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1. Introducción
2. Marco Teórico
3. Tratamiento
3.1 Farmacológico
3.2 No farmacológico
4. Conclusiones / recomendaciones.
INTRODUCCION
La hipertensión arterial (HTA) constituye uno de los grandes retos de la medicina moderna en
muy diferentes aspectos. Hace más de un siglo, se sabe que la presión arterial elevada
disminuye la supervivencia, razón por la cual constituye para algunos autores el problema de
salud más importante en los países desarrollados, hecho que afecta alrededor del 20% de toda
la población adulta. La aparición de complicaciones en esta enfermedad es directamente
proporcional al nivel de incremento de la presión sanguínea sobre lo normal .
La hipertensión arterial (HTA) es la más común de las condiciones que afectan la salud del
individuo y las poblaciones en todas partes del mundo. Representa por si misma una
enfermedad, como también un factor de riesgo importante para otras enfermedades
fundamentalmente para la Cardiopatía Isquémica, Insuficiencia Cardiaca, Enfermedad
Cerebrovascular, Insuficiencia renal y contribuye significativamente a la retinopatía. Numerosos
estudios realizados han demostrado la asociación de la misma con el desarrollo de estas
enfermedades más letales, por lo que su control reduce la morbilidad y la mortalidad por dichas
enfermedades
Los estudios epidemiológicos sugieren que una prevalencia entre
50% y 70% de hipertensión en las personas de 60 años de edad y más. Sin embargo, la
hipertensión por la presencia de valores de presión arterial superiores a la normalidad: presión
arterial sistólica (PAS) ≥ 140 mmHg y/o presión arterial diastólica
(PAD) ≥ 90 mmHg. La hipertensión en adultos mayores no debe considerarse una
consecuencia normal del envejecimiento.
En la fisiopatología de la hipertensión arterial en el adulto mayor, son centrales los cambios en
la resistencia vascular periférica para el desarrollo, tanto de la hipertensión esencial como de la
hipertensión sistólica aislada. Sin embargo, el fenómeno parece ser Multifactorial.
MARCO TEORICO:
DEFINICION
EPIDEMIOLOGIA:
Se estima que mundialmente 691 millones de personas padecen esta enfermedad. De los 15
millones de muertes causadas por enfermedades circulatorias, 7,2 millones son por
enfermedades coronarias y 4,6 millones por enfermedad vascular encefálica. La HTA esta
presente en la causalidad de estas defunciones. En la mayoría de los países la prevalencia se
encuentra entre un 15% y el 30%. La frecuencia de HTA aumenta con la edad, demostrándose
que después de los 50 años casi el 50% de la población padece de HTA. En muchos países es
la causa más frecuente de consulta médica y de mayor demanda de uso de medicamentos En
cuanto a su etiología la HTA es desconocida en el 95% de los casos, identificándose como
esencial o primaria. El restante 5% es debido a causas secundarias.
La prevalecía estimada en nuestro país está alrededor de los dos millones de hipertensos. No
obstante, el informe de dispensarización de hipertensos del MINSAP en 1996 aportó que sólo
el 8,8 % de la población adulta estaba bajo este método activo de control, muy lejos de la
prevalencia demostrada. Es de suponer por ello, que una gran masa de hipertensos no están
detectados, muchos no tratados y similar cuantía no controlados
ETIOLOGÍA
FACTORES PREDISPONENTES:
Sexo:
Los hombres tienen más predisposición a desarrollar hipertensión arterial que las
mujeres hasta que éstas llegan a la edad de la menopausia. A partir de esta etapa la
frecuencia en ambos sexos se iguala. Esto es así porque la naturaleza ha dotado a la
mujer con unas hormonas protectoras mientras se encuentra en edad fértil, los
estrógenos, y por ello tienen menos riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Sin embargo, en las mujeres más jóvenes existe un riesgo especial cuando toman
píldoras anticonceptivas
Sobrepeso y obesidad
los individuos con sobrepeso están más expuestos a tener más alta la presión arterial
que un individuo con peso normal. A medida que se aumenta de peso se eleva la
tensión arterial y esto es mucho más evidente en los menores de 40 años y en las
mujeres. La frecuencia de la hipertensión arterial entre los obesos, independientemente
de la edad, es entre dos y tres veces superior a la de los individuos con un peso normal.
