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Hay que saber que TODO en la Creación tiene un propósito.

Lo más
insignificante que podamos imaginarnos, tiene un propósito. Lo mas
inimaginable que pueda pasarnos por la mente, sirve al propósito principal de la
Creación. Sea lo que sea. Ya sea una partícula, una especie o una condición
desconocida en un planeta ubicado en el recondito espacio, en uno de los
extremos de una galaxia lejana, hasta un objeto gigantesco estelar mil millones
de veces mas grande que el sol de nuestro sistema solar, ubicado en otro
extremo del universo.Los propósitos son de todo tipo. Unos más relevantes que
otros, pero en últimas, todos conducentes a que se cumplan los principales
propósitos; y en definitiva, que se cumpla el PROPÓSITO de la Creación que
es ISRAEL. Entender esto NO es fácil. Sólo el SABIO, podra saber cuál es el
significado. ¿Qué es Israel?

¿Acaso, quién es el que puede reconocer el verdadero valor de una joya


única? Respuesta: Sólamente un joyero experto. ¿Quién puede valorar la
complejidad de un diseño tecnológico que hace maravillas, como un OVNI?
Respuesta: Sólo un Ingeniero experimentado. ¿Quién es el que
verdaderamente se asombra? Respuesta: El verdadero SABIO. Como dice el
TALMUD: El día que dejare de preguntar, ese día moriré.

La base de la ciencia es la capacidad de asombro. Por eso sólo el SABIO


podrá entender que el objetivo de la Creación sea ISRAEL. Es claro que no
deberá asociarse de forma literal lo que se conoce como Israel en la superficie
y desde el punto de vista secular, humanista y gentil netamente histórico o
antropológico.

Bajo éste antecedente, se debe entender que igualmente pasa con la riqueza y
la pobreza material; y dicho sea de paso, con TODO concepto conocido. La
riqueza y la pobreza material son igualmente PROPÓSITOS trascendentes.
Tienen un objetivo específico para cada persona y a la vez se constituyen
también en una PRUEBA. La prueba de la pobreza y la prueba de la
riqueza.Que NO se piense que si estamos sometidos a la prueba de la riqueza
en dónde todo lo material nos sobreabunda, esto nos da licencia a ser
indifirentes ante la pobreza, a enrostrar nuestra solvencia en frente de los
demás, frente a los necesitados. Que libertad financiera es sinónimo de abuso
de poder, de ostentación, de vanidad y adhesión al materialismo y al
consumismo.Que NO se piense que todo aquél que uno pueda identificar
visualmente con "riquezas" materiales, está necesariamente sometido a la
prueba de la "riqueza" material por Designio Divino; o que toda apariencia de
"poder" y "solvencia" está definida como "porción" aprobada, decretada y lícita
por el Eterno. Y sin embargo, todo evento siempre es aprobado por la Voluntad
Divina.

Que NO se piense que todo aquel que uno pueda identificar visualmente con
"pobreza" material, esta necesariamente sometido a la prueba de la "pobreza"
material por Designio Divino: o que toda apariencia de debilidad, incapacidad e
insolvencia, está definida como "porción" aprobada y decretada por el Eterno. Y
sin embargo, todo es aprobado por la Voluntad Divina.
Que NO se piense que pueda existir algo, ya sea material o no material, ya sea
vivencial o no, que no este aprobado por la Voluntad Divina.Que NO se piense
que estamos limitados en el uso de nuestro libre albedrío. Que no se cosecha
lo que se siembra. Que DIOS no nos conduce por dónde nosotros queremos.
Que una mitzva no conduce a otra mitzva y que un pecado no conduce a
otro. Que NO se piense que cada quien no obtiene exactamente lo que se
merece y a su vez puede definir lo que se merece.Estos últimos enunciados
parecen contadictorios, y sin embargo NO lo son. Son completamente
explicables y coherentes. Pero por el momento no se profundizarán.

Las relaciones entre la pobreza y la riqueza están determinadas acorde


a propósitos diversos y específicos como el de la caridad. Pero, como siempre,
sin entender hebreo y sin la instrucción adecuada, estas relaciones pasan
desapercibidas para nuestro perjuicio. En épocas del Talmud, algún emperador
romano cuestionó a un gran sabio de Israel: Si tu Dios es todo lo que dices y es
tan bondadoso, ¿por qué no le da riqueza a los pobres? A lo que el sabio
talmúdico le respondió..... para que nosotros tengamos la oportunidad de dar. A
simple vista esta respuesta a muchos no satisface; o por lo menos, también
pasa desapercibida su profunda enseñanza. Todos habremos estado en
contacto de alguna forma con un evento de caridad; la habremos ejercido
nosotros mismos o la habremos presenciado en manos de terceros. Sea como
sea, es muy seguro que hayamos escuchado o hayamos nosotros mismo
argumentado que es mejor dar como caridad una buena suma de dinero que
"sirva para algo". Y por supuesto, que sirva a la persona que "se lo merece", o
para alguna "causa noble".

