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Santiago de Chile
Año 2011
Tecnocracia en el poder: “un caso de apartidismo frustrado”
El ethos tecnocrático del gobierno de Jorge Alessandri y su
influencia en la derecha chilena
(1958-1964)
1
TABLA DE CONTENIDOS
Pág.
Agradecimientos………………………………………………………………………....3
Siglas y abreviaturas utilizadas.............................................................................4
Introducción………………………………………………………………………………5
Primera Parte
Tecnocracia: concepto, problemáticas e implicancias en la política
I. El concepto de tecnocracia……………………………………………..13
II. Tecnocracia y política……………………………………………………21
III. La tecnocracia y el régimen político en Chile…………………………26
Segunda Parte
El gobierno de Jorge Alessandri Rodríguez y la tecnocracia gerencial
I. Caracterización del gobierno de Jorge Alessandri
Rodríguez, 1958 – 1964…………………………………………………34
a) Antecedentes: sistema de partidos y sentimiento
antipartidos…………………………………………………………35
b) “La hora de los gerentes”…………………………………………..42
c) El fracaso: un caso de apartidismo frustrado……………………...51
II. El ethos tecnocrático del gobierno de Jorge Alessandri……………..56
III. La revolución de los gerentes. Cambios en la
tecnocracia chilena………………………………………………………66
Tercera Parte
La tecnocracia alessandrista y la crisis de la derecha chilena en la
década de 1960………………………………………………………………………….73
I. La derecha chilena a mediados del siglo XX………………………….76
II. El ethos tecnocrático alessandrista y la derecha
chilena……………………………………………………………………..84
III. A la derecha de la tecnocracia………………………………………….97
Conclusión……………………………………………………………………………..103
Bibliografía……………………………………………………………………………..108
Anexos………………………………………………………………………………….119
2
AGRADECIMIENTOS
3
SIGLAS Y ABREVIATURAS UTILIZADAS
4
INTRODUCCIÓN
entre 1990 y 2010), hizo inevitable las comparaciones con el último gobierno de
1
Ingeniero comercial egresado de la Pontificia Universidad Católica de Chile, es un empresario, inversionista
y político militante del partido de derecha Renovación Nacional (RN).
2
Es una coalición electoral de derecha, compuesta por los partidos que integran la “Alianza por Chile”, entre
los cuales destacan la Unión Demócrata Independiente (UDI) y Renovación Nacional (RN).
5
ambas administraciones, teniendo de común denominador, principalmente, el
lo que sucede hoy en día. Como lo expone Marc Bloch: “la incomprensión del
gobierno y estilo político de Jorge Alessandri, emerge una amplia gama de autores
tanto, trabajos como los de Alan Angell4, Collier y Sater5, Sofía Correa6, Verónica
3
Marc Bloch, Introducción a la historia, -4ª ed.- México, FCE, 2000, p. 47.
4
Alan Angell, Chile de Alessandri a Pinochet: en busca de la utopía, Santiago, Editorial Andrés Bello, 1993.
5
Collier Simon y William F. Sater, Historia de Chile, 1808 – 1994, Cambridge University Press, 1999.
6
Sofía Correa, Con las riendas del poder: la derecha chilena en el Siglo XX, Santiago, Editorial
Sudamericana, 2005.
7
Verónica Valdivia Ortiz de Zárate, Nacionales y gremialistas. El “parto de la nueva derecha política chilena,
1964-1973, Santiago, LOM, 2008.
8
Ángel Soto Gamboa, Historia reciente de la derecha chilena: antipartidistas e independientes (1958 – 1993),
Universidad de Complutense de Madrid, tesis doctoral, 2000.
6
un caso particularmente referenciado (el gobierno de Jorge Alessandri), pero que,
mencionando como tecnocrático y no dando las razones del por qué lo sería. Esto
dicha relación donde emergen ciertas problemáticas que parecen ser recurrentes y
Dichas particularidades son tratadas en los diversos estudios del politólogo chileno
Patricio Silva nos proporciona pistas sobre el foco de análisis del presente trabajo,
política. Dicho autor nos presenta tres ejes analíticos y temáticos que han sido
9
Patricio Silva, En el nombre de la razón. Tecnócratas y política en Chile, Santiago de Chile, Ediciones
Universidad Diego Portales, 2010.
7
centrales en el debate que se ha dado en los últimos cuarenta años respecto del
termina con los denominados Chicago boys del régimen de Pinochet, sino que
Una vez establecidos los parámetros conceptuales en los cuales se enmarca este
10
Silva, Patricio. “Los tecnócratas y la política en Chile: pasado y presente”. Rev. cienc. polít. (Santiago)
[online]. 2006, vol.26, n.2 [citado 2010-04-24], pp. 175-190. Disponible en:
<http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718090X2006000200010&lng=es&nrm=iso>. ISSN
0718-090X. doi: 10.4067/S0718-090X2006000200010. (La cursiva es nuestra).
8
concepto anacrónico al período de estudio. Asimismo, establecemos las
tecnocráticos.
tercera temática que sintetiza la relación entre tecnocracia y política de modo más
Alessandri.
Por ende, una vez establecidas las conexiones entre el gobierno y estilo político
9
integrantes del Partido Radical al gobierno, Jorge Alessandri cierra así su línea
Tal situación se debe situar bajo el contexto de reformas que emergió en América
Latina hacia mediados del siglo XX, donde la Revolución Cubana y la respuesta
gobierno de Jorge Alessandri terminó por establecer una Reforma Agraria que
Con esto, tras la crisis en la cual entró dicho bloque político al finalizar la
Si bien existen trabajos que tratan las razones por las cuales la derecha chilena, a
10
autores como Tomás Moulian, Sofía Correa y Verónica Valdivia, quines
tecnocrático, fue traspasado a su gobierno una vez que asumió como Presidente
transforma en este periodo, pasando de ser una tecnocracia estatal con vocación
“gerencial”, con vocación privada. De este mismo modo, dicho gobierno y estilo
11
Este estudio recopila diversas fuentes de información, principalmente de obras
fuentes históricas, debemos señalar con sinceridad que es escaso, pero respecto
perspectiva histórica.
Por último, tras los problemas de dirección política que ha sufrido el actual
efectuados, han dejado atrás el sello “técnico” que caracterizó su discurso político,
tecnocrático en nuestro país, para ver los cambios y continuidades que pueden ser
detectados.
12
PRIMERA PARTE
Tecnocracia: concepto, problemáticas e implicancias en la política
políticas o grupos categorizados como tales. Así, para el caso chileno, nos
“CIEPLAN–Monks14”; como también, para los casos extranjeros, con los money
entre otros.
11
Jorge Alessandri Rodríguez, “Mensaje al país en el día de la transmisión del Mando”, 4 de noviembre de
1958. (La cursiva es nuestra). En Gisela Silva E. (comp.). Jorge Alessandri. Su pensamiento político.
Santiago, Chile: Andrés Bello, 1985, p. 9.
12
Sebastián Piñera Echenique, “Mensaje a la Nación, de S.E. el Presidente de la República, don Sebastian
Piñera Echenique: “Del Chile del bicentenario al país de las oportunidades”, Valparaíso, 21 de mayo de 2010”.
(La cursiva es nuestra). URL: <http://www.gob.cl/especiales/mensaje-presidencial-21-de-mayo/>
13
Juan Gabriel Valdés, La escuela de Chicago: operación Chile, Buenos Aires, Grupo Editorial Zeta S.A.,
1989.
14
El politólogo chileno Patricio Silva en su obra: “En el nombre de la razón. Tecnócratas y políticos en Chile,
Santiago de Chile: Ediciones Universidad Diego Portales, 2010, p. 196”; nos dice que “fue Fernando Henrique
Cardoso quien llamó “monjes” a los miembros de CIEPLAN tras el anuncio del gabinete de Aylwin en marzo
de 1990”. Para esto, ver: “CIEPLAN Monks Take Command in Chile”, Southern Cone Report, 19 de abril de
1990, p. 4.
15
Paul Drake, The Money Doctors in the Andes. The Kemmerer Missions 1922-1933, Durham, Duke
University Press, 1989.
13
Con esto, la definición del concepto de tecnocracia, desde las “ideas previas”, al
“desmenuzar” y dar cuenta (de manera somera), señalando que tecno alude a
permanente análisis dentro de las políticas públicas nos obliga a intentar dar una
tomada como una problemática o, a fin de cuentas, por qué suscita fuertes
las aproximaciones a un concepto que, en apariencia, resulta claro, pero que (en
pensamiento moderno. Según Alejandro Estévez, por una parte “están aquellos
16
Roderic Ai Camp, “El tecnócrata en México”, en Revista Mexicana de Sociología, Vol. 45, No. 2, Apr. - Jun.,
1983, pp. 579-599.
17
Antonio Cañellas Mas, “La tecnocracia franquista: el sentido ideológico del desarrollo económico”, en Studia
histórica. Historia contemporánea, Nº 24, Universidad de Salamanca, España, 2006, pp. 257-288.
18
Según definiciones extraídas en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española. Ver los
siguientes links. Para “tecno”:
<http://buscon.rae.es/draeI/SrvltGUIBusUsual?TIPO_HTML=2&TIPO_BUS=3&LEMA=tecno >; y para “cracia”:
< http://buscon.rae.es/draeI/SrvltObtenerHtml?IDLEMA=82129&NEDIC=Si >
19
Para este caso, ver: Alberto Mayol Miranda, “La Tecnocracia: el falso profeta de la Modernidad”, en Revista
de Sociología, Universidad de Chile, Nº 17, 2003, pp. 95-123; Jürgen Habermas, El discurso filosófico de la
modernidad. Taurus ediciones, Madrid, 2000.
14
que consideran que la realidad es objetiva y que proponen respuestas técnicas y
científicas a los problemas sociales”. Y, por otro, “están quienes piensan que la
Para buscar los orígenes que ligan la “racionalidad técnica” con la “cosa pública”
de la polis.
El gobierno del “filósofo–rey” habría tenido su experiencia real en el año 353 AC.
20
Alejandro M. Estévez, “Una genealogía de la Tecnocracia”, en Haydée Ochoa Henríquez y Alejandro M.
Estévez (Coordinadores), El poder de los expertos: para comprender la tecnocracia. Universidad de Zuria,
Venezuela, 2006. Ediciones Astro Data SA, Disponible en Polipub.org (Políticas públicas para el mejoramiento
de la calidad democrática). URL:
<http://www.polipub.org/documentos/El%20poder%20de%20los%20expertos.pdf>
21
Ibid., pp. 9-10.
22
Citado por Alejandro M. Estévez: Platón, La República, Editorial Universitaria de Buenos Aires, Argentina,
1963, pp. 362-362.
