, beber! (Astudillo
Tomate de chupar. Fruto del arbusto Cyphomandra betacea. Es de chupar Ortega, 1973: 165).
porque es un fruto dulce, que puede ser consumido como cualquier otra
fruta. Recibe también las designaciones de tomate de árbol, (porque la Tranca. Especie de estructura, generalmente de madera, para impedir el
planta que lo produce es un arbusto), tomate de rabo, por el pedúnculo que paso –o el ingreso– a un determinado lugar.
se mantiene en el fruto; y además el nombre de tomate de jugo, porque con Dos guaguas, semidesnudas, con anaco, hacen esfuerzos por pasar por sobre la
él se elaboran refrescos o jugos. tabla colocada a manera de tranca entre las puertas. (Cuesta, 1983: 84).
Para el ají nada mejor que ponerle tomate de chupar. Trancazo. Una gripe muy fuerte.
Tomate de rabo. V. Tomate de chupar. Por el trancazo se quedó en cama.

Tomate riñón. Fruto de la planta Licopersicum esculentum. Recibe esta Tránsfuga. Situación comprometida. Algo raro, turbio.
designación popular por un vago parecido entre el fruto y el órgano Esa ropa se pone solo para situaciones tránsfugas.

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Tratar como calzón de indio. Tratar muy mal de palabra y de obra a Tupirse. Cerrarse a comprender algo, no poder entender.
alguien. Escúchame un poco, no te tupas.
Para no quedar como calzón de indio-cual oía decirlo a su Emperito. (Astudillo
Ortega, 2002: 92). Tusa. El carozo del maíz.
Fueron a seguir tejiendo el sombrero que quedó mojado con la tusa. (Astudillo
Tratar de niña. Tratar con extrema cortesía a una mujer adulta. Ortega, 1973: 54).
Alfaro le trataba solo de niña. (Astudillo Ortega, 1973: 46).
Tusso. Enfermizo, encogido, débil.
Trincar. Sorprender a alguien haciendo algo malo. Ya viene el carro del tusso. (Astudillo Ortega, 1973: 61).
El Gobernador José. Ant. Vallejo, que era de los de pelo en pecho, se propuso
trincarlo. (Astudillo Ortega, 2002: 74).

Trompear. Darle a alguien de puñetazos.


Ese día aguanté la primera trompeada de mi vida.

Trompiza. Castigo muy duro que se le propina a alguien. Pelea.


Por molestoso le metieron una trompiza.
Trompón. Golpe, puñetazo. Tanto trompón como trompear son derivados
de trompa.
Si me sigues molestando te he de dar un buen trompón.
Trompudo. Molesto, disgustado.
Veo que ya te has puesto trompudo sin motivo.
Tuc, tuc. Onomatopeya para llamar a la gallina o el gallo.
De pronto Miguel se detiene. Llama al gallo: -tuc, tuc... (Cuesta, 1983: 86).
Tugadoras. Las tórtolas.
La paz confidente de la tarde, con ecos de tugadoras. (Astudillo Ortega, 2002:
30).

Tuguiana. V. Rodilla de Cristo. La palabra tuguiana es quichua y significa


reventar, estallar, por la semejanza entre la parte superior de este pan y una
superficie reventada.
Lleven las tuguianas, baratitas.
Tullpa. La piedra del fogón.
Cáscaras de frutas y otras cáscaras, que ha empezado a barrer el viento,
chasqueando entre las tullpas volcadas. (Astudillo Ortega, 1973: 127).

170 171
U
Ucunchi. Parte interior del vestido de la chola.
Con las caderas henchidas de trashumados centros de merino y ucunchis
multicolores. (Astudillo Ortega, 2002: 85).

Ultimito. Forma popular y afectiva para referirse al último elemento de


una serie.
Ya ven, la Dña. Amalia ha vendido lo ultimito. (Astudillo Ortega, 2002: 17).

Un chance. Esta frase puede designar una pequeña cantidad de tiempo, así
como también una oportunidad para hacer algo.
Espérame aquí un chance.

Un horror. Frase que significa una gran cantidad de algo.


En la marcha había un horror de gente.

Un mundo. Fórmula de superlativización y de exageración.


Pero ven: tengo que decirte un mundo. (Astudillo Ortega, 1973: 158).

Usté. Forma apocopada de usted.


Y usté no se meta en esto, porque puede salir aguantando. (Mata, 1982: 19).

Uvilla. Una clase de fruta redondeada y amarillenta, cuando está madura.


Crece dentro de un pequeño envoltorio de hojas.
Y en torno a las moraledas, tunares y uvillas, moscardones y colibríes. (Astudillo
Ortega, 2002: 21).

Uyanza. El regalo que se da cuando uno ha comprado o conseguido algo


nuevo.
Antes de celebrar su misa Taita Sursum había venido para llevar a las panaderas
de Todosantos, a que den la uyanza. (Astudillo Ortega, 2002: 129).

173
La lengua morlaca

Uzhco. El gallinazo.
Se rozaban con donaire: era algo bien bailado ese revolar de la pareja de uzhcos

V
que bajaban a raptar pollitos. (Astudillo Ortega, 1973: 108).

Uzhuro. Sombrero de paja toquilla, de mala calidad en el tejido.


Yo también vengo colocando unos uzhuritos en Centro marica. (Astudillo
Ortega, 1973: 100).

