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AGUIRRE MORENO, ARTURO, Primeros y úl- Con oficio esta obra nos conduce
timos asombros, México, Afínita, col. a examinar aquello que en los griegos
Callejón del Porvenir, 2010, 264 pp. constituyó el carácter fundamental de la
educación, al evidenciar a ésta no como
La vida no cesa de conducirnos a tra- un hecho concreto y concluido, sino con
vés de un cúmulo de asombros, la con- la dimensión de formación permanente
signa es saber discernir entre el asombro y que dista completamente de una con-
fundamental y el impulso cotidiano: don- cepción utilitaria; es decir, esta obra, sin
de el primero es aquello que nos lleva a la duda, propicia una re-valoración de aquel
búsqueda de la verdad, a la teoría; mien- ideal heleno conocido como paideia y
tras que el segundo carente de reflexión, que de acuerdo con el autor: “representó
nos atrae al espectáculo enajenante. Pri- para el hombre occidental la introducción
meros y últimos asombros resulta de gran inaugural, en su horizonte vital, de una
valía hoy en la educación, ya que tiene conciencia de sí”. Tal situación resulta de
la capacidad de reorientar la dirección de carácter fundamental para entender la pro-
la mirada, pues Arturo Aguirre nos invi- blemática contemporánea de una desarti-
ta a meditar sobre el ya olvidado, según culación entre los conceptos fundamenta-
sus propias palabras, “oficio vital de la les, hombre: educación y cultura.
filosofía” que es el radical asombro, ese La situación actual en torno a lo edu-
que propicia la búsqueda de la verdad, y cativo demanda un enfoque auténtico, di-
que el autor nos hace diferenciar de lo ferente del prescriptivo que no excede de
que señala como “la renuncia propia de la dirección que se le ha asignado y que
la razón” y que alguna vez Platón llamara determinan juicios valorativos ajenos a
“la barbarie del alma”. Así, constante y una finalidad en pos de una legítima con-
ampliado el planteamiento de la forma- cepción humana. Esta rigurosa investiga-
ción humana por los factores y energías ción hace un llamado a la re-orientación
de la comunidad capitalizadas en la cul- del papel que han venido figurando hoy
tura, hay una línea directa que va desde la filosofía y la pedagogía en Iberoamé-
la filosofía presocrática, la socrático- rica, bajo una tradición de humanismo y
platónica, la fenomenología filosófica comunidad como se ha puesto de relieve
y la antropología cultural del siglo XX, en los estudios actuales en ambas orillas
así como aspectos centrales de la filoso- del Atlántico.
fía de la expresión del pensador exiliado Primeros y últimos asombros señala
Eduardo Nicol, que conviven y muestran las imprecisiones actuales forjadas en
un teorización tan permanentemente his- la utilidad y los dispositivos disciplina-
tórica como novedosa por los momentos rios en que ha caído la educación y que
actuales que atravesamos. Así, en asun- sólo evidencian la falta de un concepto
tos de educación resulta medular asirnos que oriente y esclarezca la idea de que
del radical asombro, pues cuántas veces toda influencia es educativa. Por lo tanto,
confundimos éste con la fascinación que se torna trascendental identificar dichas
despiertan en nosotros estrategias pu- incertidumbres pues de lo contrario re-
blicitarias a las que recurren constante- sultaría cuestionable el sentido mismo
mente los medios de comunicación y que del proceso educativo como formación
recrudecen intensamente nuestra propen- humana. Reflexiones de la misma radi-
sión a la desmesura. calidad van surgiendo a lo largo de la
obra que, aunque nace de cuestiones tan tal manera de mostrarnos de donde po-
fundamentales para la filosofía, se tornan demos asirnos aún, cuando perseguimos
medulares para la educación, pues acaso “retornar a las preocupaciones primeras
hemos olvidado también que la filoso- de la paideia”.
fía investiga la mutabilidad del hombre
cuando de educación y cultura se trata. Verónica Néquiz
Pocos trabajos contemporáneos, en
el ámbito educativo, a nuestro parecer,
nos conducen a una reconsideración que ALTAMIRA, PILAR, Diálogos con Rafael
emana de la teoría, del conocimiento de Altamira, Editum, Universidad de
causa y consecuencias. Primeros y últi- Murcia y Ediuno/Universidad de
mos asombros se hace primordial en la Oviedo, 2010, 213 pp.
labor pedagógica, pues a través de una
investigación rigurosa y clara nos va de- El presente libro está escrito en forma
limitado el poder de “hacerse” —dice de diálogo imaginario entre Pilar Alta-
Aguirre— “tal como es el proceso de mira y su abuelo, el jurista, historiador,
la vida humana”. La obra nos lleva a re- pacifista y pedagogo Rafael Altamira. La
conocer el camino entre estos dos polos autora, gran conocedora de la obra alta-
opuestos que son la paideia y la barba- mirana, nos hace un conmovedor recorri-
rie, donde interviene definitivamente el do por la trayectoria intelectual y humana
proceso educativo y que si asimilamos de este multifacético intelectual español
como tal, determinarán en el hombre la exiliado en México, mostrándonos, a tra-
inclinación hacia alguno de los extremos. vés de unas profundas reflexiones sobre
Asimismo, este libro invita a reconside- conceptos que no han perdido vigencia,
rar sobre la dimensión de la barbarie ante los principales valores que guiaron su
la magnitud de la alteración humana que pensamiento. Se trata, en definitiva, de un
dista mucho de un fenómeno social pues retrato moral de la figura del historiador
en ese sentido es tarea filosófica y, por español. En este sentido, en la Introduc-
tanto, educativa dar razón de dicha pro- ción Pilar Altamira declara la necesidad
blemática. de mantener vivo el legado intelectual
Cada uno de los títulos de la inves- de su abuelo —al que no pudo conocer a
tigación van posibilitando el esclareci- causa del exilio— valioso no únicamente
miento, asuntos de asombro, de voca- por su aportación en el campo de la his-
ción, de metamorfosis cultural, son fenó- toriografía o de la jurisprudencia, sino
menos que aun distinguen la racionalidad por su carga profundamente humanista,
humana, por lo que títulos como: “El ser heredera de los valores del krausismo.
de la expresión. La posibilidad de las for- La primera de las reflexiones está dedi-
mas en la forma de ser humana”, “El afán cada al patriotismo, concepto que ocupó
de ser más y la acción educativa”, “Fun- un lugar prioritario en el pensamiento del
ción del ideal educativo y la maleabili- intelectual español. La segunda analiza
dad del hombre”, “La realización en lo el tratamiento, en la obra de Altamira, de
mejor de sí” y “Últimos asombros. La dos opciones contrapuestas ante la vida
metamorfosis de nuestros días”, resultan como son el optimismo y el pesimismo.
imprescindibles en el estudio. Primeros y Asimismo la tercera aborda la concep-
últimos asombros es, así, una fundamen- ción altamirana de los conceptos de bon-
Pedro Cerezo Galán, autor del texto tructura de esa peculiar realidad que es
José Luis Aranguren: su primera singla- el ser humano. La necesidad de justificar
dura en la universidad, considera el en- la elección es, tanto para Zubiri como
cuentro con Aranguren “una experiencia para Aranguren, un momento central en
personal única, gratuita como un don, el carácter moral del hombre, que para
que transformó [su] vida y la marcó de este último queda justificado en tanto
modo indeleble”; también ha sido “li- que prefiere la realidad buena; su felici-
bertador” de su conciencia, en el sentido dad llega de la conjunción de eupraxía y
de que le ayudó a deshacerse de viejas eudaimonía, como un don que requiere
creencias, y a aspirar a nuevas actitudes e la presencia de un donante que pueda y
ideales. Cerezo, que bien le ha conocido, quiera regalarla, así que no resulta ex-
le define como “hombre de buen talante, traño que la ética de Aranguren quede
equilibrado, bien humorado, nada adusto abierta a la religión. Manuel Fraijó, en
y seco”; como un maestro que sabía oír su ensayo Del catolicismo intimista al
y acoger, compartir el silencio y la pa- cristianismo heterodoxo, pretende poner
labra, que cautivaba con un estilo único, de relieve la coherencia y la actualidad
caracterizado por una inmensa libertad del itinerario religioso de Aranguren. En
frente a todo y a todos, y por la fidelidad la que se puede considerar su obra más
al tiempo y a la realidad que le había to- lograda, Catolicismo y protestantismo
cado vivir. como formas de existencia, Aranguren
El ensayo de Felipe López-Aranguren, pasa de un catolicismo “orsiano-guardi-
Aranguren, la poesía y los poetas, trae a niano, clásico o clasicista, cultural-cul-
la memoria el interés del filósofo por la tual, y benedictinista de María Laach” a
poesía, especialmente en su relación con “un cristianismo existencial”. Fraijó des-
la existencia humana: lo que le importa cribe la obra como un gran relato “con
es la poesía como experiencia de vida. Es voluntad de concordia”, que reflexiona
posible que las Obras completas de San con finura intelectual sobre la tradición
Juan de la Cruz estén en el origen de este católica y protestante; su punto de vis-
interés, que también se debe a la amistad ta es el de un pensador laico que llega
con varios poetas. Aranguren publica en a crear una obra maestra de filosofía de
distintas revistas ensayos sobre el tema la religión desde la argumentación y la
poético como “Habla poética y creación libertad. Por ella Fraijó le eleva a la ca-
cósmica”, en el que, siguiendo a Heideg- tegoría de heterodoxo. Pero si Aranguren
ger, llega a decir que “la poesía es la fun- fue crítico, nunca fue cismático, como
dación del ser por la palabra y en la pa- él mismo se preocupó de subrayar en el
labra”; escribe como crítico literario que, trabajo Sobre imagen, identidad y hete-
sin ser literato, es capaz de sentir lo poé- rodoxia de 1982, pues los abandonos de
tico. Adela Cortina destaca, en Aranguren la iglesia conducen a la esterilidad y a la
como maestro, cómo a él se le acercaban marginalidad, mientras que él confía en
por la calle gentes de toda la escala social que la heterodoxia de hoy será la ortodo-
mostrándole su admiración, siendo el en- xia de mañana.
trañable maestro capaz de llegar a todos Isabel López-Aranguren explica, en
con su palabra sencilla y certera. el texto El archivo Aranguren, el gran
Cortina rotula la ética arangureniana trabajo que ha supuesto ordenar el archi-
como “estructuralista” por diseñar la es- vo epistolar de su padre, en el que, per-
diendo algo de encanto y lógica, el orden siendo recibido en el salón de actos con
alfabético de catalogación se ha impues- una ovación de tres minutos por los seis-
to sobre el cronológico de las cartas, al cientos asistentes puestos en pie. Muy
que la autora vuelve en su ensayo. En el lejos de la emotividad que acompañó la
archivo se conserva la carta de 7 de sep- primera lección, los tres siguientes años
tiembre de 1944 que Aranguren escribe a en los que Aranguren volvió a impartir
Eugenio d’Ors, en la que le agradece unas clase en la Facultad de Filosofía de la que
glosas que le ha dedicado, y proclama el había sido expulsado doce años antes, se
firme propósito de consagrar su vida a la desarrollaron con tranquilidad: cumplió
filosofía. El archivo, entre otras muchas, escrupulosamente con sus obligaciones
conserva las más de cuatrocientas cartas como profesor, impartiendo puntualmen-
de solidaridad de amigos, conocidos y te los cursos de licenciatura y de doctora-
personas anónimas, que le llegan de toda do, organizando seminarios y recibiendo
España y del extranjero, cuando la expul- a todo alumno o profesor que lo solici-
sión de los catedráticos de la universidad tara. Sin embargo, la principal actividad
se hace firme, aunque no sólo guarda intelectual y ética de Aranguren se desa-
cartas y documentos, sino también reco- rrolló en este tiempo fuera de la univer-
nocimientos que se otorgaron al filósofo. sidad, con la intervención en múltiples
Soledad Puértolas, en su Aranguren en actos y cursos, con sus libros y escritos
Isla Vista recuerda que, al irse a estudiar en la prensa.
en 1972 a Santa Bárbara (California), le En el trabajo conjunto con Joseph
intimidaba un poco la presencia de Aran- María Castellet, José Luis Aranguren,
guren en el Departamento de Lengua y diálogo a dos voces de Eugenio d’Ors
Literatura Española y Portuguesa; le fue a una Cataluña posible, José Francis-
conociendo poco a poco, recibiendo lo co Yvars explica que a través de d’Ors,
inesperado de una persona famosa: su que tanto influyó en Cataluña en los
amistad. Puértolas cree que los años en años 1906 a 1918, Aranguren descubrió
California fueron un paréntesis lumino- el Noucentisme, un peculiar clasicismo
so y apacible en la vida de Aranguren, contemporáneo, en el que llegó a ver
en los que demostró capacidad para estar cierta civilidad, contrastante con el mun-
con los jóvenes y disponibilidad con sus do rural y caciquil del ochocentismo.
estudiantes, incluso terminada la clase. Castellet recuerda un coloquio en 1959,
De regreso a España, algo quizá se al que él mismo asistió junto a Arangu-
quedó en el filósofo de aquellos años en ren y a otros españoles, para dinamizar el
Isla Vista, el barrio de los estudiantes: el diálogo entre las culturas hispánicas, y en
haber mirado las cosas de otro modo, el particular entre la catalana y la castella-
haber descubierto nuevas cosas. En su na; este diálogo fue retomado en 1981 en
caso, quizá, la de querer ser, con la hu- Sitges, en un encuentro al que Aranguren
mildad tan característica de él, uno más. participó abogando por una interacción
Eusebio Fernández, en el ensayo La vuel- cada vez más estrecha entre catalanes y
ta a la cátedra: la reposición, habla de castellanos.
los años en los que Aranguren se reincor- Elías Díaz, en el texto, Entre los vie-
poró a su cátedra de Ética y Sociología jos maestros, coincide con Muguerza en
en la Universidad Complutense de Ma- definir a Aranguren como disidente, en
drid. La primera clase fue multitudinaria, el sentido de que nunca fue un intelec-
quistarse cada día. En sus textos sobre la más importantes que, durante el pasado
universidad, Aranguren se detuvo sobre siglo, sucumbieron ante el surgimiento
lo que la universidad puede ser y reclamó de los movimientos fascistas y totalita-
la universidad positiva, es decir, abierta a rios: la República de Weimar y la Segun-
las ciencias, tanto de la naturaleza como da República española. El acierto de los
humanas, frente a una universidad sacri- coordinadores Sonia Arribas y Fernando
ficada a la tecnología. Bayón, consiste precisamente en presen-
En Aranguren, hoy, Reyes Mate su- tarnos, a través de los trabajos que inte-
braya que en la filosofía de Aranguren gran este volumen, dos caras de una mis-
hay, además de rigor académico, una ma moneda, al centrarse en la debacle de
clara voluntad de pensar su tiempo, que aquellos proyectos republicanos trunca-
se va intensificando con el pasar de los dos y en el exilio de quienes tuvieron que
años, pues Aranguren sintió que, en tanto abandonar sus países víctimas de la per-
que moralista e intelectual, había de dar secución y la violencia. Miles de hom-
voz a las inquietudes de la sociedad y bres y mujeres que sólo pudieron llevar
formular en palabras sus problemas. Para consigo aquellos valores en los que cre-
Reyes Mate, hoy se echa de menos al in- yeron y a los que, como apuntaba Adolfo
telectual tal y como Aranguren lo enten- Sánchez Vázquez, se mantuvieron siem-
día, que no sólo tenga autoridad para ser pre fieles allá a donde partieron.
crítico con la realidad, sino que, en una Aunque el monográfico se divide en
perspectiva general de emancipación, dé dos secciones, que tratan cada una de las
voz a los sin voz. En este sentido, Aran- Repúblicas y su crisis, es innegable la
guren logró tener una autoridad que le capacidad de relación que se desprende
permitió expresarse libremente desde de cada una de ellas. El sentido de la de-
cualquier tribuna. Hoy queda como mo- rrota institucional y política, bajo el peso
delo de pensador que encontró, en medio de la exclusión, se presentan en cada uno
de muchos ruidos, el justo tono de voz de los rostros y obras que recorre el mo-
para llegar a los hombres de su tiempo. nográfico a uno y otro lado, logrando el
El volumen se cierra con una cronolo- principal acierto de este número de Ar-
gía esencial y una bibliografía exhaustiva bor: establecer el diálogo entre dos de los
del filósofo, además de mencionar las fenómenos decisivos de la historia eu-
obras y documentos de la exposición de ropea del siglo XX. A través de algunos
la que esta obra colectiva es catálogo. de los intelectuales alemanes (Auerbach,
Eisler, Schönberg, Mann, Adorno ó Ben-
Maria Cristina Pascerini jamin) y españoles (Sánchez Vázquez,
Arasquistain, Machado o Ímaz) que vi-
vieron aquellas crisis republicanas, se
ARRIBAS SONIA y BAYÓN FERNANDO (CO- conforma un pensamiento comprometido
ORDS.) Crisis republicanas, políticas con su tiempo, gracias a un interesante
del exilio. Arbor. Ciencia pensamiento caleidoscopio interdisciplinar que desde
y cultura (CSIC), número 739, Madrid, la sociología, la música, la historia, la ar-
Septiembre-Octubre 2009, 250 pp. quitectura, la literatura y la filosofía, nos
muestra esa diversidad imprescindible de
El presente número de Arbor se aden- perspectivas desde las que se percibe la
tra en dos de los proyectos republicanos complejidad del exilio. De esta manera,
dicales que todo pensamiento debe asu- ARRIOLA JUAN FEDERICO, La filosofía po-
mir. Experiencia radical que se refleja lítica en el pensamiento de Octavio
en el trabajo Guerra, pueblo y cultura: Paz, México, UNAM, 2008, 246 pp.
Antonio Machado en el congreso de Va-
lencia (1937) de Matías Escalera; en la Octavio Paz, Premio Nóbel de Lite-
historia que Julia M. Labrador nos cuen- ratura en 1990, no fue sólo intelectual o
ta en Muerte no accidental de un anar- literato, aunque son los oficios en los que
quista español: el periodista y escritor más destacó, sino que también ejerció
Benigno Bejarano muere en un Campo como filósofo, desarrollando una bien
de exterminio, y en Regeneracionismo, fundamentada filosofía política a partir
socialismo y escepticismo en Luis Aras- de tres elementos que aparecen perfec-
quistán de Antonio Rivera. Historia que tamente trabados en su pensamiento:
por igual nos descubre, con la propuesta libertad, autoridad y poder. Ello queda
de María Eugenia Martínez y Juan Luis perfectamente plasmado a lo largo de
Hernández, El impulso educativo, cul- las páginas de este nuevo libro de Juan
tural, científico, deportivo y socioeco- Federico Arriola, Doctor en Derecho y
nómico que significó el exilio español Maestro en Filosofía por la Universidad
republicano en Colombia. Una signifi- Panamericana, en el que profundiza en
cativa aportación al progreso cómo los los aspectos más sobresalientes del pen-
exiliados trabajaron comprometidos con samiento filosófico-político de su admi-
las sociedades que les recibieron, en rado Octavio Paz, al igual que años atrás
este caso, a través de las trayectorias de hiciera con otra gran figura filosófica del
Mercedes Rodrigo y Manuel Usano en panorama español: José Ortega y Gasset.
el país sudamericano. Un rasgo que, en mi opinión, carac-
Cierra este número de Arbor el apar- teriza tanto a Paz como al autor de esta
tado La Guerra de España con los tra- obra es su gusto por la crítica verdadera,
bajos El “aura” benjaminiana y los sím- leal, rigurosa y apasionada. El iusfilósofo
bolos del Guernica de Matei Chihaia, de origen mexicano es plenamente cons-
interesante ensayo sobre el estatuto de ciente de que cuando uno se aventura a
icono de la obra de Picasso, y Spender, la realizar la labor crítica es indispensable
Guerra de España y los límites de la au- conocer de antemano el objeto del análi-
tobiografía de Gabriel Insausti, reflexión sis crítico y no hay duda alguna de que él
sobre los límites de la autobiografía del domina la obra de Paz puesto que, como
poeta que participara en la Guerra civil se resalta en el Prólogo al libro realizado
española. por el Profesor Feher, logra diseccionar
Es así que este interesante monográfi- con fino bisturí el pensamiento político
co nos recuerda cómo hay que dialogizar del reconocido pensador.
los valores de aquellas Repúblicas que Coincidiría con Arriola cuando expli-
fracasaron ante el acoso del fascismo, ca que Paz no fue sólo un “observador
como una manera en que la propia socie- comprometido”, sino que también fue un
dad recupera, no sólo los nombres perdi- actor y sobre todo un creador, un artis-
dos de aquellos que partieron al exilio, ta de la palabra y un esteta. La literatura
sino su propia dignidad. como una de las siete bellas artes tiene
en Paz a uno de sus máximos exponen-
Andrea Luquin Calvo tes mundiales en lengua castellana, como
bien prueba su insigne galardón de Pre- (p. 148). Es cierto que Paz no tuvo el ofi-
mio Nóbel de Literatura en 1990. Según cio de puro historiador, pero de lo que no
el propio autor precisa en la Introducción, parece haber duda es de que ha sido uno
el propósito de este libro es “redescubrir de los intelectuales que mejor ha com-
el pensamiento filosófico-político de Oc- prendido y divulgado algunos episodios
tavio Paz a partir de su vocación estética de la historia de México. Como apunta
y literaria” (p. XXI). Por tanto, aunque Arriola: “La diplomacia le proporcionó
el capítulo segundo del libro nos narre dos telescopios, uno para observar el
con detenimiento aspectos esenciales de mundo desde México y otro para obser-
la vida de Paz, no estamos ante una mera var a México desde el mundo” (p. 54).
biografía intelectual que examina unila- Ello hasta el punto de que sus vivencias
teralmente la trayectoria del pensamiento fuera de México le permitieron conocer
del literato e intelectual, sino que Arriola aún todavía mejor su patria. Recorde-
pretende ir mucho más lejos. mos que su estancia en Estados Unidos
Interesa advertir que de la misma ma- le sirvió para documentarse lo suficiente
nera que la filosofía política de Paz no es como para escribir y dar forma a su gran
sistemática tampoco lo es la manera que obra, El laberinto de la soledad, publica-
tiene Arriola de exponer el pensamiento da por vez primera en 1950 y desde en-
filosófico-político de Paz. Y creo que ello tonces repetidamente aplaudida.
obedece a dos razones: la primera, más Me parece un acierto que Arriola par-
involuntaria e inconsciente, deriva de la ta en su libro de una concepción filosófi-
propia personalidad de Arriola, inquieta, co-política asentada sobre tres vértices:
compleja, rica, dinámica y no sujeta a cá- la libertad como vértice más importan-
nones preestablecidos que condicionan, te, y junto a ella, la autoridad y el poder.
a mi modo de ver, en buena medida el Con ello, parecen disiparse las dudas de
modo de acercarse al tema; la segunda, si Paz fue o no un convencido de la polí-
más meditada y quizás hasta deliberada- tica. Parece incuestionable que si la polí-
mente elegida, la de optar por ir introdu- tica fue importante para él es porque sin
ciendo al lector al hilo de la lectura de ella la organización social, la conviven-
la obra en cantidad de ideas y elementos cia, la cultura y la sociedad en general,
que le permitan configurar de un modo no podían subsistir. Su visión de la mis-
personal y casi único la filosofía política ma no se redujo a la visión maquiavélica,
de Paz. oportunista y de cálculo de estrategias en
Aunque la palabra intelectual no le la que el fin justifica a los medios, sino
agradara a Octavio Paz y prefiriera otras que claramente pretendía trascenderla y
como escritor, científico, artista, filóso- superarla por considerar a aquélla reduc-
fo, sin embargo, era consciente de que cionista, insuficiente, falsa y equivocada.
la reforma de la nación mexicana era Paz examina el vértice de la política
impensable sin los intelectuales. De ahí desde el ángulo de la lucha por el po-
que considerara enormemente valiosa la der pero, asimismo, desde la lucha por
labor realizada por ellos. Como él mismo las ideas, mejor aún, de los ideales. No
escribió en una ocasión: “…Los hechos exagera en modo alguno Arriola cuando
sociales son complejos. La función del afirma que Paz fue un hombre político, al
intelectual consiste en esclarecerlos y estar inmerso en su Polis, como buen he-
descifrarlos hasta donde sea posible…” redero de la cultura griega. Vale la pena
pañola, cuyos 7 tomos se editaron entre presente y futuro inmediato en los estu-
1980 y 2003. Referencia imprescindible dios sobre el pensamiento español.
en el ámbito del pensamiento hispano,
esta obra supone la culminación de una Ángel Casado
ardua tarea, llevada a cabo durante varias
décadas, cuyo resultado configura un ex-
haustivo panorama histórico de autores ASTORGANO ABAJO, ANTONIO, Lorenzo
y corrientes filosóficas en España, con Hervás y Panduro (1735-1809), Ciu-
nombres y títulos indispensables del pen- dad Real, Almud Ediciones, 2010,
samiento hispano, acompañados siempre 298 pp.
de una reflexión sobre los principales
aspectos o líneas de su pensamiento, así En el año 2009 se cumplió el bicente-
como datos bibliográficos de las obras de nario de la muerte del polígrafo Lorenzo
cada autor y de los estudios sobre ella. Hervás y Panduro (Horcajo de Santia-
Cuando se escriben estas líneas —enero go, Cuenca, 1735-Roma 1809), uno de
de 2010— está en proceso de publicación los líderes de los más de quinientos ex
el tomo VIII (“Addenda”), que coordina jesuitas expulsos que escribían sobre las
el Prof. Heredia Soriano, y que será sin más diversas materias. Aparentemente
duda un digno cierre de esta obra, admi- son bastante conocidas la vida y obra de
rable por tantos motivos. Hervás, gracias a los trabajos de varios
La edición de este libro, enriquecido estudiosos, en una ruta que abrió Fermín
con fotografías de algunos episodios de Caballero (Conquenses ilustres. I. Abate
la vida de Gonzalo Díaz (entre ellos, la Hervás, Madrid, Imprenta del Colegio de
entrega del Premio Humbolt, en 1992), sordomudos y de ciegos, 1868). Existe
constituye sin duda un buen remate del también una edición facsímil de la Di-
acto celebrado en Toledo, en octubre de putación de Cuenca. Pero a excepción de
2006, y está llamado a ocupar un lugar algunos especialistas que han trabajado
destacado entre los trabajos sobre la a Hervás, en el ámbito del hispanismo
vida y la obra de este insigne investiga- es una figura totalmente desconocida.
dor manchego. Enhorabuena, pues, a los A pesar de la extensa bibliografía sobre
responsables y colaboradores que han el filósofo de Horcajo, ni su figura ni su
llevado a feliz término la empresa, cuyos obra ocupan el lugar que le corresponde-
resultados, fruto de un trabajo tenaz e ría en la historia de la cultura española y
ilusionado, cumplen con creces la fina- europea, como demuestra que el bicente-
lidad ya apuntada: recapitular hechos y nario de su muerte haya pasado con mu-
acontecimientos que configuran la peri- cha más pena que gloria, completamente
pecia vital e intelectual de Gonzalo Díaz. desapercibido en el ámbito nacional e
Cabe destacar, en todo caso, el interés de internacional.
iniciativas como la que nos ocupa, me- Pocos personajes de la Ilustración
recedoras siempre de gratitud y recono- española han tenido peor fortuna críti-
cimiento, ya que, al hilo de reflexiones ca que el abate de Horcajo, pues, sien-
y comentarios en torno a experiencias do uno de los que más y mejor escribió,
“personales”, de inevitable tono intimista es uno de los que permanece si no en el
y autobiográfico, aportan algunas de las olvido más profundo, ciertamente en la
claves que enriquecen y dan sentido al manifiesta indiferencia, a pesar de haber
sido un precursor en su tiempo en varias pensa, que fue el caso de Hervás, quien la
ramas de la ciencia. Falta por descubrir obtuvo tras prepararse concienzudamen-
al luchador Hervás, al hombre “de carne te en el colegio de la vecina localidad de
y hueso”, de grandes cualidades perso- Villarejo de Fuentes. Poco después (el
nales, preocupado por los problemas de 29 de septiembre de 1749) entró en el
toda clase de gentes, y al Hervás-erudito noviciado de Madrid de la Compañía de
que dominó multitud de ciencias como la Jesús (45-52). A esta etapa le sigue otra
lingüística, demografía, matemática, fi- de docencia en Cáceres y en Madrid, has-
losofía, astronomía, antropología, medi- ta la expulsión; este periodo comprende
cina, psicología, teología, pedagogía, etc. desde 1760 hasta 1767, terminados para
La dificultad de este trabajo es la Hervás en Alcalá de Henares los estudios
compilación, para todos los públicos en que pudiéramos llamar “ordinarios” en la
un libro de pequeño formato y con un Compañía, y aún antes de ordenarse sa-
estilo eminentemente divulgativo, de la cerdote, descubrió claramente su afición
vida y la obra de uno de los mayores polí- a las ciencias exactas y se dedicó a ellas
grafos que ha dado la literatura española, en la Corte (53-68).
fundador de disciplinas tan complicadas Tras la expulsión, Hervás ejerció do-
como la lingüística comparada. Pode- cencia en Córcega y Forlì (1767-1774)
mos destacar que Antonio Astorgano lo (69-84), y más adelante (1774-1784)
ha conseguido sin abusar o excederse de vivió en Cesena, en el palacio de los
notas críticas. A lo largo del libro, Astor- marqueses Ghini (85-108). Allí, empezó
gano esboza los rasgos fundamentales de a publicar en italiano (1778) un conjun-
la personalidad de Hervás y de su obra, to seriado de obras con el título de Idea
resaltando su vinculación a La Mancha dell’Universo, che contiene la Storia de-
en que nació y recogiendo las últimas lla vita dell’uomo, Elementi cosmografi-
investigaciones, tanto ajenas como pro- ci, Viaggio statico al mondo planetario
pias, siendo estas últimas principalmente e Storia della terra. Lógicamente, con
dos: la edición de la Biblioteca Jesuítico- el transcurso del tiempo la planificación
española (dos tomos en cuyos estudios de la enciclopedia se va perfeccionando
introductorios hay cerca de 400 páginas y sufriendo alguna alteración, aunque
con información sobre la vida y obra de en lo esencial permanece. Por ejemplo,
Hervás) y el portal web que dirige en la queda algo de ambigüedad sobre si to-
Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. dos los tomos se pueden arropar en este
Astorgano distingue en la vida de título de Idea dell’Universo: los ocho
Hervás varios periodos. El primero de primeros, publicados entre 1778 y 1780,
ellos comprendería la niñez (hasta los forman una antropología en clave enci-
14 años) y abarca hasta que Hervás in- clopédica y tratan del hombre desde su
gresa en la Compañía de Jesús. Esta es concepción hasta su muerte, incluyen-
una etapa que rememoró con frecuencia do una anatomía (tomo VIII. Notomia
desde su destierro italiano (pp. 9-44). La dell’uomo, 1780); los siguientes ocho
segunda etapa correspondería a la for- tomos son cosmográficos (Viaggio esta-
mación jesuítica (1749-1760), según las tico, tomos IX y X, ambos de 1781), con
constituciones de la Compañía de Jesús, una astronomía «narrada» y diversas cos-
para ingresar en la misma se requerían 15 mogonías, la creación, pecado de Adán,
años de edad, a menos que mediase dis- magnitud y elementos de la tierra, para
acabar con el diluvio universal, Babel y AUB, MAX, Escritos sobre el exilio, Edi-
sus consecuencias (Storia della Terra, ción, selección y presentación de Ma-
tomos XI-XVI, aparecidos entre 1781 nuel Aznar Soler, Sevilla, Editorial
y 1784). Desde el tomo XVII al XXI, Renacimiento, Biblioteca del Exilio,
el tema es filológico y cada tomo tiene 2008, 379 pp.
