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Ética de Virtudes
La gran síntesis teológica, elaborada al final de la Edad Media por Tomás de Aquino,
consagró definitivamente el esquema ético de Aristóteles como ideario moral de la
cristianidad. Dios es el fin último del hombre y la fuente de la felicidad suprema. La vida
del cristianismo se norma por la práctica de las virtudes, tanto teologales como
naturales, cuyo estudio desarrolla Tomás, de forma insuperable, en la Suma Teológica.
Epicureísmo
El placer constituye una aspiración entre los hombres de todos los tiempos. Vivir
rodeado de placeres y satisfacciones es el ideal que la sociedad de consumo difunde a
través de los medios de comunicación en la actualidad. La teoría que desarrolla esta
tendencia como criterio último de moralidad es denominada hedonismo (del griego
hedoné: placer). La antigüedad tiene su máximo representante en Epicuro, hombre de
una gran personalidad, admirado y seguido en su tiempo por numerosos discípulos.
Para Epicuro, el principio de todo bien se halla en el placer. Algunas de sus afirmaciones
se refiere a un placer grosero, al placer del vientre que producen la comida y la bebida.
Sin embargo, este placer corporal es descartado enseguida por el malestar posterior que
produce. El placer el placer que hace verdaderamente dichoso al hombre es un placer
tranquilo, equilibrado. Los placeres corporales cuaando no se hacen controlar llevan
consigo el sufrimiento. Más aún, todo placercorporal encierra inquietud y crea mayor
ansiedad. De ahí los vedaderos placeres sean más bien los del espíritu.
Estoicismo
Los cimientos del estoicismo se halla la compresion del mundo como un cosmo, un
orden universal, regido por leyes inmutables que gobiernan tambien la vida humana. El
idelal del hombre consiste n vivir condorme a la naturaleza. De ese modo, se adapta al
orden universal y consigue la felicidad. El camino de la perfección reside en la apatheia,
una actitud de indiferencia positiva frente a los acontesimientos. El no dejarse tumbar
por nada, sea agradable o desagradable, nos garantiza la tranquiliodad del espíritu, en
armonía total con la naturaleza.
Neoplatonismo
La ética del neoplatonismo, muy emparentada con las anteriores. Esta corriente es
marcadamente religiosa y recoge la tendencia mística del hombre a sumergirse en la
divinidad. Ya que el ideal para alcanzar la felicidad estaba enfatizada en el cultivo de
sabiduría mediante la contemplación y la mortificación de todos los deseos sensuales
que provienen del cuerpo, la parte inferior y perecedora del hombre.