Vaca loca
Armazón de carrizos y papel,
acondicionado con diversa clase
de cohetes y elementos de la
pirotecnia tradicional. Es una
parte muy importante en las
celebraciones populares.
No faltaron las diversiones aldeanas
del gallo pitina, de la vaca loca.
(Astudillo Ortega, 1973: 166).
Ilustración 16

174
La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Vaca loca. Armazón de carrizos y papel, acondicionado con diversa clase Vay. Interjección popular, variación de ¡vaya!
de cohetes y elementos de la pirotecnia tradicional. Es una parte muy Ciertito, vay. D. Teófilo dijo que le ha visto pasando al Judío Errante por la
importante en las celebraciones populares. carretera. (Astudillo Ortega, 1973: 16).
No faltaron las diversiones aldeanas del gallo pitina, de la vaca loca. (Astudillo
Ortega, 1973: 166). Vela verde. Forma injuriosa de insultar a una persona, realmente es
tratarla de indio.
Diversión de nuestros indios en sus fiestas religiosas. Es un disfraz, si La mindala le dijo hasta vela verde.
pudiera decirse así, que se compone de una armazón que termina en una
cabeza de ganado vacuno; armazón dentro de la cual se mete un indio, Veme y no me toques. Frase que expresa una situación muy delicada, en
para llevarla de un lugar a otro, en tanto que revientan los cohetes que cualquier aspecto.
se han colocado en su parte exterior, produciendo la bulla y el desbande
Esta pared está veme y no me toques.
consiguientes. Es muy popular. (A. Cordero Palacios, 1985: 266).

Otro autor anota lo siguiente sobre esta diversión popular: Vendaje. La cantidad que se regala al comprador. En el caso específico
del pan, el vendaje es un pan extra que se ofrece.
Unas veces al principio, otras en medio de la función, aparecía la Ahora ya no dan el vendaje del pan. Cfr. Yapa.
inevitable vaca loca, preñada de rastreros i cohetes voladores; i entonces
era el sálvese quien pueda. Las familias prudentemente ocultábanse Vermut. Función de cine que se proyectaba los domingos en la mañana,
detrás de los anchos pilares de cal i piedra de los portales; i los muchachos a partir de las 10:00.
en bandada vocinglera, corrían tras el individuo que soportaba sobre
sus hombros el cuero de una vaca, relleno de artículos pirotécnicos Al vermut solo van los niños. Cfr. Matiné, especial, noche.
capaces de enloquecer multitudes. Las cholas i los indios eran víctimas
de la católica artillería: arremolinábanse perseguidos por un rastrero,
Veterano. El padre, y si se usa en plural son los padres. Ocasionalmente
gritando de miedo al paso de la bestia loca. (Aguilar Vázquez, 1997: 375).
puede extenderse también la designación a los abuelos.
A sus hijos que no te llamaban abuelo sino el viejo, el ruco, el veterano, el
Vacilar. Galantear, tratar de cortejar o conquistar mujeres. Es del léxico mayor. (Valdano, 1980: 88). V. Viejos.
juvenil. Viada. El primer impulso, empuje inicial para realizar algo.
Salgamos a vacilar en el parque. Ayúdenme a empujar el carro hasta coger viada.
Vacona. La vaca joven. Vida. Esta palabra funciona como un vocativo afectuoso.
De vaconas que han comido cogollos de cercado ajeno. (Astudillo Ortega, ¡Ah, sombrero fino!... No es negocio, vida; no es negocio, en mí debe fijarse.
1973: 117). (Cuesta, 1983: 100).

Vainas. Con esta palabra se recalca el carácter circunstancial o Vida sin vida. Una situación vital muy mala, de mucho sufrimiento.
despectivo de algo. Sin fuerzas para hablar…, era la agonía…, era el martirio…, era la vida sin vida.
- Como aquí ya no tiene a quién contar su historia de la torre infiel que se (Astudillo Ortega, 2002: 104).
inclina y ni sé qué vainas más. (Dávila, 1983: 177).
Viejos. Los padres. Puede usarse también en singular para referirse a uno
Vas a ver. Fórmula muy común usada como amenaza. solo de los progenitores.
Vas a ver si no me haces caso. Tuvo pena de sí mismo; de su mujer; de su viejo. (Astudillo Ortega, 2002: 82).

176 177
La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Virgen Santa. Expresión usada como vocativo o como fórmula de Vuelta. En cambio, otra vez.
admiración. Ya ves, hija, que los hombres, al fin, son humanos, y vuelta nosotros, si Dios y
Dale y dale al trago, digo, Virgen Santa, qué vergüenza, si mamá Canda la Virgen no favorecieran… (Astudillo Ortega, 2002: 55).
estuviera viva. (Dávila, 1979: 89).

Virolo. El bizco.
El virolo era malo, siempre me pegaba.

Viuda. En la fiesta de año viejo es un personaje vestido de mujer, que


acompaña al muñeco que será quemado a medianoche. Este personaje
suele pedir limosna para la quema respectiva.
Sale de no sé dónde un niño vestido de vieja, ‘la viuda’ del año, con paño y
polleras remendadas, y simula llorar amargamente, defendiendo a su ‘marido’.
(Cuesta, 1983: 233).

¡Viva el santo! Se usa esta frase cuando alguien deja caer al suelo algún
objeto, sea que se rompa o no. Es de carácter humorístico, como si en una
celebración (un santo) se estuvieran rompiendo objetos por gusto.
Cayó el florero y todos gritaron ¡Viva el santo!

Viviendo por no ser soberbio. Frase con que se responde a alguien


que pregunta sobre el estado de una persona. Es modismo que expresa
resignación ante una situación no muy afortunada.
-¿Y cómo está, don Pepito? / –Aquí, viviendo por no ser soberbio.

Vivir mal. V. Mala vida. Vivir de manera desarreglada, según la opinión


de la iglesia.
Se matrimoniaban legendarias mancebías, se confesaba a condenados en vida,
a empedernidos que vivían mal. (Astudillo Ortega, 1973: 2).

