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Entrevista Eduardo Devés-Valdés

IHU On-Line – Passados, aproximadamente, 200 anos da independência da América Latina e 50


anos da independência do continente africano, que semelhanças e diferenças há entre as duas
realidades?
Me interesan más las semejanzas que las diferencias, en este caso. Las 2 regiones continuamos siendo
claramente periféricas en términos de la economía, de las decisiones internacionales y de la circulación de
los mensajes.
Sobre este último punto. Entre Nuestramérica y África producimos menos del 5% del “conocimiento
aparente” (artículos indexados) a nivel mundial, siendo nosotros aproximadamente un 25% de la
población del mundo. Esta manera de medir el fenómeno no es la única. Puede complementarse con otras,
como advertir que no tenemos premios Nobel en ciencias en los últimos 20 años, sí unos poquitos en
literatura y otros en la paz. Otra manera es percatarse que las tendencias ideológicas, políticas, filosóficas,
epistemológicas, reconocen muy pocas figuras de nuestras regiones como claves, ciertamente mucho
menos del 25%. Otra todavía es que la producción eidética, científica, de cada una de estas regiones es
casi completamente desconocida para la otra, excepción hecha de alguna intelectualidad originaria de
nuestras regiones y que vive y trabaja en el centro y allí se entera e interesa más de lo que hace la gente de
la otra región.
Continuamos en gran parte siendo “islas periféricas” una región para la otra. No nos reconocemos, no nos
interesamos, nos ignoramos recíprocamente. Existiendo, por cierto, excepciones.
Pero esto es menor que hace algunas décadas, y debemos alegrarnos, sin embargo es más grave, dada la
existencia de internet y del TV-cable, pues en la actualidad podemos disponer de información mayor.
Brasil ha sido claramente el país de nuestra región que ha dado pasos más importantes en las últimas
décadas para acercar Nuestramérica y África. Creo, sin embargo, que la academia brasileña ha hecho
poco y la chilena mucho menos.
La Universidad de Santiago de Chile y la red Internacional del Conocimiento están preocupadas de esto,
colaborando de hecho, con varias otras como ALADAA y CLACSO.