Bajo estas premisas no sólamente descargamos nuestras conciencias con una


gran sonrisa, sino que además nos sentimos magnánimos y superiores. Mejor
un sólo acto de caridad de $100.000 que 100 actos de caridad de $100. Mejor
algo que sirva, que 100 actos de$1.000 que no solucionan nada. Mejor a la
persona que se lo merece, y se le brinda una verdadera ayuda, que a una
persona que no se lo merece. ¿Cómo es posible que YO (el magnánimo,
bondadoso y juez supremo) estire mi mano para ayudar a un drogadicto de la
calle que usará mi dinero para más vicio? ¿Cómo es posible que una persona
inescrupulosa se merezca mi ayuda? ¿Cómo es posible que esa persona
despreciable se atreva siquiera a pedir ayuda? ¿Acaso no ven toda esa
explotación infantil de la mendicidad? Yo le ayudo a las personas QUE SE LO
MERECEN. Y dice la propaganda.... No dé limosna. No propague la
mendicidad. Si quieres ayudar a alguién no le des un pescado, enséñale a
pescar.

Parece irrefutable todo lo anterior ¿no es cierto? Es lo que se acepta


masivamente; es lo que se vé por todos lados (cuando se vé). Ese es el tipo de
conclusiones que provienen de nuestros razonamientos y cálculos. Son
aparentemente razonamientos muy bien sustentados. Sin embargo, el sentido
verdadero de la caridad según la Toráh es totalmente diferente. El objetivo que
se persigue con la caridad no es principalmente para con el que recibe dicha
caridad, el objetivo es para el que la da. Es para aquél que tiene que romper
con su inercia de encoger la mano para no dar. El objetivo es entrenar una y
otra vez a la mano, a la psiquis del individuo egoísta a que se acostumbre a
dar. Es mejor dar 100 veces de a 1.000 que 1 sóla vez de 100.000. El objetivo
no
es el receptor, el objetivo es el dador. La práctica hace al maestro, dice el
refrán. Y esto es totalmente cierto. Es la sabiduría Divina. Aquí no se trata de si
el receptor se lo merece o no; no se trata de si la ayuda va a ser efectiva o no.
No se trata de solucionarle el problema al otro por estos medios. El objetivo es
con uno mismo.... el que da la caridad. Son los pasos iniciales y requeridos
para romper con el egoísmo innato de nuestras personalidades. Se empieza
por este tipo de entrenamiento. Es acción y no buenas intenciones.

Todo lo referente a mandamientos positivos en la Toráh son acciones


repetitivas diarias. Es una rutina de crecimiento. Así sucede con el rezo, con la
comida, con las bendiciones continuas de todo tipo, con las prácticas rituales,
con el estudio de Toráh, con todas las acciones que se ordenan se hagan
diariamente y repetitivamente.

La caridad de este tipo, tipo limosna repetitiva, son como flexiones de ejercicio
físico. La responsabilidad del bienestar del receptor no depende en principio de
nosotros. Es obvio que $1.000 no solucionan un problema. Ese es el problema
del Creador. La situación de pobreza del receptor es un asunto que en principio
sólo le incumbe a dicho receptor sumido en la pobreza y el Creador. ¿Quién
dijo que al Creador algo se le ha salido de las manos? Todo lo que sucede bajo
el sol es perfecto. Que nosotros no entendamos es otro asunto.

No nos confundamos, todo está controlado y regulado por la Voluntad Divina, y


a la misma vez es también nuestra responsabilidad. Discernir cuando es
nuestra responsabilidad es el requerimiento del estudio de la Toráh. Por eso es
un mandamiento. Dios nos quiere dar parte de sus responsabilidades,
hacernos crecer, darnos pago, recompensarnos, darnos mérito; pero requiere
que nosotros hagamos nuestra parte. Y esa parte sólo se logra con
conocimiento. Sin éste es imposible.