Volado. El arrojado, el irreflexivo en el peligro.


Vuela, hijita, cuerre, ya le conoces lo volado que es tu taita. (Astudillo Ortega,
1973: 60). Cfr. Arrojón.

Voy a creer. Con esta frase, contrariamente a lo que se supondría por el


recto sentido, expresamos una actitud de completa incredulidad ante
algo que se nos dice.
-El árbitro me sacó sin motivito. / -Voy a creer.

178 179
Y

Ilustración 17
Yapa
El regalo que el vendedor da al
comprador. Cualquier cosa extra
que se obtenga.
La lengua morlaca

…Y mierda. Esta fórmula sirve para construir insultos o frases ofensivas.


Se agrega al inicio un sustantivo o un adjetivo como tontuimierda,

Z
viejuimierda, longüimierda, etcétera.

Ya no sopla. Frase de tipo humorístico y satírico para referirse a una


persona que, por su edad, ya no puede hacer algunas actividades.
Este don Rosendo ya no sopla.

Yaguana. Un refresco popular. La palabra se deriva del quichua yacu, que


significa “agua”. De modo que yaguana se entiende que algo se ha hecho
jugo o líquido. Zángano. V. Morboso.
En la feria venden una sabrosa yaguana.
Zarcillos. Los aretes. Es palabra que se usa generalmente en plural.
Yapa. El regalo que el vendedor da al comprador. Cualquier cosa extra Zapatitos he de ponerle, zarcillos. ¿Cómo se llama? (Cuesta, 1983: 38).
que se obtenga.
Zharo. Áspero.
Judicha, incapaz de celos, sentiríase próspera…, de yapa el negocio de las
piedras. (Astudillo Ortega, 1973: 106). Este muro está zharo.

Yubra. Especie de calabaza pequeña, redondeada y amarilla, cuando está Zhiro. Lo que tiene coloración entre rojiza, blanca y negra, todo mezclado.
madura. No aparece mi gallo zhiro.
Ya no traen la yubra como antes.
Zhuro. El picado de viruelas, el que tiene cacarañas.
Oyes, Zhuro: mañana tenemos que salir tempranito, con las piedras. (Astudillo
Ortega, 1973: 61).

Zoquete. Bobo.
Y en cambio, los otros zoquetes se van a las nubes. (Astudillo Ortega, 1973: 56).

Zorra. Palabra que sirve para expresar gran fastidio y molestia ante algo.
Zorra también, ya no me molestes.

Zurrapa. Lo que se asienta en un líquido, como algo desechable. Se usa


sobre todo en plural.
Las zurrapas botarán en la calle.

182 183
El
cantado
cuencano
Oswaldo Encalada Vásquez

Introducción
Uno de los rasgos más característicos de la identidad del habitante
azuayo –y, obviamente, cuencano– es el llamado cantado o canto. Es
decir su peculiar sistema de entonación de las frases y las palabras. Pero
no es que solamente en Cuenca se cante. Se canta en todas las lenguas
y en los dialectos, porque en todos ellos existe una línea melódica que
acompaña a la articulación de los fonemas. Para hablar del caso serrano,
en el Ecuador, tenemos tres formas diferentes de cantos. Uno, en la zona
del centro y norte del país (donde además del canto es posible percibir
una articulación especial de la Ll. Este hecho es diestramente destacado
por Alfonso Cuesta y Cuesta en su novela Los hijos, cuando retrata el
habla de una comerciante pullma: -Vení, escogé, -le dicen-, zheva añelinas,
muzhos (Cuesta, 1983: 107); otra en la zona del influjo azuayo (desde el
sur de Chimborazo, Cañar, Azuay y parte de El Oro) y una tercera en la
provincia de Loja.

De las tres formas de entonación, ciertamente la que más llama la


atención es la azuaya o cuencana, y de ahí la opinión generalizada de
que los cuencanos cantan.

Los primitivos habitantes de lo que hemos llamado la zona azuaya fueron


los cañaris, etnia muy diferente de los puruhaes, hacia el norte, y de los
zarzas, paltas y malacatos, al sur; así como también diferentes de los mal
llamados jíbaros (propiamente shuar) en el oriente; y los huacanvilcas y
punaes en la costa.

187
La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Los cañaris fueron protagonistas de varios acontecimientos en la


historia incásica. Según el inca Garcilaso la zona era asiento de mucha
gente crecida, belicosa y valiente. Al parecer el centro era la ciudad de
Tomebamba, descrita por Cieza de León, de la siguiente manera:
Estos aposentos famosos de Tumebamba, que (como tengo dicho) están
situados en la provincia de los Cañares, eran de los soberbios y ricos que
hubo en todo el Perú, y adonde había los mayores y más primos edificios.
Demarcación Y cierto ninguna cosa dicen destos aposentos los indios que no vemos
que fuese más, por las reliquias que dellos han quedado. (Cieza; in León.

geográfica T I, 1983: 56).