IHU On-Line – O que mudou na relação entre os países do Sul-global no período pós-colonial
com as potências do Norte? Houve algum tipo de reorganização significativa das relações?
A mi manera de ver, quizás lo más importante ha sido el desarrollo de la progresiva autonomía de los
pueblos de las regiones periféricas en el último medio siglo y la constitución por ello mismo, de estados-
nación algo más autónomos y de una comunidad internacional más amplia y capaz de otorgar
reconocimiento. Ello ha permitido la existencia de relaciones sur-sur que antes de 1950 eran
prácticamente impensables, pues la gran mayoría de los pueblos o eran coloniales o estaban
completamente subordinados como patios traseros de las potencias durante la Guerra Fría, con menor
autonomía de pensamiento y acción, en lo que cuestiones internacionales y mundiales se refiere, porque
muchos tenían mayor autonomía para su existencia doméstica.
Esta situación ha equilibrado, parcialmente, una situación que era ridículamente desequilibrada. La
descolonización ha sido un proceso paulatino. El término de la Guerra Fría ha contribuido todavía más a
esta ganancia de autonomía. La gravitación de China a nivel mundial ha contribuido también a la división
del poder y ello nos ha ofrecido mayores posibilidades de juego, económico sobre todo, pero no
solamente.
Además nuestra sociedad civil, nuestra opinión pública, nuestra expresión pública regional se ha
fortalecido haciéndonos más autónomos en los juicios y más diversificados. A pesar del provincianismo
de la gente de las periferias, el “apetito metanacional” ha aumentado, llevándonos a interesarnos
progresivamente en ir más allá de nuestras fronteras nacionales, conectarnos internacionalmente,
ocupándonos cada vez más del destino del planeta. Se ha desarrollado un espacio público global, mejor
para expresar ideas, más variado y plural, mejor para organizar campañas mundiales.
Si los estados del centro han perdido soberanía con la globalización, nosotros todavía continuamos
ganando, aunque ello podría detenerse y incluso recular en el futuro.
El poder continúa dividiéndose, sub-dividiéndose, diluyéndose. Al menos en algunos sentidos. Los
pueblos sufren menos manipulación, pero no todos ni en todas las dimensiones. La capacidad de
manipulación de las grandes potencias ha disminuido, la capacidad de las grandes empresas ha
aumentado; la capacidad de manipulación de las iglesias ha disminuido pero la capacidad de algunas
agencias de comunicación ha aumentado.
En el mundo existen unos 190 estados reconocidos por la ONU. ¿Cuántos había hace 40, 50 o 60 años?
La tercera parte, porque la inmensa mayoría eran territorios coloniales entre los cuales casi todos los de
África, del Caribe y del Pacífico Central tratando de constituirse, y algunos estados-títeres y otros,
tironeados y manipulados por la Guerra Fría. Que Francia, Alemania o USA y Japón gozaban de mayor
autonomía o soberanía que ahora es posible, pero los pueblos latinoamericanos como patio trasero o los
de la órbita soviética, o los de África, la gran mayoría de Asia y la totalidad de Oceanía carecían casi
completamente de soberanía hasta hace muy poco. Esta noción de debilitamiento o desaparición del
estado-nación, que es traída por los teóricos de la globalización, toma una pequeñísima parte de la
realidad y la proyecta al mundo. Alguna intelectualidad de las periferias, carente de sentido histórico y de
una perspectiva propia, acepta de manera acrítica esta teorización, delatando así el poco manejo de la
información, la poca voluntad de pensar por sí misma y la pereza que nos lleva a asumir aquello que trae
prestigio, sin pensar...
Entiéndase bien, no sostengo que en la actualidad los casi 200 estados-nación que pertenecen a la ONU
sean autónomos o que gocen de total soberanía. Lo que pretendo es que la inmensa mayoría de los
pueblos poseen estados-nación gestionados mejor por sí mismos, con mayor autonomía que hace pocas
décadas... donde guerra fría, grandes imperios, potencias coloniales, empresas y multinacionales
religiosas asociados a estos, podían manipular más fácilmente a los pueblos.
No creo que esta lenta y progresiva autonomización sea un proceso irreversible. Probablemente, si se
produjera una inmensa catástrofe ambiental, volveríamos a formas de concentración de poder muy altas,
porque las personas en general temen más la inseguridad que el autoritarismo. La construcción de la
democracia es lenta y larga y requiere en general de estabilidad. La acracia es un proceso que exige
terminar con los miedos, es una pedagogía de la libertad a la vez que una gestión de la seguridad.
Anarquistas que asustan a la gente e izquierdistas que amenazan a los dominadores con el paredón, solo
satisfacen su ego de valientes, pues, sin quererlo, en verdad, fortalecen el autoritarismo y debilitan la
democracia, la gente-cracia y la acracia.

IHU On-Line – Como é possível superarmos o marco epistemológico da ocidentalização como


