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INTRODUCCIÓN

Una de las situaciones que más preocupación genera en las empresas es


la necesidad de cobrar las deudas que mantienen terceros frente a la
empresa. Para tal efecto, nuestra legislación contempla una serie de
mecanismos destinados a lograr dicha cobranza, como pueden ser los
procedimientos de conciliación o los procesos judiciales.

Sin embargo, puede ocurrir que ante el ejercicio de una acción de


cobranza por parte de la empresa, se oponga una defensa relacionada con
la prescripción o la caducidad de la obligación que se pretende cobrar, ante
lo cual la empresa se ve imposibilitada de ejercer su derecho de crédito.

Pero ¿cómo es que una figura como la prescripción o como la caducidad


puede impedir que una empresa cobre sus derechos de crédito y por qué
nuestra legislación contempla figuras de esta naturaleza? En el presente
informe desarrollaremos la regulación en torno a las figuras de la
prescripción y de la caducidad, sus características, diferencias y su
aplicación.
MARCO LEGAL

El transcurso del tiempo está indispensablemente vinculado a la existencia


humana y por ello constituye un hecho jurídico de importancia. Todos los
hechos jurídicos tienen lugar en el tiempo y éste, con su transcurso influye
gravemente en las relaciones jurídicas dando lugar a la constitución de
derechos subjetivos, como en el caso de la prescripción adquisitiva, o a
extinguir la acción, como en la prescripción extintiva, y al derecho como en
la caducidad.
La prescripción y la caducidad son figuras que afectan el derecho a ejercer
el cobro de una obligación reguladas principalmente por el Código Civil. Sin
embargo, su aplicación para determinadas áreas está determinada por
normas específicas, como son la Ley de Títulos Valores, el Código Procesal
Civil, la Ley General de Sociedades, entre otras.
Aspectos básicos de la prescripción.-

Respecto de la prescripción, es importante señalar que su definición se


encuentra contenida en las normas vinculadas con el Derecho Civil, más no
en las normas que regulan el derecho tributario. En ese sentido, desde la
perspectiva civil, podría señalarse que la prescripción “es un medio o modo
por el cual, en ciertas condiciones, el transcurso del tiempo modifica
sustancialmente una relación jurídica” (Vidal Ramirez, 1985, p. 83).

Si bien a nivel doctrinario se indica que la prescripción puede ser adquisitiva


o extintiva, para efectos del presente trabajo de investigación únicamente
nos centraremos en la última de las mencionadas pues analizaremos la
institución de la prescripción como un modo de extinción del derecho que
tiene la Administración para fiscalizar y finalmente determinar la obligación
tributaria de los contribuyentes.

A nivel tributario, la prescripción se encuentra regulada en el Artículo 43 del


Código Tributario, señalándose que la acción de la Administración
Tributaria para determinar la obligación tributaria, así como para exigir su
pago y aplicar sanciones prescribe a los cuatro años y a los seis años para
quienes no hayan presentado la declaración respectiva.

Así mismo, conforme lo señala el Artículo 47 del Código Tributario, no


existe la posibilidad que la prescripción sea declarada de oficio por la
Administración Tributaria; siempre debe ser alegada por el contribuyente.

Precisa el Artículo 48 del Código Tributario que esta alegación puede


efectuarse en cualquier estado del procedimiento administrativo o judicial.

Lo señalado anteriormente es importante porque resulta imprescindible que


los contribuyentes cuenten con la seguridad jurídica que su determinación
no se verá modificada luego del plazo prescriptorio.

Tanto a nivel doctrinario como jurisprudencial, se ha destacado la


necesidad de contar con este plazo de prescripción. Al respecto, Rubio
Correa (1987) señala:

(…) el derecho ha considerado necesario establecer plazos dentro de los


cuales se debe ejercitar los derechos y otros plazos en los que la
inactividad del titular determina su privación o desprotección de aquello que
jurídicamente le corresponde, siendo la razón de ello el crear seguridad
jurídica en el todo social en referencia a quien es el titular efectivo de los
derechos, así como garantizar a quien tiene un deber o una deuda, que no
pesará indefinidamente sobre él y sus herederos, la responsabilidad de
cumplir. (p. 13, 14).

Por su parte, Vidal Ramírez (1985), indica lo siguiente:

(…) la prescripción, por su naturaleza jurídica, constituye un medio de


defensa dirigido a extinguir las pretensiones que se quieran hacer valer en
vía de acción o de excepción o, como lo señala el postulado del artículo
1989, extingue la acción pero no el derecho mismo, estamos con el
razonamiento de Ennecerus en el sentido que el fundamento de orden
público de la prescripción concuerda con el interés particular y, por tanto, es
suficiente que se ponga en manos de cada cual un medio de protección y
que con el fin de salvaguardar la seguridad jurídica y en orden a proteger
las pretensiones ilegítimas, el ordenamiento jurídico tiene que aceptar
también que el deudor poco escrupuloso, que sabe exactamente que él
todavía, está favorecido por las reglas de la prescripción. (p. 114, 115)

La importancia de la seguridad jurídica como base y fundamento de la


institución de la prescripción como posibilidad de los administrados o
contribuyentes de alegarla en cualquier momento del proceso, es
destacada por Fernández Junqueira (2001), quien señala que:

El fundamento de la prescripción debe venir, forzosamente, de la


justificación a la alteración del principio de justica que deja de aplicarse
para ceder, en este caso, ante el principio de la seguridad jurídica.

En efecto, por exigencia natural del primero las obligaciones deben de


cumplirse y son exigibles en todo caso. Es el segundo de los principios
señalados, el de seguridad jurídica, el que predica que el cumplimiento de
las obligaciones no pueden encontrarse en situación de pendencia en forma
indefinida, el que cobra mayor peso en esta confrontación. (p. 17)

En el mismo sentido se ha pronunciado el Tribunal Fiscal, mediante la


Resolución N° 161- 1-2008, en la que se señala lo siguiente:
(…) el fundamento de la prescripción está en la necesidad de dar un plazo
determinado a las situaciones de incertidumbre, de manera que quien
presente una conducta de inacción por el tiempo indicado en la norma
perderá la oportunidad de hacer valer algún derecho, es decir, la seguridad
jurídica tiene por expresión a la preclusividad, o lo que es lo mismo, que las
situaciones de pendencia o claudicantes que pueden afectar el área de
intereses personales o patrimoniales del ciudadano no se prolonguen de
modo indefinido.