Es de suponer que esta área de influencia, con el transcurso del tiempo se


Basándose en la información toponímica Octavio Cordero Palacios fija la habrá reducido. Así lo plantea concretamente Carlos Joaquín Córdova,
extensión original de la región cañari: quien manifiesta que la zona del cantado cuencano corresponde a la
siguiente delimitación:
La región cañari, en consecuencia, cogía no solamente las actuales
provincias del Azuay y de Cañar, sino que lo hacía al propio tiempo con La delimitación regional de nuestro interés queda así: por el Norte el
el cantón de Alausí y con las parroquias de Taura, El Naranjal, Balao, El extremo meridional de la provincia del Chimborazo, en Chunchi; por el
Guabo, Machala, El Pasaje, Tenta, Manu, Zaraguru y Paquishapa, y con Sur la provincia del Azuay, hasta Santa Isabel, a 60 kilómetros al Suroeste
las de El Rosario, Méndez y Gualaquiza, extendiéndose por las comarcas de Cuenca, hacia la costa, y Oña al Sur, en plena sierra; por el Este una
aledañas de las actuales provincias del Chimborazo, del Guayas, del Oro,
línea que tendida de Norte a Sur, pase por Shoray –provincia del Cañar–
de Loja y de Santiago-Zamora. (O. Cordero, 1981: 20).
continúe por Guachapala, Gualaceo y Sígsig, todas en el Azuay, y, por el
Occidente una línea no bien diferenciada, que trazada de Norte a Sur pase
por parroquias rurales situadas en la banda occidental de la cordillera,
en el descenso a las tierras bajas del litoral próximas a las provincias del
Guayas y el Oro. (Córdova, 1975: 9).

Creemos que, debido a la movilidad de la población y, sobre todo, a la


gran penetración de los medios masivos de comunicación en las últimas
décadas, se habrá reducido mucho más la zona del cantado, no tanto
como zona, sino como número de hablantes que canten. Además no es
que todos los habitantes de la zona canten. Por ejemplo, en la ciudad de
Cuenca, de preferencia quienes cantan son los miembros de las clases
populares, generalmente con menor instrucción formal.

Otro aspecto que debe señalarse es que el migrante (el austro es una zona
de alta tasa de migración), bien sea que viaje a Estados Unidos, España o
Italia deja el dialecto tonal rápidamente y se mimetiza con los hablantes
del medio.
Gráfico 1. El territorio cañari, en su extensión original

188 189
La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Hacia 1945, el viajero norteamericano Albert B. Franklin pasó por


Cuenca. Estas son sus palabras sobre la lengua de los cuencanos:
Cuenca es una gema en un engarce resplandeciente, y, como todas las
gemas, es preciosa. El ornamento afiligranado, el ritmo del lenguaje
cuencano, el aire con perfume a eucalipto que respira, son solo signos
superficiales. Cuenca es barroca, no solamente en la arquitectura, el arte
plástico y la literatura, sino en su misma alma. Cuenca es España del siglo

Percepción de XVII bajo cristal (…)


La clase dirigente habla el castellano de la España del siglo XVII, con

la diferencia un ritmo que no se encuentra en otra parte del hemisferio occidental.


Este ritmo es impartido acentuando levemente la antepenúltima sílaba
de cada palabra de tres sílabas o más. Es de una cadencia muy musical
No son abundantes los registros escritos sobre el fenómeno del cantado. y produce el efecto aristocrático deseado. Fuera de este leve rasgo
Recién hacia 1863, en la novela La emancipada del lojano Miguel Riofrío provincial, el español de los ciudadanos de Cuenca es puro y cosmopolita
–novela ambientada en 1841– podemos hallar la primera alusión a la (…)
entonación cuencana. El autor percibe con facilidad y extrañeza cómica
El lenguaje de los cholos, aparte de tener el porcentaje de quichuismos
la tendencia acentual esdrújula:
que puede esperarse, emplea con frecuencia solo las tres vocales
Ha habido una competencia entre morlacos y costeños que no pude quichuas: a, i, u. Es una peculiaridad de los cholos en todo el antiguo
comprender, porque reventaba de risa al oír el guirigay que se formaba territorio de habla quichua (…)
al alternarse el acento esdrujulario de los primeros y el puntiagudo de
Hay cholos en Cuenca; pero son hombres erguidos que miran a los ojos, y
los segundos. El Señooórito de Cuenca y Señoriiíta de la costa hacen
un contraste graciosísimo, pues cada uno alarga tanto más su acento sus mujeres son cholas bien plantadas, limpias, con trencillas y encajes,
respectivo, cuanto más insinuante quiere mostrarse. (Riofrío, 1983: 78). cuyo físico no tiene nada de común con la subordinación del cholo
andino típico. (Franklin, 1984: 252 y siguientes).
En las primeras décadas del siglo XX (en concreto, entre 1924 y 1925),
el escritor cuencano Manuel Muñoz Cueva también habla de esta En la novela Por donde vienen las aguas, editada en 1948, José María
peculiaridad sonora: Alto y cenceño, tenía esa rubicundez, de sugerencia Astudillo nos señala su percepción del cantado: Cantaba, más bien que
bárbara, de los pueblerinos de raza blanca. Y ese acento esdrújulo en el hablar, tan recitaba, con el entono morlaco. (Astudillo Ortega, 2002: 142).
marcado en los morlacos de su calidad. (Muñoz Cueva, 2000: 66). En 1949 el español Ernesto La Orden luego de su estancia en Cuenca dice:
Luego debemos esperar hasta 1935, a Joaquín Gallegos Lara, en su novela Y era verdad que nos sentíamos en Castilla. Nos rodeaban gentes de prócer
inconclusa Los guandos, para encontrar otra referencia: Vestía oscuro estatura y rostros rubicundos, que hablaban castellano con el tonillo cantarín
y hablaba reposadamente, en un castellano que contrastaba con el ritmo de de Santander. (In León. T. III, 1983: 234).
canto y los modismos morlacos de su hijo. (Gallegos, 1983: 24). En su clásico libro El español en el Ecuador, de 1953, Humberto Toscano
Un poco más tarde, hacia 1943 Alfonso Cuesta y Cuesta escribe su novela Mateus se refiere a la entonación cuencana del siguiente modo:
Los hijos –la historia está ambientada aproximadamente en 1926– y en
ella se encuentra también una breve referencia a la entonación: Hablan Pero en Cañar y Azuay se encuentra una entonación muy peculiar,
caracterizada por el retroceso del acento de las palabras, o mejor por la
casi cantando mientras despliegan rebozos, paños azules, largos flecos de hilo. doble acentuación de las mismas (ácáso, cáfesíto). Esta tendencia a hacer
(Cuesta, 1983: 82). retroceder el acento se da también entre los indios de Quito (Húbra, por

