Seminario de arte.

Jonatan estiven largo castrillón.

La cosa y la obra.

Martín Heidegger nos introduce en su reflexión acerca de la cosa y la obra, ahora, ¿qué es
una cosa? es verdad que llamamos con el título de cosa a muchas cosas, pero que es una
cosa como tal, Martín hace una depuración de aquello que llamamos cosa, así los objetos de
uso cotidiano son cosas, pero también llamamos cosas a lo que se presenta como las
montañas, las rocas, árboles. Pero encontramos pues que no logramos llamar a Dios como
cosa ni a las personas.

Busca esclarecer el carácter de la cosa o sea la coseidad de la cosa, aquello que hace que
una cosa sea una verdadera cosa, afirma que las características que encontramos en las
cosas, o sea lo que nuestro sentidos captan de las cosas, como color, extensión, dureza,
sabor y forma no son la cosa, aquí introduce algo que el tradición se conoce como el núcleo
de la cosa, este núcleo será la materia verdadera de la cosa en la cual subyacen las
cualidades de la cosa.

Se diferencia a la cosa del mero uso, o sea para lo que esta fue construida, así la búsqueda
de la coseidad de la cosa va más allá del mero uso que los humanos le damos a las cosas. Se
toma el ejemplo de las botas de campesino de Van Gogh, allí vemos representados las
botas, pero en las botas se ve la vida de quien las ha llevado, las botas son pues una manera
de significar la vida a partir de lo vivido, así el mero uso de las botas pasa a ser algo
superfluo, pues las botas son para ponérselas y caminar, este es su mero uso, es sentido que
la producción le da a los objetos. Pero en la interacción de las cosas con la vida humana
encontramos que; las cosas se permean del existir humano, enseñan características de los
que viven con ellas. Las cosas toman su ser en esta interacción, dejan de ser meras cosas
entregarse a la existencia, existen y expresan condiciones que hasta ahora solo los que
viven lograban tener, interpretamos las cosas y les damos un ser, así la coseidad de la cosa
se erige en la expresividad de las cosas que interactúan y nos dicen algo del mundo,
podemos caminar las calles. Y leerlas en código de existencia, el humano deja su huella
existencia en cada paso que da en al vida y podemos leerlo en las cosa que por este azar,
pierden su sentido de uso para encontrar un sentido en el significado, dotamos pues ser a las
cosas en tanto que estas expresan la angustia del vivir, encontramos el diario vivir de las
personas en las calles y leemos signos, pinturas, basura, sangre, marcas indiscutiblemente
humanas que crean el ser de, el alma, la coseidad de la cosa, las cosas como meras cosas no
son más que el objeto y su uso, sin vida, tendemos pues a pensar en la cosa como obra de
arte en tanto que tiene fuerza expresiva, nos dice algo de esa realidad humana que vivimos
a diario pero que desconocemos en cierta medida por entregarnos a los roles que la
existencia nos impone. Las cosas como obras de arte, son pues objetos, si pensamos en le
Ready Made o en el objeto encontrado, que expresan la condición de existencia de los
sujetos, vivimos y permeamos de nuestra existencia todo lo que tocamos. No obstante es
resignificación que hace a las cosas algo más que meras cosas y les entrega un ser es una
manera para entregarnos a la otredad, sentir y entender otras realidades que se erigen en l
cotidianidad que hace que tengamos una construcción del más amplia. Le mundo no es la
calle en la que se crese, no. Eso tan solo es una parte del mundo, el mundo se erigen en la
compresión y entendimiento que se toma al abrir el dialogo con el otro, así la el ser cosa de
la obra de arte nos permite el dialogo con aquello que nos genera temor o que
desconocemos por completo.