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2006/05-2
Guía de Práctica
Clínica sobre
la Esquizofrenia
y el Trastorno
Psicótico Incipiente
P.V.P.: 6 €
NOTA:
Versión resumida
www.msc.es
Guía de Práctica
Clínica sobre liz
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la Esquizofrenia te
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Versión resumida
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tra GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS
an
H MINISTERIO DE SANIDAD Y CONSUMO
.
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est
Esta Guía de Práctica Clínica es una ayuda para la toma de decisiones en la atención sanitaria. No es de y
obligado cumplimiento ni sustituye el juicio clínico del personal sanitario.
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5
Edición: e
d 1ª edición mayo 2009
ás
© Ministerio de Sanidad y Consumo
m
d o© Agència d’Avaluació de Tecnologia i Recerca Mèdiques
i
rr Fòrum de Salut Mental
©
c u Edita: Agència d’Avaluació de Tecnologia i Recerca Mèdiques de Cataluña
ns
tra
Roc Boronat, 81-95 08005 Barcelona
an
NIPO: 477-08-021-2
H ISBN: 978-84-393-8089-4
Depósito Legal: B-29.494-2009
Imprime: Milenio Manipulados
.
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est
y
Esta Guía de Práctica Clínica ha sido financiada mediante el
a
convenio suscrito por el Instituto decSalud Carlos III, orga-
ni
nismo autónomo del Ministerio delí Sanidad y Consumo, y la
C
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Agència d’Avaluació de Tecnologia i Recerca Mèdiques de
Cataluña, en el marco deccolaboración previsto en el Plan de
r á
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Calidad para el Sistema Nacional de Salud.
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de
Esta guía debe citarse:
ás
Grupo de trabajo de la Guía de Práctica Clínica sobre la esquizofrenia y el trastorno psicótico incipiente.
m
o
Fòrum de Salut Mental, coordinación. Guía de Práctica Clínica sobre la esquizofrenia y el trastorno psicótico
rr id incipiente [Versión resumida]. Madrid: Plan de Calidad para el Sistema Nacional de Salud del Ministerio de
cu Sanidad y Consumo. Agència d’Avaluació de Tecnologia i Recerca Mèdiques; 2009. Guía de Práctica Clínica:
ns
tra
AATRM. Nº 2006/05-2.
an
H
Índice
Presentación 9 .
ón
Autoría y colaboraciones 11
a ci
1. Introducción 15 a liz
t u
ac
su
2. Consideraciones generales 17
te
en
2.1. Definición 17
di
2.2. Historia natural y curso
pen 17
tá
es
2.3. Epidemiología 19
y
3. Líneas generales del manejo de la esquizofrenia
c a
i
y el trastorno psicótico incipiente lín 23
C
a
tic
3.1. Diagnóstico y evaluación 23
ác
3.2. Manejo psiquiátrico Pr 26
d e
3.3. Desarrollo del plan terapéutico a 29
uí
4. Tipos y ámbitos de intervención G 31
s ta
4.1. Intervención farmacológica e 31
de
n
4.2. Terapia electroconvulsiva
c ió 46
a
ic
bl
4.3. Intervenciones psicosociales 47
u
4.3.1. Terapiap cognitivo-conductual 51
la
e
sd
4.3.2. Psicoterapia de apoyo 54
d e
4.3.3.
o s Psicoterapia psicodinámica 55
ñ
a4.3.4. Psicoeducación 55
5
de 4.3.5. Intervención familiar 56
ás 4.3.6. Rehabilitación cognitiva 58
m
do
urri 4.3.7. Entrenamiento en habilidades sociales 60
c
ns
4.3.8. Entrenamiento en actividades de la vida diaria 61
tra 4.3.9. Técnicas expresivas 62
an
H 4.3.10. Apoyo a la inserción laboral 62
4.3.11. Recursos de vivienda 64
Bibliografía 125
m
d otrastorno parece tener una distribución uniforme en todo el 7mundo, aunque
rr i pueden existir algunas bolsas de prevalencia elevada o baja.
c u En cuanto a la incidencia, el estudio Primeros episodios de esquizofre-
a ns nia en Cantabria reveló que existía una incidencia de esquizofrenia para la
tr
a n edad de riesgo 15-54 años de 1,9/10.000 habitantes por año, y que no había
H diferencias estadísticamente significativas entre los sexos.8 La edad media de
la primera aparición de la enfermedad es a los 26 años, y es significativamen-
te más alta en las mujeres que en los hombres.
c a
A. Incidencia de la esquizofrenia. El estudio multicéntrico
l í ni interna-
cional realizado por la Organización MundialC de la Salud (OMS)
para determinar los ratios de incidencia ien
t ca ocho lugares de sie-
te países y la publicación del informe c
á preliminar, mostró una
incidencia de la esquizofrenia con un Prrango de entre 7 y 14 por
e
100.000. Los autores concluyeron dque los resultados apoyaban la
a
noción de que la esquizofreniauíocurría con frecuencia compara-
G10,11
ble en diferentes poblaciones.
s ta
Sin embargo, una revisióne de 158 estudios realizados entre 1965 y
e
2001 y llevados a cabo den 32 países permitió establecer una media
ó n
de incidencia anual
a ci de 15,2 por 100.000, con cifras más elevadas
lic
en los países desarrollados con un rango de entre 7,7 y 43,0 por
100.000. Dosubrevisiones sistemáticas independientes mostraban
p
diferenciasla de incidencia según el género del paciente, con tasas
e
e sd
significativamente más altas en varones (razón varón-mujer de
d
1,42/1,00). También aparecieron incidencias más altas en zonas
o s
urbanas frente a rurales, estatus migratorio y mes de nacimiento,
añ
5 con predominio en los meses de invierno.
12-14
os
añ
5
de
ás
m
do
urri
c
ns
tra
an
H
En función e sde las circunstancias particulares de cada caso, hay que con-
d
o s
siderar la evaluación de complicaciones médicas o uso de sustancias, diabe-
añ
tes y problemas cardiovasculares. Si es necesario, deberá consultarse con el
5 medicina general.
médicoe de
d
ás En un paciente que presenta una primera crisis, se recomienda pedir
m
pruebas de laboratorio: análisis básicos para hacer diagnósticos diferencia-
do
urri les con otros trastornos que puedan parecer una esquizofrenia, análisis para
c descartar presencia de sustancias tóxicas, bioquímica general, hemograma
ns completo y análisis de orina.19
tra
an
En función de las circunstancias de cada paciente, deben considerarse
H también las siguientes pruebas complementarias: test del embarazo, electro-
cardiograma, tomografía computadorizada o resonancia magnética, electro-
encefalograma, estudios neuropsicológicos y psicometría general.
