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Reseñas

Navarro, Federico (Coord.) (2014). Manual de escritura para carreras de huma-


nidades. Buenos Aires: Editorial de la Facultad de Filosofía y Letras Universidad
de Buenos Aires. 354 pp. ISBN 978-987-3617-25-6
Las investigaciones sobre lectura y escritura en ámbitos disciplinares
son, después de dos décadas de su irrupción en América Latina, un campo
consolidado. La publicación de trabajos dedicados a la descripción de las tra-
diciones discursivas en las distintas áreas del conocimiento y, particularmente,
de aquellos que proponen acercamientos para la enseñanza del discurso aca-
démico es cada vez más frecuentes y confirma el genuino interés que se tiene
por mejorar las habilidades de comunicación de los estudiantes universitarios.
Así, a nivel regional, contamos con una cantidad importante de propuestas
que surgen a partir de trabajos sistemáticos de investigación que se sustentan
en el reconocimiento de que en la universidad la lectura y la escritura están
asociadas directamente con la adquisición de conocimiento y con los géneros
discursivos propios de cada campo disciplinar (Narvaja de Arnoux, Di Stefano
y Peraira 2002, Nogueira 2010, Parodi 2010, Bolívar y Beke 2011, Natale
2013, Tolchinsky 2013). Estos trabajos se caracterizan, entre otras cosas, por
un interés en el análisis y descripción de los procesos de producción de los
géneros académico-científicos y su correlación con las intenciones, efectos y
propósitos de las comunidades que los producen, con el claro objetivo de fa-
cilitar su enseñanza en el medio escolar. El libro que aquí reseñamos, Manual
de escritura para carreras de humanidades, coordinado por Federico Navarro y
editado por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires,
viene a sumarse a estos importantes esfuerzos.
Al leer el Manual, lo primero que llama la atención es su antecedente: la
investigación-acción. Estamos frente a un ejercicio de autoexploración que
no solo da cuenta de las prácticas letradas en el área de humanidades en el
contexto argentino, sino que además se traduce en un plan de intervención
basado en la pedagogía del género discursivo que guía a los estudiantes por el
continuum de los géneros académicos al resaltar sus semejanzas, diferencias,
vínculos y grados de complejidad. La tesis alrededor de la cual se organiza
el libro es que los textos producidos en el marco de la academia, a pesar de
gestionarse en un mismo contexto y tener en apariencia una misma función,
en realidad constituyen una progresión que nos hace pensar específicamente
en el estudiante universitario como aquel profesional en formación que debe
enfrentarse paulatinamente a escenarios y géneros diversos que lo llevarán ha-
cia el nivel de experticia señalado por las comunidades científico-académicas
como el óptimo para que pueda incorporarse al mundo profesional y laboral.
Si bien el Manual puede entenderse como una guía que ofrece a los estu-
diantes de carreras de humanidades un repertorio de géneros que son el acceso
al conocimiento y a las prácticas escritas especializadas de su propia área, los
destinatarios potenciales son tanto el profesorado de lengua que tiene a su

