Movimiento Proyecto Sur Lo que está en crisis es el derecho a la alimentación

Soberanía Alimentaria: Lo que está en crisis es el derecho a la

alimentación
Patricia Aguirre

Charla sobre Soberanía Alimentaria, una visión desde políticas públicas, organizada por la
regional La Plata del Partido Proyecto Sur.

“...Cuando los arqueólogos hablan de alimentación se habla de complejidad. Al revés de lo

que pasa con las políticas públicas no hay bala de plata que solucione el problema. Ni la soja ni
la educación alimentaria, ni la asistencia social alimentaria, ni el mejoramiento tecnológico, ni
siquiera con una mejorar producción y distribución, ninguno de estos factores,
independientemente, van a solucionar el problema. Hay cuestiones que indudablemente
pueden mejorarse pero lo que falta hacer es una nueva valoración desde el punto ético y
moral, tanto en el ámbito local como en el internacional...”.

A diferencia de los problemas difíciles -explicó Patricia Aguirre-, que pueden y deben abrirse
en sucesivos problemas fáciles, ello no sucede en los problemas complejos. En los problemas
complejos, como es el de la alimentación, no hay recetas ni segmentaciones posibles y
constantemente aparecen nuevos problemas a los que buscar nuevas soluciones.

“...Por eso acá no tienen ningún sentido la recetas que el Banco Mundial elabora para los
distintos países de África. Y del mismo modo tenemos que entender que las soluciones
pensadas para la Argentina en general, pueden no ser las mejores para una región
determinada. A esto llamo yo complejidad...”.

La Crisis Alimentaria...Al momento de tratar la crisis alimentaria, la Lic. Patricia Aguirre explicó
que se manifiesta en tres crisis o problemas fundamentales: uno es la producción, otro la
distribución y otro, al que llama de la comensalidad o crisis del consumo.

“...Hoy lo que vivimos es una crisis del “derecho a la alimentación, y que se puso muy en
evidencia desde 1985, que se sabe que existen alimentos en el mundo para toda la población.
Se producen alimentos para 10000 de personas cuando en el mundo hay 7500.

La crisis de producción...La crisis de producción plantea varios problemas y uno de ellos es el

de la agricultura química de monocultivo extensivo, que ha sido convalidada por la
Organización Mundial del Comercio y el los países en el mercado internacional, y que ha
puesto en entredicho la posibilidad de seguir produciendo en cantidad, diversidad y calidad
para el futuro. Hay una crisis de sustentabilidad.

Otro problema en la producción es cuando se trata de la producir proteínas de carácter

hormonal. Actualmente el pollo es más grasoso que la carne vacuna (de pastoreo), y la carne
de feedlot está atiborrada de grasa intramuscular.

“...Antes, pensábamos en el mar con mucho optimismo, imaginando que era nuestra granja
del futuro y que implicaría un freno a la extensión de la frontera agrícola que sigue avanzando
contra el Amazonas y contra la biodiversidad. Hoy los peces tienen un nivel de mercurio

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terrible y ya en los años 80 colapsó el caladero del mar del norte y el del sur ya está por
colapsar....”

“...La pesca actual, de tipo depredatorio pone en riesgo la biodiversidad. Porque además es
absolutamente irracional. ¿Qué industria estaría dispuesta a desperdiciar el 40% de su
producción? Bueno, eso sucede con la industria pesquera que devuelve al mar el 30% y 40% de
la captura muerta....”.

La crisis de distribución...En 1985 se alcanzó la disponibilidad plena de alimentos

(estadísticamente comprobada). Se cayó de ese modo el mito de la FAO de que cuando
hubiera alimentos para todos no habría más hambre. En aquel año se registraron más de 700
millones de desnutridos.

Lo que sigue existiendo es un problema de Equidad. Si los alimentos se distribuyen conforme

al criterio de la ganancia del sistema capitalista (si se los deja de ver como nutrientes para
apreciarlos puramente como mercancías), resalta que el problema no es de disponibilidad sino
de distribución de alimentos.

“...Se siguen distribuyendo por la capacidad de compra y no por la necesidad. El gran actor es
el mercado con su cociente ingresos/precios y ahí es donde debiera aparecer el Estado con sus
políticas públicas de asistencia, pero también con la regulación...”.

“...Un ejemplo claro fue la llamada Hambruna de la papa en Irlanda. En ese mismo momento
Irlanda pudo exportar trigo, centeno y cebada a Inglaterra...”

La crisis de comensalidad...En la actualidad hay alimentos seguros y diversos en los habitantes

medios y en diferentes regiones inclusive. La revolución industrial diversificó la cantidad de
alimentos, pero asimismo homogenizó el consumo en lo interno pues su única guía es la
rentabilidad.

Acá en Argentina, pro ejemplo, conocemos apenas 4 o 5 variedades de papa, siendo que en el
sector Andino se sabe que fueron domesticada más de 400.

Hay un nudo duro de alimentos transnacionales con sus “marcas” y que inciden en las dietas
locales que pasaron a homogenizarse en los productos y directamente fueron moldeando sus
gustos.

