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Introducción:
El presente trabajo ofrece una visión actualizada sobre los aspectos centrales de la
psicología del desarrollo de la edad adulta.
Antes el interés se centraba en la niñez y en la adolescencia, sin que se prestara mucha
atención al estudio de la tercera edad de la vida humana. Hoy, en cambio, un número cada
día mayor de psicólogos estudian la psicología del adulto; ya que los humanos cambian y
crecen en muy diversos aspectos durante el periodo de la edad adulta y la vejez.
Se cree que la mayoría de las personas le temen llegar a la vejez ya que puede ser una
época en que se reducen las posibilidades y lo que antes eran potencialidades son ahora
limitaciones.
Es cierto que los cambios físicos son más que obvios, unas personas envejecen más rápido
que otras; pero todo va depender de la composición genética y el estilo de vida de cada
individuo. Con esto se afirma que muchos pensamientos son erróneos sobre las
incapacidades que se puedan adquirir con el paso de los años, además esto deriva tanto del
estado de ánimo y físico y la salud de cada persona.
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UNIDAD V
EDAD ADULTA Y VEJEZ
La edad madura asusta a muchas personas, pero la senectud es una etapa de la vida que
causa mayor temor y sobre la cual existen muchas ideas falsas.
¿Qué es la edad madura? Ante todo, es un periodo de paradojas. En ella hay cambios de
identidad, éxitos y fracasos, crisis y estabilidad, alegría y tristeza. Es un periodo en que el
individuo alcanza todo su potencial. También puede ser una época en que se reducen las
posibilidades y lo que antes eran potencialidades son ahora limitaciones. La forma de
reaccionar dependerá de las circunstancias de cada cual y de su visión general de la vida.
Cambios físicos
Una persona de 24 años puede cargar cuatro pesadas bolsas con comestibles; a un individuo
de 44 años le resulta más fácil hacer dos viajes. El aspecto físico cambia en la edad
madura. Empiezan a aparecer las canas y el cabello empieza a escasearse. La piel empieza a
presentar un aspecto de resequedad y pierde elasticidad; se observan las primeras arrugas.
En la senectud, los músculos y la grasa que se fue acumulando a lo largo de los años
empiezan a diluirse, de manera que las personas mayores adelgazan, disminuye su estatura,
se observan más arrugas y pliegues, la piel se torna menos tersa.
Con el paso del tiempo los sentidos van requiriendo una estimulación cada vez más intensa.
Entre los 40 y 50 años de edad, empieza a ser difícil distinguir objetos lejanos, ajustar la
vista a la oscuridad y enfocar las páginas impresas, a pesar de que la vista siempre haya
sido buena. Muchos experimentan una pérdida gradual o repentina de la audición en la ve-
jez. Además, aumenta el tiempo de reacción.
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Se dan diferencias en el envejecimiento físico de uno y otro sexo. En un estudio reciente de
69 hombres y mujeres, Rubén Gur y sus colegas descubrieron una impresionante diferencia
en el deterioro del cerebro atribuible al sexo de los sujetos (New York Times, 1991).
Aplicando una tecnología de punta para explorar el cerebro, comprobaron que el cerebro de
los varones se deterioraba tres veces más rápidamente que el de las mujeres. Más aún, su
degeneración ocurría casi siempre en el lado izquierdo: el centro del habla, las habilidades
del lenguaje y el pensamiento lógico. En cambio, los dos lados del cerebro de las mujeres
parecían envejecer de un modo uniforme. ¿Significa esta diferencia que los varones y las
mujeres se comportan en forma diferente conforme envejecen? Se trata de una pregunta que
los psicólogos tratarán de contestar en el futuro.
Dos de los problemas médicos más comunes de esta etapa son las enfermedades cardiacas
y el cáncer se relacionados con la obesidad y el tabaquismo. La obesidad puede ocasionar
ataques cardiacos, hipertensión y diabetes.
Comportamiento sexual. ¿Se mantienen sexualmente activas las personas después de los
40 años de edad?
Más que la edad, al parecer la salud física y mental es el principal factor que afecta a la
actividad sexual. Los adultos pueden seguir disfrutando una vida sexual sana. El sexo
después de los 40 años de edad no sólo es posible, sino que es una realidad.