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cargo los cursos de escritura académica como aquellos otros que se ocupan de
los cursos disciplinares en la medida en que les muestra, de manera explícita
y sistematizada, la forma como pueden trabajar y relacionar la lectura y la
escritura en sus propios cursos. El resultado es una propuesta sólida en la que
cada capítulo está compuesto por unidades integradas por cuatro secciones:
Introducción, Lectura guiada, Ejercitación y Sistematización.
La sección Introducción provee el contexto necesario para comprender las
problemáticas planteadas, y preparar para la lectura y la subsecuente ejercitación.
La sección de Lectura, tiene como propósito habilitar un marco conceptual que
guíe el trabajo en el aula; la incorporación de lecturas especializadas de autores
reconocidos a nivel internacional provee a los estudiantes del metalenguaje ne-
cesario para la comprensión y discusión de las especificidades de los procesos de
escritura y lectura en contextos disciplinares. Por su parte, la sección identificada
como Ejercitación permite a los estudiantes tomar conciencia de las prácticas
letradas específicas de su área disciplinar, las humanidades, pues mediante la
resolución de consignas, el alumno está en condiciones de analizar materiales
originales y reflexionar sobre sus propias prácticas de escritura y oralidad to-
mando como marco de referencia la producción del experto. Finalmente, la
sección Sistematización integra el trabajo realizado a lo largo de cada unidad con
el objetivo de que el estudiante esté en condiciones de relacionar los conceptos
abordados con las habilidades de comprensión y producción.
En cuanto a su contenido, el libro está conformado por nueve capítulos,
divididos en tres partes, y antecedidos por las palabras preliminares de Charles
Bazerman y Liliana Cubo de Severino. La Introducción está a cargo de Federico
Navarro con un trabajo titulado “Géneros discursivos e ingreso a las culturas
disciplinares. Aportes para una didáctica de la lectura y la escritura en edu-
cación superior”. El autor presenta ahí un breve estado de la cuestión sobre
la didáctica de la escritura científico-académica, tanto a nivel internacional
como regional, para luego detenerse en la presentación del marco conceptual
que fundamenta los capítulos subsecuentes: la pedagogía del género discur-
sivo. Adicionalmente, Navarro hace un breve recorrido por los antecedentes
que dieron origen al Manual y que explican la naturaleza de la obra. En un
principio se trató de talleres remediales de lectura de géneros académicos que,
para su dictado, exigían el conocimiento de las prácticas letradas reales de las
carreras de humanidades en la Universidad de Buenos Aires. Así, los talleres
dan paso a tareas de investigación que culminan con la construcción de un
corpus amplio de textos curriculares y estudiantiles, y la consecuente descripción
de los géneros académicos, expertos y de formación, así como de los géneros
disciplinares que se presentan en el libro.
La primera parte del Manual está dedicada al abordaje de las herramientas
para la enseñanza y el aprendizaje de la comunicación académica. Así, en el
capítulo 1, “Lectura y escritura de géneros académicos. Conceptos básicos”,
los autores, Federico Navarro y Ana Brown, desarrollan el marco conceptual

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necesario para que los estudiantes reflexionen de manera crítica sobre las
prácticas letradas propias del contexto universitario y, particularmente, del
ámbito de las humanidades, a la vez que los inician en el manejo del meta-
lenguaje requerido para el trabajo con los géneros académicos de formación,
abordados en la segunda parte. De este modo, el capítulo se enfoca en temá-
ticas relacionadas con la naturaleza del lenguaje y sus funciones en contextos
específicos para, posteriormente, guiar al estudiante en el marco conceptual
que permite identificar los géneros discursivos académicos y disciplinares. El
capítulo cierra con la caracterización del discurso académico y la ejercitación
de los estudiantes, por medio de la reflexión e identificación, de los propósitos
sociodiscursivos de la comunicación especializada y los recursos lingüísticos
típicos de este tipo de interacción.
La segunda parte, dedicada a los géneros académicos de formación, inicia
con el capítulo 2, “El parcial presencial”. En él, Lucía Natale y Daniela Stagnaro
destacan el papel central de la evaluación de la escritura en el contexto uni-
versitario para luego concentrarse en la caracterización del parcial presencial.
Las autoras parten de la relación que se establece entre profesores y alumnos al
momento de evaluar las prácticas y habilidades de escritura, y se detienen en
las características que presentan las consignas que, para tal fin, los profesores
construyen en el ámbito específico de las humanidades. Un aspecto valioso de
este capítulo es el espacio dedicado a las operaciones discursivas que se solicitan
con mayor frecuencia en las tareas de escritura en esta área del conocimiento.
Así, el capítulo muestra a los estudiantes las maneras como las consignas guían
al escritor en los procesos de escritura, puesto que le indican lo que se espera de
él: reformular, explicar, definir, describir, argumentar, comparar, fundamentar,
etc. Por medio de algunos ejercicios de identificación en textos ejemplares, los
estudiantes perciben que las consignas del parcial presencial suponen opera-
ciones que exigen la puesta en práctica de procesos lingüísticos y cognitivos, a
partir de los cuales se elaboran y comprenden las diversas relaciones semánticas
que se dan entre los segmentos informativos de un texto. El capítulo concluye
con una breve revisión del comportamiento y características de las consignas
en cuatro disciplinas humanísticas: educación, filosofía, historia y letras.
A cargo de las mismas autoras, el capítulo 3, “El parcial domiciliario”,
está orientado a resaltar las similitudes y las diferencias entre este género y
la versión presencial descrita en el capítulo 2. Las autoras proponen lecturas
especializadas que permiten al lector comparar el contexto de producción y los
recursos lingüístico-discursivos propios de cada género. A partir de la discusión
y reflexión sobre la complejidad del parcial domiciliario, las autoras ofrecen
actividades de ejercitación que parten de la elaboración de una guía de pautas o
rúbrica y la elaboración de un plan de escritura del género, para llegar al análisis
y reescritura de parciales domiciliarios en distintas carreras humanísticas. Un
aspecto interesante del capítulo es que las autoras dedican un espacio importante
a detallar las dificultades que implica la escritura de parciales domiciliarios y,