Como puede apreciarse, la prescripción se encuentra estrechamente


vinculada con la seguridad jurídica permitiendo a los administrados contar
con la certeza y garantía que una vez que se termine el cómputo de la
prescripción, las declaraciones juradas presentadas quedarán firmes y no
podrán ser modificadas por la Administración Tributaria. Esta certeza
también es destacada por Bocchiardo (2003) quien señala que

“el fundamento de laprescripción se encuentra en razones de orden público


o interés social, pues el derecho requiere certidumbre, estabilidad y
seguridad”.

En el mismo sentido se pronuncia también Puig Brutau (1986):

“(…) la prescripción extintiva encuentra su justificación en la necesidad de


poner término a la incertidumbre de derechos y en la presunción de
abandono por parte de su titular.”(p. 14).

Finalmente, al referirse a la prescripción y la estrecha vinculación con la


seguridad jurídica, García Novoa señala:

La prescripción es una categoría general del Derecho, cuya finalidad es


modular el efecto del paso del tiempo con la inactividad de quien pudiendo
ejercer un derecho no lo hace.

Como veremos, su fundamento radica en la seguridad jurídica, pues las


pretensiones deben ejercitarse en un lapso temporal razonable no siendo
aceptable que cualquier sujeto de Derecho quede indefinidamente a
merced de la actuación de otro. (p. 13)

El propio García Novoa (quien ha desarrollado en extenso este tema),


también se ha pronunciado sobre la importancia de la prescripción como
límite temporal a la facultad de fiscalización y determinación:
(…) lo cierto es que la prescripción de la facultad de liquidar juega el día de
hoy el rol de fijar el límite temporal para la conversión del importe de la
autoliquidación en cuantía definitiva del tributo. (p. 30).

Lo señalado anteriormente resulta importante porque como desarrollaremos


en el segundo capítulo del presente trabajo de investigación, el efecto de la
prescripción, conlleva a que la Administración Tributaria se encuentra
imposibilitada de fiscalizar y redeterminar la obligación que ha sido
previamente determinada por el contribuyente.
Así, como se mencionó en el primer acápite del presente capítulo, el
término del plazo prescriptorio, hace que la determinación se vuelve
definitiva.

En la doctrina nacional, Medrano (1994) señala lo siguiente respecto de la


seguridad jurídica:

La seguridad jurídica puede identificarse con certeza y ésta se obtiene de la


aplicación de una serie de principios jurídicos, cuya concurrencia permite
alcanzar ese estadio en el cual los ciudadanos están siempre –
razonablemente- en aptitud de conocer sus obligaciones y derechos. (p. 6)

En el Código Tributario, las acciones para determinar la obligación


tributaria, para cobrar la deuda y para aplicar sanciones prescriben si es
que la Administración Tributaria no ha ejercido acción alguna o, de ser el
caso, si es que no se han dado supuestos de interrupción o suspensión.
1. Obligación

Una obligación es el vínculo existente entre dos partes, de las cuales una
ocupa la posición acreedora y la otra la posición deudora. La obligación
contiene una o varias prestaciones que deben ser ejecutadas por el deudor
a favor del acreedor y que pueden consistir en dar un bien, hacer o no
hacer una actividad.

Las obligaciones nacen en virtud de un acto jurídico, como puede ser un


contrato o una promesa unilateral.

Las obligaciones que nacen de tales actos son de carácter convencional,


pues se originan en manifestaciones de voluntad, ya sean consensuadas o
unilaterales.

Pero, existen también obligaciones que nacen por efecto de la ley, como
ocurre en los supuestos de responsabilidad extracontractual.

La forma natural en la que deben cumplirse las obligaciones es realizando


el pago, entendiendo por pago a la ejecución de la prestación en la forma
pactada en el contrato. Pero, también existen otros mecanismos que
producen los efectos del pago, es decir, mecanismos que extinguen la
obligación a pesar de que no se haya realizado la prestación según se
había pactado.
Veamos cuáles son los mecanismos de extinción de obligaciones que
regula el Código Civil:

1.1 EL PAGO

Como hemos dicho, el pago extingue la obligación cuando se ha ejecutado


la prestación conforme se ha pactado en el contrato, es decir, que el pago
se produce sólo si la prestación se ha realizado en su integridad, en la
oportunidad prevista y según las características pactadas.

El cumplimiento parcial, tardío o defectuoso se considera como casos de


incumplimiento y por lo tanto, no surten los efectos del pago. Si el contrato
fuera uno de compraventa en el que el vendedor se ha obligado a transferir
la propiedad de una camisa de color rojo y llegado el día pactado entrega
una camisa color azul, entonces se considerará que la obligación no ha sido
pagada. Si cada una de las partes del contrato cumplió con su obligación en
la forma pactada en el contrato, entonces la relación entre ellos se
considera pagada y se extingue.

1.2 Dación en pago

Muchas veces no es posible efectuar el pago de la obligación en la forma


pactada en el contrato. Esto puede deberse a muchos motivos, como
cuando se asume la obligación de pagar una suma de dinero y no se
cuenta con el efectivo para hacerlo; o cuando la obligación consiste en
entregar un bien determinado y dicho bien se ha extinguido.

En tales casos, puede acordarse con el acreedor la posibilidad de


entregarle una prestación distinta a la que se pactó originalmente en el
contrato. Por ejemplo, si no se cuenta con el dinero para pagar la suma
pactada, puede transferirse un bien por el valor adeudado. O si el bien que
debía entregarse se ha extinguido y no es posible reemplazarlo por uno de
iguales características, puede pagarse su valor en dinero o entregar otro
bien que satisfaga al acreedor. Entonces, la dación en pago implica la
ejecución de una prestación distinta a la que se había pactado inicialmente,
y que surte los efectos del pago, por lo que la obligación queda extinguida.

1.3Compensación

La compensación es un mecanismo muy utilizado en las operaciones


comerciales, sobre todo entre empresas que suelen realizar operaciones
entre sí con frecuencia. De acuerdo al artículo 1288º del Có- digo Civil, “por
la compensación se extinguen las obligaciones recíprocas, líquidas,
exigibles y de prestaciones fungibles y homogéneas, hasta donde
respectivamente alcancen, desde que hayan sido opuestas la una a la otra”.
Esto significa que si dos personas tienen obligaciones entre sí, cuyo
contenido sean prestaciones fungibles y homogéneas, podrán dar por
extinguidas dichas obligaciones hasta donde se cubran una con otra, sin
necesidad de que cada una de las partes ejecute la prestación.

