Professional Documents
Culture Documents
o6
O-
OR
3ú
-r
ou¡
o
BIBl.lol-F:CA Dt1 PSICOLOGIA PROFUNDA
59.
ttzo y tlc¡trcrún
Kcrnbcrg, O : l-a tcorlo de lu rela-
cia prccoz. Psicogén¿sis dc los enf¿r-
medades meúales I
PAIDOS
rroncs obltttk.r t cl psicoanólisis I I 7. Ledoux, M.: Concepciones psicoono- México
Illni( o llticas de la psicosis infaruil Buenos Aires
ó0. Sami-Ali, M.: (lutrpo r?ilI, cuerpo I I 9. Bercherie, P.: Génesis de los concep- Barcelona
imoginario tos Íreudianos
Qucrl¡rn rigurossmente prohibidas, sin la autorización escriu dc los litulares del «copyri8hb), bajo las
s¡nerrrcs cst¿hlccidas en las leyes. la rcproducción total o parcial de esta obrs Por cualquier medio o
CAPÍTULO III. TOPOGRAFÍA DEL APARATO
prx ((hrrcilt), comprendidos lá reprografia y el mhmiento infomático, y la disribución de PSÍQUTCO 62
c¡crrphres rlc clla mcdrantc alquiler o présbmo públicos. El sistema inconsciente 64
Características de! inconsciente (68).
El sistema preconsciente 62
I).1(. (t) tlo todas las ediciones en castellano, El sistema consciente 63
I rtli torial Paidós. SAICF, Las instancias del aparato psiquico. El ello 64
I)cl'cnsa 599, Buenos Aires, y Libido (70).
Iiliciones Paidós Ibérica. S. A.
Mariano Cubí 92, Barcelona El yo 74
l) l{ (,) tlc csta cdición, Desarrollo del yo 177). Dos funciones impor-
lrtlitorial Paidós Mexicana, S. A.
tantes del gro (83). La función sintética del
l(r¡hén [)arío I l8
ao (85').
eol. Modcrna 03510 Algunos conceptos básicos de Melanie Klein 86
Mi'xico. D.F. Características de las emociones del niño pequeño 92
'lcl:5579-5922
La posición infantil depresiva 97
lr:rx: 55()0-4361 Mecanismos de defensa del yo 98
c rrrrri I : cpaidos@)paidos.com.mx Mecanismos de defensa del go contra peligros
intrapsíquicos (99). La represión (100). La re-
l§lt§, t)rrx Bs t- I I l- | gresión (102). El aislamiento (103). La anula-
ción o reparación (103). La formación reactiva
l't't¡¿itut wcb: rvrvw ¡rititlos.com (104). La identificación (105). La proyección
(107). Cambio do un instinto por su contrario
(108). Vuelta del instinto contra el ?to (708).
Irrrprcso c¡l M('xico . I'rilltcd in Mcxictr
I A. TAI,I,AF}:RR() (:I)RS() BÁSICO DE PSICOANÁLTSIS
9
un totai de 195 st¡n catedtáticos tltrivelsitat'ius: adetrtás, adecuada capacidad para enfrentarse con las necesidades
23 hospitales de priurera, lJd escucl¿rs de tut'tlicina ¡' sociales, económicas e industriales de la vida moderna.
29 universidades, cuentan con psicoanalistas t'¡ttlc st¡ En Ia actualidad, más de 500.000 person¿s se hallan
personal médicr,r Y docente. internadas en ios Estados Unidos, afectadas por enfer-
En sunta, en las escuelas tle tuedicrin¿r de los Estad<ls medades mentales; y de acuerdo con el promedio actual,
Unidos, las irieas psitroanalíticas ya llo circuian clandes- una persona de cada catorce necesitará en algún mo-
tinalneirte ¡ti se las utiliza dt'u11t¡ nlanel'¿¡ subrc¡rticia mento asistencia psiquiátrica.
o supersticiosa, sin conocer o at'eptar su oligt'tt, sitt,' De acuerdo con cálculos estadísticos, entre el 50 y
qu<,, llut el contr¿rir¡, sotl enseñarlas abiel'tanrente, conlo el 75 '',, de las personas que se hallan sornetidas a un
tina partt, básica de l¿t cartel'a nti'tli<'a. tratamiento médico en los Estados Unidos '.-un país
"Hay tlue t'ct'tlrrlat Ltlville- q[te cs a los psi- con más de 200 millones de habitantes- padece de al-
quiatlas a los -rlit'tl
<1tte se les debc el ¡tráximo csfttcrzo ¡lat'zt gún tipo de afección psico-neurótica. [Jn total de 1(i.000
tlue las ideas ¡lsicoanalíticas se difundieran y ace¡rtarart estadounidenses se suicidaron ell et año 1949, cifra que
en los Flstad«¡s llnirlos." habla bien claro de la magnitud <lel problenra mental
y de la importancia de los trabajos de prevención r.
"Ya atrtes dt' t,sto se teqistl'ó en la psiquiatr'ía norte- Esto hace pensar en la necesidad rle incluir en los
anrelicana r¡t¡a ntat"('¿lda tcndencia etr favol' dc la unión programas rle estudios de las Escuelas de Medicina, en
r'on otras disci¡rlinas t.r.rétli<'¿rs, y los psiquiatras pl'e-psico- una forma rnás extensa y más profunda de lo que se hace
--, ('ontril)uyeron
analistas e t'llos A. Meyel grallde-
cn la actualidad, la enseñanza de la psiquiatría diná-
lnente (rn -ent.t
el tnovimient(),ill señalar' <1tte los t'ont¡t'itrlientos
rnica. En la tr'acultad de Medicina de Buenos Aires la
psiqui¿itricos potlian set' de trtilidall pat:l los clírli<'os, Psiquiatria es una materia que se estudia en stilo 1 año.
intentando rleitac¿r al llismo tiet.rrpo t¡ue la <lic<-rtomia [,os nuevos programas deberían incluir el estudio de la
'mente-cuerpo'es en l¿ prirctica r»édica un concepto fal- psiquiatría dinánric¿r «r integral en todos los arios que
so, filosófico y esté¡'il." "Pero sólo cuando el nraterial comprende el estudio de Ia carre¡a, y aun en las Es-
psicoanalítico llegí¡ a dominar el pcnsamiento de Ios cuelas de OdontologÍa, Kinesiologia, Obstetricia v de
médicos americanos, el movimiel¡to tlc colaboracir''n en- Etrfermeras correspondería dar a los estudiatrtes con-
tle clínicos y psiquiatras tomó cuerl)o decididarrlentt'. ceptos básicos de csta disciplina. (.onlo se hace en algunas
dando origen a-Lr que se llama etr la actt¡alidad medí- universida<les de (lhile, lVtóxico v ICstados Unidos.
cina psicosolnática." El estudio ntzrs completo dc los rnecanisnl<¡s psicodi-
La instrucciótr universitaria actu¿l prel)ara a los I.¡ré- námicos capacitaría al lnédico para adoptar flente al
dicos como si fueran ¿t tl atar enfet nl«rs apsiquicos rr paciente una posicriírn <1ue lt' pelmita un enfoque total,
anencéfalos; pero esta afirmación, que, (or)1o se coln- l'ara esto hay que considerar lo psíquico c<¡mo funeión
nrenderá, es éxagerada, no clebe llevar a ¡lerísar qtte el de lo orgánico, l,a que no puede hablarse de paralelisnro
paciente sea sólo <'et'ebro o confliet<ls emocion¿tles. ni de interacciór,, lo eual in'rplicar'ía un¿r concepción dua-
Lo relativ<.¡ a las enfermedades tllentales constituye un lista en vez de un jtrieio funeional y nronista.
c¿¡mpo sumamettte itnportante ¡rara el estudio y la acción Lo funcional y monista es la integración de todos los
cn la medicina preventiva. factoles; Ia jerarquía, ln conrplensirin dc la frrnción eon
Los grandes adelant<¡s registratlos en los últimos anos respecto al cnte. Lo fttncional, lo ¿rdecuatlo, es lo que
en relación con algunos procesos que intelvienen en la sirve pat'a dcsarrollar al nr/rxinrr¡ Ins ¡rotencialidades.
etiología de los trastornos psíquicos, han an'ojado una I:'ala poder decir qut' un ¡utt»rrrivil es lrueno hav qtrt.
clara luz, no s<ilo en el terreno de la clínica, sino tam- r.el si flrnciona. v solrrc todo, cónro funcion¿¡: cuánta
bién en el de la plevenciór de estos ¡nales. Iis pelfecta- ntftlt y <'u:into :rct'itt' glsta, t.rilrro so ¡l'ti<.ul¡rn los clis-
mente conocido el hecho de que el bienestar del hombre t intos engr':rna.jes t'ntle sí.
no depende exclusivar¡ente rle una sarrldad física, sino ¡lVarine
también de una correcta adaptación al lltcdio, ('on una A J v Smiih. .IAMA l2b: llt l(r-l¡
l6 A. TALLAFERRO
CURSO I}ASICO DE PSICO,\N,,\L,ISIS 17
5 ó
3
5{-
TI d$
1
pensar, están más cerca de 1¿r verdad que los mecani-
cistas, los vitalistas, los dualistas, y los demás. Pero
no tom¿ron en cuenta la antitesis que resulta de la divi-
sión de lc unit¿rio, como sucedc en el c¿rso de la natu-
taleza, que se divide en matelia viva e inerte, animales
7 I 7 II I y plantas, o la de los organisuros, que se dividen en
órganos autótromos.
Al no considerar esta antítesis, no tomaron tampoco
cn cuenta Ia inteldependencia rnutua de lo sornático y
9 de 1o psíquico.
1 Orgone Energy Bullctia, 2, l,
"El esquema funcional Reich- considera por
1950, -dire ar¡tónomas de Ia unidad
utra parte las muchas funcionés
20 A. TALLAFERRO CURSO BASICO DE P:jICOANALISI§ 2t
funcional. De acuerdo con este concepto las diversas Existe actualmente la costumbre de denominar "psi-
funciones derivan de una fuente común (9); en un cosomáticas" a ciertas enfermedades para distinguirlas
campo dado, funciones diferentes son idénticas (7 y de otras, y hay quienes llegan a consider¿r una medi-
8), y en campos distintos son divergentes (5 y 6), o cina psicosomática paralela a la clínica, la psiquitría, la
t'orren paralelas, independientes una de la otra (ll y 4); endocrinología, etcétera. En realidad, el término psico-
o, finalmente, son converEentes, es deeir, se atraen o se somático no es más que un adjetivo, aplicable adecuada-
influyen entre sí de acuerdo con el principio de antí- mente a un método o modo de enfoque, que es útil para
tesis (1 y 2). examinar todo tipo de dolencias y resulta esencial para
"Para ilustrarlo en términos concretos, el organisrno el diagnóstico y el tratamiento de algunas. Lo nuevo en
animal clel'iva de una ::ola célula unitaria que está ca- la medicina psicosomática no está en los principios sino
pacitada pat'a la función de expansión y contracción (9). en el método. Así lo considera Flanders Dunbar al de-
En esta unidad celular se desarrollan, sobre la base de cir, en su obra Mind. anrl BodT¡, que la creencia de
y descarga, las funciones tanto que el paciente debe ser tratado como una unidad "va
las acciones de tensión más allá de lo que muchos eonsideraban medicina. El
somáticas como psíquicas de lo que va a ser cl compli-
médico brujo de las tribus primitivas (rra a la vez mé-
cado lrganisr¡<-i total (? y 8), que no manifiesta hasta dico y sacerdote, trabajando simultáneamente sobre los
cse molnento trirrguna diferenciación en funciones fisicas
sintomas psíquicos y físicos del paciente, porque nunca
y somáticiis. S<ilo posteriormente se ve la diferencia- los imaginó separados. Luego, a medida que las funcio-
ción. Las funciones somáticas se desarrollan por sí so- n9s de sacerdote y médico se fueron separando, este
las, for'mando, en el transculs() del desar¡ollo embtiona- último debió vencer una fuerte oposición religiosa para
rio, los diferentes órganos independientes. En este pe- establecer y mantener su imperio sohre las enfermeda-
ríodo las fnncicnes ernocionales no se tles¿trrollan más des somáticas.
allá del estadio primitivo clc las pcrcepciones placenteras
y displacenteras. "Preocupado por afirmar su derecho a tratar a los
pacientes como su ciencia en formación se lo dictaba,
"Al nacer, psiquis y soma ya forman dos ramas de se_ sintió aliviado al poder derivar aquellos que presen-
un aparato unitario (5 y 6), y por una parte funciona taban fenómenos psíquicos , él francamente no
lo orgánico y por la otra se dan las funciones placen- -que
entenrlía- hacia quienes consideraban de su especia-
teras-displacenteras. Pero el enraizamiento bioenergético lidad el espíritu o el alma de los hombres.,'
que tienen en común (7 y 8) sigue existiendo. Pero el volver a un tratamiento integral del ser
"A ¡rartir de este punto estos elernentos rlesarrollados habría resultado difícil sin la ayuda de la psicología
se desenvuelven indepcndientemente unc¡ del otro; por biológicamente orientada de Sigmund Freud. Con la
ejemplo, el grupo modcl<.¡ (3 y 1) en el cual, al nrismo consideración de los factores psíquicos inconscientes y
tiempo, unt¡ está influyendo al otlr.¡. Los diversos tirga- su concepto del instinto conto und .fuerza biológica con-
nos corpóreos han sido folma<los y siguen creciendo. tinua, con equiualentes psíqticos, Freud derribé la rígi-
Independientemente de esto, la función placer-displacer da línea demarcatoria que se había levantado ent¡e la
da lugar a las tres emociones básicas: plaerr, angtrstia <;iencia natural y Ia psicología,
e ira, y a las varias funciones de la percepción. Su influencia en la medicina representó una mutación
"El desarrollo y la tliferenciación de la función de formal, un estímulo radical para el desarrollo de esta
percepción es autónomo, independiente del crecimiento ciencia. Los factores e-.enciales ya se hallaban en la
de ios órganos. Sin embarg:o, ambas series de desarrollo medicina, si bien dispersos, pero fue necesa¡io esperar
reciben energía biológica de una rama común (9' 7 y el adveni¡niento del gran investigador austríaco para
8), en la forma de un sistema nervioso autonómico' que los mismos fructificaran.
El' crecimiento de los [rganos y el desarrollo de las McDougall ha dicho que la contribución de Freud es
emociones depende del funcionamientototal del aparato la mayor desde los tiempos de A¡istóteles, y otro autr;r.
vital autonómieo." entusiasnrado con la obra realizada por el creador rlel
\ ).) A. T,\LLA!-LR l<l) (.1 R\() 1".\\t(.() l)l. l¡5t(.( ).\\.\t.lsts 23
r)rétodo psicoanalítico, llegó a decir que irste es el hcrho ¡;ropia nartulaleza." "El vivir adecuatl¿r y salutlablemente
más itnportante acaecido en los tiltimos ?000 años rle t's alcanzar la armonía con el propir; ser y de éste eon
psicoterapia que lleva el mundo, Lo cicrto es que Freurl el anrbiente."
ha dado el mejor método de los descubiertos hast¿ ah«,ra. "Por kr t¿rnto di<'ien<Io Paracelsus-, el médico
para ia eomplensión de las tnentes nornrales )' pato- -sigue
debe scl' tarlbién un irsi.rriloqo, ha de c()nocer las leyes
Iógicas. rle la ¿u'ir¡oní¿ rle las esfel'as y su influencia, y ser ar.ie-
Es difícii dar urra definición acabada del psicoanáli- rlás un tcrilogr,¡ que conll)l'en(la las necesidades del alnra,
sis, pues no es sienrpre posible concretar arnplios con- La antl (lpología debe selle conoci<la p¿Ir'¿1 conrpt s¡ds¡
ceptos en pocas palabt'as, pero con el fin de eludir el 1¿rs necesitlarles del cuel'po, y la alquimia pala percitrir
peliglo, dos def iniciones son más completas que una: l¿s sustancias unir',:i'sales qLle se encuentr¿rn en las rnez-
llalinorvsky, sociólogo y antropólogo, lo ha definido di- clas arnroniosas existentes en totlas partes, en Ia natu-
ciendo t¡ue: "cl psi<:oon.áh.sis cs, crr lo cscncial, ttna teorio raleza del mundo niaterial. También del¡e tencl con-
cle la ittiluencia de la tido, ¡'amíliar sobre el psiquisrlo ciencia rle las fuerzas cósrlricas prirnarias y cteadolas,
h u»Lanrt". porque so¡r universales y,.e enclrentran en el hor¡br¿
Anrra Freud. hija del famoso hombre de ciencia, di.jo mismo. Y debc ser un nrí..;ticro para reconocer que existe
por su parte que "al psicoauúlisis es la adquisición del algo, más allá de l.r lógica, como ya lo demostlaron los
tnailor co¡tocitniento posJbl<: dt las t¡'es iustancids s¿,¿- antiguos; y de este modo un misticisnrcr completará el
prr<'.sÉas c:otn¡¡ coustittttittas de, la pcrsonaliclad psíqtLic,t sistema."
¡¡ de lus raL«<tiottes rristcntes ett.rc sí y el. rruundo exte- Con la rliversidad de técnicas y conceptos que deben
lio¡". Para hacer más anrplia la definición, yo agrego: utilizarse en la r:¡edicina actual, se hace difícil que una
"y el uso de esos conocimientos para evital y curar los sola persona ¡rueda reunirlas y manejai'las pelfectamen-
trastornos ¡-.roducidos por las desarmonías t¡ntre ellos". te a toclas, I'or ello Ia solución pr'áctica cuanclo
Todo lcr dicho lleva a pensar que el médico general no snir Ia ideal- es el trabajo en equipo,-aun
con un jefe
debe ex¿minar a su paciente como lo que es: una uni- que debe tener no sólo anrplios tonocir.nientos silto tam-
dad funcio»al en la que actúan elementos psíquicos ¡, bién la st¡ficiente halrilidad conro para poder integrar
:ronlrrticos. Esto no es, por otra parte, nada nuevo, pues Ios difelentes tl¿rtos que :tfiottan los conr¡tonentes del
ya lo dijo Philippus Auleolus Paracelsus (1494-154i). equipo, y de esa apalente parcialización del paciente,
quien en su obla Puxtgranttnt, editada en el año 1530, fornrular un diagnósti(,o y Llna terapia integral rlel
afilma que "la ba.se tle la medicina debe ser el estutlit, mismo,
de la natulalez-a en sus leyes físicas, telúr'icas y cósnrl-
cas, la comprensión de los fenómenos biológicos y la pre-
paración de los lemedios rnediante la química.
"El primer médico del hombre es Dios, el Hacedor de
la salud. Porque el cuet'po ¡ro es un ente separado sino
una morilda para el alma. El médico por lo tanto debe
tratar de poner estos dos elementos en armonía, Iogrando
a.sí su verdadela salud. Este armonioso acorde que unF
en el hombre las cosas del mundo con las divin¿s."
La palabra leligión sea de paso- proviene
-dichoo sea, unir nuevamente.
de la voz latína Re-ligare,
El proceso curativo debe participar de esta caracterís-
tica, "Considerado así el problema, la religión sería la
base de la Medicina, y Paracelsus predice en sus l»o-
fecías un mal para todos aquellos que no realizan su
auto-reconocimiento, pues no conocen la sustancia de su
<:r nsr¡ ¡rÁslr-o D[: psICoit.\.'rr rsrs :5
t inrientos imperfectos. Por elio mismo se puede den.ros-
tlar que la epilepsia, el tnorbtts s¿co., rlebe lnncho de su
carácter hierático a !c imperfecto del conocirniento que
*e tenía entonces iie la histeria. La mayor parte de los
cnferni0s.de lo que entonces se conocia con el nombre
de "m¿rl r1e Hétcules" y las célebres Pitonisas <ie Delfos
que predecían, en medio de horribles convulsiones y gri-
tos estridentes, el futuro de quien las consultala en el
C¡efrurc I Templo de Apob, no eran, en realidad, nrÍrs que sr¡ietos
h istéricos.
HISTORIA DE LA HISTERIA Hipócrates fue el prinrero que intentó explicar <le un
nrodo natural sus manifestaciones, vinculántlolas con un
tlesplazamiento del útero, Ilanradol./¿ i.stt, ¡'r.¡ ¡t.t en grie,{o, de
Tan sólo una razón de orden histórico y respeto por donde proviene el nornble de histeria qüe se da a la en-
la cronología de los éxitos y los fracasos de la vida de fermedad. Para é1, en suma, se trataba de una ano¡nalía
investigador de Sigmund Freud, explica el hecho de que de tipo ginecológico, concepto que. con algunas varian-
en esta obra se considere el estudio de lo patológico y tes, rigió la clínica y la terapéutica de la histelia hasta
de lo normal para el psicoanálisis, partiendo desde el el siglo xtx.
punto inicial de la histeria. Los médicos de Egipto y otros pueblos prinritivos
Una enfermedad como tantas, desleída por el tiempo Cercanq Oriente creían también que la nratriz era ull
rlel
y refugiada en diversas formas de expresión, la histeria i,rgano'bicorne que podía desplazarse dentro del cuerpo
fue quizás el primer mal al cual los métlicos de una hasta obstruir tndas las entradas de aire.
época'pasada no pudieron hallalle una explicación total-
mente sornática. Nada pudo aceptar Freud por ,Platón, contemporáneo de Hipócrates, nacido en el
su rigor científico- de cuanto se decía como -atado
explica- ¿ño 427 antes de Cristo, sostenía esta misrna teotía, y
ción de la histeria, máxime cuando gran parte de las en su diálogo "Tirneo" puso en boca de Sócrates esta de-
argumentaciones y razones pecaban por el delito de des- f inición:
conocer factores fisiológicos incuestionables'
El hecho es que la histeria fue el mal que permitió "La iratriz es un animal que desea ar«.lientemente
a Freud ir atando los primeros cabos en la larga ca- cngendrar niños. Cuando queda estéril por largo tiempo
dena que lo llevaría a sentar las bases del psicoanálisis' después de la pubertad, se aflige tle soportarlo y se in-
La "gran histeria" del siglo pasado, que se mantuvo digna, recorriendc¡ el cuerpo y obturando todas las sali-
con sus características notables hasta comienzos del ac- das de aire. P¿raliza la respiración e inrpulsa ('l cuer'po
tual, comportaba una movilización general y-aguda de a peligrosos extremos, ocasionando al mismo tiempo di'
síntomas y motivaciones, por Io cual resulta lógico que versas enfermedades, hasta que el deseo y el amor,
el psicoanálisis comenzara a desarollarse por su camino. ¡euniendo al hombre y a la nrujer hacer¡ nacer un flt¡to
y lo recogen como sobre un ár'bol,"
La historia documental de la histeria nace en los pri- Esta teoría anticipa en cierta medida el afot ismo psi-
meros escritos médicos y filosóficos, En la antigua Gre- cosonrático según el cual '"üna vida sexual insatisfecha
cia la Filosofía tocaba de c-erca a la medicina o la con- /)¿('r¿c provocar una neurosis".
taba en sus dominios. Illiiócrates,'nacido 460 años antes Pero es esta misma suposición la que lleva al tan
de Cristo, ya se referia a este mal, demostrando que si difundido error de creer que el mat,rimonio es una cura
bien en su época se conocía la epilepsia"-.muchas veces para las histéricas y que si una histórica está casarla,
no se lograba diferenciarla netamente de la histeria, se libra del mal teniendo un hijo.
sobre la que, concretamente, sólo se tenían algunos cono- [,a experiencia ha demostrado que ocurre tr¡rlo lo con-
20 A. T/\l.l.AFI.;RRO (]IIRSo BÁSt(:O DE I'SICoANÁI,ISIS
2i
trario, hecho que se comprende cuando se estudian los rle llipócrates y Platón, trataban de relacionar o jnter_
contenidos profundos de Ia enfermedad. ¡rretar los casos que iban observando.
Cuatro siglos y medio después de Hipócrates, sin qui- ..F^l_re-sp^eto por lo antiguo fue tal que Jean Fernel
tarle a la matriz toda su importancia en la etiología de (1497-1558) censuró a Galeno por haber dicho ¿;¿ l;
la histeria, Galeno, en el año 170 d.C.. calificó de ab- matriz no podía desplazarse pai.¿ producir Ia histeria.
surda la opinión de Platón e Hipócrates. Sus conoci- .l-a terapéutica a que se recurría durante el Renaci-
mientos anatónricos más profundos le habian denrostrado rniento para la cu ¿ción del mal o.u .u-rÁ"rte pinto-
que el útero no potlía desplazarse constantemente de la resca. Basarlos en el concepto de que el útero se des-
vagi.¡a al apéndice xifoides, sosteniendo en cambio que plazaba, imagina.ron que para atraei la nratriz hacia su
la histetia era plovoeada por la retención de Ia sangre lugar, lo me.jor era hacer aspir.ar a la enfernta malos
ntenstrual o el sernen fenrenino, pues era creencia admi- olores (c,uerno quenrado, sustáncias pútridas, anroníaco,
tida en esa época que 'la rrujer eyaculaba semen al igual rrlina y heces humanas) y color.arlt, en la z.rna .,aginai
que el hornbre. ololes (Írmbar, tontil'lo, lár¡dano. () r)uez nlos-
F)n el siglo tx, un rnédico árabe, Serapión, di.io que los rada, -agladahle*
hervi<ios en vino). Creían qu", pn. este ntedio,
tr¿rstornos histí¡r'icos no eran debidos a la retención de obligar'ían a Ia matriz a clt.jar la" pa.tes *"p".iu.".-*ul
la sangre urensttiral, sino...a la continencia sexual, pues olie¡rtes y descerndet. a aspirar los exquisitos aromas que
lo habia encontrado esta á?eceión nada más que-""en'viu- se enqont!ahan aba.jo. No eran (,stris, enrpero, krs únicos
rlas y s«rlteras, ['osterjornrente, otros médicos ár'abes. r'"nre¿iios. a qy(, apelahr
entre ellos llhazt,s v Avicena, negaron, allá por el año ('r.n e ort a l:r fihister.ia entconlo.ter:apótitica
L
.y pr.even_
'r,l siglo ' xvr,. Uiába.e en
, 1(l:J(), (lue el útero fuera un animal errante v explicaron
aquella époc:r t.ol<;car. una piedra 1.g.,,. p.rliao y pesa-
\.la etiologia dc la histel i:r. da, ll:¡mada ¡tirilra rlr'ffs¡,riña, qr".u,,i ¡ftnha con ban-
l)o1' \'.apol.es tóxit'r¡s, de origen
uterino o rligestivos, prrrt'ederrtes del hígado o rlel bazo, rleletas sohre el ombligo rk, la t,nfelrn¿r. Éste era en
y qut' atacahan ¿rl cerebro. t'eali<lad un. r't,tut,dio ¡rre'",tntivo, pues t,uando se prescn_
A lo largo de toda la\lirlarl Medi¿, tlesde el año 476 ¡al¡an los síntonras <,olr<.t'etos rlt,l- acceso rlelría r.ctirar.s<,
a 115:1, ¿rrt¡nte<'c <'r¡n la histeria'lo misrno que habría la pierlra. ('aldan, en el ¿rño 1550, pleso.ihía poi. via
de su<'eder t,n tantr¡s otr'os aspe('tos tle la artividad hu- hucai una mt'zcla dtr pezuir*r rle ciervo prrlver.iz.adzi v raíz
mana: se le dio un valol'demoníaco idéntico al que le de .iengibre.. Si esta p<icinra no surtía t,f,,r to, po<lia ü-
asigna e'l C<»rán, que presenta los trastolnos psíquicos varse colgarla ¿rl cuello una holsita llen¿r rlc polvo de
o trerviosos ('om() obt'a rle l¿ influencia del rlenronio. pezlitta y jengibre <1trt,igualnrente dar.í¿r rcsultarl,r- Tanr-
hión src re<.on¡t,nrlalra bchol infusiones rlt hrionia cn vino
Pe¡'o ia <'ien<'ia parer'<,haber dado un ¡ras<r t,<lelante. blant'o, tó tlc Angólica <lc Nor.ueg¿¡, hino.ios, asafi,tida,
pues en los grabados dt, r,ntonces ¡rartc rlt, Ios ¡losesos
y tonvulsos son hollthlt's, lo crral llrut,ba qur' la histeria alcanfor', ungiiento alntiz<,larlo, ¿inrb¿rr, tr,rlo lo <.ual nodí¿¡
nrascttlina et a hastante I'l't,r'trcnic. ser utjlizado r'n pociones o (,n ¡)onladas.
Sin ctrrbalgo, cn la l,ldad M<,dia, r,l cont.epto de la his- El l\ilacstre rlt, I,latoa, de l¿r t,scr¡cla rk,Suler.rro, prt,_
leria se inspira t,u li¡ nrotli<.ina antigua. llnas veces se conizaha t,n el sig'lo xII un trat:utri<,nto qrrt, consistía en
la atrilluye a un desplaznnricnt.o dc la luatriz. otras a la inrlicar'lr:s ¿r lns históri<.os qlre s«, nrastl¡rh:rst,n.
ltcst<¡s dt, uqrrclla t.erapéuti<.u ron¿recntist:r sc mantie_
a<'ciólr de vapores trixicos dr' oligt,n genital, pero siem-
nen aún en nr¡estl.¿r 1,poca, t. así, hasla no hat.r, mucho,
¡lre domipa, conro rausal, el rlel»o»io. Sólo con el Rerra- cra <'olriente h:rllar. r.rr l:r r.¿u.t<,r.¿r rlr, <.tr:rlr¡rri<,r. rnu.ier
S'imientolla histeria deja <le ser un tenra teoltigico para soltelon¿r <¡ r'itrd¿r .jovr,n rrrr fr.asqrril.o rlt, s¿rles. .l'anrbión
volver, corr torla iustieia, al calrpo de la medicina.
A partir del año 1500, los médicos, liberados del con- t't a priicticir r.r¡¡ r'icnt<, r,n lirs grr:rldias rlc Ios hos¡litales
repto demoníaco, vuelven a considerarla desde el punto presionar hilst¿r r,l rlolol. los scnos rlr, las histtil.icas r¡
de vista somático y ven en ella "una sofocación por des- indi<'arlt,s (lu(,s(,nr¿rstur.ltascn. tal <,onlo ln srr i¡ro<.a Io
plazamiento de la matriz". Siguiendo las deseripciones sugelia cl NI:rcstro d¡ I,lato:r.
?r1 A. TALLAFERRO (;r Rs() BÁS¡CO DE I)SICOAXit.rSlS 29
A fines del siglo xvl y comienzos del xvtI, unido a lxiste en niñitas que aún no han menstruado, en vír-
li¡s causas físicas tales como las hemorragias y las in- gelles que ya no Ia tienen y en aquellas mujeres cuyos
fecciones, cornenzaron a tomarse en cuenta los factores ¡rt,r'íodos n¡enstruales son abundantes, a punto de eva-
ermocionaies. Pero sólo como causa desencadenante etr cu¿rr hasta ocho litros de sangre, y esto para no hablar
un terreno que seguía vinculando el mal al desplaza- rle los hor¡rbres."
rniento o vapoles tóxicos de origen uterino. Lepois atlibnye la enfermedad a un trastorno de las
En esos ¿iri<¡s la mala reputación de la histeria co- set'ositl¿des, t¡ue distenderían el origen de los nervios,
menzó a difundirse y el médico portugués Rodriguez da sob¡e todo los nredulal'es y del sexto y séptimo par. Des-
Fotrseca complicó más aún este estado de cosas al selia- dc el prrnto dc vista clínico r.g;q¡o'r.ió la.histeria mas(.u-
i". qrá "en los instantes previos al paroxismo las urujg- lina y .la in^f+¡$.l, hacir:ndo riñlatrrtadá desclipción de
res propensas a pasiones- histéricas sufren un increíble las pertulbzrciónes sensoriales prenronitolias del ataque,
rleseo de abrazan: a los hombres". ('o»ro ser': obnuliilación de vista y oÍrlo; pét'dida de la
Otro investigador de la época destacó Ia semejanza v()z ).'o})r'esi(in de las sienes; observó la parálisis de ios
e.ristente entrJlarcrisis histérica y el orgasmo.' Algunos ¡lrierrl¡r',rs sr.rperiores e inferiores y también advirtió que
rn étlicos ya no vatilaban en afirmar que los síntotlras el tenlblor cra un ft'nrinreno pleculsor de la par:ilisis.
c.rnsiderados vulgalmente como efectos «le la posesión Las itle¿ls de Lepois tur.iel'on una cielta resonancia et¡
tie m,,níaca eran en realidad y por su agrupación. tras el anrbiet¡te nlódico de Ia época, provocando serias con-
to:"nrrs de ttna sola enfermedad' Sus explicaciones et'an tlrrvelsias, I)elo su opinirin srilo fue consagrada pol las
de caritctel fisi<¡lógico: la bola que sentían las ertfelma: ol¡setr,¿tcioncs clc, Thonjas Sydenharn, (1r;2J-1{;8,9), r¡uicn
¿rsr:ettdel desde el abdomen, era debida, para ellos, a ulra rlijo que la\afección histérica és, sobre torlr, psíttuic¿r, y
in itaci«in de los plexos nlesentéricos cuyas contracclones s,i pai,,senia de¡rcnrlía rle un desortlen tle lol§?§l]'iiiu.*
rctiraban las partes inferiores de los hipocondrios¡ que aniniirli's, fluitlos n1r¡y t(,nues y sutilcs qllc se suporria
r)il eciau elevarse y causar esa sensación extraña' Los se¡'r'ían pirra dcterminar los nrovimientos de los ntierl-
iii"iu."" desgarradores y la c'ontorsión abdominal que su- bros. Scñalír asimisr.no\,que la histeria,/atacaba por igual
irían los ¡racientes se debían a la contracción y con- a hotnbres y mr-t.jeres y'cn p¿lticular a los que habitual-
vulsiones violentas de los intestinos. La risa espasmó- nrente sc dcnontinab¿rn hipocondt'íacos_, pol lo cual era
clica y la dificultad respiratolia eran p-roductos de con- iusto suponel qlrc sr¡ origen no estaba en la lnatriz. "L¿r
tracciones del mismo tipo en el diafragma. En las \ histerirl inrita casi todas las enfermedades que afe,ctarr
rlescripciones de la histerla ocupaba un lugar muy d-es- al género ht¡nrano, porque en cualquier parte del cuerpo
tacarló, en esta época, el espasmo' trastorno de orden
-¡ledida en que se loc¿lict, ¡rrorltrce sítrtomas que son plopios de
¡lecánico. Pero a que las observaciones se iban esa rcgion. Si cl ruó<lico no tiene experieneia, y unida
haciendo más precisas, la histeria fue perdiendo pogo a a ell¿r r-nucha sagacitlad, se cquivocará fácihnente, atri-
r)oco su tono dó misterio' IJn cierto número de médicos buyendo a una enfel nredad esencial propia a tal o cual
se,había liberado de la teor'ía "oficial" de los hunrores; ór',{ano, sínt<¡nras qtre dependen pura y exclt¡sivanlente
lnas en realidad eran pocos, y su prestigio no compen- de la afeccion histórica. Así es que algunos accidentes
saba la cantidad. se palecen a la epilcpsia y sus convulsiones pueden si-
En el ario 1G16; Charles Lepois, médico francés. rom- nrular las rle ósta", decía Svdenham." Stts estudios espe-
piri con todas las ideas tradicionales y se- .excusó por cíficos abarc¿rton cl clavo histérico, la tos. los v<imitos,
ástar cn abierta contradiceión con tarltos sabios; explicó la odontalgi:r, la raquialgia y ltrmbago.
qlre su experiencia razonada le o-l¡Iigaba a sostencr que L¿¡ obra de Sydenhzul no fue conocida por nruchos dc
út".o ie encontraba desposeído' que su importancia sus contem¡ror'Írneos y sólo a principios dc 1859, Rriquot.
"l
estaha deseartada, y q¡¡g-"g.¡án"los nervios Ios.que domi- doscientos ¿rrics dr:sl.ru«is, la hizo apleciar en str -jrñto
naban t'l panoranla histérico. r'¿rlor. Sin t'rrrbargo, no sc perdió totalmente la noción
"La irbt'ención de la sanEre menstrual, dice Lepois, de I¿r histetia m¿rsculila, pues Raulin, en 1758, dccíir
dehe considerarse como una leyenda, porque la histeria que "si los rnédicos r¡ue pensaban que la histelia ¡tro-
3o A. TALI,AFI.,RRO (:I RS() BÁSICO DE PSICOANÁLISIS 3I
venia del útero, vivieran entre nosotros, se sorprende- (iirleno e Hipócrates al sostener la existencia del cs-
rían al vel', conro los vemos todos los días, hombres que llclnr¿r en la mujer y a admitir como causa etiológica
tienen sensaciones semejantes a 1as que sienten en el ,lt, [¿¡ histelia el desplazamiento del útero y las sofoca-
bajo vientre Ias nrujeres histéricas". ciones. Loyer-\/illermay; presentó de nuevo a la histeria
( ()nlo urla afección vergonzante y a las mujeres victimas
Pero, fundanrentalmente, desde el siglo xvn hasta la
Revolución Flancesa, y comienzos de la era contempo- rle este nral como objeto de piedad o desagrado, negando
r'ánea, se mantuvo en plena vigencia la teoría de que v rombatiendo al mism,l tiempo, encarnizadamente, Ia
la histeria era provocada por vapores fétidos despretr- existencia de Ia histeria masculina. Con toda justicia
didos <le la matriz por descomposición de la sangre tlice Briquet que el tratado de Villermay parece más
menstrual y del supuesto senren femenino. t,bla del 150u que de 1816.
En 1768 llegó a París Francisco Antonio Mesmer, C<¡mr-¡ una reacción al planteo etluivocado de este in-
quien años antes había "descubierto" en Viena eI mag- vestigad<-rr, un médico de la sección alienados de la
uetisnlo aninral. Salpetriór'e, el, doctor E. J. Georget (1795-1828), dio a
La inrpoltancia que tiene Mesmei en la historia de publiciclad un articnlo en el que criticaba los conceptos
la histeria es indirecta, pues si bien no se dedicó cons- de Villenuay, haciendo una descripción clínica tlel ata-
cientemente al estudio de este mal, casi todos sus pa- que lristórico que permite considerarlo conro eJ primel
cientes lo sufrían, siendo él quien con sus experiencias autor que caracteriza el "estado segundo" o sonambu-
dio el primer paso para el descubrimiento de la hipnosis lismo histór'ieo. En su artícuio, Géorget describía tam-
que, con postelioridad, llevó al psicoanálisis. Sin saber- bién casos de'listero-epilepsia, lIéganáo a sostener que
Io, Mesmer trabajaba actival¡ente con la sugestión, a la epilepsia no es más que un grado avanzado de histeria.
través de la transferencia que stilo con el advenimiento En el año 18i30, en Inglaterua, el doctor Brodie pu-
del psicoanálisis se comprendió y utilizó racionalmente. blicri u¡r libro sr;ble las A¡ecciones neruiostt,s locales y en
Mientras él discutía con los miembros de la Academia las páginas quc dedicó a la histeria citó conocimientos
qLre sus contemporáneos en gran parte ignoraban. No
de Francia, un discípr.rlo suyo, rpl.- co.nde Máximo de sóL, admitió con Sydenham Ia histeria masculina, sino
Puysegur, aclaraba en 1784, y de una manera termi- que al refelil'se a su etiología a propósito de la coxal-
nante, la existencia del mecanismo hipnótico. Éste no gia histérica dijo: "No son los músculos Ios que no
t'ue en realidad un descubrimiento, pue§. Paracelso lrelata
que, en un convento de Corintia, los monjes utilizaban obedecen a la voluntad, sino la voluntad misma la que
objetos brillantes para sumir en sueño a los enfermos, no entra. en acción." Estudió igualmente, con profundo
y en el año 90, Apolonio de Tyana dio elementos que criterio clinico, la retención de orina, las neuralgias y
permiten sltponer que en esa época la hipnosis se usaba el timpanismo histérico. I¡onnuló la terapéutica de ils
en una forma entpírica. contractutas y pará.lisis, que consistía ante todo en esta-
La consecuencia positiva de las observaciones de Puy- biecer un tratamiento inofensivo, afirmando que esas
segur es : l¿aber ittr¡¡cltrcido utta ¡»imcra tLif eretrciación afeccir,nes se curabán nruy frecuentemente "bajo Ia in-
cn. el concepto drl psiqtLismo y pt'rmi.tir la comprcnsión. fluenci¿ de una viva impresión moral".
rle que los f cnóntcnos psíquicos, ottn los ntás simples '¡¡ Así llegamos al año 1862 en que Charcot se hizo cargo
tspotttáttcos, obcdrccn d ca?Lsas Tsrcdctcrminatlas. de la sección de histeria en Ia Salpetriére. Merced a sus
Puede decirse que tgl comienzo del siglo xlx/fue fu- trabajos el histerismo comenzó a ser considerado verda-
nesto para la evolución del concepto científiCo de la deramente como una afección nerviosa, y completando
histeria. En el año 1816 Loyer-Villermay publtca un las precisas descripciones de Briquet, Chalcot arralizó
trabajo que se titula "Tratado de las enfermedatles el gran ataque de Ia histeria convulsiva, distinguiendo.
nerviosas y vaporosas y particularmente de la histeria en el mismo cuatro fases: la primera, epileptoidea; la
y de la hipocondría". segunda, de las convulsiones y los grandes movimientos;
Este artículo ejercií, una nefasta influencia entre Ios ia tercera, de actitudtrs pasionales; y la cuarta, del pe-
médicos, pues en él sc vuelve a caer en el errol de l iodo delirante.
\
L:rs experiencias que se realizarc¡n en la Salpetriére I)ensar que el mal ha desaparecido. por el contrario, lo
se basaron principalmente en las pruebas efectuadas por r¡ue sucede es-que la histéria s" t,a *oaüü.ao,
el cirujano británico James Braid (1?95-18(i0), quien aspecto _formal. EI vocabularlo aei-alma-!,ll.ió en,.u
introdujo los términos hipnotismo, hipnotizador e hip- con
correr. del- tiempo cambi_os-.nrno lá, q"u-.!"p"oaujerorr
nótico y desapareció luego de una vida de 65 ar-ros de en todos los idiomas. Hubo transioJ_á"io".", "l
vicisitudes, en la que se mezclaron escándalos, investi- .
más refinado o más rústico, según ui se hizo
gaciones honradas, eI esfuerzo terapéutico v la anlbición al-
"i""i'""tt"ral
canzado en ese moillento por la ci"iiizaci¿n
irri.*u.
inescrtrpulosa (Zilboorg\, En Ia Etlad Media coniaba .on fo"*a.-de expresión
Braid conseguía sumir en sueño hipnótico a sus pa- ..
diferente.de las que se usaron en la Edaá Contempo-
cientes, haciéndoios mit'ar fiiamente el cuello rle una ránea,. y lo mismo fue ocurriendo
botella hasta lograr la fatiEa. Este lenguaje, como todos ¿p""* sucesivas.
"n ;";;ía
Al ocupar.se rlel e.qtudio de las parálisis surgidas des- .los "i.;;, áio'1"ü". portun-
moda. El gran ataque ¿" tiri""tá,-iil la
pués de los trar¡mas. Chsrcot intenttí reproducirlas alti- tos informes rnédicbs en los. últi;;; j"i"r-;o., "
.. uio
ficialmente. tJsri para ello a pacientes histéiicos a los sonretido a la misma mutación, á- pr.t" l"f
que transfería, por medio de la hipnosis, al estad<¡ la plena diferenciació" d; ;;;-;;a;";;;;;",:" áou,
"on
presenta
sona¡»húlico, r- logró de esta mÍrnera demostrar, p()r un muy lara vez. La histeria ahora se ,.disfrazu;
I'igt¡rosr¡ encadenanriento dedrrctivo, que tales parálisis mejor y no se déscub¡e tan f¿"lf*ártJ, "a"!iu qr" mu"há
to.
el'an ('olrs.ec. uencias de fepresentaciones, clominantes en términos histeria e hipererotisrno roo-!iüii*n..
.,.--ci-'irsiquisnlo del enferrno en nromentos en quc éste se Lo fundamental en lá obra de Ch;;;;;'"u
hallaba en t¡n estado de espeeial disposicirin i rlt tsto ción fisiopatolóeica a" ¡a-enie.muááá,";"."p"íquica concep-
i,»tttu qrtrió rrplíenrlo, lto» |tt'interu tc:. ettál rro cl por
excelencia,', y fr" ¿i p;i;;".?ri .""'.i.rt"'.ar que su
t,t?«tnistno hi*ti¡'ico de cottt'rrsión. Después tle estas valor esencial4ijó,
era un estad'o enfermüo'á"i'"*oi"it, ,.,s;
experiencias de Charcot l'esultaba muy difícil poner en las enrociones la determin*",
riutla que la psiquis no pudiera provoca)' los síntonras vocar o suprimir fenómenos 'histéricos',
"ilo-.rá"iii,":iüáál' J"il
rle r¡na afccción aparentenrente orgánica. ii ei'a'islamiánio
¡1 la terapéutica moral ejercen ;";-i;ú;'iniiuln"iu
('on esta investiga<'irin de tan vastos alcatrccs, (lharcot sus manifestaciones. .n una patubra, pue"il!r".prr""" "obru
hizo una contribucirin realmentt invalorable al c<¡noci- o desaparece por a¿ciones psiqui;;,'i;;i; "L-s conside_
mie¡rto rlel ser como un todo. ,{ños rtrás tarde, basán- rarla como una enfer-me{aa' p"il¡l.i!g11,'-á'""J".0
rlose en el test¡ltad<¡ rle estas investigaciones, Janet En el año 189S'b.i¿iler-v F"eut Charcot.
( I851,-lf){2), Brcuer (1842-19251 y Ii¡t.r¡¿l (185f}-1939) preliminar,sobre rrEl ."9g¡,¡.-" ñUii"r,:"r'rn trabajo
riesatrollaron sus teorías rlt, la neurosis, que coincidían ;;fq;;;;"i"' Ios fenó_
menos,histórico.s", y en 1g95 op"rl""J
cn t¡n cierto aspecto < on el con<'epto nredieval de esta. sobre la.H.istería, y con ó1, las ba;;; "-i"liür'o ,Esr,,.iio"
.ie'iá'"con"ep"iar.,
afecciones, sustituyendo tan sólo al "demoni,r" pol una psicoanalítiea.
fri¡mula psicológica, que en el concept() dc Mclanic Klein u_rq misma época Janet, haciendo investigaciones
es el "ohjeto malo, ¡rcrseguirlor". .En
lll <lerrunrbe rle la gran histeria, o ttrt'.jor dicho, l¿¡
nlodificación t,n los aspectos fornrales tL,la sintonlato-
logia, han dado pie pata que la medicina actual hayzr
c'onreti«lo una verdadera in.justicia hacia un¡r dc Ios Hri,i{i:Éltr!dii*i}**'i*tr#;i{tu1{*
fr quedan fuera del dominio d¿
que
glandes maestros de Ia clínica francesa. En los tiem- ciente,.a causa del obstácuiá'q;; i; ñ;.;;;jid",l
diana." Charcot había visluir¡ir¿";;.;'a''il"viaa coti-
pos de Char-cot Ia histeria se manifestaba t.on sus cua- "on._
tro fases perfectamente definidas. Su prest,ntación era vi'i,f
recuerdos olvid.ados, y en una e.,nfeiencia "iio" ¿e
evidente, l)ero, con <,1 tien'rpo, sus fol'mas se ntorlificar.oll. ore tas neurosis en Ios qrá ai"ta"st.r"
,o_
En la actualidad es raro encontrar un (.aso de gran .accident". f;;;;;r;;;s,
sobre et pap_et ulterio. dt l"J';;;t;.ü;;;;¿:";e insistio
histeria, v esto rnismo ha llevado a nruchos médicos a rnoria, que dismint¡ía. v ra imásinii.iJr'r^"ii_tica ra me-
qr¡e
,{. T,'\LI-AFLRRO (;t Rs() BÁSlco t)E t,slCO.\\.it lsts
II .tr)
srj encargaba de llerrar las lagunas que se pt'oducian. otro orgánico y reflejo. Su primera definición de la
Los sujetos que haLrÍan sufrido un accidente hacían histeria, for¡¡rulada ante la Société de Neur.ologie el dia
lelatos fantásticos de Io ocurrido --y los hacen aún- 19 de novier:tbre de 1901, dice: "La histeria es ulr esta-
corr un r¡ratiz tal de verisnro que aquellos hechos irna- rlo psíquico que hace al sujeto que se halla sometirlo a
ginalios adquir'ían totla Ia traza d.e realismo. él capaz de autosugestionarse. Se manifiesta prineipal-
"Los hechos realq5 Charcot- dejan, sin mente por tl:A§,tgr,!19s.. primitivos y accesor.iamcnte ¡ror
embai'go, imágenes penosas-s¿¡riaba
que se mantienen en el fon- trastornos secundarips.' La característlca de los tr.as-
do de ia conciencia, y aun cuando parecen olvidados, tornos. primitivos 1es''la- posibilidad de replodt¡cillos l¡or
csos recueldos pl'ovocan J, alinlentan temores, angustias sugestión con exactitud rigurosa en determinados su_ic-
o p¿rirlisis, segútl que las irnágenes estén cargadas de tos y. hacerlos desaparecer exclusivame¡rte p()r. la per.-
eruoción o de moviuriento." A estas imágenes Janet las suasión." Babinsky eligió esta característica de l¿ hñte-
llanli» "t ecue¡'tlos traumáticos"; ria por considet'atla la rlás inr¡ror.tante, cr.t,ando tr¡l
I'ara Gras§bt (11{49'1918) Ia histeria no es una en- tér'mino nuevo, pitfiioúi.srrn, que deriva cte tlos r.aíces
fernredad mental siuo psíquica. Llega a esta conclusión griegas que significan: persuasión y curable.
en Ia clrsociación de Ia actividad psíquica en
.t'uncl¿indose Para explicar el conjunto de síntomas de la gran
dos forrnas de psiqr-rismo, superior o consciente, e infe- histeria B-abíniky aomite dos meetrnismos: uno, exclusi-
rior', poligonal o autonlático; y distingue los fenómellos vamente ipsíquico, y el otro, purar.nente llg_{k¡o,
psíquicos de los fenómenos mentales. Es psíquico tod<r
Sollier 1 es
el autor de la teor.ía fisiológica, que intcnta
acto coltical que inrplique pensamiento. intelectt¡alidad.
Toda la cottez.a es psíquica. poner un substratum all¿rtrinrico a los fentilnenos histú-
En caurbio, considera mentales tan sólo ios fenómenos ricos. Le había llanrado la atención el inso¡nnio lebel«le
o trastorllos localizados en 1os centros del psiquismo y absoluto de este tipo de enfermos, y algunos hechos
supclior'. I)e esta claboración deduce ias siguientes pro- clinicos y experirnentales le pelnritiéron atril¡uir tal
posiciones: "Todo lo que es psíquico no es necesaria- anom¿lía de los histér'icos al hecho de que éstos vir.en
mente mental. En la histeria hay siempre trastornos sumergidos en un estado de suerlo pzrtológico. Y crr
rlel psiqtrisrno inferio¡ poligonal; si al mismo tiempo razón de que éste deja a los enfermos en t¡n aparente
hay tlastornos del psiquisnro superior se proluce una estado de vigilia, pt'opuso llaurarle rigilambulistnoi."si
tornplicación y el histérico se convierte en alienado." los histéricos no cluermen el sueño normal es por-que
Bei?iéim soluciona el problema de la histeria a srr habitualnlente dt¡erlnen otl.os sueiros parciales." Es ile-
modo y clee que todos los fenómenos histéricos son sint- cir, que éstos rro afectan al lnisrno tiem¡ro todo el cete-
ples sucesos nornrales exagerados, por "autosugestión". bro, pero invaden sucesiv¿mente los diver.sos centr.os
Dice que en algut.tcrs individuos esos fenómenos se exa- funcionales. Cada centro cerebrat dormido deja de fun-
ger:rn I)or'(lue "l)oseen un aparato histetógeno muy des- cionar, produciendo tra.stornos sn la esfet'a orgirnica
¿rn'r¡llado y fácil de conurover". Esta predisposición a correspondiente: anestesiirs, parálisis, etcéter.a. Flste
ios fenónrenos histéricos constituye la "diátesis histé¡ica sueño o- aletargamiento cerebral permitir-ía compretrder
congénita". Bernheim va tan lejos en su interpretación los matices y las conrbinaciones indefinidas que plese¡¡-
psict-rlógica que Ilega hasta negar Ia existencia misma t¿n los síntoruas histéricos, debido a los nunrerosos gra-
rlela histeria cu¿¡ndo dice: "Las grandes y pequeñas cri' tlos de intensidad y las variaciones. m¿is o menos rápi-
sis «le Ia histeria en sus tiiversas y numerosas for¡nas. das, que puede revestir, y por la variedad de los centrr.¡s
son la sinrpie exageración de fenómenos normales de afectados silnr¡ltánea o sucesivamente.
orden psico-fisiológico. Todos somos histéricos en ciert¿t La teoría de Sollier se podría conrl)ar.ar en parte a
nledida. Yo diría que la histeria no existe por sí misma." la concepción psicoanalítica de las ,:atcxias intr.ápsíqui-
Lrrego de las concepcione.s psicológicas puras aparece cas de los representantes de los órganos, v se hacc m,i-
l3abinsEy (l85?-1932), agregando aI mecanismo de na- r,-Citado por J. Ingenieros en I¡isrcr;a
tulaleza psíquica él prefiere llamar isuf¡estión-. ¡.srrÁesrión. tOOJ, Ed. Spi-
nelli. Buenos Aires.
-que
3ti A. TAt,I,AI'I]RRO
ctrRso BÁSICO DF pstc()ANÁt.tsts J7
comprensible al sustituir
"sueño parcial" por "carga
riespués, en el-siglo xvur, Mesmer se
libidinosa" y "ccntros cerebrales" por "representaciones _ !i:!..ñ*
,rl)arentemente apartri
de ór'ganos". de Io sexual,
r.nfermos debían caer, para Ía quu;";úr".; teor.ía loe
La reflexologia abordó también eI problema de la his- 'crisis convulsiva,,. que su curación, en la famosa
teria y Krasnogorsky (citado por Gavrilov) pudo esque- ,.xtragenital. no es más que un ol.gasnlo
nr¿rtizar la fisiología de l¿ histeria en la siguiente
,, Pero,en el siglo xrx, con Loyer_Villelmay,
fornra: "El car'¿icter esencial de esta psiconeurosis es la Irevar ta ateneión lá q""itáí; se volvió a
debilidad funcional de la corteza cerebral, que muestra acercó al verdadero" sám;il:l'Geor.get se
Lrr¡a excit¿bilidad subnornral y un rápido agotamiento, ¡rero considerándolo "oniii"to
como una "l"a""ir";;;;". psiquicr>.
seguido de un restablecimiento muy lento de la excita- lilema- senitat que, aun. reacción frente al prr,_
bilidad del potencial normal. ('rronea, ela lo que sostenía
",r..rrqo
l;;;;;#;; en forma
t Loyer_Viilerrirr]. o""pré"
"Desde el punto de vista biológico Ia histeria es una hareot rcprime lo sexual cierta io".*r],po. to _"_
neulosis cortical con los siguientes rasgos caracteristi- nos en sus artículos, pese a1en
que personalmente le di.jera
cos: 19, agolirmiento fácil de las células corticales; 29, una vez a Freud: .,. ..siempie t;
ia pérdida de la labilidad normal del equilibrio diná- nrism.o...,'. refiriéndo.e -rnu ;;;;;i:..'.siu_pr" lo
, hi*¿;i;;'que ln
nrico y iJQ la reactividad paradojal y la inclinacitln al sultaba). con_
desan'ollo de los procesos estáticos y las segregaciones Breuer y Freud, como productos de
¡rlolongadas del cortex." ..-1":9lr-""fente,
una epoca de reoresión, se acercan
plano.psicológico' { ideas, est_ados a la hlsteria en ei
sexuat no asume en ,'qr;rt;-¿ñ;" el tema
Un análisis total del concepto etiológico de la histeria ""ii"ia"Il,'p"ro
ri.;' .,i"i*l prepon-
¡relmite estabiecer que desde el primer momento, en la derante.
Edad Antigua, los nrédicos que abordaron el estudio de -.-Y por
flicto
último aparece en forma destacada el con_
sexual unido'al concepto-psÍqrl"á á" i, f,isteria,
este nral concibielon como raiz del mismo un trastorno y- ..
o una afeccitin ginecológica. La etiología de la histeria es entonces cuando Breuer no ló soporta y
ñ"eud q""há :
vieran las mismas características que presentaban, es- l:r investigación de casos. Billroth y sus colegas nega-
pontáneamente, Ios enfermos. l)an un hecho prácticamente demostrado y pretendían
Antes de abandonar París, consideró con Charcot la hacerlo con el alma de la etimología de la palabra.
posibilidad de publicar un trabajo comparativo entre las Aun cuando parezc¿ extraño, esto fue concretamente lo
parálisis histéricas y orgánicas, pues había notado que que sucedió y sólo con el correr de muchos años pudo
las primeras no siguen la topografia nerviosa anatómica, lrreud comprender por qué sus ex amigos habían adop-
sino que estan expresadas de acuerdo con el concepto po- tado esta actitud. Ya en el umbral de la muerte, Mey-
pular. Se ha dicho que Freud había aprovechado su estan- ttert, su ex profesor y ex amigo, que se contó también
cia en París para compenetrarse de los conceptos de t:ntre los encatnizados detractores de la histeria n)ascu-
Pierre Janet, y esto parece que Ie molestó bastante, pues lina, le confesó a Freud: "Siempre he sido uno de los
él mismo, en su autobiografía, afirma terminantemente rnás bellos casos de histeria entre los hombres", agte-
que, mientras estuvo en París, no vio iamás a Janet y gando que en su juventud se intoxicába con cloroformo,
ni siquiera lo oyó nombrar. por lo cual en una oportunidad fue necesario internarlo.
