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UNA MIRADA AL LUGAR SOCIAL, POLÍTICO Y PEDAGÓGICO DEL MAESTRO DE


ESCUELA PÚBLICA.

Norma Aide Niño López


Magister en Educación
Universidad Pedagógica y tecnológica de Colombia
norma1224@gmail.com

RESUMEN

A través de la historia el maestro de escuela se ha convertido en sujeto de constante


reflexión y cuestionamiento, debido a la connotación e importancia que se le atribuye
socialmente, pero también a las intencionalidades de oferta y productividad propias del
modelo neoliberal, que han contribuido a que se generen diferentes discursos y políticas
que de alguna manera inciden en su constitución y en consecuencia en su
representatividad, en razón a esto se pensó en realizar un proceso investigativo para
conocer la percepción que tiene el maestro frente a su lugar social y político-pedagógico
visto desde una mirada socio-crítica y fundamentado en los planteamientos establecidos
por la pedagogía critica en autores como Paulo Freire y Henry Giroux.

ABSTRACT

Through history the school teacher has become the subject of constant reflection and
questioning, because the connotation and significance attached to it socially, but also the
supply and productivity intentions own neoliberal model, which have contributed to
generated different discourses and policies that somehow affect their constitution and
therefore its representativeness, because this is thought to make a research process for
the perception of the teacher in front of their social, political and educational seen from a
socio-critical gaze and approaches based on critical pedagogy established by authors
such as Paulo Freire and Henry Giroux.

INTRODUCCIÓN

El maestro a través del tiempo se ha debatido entre múltiples imaginarios y connotaciones


frente a su labor: Apóstol, porque se sigue vinculando su quehacer como un llamado a
dedicar su vida con el sagrado propósito de velar por las buenas costumbres y los
saberes necesarios para que les permitan a las personas convivir y proyectarse social y
profesionalmente (Álvarez, 1995, p.63); pedagogo, en la medida en que se sigue
reconociendo que la sola vocación no basta, que sus prácticas han de propender a la

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permanente construcción de un saber, que es precisamente el de la pedagogía; de la


mano de lo misional, se sigue entendiendo que lo que el maestro presta es un servicio, el
de velar por el propósito moral y civilizador de la sociedad.

Representaciones que marcan su actuar, pero que en la actualidad se ven


condicionadas pues adquieren una nueva connotación la de funcionario, producto de las
nuevas políticas educativas implementadas para nuestro país, evidentemente
desencadenadas por los intereses de la políticas neoliberales, que de alguna manera
condicionan, instrumentalizan e invisibilizan su labor pedagógica, generándose
interrogantes como ¿cuál es la función que actualmente se le ha asignado al maestro?,
¿hacia qué intereses es proyectada su labor?, ¿Cuáles de estos intereses inciden en su
constitución?, entre otras.

En razón a esto se pensó en indagar sobre la función que actualmente se le ha asignado


al maestro, los intereses que proyectan su labor y específicamente cómo estos intereses
inciden en su constitución, por lo que se desarrolló un proceso investigativo
direccionado a identificar la percepción que el maestro tiene frente a su lugar social y
político- pedagógico, ya que si bien las demandas y exigencias a labor docente
prevalecen, se intuye que en el marco del escenario neoliberal a través de las distintas
reformas que se han suscitado en la educación, estas a su vez determinan de alguna
manera lo que refiere a su constitución, es decir, lo que se hace que el maestro se
reconozca y sea reconocido socialmente como tal.

Aspectos que dieron lugar a establecer tres momentos dentro de la investigación y que
serán descritos dentro de esta ponencia, inicialmente conceptualizar el perfil de maestro
de escuela pública en Colombia desde las políticas neoliberales y la influencia que éstas
ejercen frente a su constitución, seguidamente dar una mirada al lugar social y político-
pedagógico del maestro desde los postulados de la pedagogía critica, pero
específicamente desde los postulados de Paulo Freire y Henry Giroux, la discriminación
tiene que ver con las amplias elaboraciones y construcciones encontradas en sus obras
con relación al maestro como categoría de análisis y por supuesto las correspondientes
enunciaciones concernientes a la escolaridad, para seguidamente realizar un análisis
socio-crítico frente a la percepción que tiene el maestro de su labor desde cada uno de
los escenarios establecidos y a partir de la información obtenida en la aplicación de un
instrumento de indagación en la Institución Educativa Colegio de Sugamuxi de la ciudad
de Sogamoso 78.

