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CUESTIONARIO CROMATOGRAFÍA DE GASES

1. ¿Cuáles son los dos tipos principales de CG y cuál es la más importante?


La cromatografía gas-sólido (CGS) y la cromatografía gas-líquido (CGL).

2. ¿Cómo es la interacción entre las moléculas de analitos con la FM en CGL?

3. ¿Cuáles son las principales características de las muestras usadas en CG?


 Compuestos en estado gaseoso, o bien en estado líquido y sólido, con presiones de vapor de por lo menos
0.3 mm de mercurio a la temperatura máxima de la fase estacionaria empleada.
 No descomponibles por el calor a la temperatura de la separación.
 No adsorbibles o descomponibles por el soporte sólido de la columna.
 Detectables a la salida.
4. ¿Cuáles son los principales componentes de un cromatógrafo de gases?
 Fuente de gas portador con los correspondientes reguladores y medidores de presión.
 Sistema para la introducción de las muestras.
 Columna cromatográfica, con un medidor de caudal a la salida.
 Detector.
 Sistema para el tratamiento de datos y registrador.
5. ¿Cuáles son las FM más utilizadas en CG?
Gases portadores actuando como fase móvil, los cuales son:
o Helio
o Nitrógeno
o hidrógeno
6. ¿Cuáles son las ventajas y desventajas que presentan las FM en CG?
Las ventajas es que con nitrógeno suelen obtenerse separaciones más eficaces que con hidrógeno o helio, lo
cual puede ser debido a su menor coeficiente de difusión y, consecuentemente, menor valor del término B
de la ecuación de Van Deemter.
Las desventajas serian que el empleo de hidrógeno presenta otros problemas, ya que es altamente
inflamable, puede formar mezclas explosivas con el aire y a veces puede reaccionar con los componentes de
la muestra para originar "artefactos" hidrogenados.
7. ¿Para qué tipo de muestras se emplean los bucles y la inyección con microjeringa a través
de septum?
jnljknkl

8. ¿Qué temperatura debe tener la cámara de inyección para iniciar la corrida cromatográfica?

9. ¿En qué tipo de muestras se recomienda la inyección Split y slitless así como la inyección
con columna?
10. ¿Cuál es la función del horno en CG?

11. ¿Cómo se consigue separar con mayor rapidez y buena resolución analitos con muy
diferentes puntos de ebullición?

12. ¿Para qué tipo de compuestos se usa como FE el escualano y el polietilenglicol?

13. ¿Cuáles son las principales características de los dos tipos de columnas usadas en CG?

14. ¿Cuáles son los dos tipos principales de columnas abiertas?

15. ¿Qué es la derivatización y para que se utiliza?

16. Indique el fundamento y compuestos en los que se utiliza el detector de ionización el llama
(FID)

17. Indique el fundamento y compuestos en los que se utiliza el detector de conductividad térmica
(TCD)

18. Indique el fundamento y compuestos en los que se utiliza el detector de captura electrónica
(ECD)

19. ¿Qué tipo de detector se acopla a CG para analizar muestras?

20. ¿Cuál es la función de la interfase en el espectrómetro de masas?


fases estacionarias especiales para determinadas técnicas analíticas, tales como cromatografía de gases–
espectrometría de masas, donde es esencial que el "sangrado"* sea mínimo, o bien para separaciones de ciertos tipos
de solutos. En este sentido, se han desarrollado fases estacionarias estables a elevadas temperaturas (del orden de
450 ºC) consistentes en copolímeros silicona–carboranos (figura 11.5.), así como fases quirales, utilizadas para la
separación cromatográfica de enantiómeros.
Las columnas tubulares abiertas o columnas capilares son mucho más estrechas y suelen ser mucho más largas que
las columnas empaquetadas
Los dos tipos más importantes de columnas capilares son las de pared recubierta (WCOT) y con soporte recubierto
(SCOT) (ver figura 10.4.), existiendo una tercera modalidad denominada de capa porosa (PLOT),
En general, la eficacia de una columna SCOT es menor que la de una columna WCOT, si bien bastante
mayor que la de una columna empaquetada. Por ello, las columnas SCOT han sido sustituidas casi en su
totalidad por las WCOT.

