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Red Voltaire

Estados Unidos viola el derecho


internacional con su intento de
golpe de Estado contra Venezuela
por Amy Goodman

RED VOLTAIRE | NUEVA YORK (EE.UU.) | 23 DE FEBRERO DE 2019

FRANÇAIS 

A
my Goodman: En momentos en que el  presidente Trump
anuncia que Estados  Unidos reconoce al jefe  de la oposición
Juan Guaidó como nuevo presidente de Venezuela, el Presidente
en  ejercicio Nicolás Maduro, rompe las relaciones con Estados  Unidos.
Interrogamos a un ex  experto independiente de la  ONU cuya  convicción
es que Estados  Unidos está organizando un golpe de  Estado
en Venezuela.

Alfred de Zayas, quien estuvo en Venezuela como representante de


la  ONU en  2017, declara: «Los medios de difusión masiva han sido
cómplices de este intento de golpe de  Estado. […] Eso  recuerda los
preparativos de la invasión contra Irak, en 2003.»
Interrogamos también a Miguel Tinker Salas, profesor en el Pomona
College y autor de The  Enduring Legacy: Oil, Culture and Society
in Venezuela [“La  herencia duradera: el petróleo, la cultura y la sociedad
en  Venezuela”] y de Venezuela: What Everyone Needs to  Know
[“Venezuela: Lo que todo el mundo debe saber”].

Así que seguimos conversando sobre la situación en Venezuela. ¿Es un


golpe de Estado?

Alfred de Zayas se une a nosotros desde Ginebra. Estuvo en Venezuela


en  2017, enviado por las Naciones Unidas. Era entonces el Experto
Independiente de la  ONU para la Promoción de un Orden Internacional
Democrático y Equitativo. Y sigue con nosotros Miguel Tinker Salas del
Pomona College, en California.

Alfred de Zayas, bienvenido a Democracy  Now! Háblenos de lo  que


sucede actualmente en Venezuela. ¿Estamos viendo un golpe de Estado?

Alfred de Zayas: Primeramente, Amy, es para mí un honor participar en


su programa. Apoyo todo lo  que acaba de decir mi colega, el  profesor
Tinker Salas, un experto en la materia.

En cuanto al golpe de Estado, no  se trata de un golpe de  Estado


consumado. Es un intento de golpe de Estado. Todos creemos en la
democracia. Esta programa se  llama Democracy  Now! No  hay nada más
antidemocrático que un golpe de Estado y el boicot de elecciones.

Como ustedes saben, desde la elección de Chávez –en 1998– ha habido


26 o 27 elecciones en Venezuela. Por consiguiente, si usted quiere jugar el
juego, usted debe participar en las elecciones. Y si la oposición se niega a
participar en las elecciones, entonces es  responsable de la situación
provocada.

Por otro lado, quiero apoyar las declaraciones del secretario general [de
la  ONU] Antonio Guterres llamando al diálogo. He respaldado mucho la
mediación que realizó –de 2016 a  2018– José Luis Rodríguez Zapatero,
ex primer ministro español. Su mediación había llevado a un compromiso
razonable. El acuerdo estaba encima de la mesa, listo para la firma. En el
último momento, el 6 de febrero de 2018, [el jefe de la oposición] Julio
Borges se negó a firmarlo.

Amy Goodman: ¿Se trata entonces de un golpe de Estado?

Alfred de Zayas: Es sólo una cuestión de semántica. Estamos ante una


situación inconstitucional, donde el legislador usurpa competencias que
pertenecen al ejecutivo y a la justicia. El  poder judicial ya declaró que
todos los actos y declaraciones de la Asamblea Nacional son
inconstitucionales.

Yo no soy un estudioso de la Constitución de Venezuela pero, cuando


estuve en ese país, en noviembre de  2017, pude hablar con todos los
diferentes actores, con miembros de la Asamblea Nacional, de la Cámara
de Comercio, con PROVEA  [1], Amnistía International, Human  Rights
Watch, con el representante local de la  OEA, etc. y, por  supuesto, con
todos los ministros.

La función de un relator no  es hacer demagogia. La  función de un


relator no es denunciar ni condenar. La función de un relator es escuchar,
estudiar después toda la  documentación pertinente y lograr
proposiciones constructivas, proposiciones que formulé en el informe
que  presenté al Consejo de Derechos Humanos, el 10 de septiembre
de  2018. En ese informe formulé numerosas recomendaciones y
el gobierno ya puso en práctica cierta cantidad de esas recomendaciones
poco después de mi visita –porque también entregué al ministro de
Exteriores de  Venezuela, el señor Arreaza, una nota confidencial de
6  páginas antes de irme. Mi  informe reflejaba parte de esas
recomendaciones.

Mi preocupación, y creo que es también la de todos los que creemos en


la democracia y en el predominio del derecho, es calmar los  ánimos, es
evitar una guerra civil.