Por ejemplo, si la empresa Transportes Pegaso S.A. le debe a la empresa


Orion Publicidad S.A.C. una suma de dinero ascendente a S/.1000.00 y, a
su vez, Orion Publicada S.A.C. le debe a Transportes Pegaso S.A. la suma
de S/.1000.00, podrán compensar dichas obligaciones dándose por
extinguidas sin que ninguna empresa desembolse dinero a favor de la otra.
También es posible efectuar la compensación cuando las obligaciones no
son equivalentes, en cuyo caso, el saldo deberá ser pagado según lo
acordado por las partes. La compensación también puede efectuarse con
obligaciones que no son dinerarias, pero en tal caso, como lo dispone el
Código Civil, deberá tratarse de prestaciones que sean fungibles, es decir,
susceptibles de ser cambiadas una por otra; y homogé- neas, es decir, de
la misma naturaleza.

1.4Condonación

La condonación es lo que se conoce comúnmente como el “perdón de


deudas”. La condonación origina la extinción de la obligación por el acuerdo
de voluntades del acreedor y del deudor sin que el deudor la haya
cumplido. Es decir, en la condonación el acreedor acepta que el deudor no
cumpla con la prestación a la que se ha obligado, renunciando a su derecho
a exigir el cumplimiento.

El Código Civil prevé en su artículo 1295º que la condonación puede


acreditarse por cualquier medio, por lo que no es necesaria ninguna
formalidad para la validez de la condonación. Sin embargo, es
recomendable que siempre exista un documento escrito donde conste la
intención del acreedor de condonar la deuda.

1.5 Consolidación

Tal vez la consolidación sea el mecanismo de extinción de obligaciones


menos común. En la consolidación la obligación se extingue porque se
produce una situación que genera que en la posición de acreedor y de
deudor se encuentre una misma persona.

Esta coincidencia en el sujeto que tiene la calidad de acreedor y el que


tiene la calidad de deudor genera que la obligación fenezca, pues no sería
posible que una misma persona se adeude a sí misma una obligación.

Por ejemplo, supongamos que una sociedad A le prestó una suma de


dinero a otra sociedad B. Estando pendiente de pago la obligación, ambas
sociedades se fusionan absorbiendo A a B. En tal caso, A asumiría dentro
del patrimonio absorbido el derecho de crédito a cobrarse a sí misma la
suma de dinero prestada a B, con lo cual, la posición de acreedor y deudor
recaería en A, extinguiéndose la obligación por consolidación.
1.6 Transacción

En la transacción, ambas partes ponen fin a una controversia originada por


el incumplimiento de una obligación, acordando realizar prestaciones recí-
procas que satisfagan los intereses de cada una. De esta manera, la
transacción pone fin a la obligación que dio origen a la controversia, pero a
su vez, da origen a otras obligaciones consistentes en las prestaciones
establecidas en la transacción. Cabe señalar que es requisito para la
validez de la transacción que se celebre por escrito y que conste la
renuncia de ambas partes a iniciar cualquier acción para reclamar el
cumplimiento de la obligación u obligaciones que motivaron la transacción.

1.7 Mutuo disenso

El mutuo disenso extingue la obligación en virtud del acuerdo mutuo que


celebran las partes, en el que deciden dar por terminada la relación
obligacional existente entre ellas. A diferencia de la condonación, en el
mutuo disenso existen obligaciones recíprocas, por lo que se requiere de la
voluntad de ambas partes de poner fin a la operación, renunciando cada
una de ellas a exigir a la otra el cumplimiento de la prestación.

Por ejemplo, en un contrato de arrendamiento las partes, antes de cumplido


el plazo de vencimiento del contrato, pueden dar por terminado el
arrendamiento sin dar lugar a incumplimiento alguno, pues el arrendador
estará conforme con que no se le paguen los meses de renta que faltan
para terminar el contrato y el arrendatario estará de acuerdo en que no le
cedan el uso del bien por el período restante del contrato.

2. La acción

El otro concepto que debemos tener claro para comprender el


funcionamiento de las figuras de la prescripción y la caducidad, es el de
acción. Una de las acepciones que se manejan sobre el concepto de acción
es la que corresponde a la alícuota en que se divide el capital social de una
sociedad anónima, pero no es ésta acepción la que nos interesa para
efectos del presente informe.
La acción también puede ser entendida desde el punto de vista jurídico,
como el derecho que posee una persona a exigir legalmente el
cumplimiento de una obligación, utilizando para tal efecto los mecanismos
previstos por la legislación, ya sean judiciales o extrajudiciales. Una
persona ejerce entonces su derecho de acción cuando presenta una
demanda ante el Poder Judicial o una demanda arbitral para exigir el pago
de una obligación de la que es acreedor.

Pero lo ejerce también cuando remite una carta notarial u otro tipo de
requerimientos exigiendo el cumplimiento de la obligación. La obligación y
la acción son entonces conceptos distintos, aunque suelen estar ligados en
la medida que una permite que la otra pueda ser exigida.

3. La Prescripción

La prescripción es la figura jurídica en virtud de la cual se extingue la acción


que acompaña a una obligación, debido al transcurso del tiempo y a la
inactividad del acreedor. De esta manera, al producirse la prescripción el
acreedor pierde su acción para exigir el cumplimiento de la obligación, pero
la obligación subsiste.

Cabe señalar que estamos haciendo referencia específicamente a la


prescripción extintiva y no a la prescripción adquisitiva que es aquella en
virtud de la cual un poseedor obtiene el derecho de propiedad sobre un bien
por la posesión continua durante un determinado tiempo.

El Código Civil define en su artículo 1989º a la prescripción de la forma


más clara posible:

“Artículo 1989º.- Prescripción extintiva La prescripción extingue la acción


pero no el derecho mismo”. Hemos dicho que la prescripción se produce
por el transcurso del tiempo y por la inactividad del acreedor.

Esto es porque la prescripción se produce cuando se cumple el plazo


establecido por ley para tal efecto, pero siempre que durante dicho plazo el
acreedor no hubiera ejercido los mecanismos destinados al cobro de la
obligación y es que la prescripción existe como un mecanismo de seguridad
jurídica y como una sanción al acreedor por su inacción en exigir el
cumplimiento de sus derechos.

Por una parte, la prescripción le brinda seguridad jurídica al deudor y a


terceros, al determinar que el deudor no podrá ser forzado a cumplir la
obligación prescrita.

Y por otro lado, se sanciona al acreedor por haber permitido que transcurra
el plazo de prescripción sin haber ejecutado los mecanismos destinados al
cobro de su derecho.

Ahora bien, si el efecto de la prescripción es extinguir la acción pero no el


derecho, ¿Cuáles serían las consecuencias prácticas de este efecto, pues
da la impresión que eliminando la acción prácticamente se está eliminando
también el derecho al desaparecer la posibilidad de ejercerlo? Ciertamente
es una cuestión que se plantea con frecuencia cuando se analiza a la
prescripción, pues si el acreedor pierde la acción, la interrogante que se
presenta es
¿Para qué le serviría mantener un derecho que no puede exigir?

