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1.

Reconstruya la argumentación aristotélica a propósito la felicidad, y analice su


relación con la virtud, con el placer, con el azar y con los bienes exteriores.
2. “Es, por tanto, la virtud un modo de ser selectivo, siendo un término medio
relativo a nosotros, determinado por la razón y por aquello que decidiría el
hombre prudente.” (Aristóteles, EN, II, §6). Explique el sentido de esta
definición a la luz de la argumentación que Aristóteles despliega en el libro II de
la Ética Nicomáquea.

1 Para Aristoteles la vida del hombre es una sucesión de actividades, las cuales no son
ni azarosas ni están determinadas de manera innata, sino mas bien que, siempre, están
siendo direccionadas (pensadas) a un “algo” que las motiva. Este “algo” es considerado
“el fin en sí” de la vida misma y es, según Aristoteles, alcanzar la felicidad. Cabe
aclarar que cada actividad es un fin en sí mismo, pero la felicidad es, entonces, el “fin
en sí mismo” el “bien supremo” de aquellos fines. De la idea de que las actividades
humanas no están previamente determinadas ni se dan porque sí, se puede deducir que
es el mismo hombre el que las impulsa, el que las origina; y es desde esta nocion del
hombre como motivador y orientador de sus acciones como Aristoteles introduce la
nocion de placer entendiéndolo como aquella emoción a la cual el hombre dirige todos
sus actos, pero no de manera desmedida, excesiva sino de manera prudente, razonable y,
colocando a esta prudencia en el umbral de lo virtuoso. Esta característica de lo virtuoso
es una capacidad que poseen los hombres en su interior, no de manera innata sino
justamente todo lo contrario; la virtud como algo que se realiza en la práctica, que se
vuelve hábito, la virtud (virtud ética) como una “costumbre”. Ahora bien este hombre
que actúa persiguiendo ese fin ultimo que es la felicidad no es un hombre individual en
tanto aislado sino que está inmerso en un “nosotros”, influido por un “nosotros”, por
ende además de alimentar el alma (lo subjetivo) el hombre debe poder mostrar
equilibrio y actuar de manera ecuánime, sin verse perturbado antes las situaciones que
ese “afuera” pueda presentarle, sobre todo cuando estas cuestiones del azar puedan
devenir en mala fortuna. Por esto es que Aristóteles pondera entre las virtudes a la
amistad como el bien exterior mas importante en la vida del hombre ya que el hombre
virtuoso se relaciona con hombres virtuosos lo que es lo mismo que decir que el hombre
de bien busca tener de amigo al hombre de bien.

2. La virtud se entiende como un hábito, es decir una práctica, una sucesión de


actividades que se transforman en costumbre. Estas actividades en el hombre
están, a la vez, atravesadas por afectos y capacidades. Es en estas dos últimas
cuestiones en donde Aristóteles hace hincapié en la importancia fundamental de
hallar el punto medio entre los dos extremos posibles tanto en el plano de las
emociones como en el de las acciones que aquellas motivan. Este punto medio
es entendido como una moderación en el plano de los afectos ya que ningún
hombre podrá ser bueno (virtuoso) en tanto caiga en excesos o defectos, sino
mas bien en tanto que su subjetividad se sostenga en un equilibrio constante. Lo
mismo ocurre con las acciones con la diferencia que aquí lo virtuoso, lo bueno,
la medianía se da en el plano de lo conveniente; donde conveniente significa
aquello que está dado por una razon intersubjetiva en tanto cada hombre esta
inmerso en un nosotros que lo excede. Se puede decir entonces que la virtud se
alcanza cuando el hombre dirige (en elección libre) todos sus actos en función
de lo que esa virtud requiere

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