Inicialmente, las columnas WCOT se construyeron con acero inoxidable, vidrio tratado químicamente
para que la superficie interna fuera rugosa, plástico y algunos metales como cobre o aluminio.
Actualmente, casi todas son de sílice fundida, fabricadas con sílice prácticamente exenta de óxidos
metálicos y con un recubrimiento externo protector de poliimida.

Las columnas capilares proporcionan mayor resolución que las columnas empaquetadas. Ello se debe a
que la longitud de la columna es mayor, con lo que se aumenta el número de platos teóricos, pudiéndose
llegar a los 500000, frente a 10000 de las columnas empaquetadas.
* El tiempo necesario para realizar un análisis (tiempos de retención) con columnas WCOT es menor que
con columnas empaquetadas, como consecuencia del menor contenido de fase estacionaria, con lo que
los solutos se retienen menos tiempo.
* La cantidad de muestra utilizada con columnas capilares suele ser del orden de los nano-gramos,
frente a los microgramos que se usan frecuentemente en las columnas empaquetadas.
* Aunque en las columnas capilares se utiliza una cantidad de muestra considerablemente menor que
en las columnas empaquetadas, el límite de detección es del mismo orden de magnitud, debido a que con
aquellas tiene lugar un menor ensanchamiento de las bandas, originándose picos estrechos bien definidos.
Las columnas capilares de capa porosa consisten en columnas de sílice en las que la fase estacionaria está
constituida por partículas de un sólido activo sobre su superficie interna. Con esta finalidad, desde 1981 viene
utilizándose alúmina, en la que la actividad superficial se debe a la matriz Al–O–Al , si bien, dicha actividad puede
modificarse por la adición de sales, tales como KCl o Na2SO4. Estas columnas se desarrollaron inicialmente para el
análisis de compuestos de bajo peso molecular, tales como gases atmosféricos e hidrocarburos C 1 a C6.

Cromatografía gas-sólido (CGS) y la cromatografía gas-líquido (CGL)


Las interacciones entre las moléculas de los gases, a diferencia de los líquidos, suelen ser pequeñas. La FM no
interacciona con las moléculas de analito, siendo su función únicamente el transporte del analito a través de la columna.
VR = tR F y VM = tM F, siendo F la velocidad media de flujo de fase móvil a través de la columna
Compuestos en estado gaseoso, o bien en estado líquido y sólido, con presiones de vapor de por lo
menos 0.3 mm de mercurio a la temperatura máxima de la fase estacionaria empleada.
* No descomponibles por el calor a la temperatura de la separación.
* No adsorbibles o descomponibles por el soporte sólido de la columna.
* Detectables a la salida.
Así, es posible analizar compuestos, como azúcares o aminoácidos, totalmente no volátiles, pero que se transforman
en derivados volátiles por reacciones apropiadas.
Fuente de gas portador con los correspondientes reguladores y medidores de presión.
* Sistema para la introducción de las muestras.
* Columna cromatográfica, con un medidor de caudal a la salida.
* Detector.
* Sistema para el tratamiento de datos y registrador.