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particularmente, los recursos de gradación y compromiso propios de este tipo de


género. De este modo, enfatizan la importancia de generar textos heteroglósicos
que incorporen múltiples voces y que permitan, además, realizar evaluaciones
pertinentes en las distintas disciplinas humanísticas.
Siguiendo el continuum de géneros académicos, el capítulo 4, “La mono-
grafía”, aborda uno de los géneros discursivos más solicitados en los estudios
universitarios y, particularmente, en el área de humanidades. En él, Juan Pablo
Moris e Inés Gimena Pérez, a través de una revisión crítica de la bibliografía
especializada sobre este género, analizan y reformulan consignas para la escritura
de monografías en distintas carreras. La identificación de la estructura retórica
de las introducciones (modelo CARS, Swales 2004) es el punto de partida para
que el estudiante se familiarice con el género y se ejercite en su producción.
Esta práctica se enriquece con la revisión de los recursos léxico-gramaticales
relacionados con la incorporación de la voz del autor, con las estrategias de
personalización y con el manejo de citas y referencias. En ese sentido, se en-
fatiza la actividad de investigación que supone la monografía y su particular
relación con el contexto disciplinar en el que se genera, razón por la cual los
autores ponen particular atención al tema de la voz en el texto y la negociación
que se establece entre el género discursivo y el saber científico consensuado.
Los procesos de legitimización de la voz autorial y los recursos que permiten
al escritor de monografías lograr reconocimiento se trabajan de manera pun-
tual en el capítulo. Finalmente, las consignas que generan la producción de
monografías también son consideradas por los autores quienes, a través de
textos seleccionados del área de humanidades, muestran las particularidades
que las monografías suelen tener y cómo se diferencian del examen presencial
y/o domiciliario. En este punto destacan que las consignas para la producción
de monografías no explicitan las operaciones cognitivas o discursivas sino que
expresan los lineamientos de escritura que obedecen a convenciones discipli-
nares y a la naturaleza investigativa del género.
Por su parte, el capítulo 5, titulado “El examen final oral”, a cargo de
Rubén Pose y Miranda Tricheri, está dedicado a un género particularmente
complejo y, paradójicamente, poco descrito, como suele suceder con la ma-
yoría de los géneros académicos orales. El capítulo parte de algunas lecturas
especializadas sobre el concepto de oralidad formal y, sobre todo, de su relación
con la oralidad cotidiana y la escritura. La reflexión derivada de la bibliografía
permite al estudiante reconocer la naturaleza híbrida de los géneros orales
y tomar conciencia de que la oralidad en el contexto académico comparte
muchos rasgos con la escritura. Un aspecto valioso del capítulo es el recorrido
que los autores realizan por la tipología de los géneros académicos propios
del ámbito universitario, para detenerse en el examen final oral, que requiere
mayor esfuerzo, por parte del estudiante, puesto que constituye el principal
medio para la transmisión de conocimientos y una de las formas más utilizadas
para evaluar a los estudiantes. Así, reconociendo el grado de complejidad del