En el transcurso de su viaje de París a Viena se .A.sí vio Freud que, en realidad, sus ideas desenmasca-
detuvo unos días en Berlín para tealizar unos breves raban a los médicos víctimas de la histeria y que eso
estudios de neuropediatría. Al frente del Ambulatorium los había llevado, de la sincela amistad en que se halla-
de Berlín estaba entonces Kassowitz, cuyas teorías y ban antes, a encono por situaciones inconscientes, que
conceptos de la constitución del protoplasma tuvieron se moviiizaban en ellos. En vista de que no le permitían
influe¡rcia sobre Freud, quien los citó como b¿se de sus trabajar en los hospitales, Freud se decidió a buscar
r.rn histérico en algún otro lugar, y dio por fin con un
afirmaciones en la obra Mds allá, del principio del placer
que publicó en el año 1920. hombre que presentaba el cuadro clásico de anestesia
A partir de 1885 Freud escribió varias monogrefías histérica. Triunfalmente lo llevó ante la Sociedad Mé-
sobre la paráIisis cerebral unilateral y bilateral en los dica, pero su revelación fue recibida sin mayor atenci<i¡,.
niños, fruto de sus estudios en Berlín. Durante todo el año siguiente Freud no halló un lugar
En el otoño de 1886, a la edad de 30 años, contrajo donde dictar sus clases, a raiz de lo cual se retiró de
enlace y se radicó en Viena como especialista de enfer- la vida académica, dejando al mismo tiempo de asistir
medades neurológicas y, neurosis. ¿ todas las sociedades rnédicas. En el año 1886 se ins-
lJnos meses más tarde tuvo que comunicar a la Socie- taló en Viena como especialista en enfermedades ner-
rlad de Medicina ¿" 4¡5tria el fruto de sus observa- viosas. En ese mismo año le causó viva impresión el
ciones en París y
acerca de sus trabajos con Charcot. En fracaso del método de Erb que aplicaba ell sus enfer-
el ambiente de escepticisrno en que le tocó exponer, sóio rnos. Dice en sus Mento¡'ias que desgraciadamente era
halló burlas y descreimiento cuando se refirió a la his- tarde cuando se dio cuenta de que esa serie de conoci-
teria masculina. Más aún, el doctor Billroth, célebre mientos no eran resultado de estudios serios, sino tan
cirujano de laépoca, se levantó en plena sesión para sóio una construcción de la fantasía, y que cuando se
decirle que no comprendía cómo podía hablar de la his- obtenía una curación, ésta era, en realidad. tan sólo la
teria masculina, ya que el mal era de origen uterino, expresión de la sugestión que ejercían sobre el enfelmo
como lo denunciaba su nombre, derivado de la palabra l)or una parte el médico y por otra el aparato.
griega histeron, que significa precisamente útero. Ante esta situación concreta, inició la búsqueda de
Billroth le manifestó lisa y llanamente que no había un procedimiento sustitutivo, y recordó que en París se
visto un solo caso en hombres, con síntomas similares a recurría al hipnotismo como medio para provocar sínto-
'los que Freud había descripto. Los médicos allí reunidos mas. Supo también que en la ciudad de Nancy, Liebault
lo incitaron a buscar un caso que pudiera calificarse recurría con bastante éxito a la sugestión para curar
como histeria masculina. En vano intentó Freud ha- enfermedades, sin llegar en todos los casos al estado de
llarlo, pues todos los viejos médicos vieneses y los jefes hipnotismo. Durante la primera etapa de su actividad
de servicio Ie cerraron prácticamente las puertas para profesional, y después de haber abandonado el método
CUR§O BÁSICO DN PSICOANÁI,ISIS 45
l-l A. 'I'ALLAFE,RRO
¡ror motivos que no son los que proclaman consciente-
la sugestión como rnente. La filosofía ya había prepararlo la derrota de
electroterápico de Erb, Freud empleó l¿r teoría del libre albedrío, y la experiencia ,,A', de Bern-
sr"r principál instrumento de trabajo. Este método, en heim era la demostlación cabal de que no se podía sus-
realidad, n<¡ Ie satisfacía totalmente, pues carecía de la l.entar totalmente la mencionada ley, según dice S'ittels.
técnica iripnótica suficiente como para sumir.en tln sue- Pero la base en la que se apoya la terapéutica del
rlo útil , áIgut o" de sus pacientes, que tan sóio llegaban nrétodo psicoanalítico se halla en la experiencia ,,B', de
a un estado-de mediana hipnosis. Abandonó entonces el lJernheim, que es la siguiente: el hombre cumplió la
estudio o el tratamiento dó las enfermedades nerviosas orden y entonces con firmeza se le pregunta:
orgánicas para abordar con el mayor interés las enfer-
lne"rlades piíquicas que hasta ese instante no tenían un -¿Está usted seguro de que ese sombrero es suyo?
trat¿mienio correcto. Con el fin de perfeccionar su téc- (Efectivamente no es de é1.)
nica hipnótica, pasó todo el verano de 1889, cuando ya piense... ¿Por qué se lo ha puesto...?
tenía ;lil años, t¡n Ia ciudad de Nancy, donde tuvo oca-
-Entonces,
recuerdo. .
sion cle prcsenciar los trabajos de Liebault-en mujeles -No Usted tiene .
carácter en las historias clínicas con que Freud contri- ro supo ntanejar en la paciente la situación transferen-
cial, pol otra parte muy intensa en la histeria l¡ con
buyó al e-studio de la histeria. Pero, con el correr del tcndencias hacia la actuación.
tiempo, los distintos casos ql'e constituyeron una autén-
-experiencia, Freud continuó solt¡ sus estudios y, con el correr de
tica fueron probando Ia importancia de lo Ios años, modificó el método catártico, desarrollando otro.
sexual. El mismo Freud dice en sus }/ez¿orias: "Habría En primer lugar, sus condiciones de hipnotizador eran
sido muy difícil adivinar en los estudios sobre la histeria
la importancia que el factor sexual tiene en la etiología rnediocres; no consegura sunrir en suel-to a todos los
de las neurosis," ¡racientes, y aun en aquellos a los que necesitaba llevar
r¡ un estado de sueño profundo, sólo conseguía inducirles
Hasta ese monrento las relaciones entre los dos auto- runa hipnosis leve. Adenrás, comprobó que los lesultados
res habían sido cordiales. Todo se iba desarrollando lxitosos que se obtenían con los enfermos, desaparecíarr
dentro de la mayor armonía; pero Ia primera diferencia si la relación médico-paciente se perturbaba. Es decir,
que surgió entre ellos fue acerca del mecanismo intimo .i habia una falla transferencial. Resultándole impo-
de la producción de Ia histeria. Breuer se inclinaba sible controlar y estudiar esa situación transferenc!al
hacia una teoría fisiológica y quería explicar la disocia-
ción anímica que presentaban los histéricos conlo una ¡ror el mecanismo nrisuro de la hipnosis, recordó la expe-
.iencia ¡¡8" de Bernheim, que habia presenciado en
falta de intercomunicación entre las distintas zonas y Nancy, en que el sujeto nrentía sin saberlo; pero cuando
estados del cerebro. Para Breuer, el proceso era el si- se le insistía, firralmente recordaba la orden hipnótica.
guiente: durante un estado especial del sujeto se había Freud pensó entonces que los pacientes debían saber
producido una situación traumática anulada, que que- r¡ué era lo que les había ocurrido, e intuyó que si se les
áaba enquistada, no pudiendo tomar contacto con las persuadia con insistencia. posiblemente recordar'ían todo.
otras. La teoría, en realidad, no era muy ilógica; pero Este fue el camino por el cual orientó su nueva técnica.
Freud se oponía a ella, pues si bien al principio trató
de conciliar sus ideas con las de Breuer' veía que había La primera etapa fue el método catártico; luego aban-
otros elementos que tenían suma importancia, por ejem- donó la hipnosis y recurrió a la pelsuasión y a la su-
plo, el factor emocional; y que existían sospechaba
gestión, colocando la mano sobre la frente del paciente
-lo
por lo menos- inclinacjones,-deseos-e impulsos directos y asegurándole que, si pensaba insistentemente, podía
que eran n.ruy semejantes a los de la vida diaria. tecordar lo que había ocurrido. AsÍ fue, por lo que
Freud sostenía, y quería persuadir de ello a Breuer, Freud utilizó el método hasta aproximadamente el fin
que io que actuaba y hacía aparecer esa disociación del siglo.
era, en realidad, el resultado'de un proceso de repulsa, La modificación siguiente consistió en el uso de la aso-
ciación. libre, que descuble el inconsciente ntientras la
que primero llamó mecanismo de defensa y lvego repre- conciencia sigue actuando. En esa época fue cuando
sió¿.- Esto producia las disociaciones, las amnesias y los
demás síntomas. Pese a su buena voluntad, no pudo adquirió importancia el antilisis de los suci¿os a través
conciliar durante muy largo tiempo sus teorías con las de las asociaciones libt'es que hace el paciente, lo cual
de Breuer, y, poco a poco, se fueron separando. La des- ¡rermite al psicoterapeuta enterarse de todo lo que piensa
vinculación definitiva entre ambos se produjo de un éste e ir encontrando el elemento o la cadena asociativa
que ha de llevarlo a 1o nuclear. Con este procedimiento
modo que durante mucho tiempo fue un verdadero mis- el yo sigue existiendo, no se anula, como en la hipnosis,
terio para Freud. permitiendo el estudio de los mecanismos defensivos del
Lo que aparentemente sucedió fue que Breuer sufrió nrismo, como así también de la transferencia.
un serio trauma durante el tratamiento de su famosa
7
i0 A. 't',\I.l- \[ l.RR()
CtIRSo BÁSI(]O DE PSICOANÁI,ISIS 5I
Hay una tendencia general a cleer que existe una que fue a la yez su primer director. La experiencia
vinculación entre el hiprrotismo, la sugestión y el mé- adquilida en e_ste prinrer establecimiento, demóstró que
todo psicoanalítico. El único vínculo que existe actual- el plan para la enseñanza del psicoanáiisis debía Éer
mente es de c:arácter histórico. Hipnoti-qmo y sugestión estructurado, y efectivamente asi se hizo. Las normas
son pasos que llevan ai psicoanálisis, constituyen una que sentaron rigen en la actualidad, con algunas ligeras
secuencia; pero rro tienen relación direct¿ entre sí, a tal variantes, en todos los institutos psicoanalíticos- del
punto qr.le en la actualidad se entiende que cuanto más mundo y tienen tres etapas fundamentales: psicoanálisis
sugestión se ha hecho obrar sobre el paciente, peor es Didáctico, Enseñanza Teórica y Enseñanza práctica. El
el tratamiento y peor el resultado .l final. Psicoanálisis Didáctico se efectúa siguiendo la misma
En un trabajo que publicí) en 904 Freud dice que técnica del terapéutico. Su finalidad es profundizar en
la oposic:ión entre la técnica psicotrnalítica y la de los el inconsciente del candidato a psicoanalista para esta-
otros métodos rle ¡rsicotcrapia es máxinta. "Equivale a blecer si h_ay elementos pertuibadores. Está prueba,
la que con tespecto a las altes expresó t¡l gran Leonardo al rnismo tiempo, resulta un extraño trabajo piá"ti"o.
tla Vinci, ¿[ c,nunci¿rr sus fórnrl¡las pt't'uia. di pone y Fln el psicoanálisis no se puede, como se hace en la
¡ter t:itr di let'ut't', 'La pintula Leona¡d6- 6ps1'¿ medicina corriente, realizar eitudio" en cadáveres, y por
¡ter t,in rli. pat t't,. cs dccir, va-dier
pbniendo elementos, los lo tanto el material que se emplea, es el que suminisira
{'olors¡;, sob¡ e kr l¡ianco del licnzo, donde antes nada exis- el m-ismo estudiante, lo cual permite que vaya cono-
lia. iln cambio, la escultura actíra pert;ia d'i Leoat'e, ciendo en sí mismo los mecanismos psíquicos, se conozca
sacando piedra de ln ¡rietlra hasita dejar la superficie profundamente y elimine, si es qué eiiste en é1, toda
limpia rlc la estatua, que ya e'staba contenida en ella.' situación. conflictual, pues bien puede suceder que si
Ilsa es i¿¡ misma diferencia <1ue existe entre la suges- llega a ejercer el psicoanálisis y se le presenta un caso
tirirr y el psicoanálisis. La primera actúa p(')' 'üia d.i con un conflicto idéntico al suyo, como no ve la propia
/)o)','r', es decir, se rlc'spreocupa de1 origcn, la fuerzzr y situación conflictual,_ no la verá tampoco en el paciente.
el sentido de los síntomas ¡ratológicos que hay que su- En cierto modo, "su" problema seríá un filtro de color
¡;r'inrir y por eso lo único qne hace es sohreponerle otra que anularia, para el análisis, todos los problemas seme_
<osa: l¿r sugestirin, tlue tenrilii o no la fuerza suficiente jantes. Por esta razón, el psicoanálisij didáctico es de
¡ la pei'sistenci¿¡ necesaria para mantenel' oculto el sín- fundamental importancia en la formación de un futuro
1.{)ur¿r. },ln callbio. la t.erapóutica analítica no quiere psicoanalista.
inrpont'r' nad¿r nuevo sino qtrq, por el ctintrario, se pro-
l)()ne quital o extrael algo. Con esc fin investiga el
oligen, Ia génesis rle los síntornas y sr¡s t.onexioltes con
l¿r r.icla patógena quc quieltr hacer desapat'ecer,"
[,uego de separarse dt, I]reuet', Sigmund ]-reud con-
tinuo traba,jando cn la soledad h¿sta el año 19013, en que
fundó urra rnesa re«londa (luc se reunía f{enelalmente
los miór'colt¡s por la noche y resultó sel el núcleo de
la fr¡tura .A.sociaciirn I'sicoanalítica Iltternacion¿1. Se
fuenrn agregando especi¿riistas de divelsos países, y fi-
nalrrent.e, en el año 1908, en la ciudad de Salzsburgo,
se realizti el primer Congreso de Psicoanálisis en el
que un rnódrco, Sadget', informó, por primera vez en la
hist.oria rle Ia r¡edicina, sobrc Ia cur'¿ción de un caso
de holr¡osexualidari por niedio clel psicoanáIisis.
En el año 1920 se fundó en Berlín un PoliclÍnico
Psicoan¿lítico con el apovo econónlico de Max Ettington,
CURSO BÁ§ICO DE PSICOANÁ¡-ISIS
colno en todos los casos, tendrá un elemento que es la d) Igualdad de valores para la realidad interna y la
expresión de la condensación, Todo síntoma está pluli- .xterna o suplemacía de la primera;
deteuninado pol diversos afectos que se expresan con- e) Predominio del principio del placer.
densaclos a través de éI. Este complejo mecanismo ocurre a) En el inconsciente la cronología no existe, corrro
íntegramente en el inconsciente y está regido por el - rige en los sueños. En la vivencia onír'ica pue-
l;urpoco
ploceso primario que regula la ar:tividad de todo neu- ,lcn dalse casos en que el tiempo y el espacio estén
rótico o psicótico. lot¿rlmente ausentes. Careciendo de senticlo cronológico,
La proltecciórr se produce gerreralmente en Ia para- ,l inconscie¡lte no I'econoce pasacio ni futur.o y tan sólo
noia en que el sujeto proyecta sus impulsos agresivos rrn presente.t 'Iodas las tenclencias son vividas por el
soble otlo u otlos y luego se siente pelseguido y aco- ¡lrconsciettte en el tiempo actual, incluso ruando se lefie-
sado pol esos urismos impulsos que éi proyectó. r t'n al pretér'ito o al futuro. f,os acotrtecinrientos más
La itluttilicnciór¿ o tlansferencia del acento del objeto Ir,janos siguen actuando en el inconsciente de un modo
aI sujeto es una manifestación psíquica general. "En invariable, con tanta actualiclad, conro si acabalan de
todo momento, dice Nunberg, nos identificamos con aI- ()('un'ir. Un paciente de 35 años luchaba jnconsciente-
guien." Mediante este proceso una persona se considera nl(,nte y con gi'an tenacidad contra la autoridad patelna,
ón cielta n-redida semejante a olra, el niño copia el modcr t)('se a que su plogenitor había fallecido cuando él tenía
de actuai- del padre y este proceso de identificación 'rr lo 8 alios de edad.
palece ser la posibilidad de una mutua comprensión h) Tanrpoco tiene el inconsciente un concepto <lefi-
huur¿rna. rritlo -de 1a conti'adir.cirin. No opone rcpal'o alguno :r la
Tanto Ia identificación como Ia proyección son modos ,,,cxistencia de sucesos antitóticos; sus elenrentos no es-
del desplazarniento que en e1 plimer caso se hace de lrrn coordinarlos v Ias contr'¿rtlicciones se dan sinrult¿i-
un objeto al sujeto, mientras que en ia proyeccion va ,r'¿ur)ente, nr¿rntenientlo su ¡tlena valencia, sin excluirse,
del sujeto al objeto. Si una persona sueita que Juan se ;rr¡n cuando sean de signo contrar.io. Pueden existir. ¿ la
cae del puente, sentirá todas las sensaciones inherentes \ r,z un sí y un no. . . Si en la rráquina de esclibil se
a la caída. En otros términos, una ameba engioba un ;r¡rrietarr dos teclas a la vez, ambas llegar¿in inntas a la
trozo de carrnín y se tiñe. La proyección es todo 1o con- lrría qne nolmalnrente hace que un tipo pcgue firlue-
trario. EI sujeto que siente temr¡r en eI sueño. no lo r¡rt,nte sobre la cinta y <'leje su r.narca irnplesa. Pelo en
vive como cosa propia, pero en el episodio onírico habrá .r;1,r,caso, corno llegar'ían dos, chocar'ían al entr¿rl en la
otlo personaje que vivir:á un estado de miedo. En rea- ,,r¡ía, y ni una ni otra lograrían grabarse en el papel,
lidad, 1o único que se ptoduce es un desplazan'riento rle t,r¡os no respetan t¡n orden pleerstableci<lo. En el incons-
la carga psíquica del sujeto al objeto. En la palanoia, ,'icnte, sin embal'Ho, todo se desat'r'ollar'í¿r de tal manera
la persona proyecta su agresividad, pelo también lo h¿ce ,¡rrt: ambos tipos tendrían acceso al papel, imprimiendo
con otros afect<¡s, sin darse cuenta de que la esencia 'inrultáneanrente letl'as o palabras tle signo y valor con-
de todo está en é1. Por ejemplo, el caso del niiro que, I r':u'io. Un amor y un odio. Inconsciententente se puc-
ante Ia jaula de los leones en el zoológico, dice: "Sal- ,icrr vivir en forma simujtánea sentinrientos de odio y
gamos de aquí, abuelito, porque tú tienes miedo." ,l{'¿rmor, sin que uno de los dos desplace o anule al otr.)
rri siquiera en Jlarte.
Cata cte ríst icas clel incon scient.e
lil incorrsciente tallpoco sabe decir que no, y cuandc
r¡r.r'rsita dar una negativa debe enunciarla recun.iendo
El inconsciente tiene sus modos propios de actuar que :r otros elementos. Quizhs a un¿1 anestesi¿r, si lo que
constituyen en corrjunto el proceso primario y son: ,lrriere es no sentir'; a una pzrr'álisis, si l<¡ rlue tlesea es:
''rrr> quiero",
a) Ausencia de cronología;
b) Ausencia de concepto de contradicción; Esta modificación dcl sentido rlcl titrnpo sr ol)serva t:rr¡t)ién (n
l,r.r experiencias realizadas con mcscalina y L.S.D. I)ucs !o inloxi
c) Lenguaje simbólico; .r'i(in produce un predorninio drl proceso prinrario
A. TALLATERRO CT'R5o BÁSICo DT: PSICOASÁr-ISIS 6l
(.i0
1o ex-
c) Cuando el inconsciente tiene .qu.e .decir'(Esto-se
r)resa- en forma arcatca, utilizando símbolos' (lue se hallan temporalmente en él y están por consi-
-üi ;;i;iie'al
I;;;'.;; i';;;; estucliar--el p.o-ceso de ela-
;;;;"ú"' ¿" páe' 13?') Una enferma sueña xLriente sometidos a sus leyes, pero que en cualquier
""u¡o.-
iuittio, que sorbe con -fruición' v momettto pueden hacerse conscientes, y por otra, cuyos
ñ" ;;"J;p";¿o-u" r" i1""" du'tt"*u. chantiily derreti- no pueden aflot'ar al consciente, pero aun así
r.leiment<¡s
t'uando ia boca
;;:'!;;"; ;;';';; "" ptá"u'' El se
siglific.ado del sueño
ha hecho empleando
es llegan a producir determinados efectos por vías indi-
rectas, alcanzando la conciencia en forma de síntomas o
Iíia"i,i.l' ;;;r- ú ti*r,i.ói¿"
símbolos :juelios. Todo lo reprinrido tiene que permauecer incons-
r.iente, pero no forma por sí solo todo el contenido de
cste sistema. Lo reprimido es, por lo tanto, una parte
del inconsciente, el inconscicnte reprimido, ha dicho
F reud.
De acuerdo con el sistema hipotético, el cllo en su
totalidad y parte del 37o y del superyó se encuentran
rientro del sistema inconsciente.
Antes que el investigador austrí¿co fijara las normas
del mótodo psicoanalítico era difícil penetrar en el in-
consciente; ahora los medios para hacerlo se hallan al
alcance de toda persona preparada en la técnica psico-
analítica. Pero hay que sabet'buscar. El estudiante que
mira por primera vez un pleparado en el rlicroscopio
o se detiene ante una radiografia, pocas conclusiones
podrá sacar', Lo que vea le resultar'á borroso; pero con
el tierlpo y mediante el uso de lentes nrás débiles y
radiografías nrenos complejas, aprenderá cuál es el va-
lor de lo que tiene ante sí. Por analogía, cuando se
"mira" por pt i¡ps¡¿ vez dentro del sistema inconsciente,
poco o na<la ¡rodrá verse, pe¡o luego, con la técnica ade-
cuada y la práctica necesaria, lo irreconocible se des-
tacará con nítida clalidad.
Y así ha dicho Dalbiez que: "para muchos el psico-
análisis es sólo una filosofia y por lo tanto se creen
con derecho a discutirlo de un modo puramente dialéc-
Ios mismos. tico, sin recullir a la experiencia. Sorprende que haya
del sistema inconsciente es necesario tener
en médicos, a los cuales su formación debería apartar de un
Dentro
^""r-poición, halla
."1"i, unt'páttá del mism-o' que seque error de rnétodo tan grave, que publican trabajos críti-
ilü;;üH;-ái"-""tot á"- natrtaleza, tal si
cos sobre el psicoanálisis en los que no figura ninguna
a ser "u
conscr"t'i"t-piá*"'tarían
liesaran j;; j¿;;.- notables dife- <,bservación personal, y qr¡e no parecen ni sospechar
;"'ÍJi;;'á Estos elementos diferentes' que
-ai -sistema la necesidad de la comprobación experimental. Para cri-
;;';iil#'il"á""".á ii¡* consciente' consti- tical'lo es necesario comenzar por rehacer sus experien-
iü§'i;'d;
"po.
ü- ¿""o-i"u inconsciente reprimid'o' cias, estimando sin embargo, que si bien nada comienza
lo tar,to, en el inconsciente pueden considerarse'
-Ñpáttti"., sin ella, nada termina sólo por la experiencia".
una parte compuesta por elementos
""^t"-*á
62 ..\. .t,{t.t.AFERRO CI,]RSo BÁsICo DE PS¡CoANÁI,I..,IS
63
EL SISTEMA CON§CIENTE
EL SISTEMA es un,órgano de persspsi5n
que nos absoiben po, ..t _á*"ntopara las
PRECONSCIENTE ,.,I1^-",g1."iunte
rrnpresrones
y debe
En Ia topografía hipotética del aparato psiquico, 't.r considerado como.u, ¿rgrnJi""io"iJ'.ituudo en el
iim.ite
creada por Freud, el sistema preconsciente se halla ubi- de Io interno y lo extóno-"J"-_üi'"liard
('rbrr- procesos de_una para per_
cado entre el consciente y el inconsciente. Su contenido u otra p"o."Oá.üi.-'
está integrado, en parte, por elementos procedentes del ..uuranfe el sueño vemos. imágen"., oi*á" voces y per_
,' r,)r mos sen saciones -bi""'.?Ao
inconsciente, en paso haeia el consciente y también del "- ^sentim ien-tás.
trrmbién,podemos pércibir, de vigi I ia
consciente hacia el inconsciente, adoptando la forma de , uculo de lo percibido es. la dif"*ü; de que el
c«.¡n
n-raterial preconsciente. Existen además impresiones del
,ueño.- Ti,
En está última activi¿r¿
;*;iü;r"á' du.ant" el
mundo exterior, t'adicadas en é1 como representaciones los
fonéticas o verbales. dgformados que rienen"¿iá'"-or"lercibidos
origen en
lr.rr€Dtras que en-el estado.ae íigitiá-toe[ incons_
:.i.::Trl::,
.renre,
Las tendencias y representaciones objetivas incons- ,,rtrrmos. con mayor nitidez qu;-;;;-
cientes llegan a Ia conciencia a través del sistema pre- ttcgan, desde el mundo exterior .son los "ri¡_ilo. que nos
consciente, asociándose para ello con los conceptos que, ,-i"rrZ."áJ'los órganos
,i, los sentidos. Existe..por ro ir"iJ'""tiu'
en forma de representaciones vetbales, han sido adqui- , rones oníricas y de vigifia 1., p""""p_
lidos de ia realidad. ',ujeto despierto ta máJ u"" ,ini""" Iirui"r,"¡., ut
El preconsciente está relacionado con la realidad ex- l.r.rna del ""r.iü1" ü;
mientras que
i;=r;;erficie"nex_
durantl
terna y con e1 inconsciente, y ésta es la razón por la ,,sta supe.ficie sería' *urro. pe"rrr"ablá-a-ios el sueño
^consciente,
cual durante el trabajo onírico se usan sucesos reales, .xternos, aumentando u" estímulos
tuna idea concebida en estado de vigilia, etcétera, para ,rrperficie interna. ""iltio-ü,-uri*iáiiiara ¿" l,
expresal un deseo inconsciente. acto psíquico llegue a se¡ co¡rsciente,
Asi como el sister¡a inconsciente está regido por el .,I:il,:r" que
,nccesarlo ,!n recorra todos lñ petaanos "Oef sistema es
proceso primario, el preconsciente tiene leyes propias ¡,siquico. En et sueño. por.
que constituyen el ploce.so secttndario que comprende: ,1,, objetos pertenecienies
al "j"*p"lolj"TrJ'p.Ji"rtaciones
incoñsciente l;i;; asociarse,
a) La elaboración de ttna sucesión cronológica en la'" ;,rte todo, a tas reoresent""io;;;;;;;;.ili"?",
¡,,r¡dis¡fe,s. Sólo entonce-s, y corres_
representac i ones ;
,irrra emplazada entre ambbs después de vencer Ia cen_
b) el hallazso de una correlación lógica; , ,ln este sistema
v llegan "u*ío.-,-"iirái'"r,
c) la i'epleci<;n de lagunas existentes entre ideas ais- .""""1*j".1á iel "ont^"to sujeto
ladas, y
t Nunbergl. "
El hombre no reacciona siempre a todo
d) la intlodt¡cción del factor causal, es decir, rela- r,istema consciente d" ta imp;;;ü; estímulo y el
ción de coexistencia y sucesión entre los fenón.re- especiat, ..pu, a" protlglrio'
ü;";ür con un
nos: relación causa-efecto. :ll:f-.itjr9 que a""'"ilrt^. u*.i_
:.qoiliü.io.
l;l:.lr_1"., ,pod.rían perturbar *" Freud ha
este disoosirivo
»¡ot'tigvador de citímttlos. "l ,;.b;;-á;
Durante el sneño esta tarea se cumple en el precons- ,'r'.srg.nado
con ''-"- - -- ¿"iilir--i
I
Los instintos son difíciles de comprender psicológica- Lr fuente de origen es el proceso energético, fisico-
,r-r""té, pues constituyen un concepto 1ímite entre lo ,¡,rrrrrico, que se desarrolla en un órgano somático, cuyo
p.i""iáei.á vLo biológico y pueden sel estudiados desde , ,t¡rr¡ulo es representado en lo psÍquico por un equiva-
ambos puntos de vista. l, r,tr, instintivo.
Considerados asi, constituyen un fenómeno biológico l,¡rs condiciones de excitación en los órganos tomados
con una representación psíquica, que los cla a conocer ,,,rr¡,, fuente instintiva habían sido consideradas ante-
ui ,rurdo. Sus equivalentes psíquicos son excitaciones, , r,'r'r¡rente de una manera demasiado simplista. Se supo-
tentlencias, deseoi, representaciones y . fantasías que' ,rr, por ejemplo, que la falta de alimentos originaba
;;;üdo" áfectivamentó, Il"gun a Ia conciencia en forma ,'rr r,l estómago Ia digestión de la membrana mucosa por
ile nraterial ple-consc:iente e incitan al yo a actuar para t,nrl.c de los ácidos libres. §e comprobó lo erróneo de
.". Jl"üte.'d" en el mundo exterior descarga de tal
-y obtenerproduce' ,.,,t¡' concepto cuando se observó que personas que per-
*"¿" l, satisf¿cción que esa lrrisma ,"rrrs que a raíz de una operación viven sin estómago,
Biológicamente consideratlas, las f-uerzas. instintivasy rr,.rrcn también una nitida sensación de hambre. Fue
u"tiuá"-"il.ien rietrás de los equivalentes indicados lirrrfft-Ebing el que consideró la repleción del canal
;;;,i;; sáii reriucidas a una fólmula general : fJn estí' ,, p¡.r'mático como origen del instinto sexual; pero este
ir,,¿/, t'ontinu o qtt(' (tt stt mouot" .,mtte tien.e. str origcn , ,,,,,','pto sólo porlría ser válido en el caso de los adultos
quí-
,,rr' ¡rrii':i",,* ii,,íógíc,,s 1¡ olt, iaciotrcs ener.l¡éticas a
'tti,ií,i,,-f \'¡¡ l OneS.
ísic«* d, li-,s tit guno". Nunberg dice' en Teoría l,a lttente de los instintos parece ser un proceso mucho
g,,t,,'ial
'áxcitaeióndc ltts netttosis, que el instinto representa una ,,r,,,; complejo y de naturaleza predomin'ante bioquímiea
biolrigica cotttí¡¡tttt qtte indttr'e al organtslno ,, r'nergética pura. Aún en la actualidad es deficiente
¿l Ie¿I('ciona'l' en tletetnrinada for,rna' ,.1 conocimiento de estos complicados procesos, por el
Lo qut' dift'r'encia un estínrltlo biológico o- instinto de rr¡isnlo hecho de que se desarrolla¡ en el interior de
,,n-'u.ii*rlu exteriot es qrle lesulta imposible huir de r¡r¡(.stro organismo en fortna rle cambios químicos, lo
rn" p.ii"".o., t'uya fttente está en nosotros mismos' , r¡rrl hace difícil una investigación exacta.
"'E;^;i
.*;tido'psicoanalítico el térnrino "instinto" re- l,a intensidotl o al im¡mlso diná.mico. de los instintos
p.'"ü"i" ,,.ro t"rit.ti"a rle' trttific¿tr lo somático con 1o ,r. ¡nide en función de la nragnitud de los obstáculos que
¡rtiqri"n, t'lel¡entos que la psicología clásica ha inten- ,, c¿¡paz de superar pat a lograr su satisfacción. Un
l:rdr, sepat at rlurante años. , jcrnplo: el sujeto que tiene hanbre y carece del dinero
Con su concepto ciel instinto, al que e'studia en fttnción nr'('esario para con'rprar pan. Pasa una vez, mira el pan
,i"' nt,ce.idades f isiolrigicrts, Freutl tl'ata de colocar la v lo desea. Vuelve a pasar y se queda ante la vidriera,
tr.iant,,gio sobt t' un¿t lrase bio]rigica y abatir clc este lr(,ro no hace nada más, pues su instinto carece de la
irro.lo la artificiosa se¡ralaciírn entre ¡rsique v soma' ',rrficiente fuerza. Pero si ésta fuera en aumento, lle-
A pesar <le t'x'istil vat'ias teor'ías solll e los instintos' r,.lrria un nromento en que levantaría una piedra, rom-
los piincipios dilrt'rtnitos rlel -psicoa.nálisis.csti'rrr firme- ¡rcria la vidriera, tonraría el pan y lo devoraría sin
,r"uto v son irtdependientes rle las teorías l)ensar en las consecuencias ulteriores.
".tnblecitlos
.,rn,loini"nt". al alitl'en f undal¡ent¿il rlc los instintos, del El impulso de un instinto es su factor motor, el ele-
rnismo nro<lo tlue las le¡'es ripticas son r-¿ilidas aun cuan- r»ento dinánrico, la cantidad de energia que representa.
áo los físicos'no estén totalnletlte tle acuerdo sobre la 'l'iene un carírcter de perentoriedad que es la cualidad
esencia nrisma dc la luz. reneral de los instintos, la escncia de los mismos.
Lo:; instintos tienen caractet'ísticas qttt' les son pl'o- El ohjtlo de los instintos cs algo que pertenece al
pias ¡r distintivas: r¡rundo exterior, y tanto puede ser una persona o cosa,
por la cual, y con la enal, el instinto alcanza su satis-
l) Fttctttt'dr ot'i17rt. 3) Obirto. facción al suprimir la excitaei«in o cstado de neeesidad.
2\ Int'pulso. 4\ Fin. [,a conexirin entre el instinto y el objeto no es plirrror-
_
r" --
Libido I Primavcra
Poaitivo
4) Io¡es
apetito o ¡.trtsiritt. En psicoaná1isis el término se emplea t { Negativor 2
del químico, que reduce todas las estructuras mt¡leculares Cida uno de los instintos parciales tiende a la obten-
a Ia energía de la atracción quínrica, sin negar por ello ción del placer org:ánico, y por sexual debe entenderse
la fuerza de la gtavitación, pero abandona¡rdo su estudio todo aquéllo que tenga como meta el placer. "Los im-
al físico" 1, pulsos Bexuales --dice Freud- incluyen aquellas ten-
EI concepto psicoanalítico de la sexualidad es lo que áencias meramente afectivas y amistosas, a las que el
ha provocado mayor lesistencia en todos los ambientes, uso aplica una palabra en extremo ambigua: amor."
Resistencia que está influida, en su mayor parte, por la Gran parte de la resistencia que se ha hecho al psico-
educ¿ción cultural, que tiende a rechazar la satisfacción análisis se debe en realidad a una mala intepretaeión
instintiva, lo cual explica que la sociedad adopte una del término sexual. Para el psicoanálisis todo lo genital
actitud hostil frente a este concepto, ya que Ia lepro- es sexual, pero no todo lo sexual es genital, ya que el
bación ética y moral de los instintos sexuales ha con- término denota funciones que no son genitales. Tal el
ducido a la identificación de todo lo sexual con lo sucio caso de comer, para los glotones.
e indecente, malo y demoníaco. Al fijar los alcances de la palabra setual, F¡eud no
Existen varios instintos sexuales, a los que se deno- amplió el significado de Ia misma sino los conceptos
minan ir¿stir¿tos parciales, y tienen su origen en fuentes denbminados por ella. Su concepto de la idea de serua-
orgánicas y biológicas. Estos institrtos parciales (exhi- lid,ad, es, por iierto, mucho más amplio que la idea co-
bicionismo, deseo de ver, orales, anales, fálicos y sádicos) rriente, póro tampoco es exacto decir que la forma en
ac+.úan al principio independientemente unos de otros, y que él üBa la palabta difiera mucho de la acepción que
sólo luego de aigún tiempo evolucionan en forma tal se le da habitualmente.
que quedan reunidos en una síntesis nr¿is o menos En su autobiografía ha dicho: "La sexualidad está
perfecta. divorciada de su conexión demasiado estrecha con los
En el adulto esta organizarión está centrada en torno genitales y la considero una función más amplia del
de la satisfacción genital, y es por eso que se la denomina cuerpo, que tiene como meta fin¿l el placer y sólo sltve
organización
-Ét última, o genital, de los i¡stintos. secundari¿mente para fines de reproducción."
fin hacia eI que cada uno cle ellos tiende es el En síntesis: puede decirse qrue para el psicoanáüsis
placer orgánico, la descarga tensional. Erl-las primelas el tértnino Beoual ilenota la, ftutci&n general de obtener
étapa" dé su evolución se superponen a las funciones pla€er,
vegetativas, por lo cual eI nramar tiene en los niños
también un significado sexual. Esta separación de lo gexual y lo genital permite
Poco a poco se separan los instintos de las funciones poner las activid¿des sexuales de los niños y de los
vegetativai y siguen, para el hallazgo de su objeto, los perversos en el mismo terreno de los adultos normales.
caminos que les rnarca el yo. Una parte de los instintos Miradas desde un punto üsta psicoanalítico las perver-
sexuales sigue asociada, a lo largo de toda la vida, a siones se explic¿n como manifestaciones de instintos par-
las funciones vegetativas, aportándoles componentes li- ciales, componentes de la sexualidad que se han liberado
bidinosos; por eso, el cotner es, en el adulto, una des- de la primacía genital y ae han lanzado por su cuenta
carga iibidinosa, que en el caso del que vive para comer a Ia prosecución del placer, tal como lo hicieron en eta-
es más patente que en el conre para vivir. pas precoces del desarrollo de la libido 1.
En muchas oportunidades los componentcs libidinosos Como ejemplo de uns actividad infantil considerada
pásan fácilmente inadvertidos mientras la función es como sexual por el psicoanálisis puede citarse el placer
normal, pero se hacen claramente perceptibies en los del chupeteo en los niños de cort¿ edad, estudiado'por
estados patológicos. R, Sterba, quien dice: "Un niño chupa 8u pulgar con los
I Sin embargo, durante los tratamientos, según mi concepto, no labios y la lengua sin sac¿r beneficio alguno desde el
pucde ni debe descuida¡se la incidencia de todos los facto¡es concu- r Stqb¡, R.: 'aa
rrentes, ya que lo lógico es tcne. siempre presente la idea de la con- iudrt6". Revicl,a dc Púwnáli¿ic. Año 2, oc 3,
tinuidad o¡ganismo-ambientc r945.
ñ
Para desalrollar la teoría freudiana con su topogra- l'or ello, la antigua oposición entre consciente e incons-
fía hipotética del aparato psíquico, se pued.e decir que ciente ya no es válida, sino que, por el contrario, se con-
el yo'se encuentra ubicado entre el mundo interno y el :;idera que lo clue tiene in-rpoltancia y en realidad ocurre,
externo, en una posición tal que se compolta como recep- tlcsde el punto de vista económico-dinánrico, es que una
tor de los itnpulsos que le llegan desde alnbos canlpos' fucrza dei ?y'c' fue tonlada del cllo- se opone a
Durante las primeras etapas del psicoanálisis se -que
Ios impulsos instintiv<¡s que tratan de explesarse.
i«lentificaba todo el '!Jo con 1o consciente, pero investi- Ei yo dispone de una organización y es capaz de diri-
gaciones posteriores demostraron que esta instancia tiene gir todas Ias tendencias del ello hacia una finalidad
partes qut llegan aI preconsciente y aun al inconsciente. tleterrninada.
De acuerdo con los centros nerviosos que los han reci- Alexander cot.rsidera que el yo es la actividad inte-
bido, Ios estímulos externos dejan vestigios que crean, grarlora de la personalidad, un represelttante del mundo
en esta instancia del aparato psíquico, una irlragen del oxterno, que sirve al mismo tiempo a las inclinaciones
cuerpo que en psicología se llat"na "imagen" o "esquema tlcl ello, el que representante genuino del mun-
corporal". -como pues se rige por el principio del
tlo interno- es egoísta,
El '¡7o, por su situación entre 1o interno y lo externo, ¡tlacer. l)esde un cierto punto de vista, el :ro tiene una
coincide parcialmente con el sistema de percepción, en t'structur'¿r específicanrente motora, y podría decirse, a
la hipotética topografia del aparato psíquico. título de ejemplo, que maneja la llave de la motilidad
Una parte del yo es, por consiguiente, inconsciente; y es cal)az, ¡rol lo tanto, de inrpedir que u¡r impulso del
otra, preconsciente, y una tercela, consciente. r'1/o puerla cxplesarse. Esto, enrpero, no ocurre siempre,
Freud había identificado en sus primeras investiga- l)ues en ciertos nlc¡ntcntos el ¡o y el cllo están nruy uni-
ciones la censula del sueño con el consciente, y por ello rlos, especialrnente en los períodos prinrarios de la evo-
las tendencias de este últillo sistema eran consideladas Iucitin, cuando la sep¿ración entle arub¿rs ittst¿ncias aún
conlo contl'apuestas a las inconscientes; pero en la ac- no se-ha hecho nítid¿r. Ils entonces cuando el 1¡7o cede
tualitlad, luego de habelse descubierto la existencia de a cualquier inr¡rulso que le lleg:r destle el <'11o, situación
la parte inconsciente del yo, ha dejado de confundirse <¡ue poth ía ll¿rr¡rarse ideal y en la cual aI '¡7o se Ie da
la posición entlc "inconsciente" y "consciente" cotr la ,,1 nonrbre de yo idezrl, qlre no es lo mist¡ro que el ideal
que existe entre el yo y los impulsos del cllo. 'l rlcl J7o. El yc, idcal lo es para el L'llo, pues hace lo que
El hailazgo de la parte inconsciente del yo fue resul- rste quierc, y como ejenrplo podría decirse que es como
tado del estudio mÍrs detallado del mismo, al que pri- i
*
Lrn patlre que htrce todt¡ lo que el nirio desea. El ideal
meramente se descuidó, pues resultaba más interesante rlcl '¡7o, en cal¡bio, es una inragen externa idealizada, un
el material que afloraba del inconsciente. estudio que i objeto lcai nrodificado por un proceso que se denomina
por otla parte reveló la extraordinaria inrportancia de { "rle ir.lealización" y al cual el Uo toma corno modelo y
esta instancia psíquica, y en la actualidad, día a dia, se i rncta <le su estructura.
advier-te la trascendencia de sus diversas funciones, sobre
todo en terapéutica. l)t,satrollo dcl yo
Tal como se ha dicho, a medida que fueron conocién- 1
I
dose las funciones que tiene el go, se comprendió que I Fln el transculso de su evolución, a medida que pasa
la oposición no era entre lo consciente y lo inconsciente, i ¡ror las diferentes etapas de su conformación, el go-sufre
sino que existía una contrzrposición real entre el yo'y i.r'¿nsformacioncs en lo que respecta a su modo de ac-
los impulsos del clio y que los elementos represores eran t.uar. Es útil seiral¿r esta peculiaridad pu'es ayuda a la
fuerzas del yo, al servicio rJel su.poruó, condicionados (:omprensión de algunos problemas y mecatrismos pato-
también por la función homeostática del primero. lrigicos.
EI principal papel del Ao, par lo tanto. es coordinar En el proceso de fascínación como lo denominó
funciones e impulsos internos y tratar que los mismos -tal
tlernfeld- el 37o reproduce las primeras percepciones y
puedan expresarse en el mundo exterior sin conflictos. luego lo hace con torlo estímulo que le llega. EI niño
rr
A. T,\LI-AFI, I{I{O CURSO BÁSICO DE PSIGOANALISIS 79
7$
repite actitudes y gestos simples de Ios sujetos de su El gro primario de los períodos evolutivos iniciales es
ambiente. netamente placentero, pues introyecta lo que es ag:ra-
Otro de los mecanismos del yo primitivo es la tenden- ,lable y proyecta fuera de él lo que es desagradable, des-
cia a introyectar lo agradable y expulsar Io dcsagrada- rle que está íntimamente unido a ello, donde rige el
ble. La pritnera realidad que percrbe el niño es colnrrs- t,rincipio ilel placer. Lo que predomina, pues, es el pla-
tible y por 10 tanto tiende a introyectar todo lo que ve ,'er y nada más que el placer.
y proyectar lo que le desagrade, 1o cual pelmite com- En las primeras etapas de la vid¿ de una criatura
prender el profundo significado que tiene, psicológica- cl 3to es estructuralmente débil, pero se cree omnipotente
mente, el vómito: es una expresión de desagrado in- por tener en sí mismo parte del mundo exterior, que
contestabie. I)reviamente ha introyectado por vía oral. Se cree en-
La imitación de lo percibido y la introyecciun oral l.onces poseedor del mundo y de allf nace su omnipoten-
forman el fundamento de lo que constituye la itlentifi- ; ,'ia, a pesar de ser un g/o sumamente pobre (Nunberg).
cación ¡tt'|ntallo, primera forma de amor hacia un ob.jeto f Así es como tiene impul§os de actu¿ción mágica y de
y también primera re¿ucción rnotora ante cstímulos ('mnipotencia, que nacen et el eÜo y apsrecen como tales
exteriores 1. I (.n el Uo, La Humanidad, en su desarrollo desde las ti-
)
I Melanie Klcin explica cn su lib¡o El psicoanálisis d¿'l¡s niños la
nieblas primitivas hasta el estado actual, ha pasado
psicologia de la infancia por procesos psíquicos de inlr,,yeccirin y t t.¿mbién por una fase animística, en la que intentaba
proyección. "El niiro, err Ias primeras etapas de su desarrr,ri.r ,Lrminar al mundo recurriendo a procedimientos mági-
f
tiene un yo que es ante todo corporal, en estrccha virrculación -dice-,con ,'os. Nunberg considera que esta etapa animística es el
las sensaciones que le llegan de su misnro o¡ganismo y sirt ningunc i
I ,.stadio narcisístico de la evolución de los pueblos. Aún
¡elación con el mundo exterio¡. Luego, en sus prinrcras rcl¡ciones lroy se pueden observar en los pueblos primitivos ele-
con Éste, el yo sigue el mecanismo de l¿r iclentificación prirlaria, lo i
cual significa c¡ue el niño, en esta fase de su cvolución. considera corlo t rrentos mágicos en distintas ceremonias,
pc¡tenecier¡te a su propio organisnro los objetos del nrunrlo extc¡ior, I
corno, por ejemplo, el pecho de la madre. Esta iclentificación ¡rri- ,,¡¿Lor.to.t.r"c dc u modo análogo, retoicado lar sen¡aciooca má¡
nlaria tiene cicrta analogía con la introyeccióo o¡al <ir[ pccho y con i ,,(radables y Ircr c8o cl lactantc quiere proycctr al mundo exterio¡
la asimitación cle la lec[¡e r¡rátern¿I. .I malestar que Ie oceriona ¡u hambre y ¡u agmidn iocati¡teh¡s.
'EI organisrno dtl niño conoce no sí)lo los sitisf¿raciorrrs riel lil:cr ?
I l¡.1 pecho matemo (objeto crtcrior que él daca) o también el objcto
qtre le procura la alinrentación, sino que tan¡lriért t.xlrtrjr¡rilta sctl- ¡ol¡re cl cuat realiza la proyacida dc ¡u malotar y acl conoidcra e
saciones desagradal¡les, como la de ha¡r:l¡¡e. ,r¡ seoo como 'malo', que lo muerde intriommtc y d por lo tanto
"Esta [rltirna sucle ir ocompañada por una stnsirción <lc rrrorclr.rlura i ,¡¡r»nsablc por toda! lar otrat ¡o¡acioso doagradabla quc crIE-
interior ouc, cuando cs muy intrnsa, llega a ser dolorosa. Igualrnentc r ¡r¡reuta.
el harnbrc desarrolla, en el nir-ro, un deseo de nro¡cle¡ rl prcho rna- I "Y ¡rr el co[trerio ticoc la idca dcl 'pebo bucno', que a cl quc
te¡no para apoderatse del alimento quc necesita. L¿¡ sc¡¡sación de se¡ t. proáuce satisfaccioncs. El e¡tado dc bienatar del bcbe cr tal que
rno¡dido y el deseo de mo¡der son considera<los por el rriiio conro l:¡ i l. Lace fanta¡ear con la eústcncia de objctol extcriore buoo, quc
rnislna cosa, ya que se representán siñultánean¡ente. Es lror ello quc i r. prcocupan por ru bicocetar, y támbién la dc objctos malo. Quiere
el niño piensa (todo lo rudimentario que un nir-ro puede pe:rsar) : ,,,tioyectarue lor primcro IEra corucñar cl b¡adtar quc le caoiou,
'Porque tengo deseos de nrorder, tar¡1o la scnsación de sc¡ rnorcliclo l
t,r cual origina li ci¿tcnsia de objcta 'buoo intrapolquico'. Y opte
irlt.'riornrente.' Cuando cl hambre es irgrrda desarrolla en rl niño un .i¡rultáneamcnte por lE pro!¡cc¡óo de lo objctot'malo¡'' Pcro ao
intenso drseo de agresión, quc acorrpaña de gritos, llar¡to, pltaleos y ir.rnprc es posible maotcncr cBtar iatrcyccioaa y proyecciooo, pus
dtposiciones, y si con todas estas rxte¡iorizaciones ccnsigue <¡uc la l,,r nece¡idades orgÁnicar hacm que e¡ niño parc por perlodo de
madre Ie proporcione alimentos, entonce! t rjo ¡¡¡rr¡ha Lictr, pero si I'i.nestar corporal y prlquico y otro o gue rimtc dolor. Todo oto
csto no acontece, Ias exteriorizaciones se prolongan por mucho tiempo ,¡'esiona en ias faota¡ía¡ dcl ¡iño la edltac¡e dc objet@ 'bueoo' y
y le causan una sensación de malestar co¡po¡al intrn\o, eonstcrrc¡rcia 'rnrlos' interiora, rclacionado mo 16 orapoodiotc erteriora.
de r¡n deseo de agresión prolongado e insatisfecho y:rrrrncntaclo por "Al avanzar en edad, el oiño conee meior la realidad ambiotal
la sensación inte¡ior de ser mordido. y coe mejor conocimicntq c lo que le ¡rm¡te m¡añane co¡ oe rcaü-
"El yc del niño es, err esta época, totalrnente placentero y acepta ,lnd, parÁ tranquilizane dc los tcmorc que dapicrta m él ¡u prcpl¡
del ü¡undo exterior lo que le resulta agradable y rechaza co¡r:u inexis- "srcaividad. El niño ¡e da cuc¡ta dc que ru madrc ----toda clla y Eo
tente todo lo desagradable. El organismo físico del niño sr cornporta ,u¡o partc, como crcla antr 6 buaa y lo guire. Ante tal rcalidad
de este modo cr¡ando absorbe el pecho materno con su contenido t r unquilizadora el riño prcura guudar almprc con¡igo a c¡a madrc
agradable y elirnina los cxcrementos que le son desagradables. En lo I'urna o a ou imaga iotmp¡lquica, para ycqcct aE¡ lo¡ tmoret quc
quc sc refiere a sus senssciones intcriores, el yo infantil pretende tam_ l,,r objcto! malo intcrios qcm a O."
Fr
s0 A. 'TALLAT},RRO CURSO BASICO DE PSICOANÁLISTS 8l
De acuerdo con un trabajo de Ferertczi se considera ¡ralabras, por lo general también comienza a hacer uso
que ei yo pasa, en eI curso de su evolución, por cuatro ile la magia de los gestos y agita enérg:icamente sus
fases de magia y de omnipotencia, que son las siguientes: hrazos. Esto, evidentemente, produce su efecto, pues
tr¡mbién los que ven y escuchan estos desplantes están
1) Fase de la omnipotencia incotttlicional, que corres- reviviendo su propia magia y la proyectan' Es el caso
pondería a ia del estado fetal. Esta es una etapa total- rle un pacienté que ante cualquier situación dis-placen-
mente hipotética y que muchos autores no aceptan. tera jn el sentiáo de que él necesitaba mucho afecto-',
2) Fase de las c/zrcinaciones mtigicas, período que es r:omenzaba a hacer una aeri€ de movimientos coreiformes
más fácil de comprobar. Todo impulso en este estado r¡ue le permitían "máEicamente" obtene¡ -los cuidados
de la evolución del yo es inmediatamente satisfecho por que anhelsba y la atención exclusiva de las
medio de alucinaciones. Así, cuando el lactante tiene ¡,.,i.or.. qüe lo rodeabai. De esta manera los movi-
"specialés
hambre, se proporciona una satisfacción alucinando el inientos persistían en él e impedían su evolución favo-
pecho que desea. También en el adulto se percibe una rable, puis, por experiencia, sabla que a través de este
iituación semejante. En el período en que la regresión tipo dé actuación obtenla satisfacciones que de otra
se produce durante el sueño, e\ yo acl,3a de la misnla manera no hubiese logrado.
manera. El deseo se transfot'ma inmediatamente en una 4) Fase de la supenoridad ilel pensamiento. Esta
representación alucinada. Como ejemplo podría citarse etapa parece inieiarse simultáneamente con el lenguaj-e,
el caso del sujeto que se despertó a medianoche con sed. que duiante los períodos anteriores sólo estaba integrado
Opinó que hacía demasiado frío como para levantarse e nor sonidos articulados a los cuales se les atribuía una
ir a buscar un vaso de agua, razón por la cual optó por significación mágica, tal como lo dice Müller en Mito'
seguir durmiendo. Entonces soñó que caminaba por una lsgío cotnparada, y como aún suele observarse alguna
plaza, en un lugar muy cálido y tle pronto hallaba una vez entre los niños y los esquizofrénicos r.
fuente en la que bebían varios can.rellos. Fue hacia ella,
en sueños, hundió sus labios en el agua, que estabaauy Estas fases mágicas del 3¡o desaparecen casi por com-
fresca, y sació su sed. pleto cuando son sustituidas por el -sentido de la reali-
3) l-ase de la omnipol.encia cott el attrilio de gestos áad. Pero aun este sentido puede fracasar en las alu-
mdgicos. La reacción del niño frente a una necesidad cinaciones tipicas, como, por-ejemplo' en el caso de los
corporal se ve acompañada generalmente por un movi- I El ealvaje cr incapaz de difcrcnciar claramentc entrc las palabrar
miento de brazos y piernas, llantos y gritos, todo lo cua1 y lo¡ objcto6-, c imagiáa que cl erlabóo entre uo nomtrrc y el lujcto
hace que, ante estas muestJas de malestar, aparezcan la i¡ objeto'dcnóminadJ, no c¡ una mera a¡ociacidn arbitraria c ideoló-
madre o norlriza para resolver su situación. Esto lo va gica, rino un vínculo verdadcro y gultancial quc unc a lo¡ do¡ dc
afirmando en Ia creencia de que son precisamente tales un modo tal quc cl dsño o malcficio pucdc actuar sobre uoa Pcraoaa
con toda facilidad por intermcdio de ¡u nomb¡e, como lo haría por
movimientos los que le producen la satisfacción v tam- mcdio dc ru¡ cet¡ello¡. ¡u¡ uña¡ o cualquicr parte material de clla'
bién en la convicción de que sus actitucles y gestos tie- El hombrc primitivo coo¡ldcra ¡u nombrc como una partc vitel de
nen un poder i)imitado. ¡u penona y por 60 !o cuid¡. Ia¡ indio¡ piclcr rojas rc poocn dor
.or,ibr"., r.o i'Hijo de la Primera E¡trctla" cjemple que ¡ólo
Gran parte de los síntomas histéricos pueden ser c.)n- conec au madrc é1, y otro, "Hacha Filo¡E",
y -p6rquc cs el de u¡o co-
siderados como el resuitado de una ficción inconsciente, rrientc, De 6ta mrncra no deja en m¡no¡ dc cualquiera su nombre,
en la que las necesi«lades no satisfechas son igualrnente que pata él e¡ lo mirmo que ru Denon¡' y por lo tanto' todo ñel
quc ic le hrga a "Heche Filo¡g" oo tc llc¡ará el "Htjo dc tr Hmer¡
recompensadas por medio de Eestos artificiosos. La om- E¡trclla".
nipotencia a través de los gestos m¿igicos se mantiene Los delincucntcr hacen má¡ o mcno! lo ml¡mo: cl "alla¡" no e¡
con ca¡acteres netos en el cerenlonial dc los pueblos nsda má¡ quc ct nombrc que pucdc utilizat cualquicra' pcro al vcr-
primitivos, los cuales creen que la magia de los rnovi- dadcro to guardan blcn oculto. Cambiando a menudo de "¡lla¡"
crem que iogrerÁn cludi¡ l¡ ecclón poticial. E¡to mismo tamblén
mientos de los brujos de su tribu tiene realn:entr: un aplice el tarror quc tlcacn lo¡ prlmltlvor ¡ la fotogrefía. Cua¡do ¡c
poder determinado. Y aun el hombre evolucionarlo, cuan- dsn cucnta que una ¡m¡gm de ctlor qucda dentro dc t-a cámera y en
do se desespela y no puede expresarse por medio de las podcr de otro, tc rnÍuatian. puo tcñcn quc cualquier daño que re
#
r6'
exploradores sedientos que, en medio del ilesierto, verr , on é1. Para materializar su deseo presentó, durante
un oasis; tanrbién su fracaso se advierte en las psicosis. rlos meses, todos los trastornos vegetativos del emba-
rzrzo, incluso la amenorrea y el aumento dtl abdomen.