C
También se ha de recabar información sobre el funcionamiento pre-
a
ic laboral y/o acadé-
mórbido que incluya la historia laboral, el máximo tnivel
ác
mico alcanzado, el funcionamiento en el empleo, rlas
P relaciones significativas
en el trabajo, y las dificultades específicas. e d
u ía
3.1.9. Revisiones generales anuales G
s ta
Según McEvoy y colaboradores, las erecomendaciones para todos los pacien-
tes son: historial médico y exploración de física que incluya la talla y el peso, así
n
como la presión sanguínea y un ió hemograma completo.
19
a c
lic
En función de las circunstancias de cada paciente, son aconsejables los
u b
siguientes análisis y exploraciones: bioquímica general, electrocardiograma,
p
la
revisión dental, exploración pélvica/Papanicolau, descartar presencia de sus-
e
tancias tóxicas, prueba de la tuberculina, perfil de lípidos, mamografía, antí-
geno específicodedesd la próstata y analítica para descartar hepatitis y detectar
el VIH.
ños
a
Es importante la coordinación con el médico de atención primaria en
5
de
las revisiones ya que es clave su papel en la detección y derivación rápida de
s
lasárecidivas, así como en el seguimiento del estado general de salud.
m
do
urri 3.2. Manejo psiquiátrico
sc
tran 3.2.1. Aspectos generales
an
H Para la elaboración de un plan de tratamiento para un paciente con esqui-
zofrenia o trastorno psicótico incipiente deben tenerse en cuenta cuestiones
transversales, por ejemplo, el estado clínico actual, y cuestiones longitudi-
Evaluación de a
l los síntomas y establecimiento de un diagnóstico
e
Para quesdun tratamiento sea eficaz y apropiado deben realizarse
de
evaluaciones diagnósticas y clínicas exactas y pertinentes. En el caso
s
de ñlao esquizofrenia, el diagnóstico tiene repercusiones importantes
ena
5 la planificación a corto y largo plazo del tratamiento.
e Desarrollo de un plan de tratamiento
d
á s Una vez se ha evaluado el diagnóstico y las circunstancias clínicas
m
o y psicosociales del paciente, debe formularse y aplicarse un plan de
rr id tratamiento. Este proceso implica seleccionar las modalidades tera-
c u péuticas, el tipo de tratamiento o tratamientos específicos y su con-
a ns texto. En función de la gravedad de la situación clínica y debido a
tr
a n que en ocasiones la información sobre los antecedentes del paciente
H y la evaluación clínica se obtienen de forma progresiva, es posible
que el proceso deba repetirse y modificarse mientras dure la rela-
ción entre el paciente y el médico.
de
ás
4.1.1. Medicaciones antipsicóticas
m
do
urri La medicación principal en el tratamiento de la esquizofrenia y otros trastor-
sc nos psicóticos está constituida por los fármacos antipsicóticos, introducidos
tran en la práctica clínica desde los años cincuenta del pasado siglo. Por sus carac-
an terísticas, efectos sobre los síntomas psicóticos y por sus perfiles de efectos
H adversos, se los ha clasificado en dos grandes grupos: antipsicóticos de pri-
mera generación o convencionales, y antipsicóticos de segunda generación
o atípicos. En el análisis de ambos grupos, que se presenta a continuación,
a
El parkinsonismo inducido por medicamentos uí se caracteriza por la
presencia de los síntomas de la enfermedad G idiopática de Parkinson
ta
(rigidez, temblores, acinesia y bradicinesia)es y es la forma más frecuente
de manifestación de efectosdadversos e extrapiramidales. Estos síntomas
se originan durante los primeros n días y semanas de la administración
c ió
de medicamentos antipsicóticos a y son dependientes de la dosis.
ic
u bl
La acinesia o la bradicinesia son características del parkinsonismo in-
ducido por medicación p que afecta tanto a la función motora como a la
la
cognitiva. e
e
En los pacientessd con acinesia también pueden observarse síntomas de-
d
presivos;
o s se trata de la denominada «depresión acinética».
añ
La distonía aguda se caracteriza por la contracción espástica de grupos
5
de
musculares aislados. Las reacciones distónicas se dan en un 10% de los
s
á pacientes que inician tratamiento.
m Los factores de riesgo son la juventud del paciente, el sexo masculino,
o
rr id el empleo de medicaciones de alta potencia, las dosis altas y la adminis-
u
sc
tración intramuscular. Se produce con frecuencia después de las prime-
n ras dosis de medicación y en un 90% en los tres primeros días.
tra
an
Puede afectar a diversas regiones del cuerpo, pero aquejan con mayor
H frecuencia a los músculos del cuello, la laringe, los ojos y el torso; se uti-
lizan los términos «torticolis», «laringoespasmo», «crisis oculógira» y
«opistótonos» para describir las reacciones distónicas de regiones cor-
m
do
rri
dad de factores de riesgo previos al tratamiento antipsicótico.45,46
c u Todo ello hace altamente aconsejable la realización de controles físicos:
s
tran Tensión arterial, glicemias, perímetro abdominal y determinaciones de
colesterol y triglicéridos en sangre de forma periódica.37,42,47
an
H Los efectos anticolinérgicos sedantes, hipotensores y el aumento de
peso son frecuentes con todos los antipsicóticos atípicos. La clozapina
se asocia a una elevada incidencia de efectos anticolinérgicos y sedan-
t ic
dios se comprobó la eficacia de fluvoxamina yc clomipramina en el tra-
á
tamiento de los síntomas obsesivo-compulsivos Pr en la esquizofrenia.