En resumen, deberá inyectarse la cantidad adecuada de muestra, en el menor tiempo posible y conseguir la
vaporización total de las muestras no gaseosas (las muestras sólidas y líquidas se introducen usualmente como
disoluciones diluidas en un disolvente volátil). Para ello se emplean diversos artificios y técnicas de muestreo}
Este tipo de inyección se utiliza en el caso de muestras que podrían descomponerse si se calientan por encima de su
punto de ebullición.
Para muestras en las que los puntos de ebullición de los componentes se presenten en un amplio intervalo, los picos
correspondientes a los solutos más volátiles estarán muy próximos y los correspondientes a los menos volátiles
estarán muy espaciados. La resolución no es igual para todos los picos, siendo deficiente al principio y excesiva al final.
Por otra parte, los picos de los componentes más volátiles son altos y estrechos, mientras que los de los componentes
menos volátiles son bajos y anchos.
Un problema importante que presentan los soportes sólidos diatomáceos es la marcada actividad superficial que
presentan. Esta se debe, sobre todo, a la presencia de los grupos silanol (Si–OH) que se forman sobre la superficie de
los silicatos, debido a la humedad, los cuales constituyen puntos activos que provocan adsorción de compuestos
polares, así como la formación de enlaces de hidrógeno con determinados compuestos, traduciéndose todo ello en
la presencia de picos distorsionados y la aparición de colas
La fase estacionaria para cromatografía gas-líquido deberá reunir las siguientes características:
* Baja volatilidad a la temperatura de la columna. Se sugiere que su punto de ebullición sea, al menos,
100 ºC mayor que la máxima temperatura de trabajo.
* Estabilidad térmica a la temperatura de la columna.
* Inercia química, ya que, salvo casos especiales, no deberá reaccionar químicamente con los
componentes de la muestra.

FE en columnas empacadas

El "sangrado" de una columna consiste en la pérdida de fase estacionaria, bien durante el proceso de elución, o cuando se limpia con un disolvente
para eliminar los contaminantes.

Detectores
Los detectores integrales proporcionan en cualquier instante una medida de la cantidad total del material eluido
desde que comienza la detección. Los cromatogramas consisten en una serie de escalones cuyas alturas indican las
cantidades de soluto (figura 11.6.a.). La bureta de Martin pertenecía a este tipo de detectores.
Los detectores diferenciales responden a la primera derivada de la variación de la concentración del
efluente en función del tiempo, y el cromatograma consiste en una serie de picos, como se muestra en
la figura 11.6.b: Estos detectores tienen la ventaja sobre los integrales de su mayor versatilidad (ver
más adelante). Por otra parte, el área de pico es la variable que normalmente se utiliza desde el punto
de vista cuantitativo.
Los detectores destructivos descomponen las sustancias durante el proceso de detección y suelen
responder a la velocidad a la que la muestra pasa por el sistema de detección (flujo másico). Por su
parte, los detectores no destructivos tienen la propiedad de no alterar los compuestos medidos y
responden generalmente a la concentración del compuesto medido en el gas portador.
Los detectores no discriminativos dan información de la cantidad de muestra eluida, pero no la identifican. Como
los datos de retención por sí solos no suelen ser suficientes para caracterizar de forma inequívoca las sustancias,
tiende a utilizarse detectores discriminativos. Los más empleados son el espectrómetro de masas y el
espectrómetro de infrarrojo.
Sensibilidad adecuada. Puede considerarse que la sensibilidad es una medida de la magnitud de la señal originada
por el detector para una cantidad o concentración de analito determinada. Podría expresarse, por ejemplo, en
mV/concentración (mV.g–1.s). En principio, la sensibilidad debería ser independiente de la concentración de
analito, por lo que la representación gráfica de la señal del detector frente a la concentración sería lineal. Sin
embargo, en la práctica, esta linealidad únicamente se observa en un margen de concentración determinado. Por
ello, el margen dinámico lineal de un detector se define como el intervalo de concentración en el cual la respuesta
es constante en un 5%.
Buena estabilidad y reproducibilidad. La línea base de un cromatograma está sometida a fluctuaciones fortuitas,
conocidas como "ruido de fondo" (figura 11.7.a.), el cual se puede originar en los distintos componentes del
instrumento, como los amplificadores, registradores, etc., así como en fluctuaciones del gas portador.