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78
Institución educativa ubicada al suroriente de la ciudad, se encuentra conformada por una planta de 79 maestros
distribuidos así: 1 rectora, 3 coordinadores, 1 Psico-orientadora y 74 maestros, para atender a más de 2000 estudiantes,
ubicados en cuatro sedes. Tiene 105 de fundada, convirtiéndose así en una de las pioneras de la educación Sogamoseña,
es de carácter oficial y su modalidad es académica, aunque actualmente está adelantando convenios con el SENA a través
de programas tales como Técnico en sistemas y diseño gráfico.

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REFERENTES TEÓRICOS

CONCEPCIÓN DEL MAESTRO DE ESCUELA PÚBLICA DESDE LAS POLÍTICAS


NEOLIBERALES EN EDUCACIÓN

El maestro ha sido un sujeto sometido a constantes reflexiones y cuestionamientos,


desde un principio su labor ha estado marcada por diversas denominaciones en
consecuencia a las demandas sociales que paulatinamente se le han ido asignando, por
las que se le ha concedido designaciones tales como apóstol, pedagogo, funcionario,
profesional, entre las más representativas, en la actualidad se retorna al apelativo de
funcionario en tanto que su labor es entendida en relación con determinadas prácticas
puntualmente establecidas.

Esta nueva configuración y perfil de maestro, es el producto de las diferentes reformas y


transformaciones que se orientaron a los países denominados del “tercer mundo”,
apelativo que se usó para aquellos países que presentaron desajuste económico y crisis,
es decir, a aquellos en los que el proyecto de “desarrollo” , auspiciado a través de
préstamos, que hasta hoy se conocen como deuda externa, no lleno las expectativas, a
saber, como cita Alberto Martínez Boom, “… crecimiento, racionalización y planificación,
niveles de instrucción y avance tecnológico, ejes que habían sido concebidos como los
pilares para sacar a estos países subdesarrollados de la pobreza, la irracionalidad, la
improvisación, la ignorancia y el atraso”. (Martínez, 2004. p. 176).

Países quienes frente a este desajuste económico se propusieron diversas alternativas,


con el fin de estudiar las causas, enfrentar y solventar la crisis por la que atravesaban;
logrando establecer a la educación como un factor fundamental y prioritario para
incrementar los niveles de competitividad, lo que consolido un paradigma productivo en
educación, influenciado por los grandes emporios económicos y financieros del planeta
como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la Organización Internacional
del Comercio, por citar sólo los más representativos.

Aspectos que conllevaron a un neoliberalismo educativo como afirma Vega Cantor (2011),
donde la educación se convierte en un servicio mercantil, pues se impulsa “la privatización
de la educación, el recorte del gasto público en el sector, el aumento de matrículas, el
subsidio a la demanda, la flexibilización del trabajo docente, el hacinamiento en las
escuelas y universidades públicas, la venta de servicios educativos, el desestimulo a las
familias para que sus hijos no sean matriculados en lo que queda del sistema público, el
impulso a una educación para el trabajo, basada en las competencias laborales…”
aspectos que dan una connotación diferente a la educación, pues como el mismo afirma :
la escuela es una empresa, los rectores son administradores, los profesores son
formadores de capital humano, los estudiantes son usuarios, los padres de familia son
clientes y se exalta la noción gerencial de calidad como resultado de la lógica costo-
beneficio.

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Aspectos que condicionan la escuela, pues esta ya no es un lugar en donde los


individuos se forman culturalmente para la vida, sino que es una empresa del
conocimiento, es decir, su interés está marcado en formar sujetos competitivos ante la
lógica de los mercados y de los empresarios, aspectos que coinciden con el pedagogo
belga Nico Hirt al indicar que lo que significa es “la ambición de instrumentalizar la
enseñanza en beneficio de la competencia económica” (Hirt, 2001. P. 10), más que en
formar sujetos con capacidades críticas, reflexivas, humanísticas capaces de luchar por
sus derechos.