52
sd
de
Prescripciónosde antipsicóticos y efectos adversos
añ
5
de
Los tratamientos farmacológicos deberían ser instaurados con ex-
ás trema precaución en los pacientes que no se han sometido a ningún
m tratamiento previo, bajo el principio básico de producir el mínimo
o
rr id A daño posible, al tiempo que se alcanza el máximo beneficio. Esto
cu significa la introducción gradual, con una explicación cuidadosa, de
ns dosis bajas de medicación antipsicótica junto con medicación anti-
tra maníaca o antidepresiva cuando estos síndromes estén presentes.53
an
H
ióc
No se recomienda la acombinación de un antipsicótico con otro, ya
l ic
C b
que podría incrementar el riesgo de efectos adversos e interacciones
pu24
farmacocinéticas.
a l
e
sd
La recomendación de combinar un medicamento antipsicótico, un
de del humor y una benzodiacepina o un antidepresivo
estabilizador
s
C podría
a ño estar totalmente justificada por las características de los sín-
tomas
5 comórbidos, que son extremadamente comunes en los tras-
e
d tornos psicóticos.53
ás Si el tratamiento parenteral se considerada necesario, la vía intra-
m
o
rr id C muscular es preferible a la intravenosa, desde el punto de vista de la
cu seguridad. La administración intravenosa debería ser utilizada sólo
ns en circunstancias excepcionales.24
tra
an
H
tra
pleo en el caso de un paciente que responda a la TEC y en el que la profilaxis
a n farmacológica sola haya resultado ineficaz o no sea bien tolerada.7
H En una de las guías seleccionadas, se considera que la TEC ocupa tan
sólo un lugar residual en el manejo de la esquizofrenia y establece dos reco-
mendaciones para su utilización:53
ñ os
caracterizado por síntomas catatónicos o afectivos.53
a
C e5
Algunos de los pacientes con esquizofrenia persistente, crónica y re-
d sistente a los neurolépticos, podrían beneficiarse de una TEC.53
ás
m
do
urri 4.3. Intervenciones psicosociales
sc
tran Las intervenciones psicosociales engloban una serie de medidas encamina-
an das a minimizar la vulnerabilidad del paciente ante las situaciones de estrés,
H facilitar los procesos de recuperación, reforzar su adaptación y funciona-
miento familiar, social y formativo-laboral, así como a aumentar sus recur-
sos para hacer frente a los conflictos, problemas y tensiones interpersonales
añ
La psicoterapia ha de estar basada en primer lugar en las necesidades
5
d e
y preferencias del paciente, pero no es posible pasar por alto la importancia
s
de árespetar su sistema de valores en la elección de objetivos y metas a conse-
m Una psicoterapia óptima utiliza estrategias diversas y facilita la conso-
guir.
o
rr id lidación de una relación interpersonal continua, de comprensión y empática
u entre el paciente y el psicoterapeuta.
nsc
tra
En cuanto a la rehabilitación psicosocial, su propósito es facilitar los
a n procesos de recuperación y prevenir el deterioro de la función social, la-
H boral, educativa y familiar, así como fomentar estas capacidades sociales al
máximo.7 Según la Asociación Española de Neuropsiquiatría, la rehabilita-
ción psicosocial persigue los siguientes objetivos:57
á
m
o
rid
ur b El Global Assessment Scale (GAS) es una escala de medida que evalúa el funcionamien-
sc
an
to general del paciente psiquiátrico. Una nueva versión de ésta es la escala GAF, Global As-
tr sessment of Functioning.
podrían resultar más eficaces que los unifamiliares (nivel de evidencia y cien-
ca
tífica Ib).53 Otros estudios sostienen que durante el primer iepisodio son más
ín
eficaces los grupos multifamiliares.75 No obstante, existeClevidencia científica
que las intervenciones grupales conllevan abandonos amás precoces que las
t ic
unifamiliares (nivel de evidencia científica Ia). á 24 c
La selección de las familias en función de Pr la emoción expresada su-
e
d 4–15 meses de seguimiento
pone una reducción eficaz de las recaídas aa los
í
después del tratamiento. En este sentido,u la inclusión del paciente en este
G
tipo de intervención disminuye eficazmente
s ta las recaídas (nivel de evidencia
científica Ia).24 e
de
Recomenacions sobre intervención ó n familiar
a ci
Se recomiendan loslicprogramas de IF para la reducción de la carga
b
A familiar, mejoríapudel funcionamiento social del paciente y disminu-
ción del costelaeconómico.69,70
e
e
Se recomienda sd aplicar la terapia de IF en pacientes moderada o gra-
d
vementeo s discapacitados y, sobre todo, en los de larga evolución. En
A
añ
pacientes con inicio reciente de la enfermedad habrá que valorar
5
cada situación de forma individualizada.69,70
de
ás Debe ofrecerse IF a las familias que convivan o estén en contacto
m con pacientes que sufren esquizofrenia, sobre todo de aquellos que
do A
urri han recaído o con riesgo de recaída y también en aquellos casos con
c sintomatología persistente.24
ns
tra Se recomienda la IF de tipo psicoeducativo, basada en el manejo
an de la emoción expresada, para evitar recaídas y mejorar el pronós-
H A
tico de la enfermedad (sus efectos se mantienen al cabo de 24 me-
ses).68-71,74,76
la
A s de aplicar la terapia de rehabilitación
Se recomienda cognitiva en el
e
entorno cotidiano
d
del paciente con esquizofrenia. 81
s
año
4.3.7.
e
5Entrenamiento en habilidades sociales
d
Lasáshabilidades sociales se definen como aquellas conductas que resultan
m
d oeficaces en la interacción social. Incluyen diversos aspectos, como la comuni-
rr i cación verbal y no verbal, la autoconciencia de sentimientos internos y de las
u
sc
actitudes, la percepción del contexto, la capacidad de respuestas adaptadas
n y el refuerzo social.
tra
an
La intervención, que requiere una evaluación conductual de las habili-
H dades interpersonales, puede ser grupal o individual y tiene como objetivos
reducir el estrés y las dificultades en las relaciones sociales e incrementar
las capacidades de afrontamiento de situaciones de interacción social. Para
l í
El efecto a largo plazo de este modelo ha sido estudiadoCmediante dos ensa-
a Ib). Ambos estudios
tic
yos clínicos aleatorizados (nivel de evidencia científica
c
mostraron mejorías estadísticamente significativasá al finalizar el seguimien-
to, en el primer estudio respecto a un mayor número Pr de bienes materiales,
d e
mayores habilidades culinarias y mejor administración
a económica85 y, en el
í
otro, en dos escalas de adaptación socialude un total de seis.84 El entrena-
G
miento en habilidades sociales, según el
s ta modelo de resolución de problemas,
es eficaz en relación a la adaptacióne social y sus efectos se mantienen des-
de científica Ib).84
pués de dos años (nivel de evidencia
n
c ió
Recomendaciones sobreaentrenamiento en habilidades sociales
ic
u bl
Se recomienda aplicarp el entrenamiento en habilidades sociales (se-
A gún el modelolade resolución de problemas) a pacientes graves o mo-
e
deradamente sd discapacitados.