ya un título individualmente: Catálogo
de las lenguas conocidas (tomo XVII, Manuel Aznar Soler prosigue su tarea
1785), Origen y armonía de los idiomas de dar a conocer, difundir y divulgar la
(tomo XVIII, 1785), Aritmética de las obra de Max Aub. Con su habitual sa-
naciones (tomo XIX, 1786), Vocabulario gacidad no sólo ha publicado ediciones
de más de 150 lenguas (tomo XX, 1787), anotadas de obras tan fundamentales
y el “Padrenuestro” en más de trescien- como La gallina ciega (1955), los Dia-
tas lenguas (Saggio pratico delle lingue, rios 1939-1972 (1998) y Nuevos diarios
tomo XXI, 1787). inéditos (2003), sino que ha escrito sobre
Luego pasó a Roma para una primera su teatro, San Juan (varias ediciones),
estancia en la que tuvo ocasión de con- y ha propiciado estudios sobre el mis-
sultar la Biblioteca de Propaganda Fidei. mo como el de Carmen Venegas, Morir
El resto de su vida, excepto el periodo de por cerrar los ojos. Varias empresas hay
1798-1802 en que pudo regresar a Espa- que destacar en su incansable actividad:
ña (148-214), residió en Roma, donde su trabajo como patrono e impulsor de
llegó a ser bibliotecario del palacio pon- la obra de la Fundación Max Aub, las
tificio del Quirinal y en cuyo Colegio se numerosas reuniones que ha generado
alojó hasta su muerte. sobre el exilio y específicamente sobre
Además de la estructura marcada- Max Aub, entre las que descuellan los
mente biográfica del libro que analiza doce Congresos de 1999 en el sesenta
los rasgos más íntimos de su persona, de aniversario del comienzo del mismo; o la
un Hervás que fue simpático, perseve- creación del Grupo de Estudios sobre el
rante, inteligente, afectuoso, laborioso, Exilio Literario (GEXEL), con sede en la
oportuno, dotado de la facultad para ad- Facultad de Filología de la UAB; y final-
quirir bienes materiales, circunspecto, mente esta Biblioteca del Exilio que diri-
prudente, cosmopolita y generoso; Sos- ge (Comité Editorial), con el gran artista,
tiene Astorgano que «hizo de su vida un editor y poeta gallego Isaac Díaz Pardo,
servicio a los demás, procurando, a tra- su colaboradora Charo Portela Yáñez,
vés de la literatura pedagógica, ayudar el escritor José Esteban y el singular li-
al cultivo de la fe, puesta en diálogo con brero y anticuario Abelardo Linares. Sus
la cultura». Completan el libro una am- publicaciones llegan al número 36 con
plia cronología y bibliografía que hacen este libro de Aznar Soler, y con seguri-
que esta biografía intelectual mantenga dad no tardarán los cien primeros títulos
la línea de otros títulos de la colección que están proyectados. Quería destacar el
y permita al investigador y al público en número X: Anejos Max Aub y Francia de
general poder acercarse a la obra de este Gérard Malgat.
hombre, relevante figura del pensamien- En éste que reseñamos, Escritos so-
to español. bre el Exilio, recoge diecisiete obras
cortas o fragmentos de algunas más ex-
Santiago Arroyo Serrano tensas, con las que pretende dice que “la
lectura de estas ficciones literarias puede yer, en los que refleja las más hondas
[a] servir como material para el análisis y preocupaciones de su inconsciente. A
la reflexión crítica sobre la complejidad este inicio siguen textos quizá menos
psicológica, histórica, social y política conocidos —como el “De los beneficios
de nuestro exilio republicano de 1939”. de las guerras civiles”— en el que su lu-
No resisto al placer de seguir reprodu- cidez amarga se transforma en esa ironía
ciendo sus palabras pues nada mejor po- tan característica suya. Y finalmente una
dría yo escribir para caracterizar la obra selección de las obras que más ha traba-
de Max Aub: “nostalgia e idealización jado: La gallina ciega y los Diarios.
de la tierra perdida, destierro y destiem- No faltan, desde luego, los discursos
po, lucha a través de la literatura contra apócrifos de Max y su gran amigo Juan
el olvido histórico, memoria emociona- Chabás en su recepción en la Academia
da y viva de la experiencia democrática Española de la Lengua. Y la referencia
republicana y de la guerra civil como te- a la publicación de las Obras Comple-
mas recurrentes, obsesión por el retorno tas, gran trabajo que lleva adelante la
e imposibilidad del regreso, tragedia del Biblioteca Valenciana y la Diputación,
desarraigo”. con el apoyo de la Fundación Max Aub.
Quienes hemos dedicado parte de Publicación que facilita en gran medida
nuestra investigación a la etapa com- la edición de obras de este carácter. Una
prendida entre la segunda República y su vez más enhorabuena al autor por este
continuación en el exilio, debemos reco- trabajo.
nocer que es necesario recurrir a la obra
de Max Aub para completar y entender Mª Fernanda Mancebo
“la complejidad” de éste que despojó a
España no sólo de sus mejores intelec-
tuales, profesionales y artistas, sino tam- BERNECKER, WALTHER, ÍÑIGUEZ HER-
bién de la élite política, sindical y de gran NÁNDEZ, DIEGO, MAIHOLD, GÜNTHER
parte de la población civil que era, por (EDS.), Crisis. ¿Qué crisis? Espa-
convicción, republicana. ña en busca de su camino, Madrid/
Si una frustración de Max Aub fue que Frankfurt a. Main, 2009.
sus escritos no iban a ser conocidos —no
iba a ser leído— en España, esta tristeza El libro está compuesto por una serie
va siendo compensada y tal vez aliviada de ensayos sobre la actualidad española,
en sus herederos, especialmente sus hi- todos ellos con rica bibliografía. El pri-
jas Mª Luisa, Elena y Carmen. El libro mero, “¿Qué mantiene unida a España?”
está pensado en clave cronológica pero (pp. 21-51), de Walther L. Bernecker,
también temática y recoge sus vivencias aborda los cambios y tendencias domi-
a lo largo de sus más de treinta años fuera nantes que se manifiestan en la vida so-
de España. Los poemas de Djelfa son es- cial y política del país. A pesar de la cris-
tremecedores y poéticos valga la redun- pación que hemos vivido y que ha sido
dancia, aunque falta aquel, dedicado al agudizada moviendo contra el gobierno
guardián Gravela “hijo de puta”, segui- socialista todos los resortes de la dere-
dos por las ficciones Tránsito, Librada y cha española: jerarquía eclesiástica, tema
la Verdadera muerte de Francisco Fran- del terrorismo, unidad territorial supues-
co, de reciente edición por Eugenia Me- tamente puesta en peligro por vascos y
desajuste entre el 60% que representan partido. Los partidos mayoritarios con-
los contratos laborales fijos y el 30% de siguen ventajas notables en el sistema
temporales. Son estos últimos los que su- electoral español, que se desvía hasta
fren el impacto de la crisis. El autor sos- un 17% de la proporcionalidad perfecta.
tiene que la negociación colectiva se ca- Además, se aseguran un acceso contro-
racteriza por su rigidez. El incremento de lado a las instituciones representativas,
los salarios en 2008 (5,3%) es el mayor aparte de adquirir protagonismo en algu-
de los últimos 15 años (p. 128). También nas como el TC, el CGPJ, etc. Sobre todo
los márgenes sobre costes en los servi- se advierte su dominio en la capacidad
cios son muy superiores en España a los legislativa: en la legislatura 2000-2004
Estados Unidos, “que siempre se ha con- fueron aprobados 173 de los 175 Pro-
siderado como una de las economías más yectos de Ley presentados por el partido
flexibles del mundo (p. 129). Un tercer gobernante (el PP) (p. 151). Presno habla
factor es la cualificación de los emplea- por ello de “obstruccionismo de la mayo-
dos, que ha mejorado constantemente ría” cuando se intenta controlar la acción
desde 1995, pero que se ha estancado en del gobierno o presenta alternativas. Un
los últimos cinco años. Un cuarto factor punto más, añadido al afianzamiento del
es la inversión en I+D, que también ha partido gobernante, es el reforzamiento
tenido un constante incremento desde el de la autoridad del presidente, como se
mismo año, pero que sigue hallándose ve “en la organización del Gobierno, la
a excesiva distancia de Estados Unidos selección de sus miembros, la dirección
y de los grandes países de Europa. Los de la actividad ministerial y su coordina-
ajustes a realizar en todos estos factores ción” (p. 156).
han de producirse ahora en condiciones Ludger Mees escribe el siguiente ar-
adversas. tículo, “El nacionalismo vasco democrá-
El siguiente capítulo es “La evolución tico 1998-2009” (pp. 161-205), en el que
del sistema de partidos en España: del comprueba el declive del nacionalismo
reconocimiento constitucional a la ins- violento. Las tablas estadísticas son de-
titucionalización del partido gobernante moledoras en este sentido. La sociedad
como ‘príncipe moderno” (pp. 111-132), vasca ha ido progresivamente restando
de Miguel Ángel Presno Linera. El autor apoyo a ETA y a su entorno. El proce-
sostiene que nuestra constitución surge so de paz en el Ulster fue también un
de la tradición constitucional española, elemento importante, como ejemplo de
sobre todo de 1931, pero teniendo muy arreglo pacífico de un conflicto todavía
presentes otras constituciones europeas, más sangriento que el vasco. El foro de
especialmente la alemana, y aduce ra- Ermua, instrumentalizado después por el
zones para justificar este especial papel PP, constituyó una palpable manifesta-
de la constitución alemana. En concreto ción del creciente rechazo del terrorismo
Presno aborda el sistema de partidos, que y de la paralela organización de sus víc-
son instrumentos de participación polí- timas. El final de la colaboración PNV-
tica, de expresión del pluralismo políti- PSOE en 1998 significó una revitaliza-
co, de formación y manifestación de la ción del nacionalismo: el PNV gobernó
voluntad popular. Pero el Ministerio del gracias a los votos de Euskal Herritarrok,
Interior, no un órgano judicial, puede aunque la ruptura de la tregua de ETA,
suspender la inscripción registral de un al año siguiente, dinamitó el pacto entre
dez Sandoica. Comparada con los países “La políticas migratorias en tiempo
de la OCDE, España tiene un alto por- de crisis económica”, de Axel Kreien-
centaje de estudiantes universitarios, brink, es el penúltimo artículo de este co-
pero el rendimiento y la calidad de los lectivo (pp. 273-294). Desde el año 2000
títulos no ha sido una preocupación no- han entrado más de 4 millones de inmi-
toria. En 2008 y 2009 se hicieron oír grantes, convirtiéndose España en el se-
movilizaciones estudiantiles frente a la gundo país receptor de ellos, tras Estados
convergencia europea. El Ministerio de Unidos. Esto ha supuesto muchos pro-
Educación y Ciencia advirtió entonces blemas de regulación en términos jurídi-
la falta de una explicación clara de lo cos, tanto para controlar su entrada en las
que significaba tal convergencia, que, fronteras como para evitar su indefensión
bajo la etiqueta de “Bolonia”, tendía a en el mercado laboral. Kreienbrink pone
promover la movilidad estudiantil y a es- de manifiesto el debate político produci-
tablecer la estructura de las carreras en do en España a raíz de la inmigración,
tres ciclos. Este proceso de cambio ha especialmente en torno a los llamados
tenido variaciones referidas a muchos “sin papeles”, los países de procedencia,
puntos (años de las titulaciones, núme- el impacto en la economía, la legislación
ro de éstas, etc.) que afectan a innume- al respecto. Esta legislación ha tenido
rables aspectos de una estructura muy que ir desarrollándose casi siempre supe-
anquilosada y centrada en intereses gre- rada por el flujo inmigratorio. La crisis
miales. Por otro lado, las tensiones entre económica ha supuesto una ralentización
opciones ministeriales no han llegado a de este flujo. El autor reconoce que, más
promocionar eficazmente los lazos entre que las medidas de control desarrolladas
industria e investigación. Así, no es de por el gobierno español, “la situación
extrañar que en enero de 2009 la Unión económica es la causa del descenso en la
Europea alertara acerca del retroceso de llegada de inmigrantes” (p. 286).
España en “innovación” (p. 247). San- El artículo que cierra el libro es el de
doica pasa revista no sólo a la diversidad Günther Maihold, “¿Por qué no te callas:
de situaciones que atraviesa la universi- el debate sobre la acción exterior de Es-
dad, desde su gasto por estudiante hasta paña” (pp. 295-316). El autor sostiene
su grado de implantación de la nueva que la política exterior española carece
estructura, sino a la creciente presencia de estabilidad por estar sometida a una
de universidades privadas según sea el ley pendular, ligada al cambio de gobier-
gobierno de la comunidad autónoma en no. Por ello no ha logrado “desarrollar
que surgen. En todo caso, la autora cons- una identidad propia” que la convierta
tata que se va superando el déficit de una en contraparte fiable. Maihold compara
cultura científica y de una tradición edu- las diferencias entre la política exterior
cativa que primen la libre discusión de del PP, con su alineamiento con Estados
los textos y la experimentación práctica. Unidos, y la del PSOE, con su “vuelta al
También entra en cuestiones como el co- corazón de Europa” y mayor atención a
bro de matrícula y su cuantía. Algunos Latinoamérica. También el espacio me-
(Castells) las aumentaría al estilo ameri- diterráneo es objeto de atención; aquí
cano, de manera que las universidades se se observan altibajos relativos a una po-
viesen obligadas a competir para atraer lítica bilateral España-países ribereños
estudiantes (p. 257). o una política de perfil comunitario (de
G. Posada (Ed. Cátedra, colección Femi- los papeles a representar. Sin embargo,
nismos) y en la actualidad trabaja en una este ‘status’ será cuestionado a lo largo
edición de la obra de la albacetense Oliva del siglo de la Ilustración, dando origen
de Sabuco, Nueva Filosofía de la Natu- a una de las polémicas más vehementes
raleza del hombre, siguiendo con el em- y relevantes del pensamiento español,
peño de rescatar a las mujeres destacadas en que todos los autores se posicionaban
en diversos ámbitos del olvido en el que como juez y parte y su fallo decisivo para
han sido sumidas. apuntalar o erosionar la médula espinal
La Defensa de las Mujeres que em- de la sociedad, vertebrada, estructurada
prende el reverendo Benito Jerónimo y jerarquizada en la dominación secular
Feijoo en el tomo 1, Discurso XVI del ejercida por un sexo sobre otro.
Teatro Crítico Universal y la consiguien- Debido a la extensión y complejidad
te polémica engendrada se mantiene la- de la polémica, la autora se centra en
tente en nuestros días, en que la teoría el presente trabajo tomando como refe-
feminista toma cobra fuerza no sólo en rencia el Discurso XVI del tomo 1 del
lo cotidiano, sino que alcanza el ámbi- Teatro crítico de Feijoo y a las opiniones
to académico y llega a la esfera política suscitadas principalmente en la primera
con la puesta en marcha en España de un mitad del siglo, a través del enfrenta-
Ministerio de Igualdad. El término “fe- miento de conceptos fundamentales en el
minismo” resulta a veces un tanto ambi- siglo XVIII. Asistimos entre perplejos y
guo, pero no si por tal entendemos la idea decepcionados al sutil cambio de papeles
de mejorar la condición sociopolítica, que, desde las concepciones progresis-
educativa y económica de la mujer, así tas del padre Feijoo hasta la realización
como todo cuanto tienda a reconocer sus práctica de las mismas (admisión del
acciones y creaciones como dotadas de sexo femenino en la Sociedad Económi-
importancia, aunque no necesariamente ca de Amigos del País) se les va a atribuir
antagónica del hombre, sino equilibrada a las mujeres, las cuales, de protagonistas
y complementaria. principales serán relegadas nuevamente a
Esta idea de defensa de la mujer ha un papel secundario.
tenido partidarios y detractores y ha sido El libro se estructura en seis bloques
una polémica frecuente de las ciencias diferenciados, una completa revisión de
humanas y sociales. Sin embargo, es el los antecedentes históricos sobre la po-
siglo XVIII, cuando la mujer entra de lleno lémica feminista hasta el siglo XV (pp.
en el escenario de la historia al estallar 11-34). A continuación se centra en los
con fuerza incontenible un proceso cuya caracteres generales de la polémica en el
lenta maduración se había fraguado a lo siglo XVIII (35-52) donde contextualiza
largo de los siglos. La vida de la mujer el problema y revisa lo que llamará pri-
había transcurrido en un mundo hecho mera oposición entre verdad y opinión,
por y para el hombre en el que ella ha- analizando la aparición de la mujer como
bía sido siempre “ciudadana” de segun- público en revistas, periódicos y tertulias.
da clase, sin apenas participación en la En el siguiente capítulo aborda la segun-
vida pública y sin otra misión que la de da oposición en la polémica entre moral
reproductora de la especie, o, a lo sumo, y política (53-90). En el cuarto capítulo
la de constituirse en el ‘reposo del gue- aborda a la mujer desde los opuestos de
rrero’. Esposa, madre y prostituta eran placer y trabajo (91-116) y en el quinto
en ese año se publican tres obras signi- de Zambrano. Por tanto, la visión de ese
ficativas respecto al análisis de la cues- nuevo humanismo/liberalismo contiene
tión social: La rebelión de las masas de esa dualidad y tensión entre elementos
Ortega, El nuevo romanticismo de José racionales, pero también irracionales, tan
Díaz, y Nuevo Liberalismo de Zambrano. presente en su pensamiento filosófico.
Es a este último al que se dedican unas Acaba Bungaard las páginas dedicadas a
páginas relevantes en el libro y a partir ese texto con unas interesantes reflexio-
del cual, Bungaard plantea la radicaliza- nes en torno a unas cartas de Zambrano a
ción posterior en el compromiso político Ortega, escritas entre 1930 y 1932, en las
de Zambrano. El análisis de Bungaard de que Zambrano expone las divergencias
este texto resulta especialmente intere- filosóficas con el maestro a raíz de que
sante, pues en él se vislumbra, con clari- Nuevo Liberalismo se interpretase como
dad, parte del proyecto filosófico-político una oposición directa a las posiciones de
de Zambrano, apelando a realizar la re- Ortega. Más allá de la interpretación del
volución liberal todavía pendiente. Pero, tono acusatorio hacia Ortega que desti-
además, la relevancia del texto queda lan las cartas, parece interesante subrayar
perfectamente explicada en las páginas en este punto las coincidencias respecto
dedicadas a su análisis ya que, acerta- a las, en ocasiones tensa relación, maes-
damente, Bungaard afirma que Nuevo tro-discípula con otra eminente filósofa
Liberalismo contiene el germen de los —Hannah Arendt— en la que también
planteamientos zambranianos posterio- podemos observar cómo, en realidad, la
res: la razón poética, la relación entre discípula subvierte y supera las enseñan-
verdad y vida o la crítica del racionalis- zas del maestro —Heidegger en el caso
mo humanista (p. 147). Zambrano define de Arendt y Zambrano en el caso de Or-
la política en ese texto como una forma tega—.
de actuar sobre la vida que se presenta Con el inicio de la guerra civil, el
como material maleable. “Política es re- pensamiento político de Zambrano se
forma, creación, revolución siempre, por radicaliza y se alinea con el comunismo.
tanto” (p. 138). La política se sitúa en En esos años, escribe artículos para Hora
el ámbito de la contingencia e incorpo- de España y El Mono Azul, a la vez que
ra la dimensión histórica a su desenvol- desempeña cargos oficiales en la Repú-
vimiento. Como señala acertadamente blica. De nuevo, en esos años, vuelve el
Bungaard, la visión zambraniana de la reproche al maestro, Ortega, ante su neu-
política recoge, al igual que Ortega, cier- tralidad política. Mientras tanto, Zam-
tos aires nietzscheanos, comprobables brano vuelve de Chile, donde su marido
cuando describe la política de un modo trabajaba en la embajada española, para
agonal como “lucha entre el individuo y desarrollar una actividad política intensa
la vida”, o apela al heroísmo del indivi- y comprometida con una causa que ella
duo. Sin embargo, en el diseño econó- misma ya sabía perdida. En el marco de
mico y social del liberalismo humanista esa actividad política, Bungaard analiza
que propone Zambrano encontramos cómo se expresó en Zambrano la rela-
analogías con el socialismo humanista ción entre arte y política, la creación de
de Fernando de los Ríos, expuesto en su un “arte de urgencia” en expresión de
obra El sentido humanista del socialis- Rafael Alberti, cuestión que polarizó y
mo, publicado con anterioridad al texto dividió a los intelectuales del momento.
quién andas y te diré quién eres”—, po- serena amores y odios, y la investigación
dríamos también nosotros afirmar “dime paciente y escrupulosa, que pone a punto
tu biografiado y te sacaré virtudes y de- y descubre nuevas fuentes de informa-
fectos”. Porque el biógrafo no deja de ción, va recreando en verdad la figura
relacionarse noche y día y aun por años del personaje, la va dotando de realidad
enteros con su personaje, y acaba, que- verosímil…
riéndolo o sin querer, imitándolo. Bueno, Esa época llegó un poco tarde para
al menos simpatizando con él en aquello don Gumersindo por el cruce en nuestra
que más se parece a su particular perso- vida colectiva de la guerra civil. Pero lle-
nalidad y proyecto de vida. Y es que has- gó al fin y al cabo y, como tantas otras
ta cierto punto es criatura suya… cosas nuevas entonces, llegó a partir de la
Por eso decía que aun cuando ya su- década de los 60 con la recuperación aca-
piéramos todo, o al menos lo esencial de démica de la imagen histórica del krau-
un personaje, una buena biografía siem- sismo (Vid. A. Heredia: “El krausismo
pre añade algo nuevo a lo ya sabido, sea español. Estudio histórico-bibliográfico”,
en el orden objetivo (nuevos datos, rela- en VV. AA.: Cuatro ensayos de historia de
ciones, fuentes…) o subjetivo (la visión España. Madrid, Cuadernos para el Diá-
del biógrafo, su punto de vista). Por rela- logo, 1975, pp. 75-150). La figura de G.
ción a Gumersindo de Azcárate Menén- de Azcárate se fue haciendo más cercana
dez (1840-1917), uno de los krausistas y familiar en estudios de Pablo de Az-
más representativos de la segunda hor- cárate (su sobrino), López Morillas, Elías
nada junto con Salmerón, Giner y otros, Díaz, Gil Cremades, Marcos Oteruelo,
el complejo de circunstancias que hizo Ramón Carande, Torregrosa Peris, Tur
posible su vida quedó ciertamente clau- Ferrer, etc., etc. Ellos abrieron una épo-
surado con su muerte. Antes de ella al- ca de rigor en el estudio del personaje,
gunos, como Palacio Valdés y González pero sin ánimo, y acaso sin posibilidad
Serrano; o con ocasión de ella, Alvaro de en los trabajos de mayor antigüedad, de
Albornoz, Altamira, Ortega y Gasset, Po- estructurar su vida, obra y pensamiento
sada, Zulueta, Unamuno…, hicieron para en una biografía sistemática y completa.
su época el retrato esencial de la persona Pues son tales los matices que configuran
que habían visto y oído. Los contempo- la vida humana (tanto más cuanto más
ráneos sobrevivientes más atentos a las compromiso o papel social ha asumido
zonas altas de la cultura sabían quién el personaje, como es el caso) que nunca
había sido el ilustre muerto y lo transmi- nadie los alcanza de una vez y para siem-
tieron con fidelidad cordial y mental a la pre; y más cuando los medios de infor-
posteridad. Pero los suyos eran testimo- mación disponibles no ayudan a ello. Por
nios, testimonios ardientes arrancados eso, por la insatisfacción que producen
del alma por la emoción de una pérdida lo dicho y escrito en tiempo anterior, aun
irreparable… De gran valor sin duda por reconociendo su excelencia en tantos as-
proceder de textos vivos abiertos en ca- pectos, el investigador atento y laborioso
nal —cosa única e irrepetible—, pero siente la necesidad de revisar, de com-
faltos de la distancia reposada y de esos pletar, de enriquecer el acerbo de cono-
mil detalles objetivos que acompañan a cimiento que otros han ido depositando
una vida y la hacen racionalmente com- como fruto de su trabajo. En realidad, lo
prensible para todos. Sólo el tiempo, que que el nuevo investigador hace es meter-
se por las vías señaladas o abiertas por cuanto se ha publicado sobre su biogra-
sus antecesores mejores, pero que no han fiado hasta el presente. Se trata en reali-
sido transitadas por ellos. Es la virtuali- dad de un exhaustivo, crítico y minucioso
dad de la tradición viva… estado de la cuestión, imprescindible en
Pues bien, en ese correr de los años todo trabajo de auténtica investigación.
de revisión biográfica de Gumersindo Con sola su presencia marca ya una lí-
de Azcárate que va de su muerte a la ac- nea interna de calidad respecto de otras
tualidad, Gonzalo Capellán de Miguel, biografías. A este apartado preliminar le
profesor de Historia Contemporánea en sigue otro dedicado a exponer la vida de
la Universidad de Cantabria, joven com- don Gumersindo desde la infancia has-
prometido con su tiempo, motor de nu- ta su muerte. Destaca aquí el autor dos
merosas actividades culturales, sociales momentos de especial relieve para com-
y políticas, muy inclinado a la historia prender el pensamiento de su biografia-
de las ideas o del pensamiento, dotado do: la importancia del entorno familiar,
él mismo de altas cualidades para la in- especialmente su padre, don Patricio,
vestigación, mostradas ya con creces en espiritualista ecléctico, liberal y católico
numerosas publicaciones sobre temas y en una pieza; y el encuentro en Madrid
personajes de la España de Isabel II a la con el grupo krausista en la década de
Restauración (Vid. como botón de mues- los 60. Dentro de este mismo apartado se
tra La España armónica: el proyecto del detiene Capellán en dos de las actuacio-
krausismo español para una sociedad nes más llamativas del Azcárate joven:
en conflicto. Madrid, Biblioteca Nueva, 1) Aquel comentario suyo, incidental en
2006; o Parlamento y parlamentarismo su obra El serf-government, comentario
en la España liberal. Manuel de Orovio y tan manido desde principios de siglo,
Práxedes Mateo-Sagasta. Logroño, Par- pero que en esta ocasión dio lugar a la
lamento de La Rioja/ Ateneo Riojano, que entiendo fue la tercera polémica de
2000), nos ofrece en este libro una muy la ciencia española, la protagonizada
completa y actualizada biografía intelec- por Menéndez Pelayo en 1876 (Vid. mi
tual de don Gumersindo. Y quien dice de trabajo: “Debate sobre la filosofía espa-
don Gumersindo, dice de una parte muy ñola. La polémica de 1857”, La Ciudad
sustantiva de la escuela krausista españo- de Dios, 212/2 (1999) 415-439). Y 2) sus
la. De ahí que el curso de su vida sea aquí intervenciones en el Ateneo de Madrid a
estudiado y presentado siempre en estre- propósito de la discusión sobre el positi-
cha relación con dicha escuela, vista no vismo y la Sociología.
en solitario sino inserta en el tejido cultu- A este segundo apartado le siguen
ral de España, en diálogo y polémica con otros tres dedicados a exponer el pensa-
otras escuelas. Además, Gonzalo Cape- miento religioso, socioeconómico y polí-
llán ha tenido especial interés en cubrir tico de Azcárate. En cuanto a lo primero,
lagunas y en hacer hincapié en aspectos se detiene morosamente Capellán en es-
poco atendidos en estudios anteriores. tudiar el origen y significado religioso de
Así pues, una biografía que es al mismo Channing y “la secta de los unitarios”, a
tiempo una radiografía del tiempo espa- la que puede decirse que perteneció Az-
ñol que la cubre. cárate, según confesó él mismo en 1881.
Dividida en siete apartados, el prime- En este punto es de alabar el esfuerzo
ro es un lúcido balance bibliográfico de analítico e historiográfico del autor, que
aclara cuestiones hasta hora confusas en que arrastra, y queda como a la espera de
torno a la religiosidad de don Gumersin- nuevas circunstancias que las hagan fruc-
do y lleva a su justo límite la influencia tificar. Y es que en el mundo del espíritu,
de Channing, pero se echa en falta la re- como en la naturaleza, nada se pierde, o
ferencia propiamente teológica del caso, como decía Unamuno, “lo que pasa, que-
a la que el propio don Gumersindo fue da”. Da la impresión, pues, que es éste
particularmente sensible. De haberla in- el mensaje esencial del libro a vueltas de
cluido, hubiera dado mayor profundidad un largo recorrido hecho con las armas
al problema estudiado. Los otros dos bien templadas de un historiador riguro-
asuntos, el socioeconómico y el políti- so, siempre apoyado en una base docu-
co, los trata Capellán con gran lujo de mental sólidamente establecida y dando
detalles aportando nuevos datos. Aquí entrada además a escritos y documentos
Azcárate, como buen krausista, se aleja poco frecuentados hasta ahora.
de las soluciones radicales de socialistas, En última instancia, por el impulso
comunistas y anarquistas, y se apunta al con que de principio a fin ha sido llevada
liberalismo moderado y reformista que, a cabo esta biografía y por lo que se deja
más tímido que la doctrina social cató- entrever en el epílogo, su ejecución pone
lica, pretendía armonizar la libertad per- una vez más de relieve la necesidad que
sonal con la índole social del individuo, tiene cada época de exigirse a sí misma
pero entendida casi exclusivamente en su una visión de su pasado. Lástima que el
dimensión jurídica. Si tenemos en cuenta libro no contenga un índice de nombres
que fue Azcárate el designado para presi- propios, y aun analítico, para haberla he-
dir el Instituto de Reformas Sociales, no cho más útil y manejable.
hay más remedio que concluir que la Es-
paña oficial de la Restauración fue hasta Antonio Heredia Soriano
cierto punto en este sentido guiada por
un fondo de ideas krausistas. A ellas pues
habría que atribuir las luces y las som- CARAMUEL, JUAN DE, Leptotatos: meta-
bras de aquella política social. lógica (1681), trad. de Pedro Arias,
El libro termina con una considera- estudio preliminar de Lorenzo Veláz-
ción e interpretación del krausismo es- quez, Pamplona, EUNSA, Colección
pañol en general, y dentro de su escuela de pensamiento medieval y renacen-
el papel que le cupo cumplir a Azcárate. tista, 2008, 357 pp.