Cambios intelectuales
Más que en la adolescencia, entre los 23 y 28 años de edad aproximadamente, las personas
aprenden más fácilmente nuevas habilidades e información, resuelven problemas que
requieren rapidez y coordinación y cambia de estrategias en la solución de problemas
(Baltes y Schaie, 1974). Estas habilidades se consideran signo de inteligencia; son las que
se miden en las pruebas de inteligencia.
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concluyeron que el deterioro global de las habilidades no es importante y apenas si se
percibe hacia los 50 años de edad o después (Botwinick, 1978).
Teoría del desarrollo de los varones propuesta por Levinson. Los trabajos de Daniel
Levinson y de sus colegas en Yale no se conocieron bien sino hasta 1976. A lo largo de su
investigación Levinson entrevistó a cuatro grupos de hombres cuya edad fluctuaba entre 35
y 45: diez eran ejecutivos, diez eran trabajadores por hora de la industria, diez eran
novelistas y diez eran biólogos de universidades.
A partir de las entrevistas se diseñó una estructura de vida para cada uno de ellos. La
estructura era una relación de los principales periodos de la vida del sujeto, determinado
por sus actividades, amistades y relaciones. Un riguroso estudio de estas estructuras reveló
la existencia de un patrón que parecía aplicarse prácticamente a todos los integrantes de la
muestra.
Los tres estadios fundamentales son adultez temprana (desde los 17 años aproximadamente
hasta los 40), la adultez media (de los 40 a los 60) y la adultez tardía (más o menos a partir
de los 60). Entre esas etapas hay importantes periodos de transición a los 30, 40, 50 y 60
años de edad, que duran unos cinco años. La investigación de Levinson se centró en la
adultez temprana y en la transición de la edad madura. En seguida expondremos
brevemente lo que averiguó acerca de ellas.
Ingreso en el mundo de los adultos. Entre los 22 y los 28 años de edad, la sociedad —y el
propio individuo— consideran que es un principiante en el mundo de los adultos: todavía
no alcanza la madurez del adulto, pero ya dejó de ser adolescente. Empero en estos años
debe tratar de resolver el conflicto entre la necesidad de explorar las opciones del mundo de
los adultos y la de establecer una estructura estable en su vida
La crisis de los 30 años de edad. Los 30 años pueden marcar un verdadero hito; para casi
todos los varones de la muestra de Levinson, podríamos designarla con el nombre de la
“crisis de los 30 años”. En este periodo de transición, fueron reexaminados los
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compromisos provisionales hechos en la primera estructura de la vida; se replantearon
muchas de las preguntas sobre la elección de cónyuge, carrera y metas, a menudo de modo
doloroso. Se siente que deben atenderse ahora las partes insatisfactorias o incompletas de la
vida porque pronto será demasiado tarde para hacer algo al respecto.
VEJEZ
Cambios en la salud
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Muchas personas de más de 65 años gozan de salud relativamente buena. Claro que la
fuerza física y los cinco sentidos tienden a deteriorarse, pero, por ejemplo, en Estados
Unidos el 80% de los ancianos están en condiciones de realizar sus actividades normales.
(El 15% no puede hacerlo y el 5% se encuentra en instituciones de asistencia.) En términos
generales, la salud de un anciano se relaciona con la que tenían de jóvenes. Una buena
salud en la adolescencia y en la vida adulta se conserva también durante la senectud.
AGONÍA Y MUERTE
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¿Debe decirse a los pacientes terminales que van a morir? Si se le informa la inminencia de
su muerte, ¿qué consecuencias tiene esto para su familia, el personal del hospital y el
paciente? ¿Y qué sucede si no se le notifica?. Muchas veces los médicos deciden no
comunicarle que va a morir. A esto Glaser y Strauss lo llaman conciencia cerrada, el
personal y la familia conocen la situación del enfermo. A menudo los médicos optan por
esta alternativa, pues exige menos de ellos. La familia y amigos del enfermo apoyan esta
decisión, ya que son incapaces de afrontar la inminencia de la muerte. Pero aun cuando no
se les informe, algunos pacientes empiezan a sospechar que su enfermedad es terminal. En
este momento, el de la conciencia sospechada, acuden al personal o a su familia para
averiguar si sus sospechas son ciertas.
Una vez que se le comunica al paciente la inminencia de su muerte, éste deberá afrontar
una verdad que pocos nos atrevemos a encarar. Elisabeth Kübler-Ross (1969) realizó
trabajos pioneros sobre cómo el enfermo terminal reacciona ante la cercanía de la muerte.