15
atención en torno a la experiencia del llamado “gobierno de los gerentes” durante
el mandato presidencial de Jorge Alessandri R., como también respecto del actual
gobierno chileno presidido por Sebastián Piñera que, siendo catalogado como
cual se manifiesta en nuestros días. Más bien, tenemos que tener en cuenta que
científico moderno”25.
ciencias; pasando por los principios “de la utilización de la técnica como poder”26
del inglés Francis Bacon (1561-1626) considerado, según Neil Postman, como “el
23
Sebastián Piñera Echenique, Discurso del Presidente de la República de Chile, Palacio de La Moneda,
Santiago, 11 de marzo de 2010. Gobierno de Chile. URL: <http://www.gob.cl/discursos/2010/03/11/palacio-de-
la-moneda-11-de-marzo-de-2010.htm>
24
A partir del cambio de gabinete del gobierno de Sebastián Piñera, cabe destacar las observaciones
realizadas por los medios de comunicación. Por ejemplo, lo expuesto por Horacio Larraín: “sin duda, al
gabinete le hacía falta una mano más política que tecnocrática”. Horacio Larraín, “Las peripecias del año dos”,
en Red Seca-Revista de actualidad política, social y cultural, 13 de febrero de 2011. URL: <
http://www.redseca.cl/?p=1757>. También ver: Nibaldo Mosciatti, "Este cambio de gabinete será simplemente
un cambio de diseño”, en CNN Chile, Santiago, 17 enero, 2011. URL:
<http://www.cnnchile.com/nacional/2011/01/17/este-cambio-de-gabinete-sera-simplemente-un-cambio-de-
diseno/>; Pablo Valenzuela, “Cambio de gabinete, la política regresa……o de por qué los técnicos no
funcionan como ministros…”, Ballotage. Revista de opinión pública, Publicado el 16 Jan, 2011. URL:
<http://ballotage.cl/2011/01/cambio-de-gabinete-la-politica-regresa/>
25
Estévez, Alejandro M., “Apuntes para una genealogía de la Tecnocracia” (versión preliminar), Universidad
de Buenos Aires, Centro de Investigación en Administración Pública, abril 2005. URL:
<http://www.polipub.org/documentos/la%20tecnocracia.pdf>, p. 8.
26
Ibid., p. 12.
16
primer filósofo de la tecnocracia”27; se llega al “industrialismo como origen de la
estaría bajo la dirección de una elite intelectual eficiente y racional (la tecnocracia),
la equidad social29.
Para cerrar con esta pequeña y somera “genealogía” sobre los orígenes de los
“Es evidente que las ideas que incorpora Saint-Simon son las de progreso,
ciencia, industrialización y elite tecnocrática. Su modelo también mostraba una
tendencia hacia la utopía, que como veremos no será un concepto ajeno a la
tecnocracia”30
por técnica:
27
Idem. El autor hace referencia a los escritos de Neil Postman en su obra: Technopoly: The surrender of
culture to technology, Ed. Knopf, New York, 1992.
28
Ibid., p. 13.
29
Ibid., p. 13-14.
30
Ibid., p. 14.
31
Jürgen Habermas, Ciencia y técnica como ideología, Madrid, Tecnos, 1986; y Martín Heidegger, “La
pregunta por la técnica”, en: Martín Heidegger, Conferencias y artículos, Traducción de Eustaquio Barjau
Ediciones del Serbal, Barcelona, 1994, pp. 9-37.
17
“[al] conjunto de conocimientos prácticos, instrumentales y de habilidades que
capacitan al hombre para mejorar su bienestar: sea utilizando las fuerzas
naturales, sea aprovechando las ventajas que se desprenden de su vida en
sociedad” 32
tecnócratas”33. Definición que es revisada- a partir del mismo autor- por Patricio
Silva, el cual nos dice que: “más que poder político en sí, se trataría de “influencia
relación a esta interrogante, que no deja de ser esencial, Alejandro Estévez realiza
“…no debemos confundir la profesión del técnico con la del tecnócrata. Ambos
buscan su idoneidad y la eficiencia, pero un técnico es un profesional
especializado en un tema concreto, mientras que un tecnócrata es un
generalista, es un experto de lo general, animado por una ideología que se
nutre del racionalismo y de los progresos científicos del industrialismo”35
32
Pablo Lucas Verdú, Principios de Ciencia Política. Tomo III, Madrid, Tecnos, 1979, p, 208. Citado por:
Fernando De Lucas y Murillo de la Cueva, “Ideología, Tecnocracia y Liberalismo”, en Saberes, Vol. 1,
Villanueva de la Cañada, España, 2003, p. 3.
33
Jean Meynaud, La Tecnocracia. ¿Mito o realidad?, Madrid, Tecnos, 1968, p. 33.
34
Patricio Silva, “Los tecnócratas y la política en Chile: pasado y presente”, Rev. cienc. polít. Santiago, 2006b,
vol. 26, n.2 [citado 2010-04-24], pp. 175-190. Disponible en:
<http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-090X2006000200010&lng=es&nrm=iso>. ISSN
0718-090X. doi: 10.4067/S0718-090X2006000200010>
35
Domenico Fisichella, “Tecnocracia, algunas ambigüedades conceptuales”, en Norberto Bobbio y Nicola
Matteucci, Diccionario de Política. Barcelona, Editorial Siglo XXI, 1986 En: Alejandro M. Estévez, 2006, op. cit.
p. 84.
18
Entonces, dicha racionalidad se sustenta en el imperio de la razón, donde el
esfuerzo”36. Con esto, tanto Jürgen Habermas37 como Martín Heidegger38, nos
perdiendo los objetivos finales de la acción humana. La técnica, así vista, somete
Destacando el carácter ambiguo con la cual los teóricos de las ciencias sociales
36
Meynaud, 1968, op. cit., p. 12.
37
Ver en: Jürgen Habermas, Ciencia y técnica como ideología, Madrid, Tecnos, 1986; y Jürgen Habermas,
“Nuestro breve siglo”, en Revista Nexos Virtual, disponible en www.nexos.com.mx
38
Ver en: Martin Heidegger, “La pregunta por la técnica”, Traducción de Eustaquio Barjau en Martin
Heidegger, Conferencias y artículos, Barcelona, Ediciones del Serbal, 1994, pp. 9-37. Disponible en:
<http://rae.com.pt/heidegger.pdf>
39
Miguel Ángel Centeno, “Redefiniendo la tecnocracia”, en Desarrollo Económico, Vol. 37, Nº 146, Jul. - Sep.,
1997, pp. 215-240.
19
de base o sustento para investigaciones que se aventuran (como la presente) a
profundizar en el tema.
1. Una elite cohesiva con formación especializada, que afirma ser capaz
de maximizar el bienestar colectivo mediante la aplicación de un
conjunto de técnicas racionales instrumentales y de criterios de éxito.
2. Un grupo de instituciones estatales que adhieren a un cierto modelo
técnico-analítico y que, merced al control de los recursos decisivos
requeridos por el régimen, procuran imponer la primacía de su
perspectiva organizativa a todo el aparato administrativo.
3. La hegemonía de un solo y excluyente paradigma de políticas
públicas, basado en el uso teóricamente óptimo de los recursos y en la
preservación de la estabilidad del sistema”40.
A lo cual, podemos añadir lo expuesto por García Pelayo, en torno a que “la
40
Ibid., p. 222.
20
En suma, adscribimos a la definición presentada por Anthony Giddens, el cual ve a
comportarse frente a él por una parte de un grupo social definido”42. Por tanto:
Estévez:
41
Mayol, op. cit., p.106. El autor se basa en los postulados de García Pelayo, en: Manuel García Pelayo,
Burocracia y Tecnocracia y Otros Escritos, Madrid, Alianza Universidad, 1974.
42
Estévez, 2006, op. cit., p. 80.
43
Anthony Giddens, La estructura de clases en las sociedades avanzadas, Madrid, Alianza Editorial, 1979,
305, en Alejandro M. Estévez, 2006, op. cit., p. 80.
44
Ver las obras de Allen Raymond, ¿Qué es la tecnocracia?, Madrid, Revista de Occidente, 1933; y el artículo
de Omar Guerrero, “Tecnocracia Inc.”, en Haydée Ochoa Henríquez y Alejandro M. Estévez (Coordinadores),
op. cit., pp. 1-63.
45
Ibid., p. 16.
46
Estévez, 2005, op. cit., p. 17.
21
30, porque la crisis creó las condiciones para una opinión pública ansiosa por
nuevas propuestas, pero sus errores en cuanto a sus predicciones técnicas y
su sesgo antidemocrático no le permitieron un crecimiento mayor”47
tensionan a partir de sus propuestas dentro del campo de las políticas públicas.
enrostrarles a los tecnócratas dicho sesgo (de ahí el carácter peyorativo que
posee el término tecnócrata entre políticos y la opinión pública). Por su parte, los
meritocráticos.
como instancias que traban la eficiente administración del Estado. Por lo cual:
47
Ibid., pp. 18-19.
48
Alejandro Estévez basa sus análisis (sobre los postulados de Schumpeter) a partir de: Joseph Schumpeter,
Capitalism, Socialism and Democracy, UK, Allen and Unwin, 1976.
49
Estévez, 2005, op. cit., p. 6.
22
Del ya reseñado caso de la experiencia estadounidense de tecnocracia,
retomando el “sesgo antidemocrático”, cabe referir los casos propios del siglo XX,
puesto que se evidencian similitudes con los gobiernos militares argentino, chileno
50
Patricio Silva 2006b cita la obra de Jeffrey Herf, Reactionary Modernism: Technology, Culture, and Politics
in Weimar and the Third Reich. Cambridge, Cambridge University Press, 1984.
51
Silva, 2006b, op. cit. s/n (versión on line).
52
Idem.
53
Ver desarrollo del concepto en: Antonio Camou, “Los consejeros del príncipe. Saber técnico y política en los
procesos de reforma económica en América Latina”, en Nueva Sociedad, Nº 152, noviembre-diciembre 1997,
pp. 54-67.
54
Citado por Patricio Silva (2010) op. cit., p. 26. Dicha obra es: Raymond Vernon, The dilema of Mexico’s
Development, Cambridge, Hardvard University Press, 1963.
23
dificultosa. Esto, porque hacia el último cuarto del siglo XX (como explica Patricio
social por excelencia), básicamente por las heridas dejadas tras las
y el consumidor.
en consejerías.
55
Por “Consenso de Washington”, entenderemos, al listado de políticas económicas consideradas durante los
años de 1990 por los organismos financieros internacionales y centros económicos con sede en Washington
DC (EE.UU.), como “el mejor programa económico que los países latinoamericanos debían aplicar” para
impulsar el crecimiento, dentro de los marcos del neoliberalismo, en los cuales se enmarcaban los países que
hasta esa fecha no poseían una reforma económica que, en el caso chileno, si existió (específicamente desde
el Gobierno Militar de Pinochet). Dicho listado se atiene a “la convergencia casi universal del credo neoliberal
[…] en las ideas de disciplina fiscal, liberalización financiera y del comercio, privatización y desregulación…”.
Estévez, 2006, op. cit., p. 88. Ver además: Günter Maihold, “La transnacionalización de las elites en las
Américas”, en Peter Birle, Wilhelm Hofmeister, Günter Maihold, Barbara Potthats (eds.), Elites en América
Latina, Madrid, Iberoamericana, 2007.