84
d e
o s
El entrenamiento en habilidades sociales debe estar disponible para
añ
B pacientes con dificultades y/o estrés y ansiedad relacionadas con la
5
interacción social.26
de
ás
m
do4.3.8. Entrenamiento en actividades de la vida diaria
urri
c Desde la terapia ocupacional, el pilar fundamental de la funcionalidad de
ns las personas es la ocupación, que incluye las distintas actividades que una
tra persona realiza a lo largo de su vida, para prepararse y desarrollar el rol que
an
H le es propio.
Las actividades de la vida diaria (AVD) forman parte de estas áreas de
ocupación humana. Incluyen dos modalidades:
tra
que cuando el consumo hospitalario de los pacientes con trastorno mental
a n grave es alto, la gestión intensiva de casos puede reducirlo pero que es menos
H efectivo cuando dicho consumo es bajo (nivel de evidencia científica Ia).103
Por otro lado, la GPC de la American Academy of Child and Adoles-
cent Psychiatry considera que el tratamiento de la esquizofrenia de apari-
de
Se recomiendan los programas ó n de TAC y de gestión intensiva de
B casos en pacientes con a ciesquizofrenia que frecuentan habitualmente
ic
los servicios.102
u bl
p
Se recomiendalala gestión intensiva de casos en pacientes con trastor-
A no mentalsgravede cuando éstos hacen uso de los servicios hospitala-
e
rios condla finalidad de reducir este consumo.103
s
ño
Se arecomienda la gestión intensiva de casos y los servicios de apo-
yo5 comunitarios, además de la administración de psicofármacos y
C de
psicoterapia, para pacientes que presentan esquizofrenia de inicio
ás precoz (anterior a los 18 años).104
m
do
urri
c
ns 4.5. Monitorización del estado de salud
tra
an y comorbilidad somática
H
El hecho de padecer un trastorno esquizofrénico está asociado a un mayor
riesgo de padecer otras enfermedades y una mayor mortalidad.
tu
ac
Dada la importancia de poder intervenir precozmente para lograr evitare su
t
en
o minimizar el desarrollo del trastorno, se ha reorganizado este apartado
i
siguiendo la siguiente estructura: nd
pe
tá
5.1. Fases precoces de la psicosis: es
y
5.1.1. Fase de estado mental de alto riesgo a
ic
5.1.2. Fase de primer episodio psicótico lín
C
a
tic
5.1.3. Fase de recuperación y período crítico
5.2. Fases de la esquizofrenia: r ác
P
5.2.1. Fase aguda de
5.2.2. Fase de estabilización u
ía
G
5.2.3. Fase estable ta
es
de
5.1. Fases precoces ón
i de la psicosis:
c ac
li
psicosis incipiente
ub p
al
La evolución del trastorno en estas fases y la demora en su tratamiento
d e
puede derivar ens una alteración en las circunstancias vitales, como fracaso
escolar y laboral,de autoagresiones, cambios en las relaciones interpersona-
o s
añ intrafamiliares, etc. Estas alteraciones pueden producir lo que
les, conflictos
5
se denomina «toxicidad psicológica», cuyos efectos pueden limitar el nivel
de de recuperación del trastorno, aunque después, en el momento de
posterior
ás
presentar el primer episodio psicótico, se haya tratado de forma eficaz.110,111
m
o Por lo tanto, la intervención en esta fase va dirigida a detectar el tras-
rr id torno con la mayor precocidad posible y a instaurar el tratamiento más ade-
u
n sc cuado a cada situación.
tra
an 5.1.1. Fase de estado mental de alto riesgo
H
Esta fase, también llamada fase de alto riesgo de desarrollar psicosis o fase
de manifestaciones iniciales prodrómicas, se caracteriza por una desviación
a
• Por lo general, se debería transmitir una actitud
c tic firme y optimista
respecto al tratamiento y posibilidad de recuperación á en la esquizo-
frenia y la psicosis (nivel de evidenciaecientífica Pr IV).116
d
• La revisión de la evidencia científica
u ía disponible demuestra que los
resultados de los tratamientos farmacológicos G y psicológicos son su-
periores que el placebo o la simple t a supervisión en conseguir demo-
rar la transición a la psicosis es(nivel de evidencia científica Ia;62 nivel
e
d112
de evidencia científica Ib. n )
i ó
• Por otra parte, los programas
c ac específicos de atención temprana ob-
l
tienen mejores resultadosi que los tratamientos inespecíficos: dismi-
b
pu
nuyendo o retrasando la transición a psicosis, mejorando la sintoma-
la
tología prepsicótica y previniendo el declive o estancamiento social
de
(nivel desevidencia científica Ib;112,113,117,118 nivel de evidencia científi-
114e
ca III. d )
s
a ño
Recomendaciones sobre la fase de estado mental de alto riesgo
5
deSe recomiendan programas específicos de atención temprana ya que
Aás
m pueden disminuir y/o retrasar la transición a la psicosis.
62,112
d o
urri Se recomiendan programas específicos de atención temprana para
c B mejorar la sintomatología prepsicótica y prevenir el declive o estan-
ns
tra
camiento social.112-114,117,118
an Se recomienda realizar una aproximación cuidadosa a la sintoma-
H
C tología y sufrimiento presente, tanto con el paciente como con la
familia con una actitud empática y esperanzadora.116
u
nsc Los principales resultados de los principales estudios sobre esta fase
tra son:
an - La TCC muestra más beneficios que los cuidados estándar en la
H prevención de la progresión de la psicosis en la intervención precoz
disminuyendo la prescripción de medicación antipsicótica y redu-
ciendo los síntomas (nivel de evidencia científica Ia).62
d o
urri Si se produce respuesta al tratamiento, mantenerlo durante 12 me-
c C ses, y si remite la sintomatología disminuir gradualmente durante
ns
tra
algunos meses con un seguimiento cercano.53
an Si no se produce respuesta al tratamiento, evaluar las causas. Si hay
H
C baja adherencia, analizar los motivos, optimizar las dosis, ofrecer
ayuda para mejorar el cumplimiento.53
ás
m
o5.1.3. Fase de recuperación tras el primer episodio
rr id
cu Es una fase de alta vulnerabilidad que abarca de los tres a cinco años des-
ns
tra
pués de haber presentado un episodio psicótico, constituyendo el llamado
an
período crítico.131
H Está indicado un tratamiento óptimo y continuado durante este perío-
do crítico en que la vulnerabilidad alcanza su punto máximo y, en el cual,
los factores personales, sociales y biológicos influyen en el futuro equilibrio
tra
mas, adaptación a la enfermedad y calidad de vida (nivel de eviden-
a n cia científica Ib).122
H - Los pacientes que reciben TCC tienen menos síntomas residuales
que los que sólo recibieron tratamiento estándar (nivel de evidencia
científica Ib).62
ás
m Los pacientes y familiares deberían ser totalmente informados acer-
do ca de los beneficios y riesgos de la terapia farmacológica y consulta-
urri dos en la elección del agente antipsicótico; intérpretes o mediadores
sc culturales deberían ser utilizados cuando fuera necesario. Cuando
tran C
no fuese posible discutir ampliamente la opción con el paciente, tal
an y como sucede en algunos episodios agudos, la medicación de segun-
H da generación oral debería ser el tratamiento de elección debido al
menor riesgo de síntomas extrapiramidales.53
y
En pacientes con una remisión completa, la medicación a antipsicó-
n ic
í
tica debería continuar administrándose durante all menos 12 meses
C paulatina de la
a
si es posible y, después, hacer un intento de retirada
c
medicación durante un período de al menoscvarias ti semanas. Un cui-
C r á
dadoso seguimiento debería continuarse Pcon la revisión de un espe-
cialista durante un período de 12 meses demás allá de este y cualquier
a
uí
recaída debería ser rápidamente identificada y tratada. Los pacientes
no deben ser derivados únicamente G a la atención primaria sino que
ta
es es óptima en todas las etapas.