Ante este escenario es evidente que la labor del maestro entra también a ser
conceptualizada y condicionada hacia los mismos intereses economicistas, logrando
instrumentalizar su labor, reduciendo la pedagogía a aspectos prioritariamente didácticos,
basado en técnicas operativas de enseñanza y enfocados simplemente al desarrollo de
una clase, en el cumplimiento de unos estándares y competencias dentro de un
programa establecido y un tiempo determinado, todo esto bajo la perspectiva del eslogan
“educación de calidad”, pero una calidad pensada para el mundo de la producción y no
de la formación.

Elementos que desvirtúan y desligan el carácter e implicancia social de la labor del


maestro, es decir, tal y como lo plantea Freire, “…como ser social e histórico, como ser
pensante, comunicador, transformador, creador, realizador de sueños, capaz de sentir
rabia porque también es capaz de amar” (Freire, 1997, p. 46), que está llamado a
participar, intervenir, e incidir en la constitución social y ético-política de los sujetos que
hacen parte de la sociedad y de realidades susceptibles de ser transformadas, sobre todo
en momentos como los actuales que se encuentran atravesados por la descomposición
de las sociedad y la estructura familiar; así como las abismales brechas sociales que
ponen a las mayorías en un lugar cada vez más distante de las condiciones básicas de
dignidad humana.

Tal vez es evidente que se requiere de una sociedad diferente y la escuela es el lugar
propicio para pensarla, pero se requiere inicialmente de un maestro diferente, que oriente
procesos transformadores, un sujeto alternativo, que experimente, que se atreva a
analizar, criticar, proponer nuevas cosas, un maestro visionado desde la pedagogía
crítica, pues su finalidad esta direccionado a desarrollar pensamiento crítico a descubrir e
indagar sobre las relaciones de dominación que se dan en la sociedad, pues son estas las
que dan forma al mundo social y determinan el lugar que se ocupa en él.

UNA MIRADA AL LUGAR SOCIAL Y POLÍTICO-PEDAGOGICO DEL MAESTRO


DESDE LOS PLANTEAMIENTOS DE LA PEDAGOGÍA CRÍTICA.

Hablar del maestro desde la pedagogía critica requiere inicialmente conocer las
generalidades que la constituyen, pues permite identificar los intereses que marcan esta
propuesta emancipadora, dentro de los cuales esta, poner en diálogo desde sus
enunciados lo político, ético y social, hacia la búsqueda por comprender y proponer
asuntos relacionados con el pensar y hacer educativo. Freire lo expresa “La Pedagogía
Crítica entiende la Pedagogía como una ciencia social, histórica, crítica y por tanto

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práctica, donde el desarrollo permanente o el ‘inacabamiento del ser humano’ constituye


una acción social transformadora (1997, p. 50), quedando sustentado en sus
planteamientos una propuesta liberadora de educación que permita desarrollar y
fortalecer una conciencia crítica ante las problemáticas propias de los contextos sociales,
pero que conduzcan a acciones de cambio y transformación.

Elementos que también hacen parte de los intereses propios del pedagogo Henry Giroux,
pues también se evidencian marcados ideales emancipatorios, conducidos a desafiar la
dominación, la discriminación, la explotación, la opresión; destacando el lugar de
dignificación e intervención que le corresponde al maestro y a sus prácticas frente a las
ideologías tecnocráticas e instrumentales con las que se pretende invisibilizar y reducir su
constitución política y por tanto el saber y la actuación pedagógica.

Considerando el marcado interés de estos dos autores por reflexionar sobre la labor del
maestro se hizo necesario conceptualizarlo desde cada uno de los escenarios a que es
llamado, es decir, a su lugar social y político-pedagógico. Valga aclarar que no se
observaron de manera independiente o desarticulada, ya que se considera que estos
componentes se encuentran vinculados entre sí de manera integral en lo que a su vez se
ha denominado la constitución del maestro.