56
John Markoff y Verónica Montecinos, “El irresistible ascenso de los economistas”, en Desarrollo Económico,
Vol. 34, No. 133, Apr. - Jun., 1994, pp. 3-29.
24
tener capacidad operativa y de toma de decisiones en razón de sus argumentos
Montecinos nos dice que: “en un mundo dominado por fuerzas económicas
En este orden de cosas es donde emergen categorías que ligan al tecnócrata con
política”62.
57
Mayol, op. cit., p. 108.
58
Verónica Montecinos, “El valor simbólico de los economistas en la democratización de la política chilena”,
en Nueva Sociedad, Nº 152, noviembre-diciembre 1997, p. 108.
59
Merilee S. Grindle, “Power, Expertise, and the “Técnico”: Suggestions from a Mexican Case Study”, en
Journal of Politics, Nº 2, 1977, 399-426.
60
Camp, op. cit.
61
Jorge I. Dominguez (ed.), Technopols: Freeing Politics and Markets in Latin America in the 1990s, University
Park, PA, Pen State University Press, 1996. Como también, a partir de la ponencia del cientista político
Alfredo Joignant, “Usos políticos del conocimiento y gobierno científicos de los technopols en Chile (1990-
1994)”, presentadas en el Seminario UDP Produciendo lo social. Una mirada reflexiva a las ciencias sociales
en Chile y América Latina, 28 de octubre 2010.
62
Omar Guerrero, Tecnocracia o el fin de la política, México, Universidad Nacional Autónoma de México,
2006, p. 19.
25
III. La tecnocracia y el régimen político en Chile
grupo, sino que posee tanto experiencias anteriores como posteriores a ella63.
del Estado.
Postulando una “política científica” para nuestro país, Lastarria y Letelier aportan a
partir de mediados del siglo XIX, enunciando caracteres pro tecnocráticos tales
como: “la valorización del mérito, el esfuerzo personal y los estudios por sobre las
63
Silva, 2010, op cit.
64
Silva, 2010, op cit.; Silva, 2006b, op. cit.; y en su obra: Patricio Silva, “Lastarria, Letelier and “Scientific
Politics” in Chile”, Revista Bicentenario, Vol. 5, 2º semestre, 2006a.
65
Como se ha postulado anteriormente, tras la década de 1920, se comienza a utilizar el concepto de
tecnocracia a partir de la experiencia norteamericana. Por ende, en Chile el concepto como tal no es
contemporáneo ni a Lastarria ni a Letelier.
66
Silva, 2010, op. cit., p. 42.
26
nos reportan insumos sobre la propensión tecnocrática a la valorización de la
Con lo anterior, los anhelos de la clase media, representados sobre todo por el
nuestro país.
por Patricio Silva, es la que se evidencia durante la Dictadura del Coronel Carlos
aparato administrativo del Estado, si bien fueron ayudados por lo hecho durante la
Apoyado por un férreo régimen, que utilizaba los denominados “decretos leyes”
para gobernar, emerge la figura clave del Ministro de Hacienda de Ibáñez, Pablo
Ramírez, que interpreta las ansias del Coronel por establecer un “Estado
67
Para dichos efectos, Camp nos dice que para “diferenciar al tecnócrata de su contraparte política en la
administración pública se cuentan su educación, su currículum profesional, sus medios de reclutamiento y su
fuente de influencia”, mostrándonos herramientas sobre las características de la formación de tecnócratas
chilenos en concordancia con el reforzamiento del papel del Estado y de la mesocracia, a través, por ejemplo,
del denominado “Estado Docente”
27
concretización de sus promesas políticas, principalmente, debido a la obstrucción
Para Patricio Silva, Pablo Ramírez es el primer tecnopolítico chileno, puesto que
Ibáñez.
los destaca por su espíritu de grupo, denominándolos como se les conocía en ese
entregan pautas de análisis sobre futuros casos similares, como lo son los
consecuencias que dejaría el crack económico de 1929 en Chile, pasando por los
“cuartelazos” del período 1931-32, llega al gobierno por segunda vez Arturo
pragmática, puesto que a la luz del contexto político, económico y social producto
68
Silva, 2010, op. cit., pp. 80-82.
69
Ibid., p. 89.
28
“industrializadora” del Estado, se relaciona con la tecnocracia (sobre todo
estatales y de toma de decisión, sobre todo por el grado de independencia con los
A pesar de eso, asimilan esta tecnocracia y la aceptan bajo la garantía que les
ofrecen frente a los “políticos sedientos”, que usarían con fines electorales y
tecnocrático”73.
29
década de 1930. O sea, el Estado en dicho período, conocido como Estado
bloques políticos.
74
Sofía Correa et. al., Historia del siglo XX chileno, Santiago, Sudamericana, 2001, Capítulo VI: “El Estado,
eje del proyecto nacional”, pp. 136 – 152.
30
dentro de los diversos organismos de la CORFO, asentando así la
misión "estatista” hacia una tecnoestructura con visión y “uso” del Estado,
turno76.
Por ende, a partir de lo que evidenciaremos en este trabajo, podemos decir que
relación con el Estado bajo los principios e ideología del gobierno. Factor que lo
podemos seguir constatando, tanto con los tecnócratas neoliberales del régimen
75
Patricio Silva, usando la denominación dada por Galbraith (John Kenneth Galbraith, The New Industrial
State, Nueva York, A Mentor Books, 1967, p. 71), relaciona a la tecnoestructura “como un grupo de
tecnócratas con considerable influencia de una empresa o un ente administrativo”. Silva, 2010, op. cit., p. 103.
76
Para sintetizar y esquematizar lo anteriormente dicho, se elaboró una tabla (ver Tabla Nº 1), con la cual se
evidencian los rasgos característicos y principales de los cambios que ha mostrado la tecnocracia a lo largo
del siglo XX y el presente.
31
autoritario de Augusto Pinochet (1973 - 1990), como desde los gobiernos de la
es visto como “subsidiario” para llevar a cabo las políticas que cada gobierno
77
Ver: Marco Moreno, “Think Tanks en Chile: estilos y prácticas tecnocráticas en la formación de políticas”, en
Revista Enfoques, Vol. VIII, Nº 12, 2010, pp. 103 – 125; Manuel Gárate, « Think Tanks y Centros de Estudio.
Los nuevos mecanismos de influencia política en el Chile postautoritario», Nuevo Mundo Mundos Nuevos [En
línea], Coloquios, 2008, Puesto en línea el 14 janvier 2008. URL:
<http://nuevomundo.revues.org/index11152.html>
32
misión y visión estatal pública de su accionar, sobre todo por haber sido
hecho concreto de estar ligada a la clase media pero, por sobre todo, por la
específico. Por ende, si Patricio Silva expone que “los tecnócratas no gobiernan
directamente sino que a través de los políticos” 79, emerge la siguiente pregunta:
presidencial?
78
“La tesis principal de Patricio Silva es que, al contrario de lo que generalmente se piensa sobre su
naturaleza antidemocrática, los tecnócratas han contribuido efectivamente a establecer y mantener la
democracia en Chile”, Peter M. Siavelis, en: Silva, 2010, op. cit., p. 13.
79
Ibid., p. 32. Postulados de Silva a partir de la tesis expuesta por Sartori (Giovanni Sartori, La política: lógica
y método en las ciencias sociales, Ciudad de México, FCE, 1984).
33
SEGUNDA PARTE
El gobierno de Jorge Alessandri Rodríguez y la tecnocracia gerencial
Para realizar una adecuada caracterización que nos permita comprender las
su desarrollo.
80
“Jorge Alessandri desprecia a los políticos y acusa una aguda alergia contra las fotos”, en Revista Vea, Nº
435, 13 de agosto, 1947, Santiago de Chile, p. 12.
81
Tomás Moulian, Fracturas. De Pedro Aguirre Cerda a Salvador Allende (1938-1973), Santiago, LOM
ediciones, 2006, p. 187.
82
“Después de la década de 1950, el sistema de partidos, atrapado en las garras de una hipermovilización, se
redujo a tres tercios irreductibles”. Timothy Scully, Los partidos de centro y la evolución política chilena,
Santiago, CIEPLAN - Notre Dame, 1992, p. 148.
34
Tabla Nº 2: Cronología de la vida pública y de empresa privada de Jorge Alessandri Rodríguez
Período Cargo
1925 – 27 Diputado por Santiago
sociedad chilena.
Dicha imagen se relativiza a partir del análisis realizado por Alan Angell84, quien
establece, en primera instancia, que: “aunque no cabe duda de que los partidos
conciencia política, al mismo tiempo es importante anotar que existe una fuerte
83
Principalmente destacan los estudios de los siguientes autores: Manuel Antonio Garretón, El proceso
político chileno, FLACSO, Santiago, 1983; Norbert Lechner, El sistema de partidos en Chile, Documento de
Trabajo Nº 249, FLACSO, Santiago, 1985; Norbert Lechner, José Joaquín Brunner y Ángel Flisfisch, Partido y
Democracia, FLACSO, Santiago, 1985 y Alejandro Foxley, Para una Democracia Estable, CIEPLAN,
Santiago, 1985.
84
Alan Angell, Chile de Alessandri a Pinochet: En busca de la utopía, Editorial Andrés Bello, Santiago, 1993.
85
Ibid., p. 29.
35
sentimiento antipartidista86 dentro del electorado chileno. De ahí que nos
experiencia del segundo gobierno de Carlos Ibáñez del Campo (1952-1958), quien
alianzas partidistas dadas con notoriedad desde 1938, ubicando al Partido Radical
En segunda instancia, Alan Angell menciona que gran parte del desarrollo político
del siglo XX chileno gira en torno a dos figuras claves: Arturo Alessandri y Carlos
En tercera y última instancia, Angell establece que otro indicador del mencionado
86
Para ahondar en torno al antipartidismo en Chile y concretamente en el desarrollo político de la derecha
chilena, ver tesis doctoral de Ángel Soto Gamboa: Historia reciente de la derecha chilena: antipartidistas e
independientes (1958 – 1993). Universidad de Complutense de Madrid, tesis doctoral, 2000.
87
Timothy Scully destaca que una característica principal del “sistema de partidos en las décadas de 1930,
1940 y 1950 era la alta propensión de los partidos a entrar en alianzas y coaliciones políticas. Durante esos
años, el partido eje que hacía posibles las alianzas electorales y de gobierno eran los radicales centristas”
(Scully, op. cit., p. 182), agregando que dicha estrategia “se apoyaba en gran medida en coaliciones y
alianzas electorales “pragmáticas” dirigidas a obtener el mayor números de votos” (ibid., p. 193).
88
Dichos calificativos los aclararemos en las siguientes páginas.
89
Angell, op. cit., p. 29.
36
“fuerte organización de los gremios, que no están –como lo estaban los
sindicatos – vinculados a uno u otro partido, sino que parecen haberse
organizado con el fin de contrapesar el predominio de los partidos y favorecer
un tipo de corporativismo que busca la relación directa entre gremio y Estado,
prescindiendo de la mediación de los partidos políticos”90.
En suma, Alan Angell nos invita a observar el comportamiento político chileno del
los militantes activos de cada partido con el índice total del electorado chileno.