En ocasiones, la deriva se observa cuando en una operación a temperatura programada la columna alcanza una
temperatura a la que se volatiliza la fase estacionaria.
siempre existirá un ruido inherente al detector, el cual, junto con la sensibilidad, establece el límite de
detección de un determinado soluto (ver en el Tema 1, "Sensibilidad y límite de detección de los métodos
instrumentales").
En cromatografía, el límite de detección suele considerarse como la mínima cantidad de muestra
para la cual el detector proporciona una señal, S, de, al menos, el doble del nivel de ruido. En la
práctica, esto corresponde a un pico cuya altura sea, al menos, el doble del nivel de ruido

Los detectores más utilizados en cromatografía de gases, y de los que se indicarán seguidamente sus principales
características, son el de conductividad térmica (TDC), el de ionización de llama (FID) y el de captura electrónica
(ECD), si bien, también se usan otros, como el de nitrógeno-fósforo (NPD), el fotométrico de llama (FPD), el de
ionización (PID) etc.

Detector de conductividad térmica (TCD)


Se basa en los cambios de conductividad térmica de la corriente de gas ocasionados por la presencia
del analito. Con este tipo de detector deberá usarse helio o hidrógeno como gas portador, ya que su conductividad
térmica es mucho mayor que la de casi todos los compuestos orgánicos, de modo que, incluso en presencia de
pequeñas cantidades de materia orgánica, tiene lugar una disminución relativamente grande de la conductividad. Es
relativamente sencillo y no es muy caro. Responde adecuadamente a una gran cantidad de compuestos orgánicos e
inorgánicos, con límites de detección del orden de 10–9 g/mL. Por su parte, es un detector no destructivo y el margen
lineal es de 104.
Detector de ionización de llama (FID)
Se basa en la conductividad eléctrica de los gases. A temperatura y presión normales, los gases se
comportan como aislantes. Un quemador de llama del hidrógeno, origina muy pocos iones, pero ioniza muchas
moléculas de soluto, con lo que aumenta la conductividad eléctrica. Se mide la intensidad de la corriente originada
por la ionización en la llama, la cual difiere de la presentada por el gas portador y la originada por una gran variedad
de sustancias. Si se toma como referencia el helio, al que se le asigna un valor de 100 para su conductividad térmica,
la correspondiente para el hidrógeno es 128, mientras que para una gran cantidad de analitos orgánicos, los valores
oscilan entre 6 y 17. El detector de ionización de llama es uno de los más utilizados actualmente. Responde a casi
todos los compuestos orgánicos, mientras que es insensible a gases no combustibles como CO 2, SO2, óxidos de
nitrógeno y el propio vapor de agua. Su sensibilidad es más elevada que la del TCD (≅10–12 g/mL) y presenta un gran
intervalo lineal (107), si bien, se trata de un detector destructivo.

Detector de captura electrónica (ECD)


En el detector de captura electrónica se mide una pérdida de señal cuando el analito se eluye de la
columna cromatográfica. En la figura 11.10. se representa un esquema del ECD, que opera de la forma
siguiente: el gas portador, N2 ó Ar, se hace pasar a través de una cámara que contiene un emisor de
partículas β (Ni-63 o tritio adsorbido sobre una lámina de platino) de alta energía, las cuales, al
interactuar con dicho gas portador producen grandes cantidades de electrones térmicos que se dirigen
hacia un electrodo colector (por aplicación de un voltaje entre 1 y 100 V), originándose una corriente
uniforme o corriente-base.
Cuando moléculas del analito con alta afinidad electrónica entran al detector, capturan algunos electrones según el
proceso, con lo que se produce una disminución de la corriente. Esta señal se procesa electrónicamente
para formar el cromatograma.

El detector de captura electrónica tiene un límite de detección pequeño (10 –16 mol/mL) y no altera la
muestra significativamente, si bien la respuesta no es lineal, aunque, pulsando el voltaje, puede
alcanzarse un margen lineal de 0.5 a 103.
La mayor ventaja de este detector es su selectividad, no respondiendo a hidrocarburos (excepto algunos aromáticos),
alcoholes y cetonas, mientras que es especialmente sensible a moléculas que contienen halógenos, grupos carbonilo
conjugados, grupos metilo, compuestos nitro y compuestos organometálicos. Por ello, muchas de sus aplicaciones
inciden en análisis de trazas de muestras medioambientales para disolventes clorados, gases clorofluorocarbonos,
pesticidas y herbicidas (DDT, γBHC/lindano, aldrín), organometálicos (plomo tetraetilo), hidrocarburos aromáticos
polinucleares cancerígenos, etc.