la atención sanitaria compartida 53
de
Intervenciones psicosociales ió n
c
l i ca
Se recomiendan los b programas de educación sanitaria en esta fase
ya que han resultado pu eficaces para la enseñanza del autocontrol de
la(tratamiento antipsicótico de mantenimiento, efectos
la medicación e
A sd autocontrol de los síntomas (identificación de signos
adversos,eetc.),
d
os y habilidades sociales básicas.136-138
iniciales de recidivas, prevención de éstas, y rechazo de drogas y al-
ñ
cohol),
a
5
eSe recomienda aplicar la TCC para el tratamiento de síntomas posi-
As d
á tivos y negativos resistente a los antipsicóticos.
139
m
do Se recomienda la TCC para el tratamiento de los síntomas positivos
urri A
de la esquizofrenia,61 especialmente las alucinaciones.60
c
ns
tra
Se recomienda la TCC como opción de tratamiento para ayudar en
A
an el desarrollo del insight.60
H
Se recomienda la TCC como opción de tratamiento para incremen-
A
tar la adherencia al tratamiento.60
es
d de la medicación antipsicótica debe llevarse a cabo de
La retirada
o s
añ y síntomas que evidencien las recaídas potenciales.24
C manera gradual mientras se realiza una monitorización regular de
5
signos
deIdealmente y junto con el médico de atención primaria, debería rea-
s
á lizarse al menos una vez al año una revisión física completa, que
m
do
rri
incluya peso, presión arterial, perfil lipídico, ECG, y un control de
c u glucosa en sangre en ayunas. Deben llevarse a cabo cribados ruti-
ns C narios del cáncer cervical y de mama en las mujeres. En pacientes
tra mayores de 40 años, es importante preguntarse por síntomas nuevos,
an y pruebas de cribado para las formas comunes de cáncer. Si no es
H
seguro que la atención primaria garantice la monitorización de este
tipo, entonces debería ser llevado a cabo por el psiquiatra.53
tra
en cuenta la influencia de los efectos adversos de los medicamentos anti-
a n psicóticos, las actitudes personales o el uso de sustancias. La adición de un
H antidepresivo durante la fase aguda debe efectuarse con precaución ya que
se pueden exacerbar los síntomas psicóticos. Se debe realizar el tratamiento
de forma secuencial.
92
m
intervenciones
ás
de
FASE OBJETIVOS DISPOSITIVOS INTERVENCIONES
5
añ
Estado mental de Evitar, demorar o minimizar el Centros de salud mental: Diagnóstico, evaluación y plan terapéutico
os
alto riesgo riesgo de transición a psicosis programa de atención específica Tratamiento farmacológico sintomático (no
de
al trastorno psicótico incipiente
s
Tratar síntomas y disfunciones antipsicótico)
de
presentes Intervenciones psicosociales individual,
la
familiar y apoyo a la recuperación
pu
b
Primer episodio Reducir la sintomatología Centros de salud mental: Diagnóstico, evaluación y plan terapéutico
lic
a
psicótico psicótica y asociada programa de atención específica Tratamiento farmacológico
ci
Impedir el daño al trastorno psicótico incipiente
ón
Intervenciones psicosociales individual,
Conseguir la recuperación Hospital de día familiar y apoyo a la recuperación
de
funcional Hospitalización de agudos
es
Educación sanitaria y psicoeducación
t
a
Introducir la idea de trastorno Servicios de urgencias
G
Transmitir esperanza Servicio de rehabilitación
uí
a
Proporcionar relación terapéutica
de
P
Recuperación del Apoyar la adherencia al Centros de salud mental: Evaluación continuada y adaptación del plan
rá
primer episodio tratamiento ct
programa de atención específica terapéutico
ic
al trastorno psicótico incipiente
a
m
ás
FASE OBJETIVOS DISPOSITIVOS INTERVENCIONES
de
5
Aguda Disminuir/suprimir síntomas Centros de salud mental Diagnóstico, evaluación y plan terapéutico
añ
agudos Hospitalización de agudos Tratamiento farmacológico
os
Prevenir daños Hospitalización de día Intervenciones psicosociales individual,
de
s
Conseguir la recuperación Servicios de urgencias familiar y apoyo a la recuperación
de
funcional
la
Estabilización Lograr una disminución Centros de salud mental Diagnóstico, evaluación y plan terapéutico
pu
b
continuada de síntomas Hospitalización de día Tratamiento farmacológico
lic
a
Mejorar la adaptación Comunidad terapéutica Intervenciones psicosociales individual,
ci
comunitaria familiar y apoyo a la recuperación
ón
Hospitalización de subagudos
Dar apoyo para la disminución Educación sanitaria y psicoeducación
de
Hospitalización de media y larga
del estrés sufrido estancia/unidades hospitalarias
es
t
Consolidar la remisión y disminuir
a
de rehabilitación
la posibilidad de recidivas
G
Servicios de rehabilitación
uí
a
Estable Mantener la reducción Centros de salud mental Evaluación continuada y adaptación del plan
de
sintomática terapéutico
P
Servicio de rehabilitación
rá
Disminuir el riesgo de recaídas y Clubs sociales ct Tratamiento farmacológico
ic
detección precoz Servicios de inserción laboral Intervenciones psicosociales individual,
a
Pisos asistidos
comunitaria
lín
Residencias psiquiátricas
Mejorar la calidad de vida
ca
Habilidades sociales
y
Rehabilitación laboral
á
Apoyo domiciliario
en
Apoyo a la vivienda
93
te
su
ac
t
u a liz
a ci
ón
.