Pcreibir, ada,ptarse a la raaliiLail y actu"ar son las fun- Cuando una persona normal quiere satisfacer un im-
r:iones más elevadas dei 'yo, pero todo hombre en algún
¡rul"-so del eLlo, intenta, si le es posible, modificar el mun-
nlomento puede tener un pensamiento nrágico. Siempre rlo exterior. La forma en que puede hacerlo es por medio
considerará como augurios funestos el pasar bajo una rlc la técnica, de sus conocimientos, de su experiencia y
escalel:a y volcar el sa.lero. Admítase que Büa pizca de rlcl sistema muscular, y entonces lo modifica en forma
este sentirniento hace a la vida más agradable de 1o que l.:rl que esa satisfacción pueda llevarse a cabo, logrando
sería si fuera pura realida«l. Lo malo para ei hombte ¡rsi la descarga del instinto de una manera socialmente
es que use la nragia y crea que está viviendo en la rtceptable, que no le creará conflictos. A esta modifi-
reaiidad" ,':rción del mundo exterior se Ia denomi¡a aloplastía,
L¿ -L'inalidarl de una actuación adecuada a la realidad y cuando, por el contrario, la alteración se produce en
es llergar a mornificar el aml¡iente de rnanera tal que las r.l 3ro, como en eI caso del seudoembarazo, el proceso
realizaciones del yo y Ins tendencias del ello puedan con- rr¡cibe el nombre de autoplastío,.
cordar. Alexander dice qu«! la misión del ?o es realizar Para que el hombre se adapte a las exigencias reales
una homeostasis, evitando que los impulsos instintivos, <le la vida es necesario que abandone eI principio del
los obstáculos y e:stímulos exteruos sean exr:esivos, sir- ¡rlacer a fin de poder desenvolverse armónicamente con
viendo por lo tanto como barnera reguladora. .Es decir, lrr realidad, que es la salud.
llega el impulso al gro, óste lo diferenci* según el árnbito
desde el cual viene y Iuego re¿liza un{r, ordenación y
sÍntesis de los impulsos anárquicos que proceden ¡Jel ello. I)os fu'nciones importantes d.el yo
El 'yo saca resultantes de esta síntesis y brata de des- El yo tiene dos funciones muy importantes, que son
cargcr en un solo movirniento, en un proceso econórnico el eramen de la realid,ad y el trabajo de sí¡¿tesis.
dirrárnicon una cierta cantidad de energÍa.
El go no sólo es capaz de actuar sobre el ¡nundo exte- Er&DLen a se,Ltido de la realid.ad,. Se ha dicho que
rior, modificarlo, sino que puede tsrnbi6n actuar sobre Iorlo impulso volitivo procede del ello, pero su acción
el organismo, condicionando las reacciones de éste hasta ,lepende por completo del go, a punto tal que un im-
tal punto que llega a sirnular la realización de un deseo. ¡'ulso puede ser completamente neutralizado. Para ac-
Muy a rnenudo se ven en las clínicas obstétlicas cagos tr¡ar de esta manera, el yo tiene la "llave" de la moti-
lrrlzrd, que Ie permite al mismo tiempo comprobar la
de mujeres que presentan todos los signos del embarazo
sin que en realidad est6n 6rávidas. Se trata por lo ge- ,,xistencia real de los objetos. En la duda sobre la
neral de rnujeres estériles e histéricas que en esa forms r',.¿rlidad de un objeto, lo primero que el sujeto trata de
tratan de satisfacer su des{ro de ser madres. Una pa' lr:rcer es tocarlo. Los alucinados, en un intento por con-
ciente s<¡ñó r¡ue estaba eu carrra y que aparecia un v('ncerse de la realidad de lo que están viendo, mano-
hombre que la obligaba a tener relaciones sexuales Ir'Írn en el aire, como se los ve hacer muy a merludo.
l,lsta tentativa de comprobación constituye el "examen
haga a la fotografía se reproducirÁ cn ello¡ mi¡moc. Y a ls inve¡sa.
,1,, la realidad".
cuando ¿l noüo se cnoja con ru amada, rompe la fotg, pcro en rcali- tln las etapas más evolucionadas del yo tal examen
dad lo que cotá exptesaado e¡ [q dao quc en la üda rcai nunca vrr no se realiza con e[ auxilio exclusivo de Ia motili-
se atrcvería a realizar" Erta {orma de actr¡ación mágica la utilizan ,l¡r<l: la inteligencia o las reminiscencias son suficientes
c¡¡o {rccuencia los hechiccro¡ para practicar ¡u¡ maleficios. A una
fotografía de la ¡renooa que ¡e quicrc "daíiar" lc clavan un alfile¡ ¡,lla permitirle al sujeto comprobar si el elemento existe
ea el corazó,n lo que deacao ea quc mucra- o en la cabeza, si ,.rr el mundo exterior o si es sólo un producto de su
lo que desean -Bi
c que pierda la razóo. O sn otros ca¡o¡ modelan una I'rrntasía. El yo se vale de dos recursos: el examen de
cstatuilla a scmcjanzq de la vfctir.a y lc introduccn cabellos o r.stos t,r realidad por medio de la actividad motriz (tocar pri-
de uñas de ésta y el daño quc re hace gobre la estatuilla se moni- ,r('r'o y ereer después...; algo parecido hizo Santo To-
festárá tambiéo en la persona reDrgentads.
FT
más,..) y luego el sentido de la realidad' en el que ya rro pueden ser distinguidas entre sí, y sóIo cuando se
t.v íecesiaád de lo motor y mediante el cual se sabe produce entre ellas un intenso conflicto, resaltan visi-
"o
si "eso" está realmente allí. blemente separadas.
La tarea fundamental del yo es percibir y aI mismo
tiempo establecer si lo percibido se encuentra en el l,a funczón sintética del yo
mundo interno o en el externo.
-C; ei aumento de Ia experiencia cotidiana --dice En el ello los impulsos soir antagónicos y no están
Nunberg-, con la sedimentación de impresiones exter- regidos por ninguna organización unitaria, y el yo, por
nas fijadas en el sistema preconsciente' capaces, a veces, su parte, tiene entre sus funciones la de compensar la
áá a«láuirir la misma intensidad que una percepción, se oposición de esos impulsos unificándolos en forma de
pioá"é" en el go, en la porción Preconsciente, una ima- sentimientos, acciones o voliciones, pues no soporta la
;¿;-á¿i *undo- e*t"rno iue ,to difiere esencialmente de contradicción (véase proceso secundario, pá9, 62). Así
la realidad. ct¡mo armoniza los impulsos del ello, tiene luego que ha-
Ñó Ú¡á" se produce la identidad entre el resultado de cerlos concordar con las exigencias de la realidad y los
la ideación y ia realidad externa percibida por los sen- requerimientos del euperyó, Por lo tanto no es simple-
tidos, puede-n iniciarse las voliciones y,.l-as-actupciones rnente un unificador sino también un mediador entre el
adecúaá".. El reconocimiento de la realidad y la adap- ,'llo, la realidad y el superyó.
il.-ió" ; éUu no depende, desde un enfoque puramente Se puede decir que la actividad correcta de un yo
usicolósico 1. tan sólo de la estructura del ?/o perceptor normal es una función homeostática, que consiste en lo
i siío también de una instancia del propio 7o, siguiente: recibir primero el impulso, diferenciar de
ia"i"""í",
parte autoobservadora que analiza las vivencias antes dónde llega; luego realizar un proceso de síntesis entre
áu'o[ó"áu"f"t el valor de un1 perfe-cta r-ealidad, es decir, los distintos elementos que llegan del ello, tratando que
áespués* de haber establecido si el estímulo- es interno una cantidad determinada de energía pueda descargarse
; ;;a;;";, y si la respuesta no provocará conflictos en un solo movimiento, Es un verdadero coordinador
oosteriores. de los impulsos que le llegan del eLlo, de las normas que
' Lo percibido son huellas o vestigios -de impresioles ie dicta el superAó y las exigencias del mundo exterio¡.
pero rio las impresiones mismas. Las de esüa instan- Por ejemplo: un objeto despierta una tensión en el ello.
iü .orr""po-rd"n verdaderamente a las sensoriales El yo establece si el objeto es real o fantaseado, si la
"o
(Nunberg).
' satisfacción con él no provocará una reacción en el
"Por áonsiguiente -dice Nunbgrg-,.podemos admi- tuperyó, y por las actitudes del objeto tiene que consi-
tir que de laáutoobservación diaria deriva' poco a poco' rlerar que es receptivo. Sólo entonces da paso al impulso
i" Jt"" i"sia""ia de observación y crltica, desprovista que se despertó en el ello, pata que se satisfaga con ese
,rbjeto real, no prohibido y receptivo.
de toda cualidad sensorial."
--O-n-Jt
iombre medio no¡mal eL go perceptor y el yo En suma: la función homeostática del yo se realiza,
eniuiciador se desenvuelven paralelamente, ya que sus según Alexander, por medio de cuatro funciones:
ró["u.iá"". son armónicas, déntro de los -límites varia- 1) La percepción interna de necesidades instintivas;
Uü. áá individuo. Normalmente' ambasinstancias
"uat 2) La percepción de las condiciones externas existen-
r Otror autoret, citador por Rof Carballo, con¡idcran, tal como él t.es, de las que depende la gratifieación;
-¡"^o ü.""pt., q". la aitiüdsd tudamotal dcl vo -la dc "ha- 3) Facultad integrativa que permite al yo coordinar
;;.'-";;sJ;-á;'h-iialidad- dcriva impcrioa e i¡c¡orablemestc dc
ü ft¡p.Jii-"¡iración dcl occorte¡ ccrcbral, que obliga ¡l ¡cr viüatc los impulsos e instintos entre sí y luego con Ia censura
a e¡ta¡ do¡ actiüdadc¡ fundamcntalc!: "enfrcntane con la! coat como ,lel awperyó para adaptarlos finalmente a las condicio-
rcalidad" y "hebénclar con la¡ cg¡a¡ como realidad"' r¡es ambientales. Y por último,
Ei de h rcaüdad ticne una cvolución ldta y la orimt+
ción cn cl mundo crtcmo y la ¡alud pdquica del hombrc depcnda
"entiáo 4) La facultad ejecutiva, por la cual co¡rtrola la corr-
de ru corcto lucimamiatc rlucta voluntaria.
F'-il"
que. su- propósito es tintos de vida crmo i«rs Oe muerue. r¡csume M, ff.lein,
secal y devorar el seno, es decir'
-fn iait'¡io' li ent¡idia n'¡ r¡ue siempre hay una interacción v¿rriable entre inrpulsos
una introvección destrulii"á' libidinosos e impulsos destructivos; se puede c<.¡nccbir
áJi¿iü"iáüti'J"i *"a" ""terior sino también.colocar en I'ntonces que hay un equilibrio óptirno entre los instintos
ü ü;;il-u.p""i"r*""tá en su pecho' maldad' excre- rle vida e instintos de muerte, cuando el sujeto está
;;ffi^; i,.iiá"-ttil""-á" r'.itino' con 91. fin de da-
"i En el sentido más pro- libre de hambre y tensión interna. Es decir, que en ese
iiliil,"¿á"t'."ii'ia v co"lrálarla' grea-d9¡a; es una rn«rmento, los impulsos agresivos y los impr.rlsos libidi-
ffiil ;;ifica aestruir su capacidad
T ambién podemos
¡rosos estarían equilibrados por el sujeto al saciar st¡ ham-
iilüf ü;i;; i"ole"ti"' destrüctiv¿'
-"J*o'ul ientimiento enojoso- otra per- l)re, su urgencia de orinar y defecar, y el oxígeno. El
i-"áir'"iá, -átlo -contra el im- equilibrio que se produce cuando no hay hambre ni ten-
sona que posee o go'"'á" -¿e deseable' s-iendocelos
-q"¡tat:ta" sión interna, se puede perturbar tanto por pulsiones
;;il":'i.",, d" á- el dañarlo' Los se
internas como por elementos del medio; esta alteración
ffi.J,, lá "=triái", p"io ó*p"""den una.-relación de
rlel equilibrio entre instinto de vida e instinto de muerte
;;i; ;;;;" dos peiónÁ v cónciernen principalmente
'ti""[u rlespierta una emoción oral que es la aaidez. Cualquier
íi'.ii";';;; "iiü¡"t" peliqo q"" le.es debido v le ha ¡rumento de la avidez fortalece la sensación de frustra-
;idü;idd;o pssos á" rival'
".i¿'"r,
qu6 Io que
.'*'?-lT--un
ha observado M' Klein cióu, es decir, el sujeto se hace más sensible a las frus-
Veamos por es
teoría' señala que al lraci.¡nes y paralelamente aumenta la intensirlad de la
;#;'ht'üo'".truóÑánááiu
"¿.;"#"r;:J; en er rgresión, lo que simultáneamente incrementa la ansie-
;lá; ñ;v dos fuentes de arisiedad
rlad persecutoria y ésta a su vez &umenta la avidez, o
niño: una interna y ot'ra áxte"na' La interna estaría
que aetua-ría en el inte- $ea, que la avidez produce un aun¡ento de la sensibi-
i;ü #;"í'ñ;i;d dá-muerte v. que fundamenta el
lidad a la frustración y la frustración aument¿ la inten-
IñIa""i'"i}"iiiJ-"-aái i"alula"ti hab-ría en esas !Iii:*-:
sidad de la agresión; la intensidad de la agresión a su
;¿;";; i;';idii;ió" i va y vcz produce una intensificación de la ansiedad perse-
o iensaciones una idea de persecuclon cutoria y es causa de tempranas inhibiciones en la ali-
"ip""i"""i""
ilt.;;;tó"; ¿" ut iqoii"Áiento interno' La fuente de rnentación, al mismo tiempo que intensifica la avidez, lo
ansiedad externa estaria--áráa pQrseñaló la experiencia del ,'r¡al forma un círculo cerrado,
il;;; áLti", q,r" .ottto y" F¡eud v volveremos Sospecha M. Klein que la base constitucional de la
;';="'J,'i.";;iirJtii ¿ál sería el patrón de rntensidad de la avidez es provocada por la fuerza de
todas las futuras angustias ante un momento de frus-
"ácimiento los impulsos destructores en su interacción con los im-
Ei áátot v la incomodidad p¡odu-
ffi;td; ;;üid"d- uterino' son ¡,rrlsos libidinosos. Seria algo constitucional, habría una
ffi;';; po"ü- p¿iáiau del placentero estado , onstitución en la eual pledominaran los impulsos des-
éI infante como fuerzas que
-uá"tiiá..
atacanr como
persecutoria está tructivos sobre los Iibidinos<¡s, lo que provocaría una
"i"iaí"
ñ;;; por ás[o, la angu-stia rr¡tensificación de la avidez con todo ese correlato. En
prin"üü de la lida- y desde el comienzo nlgunos casos la ansiedad persecutotia acrecient¿ la avi-
"i"*"t.á""¿" "t
*¿6"¿;i;-qü.i,ti"i"
ál=ü"iiriii,iti á"1' el mundo- extrauterino' rlcz y en otros produce tempranas inhibiciones de la
"ino'to" relación objetal en el niño?
la r¡limentación.
Le orimera relacron "U:"Li-qi" realiza el niño es la Hay dos poderosos estímulos de los impulsc¡s libidi-
la madre' que hacen qut'
;fi-:;ü""i; i l"--pi"="titia de
pero con¡ la caracteri s- ,()sos y destructores, que son las experiencias que tiene
;i'llF¡" ;;;ri.iáá oLjJatmente'
relación de objeto ,.1 niño de ser alimentado y de ser frustrado. Así, como
;il;; ñ" ;;;;;i;"iáiio¡iót"t."'"-una
no-es ia relación eon el objeto tot'al'
r esultado tle las mismas se constituyen internamente
lns imágenes de dos pechos: un pecho vinculado con la
"ii"Iti.-n"
5i;.":;;;;;;-'ü"fecto: áá oujuto' puesto que con la madre frustración y un pecho vinculado con Ia satisfacción; el
es la. madre quien
;;""ü tri,,,eñ""i0"--Luo"'it'ttt"ttte. primero sería el pecho malo y el segundo eI pecho bueno.
lo alimenta y amamanti- ü relación ¡rimera parcial
Ests división es conlo ver doble, y en parte la esci-
¿"f-"iá" el seno, con el-pezón' Esta relaciónins- es
nrrin se produce por la inmadurez del ao,la falta de inte-
para ambá" impulios, tanto para los
"" "o"
objetal pero
Ft-
90 A. 1ALLAFERRO cliRso BÁsICo DE psICOANÁL¡sts
1) I
gración del yo y el proceso de división del objeto" Por IIa.r"enlos una descripción de ias conexiones, o sea, t1e
eso es tan nitida la separación interna entre pecho hueno l¡r relacion del niño con el pecho rnalo. Si se considera
y pecho malo. Pero y pese a que en los tres o cuatro ,,1 cuadro que existe en la mente del niño a través de
primeros meses es asi la relación objetal com los objetos los análisis de los adultos, se ve que el pecho malo y odia-
parciales, M. Klein presume que también en algunos mo- ,lo adquirió por proyección todas sus malas caracterís-
mentos el niño llega a ver a su madre como una ima- trc¿s dr.rstructivas que eran las que tenía el niño
gen toüal, pero no diferenciada, corno si la imagen ma- rrnpulsos destructores 6¡¿195- en eI momeflto en que -sus
terna fuera una nebulosa pero con dos elementos níti- se
y un pecho ;r'ntia frustrado y odiado. dsí, en las fantasías infan-
dos, un pecho i.rueno rnalo. tiles de esa época, el niño tiene impulsos destructores y
A las experiencias de frustración y ggatificación, se ,iente que muerde v destroza el pezón o el pecho, 1o
surnan dos procesos, que son los básieos y característieos ,lcvora y lo aniquila y que luego, el pecho o el pezón
del yo y que al mismo tierhpo contribuyen a su propia lracerr lo mismo dentro de sí. Es decir que proyecta su
fornración y estructuración; estos proeesos son los de ,rgresión oral sobre ei pecho malo, lo destruye, lo des-
introyección y proyección, que contribuyen a hacer rnás ¡1a,rra y luego siente que lo tierre a<lentro, que este peeho
ambivalente Ia relación objetal, Así el niño proyeeta so- r¡r¿¡lo lo está mordiendo, destruyendc internamente; pero
bre eI pecho bueno las cosas buenas que siente, y las cosas ,cmo no sólo hay en ese periodo de Ia evolución jibidi-
malas sobre el pecho m¿lo, I)e este modo quedan estruc- ,rosa impulsos sádico-orales, sino ta¡nbién anales y ure-
turados dentro del contenido de su inconsciente (recuér- t rales, el niño fantasea ataca¡: el pecho materno con
dese lo ya dicho) que estaban los representantes internos i)rinas ponzoñosas y excrernentos explosivos y desinte-
de objetos, dobles o in'lágenes) una imagen interna de r,.r'adores, siendo ésta la razón por la cual teme que el
pecho bueno y una ima.gen intenla de pecho malo, que ¡rccho se vuelva explosivo y p«rnzoñoso para é1, Una
se van transformando en prototi.pos que desde ese mo- tantasía de este tipo, muy estructurada, es lo que lle-
mento forman el núcleo del superyó y al mismo tiempo r ¿¡ría a esos lactantes a no aceptar el pecho materno.
se transformarr en el origen de todo 1o bueno y todo lo Sostiene M. Klein que la hipocondría estarÍa vincu-
maio. Cada vez que el niño siente algo titil, algo pla- l;rda la fantasia de objetos persecutorios irrternali-
c<-¡n
center:o; cada vez que es recompensado y se alivia su z-rrdos, es decir, que en vez tle estar en etr rnundo exte-
avidea, Iiberándose de las molestias, 1o fant¿soa como lior, los objetos estarían internalizados y el slrjeto terne-
producido por ese pecho bueno y a éste atribuye el sen- r ia ser destruido interiormente pc,r ellos.
tirse íntegro y amado. Por el contrario, cada vez que Apoyándoncs en ese concepto de M. Klein daremos
siente hambre, doinr o frío, es decir, molestias perseeuto- rn ejemplo obstétrico sacado de nuestra experiencia: e1
rias, lo atribuye al pecho malo. De este modo la imagen rrtrorto espontá.neo, que como se sabe se pl.r)duce gerle-
del objeto externo e internalizado, está distorsionada en ralmente dentro de los tres meses de emlrarazo aun
la mente del infante por sus fantasías, las cuales están ( rrando no se encuentren factores somáticos que lo
Iigadas eon la proyeceión de sus impulsos sobre eI objeto. ,leterminen, puede llegar a término con psicoterapia
Estas fantasias tempranas del infante las encontrarnos ;rdocuada.
en el contenido de muchos cuentos infantiles. La repre- f,a fantasía infantil de ese pecho ponzoñoso, explo-
sentante del pecho bueno aparece en la forma del hada, ;ivo, destructor, en la mujer inmadurá pasa de la ima-
que satisface al individuo, mientras en la contraparte la ;1en de pe.zón a la de pene. La fantasía inconsciente de
bruja repr:esenta el pecho malo" A medida que evolu- rnuchas embarazadas inmaduras es que el feto se des-
ciona, el mismo niño eomienza & ver que de pronto una irrrolla a partir del pene que ha quedárlo retenido y ubi-
cosa que es buena se vuelve mala; por ejemplo: está , adr¡ en el úter,¡ en el acto sexual. Se comprende que si
mamando y repenüiuamente le quitan el pecho, y e poco .c mantiene la fantasia infantil (en el inconsciente no
le dan nuevarnente. Por estos motivos en los cuentos ,,xiste- el. tiempo) de que el pene es un pezón ponzoñoso
encontramos hadas que son brujas, brujas que son hadas v explosivo, el abr¡rto "espontáneo,, se cbnstituye en un
y hadas-brujas" r¡n acto lógico, puesto que para su fantasía inconscien_
r#
-
te. si "eso" que ella percibe en s-u- interior continuara r¡iro como un perseguidor terrorffico y el pecho bueno
hesintegrándola'.. Irr.nde a tornarse un pecho ideal que c¿lmarla la avi-
--Vot"i"lao¡""lri¡¿ría Ia svidez:- como en la para un deseo ilimitado, en forma inmediata y couo
""Lci""ao, . u proyáácitn*de por ,1r.7.
fr"ta.it "l-oüjeto tstá-innuido la avidez. debido el rrrn¡ satisfacción perdurable. Agf empieza a tener seu-
ffi;ffi; ;;.i á;i-"iñ"t pÑ. " sir.el elemento esencial trrrrientos sobre un pecho perfeeto e inacabable, siempre
,lrs¡ronible, siempre gratificador. Estas fantaslas las
,i"i" persecutéria, es de-eir que en la fantasía
el niño""su"tia
siente que p""ho'-"Io lo persique y lo quiere '.ncontramoa en va¡iae formas; por ejemplo, en Japón
;;;;"ili-"i-ü """
ml",nt forma en- que él fantasea de- '.xiste una estatuilla que representa l¿ im¿gen de Nyoi
;;;;;-a"td;;ánt" "l pecho frustrador, por ll¡¡shu sosteniendo en la mano una bola milagrosa. Segrln
-v -provectar ln leyenda, quien la posea realiza¡á todos sus deseos.
i"*'ii;;i¿;;'á"- t" ¡,.i"i"e, et p-erseguidor se hace cada
y pese a lo ()lro ejemplo de la fantasía y de los euentos acerca de
vez más intenso y p"t"i"t",'t"' §itt etttb"rso'
."""á.aao anteriórmente, en las P¡imeras etapas la ac- , rr. pecho perfecto e inacabable, son los árboles con dul-
mente hacia un objeto total. pero aunque p;a;-á; ,lrt'¿rr los rechazos instintivos que realiza el yo. Luego
r-os. rmpulsos destructores. ha disminuido, no "l por eso 1,, sustituyó por una palabra: represión, pero en el
dejan de notarse como peligrosos par& el-á¡Jeto amado. rrrrtr 1926, en Inhibición, síntoma y angustia, volvió a
gue la avidez y el intento de defendár el objeto
|sí gs Juegan- ,.rrr¡rlear nuevatnentela expresión "mecanismos de de-
amado u_n
_importante papel, puesto que Ia ansie_
uad por ta pérdida lonsa", que presenta la ventaja de poder ser utilizada
ineparable del objeto amado e in_ ()r)ro denominación general de todas las téenicas dife-
dispensable, tiende a aumentar la aviáez. Esta avidez '
r(.ntes que el yo emplea en su lucha contra las exigencias
es sentida como incontrolable y destructiva, que por ese rrrstintivas. La represión es sólo una de tales técnicas.
motivo pone en peligro el objeto amado, tarto lrrterrro
como externo. De donde el yo por ello aumenta la in_
hibición del deseo instintivo-dirigiao úacia-et tllt'ean.ismos rle defanea del yo aontro. peligros
esto puede acarrear dificultades con el goce del"¡:*r-V intrapsíquicos t
la alime¡tación, y más tarde inhibicion"i-é" ias niño en
¡elacio_ Los mecanismos de defensa del uo contra peligros
nes a,fectivas y eróticas. rntrapsíquicos son:
L<rs pasos hacia Ia integr.ación y la síntesis son el
resultado 1) Represión;
{9.r1. capacidad
cer ra realrdad.
erecien[e del 7o para cono_
La ansiedad vinculada con la madre 2) Regresión;
intelnalizada que es sentida un-oUju-á dañado o
3) Aislamiento;
lesronado, que sufre, en peligro"orru
de ser aniquilado o ya
4) Anulación o reparación;
a.niquilada y_ perdida pará sienrpre, conduce'a una idet_ 5) Formacirin reactiva;
Lrt¡cacr,)n más tntensa eon el ob.ieto dañado. Esta iden_ ti) Identificación:
tificación con tal calidad de objLto, 7) Proyección;
la hnden_ 8) Cambio de un instinto por su contrario;
gi?.,q lq reparación y por ello es"efuerza
que el yc, intenta 9) Vuelta del instinto contra el go;
rnnlDtr l()s tmpulsos aAresivos. y también el yo
tunu y otla vez Ia defensa manÍaea.
úsa 10) Sublimación :.
Algunos de los mecanismos de defensa, según señala
Anna Freud, son capaces de dominar grandes cargias
MEC,ANISMOS DE DEFENSA DEL YO instintivas o afectos, mientras que otros, por el contra-
rio, sólo pueden controlar cantidades exiguas.
Situado entlc el .y el medio ambiente, y eonstan_
¿r1lo Los motivos que rigen en el yo la elección de un tipo
te.nrentc contrrrlado-_ par el supergó, se halia el yo
en
rle mecanismo no son aún muy conocidos, pero, en el
srtuaclor)_ harto dificil, que a veces provoca en ái an_ carnpo de la teoria, se puede decir que esta instancia
gustla, stendo ésta la que moviliza el proceso defensivo.
La angustia es motivaáa-por e_l peligio á" A* la orga_ rLos motivos de defensa contrá los instintos, según Fenichel, ron:
nización total del yo a) el yo teme al instinto porque'tem. al supetyói b) por angustia
Wa¿lde;_ p""ta s"" ¿es- objetiva derivada del sentido de realidad: c) ante la fuerza del ins-
truida. -díce tinto que puede arrollar y desorganizar el yo; d) por la necesidad de
A tal efecto, el yo construye barreras que le permiten rr)antener 1a síntesis. es decir. por los conflictos eotre tendencias
rechazar ciertos impulsos o jolucionar los conitictos o"i_ opuestas.
¡ Las delensas tipicas del .yo precoz (§eis meses) frente a la an-
Alnados. por la. oposición de las exigencias de cada una gustia de tipo paranoide, son las sigrrientes. segírn Melanie Klein:
de las rnstancias psíquicas. Estos tnecanistnos defensi_ l) Disociación del otrjeto (efl una partr htrena y una mela, c
j:,j:-s:l :t:ilizados por el yo en su lucha contra peiigros introyección de la t¡uene).
rnrrapsrqlrrcos y extrapsíquicos o ambientales.-
Fr;eud
2 ) Disociación de los imprrlsoe.
3) Idealización.
9lp]eo por pnmera vez esta denominación en el año .l) Negeción de ta realidad interior.
1894, en el artieulo Natuopsiaosis a," i"¡iii"', para 5 ) Negación de la realided erterior
in_ 6) Ahog<¡ de las emocionc¡
r A. T,\LI-AFF]RRO
mento flotante, y a partir de é1, por medio de la aso- l')l sujeto requiere gratificaciones instintivas, y si rto
ciación libre se va acercando al conflicto nuclear como t)re(le ottenerlás en e[nivel que ya ha alcanzado, regre-
quien deshace un ovillo de lana tirando de un extremo. ::ut'á a una fase precedente donde antes había experi-
No es posible indicar en general la amplitud que ha ,,,,,.rtudu satisfacc^iones que fueron más completas' La
de alcanzar la deformación ni la distancia que debe r (.gresión de la actuacióñ del ¿/o a un nivel anterior
a
mediar entre lo reprimido y aquel elemento para que l,t'inaduración puede ocurrir en cualquier p,eríodo y por
éste logre vencer la resistencia d.el 11o. lo fcrrerál se froduce como consecuencia .de una gran
La represión trabaja de un modo completamente indi- ,I,'.'epción o dé un intens<¡ temor, casi siempre ternor
vidual y es sumamente móvil. Debe mantener una pre- ;.,;;;i;;i. t, ir"ot sciente a1 castig<i. La intensidad de
sión constante, pues su interrupción la llevaria al fra- lrr regresión es motivada por dos factoles íntimantente
caso, como en el ejemplo del barril, que volvería a flo- lig;J;.-o".pta tí: el grado de vacil¿rción con que el indi-
tar. Por lo tanto, desde un punto de vista económico, el ,jitro "rlt." las nüevas formas de satisfacción v e'l
cese de la represión significa un gran ahorro de ener- gioAo ,1" su fijación a los patrnnes anteriores (f'cr¿i'
gía, que queda así a disposición del yo para funciones 7»,,1). Ejemplc de regresióÁ se puede observar en el
útiles. ,,"rrrótico-obsósivo, que cuando se encuentra en conflicto
EI factor primordial para la aparicióq de una repre- t,r)r sr.rs tendencias eáípicas fálicas y el simultáneo temor
sión es el cuantitativo. No bien la representación a i, iu-"áotr""ión, sustiiuye sus exigencias edípicas geni-
eensurar supera un cierto grado de catexis, surge el tales por deseos sádico-anales.
conflicto e inmediatamente se moviliza la defensa. De La regresión clel 7o se refiere a Ia actuación mágica,
esta manera el incremento de la carga energética pro- decirl a un tipo de expresión -Lu9 -9s característico
duce, en todo lo que a represión se refiere, los mismos "s
.le un yá inmadufo (véanse páes. ?7-78).
efectos que la aproximación a lo consciente. Paralela-
mente, la disminución de la carga equivale a un aleja- EI aisLa¡niento
miento o a la deforrnación, tal como lo ha dicho Nun-
berg, La represión es en sí un mecanismo psíquico de Ul aislamiento hace que se considere separado Io que
defensa y su manifestación formal es Ia inhibición, qre en realidad permanece unido; por ejempi«l-,.que Ia rela-
se encuentra cuando se examina a un paciente. Es de- ción entre La traumática, el conflicto o deseo
I cir, un sujeto aparece inhibido como expresión de su ".cerr.
i'Lp.l-;áo con eI síntoma esté reprimida'. Este tipo- de
mecanismo interno defensivo represor. .luiur=u se observa particularmente en los neuróticos
obsesivos, que conocen conscientemente, en Ia mayoria
I
i
Lo regresión á"-ió. el hecho que ha sido la causa de sus sín-
tomas, "..o.,
pero no saben conscientemente que los mlsmos
I
anular o rep¿r¿r el significado de uno anterior. En su ,r'',.sino de la media luna", como se le llamó. Christie
librc Histerias a neLroaia obaeaiaos, Fenichel da un rrurtó a varias mujeres, y en una oportunidad, valién-
ejemplo que aclara el significado de la anulación. "Un ,l,,ric de su condición de policía que ocupaba
enfermo se veía impulsado I rezat en forma -cargo
, orno formación reactiva- hizo ahorcar a un camionero.
obsesiva -dice-
dur¿nte una grave enfermedad de su madre; rrr¡rrido de una de sus víetimas, acusándolo de ser autor
pero al terminar la plegaria se daba un golpecito en la ,lr'l crimen.
boca, acto con el cu¿l pretendía anular el efecto posi- 't'ambién es bastante común el caso del hombre que
tivo del ¡ezo." ¡r.r formación reaetiva se hace bombero voluntario, como
,krfensa frente a su piromanía. La persona que ha ela-
Lo fontución reoctit¡o l,r¡rado formaciones reactivas Fenichel- no ha
-diee
, r'(,¿¡do con ello un determinado mecanisnio para utili-
La formación reactiva lleva al yo a efectuar aquello .,;u'lo cuando se prodnce Ia anrenaza de un peligro ins-
que es totalmente opuesto a las tendenci¡s del ello que lintivo; ha nrodificado la estnlctura de sr¡ uo como si
se quieren rechazar. Durante el análisis de un paciente ,,1 ¡religro estuviera siempte presente, en forma tal que
se halló un ejenrplo tÍpico de formación reactiv¿. El 'i(. cncuentra preparado en cualquier rnomento en que
caso es el siguiente, tal como lo rel¿tó el analizado: ,,1 peligro se produzca.
Llegué fastidiado a caae y tatabo la hiiita de la sir- I)e este modo, en un esfuerzo pol' crear forrrraciotres
tian.ta. Scafí ¿leseos dc tirqrla a. la calle pot und !en- rr,¿r<'tivas como defensa contra los instintos, se originan
to.n.a qu.e cntaba a.hierta., pero ¡ne contu"oe. Me senté a r irsgos caracterológicos rle distinta naturaleza; por e.jem-
?s,.t(líe.r y da prrmto ai que la madre le pon.ía un baa- ¡rlo, si se lucha contla tendencias anales, se desarrolla-
qnito jtmto o la uentana para que la nena tnírara a la r':in hábitos de limpieza, de orden y economía ohsesiva.
calle. Desde ese momrnto no pude aegttir e*tudiando g v si se lucha contra tendencias agresivas se caerí¡ en
f ui a sentarme jrtnto a rlla para aidarla.. Yo tem.ía que r¡n¿ bondad indiscriminada y rígida.
s( caqera por la tentana a la callc...
L¿ idea rechazada era tirar la niña a la calle. La l.¡t idt,tt ti..fi.cación
formación reaetiva fr¡e sentarse junto a ella para eui-
darla. La identificación representa la forma más temprana
Hace algún tiempo la revista Read,ar's Digest publicó v primitiva del enlace afectivo. Consiste, en su forma
un articulo que puede citarse como ejemplo de forma- rrrás tipica, en transferir el acento psíquico del objeto
ción reactiva. En los Estados Unidos se cometió en :rl yo. Dicho en otras palabras, el yo incorpora el objeto
cierta oportunidad un asesinato, y las autoridades poli- (,n una forma muy semejante a la que sirve a la ameba
ciales confiaron la investig¿ción del hecho a uno de sus ¡rara englobar una partícula de carmin.
mejores pesquisas. Contrariamente a lo que cabía espe- A principios de 1954, el inrlio Tetegameo, cacique de
rar, se registraron notorias anormalidades en la inves- la tribu de la Kakataybos, que habitan en la región
tigación, razón por la cual se le confió la tarea a otro peruana de Aguaitía, fue a la ciudad de Lima para
¡resquisante, quien, ¡rara asombro de todos, descubrió solicitar ayuda oficial eon destino a su trihu. lTna de
t¡ue el criminal era nada menos que su famoso colega, las cosas que más le extrañó a Tetegameo fue el heeho
quien habia cr»metido el delito en estado sonambúlico. rlt, que los hlancos enterraran a sus mlrertos. "Nosotros
Corno formacióll reactiva a sus tendencias criminales, -dijo- incineramos a nuestros muertos )' lrtego inge-
este hombre se habia hecho policla, pero al disminuir t imos sus eenizas en Lrna inft¡sión. f)e oste t¡odo asinli-
la intensidad de la censura, durante el sueño, Ias ten- lamos las virtudes de nuestros mayores." Este es t¡tt
dencias d,el ello pudieron descargarse en el mundo exte- c.iemplo típico de identificat'ión introyectiva.
rior y conretió el crimen. La identificaeión puede ser paleial o total. En rnr
En el año 1964 la prensa mundial reeogió con todos caso de identifieacirin parcial. cl alumno, por oienrlllo.
sus detallt's el scrrsacional caso de John Christie, "el fuma en pipa. tal como lo hace el profesor, per'ó cn una
r 106 A, TALLAFERRO CURSO BASICO DE PSICOANALISIS r07
.
I I.I A. TALT^ATERR,O CURSO BA§ICO DE P§ICOANÁI,ISIS ll5
gunos a¡umnos intelectualnlente torpes, d?"int""es"dos y trrra de la expresión de enojo del maestro. En eI trance
perezo-sos, se forma un tercer gtupó, aparentemente in-- ,kr soportar las reconvenciones el pequeño dominaba su
torxnedio, cuyo ''tipo,, es difícil áe situ¿i a prinrera vista rrngustia mediante una inconsciente imitación de la ex-
cn alguua de las eategorías conocidas en qu" han sido Irresión de enojo del maestro. De esta manera se iden-
clarijfrcados ios pequeños-con t¡astornos para el apren_ l.ificaba con el objeto del mundo exterior que éI temía.
(lrzaJ(.. Pese a que los de este tercer grupo tienen Este mecanismo puede explicar en cierta medida algu-
un
eiev¿¡do coeficiente intelectual, Uuen ¿Es¿iroUá, y sá" nos de Ios contagios de los tics, que entre sus signifi-
a.preciados poT- §ui e:ondiscípulos como buenos c«rrnpañe- ,'ados inconscientes tie¡e el fin mágico de asustar al
ros, -r1o es posible indr¡cirlos a^partieipar en un ejercicio interlocutor y satisfacer una tendencia agresiva, en la
regular de juego o trabajo. Só condüeen corno si óstu_ rnayoría de las veces, además del placer que la des-
vieran intimidados, aull ¿uando ia técnica usada evite carga de tensión provoca de por sí.
escrupulosamente toda crítica, reproche o censura, Lo Otros ejemplos tornados de Anna Freud contribuyen
qrre. ouutre es que el mero hecho de comparar sus reali- t rnostrar con mayor claridad este mecanismo, como se
zaclones con las rle otros bosta para que desvatroricen su udvierte en eI caso de una niñita, que por miedo a los
propio trabajo. Y si fracasan en una ta""á o juágo, fantasmas no se atrevía & c&minar por el vestíbulo os-
r€acclJnan con una permanente ¿versión a repetirla. curo de su casa. IJna vez, empero, tuvo que cruzarlo y
Por eso se rnantienen iuactivos, Ro aceptan ninguna desde entonces fue capaz de StravesaD las habitaciones
ocupación, contentándose con miiar mientias los démás oscuras; pero mientras lo haeía efectuaba una serie de
trabajan. Su inactividad Liene, secundariámente, un movimientos extr&ños. Por fin, un día en que necesitó
efecto antisocial, pues por aburrinri""to á"t"á" en con_ animar a un¿ hermana menor a que realizara la tra-
f,lict<¡ con los otros compañeros. Sin embargo, este iilo vesía, reveló la razón íntima que tenÍa para hacer tales
<Ie niños que en la vidá escolar asumen lJ áctitud áe movimientos: "haz como si tú misma fueras el fantasma
espectadores, pueden recobr-ar. su capacidad de trabajo que temes encontrar".
si se les carnbian las condiciones a--mbientaies en que En otros casos la identific¿ción que lleva a cabo el
deben _realizarlo, c{rsa que no oeurre eon los verdaderos niño no es directamente con el agresor sino con su agre-
rnhrbrdos neuróticos (donde la actividad se ha sexua- sión, tal como ocurú¿ en un niño que al volver del
lrzado) que no se modif,ican por la, sola alteracién del consultorio de su odonüólogo no se dedicaba a jugar al
rnundo anrbiental, dentista sino que se ponía a destruir diversos objetos.
Lo mismo hacían dos niños por mí observados que,
Id.enl.ificación con el agresor ternüLa después de un bombardeo, se tomaban a golpes de puño
entre ellos y agredían sin motivo real al padre,
, Una form¿ de defensa basta¡rte corriente y fácil de También puede darse una situación en la que la iden-
observar: en la vida cotidiana de los niños V algunos tificación no se refiera a un acontecimiento pasado, sino
adultos es la identificación que realizan específicañrente a uno futuro. Es el caso del pequeño que al llegar a su
eon el objeto ternldo del muñdo exterior. casa hace sonar insistentemente el timbre y cuando Ie
Aichhorn (lue en cierta oportunidad trató a un abren lo primero que haee, s¡biendo que ha procedido
"_Relata
nrno & causa de su costr¡mbre de hacer muecas. su mal, es gritarle a la persona que le franquea la entrada
rnaestro se quejaba que el pequeño reaccionaba de una antes de que ésta pueda recriminarle su actitud. Es el
rnanera totalmente anor¡nal frente caso del marido gue regress a su casa sintiéndose cul-
y los r:eproehes que le hacía. por alolasg"tr"".i,
amonest¿ciones
taie, pable por no h¿ber actuado correct¿mente y protesta
cagos efectuaba una serie de rnuecas, situacián"nque se porque el almuerzo no está listo, porque no halla el
confirmó euando el nino las repitió dúrante la consult¿. diario e¡r su lugar o U)r cualquier otra nimiedad. Lo
Pe._r6r ¿6¡¡6 el. maestro estal¡a presente en ue judo que hace en realid¿d es identificarse con la agresión
aclarar. el problerna, pues e! püicoterapeuia"lia,
aJíirtiO qre conyugal que eslrcra y freDte ¿ ella lo gue realiza es un
los gestos del niño no eran nada mái que una carica_ gesto mágico, con el que inüenta que su esposa no Ie
F
I tr; A. TAI.I-AFIRRO
CURSO BASICO DE P§ICOANAI.I§IS il7
diga nada por ese pelo que viene en su solapa o por los r¡rcnto de una genuina lelación objetal. Regulta de ello,
pesos que perdió en las carreras. r,n tales casos, que, en virtud de tal fijación "altn¡igtat',
El beneficio protector contra la angustia que da este exija que él cumpla en su vida los planes que ella no
tipo de mecanismo defensivo es, entre otros, como lo ¡rudo realizar por falta de condiciones; por ejemplo, gue
señala Anna Freud, que al representar el papel del r,studie, elija una determinada profesión' adquiera fama
agresor, asumiendo sus actitudes y atributos, o imitan-
do sus agtesiones, el sujeto simultáneamente se trans-
, riqueza. -Esta posición Be observa también en &lguna-s
rnadies que impulsan a los hijos a determinqdas ecti-
forma, de petsona amenazada ¡¡ pasiva, en la que tudes y áctividides, situación que luego condiciona en
amenaza y es activa, r,llos conflictos diversos.
Renunci.a a,ltntiata
Bibring fue quien dio su nombre a este tipo de meca-
EL SUPERYÓ
¡tismo de defensa, que moviliza específicamente la pro- La formación de un ve¡dadero código de normas éticas
yección, que no sólo sirve para producir perturbaciones cs uno de los prerrequisitos indispen§ables para la edap-
en las relaciones humanas, proyectando celos y agresig- tación social. A este estatuto para el "bien vivlr en
nes, sino que también se usa para establecer lazos
¿rfectivos positivos y consolidar así las ¡elaciones inter-
relación", se Ie denomina ttconcienciS" o ttvoz de la
t'onciencia" es conocido en la nomenclatura psieoana-
y
¡rersonales. litica, desde la publicación de El ello U el Ao' de Freud
En síntesis, puede decirse que el sujeto que utiliza
-en el año 1923-, como el suparyó, tercera de l¿s
ins-
este mecanismo en lugar de emplear actividad en la tancias de que consta el aparato psfquico en la hipotética
<¡btención de los propios fines, usa su energía partici- topografía de Freud.
pando en el destino de sus semejantes. En lusar de
experimentar la vida en sí mismo vive la virla de los Este w,peryó es el resultado de la incorporación dentro
del yo de Ios mandatos prohibitivos de los padres, o, como
demás.
dice Freud, la internalización de la compulsión externa.
Un ejemplo típico de esto es el de la hermana fea, La captación de estimulos visuales y auditivos llegs
que pone sus afanes en procurarle vestidos elegantes y a desarrollar esta instancia especial, el süperAó, qrue
joya¡ a su hermana bonita para que ésta atrafua a uñ metafórieamente hablando podrla decirse que "ve" y
homllre y se case con é1. Cuando la linda hermana sea "oye" interiormente, adquiriendo una invencible auto-
feliz, lo será ella tarnbién, pues la considerará como a ridad sobre el 1¡o, el cu¿l a su vez tiene el poder de
sí tnisma. lealizar o no el rlcto prohibido, Begún sea sr¡ capacidad
También puede citarse como ejemplo típico de re- de resistencia.
nunci¿ altruista el caso de un muehacho inválido, her- En sus primeros estados el eupergó pertenece al yo,
rnano rle un deportista, que se preocupa por la carrera pero gradualmente se va diferenciando de éste, sin que
dep.ortiva dei otro, le consigue lociones para masajes, le el sujeto normal lo perciba como un elemento definido,
r'.igila el régimen alimenticio y durante las competen- tal como ocuue en la neurosis obsesiva, por ejemplo.
cias grita entusiasmado, festejando con grandes óxplo- Para comprender la estructursción del w.peryó es
siones_ de 1legría eI triunfo de su hermano, triunfo que
por identificación proyectiva es el suyo. menester estudiar rápidamente el complejo de Edipo:
corriente de amor del hijo varón hacia la msdre y riva-
La renuncia altruista resulta ser un mecanismo de- lidad hacia el padre, y por el contrario, en las niñas,
fensivo por medio del cual se logra «lominar la morti- cor¡iente de arhor hacia el padre y rivalidad frente a l¿
ficación narcisists. madre. Si esto fuese tan sólo así, no habrta conflicto,
El abandono de un deseo instintivo en favor de otro pero la situ¿ción de ¿mbivalencia que tienen los varones
obj-eto ¿ menudg determina Ia relación de la mujer con hacia el padre y las mujeres hacia la medre hace que
el hombre elegido por ella como representante, eñ detri_ utilieen diversos meeanismos eon el fin de resolvt.rl¿. El
r A. TALLAFERRo cu¡r.so rÁsrc;o D[, pslüoAxÁltsrs
llg tt9
primero al que el niño recurre es al de- regreúón a w
plano oral y a la introyecaión e id,entificación posteriot Ai introyectar la irnagen de su padre lo quita del
ion ese objeto del mundo exterior. Esto le permitirá, y Io hace desaparecer del muñdo exterioi. Esto,
rrrrrlio
rl.¡c parece un poeo extraño, se ve en algunos esquizo-
con un acento único, satieface¡ simultáneamente su amor lrrinicos, que no se animan & arnar a una persona, plres
y su odio. Queda satisfecha así, no sólo la apetencia de ri quererla se identificarán con ella, y de esa manera
su libido por el hecho tle adquirir contacto con ese ob-
jeto, el padte, sino que también encuentra satisfacción lr s¿¡carían del mundo exterior. Ds eI mismo dilema que
,r' l(] presenta a un sujeto que tiene un trozo de torta
rrrrry apetitoso y tlo se anima a comerlo porque quiere
,r,gurir teniendo la torta, y si la come, ya uo la tiene,
rE
,¡rrrrrlandosin nada (Fairbatn).
c0N5c 1t.N
l,a elaboración inconsciente del niño sería ésta: .,papá,
ll I r;r nr¡ necesitas estar enojado conmigo. Esto que eitá
p:rlia.ndo ahora lo puedo arreglar solo.,' Es detir, que
r,r €sc momento el auperyó toma el lugar de Ia función
PRE (ONSCIÉNTE
+I ti ¡r:rterna, y- desde entonces se constituye en una especie
,lc juez en el sentido figurado, Iógicamente-I, en
-jlez superior,
rrua instancia que no sélo obliga a1 sujeto a
rrh¿ndonar impulsos de naturaleza sensual y agresivos,
'rino que también observa, g:uía, censura y arnenaza al
t¡l ¿¡,r. de la misma manera en que antes io hacían los
F I'rrdres con el niño.
zIlJ Fl eastigo que inflige el tupergó es el que se conoce
t(n "¡e¡¡grdimiento" o t'cargo de conciencia" y que tan
¡r1¡y'
'i.
lrien describe Núñez de Arce en est¿s estrofas de su
z ¡urerna EI aértigo:
()
Corciencia nuna dotmida,
mudo y pettinü tesliéo
quc no <le jao oia eeti¡lo
= ninsún cdren cn la vida.
Ia ley ella, el mondo olvida;
mas, ¿guién swdo tu Wáo?
Al §umo Hesedo¡ tc plub
que a *Iac m cl p*ado
Iuetas tú, pua él culpdo,
delatot, jucz y vcrdullo.
su inclinación sádiea, pues medisnte la identificación Para tratar de aclarar i¿ función del au¡teryó puede
(véase pág. 106) se apropi8 en cierto modo de la exis-
tencia del padre y lo destruye como objeto erterior. t.omarse _como ejemplo teórico el caso del niño que le
pega al hermanito. La primera vez recibe una repri-
Este mecanismo Be podrfa presentar también de la rnenda y se le deja en penitencia. La próxima que
siguiente maners:
Con la iacorporacidn del padre en el go, ei niño intro- intente repetir la agresión serán necesarias medidas
yecta la actitud "mal8" de éste para eonservar en el rne¡6s ¿¡¡[lgicas para que desista y en la tercera opor-
mundo real al padre t'bueno". En esta forma escapa del tunidad posiblemente no cometerá el scto agresivo: una
peligro y obtiene, al mismo üiempo, la protección repre- voz interior lo hará detene¡rse.
seutada por la imagen p¿tern8, y la fuerza que le En la constitución del tupergó no sólo interviene un
atribuye. nricleo severo que corresponde, en general, al padre o
i
.9
,,
§
a sustitutos (maest¡os, sacerdote, etcétera), sino tam- rtos, cuondo termina, de"ela-borame
bién otro núcleo m¿terno más tolerante. De ahí que la
*
i
Irc, Por lo t¿nto serl¿
i: ::ü'li¿i*1"'.'U"
represión exigida de los impulsos y las tendencias sea E¿st¿ -J;
es¿ ed¿d el lto se rige-en s"?tt Pl"-t" por-el
aceptada, no sólo por temor sino también por amor, pues
,#;ñío T"u"
;ü;'; por lé tanto comoáun
;A- poi" los impulsos der
en compensación el yo recibe una satisfacción narcisista
tllo y * comports yo ideal' Tal
al sentirse, por ejemplo, "niño bueno" y querido por la (:omo se ha dicho, e¡i"te ür'láiie"encia entie el go üeal
madre, o ya adulto, el considera¡se una "persona de- p;ü;;"ttsrace los.impursos del
c€ute". ili'f;áiii-l;: a
.llo, mientras qrr. .' ';:';l-irár Já- ""p"""g"t" '"1
criterio
El cuperyó, según ha dicho Freud, es la más reciente tam-
de las adquisiciones filogenéticas del aparato psíquico. oor el cual el üo e mide a sí mismo' Constituye
a lograr
Las imágenes parentales introyectadas sólo originan el lT¿" ü*;;L-"-ülo" ü-tii"á" v la incit¿ción
i
núcleo del ru"peryó. Sus elementos últimos provienen de
incorporación de exigeucias impersonales y gene- r#f fi ["',#i";rrx;P*l,f 'álJ#:J"I"x
la de perfección los
it r¡les del ¿mbiente social. Est¿ instancia asi constituida tuvo ñ. r"-""p""sta
urana niñez se
tom¡ sobre sí aquellas funciones de crítica de la con- padres idealizadoc z'
ducta del ,o, que tr¿nsforma al ser de individual en
aocial (áüroñaao).
-#:;,*"x#r;71ffi7,'"Tü;,fi ,i:";:6:x:ffiü
Pe¡o en ciertas circunstancias el super!ó es capaz de ZY,ííi"ii*t""7iii;ó";;';;iiáai¡'"to-á'atoeideolos'
En virtuil de ser l¿ concienci-a moral y ejetcer'
modific¿rse y admitir hechoe que de otra manera no le
aceptaría. Frente a aecesid¿des de orden social, como ,,'íuñi;;;¿tbt 9l""tl:-"t" muchas
autoobg¿rv¿ci óo,
puede ser la de repeler como soldado del país el ataque "t
tendencias del ¿Uo,'qu-e-'óo á"t"o'o"idas por el yo' De'
¿ las frouteras de su patria o luchar por la defensa bido ¿ esto eE que, c88os' ae suele rori8inar un
de una causa justa para la soeiedad en qu€
i.iiü ü"uá" t"'""rptüíriÁ"a- i. {a neceli,lad de cas-
", "i"ttot
vive-, el auperyó -justa
puede modificarse. El caso más claro
tle ii
es el de los soldados a quienes antes de enviarlos a la
lucha se les modific¿ la prohibición de matar. La socie- il["##'.;¿:lím]'"ml,gE¿":":'üi"1""üf
de q;?Pñ\e qt!-g1:: dolor v
la
dad les hace ver que es necesario matar al enemigo, y con la eaperanz¿
si asf no lo comprenden ea el campo de batalla sufren p.ri. Lt sentimieato de culpa desaparecera'
perturbaciones. Pero se da también el caso de aquellos
que, terminada la guerra, no pueden reestructu¡ar su
tupery6, es decir, no pueden volver a las normas de vida
paclliea y continúan manejándoae en la paz por pre-
ceptos sentados pars l¿ beligprancia. Después de cada
conflicto armado los pafses han experimentado un au-
mento en los Índices de criminalidad,
Para la calidad del wpergi no es indiferente, de
ffi?.;L
tm¡ ouc d mbm t¡t-p"-ñitJt-clirptir
comCcjo de EdlPo)'
ñTi? i'H''il*Jfi:
rim unióñ goitd con ru
acuerdo con la incidenci¡ de log f¿ctores ambientales, que ;:á;-iré-. ld cotrcptc' de Frcud v de
el niño ge desa¡rolle en un medio ile odio o de amor; si Il r¡rrcotc "-trt¿f"dñái* tr'hcfr-dc quc cl gri-
M. Kr"b E dcbc, *a'o'"tt'üi'ttü-' y po"-o" r¡zón rólo gudo r@
prevalece el primero, cuando adulto será posiblemente m crtudó crctr¡¡vrrmt]-t¿utt-
aecético y severo. Si prepondera el amor, tenderá hacia
este sentimiento y hacia Ia alegrfa. Pero diversos facto-
res h¿cen que Do siempre l¿ formación del superyó siga ut.tffi.thre r lÚ
egtos caminos. u dfa*l¡ rm ássr á l'o quc u-¡rc'te ldeot-
idcelizrdr' v ler
fiadÉ co¡ lc p¡du';;;--Zt -&l
De aeuerdo con lo¡ couceptos de Freud el superyó qot a-ti-'-ut complcio dc Edipo
idadñcxlm it *stoa- et uperyó'
hace gu aparieión en los individuos alrededor de los cinco Ia edmm t?pmt.n "ntrü¡'-if
ii¡iiil:;;;v
F
t9q A,. TALT-ATERRO (:TIRSo BASICO DE F§TCOANALISTS
123
as*,
r t26 A. TALLAFERRO CUNSO NÁS¡CO DE PSICOANÁI-I§IS t27
chas veces no se encuentra inmediatamente, pero un ,rrnlrtrs términos una contradicción, una rectifieación, o
detenido análisis acaba por demostrar que también en , lhecho de que uno sea complernento del otro.
estos casos es posible llegar a Ia comprensión cabal de l,ln ios casos en que no existe relaeión de contenido
tales deformaciones. , rrt.re part€ perturbadora y parte perturbada, el acto
Existen casos de actos fallidos que podrían calificarse lrrllido proviene de una serie de ideas que habían pre-
de oscuros, pero aun éstos pueder explicarse por el cho- al sujeto poco tiempo antes y que intervienen
,,,'rr¡rrdo
que o interferencia de dos propós.cos distintos. Existen , rr el discurso independiéntemente de que h¿lle o no
actos fallidos cuyo sentido es fácil descubri¡ y otros con ,.xp[esión lógica en el misrno, Se tratarÍa en estos casos
un sentido difícil de hallar. En los primeros la intención ,1,. ur verdadero eco que muchas veces reproduciría voces
latente sustituye por completo a la manifiesta, mien- 'r¡rr:uladas a idgas
pretéritas.
tras que en otros tiene que conformarse con deformar f,as relaciones existentes entre el conocimiento cons-
o modificar a la primera, dando origen a creaciones , Ia tendencia perturbadora con la perturbada
r,,nte de
mixtas que pueden resultar más o menos plenas de I'uoden encasillarse en Lres grupos: 1) [a tendencia
sentido, ¡,r.rturbadora es conocida por el sujeto antes de que se
No deben, pues, considerarse como meras casualidades ¡,roduzc& el acto falltdo; 2) la tendencia perturbadora
sino como importantes actos psiquicos que tienen un , ; reconocida, pero el sujeto igrrora que le mism¿ ¡e
sentido y deben su génesis a Ia acción conjunta o quizá lutllase en activrdad antes de la equivocación, y S) el
más propiamente a la oposición de dos tendencias opues- rrrr jeto prof,esta airadamente contra la intetpretaaión
tas y diferentes. t l,'relld"\ ,
Así considerado, los factores orgánicos y psicofisio- tln el meaanismo de la equivoeación oral la tendencia
lógicos antes mencionados sólo servirían para facilitar
y favorecer el mecanismo particular del acto fallido. ','¡rrimida (intención latente) se rnanifiesta a pesar del
,rjeto, se& modificando la expresión de la intención
Las influencias tonales, las semejanzas verbales y las confundiéndose con ellr o tom¿ndo plenamente
asociaciones corrientes de palabras facilitan la equivo- ^(:dptada,
,rr lugar.
cación, indicándole el camino a seguir, pero no consti- Esto se debe al distinto grado de represión del con-
tuyen una explicación de las mismas. t,.nido perturt¡ador (inteneión latente) y fundado en
Según dice Wundt, se puede afirmar que la equivoca- i.sto se puede decir que los actos fellidos son el pro-
ción oral se produce cuando, a consecuencia de un ago- ,lr¡cto de una transacción eu que una de las dos inten-
tamiento corporal, la tendencia asociativa vence todas ¡ rones se impone en la misma rnedid¿ en que la otra
las demás intenciones del discurso. EI olvido de las in- [rtcas&. E igual es el meeanisrno de la aparición de
tenciones o propósitos puede atribuirse, de una manera .rintr¡mas.
general, a la acción de una corriente contraria que se ['ara llevar a cabo eL estr¡dio de los actos fallidos,
opone a la realización de las mismas. l,'reud est¿blecié tres grupos de heahos: 1) equivocación
Esta opinión, por otra parte, no es privativa del psico- ,,ral y subgrupos (escritos, de leetura y de falsa audi-
análisis, ya que todo el mundo la profesa en la vida , ir'rn); 2) del olvido en rel¿ción con; nombres propios,
cotidiana, ¡rulabras, propósitos o impresiones, y 3) actos de término
En cierta tribu del Sáhara se castiga la "equivoca- r,rr6neo, cono son los de no encontrar un objeto nece-
ción" con Ia misma pena con que se castigaría el acto ,ntado o la pérdida definitiva de otros.
inteneional que resultó de la misma. En el¡olvido de propósitos o yoluntsd contrari¿ di-
Existe en todo acto fallido una parte perturbadora rcr:ta, urr8 persona olvida un propósito, por .ejeraplo,
f la intención latente) y otra perturbada, y <le la mag- ¡rues rnantiene un¿ eituación incómoda con uns persona
en que la prime¡a afecte a la segunda depende el vrnculada a su intención. Es el caso del bom§re que
"nitud
que el acto fallido sea más o menos comprensible. I ¡ene que recomendar un joven a uRa persona de su r€-
Entre una y otra parte exisüe además, en algunos ltción pero se olvida de hacerlo. El recomendado cé '
casos, una relación de contenido. Puede darse entre ,.noja, creyendo que el recomondador desea eh¡dir la
F
r28 A. TAL¡-AFER,R,O CURSO BA§ICo DE PSIcoANÁLIsTs r29
gestión, pero posiblemente no sea así, pues también es t)ierdo esto a condición de no perder aquello otro. En
probable que éste no lo haga, pues, inconscientemente, r.stos casos la pérdida tiene el sentido de un tributo.
no quiere deberle un favor a aquells persona de su Finalmente estén los casos de actos de término erró-
relación. neo, que se producen cuando un sujeto, por ejemplo,
\Los nombres y en g€neral las palabms se olvidaf pues debe visitar a una persona que le es desagradable, y
están un-idoe a recuerdos displacenteros, que pertenecen cn un acto fallido toma uq tren que lo lleva a un lugar
indirectame¡te ¿ otro ciclo de asociación. Una palabra opuesto al que deberla ir,/
cualquiera, tijeras, por ejemplo, será olvidada por el Al estudiar el pr-oceí3o de la elaboración que debe
sujeto en el momento en que éste, al querer decirla, sufrir el contenido latente de los sueños antes de trans-
reeuerde, por un proceso de asociación inconsciente, la formarse en contenido manifiesto, se comprueba con
sal¿ de operacionei en que vivió eon tanta angustia -la rnás claridad el proceso psíquieo de los actos fallidos.
il
i6
extirpación de su apéndice. Sobre una mesa vio allí
unas-tijeras y el recuerdo de la operación le es ingrato.
