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Índice

Presentación, Manuel Ruiz Jurado, SJ ................................ 11


Colaboradores ..................................................................... 15
Agradecimientos .................................................................. 17
Abreviaturas ........................................................................ 19

I. ¿Quién fue Juan Alfonso de Polanco? ....................... 21


José García de Castro, SJ
1. Juan Alfonso de Polanco . ........................................ 21
1.1. Familia y primera formación ............................ 21
1.2. Vocación y formación jesuítica ......................... 23
1.3. Secretario de Ignacio de Loyola ....................... 24
1.4. Secretario de Diego Laínez y Francisco de
Borja ............................................................ 27
1.5. La Congregación General III y el cambio de
rumbo de Polanco . ...................................... 29
2. La obra escrita de Juan Alfonso de Polanco ............ 31
2.1. Obra jurídica ..................................................... 31
2.2. Obra espiritual . ................................................. 32
2.3. Obra histórica .................................................... 33
3. Virtud y reconocimiento .......................................... 34

II. El Directorio de confesores (1554) . ............................. 39


Traducción: Carlos Baciero González, SJ
Edición: Diego Alonso-Lasheras, SJ
1. Introducción ............................................................. 39
1.1. Presentación general del libro ........................... 39
8 Los Directorios de J. A. de Polanco, SJ

1.2. Los inicios de la práctica de la confesión fre-


cuente ......................................................... 41
1.3. El sacramento de la penitencia en la primera
mitad del siglo XVI .................................... 43
1.4. Los ataques de los reformadores y la respuesta
del Concilio de Trento . .............................. 46
1.5. El negocio supremo de la propia salvación: los
inicios del probabilismo ............................. 51
1.6. Ayudar a la salvación y perfección de los pró-
jimos ........................................................... 55
1.7. Importancia de la obra ..................................... 58
1.8. Nuestra edición ................................................ 59
2. Índice del Directorio . ............................................. 60
3. Texto del Directorio ............................................... 66

III. El Directorio de Ejercicios espirituales (1574) .......... 177


Edición y traducción: Miguel Lop Sebastià, SJ
1. Introducción ............................................................ 177
1.1. Polanco y los Ejercicios espirituales ................ 177
1.2. El Directorio de Ejercicios .............................. 182
1.2.1. Disposición del Directorio . ................... 184
1.2.2. Juicio valorativo ..................................... 185
1.3. Nuestra edición ................................................ 187
2. Índice del Directorio . ............................................. 188
3. Texto del Directorio ............................................... 190

IV. El Directorio de ayudar a bien morir (1575) .............. 247


Traducción: Carlos Baciero González, SJ
Edición: Francisco Javier de la Torre
1. Introducción ............................................................ 247
1.1. Ignacio de Loyola, maestro de Polanco ........... 247
1.2. Los primeros jesuitas y el acompañamiento en
la buena muerte ........................................... 250
1.3. El lugar de Polanco dentro de una larga tradi-
ción .............................................................. 250
Índice 9

1.4. El Directorio de ayudar a bien morir .............. 253


1.4.1. Presentación del libro . ........................... 253
1.4.2. Estructura del libro . ............................... 254
1.4.3. Los fundamentos bíblicos y teológico-
espirituales del Manual ................... 261
1.4.4. La retórica del Directorio ...................... 263
1.4.5. Humanismo cristiano ............................. 265
1.5. La muerte de Juan Alfonso de Polanco . .......... 267
1.6. Influencia posterior .......................................... 268
1.7. Nuestra edición ................................................ 269
2. Índice del Directorio . ............................................. 270
3. Texto del Directorio ............................................... 272

Bibliografía ......................................................................... 407

Índice de nombres .............................................................. 415


Presentación

Para «ayudar» de una forma más eficaz y competente, los je-


suitas, desde sus primeros pasos preinstitucionales en la Uni-
versidad de París, optaron por una formación seria y rigurosa
para todos los miembros de la orden. La formación debía incluir
conocimientos demostrados de gramática, retórica, filosofía y
teología según los currículos académicos de los centros.
La Compañía, nacida de los Ejercicios espirituales y alimen-
tada por su espíritu, no se contentó nunca solo con tratados de la
más excelsa doctrina, sino que se interesó siempre por encontrar
el modo como las personas encarnasen en su vida concreta los
principios de la vida cristiana. En este sentido, los Ejercicios son
el primer directorio. Fueron escritos para que quien guía al ejer-
citante conozca los medios pastorales que le conviene poner en
ejecución, de manera que el ejercitante pueda reformar su vida y
orientarla de acuerdo con el plan de Dios sobre su propia vida
y con los principios evangélicos sublimes que en el libro se con-
tienen, especialmente en el «Principio y fundamento».
La puesta en práctica del apostolado de los Ejercicios en
los más diversos ambientes llevó desde el comienzo a consultar
al santo autor Ignacio de Loyola, aún viviente, sobre cómo res-
ponder a esas circunstancias varias. De ahí nacieron los primeros
directorios breves para completar las orientaciones contenidas en
el libro original.
Esta tendencia a encontrar la pastoral y medios adecuados
para encarnar en la vida las enseñanzas más sublimes, contenida
en el ADN de la Compañía, llevó ya a la Congregación General I
a encargar, en su decreto 171, que el nuevo Padre General se
ocupase de que se compusiera algún directorio sobre cómo dar
12 Los Directorios de J. A. de Polanco, SJ