modelo de desenvolvimento? Qual a contribuição do Sul-global na proposição de novas
racionalidades?
Voy a responder a partir de una premisa evolucionista. No se superará el modelo de desarrollo occidental,
si puede llamarse así, mientras no inventemos (o descubramos) otro en el cual un conjunto de elementos
produzca mejores resultados: trabajar menos con la misma productividad o mayor productividad con el
mismo trabajo, menos contaminación y menos calentamiento global, igual o mayor realización y
satisfacción psíquica de las personas, igual o mayor libertad y capacidad de expresión, mayores niveles de
igualdad en los beneficios, mejor salud y calidad de vida… Se trata de un cruce de numerosos factores,
donde no todos deben ser positivos, pero la sumatoria sí.
Así como los gobiernos o los estados de centro-izquierda inteligentes logran que la burguesía trabaje (al
menos parcialmente) para el país y no sólo para sí misma, un sur global, una periferia inteligente, puede
hacer que el centro trabaje (al menos parcialmente) para el mundo.
Por cierto en el Sur existen muchas formas de vida alternativas al desarrollismo, pero estas por una parte
son “hechos” más que formulaciones y por otra parte, no logran formularse como modelo alternativo que
sirva para inspirar otras regiones. El buen vivir como propuesta indoamericana ha intentado una
formulación alternativa al desarrollismo pero me parece todavía idealizando enormemente la vida
comunitaria autóctona de la cual no podrían participar realmente quienes enuncian esos postulados. Es
clave que quienes formulan postulados alternativos puedan vivirlos, de otra manera, la propuesta se hace
retórica o de doble estándar, algo así como: “Propongo que l@s autócton@s vivan autóctonamente, yo
que hablo en nombre de ell@s vivo de una forma diferente, de la forma no sustentable, de la forma que
condeno, pues no estoy dispuest@ a sacrificar mi libertad individual, soy antropólog@, no autócton@”.
Inventar y probar mil veces formas de innovación en modelos económicos y de vida mejores. Proceso
largo y desde siempre en marcha. M. Gandhi, Muhamad Yunus, Paulo Freire, Hernando de Soto, Samir
Amin y muchas otras personas han realizado propuestas específicamente orientadas hacia las periferias,
no por ello funcionan en todas partes, ni para todas las décadas.

IHU On-Line – Como os processos de modernização do Sul-global não correspondem (ou não
deveriam corresponder) à ocidentalização, mas sim à indigenização? A propósito, do se trata o
conceito de indigenização?
Esta es la propuesta del importante pensador africano Ali Mazrui, que he presentado en varios trabajos.
La modernización como indigenización creo que podría entenderse, en el caso de Mazrui, como buscar
innovación, profundizando e inspirándose en la identidad africana.
Pero esta formulación no es la mía. No quiero concederle al eurocentrismo, la validez del concepto
modernización, y menos la idealización como positivo de un proceso que ha tenido a gran parte de la
humanidad como víctima de la mayoría de edad y la racionalidad del “hombre europeo”.
Modernización no es, en sentido estricto, sinónimo de occidentalización pero en gran medida sí lo es,
pues asume el criterio europeo y asume como positivo el liderazgo europeo de los últimos siglos de
historia de la humanidad y hasta la apropiación europea de todos los inventos o descubrimientos de la
humanidad, como si fueran propios, silenciando las otras regiones del mundo.

IHU On-Line – Em um contexto globalizado, de que ordem são os desafios de tornar a


produção de conhecimento do Sul-global parte significativa do debate internacional? De que
forma podemos tornar esse protagonismo viável?
No quiero protagonismo de ningún sector. Simplemente la aproximada equivalencia de la población que
allí vive. Para Nuestramérica, un 8 o 9%. Ello no impide que ciertas causas, como la protección de los
ecosistemas tropicales, puedan ser lideradas por quienes viven en esas regiones, más que quienes vivimos
en regiones templadas como yo, o frías, gélidas y hasta inamibles, como quienes viven en el norte de
Asia, Europa o América.
No quiero protagonismo, aunque sí mayor presencia que la actual. Creo que África y Nuestramérica están
notoriamente sub-representadas en el conocimiento, en la opinión, en los criterios, en los principios, en
las teorías, en los saberes a nivel global.
Para mejorar esto, para concertarse, para expresarse mejor, para insertarse mejor en las discusiones
globales propongo las siguientes operaciones:
operación conocimiento mutuo entre ambas regiones y especialmente entre sus intelectualidades y
universidades; operación creación de redes intelectuales entre África y Nuestramérica; operación
ventilar las bibliografías, excesivamente volcadas hacia obras del centro, para ofrecer más espacio a las
obras de las periferias; operación educarse en la trayectoria del pensamiento propio, para recibir,
inspirarse, discutir con esta trayectoria, siendo capaces de capitalizar lo allí existente; operación creación
de institucionalidad académica que nos permita conocernos, reconocernos, encontrarnos, aprovecharnos
mejor; operación de elaboración de una agenda intelectual del sur que formule temas, tareas, desafíos,
objetivos y proyectos.