Para el autor es éste, don Gumersindo,
quien mejor habría encarnado el signifi- Después de la edición de la Gramá-
cado teórico y práctico del ideario krau- tica audaz del mismo autor, toca ahora
sista. Sin entrar en valoraciones, lo cierto el turno de su Leptotatos (transcripción
es que Gonzalo Capellán realiza en el del griego λεπτότατος, “sutilísimo),
epílogo de su libro un notable esfuerzo aunque sólo de la primera disertación de
de síntesis por desentrañar el significado las tres en que se divide la obra: la meta-
histórico y filosófico cumplido entre no- lógica (las otras dos disertaciones son la
sotros por el krausismo a través de una filosófica y la teológica). Es una suerte
vida ejemplar. El fracaso histórico que de continuación de la Gramática, y la
esa ejemplaridad llevó consigo, no im- última palabra de Caramuel en el campo
pide al autor reconocer la carga positiva de la gramática, la metafísica, la lógica,
los debates que suscita la filosofía como autorreflexivo que esa labor supuso. La
tal. Es decir, a partir de unas coordenadas historia de las ideas se mostraría enton-
tan concretas como las que puedan loca- ces como un medio idóneo para la iden-
lizar a la filosofía alemana, anglosajona tificación de sujetos, a menudo plurales
o española, desde las que se proyecta un y colectivos, que emergen del conflicto
potencial interpelador que no cabe en social; para la revisión de humanismos y
fórmulas esquemáticas y demasiado ma- de tradiciones propias partir de sus con-
nidas a estas alturas, aun cuando hayan tradicciones internas; para la reconstruc-
sido recurrentes en su momento como ción en definitiva de aquellos procesos
las del viejo debate entre universalistas y por medio de los cuales se conforma una
latinoamericanistas o las del “circunstan- conciencia productora de objetividad.
cialismo” orteguiano. La cuestión es mu- De todo ello y a lo largo de un diálogo
cho más compleja, tal y como muestra el fecundo con las tradiciones historicista
presente estudio. Exige recorrer no pocos y marxista, con la sociología del saber y
laberintos, siempre provechosos pero al- la historia de la cultura, de una singular
gunas veces incómodos por la propia di- recepción del “giro lingüístico”, la teoría
ficultad de los mismos, pues la filosofía del discurso y la crítica de ideologías, re-
latinoamericana no es un florilegio de sultará la que quizá sea una de las prin-
recepciones exógenas, interesantes pero cipales aportaciones de Roig: la elucida-
difusas, o una demarcación contextual ción de un a priori, “no ya como mera
de filosofemas abstractos, o una especie formalidad, sino con un contenido histó-
de trasunto de la filosofía española aun rico y antropológico constitutivo” (p.69).
cuando sí contribuya, y de manera muy Es decir, como mediación fundamental
notoria, a la maduración de un “pensar en en la generación de ideas y como clave
español”. Es algo tan aparentemente sim- hermenéutico-crítica para un rescate de
ple y sin embargo tan escurridizo como modos no alienantes de objetividad. De
aquella filosofía “que no se ocupa del la historia de las ideas se transita así ha-
ser, sino del modo se ser de un hombre cia una cierta “filosofía de la filosofía” en
determinado, en relación con sus formas la que no falta el diálogo con “clásicos”
de objetivación y afirmación históricas” como Kant y Hegel, hermeneutas de la
(p. 152). sospecha como Marx y filósofos cerca-
Filosofando y con el mazo dando nos como Gaos y Zea.
plantea un recorrido por esos laberintos La segunda y tercera secciones se
al hilo de la reflexión roigiana, desentra- centran en las aportaciones de dicho
ñada a lo largo de cuatro secciones que giro lingüístico, entendido siempre
se simultanean a la manera de una repre- bajo la primacía de la “parole” sobre la
sentación mural (p.31), más rica y crea- “langue” —de ahí el término “giro ha-
tiva que la que hubiera resultado de una blístico”, a propósito de un rescate de la
exposición meramente cronológica, más cotidianeidad y a contrapelo de sublima-
convencional y académica. ciones hipostasiadas del lenguaje como
En la primera sección se da cuenta la heideggeriana— y cuyo carácter me-
de la labor historiográfica de Roig, do- diador obliga a la historia de las ideas a
blemente relevante, por sus trabajos in- transformarse, de alguna manera, en una
novadores sobre historia del pensamiento historia de los discursos. Se distinguen y
argentino y ecuatoriano, y por el “plus” recorren entonces planos de este nuevo
gran cantidad de maneras de ser moder- El capítulo primero: “La apertura Ibé-
no y, por lo tanto, una gran cantidad de rica al Mundo occidental”, nos permite
modernidades. Me parece necesario en- con facilidad comprender los momentos
tonces entender a la modernidad como de ruptura con los modelos anteriores y
una nueva manera de ser y de vivir, una la búsqueda de los nuevos paradigmas
nueva manera de entender el mundo y que nos llevarían de frente y de cara a la
la naturaleza, concepción que cambia a modernidad; comprender también como
partir de los principales acontecimientos fueron los primeros intentos de los por-
suscitados durante los siglos XV y XVI tugueses para aventurarse por los abier-
y que han resultado trascendentales en tos y desconocidos mares, de tal manera
el desarrollo histórico de la humanidad, que para 1455 el papa Nicolás V otorga a
me refiero principalmente a: El Renaci- Portugal, a través de Enrique el Navegan-
miento, El Humanismo, La Reforma, La te, la potestad y las tierras que descubrie-
Ilustración, la vertiginosa evolución de la ran navegando hacia las Indias. Mencio-
ciencia, y el que me parece ha resultado el na los acuerdos que se establecen entre
acontecimiento más importante en toda la Portugal y España, (alcacovas), en donde
Historia Universal y que de alguna mane- se determina que todos los territorios al
ra es el que cambia radicalmente el senti- sur de Canarias serían reconocidos como
do de la modernidad y la concepción que portugueses, posibilitando con esto la
del mundo se tenía, me refiero concreta- primera gran expansión atlántica perso-
mente al descubrimiento de América. nalizada en la figura de Cristóbal Colón.
Resultaron de tal magnitud los cam- Termina este primer capítulo con lo que
bios provocados por este acontecimiento, el autor llama “La incorporación jurídi-
que con inusitada rapidez se empieza a ca del vencido”, en el cual se sostiene la
construir entre los dos mundos, una nue- idea de que esta incorporación en mucho
va realidad cultural, a tal grado que en la se logra con los enlaces matrimoniales
actualidad resulta verdaderamente difícil entre la nobleza indígena y los conquis-
por no decir imposible, tratar de entender tadores españoles, situación que con ra-
el desarrollo latinoamericano, separado o pidez provoca el mestizaje, la imposición
descontextualizado del desarrollo Euro- de una nueva religión y de los nuevos y
peo. Y a la inversa, el desarrollo europeo, modernos modelos culturales.
concretamente de España y Portugal no En el segundo capítulo, “La síncre-
puede entenderse a cabalidad si no es con sis barroca”, los autores señalan que es
el estudio y consideración del desarrollo precisamente en el siglo XVII, cuando se
latinoamericano y en mucho también del cultiva lo que se llamó la “Ciencia Me-
norte de África. dia”, momento en el cual se da la reorga-
El texto está cuidadosa y muy atina- nización de la riqueza y la integración de
damente estructurado; a través del con- la actividad económica, política, religio-
tenido del mismo podemos con facilidad sa, social, cultural; en fin, la vida cotidia-
transitar desde “La apertura Ibérica al na. De tal suerte, que podemos conside-
Mundo Occidental” hasta los momentos rar que el barroco no impacta únicamente
de “La resistencia a la tradición”. El libro en las manifestaciones artísticas, va más
se compone de seis capítulos y a manera allá y se convierte en una nueva y moder-
de Introducción, una muy cuidadosa pre- na forma de vida, impulsada fuertemente
sentación del editor. por el espíritu de la Contrarreforma y en
Nadie sabe a ciencia cierta y poco impor- vitar por último a los lectores para que
ta: La seguimos, la perseguimos”. disfruten al máximo el contenido del
Es la intención de enfrentar los resul- mismo.
tados generados por la modernidad y sus
diferentes interpretaciones, lo que obliga Rogelio García Espinosa
a ciertos sectores políticos y de la iglesia
católica a tratar de buscar su legitimidad
en referentes pasados y a buscar también CONFORTI ROJAS, CRISTINA, Hacer hom-
iniciativas que permitieran restaurar el bres. La alianza de la humanidad en
orden y el poder. Estas iniciativas, des- el pensamiento educativo de Giner de
embocan en otras realidades, por lo que la los Ríos. Bogotá, Pontificia Universi-
separación de la iglesia y el Estado sigue, dad Javeriana, 2009, 283 pp.
en ese momento, caminos y tiempos muy
distintos a los del protestantismo. El ca- No son precisamente abundantes los
pítulo V, “La resistencia de la tradición”, estudios monográficos sobre la obra de
refiere cómo se empieza a adoptar enton- Francisco Giner de los Ríos, pese a ser un
ces una actitud conservadora, surgiendo autor fundamental en el pensamiento es-
las diferencias entre modernidad y tradi- pañol del último siglo y medio. Sí abun-
ción y la constitución de los grupos que, dan las citas, alusiones y referencias a la
a partir de ahora, manifestarán una fuerte misma en un contexto tan relevante para
presencia durante todo el siglo XIX en el este pensamiento como el de la llamada
desarrollo político-administrativo de las “Edad de Plata” y no son tan escasos,
nuevas naciones latinoamericanas. quizá, los estudios enfocados hacia algu-
Me parece relevante mencionar que nos de sus aspectos concretos, con rigor
de todas las nuevas naciones que ha- y exhaustividad en algunos casos. Pero
bían sido territorios de la católica mo- siguen faltando en mi opinión síntesis
narquía española, solo México, a través monográficas del pensamiento de Giner
del triunfo del grupo tradicionalista y y —dicho sea de paso— quizá también
conservador, en algunos momentos de biografías intelectuales minuciosas sobre
su desarrollo político decimonónico e este autor. El presente estudio de Cristina
inmediatamente después de consumada Conforti Rojas, fruto de varios años de
su independencia, sorprendentemente dedicación a una tesis doctoral defendi-
adopta como modelo político el sistema da en la Pontificia Universidad Javeria-
monárquico, a diferencia de las otras na- na de Bogotá y estructurado en torno a
ciones, ya que ninguna consideró que la cuatro capítulos y un anexo, constituye
monarquía pudiera llegar a ser siquiera un aliciente en este sentido, pues ofrece
una opción real de gobierno. una síntesis amplia y ordenada de este
El libro resulta, pues, un verdadero y pensamiento, a propósito de su dimen-
placentero regalo y es muy grato también sión educativa. Para ello tiene además en
en su lectura, por lo que no me resta más cuenta sus fuentes krausianas y sus diver-
que felicitar nuevamente a los autores de sos contextos krausistas, incorporando a
los textos por su acucioso y profesional este respecto la amplia y rica bibliografía
trabajo de investigación, a los editores que en torno a estas cuestiones se ha ido
por lo acertado de la elección y el par- acumulando durante las últimas dos dé-
ticular cuidado en su presentación, e in- cadas a raíz de los trabajos innovadores
más bien una misión creadora de coope- da infructuosa de Europa, los hermanos
ración mutua, una abertura de culturas fundaron y colonizaron varias ciudades,
polifacéticas, una posibilidad de salva- desde el Mar Negro hasta Asia Menor,
ción para las naciones europeas tras la trazando más o menos una línea geográ-
deshumanización de los horrores de dos fica virtual que contorneaba los límites
Guerras Mundiales. Europa es, simultá- orientales de Europa, indicando en forma
neamente, un ideal, una realidad y como implícita los territorios donde Europa no
proyecto una posibilidad viva, sin ningún estaba, donde no la podían encontrar. La
significado predeterminado, así que cada localización de Europa se convirtió así
generación tiene el deber de preguntarse: en algo enigmático para los familiares,
¿Qué significa Europa hoy para nuestra para los más vinculados a su ser, para los
generación? ¿Qué significado puede te- más próximos. Y esta leyenda sigue viva.
ner Europa hoy, en tiempos de crisis, en Es difícil, pues, configurar ese espacio
2010, cuando parece que se necesita una geográfico de nuestra Europa tal como
«radical revalorización de los valores», nos cuenta el ensayo de Ignacio Sotelo:
tiempo en que debemos enfrentarnos al “Los límites de Europa”. Ofreciendo una
deber de dar algún contenido al esquele- perspectiva geográfica e histórica nos re-
to moral de la Europa del siglo XXI, una fleja el despecho de los hermanos de Eu-
estructura latente y muy potente a la vez? ropa en esa búsqueda sin éxito, porque
¿Qué es Europa para nosotros? nos la silueta de esta “dama” llamada Euro-
preguntamos. “Europa es leyenda, filoso- pa sigue siendo difusa y turbia. Sigue
fía, democracia, espacio (difuso) geográ- escondiéndose de forma algo pudorosa
fico”, responde la recomendación edito- ante la mirada indiscreta de los viajeros
rial de la contratapa del libro y “también infatigables, usando la metáfora de viaje
es la posibilidad simbólica de regresar a de David Ramos Castro de “La fractura
nuestra constituyente e inolvidable “casa primordial del viaje europeo antropoló-
familiar” anterior al surgimiento de las gico”.
ulteriores realidades nacionales”. Europa se esconde ante las miradas
Europa es leyenda y, como leyenda, próximas, escrutadoras. “Toda identi-
brota de la mitología griega. Para el ser dad se revela como tal desde la exterio-
humano todo saber parece radicar en lo ridad” —dice Couceiro-Bueno— en la
mítico. Lo que llamamos logos nació mirada del «otro”. Para ver con claridad,
del seno místico de la mitología. En este y para entender nuestras circunstancias,
sentido Europa representa una unión y tenemos que alejarnos un poco de lo que
una comunidad de corte metafísico Es nos rodea de forma más íntima. Sergio
“anterior al surgimiento de las ulterio- Vences en su “testimonio vivencial” ex-
res realidades nacionales”. Europa era clama: “¡Bendita Europa! que recorrí,
una mujer fenicia y al verla Zeus —un donde me formé, trabajé, viví y desde la
Dios bastante ardiente— se enamoró. El que pude conocer mi propio país”. Tan
rey de los dioses olímpicos se transformó sólo con alejarnos un poco de lo acos-
en un toro blanco y manso para seducir y tumbrado, de lo doliente, de lo apático,
raptar a la doncella. Agenor, el padre — de lo que parezca indiferente por insensi-
rey de Tiro—, al enterarse del raptó de su bilizarse frente a ello, podemos alcanzar
hija, ordenó a sus hijos que la buscasen la capacidad perdida de que las cosas nos
y no regresasen sin ella. En la búsque- sorprendan de nuevo con aquella depu-
rada y vivaz presencia que tenían en los llamamos “la psicología de adanes” y es
tiempos de nuestra niñez. la misma actitud “que se mueve entre el
El proceso de la deshumanización menosprecio de lo propio y el papanatis-
que, según José Ortega y Gasset, carac- mo ante lo foráneo. A menudo se olvida
teriza la historia del arte, se extendió al que los países con los que se quiere mi-
terreno de la vida cotidiana. Hubo tiem- metizar mecánicamente han dado leccio-
pos históricos que tenían preferencia a nes magníficas de cómo conciliar el pa-
lo cercano e inmediato. Eran tiempos de sado con el presente, la tradición fecunda
inmanencia total que se distinguían por con el progreso”. Lo que necesitaríamos
un tono de miopía generalizada. Como —según Mora García— es “una nueva
de cerca no se ve uno, el énfasis lo ponía- forma de mirar que corrija viejos errores
mos en los detalles de las cosas circun- producidos por una mirada miope”. Hay
dantes, pero la óptica ha cambiado pron- pueblos enteros, en nuestra Europa, que
to y el ser humano comenzó a ocuparse todavía sufren las consecuencias desola-
por el más allá, por los trasmundos leja- doras de una fragmentación histórica, de
nos, por la trascendencia. La vista que se un “desvío de su ideal trayectoria”.
generalizó de ese modo era la hiperme- Es el caso, por ejemplo, del pueblo
tropía. El ser humano no se veía así tam- húngaro. El ensayo de Ágnes Kaczúr
poco, porque tenía sus ojos fijados en lo —profesora de la Universidad de Szeged
trascendente. Después de la modernidad (Hungría)— titulado “Europa oriental:
nuestra vista se cansó de mirar tanto lo Cambio de régimen en Hungría” nos re-
inalcanzable y la vista que tenemos hoy, vela esta desviación, esta fragmentación
que hemos heredado y no hemos podido histórica, esta “psicología de adanes”, re-
superar, es más bien la presbicia: no po- sultado de un pasado histórico sin com-
demos enfocar bien porque no tenemos prensión y sin consenso. Un pasado sin
el horizonte de interpretación adecuada, asumir, por lo tanto, una desorientación
ajustada a nuestro tiempo. Vivimos per- absoluta. Uno de los más grandes proble-
didos en nuestro inconsciente, en el cír- mas en Hungría es la argumentación en-
culo mágico y enloquecedor de nuestro fática en los círculos políticos e intelec-
ser extremadamente cercano a nosotros tuales: valorar, culpar, buscar los respon-
mismos, a nuestros adentros, a nuestra sables, despertar emociones, fomentar la
intimidad, sin poder ver al mundo, o al desconfianza venenosa en vez de intentar
«otro» con claridad. entender nuestro pasado. “Juzgar a toro
Muchos vivimos todavía en la ilusión pasado (…) es jugar con ventaja”, dice
de la discontinuidad de las “culturas im- Mora García, y tiene mucha razón. Di-
presionistas” —como advierten las pa- gámoslo citando a Ortega: “No se trata
labras de José Luis Mora García en sus de avalorar sino de comprender [lo espa-
“Reflexiones en torno a José Ferrater ñol]. Desertemos de la vana ocupación
Mora”: “Muchos autores con propósi- ditirámbica con que los eruditos han tra-
to de relevancia han tratado de erigirse tado los hechos [españoles]. Ensayemos
como la voz que clama en el desierto, fórmulas de comprensión e inteligencia;
como si quisieran convencernos de que, no sentenciemos, no tasemos. Solo así
en cada gesto, en cada obra suya, estaban podrá llegar un día en que sea fecunda la
inaugurando la historia cultural [de Espa- afirmación [del españolismo]”. El pueblo
ña] tras un vacío insoportable.” Es lo que húngaro, —como también “la interpreta-
sus actuaciones: una benévola y otra po- se hace presente en lo llamado posmo-
lémica, pero parece que era magnífico derno, o “sobremodernidad” —usando la
gobernante y legislador y por eso llegó expresión de Marc Auré— que represen-
a ser juez en el inframundo. Radamantis, ta el escrito de Isidoro Reguera: “Europa
sin embargo, merecía este mismo pues- postmoderna”. Estamos atrapados en la
to por su inflexible identidad. El tercer fosilización muerta de los misterios he-
hijo, Sarpedón fue un rebelde, simboli- donistas de la “posmodernidad”. El ideal
zando quizás la libertad individual. Los falso de la libertad que creemos conquis-
tres hijos de Europa son los pilares de la tado con el “derecho al placer y derecho
democracia europea: legislación, es decir al consumo” ha generado una nueva es-
derechos y obligaciones establecidos y clavitud. Sarpedón, el rebelde, se convir-
vigentes; identidad y civilización con- tió en un esclavo rebelde, un “votante-pa-
quistada; y libertad individual, es decir, gador-de-impuestos” o un “consumiente-
el derecho a una vida digna de ser vivida. mass-mediáticamente entontecido” —se-
El ensayo de Javier Gil Martín: “Pa- gún Reguera— legitimando así el “error
triotismo constitucional y ética policial: de la democracia hoy por hoy” de los
una perspectiva europea” nos perfila “políticos sin política”. Nuestra sociedad
aquel aspecto jurídico de la democracia de la información y del conocimiento —
que lleva condensado la figura simbólica de forma paradójica— está sumergida en
y polémica de Minos. A Radamantis le el misticismo inconsciente. Pero “lo mís-
pregunta —entre otros— Jacobo Muñoz, tico —concluye Reguera— es siempre
en “La Europa de los ciudadanos”, por emancipador, revolucionario, tanto en el
la identidad europea. ¿Es la identidad eu- pensar como en la acción pensada; tanto
ropea una identidad política? ¿Exige una en la teoría de Europa, como en la Euro-
participación activa en la vida política de pa de la práctica futura”.
la comunidad? Según Muñoz habríamos Volviendo a las míticas raíces de
de afirmar la primacía de la ciudadanía nuestro presente recordemos que Zeus
sobre el Estado “como un proyecto de le dió tres regalos a Europa. Le regaló
formación de ciudadanos realmente de- Talos, un gigante hecho de bronce (hoy
cididos, (…) con las conocidas palabras quizás lo llamaríamos inteligencia arti-
de Kant, a afrontar la tarea de “salir de ficial, un robot); Laelaps, un perro que
su minoría de edad autoculpable”, es de- nunca erraba con su presa; y una jaba-
cir, genuinos sujetos activos que autode- lina que nunca erraba. Talos simboliza
terminan su propio civismo; individuos lo científico y, quizás, lo militar. De la
en suma, capaces de convertirse en los figura de Laelaps, como perro, símbolo
verdaderos protagonistas de la sociedad de la lealtad y servicio, el amor incondi-
civil”. cional, brota una paradoja que persigue
El ensayo de Manuel Cruz, “Europa: a Zeus y que le deja perplejo: ¿Cómo
Una mirada —de momento—” aborda podría Laelaps, el perro infalible, cazar
la misma cuestión: “Hay que determinar la zorra teumesia, que según dicen, era
—dice— si Europa está constituida por inalcanzable? Pues Zeus no supo resol-
un territorio o por sus ciudadanos”, por ver la aparente contradicción y decidió
la identidad europea, una opinión públi- convertirles en piedra. Creo que la figura
ca europea perceptible que todavía está de Laelaps la podemos interpretar como
por construir. La rebeldía de Sarpedón un protosímbolo del pensamiento filosó-
fico, siempre atento a cazar fenómenos nutrir aquel proyecto que llamamos la
curiosos, a primera vista contradictorios Unión Europea, porque el último regalo
pues tiene el afán de descifrar algo enig- de Zeus, aquella jabalina mística, no nos
mático. Y, por último, la jabalina, que servirá sin ideales y metas, sin un objeti-
nunca erraba, presume una finalidad, una vo más o menos claro y fijo, sin autodis-
meta, algún tipo de objetivo que Europa, ciplina y responsabilidad, sin reflexión,
la lanzadora, debía tener o de alguna for- sin lograr la autoconsciencia soñada a la
ma llevar en sí, para lograr tal perfección. altura de nuestros tiempos.
Tres regalos de Zeus a Europa. La cien- Porque, como acentúa Jacobo Muñoz,
cia, que puede convertirse en un poder y sirvan estas palabras como conclusión
destructivo, “un instrumento de domina- al comentario de este libro, “la locomo-
ción” —como dice Juan Carlos Coucei- tora europea no puede impulsarse mera-
ro— es símbolo del progreso mítico para mente por políticas económicas o buro-
Europa, un agente para la autodefensa. cráticas, sino por una estrategia cultural
El segundo regalo, la filosofía, que es de mayores miras consciente de sus raí-
“la esencia de Europa” —como subra- ces, de su rica herencia y de la necesidad
ya el propio Couceiro— “es el armazón de revisión crítica de sus antiguas expec-
conceptual previo para la emergencia y tativas universalistas”.
ulterior existencia de la pluralidad de tra-
diciones” y es a la vez “la ciencia gene- Petra Horváth
ral del amor”, como lo llamó Ortega, o
“amor intellectualis”. Dicho con palabras
de Spinoza, que lleva en sí la posibilidad CHAGUACEDA TOLEDANO, ANA (ED.), Mi-
de la salvación, del entendernos y del guel de Unamuno. Estudios sobre su
acercamiento mutuo. Como nos advierte obra. IV. Universidad de Salamanca,
Ortega en sus Meditaciones del Quijote: 2009, 431 pp.
“Hay, (…) en el amor una ampliación de
la individualidad que absorbe otras cosas Reflejo de la celebración de las VII
dentro de esta, que las funde con noso- Jornadas Unamunianas, celebradas
tros. (…) Lo vemos entero, se nos revela bianualmente en Salamanca, son estas
en todo su valor. Entonces advertimos actas. Como siempre, en ellas se reco-
que lo amado es, a su vez, parte de otra gen las últimas investigaciones llevadas
cosa, que necesita de ella, que está ligado a cabo por los más destacados unamunó-
a ella. (…) De este modo va ligando el logos, evitando así que sus valiosas inter-
amor cosa a cosa y todo a nosotros, en venciones no perduren.
firme estructura esencial”. Nosotros, los El paso del tiempo y el cambio de las
filósofos tenemos el deber de reconocer, circunstancias provocan que las luces y
de aprender a ver que dentro de todo lo las sombras proyectadas sobre el pen-
que nos rodea está “la indicación de una samiento de don Miguel vayan varian-
posible plenitud. Un alma abierta y noble do. En esta ocasión, los estudios se han
sentirá la ambición de perfeccionarla, de centrado en seis bloques temáticos. El
auxiliarla para que logre esa su plenitud. primero, “Poesías, 1907-2007”, lo com-
Esto es amor, el amor a la perfección ponen un estudio de José Paulino Ayuso,
de lo amado”. Por eso es la filosofía un “La libertad aislada. De Fuerteventura
factor imprescindible del que se debería a París como <Diario íntimo>”, otro de
leer este extenso volumen caracterizado, los Ríos y Julián Besteiro, los demócra-
como siempre, por el rigor, la adecuación tas cristianos auténticos (como Joaquín
y el saber hacer de sus autores y edito- Ruiz Jiménez). En definitiva, se trata de
ra, Ana Chaguaceda, a quien agradezco, hacer justicia con la tarea de los intelec-
creo que en nombre de muchos, la formi- tuales como personajes que mantenían
dable capacidad de la que dispone para en el franquismo los anhelos de justicia
llevar tan lejos el pensamiento de nuestro y democracia.
don Miguel. Todo esto es materia del libro que con
solvencia y rigurosidad nos ha dado el
Gemma Gordo Piñar catedrático de Filosofía del Derecho de la
UAM, pero también es algo más, es una
buena introducción para todos aquellos
DÍAZ, ELÍAS, De la Institución a la Cons- que quieran aproximarse a un periodo
titución. Política y cultura en la Espa- histórico clave para la España actual; sin
ña del siglo XX, Madrid, Trotta, 200, academicismos se asiste a una reflexión
pp. 263. vibrante sobre ese proceso de conformar
una España democrática. Cien años y una
En este nuevo libro, el profesor Elías guerra incivil de por medio. Por eso es
Díaz, incide e insiste en las claves de la un libro que desde el ámbito académico
modernización y democratización de la trata de hacer un planteamiento más am-
España contemporánea. La elocuencia plio. Lo puede leer cualquier español que
del título es manifiesta. Cien años de quiera saber el hilo conductor, los per-
nuestra historia, de largo recorrido de la sonajes y los esfuerzos colectivos para
tradición liberal y democrática, a través reconstruir la razón y lograr un acuerdo
de los cuales encontramos los jalones de para una norma fundamental de convi-
aquellos que resistieron y, a la vez, sem- vencia y concordia entre los españoles. Y
braron lo que hoy es la España cívica, la que tenga el coraje cívico y la voluntad
de casi de todos, la de la Constitución de política de seguir orientando su vida con
1978. estos valores.