90
Ibid., pp. 29 – 30.
91
Silva, 2010, op. cit., pp. 19-20.
37
Antes de adentrarnos a lo que nos convoca, es necesario tener presente el
1960.
Jorge Alessandri se posicionan con distancia frente a los partidos políticos, siendo
92
Denominación dada en la época por la campaña presidencial realizada a favor de Carlos Ibáñez del Campo,
tomada con énfasis en el estudio de Simon Collier y William Sater, Historia de Chile, 1808-1994 Cambridge
University Press, 1999, p. 221.
93
Sobre el denominado “populismo ibañista” en su etapa previa a 1952, ver: Joaquín Fernández, El ibañismo
(1937-1952): Un caso de populismo en la política chilena, Instituto de Historia - Pontificia Universidad Católica
de Chile, LOM ediciones, 2007. Y a partir de su gobierno, ver Sofía Correa et. al. 2001, op. cit., pp.197-205.
94
A continuación emplearemos dicho concepto a partir de la utilización dada en la época de estudio,
preferentemente por Jorge Alessandri, que tanto en sus discursos como en sus escritos personales menciona
“politiquería” para referirse, de manera crítica y peyorativa, a la clase política tradicional asentada en los
partidos políticos.
95
Arturo Valenzuela en su obra El quiebre de la democracia en Chile. Santiago, Chile: FLACSO, 1978,
establece que las características preponderantes del sistema de partidos del período es su alta competitividad
y su fuerte polarización, exponiendo la importancia del centro político dentro de las coaliciones gobernantes.
38
podemos identificar un quiebre o “desajuste” que se produce entre el segundo
Tabla Nº 3: “Participación relativa de los partidos de derecha, centro e izquierda sobre el total de
96
votos en las elecciones parlamentarias chilenas de 1937 a 1973”
ELECCIONES DE DIPUTADOS
Porcentaje total de votos
Partido 1937 1941 1945 1949 1953 1957 1961 1965 1969 1973 Promedio
Derecha ¹ 42,0 31,2 43,7 42,0 25,3 33,0 30,4 12,5 20,0 21,3 30,1
Centro ² 28,1 32,1 27,9 46,7 43,0 44,3 43,7 55,6 42,8 32,8 39,7
Izquierda ³ 15,4 33,9 23,1 9,4 14,2 10,7 22,1 22,7 28,1 34,9 21,5
Otros 14,5 2,8 5,3 1,9 17,5 12,0 3,8 9,2 9,1 11,0 8,7
Fuente: Dirección del Registro Electoral, Santiago, Chile.
1. Derecha: Conservador, Liberal, Nacional después de 1945.
2. Centro: Radical, Falange Nacional, Demócrata Cristiano, Agrario Laborista.
3. Izquierda: Socialista, Comunista.
del radicalismo. Segundo, el desarrollo político dentro del gobierno de Ibáñez está
dado a partir de “giros políticos”, tanto hacia la izquierda como hacia la derecha,
39
sin entrar en alianzas comandadas por el centro. Éstas fueron configuradas a
gobernar.
Por lo tanto, “el ibañismo de 1952 debilitó a los partidos pero no los aniquiló para
marcadas por la trascendencia del centro político, sino, más bien por el bloque
97
Moulian, 2006, op. cit., p. 183.
98
Ibid., p. 184.
40
político representativo que permite llegar al poder (derecha, centro o izquierda) y,
un desfavorable Congreso.
una diferencia con los postulados de Mario Góngora100, quien establece que desde
partidos” y desde 1964 a 1980 bajo la “época de las planificaciones globales”. Por
99
Si bien en el caso chileno el concepto de “gobernabilidad” se desarrolla principalmente con los gobiernos
concertacionistas, para nuestro caso, entenderemos y usaremos el concepto como: “la cualidad propia de una
comunidad política según la cual sus instituciones de gobierno actúan eficazmente dentro de su espacio de un
modo considerado legitimo por la ciudadanía, permitiendo así el libre ejercicio de la voluntad política del poder
ejecutivo mediante la obediencia del pueblo”, en Fundación Ciudad Política, Diccionario de Ciencia Política.
URL: <http://www.ciudadpolitica.com/modules/wordbook/entry.php?entryID=307>.
100
Góngora, Mario. Ensayo histórico sobre la noción de Estado en Chile en los siglos XIX y XX, Santiago:
Editorial Universitaria, 1998- 7ª ed.-, pp. 271-305.
41
confirma la inclusión del gobierno de Jorge Alessandri dentro de los denominados
tres tercios.
Lebu, Ferrocarril del Llano del Maipo (su presidente por algunos años), de la
Compañía Refinería de Azúcar de Viña del Mar S. A., del Banco Sudamericano
Alessandri “político” como un actor a tomar en cuenta dentro del período (tal como
101
Sofía Correa et. al. 2001, op. cit., p. 205.
102
Patricia Arancibia et. al., 1996, op. cit., p. 131.
42
Respecto de su figuración pública, a modo de ejemplo, cabe destacar que tras la
salida del gabinete del gobierno de Gabriel González Videla, dentro del cual fue
sobre todo, económica del país a través de cartas al director publicadas en los
económicos de Chile, tales como el proceso de inflación o del cómo los políticos,
que según él: “no siempre tienen a su haber ni una reconocida capacidad técnica
Por otra parte, despuntando el segundo gobierno de Carlos Ibáñez del Campo,
palestra pública, ahora como Senador por Santiago apoyado por liberales. Por
103
Jorge Alessandri Rodríguez, “Carta, 1955 mar. 16, Santiago: a Excmo. Señor Presidente de la República
don Carlos Ibáñez del Campo”, Carta publicada en El Mercurio, el 19/03/55 Colección Biblioteca Nacional
Archivo. Palabras que las debemos situar en el contexto del proceso inflacionario vivenciado a mediados del
segundo gobierno de Carlos Ibáñez, y que culminarían con la contratación de la firma norteamericana Klein-
Saks, que actuaría entre 1956-1958.
43
ecuánime, político de limpia y brillante trayectoria”104, se perfilaba como candidato
una empresa de manera eficiente, podrá manejar un país del mismo modo.
de 1958:
104
Archivo Jorge Alessandri Rodríguez, Sala Medina, Biblioteca Nacional. Tomo II, carpeta 1 y 2. Citado en:
Patricia Arancibia et. al., 1996, op. cit., p. 177.
105
Moulian, 2006, op. cit., pp. 187-188.
106
Como lo fue la muerte del senador liberal Raúl Marín Balmaceda, que tras pronunciar un discurso llamado
“Por qué no podemos estar con el candidato de la Falange” (El Mercurio, 19 de agosto de 1957), apoyaba la
candidatura de Jorge Alessandri en desmedro de Eduardo Frei M, puesto que había un grupo de liberales
“freístas”: “Frei tenía ganado el Directorio General –rememora el entonces diputado Armando Jaramillo, uno
de los asistentes – a pesar de que unos pocos liberales éramos partidarios de Jorge Alessandri […] La muerte
de Raúl Marín Balmaceda –agrega- cambió la Historia de Chile” (Germán Gamonal, Jorge Alessandri: el
hombre, el político. Santiago, Chile: Holanda Comunicaciones, 1987, p.123).
44
“cargo de un grupo de empresarios, quienes por primera vez utilizaron en Chile
habían sido utilizadas como recurso para su postulación como Diputado y como
Senador (como anteriormente vimos), ahora se exaltan con mayor énfasis para
refuerza cuando observamos que en dicha campaña se apela a que: “Chile quiere
Por último, un ejemplo del claro “marketing político” realizado en dicha campaña,
107
Sofía Correa et. al. 2001, op. cit., p. 208.
45
Semejanzas entre afiches108
De esta manera Jorge Alessandri llega al poder a través de un triunfo por mayoría
relativa, que tras obtener 31,2% de los votos (gráfico Nº 1) es ratificado por el
Congreso Pleno para el período 1958-1964. Con esto, la derecha chilena retorna
represente.
108
Agradezco a Catalina Antúnez por facilitar su estudio sobre la campaña presidencial de Jorge Alessandri
de 1958. Véase en Revista Ercilla, Santiago, N° 1208, 16 de julio 1958, p. 7. En, Cat alina Antúnez Díaz, ¡A
usted lo necesito! La campaña presidencial de Jorge Alessandri Rodríguez en 1958. Santiago, Universidad
Alberto Hurtado, tesina para optar al grado de Licenciado en Historia (inédita), 2009, p. 67.
109
Alude a que el ibañismo “barrería” con la politiquería de ese entonces, utilizando una escoba como símbolo
de campaña.
46
Gráfico Nº 1: Resultados de las elecciones presidenciales de 1958
formación académica (de la cual se les exaltaba), no poseían relación formal con
así al Estado como actor preponderante en dichos aspectos. Por lo cual, tanto en
110
Ercilla, 5 de noviembre de 1958. “Palabras de Jorge Alessandri R. en manifestación de despedida ofrecida
por los empleados del Banco Sud Americano” (Patricia Arancibia et. al., 1996, op. cit., p. 197).
47
adelante, como el promotor de un crecimiento económico estanco y con índices
que interventor:
Tabla Nº 5: Miembros del primer gabinete de Jorge Alessandri: título profesional y universidad.
Nombre Ministerio Profesión Universidad
Enrique Ortúzar Escobar -Interior Abogado PUC
-Economía y Comercio
-Minería
Profesor U. de Chile
Pablo Pérez Zañartu -Obras Públicas
Ingeniero Civil PUC
U. de Halle,
Jorge Saelzer Balde -Agricultura Médico Alemania
Veterinario
-Trabajo
Eduardo Gomien Díaz Ingeniero Civil PUC
-Salud Pública y Previsión
Social
Fuente: Luis Valencia Avaria, Anales de la República de Chile, Santiago, Ed. Andrés Bello, 1986 y Armando
de Ramón, Biografías de chilenos: miembros de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial: 1876-1973.
Santiago, Chile: Ediciones Universidad Católica de Chile, 1999.
111
Jorge Alessandri R., Discurso-programa del candidato independiente don Jorge Alessandri Rodríguez,
Santiago: Lord Cochrane, Biblioteca Nacional de Chile, Sección Chilena, p. 6.
48
La política de otorgar mayor autonomía al sector de la empresa privada,
por la CORFO, y aprobado para el período 1961-1971 a través del DFL No.2 (31
Por lo tanto: “la política económica de corto plazo de Alessandri fue una mezcla de
112
Sofía Correa et. al., 2001, op. cit., p. 208.
113
Beatriz Aguirre y Salim Rabi, “Trayectoria institucional de la CORVI”, publicado en DU&P Revista de
Diseño Urbano y Paisaje Vol. VI, Nº 18, Diciembre 2009, Centro de Estudios Arquitectónicos, Urbanísticos y
del Paisaje, CEAUP. URL: < http://www.ucentral.cl/dup/18_trayectoria_espacial.htm>, pp. 24-25. Además, los
autores mencionan que la reestructuración vivida por la CORVI, destaca a partir del realce a las iniciativas
privadas.