El procedimiento más simple de análisis cualitativo se realiza con ayuda de patrones: los tiempos de retención de los
picos desconocidos se comparan con los tiempos de retención de compuestos conocidos, separados en la misma
columna y en las mismas condiciones experimentales. Como alternativa, si se sospecha la existencia de un
determinado compuesto en una mezcla, se añade éste, con lo que el área de ese pico aumentará respecto a los otros
picos del cromatograma. El tiempo de retención no es el parámetro ideal para la identificación de un
compuesto, ya que, como se ha mencionado, depende de la temperatura, velocidad de flujo y volumen de fase
líquida. Por ello, es más adecuado utilizar un parámetro que sea independiente de dichos factores. En este
sentido. se han propuesto los índices de retención de Kóvats, los cuales relacionan el volumen de retención,
VR (o el tiempo de retención, tR) del compuesto desconocido con el de dos alcanos lineales que se eluyan
inmediatamente antes y después del compuesto problema. Para ello, a cada uno de los dos alcanos lineales se
adscribe un índice I, dado por,

I = 100 n
siendo n el número de átomos de carbono del alcano.
El índice de retención del compuesto desconocido se obtiene de la expresión:
VR(problema) = volumen de retención del compuesto desconocido.
VRx–1 = volumen de retención del alcano eluido antes del compuesto desconocido.
VRx+1 = volumen de retención del alcano eluido despues del compuesto desconocido.
x = número de átomos de carbono del alcano eluido antes del compuesto desconocido.
La escala logarítmica de la ecuación anterior se debe a que el logaritmo de los volúmenes de retención
en las series homólogas varía linealmente con el número de átomos de carbono