los Ejercicios, cómo oír las confesiones, enseñar la doctrina cris-


tiana, practicar la conversación con el prójimo y la atención a los
moribundos.
De los primeros Directorios del tiempo de san Ignacio, con
las varias ideas y experiencias aportadas por las consultas y comi-
siones reunidas en los generalatos siguientes, se llegó al Directo-
rio oficial sobre los Ejercicios, de 1599.
Lo mismo sucedió con el ministerio de la enseñanza. De las
ordenaciones de los colegios comenzadas por Laínez, Polanco y
Nadal, con las experiencias y otras ideas que se fueron acumulan-
do y organizando por diversas comisiones y consultas, se llegó a
la Ratio studiorum, también de 1599.
En cuanto a los otros ministerios más frecuentes de los jesui-
tas, contenidos en la Fórmula del Instituto, sucedió algo parecido.
Desde las hojas o instrucciones, muy prácticas y directas en su
intención y sobrias y austeras en su estilo, o manuales más mane-
jables, se fue desarrollando la doctrina propia de la Compañía en
tratados más serios en las diversas ramas teológicas.
El objetivo de los primeros Directorios era muy claro: ayu-
dar al padre jesuita a manejarse en diversas circunstancias de sus
ministerios ordinarios. En definitiva, le ofrecían directrices para
llevar adelante tal o cual acción pastoral. Frente a la enorme pro-
ducción filosófica, teológica o literaria, es un tipo de literatura to-
davía bastante desconocida de los primeros jesuitas. En su tiempo
fueron obras muy populares entre los jesuitas y el clero, repetida-
mente editadas y traducidas a numerosas lenguas europeas.
El padre Juan Alfonso de Polanco escribió tres de estos Direc-
torios, altamente divulgados a lo largo de la historia de la Compañía
de Jesús. Cada uno de ellos versaba sobre un ministerio pastoral
muy propio del apostolado de los jesuitas: los Ejercicios espiritua-
les, el sacramento de la confesión y la ayuda a bien morir. Estaban
entre los deseados por la Congregación General I de la Compañía.
Eran tres ministerios muy importantes tanto para el sacerdote que
los realizaba como para el ejercitante, el penitente o el moribundo
que los recibía. Los jesuitas fueron desarrollando su propio estilo
pastoral, su propio «modo de proceder» en sus actividades; estos di-
rectorios contribuían a ir generando una «cultura pastoral jesuítica»,
muy atractiva para unos y más criticable para otros.
Presentación 13

La colección «Manresa» reproduce hoy en esta moderna


edición estos tres textos del padre Polanco. Tienen, sin duda,
su enorme valor histórico, pues fueron tres obras que marcaron
notablemente el estilo pastoral de los primeros jesuitas. Tienen
también su valor espiritual, pues las tres pretendían «ayudar» efi-
cazmente a las personas a vivir una experiencia religiosa, un en-
cuentro con Dios, ya fuera durante su retiro en Ejercicios, durante
su confesión sacramental o durante el importante momento de su
muerte. Detrás de esta propuesta espiritual había, sin duda, un
fundamento teológico-doctrinal propio de la época que a Polanco
le tocó vivir y que, por tanto, el lector recibirá lógicamente como
distante o lejano en tal o cual aspecto. Lo que no se puede negar
es el esfuerzo de Polanco por integrar teología y praxis; dogma,
espiritualidad y pastoral. Salvada esta distancia comprensible, los
Directorios dejan entrever un conocimiento sutil y profundo del
ser humano, forjado bajo la inspiración y guía de quien conoció
directamente a san Ignacio y convivió con él; una gran familia-
ridad con los principios fundamentales de la espiritualidad igna-
ciana; y una pedagogía espiritual que buscaba facilitar las cosas
al sacerdote ocupado y preocupado en sus ministerios.
Esperamos que este libro, junto con tantos otros hermanos
de la colección, contribuya a dar a conocer el riquísimo patrimo-
nio teológico, espiritual y pastoral de los primeros jesuitas y siga
ayudando, en lo posible, a «juntar a la criatura con el Creador»,
objetivo último de toda praxis ignaciana.

Manuel Ruiz Jurado, SJ


Sevilla, 16 de mayo de 2016

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