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género, el capítulo se centra en el proceso de preparación para el examen final


oral y apunta hacia las habilidades metadiscursivas propias de la oralidad que
le permiten al estudiante identificar los recursos característicos del género y
lograr, a partir de actividades específicas, construir exposiciones orales con la
rigurosidad que el medio exige.
La tercera parte del Manual se centra en géneros disciplinares específicos.
En el capítulo 6, “La reseña de formación en historia”, Irina Alzari, Julián
D´Alessandro y Maricel Radiminski se dedican a describir un género fun-
damental en la formación disciplinar del historiador. La propuesta de estos
tres autores inicia con la lectura guiada de textos especializados, en las que
se describe su estructura retórica y los recursos léxico-gramaticales utilizados.
Un punto importante en el capítulo es la gradación que los autores realizan al
acercar al alumno a la lectura y producción de reseñas, pues reconociendo la
complejidad del género, llevan de la mano a los estudiantes en un recorrido
que va de la reseña académica como texto escolar a la reseña crítica propia del
ámbito disciplinar. De este modo, los estudiantes se ejercitan en los recursos
propios de la comunicación académica revisados en los capítulos previos y, al
mismo tiempo, reconocen el grado de especificidad de la escritura en su propia
disciplina. Al igual que en los capítulos anteriores, el trabajo con consignas
para la lectura, análisis y producción de reseñas críticas es eje central en el plan
de intervención pedagógica.
El capítulo 7, “Estrategias de lectura en parciales y monografías de Letras”,
Patricia C. Escandar, Mariana Peruani San Román y Matías H. Raia se ocupan
de las exigencias de lectura propias de los estudios lingüísticos y literarios.
Partiendo del hecho de que, en esta área del conocimiento, la evaluación
de la lectura suele realizarse mediante la comparación de dos o más textos o
autores, los estudiantes son guiados en esta actividad a partir del análisis y re-
formulación de géneros de formación básicos, revisado en capítulos anteriores,
como la monografía y el parcial presencial. El capítulo sitúa al estudiante en
las prácticas de lectura habituales de la carrera de Letras y las expectativas que
en esta disciplina se tiene de las capacidades del lector para relacionar textos y
autores con escuelas o tendencias específicas, así como puntos de contacto o
quiebre entre estas últimas. Por lo mismo, los autores se centran en el tipo de
consignas, preguntas de relación y contraste de fuentes, que generalmente se
construyen en el área y que exigen al estudiante establecer conexiones intertex-
tuales a través, por ejemplo, de la identificación de campos semánticos propios
de cada teoría. Así, la ejercitación en el tema se da a partir de “hilos de lectura”
que guían al estudiante en su acercamiento a los parciales y las monografías en
la carrera de Letras y, consecuentemente, en el análisis de los textos literarios.
En el capítulo 8, “El informe de trabajo de campo en instituciones educa-
tivas”, Martha Esther Faiad aborda los géneros de formación en la investigación
en el área de las Ciencias de la Educación. La autora parte del reconocimien-
to de que, en esta área disciplinar, la escritura de informes de investigación

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cualitativa o informes de campo es exigencia central en la formación de los