Entoncés la parte perturbadora se impone netamente y
Ir proscribe la palabra tijeras.
Este proceso es similar al de la mnemotécnica. Una
palabra recuerda a la otra. Es el caso de aquel señor
que, olvidando muy a menudo el nombre de Boulogne,
se creó una muletilla. Lo llamaba el pueblo de las tuer-
cas y los bulones. Y entonces la palabra surgía sola;
pero posteriormente, cuando sufrió una frustración en
esa localidad, no podía recordar la palabra tuerca, pre-
cisamente, pues quien lo frustró fue una turca.
\ Para la pérdida de objetos hay un factor común, que
eir el deseo inconsciente de perderlos, que logra mani-
festarse."l Uno pierde el sombrero cuanáo ya-está muy
estroieado y tiene ganas de cambiarlo. Pero no se de-
cide a tirarlo, y entonces, en una especie de elegancia
para consigo mismo, lo pierde. §e pierde un distintivo,
pues ha dejado de gustar o porque ya no se está de
acuerdo con la idea que el mismo representa. Se pierde
un libro, pues uno ha reñido con la persona que lo
regaló, y se pierde un documento, pues ha llegado a
¡ruestras manos en circunstancias desagradables que se
<lesean olvidar.
Quizás el olvido del paraguas no sea en cierta forma
nada más que una manera de olvidarse de que llueve,
que la lluvia cs fea y que mucho más agradable es un
buen día de sol.
Exist€ también otro mecanismo inconsciente que lleva
al sujetg-.a. perder cosas y es el de realizar rrnd e.p"cl"
de sacrificio sustitutivo. Agí como en ajedrez el 'buen
jugador sab€ en cierto momento perder un alfil para
que luego no le ganen la dama, el ñomhre, . rece=, pier-
de ¡lco en una especie de pacto con el slp"tyó v áice:
i
1
r CURSO BÁSICO DE PSICOANÁLTSIS
de diferentes modos. Así, para algunos, era un fenó- que tiene con la censura que se realiza en los periódicos
meno muy estimable, en que veían un mensaje de los en tiempo de guerra, revolución o dictadura.
dioses, o de familiares muertos, por estar dotados de 4) Por trabajo d,el sueñn se entiende la elaboración
volor profético. Para otros, el sueño carecía de valor, psíquica que sufre el contenido latente antes de con-
considerándolo tan sólo como una secreción, sin impor- vertirse en contenido msnifiesto.
tancia, del cerebro. Por último, para otros, había sue-
ños de las dos categorías anteriores. ¿Cuál es la función del soñar? Tiene, ante todo, un
papel económico, que es Ia tentativa de satisfacer un
Garma considera que al enf¡entar el estudio de Ia deseo inconsciente reprimido. Se puede decir que el sue-
psicología del sueño, se puede reaccionar de dos mane-
ras: suponiendo que el sueño tiene un significado, o bien
ño es siempre la tentatiua de satisfacer alucinatoria-
que carece del mismo. Si se sospecha que tiene un sig- mente un deseo inconsciente reprimido; cuando este
deseo reprimido es inmoral decir, no aceptado por
nificado encubierto, es necesario llegar a éste, y a la el euperyó-, debe sufrir una-esserie de transformacio-
labor realizada para alcanzarlo la denomina interpreta- nes; pero hay sueños en los cuales este elemento, este
ción. Ésta se hace, en principio, sobre la base de la deseo reprimido, no es inmoral, y por Io tanto aparece
asociación de ideas, por cuanto el método inherente se sin ninguna deformación en el consciente, como sucede
basa en la ley psicobiológica, conocida como ley de Se- en los sueños de comodidoil e infantiles; por ejemplo,
mon, es decir la ley de la ecforia sucesiva; en algunós el niño que antes de dormir quiere comer una manzana
otros casos, como cuando el paciente no aporta suficien- y sus padres no se lo permiten, durante la noche sueña
tes asociaciones o por motivos que se verán posterior- que la está comiendo, es decir, satisface alucinatoria-
mente, debe apelarse a la interpretación de los slmbolos.
mente un deseo, que no puede satisfacer en la vida real.
Hay que tener presente *dice Garma- que, como el En los sueños de comodidad también se observa este
sueño es un fenómeno psíquico que está en relación con mecanismo, que consiste en la integración de un ele-
todo el psiquismo del sujeto, solamente formando parte mento perturbador externo en el sueño,_ con el fin de
íntima del campo de una psicología general puede tener permitiile al sujeto seguir durmiendo, Ésta es otra de
utilidad su estudio. las funciones del soñar: permitlr seguir durmiendo, por
Al interpreter el sueño deben tenerse en considera- lo cual Freud ha dicho que "el sueño es el guardián del
ción Ios siguientes elementos del mismo: dormir". Sueño de comodidad es el del sujeto que está
durmiendo y escucha la campanilla del despertador, in-
L) El contenid,o maúfiesto, que son las imágenes del tegrándola en un sueño en el que ve un coche cuyos
sueño tal como se las recuerda al despertar, caballos tienen cascabeles que suen&n, Otro sujeto que
2) El contenido latente o pensamientos del sueño, son debe levantarse para ir a trabajar puede solucionar su
las imágenes, deseos o pensamientos que constituyen su situación soñando que ya está levantado y marcha de su
motivo verdadero y que intentan llegar al consciente. casa haeia la oficina,
Son productos de la actividad psÍquica que continúa a
pesar de que el sujeto duerma. El hecho de que dicha Si bien se ha dicho que los sueños en general son
actividad sea inconsciente no niega la existencia, de- una tentativa alucinatoria de satisfacer un deseo. en
algunos casos, dentro del sueño se llega a satisfacer la
mostrada por la posibilidad que existe de solucionar tensión de necesidad, tal como sucede en los que moti-
problemas mientras se duerme; vulgarmente ante un van una polución, una enuresis o una encopresis.
problema difícil de solucionar se dice: "Voy a consul-
tarlo con la almohada." Se pregunta conientementc cómo es posible que, si
Este contenido latente está sometido al proceso pri- se sostiene qtre el sut'rio es el guardián del dormir y una
mario por el hecho de ser inconseiente, tentativa por satisfacer deseos, aparezcan sueños de an-
gustia o pesadilla. En estos casos lo que ocune es que
3) La censuro, que es la expresión represora del yo se produce una fall¿ en la elaboración del sueño, la cual
al servicio del auperyó; así se desigrra por la analogía hace que el sujeto se despierte angustiado. También lo
F
tE4 A. TALI-AFERRt,, cuRso BÁsrco DE PsrcoANÁLrsrs 135
explica Garma diciendo que en muchas pesadillas donde si joven.sueña que.sale con una
amiga que se llama
el sujeto no llega a desperdar, lo que se está satisfa- -un rja rnlg,rpretaerón del
..i:i,": ,sueño revelará que había
sonaoo en realidad condos amigaS
ciendo es también un deseo, pues si bien el sujeto sufre, Noray Noeml
hay que tener en cuenta que puede estar satisfaciendo )'. por eso la persona de la imágensuyas;
def éo"tenldo -"ni_
deseos masoquistas, o si no, en algunos casos el sueño fiesto de_su sueño tiene po, ,oriUr" ü Jilla¡-,
está al servicio del superyó, que castiga y angustia al gro. i1li.. "o*,n, a"
Otro ejemplo, oñ ho*b""-;;;;;"-"onducien_
Para, poder pas&r a través de la censura (de la parte
do un camión, al dar vuelta rápidamente en una
arrotta y da muerte a esquina
inconsciente del yo) y expresarse como contenidos mani- viste un pantalón raído,-un hom'bilá; ;;d-ü"; edad que j;_
fiestos y sin provocal angustia, el contenido latente saco ,;d" y ;;;iir;;j;.
terpretando el sueño se vería que el so;anó-había
debe sufrir una elaboración que se denomina deforma' curso en la vivencia dado
ción del suaño o d.eformaaión tle los contenidos latentes, reprimido, de quitar del-onírica , su aá."o, fAsl";u"ii
y que consiste en una serie de mecanismos que se estu- camino . on .ulla-"i"*p""
que tenía
pantalones raÍdos, a otro hombr" q""
dian a continuación: saco, verde y. a un
"""É,hecho'sufrir
pariente que te tralia
Son éstos: tr) la dramatización o concretización; 2) mucno durante .un.
la infancia y que era pelirrojo.
la condensación; 3) el desdoblamiento o multiplicación;
4) el desplazamiento, eon dos formas: Ia identificación :l) Desd.oblamiento
o multiplicación
y la proyeceión; 5) la inversión de )a clonología; 6) la
representación por lo opuestq; 7) la representación por opuesto de la condensación, y mediante este
lo nimio; 8) la representación simbólica. --^I:_1" una persona u objeto del contenido
mecanrsmo
corresponde a dos o más del contenido ma"iii*tr, fatenié
y cada
7) Dramatizoción o concretizacíón y"9 dg los elementos puede estar i"¿i"á"Jo-'"na
oao. ror e¡emplo, ver a un sujeto robando y acuali_ otra
Esto proviene de que en los sueÍros no existen pensa' persona que le está recriminando enérgicamente
su ac_
mientos abstractos sino solamente imágenes concretas; realidad, en esre_caso er úA;a;';;';;a rradue-
la elaboración del sueño expr€sa los pensamientos abs- l'i9l; der
('ron. ,"r, yo
al servicio del ello que está satisfaciendo
tractos mediante imágenes concretas, sin preocuparse si y el hombre qr" f".i¡"
la traducción es o no lógica. Por ejemplo, a un pensa- :l 9::":-,1"rimido,
yo qer mlsmo sonante que le está dictando "s
et super-
las normas
miento abstracto, como podría ser considerar la propia admitidas.
vida, el sueño lo dramatiza, es decir, le da forma, con El
análisis de los sueños de un sujeto que en sus
una imagen concreta que sería, por e.iernplo, aparecer vivencias oníricas siempre veía sus cán ocho de_
el soñante en el contenido manifiesto hojeando la revista dos. cada una, reveló ü existencia -uro"
a" ." á"srrtia de
Li.fe. fJn suceso acaecido en la infancia se concretará c.astración,- que intentaba superar multipiicando sus
en la vestimenta de los personajes que llevaran vestidos dedos, símbolo del pene.
de épocas pasadas. Una señora que desea fervientemente
no tener que abandonar su casa, soñó que plantaba 4) Desplazamiento
unas semillas que rápidamente eehaban raíees y se con-
vertían en árboles. F)s el proceso más importante de la deformación del
?¡l"io v consiste.en que úna imagen aei co"te"iAo ma"i_
2l Condensaci.ón
rresto esta,.sustituyendo a otra del contenido
latente.
rueoe tamDren ocurrir que so.a la imag:en Io que se
Consiste en que varios personajes o elementos del
19
ha .desplazado sino una émoeión á"t"r-i"á-aá'.
le. denomina proyección; usi, ,i ,n-pi;.á;J:?
A esto se
contenido latente se unen apareciendo en el contenido del conte_
manifiesto como una sola persona, pero con las caracte- nido latente tiene deseos ágresivo§-tá.ii""ot"o,
rísticas condensadas de cada una de ellas. Por ejemplo, contenido manjfiesto os ól el 'q"" ln., tiená.-Oim proeeso
", ul
r r36 A. TALLI\FERRO cuRso BÁsICo DE PSIcoA--ÁL¡sls 137
tlerivado del desplazamiento es la id.entificoaión, que rstar con una persona se puede manifestar en forma de
consiste en que el personaje principal aparece con los rnfado cuando en realidad el enfado sería secundario a
sentimientos o rasgos del objeto. La proyección se di- una imposibilidad simultánea de no poder estar con esa
ferencia del des¡rlazamiento en que en el desplazamiento persona.
hay una nrodificación de la idea expresada; por ejemplo,
un accidente sexual del contenido latente es represen- 8) Repreaentación sirlb6lica
tado en el contenido manifiesto por un accidente de
tránsito. Et la proyección, ea cambio, la idea no cambia La simbolización Garma- puede considerarse
de forma, sólo pasa de una persona a otra.
-dicede desplazamiento. Cuando en
como una forma especial
diferentes sueños se observa que determinado elemento
concreto del contenido manifiesto está relacionado, con
5) Inaereión d,e la, cronologío, cierta constancia, con un elemento reprimido del con-
Cuando esto ocurre, el contenido manifiesto presenta tenido latente, se denomina, al primero, "símbolo"; es
como imagen del sueño la imagen inmediata posterior a
decir, que por representación simbólica debe entende¡se
que un-objito o un acto no apa¡ecen-en el contenido
la que forma el contenido latente. Por ejemplo, alguien manifiesto- como tal, Eino representados mediante el
sueña que está sentado con su novia y que de pronto símbolo.
se levanta y echa a andar con ella, El contenido latente
de este sueño sería: ir caminando por un parque hasta Pocas afirmaciones del psicoanálisis han sido tan
encontrar un banco donde ambos se pudieran sentat' criticadas como ta de la simbolización' Sin embargo,
para besarse. en la vida corriente nos encontramos constantemente
co¡r siml¡olos. Uns bandera está representando a una
nación. a la patria:
-un una espada aI ejército; un gallo
6) Representación por lo opuesto . l. óoli.ít; recipiente ion una o dos víboras la
medicina o ia farmacblogía. Sin embargo, el coneepto
Consiste en que un personaje o el mismo soñante en osicoanalítico del simbolo es más restringido que el co-
el contenido latente del sueño tenga une intensa emoción iriente. En psicoanálisis, para que un elemento concreto
y aparezca, en cambio, en el contenido manifiesto como del contenido manifiesto sea considerado símbolo. es
totalmente calmo, o si no expresar en el contenido mani- condición esencial que lo simbolizado esté reprimido'
fiesto que el sujeto se va cuando en realidad lo que Así, por ejemplo, una manguera puede representar sim-
intenta hacer en su deseo del contenido latente es vol- bólitimenie el pene, pero no ocurre lo mismo con lo
ver, Otro ejemplo: tener intensos deseos de amor en el
contenido latente y €xpressrse en el contenido manifiest<r contrario, pu€s un pene no puede represen-tar-una man-
por odio o rechazo. guera desde el momento que la imagen de ésta no se
halla reprimida. Por eso, generalmente, cuando s-e pide
al paciente asociaciones sobre los símbolos, no se le ocu-
7) Rep»esentación'pot lo nimio rre nada, y por esa razón Freud denominó a los símbolos
Consiste en que la representación dei contenido latente "elementos mudos" del sueño.
aparece en la imagen del contenido manifiesto por sus Como se h¿ dicho antes, Ios símbolos no sólo se pre-
detalles más insignificantes. Muchas veces el deseo in- sentan en los sueños, también se los encuentra en la mito-
consciente de desnudar a una mujer puede aparecer, en Iogía, los rituales, el folklore, la historieta, el arte y
el contenido manifiesto, representado por la inocente en las formas de expresión de los enfeltnos mentales'
acción de quitarle un ¿ro. Otra forma consiste en ¿cen- También se ha podido demostrar experimentalmentr
tuar en el contenido manifiesto algo que en los pensa- el uso de los símbólos, tal como lo hizo en el ario 1912
tnientos lstentes tiene un valor secundario y en cambio Schroetter, quien hipnotizaba al sujeto, en ese caso una
colocar lo principal en segundo término; el deseo dt' mujer, y le ordenaba, entre otras cosas, que soñara que
r r38 A. TALLAFT]RRO CIJRSO RÁSICO DE PSICOANÁI-ISIS r39
tes y los deseos inconscientes. Uno solo de estos facto. ,¡urrlvertido. Al día siguiente hacía dibujar los sueños
res es incapaz de por sí de constituir un sueño; el deseo ,r los sujetos estudiados. Con frecuencia Poetzl observó
inconscietrte, porque necesita una representación en quó ,¡rrr, en los dibujos de sueños aparecían elementos de las
rnanifestarse; los pensamientos latentes, porque necesi- muigenes expuestas y que el sujeto no percibió cons-
tan la energía del deseo inconsciente. Esta representa- , rr.¡tsmente, ya que no Ios había dibujado en la primera
ción y su inrpulso correspondiente no pueden pasar al "r'r¡sión. Por lo tanto, Ios elementos no percibidos cons-
preconsciente porque existe lo que hemos denominatkr ( rr,nterncnte formaban parte del eontenido manifiesto
demuestra claramente el siguiente experimento de Poetzl, rh: vistá social son inocentes pero que en el sujeto des-
citado por Garma. Este autor, mediante un taquiscopio, ¡riertan intensos sentimientos de culpa. Teniendo en
enseñaba rápidamente imágenes a diferentes personu¡{, r'rrenta que la interpretación de los sueños se efectúa
haciéndoles luego dibujar con detalles lo que habían ''¡rl¡re todo en personas neurótieas, y por lo tanto, con
visto. De este modo comprobaba lo que había pasad,, 'ura moral especial, hey que tener presente esta distin-
r12 A. TALLAFERRO CURSO BÁSICO DE PSICOANÁLISIS
143
i¡
I
t44 A. TALI-AFERRO
T CI.:RSO BÁSTCO DE PSICOANÁI,ISIS t15
primeio los párpados se vuelven pesados después de MOR van asociados a erecciones, lo cual induce a pen-
una suave declinación inicial, y la temperatura corporal sar en una considerable activación del impulso sexual.
deseiende bruscamente. Los miembros se r'r'lajan, dis- Cuando se interrumpe repetidas veces el dormir MOR,
minuyen el pulso y la presión arterial; a los 30 minutos, provocando el despertar del sujeto cada vez que éste
se pasa sucesivamente por los grados que conducen al (MOR) comienza, es posible reducir considerablemente
estado de sueño profundo (grado IV). rlichos periodos, Pero el sujeto multiplica también sus
El registro electroencefalográfico simultáneo de las tentativas para entrar en IIIOR y si posteriormente se
etapas del dormir muestra que el trazado característico le permite seguir durmiendo compensa el déficit aumen-
de la vigilia es el ritmo alfa (ocho a trece ondas rápi- tando los sueños. La supresión prolongada de períodos
das de bajo voltaje por segundo). Al comenzar el dor- MOR produce la aparición de síntomas psicóticos. Apo-
mir (grado I), aparece el ¡itmo alfa más lento e irre- yándonos en esto podemos decir que los sueños no son
gular. En el grado II de profundidad se observan 3 a sólo "los guardianes del dormir", como Io señaló Freud,
6 ondas por segundo; en el grado III comienza el ritmo sino también los guardianes de la salud mental.
clelta (1 onda por segundo), y finalmente el grado IV, Las relaciones del dormir MOR y el contenido de los
de dormir profundo, está caracterizado por ritmo delta sueños se están estudiando detenidamente y se ha demos-
con ondas de voltaje alto. Luego las ondas se modifican t.rado quq un sujeto cuyos sueños versen sobre conte-
siguiendo un camino inverso hasta llegar al grado I, el nido ansioso o un esfuerzo físico, puede sufrir crisis
del dormir más superficial, con ritmo alfa más irregu- Hnginosas nocturnas durante los períodos MOR.
lar y un poco más lento que el de vigilia: es en este EI primer sueño generalmente es de corta duración
instante cuando el sujeto comienza a soñar. v los siguientes se hacen cada vez más prolongados hasta
Estudiando el dormir de niños recién nacidos se alcanzar al que precede al despertar, que puede durar
pudo observar que, por momentos, los ojos se movían hasta una hora y es el que corrientemente reeuerda el
mientras el resto del cuerpo permanecía totalmente in- rujeto cuando despierta.
móvil: al comienzo no se le pudo encontrar un signifi- Después del primer MOR que eorresponde aI grado I
cado a este fenómeno hasta que se lo estudió en los rlel dormir se deseiende hacia los grados más profun-
adultos con el auxilio de nuevas técnicas, pudiendo lle- rlos y, como ya he dicho, se vuelve a repetir luego de
gar a establecerse que en el curso del dormir se produ- un tiempo que oscila entre 60 y 90 mrnutos. Los suce-
cían varios episodios de movimientos oculares rápidos sivos períodos de dormir de grado IV se van haciendo
(MOR), que se acompañaban por un ritmo electroence- t'ada vez menos profundos hasta que finalmente ascien-
falográfico alfa de excitación, taquicardia y taquipnea. rle la temperatura eorporal y el sujeto despierta.
A Dement se le ocunió despertar a los sujetos después
de MOR y todos ellos relataron habe¡ estado soñando.
Este hecho fue posteriormente confirmado por otros
grupos de investigadores. Los sueños que acompañan a
los MOR sólo se producen en el dormir de grado I,
aparecen en ciclos de noventa minutos con un promedio
de 4 períodos cada noche, que abarcan ua 20,25 (/n de
la du¡ación total del dormir en el adulto joven y mucho
más en el niño.
§e ha comprobado que durante los períodos MOR el
metabolismo cerebral está aumentado y que el dormir
del período MOR no es reparador, sino que corresponde
a un estado activo. Igualmente se ha eomprobado que
en el sexo masculino la mayor parte de los períodos
CURSO BÁSICO DE PSICOANÁI,ISIS t47
1941 en el consultorio externo de la sala de Neuropsi- La satistacción sexual (véase pág, 73) se realiza en
quiatría Infantil del Hospital de Niños de Buenos Aires, [orma simultánea con la activida«l áutoconservadora,
comprueba que las manifestaciones sexuales del infante (lue es Ia que relaciona al niño con el mundo exterior.
cambian y se modifican con un orden determinado que [,]ste el co¡cepto d,e la iloble función, enunciado por
eI psicoanálisis considera como la manifestación de un I¡reud.-es
Los órganos utilizados para la expresión y dcs-
desarrollo. ('&rga de la sexualidad infantil son los mismos que
Al hacer referencia a los instintos se dijo que la rntervienen en la ingestión de alimentos y la expulsión
fuente de los mismos es somática y relativamente inde- rle excrementos, además de la musculatura que ejecuta
pendiente de las interacciones del organismo y su medio. lus acciones en eI mundo exterior, y de Ios sentidos,
La evolución del organismo determina asi una madu- ,,specialmente los ojos y la piel.
ración de las tendencias instintivas a través de un des- El instinto sexu¿l se separa pronto del nutritivo y
arroilo interno que es comparable al que se produce en l,usca independientemente su satisf¿cción.l
el embrión (I'agache).
La acentuación o predominio de cada una de estas .r¡¡ocional: cl ronrelr y bclar, y cn el plano inte¡.ctual: la formació¡
zonas es lo que da un matiz particular a cada etapa ,1. palabras.
"Al nacer, cl niño eltÁ dotado de la función instintivá dc chupar,
del desarroll<¡ libidinoso y lo que permite reconocer du- a punto tal que muchas criaturar ¡e succionan el dedo tan pronto
rante los primeros cinco o seis años de vida las etapas ¡.)mo ¡alc ¡u cabcza en cl parto, rcpitiendo c¡ta actividad a intervalos
oral, anal y fáIica-genital. ',¡ár o mcnoa rítmicor y frccuentcg. El indicio más importante del
.¡tablecimicnto inmediato de una cnérgica succión, cs el bicoestar o
l( bucna adaptación general viriblc e¡ cl niño como ¡esultado de un
ETAPA ORAL or¡amantamiento .atirfactorio. La mayor perte de la gente atribuyc
..to a la latilfaccióo de su de¡co dc ingcrir alimento, pero en realidad
ri) e8 así, ya que cn su mayoría, los niño8 ahamantados obticnen
Como primera manifestación de Ia sexualidad del "l ptincipio rólo una cantidad dc leche .quival€otc a uaas cucha-
niño, tlespués del nacimiento, se observa un predomi- r{dites cada vcz qu. EC loB alimcnta, y por otra parte, erta lcchc
nio de Ia obtencióu de placer por la zona de la boca.' r¡¡¡ tie¡e gran valor alimenticio. En los c¡so¡ en quc para sacarlo
,1. un estado dc desnutricióo ¡e le da al lactante una mayor cantidad
1 La succidn es la actividad mÁs gratilicadora y absorbente, y pclc ,1. slimcnto, ¡ccurricndo para ello a un cuentagotas o ¡onda, sc le
v. descontcnto, con elpecto atormeotado, añigido y tendiendo a per-
a que mucho¡ la con¡ideran como un simplc medio para la ingcstión ,r¡qoece¡ conEtantcmente cD e¡tado semiincon¡cientc.
de alimcntos, la boca, con su dclicada scngibilidad y sus complcjar "Cuando lor ojor del lactante han comenzado a fijarse de una
estructuras muscularcs, úátisfacc, a través de la succión, importantri ,r¡ene¡a definida y sigucn lo movimientos de la madre durante varios
neccsidades pricológicas. Al tomar cl pccho, el niño no sólo llena ¡u
estómago sino que adquicrc sus primcras ¡ensacioncs cn conexión con ..¡undoa, cr cuando ha llcgado un momento importentc: sus ojos cm-
el mundo exterior. Realiza la primera captación factiblc del mismo. ¡i.zen a compartir con la boca la relación madre-hijo, la ptimera dc
''Su sentido dc scguridad, de satirfacción, placcr y éxito $tár estr.- .rr vida. Micntra¡ cl niño mam¡ dqtomáticamcnte, cierra y abre ¡a
¡¡rnno quc toma el dcdo de su madrc. Polteriorñentc, y ñie¡tras suc-
chamente winculados con la actividad bucal", dice la pediatra ameri- , r.r¡4, palpa g trats de alcanzar el dedo de ella, au propia oreja, la
cena Matgaret Ribble, al rcferirse a la importancia de la etapa 016l. ,'uriz o alguna parte de su vestimcnta, y esta conducts aaociada ayuda
Otro arpecto importantc dc la función de la boca es que aporta a ls ¡ ln mano a adquirir ¡u función porteriol dc tacteprchenlión. Du¡antc
cabcza y a la cara una mayor provisión de ¡an8re, contribuycndo arí .rtr período primitivo, y a lo largo dc algunor mc¡ce de vida, los
al degarrollo progresivo de lo¡ músculos facialcs y prabablementc
también del cerebro" (Ri6óre). "t(,viñientor dc prehcnrión dc la boca y de la mam son intercam-
I'l¡bleg. Sca con la bca, ¡ea con la mano, el pcqucño realiza str gran
Y agrega: "La prÁctica hospitalaria dc pesar al niño antes y de!.
pués dc tomar su alimcoto pera cltablccer la cqntidad de lcchc quc ' r¡rrimcnto : erplorar el mundo.
"Se cree muy probablc que la lucci6n ¡ea la actividad bioldgica
ha ingcrido, pcrmitió comprob¡r que muchos niños, en las primerg¡ r,rirñitiva que fundamenta el dGar¡ollo d I ¡entido afectivo dcl niño
lemanas de ¡u vida, luccionan con mucha satisfácción, sin ingcrir I¡ciq ¡u madrc, ru curio¡idad y oricntación hacia objetos inanima-
grandes cantidade¡ de alimcnto. La actividad de la boca alivia la ,1,[, y linalmcntc su ¡cconcimicnto incipiente de aqucllss realidades
tenlión p!íquica y .rtabl.ce de un modo important. la relación con ,¡rr¿ ¡on la ba¡e de ¡u aprendizajc" (Ribórc),
ls madre, De este modo sc ve que los nacicntcs sentimicntos emocio. I Dicc Dalbicz quc "una scnsación dc placcr es inconcebible sin
nalce y socialer, así como la perccpción primitiva del yo, están vincu- ,¡rrr baic biológica', (lo mi¡mo que Bostiene W. Reich), y por lo
lados a la actividad oral. La¡ etapas siguientea del desarrollo permi- rrrrto, dcbe rclacionanc ¡iop¡e con une fu¡ción cualquiera; ahora
ten observar trcs fofmas o tipos dc actividad quc surgcn dc elt¡ tileu. l¡-hcdo-nicidad bucal, tanto como l¡ anal u otra qui no dcpcnde
función nutritivá: el guttar o ma.ticar los alimentos: como función ,le l¡ funci6n nutritiva, róto pucdc relecionarsc con'la se¡ualidad.
150 A. TALLAFERRO CURSO BÁSICO DE PSICOANÁLISIS l5l
En cl año 1879, S. Lindncr describió, mucho ántca de que Frcud Por las características que sucesivamente presenta, la
§e ocupara dcl tcma, "cl éxtasis del chupcteo", no como una acti-
vidad sexual, pero sí aeñalando los elementos aportados luego por etapa oral ha sido dividida en dos fases: la primera'
la escuela de Freud. Lindner dijo: "Frecuentemente se puedc obscr- iLe succi,ón, cuya satisfacción está dada por el chupeteo
var que cl niño, cn el momento del éxtasis del chupeteo, sacude la y que a juicio ile A. Sterba se extiende hasta el sexto
cabeza hacia arriba y abajo, sc retucrcc, golpea y patalea. En este mes. En la segunda fase, la for¡na de placer cambia con
estado ca capaz de chupar sangre, rompcr objctos o taparse la nariz
y los oidos. Si sc lc habla o Bé le prcgunta algo cn el momento la aparición de los dientes y substituye al chupeteo por
culñinantc de su placer, no contectará, o a lo sumo dirá: 'sí'o 'no' eI placer de masticar y devorar, razón por la cual esta
con movimientos de cabcza. Si ¡c le moleata 8e cnojará y sin inte- fase ha sido denominada sdd,ico-oro,I o cd,nibalística, y
rrumpir por un momcoto su labor, correrá en busca de un lugar se extiende desde los seis meses hasta alrededor de los
dondc continuar su chupctco con tranquilidad. En e¡tc estado algu-
nos niños se hallan tan ensimismados que no se dan cuenta dc las dos años. Los dientes son los órganos más duros del
amenaza3 y permanecen mudos, incluso a las palabras más cariñosas. cuerpo y los músculos maseteros logran en esta época
-fuerza
Sr el niño está en Bu cuna, ae dormirá con cl objeto querido en la una equivalente a los 40 kilogramos de presión.
boca, una vez pasado cl értasis..."
Si se observa al niño en este período' se nota con qué
El lactante practica el chupeteo aun cuando su ham- placer introduce objetos en su boca o trata de destruir-
bre fisiológica esté calmada, En "Consideraciones psi- los con sus dientes. En esta fase oral secundaria, o
cosomáticas sobre Ia evolución sexual!, A. Rascovsky canibalistica, el niño quiere masticar y tragar todo lo
expresó que se trata de la superposición de dos instintos que está a su alcance, y el lenguaje de los adultos re-
que pueden expresarse también en forma individual. cuerda con muchas de sus expresiones esta disposición
"Durante la vida intrauterina, época en que el sujeto infantil, por ejemplo, cuando ticen que una mujer bo-
no tiene hambre, ya se succiona el dedo, tal como se ha
podido comprobar en los niños nacidos mediante opera- tou .in*1,"t, tomó cuatro cachorroe de pcrro de una misma madre
ción cesárea." r Además, Ios lactantes succionan indis- y los alimentd con mamadcras de orificio cootrolado. A dos les dio
ieche con una tetina de orificio grande que permitía que se saciaran
criminadamente cualquier objeto no alimenticio, como de alimento cn un corto tiempo, y a otros, por el contrario, les dio
son sus dedos, el chupete o la ropa, con uDa evidente de mamar con una de orificio chico que los obligaba a succionar mu-
sensación placentera. Más aún, tienden a llevarse a la cho. Al término dc su alimentación, estos rlltimo¡ se dormían pláci-
damente, mientrae que to¡ prime¡oB, que también tcnían cu cuarto
boca todo aquello que recibe de su parte una carga de de litro de leche en el cotómago, se dcdicaban a lamer o mordisqucar
afecto, en su afán de eliminar de esa manera el estímulo algo durante un rato y sólo dcspuér ¡e dormían.
excitante. En 1938 rcpitió Levy la cxperiencia con pollos de una mism¿
incubaci6n. A unos los puao cn un gallinero con piso de alamtrre
Spurgeon English y Pe&rson citan ejemplos tomados tejido, dc manera que no podían picotear la tierra, y a los otros lcs
de Levy, quien, estudiando el hábito infantil de succio- diá entera libertad ác acción, Lo¡ primeros, como solución a su deaeo
narse eI pulgar, dice: "Los niños a quienes se Ies sumi- de picotear, atacaron cuanto estaba a su alcance, ¡a§ cubetas, el
nistraba leche con excesiva facilidad, ya porque eI apor- alaÁbre deí piso, o se pasaban inceeanteñente el pico por las plu-
mas, llcgandó hasta ariancár¡ela¡, §c criaroa más agreaivos, más
te materno fuera muy abundante o porque la tetina "ncrvio¡oi" y, por lo ta¡to, mÁs flacoe quc lo8 otros, y cuando fuc-
permitiera que la leche fluyese con demasiada rapidez, ron poltos aáulios cüdenciaron un notorio "mal carácter"' lesionando
sin exigir un esfuerzo al niño, no satisfacían su nece- a picotazos a rus compañcrm de jaula'
Hunt, por 8u parte, cn el año 1941, trató dc preci¡ar y demor-
sidad de succionar, por lo cual se veían impelidos a trar la importancia que ticnc cl momento de la fru¡tración. Para ello
reelizar una cantidad suplementaria de succión, chu- tomó Srupos de pollos de una mi¡ma empollada y los dividió en doe
pando sus dedos, debido a la facilidad con que ingerían grupos, cada uno de lo¡ cualo e¡taba dividido en doe subgrupoo.
el alimento. Satisfacían su hambre, pero no su necesi- El grupo I, dividido eo Ie y Ia y los dcl grupo II, separadoo en
¡¡r v -II¡. lás pollos Ia y lla fueron los elementog de control, y a
dad de succión." 2
todos, a! principio, se les dio una alimentaci6n normal'
Cuando-tos polto¡ h llegaron a le 24 dlas loa empczó a frugtra¡,
¡ Mi¡kowc¡.i señala la cú¡tcncia dc ¡cmibilidad o¡al en fetoc de dándole¡ ,." comida irca¡a durante l5 días, micntras que a los
sólo trcs meco de evolucidn. controlc¡ (IB y"o1"
IIB) lcs dio libertad absoluta dc comer.
2 En lo¡ sño8 1934, 1938 y 1941, I¿vy y Hunt rcalizaron erpc- A lor poltos del grupo fh lo¡ comenzó a frustrar a los 32 díat
ricncia¡ con gnimalea pcqucños, sacando cooclu¡ion.s que pueden es- con uña sola comidá cicasa, también du¡antc l5 días' manteniendo
tar én relaci6o con el ser humano. Lucgo dr sus ob6.rvqciones sobrc la libcrtad dc los control.s, t.as lo cual largó al campo a los cuatro
I
i
I
tf
i
T
nita es "un bombón", "un churro", o "una papa", y que Ua prcieotc co¡ ioto¡¡ fijmiona oralo e¡>raeba tu ritucióa
treDafcrmci¡l diciodo: "Derco tñ6lo pora ml olo, quc n¡die mc
se la "comerian a besos". lo pucda guiter, muy apr"tado contrt m1.., No..., no... Mejor
Si bien durante la primera fase oral el niño encuen- va ¡ 16 que lo mrrtigue bim y luego mc ¡o tr¡gue. . . " Tambié¡
bastante satisfacción en su propio cuerpo, en la cn sut iucflo lar pcruur a quicno qucrla eprrclm como muñcco
tra de meze¡rán o cbcolrtc quc él dcrcnba.
fase canibalística la actividad instintiva exige un obje- Otro paciotc fa¡t¡¡eaba quc lcía mormct librs dc mi8a de p.n
to; ya no puede prescindir del mundo externo y de la erritc con ,,para
lctr.! d. D..ta orozuz. podc dcvorado¡".
relación psíquica con é1. Es preeisamente en esta época
cuando cómiénzan a notarse marcadas rel¿ciones eon los Durante la etapa oral se hsce evidente la ambútalen-
objetos del medio externo. La conexión entre eI niño, cio, término creado por Bleuler pera significar que und
en esta fase, y los objetos que le proporcionan el placer sentida, pengadú A onhelad.a positioa y nega,ti,ttd-
aoaa eB
de morder, debe ser considerada también como psíquica' mente & la aez. Ste¡ba, al referirse a la ambivalencia,
Sterba dice: "Resulta difíeil para todo aquel que §e dice que "casi todo deseo sexual instintivo activo está
vez con el material ana- asociado con otro de naturaleza similar cuyo fin es pa-
Done en contacto Dor Drimera
iítico de este períódo,
-imaginarse
hasta qué punto as- sivo". El deseo y la actividad de amar, acompañados
por el deseo de ser amado, es el ejemplo más claro. En
cienden o son paralelos el anhelo de placer del niño de el niño estas tendencias antagónicas apareeen simultá-
esta edad y laJrelaciones psíguicas que de ello derivan' neamente, aun cuando sus fines instintivos opuestos son
Sin embargo, todos podemos recordar cómo los niños ya mucho más profundos. Así, por ejemplo, en su segunda
más grandes, juegan a morder' y el miedo. no exento fase oral, simultáneo al deseo de devorar un ob.ieto,
de placer, que sienten «le ser mordidos o amenazados existe el deseo de ser comido por éste.
con ser comidos, . . " Es difieil para una persona normal comprender que
Durante la fase del placer de morder, esta relación el ser devorado representa el complemento de un deseo
psíquica con los objetos se extiende también a los obje- sexual; §in embargo, el análisis de neuróticos y psicó.
to" humanos, es decir, I las personas que rodean al niñt¡. ticos Io demuestra indiscutiblemente, A menudo se ve
Entran en relación por medio de la zona oral, por lo que el temor neurótico de los niños a ser comidos por
nrenos psíquieamente, del mismo modo que los objetos algún lnimal o gigante surge como defensa ante un
¿; los euales el niño encuentra plaeer en morder y tragar. deseo profundo, inconsciente, de esta satisfacción sexual
En el análisis, la relación en estas personas presenta placentera "pasiva".
caracteristicas que revelan claramente el placer de mor- "Todo temor neurótico dicho Sterba- constituye
der y devorar. -ha que tiene
una defensa contra un deseo como contenido
aquello qu€ es temido. La historia biblica de Jonás y
la ballena, y el mito griego de Cronos, el dios que devo-
Rrupo. pot un pcriodo dc cinco mc¡c- Al térñino dc c8ta ctapa 16
ál lugor de crpcriñentación, donde atuvieron cinco dia¡ romc' raba sus propios hijos, constituyen ejemplos represen-
""t"¡¿ e un iiguroro control- Lo poala en grlndes cut¡etaa alimenta-
tid6 tativos de esta tendencia."
ción en holita¡. pesando cada pollo al término de la comide' Lo¡
dcl gfupo Il comicron dos vcce¡ y mcdia más qul los controlct. I
Eltc conflicto quc rcñala §tcrt¡a lo e¡ponc e¡ pintor surrealiate Dalí
mi.nirai que loa pollor dcl grupo Ile comían media már quc lol al erplicar un cuadro ruyo. "Mc hc pinttdo aquí --dicc el artirta-
controle! (in y Us). Sc comprotró a!í qut trrientrar mát tcmprana c! 1 como un niño dc cho añor, con une chulct¡ ¡obre la cabcza, q fi¡
la fru¡tr¡ción. má¡ hucllac quedan, y que e¡¡ angu¡tia le vive tucao I
dc tcotar. ¡imbó¡icamñtc, a mi padre par. qu. ¡c comiera la chuleta
como una "anguttia dc hamtrrc", Frcnte r une ¡ituación cn lE quc cn rcz dc devor¡rmc ¡ ml,"
hay uaa sol¡ comida diaria, el ¡ujeto pi¿n¡a sutomÁt¡camentc qu"
voivcrán e hacerle p¡¡¡r hemtrrc y, ¡nr lo tento, cr.c que lo mcjor ),
. .,.: ";.. i-!;rr ;, . : . !..- ^i.:,ir:1 :,r,.. rr'... r..r, :j,:..,, -r.,,.
I
Muchas veces las tendencias sádico-orales tienen un ,'specífico de su evolución libidinosa y de- la cual con-
matiz "vampiresco o succionador", y éste se presenta ."irra ,e"o"rdos inconsci€ntes. Retorna a las viejas sa-
("sierr-
tirf"."ió""* y a los objetos de amor de esa etapapa-ra
en personas que ruegan, solicitan y exigen en demasía al primer amor"), realizando ello
y que no se desprenden de su objeto. t,""
"" """résa libiáinoso en dirección opuesta a la evo-
i," *o"irnT""io
También este rasgo es fácil ¡econoce¡lo en los "la-
teros" o "charlatanes", que al encontrarse con un amigo ir"iáii-"""*"i ya lograda. Este movinriento es el que
recibe eI nombre de regreeión.t
comienzan a hablarle en forma ininterrumpida, casi
angustiosa, como si temieran quedar solos, lo que lleva
a pensar que en su etapa oral ha sido excesivamente
intenso el temor a perder el objeto, experimentado re&l- IMPORTANCIA DE LA RELACIÓN
mente al desaparecer el pecho materno. ENERGÉTICA ENTRE PEZÓN
El sadismo oral puede también presentarse como for- Y BOCA LACTANTE
maciones reactivas; es el caso de personas que presentan
perturbaciones en el comer, una exagerada escrupulo- El enfoque evolutivo es el principal método que usa-
sidad para "no incomodar", cuando en realidad 1o que ,r,l*' así, un fenómeno .mental que
desean es instalarse y desplazar a todos los demás, y ""- J.ióoanálisis;
,,¡,."r"r*á* se explica por'una vuelta hacia to pllt-
que los llev,g a no aceptar regalo alguno, a ser inca- rivo. dámostrando-cuán alejado está, y qué procesospri- rn-
paces desolicitar un favor, etcétera. i;X";;';i;;;;; ñililv;;;; v transfárnraron a ros
En la psicogénesis del tartamudeo adquieren impor- r,if ivos. que s" no* mue=ira modificado en la actua-
tancia los factores oral-eróticos del lenguaje, que es en
de lo",ri¿i;J;
'bii" ¿" el que nos obliga v per:mite' en
ii'áli.
sí, normalmente, una sublimación, pero cuyo trastorno ,,üu;"J;ñ;ii.iár.it., "lrbotu" construcciones teóricas'
tartamudez- es una formación reactiva. haremos a contlnuaclon'
Lo"f,r-
-laOtras manifestaciones de la forma en que se expresan i*po"trncia de las primeras etapas de la evolu-
las tendencias orales son: verboragia' incoherencia y ,.iOi"a"i''"i* ha á""i,t'-,aat, a {91és del análisis
precipitación al hablar, tendencia al mutismo, y trastor- "ido
lrli"iil. ,á, lu" investigaciánes de M' Klein' quien señala
nos somáticos de boca y g:arganta (estomatitis, caries' ;";'l;'Áquizofrenia está relacionada con- trastornos
piorrea, amigdalitis) y de estómago (gastritis, úlcera). ,iil''.i;""'"á;;;;i; i; elapa esqui'o-paranoide' entre el
La sublimación de las tendencias orales puede reali- nacimiento Y los 4 meses'
zarse a través del canto, el afán de saber, el "hambre Estando esta primera etapa vinculada específicamente
de ciencia", estudio de idiomas, declamación y oratoria, la rélaclAn laetante-cbjéto parcial: ,pezón': la impor-
entre otrás. iu""iá au un detallado estudio de las formas en que se
"on
La lijación de la libido es la expresión de una ten- bioló-
dencia a permanecer adherido a algo, un excesivo y rLa ¡egresión puede considerarsc que tieñe su equivalencia
a aispositivos cmbrionarios movilizados para ven-
persistente deseo por parte de un sujeto por un objeto *1".Ii i.".*...ió'n
lo que ocufre en la inflamación
,.er una situación adveflai p"f..i.-pi",
infantil; una situación en la que el sujeto presenta ,; J lat icriones del riateña ¡ervioso central' wincu'
rasgos de una fase evolutiva que normalmente ya debería Un enfcrmo que comenzó su anÁtisis con una impotencia
..g,"tio*,-irente a la actividad genital expresó:
haber superado o abandonado de acuerdo con su edad rral""'io"'i.-"i."
::f""Á.- genitalmente'
á.*ude a" mi iia, me sentí muv -excitado dolores
cronológica. Estas fijaciones pueden producirse por una ¡rero no quise "i masturbarme. Ái po"o ttto sentí fuertes intes-
acentuada y prolongada satisfacción o por una frustra- il.¡."-
"
lo-o oodía defecar iecur¡í a una enema Tuve entonceg
" Esto
ción temprana y brusca. ;i;;'';.i"";;;;iáo-" ^o v r".e" me sentí scxualmente tranquilo
]"'i;."t-rit-aá"rn. i.Ét."i¿ñ dcsde el plano gcnital angustioso' por el
Si una persona sufre un desengaño en una relación .á.iát.l'i""""t""so dJt objeto, al enál placentero v permitido para
amorosa u otra satisfacción libidinosa, puede volver a cse pacicntc.
una fase del desarrollo ya superada. Regresa a la satis- : S. Isáaca "Dcvelopñeñt en psychoanallmis", pác 86 London'
Hogarth Press. 1952
facción instintiva de que ha gozado en un período
L
t,
efectúa esta temprana relación me llevó a buscar los rnentario o'vibraciones rítmicas'para que su desar¡ollo
puntos de contacto que podían tener las investigacignes se vea facilitado."
de W. Reich relación con las diferencias del poten- Pelin y Bertoye también deducen de sus investigacio-
-ende la superficie corporal
cial bioeléctrico en estado de r)es que los shocks emocionales de las madres que pro-
angustia y de placer- con las afirmaciones de M, Klein vocan vómitos en los niños no están vinculados a cam-
sobre pecho malo y pecho bueno. bios químicos de la leche, como lo comprobaron los repe-
Mi interés se vio reforzado cuando al revisar varios tidos análisis que con ese fin efectueron en todos los
artículos sobre el tema, encontré que muchos autores t'asos estudiados.
(M. Klein, P. Heirnann, M. Balint, Kertemberg, A. Petó, Mientras Ph. Greenacre subraya la importancia de las
L. Grinberg, M. Langer, Pelin y Bartoye, entre otros) r,xperiencias del nacimiento como un fuerte esüímulo que
parecían intuir la existencia de algo más que los ele- rleja huellas somáticas, J. K¡stemberg sostiene que es
mentos anatómicos (morfología del pezón) ; fisiolígicos ,'oncebible que todos los terppranos estímulos, al igual
(cantidad de leche, seno complaciente); bioquimicoa (ca- rlue los posteriores estímulos somáticos, dejan sus im-
lidad y composición de la secreción), y paicológicos, en ¡rresiones psicosomáticas en el €¿¿o.
la intemelación dei lactante con el pez6n de ia madre Lo que yo intento con mi hipótesis es llamar la aten-
o sustituto. t,ión de que es tanto o más importante que el estado
Citaré ciertos conceptos señalados por algunos de los rnorfológico y fisiológico, el estado de la carga energé-
autores nombrados. l.ica del seno y más que del seno la carga bioeléctrica
Dice M. Klein: "Aun cuando el período de succión tlel pezón como elemento perturbador en la temprana y
haya tenido la apariencia de satisfactorio, el niño sin I'undamental relación mad¡e-niño.
embargo puede alejarse muy pronto del pecho con sen- Para ello debemos reco¡dar las investigaciones de
timiento de odio." W. Reich sobre las modificaciones del potenci¿l bioeléc-
La interdependencia biológica entre el niño y la ma- trico de las zonas erógenas durante los estados pla-
dre ha sido considerada hasta ahora muy superficial- centeros y de angustia.
mente, expresa M. Balint. A Petó, al finalizar un inte- Observaciones efectuadas por otros autores parecen
resante artículo sobre el tema y para dar mayor fuerza r:onfirmar las experiencias de Reich, o puede también
a sus conclusiones, señala: "Todas las madres a las que rlecirse que estas obse¡vaciones se aclaran tomando en
me he referido tenían pezones normales y senos fáciles t'uenta dichas experiencias.
v complacientes." Así, casi todos señalan que Ias madres de los niños
L. Grinberg en I'sicoan.alisis de una tnelancol.ía an- rlue rechazan el pezón son mujeres que viven en esos
sioso, dice: "La hija de la enferma a los 4 meses se rnomentos intensos conflictos, y A, Doumic, por ejem-
negaba a tomar el pezón, lo cual se explica fácilmente plo, distingue dos tipos de madres del niño por él lla-
ateniéndonos a la intensa situación conflictiva por la rnado anoréxico: Ia angusti¿da y la obsesiva. La obse-
que atravesaba la madre en ese tiempo." siva, por lo general, de acuerdo con las experiencias del
M. Ribble, que ha estudiado práctica y objetivamente potencial bioeléctrico, muestra baja excitabilidad en
la relación lactante-madre, señala hechos importantes zonas erógenas, y como sabemos, Ias obsesivas caen fá-
para mi hipótesis: "la estimulación bucal es la que cilmente en angustia cuando los planes fijos con que
provoca las más vigorosas reacciones en el niño", y rigen su vida cotidiana no pueden ser llevados a cabo.
como otros autores señala: "Encontramos que las muje- Con esto podría hacerse una clasificación de las causas
res emocionalmente alteradas o aquellas que consciente capaces de provocar un estado de carga bioeléctrica
o inconscientemente rechazan al niño, son incapaces de negativa en pezón.
criarlos, como a veces son incapaces de segregar leche.r, Causas red,les (q:ue también pueden ser secundarias
Otra cita del mismo autor: "Parece claro que el sistema de un conflicto emoeional), lesiones dolorosas tle pecho
nervioso del niño necesita alguna clase de estímulo ali- y pezón.
L
Y
'rl
r60 A. TALLAFERRO
CURSO BÁSICO DE PSICOAN,,,\LI5IS l(il
Anguetio por conflictos no vincuiados especificamente t.etina del biberón no tiene carga positiva- ni negativa
con el lactante: conflictos familiares (suegtas, etc.), ,¡"á'"""ttt y por lo tanto no produce la excitación
falta de descarga genital, etcétera.
económicos, religiosos, ¡rositiva de la región.
Angtuetia,por causas directamente vinculadas con el ; Ile oué manera se puede encontrar una relación entre
lactante: 1) sentimiento de culpa por la sensación pla- I,,;;'i;i; hasta ahóra v los conceptos de M' Klein?
centera que normalmente provoca la succión; 2) odio La integración del yo se hace sobre un núcleo repre-
consciente o inconsciente al niño por variados motivos .","t"¿o pár la introyección del pecho bueno, y seña)a
(semejanza del niño con objeto u objetos odiados), y 3)
el hecho muy frecuentemente observado de la reactiva- ü.-ii"i"-qr" el go, simultáneamente con una- tendencia
ción del sadismo oral de la madre, que es proyectado *-'t.-ilieg'ra"iónipresenta una tendencia a la desinte-
sobre la boca lactante y que expresa conscientemente *.""iá",-ñ""to coáti"-ado clinicemente por las obser-
vaciones de M. Ribble.
como.temor a que el niño lesione su pezón durante la
succron, El niño vive el pecho bueno como el que Ie satisface'
Cierto eg que no puede afirmarse que siempre o ,,,,;; á;¡d" potto de vista de la carga energética ha-
todos los casos el pezón sea rechazado por la carga ne-
en
í,ri" qu" "f co-o bueno el pech.o que es intro-
gativa, dado que, como lo ha dejado establecido M. Klein, ;;;t.á;, y"o".id""""
no sólo aquel que gratifica alimentariamente'
en ot¡os casos ese rechazo se produce por los mecanis- ,,t or" lÉre una caiga Éioeiéctrica positiva que en el
mos psíquicos internos del lactante. l,lnio psicológico podemos suponer-es vivida como amor'
Un hecho, también señalado por varios autores, que ;i;il,il" lo"biolós'ico es c¿ntidad v lo psicológico es
me causaba sorpresa y que sólo ahora puedo explicár- calid¿d.
melo, era lo que observaba en 1939 siendo practicante Sabemos que al esquizofrénico es inútil decirle. pala-
en el Hospital de Niños. Había lactantes que rechaza- r,..'J ti""üo-tr., si la' situación contratransferencial del
ban el pezón materno, y entre las medidas que se toma- usicoteraDeuta
' La viváncia deles negativa.
ban una era el análisis de la leche de la madre (ahora pecho malo, además de lo que es: pro-
comprendo que tendríamos que haber "analizado" toda ,.,J¿" aá ir. ?tttit"ias sádióas del niño, creo que debe
I;;;;;;",,d; .i p"ró" con carsa negativa'- Su.pongo esto
la madre); estos análisis no mostraban por Io general
características especificas, como lo señalaron Pelin y ;;,,; ;;ü;i;;ti- .!á""i¿" q'e m"uestra el niño ( hipertonía
Bertoye posteriormente. Pero observábamos que cuando liiáuii,áJ'il-;;.¿;üa"rá' apistotonos, contención de la
se sacaba la leche del seno y se le daba al niño por il,;;;;"i;; r""pi"t.i¿t v -"tp.t-o diafrasmátic-o)'
cucharadas o en biberón, éste la ingería en la mayoria ""-
,,',"'i.t a"ttlladamente y en formas coincidentes seña-
de los casos sin manifestar las actitudes que tan bien rl,. ñei.tt y colaboradorei y Ribble entre. otros autores'
ha descripto M. Ribble, y otro tanto solía ocurri¡' cuando t"o.i""ttio=
-á;ü;;;tii para tratar de comprender qué es lo
se le indicaba una nodriza. ,,,,; un lactante al contacto con un pezón
Otra observación que es muy significativa en relación rregativo.
con la importancia del factor carg:a bioenergética del Desde el punto de vista elergético el feto y el re-
pezón es la señalada por M. Ribble. Dice esta investi- ,'i,,.n- nacido'deben ser considerádos como un sistema
gadora que pudo comprobar en todos los casos que los i,ioiiri.o ptá.tióo q.r" será influido por .una multitud de
"magoletes", cuerpos eréctiles que se encuentran en el ;ii;;;;; -e.timutot del ambiente, no siendo.menos im-
borde superior de las encías de los niños durante los ni,.iá"t" ia resonancia con e[ otro sistema bioenergético
primeros meses, nunca se verían ingurgitados cuando la irue-cánstituve la madre. Podemos así pensar en ellos,
alimentación se efectuaba con biberón; mientras que se ,,rodre y niñ-o, como en dos células que se influyen reeí-
podía observar esta "e¡'ección" en casi todos los niños t,."""-á.i" (Reich). Es útil recordar aquí que, según
que eran alimentados con pecho que aceptaban. i',,rtmann, ei verdadero período fetal del hombre no
No resulta difícil afirmar que la falta de ingurgita- lr.rmina hasta finalizar dl primer año de vida y que
ción observada en esos elementos es debida a que la ,'xperiencias en fetos han demostrado que el elt'mento
,l
L
t
,
I
I
),
i
i
I
I
Y
,1
.1
T
!
f,
f
{
,tl
"T
CIIRSO BÁSICO DE PSICOANÁLISIS 175
r74 A. TALLAFERRO
!