Pues la respuesta es sencilla, es que el deudor podría cumplir su obligación


en forma voluntaria, sin necesidad que el acreedor se lo exija. Si la
prescripción tuviera como efecto extinguir no sólo la acción sino también el
derecho, que es el efecto de la caducidad según veremos posteriormente,
el pago que efectúe el deudor voluntariamente y recibido por el acreedor,
constituiría un pago indebido, al punto que el deudor podría solicitar la
devolución del mismo.

Pero al extinguirse sólo la acción, el acreedor aún puede recibir el pago y


se considerará como un pago válido. Veamos ahora algunas reglas
aplicables para el funcionamiento de la prescripción:

3.1. Irrenunciabilidad de la prescripción

El Código Civil prevé que el derecho a la prescripción es irrenunciable, es


decir, que el deudor no puede renunciar a su derecho a que la obligación
prescriba. Si se hubiera pactado lo contrario, ya sea en el acto que dio
origen a la obligación o en un acto posterior, se considerará nulo dicho
pacto.
Pero, sí es posible que el deudor renuncie a la prescripción que ya ha
operado, pudiendo hacerlo en forma tácita o expresa. Será expresa cuando
haya manifestado su voluntad de no hacer valer la prescripción.
Se entenderá que ha habido una renuncia tácita cuando realice un acto del
cual se pueda concluir indubitable mente que no desea ejercer su derecho
a la prescripción, como podría ser el caso en el cual no formule la
excepción de prescripción en el proceso judicial correspondiente.

3.2. Invocación de la prescripción

La prescripción es un mecanismo que debe ser ejercido por el deudor en


forma de defensa, es decir, una vez que el deudor ha sido requerido para el
cumplimiento de la obligación, deberá formular su derecho a hacer uso de
la prescripción.

Por ello, al interior de un proceso judicial, el deudor o demandado debe


hacer valer la prescripción, no pudiendo ser ésta aplicada de oficio por
parte del juez si el deudor no la ha invocado.

3.3. Cómputo, interrupción y suspensión del plazo de


prescripción

La prescripción es una figura que surte efectos por el transcurso del


tiempo. Así, transcurrido el plazo señalado por ley, se considerará
extinguida la acción del acreedor.

El plazo de prescripción se computa en días calendario y comienza a


contarse desde el día en que puede ejercitarse la acción para exigir el
cumplimiento de la obligación y se cumple una vez vencido el último día del
plazo fijado.

El Código Civil dispone las situaciones en las cuales el cómputo del plazo
prescriptorio debe suspenderse o interrumpirse. La suspensión implica que
el cómputo debe paralizarse y se reanudará una vez que haya
desaparecido la causal de suspensión, volviendo a computarse
considerando los días ya transcurridos con anterioridad a la suspensión.

En cambio, la interrupción implica que al producirse la causal de


interrupción el plazo de prescripción debe dejar de computarse y al
desaparecer la causal de interrupción el plazo debe computarse
nuevamente, sin considerar los días transcurridos antes de la interrupción.
El cómputo de la prescripción se suspende en los siguientes casos:

• Cuando los incapaces no están bajo la guarda de sus representantes


legales.

• Entre los cónyuges, durante la vigencia de la sociedad de gananciales.

• Entre las personas comprendidas en el artículo 326º1

• Entre los menores y sus padres o tutores durante la patria potestad o la


tutela.
• Entre los incapaces y sus curadores, durante el ejercicio de la curatela.

• Durante el tiempo que transcurra entre la petición y el nombramiento del


curador de bienes, en los casos que procede.

• Entre las personas jurídicas y sus administradores, mientras éstos


continúen en el ejercicio del cargo.

• Mientras sea imposible reclamar el derecho ante un tribunal peruano. La


interrupción del cómputo del plazo se produce en los siguientes casos:

• Reconocimiento de la obligación.

• Intimación para constituir en mora al deudor.

• Citación con la demanda o por otro acto con el que se notifique al deudor,
aun cuando se haya acudido a un juez o autoridad incompetente.

• Oponer judicialmente la compensación.

Debe tenerse en cuenta que la interrupción del plazo prescriptorio queda


sin efecto si se verifica alguna de las siguientes circunstancias:

• Se prueba que el deudor no fue citado con la demanda o no fue notificado


con cualquiera de los otros actos a que se refiere el artículo 1996, inciso 3.

• El actor se desiste de la demanda o de los actos con los que ha notificado


al deudor; o cuando el demandado se desiste de la reconvención o de la
excepción con la que ha opuesto la compensación.
• El proceso fenece por abandono.

Asimismo, si las causales de interrupción están referidas a la notificación de


la demanda o a la compensación judicial, el cómputo del plazo se reinicia
una vez que quede ejecutoriada la resolución que pone fin a tales procesos.

3.4. Plazos de prescripción generales

Los plazos de prescripción sólo pueden ser establecidos por Ley, de forma
tal que no pueden ser establecidos ni modificados por acuerdo entre las
partes y no pueden ser aplicados tampoco en forma supletoria ante la
inexistencia de una ley que fije el plazo correspondiente.

El Código Civil regula en su artículo 2001º los plazos de prescripción para


acciones civiles. Estos plazos deben ser aplicados para los casos
expresamente señalados en la norma y no pueden ser extendidos a otras
situaciones distintas.

“Artículo 2001º.- Plazos prescriptorios de acciones civiles

Prescriben, salvo disposición diversa de la ley:

1.- A los diez años, la acción personal, la acción real, la que nace de una
ejecutoria y la de nulidad del acto jurídico.

2.- A los siete años, la acción de daños y perjuicios derivados para las
partes de la violación de un acto simulado.

3.- A los tres años, la acción para el pago de remuneraciones por servicios
prestados Como consecuencia de vínculo no laboral.

4.- A los dos años, la acción de anulabilidad, la acción revocatoria, la que


proviene de pensión alimenticia, la acción indemnizatoria por
responsabilidad extracontractual y la que corresponda contra los
representantes de incapaces derivadas del ejercicio del cargo”.
3.5. Otros plazos de prescripción importantes

Además de los plazos de prescripción de las acciones civiles establecidas


en el Código Civil, tenemos una serie de normas legales que regulan los
plazos de prescripción aplicables a determinadas situaciones.
A continuación hacemos una breve lista de los plazos de prescripción más
importantes o de mayor aplicación:

• Prescripción de las acciones derivadas de títulos valores

El artículo 96º de la Ley de Títulos Valores establece los plazos de


prescripción para las acciones derivadas de un título valor:

“Artículo 96º.- Plazos de prescripción de las acciones cambiarias

96.1 Las acciones cambiarias derivadas de los títulos valores, prescriben:

a) A los tres años, a partir de la fecha de su respectivo vencimiento, la


acción directa contra el obligado principal y/o sus garantes;

b) Al año, a partir de la fecha de su vencimiento, la acción de regreso contra


los obligados solidarios y/o garantes de éstos;

c) A los seis meses, a partir de la fecha de pago en vía de regreso, la


acción de ulterior regreso contra los obligados y/o garantes de éstos,
anteriores a quien lo ejercita.

