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1. ¿Qué entendemos por parálisis cerebral infantil?

El término parálisis cerebral engloba trastornos muy diversos tanto físicos como
cognitivos provocados por una afectación encefálica. El cuadro o estado patológico
que la define es una secuela determinada por una afectación encefálica, La PC que se
caracteriza primordialmente por trastornos persistentes, durante toda la vida COMA
en el tono muscular (hipotonicidad e hipertonicidad), la postura y la coordinación y
precisión del movimiento que serán secuelas que variarán con el tiempo.

Esta patología cuando aparece en la primera infancia, se conceptualiza como


parálisis cerebral infantil. Esta es Un trastorno producido por una afección del
encéfalo, antes de completar su crecimiento y desarrollo, como consecuencia de una
lesión no evolutiva del encéfalo y de la influencia que dicha lesión ejerce en la
maduración neurológica. Se define también como un trastorno persistente, pero no
invariable, de la postura y/o equilibrio, y de la coordinación y precisión del
movimiento debido a la alteración de la función cerebral infantil antes que el Sistema
Nervioso Central (SNC) haya completado su desarrollo, es decir, en las edades previas
a los 3 años.

Así pues, no se trata de un trastorno homogéneo, ya que en él se pueden asumir


diferentes niveles de gravedad y manifestación como las alternaciones motoras:
espasticidad, atetosis, ataxia, rigidez, temblores y formas mixtas.
8. Realiza una síntesis de los contenidos del vídeo “Parálisis cerebral Infantil”.

El vídeo “Parálisis cerebral Infantil” es una conversación establecida entre los


doctores Gonzalo Ros y Fernando Mulas, ambos neuropediatras de Valencia. Conversan
acerca de los trastornos motóricos, siendo los más significativos a nivel visual,
especialmente en aquellos niños que padecen parálisis cerebral.

La parálisis cerebral es una enfermedad motora de origen central, es decir, que


afecta causada por el cerebro. Afecta a 1 de cada 1000 recién nacidos vivos y tiene una
mayor prevalencia en los niños/as prematuros. Es una enfermedad que a pesar de contar
con problemas motores como característica principal, puede llevar asociados otro tipo de
problemas relacionados con el aprendizaje, el retraso mental, las capacidades visuales y
auditivas y la epilepsia, sin necesidad de afectar a la inteligencia. A nivel escolar, estos
niños se pueden encontrar escolarizados en centros ordinarios, aunque contando con una
serie de apoyos específicos.

En cuanto al diagnóstico de la parálisis cerebral se distinguen diferentes


tipologías: un 70 % son espásticos, es decir, tienen un tono muscular aumentado y el 30%
se puede dividir en dos partes, siendo un 15% discinéticos, tienen un control motor
dificultoso y un 15% atáxicos, presentan problemas principalmente en equilibrio.

A nivel cerebral, para la identificación se suelen utilizar en un primer momento


las resonancias electromagnéticas, las cuales permiten ver en la mayoría de casos una
lesión alrededor de los ventrículos (sustancia blanca peri ventricular), que determina que
el daño reside en las vías que conectan las ordenes de los músculos con el cerebro.

Otro tipo de problemas que aparecen en niños con parálisis cerebral, dependen de
la extensión del daño y estos pueden ser: problemas visuales, como la ceguera de origen
cortical, problemas de aprendizaje, retraso ya establecido o crisis epilépticas.

Los tratamientos más conocidos o utilizados son algunos como la toxina


botulínica, es decir, la inyección de bótox, como agente relajante de la musculatura que
se encuentra en un tono aumentando, facilitando así el movimiento, la higiene y la
reducción del dolor; se usa más frecuentemente cuando la espasticidad es local. También
se destaca la terapia conductiva Petö como un método de rehabilitación en la cual, los
niños a través de canciones y juegos, haciendo uso del trabajo grupal con objetivos
individuales, realizan una rehabilitación de funciones, como por ejemplo caminar o comer
por ellos mismos. Se trata pues de una especie de educación para la rehabilitación. Pero,
desgraciadamente, no todos los niños pueden rehabilitarse de esta manera, solo es
recomendable para aquellos que tengan un nivel intelectual o cognitivo suficiente para
poder comprender ordenes, ya que si no entienden la orden, no pueden llevarla a cabo.

Gracias a terapias como esta, los niños pueden mejorar mucho, aprendiendo a
coordinar y regular mejor su funcionamiento.

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