Un siglo da para mucho. De la mano De la Institución a la Constitución
del maestro asistimos a los debates pro- es, también, el emblema de la labor do-
piciados por los institucionistas -con su cente y el compromiso público de Elías
proyecto de ilustración-, así como la re- Díaz. Los que conocemos su obra y su
cepción del positivismo y la eclosión de ethos vemos reflejado aquí, resumido, la
las ciencias a finales del siglo XIX. La tarea intelectual de cincuenta años. Bor-
resistencia de la Iglesia ante el libera- ges vería en ese título el rostro del maes-
lismo, “el miedo al mono”, el encuen- tro, pues si queremos descifrar estos cien
tro con aquellos que desenmascararon años de historia de España hay que to-
falsas polémicas sobre “la ciencia espa- parse con los libros y el compromiso de
ñola” (donde lo que había era un debate Elías Díaz. Desde una triple perspectiva,
ideológico entre tradición y razón) son jurídica, filosófica y política ha desentra-
igualmente abordados en el libro. Y, por ñado los problemas que operaban en el
supuesto, hace lo propio con el legado panorama contemporáneo.
de esa tradición liberal entrelazada con Reconstrucción de la razón de la
el socialismo de cátedra de Fernando de España contemporánea, o lo que es lo
Así, la argumentación discurre como un de sus organismos más visibles hasta las
albañil que poco a poco construye lo po- instituciones dispersas por la comunidad.
lítico subiendo andamios cada vez más Es, si se quiere, una expresión de la vo-
altos. Desde los cimientos hasta el techo, luntad de vida que tienen los miembros
se busca una definición que incorpore de la sociedad. El ejercicio de ese poder
todos los elementos imprescindibles. Lo delegado siempre debe partir de una ac-
político es, pues, un concepto arquitectó- titud servicial que escucha las necesida-
nico, como ya adelanta el título de este des y demandas que vienen desde abajo,
segundo volumen. nunca desligándose de sus responsabili-
Tal vez la piedra angular de todo el dades para con los ciudadanos. Los re-
libro se encuentra en la arriesgada for- presentantes prestan un servicio impor-
mulación del poder político que inten- tante, pero siempre desde la obediencia a
cionadamente se distancia de la noción aquellos que constituyen el pueblo. Que
tal y como la manejan pensadores como duda cabe que esta interpretación del po-
Thomas Hobbes y Max Weber. Ya no se der político abandera una rebelión contra
trata de la imposición de la voluntad, de la concepción occidental en la que los
la dominación del otro. El poder es más gobernantes “mandan mandando”, como
bien una capacidad que brota de la volun- dicen los zapatistas en México (p. 24).
tad de vida del pueblo. Alguna que otra Se trata de una aguda crítica que tanto
vez en sus cursos de filosofía política, el nos cuesta aprender desde una Europa en
profesor Dussel ha brindado una analogía la que cada día parecen destaparse más
sorprendente para ayudar a sus estudian- tramas corruptas de políticos, mientras el
tes a comprender ese hecho inherente a paro asciende a porcentajes alarmantes.
toda comunidad política. Imaginemos a Con todo, el segundo volumen de la
una persona que sufre un asalto violento. Política de la liberación es una lectura
El agresor le zarandea e intenta ahogarle. muy recomendable, pero bastante exi-
En ese instante en el que la víctima siente gente. El carácter sistemático de su expo-
que le falta aire, que no puede aguantar sición a penas facilita la tarea de captar el
más la respiración, su cuerpo se tensa significado de muchos de los conceptos
y lucha con toda su voluntad contra el desglosados a lo largo del texto. Mues-
asesino. De esa misma manera el pueblo tra el esfuerzo que el autor ha realizado
manifiesta su poder político sin recurrir a por sintetizar la investigación de toda
las instituciones políticas cuando se sien- una vida, ofreciendo a los estudiosos un
te oprimido. Es ahí cuando se advierte amplio material desde el cual avanzar
que los representantes sólo preservan su las reflexiones en torno a una filosofía
potestad en tanto que la comunidad optó que no se conforme con buscar las ra-
por delegar de manera temporal su poten- zones de ser del orden establecido, sino
cia. Esto supone que el poder político se que se ocupe también en transformarlo.
juega en una quiebra, un desdoblamiento Para aquellos interesados en ahondar y
que marca el acontecimiento fundacional complementar su lectura es aconsejable
del orden vigente: la enajenación de la adquirir el pequeño libro 20 tesis de po-
potentia en la potestas. La primera es el lítica, publicado en Siglo XXI. Es muy
poder recogido en sí, latente al pueblo. accesible y didáctico, aunque no entra en
La segunda es la cristalización de ese po- los detalles tan valiosos que se encuen-
der en todo el armazón del gobierno, des- tran en los tres tomos mencionados. No
obstante, la obra del profesor Dussel no refiere, pero también —y desde una más
es en absoluto definitiva. Falta mucho amplia perspectiva— en lo referente a
por hacer y escribir en torno a los temas la historia, a la crítica y a la recepción y
esbozados. Es un comienzo parcial pero creación literarias de la literatura españo-
muy prometedor. Quizás ahí resida su la e hispanoamericana.
auténtico valor: en la promesa de que es Bajo el lema “escritoras y compro-
posible considerar un mundo en el cual la miso” quedan convocadas en el texto
exclusión y la alteridad no sean excusas dos fórmulas clave para comprender el
para apartar la mirada sino razones que estadio actual en el que se encuentran
inciten al pensamiento hacia nuevos ve- los estudios no sólo relativos al género,
ricuetos hasta ahora desconocidos, pero sino también a las cuestiones identitarias
siempre necesarios. intímamente relacionadas. Desde que en
1977 Elaine Showalter publicó A litera-
Axel Pérez ture of Their Own (Princenton N. J., Prin-
ceton University Press) —un verdadero
clásico de la teoría literaria feminista—
ENCINAR, ÁNGELES Y VALCÁRCEL, CAR- han sido muchos los intentos de dibujar
MEN (EDS.), Escritoras y compromiso. el mapa secreto de aquella habitación
Literatura española e hispanoame- que en 1929 Virginia Woolf reclamaba
ricana de los siglos XX y XXI, Ma- propia en A Room of One’s Own.
drid, Visor Libros, 2010, Colección Elaine Showalter trazo tres etapas
Biblioteca Filológica Hispana, 111, de autodefinición creciente y en defini-
1.239 pp. tiva de asunción de la propia identidad,
con independencia del ajuste o rechazo
Editado por Carmen Valcárcel y Án- al modelo patriarcal dominante. La fase
geles Encinar y publicado por la editorial femenina, la fase feminista y la fase de la
Visor Libros, el libro Escritoras y com- mujer constituyen tres etapas sucesivas
promiso. Literatura española e hispano- de una búsqueda que Showalter describió
americana de los siglos XX y XXI recoge históricamente pero que bien pueden ha-
las más de cien intervenciones que tuvie- llarse de manera simultánea. Aluden res-
ron lugar en el II Congreso internacional pectivamente a la interiorización de los
celebrado en mayo de 2008 y organizado modelos patriarcales, a la protesta y a la
en la Universidad Autónoma de Madrid defensa de los valores y de los derechos,
y en la Saint Louis University, Madrid y finalmente a una fase de autodescubri-
Campus. El libro está estructurado en miento, a una mirada hacia el interior.
tres secciones; “Perspectivas” —dividida Tres décadas después y bajo el influyente
en “Reflexiones” y “Creación”-; “Co- paradigma actual de los estudios identi-
municaciones”— dividida en “Literatura tarios, el estudio de Showalter cobra un
española” y “Literatura hispanoamerica- interés renovado y muy en especial esa
na”—; y “Lecturas poéticas”. Se abre así fase final —que permanece abierta—
un amplísimo campo en el que se abor- en la que una mujer establece su propia
dan muy interesantes caminos de investi- identidad sin que venga determinada pa-
gación de manera que queda desplegado reja, igual o distinta de la de un hombre.
un verdadero “estado de la cuestión” por De este voluminoso libro, de más de
lo que a la investigación sobre género se 1.200 páginas, apenas si hay espacio aquí
para hacer un recuento preciso de todas rosa a la hora de dibujar la propia identi-
las valiosas contribuciones que lo com- dad en una cuarta fase que haga innece-
ponen. Sí, al menos, es posible resaltar saria las tres primeras. El intercambio y
tres aspectos cruciales a nuestro parecer. diálogo profundo entre recepción crítica
En primer lugar, podrá hallarse en el vo- y creación literaria es uno de los muchos
lumen un verdadero intento de rescatar atractivos que convierten en singular esta
figuras históricas que han permanecido iniciativa.
ocultas bien por razones políticas e his- En nuestra opinión el libro se cons-
tóricas, bien por quedar en la sombra tituye en el panorama actual de referen-
de un canon en exceso masculino. Debe cia más amplio de estudios identitarios
destacarse además la apertura hacia re- y de género. Es una edición cuidada al
novadas perspectivas investigadoras, a detalle, con un excelente prólogo que
través por ejemplo, del análisis de la li- adelanta en lo esencial una variedad en-
teratura femenina en el exilio político o riquecedora plena de sugerencias, atenta
del trabajo de mujeres periodistas en el al debate interno y al respeto profundo
frente. Son trasvases discursivos entre por la diferencia como raíz del compro-
campos aparentemente ajenos pero que miso. En sus páginas el lector encontra-
desde la diferencia, desde el aislamiento, rá estudios muy rigurosos en el plan-
muestran componentes esenciales de ese teamiento y en la oferta bibliográfica,
sentimiento alienante —de extrañeza y ensayos decididamente actuales en la
apartamiento— tantas veces atestiguado observación no sólo del mundo pasado
por la crítica feminista. sino del presente y en todos los aspectos
En segundo lugar, es interesante ob- relativos a la cuestión de género, ade-
servar los motivos renovados para el más de obras creativas, y todo ello tan
compromiso en este siglo XXI y después singular como lo es la literatura escrita
de dos siglos atravesados por la defensa por mujeres; no es una habitación pro-
de los derechos civiles. Las tres fases pia, ni una literatura propia, es literatura
analizadas históricamente por Showal- con nombre propio.
ter estaban marcadas por el optimismo
en una fase ascendente de progreso, la Mª Amelia Fernández Rodríguez
historia sin embargo ha demostrado que
queda mucho por hacer y que hablamos
en realidad de una progresión circular, FORNET-BETANCOURT, RAÚL, Mujer y fi-
casi en eco. Cuestiones como la violen- losofía en el pensamiento iberoame-
cia de género, los “techos de cristal”, la ricano. Momentos de una relación
representatividad o la interiorización de difícil, Anthropos, 2009, 206 pp.
modelos patriarcales nos alejan de una
habitación propia o nos empujan a cons- Un prólogo, tres capítulos, unas ob-
truir una nueva sobre todo en aquellos servaciones finales y una bibliografía son
lugares en los que no se garantizan los los cuatro apartados de este… libro. Y
derechos de las mujeres. dejo puntos suspensivos por la larga lista
En tercer lugar, este libro recoge tan- de elogiosos y merecidos adjetivos que
to escritos teóricos y críticos como textos se le podrían atribuir, la misma lista que
de creación en su mayor parte inéditos en a su autor. Ya que sólo desde la empatía,
una propuesta realmente original y gene- la humildad, el deseo de conocer lo dife-
tes de estas autoras. Esta bibliografía nos pero a ella le cuesta salir de sí misma. Es
permitir tener conocimiento de ellos. todo un indicio de la pobreza del euro-
peísmo, de la necesidad de comunicación
Gemma Gordo entre diversas lenguas y culturas. Vamos,
que hay que volver a leer a Vico y a Her-
der.
GANDLER, STEFAN, Marxismo crítico en Empezando por Sánchez Vázquez,
México: Adolfo Sánchez Vázquez y Gandler ofrece, en primer lugar, un do-
Bolívar Echeverría, México, Fondo cumentado recorrido por su biografía,
de Cultura Económica/UNAM/UAQ, gracias a lo cual puede seguirse bastan-
2007, 621 pp. te bien su etapa estudiantil, su actividad
como cronista de la guerra civil y las
En la historia del marxismo español y fases de su formación teórica en el exi-
latinoamericano han sido pocos los auto- lio, así como su distanciamiento y críti-
res que han destacado por su aportación ca del diamat y su copiosa producción
teórica. Adolfo Sánchez Vázquez es uno intelectual. La obra con la que Sánchez
de ellos. Sin duda es el más destacado Vázquez apareció como teórico de en-
entre los que aún viven. Tras combatir vergadura, la que figura en la biblioteca
en la guerra civil como militante de las de todo marxista latinoamericano o espa-
Juventudes Comunistas, llegó exiliado a ñol, es Filosofía de la praxis, publicada
México, país que se convirtió en su se- en 1967 en México, segunda edición en
gunda patria para siempre. En su persona 1980, con importantes modificaciones.
reúne la experiencia de la guerra civil y Gandler analiza minuciosamente el con-
el aprendizaje continuo a lo largo de una tenido de Filosofía de la praxis, un libro
trayectoria vital que, aparte de fecunda, en el que, frente al economicismo típico
es todo un modelo de evolución crítica. del marxismo ortodoxo, se subraya el
Gandler hace aquí justicia a la obra de lado subjetivo, la praxis como elemen-
Sánchez Vázquez y a la del ecuatoria- to primordial del compromiso político.
no Bolívar Echeverría, otro exiliado en Este aspecto es apoyado en los escritos
México al que está dedicado el libro. Y del Marx joven, especialmente las “Tesis
creo que es acertado el título que ha esco- sobre Feuerbach” y La ideología alema-
gido, Marxismo crítico en México, pues na. Partiendo de estos escritos, construye
de eso se trata, de marxismo crítico, no Sánchez Vázquez una presentación de la
dogmático, y de marxismo en una len- filosofía de Marx centrada en la praxis.
gua que no es ni el alemán ni el ruso. El No es que el autor hispano-mexicano
lector de lengua española agradecerá la haya inventado esta categoría. Ya Grams-
franqueza con que Gandler, investigador ci había elaborado su marxismo como
alemán con más de 10 años de residencia filosofía de la praxis. Y Gandler recuer-
en México, confiesa su descubrimiento da muy oportunamente el conocimiento
de los condicionantes con que se estudia que Sánchez Vázquez tiene del grupo
filosofía en Alemania, una filosofía que yugoslavo “Praxis”, con el que mantu-
ignora autores, problemas y culturas de vo un vivo intercambio. Pero es, sobre
otros medios geográficos. En todos los todo, el marxismo enlatado, el diamat, el
países europeos se estudia la filosofía que queda puesto en evidencia como un
alemana como una cumbre del filosofar, esquema inservible por dogmático, por
constituir un catecismo simplista y de- esa pregunta es, ante todo, una pregunta
formante del pensamiento de Marx. de la praxis política y no una escolástica
El libro de Gandler tiene el mérito que pudiera contestar dentro del marco
de ofrecer al lector un análisis porme- meramente teórico. Experiencias pare-
norizado de la comprensión, supuestos y cidas tuvo el autor una y otra vez en el
alcance del concepto de praxis tal como curso del seminario filosófico (!) imparti-
lo utiliza el autor hispano-mexicano. No do en esta institución, donde varias veces
hay que olvidar que en 1967, cuando fue exhortado a no hacer tan académicas
apareció Filosofía de la praxis, estaba en las discusiones teóricas ni considerarlas
el primer plano la revolución cubana, la aisladas de la praxis política concreta.
cual avivó la esperanza de de construir Para el autor, que en la Universidad de
una nueva sociedad partiendo de un pro- Frankfurt sólo escuchó siempre exacta-
yecto humanista. Esta nueva sociedad iba mente lo contrario, ésta es una impresio-
a surgir de la capacidad creativa de gru- nante experiencia teórico-política”.
pos humanos combativos, guiados por Además de Filosofía de la praxis,
ideas que tenían poco que ver con el mar- Gandler examina, naturalmente, el resto
xismo de cuño estalinista, como es evi- de la producción intelectual de Sánchez
dente en el caso del “Che”. La experien- Vázquez y resalta que su choque con
cia socialista en Chile, en 1970, así como el diamat nace de su tesis de maestría,
la posterior revolución sandinista de Ni- Conciencia y realidad en la obra de arte
caragua, son otros elementos que tienen (1955). Aunque en esta tesis defiende to-
mucho que ver con el reforzamiento de davía el “realismo socialista”, ahí comen-
la lectura praxeológica de Marx que pro- zará un distanciamiento que es creciente
pone Sánchez Vázquez. Todo ello hace en su teoría estética (uno de los fuertes
que esta lectura sea una respuesta crítica de Sánchez Vázquez, que publica en
al “corte epistemológico” propagado por 1965 Las ideas estéticas de Marx) y en
Althusser. Este autor francés, de tanta di- toda su producción, según van pasando
fusión en el ámbito de lengua española, los años. Gandler no escatima, de todos
muy especialmente en Latinoamérica, modos, observaciones críticas acerca de
tiene en Filosofía de la praxis una con- la persistencia de “residuos” ortodoxos y
trapartida humanista y práctica al cien- en torno a alguna incoherencia en el vo-
tificismo (“teoricismo” lo llama Sánchez cabulario. Además, Gandler recoge crí-
Vázquez) propuesto en libros como La ticamente algún trabajo publicado ante-
revolución teórica de Marx o Para leer El riormente sobre Sánchez Vázquez, como
capital, dos de los títulos más conocidos el del cubano Acanda González, quien
de Althusser. Filosofía de la praxis apun- presentó en Leipzig, un año antes de la
ta a la acción, no a la acción espontánea, caída del muro, una tesis sobre el autor
sin criterio, desgajada de la teoría, sino a hispano-mexicano en la que reprochaba
la acción que no permite ser camuflada o a éste que su “interpretación del marxis-
disuelta en el mundo de las ideas, ya sea mo-leninismo es tercamente negada en
el platónico, el hegeliano o el althusse- todo su trabajo” (pp. 140-141), lo cual
riano. Gandler cuenta en una nota de la no impide a Acanda presentarse, “sin
p. 191 cómo respondió Sánchez Vázquez reflexionar su propio pasado filosófico,
a la pregunta acerca de cómo veía el mar- como alguien que siempre ha practicado
xismo en Latinoamérica: “contestó que una interpretación crítica de Marx” (pp.
mila el método fenomenológico, hasta el dos brazos o caminos, “de ida” o de asi-
póstumo La idea de principio en Leibniz, milación de los problemas y búsqueda de
texto tardío que revisa sus posiciones an- las soluciones, que lleva a cabo partiendo
teriores. No hay forma de resumir aquí la de la remodelación de los métodos tradi-
minuciosa reconstrucción de los sentidos cionales de la filosofía, el deductivo, el
del término llevada a cabo. dialéctico y el fenomenológico; y el “de
En el capítulo II, “El método de la vuelta” o de presentación y despliegue
razón vital”, procede a reconstruir ex- de su propia solución, que González-
presa y ordenadamente las “reglas del Sandoval cifra en los recursos estilísticos
método” de las que se sirvió Ortega para de los que se sirve Ortega, a los que con-
pensar su filosofía, acervo metodológi- sidera parte sustancial del propio modo
co que fue naciendo de la urgencia a que de pensar orteguiano y no meros adornos
estuvo sometida una forma de entender literarios. Dedica así breves estudios a
y practicar la filosofía que se reclamaba los siguientes instrumentos de estilo: la
como “salvación de la circunstancia”. El ironía, la paradoja, la tensión dramática,
método efectivo del filosofar orteguia- los desvíos laterales, recurso cuyo uso
no, según Sandoval, se articula en dos critica con razón, sinestesia, carácter líri-
fases, “camino de ida y vuelta”, median- co del discurso y circunstancialidad en el
te el cual aspira a conceptualizar (acaso tratamiento de los temas.
tarea imposible) el modo de mirar del Precisamente, un pensar que se re-
Espectador propio de la razón viviente. clamó desde el principio “de circuns-
Y cuando aludo a la alta dificultad de tancias” y que tenía que ejecutarse en
la empresa me limito a hacerme eco del un país sin tradición filosófica moderna,
reconocimiento del “carácter problemá- esto es, secularizada, en el sentido de
tico de la obra de Ortega” que declara el situada más allá del debate escolástico
propio autor. razón-fe, como era la España de comien-
La originalidad de este libro hay que zos del XX, no podía escribirse según las
buscarla en su segunda parte donde, formas canonizadas por otras tradicio-
después de establecido el método de la nes como la francesa o la alemana. Para
razón vital, se lleva a cabo un análisis Sandoval la filosofía de Ortega tenía que
de las consecuencias que dicho método enfrentarse simultáneamente con el pro-
tiene para la forma y el contenido de la blema de la forma y el del fondo, cosa
filosofía que fue generando. Tercia así que hizo reinventando el ensayo filosófi-
en varias polémicas que vienen de muy co. Éste “origina una actitud intelectual
atrás sobre el ensayismo de Ortega y si y existencial que, si bien dispensa de
éste es o no compatible con el sistema. un sistematismo formal cerrado, obliga
También, pues guarda relación con lo an- a pensar de una manera sistemática; es
terior, en la cuestión de los “nombres” de decir, con coherencia y rigor objetivo y
esta filosofía: si la razón vital y la razón conceptualización constante a lo largo de
histórica son diferentes, una evolución de sus escritos” (159). Ahora bien, el prin-
la otra o la primera absorbe en su interior cipio que ordena no puede estar dentro
a la segunda. Para el autor, la dificultad del universo de las ideas, sino fuera de
en el filosofar de Ortega, que reconoció él. Y así, el principio que crea sistema
en el arranque de su libro, reside en la para la razón vital no es una tesis, sino
complejidad de un método, dispuesto en la realidad de la propia vida, o “realidad
drían sugerir cierta visión idealizadora título que lo encabeza podría ser la me-
del hombre o del humanismo. Si así fue- jor definición del humanismo: luz en la
ra, traicionaríamos la reflexión de Ímaz, caverna.
pues para este pensador el humanismo
fue una necesidad más que un ideal fi- Antolín Sánchez Cuervo
lantrópico —algo que a su juicio encar-
nó el teólogo y activista Albert Schweit-
zer (pp.131-135), una respuesta a la LUBY, BARRY J., The Uncertainties in
experiencia histórica de inhumanidad Twentieth- and Twenty-first Century
más que una teoría abstracta o un “au- Analytic Thought: Miguel de Unamu-
rea mediocritas” (p.156), salvación de no the Precursor. Newark, Delaware:
lo humano antes que formación huma- Juan de la Cuesta, 2008, 205 pp.
nística o erudición sobre el hombre. Por
eso es pacifismo beligerante y denuncia El objeto de The Uncertainties in
del “cinismo sistemático del crimen” Twentieth- and Twenty-first Century
de nuestros días —afirma en la p.34, a Analytic Thought [Las incertidumbres
propósito de un libro de Archibald Mac del pensamiento analítico de los siglos
Leish sobre el trasfondo de las recientes XX y XXI] radica esencial y fundamen-
guerras— o advertencia ante un estallido talmente en demostrar que a Miguel de
de paz más ficticio que real. Es comuni- Unamuno debe tenerse por el precursor
dad o “entrega enteriza y personal a los de parte de las tendencias filosóficas ma-
demás y a la vida con los demás” como duradas desde el siglo XX hasta nuestros
única vía de transparencia del Ser para días. Los planteamientos de este libro
el hombre, dirá a propósito de Buber y merecen toda consideración e interés,
a contrapelo de los pseudo-humanismos tanto por parte de los unamunistas como
espectrales y esqueléticos de Heidegger de los historiadores de la filosofía. Cier-
y Sartre, a quien, por cierto, recordará tamente, la obra —literaria, filosófica e
que una reivindicación del hombre como ideológica— de Unamuno se anticipó a
“posibilidad de ser todas las cosas” las grandes tendencias del siglo XX: sus
(p.248) ya había sido planteada por Luis nivolas son (lato sensu) existencialistas
Vives, entre otros humanistas del siglo antes de que cuajara la novela existencia-
XVI. Y es también conciencia vigilan- lista; su teatro se caracteriza por su áni-
te ante el dogmatismo y la tecnocracia, mo innovador; y su proceder analítico,
especialmente ante el más anticientífico como demuestra Luby, preconizan a los
de los dogmatismos, encarnado en la pensadores del siglo XX. Esta capacidad
pretensión domesticadora de la ciencia innovadora de Unamuno quizá no haya
cuando olvida que “es un producto de atraído la atención crítica de la cual, en
la convivencia humana” y que “ésta le justicia, es meritoria, con algunas hon-
rebasa infinitamente” (p.234). Se trata rosas excepciones —como los trabajos
sólo de un pequeño acopio de citas que de Carlos Longhurst sobre la novela, de
son representativas. En mi opinión, la Stephen Roberts sobre su acción intelec-
cuestión del humanismo subyace en la tual, o de Elías Díaz y Manuel Urrutia
reflexión desplegada a lo largo del pre- sobre su pensamiento político—. Y en
sente volumen, haciéndose explícita en esto estriba, acaso, la tarea más urgente
numerosos pasajes. Después de todo, el para los estudiosos del insigne autor vas-
idea que se corresponde, groso modo, en físicos, como David Bohm y Eugene
el planteamiento del juego de palabras Wigner. En relación con la filosofía de
de Wittgenstein. Este carácter metafórico estos, Luby encuentra dos importantes
dota al lenguaje de un halo poético que lo puntos de coincidencia con Unamuno.
impregna y que tiene como primer coro- Primero, la imperiosa necesidad de re-
lario la contemplación del mundo desde conocer las diferencias entre la realidad
una perspectiva antipositivista. En este y el conocimiento. Segundo, que es un
sentido, la relación lenguaje-realidad, o error renunciar a entender la verdad aun
el realismo interno promulgado por Una- cuando ésta se escape al conocimiento.
muno, antecede claramente a Richard Así, Unamuno, como los estudiosos de
Rorty e I. A. Richards, entre otros. los fenómenos físicos después, acabó por
El tercer capítulo se centra en la com- entender y asumir que el conocimiento es
prensión de la realidad desde la premisa una estructura limitada e impráctica en el
de que el valor de la razón en este empeño terreno de lo espiritual. Todo ello permite
ha de medirse en función de su capacidad a Luby presentar a Unamuno como el pa-
de suscitar la duda. Además de ello, Una- dre de la filosofía posterior que confirió a
muno entiende irrefutable el principio de la poesía una importancia capital.
que la razón se halla abocada al fracaso El sexto capítulo se centra en la reli-
más estrepitoso cuando se aventura a sis- gión. Luby sugiere que los conocimien-
tematizar lo espiritual. De esta suerte, tos de física y química de Unamuno
aunque la razón no sea una herramienta —por rudimentarios que fuesen— le die-
efectiva para el entendimiento de la reali- ron pie a rechazar el positivismo lógico.
dad, Unamuno no renuncia a su empleo, Sin embargo, Luby estima que el empi-
pero sí reconoce la primacía en este or- rismo lógico inspirado en los primeros
den de la metafísica especulativa. En este trabajos de Wittgenstein —una suerte de
sentido, entre las innovaciones de su pen- positivismo lógico más alejado del positi-
samiento cabe destacar cómo Unamuno vismo decimonónico— recuerda las dis-
rechaza la creencia en que el pensamien- quisiciones de Unamuno en torno a Dios,
to humano y la realidad pueden asimilar- la muerte y la inmortalidad. Luby se cen-
se algorítmicamente, idea desarrollada tra aquí en las analogías entre Unamuno
ulteriormente por filósofos como Roger y Hilary Putnam, quien en su libro Ethics
Penrose y Colin McGinn. Without Ontology alude repetidamente a
El cuarto capítulo aborda las carestías William James. Toda vez que James in-
de la ciencia como canal exegético del fluyó en Unamuno, el trabajo de Putnam
mundo. En este capítulo continúa Luby tiene en el rector salmantino un evidente
su explicación de las fisuras de la razón. precursor. De especial interés resulta que
Como es notorio, Unamuno entendía la posición central que Unamuno conce-
que, en toda observación del mundo y de de a Dios y la muerte fuera reconocida
la existencia, la ciencia precisa inevita- después por filósofos de varias escuelas,
blemente de la creatividad y la imagina- por ejemplo Paul Davies, Russell Stan-
ción. De esta suerte, es menester que el nard, Ann Foerst y David Gelernter.
arte ocupe una posición de primacía en Las incertidumbres del pensamiento
todo argumento filosófico. En ello, Una- analítico de los siglos XX y XXI demuestra
muno se adelanta a la concepción dialéc- sobradamente que Unamuno se adelantó
tica de los estudiosos de los fenómenos a muchas de las corrientes filosóficas del
siglo XX. En sus páginas, Luby ofrece Supplementum Lullianum, Tomo II,
una explicación nítida y clarividente de Turnhout- Belgium, Brepolis Publis-
cómo el pensamiento analítico del último hers, 2008.
siglo —y algunos nombres tan conocidos
y venerados como Wittgenstein, Choms- Alexander Fidora y Josep E. Rubio
ky, Rorty o Putnam— ha repetido ideas proponen, en esta obra, en colaboración
axiales apuntadas y desarrolladas antes con Óscar de la Cruz, Fernando Domín-
por Unamuno. Otra cosa, de no menos guez, Jordi Gaya y Marta M. M. Roma-
importancia, se demuestra aquí: que no, una profunda, cuidadosa y detallada
todos estos pensadores desconocían a reflexión en torno a la biografía y el pen-
Unamuno y que nuestro autor no ejerció samiento teológico y filosófico de Ramón
influencia alguna en ellos. Caso ilustrati- Llull (c. 1232-1316). Su grandioso lega-
vo hallamos en Putnam, quien recurre a do intelectual, conformado por más de
James cuando tenía un antecedente más 280 obras, es abordado a través del hilo
próximo en Unamuno. Y ésta es, quizá, conductor del ars lulliana, instrumento
la gran tragedia intelectual de Unamuno: pedagógico de carácter filosófico-teoló-
que aun cuando se adelantó décadas a los gico en el que las diversas ciencias halla-
pasos que la filosofía y la literatura fue ron una unión epistemológica expresada
dando, no ejerció influencia alguna en en una gran variedad de formas literarias
filósofos como los reseñados por Luby y lingüísticas en las que se evidencia una
o en literatos como Pirandello o Joyce, estrecha relación con las circunstancias
porque no le habían leído. Algo similar biográficas del autor. Con la intención
ocurrió a los novedosos trabajos de ana- de ofrecer una visión general de este in-
tomía de Leonardo da Vinci, perdidos y agotable pensador, los autores de la obra
recuperados una vez que la ciencia había ofrecen un esmerado estudio dividido en
repetido sus asombrosos descubrimien- tres principales secciones.
tos. En su introducción, Luby declara La primera parte de la obra, a cargo
haber escrito su libro en inglés con el fin de Fernando Domínguez y Jordi Gayà,
de ponerlo al alcance de quienes no lean está dedicada a los avatares biográficos
español. Éste quizá sea el mayor valor del pensador mallorquín. Se presentan,
de Las incertidumbres del pensamiento en primer lugar, las fuentes empleadas
analítico de los siglos XX y XXI: mostrar para el estudio, entre las que destaca es-
a filósofos angloparlantes el extraordina- pecialmente su Vita coaetanea de 1311,
rio valor que el pensamiento filosófico de junto a las numerosas referencias biográ-
Unamuno atesora. ficas que el propio Llull introdujo en sus
textos y la compilación de datos realiza-
J. A. G. Ardila da tras su muerte, bajo la dirección de su
discípulo, el maestro Thomas Le Myé-
sier. A continuación, los autores dedican
LULLUS, RAIMUNDUS, An introduction to un amplio espacio al entorno geopolítico
his Life, Works and Thought, ALEXAN- que jalonará los primeros años de vida
DER FIDORA Y JOSEP E.RUBIO (EDS.), de Raimundo, en el cual el entorno so-
Corpus Christianorum, Continuatio cio cultural mallorquín queda enmarca-
Mediaeualis, 214, Doctoris Illumi- do por un estudio de la casa de Aragón
nati, Raimundi Lulli Opera Latina, y el Reino balear al que se suma una
perspectiva de las relaciones entre los ju- lana, empleada tanto para describir sus
díos, musulmanes y cristianos de la isla. sentimientos como para transmitir los
Un detallado apartado se dedica también más abstractos pensamientos filosóficos.
a sus orígenes familiares, infancia, ma- Todo ello viene complementado por un
trimonio e integración en la vida social estudio en el que se detalla la transmisión
y económica. A continuación el estudio de los más de 2000 manuscritos que se
se centra en su conversión, motivada por conservan, recogidos principalmente de
sus recurrentes visiones de Cristo cru- la Biblioteca Pública de Palma de Ma-
cificado que le llevaron a la decisión de llorca, Biblioteca Apostólica Vaticana,
adquirir un papel activo en las controver- Bayerische Staatsbibliotek de Munich,
sias religiosas de su tiempo. Los nueve Biblioteca Nacional de París y de la Bi-
años de estudios en Mallorca donde Llull blioteca Ambrosiana de Milán, y los cri-
aprendió el árabe culminaron con el des- terios seguidos para la catalogación de
cubrimiento del Arte cuando “el Señor los trabajos. A continuación se presenta
iluminó de repente su mente, ofreciéndo- la lista de obras basada en el material del
le la forma y el método de un libro contra Raimundus-Lullus-Institut, usado para
los errores de los no creyentes”. En los la edición ROL (1957) y publicado por
sucesivos apartados se van exponiendo primera vez en la presente obra. Las 280
momentos clave de la vida de nuestro referencias vienen acompañadas por da-
autor cuyo hilo conductor serán sus via- tos relativos al periodo y lugar en el que
jes a Montpellier, Roma, París, Génova, fueron escritas, rasgos e influencias, len-
Túnez, Pisa y sus misiones en África, ex- gua original de redacción, traducciones y
poniéndose en cada momento, de forma contenidos del tema desarrollado.
cronológica y minuciosamente detallada, La última gran parte de esta obra, de-
las obras que fueron redactadas al ritmo dicada al pensamiento de Raimundo Lu-
de sus vivencias personales. La primera llio, se halla a su vez subdividida en cuatro
parte se cierra con las circunstancias del secciones. La primera de ellas, a cargo de
Concilio de Viena y sus últimos viajes a Josep Enric Rubio, está dedicada al pro-
Sicilia y África. pósito y función del ars lulliana, presen-
La segunda parte, a cargo de Fernan- tando el sustrato colectivo de las religio-
do Domínguez, consiste en un catálogo nes como punto de partida del Arte y su
pormenorizado de todos los escritos lu- fundamentación interna a través del estu-
lianos, en total 280 obras, que han sido dio de los textos y métodos empleados. El
certificados, con excepción de unos po- desarrollo del método de Llull se presenta
cos, hasta el momento. El listado crono- dividido cronológicamente en dos etapas.