La existencia de dos grandes fases en el trastorno psicótico incipiente
y la esquizofrenia, y la diversidad de dispositivos, programas y servicios que
intervienen en el diagnóstico/evaluación, tratamiento y rehabilitación/inser-
ción de estos trastornos plantean el problema de la continuidad asistencial y .
de la articulación y coordinación de los diferentes recursos asistenciales. ión
ac
Una línea de respuesta a este problema es el diseño de programas lon- liz
a
gitudinales de coordinación de dispositivos y servicios, así como la imple-
c tu
mentación de programas transversales que organizan las prestaciones. Tanto a
en un caso como en otro se trata de garantizar unos mínimos exigibles en s
u
te
cuanto a la calidad asistencial en el tratamiento de personas con trastorno
i en
psicótico incipiente y esquizofrenia, y asegurar la continuidad de cuidados nd y
la articulación de las intervenciones. pe
tá
Los programas longitudinales deben garantizar fundamentalmente
es la
continuidad asistencial entre dispositivos, y muy particularmente y entre el
a
ámbito ambulatorio y el hospitalario, con el fin de evitar laic interrupción de
l í n
los tratamientos en curso y la desvinculación de pacientes C de la red asisten-
a
tic
cial. Deben asegurar también la transmisión de la información diagnóstica,
c
clínica y terapéutica relevante.
rá
Pdeben
Por otra parte, los programas transversales e estar orientados a in-
tegrar de forma adecuada los distintos servicios d
a coincidentes en un momen-
to dado y la adherencia de la persona y su uífamilia a la asistencia ofrecida.
G
Finalmente, cabe destacar la importancia
s ta de que el conjunto de las
actuaciones y programas contemplen e todas aquellas normas deontológicas
y legales que afectan a la práctica de asistencial y que deben presidir la rela-
ó n
a ci
ción entre los equipos asistenciales y las personas con trastorno psicótico
incipiente o esquizofrenialicy sus familias. Esto es especialmente importante
b
pu
cuando se trata de incorporarlos como participantes activos en la toma de
la
decisiones y la realización de todo el proceso asistencial.
sde
de
os
añ
5
de
ás
m
do
urri
c
ns
tra
an
H
urri EC IIa, IIb, III) recomendación. Incluye estudios que no cumplan los criterios ni de
c A ni de C
ns
tra C Requiere disponer de documentos u opiniones de comités de
an
(Nivel de EC IV) expertos y/o experiencias clínicas de autoridades reconocidas. Indica
H la ausencia de estudios clínicos directamente aplicables y de alta
calidad
.
ELEGIR TRATAMIENTO
ón
a ci
a liz
Antipsicótico de Antipsicótico de
t u
primera generación segunda generación*
ac
su
te
4 –6 semanas
¿Respuesta i en
nd
Sí No
adecuada?
pe
(persistencia de síntomas
de
Síió
n ¿Respuesta No
a c adecuada?
b lic
pu
¿Efectos
secundarios
No intolerables? la Sí
s de
Continuar el de Si no se ha escogido
os
anteriormente
A criterio del psiquiatra, el ciclo puede repetirse
tratamiento
añ
tantas veces como sea necesario hasta
de
al anterior al anterior
ás
m 4 –6 semanas
do
urri Sí ¿Respuesta
adecuada?
No
c
ns
tra ¿Efectos Considerar TEC**
an
secundarios Considerar recomendaciones
H Sí
intolerables?
No
para pacientes resistentes al
tratamiento
Continuar el
* No se incluye la clozapina
** Terapia electroconvulsiva
tratamiento
r ác
*Adaptada de Chinchilla33 y GPT27.
P
de
ía
u de los antipsicóticos de primera
Tabla 4. Posología recomendada para adultos
G
generación (convencionales) a t
es
Antipsicótico Posología
deAumento Intervalo Dosificación
ón
(Agente) de inicio gradual posológico máxima
i
ac
de dosis habitual
c
25 mg 3liveces al
Clorpromazina, b
día (ou75 mg por
Ajustar hasta
una dosis
Dosis
habitual de
1 g/día
Hidrocloruro de p
la
la noche) habitual de mantenimiento
de En inyección
mantenimiento de
s de 75-300 mg/
de
intramuscular 75-300 mg/ día según la
os
profunda 25-50 día según la respuesta
mg cada 6-8 h respuesta (no
añ (para el alivio obstante, en
5 de los síntomas la psicosis se
de agudos; no precisa hasta 1
ás
obstante, véanse g/día)
Precauciones
m
do y Efectos
rri
adversos)
c u
ns
Clotiapina Inicialmente, 360 mg/día
120-160 mg/día
tra en varias tomas
an
H
.