El maestro como sujeto social

Hablar del lugar social del maestro, implica cuestionar sobre lo que significa ser maestro,
su deber ser, dimensionado en relación a los roles que la sociedad le ha definido, es
decir, los condicionamientos a que ha estado sujeta su labor y específicamente al lugar
que le ha sido asignado tanto por las diferentes políticas educativas impuestas como por
la sociedad misma, aspectos que delinean a un maestro sometido a diferentes
subjetividades y que lo posicionan en un lugar social, al que el Estado, la sociedad, la
familia, le han asignado grandes responsabilidades que ante su ausencia, logran
establecer la ineficiencia de su labor y por ende la desvalorización de la misma.

Ante esta reflexión es necesario realizar cuestionamientos como ¿socialmente la labor


del maestro es importante?, ¿A qué esta llamado el maestro en la sociedad? ¿su perfil es
tan incierto que es imposible reconocerlo? o ¿su imagen se ha desdibujado por las
intencionalidades políticas y económicas a las que está sujeto?, ¿qué piensa el maestro
del lugar social que ocupa actualmente? Interrogantes que permiten indagar sobre cuál
es el lugar social del maestro y bajo que parámetros ha estado condicionado.

Es importante destacar que el lugar social del maestro se encuentra determinado por
diferentes aspectos que marcan su actuar, como es el caso de las políticas neoliberales
que conceptualizan su labor hacia un instrumentalismo generalizado, donde se condiciona
su labor, impidiéndole conceptualizarse de una manera diferente, es decir, como un
sujeto capaz de promover mejores sociedades desde su actuar, como lo plantea Giroux
“un intelectual transformador” que pueda ver la escuela como un lugar de participación,
como lo expresa Giroux (1990):

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Con toda claridad, como intelectual transformativo, el profesor debe comprometerse en


las siguientes tareas: la enseñanza como práctica emancipadora, la creación de escuelas
como esferas públicas democráticas, la recuperación de una comunidad de valores
progresistas compartidos y el fenómeno de un discurso público común unido a
imperativos democráticos de igualdad y justicia social. (p. 20)

Para Giroux los maestros deben enfocar su labor más hacia un análisis crítico sobre lo
que vienen desarrollando, con el fin de comprender de qué manera todas estas
estructuras han repercutido en su accionar e influenciado para la construcción de
sociedades dóciles, pacientes, hegemónicas, que lo que buscan es mantener las
instituciones en un statu quo frente a las personas que ostentan el poder.

Vale la pena destacar que el lugar social del maestro está determinado no solamente por
el quehacer, sino por la percepción que tiene de sí mismo y de su labor, aspectos que de
alguna manera determinan su forma de percibir la educación y por ende su manera de
actuar frente a la labor que desarrollan. En razón a esto las preguntas que se otorgaron
dentro del instrumento de indagación en este componente, estuvieron ligadas identificar
tanto la percepción externa (el reconocimiento que el maestro lee acerca de cómo es
asumida su labor socialmente), como interna (en tanto cómo se percibe a sí mismo en
términos de las implicancias o efectos que estima sobre los alcances de su labor entre los
sujetos y en contexto).

El maestro como sujeto político-pedagógico

Abordar al maestro desde esta perspectiva implica reconocer inicialmente sobre su


incidencia en la transformación de sociedades, su importancia dentro del entramado
social, su condición especial como sujeto de saber y de poder, capaz de protagonizar
procesos significativos que posibiliten transformaciones dentro del sistema educativo,
político y social; como lo afirma Giroux “el intelectual es algo más que una persona de
letras, o un productor y transmisor de ideas. Los intelectuales también son mediadores,
legitimadores, y productores de ideas y prácticas sociales; la función que desempeñan es
eminentemente política”( 1990 p. 201)

Es desde aquí desde donde se puede pensar al maestro como sujeto político, un sujeto
capaz de reflexionar sobre su actuar, el actuar del otro, pero no solo con la posibilidad de
reflexión y análisis, sino de acción sobre la defensa y construcción de lo público, de
realizar una crítica y cuestionar sobre los diferentes elementos de imposición a que se ve
expuesto, de incidir en el posicionamiento y reconocimiento como sujeto social, capaz de
intervenir en el desarrollo de las políticas que se establecen, que asume una posición
frente a las cosas y una explicación de las mismas.