Dentro de este mismo plazo debe ejercitarse la acción de repetición que


corresponda al garante del obligado principal contra éste.

96.2 En el caso de los Cheques, los plazos de prescripción señalados en


los incisos a) y b) se computan a partir del último día del plazo de
presentación a cobro señalado en esta Ley; y, en el caso de los demás
títulos valores con vencimiento a la vista, el cómputo se hará a partir del día
de su presentación a cobro o, de no haberse dejado constancia de ello, a
partir del día de su respectivo protesto o de la formalidad sustitutoria; y, de
no estar sujeto a ello a partir del último día para su presentación al pago
conforme a ley o del señalado para ello en el mismo título.
96.3 Sin perjuicio de lo señalado en el segundo párrafo del Artículo 95º, los
plazos de prescripción establecidos en el presente artículo son perentorios
y no admiten interrupción, ni suspensión. El reconocimiento judicial del título
valor vencido no interrumpe los plazos de prescripción señalados en el
presente artículo para el ejercicio de las acciones cambiarias derivadas de
él”.

• Prescripción para la determinación de infracciones administrativas:

La facultad de las entidades de la Administración Pública, salvo lo previsto


en otras leyes especiales, está sujeta al plazo de prescripción previsto en el
artículo 233º.1 de la Ley Nº 27444 – Ley del Procedimiento Administrativo
General:

Prescripción.- “Artículo 233º

233º.1 La facultad de la autoridad para determinar la existencia de


infracciones administrativas, prescribe en el plazo que establezcan las leyes
especiales, sin perjuicio del cómputo de los plazos de prescripción respecto
de las demás obligaciones que se deriven de los efectos de la comisión de
la infracción. En caso ello no hubiera sido determinado, dicha facultad de la
autoridad prescribirá a los cuatro (4) años. (…)”.

• Prescripción de las obligaciones tributarias. Tratándose de obligaciones


tributarias, el artículo 43º del Código Tributario fija los siguientes plazos de
prescripción:

Plazos de Prescripción Artículo 43 º

Los plazos que debe tener en cuenta el contribuyente para solicitar la


prescripción sobre la acción de la Administración tributaria, determinar la
obligación tributaria, exigir el pago y/o aplicar las sanciones
correspondientes están regulados por el artículo 43 del Código tributario. Lo
establece así:

- A los cuatro (4) años, siempre y cuando se traten de deudas tributarias


declaradas por el contribuyente ante el fisco en su debida oportunidad.

- A los seis (6) años, en el caso de deudas tributarias que no hayan sido
declaradas y por las cuales son determinadas por la Sunat.
- A los diez (10) años, para aquellos casos de tributos retenidos o
percibidos por responsables de los mismos, aquellos no tienen la calidad de
contribuyentes, sin embargo, están obligados a declarar y pagar el tributo
retenido o percibido.

Asimismo, cabe precisar que el último párrafo de dicho artículo dispone lo


siguiente:

“La acción para solicitar o efectuar la compensación, así como para solicitar
la devolución prescribe a los cuatro (4) años”.

Es decir, en el caso que se solicite aplicar una compensación o solicitar una


devolución, estas prescriben a los cuatro años de forma indefectible.
Cómputo de los plazos De prescripción

Una de las operaciones que necesariamente tiene que efectuar el


contribuyente antes de presentar la solicitud ante la Administración
tributaria es determinar con precisión y suma certeza, si está dentro de los
tiempos cumplidos por el artículo 44 del Código tributario, es decir, desde el
momento de inicio en el cual el contribuyente puede computar el plazo
hasta el momento en que se faculta al contribuyente poder presentar la
solicitud de prescripción. Los plazos que señala la norma tributaria son los
siguientes:

a. Desde el uno (1) de enero del año siguiente a la fecha en que vence el
plazo para la presentación de la declaración anual respectiva.

b. Desde el uno (1) de enero siguiente a la fecha en que la obligación sea


exigible, respecto de tributos que deban ser determinados por el deudor
tributario no comprendidos en el inciso anterior.

c. Desde el uno (1) de enero siguiente a la fecha de nacimiento de la


obligación tributaria, en los casos de tributos no comprendidos en los
incisos anteriores.

d. Desde el uno (1) de enero siguiente a la fecha en que se cometió la


infracción o, cuando no sea posible establecerla, a la fecha en que la
Administración tributaria detectó la infracción.

e. Desde el uno (1) de enero siguiente a la fecha en que se efectuó el pago


indebido o en exceso o en que devino en tal, tratándose de la acción a que
se refiere el último párrafo del artículo anterior.

f. Desde el uno (1) de enero siguiente a la fecha en que nace el crédito por
tributos cuya devolución se tiene derecho a solicitar, tratándose de las
originadas por conceptos distintos a los pagos en exceso o indebidos.

g. Desde el día siguiente de realizada la notificación de las Resoluciones de


Determinación o de Multa, tratándose de la acción de la Administración
tributaria para exigir el pago de la deuda contenida en ellas.
4 .APLICACIÓN DE SANCIONES

La empresa “A veces sí, a veces no SAC” omitió presentar la Declaración


jurada anual del Impuesto a la Renta, correspondiente al ejercicio 2001. En
este sentido, se consulta sobre el plazo de prescripción para la imposición
de sanciones.

Según la RTF Nº 9217-7-2007, la cual es de observancia obligatoria, el


plazo de prescripción de la facultad de la Administración Tributaria para
aplicar las sanciones de las infracciones consistentes en no presentar las
declaraciones que contengan la determinación de la deuda tributaria y ser
detectado por la Administración, así como la de no presentar las
declaraciones que contengan la determinación de la deuda tributaria dentro
de los plazos establecidos, tipificadas en el numeral 1) del artículo 176º del
texto original del Código Tributario, aprobado por Decreto Legislativo Nº
816 y su modificatoria realizada por la Ley Nº 27038, es de cuatro (4) años.

Ahora, en el caso planteado, la declaración jurada correspondiente al


ejercicio 2001se debió presentar en primer cuatrimestre del año 2002, por
lo que, al no presentarse la declaración jurada de manera oportuna, se
incurre en la infracción prevista en el numeral 1) del artículo 176º del
Código Tributario.