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

hubiera, etc.) y no es desconocida fuera del Ecuador. Existe en la Hacia 1978 Antonio Lloret Bastidas también aporta con un pequeño
Argentina, en la “tonada nortina” y en un idioma diferente, se da en el comentario sobre la entonación de la lengua morlaca: ¡Esdrújula
francés de París y en hablas de Auvernia. (Toscano, 1953: 42). Morlaquía por el modo de hablar nuestro, de nuestras gentes! (Lloret Bastidas,
En 1959, el mismo Muñoz Cueva se refiere al cantado cuencano y al 1978: 96).
motivo para esta característica tonal: El mismo Carlos Joaquín Córdova, en el año 1995, en su Diccionario de
ecuatorianismos dice:
Esdrujulizar. Tender a hacer esdrújulas las palabras y la entonación y
timbre del habla. Es defecto de nosotros, los cuencanos. A veces es muy El acento cuencano está presente de Girón a Chunchi, esto es el tramo
claro este defecto, como cuando la gente dice: Nósotros, por nosotros, geográfico de Sur a Norte en lo que va el ancho de la hoya interandina.
amásemos pan, por amasemos pan, Santa Mária, por Santa María. Sus características están en la entonación, intensidad, cualidad de
Procure pronunciar las palabras con su respectivo acento, y el conjunto sonidos, ritmo, etc. Que llevan una línea melódica peculiar por el golpe
con un acento o timbre grave. El castellano es la lengua que más se esdrújulo y la ocurrencia frecuente de dos acentos bien notorios en
parece, en su noble sonido, al latín, en el que predomina el acento grave algunas instancias.
o solemne. (Muñoz Cueva, 1959: 95). Con solo oír una palabra y esta originalmente monosilábica se puede
descubrir al hablante cuencano. El sí, por ejemplo, llano y sencillo se
Hacia 1970 la profesora española María del Carmen Candau de Cevallos, vuelve en el hablante cuencano sí-i; yo, es yó-o; que no es que sino qué-e.
que trabajó en Cuenca, habla de la entonación del español en el Ecuador, (Córdova, 1995: 211).
y aunque no existe una referencia explícita al habla cuencana, se puede
Como se puede ver, este autor reduce –para el año 1995– el área del
leer entre líneas que hay una alusión al cantado cuencano:
cantado, desde el cantón Girón, al sur; hasta Chunchi, por el norte.
Conocida es de todos la diferente entonación que determina en cada lugar También nosotros, en un pequeño artículo titulado El sabor de la lengua,
la pronunciación del español. A veces son diferencias marcadísimas, a publicado en 1998 (In Cuenca de los Andes) abordamos este asunto y
veces leves insinuaciones y cadencias… ningún otro rasgo de la lengua da expusimos las razones lingüísticas para este fenómeno:
origen a tantos comentarios, imitaciones y hasta referencias graciosas.
Es uno de los elementos más sutiles y diferenciadores dentro de la El cantado cuencano puede deberse a varias razones de sustrato. Quizá
dialectología; se cree que estas diferentes entonaciones representan en el influjo cañari subsiste en esta particular forma de entonación (…)
Hispanoamérica la herencia de las lenguas indígenas, o sea el sustrato
En lo puramente lingüístico el cantado se explica por el retroceso del
peculiar en las diversas regiones; sin embargo es un campo aún casi sin
acento. La palabra “pantalón” se convierte en nuestra habla en “pántalon”.
explorar. (Candau de Cevallos, 1970:42).
En el caso de las oraciones el acento de frase también retrocede y permite
que aparezcan otros acentos secundarios, con lo que el perfil tonal se
En 1975, Carlos Joaquín Córdova en su opúsculo El canto cuencano vuelve sinuoso.
expresa lo que sigue: Este rasgo describe de mejor manera la entonación cuencana y explica
el “cantado”. Una oración como ¿A dónde está pues yendo? Se convierte
Nos denuncia más bien nuestra cuna azuaya y cañarense la doble en una línea tonal algo encabritada, que puede representarse de esta
acentuación frecuente. Nos denuncia también la tendencia a optar por manera: ¿á dónde está pes yéndo? (Encalada, 1998: 103-104).
la fórmula esdrújula, y en general por el retroceso del acento –fenómeno
de metatonía corriente en la evolución fonética– (…) Lo típico y exclusivo El último autor que se ha referido al tema del cantado es Marco Tello,
del modo de hablar cuencano es la entonación unida a recursos de
quien, en un artículo titulado “Las domblas” y subtitulado “Sobre el canto
acentuación también particulares a nuestra comunidad lingüística.
(Córdova, 1975: 7). cuencano”, aborda este rasgo tan peculiar del habla, y manifiesta:

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Es mejor dejar a don Blas Francisco en la imaginación del lector,


colgado de una viga o liando bártulos para huir de una ciudad que
canta alegremente, apoyada en el desplazamiento acentual hacia la
pronunciación generalmente esdrújula. Herencia andaluza o aborigen
–Toscano Mateus no lo dice–, el canto cuencano es un rasgo cultural
que viene desde antiguo y aún subsiste bastante marcado en el habla
regional a lo largo del territorio que se extiende desde Alausí hasta los
límites con Loja, la vasta zona, según se cree, de ocupación cañari. (Tello,
2000)
La anécdota recreada en tono literario por Marco Tello se refiere a una El hecho
nota que trae Toscano, y es la siguiente: Como chiste circula en el Ecuador,
la historia de un forastero, a quien, en Cuenca todos llamaban “don Fráncisco”. Para abordar y explicar satisfactoriamente el cantado es necesario
Enfadado por este cambio de acentuación de su nombre, don Francisco resolvió reconocer que todo el asunto es de carácter acentual y tonal. En el caso
llamarse Blas; pero solo consiguió que lo llamasen “Dómblas”. (Toscano, de las palabras sueltas, siempre que estas tengan tres sílabas o más,
1953: 42). la tendencia del cantante es a retrasar el acento y a volver esdrújula
la palabra; no importa si esta es grave o aguda. Así, una palabra como
armador, se convertirá en ármador; cafecito, pasará a cáfecito. Si la palabra
tiene más de tres sílabas, puede entonces volverse sobresdrújula, como
por ejemplo: ácacito (diminutivo de acá). Si el vocablo tiene dos sílabas,
se mantiene la acentuación grave. Es el caso de la interjección ¡Hele!:
“¡Hele, seño María, lo que pone fotografiando”. (Cuesta, 1983: 107). Esta
misma fórmula, en el norte del país, se convierte en helé, e, inclusive,
por haberse perdido la conciencia de la letra H (puesto que proviene del
verbo haber), queda solamente en Elé (nombre de una revista infantil
editada en Quito).
Si la palabra es monosilábica se tiende a convertirla en bisilábica,
mediante el alargamiento de la vocal, hecho que se manifiesta en que la
primera parte de la vocal se articula con acento; y la segunda parte, sin él,
con lo que la palabra se vuelve prácticamente bisilábica. Esto explica la
pronunciación de monosílabos como sí-ii, o el nombre Luis, como Lú-is.
Este alargamiento de los monosílabos se produce también en el habla
rural del norte. Por ejemplo, el novelista Jorge Icaza reproduce de esta
manera el habla de un campesino:
-Síii, pes –se desinfló el teniente político. (Icaza, 1985: 54).
Esta tendencia ha hecho que palabras que en otras regiones del país
son graves, en el austro, sean esdrújulas. Es el caso de máchica (en el
norte se pronuncia mashca; lúcuma, pronunciado por los hablantes de
mayor instrucción como lugma; símbalo, pronunciado también simbalo,

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

nombre del fruto de la papa –una pequeña baya–, y también el nombre


de un pequeño fruto comestible perteneciente a una planta diferente;
píchica (el numeral 5, pronunciado también como pishca o pichca), cáñaro
(aunque la pronunciación más generalizada es grave); se trata de un
árbol de la zona austral, llamado también porotón, por las vainas y los
granos que produce, que son como fréjoles grandes.
En el caso de los sintagmas y las frases, si se trata de una palabra
compuesta, la tendencia es a recargar el acento en la primera palabra.
Por ejemplo: diáblopacaballo (nombre de una especie de avispa, llamada La razón de una
más popularmente como caballo del diablo), todo lo contrario de lo que
hace el español, que acentúa de este modo: buscapiés, decimoquinto. singularidad
En el caso de las frases existe lo que se conoce como el acento de frase,
que es una especie de acento que domina toda la frase. Se trata de un
recurso estilístico y significativo. Por ejemplo, no quiere decir lo mismo:
lingüística
La única y verdadera razón de esta singularidad melódica del español
- Mañana dében llegar mis primos. (Se acentúa y se realza el carácter azuayo está en el sustrato. El primer elemento en cercanía e importancia
de la obligación) para el español cuencano es el quichua –como lengua de sustrato y, en
- Mañana deben llegar mís primos. (Se realza el hecho de que son mis algunos casos, como lengua en contacto–; pero de lo que se ha podido
primos, no otros) investigar, el quichua no tenía ni tiene ninguna tendencia esdrujulizante.
Luis Cordero dice lo siguiente:
Y naturalmente habría más posibilidades.
Nada hemos dicho relativamente a la acentuación prosódica de las
En el caso del cantado azuayo, el acento de frase suele ubicarse
palabras, porque ninguna dificultad ofrece este asunto; mas, para que no
generalmente en las primeras sílabas, sin perjuicio de que también aparezca omitido por descuido, bástanos expresar que tales palabras son
aparezcan los acentos correspondientes de las palabras. Por ejemplo, todas graves, es decir llevan el acento prosódico en la penúltima sílaba;
una romeriante entrevistada dijo: Vénimos a ver a la Virgen. El acento por manera que no es necesaria su expresión ortográfica sino que por
de frase (Vénimos) es más fuerte que los que van en ver y Virgen. Una un uso impropio, proveniente de la tendencia a imitar la entonación
vendedora entrevistada dice: Hace que váyamos perdiendo. Por la fuerza castellana, o por la prolongación enfática de la voz, para dar mayor
de la pronunciación esdrújula se llegan a perder los acentos postónicos interés al vocablo, se acentúa la sílaba final de ciertas dicciones, como
chugmál, gullán, lulún, ajá, atatáy, & En estos casos debe escribirse el
más cercanos al acento, como en los casos de mót´cito (motecito o
acento, cuando se recele que la palabra sea pronunciada con acentuación
mótecito, ya con la incorporación del cantado) o Váyse, en lugar de váyase. fonética no autorizada por el uso general. (Cordero, 1955: XXXI).
Además, es frecuente que una palabra tenga dos acentos: uno, causado
por la fuerza articulatoria inicial, y otro, el acento normal. Ej.: mótecíto. Para darle la razón a Luis Cordero, el poeta cuencano Alfonso Andrade
Chiriboga (1881-1954), en unos versos dice:

Este año, sólo algún rico


Podrápes comer chúmales
(Andrade, 2006: 321).

