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Vi RASS NOTAS SOBRE LA DIFICULTAD DE ESTUDIAR EL ESTADO (1977) Philip Abrams (1933-1981) Journal of Historical Sociology Vol. 1 N® 1, March 1988, pp. 58-89. Traducciée: Rafael Macia Mejia Orlando Jaramillo Gén Introduccién “Cuando el estado se encuentra en peligro” dijo Lord Denning en su juicio ayer “nuestras queridas libertades deben tomar un lugar secundario y atin 1a Justicia natural debe suftir un retroceso” ‘La fallen el acgumento de Lord Denning consiste en que es el gobierno Quien decide cual debe ser el interés del estado el que invoca la “seguridad nacional * aly como el estado escoge definirla”, dijo ayer fa Sefforita Patt Hewitt directora del Consejo Nacional para las Libertades Ciiles * ‘The Guardian 18. 2.77 Cuando Jeremy Bentham se propuso purgar cl discurso politico de los engafios y fantasfas gencrados por los muchos “mecanismos alegéricos” a través de los cuales el interés propio y el poder seccional se cenmascaran como entidades morales independientes, la nocién de estado no era muy popular en la vida intelectual © politica inglesa. Si hubiera sido asi probablemente lo hubiera incluido junto con “gobierno”, “orden” y “constitucién” como uno de los términos peculiarmente aptos para reforzar una “almésfera de ilusiGn” -una falacia SS |" Nota des tradvctores. Hemos mantenida a escritura en minsculas de la palabras “estado” y “dios”, tal como aparecen en el texto original, para respetargiintencion fl Que tengamos cara muestra de hasta donde ha legado AWAD turrbove Wo YOM de confusién en el mejor de los casos y una pantalla “oficial de maleficencia” en el peor, que da concrecién espuriay realidad a aquello que solamente tiene existencia abstracta y formal.' Hacia 1919, sin embargo. los esfuerzos combinados de los hegelianos, los marxistas “y los politicos haban provocado Un cambio: “casi todos {as disputas politicas, y las diferencias de opinién’, pudo advertir entonces Lenin, “se dirigen ahora al concepto de estado”, y més particularmente a “Ia pregunta, cqué es el estado?"? Sus observaciones parecen ser aun Correctas en gran medida, al menos entre los socidlogos: cincuenta afios de estar formulando esa pregunta no han producido respuestas muy satisfactorias y que sean amipllamente aceptadas. Atmismo tiempo, 2 invocacién al estado como punto final de referencia para la prictica politica a la que recurre Lord Denning y las objeciones a tal invocacton expresadas por fa Srta. Hewitt se han convertido, cada vez mas, en lugares comunes. Hemos llegado a dar por sentado al estado como un objeto de ractica y de analisis politico mientras permanece siendo ¢specaculamen poco aro qué es el estado. Se fos conmina desde diversos Trentes a respetarlo, a destruirlo 0 2 estudiarlo, pero por carecer de claridad acerca de su naturaleza tales "Jeremy Bentham, The Handbook of Potica! Fallacies edited by HA. Larrabee, Harper and Brothers, New York, 1962. * 2VII Lenin, “The State” Selected Mork. vol. Il, New York. 1943 p. 639. ! proyectos contintian plagados de dificultades. ¢Serd que hace falta una nueva purgaal estilo de Bentham? 1.El problema en general [a sociologia political de acuerdo con W. G. Runcitnan surge de terseparacién de lo politico -y mas especialmente del estado- de lo social. Esté construida como un intento de dar un Tecuento social del estado viéndolo_ como un agente politico concreto 0 una estructura diferente de las agencias y de las estructuras de la sociedad en Tas cuales 0 ra alacant yi gOTES lo afectado por elas. Se nos ha dicho que es esta *“Gistincidn_... la que hace posible una sociologia de la politica’? [ELmarxismd, tnico rival serio de fa sociologéa en la bisqueda de und teoria contempordnea del estado, se apoya, al menos superficiimente, en una distincién muy parecida, La mayoria de las variedades de marxismo suponen que el andlisis politico adecuado debe proceder, como lo dio Manz sabre la base de “la telacin real entre el estado y la sociedad civil, es decit,_su separacidn”- ‘asunto crucial-ep el analisis politico mmanvista, dentro de este enfogue, viene a ser entonces a euestion acerca del grado de independencia real distrutada Paral estrdofnsufelaciGn