'rl r
o más exactamente, intercambiar orina, lo eual es, evi- En este período fálico Ia fantasía de que la mujer
dentemente, un rastro del paso por la etapa uretrol, I)osee un pene igual al del hombre adquiere gran im-
Con respecto a las fantasías que hacen los niños en ¡rortancia. Los varones se resisten frecuentemente a
esta época acerca del nacimiento puede decirse que en ¡rrescindir de esta idea, pues les sirve como protección
las mismas predomina la teoría del agua, vieja idea que contra el temor a Ia oastración, sobre Ia base de esta
aparece en la leyenda del nacimiento de Moisés, a quien reflexión: "Si la mujer tiene pene es porque no se lo
una princesa egipcia recogió de las aguas. Además. esto lortan y por Io tanto no hay peligro de que me lo
tiene un cierto fundamento biológico, ya que eI feto ('orten a mí..."
se desarrolla efectivamente en un medio hídrico, tal Esta situación se vio con nitidez en ei relato que hizo
como es el líquido amniótico. En el idioma simbólico, un paciente quien padecía histeria de angustia e impo-
agua y madre son equivalentes. Desde el punto de vista toncia: Yo tenía cinco años atando ai a n¿i madre des-
de las ciencias naturales, se eree que la vida realmente nttd,a recuerd,o que esa, 'noche la tti en sueños
se originó en el agua, de donde pasó secundariamente a -d,ijo--;
sin ropas cttra oez, pero en el lugar en que había aisto
la tierra, hace millones de años. tru uuluo, a la tarde, tenía en mi sueño un pene desco-
\En'.la
#. etapa fá\tealse dan también las protofo'ntasías, munal que le llegaba hasta, el suelo. Esto lo he oueltó
ta'lE-Eomó-1ñ-derióminadas "d'e acecho del acto serual e soñar muchas aeces, a en especial después de haber
parental", que los niños, aun cuando no hayan llegado intentado sin resultado una relaciin lteferosexual.
a observarlo directamente, lo relatan como si en reali- Esta fantasía inconsciente es Ia que moviliza muchos
dad lo hubiesen visto. Sus fantasías los llevan a ima- casos de homosexr¡alidad, pues eI sujeto desea hallar un
ginar el coito de acuerdo con las concepciones antes t)cne en su objeto de amor.
enunciadas y en el caso en que quedan contenidos ana- El tema de la mujer fálica es muy común en los sue-
les, lo presentan como una lucha agresiva entre ellos. rios y fantasías inconscientes de neuróticos y psicóticos,
Otra de las protofantasías correspondientes a esta rnuchos de los cuales, en sus vivencias t¡níricas de con-
época de la evolución es la denomitad,a "d,e sed'ucción tt¡nido erótico, notan que al introducir el pene en la
'pol' unú personú aclulta" y que los impulsa a relatar vuiva no pueden hacerlo porque ésta se ha transformado
como si fuera real la fantasía de ser seducidos o el (,n Un pene.
intento de seducción por parte de un adulto. Esta situa-
ción es harto conocida por los maestros, pero la falta Hasta ahora se ha considerado tan sólo la evoluciói
de conocimientos psicoanalíticos hace que se cometan rlc la organización del va¡ón en el que las transforma-
injustieias con maestros que jamás intentaron llevar a ¡:iones son relativamente pequeñas, y en el que es con-
cabo tal agresión, que resulta sólo de una fantasía vivi- rlición necesaria que pueda llegar a sentirse capaz de
da intensamente por el niño a punto tal que llega a ¡rdmitir sin angustia que la mujer no posee pene. No
considelarla como realidad (véase proceso primario, ocurre lo mismo con las niñas, donde el problema se
páe. 57). complica en virtud de los diversos elementos que inter-
Otra de ias fantasías que corresponden a esta época vienen. La niña debe ante todo abandonar la posición
es Ia que se denomina "fantasía d,e retorno al uientra Iálica, ya que siendo el clítoris el sustituto filogenético
materno", en la que el sujeto fantasea que vuelve a es- rlel pene, es asiento de sensaciones de tendencia masculi-
tar en el antro materno y por lo tanto se siente prote- na y activa. La sexualidad activo-masculina alcanzada
gido, cuidado y a salvo de los peligros reales o ima- ¡ror la niña en eI período de masturb¿ción clitoridiana
Einarios del mundo externo. Esto es muy corriente en no puede llegar a la misma intensidad que adquiere en
los sueños de los asmáticos que ¡eviven tales situacio- el varón.
nes en forma simbólica y adoptan en algunos casos una Otra circunstancia más se agrega a la anterior: pa-
posición fetal, a lo que se agrega como placentero el rece ser que la sensación sexual de la "portio vagina-
caloÍ de las cobijas y la oscuridad de la habitación. Iis" se añade a la clitoridiana, llegando a inhibir en
,rl I
I
ü
n
I
'r¡ r
rio". Así, eligiendo como ejemplo a la especie humana, cabe recordar el ejemplo citado por Testut, del capitán
que es la que nos interesa, la mujer más femenina pre- de un barco que le dio de mamar a un niño huérfano
senta vello privado de pigmento, que ocupa en su Cara durante toda una larga navegación.
exactamente la zona que corresponde a la barba mascu-
lina, mientras que el homb¡e más virilmente desarro- Datos celularea
llado tiene restos de formaciones giandulares bajo los
pezones. Las investigaciones de Schaudin y Ilartman, ya men-
l)sta semejanza se hace más aparente en la zona de cionadas aquí, demostraron la coexistencia celular de
los órganos sexuales, especialmente en la región uro- elementos pasivos o femeninos y locomotores o maseu-
genital, pues en cada uno de los sexos puede compro- linos en los monoeelulares.
barse un paralelismo, con todas las formas del otro
rudimentariamente desarrolladas. Datos bioquímicos
Freud enunció una hipótesis, inferida de los elemen-
tos anatómicos relacionados con la persistencia de carac- En el año 1937 Korenchevsky, Dennison y Hall afir-
teres sexr¡ales del sexo contrario, en la que sostiene que maron que "con pocas excepciones Ia propiedad bisexual
existe en todos Ios individuos una djsposición bisexual debe considerarse como uno de los caracteres comunes
originaria que, en el curso de la evolución, se ha rdo de casi todas las hormon¿s sexuales, aun cuando en
orientando hacia la monosexualidad, pero conservando algunas de ellas esto está poco diferenciado".
algunos ¡estos del sexo opuesto. Existe una ambivalencia de las hormonas que se ma-
La afirmación de Freud está corroborada por datos: nifiesta por lo que podria llamarse "efectos cruzados".
19) E¡¡[riológicos; El propionato de testosterona' inyectado en hembras
f;a),{nátomo-patológicos (hermafroditas) castradas, produce una normalización del peso del útexo,
39) Celulares;
;
y luego un considerable aumento del volumen de la
4a) Bioquímicos (hormonales) y vagina. Y a su vez, la est¡ona y el estradiol, hormonas
§9) Experiencias en vertebrados y manríferos femeninas, producen en el macho aumento en el peso
su- de las vesículas seminales, y también, aun cuando en
periores.
Ieve medida, en el peso de la próstata. En algunos casos
se produjo un aumento del tamaño del pene. La única
l)atos embriológicos hormona que parece no aer embivalente es la proges-
terona.
El principal dato es la cresta genital embrionaria que
En el año 1936 T. Schlossberg y Durruty hallaron que
es en si indiferenciada, pero da origen a los canales de
Wolf, donde se desarrollan los órganos masculinos, y a en Ia sangre se encuentran circulando tanto hormonas
los de l\Iüller, que originan los femeninos. femeninas como masculinas. Pasqualini suministra en
su libro sobre endocrinología algunos datos interesantes
sobre los córtico-esteroides androgénicos; dice: "Existen
I)atos anatómicos
tanto en la suprarren¿l de la mujer como en eI hom-
El clitoris de la mujer es un pene rudimentario, y el bre", y señala asimismo, al referirse a los "estrógenos
utrículo prostático no es más que una matriz embrio- testiculares", que "los testículos no sólo producen Ia
naria, resüo de los conductos de Müller en el h<¡mbre. testosterona sino también estradiol, estrona y otros es-
Del mismo modo las bolsas de los testículos corres- teroides que son el origen de una parte de los estrógenos
ponden a los grandes labios vulvares y 1o mismo ocurre que el hombre elimina por l& orina".
con una serie de glándulas secretoras, que se encuen- Es posible que una substancia madre común sea
tran en la uretra y también en las paredes vaginales, transformada por los testículos y ovarios en hormonas
Otro tanto podemos decir de las mamas, y al r€specto masculinas y femeninas respectivamente.
'!r
i
T
'rl r
COMPLEJO DE EDIPO
del aumento de Ia excitabilidad del macho (mecanismo
excitatorio central) y Ias condiciones excitantes del El complejo de Edipo ha tomado su nombre de una
objeto estímulo. leyenda griega cantada en un poema épico atribuido al
En sus experiencias con ratas, Beach observó en los poeta Cineton.
casos de machos sexualmente inexpertos que si se les Edipo, símbolo de la fatalidad o fuerza del destino 1,
inyectaban grandes cantidades de andrógenos, Ies dis- según la versión de §ófocles (año 497-405 a.C.), era
minuía el umbral de los circuitos neurales que inter- hijo de Layo, rey de Tebas, y de Yocasta. Habiendo
vienen en el patrón masculino. Como resultado, se les consultado Layo aI oráculo de Delfos si sería feliz en su
reducía proporcionalmente la relación específica "estí- matrimonio, éste Ie anunció que el hiio que naciera de
mulo-objeto" que, en condiciones normales, es exacta- la unión con Yocasta le daría muerte.
mente adecuada para producir la cópula. En esta situa- Aterrorizado y tratando de rehuir tal destino, Layo
ción la rata macho intenta copular con una variedad de cntregó el niño a un criado con orden de matarlo en el
animales que habitualmente no provocan la respuesta monte Citheron.El sirviente trabó a la criatura por los
copulativa de los machos normales, intentando cubrir de un á¡bol, de lo que
cualquier animal próximo, siempre que guarde con é1 un ¡ries, abandonándola colgada
tamaño proporcional. Si al llegar a este grado de interr-
ioma su origen eI nombre Edipo (que significa: pies
hinchados). Poco después fue salvado por un pastor
sidad del estado encitatorio central. el macho, excitado r¡ue lo llevó a Corinto, donde Io adoptó la reina del lugar.
al máximo, es cubierto y palpado por otro copulador Al llegar Edipo a la mayoría de edad, entró en sos-
más vigoroso, de su propio sexo, presenta una reacción l,echas ácerca de la legitimidad de su origen, y con el
copulativa femenina. Lo mismo sucede entre los vacu- objeto de aclarar su duda interrogó al oráculo, del que
nos, pues vacas excitadas llegan a adoptal una postura sólo pudo obtener una respuesta nebulosa y extraña:
y una actividad decididamente activa con respecto a tld.iqto, serás asesino detu pailre, esposo de tu madre, g
otras vacas y aun con un toro. Es decir, que en ausen- uncl ro,za maldita ile los dioses. Ilorrori-
cia de otro animal estímulo, que pueda ser usado como "n.gbnilrarús
,aáo por tal predicción trató de evitar que se cumpliese
hembra, el primer macho no puede emplear el patrón ,lesteirándose voluntariamente de Corinto, de cuya rei-
masculino, pero, como existe una fuerte tendencia del ¡ra le decían ser hijo. Camino- de la Fócida y habiendo
estado ercitatorio central a descargarse por cualquier tropezado con un viajero en una senda estrecha que
canal eferente, la energía libidinosa pasa por otro cir- ,'onducía a Delfos, disputaron sin conocerse, y el via-
cuito neural aprovecl¡able, es decir, por el correspon- ¡ero, que no era otro que Layo, su padre, quedó muerto
diente al patrón femenino. ,'n la iefriega. Huyó Edipo sin ser reconocido y llegó a
AI tratar de los datos anatómicos de la. bisexualidad 'l'ebas, ciudád asolada por los estragos que causaba la
se dijo que hay elementos rnorfológicos que representan t,)sfinge. El padre de Y'ocasta, que regía el país desde
en sí, y en una forma rudimentaria, los órganos geni- lrr muirte de Layo, hacía difundir por toda Grecia la
tales del sexo opuesto y se dan casos, muy aislados, en j uoticia de que daría su hija y corona al que librase a
Ios que estos rasgos van perdiendo sus características ) 'l'cbas del tributo que pagaba al monstruo. Edipo se
femeninas para tomar las masculinas o viceversa.l ,¡freció para ello, acertó los enigmas propuestos por la
r Flace algún tiempo la crónica periodística sc ocupó dcl caso dt
li
l,)sfinge, la venció y dio muerte. Obtuvo de este modo
Roberta Cowell, que hasta tan sólo algunos años antes era Roberto rr Yocasta, su madre (como premio de la victoria), la
y como tal fue padre de dos hijos. La scñoríta Cowell, a quien lt lrizo su esposa y tuvo de ella cuatro hijos.
justicia británica ha extcndido documcntog cn los cuales figura como .:
de sero femcnino, escribió un libro, iotitulado Yo tui hombte, et cl I I Podría dccirae, con un cgnccpto paic<tanalítico: "a mcrccd dc la¡
cual relata sus experiencias. IJn trqtañiento trival€nte, que enfocó rur fr¡erzas de loa inotintor", que en la obra de §ófocles apareccn simbo'
deficiencias hormonales, ¡u modificación pslquica y cl aspccto qui l'¿odo! por el "deBtino" o "la voluntad de lo¡ dio¡es", lo que pasaría
rúrgico de la mutaci6n, ha hccho dc clla una mujcr normal. ,1. este modo a 8er una proyeccidn externa de loo descos inconscicot.s.
ti!
ii
T
t!
I ¡.lrl A. TALI.AF .RRO CURSO BÁSICO DE PSICOANÁLISIS In9
.{ños después, Edipo llegó a saber el misterio vtría l¿ orientación de las necesidades instintivas infan-
naclrrlellto, reconociéndose, por lo tanto, parricida de
e
su
in- trles. El varón desarolla un sentido de protección ha-
r.estuoso. Horrorizado, en cástigo ," los o;es i. , ia la madre, frente a Ia cual se presenta, o trata de
leyenda "riarrcá
Freud_ irro aliuna t)rcsentarse, como un sujeto fuerte y grande como su
..^_E._11,?l1i,ouísima -dice
vez realtdad, pero hoy se repite únicamente en el tórre_ ¡rudre. En varios aspectos empieza a conducirse como
no de la fantasía inconsciente, como representación r¡n amante y mucho§ llegan a decir que cuando sean
psíquica. Es lo denonrinado_ en complejo o rÍrendes se casarán con su madTe. Eso lo contrapone
-psicoanálisis
situación edípica, un marcado aflcto tracia-tá ii su padre, hacia el cual siente a la vez agresividad y
se con-trapone a los celos v deseos de destruir-ud"""quu
al rival: ,,tlmiiación, lo que hace más compleja una §ituación que
el padre. rrt¡ lo sería tanio si tuviera simplemente odio hacia el
Según Freud, es en el per.íodo conrprenriido entre los ¡rrrdre y amor hacia la madre.
tres v <'in<.o años de edad'cuando el éomplejo d; Edi;" ['ero ia ambivalencia y la bisexualidad (véase bisexua-
rnavor intensidad.:, e." decir, á lirlad, pág. 181) presentes hacen que eI problema se
Ialrco-genltal, en lzr cLral el tipo de cleeción rtelaobjetos
?lÍLr'.i:i etaia ,,,mplique con respecto al padre, pues existiendo odio y
es,lr,.-que prorluce trna irrtensificación de los confletos ,uiloi simultáneamente, una carga afectiva puja contra
Uel n I nr). lrr otra, Al mismo tiempo la agresividad que el niño
r;iente hacia su padre la proyecta, y la imagen resul-
. Es erl la etap¿ f¿ilica cuando crece la intensidad <ie
las.tendencias rlt'tipo genital, y hetlos dicho que todo ltnte comienza a ser peliErosa y tan agresiva como es
instinto rrecesita urr ob.jeto r¡ue le sirva de apoyo, para lrr intensidad de la agresión que el misnro niño siente
poder al<.anz¿rr. su f in; pol ero el nirlo. par.a' encontrar v proyecta sobre ese objeto. Es entonces cuando co-
,,,iénza a temerlo, situación que se advierte claramente
sLr objeto rlt'lrt, lrust.ar.l() entl.e quienes Ll lodean. Asi ,,¡r las fobias, de la cual es ejemplo típico la que estudió
t'onsiderado, no rt'strlta t,xtr.arro, .v por Io tanto l"reud hace 40 años en un sujeto que desplaz&ba su
qut' el niño elija t.onro ob.jeto tle sus pretensiones ".r, "lártr,
amo_ tornor y su odio al padre hacia los caballos, que le r€-
I'osas A l¿r ln¿rdre o sustitutas tnaternas, como pueden ',ultaban más fáciles de eludir que su padre. Un niño
ser las niñet.as, tías, herrrrarras, etcétet.a. Iror esto últi_ rlt: corta edad desplazó su fobia paterna al lobo de un
tno es que tlr¡r.has ver.t,s las situa<.iones edípicas no st, libro de cuentos, al que podía evitar con suma facilidad
¡ror el solo recurso de no abrir el volumen' Las fobias
en<.rrentr.¿rn vinculadas a ia ¡l.inter.:r fil.r¡r.a, sino
nas rie las srrstitutas. a alEu-
,.,rlo"ao Dueden ser consideradas como un elemento nor-
^ I)l rixinro ¿r los tl t,s años, t,l corrrportantierrto del
niñ<r ,r¡rl en li evolución de los seres, ya que no hay persona
frente a la nr¿¡rlre sufre aig.r:na- ili,t".ior"-.
I)epe,,,1,, (lue en ei transcurso de la misma no haya tenido alguna'
de ella, la exige, l)ero (.onrprende t¡ue tista' iiene otros F'rente a Ia situación edípica y a la angustia que la
intercscs, en funt.ión rlt, Ios cuales nt.u" p"i,*nrus de su rnisma le produce' el niño, que desea .tener. la fuerza y
anrbiente <.obran ir»¡.ror.tancia. Su padre uáquiere un,, potencia dil padre, dirige su agresividad.hacia los ór-
ntteva dilrrcnsiri¡ 1',.¡ niño ve en ól r¡rt repr.esentantt, ranos eenitalés del progenitor, y como contraparte teme
po(leloso rlel lrrunrlo exteriol.. l)n un plazo de utr
año fiue se-le.ione o sa le quite e§o mismo a é1. AI ocurrir
,isto, empieza a aetuar e\ cotttplejo ¡le caslraeiótt'
.'.Ha-ce algrin ticm¡:o traté a rrn ¡)acientc yugoslavo (luc padecir
rlcs<ir hacia dos años un intenso hi.f".o.rp..-o F)l padre real investido por ls Bgr€sividad proyecta-da
I)rácticanrente en un ciego. Drrrante la p.;."r"..pi. lu. lo ;rrlquiere proporciones de objeto ¡ttligroso para el niño,
sl puao "n.rartiu
qrre la cause desencadenante do su afección descubrir
¡rtr;" .iair_a mantenrr ,¡tre finalrirenia opta por quitnr del medio al ¡tadra malo,
relaciones sext¡ales con srr madre política. .aq,,iil."j"'.1
síntoma un ,l ,n" regrcsi(')n nl piano oral. eon el -característico
significarlo simbólico de castración.
tr M. Klein. hasada "n
inccanisrtto de la introyceci(in, logra satisfncer su§ dos
en srrs
-
corta edad.,
experiencias con análisis de niños dc
considera qrre el complcjo cle Edipq tcndt'ncias sitnrtltáneas: ln do la dostrucci<'ln de la illla-
turarsc :r los seis mes¡s v hsc¿ srr evolrrri6n
lo indica ii..l ";;i".r.
a estruc-
.. i, fp... ,¡,," ro, padt'c l)trt1o, (levor¿inrlolo lnentallrrentc, y la de la
Frerrrt incoiporReirin dol l,»adro hrrero, incorporan(lo todo lo qtte
r90 A. TALLAFERRO CURSO BÁSICO DE PSICOANÁLISiS l9l
ama en é1. La imagen severa introyectada como medida l.ransformándose entonces en la niña activa que tiene
de seguridad ("ya nada puedes hacerme pues te tengo .iuegos y actitudes de tipo varonil. En este primer paso
dentro..."), hace que el niño se sienta independizado tte la evolución es fácil ver la diferencia que existe en
de su padre externo y entienda que no es necesario qut, cl curso del complejo de Edipo en ambos sexos; en el
éste se enoje con é1, pues ya ha aprendido cómo debe varón, se moviliza por el temor a la angustia de castra-
conducirse, pues eI elemento incorporado se lo está dic- ción. La distinción reside en que el complejo de cas-
tando. Mediante este proceso el sujeto soluciona el pro- tración aparece en los varones después de1 complejo de
blema y al mismo tiempo fortifica su Uo por la acción Edipo; proceso inverso en las r,íi,as (Nunberg). La
de un elemento censor que a su vez le aumenta las posi- faltá de- pene que observa en sí misma al compararse
L,ilidades de dominar sus prohibidas pretensiones (véase con los démás, provoca una reacción de odio hacia la
sttptryó, pág. 117). madre, por el hécho de considerar que le ha privado de
Se pueden estudiar va.rias formas de complejo de un pene. Tal situación moviliza en ella una regresión
Edipo, La positiua 'g clirecta, en que el niño anla a la desde la etapa fáIica a la anal secundaria reterrtiva, y en
madre y odia al padre. La forma inua¡'úida: ei niño esta posición carga intensamente de libido los represen-
ama al padre y odia a la madre. Y las formas r¿lctcs, tantes de objetos a través del simbolismo de los excre-
que son Ias que se encuentran más corrientemente. mentos. Es áecir, proyecta nuevamente la libido hacia
El complejo de Edipo Freud-- constituye el los excrementos, y nace en ella el anhelo de poseer un
-dice
núcleo inconsciente de todas las neurosis y psicosis al- niño. Ya hemos dicho, al referirnos a la etapa anal, que
rededor del cual se agrupan los restantes complejos y los excrementos representan en esta fase el enlace o
fantasías. Expresa Nunberg que sería interesante en- puente tendido entre el Ao y el ambiente. Puede aña-
contrar formas particulares del complejo, caracteristicas áirse que esos excrementos y ese anhelo -está.¡^ destina-
de cada.afección psíquica; pero que ello no_pasa de ser dos al padre, y constituyen la expresión simbólica de un
una aspiraci<in ya que en primer lugar e1 desarrollo de ,uevo ier, ofrecido a aquéI. El clítoris conserva todavía
los trastornos psíquicos no es suficientemente claro en parip de'su excitabilidad, pero parece que las sensa-
todos los casos, y en segundo lugar, que no es siempre cion-es anales son desplazadas hacia la entrada de la
posible delimitar con exactitud cada una de las formas vagina, y la niña comienza a querer y a apetecer geni-
del complejo de Edipo por la existencia de las respectivas tañnente a su padre. El sentimiento amoroso no llega
mixtas e intermedias. a la madurez cómpleta hasta la pubertad, merced a un
segundo acceso de pasividad. Así como en el varón el
Eoolució'n dcl complejo de Edipo en las nivlas
aulento del amor heterosexual incrernenta la ambiva-
lencia frente al padre, hasta convertir aquélla en ani-
El complejo de Edipo sigue en las niñas un curso madversión y hacer que el niño considere a su proge-
distinto y más intrincado. Esta complejidad reside en nitor como á tln rival, también en la niña se despierta
el hecho de que en la niña debe producirse una serie de Ia ambivalencia contra la madre; así como aquél vence
pasajes <le excitabilidad desde la zona anal a l¿r clitori- mediante la identificación con el padre el sentimiento de
diana, y sólo después surge la excitabilidad vaginal. Si- rivalidad y la angustia de castración, también la niña
multáneamente, la niña efectúa cambios de objetos; al elimina dithos sentimientos por medio de la identifica-
igual que en el varón, la niña tiene como objeto primero ción con la madre. Con ello se refuerza considerable-
a la madre, Iuego pasa a fijarse al padre. Los distintos mente su femineidad, del mismo modo que el niño con la
pases evolutivos qr¡e en Ia niña el co;rnplejo de Edipo identificación con el padre refuerza su masculinidad.
sigue son, según I'reud los señaló, los íiguientes: ai des- De una solución incompleta del complejo de Edipo,
cubrir la falta de pene, lo que vive como un castigo de- nacen los posteriores conflictos. las distintas sintoma-
bido a su masturbación, puede reaccionar de diversas tologías, o las diversas entidades clínicas; de ahí que
maneras: puede resignarse, con la esperanza <le recupe- Freud afirme que el complejo de Edipo es el núcleo de
ración, o por el contrario, comportarse como un var,'n, toda neurosis y psicosis.
'!r
A.
cLt{so nÁslco DE PSlcoA\Al tsls I 1)3
t92 T,\LT-AFT-RRO
I
t
ft
§
.
lg4 A. TALLAFERRO (JI!RSO BASI(]O D¡] PSICOANAT,ISIS r95
psicológico se
Si se trasladan estos hechos al terreno
castración tiene intelectuai del niño era escaso, pero su crecimiento se
nuede comprender que "i- "ompte:.o de había mantenido regularmente hasta el momento de la
'.;;";;rl;;i;;ie orgánico indiscutible' , .l investigación. El factor cronológico adquirió rrn valor
'"'E;":i'1i;;pitrl?u Ni¡ot-tuuimo* opqrtunidad de es' de suma importancia, pues las situaciones sexuales scbrc
tudiar el caso de nacido en Eurola' segundo estimulantes se presentaron coincidentemente con la
"" "inl
i,T:"j'1"'1,,i'*",r;_,*:il"1*r*:i";:t"'::3ff y.:'tifr ópoca normal de evolución genital sin que existieran los
desde los d<¡s anos
-á"¡iáo
en -"*i"siu'9',' La sociedad f actores que normalmente debían inhibir dicho des-
§i":";"Ñ;. á*-q"" por a rrollo."
-au q-uedó constituida
iamiliar dei niño ¿"*oe'"rrtá""es Durante Freud ha sostenido que el período de latencia sexual
la abuela sin partrcrpi"iO" otro miembro' rle los niños, entre la edad de 5 a 12 años, es un fer¡í¡-
este oeríodo .o*pu"t''ii'i;;ñ ;; 1" a¡oeta'
Clii,l"-:t nreno biológico. W. Reich sostiene por el contrario t¡ut'
fue sed-ucido por una anelaua'
;i;; ñüü-iruito t'""*ii'u'-- jue- sus observaciones en niños de dife¡entes estratos sociales
criada de una casa "not Ou"¿e entonces realizó rle la población le han mostrado que si tienen un des-
seductora que se
i""Jil""iá=']r""'"ttt"t con Ia anciana
^"t'"t"n=
a Ia ald-ea
arrollo sin restricción de 1a sexualidad, no existe un
ilevaban a cabo
"" """"p"ot -donde período de latencia. "Cuando aparece un período de la-
iiiliil"r!tJll'á"i¿" sé prolonsó durante tres anos' es tencia --dice Reich* éste debe ser considerado eomt,
tol.siete de edad' época
¿lecir. hasta que el niRt¡-lfLsl rrn producto artificial, no natural, de la'cultura." Estl
pn oue hubo de i"a"t'"u*iliq"' á"¡iao a qu-e Ia pareja afirmación ha sido confirmada por observaciones de
;X"'1"=,;;:;ái;; :;i;--i;;;á"t1" p"' una autoridad del
Malinowski, quien observó que la actividad sexual de los
oueblo, lo que tnottvo'ii-"t'"t"i¿n -O"tnués y formación de un niños de las islas Trobriand se produce sin interrupción
d1-e¡1e suceso el
iuicio criminal a la trrti"iá' genitales' exasela- de acuerdo con sus edades ¡espectivas, sin la existenciir
ii;;"h;üi; á;=ui"olt"ao estructuras
-"'[on"ut-
tra'sladado ¿ lJuenos
de un periodo de latencia.
li;." r;;'".r- "4.á. rit" resultaba suma- La afirmación de Reich, apoyada en sus experiencias
Xi"§.'á;"á; * utiuptuti¿l a" ambiente clÍnicas, más las observaciones antropológicas llevadas
ii" i""upu'idad
;,li;ü :;il;il,"á"[id,; i'u"t' pusna' Ió-sicamente' para dominar sus
a cabo pol Malinowski y por Mead, en Sarnoa, a lo que
ffii["I*';;;iIri"",- q"" * distinto
con
del otro se agrega el caso estudiado por nosotros en el Hospital
el nuevo medio en toámente de Niños, permiten sustentar la afirmación de que el
Il,l'"iriáril,.,i""-iu'lláuá''l"iá'
a'ésa situación sexual'
caso ex- período de latencia es, en gran parte, una consecuencia
Las conclusio""' ''lá'-'que
las .igoi"'ill' l'3' llegamos
áii"i¿n 'en 'el
dc'ob'ieto primi- de1 anrbicnte o de la cultura en la cual se vive, y que
orresto. son
l' a la abuela que si no existiese una represión sexual-social, este períoclo
i,fi'=" i.át,ir'¿"ipr""a-"'4"
'IiJtii'itá desde
-ma.dre']os tlos años' La de latencia no se produciría o no llegaría ¿r ser tan
constituvó la madre en,.la realidad. nítido como se lo <¡bserva en la sociedad actual.
fioura inhibitoria del ii"áti-"o que ""i=tiu
se produjo un fácil
§i;'?'ü';;'rl* tt"
"r'rl"ót'o dirigidas pri-
desolazamiento de las'p"i*lonát'snnitales PUBERTAD
*?il;.í;;;; I lu u¡ueta, hacia de la- abueia v queuna
la criada. secluctora'
no ;
;;;i;;; ;;, las caracteiísticas -ia l El período de latencia termina con el comienzo de l:r
tenía marido, rt"e'mJt-; conclusiól 9-u q"" la 'ins- i pubertad alrededor de los 11 a 13 años (esto varía nor-
genital no
i.r"ir'ir"aráental '"ptu'to'u de Ia- actividad señarar que la
I
rnalmente según la latitud; se adelanta en los trópicos
tiiJitó ;';;;"e;;;-iJío'áéii'-podemos. y de castración
I y se atrasa en las zonas árticas) en que surgen gran-
i"r**rá" á"t "o*ptuio ¿e raipo eI. se
i des cantidades de excitación sexual que es senlejante
;;;';;;;;,Ñ" áitl.'rtu¿" por ia inexislencia delstpetvó Padre i en sus fines a Ia adulta, aunque con Ia diferencia fun-
que significa e\ ¡
;";;;;;; i; función 'upreto" que era la misma figura
t
danrental de que los objetos son todavía inconsciente-
rnaterlo estaba atenuua'., ¿uao f
¡nente los mismos que en la infancia y por <'onsiguiente
ün""i""l.litt¡,, t'i?tüiáa¿' serrital' EI desarollo i la barrera contla el incesto continúa.
i
T
{)(i A. TAI-LAT'ERRO (]I'RSo B,\SIC:O DE PSI(:OANAI,ISIS
I 197
Esta es una de las razones por las que la masturba- hace regresar el yo a actividades o satisfacciones pre-
ción de la época puberal despierta sentimientos de culpa, coces, y por lo tanto ya conocidas (Fcnicht,l) ,
ya que se la puede considerar como una repetición del De acuerdo con los conceptos de A, Freud, vertidos en
onanismo infantil (de los 4 a 5 años), el cual es prac- EI yo y los mecanismos dc dtfe.nso, el aumento de las
ticado con fantasias extraídas de la constelación del cxigencias instintivas produce en el individuo. como
complejo de Edipo, y como eI sentimiento de culpa estú cfecto indirecto, la intensificación de los esfuerzos de-
íntirnamente vinculado con dicho complejo, es natural fensivos que persiguen el dominio de los instintos reac-
que surjan en las fantasias inconscientes que acompa- tivados. Las tendencias del ¿1lo notables en
ñan al onanismo puberal. -apenas revélanse
las épocas apacibles de la vida instintiva-
Si la finalidad infantil es abandonada, la niña renun entonces con nitidez, y los mecanismos del yo, tan poco
cia a su masculinidad, el clítoris pierde la excitabilidad. visibles durante el período de latencia o de la vida adul-
erotizándose la vagina; el niño supera definitivamentt' ta, pueden exager¿rse hasta el grado de promover una
su complejo de castración, y efectúa, tanto uno como el deformación morbosa del earácter. De las diversas acti-
otro, su elección de objeto en ei medio extrafamiliar. tudes que el Eo puede asumir frente a Ia actividad ins-
Superado el complejo de Edipo, adquieren los individuos tintiva, hay dos que al aparecer especialmente acusadas
posibilidades para efectuar una elección de objeto no en la pubertad causan viva extrañeza en el observador
incestuosa, aplicando al mismo tiempo sus tendencias y explican algunas de las típicas particularidades de este
pregenitales sólo para Ia producción del goce premoni- período: son éstas el ascetistt¿o y \a intelectualización
torio (vistas del objeto, besos, tocamiento, etcétera), del adolescente.
siendo los genitales los únicos órganos que rigen la se Uno de los aspectos que se observan corrientenrente
xualidad, al mismo tiempo que toman un papel esencial cs que, alternándose con los excesos instintivos de las
en la reproducción. irrupciones del ello y de otras actitudes aparentemente
La duración de la pubertad puede variar, citándosr' contradictorias, en el adolescente siempre se puede ad-
casos en que a los 25 años no ha sido todavia superada, vertir un antagonismo frente a los instintos, cuya mag-
La pubertad prolongada se encuentra en aquellos indi- rritud sobrepasa en mucho a lo habitual en Ia represión
viduos mal adaptados a la realidad, ciertos sujetos aso- instintiva de la vida normal y en las condiciones más
ciales y en los que más tarde enferman de esquizofrenia o n'renos graves de las neurosis, ya que en la modalidad
(Ntrnberg). v e.xtensión de sus manifestaciones el ascetismo del
Al observar a los púberes se nota que tienen carac ¡rúber no se asemeja tanto al de la neurosis declarada,
terísticas especiales. EI fenómeno mental que les es r:uanto a la actitud frente a los instintos, propia de cier-
típico, debe ser considerado como el producto de ll los fanáticos religiosos (A. Fret,d).
tentativa para restablecer el equilibrio que se Ie ha tras, Los adolescentes que pasan por tal perÍodo ascético
tornado, y que aun el más sano de los adolescentes mues :rparentan temer más la cantidad que la calidad de sus
tra rasgos que se asemejan a los esquizoides. instintos, pareciendo que el problema del adolescente no
Durante el período de latencia las demandas instin- se relaciona tanto con la satisfacción o frustración de
tivas no han cambiado nrucho, pero si el ;4o, que ha des- instintos o deseos específicos, sino con el goce o renun-
arrollado patrones de conducta frente a las demandas t i¿miento instintivos en sí y general. Durante este pe-
internas y externas. El retorno de impulsos sexuales in r'íodo desconfían de una manera general del goce o placer
fantiles se debe especificamente al hecho de que la pri- t:n sí, y su sistema más seguro consiste únicanrente en
macía genital todavia no se ha establecido en formrr ol)onel' al incremento y apremio de sus pulsiones las pro-
absoluta en esta época, y con la pubertad se produce urr hibiciones más estrictas. Del mismo modo en que actúan
incremento de la sexualidad total; en parte la apariciórr los padres severos en el proceso de la primera educación
de actitudes de tipo infantil está causada por el temor, rle los niños, cada yez que el instinto dice: yo quiero,
también infantil, de la nueva forma de sus pulsiones, qr¡r' tl yo replica:. no clebcs. Este recelo del adolescienté para
¡:
t*
f
I 1)8 A. T-\LI,AF}'RRO (]IiRSO 8.,\SICO DÉ PSICOA\.AL.I5IS 199
con los instintos muestra una peligrosa tendencia a gene- mienzo de una transformación psicótica o de un carác-
ralizarse. Puede iniciarse con los deseos instintivos pro- ter bloqueado, siguiendo la clasificación de Reich.
pianrente tlichos y extenderse luego a las más triviales Con respecto a la intelectualización en el adolescente,
necesidades físicas cotidianas. La observac.ión habitual dice A. Freud que sucede en apariencia algo muy dife-
nos muestra adolescentes que niegan radicalmente todo rente a Io que acontece en otras épocas de la vida. Existe
impulso con tinte sexual; así es como evitan reunirse un tipo de púber cuyo brusco salto en el desarrollo inte-
con personas de su edad y sexo, renuncian a participar lectual es notable y sorprendente. Lo que más llama la
en toda clase de entretenimientos, y llevados por un atención es su acelerado desarrollo en otras esferas. Es
verdadero puritanismo, rechazan ocuparse de todo cuan- común que en el período de latencia los niños concen-
to se vincule con el teatro, música y baile, es decir todo tren unilateralmente todo su interés sobre cosas de exis-
lo que tenga un ligero matiz sexual o placentero. Fácil tencia real y objetiva, por ejemplo iecturas relativas a
es comprender que existe una estreeha conexión entre descubrimientos y aventuras, el estudio de operaciones
el renunciamiento a una indumentaria vistosa y atrac- matemáticas o descripciones de animales y objetos ex-
tiva y la prohibición de Ia sexualidad. Per-o lo que debe traños; asirnismo, contraen su atención a máquinas,
inquietar al que observa a un adolescente o púber en desde las simpies h¿sta las más complejas. El rasgo
esta situación, es que el renunciamiento de éste se ex- habitual en ambos tipos es que el objeto por el cual se
tiende a cosas o hechos inofensivos y -necesarios. Por interesan ha de ser concreto, de existencia real y no
ejemplo, cuando el adolescente se niega la más indispen- un producto de fantasía, como fueron los cuentos de ha-
sable protección contra el frío, se r¡ortifica la carne de das o fábulas coll que disfrutaban en su primera infan-
todas las maner¿s posibles, y expone su salud a riesgos cia. A partir del período puberal, estos intereses co l-
innecesarios, cuando no solamente abandona particulares cretos de la fase de latencia se vuelcan cada vez más
satisfacciones de placer oral sino que "por principio" hacia lo abstracto. En particular los adolescentes que
también reduce al mÍnimo su alimentación diaria, se Bernfeld ha denominado de pubertad prolongada, exhi-
obliga a madlugar, luego de haber sido afecto a noches ben un insaciable deseo de meditar, sutilizar y platicar
de largo y profundo sueño, cuando le repugna el reír alrededor de temas abstractos" Por lo común, discurren
o sonreír, o cuando, en casos extremos, difiere el de- sobre el amor libre, el matrimonio, los fundamentos de
fecar y orinar aI máximo de tiempo posible, en tazón ia vida familiar, la libertad o la vocación, la bohemia,
de que no debe ceder de inmediato a todas sus pulsiones o sobre conceptos de orden filosófico, como la rebelión
físicas. contra el sometimiento a la autoridad y la amistad mis-
Si bien el púber puede ser r.rn sujeto ascético, hay ma en todas sus formas. Sin embargo la impresión de
momentos en que sus defensas se atenúan y es corriente seriedad que producen se modifica si nos apartamos del
ver que súbitamente se entrega a todo cuanto antes exaÍren de los procesos intelectuales en sí, para consi-
había considerado prohibido sin reparar en restricciones derar el modo general en que se ajustan a la vida del
de ninguna especie provenietrtes del nTundo exterior. Sin adolescente esos conceptos por ellos desarrollados. Se
embargo desde un punto de vista económico-dinámico descubre, entonces, con sorpresa, que esa aparente ele-
psicoanalítico, estos hechos representan tentativas de vada capacidad intelectual tiene poca o ninguna relación
autocuración transitorias, espontáneas, del estado ascé- con su conducta. La empatía por la vida anímica ajena
tico. Y son tentativas de autocuración porque, cttando no les impide mostrar Ia más grosera descon§ideración
no se producen debido a que de alguna manera inexpli- para con las personas que los rodean. Su elevado con-
cable el yo dispone de fuerzas suficientes para llevar- a cepto del amor y del objeto amado, no les contiene para
término el repudio del instinto en una forma conse- incurrir en constantes deslealtades o inescrupulosidades
cuente, esto termina en una parálisis de las actividades en sus variados amoríos; su comprensivo interés por la
vitales del sujeto, una especie de actitud catatónica, a estructura social --que excede en mucho a la de los años
la que no puede considerarse ya como un fenómeno nor- anteriores- no les facilita en lo más mínimo su adap-
mal de la pubertad. sino por el contrario como el co- tación al medio social; tampoco la multiplicidad de sus
i
-T
200 A. TALI-AFT:RRO CTiRSO BÁSICO DE PSICOANÁLTSIS 20r
intereses les impide reconcentrarse sobre un objeto úni- ciones reales estimulan al hombre hacia rendimientos
co: la preocupación constante en torno a su persona' intelectuales e ingeniosas tentativas para resolverlos, al
dado que se consideran el centro del mundo y único paso que la seguridad objetiva y la abundancia tienden
objeto digno de interés. a volverlo cómodamente negligente. El enfoque intelec-
tual sobre los procesos instintivos es análogo a la vigi-
Lo que ocurre es que los temas que polarizan el inte- lancia que el yo humano hubo de aprender a adoptar
rés de primer plano del adolescente muestran ser, a Ia frente a los peligros de la realidad.
luz de una observación profunda, los mismos que pro- Resumiendo, podemos decir que el conjunto de acti-
movieron los conflictos entre las diferentes instancias tudes contradictorias que se encuentran en Ia conducta
psíquicas. Repítese así eI problema fundamental de la del púber es característico de la psicología de esta época.
conexión entre la instintividad y otras actividades de la Así, sucesivamente, encontramos en su conducta egoísmo
vida; de decidir entre la realización y el renunciamiento y altruismo; mezquindad y generosidad; sociabilidad y
a los impulsos sexuales; la libertad y. la restricción: la soledad; alegría y tristeza; tonta jocosidad y seriedad
rebelión a la autoridad v et sometimiento a Ia misma. excesiva; intenso amor y brusco abandono de ese amor;
Dada Ia omniprescencia del peligro A. Freud- sometimiento y rebelión; materialismo e idealismo; ru-
debe valerse el yo de cuantos medios -dice
tiene a su alcance deza y tierna consideración. Se comprueba al analizar a
a fin de dominarlos; la reflexión sobre el conflicto ins- un adolescente que estas contradicciones, como he dicho
tintivo, su intelectualización, parece ser un medio con- antes, no son más que el resultado del conflicto entre
veniente. Mas la huida ascética ante el instinto se los nuevos e intensos impulsos y las defensas contra la
transforma en un retorno a é1, aunque esto sóIo se pro- angustia que éste produce. Los conflictos entre impul-
duce en la esfera del pensamiento, es decir como pro- sos y angustias son sentidos conscientemente por la ado-
ceso intelectual. Su actividad mental es, más bien, signo lescencia de hoy Fenichel- principalmente en
de una actitud de intensa vigilancia frente a los pro-
forma de conflictos-diee
centrados alrededor de la masturba-
cesos instintivos cuya percepción se expresa por un des- ción, debiendo considerarse que solamente cuando la
plazamiento en el plano del pensamiento abstracto. Sus represión de la masturbación infantil fue muy intensa
ideales de anlistad y perenne fidelidad son siempre re- ésta no aparece durante la pubertad. La reserva que
flejo de la inquietud de un yo que percibe 1o efímero de muestra el adolescente acerca de sus sentimientos y de
sus nuevas y tumultuosas relaciones con los objetos, El sí misrno, ocurre porque la mayoría de las veces Ie
motivo de que la atención del adolescente se concentre resulta extremadamente difícil traducir en palabras lo
sobre los instintos, constituye una tentativa de adueñarse que siente.
de ellos y dominarlos en un nivel psíquico diferente. En el adolescente se presenta una tendencia al culto
Por eso A. Freud considera que' por un simple aumento del héroe, que suele expresarse en 1a relación con alguno
cuantitativo libidinoso. se hacc visible una función que tle sus profesores, mientras otros le inspiran odio o aver-
en otra circunstancia el yo ejecuta de un modo espon- ,*ión. La motivación profunda de esta actitud, es la
táneamente silencioso e inadvertido. Según este concep- necesidad de separar el amor del odio, permitiéndole
to, el exaltado intelectualismo del adolescente y acaso pleservar a la persona "buena", teniendo ocasión de
también su tan notable comprettsión intelectual de agu- satisfacer su odio en el ser que según su juicio !o merece.
dos procesos psíquicos, caracterÍsticos siempre de todo Durante este período de la evolución los adolescentes
acceso psicótico, no es sino un esfuerzo conlún en el Uo tienden a separarse de sus padres, debido a que sus
por dominar los instintos mediante la labor intelectual 1. deseos sexuales y conflictos en relación con aque)los se
La angustia instintiva surte el efecto habitual de la an' han reactivado.
gustia real u objetiva; el peligro objetivo y las priva- Simultáneamente con la idealización de variadas per-
sonas se expresa odio hacia otras, especialmente perso-
I E¡ élte el proceso que lleva a taotos adolescentes y sujctos adul- najes del cine o la literatura, o si no individuos reales
tos con intcnco3 conflictos emocionsles sin solución, a intereserse por pero con los cuales no puede tener contacto, cnmo son
la psicología.
,
i
1
I
?
A. TALLAFERRO (jt RS() BÁSl(lo l)tl t'sl(i()^\ir.l5ls 203
202
los dirigentes políticos del partido opositor. Odiar a la rcs es el de adoptar una actitud que le pelmita al ado-
gente irreal o lejana M. Klein- resulta menos iir"*tu-t"n"i iá iibeltad que necésita y que además le
peiigroso que odiar a-señala
los que están muy próximos. Si lraga aceptat' ia guía y restricciones adultas, ya que sr
la división entre amor y odio está dirigida hacia los laiia esta relacién, Ia supervisión otganizada por tln
menos cercanos, también sirve para salvaguardar mejor :rrlulto conduce al desafío y conlpoltatniento colltrarlo
a las personas amadas. Por eso es que M. Klein afirira ' parte del adolescente.
¡ror
que el sentimiento de seguridad que proviene de la capa- Nácesita e1 atlolescente tenel' alguien de quien depen-
cidad de am¿r está íntimamente ligado en el inconsciente ,ler cuando lo asalta el tenror', pelo ese pelsonaje no le
aI de conservar sana y salva a Ia persona amada. tlebe exigir una dependencia continua en los momentos
Otro hecho que se explica al analizatr adolescentes, es rn que el adoiescente se siente seguro y capaz en su
el que se reúnan corrientemente en grupos de tipo homo- :tctuación independiente.
sexual, teniendo esto, como fin inconsciente, eludir la Muchos padies Josselyn- han.-ton.rado con
presencia excitante del otro sexo y asimismo evitar es- cxcesivo eniusiasnto-señala
la norma de rlejal en lib:rtad abso-
tar solos, situación que en muchos casos les angustia, y Iuta al adolescente.
en un plano más profundo, tratan de satisfacer incons- En muchos casos los padres no aciertan a imponer
ciente e indirectamente la parte homosexual del com- restricciones inteligentes a causa de la satisfac':ión que
plejo de Edipo, lo cual los impulsa a reunirse con obje- por identificación proyectiva obtienen <iel cotuporta-
tos homosexuales pero de mayor edad que ellos. También iniento inadecuado de sus hijos y racionalizan st'r fornla
se comprueba, durante Ia psicoterapia, que la frecuente ,le aciuar defendiend<¡ la n'rbderna actitud de permitir
preferencia por objetos homosexuales, en esta época, pue- una gran libertad al aclolescente que' como los hechos
de estar condicionada por factores narcisísticos. Pero Io demuestran, suele ser muy peligrosa, pue:i-o que no
en general esta tendencia en el púber no debe ser con- siempre aicanzan a comprender la diferencia .que existe
siderada patológica si no llega ai acto homosexual di- ,,ntrá libertad y libertinaje. Lo que el -psicólogo <lebe
recto. El análisis de los adolescentes asimismo aclara hacer en estos casos con respecto a los padres es ayudar-
el porqué de la grosería que muestran tan habitualmente los a cotnprender la adolescencia y no a darles norntas
con otras personas, y que ésta tiene a menudo por fina- rígidas o prescribirles maneras especificas de reaccionar"
Iidad intimidar a los demás con el propósito de sobre-
ponerse a su propia angustia. Así se ve que el adoles-
cente abandona fácilmente objetos, sobre todo personas
de mayor edad o con rasgos paternos o maternos, com-
probándose que tal abandono ocurre cuando estos obie-
tos pierden su poder de reafirmarlos o darles seguridad
(Feníchel).
Por lo visto puede afirmarse que la pubertad es una
época crucial para el desarrollo del i¡rdividuo, que exige
un gran tacto por parte de los adultos que conviven con
los adolescentes, pues en estos momentos si el ambiente
se les opone con firmeza y si no se les apoya suficiente-
mente, pueden persistir en las adolescencias prolongadas
y con ello desencadenar en los predispuestos una esqui-
zofrenia o, si no, producir intensos y graves trastornos
caracterológicos que perturbarán posteriormente la ca-
pacidad de trabajo y la capacidad amatoria del sujeto.
Uno de los problemas que se le presenta al adulto que
tiene bajo su responsabilidad la educación de adolescén-
I
I
¡
t
T
(J('RSO BÁSICO DE PSICOA\íLI5IS 205
t
t
T
208 A. TALI,AI.-ERRO
cuRso BÁsICo DE PSICoANÁLrslS 20g
Esto no está perfectamente delimitado, pero de todos presada por síntomas de conversión. Estos síntomas
modos puede dar una idea más o menos corlecta de lo
que acontece. En la etapa oral la angustia cr)rrespon- comprenden todos los trastornos respiratorios y los tem-
dería al temor a Ia pérdida de caririo, y al desamparo, blores, pero los que caracterizan a la etapa oral son los
que se expresa por trastornos respiratorios y cardíacos. r€spiratorios, mientras que en Ia etapa fálica los pecu-
liares son los síntomas de conversión visceral en general.
En la etapa anal está vinculada con el temor ai castigo Desde eI punto de vista clínico es útil diferenciar la
corporal y su signo característico son los síntonlas angustia de la ansiedad. Es necesario hacer esta dife-
musculares de temblor. En la tercera etapa --f¿ilica- renciación ya que en Ia psicología de los últimos tiem-
correspondería al temor a la castración y estaria ex- pos se usa indiscriminadamente Ia designación angustia
o ansiedad, hecho que en gran parte se debe a que la
tintas emociones provocan diftrcntes secreciooes adrenalrs. Von Eultr. palabra alentana "Angst" es un vocablo de significación
cn §uecia, encoñtró que la estimulación de ciertás ártas del hipo-
tálamo pfovocaban secreci6n de nor-adrenalina en la suprarrenal. mucho más amplia que la de la acepción genérica dei
micntras qua estimulándo otras regiones del mismo sc l)rovocat)a una término angustia. "Angst" es a la vez miedo, ansiedad
¡ccreción de adrenalina. Estas áreas bien pueden corrcspon<ltr ;r aqut
llas quc }Icss, Prcmió Nobel, de Zurich, logró delinritar rstirnulando
y angustia. Por lo tanto traducir "Angst" exclusiva-
zonaS que producían una conducta agtesiva o de lucha en los ¡ni mente como angustia es referirse a uno solo de los con-
malB, Estos expcrimentos sugieren que la emoción, la rahia y la ceptos y restringir de esa manera el sentido del término.
cmoción-angustia o temof pu.den activar diferentrs áreas clrl hipo Hubiera sido más afortunado que se aviene
tálamo, llevando a la producción de nor-adrcnalina -r el prirncr caso mejor con el lenguaje corriente-puesto
y de adrenalina en el segundo: pero mientras no se realicrn ex¡,erien. y se presta menos a la
cias más precisas y concretas no es posible dar un soporte sufici(nt. confusión- traducir "Angst" en los casos en que de-
a É3ta ruporición. nota un fenómeno afectivo intenso, pero difuso, por la
IJno de los trabajos más interesentes en este campo rue re.lentc expresión: "ansiedad difusa" y reservar el vocablo "an-
mcntc cxpuesto por Von Eulcr, quien comparó las sec¡eciones a<lrt-
nale¡ en un gran número de animales. encontrando rlut Pn la sunra- gustia" para el estado momentáneo paroxístico que se
rrcnal dcl lcón se halla un predominio de no¡-adrenalina. ¡)rc.isatnelrt. acompaña de síntomas somáticos vegetativos.
rn aqucl animal que va, con ñayor agresivitiad, ¡ lrrchar con los De la ¿¡¿si¿dor/ se puede decir que es una vivencia dis-
otros; y pof el contrario, el conejo. que tieñe como mccanis,rro ¡spc-
cífico clc delensa la fuga. tiene en su supraraenal un prrrlontinio dr placentera senejante en cierta medida al miedo, pero
adrenalina. Estos hallazgos suqieren la hipótesis de qu( cl hombrr diferenciada fundamentalmente de éste por el hecho de
náce con la capacidad de reaccionar frente a una va¡itrlarl rle r'tao- que no existe un elemento real que provoque esta reac-
cioncs (que varían entre la actitud del león y la del cóirrjol y (luc ción. El rticdo reclama siempre la presencia de algo
en la temprana infancia las experiencias vividas delrrnrinan crrírl dt
egtos modos de reacción,habrá de producirse predominante,n(ntc en real que lo desencadene. No es lo mismo tener miedo
una situación de "stress", Estudiando de distinta mant:ra los procesos al bombardeo que se fantasea, que sentir miedo cuando
cvolutivos dcl desarrollo emocional dcl homhre..,c h¡ eilcollr¡do las bombas están cayendo. En eI primer caso se trata
cn otras invrstigaciones, que .l hátrito emocional inclivirlu¿rl ¿r las rcac'
cioncs, tiene una estaccha corrclación con sus pÉrccpcio¡ras de fa.tor(s sólo de un estado de ansiedad, porque no hay un hecho
psicológicos dentro del seno familia¡. De acuerdo con las t.oríos real que lo justifique, mientras que en el segundo hay
psicoanalíticas, la ráhia, o la agresividad dirigida hacia afr¡rra es miedo frente a un hecho concreto.
catacterística de las tcñpranas cdades, mientras qtrc la ag¡rsividarl
diricida hacia si mismo, o la angustia. correspóndrn a ¡>crioctos pos La ansiedad es un estado semejante a la expectación
teriores. Este es el ¡csultado final de la culturación del niirc¡ Si su del peligro y una preparación mental para el mismo,
dcsartollo fisiol6gico ca patal.lo al psicológico, se (lÉb¡tia.ncor¡trrr aun cuando éste sea conscientemente desconocido.
que el promcdio de nor-adrcoalina con respecto a la arlrenelina. cr
ñayor en la infancia que en los niños de más edarl. Hokftlp Bern En cambio, en el sr(sto existe una situación emocional
y Wcst establecieron quc "esto es exácto cn Iá mryor partp d. ¡os determinada que está provocada por la acción de un
cEaos: a una adad tamprána la médula adrenal contirrr( mr\ r¡or estímulo que no se esperaba y cuya súbita aparición
ad¡cnalina. p?ro postcriormcntc la adrenalina se hace .lorr)inantr" causa sorpresa.
"Este paralelo entre lo fisiotógico y lo psicológico
kanst.in- sugiere posteriores astudios y algunas teorirs -dic¡'Fun
pir¡ t.:tifi Angustia es la sensación que domina cuando nada
carlo. Rcposando sotrre las espaldás de Cannon y (le Frcud, nogotfos concreto permite pensar que se va a producir un bom-
hemos cstudiado nuestro punto da vista de la conducta humana y
dcscuhierto n(¡.vós cáñpos fértilcs para la <xploraci<in." bardeo y pese a ello la persona lo teme; miedo es lo
que Ia persona siente cuando se ha fijado hora para
.
ji
{
-T
CI]RSO BÁSICO DE PSICOANÁI,ISIS 2I1
210 ,d. TALLAFERRO
lanzar las bombas y sólo faltan minutos para que se debía considetarse que ]a iibido pudiera tr¿nsformarse
inicie el ataque. S¿¿súo es el que siente aquel que nada Jn ansustia. En es[a segunda concepción. Freud aban-
sabe y de pronto oye, a poca distancia del lugar en que áá"0 .r-ti pot completo su concepto biológico, pa-sando-a
estii, eI estruendo de la primera bomba. angústia como uná situación nacida de la
.EI concepto de !'reud con respecto a la angustia ha "rÑiA"ir.'t,
nada, cosa que no puede ser ya que todo tiene su ori-
variado a través tlel tiempo y se puede decir que pasó plen. un Du;to inicial. Una movilización, tal como es
por tres etapas distintas que marcan un mo'¿imiento rlealidád el proceso de Ia angustia, no puede ser crea-
cr'iyo punto rnedio estaría dado por la aparición del "'n pu. el yo, que carece de fterza energética propia' La
¿,
artícuio Inh,ibición, sír¿toma y ungustia, publicado en ,1ue elaboia'eJ Ia que proviene del cllo'
ei aíio 192{i.