lógico viene precedido por un estudio La primera, representada por Ars inuen-
dedicado a las características de los es- tiua ueritatis, Ars compendiosa inuenien-
critos de Llull, donde se hace referencia di ueritatem y Ars demostratiua, abarca el
a los rasgos de su estilo monótono y di- periodo que va hasta 1290, y en ella se es-
recto —que sin embargo tenía como fin tudian principalmente las figuras, modos
la búsqueda de un lenguaje comprensible y cuestiones características de esta etapa
por todos— al carácter autodidacta de hasta los primeros intentos de simplifica-
su conocimiento del latín, al empleo de ción del sistema en Ars inuendi particula-
las lenguas y a su singular importancia ria in uniuersalibus, Liber propositionum
como origen de la prosa literaria cata- secundum Arte demostratiuam compila-
tus, Lectura super figuras Artis demostra- El cuarto apartado, Ámbito divino,
tivae y Compendium Artis demostratiuae. presenta al Ramón Llull teólogo. Jordi
La segunda comprende los cambios en el Gayá expone el pensamiento teológico
arte a partir de 1290, representados prin- del mallorquín profundizando en sus es-
cipalmente por el Ars inuentiua veritatis, critos acerca de la divinidad como sujeto
hasta la estructura, reglas, figuras, cuestio- y punto central del arte, del concepto de
nes y nuevas formas de definición del Arte dignidad y del uso, principios y finali-
final en Ars generalis ultima de de 1305. dad de la teología, tanto en su contexto
Este primer apartado se complementa con histórico como en el ámbito del Arte. El
dos apéndices dedicados respectivamente apartado se completa con un estudio del
a las figuras del arte cuaternario y las figu- uso y el significado de la demostración
ras del arte ternario. en la teología, el papel de las autoridades
En el segundo apartado, que lleva por y la misión de los teólogos, la finalidad
título Ámbito natural, Josep Enric Rubio de las misiones y apologéticas, para fina-
se centra en el estudio del lugar de la fi- lizar con el tratamiento que Llull ofrece a
losofía natural en los trabajos de Llull. los misterios de la trinidad, la creación y
En el texto se presta especial atención al la encarnación.
simbolismo cosmológico y a la estructu-
ra del cosmos analógico. Su estructura, Ana María Minecan
similitudes y significados aparecen ex-
plicados en un apartado dedicado a la es-
cala de las criaturas del mundo sublunar, MARAÑON, GREGORIO, Epistolario in-
caos, cuerpos elementales, teoría de los édito. Marañón - Ortega - Unamu-
cuatro elementos, cualidades, las mez- no, Edición crítica de Antonio Ló-
clas, y la alquimia; y otro dedicado a las pez Vega, Madrid, Espasa, 2008,
esferas celestes, donde se estudia la con- 308 pp.
tribución de Llull al modelo tradicional,
sus consideraciones acerca de la acción Nos presenta su editor las cartas que
a distancia, el estatus científico de la as- cruzaron entre sí Marañón con Unamu-
tronomía y su crítica a la ciencia antigua. no y Ortega. El estudio que antepone
Ámbito humano, a cargo de Marta M. M. proporciona al lector el marco histórico
Romano y Óscar de la Cruz, constituye de las vidas entrecruzadas de estos tres
el tercer apartado centrado en los temas intelectuales que influyeron en la histo-
relativos a la naturaleza del hombre, des- ria contemporánea de España a lo largo
crito como un ser capaz de adquirir el co- de más de medio siglo. La excelente
nocimiento por medio del Arte, y tratada reconstrucción del contexto histórico
especialmente en el Llibre de contempla- y biográfico, sobre todo de las vidas de
ció en Déu, la constitución de sus facul- Marañón y Ortega, ambos prácticamente
tades y potencias, razón, imaginación, coetáneos —Ortega nace en 1883 y Ma-
memoria, intelecto y deseo, junto a sus rañón en 1887—, miembros, por tanto,
reflexiones acerca de la moralidad, el ám- de la Generación del 14, resulta muy bien
bito cívico y eclesiástico, las cruzadas y completada por el minucioso aparato de
las misiones, los periodos de la historia, notas con que esclarece prácticamente
naciones, y relaciones entre judíos, mu- cualquier dato, fecha, personaje o acon-
sulmanes y cristianos. tecimiento que aparezca en las cartas. Y
cuando hay una cita o una alusión a algu- ciencia y la moralidad pública que habían
na obra del autor o receptor de la misiva, hecho los cimientos de la Europa que
Antonio López ofrece la referencia con ellos identificaban como el ideal salva-
ampliación y contextualización de la cita dor. Los tres, sin embargo, coincidieron
de que se trate. Esto convierte a la edi- en un liberalismo profundo, en el sentido
ción que presentamos con un cierto retra- de que compartieron la creencia de que
so, por las limitaciones que presenta un el ser humano está obligado a hacer su
anuario, en una auténtica edición crítica propia vida y, para ello, debe tomar sus
de un notable interés. decisiones con el máximo de libertades
La correspondencia entre Marañón y públicas y personales. Coincidieron tam-
Unamuno, líder de la generación del 98 bién en una concepción de la inteligen-
y Ortega, del 14, nos ofrece la ocasión cia como algo que debía servir al bien
para ejecutar una amplia mirada histórica público y un sentido del patriotismo que
al periodo que cubre el intercambio epis- hoy resulta incluso difícil de entender. Y
tolar, las décadas de más peso y trascen- no digamos de hallar entre nuestros con-
dencia para el destino de la España con- temporáneos. A pesar de las diferencias
temporánea: la década de los veinte, con de formación y carácter, entre el espíritu
la crisis del sistema de la Restauración poético-trágico-religioso de Unamuno,
y con ella, la de la monarquía, la dicta- el filosófico-vital de Ortega y el cien-
dura de Primo de Rivera; los treinta, con tífico-reformista de Marañón, los tres
la llegada de la República y la Guerra coincidieron en cultivar ciertas virtudes
Civil y los cuarenta con la consolidación consustanciales al espíritu liberal que se
de la dictadura de Franco y la Segunda extinguió con ellos: la veracidad intelec-
Guerra Mundial, cuyo desenlace con la tual, la independencia de juicio respecto
derrota de las potencias del Eje no afectó de los partidos políticos y los grupos de
al destino de España. Cabe aún otra pers- presión, la interpretación del compromi-
pectiva: leer la correspondencia como so con la comunidad en términos éticos
un episodio decisivo de nuestra historia antes que políticos —repárese en que a
intelectual, no sólo por quienes son sus pesar de su proximidad al mundo polí-
protagonistas sino porque las cartas nos tico, ninguno de los tres ejerció cargos
permiten asistir a la tensión entre Una- de responsabilidad en las instituciones
muno y Ortega como “antagonistas” que del Estado, con la excepción del paso de
luchaban por definir y acotar el espacio de Unamuno por el Rectorado de Salaman-
ideas y valores en torno al problema de la ca, del que salió en 1914.
modernidad científica, política y filosófi- Se presenta primero la corresponden-
ca de cara a la superación de la crisis de cia Unamuno-Marañón porque es crono-
la España surgida de la derrota de 1898. lógicamente anterior a la de Ortega. Es
Marañón fue un testigo de excepción en una pena que sólo se conserve una carta
una polémica que enfrentó dos concep- de Unamuno porque, nos informa el edi-
ciones de la vida, del conocimiento y de tor, Marañón perdió muchos papeles en
la acción, una, la de Unamuno refractaria los vaivenes de la guerra civil. El inter-
a la modernidad, de la que desconfiaba cambio más intenso corresponde a los
profundamente, no sin razón. Y otra, que años veinte, cuando ambos comparten
compartían por temple y formación Orte- su lucha contra la dictadura de Primo de
ga y Marañón, que lo esperaba todo de la Rivera. Se enfría a raíz del estrechamien-
una sociedad como la española, falta de llevada a cabo por D. Benito Madariaga
tradiciones y sobrada de retórica tradi- de la Campa (donde se comenta la rele-
cionalista procedente de la diversidad de vancia de Turró en los diversos ámbitos a
nacionalismos” (p. 7). Aunque el estudio los que se dedicó, sus obras más impor-
de la vida y obra de Ramón Turró queda tantes, sus amistades más destacables:
suficientemente justificado por su impor- Galdós, Unamuno, Ortega y Gasset, Ja-
tancia en el ámbito académico y cientí- cinto Verdaguer, Gabriel Miró…; ade-
fico, también hay que destacar su labor más de repasar algunos de los cargos más
en el panorama político y social, tanto importantes que desempeñó: Director de
español como europeo. la Sección de Bacteriología del Labora-
En el Discurso del Presidente del Co- torio de Ciencias Médicas de Cataluña,
mité de Organización y Propaganda de la Presidente de la Sociedad de Biología de
IV Asamblea Nacional Veterinaria cele- Barcelona, ciudad de que la que también
brado en Barcelona en Octubre de 1917 fue director del Laboratorio municipal…
Turró deja claro que su preocupación por A nivel internacional, su reconocimiento
la veterinaria (tanto a nivel teórico como lo muestra su invitación al Tercer Con-
práctico) es algo más que un interés cien- greso de Medicina Rusa, el nombra-
tífico, un elemento regenerativo de la na- miento de Socio de Honor por parte de
ción, de la patria: “El problema de la Ve- la Academia de Medicina de Buenos Ai-
terinaria en España es un problema vital res…), un Estudio de la Obra Científica
y de urgencia; es también un problema del veterinario catalán realizado por Mi-
de patria. La vida de un pueblo depende, lagros Saiz Roca (quien nos aporta una
como la vida de una familia, de su patri- catalogación de la obra de Turró por te-
monio, y el patrimonio verdadero de Es- máticas: literatura, crítica, bacteriología,
paña no he de deciros donde está: en su epidemiología, inmunología, filosofía,
suelo, en el aire que orea su vegetación, veterinaria…) y el interesante Epistola-
en el sol que la fecunda” (p. 13). rio Unamuno-Dr. Turró, obra de Laurea-
Veterinario, médico, fisiólogo, filó- no Robles (que contiene 21 documentos,
sofo… pero, sobre todo, Maestro. La en los que se ve claramente la amistad
Justificación realizada por el profesor que hubo entre ambos y su repercusión:
Francisco Rojo Vázquez, presidente de “Mi exitazo en Madrid, como el éxito de
la Asociación Leonesa de Historia Vete- mi libro en España y en algunos pueblos
rinaria, hace especial hincapié en ese as- de América, sin el factor Unamuno no
pecto, ya que “quien no establece límites serían explicables”).
para ejercer su pedagogía, quien persigue Como complemento a los anteriores
metas universales de verdad, de justicia y trabajos se incluye un facsímil de los es-
de belleza para iluminar con su lección critos publicados con motivo de la muerte
el ámbito del aula y las penumbras de la de Turró en la Revista de Higiene y Sani-
calle, ese es el Maestro” (p. 27). dad Pecuarias, dirigida por Félix Gordón
Después de la Presentación, el Dis- Ordás. Compuesto por: 1) In Memoriam.
curso y la Justificación, que nos ayudan Ha muerto Don Ramón Turró. 2) Vida y
a comprender la adecuación del volumen obras de Turró. Notas para una biografía
y a ubicar al autor y su obra, el libro con- y bibliografía. 3) Muestras de trabajos
tinúa con una Introducción, que consta del maestro. 4) La obra de Turró juzgada
de una reseña biográfica de Ramón Turró por sus discípulos (que contiene análi-
Para concluir, tal y como en la intro- este mismo. De ahí la importancia que
ducción se señala, debemos hacer hinca- tiene para el conocimiento de la historia
pié en que obras como estas solo pueden “menuda” la publicación de memorias; y
realizarse con un sólido proyecto cuyas tanto más cuanto su autor haya partici-
simientes se sembraron hace décadas, y pado en acontecimientos que han dejado
cuyos resultados y frutos se recogen len- huella… Es el caso de las memorias de
tamente a lo largo de los años. Se trata de Alfredo Mendizábal (1897-1981), y de
un libro que perdurará en la historiogra- ahí la oportunidad de este libro, que ve
fía modernista, pues, en este sentido, no la luz gracias al empeño de sus editores
hace sino continuar una senda que cuenta más que a la voluntad del autor.
con importantes obras precedentes y que Las reticencias que, según cuenta
disfrutará de continuidad en futuros es- Mendizábal, tuvo no ya a publicar sino
tudios. a escribir sus recuerdos pudieran expli-
carse desde su propio carácter, más dado
Carlos Javier de Carlos Morales a la comunicación espontánea y diálogo
vivo y directo con amigos que estimulan
y ayudan con su complicidad y preguntas
MENDIZÁBAL VILLALBA, ALFREDO, Preté- a dar a luz el fondo a veces borroso de
rito imperfecto. Memorias de un uto- la memoria, que a recitar retóricamen-
pista. Edición a cargo de Benjamín te ante un público anónimo historias ya
Rivaya García, Etelvino González elaboradas dirigidas a imponer o impre-
López y Rafael Sempau Díaz del Río. sionar más que a proponer… Pudiera
Oviedo, Real Instituto de Estudios ser… Pero sin descartar su psicología,
Asturianos, 2009, 335 pp. lo que parece explicar en última instan-
cia su retraimiento a escribir y publicar
La historia no puede escribirse sólo sus recuerdos tiene que ver —creo— con
con libros de memorias o dictados a la la base de su posición filosófica: el per-
sola luz de los recuerdos personales. La sonalismo comunitario, movimiento de
función selectiva que todo hombre hace pensamiento y acción inspirado en auto-
de su experiencia es un hecho bien pro- res como Jacques Maritain y Emmanuel
bado y pudiera suceder que en virtud Mounier, entre otros. Este movimiento le
de ese fenómeno inevitable se resienta imponía desde luego el deber de compro-
de una u otra forma la veracidad de la meterse con firmeza en la defensa de de-
narración por alguno de sus varios y di- terminados valores filosóficos, políticos,
versos niveles… Por tanto, una historia religiosos y económicos (que en él fueron
basada únicamente en este tipo de fuen- de signo tomista, democrático, católico y
tes no es fiable. Y, sin embargo, ningún social), pero a la vez, por su concepción
historiador estaría dispuesto a prescindir de la persona como valor absoluto, sujeto
para su trabajo de los libros de memo- de derechos y obligaciones, debía revisar
rias… Y ello porque esa clase de libros, el pasado y escribir del mundo vivido no
si están escritos con buena intención, a como ajuste de cuentas sino para asumir
la vez que oculta, descubre e ilumina no y comprender a todos en su verdad. Eso
sólo a veces lo más vivo y secreto del significaba situarse en una “tercera vía”
curso de la vida de que ha sido testigo hermenéutica, incómoda, que sabía ha-
el narrador, sino el alma profunda de bría de resultar equívoca para no pocos y
no fácil de digerir por militantes conven- pensando —eso sí— que su biografía no
cidos de cualquier causa… era de las llamadas en los diversos círcu-
Por otro lado, la pereza a escribir un los de la vida social…, importante. “No
libro de memorias procedía también de he sido —decía— ni gobernante ni jefe
otras causas: de sus propias ideas acer- militar, ni conductor de multitudes ni de-
ca de ese género literario, del pudor que lincuente célebre, ni capitán de industria
le producía exhibir su vida íntima ante ni criminal de guerra. Sólo un modesto
gente desconocida y de un cierto temor operario por la paz y la justicia” (p. 55).
a ser pasto de la “malsana curiosidad” de A pesar de eso, creyó que sus memorias
lectores interesados más por lo llamativo podían cumplir un buen servicio porque,
de la anécdota que por la estructura bio- aun teniendo que hablar de sí mismo, lo
gráfica que la sostiene. Además, los rela- haría “en relación con otros, o con he-
tos autobiográficos e introspectivos que chos o actos que, aunque emanen de una
se ofrecen al público —decía— “suelen experiencia individual, la desbordan” (p.
ser falsos a pesar de su apariencia de au- 55). En general, los libros de memorias
tenticidad” (p. 54). Caen fácilmente en —venía a decir llevado de su fino instin-
exhibicionismo psicológico y narcisista, to social y público—, sólo se justifican
“cuando no ceden a la tentación de mor- de cara a la publicación si hay en ellos
bosas confesiones cínicas” (p. 54). Si un interés general de por medio, si en sus
todo esto le retraía de dar a la impren- páginas se hace presente una vida perso-
ta sus recuerdos personales, razón más nal entroncada de algún modo a la comu-
fuerte encontraba en el aprecio que le nidad y habla el narrador como testigo
merecía la intimidad de su propia con- directo que ha sido de hombres y aconte-
ciencia. Recinto sagrado que había que cimientos sociales y políticos que tienen
cuidar y respetar, como primer paso para que ver de algún modo con el común…,
no invadir intempestivamente la concien- no si se limita el autor a contar historias
cia de los demás… Sin embargo, como puramente personales, sin otro horizonte
el celo por mantener oculto lo más per- que la estricta privacidad o intimidad.
sonal no se logra nunca del todo, pues el Llevado, pues, de ese convencimiento
mero hecho de escribir es ya de por sí un y guiado, según expresa confesión, por el
ejercicio de exposición en que inevitable- principio de sana objetividad, que “aspira
mente se transparenta la personalidad del a informar honradamente de lo que sabe”,
escritor, lo que en última instancia que- se decidió por fin a escribir sus memo-
da oculto en estas memorias son ciertos rias para contribuir —como dijo— “con
hechos y fenómenos relacionados con la una partecilla de verdad al cuadro de una
experiencia externa del narrador, no él historia que por contemporánea es quizá
mismo en la hondura de su conciencia, peor conocida a causa de la pluralidad de
que es lo que creía salvar a toda costa de apasionados testimonios discordantes,
la pública curiosidad. capaces de sumergir en un mar de con-
Afortunadamente, rondando ya los 80 fusiones a una generación distanciada de
años de edad, Alfredo Mendizábal tuvo lo sucedido, no sólo por el tiempo, sino
ánimo bastante para dejar a un lado es- por un largo paréntesis de carencia de in-
crúpulos personales y superar la descon- formación o de plétora de tergiversacio-
fianza que siempre le había producido nes oficiales” (p. 56). Se está refiriendo,
poner por escrito sus recuerdos. Seguía claro está, a la historia principalmente de
“rojillo” (p. 157), estaría dispuesto a ad- ver estas páginas, su nombre está llama-
mitirlo sin cambiar una tilde de lo por él do a ser punto de referencia en una histo-
recordado en estas páginas. Basta reco- ria de la filosofía española del siglo XX,
rrerlas para darse cuenta de ello. De ahí especialmente en la línea de la Filosofía
que la recuperación de la “memoria his- Política y del Derecho.
tórica”, de la que hoy tanto se habla entre La edición, modélica en cuanto al
nosotros y a cuya reconstrucción por uno cuidado y rigor, va precedida de un mi-
de sus costados puede ayudar sin duda nucioso y documentado estudio biográfi-
estas páginas, no puede ser tarea de una co de Mendizábal, debido al profesor de
sola parte (vencedor o vencido), sino de Filosofía del Derecho de la Universidad
todas aquellas que entonces vivieron ac- de Oviedo, Benjamín Rivaya García. Se
tiva o pasivamente aquel desastre en que ofrece además un curioso álbum de foto-
tantos justos pagaron por pecadores… grafías históricas en las que se ven perso-
Si se ha de reescribir la historia —como najes relevantes de la época en conexión
parece—, habrá de hacerse entre todos, con nuestro autor. El libro se cierra con
dejando a cada parte oír su voz. Y si es un índice de nombres muy completo y
imposible en nuestra situación hallar la ajustado. El interesado por la filosofía
verdad total, procuremos al menos bus- española de la época hará bien en aso-
car e indagar la verdad de todos. De lo marse a estas memorias. Descubrirá el
contrario para nada habrá servido tanta papel esencial, crítico y constructivo,
sangre derramada… Y entonces, ¿sobre que jugó entonces entre nosotros el to-
quién recaería ahora la “máxima respon- mismo y personalismo comunitario, figu-
sabilidad” de la simplificación histórica ras filosóficas apartadas tantos años del
con las consecuencias de todo tipo que imaginario colectivo por sedicentes pre-
de ello pueden derivarse…? Dejemos la juicios ilustrados, modernos y postmo-
respuesta al lector. Me basta indicar que dernos… Afortunadamente, hoy ya muy
ni el vencido ni el vencedor en cuanto pocos piensan que es dable escribir con
tales configuran la verdad. Cada uno tie- rigor y verdad nuestra historia filosófica
ne la suya y el historiador, que tiene por contemporánea sin tener en cuenta esas
oficio comprender el pasado, tendrá que corrientes de pensamiento, de las que el
hurgar en la sima de los hechos todos, y propio Mendizábal fue un claro y singu-
no quedarse en lo “políticamente correc- lar representante.
to” en cada momento o circunstancia.
Es de agradecer a los editores la recu- Antonio Heredia Soriano
peración de las memorias y “memoria”
de Alfredo Mendizábal, un filósofo exi-
liado más de la guerra civil, aunque me- NICOL, EDUARDO, El problema de la fi-
nos conocido. Su rescate no se agota en losofía hispánica, Sevilla, Ediciones
esta entrega, pues anuncian aquéllos que Espuela de Plata, 2008, 385 pp.
hay materiales pendientes de publicación
(epistolario y otros escritos y documen- Editado por vez primera en 1961
tos). Lo que queda por conocer, unido a (Tecnos), reeditado en 1998 (FCE), tradu-
lo ya conocido, darán al cabo la medida cido al italiano hace relativamente poco
de la personalidad, obra y actividad de (2007), El problema de la filosofía his-
nuestro autor, que, por lo que deja entre- pánica de Eduardo Nicol se presenta en
El último apartado, titulado “de ca- académico del estilo de Rafael Altamira,
mino al misterio” está constituido por las quien escribe también una Historia de
aportaciones que hacen Roberto Gonzá- la civilización española. Oliveira, buen
lez, María Lidia Mollo y Ricardo Hor- conocedor y admirador de España, es
neffer. En este apartado es posible ver hombre autodidacta. Escribe sin mucho
diferentes interpretaciones al método se- detalle erudito, yendo directamente a las
guido por Eduardo Nicol: la Fenomeno- grandes líneas, lo que le da frescura y
logía dialéctica, gracias al cual es posible originalidad.
acceder al estudio de diversos fenómenos Es fácil señalar algunas de esas líneas
como el habla, el símbolo, la expresión y que vertebran su forma de historiar. Ante
el ser del ser humano; fenómenos que son todo, observamos una orientación posi-
de compleja explicación y que requieren tivista, marcada por el evolucionismo
ser profundizados en sus orígenes, “la fi- biológico, que llena la segunda mitad
losofía es como un ser vivo, igual que la del siglo XIX. Esta orientación se pro-
poesía, o la pintura, o la música. Por esto yecta sobre un desarrollo histórico que,
es fascinante estudiar los orígenes de es- a semejanza de la evolución biológica,
tas creaciones del espíritu” decía Nicol preside sus diversas fases. En este sen-
al referirse a las humanidades, esta fasci- tido, no sólo recoge Oliveira analogías
nación es parte del misterio que envuelve con las leyes biológicas, sino ideas que
a la vocación humana y a la manera en vienen de la Ilustración, como la nación
que ésta se manifiesta. en cuanto producto del “genio de la raza”
En suma, el libro es una invitación a o del “espíritu del pueblo”, y por cierto,
acceder de forma directa a las obras del en una vertiente que debe más a Vico o a
autor y descubrir en ellas, y en su legado, Herder que a Voltaire. De manera que no
que la expresión se encuentra presente y siempre es fácil elegir una etiqueta que
a flor de piel. abarque todos los aspectos que pueden
vislumbrarse en la historia que elabora
Carmen Arriaga el autor. En todo caso, sostiene que pre-
tende escribir en términos objetivos, no
morales: “Suponer abstractamente po-
OLIVEIRA MARTINS, JOAQUIM PEDRO, His- sibles aquellas instituciones e ideas que
toria de la civilización ibérica. Pam- merecen en la actualidad nuestra abso-
plona, Urgoiti Editores, 2009, 248 pp. luta aprobación, y juzgar por simpatías,
fue, es verdad, una forma de escribir
Oliveira Martins (1845-1894) es un la historia, pero ya no puede serlo des-
portugués clave en el escaso diálogo Es- de el instante que las sociedades se nos
paña-Portugal. En este libro, publicado presentan como seres que se desarrollan
originariamente en portugués en 1879, obedeciendo a leyes, no a caprichos.”
ofrece un acercamiento a la historia de (pp. 140-141)
la península ibérica como una “unidad de Historia de la civilización ibérica tra-
civilización”. Obsérvese que su título es za un recorrido en que los acontecimien-
Historia de la civilización ibérica, con el tos que se desarrollan en suelo ibérico
que pretende abarcar a todos los pueblos desde los tiempos primitivos van mar-
que habitan esta piel de toro. El lector cando fases, algunas de las cuales, como
notará enseguida que no estamos ante un la romanización, son esenciales. Según
Oliveira, con la romanización comien- los judíos, a los que reprocha “hábitos de
za la verdadera historia de la península. usura y codicia “, lo que fue “causa de
Instituciones como el municipio dejan que se deseara su exterminio”. (p. 111)
un sello indeleble en su organización Al mismo tiempo, la monarquía repre-
social y política. Aunque las invasiones senta la forma de gobierno en que se anu-
bárbaras resquebrajaron esta estructura, dan las distintas fuerzas que operan en la
que Oliveira retrotrae a épocas prerroma- sociedad peninsular. Es también curioso
nas, el municipio, el ayuntamiento, sigue el modo de resaltar el papel de la monar-
siendo hasta hoy “la molécula social”. quía como aglutinador de las tendencias
(p. 17) El autor portugués acentúa así la disolventes, como elemento de cohesión,
romanización como el proceso que ha in- como tronco de un árbol que mantiene
sertado la civilización ibérica en Europa, unidas las ramas gracias a una religión
y no en África, a pesar del largo periodo única, a un ejército unificado y a un de-
de presencia árabe. recho romano que liga todo ello y hace
No estoy seguro de que la interpreta- que los reyes ya no consideren los dis-
ción que propone Oliveira de la ausencia tintos reinos anteriores como propiedad
de feudalismo en España (una tesis que suya, sino que se sientan representantes
recuerdo haber leído también en Ortega) y guardianes de la soberanía de la nación.
tenga consistencia histórica, pero es in- A España no le convenía “ni la solución
dudable que resulta coherente con el pa- federal ni la aristocrática”. De manera
pel que atribuye al municipio, en el senti- que “la consolidación de las monarquías
do de que España fue conquistada por los peninsulares a finales del siglo XV se
bárbaros, pero no por ello germanizada, caracteriza por un ataque simultáneo a
sino que el espíritu de independencia de la nobleza, a la burguesía y al clero en
los iberos prefirió ser fiel a la línea greco- cuanto todas estas clases tenían de aris-
italo-celta. Oliveira no muestra ninguna tocrático o feudal.” (pp. 137-138) Vista
simpatía por el cesarismo teutónico o por la corona desde este papel cohesionador,
el aristocratismo inglés (“Inglaterra tam- se entiende que Oliveira considere el le-
bién es actualmente una nación feudal o vantamiento de los Comuneros, no como
aristocrática”, p. 53). En cambio, subraya un movimiento a favor de la democracia
el papel de la Iglesia como organizadora y en contra del absolutismo de Carlos V,
cultural y política. Fue ella la que mantu- sino como una reivindicación de carácter
vo la lengua universal y, con ello, la con- medieval. Al llevar al cadalso a Padilla,
tinuidad de la civilización romana. Los Carlos V no hacía más que culminar el
árabes, en cambio, a pesar de su longeva proceso puesto en marcha por los Reyes
presencia, no arabizaron la península, ni Católicos, cortando de raíz todo conato
lingüística, ni cultural o religiosamente. de poder que mermara la soberanía del
Las lenguas que han quedado, salvo el trono. Esta interpretación, que considera
vasco, son derivadas de la romana, del la rebelión comunera como una reivindi-
latín. cación de los nobles y de la Iglesia, es
Con Fernando e Isabel termina la coherente con la visión de Oliveira, se-
reconquista, se acaba el aislamiento de gún la cual la monarquía inaugurada por
España y se inserta en el concierto las Isabel y Fernando simbolizaría el poder
naciones europeas. El autor portugués no del estado como instancia que acaba con
parece poner reparos a la expulsión de los privilegios de nobleza y clero. Lo que
tado de una reacción puntual liderada por nes habla el autor). Y no se trata de una
un obispo que se desencadenó cuando la cuestión menor, pues la aparición de Or-
Universidad de Salamanca intentó hacer tega en la arena pública, aunque desde
un homenaje al que fuera su rector más una plataforma rigurosamente privada,
ilustre. Pero fue mal vista por una parte el mencionado Instituto de Humanida-
de la jerarquía eclesiástica. De ahí que des, que no pasaba de ser una academia
quien concitara mayor atención en el de- no-oficial donde se impartían clases de
bate fuera Ortega, a quien se le dedicada bachillerato, reavivó la polémica, aña-
la mayor parte del libro. diendo a la dimensión ideológica, estric-
El ensayo que nos ocupa tiene, a tamente teórica, un componente práctico
mi juicio, una gran virtud y un defecto de inmediato recorrido político.
