El Descubrimiento de América fue un hecho histórico de consecuencias

increíbles. La entrada de un “Nuevo Mundo” en el imaginario de una

humanidad, que hasta entonces creía haber alcanzado los límites de la
tierra, significó un profundo cambio en la idea que tenía del universo el
hombre renacentista europeo. La noticia de que se descubrió un “Nuevo
Mundo” era inconcebible para los hombres y mujeres de aquella época en
España. Mientras que la realeza de la península vio la oportunidad de
construir una América que fuera reflejo de la misma España con su lengua,
religión, costumbres y cosmovisión. En pocas palabras, la colonización
estuvo marcada por la hispanización del Nuevo Mundo.Se denomina
descubrimiento de américa al acontecimiento histórico que comenzó el 12
de Octubre de 1492 con la llegada a América de una expedición
capitaneada por Cristóbal Colón por mandato de los Reyes Católicos Isabel
I de Castilla y Fernando II de Aragón la cual había partido del Puerto de
Palos en Huelva. Existe controversia respecto al empleo del término
“descubrimiento” con la llegada de la expedición de Colón ya que américa
se encontraba poblada y había sido descubierta por los primeros seres
humanos que llegaron al continente hace aproximadamente 14.000 años.
También existe un probable primer encuentro europeo realizado por los
vikingos en el Siglo X, aunque sin evidencias de contacto con los nativos.
Las causas más importantes que llevaron al accidental descubrimiento de lo
que hoy conocemos como continente americano fueron la competencia
marítima entre España y Portugal que necesitaban urgentemente encontrar
una vía alternativa para no pasar por territorios controlados por
musulmanes. Además, los españoles deseaban tener una ruta propia y más
eficiente que la de los portugueses de aquel tiempo. Otra causa que influyó
bastante en el descubrimiento fue la búsqueda de riquezas para aumentar
el poder económico de los reyes ibéricos. Pero sin duda alguna la causa
más importante fue que el Imperio Turco Otomano conquistó la capital del
Imperio Bizantino (Constantinopla) tomando así el control del cruce
comercial más importante de la Edad Media.
El comercio se vio obstaculizado de muchas maneras y los precios de los
impuestos se incrementaron considerablemente. Todo esto originó que se
busquen otras rutas para retomar el contacto comercial con Asia. Ante la
problemática de las rutas comerciales existieron dos personas valiosas que
aportaron hipótesis de cómo poder restablecer las rutas comerciales
perdidas: Paolo dal Pozzo Toscanelli y Enrique el Navegante. Este último
postulaba la tesis de que si se navegaba por todo lo largo de las costas
africanas se llegaba a Asia y en realidad es un hecho, pero para aquel
entonces sólo era una hipótesis. Toscanelli en cambio sostenía que si se
zarpaba de Lisboa y se navegaba por el atlántico todo el tiempo en
dirección oeste se encontraría con el “cipango” nombre con el que se
conocía a Japón en Europa. Años más tarde Cristóbal Colón tuvo acceso a
la carta de Toscanelli por mediación de un mercader.