En este orden de ideas, en aplicación del numeral 4) del artículo 44º del
Código Tributario, la prescripción de inicia desde el uno (1) de enero
siguiente a la fecha en que se cometió la infracción o, cuando no sea
posible establecerla, a la fecha en que la Administración Tributaria detectó
la infracción. Por lo mismo, en el caso planteado, la prescripción se inicia el
01.01.2003.

A su vez, en aplicación de la RTF antes citada, la facultad de la


Administración Tributaria para imponer sanciones prescribió el primer día
hábil del ejercicio 2007.
5. CAUSALES QUE INTERRUMPEN LOS PLAZOS DE
PRESCRIPCIÓN

Las causales que interrumpen los plazos de prescripción ganados por el


contribuyente debido a propia inacción del ente recaudador tienen el efecto
de pérdida del plazo prescriptorio, es decir, se toman como un nuevo inicio
del plazo prescriptorio, de volver desde el inicio de 4, 6 o 10 años para
lograr la oportunidad de presentar una solicitud de prescripción.

Es claro que para el contribuyente estas causales de interrupción se


pueden producir en cualquier momento, pues para una deuda tributaria
pendiente de pago estarán siempre latentes para cortar los plazos
prescriptorios en curso, generando como consecuencia un nuevo plazo
prescriptorio que se computa desde el día siguiente al acaecimiento del
acto interruptorio.

El artículo 45 del Código tributario establece unas causales por las cuales
interrumpen el plazo prescriptorio, estableciendo un nuevo inicio del mismo,
que en esencia son actos explícitos o tácitos por parte del contribuyente y
de la Administración tributaria según sea el caso. Estas causales son::

A. El plazo de prescripción de la facultad de la Administración tributaria


para determinarla obligación tributaria se interrumpe porlo siguiente:

a) Por la presentación de una solicitud de devolución.

b) Por el reconocimiento expreso de la obligación tributaria.

c) Por la notificación de cualquier acto de la Administración tributaria


dirigido al reconocimiento o regularización de la obligación tributaria o al
ejercicio de la facultad de fiscalización de la Administración tributaria, para
la determinación de la obligación tributaria, con excepción de aquellos actos
que se notifiquen cuando la Sunat, en el ejercicio de la citada facultad,
realice un procedimiento de fiscalización parcial.

d) Por el pago parcial de la deuda.

e) Por la solicitud de fraccionamiento u otras facilidades de pago.


B. El plazo de prescripción de la acción para exigir el pago de la obligación
tributaria se interrumpe por lo siguiente:

a) Por la notificación de la orden de pago

b) Por el reconocimiento expreso de la obligación tributaria.

c) Por el pago parcial de la deuda.

d) Por la solicitud de fraccionamiento u otras facilidades de pago.

e) Por la notificación de la resolución de pérdida del aplazamiento y/o


fraccionamiento
f) Por la notificación del requerimiento de pago de la deuda tributaria que se
encuentre en cobranza coactiva y por cualquier otro acto notificado al deudor, dentro del
procedimiento de cobranza coactiva.

C. El plazo de prescripción de la acción de aplicar sanciones se interrumpe por lo


siguiente:

De las causales de la interrupción que determinan un nuevo plazo prescriptorio,


las suspensiones del plazo prescriptorio no reinician un nuevo plazo ni generan
una pérdida del plazo prescriptorio ganado, sino que detienen su curso en el
tiempo, y una vez cumplido su objetivo se reinicia el plazo prescriptorio contando
el plazo ganado anterior a la suspensión del mismo.
En ese sentido, el acto de la suspensión no produce pérdida del tiempo ganado,
sino que continúa el cómputo del plazo

a) Por la notificación de cualquier acto de la Administración tributaria dirigido al


reconocimiento o regularización de la infracción o al ejercicio de la facultad de
fiscalización de la Administración tributaria, para la aplicación de las sanciones,
con excepción de aquellos actos que se notifiquen cuando la SUNAT, en el
ejercicio de la citada facultad, realice un procedimiento de fiscalización parcial.

b) Por la presentación de una solicitud de devolución.

c) Por el reconocimiento expreso de la infracción.

d) Por el pago parcial de la deuda.

e) Por la solicitud de fraccionamiento u otras facilidades de pago.


D. El plazo de prescripción de la acción para solicitar o efectuar la compensación,
así como para solicitar la devolución se interrumpe por lo siguiente:

a) Por la presentación de la solicitud de devolución o de compensación.

b) Por la notificación del acto administrativo que reconoce la existencia y la cuantía


de un pago en exceso o indebido u otro crédito.

c) Por la compensación automática o por cualquier acción de la Administración


tributaria dirigida a efectuar la compensación de oficio.

Cabe precisar que el nuevo plazo prescriptorio no se reinicia al 1 de enero


siguiente de producido el supuesto, sino que se cuenta desde el día siguiente de
producido el acto interruptorio, de acuerdo con el último párrafo del artículo 45 de
la norma tributaria en mención.

6. COBRANZA COACTIVA DE UNA DEUDA PRESCRITA

La empresa “Me embargaron SAC” consulta si tiene la posibilidad de solicitar la


devolución de las sumas embargadas por la Administración, siendo que la deuda
puesta a cobro en dicha vía se encuentra prescrita. Según el artículo 48º del
Código Tributario, el pago voluntario de la obligación prescrita no da derecho a
solicitar la devolución de lo pagado.

Por lo mismo, en el caso planteado, la empresa deberá en primer término


interponer la solicitud de prescripción ante la Administración Tributaria. Luego de
ello, se encontrará en la posibilidad de solicitar la devolución de las sumas
embargadas, habida cuenta que las mismas no correspondieron a un pago
voluntario, sino a una cobranza forzosa

7. CAUSALES QUE SUSPENDEN LOS PLAZOS DE


PRESCRIPCIÓN

A diferencia de las causales de la interrupción que determinan un nuevo plazo


prescriptorio, las suspensiones del plazo prescriptorio no reinician un nuevo plazo
ni generan una pérdida del plazo prescriptorio ganado, sino que detienen su curso
en el tiempo, y una vez cumplido su objetivo se reinicia el plazo prescriptorio
contando el plazo ganado anterior a la suspensión del mismo.

En ese sentido, el acto de la suspensión no produce pérdida del tiempo ganado,


sino que continúa el cómputo del plazo luego que termina el supuesto o hecho que
lo originó.
De acuerdo con el artículo 46 del Código tributario, se suspende el curso del plazo
prescriptorio en los siguientes casos:

A. El plazo de prescripción de las acciones para determinar la obligación y aplicar


sanciones se suspende en los siguientes casos:

a) Durante la tramitación del procedimiento contencioso tributario.

b) Durante la tramitación de la demanda contencioso-administrativa, del proceso


constitucional de amparo o de cualquier otro proceso judicial.

c) Durante el procedimiento de la solicitud de compensación o de devolución.

d) Durante el lapso que el deudor tributario tenga la condición de no habido.

e) Durante el plazo que establezca la Sunat al amparo del presente Código


tributario, para que el deudor tributario rehaga sus libros y registros.

f) Durante la suspensión del plazo a que se refiere el inciso b) del tercer párrafo del
artículo 61 y el artículo 62-A8.