(que no cuantificaré). La virtud reside La primera parte de la polémica es-
en el minucioso, ordenado y bien ex- tuvo protagonizada por tres religiosos
puesto material, que forma el cuerpo de jesuitas que entre 1942 y 1948 publi-
la controversia. Aunque iniciado con la can cinco libros contra Ortega: dos el
publicación de libros, siguió más tarde mencionado Iriarte, dos José Sánchez
en multitud de publicaciones periódicas, Villaseñor y uno Roig Gironella. En
revistas, algunas efímeras, hoy difíciles 1950 Marías respondería con un libro
de encontrar. En cuanto al defecto, creo que hubo de editar en Argentina, porque
que el autor se mantiene demasiado cer- la censura lo impidió en España, asime-
ca de los textos citados, faltándole cierta trías de la “controversia”. Martín indica
distancia o perspectiva a la hora de in- que la polémica se complicó en 1948 y
terpretarlo. No dialoga con otros análisis, adquirió el tono político al que ya nos
aunque los menciona en su introducción, hemos referido, con la aparición del li-
que le habrían permitido entrar a juzgar bro de Laín, promotor de la revista Es-
las razones de unos y otros. Este excesi- corial y líder de los “aperturistas”, Es-
vo apego precrítico a las fuentes le lleva paña como problema y la respuesta que
a cometer errores, como el de presentar recibió por parte del miembro del Opus
dos versiones contradictorias de un mis- Dei y líder de los “integristas” Calvo
mo hecho sin más comentario. En efec- Serer en su España sin problema un año
to, en la p. 63 y sirviéndose de Abellán, después. Si en su origen la controversia
como autoridad escribe Martín Puerta: estuvo inspirada por motivos sustancial-
“Ortega había reclamado el diálogo con mente religiosos, con la discusión sobre
los jóvenes, pero ahí precisamente estuvo “España” entraba en juego el diseño de
el fracaso del Instituto: no había logrado la futura cultura española y si esta debía
conectar con la juventud, de lo cual fue nutrirse de la obra de herejes, liberales y
perfectamente consciente”. Más adelan- ateos o si se volvía a la verdadera inspi-
te constata que las ventas de libros de ración del “espíritu de la Cruzada”. Las
Ortega y Unamuno eran “infinitamente heterodoxias religiosas antes o después
superiores a las de Menéndez Pelayo o engendran heterodoxias nacionales, por
Donoso” y reconoce que “los patentes tanto, concluye Serer, “Ante las ruinas
éxitos de asistencia multitudinaria a las de la modernidad, la generación nueva
conferencias organizadas por el Institu- ha comprendido claramente que sólo el
to de Humanidades creado por Ortega catolicismo puede vertebrar España”.
y Marías en 1948”. (En ambas ocasio- El dilema excluyente que construía Se-
rer fijaba muy bien los términos de la virtiera en la gran referencia intelectual
polémica en su deriva política: o la Es- para la juventud que se incorporaba a la
paña de la segunda mitad del siglo XX universidad. De ahí que se movilizara al
se articulaba sobre el trasfondo cultural padre Ramírez, quien escribió un libro
de Unamuno y de Ortega y de las gene- extenso y agresivo contra la filosofía de
raciones que ellos lideraron o se diseña Ortega, sosteniendo que, ayuna de meta-
desde Menéndez Pelayo, Maeztu o Do- física, era radicalmente incompatible con
noso Cortés. La polémica se reactivaría una visión católica de las cosas, amén de
en 1953, año en que Ortega cumplía se- incurrir en los defectos de psicologismo
tenta años. Discípulos y amigos decidie- e historicismo. La respuesta vino dada,
ron celebrar su jubilación de una cátedra en primer lugar por los infatigables Ma-
que no había vuelto a ocupar desde que rías y Laín, a los que se sumaron Aran-
saliera camino del exilio. Laín le propu- guren y Maravall. Quedó centrada desde
so que dictara en ella una última lección, el principio en la posibilidad lógica y
a lo que Ortega se negó. Pero salieron material de un catolicismo orteguiano,
adelante unas jornadas de estudio que cosa que Ramírez negaba de raíz y que
fueron contestadas por Marrero desde la sus oponentes defendían proponiéndose
revista Árbor acusando a Ortega de ha- como ejemplos vivientes.
ber sido el líder de la descristianización Agotada la dimensión política de
de España. Al fondo se dejaba oír el rui- la polémica en 1957 con el cese de los
do de los intereses mundanos: La cues- “aperturistas”, encabezados por Ruiz
tión que preocupaba a Serer, el futuro de Giménez, y su sustitución por el primer
España en la encrucijada entre “moder- gobierno de tecnócratas, que iban a des-
nidad” y “catolicidad” se concretaba de plazar la cuestión de la legitimidad del
pronto en la sucesión de la cátedra que régimen franquista de las ideas a la fi-
dejaba vacante el jubilado, y en el peli- nanzas, coleaba aún la religiosa. Ésta ter-
gro de que pudiera caer en manos de un minó asimismo, cuando Radio Vaticano
“orteguiano” (es decir, de Marías). hizo una observación sobre el tono agrio
Aunque Martín no lo describe así, la que había adquirido un debate que al fin
pauta que sigue la polémica en torno a y al cabo enfrentaba a cristianos. Martín
Ortega coincide con las ocasiones en que considera decisiva la advertencia y la re-
éste se hacía “visible” en la escena so- laciona con el cambio de rumbo que es-
cial española. De ahí que el debate se re- taba a punto de vivir la Iglesia de Roma
crudeciera cuando tuvo lugar su última, a raíz de la convocatoria del Concilio
definitiva, solemne aparición con motivo Vaticano II, cuyo anuncio tuvo lugar en
de su muerte. Aunque la mayor parte de enero de 1959 (cap. 16). La enseñanza de
las manifestaciones que se produjeron en este final de la polémica me parece clara.
torno a su persona y su obra en los prime- Lo que estaba en juego no era tanto las
ros días fueron muy respetuosas, pronto filosofías de Ortega y Unamuno y sus po-
se dejaron oír voces críticas. A mi juicio tenciales ejemplarizantes, que nadie que
no es exagerado conectar la tercera y úl- conozca su obras y trayectorias públicas
tima fase de la polémica con una lógica puede dudar de su íntima compatibili-
preocupación de una parte de la jerarquía dad con los principios fundamentales del
nacional-católica, religiosa y cultural, cristianismo, sino un problema de poder
ante la hipótesis de que Ortega se con- temporal y espiritual y su confluencia en
historia de la cultura en el México del vuelto a editar la Revista Azul, pero con
siglo XX. Asimismo, fue un movimiento un sentido mercantil; la creación de una
cultural a partir del cual se dieron a co- Sociedad de Conferencias, y su primer
nocer las nuevas orientaciones artísticas ciclo de eventos culturales (Mayo-agosto
y filosóficas, se generaron nuevas ideas, de 1907); y, además, entre otras cuestio-
prácticas e instituciones con respecto nes, un texto clave de Pedro Henríquez
a las habidas en la época del Porfiriato Ureña (Días alcióneos: un aporte sin lu-
(positivismo y el modernismo, principal- gar a dudas es la exégesis que hace Quin-
mente). Algunos de los miembros que tanilla con respecto al significado de este
más destacaron en éste son: los polígra- breve texto), las veladas literarias en la
fos Pedro Henríquez Ureña y Alfonso casa de los Henríquez Ureña, el inicio de
Reyes, los filósofos Antonio Caso y José los estudios sobre Grecia.
Vasconcelos, los escritores Julio Torri y La segunda parte está compuesta por
Martín Luis Guzmán, el arquitecto Jesús los siguientes capítulos: “Todo por Ba-
T. Acevedo, los pintores Saturnino He- rreda”, “El banquete”, “Próspero”, “…y
rrán y Diego Rivera, los poetas Enrique Ariel”. En estos aborda: una segunda
González Martínez y Abel C. Salazar, protesta, en honor de Gabino Barreda y
entre otros (Alfonso Cravioto, Rubén Va- a propósito del intento de modificar la le-
lenti, Nemesio García Naranjo y Ricardo gislación relativa a la educación (marzo
Gómez Robelo, por supuesto). El Ateneo de 1908); un segundo ciclo de conferen-
de la Juventud es, pues, el tema del libro cias (abril-junio del mismo año); y, ade-
que a continuación reseñamos. más, como prolongación de la primera
Éste, lo advierte la autora, es el re- parte, la relación entre Alfonso Reyes y
sultado de 25 años de trabajo. Además Pedro Henríquez Ureña, así como la in-
de la presentación, el libro se divide en corporación de nuevos personajes (Fer-
tres grandes partes, las cuales, a su vez, nández Mac Gregor, Isidro Fabela), que
se subdividen en capítulos. A diferencia al año siguiente fundarán el Ateneo de la
de otros libros que tratan el mismo asun- Juventud como tal.
to, éste se concentra en el periodo que va La tercera y última parte está com-
de marzo de 1906 a noviembre de 1911. puesta por: “Reelección”, “La sucesión”,
Es decir, desde la fundación de la revista “La juventud del Ateneo”, “Los muchos
Savia Moderna hasta el inicio de la pre- ateneos”, “Nosotros”, “Centenario” y
sidencia de José Vasconcelos en dicha “El relevo”. Los primeros dos capítulos
agrupación. versan sobre dos movimientos políticos,
Los cuatro capítulos de la primera el reeleccionista y el antirreeleccionista,
parte son: “Savia moderna”, “Protesta y la participación de los jóvenes (próxi-
literaria”, “Días alcióneos” e “Impulso mamente ateneístas) en cada uno de estos
lírico”. En estos la autora trata la efímera bandos, en el transcurso de 1909. El ter-
vida de una revista (cinco números ape- cer capítulo trata las conferencias sobre
nas, entre marzo y julio de 1906): Savia el positivismo que ofreció Antonio Caso
Moderna, y los miembros que la confor- (junio-agosto del mismo año), la crea-
maron: Alfonso Cravioto, Castillo Ledón, ción propiamente dicha de la Asociación
Gómez Robelo, entre otros; una protesta Civil: El Ateneo de la Juventud (octubre)
literaria (abril de 1907), en honor a Gu- y los primeras reuniones de la misma. En
tiérrez Nájera y a propósito de haberse el cuarto, Susana Quintanilla se ocupa
de los ateneos habidos en el transcurso parecer y sin dar por cerrado el asunto,
del siglo XIX, abuelos y padres de éste y cabalmente, por ejemplo, cuando refie-
creados a semejanza del Ateneo de Ma- re, de manera general: 1).- las relaciones
drid. En el quinto, aborda las veladas del —las rupturas y las continuidades- entre
año de 1910 y en las que ya está confor- algunos viejos (porfiristas, positivistas y
mado el grupo de los “cuatro grandes”: modernistas) y la nueva generación, 2).-
Vasconcelos, Reyes, Henríquez Ureña cómo eran vistos éstos (Ureña, Reyes,
y Caso; así como la llegada de nuevos Caso) por aquellos (Justo Sierra, José
miembros (Julio Torri, Mariano Silva y Juan Tablada y Jesús Valenzuela). Y, de
Alfonso Teja). En el sexto, la creación de manera particular: la participación de Pe-
una Antología sobre la literatura mexi- dro Henríquez Ureña y Alfonso Reyes en
cana del siglo XIX, las Conferencias del el periódico El Antirreeleccionista, órga-
Centenario y la inauguración de la Uni- no del partido político del mismo nom-
versidad. Y, en el séptimo y último, el bre. De igual manera, se cumple en el
inicio de la Revolución Mexicana y sus sentido de ampliar las fuentes primarias
primeros episodios -en uno de los cua- de este conjunto de personajes y acon-
les perdió la vida el padre de Martín Luis tecimientos en el periodo ya referido.
Guzmán-, así como el triunfo maderista Dentro de las innovaciones, no podemos
y la designación como presidente del dejar pasar inadvertidamente la interpre-
ateneo de José Vasconcelos (Septiembre tación y la sugerencia de ciertos gestos
de 1911: los primeros dos presidentes hacia la homosexualidad entre Reyes y
anteriores a Vasconcelos fueron Antonio Ureña.
Caso y Alfonso Cravioto). No obstante ser un libro escrito con
En síntesis, el libro trata sobre el esmero literario, de manera tal que des-
grupo y el movimiento en los cuales es- pierta y suscita el gusto y el deleite en el
tán, sin lugar a dudas, los orígenes de la lector (al menos así aconteció conmigo);
cultura mexicana contemporánea. Es de- y, a su vez, de tratar cuidadosa y meti-
cir, aborda los episodios sustanciales de culosamente a todos y cada uno de los
éstos, como en algunos otros libros. Tal ateneístas referidos, consideramos que
es el caso, por ejemplo, de El Ateneo de con José Vasconcelos no pasa lo mismo.
México (1906-1914), de Alfonso García He aquí al menos tres detalles:
Morales (Sevilla, Escuela de Estudios 1.- En la página 161 Quintanilla dice
Hispanoamericanos de Sevilla, 1992); que el Ulises criollo “cubre los prime-
y, La revuelta: Interpretación del Ateneo ros 35 años del autor”. Esto no es así:
de la Juventud (1906-1929), de Fernando la verdad es que cubre los primeros 31.
Curiel (México, UNAM, 1998). Si consideramos que Vasconcelos nació
Sin embargo, a diferencia de éstos, en febrero de 1882 y que el asesinato de
en gran medida, el libro de Susana Quin- Madero fue en febrero de 1913 —episo-
tanilla también tiene sus novedades. En dio con el que termina el primer volumen
este sentido, si consideramos el periodo de las memorias—, tenemos, en efecto,
de años de estos otros textos, la princi- la edad que señalamos.
pal novedad consiste en concentrarse en 2.- En las páginas 237 y 238, refiere
un periodo más corto, lo cual obliga, en la salida de Vasconcelos, en 1910, a Nue-
cierta manera, a profundizar y ampliar va York y dice: “Los motivos de su viaje
lo ya sabido. Esto se cumple, a nuestro eran confusos y ha hecho suponer a mu-
el ánimo y nos lleva al éxtasis de contem- ya hemos buscado desde hace mucho: el
plar una empresa humana posible de vir- impulso de la empatía y la solidaridad,
tudes heroicas pero aparentemente sen- como en las obras de filósofas tan intere-
cillas como la generosidad, la empatía, santes como Martha C. Nussbaum, Sha-
la comprensión, la preocupación por los ron Krause o la historiadora Lynn Hunt.
otros, especialmente los peor situados. El catedrático de Ética al que me re-
La originalidad del autor que comento fiero, conoce bien las diversas tradicio-
radica en la profundizad de sus asertos nes filosófico morales Conoce también
y sus razonamientos de influencia aristo- las corrientes de filosofía de la ciencia,
télica y kantiana, revestidos de la fuerza entre ellas la anglosajona de un modo
apasionada de un Hume o de un Mill, que muy destacado, pero es, al tiempo —y de
razonan también desde la empatía y los ahí el secreto de la música sublime de sus
sentimientos de amistad y cooperación escritos— un ávido devorador de textos
mutua. de poesía, y un descubridor de bellezas
Es cobijo porque nos anima a ten- cotidianas. Precisamente sobre estos tex-
dernos al abrigo de la hermosura de los tos basa esa ética de cordura aristotélica,
lazos que nos unen como amigos, me- de esplendor platónico, de razonamiento
jor que hermanos, en la casa común de riguroso al modo kantiano y, como no,
una humanidad que siente, sufre, goza y ello me congratula de un modo especial,
padece. Y por último, last but not least, por su ansia por suprimir el sufrimiento,
es sencillamente luz, porque penetra in- terminar con los rencores, las vallas que
cisivamente en la fundamentación de nos separan e instaurar un mundo de be-
nuestras normas éticas, porque como lleza, gozo y bondad con el que todos te-
sin quererlo lleva a cabo a un tiempo un nemos el derecho a soñar y al que tal vez
ejercicio de reflexión meta-ética, de ética tengamos el deber gozoso de contribuir
normativa y aplicada. a construir.
Escrito desde la hondura y la profun-
da comprensión de nuestras limitaciones Esperanza Guisán
y la hermosura de nuestro sueño, estos
Apuntes éticos contribuirán, sin duda al-
guna, a hacernos no sólo más lúcidos en REBOK, SANDRA, Una doble mirada.
cuestiones éticas sino también —y ¿qué Alexander von Humboldt y España
otra cosa si no han pretendido todos los en el siglo XIX. Madrid, CSIC, 2009,
grandes pensadores pretéritos y del mo- 336 pp.
mento?— a hacernos personas más feli-
ces, más solidariamente gozosos, como El bicentenario del famoso viaje cien-
intentaba Mill entre otros. tífico de Alexander von Humboldt y Aimé
Libros como éste nos hacen cons- Bonpland al Nuevo Mundo (1799-1804)
cientes de la necesidad de incorporar las desencadenó una serie de homenajes, ex-
producciones hispanas a la filosofía mo- posiciones y publicaciones, tanto en sus
ral contemporánea, a nivel internacional, países de origen como en las tierras que
ya que, a nuestra manera, con nuestros pisaron. La primera etapa de su viaje fue
varios acentos, aportamos algo novedoso España, ya que sin el generoso permiso
que ya se empieza a buscar en el mundo del gobierno español de Carlos IV dicha
anglosajón, lo que muchos de nosotros expedición no se hubiera podido realizar.
hubiera podido hacer referencia tam- reflexionó sobre el problema moral que
bién a las memorias de Godoy, donde él tenía sobre la visión del mundo que le
se le menciona repetidas veces con gran tocó vivir.
elogio, admiración y gratitud, citándole Se trata de una obra estructurada en
como autoridad incuestionable. (Véase: seis ensayos, redactados con el propósito,
Godoy, Manuel: Memorias. Edición de según palabras del propio autor, de dar
Emilio La Parra y Elisabel Larriba. Ali- respuesta a diferentes demandas, pero
cante, Publicaciones Universidad de Ali- que, al estar reunidas en este volumen,
cante, 2008; sobre todo pp. 947-961). presentan una evidencia de unidad con-
Los últimos tres capítulos del libro vergente, espontáneamente relacionados
de Sandra Rebok incluyen unas amplias entre sí, con el objetivo de dar a conocer
consideraciones finales (capítulo IV), las interrelaciones entre los diferentes as-
una impresionante bibliografía (capítulo pectos de la obra anteriana.
V) y un útil índice de nombres e institu- En estos ensayos destaca la voluntad
ciones (capítulo VI). casi inexpugnable del hombre, poeta y
Resumiendo, podemos decir que este filósofo que, a pesar de su sufrimiento fí-
detallado estudio de Sandra Rebok, fruto sico, psicológico y moral, transformó su
de años de investigación, significa una pensamiento y poesía en un proyecto de
muy valiosa contribución a la compren- revolución social y cultural.
sión de la recíproca relación de Alexan- El elemento unificador de la totali-
der von Humboldt y España. Queremos dad de la obra anteriana, se traduce en
subrayar, sobre todo, la importancia de una profunda reflexión sobre el problema
la segunda parte del tema, es decir, de la moral que asola al mundo, no desde una
recepción de Humboldt en España, una perspectiva moralista, sino desde una vi-
cuestión hasta ahora poco investigada y sión moral del mundo, en un sentido kan-
a la que la autora realiza aportaciones tiano, capaz de dar sentido a la existencia
realmente sustanciales, iluminando esta humana y al mismo universo.
faceta tan poco atendida. El primer ensayo de este libro, titulado
“Poesia e Filosofia em Antero de Quen-
Hiltrud Friederich-Stegmann tal”, trata sobre la problemática que, a lo
largo de los tiempos, ha surgido en todos
los anterianistas en relación a la forma
RIBEIRO DOS SANTOS, LEONEL, Antero de de abordar la obra de este autor como
Quental uma visão moral do mundo, obra poética y/o obra filosófica frente al
Lisboa, Imprensa Nacional-Casa da discurso inherente a la propia obra como
Moeda, 2002, 195 pp. prosa filosófica o prosa poética. A lo lar-
go de 34 páginas, el autor enfoca la con-
El libro del profesor Leonel Ribeiro cepción de creación poética en Antero de
dos Santos constituye una significativa Quental como misión civilizadora y hu-
aportación al pensamiento estético de mana capaz de conciliar la intuición con
Antero de Quental, importante figura las ideas y, consecuentemente, iluminar
literaria de la segunda mitad del siglo la inteligencia y, de este modo, reconci-
XIX, sobre la perspectiva de este autor en liarse con el corazón. En este artículo se
su evolución literaria, filosófica, religiosa subraya la importancia capital que tiene
y también en la forma en cómo vivió y para el poeta la certeza de una cierta lógi-
que el profesor Leonel comprueba es que sayo se pone de manifiesto las contradic-
la designación de una idea o principio ciones en estado agónico de la visión de
moral no surge de una doctrina a seguir Antero de Quental hacía el mundo, hacía
o de una acción, si no de una gran visión la evolución del ser y hacía su relación
moral en la que “se inscrevem e ganham con todo el devenir cósmico.
sentido a existência pessoal, o curso da El cuarto ensayo titulado “Antero e
história e da própria sociedade humanas, Feuerbach. Sobre a Filosofia Anteriana
a própria realidade natural e cósmica” (p. da Religião” surge en el contexto del co-
80) inerente ao próprio «drama do ser». loquio conmemorativo de los 150 años
Destaca en este ensayo la visión del con- de la publicación de la obra de Feuerba-
cepto de ética en Antero de Quental (as- ch, A Essência do Cristianismo y de las
pecto además que sirve de hilo conductor celebraciones del centenario de la muer-
de los seis ensayos) conectado intrínse- te del autor Antero de Quental, objeto de
camente a la vivencia personal, como vía estudio a lo largo de estos seis ensayos.
de supervivencia ante la dolorosa exis- Como en estudios precedentes, el profe-
tencia psicológica y física, un recurso sor Leonel Ribeiro dos Santos intenta dar
ante el vacio del sin sentido de su exis- una visión global y simultáneamente mi-
tencia. Aquí comprobamos también que nuciosa de aquellas figuras o corrientes
el proyecto anteriano de fundación de la filosóficas y/o literarias que han influido
moral sobre la idea de la muerte surge en el pensamiento anteriano. El hecho
como consecuencia de las contrariedades de que Antero fuese uno de los prime-
intrínsecas a su propia existencia, con- ros lectores de Feuerbach en Portugal,
duciéndole hacía una profunda reflexión llevó a que el profesor Leonel intentara
sobre la condición y fin del hombre y presentar en este ensayo las referencias
del universo como camino que le per- que del pensador alemán pudiesen exis-
mita vencer su propia crisis existencial. tir en el pensador portugués, así como la
El estoicismo surge en Antero como es- posibilidad de que éstas pudiesen haber
cuela de superación ante la contrariedad, modelado la concepción anteriana sobre
encontrado a través de éstos “não só um la religión y el cristianismo. Sin embar-
princípio de direcção de vida, mas tam- go, uno de los aspectos revelados en el
bém o amparo moral” (p.101) capaz de análisis de los textos es que, a pesar de
conseguir la paz interior y alcanzar el las lecturas realizadas por el poeta, las
estado de felicidad anhelado. Además influencias se han revelado muy escasas,
de los principios estoicos influyentes en casi, inexistentes, no se ha encontrado
el pensamiento anteriano, en este ensa- una relación directa entre aquellas que el
yo también se resaltan otras influencias propio Antero reconoce en relación a He-
dominantes en la evolución de las re- gel, a Leibniz, a Hartmann, a Proudhon o
flexiones de Quental, como es el caso del a Michelet.
Budismo como doctrina esencialmente A pesar de la búsqueda de puntos de
moral capaz de fomentar el Bien como encuentro entre ambos autores, se de-
verdad suprema de la existencia humana, muestra que la lectura de los textos de
impregnado de satisfacción y capaz de Feuerbach no han sido determinantes en
servir como medio de superación del pe- la concepción de la teoría de la religión,
simismo sea en la vivencia personal, sea en particular, para la interpretación del
en el ámbito de la reflexión. En este en- cristianismo de Antero. Según el autor
cuya obra aquí analizamos, todo esto se humana se vuelve una realidad inviable,
debe al hecho de que ambos autores pre- imposible de construir. El refugio en la
sentan perspectivas metodológicas distin- Naturaleza, en el estado bucólico que ella
tas en la conceptualización de la cuestión impregna en el alma es la única vía capaz
religiosa y en el modo como la valoran de contener la “depravação moral e evi-
en relación al modo de estar en el mundo. tar o «naufrágio» da natureza (p.176). La
No obstante en las divergencias naturales vivencia de la soledad es, como apunta el
de los dos grandes pensadores/filósofos, autor, la condición necesaria del hombre
hay aspectos donde el pensamiento de para entender su orfandad hacía los hom-
ambos converge, de modo especial en bres y hacía Dios y de Dios ante todos. El
el “reconhecimento da historicidade da hombre está irremediablemente sólo con
consciência religiosa e da sua evolução su conciencia, nada ni nadie responde a
no sentido da interioridade, da subjec- sus inquietudes, sobran los interrogantes,
tividade e do espírito” (p. 151). Existen faltan respuestas. En este quinto ensa-
otros aspectos coincidentes en la obra y yo se traza el testimonio de que toda la
que se extienden más allá del concepto personalidad y obra anteriana transmiten
de religión, como en el caso de “a recusa el esfuerzo continuo y desenfrenado del
do dualismo e das contraposições unila- hombre en llenar el vacío, en encontrar
terais entre a especulação e o sentimento, un Tú humano o divino con quien dialo-
entre a razão e o coração, entre o espírito gar y crear un sentido para la existencia
e a natureza” (p.151), el reconocimiento del hombre y del universo.
de la importancia del afecto y de la emo- El sexto y último artículo titulado
ción, entendida como sentimiento en la “Mortais contradições. Nota a propósito
génesis y difusión de la religión. de um livro sobre Antero de Quental”,
En el penúltimo ensayo de este libro, teje algunas consideraciones al trabajo de
dedicado a la visión moral anteriana del investigación del José Alves, en el con-
mundo, nos encontramos con una re- texto de la ensayística sobre Antero de
flexión sobre la importancia de los to- Quental. No nos corresponde aquí juzgar
pos de la soledad en la obra de Antero o evaluar la apreciación realizada sobre
de Quental. En este estudio denominado un trabajo cuyo contenido desconoce-
“Poética da solidão e ontologia da comu- mos. Sin embargo, creemos importante
nidade” no se reflexiona sobre las inquie- resaltar la opinión sobre este trabajo que
tudes literarias, sino sobre las vivencias expresa el profesor Leonel Ribeiro dos
y sentimientos que testifican la creación Santos, profundo conocedor de la obra
de una “metafísica da existência ou de de Antero de Quental y, sin lugar a duda,
uma ontologia da condição humana” (p. sostén indiscutible y necesario para pre-
153). Se perciben aquí los efectos de la sentes y futuros estudiosos de la obra
soledad como sinónimo de ruptura del anteriana, al afirmar que “há que des-
hombre con los hombres y con la natura- confiar dos métodos, sobretudo quando
leza, es un sentimiento de pérdida rege- eles são demasiado cómodos e explicam
neradora ante la desilusión de todo lo que demasiado linearmente os fenómenos”
nos rodea, ante el sentimiento hostil que (p.191).
le invade por la realidad social y cultural Leonel Ribeiro dos Santo, profesor
existente. La soledad se transforma en un catedrático de Filosofía de la Facultad de
mal menor cuando la auténtica sociedad Letras de Lisboa, es autor de los libros
Metáforas da Razão ou Economia Poéti- puso de manifiesto que la nobleza era una
ca do Pensar Kantiano (1994), A Razão realidad cambiante durante el Antiguo
Sensível (1994) y Retórica da Evidência Régimen europeo. Con todo, el ser noble
ou Descartes segundo a Ordem das Ima- o la idea de nobleza siempre estuvo vin-
gens (2001). culado a la cultura y cultura política pro-
pia de cada época, puesto que las matiza-
Filipa Maria Valido-Viegas de Paula- ciones geográficas no representan puntos
Soares que posibiliten formular la existencia de
diferentes noblezas europeas: es decir,
existía un fuerte sustrato cultural común.
RIVERO RODRÍGUEZ, MANUEL (COORD.), Con este propósito de estudiar la
Nobleza hispana, Nobleza cristiana. idea de nobleza en su contexto cultu-
La Orden de San Juan. 2 vols., Ma- ral, las presentes Actas del congreso se
drid, Polifemo, 2009. estructuran en siete apartados. En “Ser
noble: Idea y concepto” se analizan los
La idea de nobleza en la España (y discursos y la tratadística nobiliaria de
Europa) moderna es uno de los con- la Edad Moderna. Una vez realizada una
ceptos que requería una mayor revisión reflexión teórica de la idea de nobleza,
historiográfica. Las pioneras obras de se comienza con el estudio de diversos
Domínguez Ortiz estudiando la sociedad apartados concretos de la nobleza. Así,
estamental y tripartita del siglo XVII y en “Estado noble, poder y servicio” se
XVIII, entendían la nobleza como un examina la función política del estamen-
constructo económico-social cuya deter- to nobiliario, así como su capacidad de
minación dependía de la opinión. Pos- acción en el gobierno de las monarquías.
teriormente, obras como las de Ignacio Seguidamente, en “Nobleza cristiana, ca-
Atienza Hernández estudiaron las casas ridad y piedad”, se profundiza en la rela-
nobiliarias, pero también desde una pers- ción entre la devoción, las distintas órde-
pectiva socioeconómica. En este sentido, nes religiosas y el ser noble en la Europa
no se profundizaba en la definición de la moderna. En “El valor de la sangre” se
idea de nobleza, ni tampoco en las im- estudia la importancia de la limpieza de
plicaciones que la religión o la realeza sangre como requisito fundamental en la
podían presentar a la hora de establecer determinación de la nobleza. Las estrate-
la nobleza. En este contexto, un grupo gias de ascenso social y de legitimación
de profesores, encabezados por Manuel de la nobleza, así como la relación entre
Rivero Rodríguez, organizaron, en octu- la esencia y la apariencia y la distinción
bre de 2008, el Congreso Internacional social, ya expuesto por Bourdieu, son
Nobleza hispana, Nobleza cristiana. La analizadas en “Distinción y estratifica-
Orden de San Juan, cuyas actas comen- ción”. A continuación, en “Significado y
tamos. El propósito del congreso, como papel de las Órdenes militares y de ca-
manifiesta el coordinador de las actas en ballería”, se estudia la vinculación entre
la introducción a las mismas, era deba- la nobleza y las órdenes militares en su
tir qué era ser noble, pretendiendo vin- conjunto. Por último, se examina la rela-
cularlo a la cultura propia de la Europa ción entre la nobleza y una orden concre-
moderna. Claudio Donati, en su célebre ta, la Orden de San Juan, en su capítulo
obra sobre la idea de la nobleza en Italia, homónimo.
El primero de los capítulos está com- dia la nobleza catalana, cuyos límites no
puesto por ocho artículos. El profesor se encuentran bien delimitados, puesto
Carrasco presente una panorámica de la que la nobleza es un grupo social o un
idea de nobleza italiana a partir de la tra- estado que se basa en la sangre, el honor
tadística. Por su parte, Guillén Berrende- y la virtud, pero también en la opinión
ro continúa los estudios de la tratadística, común. Incluso, a ella se puede acceder
aunque en su caso, la portuguesa, hacien- por linaje o por la concesión, es decir,
do hincapié en el origen guerrero de la entra en juego el mérito y la venalidad.
nobleza lusa y en los servicios prestados David García Hernán analiza el gobierno
a la monarquía hispana durante la agre- de los señoríos de la nobleza cortesana,
gación de Portugal a dicha monarquía. en los que desempeñan un importante
Los estudios geográficos los continúan papel los gobernadores, quienes tenían
los profesores Sciuti Russi y Ligresti un poder delegado de los señores para
para el caso de la nobleza siciliana. El administrar sus dominios. Las siguientes
primero de ellos estudia al jurista catanés ponencias profundizan en el papel de no-
Mario Cutelli, partidario del conde du- bles concretos o de redes de poder. Así,
que en la crisis de poder de la monarquía Tibor Martí estudia el papel de la nobleza
con respecto a la aristocracia. Este jurista húngara al servicio de la casa de Austria,
era un fiel defensor de una determinada sobre todo en su dimensión hispánica de
idea de nobleza, ajena a la nueva nobleza la dinastía. Esta relación se entretejió con
creada mediante la venalidad. Domenico la concesión de mercedes y de hábitos de
Ligresti destaca el importante cambio órdenes militares, generando así lazos de
que supuso la definición del caballero y dependencia de esta nobleza hacia la mo-
de la creación de los diversos mitos fun- narquía hispánica y siendo un importante
dadores de las casas nobiliarias. Antonio vínculo entre las cortes de Madrid y Vie-
Rey Hazas estudia la idea de nobleza que na. Las redes de lealtad que la monarquía
se transmite en la literatura áulica del Si- hispánica presentaba en el imperio tam-
glo de Oro, a partir de dos virtudes de- bién lo estudia Rubén González Cuer-
terminantes: la contención y la victoria va, a partir del análisis de la función de
sobre sí mismo. Continuando el estudio mediador desempeñada por el embajador
de la filosofía neoestoica, Jiménez Mo- imperial, don Baltasar de Zúñiga. Por su
reno profundiza el fundamento de ser parte, Eloy Hortal Muñoz señala la im-
noble que tenía el conde duque de Oli- portancia de las guardias y del oficio de
vares, basado en la abnegación y el ser- capitán de la guardia real en la carrera
vicio al monarca. La imagen de nobleza política de jóvenes nobles castellanos,
que expresaba la tratadística jesuítica es puesto que la función de este cuerpo era
analizada por David Martín López, quien garantizar la seguridad del soberano. De
señala que los jesuitas no transmitían su esta manera, nos introducimos en el es-
opinión personal, sino la de su orden. Por tudio de la función de integración de la
último, y a nivel local, Javier Ruiz Astiz nobleza que desempeñó la corte y la casa
estudia los pasquines navarros sobre el real en la Europa moderna. En este mis-
carácter y función de la verdadera noble- mo ámbito cortesano, Ignacio Ezquerra
za. Revilla presenta la singular biografía de
El segundo de los apartados presenta un servidor regio, el oidor don Fernando
seis ponencias. Pere Molas Ribalta estu- de Alarcón.
