Siguió organizando actividades con los niños los cuales
estaban más entusiasmados y a su vez Francisco también se
sentía mejor y sus estados depresivos desaparecieron.
Siguió organizando actividades con los niños los cuales
estaban más entusiasmados y a su vez Francisco también se
sentía mejor y sus estados depresivos desaparecieron.
Siguió organizando actividades con los niños los cuales
estaban más entusiasmados y a su vez Francisco también se
sentía mejor y sus estados depresivos desaparecieron.
Al momento de retirarse del pabell�n las voluntarias,
Francisco se acerc� a Isabel, la que hab�a dirigido las actividades, para comentar la labor que ellas desarrollaban. Isabel le habl� de las actividades con los ni�os con c�ncer en dicho pabell�n. �stos ni�os permanec�an junto a sus madres largas temporadas mientras reciben tratamiento y las voluntarias les proveen apoyo y momentos de alegr�a, amor, entusiasmo, diversi�n... a veces solicitan la presencia de otras personas para este fin. Francisco pens� r�pido; �l era bueno entusiasmando a otros...al menos lo era con sus clientes...tal vez es diferente con ni�os... hab�a le�do tambi�n sobre los beneficios de la risa y del contacto f�sico en el proceso de curaci�n. Le propuso a Isabel si �l pod�a organizar alguna actividad con los ni�os; a Isabel le agrad� la idea y quedaron en llamarse para coordinar los detalles. Una vez abandon� el hospital, Francisco consigui� a trav�s de la empresa donde trabajaba, un televisor de pantalla gigante y un reproductor de DVD; compr� varias pel�culas infantiles, algunos disfraces y una alfombra grande. Isabel le inform� que los ni�os esperaban la sorpresa que �l les ten�a preparada para el s�bado siguiente. El d�a previsto, Francisco instal� los equipos y junto con Isabel reunieron a los ni�os para ver la pel�cula �Madagascar�, sentados en la alfombra. Todos rieron a carcajadas con las aventuras de los animales del zool�gico llevados al continente africano. Al final de la pel�cula, organiz� una sesi�n de disfraces de animales del film y los ni�os comenzaron a imitar al animal que les pareci� m�s divertido. A medida que los ni�os conocieron m�s a Francisco, �l los tomaba de la mano y los abrazaba a todos. En otra ocasi�n organiz� una reuni�n para que los ni�os hablaran de s� mismos y sus expectativas sobre el futuro. El se limitaba a una escucha emp�tica permaneciendo en silencio y prestando atenci�n a lo que dec�an los ni�os. Sigui� organizando actividades con los ni�os los cuales estaban m�s entusiasmados y a su vez Francisco tambi�n se sent�a mejor y sus estados depresivos desaparecieron. Irene ve�a a su marido con extra�eza, �l ya no le hac�a caso, su mente estaba en otras cosas entre ellas Isabel. Ha pasado alg�n tiempo y la presencia de Irene se hizo cada vez m�s difusa y en su lugar aparec�a Isabel, vestida de azul, siempre sonriente. Hizo nuevas amistades y otras se alejaron; el panorama iba cambiando poco a poco sin darse �l cuenta, su entorno se modificaba y la puerta nunca volvi� a cerrarse.