' Pe¡'o es posible óorl"iliu. Ios dos conceptos de F reud'
Antes dc¡ tiarlo a conocer l'reud sustentaba un con- nr" o."""tiu Ia angustia como una transforniación de
ce¡:to más trit,n biológico, al considerar que Ia angustia i'" ';j;-.;;,- t"piimidl y al mismo tiempo como una señal
estaba prolucada por la represión. Afirmaba que Ia ;; ""'*g:iá f ""ü" décir que existepor una angustizr bio-
un aumento de
lii:ido, al no poder expresarse en el mundo exterior se fOii"" a"t'eilo, que se manifiesta
tr¿utsforlrr¿rbt en angustia, pero no aclaró cuírl era eI teisión v una añgustia psicológica del yo, que se ex-
tnecilllisilo ínl.iruo por ei cual se producía esa trans- plesa sentido de la realidad'
formación. Ite.ich trató de explicarlo considerando que
"o*o
En los estados de angustia existe siempre un estasis
:;i Ia libido jr¡fluía en el sistcma genital producía placer libidinoso que el yo tomá e inn-rediataméhte elabora'pro- ra-
1r si por el contrario cargaba el sistema vegetativo, pro- )¡"-p"t la'cual Éenichel ha llamado a la angustia
rlucía la sensacií¡tr angustiosa displacentera. (rcso'd(')'iuof itro. Existe una primera angustia que pro-
Fln el año 192ti modifica Freud su punto de vista e ¿"1 cllo, provocada por un estasis y al misno tiem-
invir:rte ia situación, considerando que la angustia es
"i"ne
pu modiiitación que tiene que est¿r v.inculada a Ia
ia que¡ nroviliza la represión.1 En Inhibiciótt, síntoma g
"""
iiáqri.l"il"-¿" la expeiiencia v ál sentido de la realidad'
¡¡t¡.gt¿stí.a, I¡reud definió esta últirna como una sef¿al d,e ün], ,", elaborada óonstituye la an'gustia secwtdaria, la
ql«t»tl. ante un peligro, no considerándola ya corno un señal de alarma; pero si no hay una energía nunca
r(:suil¿l,do de la rr:presión, sino por el _contrario como la
pr"á" ao dar úná señal, precisamente porque ésta le
ráusa que ponia en acción ese mecanismo defensivo. irli", l""f ,ii.,ro qo" un timbie de alarma no funciona si
no está conectado a la fuente eléctrica.
F reur] sin embargo no es categ<irico en dicho artículo Se puede considerar, pues' que la función -que desem-
ya que eü un párrafo de la página 35 dice que existe p.;u iu angustia e" it'i de descarga y.2o d-e señal de
ia trrosihilida.d de que eontinúe siendo exacto que en la ilo.nr.; desiarga por el proceso derivativo al aumentar
ltr¡»esión se {orma angustia a expensas de ia carga de táno'de1 sistlema vegelativo, y luego, como señal de
libirin de los impulsos instintivos. En la página 34 afir- "i
uiu.rrl., para evitar un peligro o uná situación displa-
rnzr, lefiriéndose a las fobias, que "éstas en su mayoría centera rnayor,
pr'ovienen rle un ¡niedo del go ante las exigencias de la En términos generales podría decirse que la angustia
libido. Lo primario en las fobias es la disposición del posee su fundamento ell un aumento de la tensión que
yo a 7a angustia y el impulso a la represión". Y en la produce, por una parte, una sensación de displacer -y
rnisma página expresa que era un hecho admitido ya por otrá iralla aliüo en actos de descarga a través de
que la angustia moviliza la represión y que además no canales específicos. Esta sería una explicación fisioló-
1 En su artículo "Metapsicología", Freud dice que "el instinto gica del mecanismo.
puede qurdar tqtalme¡¡te reprimido y no dejar vestigios conscientes Para explicar la angustia como señal de alarma, Freud
observables, o puede aparecer bajo la forma de uq efecto cualquicra. hace el siguiente planteo: "Frente a una situación de
Y además puede ser transformado en angustia". Estas dos últimas peligro se pueden lomar dos actitudes: una' la adecua-
posibilidades fuerzan a corrside¡ar ¡a transmutación de las encrgíao
psíquicas de los iostintos en afectos y muy especialmente en angustia, áa,1u" seiía la intensificación de la disposición a la
con¡o un nuevo destino de los instintos. lucha o a la huida, o una actitud inadecuada' que es la
ít
x
r
IT
A. "I'ALI,AFT,RRO
2 CURSO BASICO DE P§ICOANÁLISIS 213
i¡
i
T
t
=T
A. TALLÁFERRO CU'RSO I}ASICO DE PSICOAN,\LISIS 2r5
2t4
la necesidad, ya que "el hanrbre de O.", lo mata en st'
-aguá
Í,1 concepto de Rcicl¿ sobre Ia atlgustia se apoya er
gunclos, la de en horas y Ia de sólidos en días' bases biológicas, sosteniendo que ésta es plovocada por
" La sítuación Liológica del niño como feto es reempla un estasis resultante de la imposibilidad de descarga.
zada por su relación-psicológica con la na(lre. Pero des- La observación clínica Reich- demuestra que
pués del nacimiento tlla -representa- un objeto para ól' -diceen primer lugar, que la
la angustia no es otra cosa,
cosa que no ocurría en el período fetal, pues en dichu pereepción de una estrechez, <le un proceso de estanca-
realidad, no existían objetos extertros' miento; que los temores (peligros imaginarlos) sólo se
'Una en
época.
situación de desvalidez corrocida, recordada y transfornian en afecto de angustia con la condición de
espelada seria p<'ligrosa, es decit, el r-ecuerdo de la vez que exista un estancamiento específico previo. llay que
el niño expelimentó hambre y no tuvo- cetca a la considerar, en primer lugar, la antítesis Uo +r nundo
nradle (estar sol,o) , y la situación tt'au»tdtico se pre-
"n-q,r" exterior, que se encuentra posteriormente como la antí-
senta cuando el hambre ya adquiere una intensidad tal tesis narcisismo f= libido obietal. Esto es la base de
' Elno
que puede soportarla.l
conflicto de un adulto flente a un instinto censu-
ia primera antítesis dentro de la persona, bajo la forma
de antítesis entre libido (movimiento hacia el mundo
rado selia el siguiente: la sítuación de peligro estarírr
representada por el instinto prohibido, que cotnienza tr a¡rollan en el protoplasma, ¡o sólo detefminan la agimilación de las
iniensificarse.- La situatión traum(ttic¿ se constituirfn sustáncias alinre¡¡ticias, sino que conducen simultáneamrnte a la pre-
nor la satisfacción del instinto, lo cual llevaria al cas cipitación de sustancias que aÍtes se encontreban en estado de diso-
tic" ft instinto por sí no es peligloso, perosatisfacción'
1o que h.acc lución. La p.imera estructúración de !a célula es irrewe¡sible, ptres
sustancias fluidas y en solución se transform¿rn en otras sólidas no
ql" to es la situación posterior a su tlisueltas; lo que asimila tiene vida; lo generado por la asimilación
É. """ "". momento aparece la ángustia y para evitaria sr' es una modilicación de la célula, uoa esttucturación más elevada que,
r'¡rovilizan las defensas. Los síntonas tienen por función a partir de1 ¡¡omento en que predomina, ya no es vida, sino muerte.
.solucionar Ia tensión iuterna y evitar la angustia.
Esto es fácilmente admisible si pensamos e¡ la calcificación de los
tejidos que tiene lugar en las edades avanzadas. Pero es precisamente
Corresponde seiralar al respecto el- conccytto de Mc este árgumento el que rebate la suposición de un instinto de muerte.
lonia I(liin., para quien la angustia se halla intensificatlt l,o que se ha translorñadó en algo sóIido y estático, lo que queda
por las agieiione" primalias, que no scrían más que ltr ¡o¡no residuo de los procesos vitales, perturba la vida y su función
ca¡dinal, que consiste en la altemancia de coñtracción y relajacidn, el
expresión del instinto de muerte, actuando en una formrt ¡itmo fundamcntal del ñetabolismo, taoto en el campo de las nece-
interna. Muchos autores no aceptan la existencia de esta sidades alimentarias como en el de 1as sexualcs. Esta perturbación
agresión primaria (entre ellos Reich y Bolwby) y con del proceso vital es justarnente lo coñtrario de lo que se ha llegado
a conocer como propiedades fundameotales del instinto, pues preci-
.ideran qüe en realitlad la angustia está provocada pot' samente es la rigidez la que excluye el ritmo de tensión y relajación
frustraciones externas, ya que todo impulso que trattr siempre progresiva.
il" y no 1o óonsigue, va intensificando su inr "Si además de esto la angustia fue¡a la expresión del instinto de
"*pr".ur=e
pulso'de po, .i, transformándose primero en agresión v muerte liberado, ya no se podría comprender cómo pueden adquirir
i¡dependencia las estructures estables. La misma Bennedeck dice quc
iuego en una tendencia destructiva.! s¿ debe reconocer lo estructutado y fijo como algo hostil a la vida s6lo
euando predomina, inhit¡iendo los procesos vitalcs.
r Cuando más integrado está el yo mejor soporta los cstados (1" "Si los procesos de estructuración equivalen a1 instinto dc muerte
y si, además y según la hipótesis de 1a Bennedeck, la angustia corres-
tensián intcrna. si e;tá debilitado ie hace hipersensible y reaccionr ponde a la percepción interior del predomioio de esta consolidación,
con angustia ante pequeños estímulos. Rof Carballo dice: "La angur to cual significa una muerte progresiva, en la infancia y en la juven-
tia coriorat pri".nt. siempre en relación con u¡a- §úbita desorgt tud no deberia existir, por lo tanto, ninguna angustia y por el con-
nización de ".las funciones a nivel de los certro§ diencefálicos' pot trario ésta debería manifestarse agudafirente en las edades muy
eiemDlo. en enfcrmos con edemas de la fosa posterior o de la prtt rvanzadas,
tuheiancia. en tos traumatizados y operados de cráneo " "Pero ocurre precisamente todo lo contrario: la fr¡ncióo de la
l "Los defenso¡cs de la hipótesis del instinto de mue¡te intentntt
reiteradáñente basarla en los procesos catat¡ólicos fisiológicos, pero en angustia se pone de nranifiesto justañente en la edad del {loreci-
ningún lado se encuentra un conc.pto aplicablc. Por encarar cl pro l miento sexual (actuando como un condicionante de la inhibición de
l¡lema dcsdc un punto de vista clínico, con el apÓrte de argumento' ,.
sus fuflciones). Según la hipótesis de Benncdeck esta angustia debería
fisiológicos seduciores a primera vi§ta, ñerece ser citado un trat'ojrt hallarsc también en una persona satisfecha que no escapa al mismo
proceso catabólico que sufre la insatisfecha." (Re;cá.)
de Tñerese Bennedeck, quien <tice quc cicrtos groccsos que sc d'i
:,
¡t
I
A. TALLAFERRO
5 CT]RSO tsÁSICO DE PSICOANÁI,IsIS 2t7
2r6
exterior) y ansiedad, la que representa la básica y pri- tiva persona -> mundo exterior dentro de la persona,
mitiva fuga narcisistica desde el displacentelo mundo que luego se convierte en la realidad psíquica constituida
exterior hacia adentro del yo, La emisión y retracción pcrr la antitesis interior': yo dest'o-yo tt'mo.
de los pseudopodios en los seres unicelulares, es mucho Sienrpre es Ia angustia, por consiguiente, y según
más sencilla que una simple analogía de Ia "emisión" y sostiene Reich, lzr plimera y única expresión posible de
"retracción" de la libido. El displacer que se percibc una tensitin interior, siendo indiferente el hecho de que
en el mundo extelior determina, ante todo, la retracción sea generada por una dificultad del progreso hacia la
de la libido o la huida temérosa hacia el "interior" (hui- enlotivida«l o rle la satisfacción de las necesidades, pro-
da narcisística). La tensión displacentera de las nece- venientes del extelior, o bien pot'una huida de las cate-
sidades que tratan de obtener satisfacción, determina xis energéticas hacia el interior del organismo. En el
cvidentemente el acercamiento aI mundo, primer caso se trata de una angustia por estancamien-
"Si el mundo exterior Reich- sóIo confi- to; en el segundo de una angustia real, produciéndose
-expresa
riese placeres y satisfacciones no existiría el fenómeno también en este caso un estancamiento, y con ello una
llanrado angustia", pero como el mundo es origen de angustia. L¿r consecuencia de totlo es que ambas formas
estÍnrulos displacenteros y peligrosos, la tendencia de de ¿ngustia (la de estancamiento y la real) pueden re-
la libido objetal debe tener una antitesis que consiste en rlucirse a un solo fenót¡eno fundamental, que es el es-
la tendencia narcisística hacia adentro, que es la angus- tancar:riento central de las catexis de energía, con la
tia. El acercamiento libidinoso al mundo exterior y la diferencia de que la angustia por estancamiento es una
huida narcisística del mismo sólo son expresiones de una explesión inmediata, mientras que la angustia real no
función nruy primitiva, que existe sin excepción en todos es, en un principio, más que una expectación de peligro
los organismos vivientes. EI ejemplo más típico es el y posteriormente se transforma en angustia afectiva
de la anémona de mar (véase pág. 248), pero también cuando produce un estancamiento en el sistema nervioso
en el ser unicelular se exterioriza por medio de dos co- vegetativo por la huida de las catexis hacia el interior.
rrientes plasmáticas, una centrípeta y otra centrífuga, En el honlbre una sobrecarga del ello provoca una
que según los estudios llevados a cabo por Weber corres- sensación an,{ustiosa, pero Ia angustia también puede
ponderian: las sensaciones displacenteras a una corriente ser la expresirin de la sucesión de un movituiento o ten-
plasmática centrípeta y las placenteras a una centrífuga, clencia hácia el exterior y otro hacia el interior: cuando
alEo semejante a lo afirmado por Krauss y Zondek. cl sujeto quiere y no quiere una cosa' cuando no ¡'ruede
,:legir: entre caramelos o cigarrillos, cuando no acierta a
El palidecer por un susto, el temblar por el miedo y Iuchar contra una situación dada que lo traumatiza afec-
la sensación de frío, corresponden a una huida de las tivamente, ni se decide tampoco a terminar con ella.
catexis desde la periferia corporal hacia el interior, de-
terminada por una contracción de los vasos sanguíneos Flsc vaivén tlel impulso hacia el mundo y la huida hacia
periféricos, acompañada por una dilatación del sistema sí rnismo produce la vivencia angustiosa' Esto se com-
probó en éxperiencias de reflej<ls condicionados realiza'
vascular central, lo cual provoca la angustía por estan- ,las ctn petros. Se les presentaba url dibujo oval y al
cantiento.
mismo tiempo recibían un estimulo eléctrico doloroso,
La turgencia del tejido dérmico periférico, el rubor Luego se lei ntostraba una circunferencia y se les ofre-
de la piel y Ia sensación de calor durante la excitación cía'álimento. Cuando después de varias experiencias
sexual placentera son precisamente la contraparte y co- los perros veían el óvalo, eicapaban; pero se acercaban
rresponden a una corriente de la catexis de energía traiquilos a comer si aparecía Ia circunferencia. Pos-
fisiológica demostradas con el aumento del tono del terioi'mente se fue modiÍicando la forma del óvalo, ha-
parasimpático; como físicas en el sentido centro-peri- cién<lolo cada vez más redondo, hasta que por fin el
feria del cuerpo-mundo. perro ya no podía diferenciar si se trataba de una cir-
La primera antítesis, excitación sexual <- angustia, i'unferóncia ú óvalo. No sabia si lo que sobrevendría
no es más que el reflejo psíquico de la antítesis primi- scria placentero o doloroso. Y el no saber cómo actua¡'
-T
218 A. TALI.AFERRO
i
7
I
Y
A. TALLAFERRO (]t.RSo BASICO Dr] PSICOANAI-ISIS 221
220
Al iniciar sus estudios Freud se interesó principal- idea o un fin, en aras del cual la persona actúa; deter-
mente por los síntomas neuróticos, pero a medida que, minación que convencionalmente se acepta como la base
merced a Ia práctica diaria, fueron aumentando sus del valor. En todos estos casos la conducta es superfi-
conocimientos, vio con mayor claridad que un síntoma cialmente Ia misma, pese a las diferencias que puedan
neurótico puede interpretarse mucho mejor como existir en las motivaciones profundas (Fromm),
Io señaló W. Reich e¡ Anúlisis tleL caró<:ter, -tal
en 1g33-, La secuencia cronológica de los conceptos psicoanalí-
comprendiendo Ia estructura del carácter en el que el ticos referentes al carácter es la siguiente:
síntoma se desarrollaba. Por esta razón la estructura Freud fue el prin-rero en estudiar en el año 1908, en
y la función del carácter desplazó en cierto momento El cat'áctet' U el erctisttlo anal, los instintos parciales
al síntoma como objeto principal de Ia teoría y la tera- anales, considelados como el sttl¡strutttt¡¿ de ios rasgos
¡réutica psicoanalitica. caracterológicos posteriores, tales como son la avaricia,
El primer descubrimiento de Freud según el cual cier- el orden y la pedantería. Luego en el año 1919 Ernest
tas particularidades del carácter pueden explicarse his- .lotres y en L924 Karl Abraham hicieron una reducción
tóricarnente por la persistencia de tendencias instintivas de los rasgos caracterológicos a su base instintiva. Dije-
primitivas, modificadas por la influencia del ambiente, ron, por ejemplo, que la envidia y Ia ambición derivan
abrió nuevos caminos para la comprensión de estos de inrpulsos comespondientes a la ctapa tLrctral. Pero
problemas.l con esto sólo se explican las bases instintivas de tipos
Para poder apreciar el concepto dinámico del carác- aislados y diversos de carácter.
ter, es de utilidad establecer una comparación entre los En á¡¿¿íIisis tlcl caráct<,r, Reich trató de comprender
r'asEos de conducta y los de carácter. Se consideran t,l carácter desde un punto de vista histórico y dinámico-
rasgos de conducta aquellas acciones observables por cconónrico, considerándolo como una forniación total y
otra persona. Por ejemplo, el ser valiente puede.defi- general. Su concepto básico es que la entidad funda-
nirse como la conducta dirigida a lograr una meta pre- luental en el car'ácter no es el rasgo único, sino la orga-
establecida sin que sea impedimento para ello el arries- nización total del mismo, de la cual deriva una can-
gar la propia conrodidad, Ia libertad o la vida, EI aho- tidad de rasfdos de carácter. Estos, a su vez, deben
n'o potlría definirse como una conducta encaminada a interpretalse como un síndrome que resulta de una or-
economizar dinelo u otros objetos materiales. Pero si Aanización particular', o sea la orientación del carácter
investigamos las motivaciones las in- hacia una finalidad.
-particularmente
c.6¡:i¿i6¡ls5- de tal o cual rasgo de conducta. hallamos Fromm define al carácter colrro la forma
que el mismo encierra numerosas y diferentes connota- rrrcnte permanente- en que la energía humana -relativa-
es cana-
ciones caracterológicas. Una conducta "valiente" puede tizada en los procesos de asinrilación y socialización.
estar motivada por la ambición, de manera que la per- .Iaspers, por su palte, dice: "El carácter es, con sus
sona llega a arriesEar la vida en ciertas situaciones con nrotivos históricos dados, el producirse del hombre en
el fin de satisfacer su necesidad de ser admirada. Puede cl tiempo y no sóIo la acuñación de un s¿'r' así definitivo
también estar engendrada por impulsos suicidas que lo cn el transcurso del tiempo." "El carácter ha di-
inducen a buscar en el peligro o incons- r'h6- s5 tan sólo evidente en la biografía -se que abarca
giq¡fsm¿¡f,s- una forma de lograr -consciente
su deseo; puede r,l curso de una vida, con sus posibilidades y decisiones."
estar determinada por una falta de imaginación que I'l¿rnteado de este modo, ya no tiene importancia el
hace que actúe valientemente tan sólo porque no se da t ontenido o la peculiaridad de un rasgo caracterológico
cuenta cabal del peligro que lo acecha. Pero también irislado.l
puede estar motivada por una genuina devoción a una
I Con elementos aislados no puede construirse un proceso anímico.
r Fromm ha dicho que Freud desa¡rolló una teoría del ca¡ácter Lo tipico es un fenómeno en el campo de 1o viviente; pero lo vivientc
quc no sólo es la primera sino la más consistente y penetrante al ilo está compuesto de elemedtos, como la materia está integrada por
definirlo como un gistema de impulsos subyacef,tes a la conducta r¡rolúculas, sino que es el efecto de muchas funciones. Si desaparece
pcro no idénticos a ella. lrr función. se modifica la totalidad. En otras palabras: los procesos
i
A. TALI-AFT,RRO (;t RSO tsÁSICO DE PSICOAN;\I-ISIS
223
Reich no asigna importancia a un rasf{o aislado del puede afirmar que el ambiente jarnás es el mísmo para
carácter, pues estima que lo valedero y significativo es dos individuos, pues la diferencia en ia constitución los
la forma general de actuar y la génesis de tipo reaccio- hace enfrentarse con el árnbito en que viven de una ma-
nal calacte¡ístico como un todo. Se llega con esto al nera rnás o menos diferellte, Es lo que ocutre con per-
planteo básico que consiste en tratar de conlpr'ender la sonas que en una misma familia soportan en el hogar
manera de percibir una vivencia y producir un síntoma. una situación dada, estímulo que vivirán de manera
La forma más acertada de encarario Reich- totalmente diferente, según el temperamento que cada
-dicho
estriba en explicar lo que se denomina un rasgo funda- uno de los integrantes de esa familia tenga. En un
mental de una personalidad.l ambiente que aparentemente es igual para todos, cada
En el lenguaje popular se clasifica a las personas rrno tendrá un tipo de reacción que será el que confi-
como duras, blandas, orgullosas, que se autoestiman o gurará su car'ácter.
autodisminuyen; frias, cálidas, impulsivas, etc. Bl aná- El psiconálisis clasifica los caracteres como pasivo-
lisis profundo de estos rasgos puede mostrar que sólo femenino, histér'ico, obsesivo, fálico-narcisista y otros,
se trata de diversas formas de un acorazamiento del yo revelando con esto que ha comprendido la existeneia de
contra peligros del mundo exterior y frente a las exi- diversos tipos reactivos, ya que ios diferencia. Pero lo
gencias instintivas del cllo. Así Ia excesiva cortesía en- que más interesó a Reich fue el elemento constitutivo
cubre muchas veces una cantidad de angustia no menor común denominado "forlnación del carácter", y también
que una reacción brusca y a veces brutal. Ambas son las condiciones fundamentales que conducen a una dife-
reacciones en distinto sentido, tendientes a superar un renciación tan típica.
estado de angustia,
Genéticamente la formación del carácter individual se
determina por el impacto de las experiencias vitales ESTRUCTURACIÓN DEL CARÁCTER
las derivadas de la cultura- sobre el temperamento.-y Se
Para comprender el motivo que determina la forma-
aninricos, como todos los vitales, no son meras conexiones aditivas dc ción del car'ácter es necesario recordar algunas propie-
componentes aislados, sirro que son productos de la actuación con dades de toda reacción caracterológica. El carácter es
junta de muchas funcionest y coru en todo organismo. tamtién en una modificación crónica del yo, que puede denominarse
la vida anímica todo se halla en íntima conexión con todo, hecho endurecinienlio, en eI sentido de que es una protección
que no se puede percibir tampoco ni aun en las sensaciones que antes
se consideraban como fenómcnos psiquicos sumamente simples y por contra peligros internos y externos. Por el hecho de ser
rsto más "elementales" (Roñraf/rer).
rPara evitar la confusión que prevalece en cuanto a los términos
una proteeción crónica Reich cree que es correcto tam-
t¿ñp(ramento, carácter y pcrsonalidad, hay que difert'rrciar a cada
bién denominarTa coraza 1, pero con la salvedad de que
uno de éstos: cl lemperañento se refiere al modo de rrrrc'ión y es no es totalnlente rígida e impermeable, sino que está
álgo constitucional e inmodificable; el carácler se forma por las atenuada por linritaciones no pertenecientes al carácter,
exprriencias de la persona y en especial pot las de su infancia y es es decir, relaciones atípicas con el mundo exterior.
modificable Éasta cierto punto por nucvas experiencias. lJna ¡rersona El nombre de coro.¿a «racterológtc@ responde al hecho
dc temperamento colérico reaccionará siempre en forma rápida y fuer-
tc, pero aquello ante Io cual reacciona depende de su ca¡ácter: si es de ser constante y mantenerse siempre en la misma for-
una p(rsona productiva, justiciera y amadtr reaccionará cuando ame, ma. Frente a una situación determinada el carácter va
cuán(lo la irrite una injusticia o cuando la impresione una nueva idea. a tener siempre el mismo modo de reacción, consideran-
Las experiencias adquiridas constituyen lo caracterológico, rasgos
peculiarcs quc Io hacen ser é1. La diferencia cntre las cualidades here- do, lógicamente, el caso de un carácter puro, hecho que
datlas y las adqt¡iridas equivale a la existente entrc terr¡peramento, en general no se da sino que toma formas mixtas que
dotrs y cualida<les psíquicas constitucionales, por una I)artr, y el ca- hacen que muchas veces se reaccione de una manera
ráctcr por Ia otrá. Lás diferencias de temperamento rro ticncn signifi_
cado ético p¡966- pero las existentes en el car ácter cons- disinta frente a un mismo estímulo. Pero lo que debe
-¡li¿¿
tituyen el verdadero problema de la ética; son Ia exprcsión del grado
en que un individuo ha tenido éxito en cl logro del artc dc vivir 1 f{ernrann lfesse en su novela Peter Camenzind dice: "El hombre
Por personalidad se entiende la totalidad de las cuali<tadcs psiqtticc§ sc ha diferenciado del resto de ta naturaleza fror una capa de mentiras
hrrrdadas ltemp.ramento) y adquiridas (ca¡ácter). y de falsedades que lo cutrre y le protcgc."
'1
{
I
I
A. TALLAFERRO
5
221 CURSO BASICO DE PSICOANÁLISIS 225
considerarse es la existencia de un tono fundamental y un amplio contacto entre lo inte¡no y lo externo. Esta
algunos otros rasgos caracterológicos secu¡darios, y. ln es una msnifest¿ción neta de los ea¡acteres afectivos
reácción se produce usualmente sobre la base del tiprr bloqueados. Son "tibios" frente a todas las situaciones.
de caráeter que predomina, aun cuando algunas veco' Tibios en la alegrla, en la agtesión, en el amor y en el
puede encontiarse modificado en la respuesta final, por duelo.
ia interacción de ot¡os rasgos caracterológicos que si Esto es lo que permite hace¡ una diferenciación entre
multáneamente se movilizan. el sujeto normal y aquel que tiene un carácter neuró-
La corqza caracterológic¿ es el elemento que se intcr' tico. Este último es el que, en el lenguaje popular, es
pone entre el mundo exterior y el interior, de modo qur' definido como "tipo duro" o "ttlo", expresión esta última
ia estructura puede ser conceptuada semejante a lrr que tiene mucha justeza, ya que los individuos "duros".
membrana celular. Pero, a diferencia de ésta, no tltt angustiados, padecen tambiéu una vasoconstricción peri-
completa, sino que puede considerársela, hipotéticamen" férica.
te, éomo'ocurre en algunos rizopodarios y radiolarios, La armnd:uro coraaterológiro ea el resultado del cn-
con orificios o hendiduras, a través de las cuales sr' cuentro c¡ónico entre las exigencias instintivas y el
efectúa un contacto natural, no modificado por el ctt mundo exte¡ior frustrador. "Toda vida se realiza como
rácter en sí. codeterminación de un mundo interio¡ y de un mundo
Para seguir con la similitud física puede decirse qu¡' circundante" (Von Ueaküll).
esta coraza caracterológico no es rígida sino que tienr' EI lugar donde se forma esta coraat cora,cterológica
flexibilidad, factor que precisamente es el que permitr es aquella parte de la personalidad que se encuentra cu
hacer una diferencia entre carácter normal y neuróticrr el límite entre lo instintivo bio-psicológico y el ambiente,
El grado de flexibilidad o labilidad guarda una relaciórr es decir, el 3ro. El comienzo de la fo¡mación definitivs
proporcional directa con la salud mental del individuo' del carácter, según Reich, se origina en el conflicto
hn-un sujeto normal su carácter va a estar regido tanr entre los deseos incestuosos y la negativa real de la
bien por ól principio del placer y la realidad, y así comrr satisfacción, a punto tal que se considera que la for-
Ia púpila dél ojo se contrae cuando recibe un estímukr mación del carácter comienza como una determinada
luminóso muy intenso, realizando un acto de mecánie¡r forma del renunciamiento del complejo de Edipo,
defensiva, del mismo modo esos elementos que Permitt'rl La parte eomún o general del desa¡rollo del carácter
un contacto directo de la parte emocional con el muntlr seguiría teóricamente los siguientes pasos: en primera
exterior. nuestos frente a una situación displacentern, instancia una situación edfpica frente a un rehusamien-
,rn a .ár'.upaces de defenderse retrayéndose para tlis to real; es decir, deseos genitales extraordinariamente
minuir el contacto con lo desagradable, pero en cambio, intensos y un go relativamente débil que se protege por
frente a una situación que no es peligrosa y que exigt' temor al castigo, rnovilizando el mecanismo defensivo de
un gran contacto con el mundo exterior, aumentará sttr la represión. Est¿ lleva al estanc¿miento de la pulsión,
facilidades para que lo interno se ponga di¡ectamentr lo cual ameDaza el éxito de la represión simple, por uD¡I
en contacto, y en una relación lo más amplia posiblr', irrupción de ese mismo instinto reprimido. Este temor
sin la interpósición de contactos srtsfifrrliuos, como (':r a la irrupción tiene como consecuencia una modifica-
típico en el carácter neurótico. ción del Uoi por ejemplo, desa¡rollar cie¡tas actitudes
En cambio un carácter neurótico mantendrá las rclu con las cusles se trat¿ de evitar angustiosamente algo
ciones entre el mundo interno y el externo dentro de utr y que puede percibirse como una actitud de aprensión,
margen de gran rigidez. Es decir, tendrá muy po-ca ltr "vergonzosa" o de una cierta "timidez". Esto todavla
bilidád, y por
-serálo tánto, frente a una situación displu no es caracte¡ológico sino tan sólo un esbozo. La ver-
centera áo capaz de contraerse totalmente, como Lr güenza o la timidez son por u¡¡8 parte una limitación
hace la tortuga, que frente al peligro desaparece pot del yo, pero al mismo tiempo representa un robusteci-
completo dentro de su caparazón, y por el contrario antt' miento del mismo, pues poDe de manifiesto una protec-
una- situación placentera no podrá tampoco establect'r ción contra situaciones en las cuales se podría produ-
Y
226 A. TALLATERRO cuRso BÁslco DE PsIcoANÁLIsIs 221
I
i
I
T
A. TALI-AFERRO CURSO BÁSICO DE PSICOANÁLISIS 229
228
plementa este concepto diciendo que efectivamente el EI choque entre el ello y el ambiente, que coarta o
complejo se demumba, pero reaparece de nuevo con otras inhibe totalmente la satisfacción de la libido, tanto como
formas de reacciones caracterológicas, las cuales son, en la angustia que es generada por dicho choque, provo-
síntesis, una continuación deformad¿ de sus rasgos fun' can en el aparato anímico una reacción por la cual se
procede a la organización autoplástica de un aparato
damentales y formaciones reactivas contta sus elementos protector que coloca entre sí mismo y el mundo exterior.
básicos. Precisamente por eso la expresión "carácter" abarca no
La formaeión del carácter no depende sólo del hecho
de que existen algunos instintos que se frustran crean- sólol 19) la forma aparte de esa instancia, sino tam-
do ún conflicto, sino que está también relacionada con bién la suma de todas las reacciones psíquicas y espe-
la naturaleza misma de este conflicto. El momento en cíficas para una determinada personalidad, y a las cua-
que el mismo se presentó y cuáles fueron los-impulsos les recurre el yo. EI carácter es, pues, un factor con-
rirotivantes, juegan un papel importante en la formación dicionado dinámicamente, en lo esencial, y que se pone
caracterológica. Enumeraremos algunas de las causas de manifiesto en una forma característica y: 29) en el
actuantes: modo especial en que el individuo se manifiesta, se mue-
ve, en su manera de experimentar situaciones, de reac-
1) Momento en que se produce la frustración; cionar frente a ellas, en la forma en que ama, siente
2) Magnitud e intensidad de la misma; celos, conduce su vida, en sus necesidades y el anhelo
3) Naturaleza de los impulsos contra los cuales se que le es propio, en los objetivos que se propone, en la
dirigió la frustración central; forma en que concibe sus ideales, en los valores que 1o
4f Concesiones que se hicieron entre la aceptación atraen, en lo que hace y produce y en el modo como
v' la frustración: actúa, según el concepto de K. Jaspers.
5) Sexo de la'principal persona frustradora; y El carácter está integrado por elementos del mundo
6) Contradiccioñes de las frustraciones entre sí. exterior, como son las prohibiciones de los instintos cen-
surados y las identificaciones de diferentes categorías
y calidades, A raiz de esto Reich considera que los con-
LA FUNCIóN ECONÓMICA LIBIDINOSA tenidos d,e \a armadura caracterológica son de origen
DEL CARACTER externo, social. Se debe aclarar, para comprender bien
csto, que la protección contra el mundo exterior fue la
Según W. Reich, el estudio de la función dinámica v motivación básica de la formación del earácter, sin que
eI siánificado de las reacciones del carácter evidencian esto continúe siendo, más adelante, su función funda-
que Zste es, esencialmente,.un me-canismo-de protección mental.
narcisística, que en sus comienzos fue creado para actuar El hombre civilizado tiene una gama casi infinita de
como aparato de protección contra los peligros externos' recursos a su disposición para defenderse contra los
A continuación de la teoría de Lamarck, las investi- pcligros reales del mundo exterior: como son las ins-
gaciones de Freud y en especial las de Ferenczi, permi- tituciones sociales que lo protegen debidaménte. Pero
siendo un organismo altamente desarrollado, también
iieron diferenciar en el aspecto anímico una adaptación tiene a su disposición el aparato muscular que le per-
aloplástica y otra autopláitica. En la primera, con la
finátidad de- seguir subsistiendo, el organismo modifica rnite huir o luchar contra esos peligros, y también un
el mundo exterior, por medio de la civilización y la téc- intelecto que le permite prever los mismos y evitar caer
nica, y en la segunda la misma finalidad- el t'n ellos. El mecanismo típico de protección de1 carác-
organiimo se modifica -con
a sí mismo para poder conti- tcr entra en acción cuando un peligro interior, repre-
sentado por un impulso instintivo, resulta amenazante.
nuár existiendo. Así cabe considerar que el carácter es [,ls entonces tarea del carácter elaborar o evitar la "an-
una formación autoplástica, determinada por las ex-
citaciones perturbadóras y displacenteras del mundo ¡lustia de estasis" causada por la energía de los im-
exterior. ¡rulsos a los que se ha negado el acceso a la expresión.
{
ü
T
I
I
-q
A. CURSO BÁSICO DE PSICOANÁLISIS 2El
23t) TALLAFERRO
camente el mismo valor, ya que también disminuye h necesatiamente una aceptación total de los patrones am-
tensión del ello. bientales, sino tan sólo una percepción sensitiva de ellos
La energia instintiva es utilizada en eI proceso dc y un reconocimiento de su significado social (Jonesl.
conectar y conglomerar los contenidos del caráctert como Hay que destacar especialmente el hecho de que-la
son las identificaciones y las formaciones reactivas. En caraclerólogía, como toda ciencia, tiene que renunciar
el bloqueo afectivo de muchos caracteres obsesivos, por a valoraciones, porque cuando valora ha de indicar exac-
ejemplo, es principalmente eI sadismo el que se con- tamente el punto de vista desde el que lo hace, de suerte
sume en la formación y el mantenimiento de Ia barrere que la palabra carácter nunca puede tener--aquí el valor
existente entre el ello y el mundo exterior; en la cor. éiico qúe aún posee en el lenguaje de uso-diarjo. Cuando
tesia exagerada y la pasividad de muchos caracteres, de en lai investigaciones psicológicas se habla de carácter
tipo pasivo-femenino, lo que se elabora es homosexua- no se hace ¡elferencia a lo que el hombre de la calle
lidad anal. llama "tener carácter". En el uso científico del len-
guaje, carácter es siempre la peculiaridad anímica del
hombre individual; todo hombre tiene un carácter pues
CARACTER NORMAL Y PATOLóGICO todo sujeto es, desde el punto de vista psíquico, algo
peculiai y único. La caracterología en el sentido ético
Tarea difícil es, después de realizada esta exposición és sóIo uri rasgo de peculiaridad, psíquica y, por 1o tanto,
sumaria de Ia forma en que se elabora el carácter y del del carácter del hombre correspondiente.
mecanismo de su acción, encarar la definición de Io que Varios psicoanalistas' entre ellos Freud, Glover y
se entiende por carácter norm¿l y por carácter pato- Reich, han definido a la persona normal teórica de la
lógico. siguiente manera: ser 'rtuad'uro, libre ile sí¡rúolras, sir¿
Estadísticamente se podría tomar como normal a un algu.etiae, sin conflictoe mentalea, que tiene uno, satis'
ser que razona de una manera acorde con los patrones faátoria capacidad. de trabaio a es eapaz de amor a al'
de influenci¿ del ambiente, es decir, a los promedios guien que no ee él miamo, ea decir, que llcta tttru uida
humanos de disciplina, gustos y moral. serttal normal, con potencia orgó,stica completa,
El carácter tiene un papel muy importante en el aná- Pero los elementos que se han mencionado hasta ahora
lisis didáctico y terapéutico y se lo tiene muy en cuenta rro bastan para enunciar plenamente las definiciones del
en este último, lo cual ha llevado a los psicoanalistas a carácter normal y neurótico. Por eso, con el fin de haeer
preocuparse por definir el ea¡ácter normal y el patoló- más claro y didáctico el concepto de normalidad, con-
gico. EI conocimiento del carácter permite enfocar la
conducta de los individuos, no con las evaluaciones esti-
viene describir primero, tomando la definición clásica
mativas o condenatorias de la psicología clásica, sino de Reich, los trés tipos de caracteres neuróticos que,él
con un sentido de profuntla comprensión médica, análogo
ha estudiado, para tomar luego lo que podría conside-
al usado para el manejo de los síntomas orgánicos. ratse carácter nortnal ideol. Finalmente, como contra-
parte, una síntesis de esos tres caracteres neuróticos que
Varias tentativas se han hecho por defini¡ la norma- ha estudiado Reich, para hacer las diferencias.t
lidad desde un punto de vista psicológico dinámico, y
todas ellas han caido en dos grandes grupos: aquel que t Con re¡pccto at cqráctcr neur6tico corresponde haccr una aclara-
la hace depender del cri,terio de felictd.ail, considerando ci6n en cuanto al conc.pto dc 6te tipo que hacen difercnciadamentc
como felicidad no sólo al plaeer sino a una combinación Alc¡ander y Rcich. El primcro d.fine a la3 personas con carácter
ncurótico, diciendo que ton aquellar quc tienen escasog síntomas clí-
de goce, con autosatisfacción, y el otro Brupo, que con- nicor, pero en la¡ cuale¡, por cl contrario, todoa los impulsos incons-
cibe que la normalidad depende de la ad.aptacién a la ciento ron cxproador y vividos en el mundo erterior. como un v.r-
realídad., entendiendo por realidad sólo la psicológica, dadcro "acting-out" y no clperú ¡rcr ello un ca3tigo de la sociedad
.ino que, por cl contrario, ellos mismo¡ se imponen la pena. Esto
que a su vez no es más que un contacto afectivo con los pemite decir qu. cristc una marcada temejanza entre el carácter neu-
objetos que componen el ambiente del sujeto, pero con- rótico dc Alctandcr y la pcruonrlidad psicopática dc Schneide¡. Par¡
siderando. además, que tales contactos no implican cl primero, el carÁcter neurótico ¡ería tan s6lo uno de los tipos des-
234 A. TALLAFERRO cuRso BÁslco DE PsIcoANÁLIsIS 235
i
iI
¡
23(i A. TALLAFERRO CURSO BASICO DE PSICOANÁLISIS 237
En la claslficación de Kretschmer el fálico-narcis Ístict¡ a la agtesión libre, propia de los representante§ menos
c-orresponde predominantemente al biotipo attéticrr. sá neuróticos de este tipo.
da con menor frecuencia en el asténico y sólo espárel En los hombres de carácter fálico-narcisista, la poten-
-relacionesa la orgástic¿,-está -muy
dicamente en el pícnico. cia eréctil, en oposición q9s-
Los -rasgos faciales presentan con frecuencia surco.s arrollada,'y las con el sexo femenino están,
marcados_ y masculinos, expresiones duras, pese a que, por lo genéral, perturbadas por el natural menosprecio
a despecho de sus hábitoJ atléticos, en müchos easoó áue sienten hacia la mujer, a pesar de lo cual los repre'
muestran rasgos femeninos y otros tienen ,,cara de séntantes de este tipo ion précisamente preferidos por
bebe".
La conducta corriente del fálico-narcisista nunca es
ñ -uj¿;, y" qoe tidnen en áu aspecto formal rasgos de
masculinidad acentuados.
ras-trera, como puede ser Ia del histérico, o la vacilante El carácter fálico-narcisista se encuentra con mucha
y desconfiada del obsesivo, sino que, por el contrario, frecuencia también entre las muje¡es' caracterizándose
es prepotente y burlonamente agresiva. En la vids dia- las formas más neurótica§'por fue¡tes rasgos de homo-
ria, est¿s personas suelen prevenir el ataque que espe- sexualidad activa; en cambio las formas menos neuró-
ran mediante un contrataque anticipado, exteriorizarido ii"". .á caracterizan por un¿ fuerte seguridad en sí
la agresividad de su condu¿ta no tañto por lo que dicen ,rri"-u., basada en su- iuerza !í-sic-a,- o más corriente-
sino por el tono con que Io expresan. Las personas no belleza o la capacidad intelectual.
agresivas perciben a los caracteres fálico-narcisísticos -""té é" su
Existen diferencias cualitativas entre el carácter neu-
c-on una especial sensibilidad, como agresivos, provoca- rótico v el maduro o genital' con§iderados en su forma
dores y "espinosos", Los fálico-narcisisticos bien mani- ieórióa, pues en la viáa diaria no se encuentran tipos
fiestos, tienden a obtener posiciones respetables, sopor- .á"""t"r6tOgicos puros sino formas intermedias mixtas
tando mal una situación de miembros subo¡dinadoi en con predomlnio de uno u otro tipo.
Ia masa social, salvo gue puedan compensar la subordi- De acuerdo con Reich cada uno de estos car¿cteres
nación por una actitud de dominio, como ocurre, por tiene sus formas propias de actuar en el campo del pen-
ejemplo, en las organizaciones jerárquicas. Estos suje- samiento, del trabajo y de la sexualidad.
tos reaccionan frente a cualquier lesión a su vanidád,
ya sea con un firme bloqueo, con un profundo mal En el modo de pmsar
humor o una intensa agresión,
En oposición a estos rasgos, su narcisismo se pone de En el caráctet normal o maduro, el pensamiento toma
manifiesto en forma de una acentuada seguridad en sí su orientación de hechos y procesos objetivos, diferen'
mismos, arrogancia y dignidad y no en forma infantil, ciando plenamente lo esencial de lo no esencial. Trata
a pesar de que los fundamentos de su ser no son de tipo de desc-ubrir y eliminar lo irracional y las ¡erturba-
menos infantil que en los otros ca¡acteres. ciones emocioñales que puedan oscurecerlo. Es-, en su
Pese a su permanente disposición hacia sí mismos, naturaleza, funcional y áctúa con sentido Práctico, aun
presentan con frecuencia fuertes conexiones con objetos cuando no es mecanicilta ni místico. Sus juicios son el
del ambiente. En este sentido se acercan mucho al ca- resultado de un proceso de pensamiento; el pensamiento
rácter normal o maduro; pero se diferencian del mismo racional es así atcesible enlllos a los argumentos verí-
por una mayor influenciabilidad frente a motivos irra- dicos, pues opera pobremente, sin contraargumentos
cionales (Reichl. reales.
Una de las características más importantes de su vida En el carácter neurótico el pensamiento también trata
g_s la v-alentía agresiva, en oposición a la circunspección de támar su orientación de lós hechos y procesos obje-
llena de irresolución del carácter obsesivo, o la huida tivos. Pero puesto que en la plofundidad del penss-
frente a situaciones de peligro del carácte¡'histérico, miento raciorial, y entrelazado con el mismo, opera' un
Sus actividades socialés son marcadas, impulsivas, estasis sexual órónico, toma su o¡ientación al mismo
enérgicas, exalt¿das y generalmente produclivaj graciaé tiempo, del principio de evita¡ el displacer, y todo aque-
240 A. TALLAFERRO cuRso BAsIco DE PsICoANÁLlsls 241
llo que entre en conflicto con su sistema de pensamient,o El hombre normal es fácilmente reconocible por el
es evitado de dive¡sas maneras, pensando de tal morkr buen contacto que tiene con las criaturas sanas. y el
que el objetivo racional llega a ser para ellos diffctl hecho de aceptar que los intereses de los niños y ado-
de lograr. lescentes son también en su mayoría sexuales y que las
exigencias que resultan de estos hechos biológicos deben
Dn lo actuación ser cumplidas; esta actitud es en ellos totalmente espon-
tánea, aun cuando exista un conocimiento correspon-
En el caráctet normal, el motivo de la actuación y lor diente adicional.
fines están en armonía; los motivos y las metas tiennrr El carácter neurótico, por el contrario, sufre siempre
un fin
social ¡acional. Lrastornos y angustias antes, durante o después del acto
Los motivos y propósitos sobre la base de su naturt sexual, lo cual lleva a un estasis libidinoso permanente,
leza biológica primaria, se esfuerzan por una mejo¡ía do Vive en una resignación sexual o se entrega secreta-
vida de sí mismos y de los demás, que es lo que se deno- mente a actividades perversas. Es indiferente o aun
mina "mejoramiento social". capaz de reaccionar con cierta medida de odio frente
En el carácter neurótico la capacidad de acción ¡n a la felicidad que sienten los demás en el amor. Reac-
reduce con regularidad, porque los motivos carecen do ciona en algunos casos con ansiedad y en otros con
afecto o son contradictorios entre sí. Puesto que el ca' odio, sobre todo cuando llega a estar en contacto con el
rácter neurótico generalmente ha reprimido bien ¡r¡ problema sexual (Reicá).
irracionalidad, tiene que luchar constantemente contr¡¡
ella, y esto es precisamente lo que reduce su habilidr¡rl En el trabajo
para actuar, temiendo destacarse en cualquier actividarl
porque nunca está seg:uro de poder controlar sus im. El sujeto de carácter normal o maduro sigue el des-
pulsos patológicos o sádicos. Por lo general, sufren nl arrollo del trabajo de un modo activo. El proceso de la
comprobar el hecho de que están inhibidos en su acturr actividad lo deja librado a su propio destino y logta
ción vital, sin llegar por ello a sentir envidia frente n resultados sin ningún esfuerzo especial, pues son con-
los individuos normales. secuencias espontáneas del proceso de labor. Este pro-
Su línea de pensamiento podría sintetizarse así: "IIo ducto es una característica esencial de la alegría bioló-
tenido mala suerte en la vida y mis hijos deben llegar
gica en el trabajo, pues en el carácter normal éste es
a alcanzar una existencia mejor." Esta posición es ln una sublimación de tendencias y por lo tanto plenamente
que lo convierte en un espectador simpatizante, aun placentero. Esta aleg¡ía provoca en el sujeto un entu-
cuando sea estéril, del progreso, al que no impide, per<r siasmo que es, a la vez, el que 1o hace ser guía de la
tampoco ayuda para n,ada (Beich). actividad de los demás con su ejemplo, pese a que no
hace ostentación ni del producto ni de los métodos de
su trabajo.
En ln aeruali.d.ad, 'El carácter new'ótico está más restringido en el tra-
En el caráctet nortnal la vida sexual es determinad¡¡ l»ajo, ya que su libido Ia usa esencialmente en la defensa
por las leyes naturales básicas de la energía biológica, <le las fantasÍas perversas, y los trastornos que ptesenta
obteniendo la mayor descarga libidinosa normal duranto
I
a
trabaja por sublimación y obtiene placer al realizarlo.
:
t
I
&
*
I
I
A. TALLAFERRO cuRSO BASICO DE PSICOANALI§IS 243
242
Para coucluir, puede hacerse un resumen de los rasgor eI ambiente. No tiene capacidad para vivir plenamente
típicos del carácter neurótico y del maduro o normal los hechos; quisiera estar alegre o enojado, pero no es
ideal. capaz, \o i:uóde amar en forma intensa porque los ele-
méntos de-su sexualidad están reprimidos y por añadi-
Ei carácter newóti,co dura tampoco puede odiar adeeuadamente pues su ?o
no se sienie capaz de dominar un odio que se ha hecho
Es ascético, o accesible a la satisfacción sexual, sólo intenso por el incremento de la libido estancada, lo cual
con sentimiento de culpa. En su concepto inconsciente le obliga a reprimirlo. Además, en los casos en que
el acto sexual es en sí algo sucio y cruel, significando muestrá afectoi de amor o de odio, las reacciones rara-
para é1, en sus capas más profundas, una tortura al mente corresponden a los hechos reales, pues en su in-
objetoo de donde su potencia eréctil y orgástica está consciente esián actuando las viveneias infantiles, que
perturbada. son las que, en realidad, determinan la cantidad y espe-
Siempre que exista una vida amorosa, se comprueba cifican la calidad de sus reacciones.
fácilrnente en los neuróticos su infantilismo, siendo sl
objeto amado sólci el representante simbólico de una fi- En el carácter normal
gura incestuosa (padre, madre, hermano o hermana,
etcétera) y por esta razón la conexión amorosa está Su vida sexual es el propósito. normal primordial y
acompaiiada de todas las angustias, inhibieiones y capri- el que le da mayor placér, derivando éste de. una total
chos neuréticos, propios de la relación incestuosa infantil. poténcia eréctil y orgástica. El earácter genital o nor-
El carácter neurótico es, por lo general, poligámico, mal, que no es rigido ni espasmódico en ningún sentido,
pues nunca encuentra en el objeto real al de su fanta- tampoco lo es en las expresiones -sexuales -y' como pue-
sía, a lo cual se une la continua insatisfacción derivada de liegar a Ia satisfacción total durante el orgasmo, es
de su impotencia orgástica" Si llega a cumplir una rígi- capaz-de una monogamia sin coerción ni represión; pero
da monogamia, lo hace creyendo guardar conside¡ación también es capaz de cambiar de objeto- si -existe una
a su cónyuge; pero en realidad terne a la sexualidad y base racional para eilo, ya que no está fijado a él por
a su incapacidad para regularla. También influye su sentimientos de culpq, sino por una necesidad y -con el
angustia ante la posibilidad de estar solo y su temor a fin de obtener un piicer. Pérmanece iunto al objeto de
no encontrar otro objeto o perder el actual. su amor porque lo satisface plenamente, razón-por la cu-al
En el trat¡ajo es espasmódico y obsesivo, Lo hace lo respeta y defiende. Puede dominar sus deseos poli-
como si fuera impuesto, a modo de eastigo, con un ca- gámicós sin reprimirlos, siempre q-ue. no estén en con-
rácter totaimente perentorio. Si el neu¡ótico se toma un i"aái"ciO" con ei objeto ámado, es decir, que el conflicto
descanso, tarde o temprano sufrirá una intranquilidad real, determinado por esa situ¿ción, lo soluciona siem-
interior que puede convertirse, si la situación se pro- pre de acuerCo con la realidad.
longa, en angustia que le lleva a buscar compulsiva-
menüe cualquier ocupación. Todo su trabajo lo realiza En el individuo con un carácter normal el trabajo
fluye puede dedicarse a él largo tiem-
como un autórnata, sin placer, sin entusiasmo, más bien -y espontáneamente,
con desagrado y por lo tanto con poco rendimiento. po háUa en el descanso un valor idéntico al de la
La coraza caracterológicc¿ neurótica es rígida, con actiíidad. Trabaja porque quiere hacerlo y rinde más
que el neurótico, por la sencilla razón de que obtiene
escasa o ninguna elasticidad, y las cornunicaciones con placer y alegría en su trabajo.
el mundo exterior son insuficientes, tanto en lo que se
retier:e a la relación amorosa con los objetos, como al E! hombre de carácter normal puede estar muy ale-
de la agresividad. De ahí que las relaciones con el am- gre, pero si es necesario, muy colérico; puede amar
biente carezcan de espontaneidad y vivaeidad, y sean lnténsa y apasionadamente, pero también puede odiar
contradietorias" §ólo en muy contados casos la perso- enérgicamente. Esto se debe a que su go es accesible
nalidad total llega a estar adaptada armónicamente con por igusl al placer y al displeee¡. Reacciona frente a
244 A. TALI.AFERRO
biente, que impresionan como comunicaciones que hatr un eouivalente fisiológico del esfuerzo 4e la rep-resión
quedado libres dentro de un sistema cerrado en las otmr ?i'"i¡.nril .- la función muscular puede normalizarse
porciones, pueden compararse a "orificios" en la supor, ;;;;;;i; ti restablecer el conocimiento de
ficie de la caraza, a través de los cuales los interesc¡ i;;;;;;;i;"u. "t-poifttu
'(n;";;h"f). Fo,"áóo"rl"* que la hipertonia-había fijado
del individuo aparecen o se retiran según la actitud d¡l razón, -posttila..Reich, puede. de-
mundo exterior. Podría compararse esta situación cou "tt. muscular contiene la -historia y
oro cada ¡igidez
la de una tortuga que asoma su cabeza sólo cuando ol "ir=" 1" origen. Ferenczi se .refiere a los
mundo exterior no es peligroso, refugiándose y defen" "i'"=i"iiti"rá"-aá
;;=;i""il;'á;;;;"ri, mñscular que son abreaccionados
á"-iI á"t.urEa del tic. De esta rnanera llegamos a ver
diéndose dentro de su caparazón ante cualquier percep-
ción desconocida o de hostilidad. ;;-';"i*" ;ri; ¡ii"i¡ao d. entre armadura caracteroló gica
Puede considerarse el origen de 7a coraza caractero- v ármadura o hipertensión
-u*pondrémuseular'
lógica como el resultado permanente del encuentro do ' l;;;tÑr'.üri algunos ejemplos simples
las exigencias instintivas con el ambiente frustrador quo nara aclarar este conóepto. Para ello debo antes recor-
las rechaza, y a las cuales el Ao trata de bloquear parn á;;q;;;; Úexküll cónsidera la conducta del proto-
mantener una armonía con ese mundo exterior dondo oü.rñu-orernizado desde el punto de vista. de: a) un
debe vivir y desarrollarse. ;;;il;;;tñ;'bi ,r, *"'do interno v-c) un límite
En un comienzo el yo debe reprilnir sus impulsos agre- ;ü;"r;i;;." u.té u-it*" que es la. membrana celular'
sivos y sexuales censurados, tratando i;;;ri";;; con el ao (qie no es más que Ia membrana
áli:;i;, ;d; i, "á"ti"ici¿n de Freud)-
simultáneamento que sirve de
de anular la sensación displacentera de angustia, que ea y
el resultado de esa represión, de una manera activa y iáaiááái u"-tr" tu. tensiones internas las condiciones
consciente; luego ese rechazo se hace crónico y automá- externas,
---a=i,-ábt"*amos que la ameba-, ante una situación
tico (un verdadero reflejo condicionado) y eso es el -mundo
exterior, se - haee esférica
ca¡ácter. Siendo una solución que dispone el yo por su "ai"áiu"unt"ra" del
función sintética, que consiste en mitigar la presión de (;;;i;;"ü membrana), v si la situación persiste' se
lo reprimido (al usar al propio instinto a reprimir enquist¿ (A).
## +& ffi
como contracatexia) e incorporar el objeto frustrador,
de 1o que resulta una fortificación del go, en vez de un
debilitamiento.
Si se contempla a la represión sólo como el hundi-
miento o la relegación de ideas conscientes o impulsos
instintivos dentro del inconsciente, es difícil llegar a un
concepto claro de lo que es el proceso de la represión
en sl. "Con un concepto puramente psicológico no po-
demos comprender y manejar los trastornos psicosomá-
ticos" (Wolfei Fenichel).
El proceso psiquico de represión tiene su contraparte
somática cn la hipertonia nuscular, que puede consi- A
C
I D
t
...:
%{
248 A. TALLAFERRO CURSO BA§ICO DE PSICOANÁLISIS
249
observa con claridad la función defensiva del músculo El individuo se siente seguro y defendido dentro de
en conexión con un elemento estructurado y ejerciendo su coraza caracterológic¿-muscular. Por esto, los ana-
el poder de "cortar" relaciones con el mundo exterior. lizados en quienes cónseguimos eliminar en parte la
Un¿ forma de rigidez catatónica, con la única diferencia co¡aza caracterológica-muscular, expresan muy gráfica-
que la agtesión temida es externa en vez de interna. mente Ia sensación que les provoca esa pérdida. Uno
En la anémona de nar se eneuentra también el sis- de ellos decía: "Me siento como un molusco al que le
tema muscular como elemento de defensa; la contrac- hubiesen quitado el caparazón", y otro sentía "como si
cién lleva al individuo hacia adentro, hacia "sí mismo", estuviese desnudo frente a Ia gente, algo así como una
"a escapat del mundo" (D). banana a quien le hubiesen quitado la cáscara".
