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UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA.

CENTRO UNIVERSITARIO DE CIENCIAS DE LA SALUD.

“ESTRÉS Y FERTILIDAD.”

SISTEMAS FUNCIONALES Y COMPORTAMIENTO.

MAESTRA: ROSA IVETTE VARGAS DE LA CRUZ.

MARTES 10 DE MAYO DE 2016.

ARENAS ROMERO BRENDA.

BURGOS VÁZQUEZ ANA CECILIA.

GAVIA CHÁVEZ CECILIA.

GÓMEZ COTA ALEJANDRO.

MARTIN DEL CAMPO ARELLANO ALBERTO.

Tesis: El estrés afecta de manera negativa a la fertilidad en hombres y mujeres.

Definiciones.
Estrés: “La suma de todos los efectos inespecíficos (es decir sobre muchos órganos, sin
selectividad) de factores (actividad normal, agentes productores de enfermedades, drogas,
etc.) que pueden actuar sobre el organismo. A estos agentes que pueden producir estrés se los
denominó alarmógenos (stressor agentes), para diferenciarlos del resultado de su accionar:
stress.” (Patrono R, Raúl. Fernandez, Alejandra V. S.A)

Sexualidad: “Conjunto de condiciones anatómicas y fisiológicas que caracterizan a cada


sexo”. (RAE)

Fertilidad: “Capacidad de reproducirse o lograr producir en abundancia”. (RAE)

Infertilidad: “Incapacidad del macho de fecundar. Incapacidad de la hembra de concebir.”

Cortisol: La hormona cortisol es el principal glucocorticoide en humanos. En individuos


saludables la secreción de cortisol es de 10 a 20 mg diarios y está bajo el control de un ritmo
circadiano. Las acciones del cortisol son mediadas por los receptores glucocorticoide (GR) y
mineralocorticoide (MR), ambos pertenecientes a una “superfamilia” de receptores nucleares
relacionados con la regulación de la transcripción de genes. (Cortés R, Celso. 2011)

Glucocorticoide: Esteroides que influyen en el metabolismo de los hidratos de carbono, las


grasas y las proteínas.

Gónadas: En los humanos y otras especies animales, las gónadas constituyen un proceso
embriológico. A diferencia de otros órganos del cuerpo, durante el desarrollo el rudimento
gonadal tiene dos opciones, definirse como ovarios en mujeres o como testículos en hombres.
(Departamento de Embriología, UNAM. 2010.)

Hormonas: “Las hormonas son mensajeros químicos del sistema neuroinmunoendócrino. En


este sistema participan una compleja red de señales químicas que controlan muchas de las
respuestas y funciones del cuerpo; unas producen respuestas instantáneas (como las
respuestas al miedo), pero otras actúan más lentamente, “diciéndole” a otra parte del cuerpo
cuándo y cuánto crecer. El sistema neuroinmunoendócrino consta de: las estructuras
productoras y liberadoras de hormonas como las glándulas; las hormonas, que son los
mensajeros que viajan a través de la sangre hasta llegar a un órgano o tejido específico, y las
células de éstos, que cuentan con los receptores necesarios para recibir la señal o mensaje y
llevar a cabo la instrucción indicada por la hormona. Las hormonas se producen en el
hipotálamo, la glándula pineal, la pituitaria o hipófisis, la tiroides, la paratiroides, el timo, las
glándulas adrenales, el páncreas, los testículos y los ovarios, entre otros órganos”. (Revista
UNAM, 2009)

INTRODUCCIÓN
El presente trabajo abordará los temas de estrés y cómo éste afecta a la fertilidad en mujeres y
hombres en la reproducción. El objetivo de este trabajo es el establecer la relación que existe
entre el estrés y la reproducción y fertilidad, y las consecuencias que este puede generar en las
personas ante estas situaciones.