49
importante”114, para que así el sector privado tomara confianza y respondiera al
Sin embargo, esta política, que aumentaba el margen de acción del mercado pero
Por consiguiente, tanto el “corto” como “largo plazo” del programa de Jorge
50
c) El fracaso: un caso de apartidismo frustrado
sociales que intensifican las problemáticas del gobierno para llevar a cabo su
programa:
Tal situación puso en jaque al gobernante, encerrado tanto por las presiones de
118
Según el Informe del Banco Mundial de 1980, “Chile: An Economy in Transition”, expone que un 9% del
PNB fueron absorbidos por los efectos del terremoto de 1960, sobre todo en cuanto a edificaciones. Citado
desde Angell, op. cit., p. 39.
51
decepción de Jorge Alessandri está expresado en una carta privada hacia su
Como podemos ver, tras las intenciones de renunciar a su cargo, Jorge Alessandri
Radical, una válvula de escape para poder gobernar el resto del período.
Jorge Alessandri deja atrás el ideal de un gabinete integrado por “expertos” ajenos
Hasta acá podemos observar un doble fracaso. Por una parte, el fracaso del
programa económico que tuvo su “primavera” sólo en los dos primeros años de
119
Jorge Alessandri R., Carta a Arturo Alessandri R., Santiago, 28 de julio de 1961, en: Archivo Jorge
Alessandri R., CIDOC. También en: Archivo Jorge Alessandri R., Sala Medina, Biblioteca Nacional. (El
subrayado es nuestro).
52
gobierno y, a nivel de estilo y dirección política, un fracaso en el concepto de
semejanzas, puesto que, tras reconfigurar el gabinete en dos ocasiones dejó atrás
inicial, son:
120
El gobierno de los mejores que apelaba a la “excelencia 24/7”, conformado por tecnócratas y especialistas
eficientes que, por ejemplo, rescataron a los 33 mineros de la Mina San José en el año 2010.
53
3. Establecimiento, a través de la Ley 15.020, de la Reforma Agraria,
Agropecuario (INDAP).
reformas exigidas por la sociedad, fue tildada como una “reforma de macetero”,
puesto que se expropió poca tierra. Es así como las huelgas no cesaron y los
vivida por la empresa textil Yarur S.A., que terminó fuertemente reprimida por
del Congreso a favor del Poder Ejecutivo. Dicha reforma también fracasó.
121
Peter Winn, "El taylorismo y la gran huelga Yarur de 1962”. [Artículo]. En Proposiciones Vol.19. Santiago
de Chile: Ediciones SUR, 1990. Obtenido desde: http://www.sitiosur.cl/r.php?id=366. [Consultado en:
20/09/2010], p. 221.
54
“Jorge Alessandri contra la inflación, 1963”, Lugoze (Seudónimo de Luis Goyenechea Zegarra). Fuente:
Topaze. Santiago: El Esfuerzo, año XXXIII, Nº 1.624, viernes 6 de diciembre, 1963.
En conjunción con los calificativos que varios autores exponen para referirse al
55
II. El ethos tecnocrático del gobierno de Jorge Alessandri
Presidente como ejecutor central del principio de autoridad por sobre los otros
Dichos principios se conectan con lo que Mario Góngora expone como basamento
innovaciones”123.
122
Jorge Alessandri R., Discurso-programa del candidato independiente don Jorge Alessandri Rodríguez,
Santiago: Lord Cochrane, Biblioteca Nacional de Chile, Sección Chilena, p. 3 (la cursiva es nuestra).
123
Mario Góngora, Civilización de Masas y Esperanza, y otros Ensayos, Santiago, 1987, p. 186. Citado en:
Ana María Stuven, “Republicanismo y Liberalismo en la primera mitad del siglo XIX: ¿hubo proyecto liberal en
Chile?”, en Manuel Loyola y Sergrio Grez, Los proyectos nacionales en el pensamiento político y social
chileno del siglo XIX, Santiago, Ediciones UCSH, 2003, p. 71.
56
Conceptos frecuentes, sobre todo, en la derecha chilena desde el siglo XIX en
racionalidad, lógica y “saber hacer las cosas”, entre otros, que nos acercan al
partir de trabajos como, por ejemplo, del teórico estadounidense James Burnham:
124
Hasta el día de hoy, cuando la ciudadanía se ha manifestado por los problemas educacionales, tanto el
actual Ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, como los integrantes de los partidos de gobierno, basan su
línea argumentativa, principalmente, en los conceptos expuestos.
125
Jorge Alessandri R., “Discurso en un homenaje a don Fernando Aldunate”, 27 de octubre de 1987. En,
Gisela Silva E. (comp.). Jorge Alessandri. Su pensamiento político. Santiago, Chile: Andrés Bello, 1985, p.31.
126
Cabe recordar, que por tecnocracia, entenderemos que “no es meramente una aplicación de métodos
técnicos a la solución de problemas definidos, sino un ethos penetrante, una visión del mundo que subsume la
estética, la religión, y el pensamiento tradicional bajo el modo racionalista” (ver p. 9). Por ende, es a partir de
esta definición lo que nosotros estableceremos como ethos tecnocrático.
57
The Managerial Revolution (1941)127, que analiza el auge de la tecnocracia en el
1943. Cabe mencionar, además, que dicho libro fue utilizado por la clase política y
Diario Ilustrado Jorge Iván Hübner (ver anexo 6). Este último escribió una columna
titulada “En torno a la tecnocracia”131 (lo que nos confirma que el concepto ya era
127
James Burnham, La revolución de los Directores, Buenos Aires, Sudamericana, 1967.
128
Silva, 2010, op. cit., p. 122.
129
“Información del extranjero”, en La Vanguardia Española, martes 28 de octubre de 1958, p. 15. Ver en
“LaVanguardia.com”, Hemeroteca. URL: < http://hemeroteca.lavanguardia.com/preview/1958/10/28/pagina-
15/32747285/pdf.html >
130
Ingeniero Civil y empresario, fue amigo de Jorge Alessandri. Fue Presidente del Instituto de Ingenieros de
Chile, presidente de la SOFOFA y presidente de la CMPC, además de amigo de la familia Matte (relacionada
con la familia Alessandri).
131
Jorge Iván Hübner, “En torno a la tecnocracia”, en EL Diario Ilustrado, domingo 29 de marzo de 1959, p. 7.
Hay que mencionar que Hübner firmó el artículo con sus siglas: J.I.H.
58
norteamericano supo comprender […], que los “técnicos” en gobierno de un
país, no son los especialistas en maquinarias, en organización de empresas o
en ciencias económicas, son los políticos, cuya misión es, precisamente, la de
ganar el poder para gobernar de acuerdo a sus respectivos ideales del bien
público”132
el presidente decidió responderle con palabras que nos llaman la atención, puesto
132
Idem.
133
Jorge Alessandri R., “En torno a la tecnocracia”, en El Diario Ilustrado, Domingo 29 de Marzo de 1959, p. 7
59
“Una prueba elocuente de que pese a ser Ingeniero, el actual Presidente de la
República no deja por ello de tener sentido político, la da, por vía de ejemplo,
el no haber querido designar al autor del artículo que contesto”134
La respuesta emitida por Ernesto Ayala, apoyando lo expuesto por su amigo Jorge
134
Idem.
60
podemos constatar intervenciones, en todas las actividades nacionales, de
nuestros ingenieros, que han dejado su huella de preparación, capacidad y
honesto proceder”135
si bien los critica y se autodefine como “apolítico”, también se identifica como tal.
Eso sí, se identifica como un político que interpreta el: “hondo anhelo de que
y la conveniencia”136.
Gabriel González Videla, puesto que, estando dentro del gobierno en un ministerio
135
Ernesto Ayala O., “En torno a la tecnocracia”, en EL Diario Ilustrado, 31 de marzo de 1959. (El subrayado
es nuestro).
136
Jorge Alessandri R., Discurso Programa de la Campaña Senatorial, 4 de enero de 1957. En, Gisela Silva
E. (comp.). op.cit., pp. 3-4. (El subrayado es nuestro).
137
“Jorge Alessandri desprecia a los políticos y acusa una aguda alergia contra las fotos”, en Revista Vea, Nº
435, 13 de agosto, 1947, Santiago de Chile, p. 12.
61
los intereses corporativos, de la demagogia y la técnica era concebida como el
mundo de la decisión racional, aquella que usa como principal criterio la
relación óptima entre medios y fines”138
“antipartidos”, patente desde la época en que vivió los sinsabores del exilio
de 1920139.
“sentido de la proporción”), puesto que ellos conciben que “la política nace en el
Entonces, Jorge Domínguez nos muestra que los tecnopolíticos son una variante
138
Moulian, 2006, op.cit., p. 190.
139
Debemos aclarar que, en función de nuestro enfoque interpretativo, sopesamos principalmente los
aspectos políticos y económicos, pues nos interesa destacar la labor como Ministro de Hacienda por la
síntesis político-económica que en dicho lugar expone Jorge Alessandri, ya sea tanto en su estilo político
como en su discurso propiamente tal, pero siempre teniendo en cuenta su labor como Diputado, Senador y
dirigente empresarial. Para ver los pormenores de su diputación por Santiago, ver: Patricia Arancibia et. al.,
1996, op. cit., pp. 89-96.
140
Jorge I. Dominguez (ed.), op.cit., p. 10.
62
(incluyendo los partidos de oposición política) quiénes van mas allá de la
experticia especializada para concluir en las diferentes ramas del
conocimiento y que participan vigorosamente en la vida política de la nación
por el propósito de afectar a las políticas mas allá del reino económico y que
pueden, a veces, ser asociados con un esfuerzo para “re-hacer” la política,
economía y la sociedad de un país. Los tecnopoliticos, así definidos, pueden
operar en regimenes autoritarios o democráticos. Mientra que los tecnócratas
solo nacen a través de ranking burocráticos (así como también lo hacen
ciertos tecnopoliticos), los tecnopoliticos podrían ser extranjeros a la
burocracia – exitosos consejeros económicos, prominentes académicos, o
figuras lideres de la oposición”141.
Si Jorge Domínguez expone que esta categoría (la del tecnopolítico) es reciente,
sobre todo porque la utiliza para comprender a los economistas e ingenieros que
Pedro Aspe, entre otros), Patricio Silva (como ya lo hemos dicho), utiliza esta
política, nos referimos pues, al Ministro de Hacienda del primer gobierno de Carlos
Como Pablo Ramírez actúa desde el gabinete (como también lo hizo Jorge
141
Ibid., p. 7. La cita original es la siguiente: “In addition to being technocrats as just defined, technopols are
political Readers at or near the top of their country’s government and political life (including opposition political
parties) who go beyond their specialized expertise to draw on various different streams of knowledge and who
vigorously participate in the nation’s political life for the purpose of affecting politics well beyond the economic
realm and who many, at times, be associated with an effort to “remake” their country’s politics, economics, and
society. Technopols so defined may operate in either authoritarian or democratic regimes. Whereas
technocrats often rise thorough bureaucratic ranks (as do some technopols), technopols may have also been
outsiders to the bureaucracy – successful economic consultants, prominent academics, or leading opposition
figures”
63
“consejero del príncipe”142. Es decir, asesorando al presidente dentro del gobierno,
no en la cabecera de éste.
estar en la máxima magistratura de Chile, sin con ello dejar de reconocer que
su proyecto político. Por lo tanto, tal cual lo enuncia el título te esta investigación,
Del mismo modo, debemos aclarar que el ethos tecnocrático del gobierno de
presidió.
