En el mundo musical existen diferentes tipos de músicos, todos ellos
avanzando de diferente manera, probablemente con objetivos similares pero con tiempos de vida distintos. Todos ellos con un mismo objetivo, expresar un Arte. Avanzado a nuestras posibilidades, muchas de ellas de manera correcta y muchas veces de manera incorrecta, lo cierto es que podemos pasar años sin darnos cuenta verdaderamente, de que lo que estamos haciendo musicalmente o que nuestra manera o forma de estudio está mal. Nos damos cuenta, cuando llevamos años intentando avanzar y no podemos terminar piezas, no podemos sacar piezas de grados más avanzado o simplemente llega una persona que nos dice que estamos estudiando mal o que nuestra ejecución no es la correcta, ese es el momento que hay que tomar atención en lo que está pasando. Y ver si volteamos atrás o simplemente lo dejamos de lado y nos quedamos en el intento. En mi caso me llego a suceder y aceptar la crítica de mi profesora comentándome que mee volví un músico Toca notas, es triste escuchar eso la verdad ya que te vuelves un robot que programa movimientos y después los reproduce, que triste es ver un instrumento musical carente de emociones. Pero la verdad es que si pasa eso. Y entonces te das cuenta que te alejas de el sentir y transmitir. Es bonito descubrir la forma de transmitir nuestro arte y creo que tienen que pasar varios años para que te des cuenta de que es lo que verdaderamente quieres y que buscas. El encontrarse con sí mismo para así poder cambiar los malos hábitos, claro que debe de haber un buen soporte que refuerce todo este gran pilar. Un guía que nos muestre por donde pueden ser los pasos que nos guie en este infinito camino musical. La verdad es que alguna vez platicando con un amigo llegamos a la conclusión de que “cada música avanza a sus posibilidades”, esta frase se me quedo en mi ser, me libero de querer competir contra otros compañeros, me dio el deseo de compartir mis conocimientos y nunca compararme con nadie más.