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El interés por el estudio sobre el impacto que el estrés tiene sobre las parejas y la fertilidad ha
aumentado notablemente en los últimos años. La infertilidad se convierte en una situación
estresante, principalmente cuando se tiene la esperanza de un embarazo y el ciclo menstrual
llega. (Antequera, Moreno Rosset, Jenaro y Ávila, 2008).
En investigaciones hechas con anterioridad se ha encontrado que los problemas de infertilidad
normalmente producen sentimiento o sensación de perder el control sobre las funciones
corporales del cuerpo, lo que genera un alto grado de estrés tanto para hombres como mujeres.
También, factores como el número de intentos en tratamientos de fertilidad pueden aumentar o
generar estrés a las parejas. (Chazciandreou, Madianos y Farsaliotis, 2003.)
El problema de infertilidad se presenta a nivel mundial en un 10% de las parejas durante su vida
reproductiva. Este problema es tratado principalmente por el campo médico de la ginecología.
Gracias a los avances de la ciencia se han logrado ayudar a estas parejas, por medio de
procedimientos médicos, como la fertilización in vitro. (Mata Barahona, et al., 2007.)
El estrés dentro de la reproducción es el resultado de una transacción o relación dinámica entre el
entorno y el individuo, es decir, que el estrés se origina a partir de la valoración de los factores
estresantes y los mecanismos de defensa con los que cuenta el sujeto. (Domínguez, López y
Méndez, 1998.)
Stammer, Wishman y Verres (2002) han encontrado que los tratamientos médicos de fertilidad
tienen una larga duración, lo que puede llegar a generar estrés a la pareja. A su vez, el estrés que
se genera puede provocar problemas emocionales en la pareja, lo que puede estar conectado a la
infertilidad, y dificultar el tratamiento.El estrés se presenta al momento en que se inicia un
tratamiento para la infertilidad, durante y al haber concluido, principalmente si no se obtuvieron
los resultados esperados.

ARGUMENTOS

El componente principal de la respuesta al estrés es el sistema neuroendocrino, principalmente el


eje HPA (también conocido como LHPA). Al encontrarse ante un evento estresor se va a
generar un aumento en la liberación por parte del hipotálamo (factor liberación de
corticotrofina) y por parte del sistema portal hipotálamo-hipofisario de circulación (arginina
vasopresina (AVP)). La presencia de CRF y AVP estimulará a la hipófisis para que de esa
manera libere ACTH (corticotrofina) a la circulación general del cuerpo. La ACTH actuará sobre
la corteza de las glándulas adrenales o suprarrenales induciendo la síntesis y la liberación de
glucocorticoides (en particular, cortisol). El cortisol circulante, al unirse a los receptores del
hipotálamo e hipófisis, va a frenar la liberación de CRF, AVP y ACTH, volviendo al organismo
al estado basal.
Durante la respuesta al estrés el páncreas es estimulado para que libere glucagón. De esta
manera se van a elevar los niveles de glucosa, aumentando la energía disponible. Otras hormonas
que también son activadas durante este proceso son: hipófisis: libera prolactina (inhibe la
reproducción) y vasopresina (hormona antidiurética implicada en la respuesta cardiovascular).
Algunas hormonas inhibidoras que se activan en la respuesta ante el estrés son el estrógeno, la
progesterona y la testosterona.

EL ESTRÉS Y EL SEXO

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Los hombres
En los hombres el hipotálamo libera la hormona LHRH, la cual va a estimular a la hipófisis a
liberar LH y FSH. La LH estimulará a los testículos para liberar testosterona y la FSH
estimulará la producción de esperma. Durante un evento estresor todo el sistema se ve inhibido,
de esta manera se van a liberar endorfinas y encefalinas, las cuales se van a encargar de bloquear
la liberación de LHRH por el hipotálamo. La presencia de los glucocorticoides bloqueará la
respuesta de los testículos a LH, lo cual hará que se encuentre una disminución en los niveles de
testosterona. Durante la respuesta al estrés el sistema parasimpático se ve inhibido, lo que puede
generar la falta de erección o que la erección tenga poca duración.

Las mujeres
Al igual que en los hombres, las mujeres también van a liberar LHRH, y en la hipófisis LH y
FSH. En las mujeres el FSH va a estimular la ovulación y el LH va a estimular la síntesis de
estrógeno por parte de los ovarios. El estrés va a afectar a este sistema de manera similar que al
de los hombres. Las endorfinas y las encefalinas van a inhibir la liberación de LHRH, la
prolactina y los glucocorticoides van a bloquear la sensibilidad de la hipófisis al LHRH y los
glucocorticoides afectan a los ovarios, haciendo que respondan menos a LH. Como resultado se
va a tener una baja en los niveles circulantes de LH y FSH y estrógeno, disminuyendo así las
posibilidades de que se dé la ovulación. Esto va a provocar como consecuencia que se alargue la
fase folicular del ciclo menstrual, haciendo que sea irregular y largo el ciclo. En condiciones
extremas la ovulación se verá inhibida generando amenorrea y anovulatoria.
Otros problemas generados por el estrés pueden ser los niveles bajos de progesterona,
interrumpiendo así la maduración de las paredes uterinas .La liberación de prolactina durante el
estrés hará que el óvulo fecundado no se implante con normalidad en el útero.(M. Florencia,
2012).