Entre los animales superiores y el hombre existe una
reacción semejante que se denomina "startle pattern" o Corazo ntueaüar
actitud de alarma (E), que consiste en cemar los ojos,
agachar bruscamente la cabeza, elevar y girat hacia Cuando se produce un estado emocional intenso, se
adelante los hombros, abducir los brazos, flexionar los observa una alteración más o menos profunda y pro-
codos, pronar los antebrazos, apretar los puños, adelan- longada de las formas habituales de expresión psico-
tar el tronco, contraer el abdomen, doblar las rodillas motora, En los casos en que la energÍa no puede des-
y elevar los testículos. Es una sincinesia global en la cargarse a través del sistema psicomotor voluntario,
que participan todos los músculos del cuerpo y donde inunda el sistema vegetativo (Kempf).
se hallan en embrión todas las modalidades ulterio¡es Las tensiones musculares originan los patrones bási-
de respuestas motoras a la emoción, constituyendo la cos y la conducta postural de los individuos. Por otra
matriz en la que yacen latentes actos tan dispares como parte, el tono postural y los componentes motores son
el huir o el atacar, la sorpresa o el estado de alerta de gran importancia para la estructuración de la ima-
(R. Carballo)r. gen corporal, conio Io han señalado Schilder y más
En los animales existe una actitud básica de alarma recientemente Reich.
diferente a Ia del hombre, pero de equivalente signifi- Kempf cree que la actitud postural del hombre puede
cado, y es del mayor interés que, al igual que en el considerarse como una respuesta totai dei organismo que
ser humano, hagan girar la mayoría de sus juegos alre- lepresenta el equilibrio entre las tensiones vegetativas
dedor de la misma. Pot estas razones podemos consi- y las exigencias del medio ambiente.
derar la "actitud de alarma" como un arquetipo muscu- Durante eI tratanriento psicoanalítico se ve al enfer-
Iar existente en todas las razas, latitudes y edades. Esta mo adoptar variadas actitudes posturales, expresando
reacción, que se expresa libremente en el juego, en los somáticamente con ellas situaciones psíquicas que toda-
afectos y en las emociones, también se manifiesta en los vía no ha podido verbalizar.
más diversos actos de la vida cotidiana, aunque sólo En Aruílisis d.e la conducta posturol, F. Deutch des-
parcialmente, en forma fragmentaria, como un "sím- cribe y analiza los componentes inconscientes de algunas
bolo" pors pro toto de la reacción afectiva, obedeciendo de las actitudes más comunes de cierto número de ana-
esto primordialmente al hábito establecido de inhibirla lizandos, frente a un mismo contenido psíquico aún no
(R. Ca¡'ballo\. verbalizado. Por ejemplo, poner las manos sobre el ab-
domen, encima de los genitales, cuando aparecían fan-
Varios autores, entre ellos Freud, Reich, eI fisiólogo tasías incestuosas y temor a la castración; ambos brazos
Sherrington, Kempf, Fenichel, Ferenczi. F. Deutch y extendidos hacia atrás cuando estaban por emerger sen-
Dunbar, señalaron la importaneia de la tensión ¡nuseu- timientos hostiles hacia los padres. En un enfermo por
lar,considerándola subordinada a una función inhibi- mí analizado se observaba la desviación hacia la dereiha
dora en ¡elación con la conducta del ser ante el medio.
4el pie izquierdo cuando estaban surgiendo fantasías
I Scñde M. Ribble quc ea el lactantc trultrado sc encuentra una homosexuales; esta actitud era un pat pro úoto del deseo
hipcrtoola dc lor múrculo¡ dc auca, canal6 vcrtcbralcg y los donale¡. inconsciente de girar todo el cuerpo y poner sus nalgas
250 A. TALLAFERRO CURSO BÁSICO DE PSICOANÁUSIS 25r
hacia mi lado. En otro, el colocar las manos debajo do trozar un aparato de radio, pues si no sentia que se iba
la cintura era una defensa contra sus deseos de estran- "a despedazart' por dentro.r
gularme.
Por esta razón, Flanders Dunbar, apoyándose en con-
Los estados emocionales tienen sus expresiones carac- ceptos de Reich, sostiene que "la tensión muscular es
terísticas en el sistema motor voluntario, que permite tu el límite psicosomático, la frontera entre el-instinto y
descarga; por lo tanto, es posible controlarlos más -externo, y
o eI mundo ai 4ismo tiempo el medio de con-
menos vol.untariamente, de lo que se infiere que ciertar tención de la energía vegetativa".
alteraciones del sistema muscular involuntario pueden Modificando algo lo expresado por Grinker, podemos
equilibrarse mediante la relajación de la tensión por un decir: "Las fuerias biológicas (fisico-químicas, dice el
definido y libre empleo del sistema muscular volunta. texto de Grinker), actuando en el más bajo nivel celu-
rio; por ejemplo, ¡nediante las expresiones somáticas de lar, pueden éompararse, y en el futuro posiblemente
cólera, dolor, etcétera. podrán identificarse, con las fuerzas y las pulsiones que
De acuerdo con Sherrington, los reflejos incluyen un i¡reud estableció como tan importantes en la actividad
receptor, un conductor y un efector conectado con la psiquica de los niveles superiores; sólo que los resulta-
célula ¡notora, integrados para trabajar de acuerdo con áos-de acción de estas fuerzas pueden observarse en la
ciertos sistemas bajo las condiciones habituales. Sabe- actividad g:rosera de las grandes partes del organismo'
mos que auatómica y funcionalmente hay dos grandea Cuando se-comprendan en-el nivel celu)ar, la psiquiatría
tipos de células efectoras: a) las que se hallan en co- y la biología áparecerán como una sola ciencia" (K.
Gauriloa).
nexión con el sistema motor voluntario, y b) las que
io están con el sistema motor involuntario.
Freud ha señalado gue toda nuestra actividad psiquica El músculo como elemento de d.escarga energtética
parte de estímulos gue pueden ser tanto internos como Vamos a establecer primeramente la relación que
externos y terminan en inervaciones, existe entre los términos emoción y movimiento. Emo-
Así, esquemáticamente consideramos en el yo un ex- ción y movimiento tienen la misma raíz etimológi"? J?-
tremo sensible y otro motor, al igual que en el arco tina-(mots); por lr¡ tanto, emoción significa "impulsión
reflejo. Los efecto¡es voluntarios del a¡co reflejo somá- a actrJaf', es decir, que emoción y movimiento integran
tico se movilizan para exteriorizar los instin'tgs, valo un mismo sentido.
decir, expresa¡los en el ambiente. Los efectores invo- El mayor alivio de la tensión instintiva se obtiene
luntarios se utilizan para la expresión emocional inter- mediante- la acción (por la definición de emoción que
na. Las reacciones reflejas pueden utilizar ambos efec- hemos dado); el menor, por medio del pensamiento y la
tores, como es el caso en la cólera, pero si se inhibe la fantasía, estando entre ambas la expresión verbal,que
descarga muscular, el sistema visceral y vasomotor re- goza de-las dos propiedades, motora y psiquica (§he-
cibe el exceso de la desearga motora. mi,ngton).
Si la tensión o impulso instintivo se expresa direc-
tamente por la acción, ésta puede ser asocial y crear
YO I Ac'¡uacron situaciones peligrosas para el individuo' Por otra par-
8bt. Duc, volut¡rlo Eodtf. del
EltfDulo (r¡op¡sírl t EUdO eri. 1En cstc cjcmplo ce dcbc considcrar también la movilización de
(tEtl¡to¡ - !a¡dtlYo utot
(rutop¡rltl¡) log obictos que sc desarrollan ¡imultáncamentc cuando se produce una
modificación de !a intensidad de las pulsioncs. El sujeto introyectó
una imagcn de objcto bucno y malo (por la ptoyección de su propia
agrceiónf dcntro dcl yo; no pudo destruirlo porquc al hacerlo hubiera
Como un ejemplo de lo expresado, un paciente relató de¡truido partc de ru propio yo, y al no podcrlo controlar lo proycctó
que habiendo tenido una seria discusión con su mujer al crtcrior y ¡cparó aEc objcto bueoo-malo cn dos, uno burno y otro
se sintió tan furioso e continuación, que necesitó des- malo, al quc pudo dertru¡r; qucdando cl bueno, ¡e calma, y cs así cómo
re rcconcilia con su mujcr.
CURSO BÁSICO DE PSICOANÁLIsIS 253
252 A. TALLAFERRO
tanto la tensión y la carga energética de todos los gru-
te, si se reprime toda acción o se la reeliza sólo despuéa
-elaboración pos musculares encargados de llevar a cabo tal aceión,
de mucha y repr€sión del afecto, el des- lo que seria una demostración experimental de la afir-
arrollo integral se Perturba. mación de Freud: "cada tendencia psíquica tiene y bus-
La disolución de las corazas caracteroló8:ica y muscu- ca una adecuada expresión corporal". Algo semejante
Iar, que debe lograrse simultáneamente si la terap-ia es afirma Fenichel cuando dice: "Todas las fantasías, así
adecu-ada, trae lomo consecuencia la liberación de la como las representaciones y pensamientos, coinciden eon
energía fi¡ada en ella bajo forma de excitación sexgal, inervaciones orgánicas correspondientes; el pensamiento
agresividad o angustia (Reich). Esto es particülar' que sustituye aI acto es el comienzo del acto, un aeto
á"ente importante án relación con el corto circuito somá' de prueba."
tico, o sda el cambio de la sintomatología somática y Hay individuos que por experiencias anteriores, es
viceversa, Lo último se aclara teniendo en cuenta qu€ decir, vivencias infantiles, factores constitucionales o la
lo somático y lo psíquico se pueden r€ducir a una ex- interacción de ambos factotes, utilizan sus músculos
nresión biolóLica ünióa. que ei el instinto' que' como lo especificamente para fijar sus emociones, y otros que
ña señalado Íreud, es u;a energía biológica que fluye se defienden mejor metabolizándolas rápidamente me-
en forma continua y puede expresarse como una repre- diante eI movimiento.
sentación psíquica o uña modificación somática (motora'
secretoria; etcétera) . Expresándonos en térm-inos físico-s, Tal sería el ca!o, tomado de Grinker, dc un soldado que llegó a
y en forma un tanto superficial, podemos decir gue la sufrir una ncurosis traumÁtica. Sc trataba de uo hombre de 30 añog,
movilizado en cl lrcnte dc Africa dcsde hacía ¡cis meses. Durantc
énergía consumida en uniircuito neuromuscular es idén- todos los combatc! se había desempeñado perfcctamcntc bien. sin pre-
tica á la energía que corresponde a ula em-oción o acti- ientar la menor sintomatología, pe¡c a haberse cncontrado en vanas
vidad mántal;*lo qüe varía es sólo el plano de expresión, oportunidadca cn situacionc¡ rcalmcnt. pcligrosas. Pcrtenccía a la in-
fantería y se caracterizaba por su gran movilidad; era un soldado
asi como la energía eléctrica puede mover un rnotor, dispuesto y considerado valientc, quc cuando daban la orden be ata-
encender una lámpara, hacer funcionar un altoparlante que siemprc era cl primero cn avanzar. Hasta que en ocasi6n de un
o un "celebro electrónico". rcplieguc de lar fucrza! debió qucdar co un nido de ametralladoras.
AUí, él y otros compañeros fueron dcccubicrtoa y atacados por avio-
El músculo puede fijar y metabolizar lentamente una ncr enemigos. Durante el bombardco, el soldado que no3 ocupa expe-
carga ¿moeionil o cataioliiarla instantáneamente. Si la rimcntó fuertc angurtia, diarrca e inlensos deseos de echat a cottet.
fijal hay hipertonía; si la metabqliza rápidamente, mo' Pasó el ataque sin que hubicre víctima!, pcro eia misma nocl¡e el
sujeto comenzó a padecer insomnio c irritabilidad y al otro día sc
vímientó. Ein el LaLoratorio de Fisiología Aplicada de había cstructurado una típica ncurosis t¡aumática, que eo parte sc
la Universidad de Chicago, el doctor Jacobson efectuó debía al haber fracasado cn la neutralización de la emoción por medio
experienci4s al respecto, llegando a obtener grálicos que de, la tensión muscular; la cncrgia cmocional invadid así su psiquismo,
reforzando sus conflicto¡, ya que la situacidn dc petigrq por la quc
reielan que en el músculo totalmente relaj^ado existe había pasado no era mayor que las muchas que hatría soportado con
un8 mínima carga de energía y que en Ia tensión muscu- anterioridad, pero durante las cuales había podido moverse y der-
ü", po, más leie que sea; es posible medir diferencias cargar au agresión con toda libc¡tad.
de potenciales.
E-n todos los electrorreg'istros de este tipo llama la Dentro del campo de las neurosis de guerra también
atenciOn la disparidad quJexiste entr,e la,poca cantidad se comprueba cómo la coraza muscular demasiado rígida
de energía reáistrada y la magnitud del trabajo.ren- provoca pertu¡baciones en los sujetos. Son los indivi-
dido. E"s de ñensar que los aparatos registran cierto duos que los estadounidenses llamaban en la última
tipo de energía que tiene con la eléctrica sólo algunas guerra "casos de precombate", cuyo exterior es de ex-
piopiedades iemejantes, siendo ésta la razón de la escasa tremo autocontrol acompañado de intensa rigidez muscu-
magmitud reg:istrada. lar, pero que, como señala Grinker, no son capaces de
Jacobson, usando el electromióg¡afo, comprobó que el soportar más que situaciones €mocionales de mediana
solo hecho áe pensar o fantasear con un acto determi- intensidad y de corta duracién, pues son los que pre-
nado, por ejemplo, dar un puñetazo, gritqr 9 desviar la sentan con más facilidad trastornos psicosomáticos o
miraii hacia ün lado, inciementa el voltaje y por lo
q
25-l .{. TALLAFERRO cuRso BÁsrco DE PSTCOANÁLrSrS 255
neuróticos en el frente de combate y en el período de cambio de hábitos musculqles. Cada tipo
tensión ansiosa que antecede a la batalla. Puede afir- tiene. rasgos muscula¡e.s_ ¿ifuil"t*J-"1'iosde caráeter
neuróticos
marse que son seres que soportan ya una tensión má- obsesivos se observa riciaer.
xima y que por su poca flexibilidad sólo son capaces de 9-4if;;ü"i; ;;."ular gene_
ralizada de mediana iñtensiaaa,'mú;ü";
tolerar mínimas cantidades adicionales de emoción, pues los carac_
teres pasivo-femeninos se-encuéntra rigiáez-en
su aparato de defensa está totalmente absorbido en la regiones, combinada con ftacáiríez -" algunas
Iucha contra la angustia provocada por los conflictos Éiñái"ía en otras,
representando las zonas.hipertónicas ta áo*ponente
internos. agre_
siva reprimida v las ¡iptioi,l""l lu-t#áE'i.i" pasiva.
La armadura caracterológica muscular consume ener- Expondré a continuaci8n, ,- p"ópái¡t, ál'i,
t ipotori"
g:ía, como se observó en los gráficos de Jacobson, y ésa como entrega pasiva. el caso. de un sujelo
es otra de las razones de su permanencia: impedir que presentaba luxaciones repetidas ¿" ;ptréit]".;;",i;
dicha energía quede libre y se transforme en angustia.
1"'á"il"iiación esca-
pulohumeral derecha,.qué coincidíu"-"o""-=iio.ciones
Por lo tanto, estamos en condiciones de decir que cada pelrgro y con la aparición de intensa de
¡ó"tiii¿"A.
aumento del tono muscular hacia la rigidez inJica la
fijación de carga afectiva, sea sexual, agresiva o an- Elenfermo padecía un retajamicnto
hombro a raíz de su pri*..r, iuir.i¿; del sisterna tigamentoso del
gustiosa. Así, en el curso del tratamiento psicoanalítico que mantenía a la articula.idn en posición;;.,ii;il; ,l*, ro a".,o, to
se observa que cuando los enfermos no pueden expresar de la cincha muscular. Como Be trataba ""r*.il'."-ih" a-il-"ii^i
de un sujeto con fuerte8
una representación, una sensación placentera o un im- componentes pasivo_femeni¡os, quc son la
expresión áJ"i, .rt..ga
pulso agresivo en el plano psicológico, regresan a una la hipotonla de la cincha múséutai ..i.uá li*iiiláiáá "r"t,
esfinte-riana; ra rerajación
ta caída del brazo., ta. c""tr""iO.;-']-ia-*i'ürac¡ón
forma de expresión y de defensa somática, que se mani- superficies arriculares. la reprod'rcción ¿.i ii"i.ír'iü!lp"c".ntó de la¡
fiesta por una tensÍón de la actitud corporal que el en- él {a separacion b¡ugca de ta madrc para
fermo siente y que a veces el analista aleanza a perci- él tcnla dos años. "I ";;';ii;;;;;;'i.,or, "."rdo
bir; esta hipertensión puede asentarse en cabeza, cue-
llo, nalgas, etc., dependiendo ésto del tipo de impulso . La- represión
impide
de la -d-escarga psicomotora
ta exnresión aet -;;;;;ñ;i- cle afecto
y del carácter del enfermo. Después de haber conseguido ósiirto
una expresión adecuada los pacientes experimentan una diente.r Cuan-tlo esta re,[¡resión * ü;¿ffiica, correspon_
relajación brusca y en alg:unos casos llegan a percibir tos ya -no pueden movilizarse iib;ñ;rrt";'üt los afec_
sería el
una sensación muy semejante a la gratificaeión sexual. caso del neurótico ob"e1s]y9;, qu" .iu"t"-'v"Lxlresa ,,sen_
Lo que se contrae durante la represión, como lo he tirse- muerto interiormen¡e- , lo que es consecuencia
sutloqueo emocional (Eeich\.- de
señalado anteriormente, no es un músculo solo' sino gru-
pos musculares que forman una unidad funcional. Por Podemos decir entonces qu'e la represión
de los afeetos
puede tenel distintos gradós, q". J" á"pr"JJn'somática_
ejemplo, si se ha reprimido un impulso a llorar, no sólo
se ponen tensos el labio inferior y el músculo borla de rnente por hipertonía inusc,riur. E;ü-'hi;;;;nía
d_ejando de Iido et contenido-i-l*;;; en sí,
la barba, sino también toda la musculatura de la boca, ü"'"] pü"¿u tun."
mandíbula, cuello, laringe, etcétera, esto es, todos los da origen (como pr"h" ,^." ia intro-
l.que en
músculos que como una unidad funcional intervienen en
""1^l_t?:trlt"
vecc¡on del objeto el músculo y Iá tentativa de con_
el acto de llorar a gritos. Esto recuerda el fenómeno hrolarlo lM. Kteinf) y. ocupándoñ;uh-;;;;"icamente
bien conocido de los enfermos con histeria de conversión, del aspecro económióo_áiná-mi; ; á;i";;'ñ;""|"".i uo,
en quienes los síntomas somáticos no se instalan sobre la causa directa i¡"!-i.i"- p".-1.*omáticas.
de vari as- f ért" "s
bases anatómicas, sino de unidad funcional y simbólica.
Una eritrofobia histérica, por ejemplo, no sigue las ra- , Los fenómenos de contractura y parálisis muscular
mificaciones de una determinada arteria, sino que apa' observados en la histeria- ae. cónvá¡"Ifri
rece en toda la cara y cuello. de la lucha entre la tenáencia-a';;;;;; rári u:rpru.io,
iiá"
Por estas razones, todo neurótico es muscularmente r Un oujcto sorma¡. lábil dcbc erprcrar la qu.
"jemplo,
distónico, reflejándose cada mejoría directamente en un que crtá crprcsaado. §icnte y icntir to
2itG A. TALLAFERRO CIIRSO BÁS¡CO DE PSICO,\\ÁLISIS 25i
en el caso de la parólisis de un brazo, Ia tendencia agrr. físico-quimicas en músculo, debe acarrear consigo sen-
siva) y la represión muscular de este impulso. -de
sación fatiga. Generalizando, podemos decir que al-
Una descarga parcial y automática de una emoción gunas formas de astenia son consecuencia directa de la
origina el tic, síntoma de conversión pregenital, gue aa ñipertonía muscular, expresión a su vez de Ia represión
diferencia de Ia conversión histérica, colocándose dentro de una emoción que puede ser de distinta calidad. Por
del plano obsesivo y como sÍntoma intermedio entre lü lo general está vinculada a la represión de tendencias
histeria y Ia esquizofrenia catatónica (Fenichel). En agrisivas frente a las cuales el yo actia intensificando
esta última, también denominada "locura de la tensión", süs defensas. Pero las pulsiones también pueden ser de
la rigidez de la musculatura es la componente somática otro tipo, como en un caso de astenia matinal por mí
del intenso proceso de represión que sufre la enorlne tratado. Era un homb¡e de 23 años que había comen-
carga agresiva de la que el catatonismo se defiendc zado un año antes con ese síntoma unido a una grave
(Reichl y una tentativa de controlar e inmovilizar lot neurosis de fracaso. En el curso del análisis se pudo
objetos malos internalizados (M. Klein). Tanto es asf, saber que el enfermo había tenido juegos sexuales (eoi-
que cuando el catatónico abandona el estado de rigidez, tos sin introducción), con una hermana, que databan
generalmente entra en un intenso acceso de furia, donde desde varios años at¡ás, Justamente hacía un año que
la agresividad destructiva se expresa en su totalidad, había decidido suspender. sus actividades incestuosas, a
Después de esa irrupción suelen quedar más relajador raíz de casi haber sido sorprendido por su padre, cuan-
y conectados, relatando luego que durante el acceso ex- do una noche abandonaba su cuarto para dirigirse al
perimentaron una intensa sensación de conexión y de de la hermana, y así, aunque conscientemente había
"vida" y aun de placer. abandonado sus excursiones nocturnas, es decir, repri-
La convulsión epiléptica puede considerarse la formu mido sus pulsiones, inconscientemente, y esto lo expre-
más regresiva de la búsqueda por el organismo de un saba en los sueños, sus deseos incestuosos no habían
equilibrio funcional. EI epiléptico, frente a una tensión perdido la carga instintiva. Por lo tanto, la causa de
que sobrepasa muy por encima el nivel normal, usa
como primera defensa el bloqueo, pero, como se com- su astenia matinal era consecuencia de la tensión muscu-
prenderá, esto no s<¡luciona la tensión, y es cuando debe lar que mantenÍa durante toda la noche como medio de
echar mano a un mecanismo defensivo más primitivo y reprimir los deseos incestuosos y sus intensas tendencias
útil, apareciendo en ese momento la convulsión que re- agresivas frente al padre censor' a quien odiaba' impi-
presenta la máxima descarga que puede lograrse a tra diendo, con l¿ contracción muscular, que sus emociones
vés de las contracciones bruscas y continuas de los se transformaran en movimiento.
músculos del organismo. Como lo han señalado Freurl
y Reich, el orgasmo reflejo debe considerarse como un¡r Las contracturas musculares pueden ser Ia causa di-
forma de descarga fisiológica de este tipo r. recta, pero no la única, de algias, y otros síntomas en
diversas regiones 1.
Aatenia
C efaleaa
Vamos a ocuparnos ahora de la astenia exclusivr-
mente en su vineulación con la hipertonía muscular. Las cefaleas intensas son un síntoma muy común.
Como hemos visto antes, toda tensión muscular significt Reich, por observaciones clfnicas, comprobó que muchas
met¿boiización de energía. Por lo tanto, ese consurr¡o cefaleas occipitales están provocadas por la hiperten-
por encima de lo nr¡rmal, además de las modificacionts sión de los músculos de la nuca. Esta actitud muscula¡
es exp¡esión de un continuo temor inconsciente a que
I La identidad electrocnccfalográfica dc .ata. dos ¡ituacio»rs l,r, algo pueda ag¡edir desde atrás, como ser un golpe dado
demo¡trada cn el trabajo O.Éa.mo y acce9o epiléptico (A. Tallafrr¡,,
y A. M6ovich), pr6cnt.dñ antc la Arciación P¡icoanalítica Arx"r, r Co¡¡idcro aquí la contractur¡ úoicamcntc como expresión de un
tina en 1949. ¡onllicto ¡níquico.
25rJ
A. TALLAFERRO C(JRSO BÁSICO DE PSICOA¡iÁI,ISIS l.rll
sobre la cabeza, agresión homosexual, etcétera. También No se debe olvidar, sin embargo, que el trabajo está-
intensos deseos agresivos orales reprimidos provocan tico de la columna vertebral es el resultado de una
contractura de los músculos de la nuca. En un paciente estrecha colaboración, absolutamente inconsciente, entrv
rll,e sufria agudas cefaleas desde hacía ocho años pude las estructuras museulares, óseas, ligamentosas, articu-
observar que a medida que se analizaban sus conflictos lares y nerviosas, que es lo mismo que decir toda la
agresivos orales que se acompañaban del temor de ser personalidad del sujeto.
castigado por esa actitud, los músculos de la nuca y el Por estas razones, en toda lumbalgia debe tenerse en
trapecio se relajaban y esa situación se acompañaba dc cuenta la causa primitiva, que puede ser orgánica o
la desaparición del síntoma que lo torturó durante tanto funcional, más las disfunciones secundarias creadas por
tiempo. Antes de la desaparición completa, el síntoma la perturbación de la estática.
sufrió algunas exacerbaciones que coincidían con la ac- Entre las causas primitivas no orgánicas de la lum-
tivación de conflictos que despertaban sus impulsos agre- balgia, señaló Reich las hipertensiones musculares regio-
sivos, y el consiguiente temor a ser castigado con un nales, que aparecen como defensas frente a exacerba-
golpe en la cabeza, tal como solía hacerlo su madre ciones de pulsiones de tipo anal o genital. En las muje-
cuando él era niño. res es muy frecuente observar que tratan de disminuir
No hace mucho, Wolff, de la Cornell University, llegó o anular sus sensaciones genitales (por conflictos neu-
a idéntico resultado por medio de registros electromio- róticos), retrayendo la pelvis, debiendo aumentar para
gráficos de los músculos de zonas dolorosas, en espeeiol esto el tono de los músculos paravertebrales, cuadrado
de los de la cabeza y nuca, en relación con la cef:¡lea 1. de los lomos, glúteos, del piso de la pelvis y abductores,
Señala en su libro lo que habían sostenido Freutl, Reich ,;iendo esta hipertonÍa la causa primitiva de ciertos lum-
y otros autores, que la corrtractura muscular persistente bagos y ciáticas y de la lordosis que es tan frecuente
es consecuencia de estados de gran tensión emotiva y en las histéricas y mujeres frígidas.
ansiedad, afirmando que los elementos que aumentan el En el hombre, Ia contractura de los mismos grupos
potencial en los registros electromiográficos, incremen- musculares está también en relación con conflictos ana-
taban el dolor de cabeza, e inversamente, los procedi- les y perturbaciones geuitales, especialmente impotencia
mientos que hacen dectecer el potencial disminuían los orgástica 1. Otro factor emocional que es común para
dolores, y dado que el aumento de potencial es un índice ambos sexos es la expresión de tener gue soportar una
rle contracción muscular, está justificado sostener que "carga" superior a sus fuerzas. La leyenda de Atlas,
la contracción de los músculos esqueléticos de cabeza, sosteniendo al mundo sobre sus espaldas, expresa muy
nuca y cuello son la fuente directa de algunas formas gráficamente esta situación. Creo que algunas hernias
de cefalea, ya que siempre es primaria la hipertonía y del disco intervertebral están desencadenadas por estas
secundaria a ésta la aparición del dolor" mismas situaciones.
llo). Esto está corroborado por los resultados del test cristalino más convexo que Io normal; Ia hipertensión
de Rorschach, que siempre acus¿ como rasgo distintivo de los músculos que regulan esa convexidad sería su
para los enfermos de reumatismo el ser pasivos, maso- causa directa. De acuerdo con la hipótesis de W. Bates,
quistas, débiles e infantiles desde el punto de vista ins- la miopía es producida por una hipertonía de la muscu-
tintivo, con histeria subyacente (Kemplel . Iatura extrínseca del ojo, que actuaría para la acomo-
Ya en 1925, Mohr dedujo de sus observaciones efec- dación según el principio de la máquina fotográfica de
tuadas durante la guerra que una gran cantidad de las fuelle, es decir, acortando o alargando eI diámetro ante-
supuestas enfermedades reumáticas eran provocadas, roposterior del oio. W. Bates, basado en estos concep-
exácerbadas o fijadas por factores emocionales. Según tos de tensión de los músculos oculares, ha creado su
el Boletin del Ejército de los Estados Unidos las reac- método terapéutico, que consiste esencialmente en una
ciones reumáticas constituyen el 20 por ciento de todas técnica de relajación neurr¡muscular. Y es interesante
las "reacciones de somatizaciín", señalar que durante los tratamientos, al conseguirse la
En los procesos reumáticos llamados "psicógenos", es relajación, se producen en los enfermos, simultánea-
decir, los provocados por factores conflictuales, y que mente con modificaciones de la visión, intensas reaccio-
son los que nos interesan ahora (según 450 casos estu- nes emocionales de euforia o angustia y aun marcadas
diados por Boland y Corr y 40 por'Weiss), se encuentra transformaciones del carácter.
que los enfermos presentan importantes conflictos'emg- En un caso de glaucoma, la relajación muscular y cl
cionales, preferentemente problemas de inadaptación análisis de algunos conflictos produjeron una mejoría
matrim<¡nial y un resentimiento crónico que consciente- evidente y desaparición de los dolores nocturnos típicos
mente ignoran. Este conflicto produce como expresión de esta afección.
somática un estado de tensión que se refleja en el sis- Flanders Í)unbar cita en su libro Mind and, Body, qrte
tema muscular. Elliot apoya eI punto de vista que sos- rlurante la guerra cualquier accidente mínimo en t¡
tiene que la cont¡acción muscular puede ser la fuente depósito de municiones bastaba para que gran número
del dolor en los. procesos llamados "reumáticos"' ya_q-ue de obreros presentaran trastornos visuales. Induda.ble-
h-a demostrado én enfermos con núcleos musculares dolo- mente, ellos asociaban toda caída de un objeto con ex-
rosos, que cuando las agujas electrodos se colocan dentro plosión, y a ésta con fulgor intenso, e inmediatamente
de los nódulos sensibles y dolorosos, se registra una gran su musculatura ocular se poníá en tensión de defensa,
diferencia de potencial. f,os exámenes histológicos de pero al mismo tiempo fijahan la angustia en esa con-
tales nódulos "reumáticos" dolorosos, efectuados por tractura, siendo ésta la causa directa de que una vez
Wedell, no mostraron ninguna alteraciírn significativa pasado el hecho, por otra parte sin consecueñcias, cstos
en la estructura del tejido (lTeiss y Ettglish.). grupos musculares no volvieran al tono normal.
En los casos avanzados la tensión muscular llega i, Tuve oportunidad de analizar a un estrábico de 30 años
dar signos radiológicos de artritis, que pienso puede y durante el análisis pudo descubrirse cuál habia sido
no ser inás qtte una artritis secundaria provocada por la causa desencadenante del trastorno. Cuando el sujeto
la inflanración cróníca de los tejidos articulares que era un niño de tres años fue objeto de una agresión
están soportando una presirin que excede en tnucho a la homosexual; en esa oportunidad (recordó el enfermo a
normal y por la di¡rámica articulat pt'rturbada. Se raíz de un sueño) se sintió de pronto tomado por atrás
estructura lttego un verdadero circulo vicioso, ya que el ¡ apoyado contra una pared; su aeción refleja fue vol-
dolor prodtrce a su vez hipertonía muscular defensir'¿. ver bruscamente la cabeza y los ojos hacia la izquierda
y atrás pala mirar con cspanto qué ocurría. A la tarde
Trastornos oct¡lareg siguientc del hecho. al o'uzar corriendo Ia calle, pasó
Otros trastornos que se pueden agreEar como conse. inadvertidamcnte frente a un carro, vióndolo en esa cir-
cuencia directa de la contractura de ciertos grupos cunstancia el padre, quien, para salvarlo, lo tomó brus-
musculares son la miopía, eI estrabismo y el glaucoma. canrente del hombro izquierdo y luego lo castigó hrutal-
Las causas de la miopía son, seEún la teoría elásiea, un nrgnte por haher ertrza<{o la ealle sin su <'onsentimiento.
q
262 A. TALLAFER.RO cuRso BÁsICo D[ PstcoANÁr-tsIs 263
FISIOLOGfA DE LA EYACULACIÓN I
La turgencia de la erección no es más que la conse- y los bulbos vestibulares, fenómeno que -se denomina
cuencia de un mecanismo nervioso reflejo, de una vaso- Lrección erterna. La erección interna es la ingurgitación
dilatación refleja activa, accionada por el Sistema neuro- del plexo pampiniforme y del sistema uterovárico que
vegetativo con predominio parasimpático, está en íntima vinculación con é1. Salerno dice en Pato-
A los fenómenos vasculares recién descriptos se agre- gé'nesis psicosomó,t,ica de la congestión pebiana que se
gan las manifestaciones secretorias, que son menos pre- átribuye'a ésta urra proyección patógena de orden ge-
cisas. Consisten en la secreción pieparatoria de - las neral especialmente sobre la esfera afectiva y neuro-
endócrina 1.
glándulas uretrales, de reacción alcalina, que neutraliza
la acidez uretral y favorece el deslizamiento de las mu- La turgencia de los órganos genitalers femeninos se
cosas. Para algunos autores también actuaría como un acompaña de una secreción vulvo-vaginal que- en la mu-
estimulante del reflejo sexual al nivel del veromonta- i* es abundante y tiende a favorecer la penetra-
num, pero esta afirmación no tiene ninguna base firme. "é.-át
y . alcalinizar el medio.
Los mecanismos nerviosos de la erección consisten en "ión
una excitación que puede nacer a continuación de un EL automatismo genital elpulsitto
estímulo sensitivo, local y genital, o general y sexual
extragenital. Puede ser provocada por la acción de im- Los fenómenos terminales de la excitación genital, que
presiones sensoriales tales como las olfatorias, ópticas y ¿"t""Ñ"u" ia eyaculación, están preparados la
.porque
acústicas, o de los neryios que aportan al cerebro las ;;;¿;ió; t la excitabilidad neurogenital progresiva
impresiones táctiles de contacto. áiü-A".ri.otla, bastando, en los sujetos normales, que
La erección también puede ser provocada sin acción tr" de dxcitación ie mantengan para que el auto-
externa alguna, bastando tan sólo los recuerdos senso- "uot..expulsivo se afirme y se produzca la evacu-
matismo
riales, las fantasías o las representaciones sexualei de lación.
los sueños.
Es por esto que fisiológicamente se considera la
el cerebro, o desde los ganglios grises de la
Desde eyacul;ción como caracterizando este automatismo ter-
base, como se pregunta Müller, o más honradamente,
por vías aún poco estudiadas, las sensaciones se trans- minal. Sin embargo, la eyaculaciórl no es más que el
miten al centro erector medular, que se encuentra término final de una serie de reflejos que se desarrollan
situado en la parte inferior de la médula sacra. sucesivamente desde el instante en que una excitación
El arco reflejo de la erección comprende, esquemá- taó.".¿t los tra despertado y, dentro de condiciones
ticanrente, los siguientes elementos: r "El panorama de manifetaciones paicosomÁticas.que se describc
.. t"ü Ái.Á.dades Saleror cs frondoso; abunda en expre-
1a Corpúsculos genitales del glande (llamados Cc -drce digcstivas, circulatorias' ncuropsíquicas'
genitalcs,
Kraus); etcétcra. Discriminando con sano critcrio clínico, observamos qu€ no
"iá"*-"i"1"*áiiá
29 Nervio dorsal del pene; existc razón valcdera para conferir primacía a la congcstión local
39 Nervio pudendo interno; g."it"f, los innuLcrablcs y cápitates trastorno§. cxistentca' d'
8ii.-liiarü "ott. q". oblig.. subeetimar-cl valor patogénico de aquélla'
4Q Cuarto ganglio espinal sacro; i i""irt¡."¿" los términos" catimados, de acuerdo con lasjuzgado considc¡acio-
59 Cola de caballo; .." loi-oi".i.s, cabc admitir como cauca 1o quc ha cido como
pclvhu rríe
69 Cent¡o erector medular de la médula saera in- efecto. Por lo tanto, a nucatro entcnder, la con8cstión
ferior; ü-.*p.Ái¿" ti"i"-áiica local de una pcrturbación animica, subyugada
a -átiraciot." incon3cicntes, reconocida con cl término de neuro¡i¡'
79 Nervio pélvico o erector (parasimpático) ; En Bcntido inverso otro! autores dicco: loc sintomas de congestión
8Q Plexo cavernoso con sus neuronas; se prcaentan cn forma de verdaderao ondas o mareas, como las llama
99 Nervios cavernosos y Staiper,'poussés' congestivag peri6dicas en las niñas, predominando
los-trasioinos nerviosos, quc cn las congestiva§ llcgan desde estadoE
109 Ramilletes eréctiles de Eckhardt. de irritabilidad dc carácte¡ ha§ta la ncurosis de angustia dc Freud;
Los equivalentes de la erección en la mujer consis- toda congestiva es una ¡európata, mal rotulada histérica: cristcn cn
cllas vcráadcras histcriar, pcio eintomátics¡ de sus trastornos gcni-
ten en la ingurgitación de los plexos venosos del clítoris tales. tal como ha dicho Castaño."
27|t A. TAI,LAFTRRO cURSo BÁSICO DE PSTCOANÁLISIS :7r
normales, de Ia excitación mecánic¿ provoca,ia por
los y en un momento dado aparece una contracciírn rítmica
frotet s,ta»es det glande húmádo ;ü; ü;;;sa vaginal. y lo empuja hacia la uretra anterior de manera entre-
El reflejo eyaculador está presente a""¿á i, inta'ncia, cortada, al ir venciendo el obstáculo esfinteriano. En
err Ia..pubertad- estl reflejo-se-a..ornpaña dc este empuje lo que actúa es la acción combinada de los
L,-1:,:_ólo
e_rnrsron esper.matrca r. EI mecanismo muscular' del dos grupos musculares ya citados; es decir, la rnuscu-
re_
flejo_ eyacula4or consiste en una contracción t¿"iü-p""- latura genital lis¿ que se distiende (la parasimpática
g_r'esiva, que luego se hac_e clónica, de dos g"rpo*
muscu- anula a la simpática) y la muscultura genital estriada
rarcs de drsttnta naturaleza. El primer grupo formad<r
-su'po].'"i¿, que se contrae,
por la musculatura genital lisa,'en Ambos trabajos deben poder dinamizarse con entera
Lora, ta tunrca muscula-r del canal y de IJampolla"*"r"_ libertad, contraerse y relajarse en toda su capacidad,
rencial, de las vesículas_seminalés -y -á"--i, próstata
defe_
i)ara que eI orgasmo fisiológico y energético pueda lle-
(inervación simpática). EI segundá S.rp",'de' inerlva- varse a cabo normalmente:
:1::1, lr"lti,,lpatrca,. constituido_. por
la musculatura ge_ Luego de analizar todos estos fenómenos motores
n¡tal estr¡ada, es decir, el esfÍnter membranosrr de la Hesnard se siente inclinado a pensar que las sensacio-
uretra .(esfínter uro-genital), el músculo isquio_caver_ nes musculares que resultan de todas estas contracciones
rroso, el bulbo-cavernoso, el transverso del póriné y el deben jugar un papel muy importante en la explosión
músculo elevador det ano. de la sensibilidad voluptuosa de la eyaculación, suposi-
.Estos dos grupos nrusculares no poseen una inerva- ción que también comparte Müller, lo cual se verá corro-
ción común,. pues mientras el primeró, ¿;-. ." ha seña- borado al esüudiar el aspecto energético del orgasmo.
lado, es de inervación simpática, el segundo estÍr ligado
directamente por los nervibs_ ru..o" ipiáL"ao' intern?i-a .l[ ecanismo neroioso del automatismo eupulaioo
los centros medulares específicos. i;; fib;;" parasim-
páticas que pasan al nervio pudendo interno, provienen El mecanismo nervioso del automatismo expulsivo di-
de los pares sacros SB y S4.- fiere del reflejo de la erección en que para que este
ve en esto ,,un. hermoso ejemplo de sinergia
- Hesnardque último se produzca es indispensable, en el individuo
funcional es independiente de las ,rá"io"ion". uñ._ sano, una excitación centr¿l (fantasí¿s, sueños, etcé-
tómicas". tera), mientr¿s que el reflejo eya.culatorio ¡rtrcde consi-
La erección. completa, al dilatar el veromontanunr, derarse como una simple extensión del de l¡r erección.
ocluye la vía de la orina y queda así aislada la función En la actualidad se considera que el reflejo consecutivo
genital, que es- completada- pór ¡a a" f. p.á"- a Ia tensión producida por el relleno espermático de la
tata y el cuello de Ia vejiáa. Sólo "orr¿.;.¿iO"
en este momento uretra, no se produce más que dentro de condiciones
posible la excreción de liquido seminal.--EI -u*p"rrn, es definidas, y que la eyaculación es el resultado de tres
acumula en Ia porción proitática y accesoriarnente en "" la reflejos superpuestos. El primero es el reflejo "prepa-
polclon membranosa de la uretra. El mecanisnro activo ratorio psíquico-vegetativo", el segundo es el "dermo-
de Ia expulsión está representadr¡ poiir*"=.Jatura iisa visceral" y el tercero "víscero-motor final" que se repite
oe los conductos deferentes, las vesículas, los canales varias veees.
eyaculadores-y la. próstata. 'Et obstácuto ,iuá-iu l;pf,¡; El preparatorio o psico-oegetatioo es topográficamen-
su curso es el esfínter externo y los múscuÍo.
-Ei-ii;;lá; tc análogo al de la erección. Pero eonsiderando que las
y:?"9* cuvo tono ha aumentá". "ircriár"i
espermá- funciones de los órganos Benitales son influidas por los
tlco, atluyendo más y más, distiende la uietra posterior procesos psíquicos, se podria suponer la existencia en el
cerebro de un centro genital. En su obra Sistema ner-
r Zuck-erman crcc quc el movimiento uioso aegetatüto, L. R. Mülle¡ se manifiesta contrario a
rítmico dc Ia pelvis dc un
-:l]1:- d. 13 día¡ rcp-rcsentaría t. p¡*.iá-.rpi."i3.'-.tor. d.t este concepto y dice estar firmemente convencido de que
mccan¡amo re¡ual. Ertc h¡cho fue ob¡eruado el dia
en que el animal en la corteza no hay ningún centro circunscriptu para la
i1?#Í,,#"'::{';;.::i.,i,,*'¿:;¿i¿:*1i,".":"-;;;;r¡.s.i,,i erección ni la eyaculación, inclinándose, por el contra-
-tll
9i9 A. TALI,AF¡]RRO CIIRSO BASICO DE PSICOANÁI,ISIS 273
rio, sobre la base de sus experiencias, a aceptar la pre- ma de una descarga neuro-vegetativa y emocional con
sencia de un centro genital hipotético en los ganglios dilatación pupilar, contracciones musculares generaliza.
grises de la base, que podría ser influido por las asocia- das, seguidas de una relajación paralela a la descarga
ciones desarrolladas en la corteza, de cuyo centro par- emotiva, respiración anhelante y pérdida completa de
tiria la comunicación que discurre por el pedúnculo ce- Ia conciencia.
rebral y por la médula espinal. A esto podría conside- "Crisis tan manifiesta Eesnard- que permite
r'ársele, ambiguamente, el reflejo psico-vegetativo que compararla con la -dice
o el vértigo de ciertas
borrachera,
produciría una sensibilización e hiperexcitabilidad de crisis nerviosas mórbidas." Quizás se refiera al acceso
los centros lumbares y sacros. "Basta observar epiléptico y a la gran crisis histériea 1,
-dice
Mülle¡- lo que ocurre en la naturaleza. con el proceder Dice L. Müller que, por acción de estímulos a Ia en-
del gallo o del ciervo en ce¡o: que el erotismo no sólo trada de la vagina se provoca, por vía refleja, secreción
influye sobre el sistema vegetativo sino sobre Ia tota- de las glándulas de Bartholin, mecanismo reflejo ner-
lidad del sistema nervioso cerebro-espinal. en el sentid<¡ vioso idéntico a la eyaculación masculina. Por lo tanto,
de aumentar su turgencia. El estado de ánimo que coruesponde admitir que la excitación de las termina-
ejerce acción sobre los órganos genitales, provocando la ciones nerviosas de los pequeños iabios y del clítoris es
erección y acelerando la eyaculación, es la voluptuosi- conducida por el nervio pudendo a la médula espinal
dad que, análogamente a la alegría, )a angustia o el sacra, de donde se propagan a las neuronas de las subs-
terror no puede localizarse en una zoni¡ rleterminada tancias intermedio-lateral, después al nervio erector o
del cerebro, en un 'centro', sino que afetta, hnec »iht'ot' pélvico y finalmente a las neuronas del plexo de Fran-
a todo el sistema nervioso." kenhausen y a las glándulas de Bartholin. Por la misma
Por otra parte la tendencia última de la neurofisio- vÍa se produce el peristaltismo uterino observado por
logía es la de no aceptar la existencia de centros espe- algunos autores durante la cópula, que proyecta el ta-
cificos, sino tan sólo considerarlos eomo puntos de en- pón mucoso del útero. Z. E. Keher, autor citado por
trecruzamiento, lo que lleva a la noción del ,rrganismo Müller, observó que durante el orgasmo se producían
como totalidad. en la mujer movimientos rítmicos del hocico de tenca y
El segundo reflejo, que es el que provoca Ia acumula-
ción de esperma en la uretra, se denomina darmo-t,isce- r Mo¡oüch y Tallaferro leñalan en el articulo Sf udies on E. .8. G.
lal, une las terminaciones sensitivas de la mucosa geni- and Se¡ Furclion Oráasm (Diseases of the Ner. Sy3t.. XV, 1954).
que los E. E. G. registrado! duránte cl orgasmo evidcncian los aspectos
tal a las terminaciones motrices de la próstata y de comune! riguicnteo:
las vesículas, por intermedio del nervio pudendo, del l0 fasc: se adüerte un súbito aumento de [a aetividad rápida.
centro eyaculador lumbar del nervio hipogástrico, plexo prov.nicntc principalmente dc la¡ zonas tcmporal.s..Simultáneamente
pelviano y probablemente del tercer sacro. con eltc aumcnto hay un aumento rápido también de los potenciales
dc ¡cción ñuscular, quc !e súpc.pone en todas las áreas cortical.s
El tercer reflejo, uíecot'o-motor, desencadena las con- capt¡da!.
tracciones de la musculatura uretral, une la mucosa y 2n fscc: rimultÁneamente con la eyaculación en e! hombre y los
la parerl muscular de Ia uretra a los músculos eyacu- .fcto! corrcrpondiente eo la mujcr, re produce un descenso gcncra-
ladores, o sea los músculos estriados, por intermedio del lizado de la actividad eléctric¡ coo tres descargas por scgundo de
actiüdad gcncralizada, altem¡da¡ con dercargas de tipo murcular quc
centro eyaculador, unido con el motor correspondiente peniltctr,
Se ve de esta manera que el reflejo cxpulsivo exige 30 fa¡c: sc capts una dcpresidn de la actiüdad cléctrica con ritmo
para su .lesarrollo normal una sinergia perfecta de los altcmanta y dcrcargas muacular.s clónicas. Los electrocnccfalogramas
demu.stran la participación de todo el si¡tema ne¡vio¡o, especialmente
centros nerviosos y un eutono en la musculatura com- de la¡ porciones autónomqs y corticodicncefÁlices y ewidencian ta
prendida en Ios reflejos sucesivos. rclpuesta lisiológica dc un orgasmo.
Hesnard insiste en señalar la serie de fenómenos I¿s autorc¡ dircuten la participacióa de todo el sigtema nervioso
neuro-vegetativos que acompañan al desencadenamienttr en la producción del orgermo, ¡eñalando le intcrrupción corticodien-
cefálica y d..tacando. al mi¡mo ti.ñpo, la similitud .ri3t.ñt. entre lo5
del automatismo genital, diciendo que se exageran en regirtros cléctricos d¡ un enccfaloÍreme <tc orgaamo y las convtrlsioncs
r'risis en el momento del reflejo expulsivo, haío la for- de tipo rpiléptico.
-T
CURSO BASICO DE PSICOANALISIS
2it A. TALLAFERRO 275
tarnbién peristaltismo de las trorn¡ras de Falopio, que se pequeñas comparadas con las producidas por los carn-
propagan al útero y al mismo hocieo de tenca. En la bios de potencial que daban las cargas de superficie.
subsiguiente lelajación del útero se produce la aspira- En circunstancias normales la piel sana muestra un
rit'rn del contenido vaginal, y por 10 tanto del semen potencial básico biológico normal en la superficie del
eyaculado, dato que hay que tenet' en cuenta al consi- cuerpo, que es sinrétrico y aproximadamente igual en
tlerar el probiema de la esterilidad femenina. toda su superficie. Esta potencia básica varía en indi-
En el varón el momento tlel olgasmo se asocia a la viduos diferentes dentro de límites muy estrechos (de
contr'¿rcción de la vesícula seminal y de la próstata, con- l0 a 20 milivoltios) y se presenta como una línea
tracciones ritmicas de los músculos de fibra estriada, horizontal,
isquio y bulllo-cavernosos y movimientos rítmicos de En cambio, en las zonas erógenas (labios, lengua, ló-
los músculos glúteos que provocan el consiguiente ba- bulo de las orejas, pezones, vagina y pene, entre otros),
lanceo de la pelvis. En la mujer las contracciones ute- el comportamiento es fundanentalmente diferente que en
rin¿¡s también se asocian a contracciones rítmicas del el resto de la superficie del cuerpo. La carga de estas
lrrúsculo constrictor de Ia vagina, que corresponden a zonas puede estar dent¡o del límite del potencial de las
los luúsculos isquio y bulbo-cavernosos y se producen, eir otras partes de la piel, pero también pueden tener un
las normales, movimientos rítmicos de elevación pelviana potencial superior o inferior al que ordinariamente tiene
por la acción conjugada de los glúteos y rectos anteriores la epidermis. En los individuos vegetatlvamente lábiles,
del abdon'ren principalrnente. tanto de un. sexo como del otro, eI potencial no es cons-
tante; en la misma zona erógena s€ observan varia-
ciones de hasta 50 milivoltios o más,
DIFERENCIA DEL POTENCIAL RIOELÉCTRICO Esto se debe al hecho de que las zonas erógenas sexua-
DE LA PIEL DURANTE PI,ACER les están caracterizadas por una capacidad de excita-
Y ANGUSTIA ción extremadamente .variable, razón por la cual el
gráfico de la piel en una zona no erógena presenta un
Tratando de aclar:ar los mecanismos íntimos de Ia rápido aumento de potencial, que luego se mantiene más
oposición señalada por Freud entre placer y angustia o o menos a un mismo nivel, mientras que el de la zona
displacer, Reich comenzó a estudiar la fisiología de la erógena asciende para mantenerse luego en un ritmo de
fricción entre el pene y la mucosa vaginal. Basándose ascensos y descensos entre los 25 y los 50 milivoltios
en descubrimientc¡s de Krauss, inició investigaciones so- aproximadamente (Reich) .
l¡re las diferencias de potencial bioeléctrico de las dis- El ascenso de la onda indica un aumento de Ia carga
tintas zonas er'ógenas. Halló así, en 1934, que a prin- y el descenso una disminución. El poteneial de las zonas
cipio de siglo, Tarchanoff y Veraguth habían descu- erógenas no aumenta si no existe una sensación placen-
biórto el "fenómeno psico-galvánico", consistente en tera en la"respectiva zona, Es decír que un aumento
cambios del potencial eléctrico de la piel como resultado del potencial en una zona determinada de la superficie
de las emociones, pero que nunea se habían hecho medi- corporal siempre está acompañado de una sensación pla-
t'iones especiales sobre el placer sexual. centera, e inversamente un descenso se ve acompañado
Basándose en estas inforrrraciones, Reich construyó por una disminución de la misma.
un aparato semejante al electrocardiógrafo, con§tituido
por una serie de tubos electrónicos y otros elementos, "Estos experimentos confirman --dice Reich- la fór-
eon el cual inició investigaciones tomando como sujetos mula de la tensión y la carga, al mostrar que la con-
gestión o la tumescencia de un órgano no es suficiente
de experimentación a alguntrs de sus colaboradores no- por si sola para producir una sensación plaeentera. Para
Iuegos y a él mismo. Al iniciar un período de experien- que se produzca la sensación de placer es necesario que
cias que se prolongó por espacio de dos años, encontró, a la congestión mecánica del órgano se le agregue un
no sin sorpresa, que en los gráficos de las ondas que re- aumento de la carga bioeléctrica, o lo que es lo mismo,
presentaban la actividad cardíaca eran extremadamente
Éryg,íilE!4ryrrt!*;
.
{
vada, y la inactiaidad que tienen durante el coito muchos coz. En este momento el cuerpo todavía está menos
caracteres pasivo-femeninos. excitado que la parte genital.
En el llamado coito onanístico con un objeto no que- La consciencia está concentrada en la percepción de
rido, por ejemplo, una prostituta, la suavidad y la deli- las sensaciones placenteras y el yo participa en esa
cadeza suelen estar ausentes, precisamente porque hay actividad, intentando agotar todas las posibilidades de
una total prescindencia del objeto. placer, tratando de alcanzar un máximo de tensión antes
Con respecto a la actividad de la mujer durante el que sobrevenga el orgasmo. Casi está de más decir que
acto sexual puede decirse que no difiere normalmente, en esto no se lleva a cabo por medio de intentos conscien-
rnodo alguno, de la del hombre. La' pasíuidad ercesiaa tes sino que es totalmente espontáneo y diferente para
de la rnujer durante el acto serual es patológica y en cada individuo, sobre la base de experiencias previas,
su mayor parte debida a fantasías masoquísticas incons- para un cambio de posición, la manera y el ritmo de la
cientes de ser violada. Lo que a su vez es una forn:a fricción, etcétera.
de esquivar el sentimiento de culpa, El razonamiento De acuerdo con las experiencias relatadas por hom-
inconsciente que este tipo de mujer se hace es el siguien- bres y mujeres potentemente orgásticos, las sensaciones
te: "Yo no quise. Me lo hicieron a la ftetza..." La placenteras son más intensas cuando mds lentas 1t mós
sexuaiidad femenina es pasiva en su fin, por el hecho suaaer (véase pág. 280) son las fricciones y mejor armo-
simple de ser en sí una cavidad, pero hay que recordar niza entre sí la pareja, lo cual supone una amplia capa-
que todo instinto es activo para alcanzar su fin.r cidad de identificación con el objeto de amor.l
Llegado al punto P (véase gráfico de página 278). La contraparte patológica de esta situación consiste
con la introducción del pene, la excitación placentera, en la necesidad de efectuar fr'ícciones oiolentas, como
que durante los juegos preliminares se mantuvo a un ocurre en los caracteres sádico-obsesivos, con anestesia
del genital e incapacidad para alcanzat la eyaculación,
mismo nivel, en el sujeto normal, aumenta bruscamente, o la prisa ansiosa de los que padecen eyaculación precoz.
tanto en el hombre como en Ia mujer. Las personas orgásticamente potentes no bablan ni
En el hombre la urgencia a la penetración profunda ríen durante el acto serual, y si lo hacen es sólo para
aumenta (4 del gráfico), no llegando, sin embargo, a formular palabras aisladas de cariño y ternura, ya que
adquirir la forma patológica de querer "pgrforar" o
"taladrar" a la mujer, como sucede en algunos carac- 1 Refiriéndosc a las relacioncs entre cl hoñbre y la muier cn un
teres patológicos, particularmente en los obsesivos. acto scxual, Fcrenczi ha dicho que en el mismo no puedc haber uo
problema de egoísmo o dc altruismo y que s6lo debe impcrar una
Como resultado de las fricciones mutuas' suo'aes, espon' amplia mutualidadi en suma, que lo que cg bueno para uno tiene
td.neas y sín esfuerzo, la excitación comienza a concen- que ser bueno para cl otro. Como consecuencia de la natural inter-
trarse sobre la superficie del glande y en la parte pos- dependcncia de los fincs instintivos reciprocos, no existc ninguna razón
para que una de las dos partes se preocupc por el trienestar de la
terior de los sacos vaginales y el cuello uterino de la otra. Erto se pucde estudiar bien en los animales más evolucionados
mujer. Hasta ese momento la sensación característica y también en gente muy primitiva en la que el egoísmo ingenuo man-
que precede a la eyaculación está ausente, en contrapo- tiene el papcl que lc correeponde cn el amor de las criaturas hacia
la ñadrc. Pero ¡i se concidcran ambos factores c hijo- a
sición a Io que ocurre en los casos de eyaculación pre- la vez, sc puede estar dc acuerdo con Fereoczi-madre en que cxiste una
mutualidad; en el acto ¡c¡ual la mutualidad es lo biológico. et egoísmo
¡ IJna educación serual equtvocada (por las reprcsiones y el "tabú" ingenuo e! el aspecto peicológico. Y, más aún, [a interd.pendencia
de lo se¡ual de los educadores) e¡ une dc las cauraa, y no la menos biológica hace poriblc cl cgoísmo psicológico.
importante, que llcva a la mujcr a maoteocrse qui.tá durantc el actg Esto re comprende mcjor aún a la luz de los comcntarios de Alice
sexual, al considerar equivcadam.nte, ai sc dcja "arrastrar" por sus Balint, quien se refi¿¡c e una "mat.rnidad instintiva" contrapuesta
sensaciones scrualeg placéntcreg: "eo no cs de mujcr dacente y sí a la "matcrnidad civilizada". El acto lerual puede iniciarsc como un
propio de prostituts§", También a que durantc los años infantiles gesto altruílta, pero cuando alcanzs el grado máximo de excitación, la
sus descos inconscicntes centrados alrcdedor de las gratificaciones se- atención quc ee le prcsta al objeto, inmediatamente antes y du¡ante
xuals de los padres, motivaron que algunas de sus fantasías atritru- el orgaomo, se olvida casi por complcto, y es así quc cn la creencia
yesen a los órganos y placeres geaitale un cqrácter dañino y peligroso. de ertar unido con él o con clla, en perfccta armonia. r.sulta rrosihlc
t M. Klein.) lograr el mayor grado de placcr.
