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Universidad Nacional de Salta

Facultad de Humanidades
Escuela de Letras
Cátedra de Literatura Argentina
Equipo docente: Amelia Royo
Rafael Gutiérrez
Lucila Lastero

Trabajo Práctico
Cuaderno San Martín de Jorge Luis Borges

En este trabajo analizaré el poema “Muertes de Buenos Aires”, específicamente


la segunda parte: “La Recoleta”. Antes que nada, cabe recordar que el poemario en
cuestión (Cuaderno San Martín) se publicó en 1929, pero “Muertes de Buenos Aires”
ya se había publicado anteriormente en 1928 en la revista Criterio. Es necesario decir
que hay que hacer comparaciones con la primera parte del poema: “La Chacarita”,
pues bien se sabe que durante de epidemia de la fiebre amarilla en la década de
1870, fue necesaria la construcción de cementerios ya que los existentes no daban
abasto, resultando entonces la construcción en 1871 del Cementerio de Chacarita o
Cementerio del Oeste. Por otro lado, El cementerio del Norte o actual Cementerio de
la Recoleta fue inaugurado como tal en 1822. A causa de la epidemia, en 1870,
muchas familias porteñas de clase alta se mudaron al norte de la ciudad (Recoleta) y
el cementerio se convirtió en reposo de estas familias prestigiosas y de poder. Cabe
decir que durante esta época el Cementerio de la Recoleta había denegado la
inhumación en el lugar de quienes hubieran muerto por fiebre amarilla. Por lo tanto, el
poema entero opone dos clases de muertes, dos clases de sociedad, podría decirse:
la de la gente común, muertos por fiebre amarilla, y la clase alta, en donde están
enterrados muchos personajes históricos o familias prestigiosas.
Ahora bien, la segunda parte del poema (de aquí en adelante “el poema”) está
compuesto de cinco estrofas con una cantidad de versos variables desde nueve a seis
versos. Al leerse, parece que tuviera una estructura narrativa, ya que las estrofas
poseen muchos encabalgamientos, los cuales le dan este efecto. Además no posee
rimas, ni una regularidad de silabas en los versos.
Empezando por el primer verso hay que comparar el adverbio de lugar de “La
Recoleta” (un aquí cercano) con el de “La chacarita” (un allí lejano) en la primera
estrofa. Esto quizás nos indicaría el lugar desde el que el yo lírico está hablando, única
marca de este yo en la primera estrofa de “La Recoleta”, en la que se habla del lugar
como tercera persona.

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“Aquí es pundonorosa la muerte,
aquí es la recatada muerte porteña,
la consanguínea de la duradera luz venturosa
del atrio del Socorro
y de la ceniza minuciosa de los braseros
y del fino dulce de leche de los cumpleaños
y de las hondas dinastías de patios.
Se acuerdan bien con ella
esas viejas dulzuras y también los viejos rigores.”
(Jorge Luis Borges, Cuaderno San Martín)

El adverbio de lugar luego vuelve a repetirse como anáfora, luego no se repite


y utiliza la conjunción y. Junto con este conector se da una antitesis entre la ceniza
minuciosa de los braseros y fino dulce de leche de los cumpleaños. Tal antítesis se
reitera en el paralelismo del verso final, pero ya se establecía en recatada muerte y
pundonorosa muerte, y entre muerte y luz venturosa. La elección del léxico es
interesante, y se pueden reunir campos semánticos en una serie de grupos. En primer
lugar, entre los adjetivos pundonorosa (honrado, prestigioso), recatada, fino, en
contraste con viejas y viejos, también con los sustantivos de muerte, ceniza, brasero,
rigores. En segundo lugar, minuciosa y fino pueden interpretarse como otro campo
semántico, el del detalle. En tercer lugar, consanguínea y dinastías, formarían otro
grupo referido a las familias prestigiosas que están enterradas en el cementerio, junto
con los lugares que expresan suntuosidad o grandeza: atrio del Socorro y hondas
dinastías de patios. A su vez, se nota aquél toque vanguardista de inclusión de
términos técnicos o científicos con la palabra consanguínea por ejemplo.
En la segunda estrofa ya aparece un tú, marca de personificación que hace el
yo lírico al hablar del cementerio. Como si fuera un cuerpo, va describiendo el lugar
como si estuviera allí, viéndolo: el árbol es ciego, no sabe que adorna el cementerio,
así como los pájaros no saben que aluden a la muerte. Mientras, todo lo descripto
contribuye a un ambiente glorioso (pórtico valeroso), militar (redoble de tambores),
aludiendo a entierros de militares, de personajes renombrados quizás, que descansan
en el cementerio.

“Tu frente es el pórtico valeroso


y la generosidad de ciego del árbol
y la dicción de pájaros que aluden, sin saberla, a la muerte
y el redoble, endiosador de pechos, de los tambores
en los entierros militares;

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tu espalda, los tácitos conventillos del Norte
y el paredón de las ejecuciones de Rosas.”
(Jorge Luis Borges, Cuaderno San Martín)