Una cosa que dije a los diputados de la oposición fue: ustedes


no  pueden simplemente derrocar el  gobierno y Maduro no  va
simplemente a abandonar su función.
Voy a explicar lo  que quiero decir: hay 7, 8 o 9  millones de chavistas
comprometidos y ustedes tienen que tenerlos en  cuenta. ¿Qué harán
ustedes derrocando el gobierno con un golpe de Estado? ¿Qué harán con
toda esa gente? Ellos, probablemente van a luchar. No  queremos que
haya combates. No  queremos derramamiento de sangre.
Por consiguiente, la única vía lógica es hoy llamar al diálogo. Y yo espero
que el Vaticano, México y Uruguay van a mostrar el camino.

Amy Goodman: ¿Cuál es el papel tienen los medios en lo  que está
sucediendo en Venezuela? Si  miramos los canales de televisión de
Estados Unidos –no hablo sólo de Fox News, hablo también de CNN y de
MSNBC–, si usted los ve con regularidad no tiene idea alguna de lo que
realmente sucede.

Alfred de Zayas: Sí, es verdad.

Amy Goodman: Lo que sucede muestra el nivel de implicación de


Estados  Unidos, hasta este video que el vicepresidente [Mike] Pence
difundió justo  antes de que Juan Guaidó anunciara en plena  calle que
se  proclamaba presidente, él, el jefe de la Asamblea Nacional, el
equivalente de Nancy Pelosi.

Alfred de Zayas: Los grandes medios de difusión han sido cómplices en


este intento de golpe de  Estado. Los  medios de difusión masiva han
creado, mediante gran cantidad de noticias falsas, una atmósfera para que
el  público acepte ese cambio de régimen que Estados  Unidos impone
al  pueblo de  Venezuela, porque a fin de cuentas se  supone que es en
interés de los venezolanos.

Eso nos recuerda el periodo que precedió la invasión de 2003


contra Irak. Los medios masivos de difusión apoyaron todas las mentiras y
manipulaciones de George W. Bush y Tony Blair para convencer al mundo
de  que Saddam Hussein tenía armas de destrucción masiva. Y con ese
subterfugio se  engañó a la opinión pública mundial para invadir Irak y
eliminar su gobierno por la fuerza. Pero, de hecho, aquello no fue sólo un
crimen de agresión, una guerra ilegal, como el ex  secretario general [de
la ONU] lo explicó en más de una ocasión.

Aquello fue una revuelta de 43  Estados, la «coalición de voluntarios»,


contra el derecho internacional. Si hay un principio claramente expresado
en la Carta de la  ONU, que es el jus  cogens, que es el derecho
internacional imperativo, ese principio es la prohibición del uso de la
fuerza. Y aquel ataque contra  Irak fue perpetrado por 43  Estados, todos
cómplices, violando todas las reglas del derecho internacional.

Y aquellos hechos estuvieron precedidos por toda una campaña


mediática, un océano de mentiras y de verdades a  medias –similar a
lo que pasó con Libia, con Siria y ahora con Venezuela.

Hace años que venimos observando, en efecto, una campaña mediática


contra Venezuela. Y yo conozco la situación particularmente bien porque,
antes de viajar a ese país, tuve que leer todos los informes –no sólo lo que
publicaban el Washington Post y el New  York Times– sino también
los  informes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, de
Amnistía Internacional, de Human Rights Watch, etc., que insinuaban que
había una crisis humanitaria en Venezuela.

Cuando fui a Venezuela aproveché nuevamente la oportunidad para


entrevistar a representantes de Amnistía Internacional, de PROVEA y de
otras ONGs de la oposición y también estudié y comparé los documentos,
analicé las estadísticas, etc.

En aquella época no había ciertamente ninguna  crisis humanitaria.


Es cierto que había hambre, había zozobra [2], como se dice en español.
Había sufrimiento, había malnutrición, etc. Pero no se trata de decir sólo
que hay una crisis económica. Eso no es lo fundamental. Lo fundamental
es saber cuáles son las causas de esa llamada «crisis humanitaria». Y
los  que ahora dicen querer resolver la crisis humanitaria son en  parte
los mismos que la provocaron.

Existe un principio del derecho internacional llamado ex  injuria


non  oritur jus [“el  derecho no  puede nacer de un hecho ilícito”].
Por lo tanto hay que impedirles exigir un cambio de régimen ya que son
ellos  mismos quienes agravan la situación, causada inicialmente por la
caída dramática de los precios del petróleo.

Yo quiero referirme a la profesora Pasqualina Curcio, de la Universidad


de Caracas. Cuando estuve allí tuve la oportunidad de reunirme con  ella
durante varias horas. La profesora Pasqualina Curcio ha publicado un libro
titulado The Visible Hand of the Market [“La mano visible del mercado”].