último, Roberto López Vela indica que la la Corona, puesto que carecía de méritos
Inquisición fue uno de las instituciones de armas y de una antigüedad de linaje
que más tarde inició la averiguación de la que avalase su posición. Javier Sánchez
limpieza de sangre en sus jueces, oficia- Márquez estudia el linaje de los Reggio,
les y demás cuerpos de oficiales. príncipes de Campofiorito, y sus avata-
El profesor Francisco Aranda co- res en el cambio del siglo XVII al XVIII,
mienza el siguiente bloque con una siempre en relación a la situación política
aportación sobre una nueva visión de la que atravesaba Sicilia, lugar de origen de
conversión de la nobleza en aristocracia la familia. Para finalizar, Francisco Za-
durante el siglo XVII. Se entiende que la mora Rodríguez aborda la relación entre
nobleza es una elite socioeconómica, vis- la familia Silva y los Grunembergh en
ta como un problema para el desarrollo Livorno, como pieza del entramado de
de la monarquía, pero que durante este redes italianas que la monarquía había
siglo adquirirá, aunque fuese etimológi- constituido en Italia en torno a Génova y
camente, el carácter de aristocracia. Con los reinos de Nápoles y Sicilia.
todo, se reconoce que la venalidad y el Los dos siguientes bloques estudian a
mérito trastocan este ideal de gobierno las órdenes militares en su conjunto y a la
de los mejores. Por su parte, José Da- orden de San Juan en particular. De esta
mião Rodrigues estudia la configuración forma, Inmaculada Arias de Saaverda
y organización nobiliaria de una locali- plantea que, al comienza de la Edad Mo-
dad concreta: São Miguel, en las Azores. derna, las órdenes militares habían perdi-
Así, cuestiona diversos planteamientos do su carácter religioso y militar propio
generales sobre la actuación de la no- de la época medieval, perviviendo, al
bleza, en un lugar donde la figura del final del Antiguo Régimen, como cor-
monarca era muy lejana, como era este poraciones nobiliarias, donde simbólica-
caso insular. Concepción Moya García mente se diferenciaba la nobleza. Fabri-
y Carlos Fernández-Pacheco se adentran zio D’Avenia, Fernanda Olival, junto con
en la relación y manifestación pública de Inês Versos, Franco Angiolini y Marcella
la nobleza con respecto al pueblo en el Aglietti analizan la incorporación de la
caso concreto de los corrales de comedia nobleza a diversas órdenes militares, a
de Alcázar de San Juan, donde la distri- partir de los procesos de admisión como
bución de espacios reflejaba y creaba no- elementos definidores de nobleza. Igual-
bleza, es decir, era un símbolo de poder y mente, aportan una interesante visión
de la jerarquización de la sociedad. Mar de la relación de estas diversas órdenes,
Felices de la Fuente analiza el complejo algunas propias de Italia o Portugal, con
proceso de la venta y creación de noble- la monarquía. Elena Postigo Castellanos
za a través de la concesión, por parte del ofrece una visión general de las órdenes
monarca, de título de nobleza en blanco militares desde 1520 hasta 1660 aten-
a diversos cabildos municipales que los diendo a las nuevas fundaciones fruto del
vendían. La contribución de Santiago interés de los soberanos o al carácter mo-
Martínez Hernández comienza una serie derno de dichas órdenes, en consonancia
de estudios sobre linajes nobiliarios con- con los nuevos modelos de monarquía
cretos. En su caso, analiza la trayectoria imperantes en la Europa de la época. Por
de la familia Moura, que justificó su po- su parte, Ignasi Fernández Terricabras
sición social preeminente en el servicio a estudia las disputas entre Felipe II y el
concebida por san Agustín de una forma La selección de textos que ha lleva-
diferente, una serie de hechos que dejan do a cabo el profesor Antuñano, preten-
entrever la acción de Dios en el aconte- de ser una muestra representativa de La
cer humano, la salvación del hombre y el Ciudad de Dios y la ha hecho teniendo
triunfo de la Ciudad celeste. en cuenta criterios filosóficos, es decir,
La última parte de su estudio prelimi- recogiendo textos que hacen referencia
nar la dedica a analizar la finalidad, fuen- a las cuestiones perennes de la Filosofía
tes y redacción de la obra. La Ciudad de como la realidad del hombre; criterios
Dios, dice, hay que verla “como una obra teológicos, recogiendo textos que hacen
de apología del Cristianismo tanto ad in- referencia a temas filosóficos que desem-
tra como ad extra, como una gran expo- bocan en un tratamiento teológico, como
sición de la Historia según las categorías la cuestión de Dios y del mal; criterios
dramáticas del Evangelio, en la que cier- de tipo cultural, recogiendo textos que
tamente quedan en un segundo plano las transmiten amplias nociones de cultura
cuestiones de la validez de un paganismo clásica; criterios político-jurídicos, reco-
ya definitivamente superado, y la de una giendo textos que hacen referencia a la
interpretación cristiana —la donatista— sociedad, Iglesia y Estado. Por último,
demasiado simple y tajante”. Se trata criterios de importancia agustiniana, re-
“de la exposición de un designio divino cogiendo textos que reflejan la doctrina
cuya realización misteriosa y paradójica de san Agustín. Son unos criterios muy
se está constatando en la Historia”. Esta acertados para elaborar una adecuada
obra merece estar entre los esenciales de selección de textos que necesariamente
la Filosofía y de la cultura. tiene que dejar atrás muchos capítulos
Antes de presentar los textos selec- e incluso libros y dar a los lectores una
cionados, el profesor Antuñano expone visión amplia y suficiente de las ideas y
una serie de criterios por los que se ha doctrinas más importantes contenidas en
guiado a la hora de hacer la selección y, La Ciudad de Dios.
al mismo tiempo, presenta una serie de La edición termina con la exposición
pautas que ha seguido para seleccionar sintética del contenido de los libros que
los textos de cada uno de los cinco vo- facilita enormemente la búsqueda de los
lúmenes. diferentes temas y cuestiones que con-
El profesor Antuñano explica cómo la forman la obra, con una bibliografía bá-
secuencia de los textos seleccionados es sica y con una recopilación de juicios y
la propia de la estructura de La Ciudad opiniones sobre san Agustín y La Ciudad
de Dios, en dos partes. La primera parte de Dios.
(libros I-X) es la refutación del paganis- El profesor Antuñano ha realizado
mo, mientras que la segunda (XI-XXII) un importante trabajo. La presentación
se constituye como una defensa de la de una edición abreviada de La Ciudad
religión cristiana. Pero los libros pue- de Dios, acompañada de un excelente
den también agruparse en cinco tomos: estudio preliminar, va sin duda a acercar
los dos primeros rechazan las religiones a muchas personas a esta magna obra
paganas, los tres tomos siguientes versan agustiniana y, a la vez, les va a facilitar
sobre las dos Ciudades en cuanto a sus las claves de comprensión necesarias
respectivos orígenes, desarrollo históri- para adentrarse en el vasto mundo creado
co, fines y culminación. por el filósofo y teólogo San Agustín.
Frankfurt, si bien, según la interpretación él, según Ricardo Tejada, un autor cuya
de Ricardo Tejada, el planteamiento de “sensibilidad, tanto estética como meta-
Virilio flaquea tanto en su “comprensión física, es muy propia del umbral de un
sistemática” de dicho problema como en nuevo milenio.”
su propuesta de “línea de fuga”, consi- “Un Patricio a fines del siglo XX (A
dera recuperables sus propuestas de “re- propósito de la escritura de Pascal Quig-
materialización del cuerpo y del mundo”, nard)” es el punto de partida de una me-
y de “reencontrar el tacto” como claves ditación sobre la situación interior de to-
de un nuevo materialismo sensitivo por tal desamparo en que quedó el hombre
venir. de finales del XIX y en la que sigue hoy
El siguiente ensayo, “El reinado del día, condenado a cuidar de sí mismo.
hospital y sus fantasmas (Una tentati- Aquí se inserta el proyecto de Foucault
va de aproximación al cine de Lars von en su última etapa de “una reconsidera-
Trier)”, es la vía por la que Ricardo ción de la ética desde el punto de vista
Tejada se adentra en la cuestión de la del cuidado de sí” y también los “hu-
muerte desde la “nueva sensibilidad”. pomnêmata”, cuadernos de notas cuyos
En esta dirección, su reflexión apunta a contenidos (extractos de obras, acciones
la sustitución de la percepción virtual de ejemplares, razonamientos…) eran reco-
la muerte por el contacto real con ésta, pilados de forma selectiva según tocaran
denunciando desde ahí el “higienismo al alma del autor y pudiesen servir como
dulce de la pantalla”. La primera referen- guías de conducta para relacionarse con
cia que toma es la Historia de la muerte el mundo. Esta forma de “retiro” en la es-
en occidente desde la Edad Media hasta critura tiene un caso ejemplar en nuestro
nuestros días de Philippe Ariès, donde tiempo en la figura de Pascal Quignard,
se analizan los complejos procesos que cuya obra es un proyecto que consiste en
se han sucedido desde la convivencia fa- la reinvención de un pasado construido
miliar con la muerte hasta su desalojo de a partir de personajes rechazados por la
nuestras vidas, cuya primera y más im- Historia y por la Tradición Literaria, y
portante consecuencia es la desconexión que cobra realidad en el proceso de escri-
entre lo humano y lo divino, lo natural tura y de lectura. Es el caso de su novela
y lo extraordinario. En este trayecto, el Albucio, de Las tablillas de boj de Apro-
lugar de la muerte se ha desplazado de menia Avitia y, sobre todo, de los Peque-
la familiaridad del hogar a la frialdad ños tratados, donde Quignard, a pesar de
del hospital, y el protagonismo, del mo- advertir al lector de que no está leyendo
ribundo al médico, perdiéndose con ello una biografía histórica, le hace creer en
buena parte del sentido emocional del la realidad narrada, confundiendo reali-
fenómeno de la muerte. Aquí es donde dad y ficción, y le estimula “a cuidar de
entra el cineasta danés Lars von Trier y sí mismo en el silencio”.
su serie televisiva El hospital y sus fan- El siguiente ensayo, “El mundo de las
tasmas, en la que logró romper la fron- mil y una mirillas (Algunas impresiones
tera entre vivos y muertos, y escenificar sobre la pintura de Philippe Favier)”, es
desde sutiles argucias irónicas un nuevo una invitación a otra forma de mirar des-
espacio de convivencia familiar con la de la reivindicación del prestigio de lo
muerte y lo ultraterreno. Esta indiscerni- minúsculo. Desde el gusto por lo ínfimo,
bilidad transfronteriza es lo que hace de Ricardo Tejada traza las coordenadas del
“nuevo humanismo” por nacer, que nos ciencia y la costumbre. Ricardo Tejada
hará recuperar “la fe en las cosas”: rema- consolida esta interpretación atendiendo
terialización del mundo, confianza en la al trabajo de otro fotógrafo, Nick Knight,
realidad y restauración de los vínculos cuya obra Flora recopila extrañas plantas
entre el hombre y el mundo. La obra a recogidas y herborizadas por naturalistas
la que acude en este caso es la del artis- desde el siglo XVIII, y conservadas en
ta francés Philippe Favier, devoto de lo el Museo de Historia Natural de Lon-
diminuto y de la búsqueda de nuevos dres, y que despiertan en el espectador
soportes, e instigador de una nueva pers- la emoción de lo insólito. Su trabajo es
pectiva donde la agudización de la “aten- una invitación a recuperar la confianza
ción visual” y el desarrollo del “sentido en lo real, a devolver el gusto al ámbito
táctil” son parte esencial del fenómeno de la presencia, pero no sólo visual, sino
estético. también táctil, odorífera y sonora. Pero
Sin duda uno de los ensayos más inte- adonde quiere llegar Ricardo Tejada es
resantes es el titulado “La vida secreta de a que el efecto de la belleza aquí es tal
las plantas (Las creaciones de Fontcuber- que alcanza a provocar en el espectador
ta y Knight o cómo fotografiar la vida sin el cuestionamiento de si realmente esas
herborizarla)”. A partir de los trabajos de plantas existen, de si son reales o más
ambos artistas, Ricardo Tejada vuelve a bien míticas o ficticias; el cuestionamien-
reivindicar el arte como medio de res- to, en suma, de los límites entre lo real y
tauración de la fe en la realidad, si bien lo imaginario, propio de la “nueva sensi-
cuestionando y relativizando esa fe, es bilidad”.
decir, desmontando las fronteras entre lo El último de los ensayos lleva por
real y lo imaginario como una de las cla- título “El sudario tricolor (Una mira-
ves de la “nueva sensibilidad”. Se centra da al cine de Kieslowski)” y constituye
primero en la obra Herbarium del catalán un nuevo acercamiento a la compleja
Joan Fontcuberta, una serie de fotogra- sensibilidad que está a la base del arte
fías de plantas que realmente no existen contemporáneo. Desde la interpretación
sino que él mismo creó a base de injer- de la serie televisiva Decálogo, de la tri-
tos y prolongaciones, pero en las cuales logía Tres colores y del filme La doble
el espectador deposita su fe, fruto de la vida de Véronique, Ricardo Tejada ensal-
“confianza cultural” y del ingenuo con- za la originalidad perceptiva, narrativa y
vencimiento de que la ciencia no miente. metafísica del cineasta polaco Krysztof
Fontcuberta emplea a la ciencia, respon- Kieslowski, radicada en su “voluntad
sable de la depuración de lo imaginario artística de narrar lo inenarrable, de fil-
con respecto a lo real, para proclamar mar lo invisible y de hacer interrogar lo
“la indiscernibilidad de lo real y de lo inabordable”. Lejos del hombre genérico
imaginario”, y lo hace desde la fotogra- y abstracto, su obra se acerca al hombre
fía, aparentemente la disciplina artística concreto con sus debilidades, sus vacila-
más fiel al sentido objetivo de las cosas. ciones, sus miedos y su búsqueda de la
Parodia así a la ciencia y al imperio de felicidad inalcanzable, y lo hace ubicán-
la Nueva Objetividad, a fin de inquietar dolo en complejas situaciones existen-
nuestra apatía intelectual y de despertar ciales fruto de su tiempo, buscando en
cierto escepticismo desde el que rebe- los límites y en el vértigo, donde habita
larse ante la domesticación efecto de la lo inefable, la condición humana. Según
el análisis de Ricardo Tejada, en las men- que padece todavía las miserias denun-
cionadas obras, Kieslowski plantea tres ciadas en las postrimerías del XVIII por
matrices narrativas (la espera, la bús- Friedrich Schiller.
queda y la captura), correspondientes a
tres situaciones que forman parte de la Miguel Ángel Rivero Gómez
condición humana. Lo que busca en el
fondo es la vinculación del arte y la vida,
y la recuperación de la fe en la realidad. VÁZQUEZ GARCÍA, FRANCISCO. La filoso-
Y lo hace desde la denuncia del silencio fía española: herederos y pretendien-
respecto a los sentimientos autoimpuesto tes. Una lectura sociológica (1963-
por el hombre contemporáneo, y desde la 1990), Madrid, Abada Editores, 2010,
recuperación del prestigio de la materia, 438 pp.
que ha de servir de base restablecimiento
de nuestra comunión con el Cosmos y a Seguramente, el principal procedi-
la revinculación de la inmanencia con la miento de aprendizaje empleado por el
trascendencia. estudiante universitario de filosofía sea la
El epílogo, titulado “Briznas del sen- identificación. Antes que ideas, concep-
tir (A modo de una conclusión entrevis- tos y sistemas en sí desnudos, ante su en-
ta)”, cierra la obra hilando los diferentes tendimiento, sentidos y prejuicios desfila
ensayos a partir de la “extraña familia- una plétora de discursos inevitablemen-
ridad” latente entre las obras de estos te en uso. Lo que desfila por la tribuna
artistas, que no radica en un movimien- son usos ya consolidados del discurso
to o corriente artística común sino en su filosófico, sancionados por áreas de co-
imprevisto devenir hacia la “sensibilidad nocimiento, corrientes de pensamiento,
por venir”. El papel de Gilles Deleuze es nombres de autores y de asignaturas a
clave en este último texto, pues lo que cuya disciplina el estudiante ha de aco-
plantea en definitiva Ricardo Tejada es la gerse. Como reacción a esa diversidad de
posibilidad de una “estética post-deleu- caracteres, el estudiante pone a prueba el
ziana”, capaz de sostener teóricamente el pensamiento que en cada caso incorpo-
“nuevo arte” brotado de las actuales arti- ra y, con él, una serie de posturas rela-
culaciones entre el hombre y el mundo, y tivas a la relación del pensamiento con
de ubicarlo en la instantaneidad presente la existencia tanto personal como histó-
del fenómeno estético. Estamos aquí ante rica y colectiva, al papel de la razón, al
un punto crucial, pues Ricardo Tejada vínculo conveniente entre el ejercicio de
está abriendo la posibilidad de un rena- la filosofía y los problemas procedentes
cimiento de la estética y del arte desde de su realidad efectiva contemporánea.
estas “cenizas”. Eso es lo que le acercó Esas sucesivas incorporaciones conflu-
a los artistas aquí estudiados, la intui- yen con las posturas que a ese respecto
ción de una “nueva sensibilidad” que se el estudiante traiga consigo, fruto de un
levanta sobre los escombros de la auto- capital cultural previo, consolidado prin-
disolución del arte y de la estética, y la cipalmente en la formación secundaria
posibilidad de que el arte pueda recons- y familiar. En función de esa serie de
truir un nuevo modo de ser en el mundo, concepciones previas, vitales y políticas,
convirtiéndose en la herramienta capaz elegirá unos usos del discurso y recha-
de renovar una “cultura esclerotizada”, zará otros, pero también se verá forzado
rio de legitimación de los discursos que los católicos orteguianos con falangistas
se producen, circulan y administran. En convertidos a liberales, en algunos casos
lo social, la condición que hace posible relacionados a través del seminario de
la apertura de este nuevo espacio discur- Zubiri, para unir la calidez del discurso
sivo es la repentina expectativa de pro- intimista con la universalidad de la razón
moción en el ámbito de la educación, a través de un principio utópico de la es-
el incremento del valor del capital inte- peranza que permitía, a su vez, el diálogo
lectual propiciado por la consolidación entre la religión y las escatologías secu-
de espacios alternativos de sociabilidad. lares, incluido el marxismo.
En lo religioso, resulta determinante el La otra gran veta interna abierta en la
triunfo del espíritu posconciliar que los red oficial para la renovación del discur-
jesuitas supieron vehicular en oposición so filosófico corresponde al denominado
al dominio que sobre el campo filosófico “nódulo Rábade-Montero”. En torno a
venía ejerciendo el Opus Dei. Vázquez estos dos profesores de la Universidad
demuestra así que la secularización que Central de Madrid y de Valencia, res-
se inserta en la transición no se explica pectivamente, se conforman una serie de
sin atender a las opciones abiertas, pre- trayectorias ligadas a la institución aca-
cisamente, dentro del universo religioso. démica, que aceptan sus rituales y meca-
En el auge de la modernidad tecnócrata nismos de promoción como el verdadero
de los 60, la Obra defendía la pureza del espacio de producción filosófica. Su ob-
uso de la razón frente al subjetivismo de jeto de estudio predominante y su toma
toda la filosofía moderna, al servicio del de posición en el debate ha sido la razón:
cual llegaba a fagocitar notas del rigor fe- por un lado han reivindicado el discur-
nomenológico husserliano o incluso de la so filosófico académico que va de Kant
filosofía analítica. En esa suerte de ver- a Heidegger, es decir, del idealismo a la
sión hispánica del calvinismo bismarc- fenomenología; por otro, al asumir las
kiano, se pretendía una proyección técni- críticas a la filosofía de la subjetividad,
ca y eficiente de la filosofía que llevó a su oponen a la metafísica ontoteológica una
separación institucional del área de Hu- ontología de la finitud entendida como
manidades y a su asociación disciplinar hermenéutica. Surge, de aquí, un tipo de
con la Psicología y Ciencias de la Educa- filósofo dedicado a la interpretación y re-
ción en 1973. Frente a ello latía en redes producción escolar del canon textual que
de socialización secundarias una religio- quedaría así fijado y confirmado. Gracias
sidad personalista, espiritual, de tintes al trabajo de edición y traducción se debe
místicos y antirritualistas que entroncaba a este nódulo la creación de un corpus
con filosofías de la autenticidad como de textos inmune a injerencias externas.
el personalismo y el existencialismo y, Ello habría permitido la autonomía del
a través de ellas, con el ensayismo orte- discurso filosófico.
guiano y la literatura noventayochista. El Como contrapartida, agudamente
respaldo del Concilio Vaticano II a esta señalada por el autor, en su función de
concepción fue finalmente capitalizada guardianes del canon, encargados de “ru-
por los jesuitas que, mediante la funda- tinizar los grandes mensajes proféticos
ción de la revista Pensamiento (1962) y, de los filósofos” (Weber), los autores in-
sobre todo, del Instituto de Fe y Secula- cluidos en este nódulo pierden pronto el
ridad en 1967, propiciaron la reunión de lugar en el debate público que ellos mis-
que dan testimonio desde diferentes pun- ensayos de Juliana González Valenzuela,
tos de observación. Sobre el exilio nos Víctor Flores Olea, Ana María Rivadeo
hablan las voces de Federico Álvarez, y Luis Villoro, quienes exploran la Fi-
Anamari Gomís, José Antonio Matesanz; losofía moral y política a lo largo de la
de la obra poética se nos ofrecen los quinta sección. Y los de Stefan Gandler,
testimonios de Adolfo Castañón, María Gabriel Vargas Lozano, Xiomara García
Dolores Gutiérrez Navas e Ignacio Sola- Machado y María Teresa Yurén quienes
res; continuando con la reflexión en tor- encaminan sus reflexiones al Marxismo y
no a la estética y la filosofía del arte en la filosofía de la praxis consignados en la
la que toman forma las miradas y voces sexta sección. Miradas que van recupe-
de Samuel Arriarán, Teresa del Conde y rando las virtudes, derroteros, alcances,
María Rosa Palazón Mayoral. discusiones y limitaciones que la obra y
En estos apartados podemos des- el propio filósofo han sostenido a lo lar-
cubrir lo que “El Exilio” representó no go de los años. Pero siempre señalando la
solo para el Filósofo exiliado, sino para importancia y novedad que desde y para
quienes lo recibieron, y quienes queda- el marxismo y la filosofía, ha significado
ron atrás, al otro lado del atlántico. Ese la reflexión de Sánchez Vázquez, y en es-
exilio donde habrá de formar una familia pecial, su vida y su congruencia.
con Aurora Rebolledo, estudiar filosofía, En la última sección del libro se
transformar el marxismo y doctorarse. aborda a través de las voces de Bolívar
Un exilio que no se vive de igual manera Echeverría, Adolfo Gilly, Enrique Semo
que otros, y frente al cual Sánchez Váz- y Javier Murgueza los temas que diser-
quez reconoce dos fases, la del destierro, tan en torno a la sociedad, la realidad y
donde lo que se valora más es lo perdido, la utopía. Temas medulares en la obra del
no lo hallado, es el pasado y no el pre- filósofo y caracterizados por su personal
sente, el pasado que se vivió y que ahora impronta. Nada en este libro nos permite
reaparece en sus sueños hecho futuro, y pensar que ha sido seleccionado arbitra-
una segunda, en la que se puede hablar de riamente o con ligereza. Los autores, sus
transtierro que es cuando ya se han echa- testimonios, su conocimiento de la obra
do raíces profundas en el país de exilio. de Sánchez Vázquez, el afecto, la admi-
Porque para Sánchez Vázquez, el quid ración destilada, nos ofrecen un homena-
del asunto, presentado por los diversos je muy cuidado, pero no por ello cauto o
autores, será no solo sobre el ser un exi- complaciente.
liado, sino de estar, de “como se está”, Es un libro que resulta un caleidosco-
en el exilio. pio de la vida y obra de aquel a quien se
Así que este libro nos presenta las le rinde Homenaje. Hay acuerdos, preci-
miradas que reparan en el “estar” de Sán- siones, disensos y desencuentros consig-
chez Vázquez en su exilio: como poeta, nados, pero sobre todo, reconocimiento
como reflexión crítica sobre la concien- a la importancia de una trayectoria, ad-
cia artística, de la mercantilización de miración y cariño por la persona que a
arte, del eurocentrismo y de la teoría de tantos ha marcado.
la recepción. Temas abordados a lo largo La publicación de esta obra no solo
de las dos siguientes secciones. es afortunada por el momento, la calidad,
El libro avanza y nos evoca más fa- el estudio reflexivo que cada autor nos
cetas del Filósofo y su obra. Están los presenta y su profundo conocimiento de
las temáticas, sino además, por regresar Desde un punto de vista híbrido y, si
la mirada hacia adentro, hacia una tradi- se desea, polifónico, este libro representa
ción propia y el reconocimiento al gran una labor integradora donde intelectuales
valor que de ella se hace. Algo que no es de diferentes ámbitos ofrecen casos de
del todo habitual en un campo que tiende estudio particulares que reflexionan acer-
más a reconocer lo de afuera. Por ello, ca de un período paradigmático de la his-
esta obra nos permite reconocer la vida toria del pueblo hispano y novohispano,
y obra de una de las figuras más impor- un análisis que intenta pensar la historia
tantes de la Filosofía Iberoamericana del y que no huye, por tanto, de la evidencia
siglo XX a través de miradas cómplices, histórica. Sólo así, las personas involu-
pero además nos permite reconocer a un cradas en este proyecto —“Diversidad,
gran hombre caracterizado por un “estar” cultura nacional y democracia en los
siempre congruente. tiempos de la globalización: las humani-
dades y las ciencias sociales frente a los
Luis F. Pacheco Cámara desafíos del siglo XVI”— logran arrojar
más luz sobre la historia del pensamien-
to moderno desde lugares considerados
VELASCO GÓMEZ, AMBROSIO (COORD.), periféricos en términos geográficos e
Significación política y cultural del intelectuales. Para ello, el libro parte de
humanismo iberoamericano en la la negación de aquella idea que asume la
época colonial, México, Universidad oposición paradójica entre el mundo his-
Nacional Autónoma de México y Pla- pánico y el progreso de la modernidad,
za y Valdés, 2008, 524 pp. un punto de vista nada halagüeño y pro-
motor de prejuicios casi insalvables, aun-
En la mayoría de las ocasiones los que a todas luces falsos desde su origen.
volúmenes colectivos corren el riesgo de La historia del pensamiento moderno no
permanecer en el olvido o sufrir un trato puede ser ajena a la emergencia simultá-
injusto, como así parece haber ocurrido nea de la modernidad y de América en
con el humanismo iberoamericano de la tiempos de la conquista y asedio del nue-
modernidad. Para salvar este prejuicio vo continente.
conviene aclarar el porqué de la aparición No cabe duda de que el mundo de
de un nuevo ejemplar sobre el mundo las letras, el debate sobre la modernidad,
político y cultural del humanismo ibero- la figura del indígena y el pensamiento
americano en la época colonial y por qué político en general conforman cuatro
este y no otro. La justificación resulta grandes núcleos temáticos sobre los que
prometedora y el resultado sobresaliente. abordar la trascendencia política y cultu-
Al contrario de lo que pudiera parecer, la ral que el humanismo y el pensamiento
variedad de contribuciones a este volu- republicano iberoamericano tuvieron en
men ofrecen un trabajo interdisciplinar, la formación de una nación multicultural
bien articulado, original, innovador y no llamada México, con una identidad pro-
por ello menos homogéneo y compacto, pia y distinta de la nación española. De
donde por otra parte prevalece un modus esta manera, el libro coordinado por el
operandi ejemplar sobre la forma en la profesor Velasco responde históricamen-
que deben pensarse y practicarse las hu- te a la crisis contemporánea de los Es-
manidades a comienzos del siglo XXI. tados nacionales americanos, poniendo
y políticas de Córdoba para acabar con peninsular del humanismo jurídico a tra-
esta situación de injusticia. Por otra par- vés de los escritos de Diego de Covarru-
te, Francisco Quijano compara las ideas bias o Antonio Gómez que por otra parte
de Vasco de Quiroga sobre la naturaleza desembarcaron en España de la mano de
del indio y su reducción por los conquis- personalidades como Antonio de Nebri-
tadores españoles con las de Alonso de ja, una tradición que llegó hasta el siglo
la Veracruz para destacar las funciones XVIII. María del Carmen Rovira dedica
que deberían desempeñar los nativos en su atención a un estudio monográfico
el gobierno indígena de Michoacán. Por sobre la influencia ejercida por Juan Be-
último, Priscila Vargas realiza un estudio nito Díaz de Gamarra en la introducción
documental y bibliográfico que no sólo de la filosofía moderna en México, un
pone en entredicho las fuentes, sino que, pensamiento ecléctico capaz de integrar
además, las utiliza para demostrar que algunas de las premisas cartesianas y de
la construcción de una historia depen- las ciencias modernas con la escolásti-
de muchas veces de agentes externos y ca tradicional. Gamarra fue durante la
ulteriores a la propia historia. Tal fue el segunda mitad del siglo XVIII un gran
caso de la biografía de fray Alonso de la defensor de la identidad del criollo frente
Veracruz, pues no conocemos su vida por al español europeo. Un siglo más tarde,
autores contemporáneos como Francisco durante los intensos enfrentamientos en-
Cervantes de Salazar, Jerónimo de Men- tre liberales y conservadores, todavía ha-
dieta o Alonso de Zorita, sino gracias a la bía quienes en oposición a Gamarra, caso
Crónica (1624) de Juan de Grijalva. del catedrático valenciano Rafael Rodrí-
En tercer lugar, el complejo e inago- guez de Cepeda, defendieron una postura
table debate historiográfico entre el hu- conservadora asentada en la filosofía del
manismo y la modernidad, nos brinda derecho y en el ultracatolicismo. Así lo
nuevas interpretaciones y revisiones de ponen de manifiesto Mariano Peset y Yo-
algunas viejas sobre aquellos aspectos landa Blasco.
que involucran al mundo iberoamerica- En cuarto y último lugar, no por ellos
no dentro de la política, la filosofía y la menos relevante, contamos con un apar-
jurisprudencia moderna. Tomando como tado destinado a las relaciones entre el
referencia la obra de Quentin Skinner, humanismo y la literatura. El primer tex-
Mónica Quijada nos brinda algunas vías to, a cargo de Clara Inés Ramírez, explo-
del pensamiento político hispánico hacia ra las propuestas intelectuales de Teresa
la modernidad desde una rigurosa explo- de Ávila, Luis de León y Juan de la Cruz
ración del principio de soberanía popular y sostiene que en la obra de todos ellos
promulgado por Francisco Suárez, entre puede identificarse la traslación entre la
otros. Armando Pavón nos presenta una escolástica y la literatura, un tránsito que
tesis atrevida sobre la modernidad de la va desde la crisis de la razón dialéctica
monarquía hispánica en tiempos de los sufrida en la Universidad de Salamanca
Reyes Católicos y su paso del Estado al hasta una nueva forma de concebir la rea-
Imperio. Pavón sugiere que la aparición lidad a finales de la centuria y que, por
coetánea de América y el Estado moder- otra parte, caracterizó la historia del pen-
no en la Península provocaron la trans- samiento moderno en el mundo hispáni-
formación de la monarquía en imperio. co. María Dolores Bravo subraya que los
Pascual Marzal describe el desarrollo textos literarios de Carlos de Sigüenza
y Góngora o sor Juana Inés de la Cruz, nuidad, crisis u ocaso de este humanismo
por citar sólo algunos, revelan signos republicano y multiculturalista de los vi-
de identidad de aquellos criollos que al rreinatos americanos en el complejo ca-
ser españoles y americanos a un tiempo mino hacia la independencia y el levanta-
o ninguno de los dos a la vez encontra- miento del Estado nacional de los siglos
ron en las letras el refugio a su particular XIX y XX.