142
Antonio Camou, op. cit.
143
La denominada “orden del baño”, compuesta por asesores y amigos más cercanos que lo ayudaron en su
período como Presidente de la República. Entre ellos destacan nombres como el de Hugo Rosende, Patricio
Silva Clarés (Secretario General de Gobierno), Arturo Matte (su cuñado), Ruperto Murillo y el ingeniero
Eduardo Boetsch, entre los más conocidos. Ver en: Germán Gamonal, Jorge Alessandri: el hombre, el político.
Santiago, Chile: Holanda Comunicaciones, 1987, pp.156-159; y Patricia Arancibia et. al., op.cit., pp.207-208.
64
En relación a esta dualidad, y ligándola al concepto de “tecnopolítico”, Jorge
Y del segundo:
144
Ibid., p. 11. La cita original es la siguiente: “The authoritarian technopol acts on a passion to create
technocratic policy dogmas to be applied relentlessly through economic policy making independent of popular
constraint”.
145
Idem. La cita original es la siguiente: “The democratic technopol is more likely to retain the “sense of
proportion” necessary to shift policies in response to practical circumstances, not necessarily from personal
virtues, but because the procedures of democracy require such prudence from politicians who seek to be
effective”.
65
Pierre Lehman, que tras instaurar la primera agencia de publicidad del país, le
más del fracaso de su proyecto y del gobierno en sí. Un “coletazo” que sintió la
parte del presente trabajo, puesto que aún nos queda por revisar las implicancias
administrativa del Estado que se diseñó a finales de la década de 1920, y que fue
crucial para mantener el equilibrio de fuerzas entre los diferentes bloques políticos,
permitiendo apoyar la hipótesis entablada por Patricio Silva en relación a que los
146
Gamonal, op.cit., pp. 124-125.
66
tecnócratas (establecidos en la tecnocracia de tipo estatal, o tecnoestructura
confianza entre los partidos y, por sobre todo, cimentando la lógica del “Estado de
Compromiso”.
sectores privados y partidos de oposición para que los “aires de reformas”, que
afines.
147
Ffrench-Davis, op.cit., pp. 23-26
67
con la Universidad de Chicago. Ambos sucesos acaecidos a mediados de la
década de 1950.
discurso político, proceso que si bien es de larga data, posee su origen en dicho
período148.
Los problemas económicos vividos bajo el segundo gobierno de Carlos Ibáñez del
crucial de su programa.
Sociales de la PUC en el período 1954 – 1964, del principal promotor del convenio
148
Para estos efectos, consultar la obra de: John Markoff y Verónica Montecinos, op. cit.
149
Juan Gabriel Valdés, La Escuela de Chicago: Operación Chile. Argentina: Zeta, 1989; Además, respecto
de las implicancias en las ciencias económicas en Chile, ver: Manuel Gárate, « La “Révolution économique”
au Chili. A la recherche de l'utopie néoconservatrice 1973-2003 », Nuevo Mundo Mundos Nuevos, Aula virtual,
2010, [En línea], Puesto en línea el 18 junio 2010. URL: http://nuevomundo.revues.org/60009. Consultado el
06 diciembre 2010. (Tesis Doctoral).
68
Los denominados “Chicago Boys” emergen en este período postulando ideas en
150
La Nación, 17 de noviembre de 1958, p. 17. Citado en Silva, 2010, op.cit., p. 121 y Alberto Cardemil, El
camino de la utopía. Alessandri, Frei, Allende. Pensamiento y obra. Santiago: Editorial Andrés Bello, 1997, p.
29.
69
expone Verónica Montecinos en su tesis doctoral, Alessandri llamó a ingenieros de
De todas formas, los planes y proyectos establecidos por Jorge Alessandri y sus
buscó modificar desde sus cimientos para comenzar con los cambios
151
Verónica Montecinos, Economics and power: chilean economists in government 1958-1985. Tesis de
Doctorado, University of Pittsburgh, 1988, pp. 140-141. La cita original es la siguiente: “For his administration
he called on engineers with managerial in the private sector and some distinguished representatives of a
mature generation of tecnicos formed around CORFO since 1940s. These technocrats, proud of a tradition of
public service, with few connections to party politics, had been in charge of the reconstruction tasks after the
1939 earthquake and the building of the large state enterprises (oil, electricity, steel), that were been backbone
of Chile’s industrialization. Traditionally, tecnicos working for these decentralized enterprises enjoyed the
prestige of been at the core of the modernizing sector and they often remained in office in spite of changes in
government. The highest salaries offered, compare with those of professional working for the central public
administration, were said to represent a “refuge” for distinguished specialist. The collective motive of these
technocrats was to contribute to national causes, and the particular contributions they saw themselves making
were, as one of them put it, “reconstruction and modernization”.
70
Como no se basó en un cambio que eliminase completamente el rol del Estado, sí
“colega del ministro de Economía, Pablo Vergara”153. Con esta medida, Jorge
152
Silva, 2010, op.cit., pp. 122-123.
153
Ibid., p. 123.
154
Idem.
71
igual que él, justificaba las modificaciones en la tecnoestructura bajo el argumento
políticos (sobre todo bajo el período de los gobiernos radicales) haciendo que el
Por lo tanto, la justificación detrás de todos estos cambios, está dada a partir del
siguiente razonamiento:
establecer que “desde ese momento hasta el golpe militar de 1973, la tecnocracia
estatal nunca volvió a recuperar la posición de privilegio que ocupara dentro del
trastocó su fin público y, por sobre todo, su autonomía de los sectores políticos.
a él.
155
Ibid., p. 125.
72
TERCERA PARTE
La tecnocracia alessandrista y la crisis de la derecha chilena en la década de 1960
cual afectó a sus dos principales partidos (Partido Conservador y Partido Liberal)
Alessandri R. influyó en dicha crisis, para luego presentar, a grandes rasgos, las
perdura hasta nuestros días y que, actualmente, gobierna el país (2010 – 2014).
caracterizar a la derecha chilena hacia mediados del siglo XX, para luego dar paso
panorama, Sofía Correa en su obra Con las Riendas del Poder. La derecha
156
Alcalde del partido Renovación Nacional (RN), partido integrante de la “Alianza por Chile” coalición de
gobierno del Presidente de la República de Chile, Sebastián Piñera E. (2010 – ), por la Comuna de Puente
Alto. Citado en: Marcela Jiménez, “Manuel José Ossandón: “No hay piso para defender el lucro a secas””, en
La Segunda, jueves 8 de septiembre de 2011, Santiago de Chile, año LXXXI, Nº 23.344, p. 16. (La cursiva es
nuestra).
73
chilena en el siglo XX157, expone la amplia variedad de definiciones que esgrimen
inicialmente en base a una “metáfora espacial muy banal”158, pero que ha ido
que se tenga dependerá de las circunstancias históricas de que se trate. Por esto,
sino que pueden ser de derecha tanto estatistas como defensores del libre
diferenciación entre ambos polos, tanto porque sus proyectos políticos y visión de
mundo se presentan de manera antagónica, como por el grupo social que los
hacia el siglo XIX en torno a la “cuestión social” en defensa de los pobres y de los
no están de manera alguna “acabados”. Esto, para el caso chileno, hace relevante
tomar en cuenta sus particularidades con el fin de poder identificar a dicho bloque
157
Correa, op. cit., 2005. Principalmente el desarrollo del concepto de “derecha” lo expone en su primer
capítulo titulado: “La derecha chilena, ¿quiénes eran?”, en el apartado “¿Qué significa ser de derecha?”, pp.
19 – 27.
158
Sofía Correa se refiere a la definición dada por Norberto Bobbio en Derecha e izquierda: razones y
significado de una distinción política, quien parte desde la base diferenciadora entre estos bloques políticos
por su ubicación respecto de la derecha e izquierda del Rey, la nobleza y el tercer estado en los Estados
Generales de 1789.
159
Ibid., p. 24.
74
Entonces, enfocándonos en el caso chileno, nos podrían ser útiles las nociones
expuestas por José Luis Romero, autor que se refiere al contexto Latinoamericano
y que utiliza Sofía Correa para ampliar el margen de visión en torno al concepto y
nos dice que: “José Luis Romero pone el foco en lo que él llama las “élites
Ante esto, Sofía Correa expone que, si José Luis Romero relaciona a dichas elites
popular”, la denominación “popular” la utiliza con razón, ya que posee una fuerte
últimos veinte años. Todo esto, entonces, hace necesario realizar una
“tradición y reforma”.
Francesa, la diferenciación entre los dos polos del binomio consistiría en situarse
160
Ibid., p., 23. La obra de Romero que cita Sofía Correa es la siguiente: José Luis Romero, El pensamiento
político de la derecha latinoamericana, Buenos Aires, 1970.
161
Ibid., p., 26.
75
en el contexto de la modernidad162. “En esta perspectiva, la derecha representaría
“En efecto, en la primera mitad del siglo XX la elite chilena tuvo que, por de
pronto, ingeniárselas para continuar con el control de los medios de
producción y garantizar así su condición de clase económicamente dominante;
debió hacer frente a quienes desafiaban su posición en la cúspide de la
pirámide social; vio seriamente cuestionada su visión de mundo, pero sobre
todo su visión de país (al cual identificaba consigo misma); y no menos
importante que lo anterior, la elite tradicional fue desafiada políticamente por
grupos sociales e ideológicos que se insertaron en un sistema político
crecientemente competitivo, en el cual ella decidió participar para poder
defender sus intereses. Se constituyó entonces en derecha política, es decir,
hizo de sus partidos históricos decimonónicos un instrumento de apelación
multiclasista, capaces de defender su posición en la sociedad chilena; y
también se esforzó por difundir una visión de mundo y de país coincidente
consigo misma y suficientemente convincente”164.
político que fue el soporte, tanto electoral como integrante, del gobierno de Jorge
162
Ibid., p. 25.
163
Idem.
164
Ibid., pp. 26-27.
76
cuentas, decantar en las razones por las que dicho bloque político entra en crisis a
Apoyando los postulados de Sofía Correa, quien nos dice que: “la elite chilena del
tercio del siglo XX, en derecha, ya que por primera vez tiene que competir en la
arena política con fuerzas sociales antagónicas, convertidas en izquierda, las que
que ejerce la derecha a partir de entonces marca los precedentes hacia su crisis
en los sesentas, puesto que debe compartir el poder con un ascendente bloque
Gran Depresión en nuestro país, y que llega al poder gracias al triunfo del Frente
desde la trinchera del Congreso, puesto que sólo vuelve al poder en 1958 con el
165
Ibid., p. 9.