ón
Haloperidol Empezar con Ajustar la En inyección
ci
1,5-3 mg 2-3 dosis de intramuscular o
veces al día mantenimiento intravenosa: a
[0,5-2 mg/
a la mínima 18 mg/día
a liz
8-12 h] o
eficaz (tan baja
t u
ac
como 5-10 mg/
3-5 mg 2-3
su
día) según la
veces al día si el
respuesta
te
paciente tiene
en
un trastorno En inyección
grave o rebelde intramuscular i
o intravenosa: nd
pe
En la
continuar cada
esquizofrenia
á
st
4-8 h según la
refractaria se
pueden precisar
respuesta
e
hasta 30 mg/día y
i ca
lín
En inyección
intramuscular
C
o intravenosa:
a
ic
ct
empezar con
rá
2-10 mg. Los
pacientes con
P
de
trastornos
graves precisan
a
a veces una
uí
dosis inicial de
G
hasta 18 mg
ta
es
desegún la
Levomepromazina Empezar con Aumentar
25-50 mg/día,
n
en varias tomas
c ió necesidad
En pacientesa En pacientes
b lic
que deben que deben
pu con
guardar cama: guardar cama:
empezar aumentar, si
l a
100-200 mg/día, procede, hasta
de
tres tomas
d e
ás
Periciazina Empezar con Aumentar 300 mg/día
75 mg/día, cada semana
m repartidos en en etapas de
do
rri
varias tomas 25 mg, según
la respuesta
c u
ns Pimozida Empezar con Aumentar en Intervalo
tra 2 mg/día intervalos no posológico
an
menores de habitual: 2-20
H 1 semana en
etapas de
mg/día
te
ien
nd
Tioproperazina Por regla general,
pe
30-40 mg/día,
en 3-4 tomas
á
Trifluoperazina Empezar con Aumentar en est
5 mg dos veces 5 mg al cabo y
al día o 10 mg/ de 1 semana
i ca
día de una forma y, después,
lín
de liberación en intervalos de C
modificada tres días, según a
ic
la respuesta
ct
Zuclopentixol, En inyección Repetir si es rá
P Si se precisa Dosis
acetato de intramuscular necesario a
de tratamiento de acumulativa
profunda en los 2-3 días
a mantenimiento de 400 mg por
el músculo (se puedeuí cambiar a un ciclo y número
glúteo o en la G
necesitar otra antipsicótico máximo de
cara externa ta
dosis 1-2 días por vía oral inyecciones
del muslo: es
después de 2-3 días de 4
de
50-150 mg la primera después
Duración
ón
inyección) de la última
máxima del
ci
inyección
tratamiento de
a o a un
lic
2 semanas
antipsicótico
b
pu
de acción más
prolongada
la en inyección
s de (depot), que se
de
administra al
mismo tiempo
os que la última
añ inyección del
5 acetato de
de
zuclopentixol
ás
Zuclopentixol, Comenzar con Aumentar hasta Dosis Aumentar hasta
mdihidrocloruro de 20-30 mg/día, 150 mg/día, si habitual de 150 mg/día, si
do en varias tomas procede mantenimiento procede
102
(convencionales)
ás
de
5
WFSBP30
añ
Antipsicótico Primer múltiples RTM-
os
(Agente) GPT27 APA2 Canadian26 episodio episodios PORT31 III32 Chinchilla33
de
s
Clorpromazina, Dosis habitual de mantenimiento 300-1.000 300-500 300-1.000 300-600 25-2.000 300-1.500 mg
de
Hidrocloruro de de 75-300 mg/día según la mg/día mg/día mg/día mg/día mg/día
la
respuesta
pu
b
Clotiapina Inicialmente, 120-160 mg/día 40-160 100-200 mg
lic
en varias tomas dosis máxima mg/día
a
ci
360 mg/día
ón
Haloperidol Ajustar la dosis de 5-20 1-4 3-15 mg/día 6-12 1-50 5-30 mg
de
mantenimiento a la mínima mg/día mg/día mg/día mg/día
eficaz (tan baja como
es
t
5-10 mg/día) según la respuesta
a
G
Levomepromazina Empezar con 25-50 mg/día, 25-1.500 100-300 mg
uí
a
en varias tomas mg/día
de
Aumentar según la necesidad
Prá
Perfenazina Empezar con 4 mg 3 veces al 16-64 6-36 12-42 30-60 4-64 30-150 mg
día. Ajustar según la respuesta, mg/día
ct
mg/día mg/día mg/día mg/día
ic
a
ás
Antipsicótico Primer múltiples RTM-
de
(Agente) GPT27 APA2 Canadian26 episodio episodios PORT31 III32 Chinchilla33
5
200-400 mg 2 veces al día 400-2.000 400-600 mg
añ
Sulpirida
mg/día
os
En inyección intramuscular:
de
600-800 mg/día (durante
s
15-20 días)
de
800 mg/día como máximo,
la
si predominan los síntomas
pu
negativos y 2,4 g/día, si
b
predominan los positivos
lic
a
ci
Tioproperazina Por regla general, 30-40 mg/día, 30-120
ón
en 3-4 tomas mg/día
de
Trifluoperazina Empezar con 5 mg 2 veces al 15-50 15-30 2-40 15-25 mg
es
día o 10 mg/día de una forma de mg/día mg/día mg/día
ta
liberación modificada. Aumentar
G
en 5 mg al cabo de 1 semana y,
uí
después, en intervalos de tres
a
días, según la respuesta
de
P
Zuclopentixol, Si se precisa tratamiento de
rá
Acetato de mantenimiento, cambiar a un ct
antipsicótico por vía oral 2-3 días
ic
a
103
te
su
ac
t
u a liz
a
ci
ón
.
Tabla 6. Posología recomendada para adultos de los antipsicóticos de segunda
generación (atípicos)*
es
2 mg en sólo están
1-2 veces/día justificadas si
d
s el beneficio
ño
Segundo
excede el riesgo
día: 4 mg en
a (16 mg/día
5 1-2 veces/día
como máximo)
d e
ás
Sertindol 4 mg/día 4 mg, en intervalos 12-20 mg, en una 24 mg/día
de 4-5 días sola toma diaria
m
do
rri
Ziprasidona Inyección Vía oral: 40 mg Vía oral: 80 mg
intramuscular: 2 veces/día 2 veces/día
c u 19-20 mg
ns
Inyección
seguidos de
tra
intramuscular:
10 mg/2 h
40 mg/día
an (máximo
H 3 días
consecutivos)
*Adaptada de la GPT27
m
ás
WFSBP30
de
5
Antipsicótico Primer múltiples
añ
(Agente) GPT27 APA21 Canadian26 episodio episodios PORT31 RTM-III32 Chinchilla33
os
Amisulprida 400-800 mg/día, 100-300 400-800 200-800 mg/día
de
s
en dos tomas mg/día mg/día
de
la
Aripiprazol 10-15 mg/día 10-30 15-(30) 15-30 10-30 10-30 mg/día
mg/día mg/día mg/día mg/día
pu
blic
Clozapina 200-450 mg/día 150-600 300-600 100-250 200-450 150-600 100-900 200-600 mg/día
a
mg/día mg/día mg/día mg/día mg/día mg/día
ci
ón
Olanzapina Vía oral: 5-20 mg/día 10-30 10-20 mg/día 5-15 mg/día 5-20 10-20 5-30 10-30 mg/día
de
Inyección intramuscular: mg/día mg/día mg/día mg/día
10 mg
es
ta
300-450 mg/día repartidos 300-800 600 mg/día 300-600 400-750 300-750 600-1.500 mg/día
G
Quetiapina
uí
en 2 tomas mg/día mg/día mg/día mg/día
a
de
Risperidona 4-6 mg/día 2-8 mg/día Vía oral: 1-4 mg/día 3-6-(10) 2-8 1-18 6-12 mg/día
P
2-6 mg/día mg/día mg/día mg/día
rá
ct
IM*: 25- 37,5
ic
a
cada 2 semanas
C
lín
Sertindol
toma diaria
ca
y
* IM= Intramuscular
i
en
105
te
su
ac
t
u a liz
aci
ón
.