estudiantes, por lo que se puede considerar al género como instancia curricular
con identidad propia. A través de lecturas especializadas en el ámbito de la
investigación cualitativa, se hace explícita la naturaleza compleja del género. La
escritura de informes implica incorporar nuevos modos de pensar y habilidades
de indagación e interpretación propias de los profesionales del área como lo
son las técnicas de triangulación de información, procedimientos esenciales
en este tipo de trabajo. Como parte de la ejercitación del estudiante en el uso
de fuentes de datos, la autora propone la lectura guiada de fragmentos de
informes que servirán de detonantes para el análisis y discusión de la manera
como en esos textos ejemplares se utiliza el recurso de la descripción densa
para presentar todos los detalles e implicaciones del fenómeno estudiado. El
capítulo cierra con un ejercicio de comparación entre informes de trabajo y
monografías a fin de establecer las peculiaridades del informe y sus diferencias
con otros géneros de amplia circulación en el contexto de la formación de
licenciados en Ciencias de la Educación.
Finalmente, en el capítulo 9, “Estrategias de lectura en parciales de
Filosofía”, la autora, Florencia Coppolecchia, se centra en un aspecto funda-
mental en la formación de estudiantes en filosofía. El rendimiento académico
en esta disciplina depende, en gran medida, de las habilidades que los estudian-
tes desarrollan para identificar los propósitos de los autores de los textos que
estudian y para reconocer los argumentos que les permiten sustentar una tesis
o defender una determinada postura sobre un problema filosófico específico.
De ahí que el capítulo se centra en la relevancia que la argumentación adquiere
en la lectura filosófica y, particularmente, en el proceso de formación de los
estudiantes. Por medio de la lectura guiada de textos disciplinares, Florencia
Coppolecchia nos muestra que el trabajo pedagógico con los textos de filosofía
va más allá de la simple transmisión de herramientas para la lectura, pues el
contexto exige que el estudiante vea la actividad como una posibilidad para el
encuentro con el pensamiento creativo. Así, la ejercitación del estudiante en la
lectura crítica se da por medio de actividades que tienen como propósito que
éste pueda evaluar las guías de lectura que, generalmente, se le brindan a lo
largo de la carrera y reflexione sobre su utilidad en función de la preparación
de exámenes.
En suma, el Manual de escritura para carreras de humanidades es una valiosa
contribución al trabajo descriptivo y pedagógico de los géneros académicos.
Por una parte, es un extraordinario ejemplo de lo que la investigación-acción
puede aportar al estudio de las prácticas discursivas en las distintas disciplinas.
La construcción de corpus, la descripción de géneros y la caracterización de
prácticas lectoras en las que se sustenta este material son en sí mismas apor-
taciones significativas a los estudios sobre el discurso académico en español y
de la comprensión de los problemas relacionados con su enseñanza en el nivel
superior. Por otra parte, la sistematización de las propuestas pedagógicas para el

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tratamiento de los géneros da como resultado un material confiable que puede


ser utilizado como libro de texto. El vínculo entre investigación lingüística
y necesidades de formación de los estudiantes de carreras de humanidades
está claramente ejemplificado en este material que, sin duda, se convertirá
en referencia obligada, en una obra ampliamente recomendada para aquellos
interesados en la pedagogía del género y la alfabetización académica.
Finalmente, no queremos cerrar este espacio sin antes señalar el desafío
que sugieren propuestas de intervención como la aquí reseñada. A pesar de
la cantidad de valiosos trabajos descriptivos orientados a la enseñanza de los
géneros discursivos en español, aún estamos lejos de conocer las tradiciones
disciplinares en muchos de nuestros países. Si bien, las publicaciones dedica-
das a este objetivo pueden servirnos de marco de referencia, lo cierto es que
de ningún modo éstas pueden transferirse de manera íntegra a las diferentes
realidades institucionales y regionales, por lo que el trabajo de adaptación de
los materiales es tarea de aquellos que desean aplicar las herramientas en sus
contextos de formación específicos. Por lo pronto, esperamos que este vacío
estimule la investigación en este y otros temas que se perfilan como relevantes
en el ámbito de la alfabetización académica, a fin de buscar más y mejores
mecanismos para elevar la calidad de la formación de nuestros estudiantes.

María Cristina Castro Azuara


Universidad Autónoma de Tlaxcala
mccastro_a@yahoo.com.mx

Referencias bibliográficas

Bolívar, A. y Beke, R. (comps.) 2011. Lectura y escritura para la investigación.


Caracas: Universidad Central de Venezuela. Consejo de Desarrollo Científico
y Humanístico.
Natale, L. (coord.) 2013. En carrera: escritura y lectura de textos académicos y
profesionales. Buenos Aires: Universidad Nacional de General Sarmiento.
Narvaja de Arnoux, E., Di Stefano, M. y Pereira, C. 2002. La lectura y la escritura
en la Universidad. Buenos Aires: Editorial Universitaria de Buenos Aires.
Nogueira, S. (coord.) 2010. Estrategias de lectura y escritura académicas. Buenos
Aires: Biblos.
Parodi, G. (ed.) 2010. Alfabetización académica y profesional en el siglo XXI: leer y
escribir desde las disciplinas. Santiago de Chile: Ariel/Academia Chilena de
la Lengua.
Swales, J. M. 2004. Research genres. Explorations and applications. Glasgow: Cam-
bridge University Press.
Tolchinsky, L. (coord.) 2013. La escritura académica a través de las disciplinas.
Barcelona: Octaedro.

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