B. El plazo de prescripción de la acción para exigir el pago de la obligación


tributaria se suspende por lo siguiente:

a) Durante la tramitación del procedimiento contencioso tributario.

b) Durante la tramitación de la demanda contencioso administrativa, del proceso


constitucional de amparo o de cualquier otro proceso judicial.

c) Durante el lapso que el deudor tributario tenga la condición de no habido.

d) Durante el plazo en que se encuentre vigente el aplazamiento y/o


fraccionamiento de la deuda tributaria.

e) Durante el lapso en que la Administración tributaria esté impedida de efectuar la


cobranza de la deuda tributaria por una norma legal.

C. El plazo de prescripción de la acción para solicitar o efectuar la compensación,


así como para solicitar la devolución se suspende por lo siguiente:

a) Durante el procedimiento de la solicitud de compensación o de devolución.

b) Durante la tramitación del procedimiento contencioso tributario.


c) Durante la tramitación de la demanda contencioso administrativa, del proceso
constitucional de amparo o de cualquier otro proceso judicial.

d) Durante la suspensión del plazo para el procedimiento de fiscalización a que se


refiere el artículo 62

Asimismo, agrega la norma que la suspensión que opera durante la tramitación del
procedimiento contencioso tributario o de la demanda contencioso administrativa,
en tanto se dé dentro del plazo de prescripción, no es afectada por la declaración
de nulidad de los actos administrativos o del procedimiento llevado a cabo para la
emisión de los mismos.

Como podemos apreciar, las reglas y los plazos prescriptorios impuestos a la


Administración tienen causales de interrupción como de suspensión, que hacen
difícil llegar al plazo que faculte al contribuyente presentar una solicitud para que
se declare la obligación tributaria prescrita, dándose todo lo contrario para el
contribuyente el plazo prescriptorio que se le establece por ser indefectible su
término.

En ese sentido, si un contribuyente declaró sus obligaciones tributarias pero no las


canceló, y pasa el tiempo sin que la Sunat le exija el pago, digamos al octavo año
de iniciado el plazo prescriptorio, y sin que el contribuyente no presente, por su
inacción, la solicitud que le corresponde, basta una notificación de la Sunat que
reciba el contribuyente –por cualquier medio legalmente válido que genere sus
efectos– para perder la oportunidad de presentar su solicitud de prescripción de
una deuda declarada pero aún no cancelada hace nueve años. Lo paradójico es
que no hay que genere consecuencia por los nueve años de inacción por parte del
ente recaudador.

El caso es diferente para la solicitud de devolución o compensación, pues aquí el


transcurso del tiempo y la inacción del contribuyente son términos impostergables.

8. TRÁMITE PARA SOLICITAR LA PRESCRIPCIÓN

De acuerdo con la Resolución de Superintendencia N.º 178-2011/SUNAT


publicada el 01-07-2011, se autoriza el uso del formulario para solicitar la
declaración de prescripción relativa a la deuda tributaria por concepto de tributos
internos y a la aplicación de sanciones, Formulario ‘SOLICITUD DE
PRESCRIPCIÓN DE DEUDA TRIBUTARIA’, el cual se puede descargar en el
portal Sunat: www.sunat.gob.pe y de acuerdo con su artículo único dispone que
podrá ser utilizado dicho formulario, no obstante no le da el carácter de uso
obligatorio.
De acuerdo con el Procedimiento N.º 55 del TUPA de la Sunat, para resolver la
solicitud la Administración tributaria tiene un plazo de 45 días hábiles desde su
recepción; después de dicho plazo, si no se pronuncia, opera el silencio
administrativo negativo.

En caso que la Sunat declare improcedente la solicitud u opere el silencio


administrativo negativo, es decir, si no se pronuncia dentro del plazo de evaluación
descrito en el párrafo anterior, el deudor tributario puede interponer recurso de
reclamación dentro de los 20 días hábiles de haber sido notificado con la
resolución que declaró la improcedencia u opere el silencio administrativo
negativo.

Contra la resolución que resuelva el recurso de reclamación cabe interponer


recurso de apelación ante el Tribunal Fiscal. 8. Informes de Sunat y criterios del
Tribunal Fiscal Informe N.° 41-2014-SUNAT/4B4000 “Conforme a lo señalado en
el presente informe, podemos concluir que el procedimiento de las solicitudes de
prescripción de la acción de la Administración para exigir el pago de una deuda
tributaria será como sigue:

- Solicitud no contenciosa, cuando únicamente se sustenta en el transcurso del


tiempo.

- Reclamo, cuando se sustenta en razones que suponen la contradicción del acto


acotado o en su notificación; siempre que dicha medida no haya sido objeto
previamente de evaluación en otro procedimiento.”

RTF de Observancia Obligatoria N.º 11996-4-2013

“Corresponde que la Administración Tributaria emita pronunciamiento respecto de


una solicitud de prescripción referida a deuda acogida a un fraccionamiento y/o
aplazamiento o cuando dicha solicitud hace referencia a una resolución que
declara la pérdida de la referida facilidad de pago o a órdenes de pago giradas en
virtud de esta sin que se detalle el tributo o sanción y periodo de la deuda materia
de solicitud que originó el referido fraccionamiento y/o aplazamiento, estando la
Administración obligada a pronunciarse respecto de todos los tributos o sanciones
y periodos que fueron acogidos, señalando el plazo de prescripción y se utilice
para cada uno de los conceptos analizados las normas que sean aplicables para
determinar si ha transcurrido el plazo de prescripción.”

RTF de Observancia Obligatoria N.º 11952-9-2011

“A efectos que opere la causal de interrupción del cómputo del plazo de


prescripción prevista por el inciso f) del artículo 45º del Texto Único Ordenado del
Código Tributario, aprobado por Decreto Supremo N.º 135-99- EF, cuando esta es
invocada en procedimientos contenciosos y no contenciosos tributarios, se debe
verificar que los actos a que dicha norma se refiere hayan sido válidamente
notificados dentro de un procedimiento de cobranza o ejecución coactiva iniciado
conforme a ley, mediante la notificación válida de los correspondientes valores y la
resolución de ejecución coactiva que le da inicio.”