Su investigación representa una importante aportación a la nueva disciplina de la
tanatología, o sea el estudio de la agonía y la muerte. Con base en entrevistas a 200
pacientes a punto de morir, identificó cinco etapas de ajuste psicológico. La primera es
la negación.
En la segunda etapa, la de ira, la reacción del paciente es “¿Por qué a mí?” Siente ira contra
el destino, contra Dios, contra el mundo, contra todas las personas con quienes tienen
contacto
Durante la depresión, los enfermos se percatan de las pérdidas que sufrirán, por ejemplo, la
del tejido corporal, la del empleo, la de sus ahorros
Por último, los pacientes aceptan la muerte. Ha terminado la lucha y se sienten serenos. En
este momento, están cansados y débiles y duermen mucho. En algunos casos, ven la
cercanía de la muerte can tranquilidad y resignación.
No todos los pacientes pasan por las etapas que describe Kübler-Ross. Por ejemplo, habrá
quienes al morir se encuentren todavía en la etapa de negación porque psicológicamente
están imposibilitadas de avanzar a la siguiente o porque ante la rápida evolución de la
enfermedad no hubo tiempo de pasar a otra etapa.
UNIDAD VI
LAS CRISIS DEL DESARROLLO HUMANO
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Todo comienza desde nuestro nacimiento, expresamos lo que sentimos a través del llanto, y
nuestro primer conflicto se manifiesta por la necesidad de comunicación que demandamos
y las pocas posibilidades que tenemos. Luego a partir del primer año de edad hasta los tres
años (edad temprana) el conflicto está basado en la necesidad de independencia que
tenemos y las pocas posibilidades que nos proporcionan los adultos.
En el periodo transcurrido de tres a seis años de edad (edad preescolar) la crisis del
desarrollo se manifiesta cuando comenzamos a prepararnos para entrar en el colegio, un
cambio que exige elevar la capacidad intelectual y física
Cuando alcanzamos los seis años comienza otra crisis del desarrollo hasta que
tenemos doce años (etapa escolar), y se manifiesta a medida que van ocurriendo cambios
biológicos, endocrinos, fisiológico y antropométricos, además de la maduración sexual.
La adolescencia es una etapa difícil del desarrollo, dado los conflictos internos que ocurren,
ya sea por los cambios biológicos como psicológicos
Luego a partir de los diecinueve hasta los treinta suele darse el conflicto por la necesidad de
autodeterminación, ya que comienza el proceso de elegir el futuro profesional y la pareja.
Se le denomina crisis de la juventud.
Seguidamente a partir de los treinta años de edad hasta los cuarenta aparece lo que se
denomina adultez temprana, y de los cuarenta a los sesenta (adultez madura) en esta etapa
aparece la crisis de la finitud, cambio de imagen corporal, percibimos que estamos
envejeciendo, aparece el climaterio en la mujer, la autoconciencia crítica y reflexiva es un
componente importante por el que aparece el conflicto.
La última y no por ello menos importante es la crisis del adulto mayor, que tiene inicio a
partir de los sesenta años, donde nos enfrentamos a la soledad (labilidad afectiva del
anciano) aparece el miedo a la muerte y la necesidad de trascender.
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Conclusión:
A lo largo del ciclo vital, cada conjunto de años obliga a distintas tareas y no es extraño que
los autores hablen de diversos estados, periodos o fases. Estas fases no pueden ser
prefijadas para cada persona y cada entorno. Por otro lado, tampoco pueden ser de iguales
dimensiones, porque los cambios se suceden unas veces de manera regular y otras
intempestivamente.
La edad, por tanto, no solo es cuestión de cronología, sino que está llena de significados,
estructuras, obligaciones, relaciones, etc., que marcan el ritmo de vida de cada uno.
El interés de esta exposición ha sido la persona adulta que llegará a envejecer, sus recursos,
metas, contextos de su desarrollo y procesos que le acompañan. Como ya quedó advertido,
es imposible tratar todos estos aspectos con el suficiente detenimiento. Quedan todavía
temas tan intensos en la edad adulta como las teorías sobre las emociones, las relaciones
sociales, la personalidad, la salud mental o los propios campos de aplicación de la misma
psicología del desarrollo de la edad adulta.
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