No se sabe con claridad si es la obesidad por sí misma la causa de la hipertensión, o si
hay un factor asociado que aumente la presión en personas con sobrepeso, aunque las
últimas investigaciones apuntan a que a la obesidad se asocian otra serie de
alteraciones que serían en parte responsables del aumento de presión arterial. También
es cierto, que la reducción de peso hace que desaparezcan estas alteraciones.
Edad y raza
La edad es otro factor, por desgracia no modificable, que va a influir sobre las cifras de
presión arterial, de manera que tanto la presión arterial sistólica o máxima como la
diastólica o mínima aumentan con los años y lógicamente se encuentra un mayor
número de hipertensos a medida que aumenta la edad. En cuanto a la raza, los
individuos de raza negra tienen el doble de posibilidades de desarrollar
Factores nutricionales (exceso de sal y calorías)
Alcohol
Sedentarismo
Factores psicosociales
Clasificación de los niveles de tensión arterial
SISTOLICA DIASTOLICA
CATEGORIA
(mmHg) (mmHG)
Optima <120 <80
Normal <130 <85
FORMAS DE PRESENTACIÓN
MANIFESTACIONES CLINICAS
Podríamos dividir los síntomas con que se presenta un hipertenso en tres grupos:
EN LAS ARTERIAS:
Se produce disfunción endotelial, proliferación de músculo liso e intersticio.
Estas alteraciones precipitan la aterosclerosis, más evidente si se asocian otros
factores como diabetes ó hiperlipidemia. La afectación arterial puede ser
generalizada con distintas manifestaciones y repercusión según la localización. A
nivel aórtico puede dar lugar a aneurismas y disección.
EN EL CORAZÓN:
La afectación cardiaca en la HTA es secundaria a hipertrofia ventricular y
anomalías del flujo coronario (aterosclerosis coronaria y enfermedad de pequeño
vaso). La hipertrofia se asocia con alto riesgo de mortalidad y morbilidad
cardiovascular. Se desencadena por la sobrecarga de presión y su
mantenimiento acaba produciendo insuficiencia cardiaca por disfunción sistólica
y/o diastólica, isquemia por la combinación de aumento de consumo de O2 y
enfermedad coronaria, arritmias y muerte súbita. La mayor parte de las muertes
en HTA son por insuficiencia cardiaca o infarto de miocardio. La disfunción
diastólica cardiaca está relacionada con rigidez por la hipertrofia pero también por
fibrosis y alteración de la cinética del calcio.
A NIVEL NEUROLÓGICO:
La HTA produce retinopatía y cambios en el sistema nervioso central
(SNC). El examen de la retina permite evaluar la afectación vascular de la HTA.
Las alteraciones más importantes en el SNC son hemorragia, infarto y
encefalopatía. La hemorragia cerebral se relaciona con la elevada PA y la
formación de microaneurismas. El infarto cerebral es secundario a aterosclerosis.
No se conoce la patogénesis de la encefalopatía; en algunos casos puede ser
debida a infartos o hemorragias.
EN EL RINÓN:
la complicación renal más importante en la HTA es la insuficiencia renal. El
aumento de la resistencia a nivel arteriolar produce aumento de la presión de
filtración y proteinuria, dando lugar a glomeruloesclerosis y, finalmente fallo renal.
MEDICIÓN
8. Si las dos primeras lecturas difieren en mas de 5 mmHg entre si, se deben
realizar nuevas mediciones hasta obtener dos lecturas con diferencias iguales o
menores a 5 mmHg.
9. La cifra registrada de presión arterial debe ser un número par. Para ello se debe
aproximar al valor par inmediatamente superior de la medición obtenida en el
manómetro.
TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO:
• DIURÉTICOS:
Efectivos en la disminución tanto de la presión sistólica como la diastólica. Los
efectos adversos más importantes son a nivel del perfil lipídico, potasio y
creatinina. Además pueden predisponer a la presentación de incontinencia
urinaria.
• BETA BLOQUEADORES:
En adultos mayores se ha visto una mayor incidencia de depresión e hipotensión
ortostática, lo cual podría limitar su utilidad en este grupo de pacientes. Sin
embargo, se consideran una buena opción inicial en ausencia de
contraindicaciones.
• CALCIO ANTAGONISTAS:
Son considerados ideales en estos pacientes, ya que se ha observado muy poca
incidencia de caídas e hipotensión ortostática asociados a ellos.