existencia. A través de dos momentos his-
tóricos de la vida de Miguel de Cervantes Antonio Sánchez
—la batalla de Lepanto y el cautiverio de
Argel—, Margarita Peña pone el acento
en la influencia que estos acontecimien- VV.AA., Doctor Buenaventura Delgado
tos ejercieron en la producción literaria Criado. Pedagogo e historiador. Uni-
del ilustre escritor alcalaíno, donde des- versidad de Barcelona, 2009, 795 pp.
taca su humanismo emancipador y su
lealtad al imperio. Con una exégesis con- La edición del presente volumen cul-
trovertida sobre El dueño de las estrellas mina una feliz iniciativa, nacida de un in-
(1634) de Juan Ruiz de Alarcón, Eugenia terés común: el deseo de colegas, amigos
Revueltas llega a la conclusión de que y discípulos del profesor Buenaventura
las ideas políticas de Alarcón instigaron Delgado, de ofrecer su reconocimien-
un espíritu nacionalista que bien podrían to y homenaje póstumo a este conocido
apuntar hacia una futura independencia. pedagogo e historiador, nacido en Man-
Por último, Mónica Quijano lleva a cabo zanares (C. Real), en julio de 1935, y fa-
una lectura crítica de una obra más cerca- llecido en Barcelona, el 7 de marzo de
na a nosotros, Sor Juana Inés de la Cruz 2007. Notable por la cantidad de traba-
o las trampas de la fe (1982) de Octavio jos aquí reunidos, en número superior a
Paz, donde el Nobel mexicano interpreta cuarenta, el libro no lo es menos por la
la cultura virreinal. En definitiva, a pesar calidad de estas aportaciones, debidas a
del trato discriminatorio que el humanis- prestigiosos especialistas y estudiosos
mo republicano e hispánico vivió en Es- procedentes de distintas universidades
paña y América mediante herramientas españolas. El conjunto configura así un
represivas de censura y persecución, el amplio abanico de temas y perspectivas,
mundo de las letras encontró en el talento entre los que destacan los destinados a
literario de autores como Cervantes o sor resaltar la categoría profesional y huma-
Juana su más enérgica expresión. na del homenajeado, su ejemplar dedica-
Con todo, el título Significación po- ción docente, o su trato afable y cordial
lítica y cultural del humanismo ibero- con colegas y discípulos, al que aluden
americano en la época colonial nos da quienes le conocieron y trataron en vida.
muchas pistas no sólo del papel que el La obra se abre con una presentación
humanismo desempeñó en el desarrollo de la profesora Mª Rosa Buxarrais que
de las tradiciones políticas y culturales glosa a grandes rasgos la justificación
que de alguna manera han confluido en la y oportunidad del homenaje al profesor
nación mexicana hasta el siglo ilustrado, Delgado, recordando su larga trayectoria
sino que también deja entrever futuras de docencia e investigación en la Uni-
investigaciones que podrían contribuir versidad de Barcelona: el libro, escribe,
al esclarecimiento de la posible conti- no es sino “una muestra de amistad y
reconocimiento hacia uno de sus profe- estos trabajos giran en torno a la figura
sores más insignes y reconocidos”. Hay y la obra del prof. Delgado, con alusio-
también palabras de agradecimiento para nes a su peripecia vital y académica, su
cuantos han contribuido a que esta obra dilatada trayectoria como investigador, o
colectiva llegara a buen puerto, destacan- su presencia continuada en foros nacio-
do la labor de los profesores Felix Santo- nales e internacionales. Hay asimismo
laria, Conrad Vilanou y Francesc Calvo. referencias al valor y trascendencia de
Los trabajos propiamente dichos se su obra Historia de la Educación en Es-
agrupan en cinco apartados: el primero paña y América, publicada en tres volú-
de ellos, “Buenaventura Delgado: perfil menes, entre 1992 y 1994, elaborada por
humano e intelectual” (pp. 15-103), in- un nutrido equipo interdisciplinar, que el
cluye varios estudios sobre la vida y la profesor Delgado dirigió y coordinó de
obra del profesor Delgado, evocando forma admirable, y que es ya referen-
circunstancias y datos significativos de cia imprescindible para los estudiosos
su trayectoria personal y profesional, e investigadores del pensamiento peda-
así como la valía y consistencia de sus gógico español e iberoamericano. La
aportaciones en el ámbito de la peda- información se completa con una amplia
gogía, especialmente en la historia de reseña bibliográfica del Doctor Delgado
la educación. Se inicia con una sentida (pp. 105-121): libros, artículos, obras co-
carta de Mª Ángeles Galino, dirigida a lectivas, prólogos, ponencias, dirección
Buenaventura Delgado: quiere ser, seña- de tesis doctorales, etc.
la, “una continuación de la conversación Los restantes trabajos se organizan en
que contigo y tu esposa tuve la suerte… torno a cuatro epígrafes: “Estudios filo-
de mantener en Roma”; los temas de co- sóficos y antropológicos”, con aportacio-
mún interés (interculturalidad, globaliza- nes de Francesc Calvo Ortega y Ramón
ción…), alternan con observaciones so- Cortada Coromina; “Estudios etnográfi-
bre el papel de la educación en el proceso cos”, con sendos trabajos de Agustín Es-
de construcción de la unidad europea. Las colano Benito y Eulalia Collelldemont;
otras seis aportaciones son: “Trayectoria “Estudios sobre Historia de la educa-
vital del profesor Buenaventura Delga- ción”, que forma el núcleo central y más
do. Apuntes para una biografía”, de Mª extenso: 29 aportaciones, de Luis Díez
Luisa Gutiérrez; “Trayectoria académica Merino, Isabel Villafranca Manguán,
y científica del profesor Buenaventura Javier Vergara Ciordia, Mia Münster-
Delgado”, de Félix Santolaria y Conrad Swendsen, Francisco Javier Alejo Mon-
Vilanou; “Buenaventura Delgado, in- tes, Javier Laspalas, María Rosa Do-
térprete de Unamuno”, de Eudaldo For- mínguez Cabrejas, León Esteban, Jordi
ment; “El profesor Delgado y la tradición Planella, Jordi Monés y Pujol-Busquets,
liberal española”, de Conrad Vilanou y José Mª Quintana Cabanas, Xavier Lau-
Torrano; “Buenaventura Delgado Criado do Castillo, Monteserrat Gurrera i Lluch,
y Joan Bardina Castarà. Siete nexos pe- Ramona Valls i Montserrat, Ramón Ta-
dagógicos y humanos compartidos”, de rrós i Espulgas, Ángela del Valle López,
Anna Forés Miravalles; y “Sobre mitos, Manuel Revuelta González, Consuelo
cuentos y temas eternos: la curiosidad Flecha García, Angel C. Moreu, Cándido
del profesor Delgado”, de Nuria Obiols Ruiz Rodrigo, Albert Esteruelas Teixidó
Suair. Como los propios títulos indican, y Mª Teresa Valvuena de la Fuente, Ra-
quel de la Arada, Martí Teixidó i Planas, ras investigaciones sobre este insigne
Joan Mallart i Navarra, Antonio J. Colom docente e investigador manchego, sino
Cañellas, Antonio S. Almeida Aguiar, Jo- porque, además, constituye una excelen-
sep María Caparrós Lera, Teresa Marín te aproximación a algunas de las cuestio-
Eced y Joan Florensa i Parés. Finalmen- nes y temas que configuran la compleja
te, el apartado “Estudios sobre la Univer- trama de la educación en nuestros días.
sidad”, con los trabajos de María Nieves Enhorabuena, pues, a quienes han sabido
Gómez García y Mariàngels Riera i Fi- llevar a feliz término esta empresa, cu-
gueras. La cantidad y calidad de estas yos resultados cumplen sobradamente la
aportaciones, debidas como se ha dicho finalidad ya apuntada: rememorar hechos
a profesores de diferentes universidades y acontecimientos de la peripecia vital e
españolas, son en sí mismas una muestra intelectual de Buenaventura Delgado, a
evidente de cordial adhesión al objeti- modo de homenaje a su figura y su obra,
vo de la convocatoria, del que es buena en forma de historia viva y entrañable.
prueba este libro-homenaje.
No es posible en esta breve reseña Ángel Casado
comentar de forma pormenorizada cada
una de estas aportaciones, aunque es de
justicia subrayar la calidad y valía de to- VV.AA., Menéndez Pelayo y la novela
das ellas, expresión sin duda del interés del siglo XIX, Santander, Real Socie-
y buen hacer de sus autores. El conjunto dad Menéndez Pelayo, 2009, 240 pp.
constituye una excelente aproximación
a la obra de Buenaventura Delgado, con Las cinco conferencias, recogidas
referencias y testimonios de evidente bajo el título que presenta al prestigioso
tono cordial, que evocan pasajes signifi- autor cántabro como punto de encuentro
cativos de la vida del homenajeado. De de los variados proyectos estéticos que en
otra parte, como suele ocurrir en estas torno a la novela se tejieron en nuestro
obras colectivas, la amplitud temática de siglo XIX, fueron pronunciadas durante
los trabajos aquí reunidos, diferentes en la segunda quincena de octubre de 2007
planteamientos y desarrollo, configuran en la ciudad de Santander. Desde luego la
un panorama ciertamente enriquecedor. calidad general de los textos, de los muy
Las reflexiones de hondo calado sobre buenos especialistas que tenemos sobre
aspectos sustantivos de la realidad edu- este género, está por encima de algunas
cativa, unidas a sugerentes observacio- deficiencias en la edición de este libro.
nes respecto a cuestiones tradicionales Como solía decirse tradicionalmente, el
o de tinte innovador, contribuyen a que contenido está por encima de la forma y
el lector pueda hacerse una idea, efectiva quizá esto sea lo importante.
y valiosa, del “estado de la cuestión” en Y así es ciertamente porque lo ver-
cada caso. daderamente interesante en este libro es
El breve álbum final, con fotografías el descubrimiento de los entresijos de
de algunos momentos de la vida acadé- la red de relaciones personales que fue-
mica del profesor Delgado, constituye un ron tupiendo autores de procedencias y
buen cierre para esta obra, que ocupará edades distantes entre sí que terminaron
sin duda un lugar destacado, no sólo por por crear un lugar común en torno a los
los datos y pistas que aporta para futu- debates sobre la novela como género om-
y de ahí la búsqueda de la verdad como relación con la situación vital. Todo ello
realidad, pues si “el vivir filosófico es un queda plasmado en la Biografía de la
vivir desde la verdad”, ésta se funda en Filosofía” (p. 56); así va exponiendo no
“lo que es en realidad” (p. 48). El saber una obra sino toda la trayectoria de Julián
de lo real consiste en la unidad de la filo- Marías (Biografía, Historia y Antología)
sofía y la historia de la filosofía, ya que la y destaca algunas cualidades respecto al
verdadera filosofía va asumiendo la pro- tema elegido: a) a Marías le interesa la
pia historia que, según el Prof. Carpinte- situación, es decir, el conjunto de creen-
ro, ha de responder a tres caracteres: el cias, vigencias en el momento histórico
de la autenticidad, saber estar a la “altura del pensamiento de cada autor, “qué han
de los tiempos” y asentarse en su naci- hecho los hombres cuando se han dedi-
miento a una situación. cado a la filosofía” (p. 56); b) subraya el
Según el estudioso, Marías no sólo “sistema de alteridades”, es decir, la filo-
partió de su tesis del P. Gratry sino que sofía que el autor integra de la situación
encontró en este filósofo el puente que precedente y la que propone: “el doble
une la metafísica existencial con un pen- problematismo —el del autor a entender
samiento abiertamente cristiano e insis- y el del autor que interpreta—” (p. 57).
tió en que la mostración de la existencia Y así reconoce que son muy originales
de Dios se halla en una previa relación la interpretaciones de Marías acerca del
con Él, que es “no intelectual sino an- mito platónico, la sustancia en Aristó-
terior a la inteligencia y constitutiva del teles y las precisiones de Ortega en su
ente humano” (Memorias, p. 297). Esta lectura de Aristóteles (nosotros dedica-
afirmación de Marías, que Helio Carpin- mos nuestra tesis a esta singular lectura
tero sabe ver de forma extraordinaria, de Ortega) y así dice el prof. Carpinte-
nos parece propia de un estudioso que, ro: “Marías escruta en las entrañas de un
imbuido de saber y también de conoci- concepto central del aristotelismo, movi-
miento del autor al que estudia, reconoce do desde sus propios problemas” (p. 60).
más fácilmente lo importante sin perder- En fin, Helio Carpintero conoce bien
se en relaciones externas, o peor, superfi- a Marías y accede a este filósofo no sólo
ciales. Más aún, el Prof. Carpintero aña- a través del conocimiento de otros auto-
de que de esta relación constitutiva entre res, aunque es destacable el conocimiento
Dios y el ser humano Marías reelabora que posee de otros autores, por ejemplo,
el argumento ontológico de San Anselmo el estudio de Marías sobre la alétheia
así como los desarrollos posteriores de la en Meditaciones del Quijote (p.61) e,
religación zubiriana, lógicamente vincu- igualmente, destaca de Marías, también
lada a esta idea. Nos parece extraordina- podríamos mostrar de sus estudios, que
ria esta lectura de Julián Marías que a no- ambos se acercan a la filosofía española,
sotros también nos había impresionado no esporádicamente, sino desgranando la
(vid. Dios en el pensamiento hispánico importancia de un pensamiento que se en-
del siglo XX, 2002). raíza en una tradición y puede calibrar las
Con fino sentido filosófico, Helio matizaciones y la vigencia de sus apor-
Carpintero analiza la obra de Ortega y taciones. La conclusión con la que Helio
Marías (p. 52-55), por tanto, la Escuela Carpintero cierra su estudio es magnífica
de Madrid y, desde ella, los textos clási- y da razón de la importancia que Marías
cos, “recorrido histórico (que) se hará en concede a la novela como forma de co-
política española, que le granjeó algunas dente que Ortega (p. 142) y que “Julián
decepciones como senador, como miem- Marías pide que se ponga el interés de
bro del Consejo de redacción de Revista España por encima de los partidos y lla-
de Occidente y su alejamiento de la línea ma a la concordia y a la reconciliación”
editorial de El País (p. 118), esto último (p. 143). Pertenece a esa Tercera Espa-
estructura la vida personal y el ejemplo de ña, que no pudo ser -según Machado- y
Marías. a la que creemos pertenecería además de
Antonio Pérez Quintana, profesor Julián Marías, María Zambrano, Berga-
Titular de Filosofía de la Universidad mín, y en estos días se ha dicho repetidas
de La Laguna, expone Julián Marías y veces, Gregorio Marañón, y también Zu-
el magisterio de Ortega. Los problemas lueta, como recuerda Fernando Millán,
con el nacionalcatolicismo (p. 127-165). Prof. de Comillas.
Un estudio riguroso y difícil sólo man- En casi todos los artículos se citan su-
tenido por ese mismo rigor en donde se cesos históricos importantes y graves en
destaca prontamente que “El raciovita- la vida de Julián Marías y en la filosofía
lismo desautoriza los radicalismos utópi- española, su lectura nos lleva a conocer
cos, pero no los reformismos” (p. 130), más nuestro suelo y a lo mejor a desear
pues el mismo Julián Marías expone la ser mejores personas, motivo siempre de
razón de su rechazo al extremismo por- la filosofía. Tal vez signifique que hemos
que lo considera “un fraude vital”; de de seguir estudiando con ahínco el pen-
este modo Pérez Quintana va ilustrando samiento español a fin de darlo a conocer
el Exilio interior (1945-1955) en títulos en su amplitud, hay sucesos que por sig-
tan relevantes como “El laico Ortega y nificativos se repiten pero en cada artícu-
la Anti-España” para centrarse en Julián lo hay matices importantes. En resumen:
Marías, en España. El exilio de Estado”, un libro interesante que seguro a Marías
denominación menos usual, pero elegida le hubiera gustado conocer.
por el mismo Marías.
Además de los sucesos conocidos, el Juana Sánchez-Gey Venegas
Prof. Pérez Quintana recuerda que “su
objetivo era poseer la filosofía de Ortega,
pero haciendo filosofía” (p. 138) y “desa- VV.AA., Vocare. La actualidad educati-
rrolla con especial empeño el relativo al va de María Zambrano, Madrid, Uni-
modo peculiar de operar de la razón vital versitas, 2008, 99 pp.
e histórica” (p. 139) teniendo en cuenta la
defensa de “la tradición del pensamiento Este libro, coordinado por Carmen
liberal español”. Ciertamente, ni la ge- Giussiani, nació como un catálogo de una
neración nacida en torno al 25, a la que exposición sobre María Zambrano pero,
hemos aludido, ni la siguiente, la de “los haciendo honor a su título, trasciende su
filósofos jóvenes”, asumieron nuestra tra- planteamiento inicial con la vocación de
dición filosófica, por lo que —como dirá ser una guía para todos aquellos lectores
Zambrano repetidas veces— “se educaron y estudiosos de la obra de la pensadora.
sin maestros” (carta a Rodríguez Huéscar, Con frecuencia, se asocia a María
1957; a Abellán, 1966). Zambrano con la razón poética, con la
Pérez Quintana señala con claridad mística o con la política, porque sus tra-
que Marías fue en política más contun- bajos en torno a la educación son menos
que entra a diario en el aula, para conver- Wingartz plantea desde el principio
tirse en palabra. del libro qué es lo que pretende: “des-
entrañar y mostrar la lucha de un pueblo
Mª Aránzazu Serantes desde sus creencias, sus símbolos su es-
peranza, su fe, teniendo siempre presente
la construcción de esa nueva sociedad,
WINGARTZ PLATA, ÓSCAR, De las ca- donde la explotación, la miseria, la mar-
tacumbas a los ríos de leche y miel ginación, lo que en términos teológicos
(Iglesia y revolución en Nicaragua), significa la superación del pecado con
México, Universidad Autónoma de todas sus consecuencias, fuera posible,
Querétaro, 2008, 245 pp. para dejar en el pasado, en el olvido, esas
realidades lacerantes, sin posibilidad de
Hay en la historia acontecimientos y retorno.” (p. 9) Y, efectivamente, el aná-
épocas que pasan sin que buena parte del lisis de Wingartz conjuga, por un lado,
mundo se interese por ellos o siquiera se una visión teólogoliberadora, en la que
enteren de su existencia. La revolución desempeñan un gran papel las prácticas
de Nicaragua (1979-1990) fue más bien pastorales comprometidas en los barrios
un acontecimiento de repercusión mun- marginales y en las zonas campesinas de-
dial debido que las llamada grandes po- primidas y sometidas a la más denigrante
tencias la consideraron como un capítulo explotación; por otro lado, deja patente el
de la guerra fría y como un eslabón más entusiasmo popular inicial por la revolu-
de las luchas de emancipación en la es- ción sandinista.
tela de la revolución cubana y de otros Quizá lo más interesante del libro es
intentos surgidos en la América hispana. mostrar sin tapujos los problemas que
El libro de Óscar Wingartz, es un buen tuvo esa pastoral evangélica de base,
análisis de la complejidad que conlleva- practicada en términos de compromiso y,
ba en Nicaragua la relación entre política por tanto, como proyecto de vida en la
y religión. que se rechaza la injusticia, se pone en
El tema es de gran interés, ya que si evidencia la explotación, se da nombre
bien esta relación entre política y religión al pecado (sin latinajos ni rodeos teoló-
reviste carácter específico en cada país y gicos) y se muestra con claridad el dere-
tiene también matices propios según la cho de cada persona y del pueblo entero
religión de que se trate, no hay duda de a poner en marcha una forma de vivir
que numerosas experiencias de las que que necesariamente choca con la realidad
analiza Wingartz en la etapa de la revo- existente. Que la jerarquía eclesiástica
lución de Nicaragua enseñan muchísimo vio ese proyecto de la teología de la libe-
sobre la religión y sobre la política sin ración como una intromisión en el orden
más. En un país como España, donde la institucional y una negación de la autori-
religión ha sido y es tan conflictiva (la dad y la sanción (el nihil obstat) que esa
Iglesia española no acepta que el esta- autoridad debe conceder a toda práctica
do democrático sea el responsable de la pastoral lo puso bien de manifiesto la
educación y de asuntos civiles que ella visita del Papa a Nicaragua, donde éste
dominó y administró durante siglos) se sufrió una inesperada humillación ante
entiende quizá mejor que en ningún lado el pueblo, como también, de manera per-
el problema que estudia el autor. manente, la figura de monseñor Obando,
WINGARTZ PLATA, ÓSCAR, (coordinador), que el libro hace bien en abogar por la
Reflexionando desde nuestros con- necesidad de un diálogo iberoamericano,
tornos. Diálogos iberoamericanos, dado que él mismo es la prueba de la di-
Universidad Autónoma de Querétaro/ ficultad de este intercambio; de la misma
Universidad Autónoma de Madrid, manera, esta aparente incomunicación es
Querétaro, 2009, 242 pp. tremendamente fecunda heurísticamente,
pues señala el punto de comienzo que es
Este libro constituye la prueba evi- preciso rebasar para lograr un diálogo au-
dente de la necesidad de su misma exis- téntico, de manera que la reflexión no sea
tencia. Por otra parte, su mayor defecto ya sólo desde un contorno determinado,
constituye a la vez su mayor virtud. ¿Qué sino explícitamente hacia otro distinto.
significan estas frases lapidarias? Se re- Dejando a un lado esta característica
fieren a la sensación que asalta al lector global, hay que reconocer la enorme cali-
al leer esta obra colectiva, coordinada dad y el sumo interés de todos los artícu-
por Óscar Wingartz Plata, en la que se los, así como las importantes conexiones
suceden contribuciones de altísimo nivel que se generan dentro del ámbito español
por parte de alguno de los representantes por un lado y del latinoamericano por
más reconocidos del panorama filosófico otro. Por lo que afecta al primero, hay
español y latinoamericano. El propósi- que destacar el procedimiento, seguido
to de la obra es el de crear un vínculo, por Pedro Ribas y por José Luis Mora,
una comunidad de pensamiento, desde de tomar como punto de referencia la
el respeto de las peculiaridades propias aventura editorial de dos revistas (Fe y
de cada país y de cada tradición cultu- Saber y Llull respectivamente) para dar
ral, entre una serie de profesores e ins- cuenta de un capítulo de la historia in-
tituciones que, durante algunos años, telectual y filosófica española. Por una
han venido desarrollando actividades parte, Ribas analiza con gran precisión y
investigadoras conjuntas en el ámbito te- atención al contexto social y político la
mático de la historia de la filosofía. Sin variación que se produjo, en la más im-
embargo, la necesidad de este diálogo, portante revista de la Compañía de Jesús,
de esta puesta en común, se evidencia en la valoración de Marx y el marxismo a
precisamente por los contenidos de los lo largo de más de treinta años. Si en los
artículos: con una única excepción, de números de Fe y Saber de los años cua-
la que daremos cuenta más adelante, la renta el marxismo es considerado como
reflexión hecha desde cada contorno, por sinónimo del comunismo imperante en
remedar el título del libro, no es capaz la Unión Soviética y acérrimo enemigo
de traspasar su propio ámbito, quedando ideológico, paulatinamente se diferencia
confinada a un interés por lo inmediato a el pensamiento de Marx de las aplicacio-
las circunstancias del autor. A pesar del nes históricas de su filosofía. La evolu-
intento formal de intercalar las cuatro ción, muy gradual y bien documentada
contribuciones de españoles y las cinco por Ribas, culmina en el interés, a princi-
de latinoamericanos, estos diálogos ibe- pios de los años 70, por la moderación de
roamericanos se quedan en eso, en una los partidos socialistas y comunistas eu-
mera yuxtaposición alternada de artícu- ropeos, que genera un acercamiento de la
los de temáticas difícilmente conmensu- revista a los contenidos sociales del mar-
rables. Es por esta razón que decíamos xismo, hasta autores como el P. Llanos
o Gómez Caffarena, quienes reivindican a una reflexión de gran altura sobre el pa-
la figura de Roger Garaudy como efecti- pel de la violencia (por sí misma y en su
vo ejemplo de la posibilidad de conciliar vínculo con la justicia) en el pensamien-
marxismo y Cristianismo. Por otra parte, to y en las sociedades de Latinoamérica.
José Luis Mora analiza las problemáticas Otra serie de artículos, más marcada-
relaciones entre ciencias experimentales, mente historiográficos, repasan la tradi-
historia de la ciencia e historia de la filo- ción, las peculiaridades y la evolución de
sofía a través de una serie de debates cuyo la filosofía en Latinoamérica en general
centro fue, desde 1977, Llull, la revista (Pablo Guadarrama), en México en par-
de Sociedad Española de Historia de las ticular (Aureliano Ortega), y por último
Ciencias y las Técnicas, a la vez que rei- con una actitud mixta, de atención a un
vindica la crucial importancia de Diego fenómeno específicamente mexicano
Núñez como mediador en muchos de es- como fue el Grupo El Hiperión, pero con
tos debates. El principal mérito de Mora, vistas a un proyecto más amplio y muy
el de acompañar el análisis de los textos sugerente como es la definición de los
con una constante referencia al contexto rasgos de un pensamiento nuestroameri-
cultural y social de la España de la épo- cano (Mario Magallón). En todos estos
ca, se encuentra también en el artículo artículos existe una oposición al mode-
de Antonio Tur sobre el importante filó- lo hegemónico-occidental de filosofía,
sofo krausista Gumersindo de Azcárate, y una atención a las manifestaciones
del que estudia el pensamiento político culturales pre-filosóficas de los pueblos
de una manera sistemática y exhaustiva, nativos de Latinoamérica. A la vez, se
insistiendo en elementos centrales de su nota la voluntad de trascender el estudio
producción como la concepción de la so- histórico de la tradición, para lograr una
beranía como self-government, la crítica filosofía transformadora, vinculada a las
a la monarquía doctrinaria y parlamenta- urgencias sociales del continente: el más
ria de la Restauración, la atención a los propositivo de los artículos, del propio
partidos políticos y a la prensa, como Óscar Wingartz, sobre la Teología de la
mediadora en el proceso de formación de liberación, manifiesta explícitamente, y a
la opinión pública, así como, sobre todo, menudo con expresiones muy fuertes, su
la primacía del derecho público sobre el mirada hacia el futuro y su compromiso
derecho privado, de los problemas políti- político.
cos sobre los problemas sociales. Por último, hay que mencionar el in-
De carácter fundamentalmente políti- teresante artículo de Juan Carlos Gime-
co son la mayoría de los artículos de los no, Profesor de Antropología Social de la
autores latinoamericanos, entre los que Universidad Autónoma de Madrid, que
hay que destacar el de Horacio Cerut- quizá es el único que consigue estable-
ti sobre la Filosofía de la liberación. El cer un auténtico diálogo desde Europa
gran filósofo argentino, naturalizado hacia Latinoamérica. De hecho, inicia su
mexicano, parte de la polémica entre el exposición con el propósito explícito de
pensador peruano Francisco Miró Que- des-colonizar el pensamiento hegemó-
sada y David Sobrevilla sobre la misión nico mediante la crítica a los conceptos
política de la filosofía y la posibilidad de de desarrollo y de globalización y al uni-
compatibilizar Cristianismo y marxismo: versalismo hipócrita de Kant y Hegel, y
esta problemática relación lleva a Cerutti proponiendo dirigir nuestra atención a la
1 Esta selección y sus comentarios han sido Los principales nombres de las mu-
realizados por el Consejo de Redacción. jeres que hicieron posible el logro de la
libertad y la igualdad llenan estas pági- meses y que suponen una maduración,
nas escritas por una buena especialista y normalización, en la aproximación al
que ha dedicado muchos esfuerzos para pensamiento de María Zambrano.
conseguir que se conozcan sus biografías
y su real contribución a la construcción
de la España democrática. Encontrará el ORTEGA, JULIO (ED.), Nuevos hispanis-
lector un panorama completo desde las mos interdisciplinarios y trasatlán-
noventayochistas, tan olvidadas, hasta ticos, Madrid, Iberoamericana-Ver-
la generación de la II República con un vuert-Bonilla Artiga, 2010, pp. 316.
subrayado para los principales nombres
que hoy forman parte de nuestro pasado El libro, editado por el Catedrático
más noble. en Literaturas Hispánicas de la Univer-
sidad de Brown, recoge dieciséis trabajos
de otros tantos especialistas precedidos
MURCIA SERRANO, INMACULADA, El arte por un prólogo del editor y ordenados
en el pensamiento de María Zam- en tres apartados: “Balances y Prospec-
brano, Salamanca, Luso-Española de ciones”, “Escenarios interdisciplinarios”
Ediciones, 2009, pp. 375. y “proyecciones trasatlánticas”. En ellos
se trata de abordar “un nuevo hispanismo
Monografía sobre las relaciones de plural, más horizontal y dialógico” que
María Zambrano y el mundo del arte. forja “una práctica teórica compartida,
Aunque, como señala la autora, los escri- no menos crítica y más democrática”.
tos que Zambrano dedicó a las artes no
fueron muy numerosos, sin embargo, “no
es razonable que hayan sido relegados a SÁNCHEZ ESPILLAQUE, JÉSSICA, El pro-
un papel secundario o al margen de la que blema histórico-filosófico del huma-
fue, sin ninguna duda, su más arraigada nismo retórico renacentista, Sevilla,
preocupación intelectual. Fruto de su Nueva Mínima del CIV, 2009, pp.
tesis doctoral, se inscribe en la línea de 149.
trabajo del Departamento de Estética e SÁNCHEZ ESPILLAQUE, JÉSSICA, Ernesto
Historia de la Filosofía de la Universidad Grassi y la filosofía del humanismo.
de Sevilla donde el profesor José Manuel Presentación por Emilio Hidalgo Ser-
Sevilla impulsa los estudios por autores na, Sevilla, Fénix Editora, 2010, 224
de la tradición española. Este libro he- pp.
reda este orientación al igual que la de
otros reconocidos estudiosos de la Esté- El primero de los libros estudia el
tica y del pensamiento de Zambrano. Se humanismo renacentista desde la línea
divide en siete capítulos, precedidos de iniciada por Ernesto Grassi que recuperó
una introducción, cerrados con unas con- para el mundo de lengua española Emilio
clusiones generales y completados con Hidalgo Serna y cuya orientación ha con-
una bibliografía que contiene las fuentes tinuado José Manuel Sevilla desde sus
y la principal literatura secundaria. For- estudios sobre Vico. Esta orientación ha
ma parte de los estudios realizados tras venido a “revolucionar” los estudios so-
los congresos celebrados en 2004 que bre el Renacimiento y, por consiguiente,
se han venido publicando en los últimos los inicios de la Modernidad en los paí-