IHU On-Line – Em uma sociedade em rede, qual a importância de constituir ligações entre os
diversos elementos de produção de conhecimento e que tipo de impulso tal postura pode dar
às sociedades de modo geral?
Pienso que la “redificación” África-Nuestramérica es importante en varios sentidos, pero no quiero
atribuirle una significación exagerada. Estos asuntos son de muy largo aliento, con resultados escasos y
lentos.
En la respuesta anterior he propuesto varias operaciones, que pienso deben funcionar como círculo
virtuoso.
Estas redes podrían tener impacto en varios aspectos sobre nuestras sociedades: mejorando el
conocimiento y el interés mutuo, ello sensibilizaría a quienes toman decisiones en la educación, en la
política, en la diplomacia, permitiría que mayor cantidad de estudiantes y gente en general, viaje de una
región a otra.
Mi principal énfasis, sin embargo, es que desconociendo lo que hace la intelectualidad y más
ampliamente, la cultura africana, nos perdemos una gran parte de lo que la humanidad ha creado. No
quiero ponerlo como alternativo a otros sino como complementario, pero “redificarse” con África es un
esfuerzo que significa dejar de gastar un % de esfuerzo en redificarse con otras regiones.

IHU On-Line – Considerando uma das características fundantes das sociedades do século XXI,
que é a navegação online, como podemos superar a superficialidade que a Internet nos
convida e nos aprofundarmos nas questões de fundo de nosso tempo?
A mí, personalmente, la internet me convida a mayores niveles de profundidad, que en tiempos de la letra
impresa. Esto debido a la mayor cantidad de información que puedo manejar en la actualidad. El nivel de
información que manejo ahora, la cantidad de publicaciones disponibles, los artículos actuales de opinión
a los que puedo acceder, las miradas de quienes protagonizan acontecimientos, entre otros elementos, son
tanto mayores que la comparación me parece innecesaria.
Los bajos niveles de información anteriores invitaban a conformarse con pocas lecturas. En la actualidad
existen menos desigualdades entre la información manejada en una gran universidad del centro y una
modesta institución de la periferia. Existen menos excusas para el localismo, para la pereza intelectual,
para el dogmatismo, para el eurocentrismo de las intelectualidades latinoamericanas.
Imagine gente joven tratando de investigar en las modestísimas bibliotecas o centros de documentación
de pequeñas universidades. Imagine el tiempo perdido antes para llegar a la biografía de una personalidad
o a una fecha o a un acontecimiento. Hoy demoramos menos de un minuto.
He publicado recientemente un libro muy extenso sobre el pensamiento de las regiones periféricas, sin
internet habría sido todavía peor (o menos bueno).
Por último, si la tarea de pesquisa se une a la tarea de las redes, como ocurre en mi caso frecuentemente,
internet cumple una doble función.

IHU On-Line – Deseja acrescentar algo?

Sí, deseo terminar con varias proposiciones:


-Que estos temas deben gozar de mayores discusiones por parte de las intelectualidades nuestramericanas
y de éstas con las del Pacífico, de África, Asia, pero también con las regiones periféricas de Europa y con
las “minorías” del centro;
-Que es clave una “pedagogía para pensar y dialogar entre los grandes espacios”;
-Que empapar nuestra intelectualidad de la realidad africana, asiática y mundial es una manera de cortar
el cordón afectivo-umbilical con Europa;
-Que la “expresión pública”, como voz (ces) de la gente, más allá de la voz del Estado-nación o de los
organismos intergubernamentales, nos permite hacernos oír de una región a la otra. Es de celebrar los
contactos que muchos gobiernos intentan para establecer conexiones entre África y Nuestramérica, pero
eso no nos impide, ni nos exime, de pronunciar las voces autónomas;
-Que no nos dejemos llevar por una retórica subalternista o decolonial simplemente, porque es más
importante crear condiciones y una institucionalidad que contribuya a que nos hablemos y escuchemos
recíprocamente: viajes intelectuales, foros, programas, encuentros y publicaciones compartidas.

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