Entender al maestro como sujeto político implica también reconocer que este tiene un
saber y poder específico, capaz de generar discursos y acciones hacia la transformación
de realidades, pero estos procesos no pueden estar generados simplemente desde el
individualismo sino desde el acompañamiento y solidaridad de otros, desde el colectivo,
como diría Ortega, peñuela y López “el papel del maestro como intelectuales no solo

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tiene que ver con la apropiación de un saber o la elaboración teórica y su reflexión, sino
que además debe combinarlo con la acción, buscando luchar contra las injusticias y
convertirse en un actor crítico y transformador de las condiciones de opresión y
explotación” (2009,p.94)

Con esta apreciación se puede definir que el maestro no puede estar comprometido
solamente con la causa académica, sino que esta debe estar interconectada con una
función social, en este sentido, afirma Giroux “las escuelas no pueden continuar
pensando que las cosas pueden mejorar elevando las puntuaciones en matemáticas y
español, aunque es necesario no es lo fundamental; la preocupación debe estar enfocada
en el problema educativo, enseñar a los estudiantes a pensar críticamente a afirmar sus
propias experiencias y a comprender la necesidad de luchar individual y colectivamente
por una sociedad más justa.” (1997 p.49)

En razón a los planteamientos hechos por Freire y Giroux al considerar pedagogía tiene
una naturaleza política y que en sí la práctica pedagógica es una práctica política en sí
misma, se generaron cuestionamientos dentro del instrumento de indagación en relación
a preguntas tales como ¿para qué educamos? ¿a favor de qué? ¿En contra de quién?
¿En defensa de qué intereses?, aspectos que de alguna manera conceptualizan el sentir
del maestro frente a su lugar político- pedagógico que reflejan la incidencia de las
políticas neoliberales en su constitución.

ENFOQUE METODOLOGICO DE LA INVESTIGACIÓN

Considerando el interés investigativo que se pretendió alcanzar, como fue conocer la


percepción que el maestro tiene de su profesión, se desarrolló un proceso investigativo
bajo un enfoque cualitativo, con un análisis socio-critico, ya que esta línea investigativa
se caracteriza por utilizar la crítica como análisis y reflexión sobre circunstancias sociales,
es decir, su objeto de estudio son los individuos y como estos se relacionan con su
contexto social, donde la realidad es entendida como un problema que busca revelar sus
causas, pero no se queda solamente en una interpretación de los hechos propuestos por
el investigador, sino que genera conocimientos útiles para que los individuos actúen como
agentes de cambio, como lo expresa Alvarado, García

La teoría crítica no sólo es crítica en el sentido de manifestar un público desacuerdo con


las disposiciones sociales contemporáneas, sino también en el sentido de desenmascarar
o descifrar los procesos históricos que han distorsionado sistemáticamente los
significados subjetivos. Además, propicia la comunicación horizontal para que los sujetos
integrantes del grupo puedan prever y aplicar posibles opciones para superar las
dificultades que les afectan, dominan u oprimen. ( 2008)

Para este caso y en razón a objeto de estudio los maestros de escuela pública, se usó
como instrumento de indagación una encuesta a sesenta maestros pertenecientes a la
Institución Educativa Colegio Sugamuxi, regidos por los dos estatutos 1278 de 2002 y
2277 de 1979, cuestionario diseñado con preguntas cerradas que permitieron recoger
las diversas conceptualizaciones que puede tener el maestro en torno a las principales

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categorías desde la que ha sido abordado el trabajo, el maestro como sujeto social y
político- pedagógico.

El análisis se realizó siguiendo una ruta específica, descripción, interpretación y


evaluación; inicialmente se hace una presentación del aspecto indagado, seguidamente
se muestra un análisis estadístico frente al concepto preguntado y el contraste entre lo
que contestaron los docentes tanto del estatuto 2277 como los del 1278, para finalmente
realizar un análisis integral de acuerdo al marco teórico establecido, arrojando los
siguientes resultados.

RESULTADOS

Dentro del proceso investigativo se encontraron aspectos interesantes que reconocer


como: la predominante determinación de identidad frente a su labor, aunque evidenciada
más hacia el reconocimiento de su labor como aspecto de entrega, vocación y de sentir
gusto por lo que hace, que como el sujeto pensante de su labor capaz de transformar
sociedades, en beneficio de un mejor país.