• INHIBIDORES DE LA ECA:
Teóricamente son menos efectivos en adultos mayores, ya que la mayoría de
ellos son hipo-reninémicos. Sin embargo, son efectivos y por lo general seguros si
se utilizan de forma cuidadosa. Sus efectos secundarios incluyen tos no productiva
(en un 10% de los enfermos de edad avanzada) e hiperkalemia.
• BLOQUEADORES ALFA:
En personas mayores, tienen una alta incidencia de ortostatismo y pueden
Desencadenar episodios de depresión.
Consumo de alimentos
Con respecto a la dieta se considera conveniente la reducción de la ingesta media de grasa
total al 30%-35% de la energía total, con una contribución de grasas saturadas inferior al 10%.
La contribución de las grasas poliinsaturadas (aceite de origen vegetal y pescados en general)
no debe sobrepasar el 10%, manteniéndose el consumo de grasas monoinsaturadas (aceite de
oliva) para que aporten alrededor del 15% de las calorías diarias. Estas recomendaciones
nutricionales son adecuadas y útiles para individuos con un peso adecuado o ideal y que
consumen dietas adecuadas para dicho peso. Sin embargo, al tratarse de
medidas relativas, pueden no ser índices apropiados para recomendar a individuos que
superen ampliamente sus necesidades de energía, aunque se mantengan las proporciones
indicadas. A éste respecto, es útil la consideración del índice de masa corporal.
La dieta recomendable se basa en el consumo de cereales, pasta, arroz, fruta, verduras,
patatas, legumbres, aceite de oliva o semillas y pescado blanco y azul. El aumento de la
ingesta de fibra alimenticia es también beneficioso. Esta dieta es recomendable para la
prevención de la arterioesclerosis en general.
Consumo de sal
De entre todos los componentes de la dieta, la sal es el más estudiado. La evidencia
epidemiológica y experimental ha puesto de manifiesto la existencia de una relación positiva
entre ingesta de sodio y PA. Sin embargo, y puesto que el efecto de la sal no se observa
en todos los individuos, se piensa que la PA está fuertemente influenciada por factores
genéticos y que sólo una minoría (9%-20%) es genéticamente susceptible a una HTA inducida
por sodio, susceptibilidad que aumenta con la edad y en individuos de raza negra. Por ello,
cualquier relación entre ingesta de sodio y PA en la población susceptible queda diluida por
una mayoría en la que tal susceptibilidad no existe. Hay que añadir la dificultad de identificar
los individuos genéticamente susceptibles.
El estudio INTERSALT describe la relación entre PA y sodio excretado en
Orina de 24 horas en aproximadamente 10.000 individuos de 52 centros de todo el mundo. Los
resultados más importantes muestran que una diferencia de 100 mmol/día en la ingesta de
sodio se asocia con una diferencia de 2,2 mmHg en la PAS y que una reducción en la ingesta
de sodio de 100 mmol/día atenúa el aumento de la PAS en 9 mmHg, entre los 25 y los 55 años.
Dentro de cada una de las poblaciones las relaciones fueron, sin embargo, muchos menores o
no existían.
Todos estos datos aconsejan que el hipertenso deba moderar su consumo de sal (no
Superando los 4-6 g/día de cloruro de sodio). Esto se puede conseguir no añadiendo sal a los
Alimentos en la mesa, reduciendo moderadamente la sal como condimento de cocina, no
Consumiendo alimentos que ya son ricos en sal o aquellos a los que se les ha añadido ésta
para su conservación.
Ejercicio físico
Numerosas publicaciones documentan los beneficios generales fisiológicos y psicológicos de la
Actividad física, aunque ésta solo sea de intensidad moderada. Los principales beneficios en
relación con la HTA son: descenso notable de la presión arterial en personas hipertensas.
CONCLUSIONES / RECOMENDACIONES.
• La HTA se define, por consenso, como una elevación mantenida de la PA por encima de
valores de 140/90 mm Hg de presión sistólica y/o diastólica respectivamente.
• Los protocolos de tratamiento de la HTA establecidos por las autoridades sanitarias, difieren
sustancialmente en sus contenidos y recomendaciones, discrepando en cuestiones como: la
definición de las cifras normales de HTA, los grupos de pacientes de riesgo o los
antihipertensivos de elección.
Consecuencias
Escuela:
Medicina Humana
PIURA - 2010