Algunas influencias que se pueden tomar en cuenta para la contribución a la infertilidad son: las
dimensiones de personalidad, los modos de afrontamiento, susceptibilidad al estrés y la
resiliencia. De esta manera, el estrés agudo causado por la fertilidad necesitará ser distinguido
del estrés crónico, no necesariamente relacionado a la infertilidad.
El estrés agudo y crónico de base afecta a puntos finales biológicos, tales como los ovocitos
recogidos y fertilizados, así como al embarazo, al nacimiento, al peso al nacer y a gestaciones
múltiples, mientras que el estrés procedural solo influye en los puntos finales biológicos.
El estrés agudo y crónico puede causar infertilidad, o puede reducir el éxito en los tratamientos
de fertilidad, para una mejor resultado se requiere la colaboración de la ginecología, la biología y
la psicología. (Campagne, 2008).

CRÍTICAS
Muchas investigaciones sobre la relación entre el estrés y la infertilidad de los últimos 30 años
demuestran que, aunque la infertilidad causa estrés, el estrés no siempre causa infertilidad.
Existen muchos factores que tienen un papel importante en esta relación, siendo uno de estos el
estrés. El estrés puede causar cambios a largo plazo en distintos sistemas neuroquímicos

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(Campagne, 2008). El estrés involucra las reacciones recíprocas y diferenciales del eje
hipotalámico-pituitario-adrenal (HPA) y de los nervios noradrenérgicos y adrenérgicos a
diversos factores de estrés, y también las diferencias fisiológicas de la respuesta de hombres y
mujeres. Modelos recientes toman en cuenta más interacciones con otros sistemas hormonales y
neurológicos, por ejemplo el eje hipotalámico-pituitario-gonadal (HPG) o el sistema simpático-
adrenal-medular. Los mediadores del estrés pueden tener efectos positivos y negativos,
dependiendo del tiempo que pasa desde su secreción. A largo plazo producen “sobrecarga
alostática” esto significa un cambio en el equilibrio de sistemas fisiológicos con consecuencias
negativas, que repercuten a la fertilidad (Campagne, 2008).

Sanders y Bruce (1999) establecieron una relación entre el estrés psicosocial y la fertilidad
femenina, que no dependía de los niveles de las hormonas del estrés. En los primeros trabajos de
Selye (1950) se observó atrofia ovárica en ratas expuestas a estrés, dichos trabajos han seguido
un número de estudios que confirman la potencia del estrés para inhibir el eje HPG y dañar la
fertilidad (Campagne, 2008). Sin embargo, los intentos de aislar relaciones causales únicas entre
estrés e infertilidad han tenido menos éxito, lo cual no debe asombrar si se considera la
naturaleza de esta relación.

Se considera el cortisol como un indicador biológico del estrés, pero en fertilidad no es tan
simple. Los niveles séricos de glucocorticoides en algunas ocasiones diferencian entre mujeres
que conciben y otras que no, pero los niveles foliculares de las hormonas glucocorticoides, en
especial una cortisona folicular baja y un ratio cortisol/cortisona mayor, demuestran tener un
efecto considerable sobre los porcentajes de embarazo en FIV. Se halló una relación entre
fertilidad y la actividad de la enzima ovárica 11 -hidroxiesteroide dehidrogenasa (11 -HSD) que
cataliza la interconversión de cortisol y de la biológicamente inactiva cortisona (Campagne,
2008). Otros estudios encontraron diferencias significativas en el estradiol (E2) y las áreas de
progesterona bajo la curva (AUC) en la fase lútea de las mujeres que concibieron después de FIV
y las que no (Campagne, 2008). Puede que el estrés aparezca sólo en otras sustancias u otros
sitios, o a muy bajos niveles, y no puede ser determinado con la medición de sólo
glucocorticoides(Campagne, 2008).

CONTRA CRÍTICAS.

La infertilidad se define como el no poder concebir o tener dificultades para hacerlo durante un
año o más de mantener relaciones sexuales sin protección, con la finalidad de un embarazo. En la
actualidad, esta problemática ha estado en aumento variando sus cifras entre el 10 a 20%.
Hay muchos factores que pueden afectar la fertilidad, como la edad avanzada de la madre,
hábitos como el tabaquismo y el consumo del alcohol, tratamientos de quimioterapia, etc. El
estrés es otro de los factores que puede ocasionar una anovulación, que es el cese de la
ovulación, aumentar la producción de prolactina y disminuir la secreción de gonadotropinas, lo
que puede ocasionar una disminución en la fertilidad en las mujeres, pues produce que los ciclos
menstruales sean más alargados. (Romero Ramos, et al., 2008)
En un estudio realizado por Ricardo Romero Ramos, Gustavo Romero Gutiérrez, Ignacio
Abortes Monroy y Héctor Gerardo Medina Sánchez en 2008 sobre los factores de riesgo

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asociados con infertilidad en las mujeres se identificaron seis factores de riesgo, entre los cuales
podemos encontrar el estrés como uno de los principales.
La secreción de cortisol en cantidades excesivas debido al estrés afecta los niveles hormonales de
la mujer durante el tratamiento para la fertilidad, y afecta el funcionamiento del eje
hipotalámico- hipofisario- adrenal, lo que puede hacer cambios en las hormonas que se liberan
durante el ciclo menstrual. (Damti, Ob., Sarid, O., Sheiner, E., Zilberstein, T., Cwike, J., 2008).
Podemos encontrar a otros investigadores, como Hjollund y colaboradores (1999) que reportan
que el estrés es un factor importante que puede afectar la fertilidad en las mujeres.