con ls pricipa- les formaciones de la sociedad civil: las clases sociales. Atin cuando escritores maristas como Poulantzas rechazan abiertamente este enfogue lo hacen tinicamente para sustituir la separacién entre el estado y la sociedad civil por una problemticaformulada como “Ia autonomia espectfica de lo politico y de lo econémico”, dentro del modo capitalista de produccién. Y el problema resultante acerca de la naturaleza y funcién del estado tendra que ser resuelto a travts del andlisis de fa relacién del estado con el campo de la lucha de clases, por medio del desenmascaramiento de la autonomia del primero y del aislamiento del segundo. Aqut, también, fa roble al estado _c problemdtica considera al estado cSmo_entidad. efectivamente distinta y la tarea consiste en determinar las forma: los modos reales de dependencia o Independencia que lo relacionan con lo Socioecondmico*. _Soctoccon? 2 W.G. Runciman, Socal Science and Political Theor Cambridge, 1963, p32 ‘Ibid, p.33 ctando a hla Engels Gesamtausgabe, |, p492, Aus der Krtkder Hegelschen Statsrecht”. 40 Sin embargo, este contexto comtin de andlisis, cuya existencia ha sido aceptada por més de un siglo, no ha demostrado ser muy itil. La sociolog(a politica es rica en agendas: “el mayor problema empitico de la sociologia politica hoy parece ser... la descripcién, el andlisisy la explicacién sociolégica, de la estructura so- cial peculiar denominada el estado”, “la sociologfa volitica comis Loon Ja sociedad y examina cér alecta Pero es note ite en resulads. El hecho de ane Danse -y Hughes ‘no pudieran cifcontrar Casi nada que implementara esas agendas para incluirlo en sus libros de texto refleja con exactitud el estado del campo. La sociologia del estado tiene mejor representacién en las observaciones fragmentarias de Max Weber, ¥ la caracteristica mas sorprendente de la sociologia politica de Weber, como lo mostré Beetham con toda claridad, consiste en que es, en el mejor de las casos, un andlsis especificamente hist6rico y bastante Ga hoede sistemas complejos de politicas de clase, con muy poca o ninguna referencia al estado como algo separado de dichas politicas.’ Para los demds, la separacin intelectual de Ia sociedad y del estado en la sosiologia parece, en la prictica, haber significado fa exclusion del estado de lo politico -nociones especificas como la de “gobierno civil"(polity) sirven mas para elapsar la Wena del estade ae para criicaa: ass Los eberitores marstas se han dedicado al andlisis del estado de una manera mis directa y explicita pero, ccon la posible excepcién del andlisis del bonapartismo, CEN, Poulantzas, Poltical Power and Social Classes, New Left Books, London, 1973, pp. 130-37y 150-53. Apropésito, encuer- {ro poco convincentes los intentos de Poulantzas de desaereditar otras variedades de marsismo a este respecto -especialmente los trabajo de Lefebvre y dela escuctaitaliana- como resultado de un “Juego de palabras” en la lectura de Marx. Por el contraro lo ave Lefebrre, Della Volpe y otros han hecho es leer teralmente -uizh demasiado tteralmente- los pasajes claves de Marx. ,rr,r”—™—"E’s book of bledem Soctlogy Rand McNally, New York, 1964, p-610, es la fuente des primera agenday 8. Bendxy S. M. Lipset, “Pollcal Sociology: an Essayand Bibliography", Current Sectology 1957. p-87, de lasegunda. Ver R. E. Dowse y |. Hughes, Pollical Sociology John Wiley and Sons, New York 1972, para la carencia general d¢_ teabojos xdecuados subsecuentes. 7 7D. Beetham, Max Weber and the Theory of Modem Poltes, AER and Ursin, 1973. ® Me he etendido sobre este tema en Pot Socolgy Men Ursvin en prens.), yelasunto también ha sido tratado por PoulantZ, Palltical Power and Soctal Classes, pp. 40y 266. | no fo han hecho en su totalidad y mucho menos de marfera concluyente. El gran debate sobre la utonomia relativa del estilo que parecta Tan al ue Prometedor cuando se origind, termind con la sensacion ie-que sus problemas se habian agotado mas Que resuelto. Sus principales protagonistas dirigieron su atenci6n a otros asuntos. En 197: iliband exigta 2 los socidlogos politicos “desde un punto de vista yrrsine Wolo Appar \ FE yocutul notablemente esapivo, En vez de Ia