Mientras la frente es el majestuoso pórtico, la espalda está formada por los


tácitos conventillos del Norte, ignorados por ser lugares donde los inmigrantes vivían
en las condiciones más penosas en conventos abandonados. Éstos son, podría decir,
una especie de orilla del cementerio de la Recoleta - tomando a Beatriz Sarlo en
Borges, un escritor en las orillas-, límite formado por “sobrevivientes de las últimas
décadas del siglo XIX en las primeras del XX” (Sarlo, 1995: 20), sintetizado en el barrio
popular. Después, en la última parte de la estrofa, se acude a la referencia histórica,
aludiendo al paredón de ejecuciones de Rosas, que sirvieron para este fin en la
década de 1830. Así se intenta darle al lugar esa fundación mítica a Buenos Aires. Lo
mismo ocurre en la tercera estrofa, donde habla no sólo sobre lo histórico sino también
sobre lo político. El primer verso empieza con un hipérbaton, comenzando por el verbo
(Crece) y luego nombrando el sujeto (la nación). Aquí tenemos un contraste entre
crece y disolución, que denotaría un crecimiento de mortandad; y entre sufragios de
mármol, quizás gobiernos fuertes, y la nación irrepresentable, contradictoria con un
sufragio en el que se eligen representantes. Junto a esta irrepresentabilidad está la
muerte, los muertos que se deshumanizan, pues ya no son nunca más, como si se
disolvieran en tinieblas. Estas sepulturas que se dan luego de la muerte de María de
los Dolores Maciel, quien fue una de las primeras moradoras del cementerio.
Ya en la cuarta estrofa aparece la presencia explícita del yo lírico, quien hace
una reflexión, así también como en la quinta estrofa. Piensa en las flores como si las
viera, pone allí una metáfora sobre ellas, son el comentario piadoso, son compañeras
de la muerte. Luego especifica y nombra las acacias, flores izadas como banderas,
como conmemoración patria. El pensamiento se instala luego en el porqué de las
flores tan graciosas y dormidas, ya que aunque bellas se parecen a los muertos, pues
éstos parecen que duermen. La imagen de las flores se contrasta con las atroces
reliquias de los muertos, tal vez estatuas, tal vez los cajones, tal vez las pertenencias
de los muertos.
Finalmente, en la última estrofa vuelve la presencia del yo con los verbos dije y
diré, y de un uso casi predominante del tiempo presente, pasa a un pretérito perfecto
simple y al futuro simple, dando un sentido de acabamiento de lo ya dicho y de lo que
dirá para terminar. Da una sentencia: las flores vigilan la muerte, pues en las tumbas
se colocan, una actitud que simboliza una ofrenda. Los hombres saben que son las
mejores para acompañar a los muertos, pues paradójicamente son símbolo de vida.

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Luego, se vuelve a repetir dormido y gracioso, como en la cuarta estrofa, pero se pone
el acento en el sueño, en el dormir exaltando el parecido a la muerte y no tanto su
belleza:
“…y en el porqué de su vivir gracioso y dormido
…que su existir dormido y gracioso”
(Jorge Luis Borges, Cuaderno San Martín)

Así, en los versos finales, el símbolo de vida no es soberbia para con los
muertos sino que es también símbolo de muerte, porque las flores son tan efímeras
como los hombres.
Por todo lo expuesto, vemos como a lo largo del poema se intenta dar una
fundación, una historia a este cementerio recordando a los muertos y especialmente a
esos muertos reconocidos, pero también, teniendo en cuenta la primera parte, no
olvidando a los otros muertos, los no reconocidos. A su vez da un recorrido por Buenos
Aires, La Chacarita al Oeste, la recoleta al Noroeste, y enigmáticamente en el medio,
lugar donde creció Borges, Palermo. Reformulando la noción de orillas - tanto de Sarlo
como de De Nápoli -, tanto Recoleta como Chacarita parecieran ser dos lugares
queridos “orillas” del lugar donde se crió. Entiéndase orilla en su sentido más común,
como el borde de un barrio con otro, como el límite entre lo que algo empieza y otra
cosa termina.
Por otro lado, el tema de la muerte implica no sólo una selección por ser los
cementerios tan representativos de los barrios de Chacarita y Recoleta; sino porque la
muerte engrandece y hace historia, en la muerte está el recuerdo. Y nótese también
que en todo el poemario de Cuaderno San Martín esta presente este tópico por el
mismo motivo. Tal como afirma Cristian de Nápoli este poemario es de verdad
elegíaco. De este modo, el título “Muertes de Buenos Aires” representa las muertes de
aquellas dos caras de Buenos Aires y el uso del tópico es un recurso muy bueno para
darle a Buenos Aires esa fundación mítica que tanto ansía Borges.

Macarena Pizarro

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Bibliografía

 Aznarez Soledad, Pablo Cairo, Verónica Chiaravalli, Pablo De Rosa


Barlaro, Gabriel Di Nicola y Jorge Rosales. “La historia escondida de las tumbas de
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 Borges, Jorge Luis ( ) Cuaderno San Martín. Emecé:
 Danae, Diccionario Enciclopédico (1977) Ediciones Danae S.A.: Barcelona.
 Darius (usuario). “Curiosidades de mi Buenos Aires querido…” (Mensaje en
Foro), 19 de Agosto de 2011 .En http://coronasreales.foroargentina.net/t906-
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Variaciones Borges: revista del Centro de Estudios y Documentación Jorge Luis
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http://goliath.ecnext.com/coms2/gi_0199-1191181/Las-dos-Orillas-des-Borges.html
 Ministerio de Educación de la Nación. “Jorge Luis Borges: Revistas y diarios”
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Renacimiento al Posmodernismo: Periodización Literaria. Editorial Comunicarte:
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 Sarlo, Beatriz (1995) Borges, un escritor en las orillas. (Versión Digital) en
http://lproweb.procempa.com.br/pmpa/prefpoa/festinverno/usu_doc/6761331-sarlo-
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 ------------------------------------------------. Cementerio de la Chacarita. En
http://es.wikipedia.org/wiki/Cementerio_de_Chacarita (URL consultado el 27/09/2011)

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