RTF N.º 20601-4-2011

“Que respecto de la renuncia a la prescripción ya ganada expuesta por la


Administración, cabe indicar que este Tribunal ha señalado en reiterada
jurisprudencia que la presentación de una solicitud para el fraccionamiento de la
deuda ya prescrita, no enerva que dicha prescripción haya operado, por lo que tal
acogimiento no determina la pérdida de la misma.”

Caso N.º 1
La empresa Menina SA en
noviembre de 2009 presentó de
forma correcta su declaración
mensual correspondiente al
impuesto general a las ventas, pero
no realizó el pago debido.
Conocedora de los plazos de
prescripción, la empresa asume que
dicha deuda ya está prescrita, pero
un mes después esta deuda es
pagada por uno de sus trabajadores.

Al respecto, nos consulta si puede solicitar la devolución de dicho pago, y si habría


diferencia en la devolución en caso de contar con una solicitud de prescripción
aprobada por la Sunat.

*Solución

Para el presente caso, debemos tener en cuenta el primer párrafo del artículo 43
del Texto Único Ordenado del Código tributario el cual nos señala lo siguiente:
“La acción de la Administración Tributaria para determinarla obligación tributaria,
así como la acción para exigir su pago y aplicar sanciones prescribe […]”

Como se puede apreciar en el párrafo anterior, la prescripción de la deuda


tributaria es extintiva y, según la norma, se encarga de liberar al contribuyente de
la capacidad que tiene la Administración para “exigir el pago”.

Por lo cual, si bien la Administración ya no tiene la facultad de realizar las acciones


de cobro frente al deudor, esto no impide que se reciba el pago realizado en forma
voluntaria por parte del contribuyente.

Podemos complementar el artículo en mención con el artículo 49 del Texto Único


Ordenado del Código tributario el cual nos especifica lo siguiente:

“El pago voluntario de la obligación prescrita no da derecho a solicitar la


devolución de lo pagado.”

De tal modo que el pago que se efectuó por una deuda prescrita no tiene lugar a
devolución porque se considera que fue un pago bien efectuado.

Asimismo, para que se considere que la prescripción fue otorgada, debe ser a
pedido del contribuyente, como lo señala el artículo 47 del Texto Único Ordenado
del Código tributario:

“La prescripción solo puede ser declarada a pedido del deudor tributario.”

Por tanto, no opera de oficio la prescripción, pues esta debe ser solicitada por el
deudor tributario. Una vez declarada procedente la solicitud de prescripción, la
deuda se considera prescrita y como se señaló en líneas anteriores, el pago ante
la deuda prescrita no da derecho a solicitar la devolución.

Caso N.° 2
La empresa El Sol del Perú SA realizó la declaración anual del impuesto a la renta
correspondiente al año 2007, pero no efectuó el pago correspondiente. Al respecto
nos consultan lo siguiente:

• ¿En cuánto tiempo prescribe dicha deuda?

• Si no se hubiera presentado la declaración jurada anual, ¿el plazo sería


diferente?

• ¿Cómo se realiza el conteo de los plazos en ambos casos?


*Solución
El artículo 43 del Texto Único Ordenado del Código tributario nos señala así:

“La acción de la Administración tributaria para determinar la obligación tributaria,


así como la acción para exigir su pago y aplicar sanciones prescribe a los cuatro
(4) años, y a los seis (6) años para quienes no hayan presentado la declaración
respectiva. Dichas acciones prescriben a los diez (10) años cuando el agente de
retención o percepción no ha pagado el tributo retenido o percibido. La acción para
solicitar o efectuar la compensación, así como para solicitar la devolución
prescribe a los cuatro (4) años”.

Por lo cual, los plazos de prescripción serán diferentes dependiendo el caso de la


deuda tributaria.

En la presente consulta se nos plantean dos supuestos de la prescripción de la


deuda:

(i) cuando se realiza la presentación de la declaración jurada anual y

(ii) cuando no se realiza dicha presentación, los cuales explicaremos por


separado.

-Primer supuesto:
Cuando se realiza la presentación de la declaración jurada anual del impuesto a la
renta pero no se realiza el pago correspondiente, según la norma en mención, el
plazo en el que prescribe la deuda tributaria será de cuatro años.

De forma complementaria, debemos señalar el numeral 1 del artículo 44 del Texto


Único Ordenado del Código tributario, que cita lo siguiente:

“El término prescriptorio se computará:

1. Desde el uno (1) de enero del año siguiente a la fecha en que vence el plazo
para la presentación de la declaración anual respectiva”.

A fin de poder tener una visión más amplia del plazo de prescripción y la forma en
que se computa, brindamos el siguiente gráfico:
-SEGUNDO SUPUESTO:
En el segundo supuesto nos plantea que en el caso de que no se efectúe la
declaración jurada anual para el pago del impuesto a la renta, el plazo de
prescripción será de seis años.

Al igual que en el primer supuesto, dicho plazo de prescripción se empezará a


contar a partir del 1 de enero del año siguiente en el que venza el plazo para
realizar la presentación de la declaración.

De igual modo, se muestra de manera gráfica el siguiente cómputo de plazos:

Por lo cual, en este supuesto, se podrá solicitar la prescripción de la deuda


tributaria, recién el tres de enero de 2015.
CASO N. º 3
La empresa Distribuidora SA señala que tiene una deuda tributaria por no haber
realizado el pago ni la declaración jurada anual del año 2003. Asimismo, informa
que el 4 de julio de 2007 recibe una notificación de una orden de pago por la cual
no se canceló la deuda y no se recibió ninguna otra notificación hasta la
actualidad.

Al respecto, nos consultan lo siguiente:

• ¿El plazo de prescripción se ha suspendido o se ha interrumpido?

• ¿Cómo se computan los plazos ahora?

*SOLUCIÓN
De acuerdo con el literal a) del numeral 2, del artículo 45 del Texto Único
Ordenado del Código tributario, el plazo de prescripción de la acción para exigir el
pago de la obligación tributaria se interrumpe por la notificación de la orden de
pago.

Por lo cual, al haber recibo una notificación de orden de pago se considera que se
generó la interrupción del plazo prescriptorio. Después de la recepción de la
notificación de la orden de pago, el cómputo de plazos será como sigue:
9. Modelo de solicitud de prescripción
10. CONCLUSIONES

Como hemos podido apreciar, las figuras de la prescripción y de la


caducidad son sumamente importantes para nuestro ordenamiento jurídico
y, en particular, para las operaciones de una empresa, pues la correcta
aplicación de estas figuras puede determinar la obtención de un ingreso
importante para la empresa o de su pérdida.

Por tal motivo, es importante tener un conocimiento claro de la forma en


que operan ambas figuras y poder discriminar en qué casos estamos ante
una u otra.

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