Hay niveles mucho más elevados de caridad por supuesto. Hay niveles de
compromiso con el prójimo en donde nos apropiamos de los problemas del
receptor y en donde $1.000 no es el requisito que se nos exige. Ahí quizás se
nos exija $10 millones. Pero para alcanzar esos niveles debemos tener mérito.
El acto de dar es en sí mismo un mérito, es una oportunidad; y en la medida
que crezcamos en este aspecto, Dios nos hará crecer a nosotros, no sólo
financieramente, sino en todo aspecto de poder y oportunidad para ayudar; en
donde no es válido el argumento de "Dios es grande", "Dios se
encargará". Hay que tener la fe absoluta que todo está en manos de Dios, que
todo está regulado por su perfecta Voluntad; pero eso no nos da la excusa para
evadir nuestra responsabilidad de asumir el control cuando la situación lo
amérita.

Sólo a través del conocimiento podremos reconocer la oportunidad cuando se


aparece.... la oportunidad de dar (no la oportunidad de depredar, como se
enseña en los libros de superación). Cuando un pobre viene a pedir nuestra
ayuda, en ese instante se debe ser "ateo"... ahí no hay Dios, para descargar
nuestra responsabilidad. Ahí, la vida del otro depende de mí. Es como si
alguien se estuviese ahogando y yo me excusó con el argumento que "esa es
la voluntad de Dios" y no hago nada al respecto y permito que alguien se
ahoga en frente de mis ojos. Igual sucede con cualquier ayuda que se pueda
identificar de forma personal. Todo depende de la situación. Obviamente
sacrificar la vida en una situación que está por fuera de control y en donde mi
ayuda es probabilisticamente imposible y peligrosa para mí, es otra cosa. Se
trata de afrontar los retos que son identificables en este aspecto y en donde
usualmente tenemos la excusa perfecta para ser muy religiosos... "que Dios te
ayude". Ahí, "tenemos fé perfecta". Y es justamente cuando "no deberiamos
tenerla". Ahí debemos pensar que todo depende de nosotros y que Dios no va
a intervenir (como si Dios no existiese). Caso contrario a cuando
verdaderamente debemos entregar nuestra voluntad a Dios (por ejemplo
cuando vamos en pos de la transgresión) y decidimos ignorar cualquier
reflexión acerca de la Voluntad de Dios y actuamos por nuestra cuenta con
prontitud. Es una dialéctica que requiere de sabiduría. La sabiduría de
identificar cuándo el problema nos corresponde a nosotros arreglar y cuándo
NO. Cuándo es potestad única del Creador y cuándo NO. Y no obstante,
TODO está bajo el control absoluto del TODOPODEROSO.

No sobra aclarar que el tema de la "oportunidad" (y como con todo concepto),


tiene sus marcos de referencias para ser vividos con sabiduría también; y
también en los ámbitos materiales de manera lícita. La oportunidad es una
realidad que debemos aprender a identificar y a vivir de forma diaria en todas
las facetas de nuestra existencia. Debemos aprender a percibirla apenas se
presente para sacar provecho en los aspectos lícitos de la vida material y
principalmente en los espirituales de crecimiento. Más aún, muchas veces está
realidad (la de las oportunidades), puede convertirse en verdaderos salvavidas
ante posibles tragedias próximas. Dicen los sabios de Israel que siempre que
un pobre aparece en nuestro camino de forma directa a solicitar ayuda, es un
envío del cielo para que a través del acto de la caridad, se "borren" decretos
malos próximos a acontecer en nuestro camino. La caridad borra malos
decretos. Así por ejemplo, está uno saliendo de paseo con su familia, todos
acomodados dentro del carro, listos a salir de viaje... y de pronto viene un
pordiosero a pedir limosna. Lo mejor es hacer el acto de caridad
inmediatamente.... es un seguro de vida enviado del cielo. Así se debe
interpretar. ¿Significa lo anterior que debemos darle a todos los que piden en
los semáforos? Es un ejército diario de limosna. Si lo hiciésemos, quizás
quedemos también nosotros dedicados al mismo oficio. No significa eso. Pero
si significa tener el conocimiento correcto para que sea una práctica rutinaria,
acorde con nuestras posibilidades.

Ka para avonot cubrir pecado sangre mesias

Esta falta de claridad en todo, propicia todo tipo de errores y sus respectivas
visiones de mundo. Hay algunas típicas dignas de la burla. Como suele
suceder en los certámenes y/o reinados de belleza. A las candidatas siempre
les preguntan: ¿Si ud tuviese la posibilidad de solucionar algo en el mundo, que
solucionaría? ....A lo cual ellas, muy orondas y muy "inteligentes" contestan:
"Yo solucionaría el hambre de los niños en el planeta"; otras también
constestan: "yo conseguiría la paz mundial". Es decir, aquí implicitamente todos
están diciendo que Dios es un completo inépto. A Dios "le quedó grande
alimentar a los niños de todo el planeta"; Dios "no pudo pacificar al mundo". "Es
un incapaz en traer la paz al mundo". Es más, Dios debería contar con la
pericia de FarcManuel Farcsantos para conseguir la paz. Así concluye la
mayoría. Y no obstante, TODO es perfecto..... inclusive el apocálipsis.