comprensién y el conocimiento.seguro, laaridez-y la mistficacién paréce haber sido los resultados tipicos de los trabajos de las, dos tradiciones, en las que el andlisis del estado ha sido considerado como asunia significative en el pasado reciente. Esta confusién pasiblemente tenga que ver con lamanera en que. icianes han conceptualizado alestado. En efecto, estd claro que el problema marxista marxista” que no disiparan sus energfas estudiando fas con eT estado es muy distinto del problema sociolégico especulaciones acerca del estado, sino ue adoptaren una problemdtica alternativa orientada en términos de procesos y relaciones de dominacién concebidos de manera diferente y mas amplia.? Mientvas tanto, Nicos Poulantzas pasd, de fas opacas conclusiones de su sfuerzo por clarificar una teora marxista del estado - estac tiene la funcién_particular_de constituir e} factor de cohesién entre los niveles de una formacién social"=, no a intentar una formulacién mas exactamente clara y empiricamente-especiica de tale ; inds Bien, al estudio de regimenes particulares y de los rs s de clas capitalismo.'°“El tinjca acuerdo resultante del debate parece haber sido el reconocimiento mutuo de un nimera de caracteristicas importantes dea presunta relaciOn deT_// estado y la sociedad que hasta el momento _no_se_habfan_podido” femostrar de manera adecuada. Asf, Ta credibilidad de lanocién de dominacién de clase se salva ~ aunque tal cosa se da obviamente por sentada en todas las variedades de marxismo-, pero la demostracién de tal dominacién en el contexto de cada estado en particular atin no se ha logrado. En este nivel, el estado ~~’ desaffa una vez mds, con éxito, el escrutinio. Parece necesario decir entonces, que el estado concebido como una entidad substancial separada de la sociedad, ha demostrado ser un objeto de andlisis >R.E.Dowse, Reportct a conference on Poltical Sociology spon- sored by the Polllcal Sclence Committee of SSRC, Social Science Research Counell, London, 1974 "© Poulantzas, Polls! Power and Soctal Classes, p.44; el autor vuelve de nuevo al Interogante sobre lanaturleza del estado, con agin detalle, en dos de sus trabajos posterores, Fasclsm and Dicta- torship, New Left Books, 1974y Classes in Contemporary Capltal- sm, New Left Books, 1975, pero el problema de Idenitcar con precisiény localizar las funciones del estado no se plantea.. con el estado y deben ser explorados de manera independiente. Antes de hacerlo, sin embargo, debemos destacar cémo el sentido comin refuerza constantemente el conocimiento que se da por sentado en ambas tradiciones. . 2. El problema en particular La vida politica cotidiana sugiere con fuerza que la concepcién del estado ofrecida en jsmayen Ta sociologia politica estd bien fundamentada -sin ‘ue importen las dificultades de hacerlo operativo-. El sentido comin nos leva a vida politica y que esa realidad es el estado. En cualquier caso, la investigacién del estado 'y la presuncién de su realidad oculta son maneras_ mu) lausibles “leer” los aspectos piblicos de la politica tal y como se manejan. La experiencia investigativa ingenua de los socidlogos que han intentado estudiar lo que juagan como el funcionamiento del estado 0 de cualquiera de sus presuntas agencias, es nuestra fuente més inmediata de sentido comtin al respecto. Cualauiera que haya intentado concertar una investigacién con el Home Office o el Departamento de Salud, estard atento al extremado celo con el que tales agencias protegen instintivamente fa informacién sobre ellas mismas. La presuncién, y la aplicacién efectiva, de que el “sector piblico” es, de hecho, un sector privado cuyos conocimientos no deben hacerse ptblicos, constituyen el obsticulo inmediato més obvio para cualquier estudio serio sobre el estado. La puesta en prdctica de esta concepcidn asume una variedad de for- mas ingeniosas. Una de las mds familiares es la combinacién de vagas afirmaciones piiblicas de que las agencias del estado reciben con agrado “buenas” investigaciones sobre ellas mismas, con la elogiosa pero muy efectiva mutilacién o veto de casi todas las a inferir que existe una realidad oculta en la

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