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

La acentuación ordinaria de la forma singular es chumál, en plural se Todas las instituciones introducidas por los incas fueron gradualmente
vuelve grave: chumáles; y con el agregado del retroceso por el canto, se ha abolidas después de la destrucción del imperio; los pueblos conquistados
vuelto esdrújula: chúmales. reanudaron sus antiguos hábitos; el quichua cayó en desuso, en algunas
provincias remotas se perdió pronto por completo. Así sucedió en
Toscano Mateus habla de la igualdad en la entonación y del acento Tomebamba, según consta del decreto de un sínodo diocesano, reunido
rústico del quichua y del español: En Quito y en el resto de la Sierra, entre en Quito en 1583, indicando que los indígenas de Tomebamba no
gente rústica y en el español de los indios, se nota marcada igualdad entre la hablaban ni entendían las lenguas del Cuzco y el aymara. (González
entonación del quichua y la del castellano. (Toscano, 1953: 42). Suárez, cit. Por Bamps. In León. T. I. 1983: 133).
Años más tarde, hacia 1977, Louisa R. Stark y Pieter C. Muysken, en su Creemos que la aseveración es exagerada. Hasta hoy hay
Diccionario español-quichua, quichua-español manifiestan: El acento del quichuahablantes en esta zona del austro. Lo que sí es verosímil es que
quichua de la Sierra ecuatoriana, por lo general, cae en la penúltima sílaba se trataría de una lengua bastante alejada de la norma quichua general
(Ej. Micuna ‘comer’). En las pocas excepciones a esta regla se indica la sílaba en el resto de la sierra.
tónica con un acento agudo (tilde) sobre la vocal tónica (Ej.: achachái ‘qué De modo que para 1583, el cañari tenía aún bastante vigor, el mismo que
frío’). (Stark y Muysken, 1977: 366). debió irse perdiendo poco a poco, por la presión del español y por la
Pero no se debe creer que esta característica acentual pertenece presión del quichua. Sin embargo, cuando se pierde una lengua, lo que
solamente al quichua ecuatoriano, ya Garcilaso de la Vega, hacia 1600 se pierde es el sistema gramatical; quedan huellas del léxico, y lo que sí
expuso lo siguiente: subsiste durante mucho tiempo es la entonación, como si se tratase del
espíritu de la lengua desaparecida.
Para acentuar las dicciones, se advierte que tienen sus acentos casi
siempre en la sílaba penúltima, y pocas veces en la antepenúltima, y Estas afirmaciones fueron ya expuestas hace más de doscientos años por
nunca jamás en última; esto es, no contradiciendo a los que dicen que las el jesuita Hervás y Panduro, quien, al respeto de las lenguas neolatinas
dicciones bárbaras se han de acentuar en la última, que lo dicen por no dice:
saber el lenguaje. (Garcilaso, 1963: 5).
Todas las naciones siempre conservan substancialmente la
De modo que, descartada de plano la posible influencia del sustrato pronunciación antigua de sus respectivos idiomas primitivos (…) Así el
quichua (si este sustrato tuviera alguna importancia en ese asunto, francés al presente habla su lengua forastera (que es dialecto latino) con
entonces toda la sierra ecuatoriana cantaría como los azuayos), nos queda su pronunciación antigua, que es la céltica; y el español habla su lengua
forastera (que también es dialecto latino) con su pronunciación antigua,
como único recurso buscar un poco más en el tiempo, y plantear que en
que es la cántabra o vascongada. (Hervás y Panduro, 1800: 20).
el caso de la entonación típica de la zona azuaya, la razón pertenece al
sustrato cañari. Lamentablemente sobre esta lengua no existe más noticia Hacia la mitad del siglo XX, Toscano Mateus tuvo la misma intuición. Al
de que existió y que sus hablantes eran gente crecida, belicosa y valiente. respecto dice:
Suponemos que en la toponimia, fitonimia, zoonimia y antroponimia
En las regiones bilingües, el idioma nacional se habla corrientemente con
habrán quedado algunas huellas interesantes; pero no existe ninguna el acento peculiar de cada región. Si la lengua nacional logra ganar terreno
información sobre sus características acentuales y tonales. en estas regiones, lo gana, en realidad, para el vocabulario y la gramática,
La “política cultural” de los incas significaba imponer su lengua (el pero no para el acento propiamente dicho (…) El inglés que se habla en
runashimi), su religión, su agricultura y los sistemas administrativos; Puerto Rico, se pronuncia con el mismo acento portorriqueño con que
se habla el español. Si el español desapareciese algún día de aquella isla,
pero la imposición quichua no duró mucho, y seguramente que en el
cosa poco probable, el acento portorriqueño quedaría sobreviviendo en
tiempo que duró, los cañaris hablarían el quichua con un tono parecido el inglés que allí se hablase. Y este acento portorriqueño puede haberse
al actual cantado cuencano: Así, para el año 1583, en la zona en cuestión producido como resultado de la mezcla de modos de hablar de los
aparentemente ya no se entendía el quichua: españoles de distintas provincias que se establecieron en Puerto Rico,

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La lengua morlaca

pero más probablemente debe tener por base la cadencia prosódica que
la población borinqueña usaba en su lenguaje indígena y sigue usando
en español (…) El influjo de la entonación indígena se ha probado en
otras partes de América: en Corrientes (Argentina), la entonación ‘es de
indudable origen guaraní’, y en las tierras altas de México, ‘en las clases
populares, es idéntica a la que emplean al hablar el náhuatl. (Toscano,
1953: 43 y 44).