77
Por tanto, en un sistema partidista crecientemente competitivo, la derecha política
Por ende, la derecha compartió el poder con el fuerte centro político pragmático
mantener su influencia y no ser pasado a llevar por los aires reformistas del Frente
fisura tras la emergencia de los tres tercios políticos de la década de 1960, ésta
que caracterizó a la derecha chilena en este período (1938 – 1958) se explica por
78
tres factores que le permitieron mantener el control del Poder Legislativo y así
c) La sumisión campesina.
urbanos, como por ejemplo: “El Partido Conservador obtuvo más del 25% de los
una característica del sistema político chileno desde el siglo XIX, se caracterizaba
status mayor) y un cliente (que posee un status inferior). Este tipo de redes
166
Tomás Moulian e Isabel Torres, “Sistema de partidos en la década del sesenta: la fase 1958-1964”.
Documento de Trabajo, Programa FLACSO-Chile, Nº 417, julio, 1989, p. 6.
167
Correa, op. cit., p. 88.
79
clientelares son frecuentes “en sociedades en proceso de modernización, donde
permitieron sobrellevar las dificultades hacia mediados del siglo XX, manteniendo
aplastante victoria del líder populista), como al final del mismo, porque, tras la
reforma electoral de 1958 que puso fin al cohecho como práctica electoral (por el
168
Ibid, p. 73.
169
Por tanto: “el carácter clientelístico de la política chilena favorecía a los partidos de derecha, que venían
trayendo desde principios del siglo una fuerte representación parlamentaria y que podían responder con su
red de influencias en los ámbitos público y privado, a las múltiples y diversas necesidades de su electorado”.
Ibid, p. 75.
80
fin de cuentas y en un margen muy estrecho, logra obtener su candidato, el
“la revolución de las urnas”170, por el cambio en el mapa político que favoreció a
los partidos adherentes al líder populista Carlos Ibáñez del Campo (en un contexto
las urnas” permitirá observar la dinámica del sistema de partidos que emergió tras
1960”.
170
Moulian y Torres, op. cit., p. 1
171
Ibid., p. 5.
81
Y en tercer lugar, está la disminución de la votación de los partidos derechistas en
relación a las elecciones normales de 1937, 1941, 1945 o 1949. En 1957 liberales
candidatos. Tras esto, “la opción por Alessandri, hombre relativamente alejado de
la política, con una visión tecnocrática y muy crítico frente a los partidos,
Si bien en 1958 ganó las elecciones Jorge Alessandri, lo hizo con un 31,3% de las
preferencias, factor que reflejó el porcentaje más bajo obtenido por un candidato
ganador desde 1933, inclusive inferior a lo logrado por Salvador Allende en 1970
(36,2%). Por esta razón, la dinámica política que caracteriza al período de estudio
172
Ibid., pp. 5-6.
82
Tabla Nº 7: “Votaciones sumadas de liberales y conservadores en las elecciones de 1949, 1950 y
173
entre 1957 – 1963, excluyendo sólo las presidenciales” .
Año Tipo elección Porcentaje
1949 Parlamentaria 40,7
multicausal dentro de los fenómenos históricos, por lo tanto, para este caso
resaltamos tres factores que ya hemos profundizado más arriba y que nos ayudan
173
Ibid., p. 12.
174
Idem.
83
tanto, el fracaso del gobierno de Jorge Alessandri será uno de nuestros centros de
mencionada década.
Adentrándonos a las razones por las cuales la derecha política entró en crisis en la
a) El auge democratacristiano
84
1949 – 1959 y fue reelecto para la Provincia de Santiago para el período 1957 –
1965.
la constante disputa entre este partido con los conservadores por conquistar el
control ideológico del campo católico, se hizo más eficiente tras la integración de
católico empezó a ganarle terreno a los conservadores, tanto por los cambios
Iglesia chilena. Para dar un ejemplo, si hacia 1947 la Iglesia Católica chilena
175
Moulian y Torres, op. cit., p. 32.
176
Sofía Correa, “Iglesia y política: el colapso del Partido Conservador”, en Mapocho Nº 30, 1991.
85
Ante tal panorama, se aprecia un choque entre una imagen progresista versus una
facilitó que los “aires de reformas” que se vivenciaban en esa época fuesen
proclives hacia la primera imagen mencionada. Por lo tanto, y tal cual lo postula
Ante esto, nosotros debemos hacer una pequeña acotación respecto del concepto
en su establecimiento.
b) La “amenaza izquierdista”
177
Moulian y Torres, op. cit., p. 41.
86
la coalición de partidos políticos de izquierda denominada Frente de Acción
cifra no despreciable del 28,91% de los votos. Estas cifras, sólo superadas por el
futuras elecciones.
y contundente, puesto que, si no fuera por los votos obtenidos por el candidato
obtuvo un 3,36% de los votos, las estimaciones de la época aludían a que el factor
Ante tal panorama, la mencionada “amenaza izquierdista” era más que una obra
87
pérdida de vitalidad política del bloque de derecha en nuestro país a mediados de
la década de 1960.
segundo, por haber perdido en una zona eminentemente agrícola y, tercero, por la
cercanía a las elecciones presidenciales de 1964, reflejando así una pérdida tácita
nulas.
88
Entonces, la derecha decidió hacia 1964 inclinarse por el denominado “mal
una ruptura dentro del Frente Democrático puesto que decidieron no apoyar al
obtener la victoria. Tal motivación si bien surtió efecto, puesto que Frei Montalva
Si bien hemos expuesto los argumentos por los cuales la derecha política fue
interpretativas que tratan de explicar la crisis que vivió este bloque político tras el
interpretaciones realizadas por los autores que se han dedicado al tema como
Tomás Moulian, Sofía Correa y Verónica Valdivia agregando, eso sí, nuestra
propia visión.
crisis que evidenció la derecha chilena hacia mediados de 1960, es crucial relevar
1973, puesto que a partir de la necesidad de especificar las razones por las cuales
89
desencuentro, principalmente, entre los argumentos definidos por Tomás Moulian
y Sofía Correa.
Para dichos efectos, Verónica Valdivia le asigna una crucial importancia al quiebre
una “nueva derecha” tras su crisis. Es decir, entre las elecciones presidenciales de
1964, donde la derecha entró en una crisis evidente, y la creación del Partido
creación del Partido Nacional, un partido que integra los restos de la derecha
Siguiendo con los postulados de Verónica Valdivia, es aquí donde radica el “parto”
de la nueva derecha chilena de la década de 1960. Tanto con los “dolores” que un
PCons), como por las aspiraciones que este nuevo elemento político encarnó.
Esta nueva derecha política posee características que hacen olvidar a la derecha
90
propuestas propias y excluyentes para llegar al poder. Dichas propuestas se
crisis en la cual había caído, se marca una diferenciación con Sofía Correa, ya que
esta autora nos dice que la derecha tradicional, al desmoronarse por falta,
Correa asume que la nueva derecha chilena se caracteriza por la inclusión de los
factores externos más que por las dinámicas internas que este bloque político
estuvo dispuesta a negociar con los partidos gobernantes para mantener sus
91
modernizador que la caracterizara, y acorde a una época altamente demandante
Sofía Correa, primero porque al contribuir con una visión plural del sector político
concretos, sino que engloba a distintos actores que giran en torno a un proyecto
derecha.
Por otra parte, está la denominada “derecha económica”, representada por los
92
gremial prominente, como un político ligado a dicho bloque. Es decir, Jorge
Mercurio.
Ante dicho panorama, para Moulian la derecha chilena, sea esta liberal o
este grupo político respecto del derecho de propiedad que, en otras palabras,
de este derecho estableciendo, por ende, lo que se denomina como “la frontera de
la democracia”.
93
principalmente a través del: “neoliberalismo, tendencia que hizo su aparición
(1958 – 1960)”179.
sino disputarlo con todas sus letras. Por tanto, según Verónica Valdivia, Sofía
crisis de la derecha chilena. Entonces, al respecto, Verónica Valdivia nos dice que:
179
Ibid., p. 18.
94
debió a la imposibilidad evidente de mantener las estrategias de cooptación y
de “cambiar para que nadie cambie” que habían venido utilizando desde el
siglo anterior […] esto no era una estrategia modernizadora, sino de
supervivencia, frente a un orden que moría indefectiblemente. En la elección
de 1964 y en el período inmediatamente posterior, la derecha histórica
pretendió continuar con dicha política, intentando, por una parte, evitar la
redefinición de los radicales que se volvían hacia la izquierda y, por otra, un
acercamiento con el gobierno de Frei Montalva que le permitiera negociar el
programa presidencial de reformas estructurales. Fue la negativa persistente
de la Democracia Cristiana, ya en el gobierno, a entablar una alianza de
centro-derecha y su decisión de no negociar una reforma agraria que afectaría
el derecho de propiedad lo que hizo evidente para esta última el fin de su
estrategia cooptativa. No fue un problema de pérdida de confianza, pues
cuando dio su apoyo electoral a Frei no lo hizo desde una posición y
autopercepción de debilidad, sino que aplicó su tradicional pragmatismo, ya
que, después de todo, anticomunismo y cristianismo los unían a ese centro en
rebelión. La resistencia democratacristiana, enfrentada a su propio conflicto
interno, fue lo que indujo a los distintos sectores derechistas –viejos y nuevos
– a dar por terminada la fase decimonónica y buscar nuevos derroteros”180.
resulta necesario agregar a tales razones la importancia del fracaso político del
180
Ibid., pp. 41-42.
95
poder, no pudo llevar a cabo su proyecto político-económico. Por tanto, el
Jorge Alessandri, afectó al grupo político que lo apoyaba en una época donde “lo
pero, esta vez, apoyado por los emergentes grupos de derecha que supieron “leer”
96
“[…] la declinación política de la derecha tuvo estrecha relación con sus
debilidades ideológicas, amplificadas por su fracaso como fuerza
181
gobernante” .
que indujo la crisis de la derecha chilena, puesto que ese ethos penetrante, una
fue el que afectó, de alguna forma, al grupo político que lo apoyó en un contexto
Ministro de Hacienda de Ibáñez, Pablo Ramírez, es decir, los conocidos como los
“cabros de Ramírez”.
181
Moulian y Torres, op. cit., p. 42.
97
Desde la década de 1930 hasta 1958, podemos observar que la tecnocracia
tecnoestructura estatal, establecida desde los años treintas, se modificó hacia una
tecnoestructura de tipo privada. Por lo tanto, los años en los cuales la tecnocracia
en nuestro país actuó de manera autónoma respecto de los partidos políticos, tras
Ejecutivo.
Nacional (ODEPLAN), sirvieron a los intereses del gobierno de ese entonces para
182
Carlos Huneeus, “Tecnócratas y políticos en un régimen autoritario: los ´ODEPLAN BOYS` y los
´GREMIALISTAS` en el Chile de Pinochet”. Revista Ciencia Política/Volumen XIX/ 1998. URL:
<http://www.cerc.cl/Publicaciones/tecnocratas%20y%20politicos%201998.pdf>
98
Las modificaciones al régimen político y económico efectuadas durante la
han administrado un modelo pensado por una tecnocracia específica. Por lo tanto,
poco.
pudieron llevar a cabo hacia 1970, puesto que Jorge Alessandri perdió las
99
Cabe resaltar, entonces, que cuando una experiencia tecnocrática en nuestro país
neoliberal”, también lo hizo bajo un contexto dictatorial y, del mismo modo, fue
Además, bajo los dos ejemplos anteriormente citados, dichos grupos tecnocráticos
Entonces, debemos establecer, primero, que las veces que los grupos
tecnocráticos en nuestro país han logrado instalar sus propuestas, lo han hecho
100
experiencia tecnocrática analizada en este trabajo. En concreto, el ethos
Por lo tanto, cuando se ha estado bajo contextos democráticos, los proyectos que
instaurar un gobierno con un fuerte sello “técnico” y, por sobre todo, independiente
de los partidos.