La identificación de componentes a partir de datos de retención no es un método general aplicable a todo tipo de
muestras. Otra forma de identificación consiste en recoger los efluentes de las columnas en trampas y analizarlos
mediante técnicas químicas o fisicoquímicas. La asociación cromatografía de gases/espectrometría de masas
(CG/EM) proporciona una herramienta muy potente para la identificación de los componentes de una mezcla
compleja. La figura 11.12. muestra un diagrama de bloques donde se indican los componentes principales de un
sistema CG/EM controlado por un computador. Identificación más sofisticados, los efluentes de la columna se pasan
directamente a un detector discriminativo, como el espectrómetro de masas o de infrarrojo.
La interfase o conexión entre el cromatógrafo y el espectrómetro deberá tener un volumen muerto
que sea mínimo, con objeto de no provocar ensanchamiento de bandas cromatográficas. Por otra parte,
deberá reducir convenientemente la presión, ya que la columna cromatográfica opera normalmente a
una presión ligeramente superior a la atmosférica, mientras que en el interior del espectrómetro la
presión es inferior a 10–3 torr. Asimismo, y sobre todo cuando se opera con columnas de relleno, deberá
reducirse el caudal a introducir en el espectrómetro, lo cual se consigue mediante dispositivos
separadores.
La formación de iones se produce en la cámara de ionización, donde los electrones emitidos por un
filamento caliente son acelerados y dirigidos hacia un ánodo colector. En su trayectoria chocan con las
moléculas orgánicas del analito, originándose iones moleculares y, en muchos casos, iones secundarios
como consecuencia de procesos de fragmentación,
M + e —> M+ + 2 e —> A+ + B+ + C+ etc. (M+: ión molecular) ⎯
El papel que desempeña el analizador de masas es separar los iones emergentes de la cámara de ionización según su
relación masa/carga. Con esta finalidad se utilizan dispositivos de dos tipos: espectrómetros de sector magnético y de
cuadrupolo. Los detectores pueden presentar los datos de dos formas: a tiempo real y reconstruidos
por ordenador. Hay que considerar que cada especie que emerge de la columna cromatográfica origina,
además del ión molecular, todo un conjunto de picos correspondientes a los distintos tipos de
fragmentaciones, por lo que el número de especies detectadas por el espectrómetro puede ser
considerable. La identificación de compuestos se hace por comparación con colecciones de espectros
de masas de sustancias conocidas. Una vez completada la separación, los cromatogramas pueden
reconstruirse por ordenador y presentarse en una pantalla o imprimirse. En la figura 11.13.a. se muestra
el cromatograma de una mezcla constituida por acetaldehido, etanol, acetona y benceno, y en la figura
11.13.b. el espectro de masas del pico correspondiente al benceno.
20406080100120tiempom
Derivatización. Puede estimarse que entre el 80 y 90 % de los compuestos orgánicos no son adecuados
para su determinación directa por CG debido a su baja volatilidad. Tal es el caso de una gran cantidad
de muestras biológicas, como proteínas, hidratos de carbono, aminoácidos, etc. Una solución a esta
aplicabilidad limitada está en la preparación de derivados adecuados, para lo que se utilizan normalmente
los métodos de sililación, acilación y esterificación.
La sililación es la técnica de derivatización más empleada, y consiste en la sustitución de algún átomo
de hidrógeno activo del analito por un grupo trialquilsilil, tal como –Si(CH3)3. Así, por ejemplo, la
reacción entre un alcohol y trimetilclorosilano transcurre según,
R-OH + Cl-Si(CH3)3 —> R-O-Si(CH3)3 + HCl
Estos procesos se llevan a cabo normalmente usando piridina como disolvente y suelen ocurrir muy
rápidamente.
La esterificación consiste generalmente en la formación de ésteres metílicos, para lo cual se pueden
emplear distintos reactivos, utilizándose con frecuencia trifluoruro de boro en metanol,
R-COOH + CH3OH/BF3 —> R-COOCH3
La acilación con anhidrido de ácido o con acil-imidazoles se usa para transformar alcoholes y aminas
primarias y secundarias en derivados estables
En muchas ocasiones se utilizan derivados fluorados para aumentar la sensibilidad cuando se usa un
detector de captura electrónica.
El mayor inconveniente de los métodos de derivatización reside en la necesidad de utilizar una cantidad
de muestra relativamente grande y la posibilidad de que se pierda algo del componente de interés.
Además, el exceso del reactivo utilizado puede reducir el tiempo de vida de la columna si no se elimina
antes de la inyección.
Cromatografía de espacio de cabeza. Es una técnica que hace posible la determinación de los
constituyentes volátiles de muestras sólidas o líquidas por análisis de la fase de vapor que está en
equilibrio termodinámico con la fase sólida o líquida. Dichos volátiles pueden determinarse en casi todo
tipo de matrices sin necesidad de recurrir a procesos de extracción, disolución o incluso dilución. Para
ello, las muestras se colocan en dispositivos adecuados que se mantienen a temperatura constante el
tiempo suficiente para que se establezcan los equilibrios sólido o líquido/vapor correspondientes y
seguidamente se transfiere un determinado volumen de la fase gaseosa a la columna cromatográfica. La
temperatura debe ser controlada de forma precisa debido a la dependencia entre esta variable y la
presión de vapor y, por supuesto, la calibración tiene que hecerse en idénticas condiciones a las de la
muestra. La determinación de especies volátiles en alimentos se lleva a cabo en muchas ocasiones utilizando la
técnica cromatográfica de espacio de cabeza. Los compuestos volátiles presentes en muchos alimentos pueden ser
aceites esenciales, compuestos aromatizantes o bien, distintos disolventes. Estos pueden proceder de la elaboración
de los propios alimentos (acetona en la purificación de ciertas grasas, diclorometano en el café descafeinado, etc.) o
del material utilizado para el envasado (disolventes empleados en la fabricación de las tintas usadas).

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