“...El mercado internacional modificó todas las dietas del planeta y esto es muy sensible para
Argentina que no hay tenido, lamentablemente, una gastronomía defendida, y eso es terrible
porque la gastronomía es una construcción fantástica que combina búsquedas del buen gusto,
salud y placer, y que no se guía por la ganancia. Y eso existe en cada pueblo y forma parte de
su patrimonio: tanto lo relativo a las comidas, sus ingredientes y su forma de preparación,
como la misma comensalidad: horarios de comida, orden en que se sirven...”

El paso de la Gastronomía a la Gastroanomía...“...Cuando digo que pasamos de Gastronomía

a la Gastroanomia, no es porque no tengamos valores sobre el buen comer sino porque
tenemos demasiados. Todos nos dicen lo que es comer bien....”

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“... Antes en los pueblos había dos discursos: el de la salud, que encarnaban el médico o el
brujo y el de la Tradición que estaba a cargo de las mujeres mayores....”

“...Hoy los referentes del buen comer se multiplicaron: conservamos la tradición,

conservamos el criterio médico, pero aparecen también el “economista” que nos dice que hay
que comer barato; y por otro lado el publicista que nos ofrece una dieta rápida y moderna;
también el industrial que propone el consumo de alimentos fortificados y está también “la
farmacia” que nos permite comer lo que queramos y cuanto queramos porque de todas
formas existe un medicamento que luego te quita cualquier dolor estomacal, y están por
supuesto, las nuevas estrellas de la gastronomía, los cocineros, que te dicen que comer, lo que
se dice comer, es lo que ellos preparan: eso es lo rico y en definitiva hay que darse la buena
vida....”

“...Ahora, lo que sucede es terrible, pasamos la semana por todos y cada uno de estas
referencias normativas alimenticias sin solución de continuidad...”

Lo terrible no es simplemente comer mal, sino que la gastronomía es un hecho social material
y simbólico.

Cuando surge la gastroanomia el individuo (y la masa) sobrepasa a la sociedad, y es el

individuo en masa quien determina, o en este caso, no determina la gastronomía.

Pobres y Ricos... Patricia Aguirre explicó cuál es la nueva distribución del mercado conforme
las clases social.

En la actualidad son apenas doscientas grandes industrias alimenticias las que controlan el
mercado mundial y que están modificando los cuerpos de las personas. Ya modificaron incluso
el sentido del hambre.

“...Desde el neolítico hasta ahora y en relación a la acumulación distribución, se podía

establecer la clase social por la contextura física. El gordo era el rico, el flaco era el pobre. En
los últimos cincuenta años, uno puede encontrar que hay pobres flacos y pobres gordos....”

“...Sucede que el sistema actual de la producción de alimentos se divide en dos grandes

grupos: la producción de energía barata: grasa, aceites y azúcar; y la producción de micro
nutrientes caros: lácteos, carne, frutas y verduras....”

“...El sistema actual dio lugar al pobre de la escasez. El 60% de las mujeres que concurren a los
Hospitales para iniciar los controles de su embarazo sufre de anemia. Y hemos visto políticas
públicas que asumen hipócritamente esta desigualdad con fortificaciones de harina, sin
facilitar el acceso de eso sectores a los micro nutrientes....”

Hasta 1965 los pobres de Argentina no tenían anemia. Había un patrón alimentario que
cortaba transversalmente la estructura social. Se calculaba más o menos el consumo de 3 kg.
De carne mensual.

La cuestión de la soja y los biocombustibles: La cuestión del monocultivo de soja no es un

problema simplemente recaudatorio. Cada vez más Argentina retrocede en la cadena

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alimentaria, porque pasamos desde la producción y distribución de micro nutrientes cárnicos a

la producción de forrajes para la producción de carne en otros países.

Esta cuestión es mejor abordarla cuanto antes porque ahora no hay colapso que esperar al
momento en que ello suceda. Pensemos por ejemplo en la recuperación de la Europa de post
guerra que se basó justamente en la diversidad.

Para Patricia Aguirre otro de los cuidados a tener es respecto de los biocombustibles “...Se
plantea el falso dilema sobre si alimentar los coches con dinosaurios o con choclos, cuando en
realidad lo que debe cuestionarse es la matriz energética mundial. Hoy se utiliza no sólo este
tipo de cereales para la elaboración del biodiesel sino también el azúcar y la celulosa para la
fabricación de etanol, y lo que no se comprende es que la producción de estos nos consume el
agua potable que es un bien escasísimo...”.

La nueva valoración ética y moral del problema...El cierre de la disertación de la Licenciada

retoma aquel planteo inicial que hablaba de la necesidad de una nueva valoración de este
problema y de otros muchos problemas, desde el punto ético y moral.

“...Mientras sea el mercado y la ganancia capitalista la que siga rigiendo en estas cuestiones,
no puede saberse hasta qué punto del desastre podemos llegar. El capitalismo llevó a un mero
organizador de intercambios (uno, entre otros) al centro de la organización de la sociedad y
eso aplicado a la nutrición, al alimento de las personas, es una cosa terrible. Tenemos que
asumir la modificación de nuestra sociedad, tenemos que hacerlo con alegría y tenemos que
hacerlo urgente...”

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