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2.- A través de las nociones de estado fallidos e intervención humanitaria y de la expansión de las
misiones de mantenimiento de paz, parece perseguir la recolonización de sectores de que se solia
llamar tercer mundo.
Busca un mayor control de las grandes potencias sobre regionales crónicamente inestables y sobre
los recursos naturales de la periferia.
4.- IDEOLOGIAS
La ideología del orden internacional de 1945 era un hibrido basado en la fe en el
crecimiento económico y la justicia social, vinculado con el desarrollo en el sur y con el
estado de bienestar en el norte.
La apertura económica de China e India y el derrumbamiento del bloque soviético el libre
mercado se extendió por el mundo y un nuevo liberalismo creo la ideología de la
globalización.
El globalismo presentó la universalización del capitalismo y la profundización de la
interdependencia como un proceso natural, inédito e irreversible.
EEUU desde hace unos pocos años ha habido un vuelco de la opinión del público en
materias económicas, afligido por problemas salariales y de empleo, que ha llevado a los
demócratas, primero, a controlar el Congreso y, luego, alcanzar la presidencia con Obama,
expresando serios cuestionamientos a los arreglos de libre comercio.
A partir de los años 1990, fueron insinuándose dos nuevos fenómenos ideológicos, uno
relacionado con un supuesto incipiente proceso de gobernanza global y otro con los
llamados “estados fallidos”, la intervención humanitaria y la transformación de las
misiones multilaterales de mantenimiento de la paz.
Existen series de movimientos antiglobalización, lo cuestionan como un designio
antidemocrático de dominación planetaria de los dirigentes políticos de las grandes
potencias económicas y de grandes empresas y grupos empresariales.
ESTADOS FALLIDOS, sin estados que habrían fracasado en consolidar el poder político
dentro de sus territorios, gobiernos débiles o inexistentes, aparecen como incapaces de
controlar la violencia y el desorden.
CUASI ESTADOS, que recibieron una independencia prematura por la descolonización,
adquiriendo estadidad jurídica más no política.
¿Se adaptarán India y especialmente China a las estructuras y reglas de juego existentes
optando simplemente por negociar algunos cambios o buscarán en un mediano plazo que el
orden internacional se adecúe a sus distintivos intereses y valores?
Japón no ha tenido en los últimos cincuenta años un estatus de potencia, por las
limitaciones de su poder militar.
China proporciona ayuda actualmente a los países africanos ricos en recursos naturales.
Brasil optó a partir de fines de los 80 por una ruta de ascenso al primer círculo
internacional, fortaleciendo su rol de potencia regional a través de un eje comercial con
Argentina en el Mercosur.
Brasil al igual que China e India, ha delimitado su ascenso en el estilo más o menos inocuo
de una potencia comercial y trata de evitar desentendimientos ostensibles con
Washington.
Si la iniciativa brasileña lograra eventualmente suficiente apoyo político podría no solo
constituir un espaldarazo para Brasil sino también tornar finalmente viables los intentos
de integración regional, echando las bases por primera vez de un genuino regionalismo
sudamericano.
El nuevo orden que se estableció a partir de 1945 trajo una redefinición de Europa,
ascendiéndola en un bloque oriental y otro occidental. Fue el núcleo de un mundo dividido
a consecuencias del antagonismo de las superpotencias.
El establecimiento de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) de las Naciones
Unidas, en 1948, llevó adelante un proceso de construcción de una identidad
latinoamericana asentada en comunes necesidades y expectativas de desarrollo
económico
América Latina, es decir México, América Central, Sudamérica y posteriormente el Caribe,
se iniciaron en el orden de la guerra fría como un conjunto de países bajo la influencia de
Washington que, por sus antecedentes económicos, políticos y culturales, mostraban
mejores perspectivas de desarrollo que los países asiáticos y africanos.
Con el quiebre del orden de la Guerra Fría, Europa volvió a transformarse, extendiéndose
al este a través de la ampliación de una atrayente identidad comunitaria.
el África, el continente que las grandes potencias occidentales acostumbran a considerar
como una vasta constelación de estados fallidos, sin duda adquirirá nuevas dimensiones
internas y externas debido al espectacular incremento de la influencia de China e India en
pos de los recursos naturales del continente.
Detrás de la apariencia de conflictos incomprensibles, de desastres humanitarios, de
dramáticas misiones de paz, se irá revelando una nueva lucha por los recursos del Africa
en la que Estados Unidos y las antiguas metrópolis intentan frenar y revertir la ofensiva de
Beijing y Delhi por seducir países y controlar recursos que las potencias occidentales, en su
momento, no supieron valorar ni aprovechar.