Otro aspecto de gran relevancia encontrado se refiere a la percepción que tiene el


maestro frente a su función, pues no se evidencia unificación de criterios en su labor, para
algunos su interés radica en una educación más humanista, por el contrario para otros su
interés radica en el fortalecimiento del mercado laboral, lo que demuestra que no existe
claridad en el maestro, lo que la educación persigue frente a la formación de
sociedades, como también el impacto de las nuevas políticas en la constitución del “nuevo
maestro”, pues en razón a esto la percepción de su labor guarda indudablemente nuevas
significaciones; es importante reconocer que existe en un buen porcentaje de maestros el
desconocimiento frete a los intereses de la política neoliberal, las reformas educativas, la
despedagogización de la escuela y la desprofesionalización del maestro, aspectos que
validan con el comportamiento que asumen frente a su labor, pues ante ese
desconocimiento son fácilmente permeados por esta influencias al punto de justificarlas
dentro de su desempeño.

Otro de los hallazgos hace referencia a la labor que realiza actualmente el maestro, donde
se evidencio que se encuentra en un lugar desmotivante, pues se le exige mucho al
maestro pero su reconocimiento frente a la labor que desarrolla es cada vez menor,
aspecto evidenciado no solo frente a la baja retribución económica por su oficio, sino a la
falta de reconocimiento profesional, pues se percibe con notable claridad que las
condiciones de su labor afectan su desempeño. Sin embargo, vale la pena resaltar que a
pesar de lo difícil de las condiciones en las que se encuentra actualmente el maestro, es
notorio el reconocimiento que hacen de su labor y la importancia que tiene para alcanzar
procesos de transformación y cambio en la sociedad, pues no solo valoran la importancia
de su profesión, sino que también coexiste una atención ético-política y un

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pronunciamiento de significación social y cultural a su quehacer, pues consideran que su


ingreso y permanencia en ella radica en el gusto y la vocación por lo que hacen.

CONCLUSIONES

Frente al proceso investigativo es importante destacar que se logró rastrear la incidencia


de la política neoliberal en las diferentes reformas educativas establecidas para el país, su
incidencia frente a su lugar social, político-pedagógico del maestro, también se logró
caracterizar el perfil de maestro que se encuentra desempeñándose en este lugar, no
solamente de manera general, sino desde la visión que cada grupo de maestros tiene
según el estatuto que lo rige (2277 del 1979 y 1278 del 2002), aspecto que no solo
permitieron lograr conocer las coincidencias que marcan su actuar sino las diferencias
que se posibilitan, pues se evidencia en varios aspectos una marcado contraste frente a
la percepción de su labor, lo que deja ver que la implementación del nuevo estatuto
configura un perfil de maestro diferente, aspectos que indudablemente afectan su
desempeño laboral como docentes en la actualidad.

También es importante destacar que el análisis de los postulados de la pedagogía crítica


en autores como Paulo Freire y Henry Giroux permitieron conocer un modelo
contestatario de las políticas neoliberales se convierte en esa oportunidad contrarrestar y
promover una visión transformadora de la sociedad, pero que de la educación también
depende el continuar oprimidos o buscar elementos de fuga para la liberación.

Para finalizar, es importante destacar que la pedagogía critica, en autores como Paulo
Freire y Henry Giroux, conecta el pensamiento de mucha gente que está inconforme con
la situación política y educativa. Es por esto que textos como la Pedagogía de la
autonomía, pedagogía del oprimido, cartas a quien pretende enseñar, los maestros como
intelectuales, teoría y resistencia en educación, pedagogía y política de la esperanza,
deberían formar parte de las lecturas de todo maestro, porque indudablemente aportan
nuevas ideas acerca de la formación del maestro y contestan de forma crítica y
propositiva frente a los discursos que las políticas y reformas en educación
fundamentados en la puesta político-económica neoliberal se han tomado por su cuenta.

BIBLIOGRAFIA

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escuela. Bogotá, Colombia: Cooperativa Editorial Magisterio

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Bogotá, Colombia: Editorial el Buho.

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11 N 2 PP. 232- 489, recuperado de
http://www.geopolitica.ws/article/contrarreforma-educativa-en-colombia-
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