CONCLUSIONES

La infertilidad (es un asunto relativo y) depende de los cambios provocados por el ser humano, la
naturaleza o el azar. El estrés agudo y/o crónico puede ser causa de infertilidad, o reducir la
probabilidad de éxito de los tratamientos de fertilidad.

A pesar de que existen muchos factores que pueden estar involucrados en la fertilidad de
hombres y mujeres, el estrés parece ser uno de los más estudiados, sin embargo, menos tomados
en cuenta al momento de iniciar un tratamiento. Se ha observado en investigaciones como los
efectos químicos que produce el estrés prolongado en el cuerpo pueden afectar a las mujeres en
sus niveles hormonales y en sus ciclos menstruales, los cuales son elementos básicos para la
reproducción.

Al realizar la investigación sobre el estrés y cómo afecta en la fertilidad de hombres y mujeres,


pudimos notar como ambos temas han sido muy estudiados, pero solo en lo que respecta a los
efectos que puede tener en las mujeres. La información respecto a los hombres y estos temas era
muy limitada y poco útil, pues eran deducciones no comprobadas científicamente.

Con varios estudios realizados, con el análisis de las críticas y contra críticas dichas y no dichas
aquí se puede deducir que el estrés puede hacer que las personas tengan un manejo mejor de la
prevención, promoción y cuidado de su salud.

REFERENCIAS
-Antequera, R., Moreno-Rosset, C, Jenaro, C. y Ávila, A. (2008). Principales trastornos
psicológicos asociados a la infertilidad. Papeles del psicólogo, 29(2), 167-175.

-Campagne, D. M. (2008). EL ESTRÉS ¿EN QUÉ MOMENTO DEL TRATAMIENTO


MÉDICO DE LA INFERTILIDAD DEBE TRATARSE? Papeles del psicólogo, 197-204.

-Chazciandreou, M., Madianos, M.G. y Farsaliotis, V.C. (2003). Los factores psicológicos y de
personalidad y el tratamiento de la fertilización “in vitro” en la mujer. European Journal of
Psychiatry, 17(4), 210-219.

-Domínguez, P., C. López y A. Méndez, 1998. Manual para instructores sobre el control y
manejo del distrés. UNAM, México.

-Hjollund NH, Jensen TK, Bonde JP, Henriksen TB, et al. Distress and reduced fertility: a
follow-up study of first-pregnancy planners. Fertil Steril 1999;72:47-53. 11. Hubacher D, Lara-
Ricalde R, Taylor D, G

5
-Llavona, L.M. (2008). El impacto psicológico de la infertilidad. Papeles del psicólogo, 29(2),
158-166.

-Mata Barahona, M.; Sáenz Ulate, G.; Ramírez Henderson, R. (2007). Infertilidad y control del
estrés: una visión desde la medicina conductual. Universidad de Costa Rica, 86, 77-86. ., De
Redalyc Base de datos.

-Romero Ramos, R., Romero Gutiérrez G., Abortes, I., Medina, H. (2008). "Factores de riesgo
asociados con infertilidad femenina.". Ginecol Obstet Mex, 76, 717-721

-Stamer, H, T. Wischmann; y R. Verres, (2002) Counseling and Couple Therapy for Infertile
Couples, Family Process, Vol. 41, No. 1. (Online) Disponible en: http://www.
blackwellsynergy.com/doi/abs/10.1111/ j.1545-5300.2002.40102000111.x

-dra. M. Florencia Daneri, Biología del comportamiento - 090, trabajo práctico: ¨psicobiología
del estrés¨ Universidad de Buenos Aires, facultad de psicología. Pág. 126

-M. C. Daniel, el estrés ¿en qué momento del tratamiento médico de la infertilidad debe tratarse?
Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). Papeles del psicólogo, 2008. Vol.
29(2). Pp. 197-204

-Ps. D. Rosario. ¿Qué sabemos hoy sobre las relaciones entre estrés e infertilidad? Rev. Med.
Clin. Condes -2010; 21 (3) pp. 463-46

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