Cantón Mayo, I. y Pino-Juste, M (2011). ¿Qué son la didáctica y la teoría del currículum?

Alianza Editorial, Diseño y desarrollo del currículum. (19-40). Madrid.

Palabras clave: didáctica, enseñanza, aprendizaje, instrucción, formación, currículum,
práctica.
Resumen del capítulo I: ¿Qué son la didáctica y la teoría del currículum?
(José Tejada Fernández)

¿Qué se entiende por didáctica? Es la pregunta con la que parte el autor ya que de entrada se
está hablando de un concepto polisémico variable como lo es la didáctica. Dicha polisemia se
debe a que la didáctica es una ciencia relativamente joven y esto lleva a que haya un menor
grado de precisión al no haber un período de consenso que permitiese depurar las acepciones
al término; destaca también el hecho de que las definiciones que los autores hacen de la
didáctica varían considerablemente entre sí. Sin embargo, lo que interesa ahora es tomar
postura en torno a lo que hoy se entiende como didáctica y para ello el autor parte de un análisis
etimológico para mostrar la evolución conceptual del término. Una primera aproximación nos
muestra a la didáctica como “lo relativo a la enseñanza” y esto conlleva a decir que el elemento
constitutivo del contenido conceptual de la didáctica es la enseñanza. Surge para el autor un
problema y es el hecho de la descontextualización de dichas definiciones ya que cada una
proviene de niveles de abstracción totalmente distintos, por ello, amplía su indagación y recoge
los aspectos en común, y una síntesis de ello indicaría que: desde el contenido, la didáctica se
ocupa de la enseñanza, el aprendizaje, la instrucción y la formación; epistemológicamente se
trata de una ciencia. Debido a la polisemia de los términos que se acabaron de nombrar, el
autor procede a profundizar en ellos.
La enseñanza es concebida como uno de los términos más polisémico y ambiguo dentro de la
pedagogía. Una primera indagación muestra que la enseñanza es la codificación y transmisión
de informaciones, la cual resalta el protagonismo del docente sobre el discente. Otras
concepciones afirman que lo que se entiende como ‘enseñar’ desde su ámbito semántico
desborda el ámbito específico de lo didáctico, ya que la enseñanza como transmisión, en el
amplio sentido de la palabra, existe y aparece en multitud de fenómenos del hombre en
sociedad. Pero como el interés del autor es acotar el contenido de la enseñanza en el ámbito de
la didáctica contemporánea, acude a Fernández Huerta, quien considera cinco dimensiones
esenciales en el acto didáctico: un ser que enseña, uno al que se enseña, un objeto enseñable,
un mediador de la enseñanza y un acto enseñante; destaca además la importancia de las
variables endógenas (realidad escolar) y exógenas (entorno social). En síntesis, un acto
didáctico en el que se sitúa la enseñanza es “un espacio sistémico en el que los diversos
componentes o variables que lo constituyen interactúan entre sí, se condicionan y se
modifican”, y como consecuencia, el profesor ya no es el único protagonista y no se puede
entender a la enseñanza si no es con relación al aprendizaje, ya que existe una relación de
dependencia entre ambos términos. Finalmente, la enseñanza es una acción intencional,
sistemática (su meta es inducir al aprendizaje), contextualizada (espacio social de relación
directa) y compleja (nuevas extensiones según los enfoques).
Un segundo aspecto a definir es el aprendizaje. La finalidad de la didáctica está orientada hacia
el aprendizaje de los estudiantes, el cual al igual que la enseñanza, desborda el ámbito de lo
didáctico, y las definiciones dependen de la teoría que la sustente, por lo tanto, nuevamente el
autor buscará una definición que sea didácticamente válida. Una primera revisión nos muestra
que existen una serie de descriptores dependientes entre sí, pero un concepto más abierto
concibe al aprendizaje como la adquisición de informaciones y conocimientos, la modificación
de actitudes y el enriquecimiento de las propias perspectivas existenciales. De esta manera,
para la didáctica lo importante es que todo aprendizaje es o debe ser comportamiento y
pensamiento, participación activa y consciente del docente y el discente y para ello requiere de
una situación, una actividad intencional, un conjunto de incentivos y una modificación de la
conducta; además se caracterizaría por afectar las dimensiones cognitiva, afectiva y conativa,
ser tarea del estudiante y el profesor, desarrollarse a lo largo de la vida y ser innovador.
Otro concepto importante es la instrucción y esta entra en juego ya que la didáctica es una
actividad instructiva, la instrucción está entre la enseñanza y el aprendizaje. La instrucción es
la enseñanza con efecto, implica aprendizaje, integración de cultura, pero bajo un orden,
estructuración o perfeccionamiento de las funciones mentales; puede entenderse como
producto y como proceso.
Un último concepto a indagar es el de la formación y este aspecto es importante porque lo
didáctico no es algo solamente técnico sino también axiológico, lo que quiere decir que la
formación es entendida como el proceso de desarrollo humano hasta lograr la plenitud
personal. Se caracteriza por ser un proceso más interiorizado, por necesitar un soporte exterior
en qué apoyarse (la información), y por tener una intencionalidad perfectiva. Adquiere
importancia debido a la dimensión cualitativa que le introduce a la acción didáctica, ya que
necesita de un modelo de formación que de sentido a los procesos instructivos. La instrucción
depende de ella ya que una instrucción sin formación sería un simple entrenamiento, sólo un
ejercicio técnico despreocupado de sus efectos en el sujeto.
Volviendo nuevamente a la didáctica y su definición y caracterización, el autor resalta el
carácter práctico de a didáctica, el cual ha de ser holista e integrar lo teórico, lo tecnológico y
lo artístico.
Finalmente, el autor se indaga sobre la conceptualización del currículum, y de allí se puede
decir que éste supone un conjunto de contenidos, un plan de instrucción, unas experiencias
enseñanza-aprendizaje y una práctica. Hace alusión a la existencia de diferentes acepciones
que varían por el sitio en que se originan. Así, América Latina se preocupa por lo didáctico y
el mundo anglosajón se preocupa por el currículo. Allí, se limita a la didáctica al cómo, es
decir, la metodología; y al currículo al qué, es decir, los contenidos. Pero actualmente se puede
verificar que ya la didáctica está rompiendo barreras y no sólo se limita al cómo, sino que tiene
ingredientes conectados al qué. El autor apoya el que la didáctica y el currículum son términos
interrelacionados; así, el aula es el espacio básico de encuentro para la producción del acto
didáctico, pero no debe entenderse que lo didáctico queda reducido al aula.