Tabla 8. Control del paciente en tratamiento con clozapina*
Recuento Granulocitos
leucocitario neutrófilos Medidas que hay que tomar
.
< 3.500/mm3 Control de recuento y fórmula
ón
leucocitaria
a ci
< 3.500/mm3 < 2.000 – 1.500/mm3 Control 2 veces/semana de a liz
t u
ac
granulocitos y leucocitos
.
· Aproximación cuidadosa a la sintomatología y sufrimiento presente
Principios de
ón
· Acercamiento al paciente y a la familia
ci
tratamiento
· Actitud empática y esperanzadora
Estado mental de
a
alto riesgo
Programas específicos
· Disminución y/o retraso de la transición a la psicosis
a liz
de atención temprana
· Mejora de la sintomatología prepsicótica y prevención del declive o
t u
ac
estancamiento social
su
· Período de 24 a 48 horas de observación sin recurrir a los antipsi-
te
cóticos, con opción de utilización de benzodiacepinas
i en
nd
· Iniciar antipsicóticos de segunda generación a dosis bajas
ca
Intervención
produce
i
farmacológica ayuda
lín
respuesta al · Cambiar a otro antipsicótico de segunda
tratamiento generación
C
a
· Cambiar a un antipsicótico de primera
tic
generación si se está utilizando uno de segunda
á c
Primer episodio Si no se produce respuesta ral tratamiento,
psicótico P persistente
e
o hay baja adherencia o riesgo Uso de clozapina
de suicidio
d
ía
· TCC para lauprevención de la progresión de la psicosis en la
G precoz, reduciendo prescripción de fármacos y
intervención
s ta temprana
sintomatología. En psicosis (no afectivas), tratamientos en equipos
e
Intervención de atención o de programas multielementos
e
psicosocial · Gestión intensiva de casos, apoyo familiar y comunitario
d· Atención desde los ámbitos menos restrictivos y coercitivos
ión posibles
ac
b lic Si se producen recaídas por una falta
pu
Reinstaurar el
de adherencia tratamiento
la
de
Si se están utilizando Ofrecer el cambio
antipsicóticos a otro antipsicótico
s Si la respuesta
de Intervención
de segunda de segunda o
no es óptima y/o generación primera generación
os
aparecen problemas
farmacológica de tolerancia con
añ
Ofrecer el cambio
antipsicóticos Si se están utilizando
a un antipsicótico
5 antipsicóticos de
de segunda
e
primera generación
generación
d
ás episodio
Recuperación tras Si es evidente la resistencia y se han
el primer Cambiar a
m
utilizado dos agentes antipsicóticos, al
clozapina
o
menos uno de ellos de segunda generación
d
urri · Programa de atención temprana a la psicosis
sc Intervención
· Empleo con apoyo para promover la inserción laboral
an
· Rehabilitación cognitiva en pacientes con déficits específicos
psicosocial
tr · Atención biopsicosocial intensiva y de calidad, continuada y activa,
an
durante los años críticos posteriores al inicio de la psicosis
ci
· Tener en cuenta la respuesta previa del paciente al tratamiento, el perfil de efectos
farmacológica adversos y las preferencias para una determinada medicación
a
Fase aguda Si los síntomas de la esquizofrenia no responden Considerar el uso de un
a liz
u
antipsicótico de segunda
t
(o crisis) a los antipsicóticos de primera generación
ac
generación
su
Intervención · Terapia cognitivo-conductual junto con cuidados estándares para acelerar la
psicosocial recuperación y el alta hospitalaria
te
i en
· Evitar la supresión o la reducción prematura del tratamiento farmacológico antipsi-
nd
Intervención cótico
farmacológica · En pacientes con remisión completa, continuar administrándolo durante al menos
pe
12 meses y, después, retirarlo paulatinamente durante varias semanas
á
·
·
est
Enseñanza del autocontrol de la medicación
Autocontrol de los síntomas y habilidades sociales
y
Programas de
· Información a las familias
educación sanitaria
ca
· Técnicas para afrontar el estrés y entrenamiento en
resolución de problemas
i
Fase de lín
estabilización C
· Tratamiento de los síntomas positivos, especialmen-
a
te las alucinaciones, y negativos resistentes a los
Terapia cognitivo-
ic
(o poscrisis) antipsicóticos
ct
conductual
· Desarrollo del insight
rá
· Incremento de la adherencia al tratamiento
uí
· Mejora del conocimiento
Intervención G
psicosocial
t a · Reducción de la · En pacientes moderada o
es
carga familiar gravemente discapacitados
· Mejora del y, sobretodo, en aquellos de
de
funcionamiento larga evolución
social · En familias que conviven
n
óIntervención familiar
· Disminución del o están en contacto
ci
coste económico con personas con
· Prevención de esquizofrenia, con recaídas
a
lic
recaídas y mejora o sintomatología persistente
del pronóstico · En familias de pacientes con
b
pu
(Intervención diagnóstico homogéneo,
familiar donde el paciente participe
la
psicoeducativa) y esté informado. Duración
no inferior a 6 meses
s de
de
Redes sociales · para pacientes y cuidadores (grupos de apoyo)
añ Intervención
depresión mayor y el trastorno obsesivo-compulsivo podrían responder a los
antidepresivos
5 farmacológica · Retirar gradualmente la medicación antipsicótica mientras se monitorizan los
de
signos y síntomas
ás
· Realizar una revisión médica anualmente
do Fase estable
para la resolución de · Potenciación de la función social y laboral
rri
problemas
tran En el entorno
· Prevención de las recaídas
an
· Mejora de la adaptación
Intervención social del paciente
social
psicosocial*
H · Técnicas de habilidades sociales en pacientes con
esquizofrenia de inicio precoz
Entrenamiento en
· Técnicas de habilidades de la vida diaria en
habilidades
pacientes que tienen dificultades con las tareas de
funcionamiento diario
* Las intervenciones psicosociales efectivas
Programas de · Mejora de la inserción laboral que debe ser alentada
en la fase de estabilización también lo son en
trabajo con apoyo y facilitada activamente
la fase estable
.
ón
a ci
a liz
t u
ac
su
te
ien
nd
pe
á
est
y
i ca
lín
C
a
ic
ct
Prá
de
a
uí
G
ta
es
de
ón
a ci
b lic
pu
la
s de
de
os
añ
5
de
ás
m
do
urri
c
ns
tra
an
H
u ía
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núm. 6. G
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