De la observación de algunos topónimos podemos constatar que la


pronunciación ((la colocación del acento) en algunas palabras cañaris
no es uniforme. Así, el nombre cañari de la Tomebamba incásica
era Guapdondélic, si la acentuación era grave –cosa que no es muy
convincente, porque, al parecer se le estaría poniendo una acentuación
quichua– entonces son equivocadas las pronunciaciones de Pindilig
(debería ser Pindílig) o Chordeleg (debería ser Chordéleg), así como
Déleg (topónimo y antropónimo).

Algunos
Como conclusión podemos decir que si bien el cañari ha muerto, su
espíritu tonal todavía se mantiene vivo, aunque para manifestarse tenga
que usar como ropaje el español de la zona azuaya.

hipocorísticos

200
La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Dentro de este apartado hemos reunido un conjunto de hipocorísticos Chabaco (Sebastián)


representativos del habla morlaca. No hemos tomado en consideración
aquellas palabras que son meros ejercicios de apócope, como por Chabela (Isabel)
ejemplo: Nati (por Natividad), Mauri (por Mauricio) Eula (por Eulalia), Chabico (Sebastián)
Remi (por Remigio), Majo (por María José), etcétera. Tampoco lo hemos
hecho con los casos de aféresis, como por ejemplo Lupe (por Guadalupe), Chana (Juana)
Nela (por Marianela), Fina (por Josefina), Nardo (por Leonardo); ni
los casos, aunque son pocos, de síncopa, como ocurre con Guimo, por Charo (Rosario)
Guillermo, o Luca por Lucrecia; Alejo, por Alejandro. Y sí tomamos los Chechi (Cecilia)
casos donde existe algún tipo de modificación del nombre, sobre todo
en términos fonéticos. A los nombres registrados se les puede adicionar Chela (Graciela)
todavía una fórmula de diminutivo.
Chelo (Marcelo)
Agucho (Agustín) Chepe (Pepe)
Andico (Andrés) Chicho (César o Sergio)
Antuco (Antonio) Chinto (Jacinto)
Anzhi (Andrea) Chío (Rocío)
Ashico (Alcibíades) Chocha (Rosa)
Bacha (Beatriz) Chole (Soledad)
Baltico (Baltasar) Chombo (Jerónimo)
Benzhi (Benjamín) Diani (Diana)
Berni (Bernarda o Bernardo) Elsi (Elsa)
Beti (Beatriz) Estefi (Estefanía)
Beto (Alberto, Roberto) Evacha (Evangelina)
Bilico (Belisario) Gabi (Gabriel o Gabriela)
Bolo (Bolívar) Gonsha (Gonzalo)
Cati (Catalina) Goya (Gloria)
Chaba (Sebastián) Goyo (Gregorio)

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La lengua morlaca Oswaldo Encalada Vásquez

Huazho (Eduardo o Washington) Manungo, Mañungo (Manuel)


Ishaco (Isaac) Maño (Manuel)

Ishico (Ezequiel o Isidoro) Marisha (María Isabel)

Jazha, Jazho (Jacinto) Maruja (María)

Jirucho (Jerónimo) Mashi (Marcia)

Jizho (Jesús) Maya (Mariana)

Joshe (José) Mayita (Mariana)

Juampi (Juan Pablo) Michi (Mercedes)

Juancho (Juan) Migui (Miguel)

Judicha (Judith) Nacha (Narcisa)

Lala (Eulalia) Nacho (Ignacio)

Lola (Dolores) Natacha (Natalia)

Loli (Dolores) Pachi (Patricio o Patricia)

Lucha (Luisa o Lucía) Pacho (Francisco)

Lucho (Luis) Paco, Paca (Francisco, Francisca)

Luli (Lourdes) Pancho, Pancha (Francisco, Francisca)

Lulú (Lourdes) Pati (Patricia)

Maga (Magdalena) Pato (Patricio)

Magu (María Augusta) Pepa (Josefina o María José)

Magui (Margarita) Pepe (José)

Mai (Mariana) Pili (Pilar)

Manuca, Mañuca (Manuela) Quique (Enrique)

Manuco, Mañuco (Manuel) Rafico (Rafael)

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La lengua morlaca

Sebis (Sebastián)
Shalva (Salvador)

Shanti (Santiago)

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210 211
Índice de imágenes

Ilustración 1. Astaray 15

Ilustración 2. Beata 29

Ilustración 3. Capillos 35

Ilustración 4. Candonga 39

Ilustración 5. Chispiolas 49

Ilustración 6. Curuchupa, insecto 62

Ilustración 7. Levita de los curuchupas, los conservadores 62

Ilustración 8. Dar capote 65

Ilustración 9. Espumilla 73

Ilustración 10. Fúrico 81

Ilustración 11. Helaque 89

Ilustración 12. Lora 103

Ilustración 13. Macana 109

Ilustración 14. Papas locas 131

Ilustración 15. ¡Quisha! 147

Ilustración 16. Vaca loca 175


Ilustración 17. Yapa 181

Gráfico 1. El territorio cañari, en su extensión original 188


La lengua morlaca,
de Oswaldo Encalada Vásquez,
se imprimió en Cuenca del Ecuador,
en el mes de diciembre de 2016,
durante la segunda administración
de Marcelo Cabrera Palacios
como Alcalde de la ciudad.

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