Como hemos visto, tras los dos cambios de gabinete que ha realizado Sebastián
en la historia de nuestro país, que en ningún caso constituyen una suerte de “ley
183
Ambos cambios de gabinete se realizaron en 2011. El primero en Enero incorporando a Andrés Allamand y
Evelyn Matthei, y el segundo realizado en Julio del mismo año destacando la incorporación del primo del
Presidente Piñera, Andrés Chadwick Piñera, y el representante del Partido Unión Demócrata Independiente,
Pablo Longueira.
101
Por lo tanto, como mencionamos en el actual apartado denominado: “a la derecha
siguen.
102
CONCLUSIÓN
"Soy independiente como la mayor parte de los chilenos. Es
una candidatura que no pedí que vinieran buscar a mi casa.
No es una candidatura personalista, es una candidatura de
equipo"
184
Andrés Velasco
Cuando en nuestro país “lo político” ha sido el foco de críticas, han emergido
manera renovada tras la experiencia del segundo gobierno de Carlos Ibáñez del
184
Economista y político chileno, fue Ministro de Hacienda durante el gobierno de la Presidenta de la
República de Chile Michelle Bachelet en el período 2006 – 2010. Estas palabras corresponden a
declaraciones realizadas por Andrés Velasco en relación a su potencial candidatura para las presidenciales de
2014. Extraído desde: “Andrés Velasco toma distancia de partidos y propone primarias con candidatos
independientes”, en La Tercera (versión on line), martes 3 de octubre de 2011. URL:
<http://www.latercera.com/noticia/politica/2011/10/674-396489-9-andres-velasco-toma-distancia-de-partidos-y-
propone-primarias-con-candidatos.shtml>
103
como una alternativa que, en el caso concreto de dicho gobierno, surgió como un
Mencionamos que ese ethos tecnocrático fue influyente porque, tras la experiencia
Chile desde la década de 1930 (que poseía una orientación estatista), como
Ante dichos efectos, cabe tomar en cuenta la situación actual en nuestro país, en
general, agregando, dentro de estos últimos al grupo político al cual (al menos)
104
corroborando nuestra hipótesis de que los proyectos tecnocráticos emergen en la
con un discurso tecnocrático, más bien, se observa que “lo político” retomó su
Por ende, para el caso actual, tras el fracaso de la propuesta tecnocrática del
185
A partir de la encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP), en el período junio-julio 2011, revela que el
nivel aprobación ciudadana a la administración de Sebastián Piñera se sostiene en un 26%, el nivel más bajo
de aprobación ciudadana desde la existencia de esta entidad. Por su parte, las cifras son llamativas si las
situamos en relación a la clase política, principalmente concentrada en los dos grandes bloques políticos
existentes en Chile. Con esto, el nivel de aprobación de la Concertación es de un 17% mientras que, la
105
país, es llamativo que emerja nuevamente una candidatura que posea un discurso
Velasco se diferencia del caso estudiado en el presente trabajo, puesto que, hacia
Eso sí, para el caso de la actual “posible” candidatura de Andrés Velasco, se hace
pertinente recalcar que lo que hemos mencionado está aún en desarrollo y, como
definitiva.
Por lo tanto, concluimos que tal como hemos visto a lo largo de este trabajo,
población. Ante esto, emergen proyectos con una postura discursiva alternativa
que, para el caso revisado, se liga con factores tecnocráticos. Pero, tal como
hemos visto en esta investigación, una vez estando un gobierno con un ethos
coalición gobernante, es decir, la “Coalición por el Cambio” obtuvo un 24% de aprobación. Cifras extraídas
desde: “Estudio Nacional de Opinión Pública Nº 64, junio-julio 2011”, Santiago, CEP, 2011. Véase también en,
URL: < http://www.cepchile.cl/dms/lang_1/doc_4844.html >
106
en nuestro país, cuando se está en presencia de un gobierno tecnocrático éstos
parte de los griegos hacia el siglo IV AC. nace como una resolución a la
ethos tecnocrático emergen como una solución alternativa a la stasis política, tanto
186
Concepto griego que alude a un conflicto interno que puede decantar en una guerra civil. A lo cual, los
griegos proponían que, para evitar el conflicto interno, es decir, la stasis, se promovió la colonización de otros
territorios con la finalidad de impedir una guerra civil.
107
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• Colecciones periódicas:
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Ercilla, Santiago, Julio de 1957 a septiembre de 1964 (selección).
Vea, Santiago, Agosto de 1947; Septiembre de 1957 a Noviembre de 1958.
Topaze, Santiago, Julio de 1957 a septiembre de 1964 (selección).
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Boeninger, Edgardo, Santiago, 24 agosto 2000, CIDOC, Universidad Finis Terrae
Boetsch, Eduardo. Recordando con Alessandri. Santiago, Chile: Editorial Andrés
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117
• Tesis:
• Diccionarios biográficos:
• Audiovisuales:
118
ANEXOS
Anexo Nº 1
Fuente: Antúnez, 2009, op. cit., p. 54.
119
Anexo Nº 2
Fuente: Antúnez, 2009, op. cit., p. 59.
Anexo Nº 3
Fuente: Antúnez, 2009, op. cit., (Anexo Nº 4), p. 82.
120
Anexo Nº 4
Fuente: Extraída a partir de: Luis Valencia Avaria (comp.), op. cit., pp. 648-658; y
por: Oscar Gabriel Soto Vio, El gobierno de don Jorge Alessandri Rodríguez
(1958-1964): notas para su estudio. Concepción, Chile, tesis de licenciatura
para optar al grado de Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, 1986
121
Anexo Nº 5
Fuente: Extraída a partir de: Luis Valencia Avaria (comp.), op. cit., pp. 648-658; y
por: Oscar Gabriel Soto Vio, op. cit., 1986, pp. 100-101.
122
Jorge Saelzer 1958 – 60
Manuel Casanueva
1960 – 61
Ministro de Agricultura
Ramírez
Orlando Sandoval 1961 – 63
Pedro Enrique Alfonso 1963
Ruy Barbosa Popolizio 1963 – 64
Julio Philippi Izquierdo 1958 – 60
Enrique Bahamonde 1960 – 61
Julio Philippi Izquierdo 1961 – 63
Ministro de Tierras y Colonización Paulino Varas Alfonso 1963
Julio Philippi Izquierdo 1963
Federico Peña 1963
Ruy Barbosa Popolizio 1963 – 64
Paulino Varas 1964
Eduardo Gomien 1958 – 59
Eduardo Gomien 1959 – 60
Ministro de Trabajo y Previsión Social
Hugo Gálvez 1960 – 63
Miguel Schweitzer 1963 – 64
Eduardo Gomien 1958 – 59
Eduardo Gomien 1959
Ministro de Salud Pública Sótero del Río 1959 – 61
Benjamín Cid 1961 – 63
Francisco Rojas Villegas 1963 – 64
Roberto Vergara Herrera 1958
Enrique Serrano Viale Rigo 1960 – 61
Ministro de Minería Julio Chaná 1961 – 62
Joaquín Prieto Concha 1962 – 63
Luis Palacios Rossini 1963 – 64
123
Anexo Nº 6
Debo agradecer al profesor Patricio Silva quien me facilitó el siguiente material:
En torno a la tecnocracia
124
amplitud de visión, su cono-cimiento de los Unidos. El movimiento pasó pronto al olvido,
fenómenos sociales, su honda comprensión de donde solo sale, de cuando en cuando,
humana; el técnico, por naturaleza, se recordado como un mero episodio anecdótico.
distingue por su competencia en una espe- El pueblo norteamericano supo comprender,
cialidad, su frecuente desconocimiento de los contra la pré-dica de Howard Scott y sus
mecanismos de la convivencia cívica, su falta discípulos, que los ¨técnicos¨ en gobierno de
de contacto con la vida real. El primero un país, no son los especialistas en
necesita indispensablemente la colaboración maquinarias, en organización de empresas o
de los segundos; pero ello no significa que en ciencias económicas, sino los po-líticos,
corresponda a estos últimos, asumir funciones cuya misión es, precisamente, la de ganar el
directivas. poder para gobernar de acuerdo a sus respec-
La ¨tecnocracia¨, como sistema de go- tivos ideales del bien público.
bierno, no encontró acogida en los Estados J.I.H
En torno a la tecnocracia
Mi estimado amigo J.I.H., en un artículo que acuerdo con el interés nacional los problemas
publica en la edición de ayer de este Diario en que les corresponde actuar, sin que esas
con el mismo título del que encabeza estas resoluciones puedan afectar su permanencia
líneas, alude con indisimulado propósito en el cargo, como finalmente ocurre cuando
político a un suceso ocurrido en los Estados ellos representan un Partido determinado.
Unidos hacia el año 1920. Una prueba elocuente de que pese a ser
Ninguna relación guarda el caso a que él se Ingeniero, el actual Presidente de la República
refiere con la actual situación gubernativa no deja por ello de tener sentido político, la da,
chilena. Como sabe el señor J.I.H. soy por vía de ejemplo, el no haber querido
Ingeniero, y si contra mi voluntad se pensó en designar al autor del artículo que contesto,
mi persona para Candidato a la Presidencia de Director del diario ¨La Nación¨, no obstante el
la República, fue para dar satisfacción a un profundo afecto que tiene por él y las
sentimiento pro-fundamente arraigado en la indiscutibles condiciones de distinto orden que
consciencia públi-ca de repudio a la lo adornan. He aducido para ello la razón de
politiquería donde quiera que ésta se que eso importaría repartir a los lectores de ¨El
encontrase. Diario Ilustrado¨ entre éste y la ¨La Nación¨
Fuí claro y explícito durante mi campaña con grave perjuicio económico para ambas
presidencial para expresar que el Gobierno no empresas e impediría, además, que un gran
debía continuar siendo la hijuela pagadora de sector de la opinión pública que tiene otra
los apetitos económicos, de influencias o de orientación política toma conocimiento de la
figu-ración de quienes habían contribuido a acción gubernamental no disponer de un diario
exhaltar a un Mandatario. Creo que para curar independiente y de centro izquierda, que esta-
de este gran mal al país, es indispensable que blece en condiciones de mantenerla hones-
las altas fun-ciones públicas sean tamente informada acerca de ella.
desempeñadas por hombres que tengan
absoluta independencia para resolver sólo de Jorge Alessandri Rodríguez
125
El Diario Ilustrado, 31 de Marzo de 1959, pág. ?
126