Es un libro que informa sobre el bloqueo financiero, sobre toda la


compleja guerra económica contra  Venezuela, recordando la guerra
económica desatada [en  Chile] contra  Salvador Allende. Y lo  interesante
es que, después de 3 años de guerra económica contra Allende, sin lograr
derrocarlo, tuvieron que organizar el golpe de Estado del general Augusto
Pinochet, que impuso al pueblo chileno 17 años de dictadura.

Nosotros tendríamos que preguntarnos: ¿Queremos un golpe de Estado


en Venezuela? ¿Qué legitimidad tendría un gobierno de Guiadó? Como ya
dije, en  Venezuela ha habido 26 o 27 elecciones desde  1998. Y
el  presidente Jimmy Carter y el Carter  Center estuvieron varias  veces
en  Venezuela para vigilar esas elecciones. Carter tenía una opinión
muy buena del sistema y de las garantías de las elecciones en Venezuela.

Por lo tanto, si la oposición se  considera verdaderamente democrática


debe jugar el juego democrático y participar en las elecciones. Pero en
estos últimos años han optado por boicotear las elecciones.

Otra cosa más que me parece importante mencionar es que los medios
masivos de difusión siempre han presentado a la oposición como
manifestantes pacíficos. ¡Esa no es la verdad!

Existen gran cantidad de videos y fotos de los actos de violencia


perpetrados por las llamadas «guarimbas» [3] en Venezuela desde 2014 y
principalmente en  2017. En  Venezuela entrevisté no  sólo a víctimas de
brutalidad policial sino también a víctimas de las guarimbas –personas
que simplemente trataban ir del punto A al punto B, y que se encontraban
alguna vía bloqueada y eran asesinadas o gravemente heridas o
quemadas. Yo interrogué a esas personas cuando estuve allá.

Por lo tanto tengo que decir audiatur et altera pars, “escuchemos a los


dos bandos” y no nos concentremos –como hacen los medios masivos de
difusión en Estados  Unidos– sólo en los argumentos de la oposición.
También hay que tener en cuenta a los 7, 8 o 9 millones de venezolanos,
que son seres humanos con derechos democráticos y que han expresado
esos derechos democráticos en las  urnas. Ustedes simplemente
no pueden ignorar a esas personas.

Amy Goodman: Voy a dar la última intervención a Miguel Tinker Salas.

¿Cómo va a evolucionar la situación? ¿Qué  cree usted? En  el pasado


ya vimos que casi hubo un golpe de Estado contra el Presidente Chávez.
El  ejército se lo  llevó, fue  liberado. Lo  mismo sucedió en  Ecuador
con  [el  Presidente] Correa, que también pudo liberarse y mantenerse
como Presidente.

Por otro lado, también tenemos el caso del Presidente Aristide, en Haití,
con vínculos comprobados entre Estados Unidos y el golpe de Estado. Y
el  caso del Presidente Zelaya, en  Honduras, que también fue forzado a
dejar su cargo. No pudo quedarse en el poder.

¿Qué piensa usted que va a suceder, profesor Tinker Salas?

Miguel Tinker Salas: Pienso que parte de lo  que Estados  Unidos y la
oposición están tratando de hacer es ver si hay fallas fundamentales en el
seno del ejército que puedan facilitar su estrategia. Eso también podría
llevar a un golpe de Estado.

En mi opinión eso no sería la mejor solución para Venezuela. Insisto en


el  hecho que si  seguimos reforzando esta política de la cuerda floja,
corremos el peligro de exacerbar esta crisis y esta violencia obscena.
Pienso que tendríamos que tratar de evitar la violencia. Pienso que
la mejor solución consiste en encontrar un proceso que permita negociar
y conversar.
Podemos intentar dialogar con la cabeza fría, aceptando la  existencia
del  otro. Porque si hay elecciones mañana y si  gana el  gobierno,
la oposición no va a reconocerlo. Y si gana la oposición, los partidarios del
chavismo no  la reconocerán. Es un callejón sin  salida. Tenemos que
eliminar esos obstáculos y desarrollar soluciones con las  cuales, a
largo  plazo, los  venezolanos podrán aceptar la  presencia del  otro en la
sociedad, reconocer cada  cual la  humanidad del  otro y hallar mediante
el diálogo una solución pacífica a esta crisis.

Amy Goodman

[1] Siglas de Programa Venezolano de Educación-Acción en derechos humanos.

[2] En español en el texto.

[3] Las guarimbas eran manifestaciones violentas orquestadas contra el gobierno del Presidente Nicolás
Maduro después de las elecciones cuyos resultados fueron rechazados por la oposición.

Fuente : «Estados Unidos viola el derecho internacional con su intento de golpe de Estado
contra Venezuela», por Amy Goodman, Red Voltaire , 23 de febrero de 2019,
www.voltairenet.org/article205300.html

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