:T
?rt 2 A. TALLAFERRO
CURSO BÁSICO DE PSICOANÁLISIS 2u:'t
el hablar o el reír indican una €trave falta de capacidad c) la excitación termina primero en contracciones in-
para abandonarse totalmente, que es 1o que se requiere voluntarias de la musculatura total del genital y
para una absorción en la sensación de placer. El hom- del piso de la pelvis, Las contracciones aparecen
bre, para quien el abandonarse simboliza ser fernenino, en ondas. La cresta de la onda es simultánea a
está siempre, por la razón antedicha, orgásticamente per- la penetración total del pene; la declinación, al
tulbado, y otro tanto ocurre con la mujer que no acepta movimiento de retirarlo.
su posición femenina de entrega. Sin embargo, tan pronto como el retiro del ór-
En Ia primera fase del acto sexual (sensorial del gano pasa dé un cierto límite, es-decir, que casi
gráfico), en que los movimientos musculares son toda- Jale de la vagina, aparecen inmediatamente con-
vía voluntarios, la interrupción de la fricción es en sí tracciones espasmódicas displacenteras g sensación
misma placentera, debido a que, producida la quietud de soled.ad,, que acompañan a la eyaculación.
del sujeto, se presentan sensaciones agradables. Cuando En la mujer se hace presente, si esto ocurre' una
eI actor se mantiene inmóriil durante un cierto tiempo, contracción espasmódica de la musculatura lisa de
la excitación decrece levemente, a menos que desapa- la vagina y sensación de pesadez o franco dolor
rezca por completo, tal corno ocurre en los casos pato- en la región lumbar; igual acontece en el hombre;
lógicos. En est¿r fase (punto 5) la interrupción del acto d) durante este estadio la interrupción del actt¡ se-
sexual por un retiro del pene no es displacentera, si xual es sumamente displacentera, tanto en el hom-
ello se lleva a cabo a continuación de un período de bre como en la mujer, y en lugar de aparecer
descanso, rítmicamente ias contracciones que llevan al t¡r-
Con la prosecución de la fricción, la excitación au- gasmo y a la eyaculación, aparecen espasmos
rnenta hasta alcantzat un n'ivel superior que el previo bruscos que provocan una intensa sensación dis-
a la interrupción, comenzando a irradiarse progresiva- placenterá. En algunos casos es notable el dolor
nlente a la totalidsd del cuerpo, mientras la carga del
genital permanece al mismo nivel. en eI piso de la pelvis y la región lumbo-sacra'
Finalnrente, como resultado de otro aumento, por 1o
Agregádo a todo esto, y como resultado del es-
pasmo, la eyaculación aparece más- temprano que
general brusco de la excitación, se entra en la segunda
ér, aqr'"llo" ca"os en que el ritmo no fue perturbado'
fase (nrotor del gráfico) de las contracciones musculares
intoluntarias. A través de nuevas intensificaciones )' aumentos en
la frecuencia de las contracciones musculares involun-
Fase d.e las contracciones mztscttlares inuohLntarias tarias (punto 7), la excitación aumenta rápida y-brus-
came¡rte'hasta el acnté, que n«¡rmalmente coincide con
A esta altura del acto sexual (punto 6) ya no es la primera contracción muscular eyaculatoria.
posible efectuar un control voluntario del curso de la Simultáneamente aparece una profuncla nebulosülad
excitación y a lo largo de este período se encuentran de la conciencio (punto 8). Las fricciones se hacen es-
Ia; siguientes características: pontáneamente más intensas, después de -haberse cal-
mado momentáneamente, luego del acmé. La necesidad
a) el aumento de la excitación es incontrolable vo- ái i"netror por completo va intensificándose en cada
Iuntariamente; conlracción muscular eyaculatoria'
b) corporalmente la carga bioeléctrica va concen- En Ia mujer las contracciones musculares siguen el
tr¿indose más y más sobre el genital e invade toda mismo curso que
- en el hombre, y la única .diferencia
la personalidad una extraña sensación de:. fun- oue existe en ella es que durante e inmediatamente
dirse, derretirse, disoloerse, perd,er los límites; r áespué" del acmé, experimenta u.n d'eseo rle recibir por
completo.
I Sensació¡ semejantc refieren los sujetos intoxicados experimenta!-
m€nte con mescalina y L.S.D.,. durante la lase fI.
Ai producirse la caída brusca de la tensión en el ge-
nital ipunto 9), la excitación orgástica invade el cuerpo
T
284 A. TALLAFERRO (;TJRSO BASICO DE PSICOANALISIS 285
y traecomo resultado vivas contracciones futuro goce sexual, ampliando el círculo propicio a la
musculatura.l Las observaciones efectuaáasde toda la
en indivi- paz íntima (M. Klein). En los casos de satiríasis y
duos. normales de ambos ,ri-.ornJ también el ninfomanía la excitación sexual no disminuye.
análisis de ciertos trastornos""*o.,
aél oig".r"", ae-ueri"an En contraposición a lo normal, en el individuo orgás-
que lo que Reich denomina aftoiamíiiii--áe h ticamente impotente se produce un fuerte agotamiento,
tuiaiii
:: experimenta
Y^_9y_" rll"l""nte, c-omo descarga motriz es, pre_ marcado disgusto y una situación de indiferencia, re-
1:]",n el resultado del retorno de la cairga chazo o repulsión, que a veces llega al odio, hacia el
det genltal al cuerpo. Este retorno es experimentaáo compañero. Aquel que dijo que el hombre y el animal
como una repentina disminución de Ia tensión en la quedan tristes después del acto sexual era, evidente-
región genital. mente, un impotente orgástico.
Esto-se puede resumir.diciendo que el a,cmé repre_ El insomnio es uno de los indicios más importantes
senta el punto en el cual la carga dÁ excitación de la falta de gratificación, pero, según señala Reich,
s-u ¡lirección. Hasta el momento- del acmi ta airácci¿n
""ribi" no hay que caer en el extremo erróneo de suponer la
de la energía es hacia et eenital; ei-ii-oi*.¿ la tra_ existencia de potencia orgástica si un sujeto expresa
yectoria cambia en dirección opuesta, es decir, va hacia que se queda dormido inmediatamente después del coito.
todo el- cuerpo. El retorno cbmplefo de la excitación En ambos casos el orEasmo es más intenso si el má-
hacia el cuerpo es lo que constituye Ia graiificación ximo de la excitación sexual coincide, lo que ocurre en
gocs y por esto puede afirmarse que Ia gratificacióno
aquellos individuos que son capaces de concentrar sobre
está producida por: su pareja tanto los sentimientos cariñosos como también
) Cambio de la dirección de la corriente energética
I los sexuales, siendo esta la regla cuando las relaciones
de excitación en el cuerpo; no son perturbadas por factores internos o externos.
2) Catabolización de la eneigía por las contracóiones En tales casos hasta la menor fantasía consciente.está
musculares; totalmente ausente, hallándose el yo absorto por com-
3) Alivio o descarga del aparato genital (Reich). pleto en la percepción del placer.
Basado en lo dicho hay otro criterio más para deter-
Antes tle que la carga energética retorne al punto minar la potencia orgástica y es /o posibil.idad cle con-
cero (punto 10) del nivél normál, la excifaciá, ¡aja e" ccntro,rse c¡¡n. to¡la la personalid,ad, sobre la erperiencia
una curva suave, siendo reemplazada otgristica, a pesar de posibles conf lictos (Reich).
por una agradable relajac-ión_psiquica yinmediatariente
corpora.l, que, Si existen fantasías inconscientes, es difícil afirmarlo
por.lo general, se aconrpaña dó déseos áe dormir.. o negarlo, pero, por lo dicho anteriormente, puede supo-
,
Simultáneamente, la relacíón sensual con ei objeto sc nerse que tampoco deben existir fantasías inconscientes.
atenua y lo que se mantiene es una actitud cle a.grarle- Analizando las dos fases principales del acto sexual
cim,itnt.o y tcrnltra haci¿ cl compañero. E.t"'". uno de
los factores. nrás importantes d'e cuantos -Áacen a la vemos que la primera de los movimientos muscu-
monoganria (por,lo menos a- la temporal), pues el su;eiá lares voluntarios- está -fase
caracterizada por 1o sensorial;
obtrene Sgn sy ob.ieto una descarga total áe su tenslón. mientras que la segunda de los movimientos in-
La gratlllcación sexual plena ac-túa así <.omo doble ga- voluntarios- está marcada -fase
por la experiencia motriz
rantía: de su propia boñdacl y.de la del cányuge, del placer.
seguridad que esto le brinda incrementa a'su vez la
y Las con.tracciones inaolu.nt.arias del organismo y la
el la ercitación puedcn ser conside-
cortlplet.d dcscargo da
lLas expresiones usadas para ejemplificar rad.as como cl criterio m.d.s importante de lo potan.cia.
la scnsación son. enlre orgástica (Reich).
et Paraiso,
":1,1'_-:" d? copas ;. 'et. cantá 'i*"ká;.;' ¡;';;ites de ánse-
les i, . m¡lones
?-t:.?:' del más lino cristal vibrando al unísonó,,. La experiencia clínica demuestra que, como resultado
¿n elSunos su,etos, duranle el.acaé y en los puntos g y O.
imágenes_ visueler que son idénticas-, fr"- q,i.-'p.rcii.', ap"aaaan de la represión genital de la sexualidad, el hombre ha
durañte Ias expcriencias con mescalina v L.S.O.... to. ,r;oto. ido perdiendo la capaeidad de abandonarse para per-
%u
2fl6 A. TALLAFI:RRo CURSO BÁSICO DE PSICOANÁLI§IS 287
dicen- cuando se las interroga con respecto a su vida la "asaltan"; son los "lanceros" que ven en 1¡ mujer
intima. algo para "hacérsela", con un sentido casi deportivo
El hombre histérico sufre corrientemente de impoten- de la lelación, como prueba de una capacidarl, tal conro
cia eréctil y también eyaculación precoz. sería levantar una pesa o realizar una carambola.
A las mujeres "las trincan" o "se las pinchan", que
Los caracteres neurótico-obsesiaos son explesiones que corresponden a sus tendencias agre-
sivas inconscien{es hacia ellas, a quienes consideran,
Muestran una abstinencia rígida y ascética, muy bien inconscientemente, sus rivales homosexuales. Como ló-
racionalizada con argumentaciones de tipo religioso o gica reacción su conducta sexual crea entre las mujere-s
seudo-científicas. "Si yo he de exigirle a mi futura un intenso disgusto, temor y rechazo por el acto sexual.
esposa virginidad con un sentido religioso-, Es el hombie al cual sus ex mujeres odian y al cual
debo llegar casto al-dicen
matrimonio." Pero muchos son los no vuelven, en contraposición con la figura casi legen-
que racionalizan su abstinencia diciendo que lo hacen por daria de Casanova.l
evitar el peligro de las enfermedades venéreas y otros
que lo hacen porque creen que la eyaculación constituye La satiríasis y la ninfomanía
un desgaste que los va a perjudicar en los estudios, el
trabajo o en la práctica de su deporte favorito. Presentan un cuadro totalmente distinto. Los hom-
Las mujeres obsesivas son frígidas y generalmente bres y las mujeres que respectivamente padecen estas
inexcitables, aun en las zonas no genitales. El poten- pertuibaciones viven en una constante tensión libidi-
cial bioeléctrico de sus zonas erógenas es sumamente nosa cuyas diferencias son muy leves. Viven en un
bajo y la estimulación de las mismas ap€nas si influye estado de excitación sexual permanente, sin llegar nunca
en dicho potencial, a la descarga rápida que genera el placer, razón por la
Los hombres obsesivos son, con bastante frecuencia. cual se mañtienen casi a un mismo nivel tensional an-
potentes eréctiles, pero casi siempre impotentes or- tes, durante y después del acto, sin poder alcanzar un
gásticos. equilibrio
-Entre libidinoso.
Existe un grupo que está formado por aquellos hom- las neurastenios existe una fo¡ma crónica ca-
bres que muestran una potencia eréctil excesiva, por racterizada por la espermatorrea y una estructura pre-
temor inconsciente a la mujer y como defensa contra genital, caso en los cuales el pene ha perdido el papel de
fantasías homosexuales inconscientes. A los que inte- érgano penetrador placentero, representando incons-
gran este grupo, el acto sexual les sirve para "probar" ciánte y iimbólicamente "un pecho dando de .mamar" o
la potencia y afirmar su sexualidad, actuando el pene "un trózo de materia fecal al §er expulsado".
como un instrumento penetrante, con fantasias sádicas.
IMPOTENCIA Y FRIGIDEZ
Los caracteres fólico-narcisistas
Se los encuentra particularmente entre los militares No debe olvidarse nunca al examinar estos trastornos
con aspecto de oficial prusiano, los aviadores, los depor- que su causa puede ser, en algunos casos' orgánica. Así
tistas, los "donjuanes" y aquellos sujetos ostensiblemente ei como la diábetes, tumores, esclerosis en placa, mie-
seguros de sí mismos. Todos ellos sufren un serio tras- 1 Casanova, un idcalista puro, amaba cn todas las mujeres de ou
torno orgástico y tan sólo ven en el acto sexual el sen- vida to quc había cn ellar de aquel sucño inalcanzablc suyo; pero
tido de una evacuación higiénica, como les resulta tam- cra para con todas y cada una dc cllas, sioc.fo y verdadcro amante'
bién el defecar una vez por día. A continuación del acto Por eso aiempre guardaban dc él un g¡ato recucrdo y le conservaban
su cariño, por lo cual, scgúa sus mcmorias, cuando volvía a una ciu-
sexual tienen reacciones de disgusto, o a lo sumo, una dEd, las mujerc¡ a quieacr él había amado allí, volvían a verlc.
actitud de indiferencia "ante un deber cumplido". Estos A difercacia con Doa Juao: "Impo¡iblc ta hai¡ dejado para vo¡ y
hombres no toman amorosamente a la mujer, sino que para mi."
:{
las cejas como una expresión fisionómica de estar aler- cico la contracción del diafragma y musculatura de la
ta, con la cabeza tendiendo a levantarse de la almohada, pared abdominal.
como si quisieran ver qué es lo que está pasando en su "Esta posición típica de Ia pelvis Reich- se
genital, lo cual se percibe como una hipertonía de los -diceen el trans-
origina siempre en la niñez, presentándose
músculos de la nuca, cara y cuello, especialmente del curso de dos perturbaciones características del desarro-
externo-cleido-mastoideo (Reich). llo. El terreno se prepara cuando título de lim-
-a sus esfínteres
pieza- se exige a los niños que controlen
Importancía ile la mouilidad, péluica refleja en una edad muy temprana y asimismo el castigo severo
por el hecho de orinarse en la cama llevan a esta con-
El orgasmo reflejo se produce luego de un proceso de tractura pelviana. Pero mucho más importante es la
elaboración e integración de sus diversos factores. contractura de la pelvis que el niño realiza cuando co-
El primer efecto de la actividad genital es el despla- mienza a luchar contra las intensas excitaciones geni-
zamiento de una onda energética que va desde el cuello tales que constituyen el incentivo de la masturbación
al pecho, de allí al epigastrio, y pasa finalmente al bajo infantil. Esto se debe a que es posible amortiguar cual,
vientre. En los casos de impotencia orgástica, la pelvis quier sensación genital placentera mediante una con-
no participa de este movimiento, tal. como Io señala tractura crónica de la musculatura pelviana, lo que se
Reich en La lunción del orgasmo, y por lo general se comprueba por el hecho de que las sensaciones genitales
mantiene en una posición retraída que provoca a su vez placenteras aparecen tan pronto corno el paciente logra
un avance del abdomen. Estos pacientes tienen sensa- relajar su pelvis contracturada." Para defenderse de-
ción de "vacio" en la pelvis o de "debilidad de los geni- ben realizar toda una serie de movimientos voluntarios,
tales". Son personas incapaces de mover la pelvis ais- lo que impide el movimiento vegetativo natural de la
ladamente de la cadera y abdomen v se muestran en pelvis. Ei más importante y común de estos movimien-
particular contrarios al movimiento de la misma hacia tos voluntarios es el de mover él abdomen, pelvis y las
adelante y arriba. caderas como si formasen una unidad. Es perfectamente
En los casos de anestesia genital las sensaciones de inútil, en estos casos, imponerle al paciente la realiza-
vacuidad y debilidad son mucho más agudas y en la ción de ejercicios pelvianos mientras las acciones y acti-
misma proporción la pelvis pierde su motilidad. Existe tudes defensivas no sean descubiertas y eliminadas, sólo
también, en forma simultánea, una grave perturbación después de lo cual podrá desarrollarse el movimiento pel-
del acto sexual. viano reflejo (Reich). A medida que se trabaja con
Las mujeres se mantienen inmóviles o tratan de supe- más intensidad sobre la inhibición del movimiento de la
rar el bloqueo de su motilidad vegetativa por movimien- pelvis, ésta comienza a participar con mayor preponde-
tos forzados del tronco y la pelvis en bloque. rancia en la onda de excitación, y a medida que lo logra
En los hombres se advierten movimientos precipitados se mueve esfuerzo por parte del paciente- de
y voluntarios de la parte baja del cuerpo y en estos atrás hacia-sin
adelante y arriba. Este sentirá como si su
casos, ni en hombres ni en mujeres se presenta una pelvis fuese arrastrada hacia el ombligo por una fterza
sensación orgástica vegetativa. interior al mismo tiempo que sus muslos se mantienen
La musculatura de la región genital se mantiene quietos.
tensa, impidiendo las contracciones normales que cons- Reich señala qu-e es importante realizat una distin-
tituyen la respuesta a la fricción, La musculatura de ción exacta entre los movimientos reflejos de la pelvis y
la región glútea también se mantiene tensa y la falta de los que constituyen una defensa contra los anteriores.
respuesta de estos músculos puede ser superada por el Al producirse el desplazamiento de la onda energética
intento del paciente por realizar contracciones y rela- hasta la pelvis se produce un cambio en el carácter del
jaciones voluntarias en los mismos. reflejo total. Si eI reflejo era esencialmente displacen-
Al retraer la pelvis se interrumpe la corriente vege- tero, y en algunos casos hasta doloroso, si hasta ese
tativa en el abdomen, tal como lo hace en el plano torá- momento había movimientos defensivos, ahora todo el
T
estados de necesidad o de tensión y una actividad apro- La actividad sexual genital no puede ni debe consi-
piada es la única capaz de solucionarlas. El orgasmo derarse desde puntos de vista aislados, pues es un todo
no es sólo el producto final de una actividad que se en el que, más que en ninguna otra función del horlbre,
cumple con meros fines de reproducción y perpetuación se ve a éste actuar como una integridad.
de la especie. Es la descarga de la tensión creada err El concepto de Maimónides ¡:ermite tomar <'onro una
primera instancia por eI fuego constante de los instintos. integridad 1a misma familia, pues la arlnonía entre
Dice Curry en Lus llaoes de la aida.t "el amor no los padres, el núcleo central, repercute ('onro un¿l arnro-
sirve sólo a los fines de la procreación y perpetuación nia del todo.
de la especie, sino que es también, sin duda alguna, una
indispensable válvula de seguridad para el organisrno,
en cuanto da al cuerpo la posibilidad de hacer una con-
mutaciórr desde el simpático al parasimpático, y pro-
curar así a una persona excesivamente ne¡viosa un es-
tado animico de satisfacción y tranquilidad".
Ya en la escuela de Salerno, en el siglo Iv, se decía:
s(men. ,'etentum, uenentr.m est. Los investigadores de
fines del siglo pasado establecieron que una vida sexual
insatisfeeha puede dar lugar a ciertos tipos de neuro-
sis. L¿ escuela de Salerno institución médica me-
-la en el Occidente euro-
dieval más antigua en su género
-q
cuRso BÁSICO DE PSICOANÁLISIS 299
investigaciones llevadas a cabo entre los familiares del en él los conceptos de tiioci&n, regrcsión 17 strblirnaciórt,
enfermo demostraban que dichos sucesos no habían po- Freud le tlio un carácte¡ dinúmico y evolutivo (véase
dido ocurrir y que, por lo tanto, debían ser considerados mecanismos de defensa del yo, pág. 98).
como productos de la fantasía del niño (véase proto- El esquerna general eB éste:
fantasías, págs. 170 y 178).
Fue entonces, a."'t&íz de este descubrimiento, que
Freud, en el año'190 -t 1i*1¿6 el valor del factor seduc- vf VM
f[n
E algunos casos la privación, o'gonflicto real,1 puede refuerza Ias tendencias correspondientes a óste o éstos,
sF-muy escasa y auñ-iñ'[EEEptible, Io cual hace pen- que a su vez tratan de expresarse y satisfacerse. En
sar en una fuerte fijación. Pero en los casos contra- este rnomento hace su aparición en el-cuadro general un
rios, la frustraciÁn-llega a ser tan intensa que por sí ¡ruevo factor decisivo para Ia aparición de Iá sintoma_
sola eE capaz de iniciar el proceso de la regresión. Esto tología, al que se den-omina coriftirto i.,rlirtii o neto.ó-
pudo observarse con gran nitidez durante eI último con- tic.o, que no es más
flicto bélico mundial, en el trancurso del cual se vio que -que el proáucto del choque entre
estas nuevas tendencias parciales reactivadas-y refor_
los sujetos con una alta predisposición producían una zadas por la libido regresiva, por una parte, por
neurosis tan sólo con que les explotara una bomba cerca go al servicio del szr¡rer!9 pol Ia otra,'que'léi impideel
o que sufrieran una f¡ustración mínir¡g¡t Eq cambio nuevamente Ia satisfacción, causa que §enerará ótra
aquellos sujetos que por sus vivencias infantíles y su vez angustia de estasis y señal de alarma para el yo,
factor constitucional tenían una predisposición mínima, en virtud de la cual este últinro advierte ei peligro" y
soportaban mayores cantidades de frustración o trau- se prepara para la defensa, iniciando la formacién de
mas, sin que se pusiera en marcha en ellos el proceso sintomas.
patológico. Si no- se produjese un mecanismo de defensa, el go
Cada punto de fijación corresponde, de una manera ace:otaría li nulsión censurada, cayendo en la perve"r_
general, a una entidad clínica, Según el cuadro, el sión, corno lo definió Freud, poi lo-taniá, muchas veces
punto de fijacié¿ oral primario corresponderÍa a la es- una pclvelsión es una válvula de escape que está sal_
qUa'fñt¡ññíal secirndario a la maníaco-depresiva, vantlo al sujeto de una psicosis o de una'neurosis. Tam_
el anal primario a la paranoia, el anal secunda¡io a la bién en la terapéutica inadecuada, severa y brusca de
neurosis obsesiva y pl fálicn . la histeria. alg-unos que intentan reprimir una perversién en fo¡ma
He señalado que Ih fijación a una época dada del r'adical, se ve que frente a esto Ia li-bido trata de expre-
desarrollo libidinoso es capaz de determinar un cierto sarse .en otro nivei, lo que a veces desencadena una
tipo de neurosis o psicosis, es decir, que es específica; ps¡cos¡s.
en cambio no ocune lo mismo con el factor desenca- La perversión puede se¡ en ciertos casos el elemento
denante que debe ser considerad,o íncspccíflco, siendo tan que le está solucionando, en cierta medida, su conflicto
sólo un estímulo que pone en movimiento al proceso, interno al sujeto; por lo tanto, se debe ,.tü* .rn.,"
algo similar al gatillo que dispara el tiro. cautela y atención ante toda manifestación "on perversa
La libido, que por las circunstancias recién señala- que se presente durante el curso de los tratamiéntos.
das ha debido regresar al punto o puntos,de fijación,t
-E'l conflicto ínterno se produce como consecuencia del
choque de la reactivación del instintá paráiáll
r Muchas vecc! la rcgrcri6n no se hace hacia un solo punto dc
p_o," 1l libido que no pudo ""forr.ao
fijación, sino hacia vario¡, y entoncca 8e presenta lo quc se oblerva
tat. De la confrontación de -expresarse Ln el plano geni_
con frecuencia en la clínica:-lo! ca!o3 dc neurosis y psicosis mixtas. estos dos factoies nace la
Cuando la regresión gc hace en forma altemante en dos o ñás puotos
de fijación, aparcccn los cuadro¡ "móviles", es dcci¡, que cn uo mo- 1lFu.,üul que ,el Uo percibe como una serial de alarma,
anle la cual éste pone en movimiento sus mecanisnroé
mento dado, por ejemplo, a la mañana, prescñtan síntomás netamente
esquizofrénicos y a la tarde maníacog o depresivos, con tan sólo de defensa. A esta altura del p"o"".o-lá-bién pueáe
algunos rasgos caquizofrénicor, En eate ejcmplo la regresión se ha¡ía
cn una forma má¡ intcnsa cn lo! punto8 oral primarios por la ma- lg,tr"" la laborterapia ccmo elemento sublimatorio y de
ñana y por la tardc, con uDa regrcsión meno3 iñt.nsá, cl enfermo alli surge su iurportancia, dado que el conflicto púede
prqlentaria un cuadro maníaco-deprerivo, Muchos maniaco-depresivos atenuarse por este camino como antes pudo haberlo
que van hacia cu curación, paran ante! por un catado obs.sivo anles hecho en otro mecanismo. Sin embargo, esto es difícit,
dc alcanzarla o qucdan en éste, lobre todo en lo¡ cásos ¿n que se
utiliza exclusivamcnte t.repiq biológica, ya que ésta no es adccuada
para rnodificar la neuro¡is obscsiva. dc Rorschach, quc revelan, por cjcmpto, la eristcocia dc mecanismos
Esto permite ver qua. cuando ¡e produccn regresiones, no se carga iit11!,o-.i:-iill?s obsesivo¡ y álguno_s elem.ntos csquizoidcs po¡ carsa
tan sólo un punto de fijeción, sino quc 8e presentan por lo gcneral oe ¡ol respcct¡vos punto! dc fijación y los mecanismos
adecuados a cllos. defensivár
forma3 mixtas, tal como lo ponen en evidencia los informes del tcst
--u
mental, influyen cuatro series de factores. Factor cons- ceso. qsíquico patológico, considerando que los factores
titucional hereditario, del que poco conocemos; otros que Dlotogrcos y sociales se complementan, hecho sumamente
dependen del go, o del ello o del euperyó, o de todos importante, ya .que los aéontecimieítos externos son
simultánea o sucesivamente. capaces de modificar Ia p¡edisposición biológic" u"-Á"
Los factores del 3ro pueden ser su debilidad, derivada más amplio sentido,
de la constitución hereditaria o debilidad adquirida pro- B.asándose en esta relación Nunberg cree que una
ducida por la multiplicidad de conflictos re4les, motiva- modificación de la estruct-ura social p"áa" 1iugr.
dificar los factores etiológicos de'las * ,rro_
dos'pbi factores económicos, sociales y religiosos o por
fagtores téxieos e.infecciosos, rnetabólieos y avitamino- mentales y de las llamadas- psicosomáticas,"riórm"ára"s
sis, que debilitan la función sintética y aerecierrtan la W. Reich consider¿ que Ia fórmula etiológica de las
hipersensibilidad frente a la angustia, Io cual a su yez neurosis enunciada por Freud es perfecta en-casi todas
aumenta Ia movilización de los mecanismos de defensa. sus partes, salvo en una que a su .;uicio es incompleta.
Re.ich. está de acuerdo con Freud """- ár; el conflicto
Los factores dependientes del ello pueden ser los.in_s- psíquico central es Ia relación ,iño-faáre1 -y
tintos reforzados, a)'por Ia regresión y b) por factores que este
se halla presente en todos los casos he náurásis psi_
cndógenos o exógenos. Entre los factores endógenos con- cosis. Además concuerda con Fr.eurl v
sidéranse las crisis puberales, el climaterio, las endocri q"" todas las
nopatías, mientras que los factores exógenos están cons-
""
fantasias patológicas emanan de la vincuiáción sexual
infantil con los padres, pero discrepa con el concepto al
tituidos a) por las excitaciones reales del medio, b) los sostener que el confiicto padres-hijos no puede álcan-
fármacos, tal como las hormonas, y c) los factores telú- zar a. pro4ucir un trastorno persiitente d^el equilibrio
ricos (véase pás. 71). psíqu.ico si éste no está nutrido constantemente por el
El supergó, por su parte, influye con una mayor seye- estasis real libidinoso que originariamente el mismo
ridad y un sadismo más acentuadó, debido a factores conflicto produce.
sociales (educación, religión, etcétera)'y a otros de ori- . _ "Puede así afirmarse Reich_ que el estasis Ii_
gen intér'no, como pueden ser las regresiones a una -dice oiisi"".io"v-que
bidjnoso es el factor etiológico
etapa anal, más los impulsos agresivos que no se descat- toria det sujeto sóto da orilen tdi .o"i",iid;;; Ia his_
gan en el medio, y que van a cargar el superyó. energía necelaria para qué éstos " se po"án enñ.;'T"
movi_
nlrenlo esta clada por el estancamiento libidinoso.,'
t$U¡efs,rha trazad.o un esquema interesante de los Considera además Reich que debe toma¡se en
fdctores etiológicos de las neurosis, agrupándolos en dos cuenta
que las neurosis
series: una btológica y otta social. actuales, o ñeurosis de estasis, no están
aisladas de ta psiconeu.á"ir, iino-q";;
Como parte de la primera considera la predisposición ;;;;i".""trario,
están íntimame-nte entretejiáas á ilürí"tr."a"
de los instintos y la insuficiente reacción del ¿ro ante la otra. No puede pu", una en
, el peligro que ellos representan. ," ;;;¿;ü;, que Io da
".iisti. ,;; p;i;;;neidad de_
la historia misma del sujeto
...\' LE¡_la serie social sitúa los factores que dependen de "", qou' t-uau por-éf
terminaia, si no tiene una fuerza
¡'- )-' cattsas externas, tales como el medio ambiente en que estasis libidinoso. ",
se desenvuelve el sujeto, Ias condiciones familiares, eco- Es _indudable que una modificación del estasis aca_
nómico-sociales, morales, etcétg¡¿¡L Al complejo de Edi- rreara a su vez un cambio en la patogeneidad. Tal
po, núcleo de toda neu¡osis y psicosis, lo coloca entre como ya lo dijera Freud y como lo piuebá ia experien_
ambas series, por considerar que es, en parte, un pro-
ducto biológico relacionado con la vida instintiva, y por 9ia, s.q ve que no todas las situacioires traumáticas
-^--^^ de
los niños generan luego Ias
otra una formación social configurada de acuerdo con "áu"osü--
Es decir, una situación dada
cada medio, época y condieión. Por separado ninguna sólo llega
-""J"'to a ser trau_
n4tjS. cuando se produce ion estasis
de estas series es suficiente para desencadenar un pro- llo¡olnoso. "; ";
q
3r0 A. TALLAFERRO
3r2 A. TALIJ\FERRO
CURSO BÁSICO DE PSICOANÁLISIS 3r3
Por este motivo en algunos casos en que está indi- bastante aceptable y que no sea dominado por sus emo-
cada la terapia psicoanalitica, por las condiciones antes ciones en situaciones de orden médico, b) Deberá ser
mencionadas, se hace imposible, pero no por ello debe capaz, et el contacto con sus pacientes, de no exterio-
dejarse abandonado a su suerte aI enfermo-, ya que todo rizar sentimientos de ira, de miedo, de deseo sexual o
paciente que decide consulta¡ a un médico, va consciente de actitudes dominantes y otras similares, pues de otra
o inconscientemente en procura de ayuda y apoyo, que manera le será difícil conservar la actitud firme, amis-
siempre, de alguna maners, deben dársele. tosa y moderadamente objetiva que es valiosa para toda
Si bien se presentan casos que debe¡án ser resueltos psieoterapia.
por el psiquiatra afirma Levine et Peicoterapia c) Otra condición (vinculada con lo que se denomina
-segrinno debe ignorarse que también
en la prúctico méd,ico-
existen muchos otros que no neeesitan ser enviados a "contratransferencia") es que el médico que utilice mé-
todos de psicoterapia sienta una cierta simpatía por el
este último. Hay diversos trastornos que son Io sufi- paciente con el que está trabajando, pues en este tipo
cientemente benignos o superficiales como para ser tra- de relación personal no es frecuente que los sentimientos
tados por el propio médico, ¿un cuando éste no sea un intensos de antipatía puedan ser superados en grado
psiquiatra, de la misma forma en que existen muchos tal como para que sea posible llevar a cabo una buena
problemas quirúrgicos lo suficientemente leves como labor terapéutica. Posiblemente le resulte factible a un
pera que el médico pueda resolverlos sin necesidad de cirujano intervenir con éxito a una persona que le re-
estar especializado en cirugía. sulte antipática, sin gue esta antipatía interfiera dema-
Esto lleva a Ia conclusión de que la práctica diaria siado con su habilidad o criterio técnico. Pero la psico-
le exige al médico general un cierto grado de conoci- terapia implica una relación más personal y precisamente
miento ¿cerca de los problemas psiquiátricos, pero es por esto sería un contrapeso molesto para el médico
obvio que aun para utilizar lo !ue- Levine áenomina tener que luchar contra sentimientos de antipatía en el
ptiquiatrío ,nenor, el médico general debe poseer algu- curso de la psicoterapia. Cuando un médico sientq, anti-
nos conocimientos generales de psiquiatría, tal como los potía por un paciente, deberó" renunciar a toda labor
impartidos en una escuela moderna de medicina. Aque- psicoterápica, encomendando ésta a otro colega.
llos médicos cuya preparación psiquiátrica se redujo a Para aplicar los métodos de psicoterapia menor es
unas pocas mostraciones de psicóticos en un hospital, necesario tener una comprensión moderada de Ia psi-
deberán profundizar más sus conocimientos en este cam- quitría, amor por los semejantes, cierta predisposición
Dor ya que pueden llegar al consultorio de un clínico en favor de la naturaleza humana y, para con los pa-
pacientes con una depresión hipocondríaca, por ejemplo, cientes, una actitud equivalente a Ia de un buen padre,
que debe eer tratada psiquiátricamente y no de una ma- o a la de un hermano mayor. Estos métodos son en
nera clínica y menos aún quirúrgicamente, tal como parte una elaboración de las características que tan
ocurre en casos desgtaciadamente muy frecuentes. frecuentemente hacÍan del antiguo médico de familia
Asl como una buena terapia clínica depende de una un experto en el manejo de los problemas personales de
buena patolog:ía, una buena psicoterapia depende de sus pacientes. No obstante difieren de los utilizados por
una buena psicopatología (Leoine). éste en que están basados en los conceptos psicodiná-
Las condicioues mínimas que debe reuni¡ el médico micos actuales (Leoine).
general que intente Ilevar a cabo siquiera sea una ter¿- Las formas específicas de la psicoterapia calificadas
pia de tipo menor, fuera de tener los conocimientos por Levine como terapia menor son las siguientes:
element¿les de psiguiatris, son las siguientes: a) ser
un8 persona que haya alcanzado un grado de n¡adurez 1) El examen físico como psicoterapia; 2) El trata-
miento somático como psicoterapia; 3) El tratamiento
L! apc¡iffis con drogar dct tipo de ls moc¡lina y L.§.D.g quc medicamentoso como psicoterapia; 4) Apoyo; 6) Labor-
ralizu Frcdcrkiag, Slonc, T¡tl¡fárc, A. dc Toledo y otrd, rcn un terapia; 6) La hidroterapia como psicoterapia; 7) Di-
¡ot6to már o oe ¡otido. versiones y entretenimientos; 8) EI establecimiento de
.$Ti!i,
314 A. TALLIIFERRO cLiRSO BÁSICO DE PSICOANÁLISIS 315
una rutina cotidiana; 9) El desarrollo de pasatiernpos o mayor a la que tienen un padre o una ima-
(hobbies); 10) Actitudes autoritarias y de firmeza; 11) -igual
gen religiosa para un niño- lo cual hace que una
Terapia por sugestió¡; L2) Hospitalización incluyendo interpretación o un consejo inadecuados puedan pro-
la "cura de reposo"; 13) Información del paciente; ducir daño y trauuratizar profundamente ai enfermo.
14) Eliminación de la tensión exterior; 16) Orientación Puede resultar mucho más difícil realizar psicotera-
y consejo; 16) Fomenta¡ la vida social; 17) Facilitar pia frente a frente o de diálogo que aplicar la técnica
salidas aceptables, socializadas, para la ag¡esividad; 18) psicoanalítica, ya que en esta última el terapeuta tiene
Facilitar compensaciones aceptables para el miedo y la posibilidad de estar escuchando las asociaciones libres
para los sentimientos de inferioridad; 19) Posibilitar el del paciente y puede esperar hasta hallarse con sufi-
mantenimiento de relaciones constructivas que estén ciente material como para hacer una afilmación o inter-
exentas de toda actitud conderatoria; 20) Desconoce¡ pretación del problema que Ie plantea el sujeto; y aun
en el paciente ciertos sÍntomas y actitudes; 21) Satis- en caso de que éste efectúe una pregunta directa, el
facer las necesidades básicas frustradas; 22) Lograr la psicoanalista puede postergar la respuesta hasta adqui-
satisfacción de las neeesidades neuróticas; 28) Da¡ rir mayor conocimiento del caso.
oportunidad a que se est¿blezcan identificaciones sanas.
En cambio en la psicoterapia frente a frente, resulta
En Ia indicación de cualquier tipo de terapia el énfa- más difícil eludir una pregunta y no dar una respuesta,
sis deberá recaer primordialmente en el diagnóstico, pero y a ntenudo la vacilación o Ia falta de seguridad del
no sóIo en el clínico, sino también en el dinámico, es terapeuta es captada por el paciente que, al percibirlo,
decir, enia comprensión de los problemas psicológicos se angustia intensamente, por no encontrar seguridad y
y sociales (Leaine'). firmeza en esa imagen protectora que consciente o in-
No es posible hacer, como algunos lo ereen, una dis- conscientemente busca en el médico.
tinción entre psicoterapia y psicoanálisis, ya que este En rnuchos casos, para evitar esa vacilación y supe-
último es sólo una técnica aplicable dentro de la psico- rar su inseguridad, eI psicoterapeuta sin experiencia
terapia, que dispone también de otros métodos. contesta la pregunta o hace la aciaración rápidamente,
En general las demás técnicas de Ia psicoterapia no y bien puede equivocarse por el hecho mismo de no
son más fáciles ni menos peligrosas que la psicoanalí- haber podido elaborarla profundamente y quizris carecer
tica, y por el contrario en algunos casos resultan más de la experiencl'a necesaria,
riesgosas por el hecho de que el terapeuta puede caer
en la convicción errónea de que tiene más conocimientos Por las razones antedichas puede considerarse indis-
pensable advertir al médico general que carezca de
sobre el psiquismo de los pacientes de los que dispone en
realidad; es decir, que le falte una suficiente autoc¡ftica plofundos conocinrientos psiquiátricos y psicodinámicos
sobre sus conocimientos y su habilidad. En otros casos y se decida a tealizar psicoterapia, que es menester tener
ocurre que tiene conocimientos pero éstos pueden ser presente que ésta no es un instrumento simple y exento
equivocados. de peligro y que, por eI contrario, existe una técnica
También existen terapeutas que creen que por el solo dada que debe conocer y dificultades que debe salvar;
hecho de tener ellos un psiquismo están capacitados para
que para realizat una correcta psicoterapia frente a
actuar sobre el de los otros, De acuerdo con este con- frente se hallará más capacitado cuanto más conocimien-
cepto todos los que ti.enen cabellos estarían en condi- tos profundos tenga de la dinámica del psiquismo y
ciones de ser peluqueros. cuanto niás amplia sea su autoexperiencia y práctica en
Por otra parte existe una difieultad muy grave en la el método psicoanalítico. El hecho de manejar una ma-
psicoterapia que se hace frente a frente, y es que el yor cantidad de conocimientos profundos y estar libre
paciente está constantemente observando al terapeuta de conflictos neuróticos, le permitirá efectuar interpre-
y por la situación transferencial que siempre se crea, taciones exactas y dar los consejos correctos, en una
el médico adquiere para él una importancia muy grande forma rápida, segura y sin vacilaciones.
316 A. TALLAFERRO
Cuatrecasas, f.z
Psicobiologia general d,e los inetintos. Freud, S.: Consejos al méilico en el tratúmiento psico-
A. López, 1939.
Buenos Aires, analítico. Buenos Aires, Ed. Americana, 1943, t, XIV.
Curry, M.: Las llaoes d.e la oida. Barcelona, Juventud, Freud, S.: Algunas obseraaciones sobre el concepto de
1950. lo in.conscienteen psdcooruilisis. Buenos Aires, Ed.
Chauchard, P.: La médecina psuchosoma,tique. Francia, Americana, 1943, t, IX.
Presses Universitaires, 1966. Freud, S.: Introilucción al narcisismo, Buenos Aires,
Dalbiez, R,: El método psicoanalítico y la doctrina freu- Ed. Americana, 1943, t" XII.
d.iana. Buenos Aires, Dedebec, 1948. Freud, S.: Hist.oria del moaimiento psicoanalítico. Bue-
Dalí, S.: La oiila secreta de Sah¡ad,or D¿l{. Buenos Ai- nos Aires, Ed. Americana, 1943, t. XIL
res, Poseidón,1944. Freud, S.: .[,os instintos g sus d.estinos. Buenos Aires,
De Lee, J. B.: Principles and, Practice of Obstetrrcs. Ed. Americana, 1943, t. IX.
Deutch, F.: Analysis of Postural Behaaior. The Psycho- Freud, S,; Psicologia de la t¡id,a erótica. Generalid.ades
analytic. Quarterly, 194?, vol. XVI, NQ 2. sobre el ataque histérico. Concepto psicoanalítico ile
Deutsch, H.: Psychoanalysis of the Neuroses" Londres, las pet'turbuciones psicógenas de la oisión. Obras corn-
Hogarth Press, 1932. pletas, tomo XIII.
Dick, Read G.: "Correlations of Physical and Emotio- Freud, S.: tro represión, Buenos Aires, Ed, Americana,
nal Phenomena of Natural Labor", en Jour. Obst. and. 1943, t. Ix.
Ginec. Brit. Emp., 69, 1946. Freud, S.: Lo inconsciente. Buenos Aires, Eil. Ameri-
Dujovich, A.: "Maimónides", en Rea. A,M.A. Buenos cana, 1943, t. IX.
Aires, 1955, 890.
Freud, S.: Algunos tipos caracterológicos retelados por
Dunbar, F.: Emotions and, Bod.ily Changes. Nueva York,
Columbia Univers. Press., 1946. el psicoaruilisis. Buenos Aires, Ed. Americana, 1943,
Dunbar, F.: Diagnóstico g tratamientos peicosomá,ticos. t. xvIlr.
Barcelona, José Janés, 1950. Freud, S.: Sobr¿ las trasmutaciones de los instintos g
Dunbar, F.:, Medicina psicosomd,tica g psicoaruilisis de en especial del erotismo o?¿o¿. Buenos Aires, Ed. Ame-
áoy. Buenos Aires, Paidós, 1958. ricana, 1943, t. XIII.
Fenichel, O.: Teoría psicoanalítica de las neurosis. Bue- Freud, S.: /,as neuropsicosia d,e d,efensa. Buenos Aires,
nos Aires, Paidós, 1969. Ed. Americana, 1943, t. XI.
Ferenczi, S.: Bquoteine zur Psgchoanalysise (trad. por Freud, S.: La herencia g la etiología de las neurosis.
E. Blum, 1945). Buenos Aires, Ed. Americana, 1943, t. XIII.
Ferenczi, S.: "La ontogenia del interés por el dinero", Freud, S.: Psicopatología de la aida cotiiliana. Buenos
en Reu. Paico. Arg., L944, II, 1. Aires, Ed. Americana, 1943, t" I.
Ferenczi, S.: "La influencia de Freud en la medicina", Freud, S.: Una Leoría sasual. Buenos Aires, Ed. Ame-
en Lorand, S., Jones, E. y otros: Psicoand,lisis de hoy. ricana, 1943, t. II.
Buenos Aires, Paidós, 1952. Freud, S.: i¿ ilustración sesuo,¿ de¿ aiáo. Buenos Aires,
Flügel, J. C.: Psicoanálisis ile la fomilia. Buenos Aires, Ed. Americana, 1943, t. XIII.
Paidós,1961. Freud, S.: Teorías serualas infantiles. Buenos Aires,
Prazer, J. G.: La rama dorad,a. México, Fondo Cultura Ed. Americana, 1943, t. XIII.
Económica, 1944.
Freud, A.: El yo y los mecanismos de defensa. Buenos Freud, S.; El carácter g el erotismo azol. Buenos Aires,
Aires, Paidós, 1961. Ed. Americana, 1943, t. XIU,
Freud, A.t Introd.ucción al psicoanálisis para e,Jucad.o- Freud, S.: Análisis ile la lobia de un niño de cinco años.
res. Buenos Aires, Paidós, 1961. Buenos Aires, Ed. Americana, 1943, t. XV,
Freud, S,: Psicología d,e las masas A anúlisie d,el yo. Freud, S.: ,BI psicoaruilisis "Siloestre". Buenos Aires,
Buenos Aires, Ed. Americana, 1943, t. IX. Ed, Americana, 1943, t. XIV.
:t20 A. TALLAFT,RRO CURSO BASICO DI] PSICOANAI,ISIS 32r
FreUd,_S.: Concepto paicoanolítico de lae perturbaciones Garma, A.: Psicoaruilisis ile los sueños. Buenos Aires,
psicógenas ile la oisión, Buenos Aires, Ed. Americana, Paidós, 1968.
1943, r. XIII. Garma, A.: Sadismo y masoquismo en la cond,ucta. Bue-
Freud, S,: Aportacionea a lo psiaologrío de lo oid,o eró- nos Aires, A. Psico. Arg., 1943.
üico. Buenos Aires, Ed, Americana, 1943, t. XI[I. Gavrilov, K.: El probLema d.e las neurosis en el dominio
Freud, S.: Zos doa principi,oe d,el euced,er púquico. Blue- tle lu reflexología. Buenos Aires, Vásquez, 1949.
nos Aires, Ed. Americana, 1943, t. XIV. Graham, D.: Cutan.eus Vascular Reactions in Raanaud's
Freud, S.: Totem y tabú. Madrid, Alianza, 1968, t. XIV. diseuse a'nd, in States of Hostility, Armiety, and, De-
pression. Psychosom. med., 1955, 17,200-207.
Freud, S.: .Lo iliapoaiaión o lo neurosie obeeaiaa. Bue-
nos Aires, Ed. Ame¡icaua, 1943, t. VIU. Grande Alurralde, Milano, Paz, Polito, Tallaferro: .El
Freud, S.z Múe olüi ilel principio d.el placer. Buenos Test clc F'unk<,nsteín. en medicina psícosortú,tica, Bte-
Aires, Ed. Amerieaua, 1943, t. II. nos Aires, Primer Congreso Nacional de Psiquiatría,
Freud, S.: Apénd,ice al antilisis de la fobia d,e un nitio 1956.
de cinco cfros. Buenos Aires, Ed. Americana, 1943, Greenacre, Ph.: The biologic ecoiloma of birth. Psq.
t. xv. Study of Children, 1, 1945.
Freud, S.: El yo y el ello. Buenos Ai¡es, Ed. Amerieana, Grinrberg, L.: Pstcounúlisis de una m.elancolía ansiosa.
1943, t. IX. Rev. Psicoanál. Are., t. IX, NQ l, L952.
Freud, S.: El paicoaruíliais y la teoría il,e la libid.o. Bue- Hendrick, I.: Hcchos A teorías d.el psicoanú,lisis. Buenos
nos Aires, Ed. Americana, 1943, t. XVII. Aires, Sudamericana, 1950.
Freud, S.: La organización genital infantil. Puenos Ai- I'linsie, L.: Conceptos y problemas de Ttsicoteropio. Bue-
res, Ed. Americana, 1943, t, XIII. nos Aires, Kraft, 1943.
Freud, S.: Neut'osia y psicoait. Buenos Aires, Ed. Arne- lio¡ney, K.: La \to'sonalidad neurótica de nuestro tien-
ricana, 1943, t. XIV. ,ur.,. Buenos Aires, Paidós, 1963.
Freud, §.: EJ final del com¡tlejo de Edipo. Buenos Ai- Ingenieros, J.: Histcria ll stt'gestíó71. Ruenos Aires, Ed.
res, Ed. Americana, 1943, t. XIV. Spinelli, 190{.
Freud, S.: lo pérdiila de la realid,ud, en la neurosit.y Jacobson, E.: I-oilttttLst Relar. Whiltlesey House, 1945.
la peicoeia. Buenos Aires, Ed. Americana, 1943, t. XIV. Jaspers, K.: I'sico4tutología generaL Buenos Aires, Beta,
Freud, S.t Ensayo autobiogró,Íico. Buenos Aires, Ed. 1950.
Americana, 1943, t. IX. Jeliffe, S. L.: "Psicoanálisis y Medicina Interna", en
Freud, S.: Eequema d,el peicoaná,lisis. Buenos Aires, El Ttsicoanúlisis de ftoy. Buenos Aires, Paidós, 1952.
Paidós, 1966. Jones, E.: Papers ott ['sychoanalysis. Baltimore, Williams
Freud, S.: Los reeiatenciae contrü el psicoaruilisia. Bue- y Williams, 1948.
nos Aires, Ed. Americana, 1943, t. XIX. Kaech,R.: El Histerismo an lu Antigiittlad.
Freud, S.: Inhibición, aíntoma g anguetia. Buenos Ai- Kaech,R.: El Hister'isn¿o en la Edad. Medio.
res, Ed. Americana, 1943, t. XI. Kaech,R.: El Histerismo desde Lepais hasta Charcot.
Friedlander, K,: I'aicoanáliaia de la delincuencia iuuenil. Kaech,R.: El Histerismo desd,e Charcot.
Buenos Aires, Paidós, 19ó0. Kempf, E.: I'he Intcgratiac Functi<¡n of tlte Neruous
System Applicd to sonte Reactions and the Attending
Fromm, E.: Etica y peicoanálisis. México, Fondo Cul- Psychic Function, L954.
tura Económica, 1963.
Kempf, E.: Postural tension for Normal and Abnormal
Funkenstein, D., Greemblatt, M. y Salomón, H.: tuto-
no_mic .Changea paralelling Psychologie Chancea in Hutnan Belruutor and their Significances, 1931.
Mentally illa Potiens. J. Nerv. and Ment., dic. Kestenrberg, L.: Noúes on ego deoelopment. Int. J. of
1g61, Psychoanal., vol. XXXIV, pág. II, 1958.
114, 1-18.
Kfein,NI. : Desan'rollos en Psicoanálisis, Buenos Aires,
Furrkenst,ein, D.:
Fiaiología del temor y la angu*tia. Hormé, 1962.
Scientific American, 1966.
,'j:'
3?: .\. TALLAFERRO (:r'Rs() BÁSICO t)r: PSICO,\NíI-lslS 323
Klein, M. : Nueuas ciirccciones en ,¡tsicoand,lisis. Buenos Müller, M.: La mitología cotnpatada' Córdoba, Assan-
Aires, Paidós, 19ü5. dri,1044.
Klein, ilI., Riviere, J,; Las ett¿ocíonas básicas del h,ontbre. N;;b;;s,-Ii., Tcorío, general ¡le las nt'tlosis' Barcelona'
Buenos Aires, lilova, 1960. Ed. Ptrbul. 1937.
Knight, R,: I¡ttt oyucción, proyección e ülcntificución. OtaJa-J. i.: El ¿nrÍlisis de /os s¡¿cr-ios' Barcelona' Ar-
Psych, Qualt., 1938, IX, 3. gos,1954.
Kobrack: Arclt,. f . Hals, Nase und, Ohren. Heildkunde, p"irat, J.: Fr'¿¿rd. Buenos Aires' Nova, .194G..
año 29, Ne 8, Lfl50. páii", 'L. y Bertoyes, J.: Lcs cnfants qtti lo»tisseirt' Pzr-
Koranchevsky, \¡. J' Hallt The biseuual and Cooperatiua ris, Bibli. de Fat. Inf.' 1931.
propcrties of ,;e ;,; lr.ortnones. J, Path, Bact., 45.681. P"t;;J;, w. r.' Itúart, Wcathcr, 'Stttz'Illinois' C' C'
Kubie, L.:
Psicoanúlisis. Buenos Aires, Nova, 1951. Thomas. 194?.
Laee y otros: Cor¿ditk»tel autottomic responses ir¿ a,¿J¿(-
p"iO,"f,r-'¡r-¡ánt attrl »tothct'. Int. J' of Psychoanal''
f¡¡. Psychosom. Med., XVIII, 3.1955. vol, XXX, Parte IV, 1949.
Laforgue, R.: Psychopath.ologie de l'echec. París, Pa- -';;;irt tt! ta .Tcoríu Es-
Pi;ü;;:it*i¿.;, E.: Eiposiciótt sttcintuIndtx
yot, 1950. clc laí Nc¡trosis y Psicosjs. de Neuro v
Lagache, D.: La Psychanalyse. Presses Universitaires. Psiq., 1946' 6-1.
Langer', M,: trIatentídad y sexo, Buenos Aires, Paidós, P";{;;;;;
-ito Á'. : I'a ft icttl aridad c i m port-a n<: icr ctt id ado
^del
19 6.1. Io ,l1ío htt¡nana. Actas C.I.B.A.' dic.' 1952'
Levine, M.: Psicoterapia en la pró,ctica médicu. Buenos Raphael, C,'. Ot'gone Treatmcnt clnrittg Lubor' Orgone
Ailes, EI Ateneo, 1951, Én.tgy Bulletin, 1951. vol' III' Ne-2'
Levy Bruhl, L.: La lllentalid,ad, Pritnitiaa. Buenos Aires, n*.o"i.v,- Á. t Óonsitlcraciottcs psicosonúticas sobre
'";;;,;;¡:ó;, s¿e',ral.
Lautaro, 1945, Buenos Aires, Revista de Psicoanáli-
Loosli-Usteli, M.: La ansíedacl cn, la infancio. Madrid, sis. 1953, año I.
Morata, 1950. R;;;t;ú-,' i., et psiqrris»io ./'cfn/' Buenos Aires' Pai-
López lbor, J. J.: La angustia ¿,ifal. Madrid, Paz Mon- dós, 1960.
talvo, 1950. nü't.,"f"rsottalítlacl y cottducta tlel ttit-to' Buenos Ai-
llalinowski, B.: Estudios de psicología pri»iitila. Bue- res, El Ateneo, 1952.
nos Ailes, Paidós, 1949. R"i;"h, w.;^;;;;¡i"i" itil cartictat" 'Buenos Aires' Paitlós'
1$65. 2a ed.
"L)a
Mayer Gross: Psíquiatría Cláttica, Buenos Arres, Pai- n"i"ñ, 'w.t l,tnciór tlel orgas»to' Buenos Aires' Pai-
dós, 1958. dóe. 1062. 2+ ed.
Medina, A. 1\{,: Lu inllztctrcia cle la clact.ricülad at»tos- w.;a rrr,,r;r,9 ir¡ r¡ N¿'rtrborr¿ Infattt' Orgone Ener-
R"l;h:'Bulletin,
lérica sobrc lo salud, humana. El Día Médico, 1956 gy vol. III, Ne 8. 1951'
)lenninger, K.: Psychiatry itL a. Trot:bled II'r¡rld. Nueva n., Eañtt ícatiotts os Archoic Elt'tttt'ttts itt
York, Mac Millan, 1948. "lh;'S;;;.;- s sí" I<lt'ttiif
n"iJf,.
¡. Ania. Psa. Ass.' 1e5-'1, II, e'Ed' Orgo-
Menninger, K.: El trabajo cotlto rit¡hlintución tle 1as fu,r¡- n.l.it,lM.' Thí Cuu"", Bipathy' Nueva York'
tlt'ttcias agrcsiuas. Rev. Psico. Arg., 1943, I, 2. ,t. Énet'gv Bulletin, 1950, 2-1'
Menninger, K,: Amor contra Odio. Buenos Aires, Nova, n.i.r,Iw.f'Oigoromi', Ft¡tictiotalis'a' Orgone Energ)'
1 951. -i,is' 2-1.
Bulletin, 1950,
)Iigeron, C. J.: J. Clin. Endor and. Metal¡. 19.53, XIII. Ribtl"; NI-', ,le¡'cchos tltl ttiño' Buenos Aires' Nova'
Mosovich, A. y Tallafeno, A.: §t¿rdics of E.E.G. and 1954.
Sc:t Futction Orgasm. J. Dis. of New Sist., :954, R;Ü1";'Goniti, A. NI.; I\{edina, A' M';-}fibaslram' A, §.:
-'-li.
xv, 7. ¡olii"rnpio. Buenos Aires, Serr. Med', 1955, 106-28'
Müller, L. R.: Sistemo, neraioso t-egetotit'o. Madrid, La- Rol'Car¡alto, J.: Pttología psirosotrtriticr¿' Matlrid' Paz
bor, 1937. Montalvo, 1950.
,.,',:.;::
,M§á]i43#}I,'
ffi,