Este tema lo explican los sabios de Israel, en palabras como las que a
continuación se aluden:

Todo pensamiento proviene del interés. Lo que una persona no quiere pensar
nunca entra en su mente. Se deduce que todo pensamiento está teñido en
cierto grado por el interés y que "el soborno ciega el ojo del sabio". Me basta
con aceptar un regalo de alguien, para que ya no pueda ver la verdad respecto
a él. Así, nuestra única esperanza de llegar a la verdad en asuntos a los que
"nuestra inclinación al mal" (Satan) se opone, es quitando todos los prejuicios
de nuestro corazón y haciendo un esfuerzo supremo por buscar la verdad y tan
solo la verdad. Debemos de dejar claro que el prejuicio y el interés tienen sus
raíces en el poder de "tomar", que es la fuente de todos nuestros deseos; y
puesto que el prejuicio y el interés son los que opacan nuestro reconocimiento
de Dios y nuestra fe en El; la única forma de reconocer la verdad acerca de
Dios, consiste en quitar el "tomar" de nuestro corazón y en su lugar reforzar el
poder de "dar". Esta es la única forma de despertar dentro de nosotros el
interés por la verdad que, como sabemos, es una condición indispensable para
el reconocimiento de la verdad.

¿Qué es la fe? ¿Es parte de la psicología humana "tener fe,' creer"?... Si así
fuese sería aplicable a todo lo que oímos y solamente un bobo "cree todo".
Tampoco es correcto dignificar con el nombre de "fe" la adhesión intelectual a
proposiciones que no estamos dispuestos a respetar. Puede decirse que un
hombre sólo tiene fe en aquellos asuntos que en el fondo de su corazón
reconoce como verdaderos y decisivos para él. Se deduce que el grado de fe
de una persona, depende de su pureza de corazón. La Honestidad y la Verdad
están íntimamente relacionadas. Sólo una persona que es honrada y fiel a sí
misma, puede ser una persona de fe. El reforzamiento del poder de "dar" retira
nuestro prejuicio interior. Se deduce que mientras más se ocupa una persona
en ayudar a otros, más fuerte y más profundo será su reconocimiento de su
Creador.

Nuestros Rabís han dicho que la hospitalidad hacia los extraños es más grande
que recibir la presencia de la Shejiná (la Divina Presencia de Dios). Un acto de
bondad afecta en forma profunda y permanente toda la personalidad del
individuo. Un acto de este tipo aleja el prejuicio interior de uno y le permite a
uno ver la verdad con claridad. La hospitalidad y el dar son más grandes que la
profecía. Más aún…. La profecía puede ser algo exterior a la personalidad, que
no afecte las acciones de uno. Podemos ver ésto en el caso de Caín, que fue
un profeta, a quien Dios mismo prodigó palabras de aliento. Así y todo, le fue
posible matar a su hermano. La caridad de un "tomador" es "tornar". Es por
esto que el Talmud afirma: La bondad de los gentiles es mentira. Los gentiles
desconocen la Toráh y la entrega y servicio a Hashem; y sin Toráh y sin
servicio a Hashem, no se puede ser dador, solo tomador.
Es tan sólo el "dador" quien es verdaderamente capaz de reconocer a su
Creador y aceptarlo como Rey. La gratitud es un producto del poder de dar. El
amor brota de actos de dar y no al contrario. Es decir, no se es generoso como
consecuencia de amar a alguien, sino que se ama a alguien cuando se le
otorga. Se ama al que más se le da. La relación entre fe en Dios y gratitud
hacia Dios sigue el mismo patrón. La gratitud y el "dar" llevan a la fe, y no es la
fe la causa de la gratitud. Lo lógico sería que esta última proposición fuese
genuina; cuando uno reconoce la grandeza de Dios, uno debería de estar
agradecido por toda su generosidad; pero en la práctica las cosas no funcionan
así. Una persona no reconoce a Dios en su corazón en gratitud, a menos que
se haya purificado primero en su corazón de la enfermedad del prejuicio
egoísta el producto del egoísmo y del "tomar". Una persona egoísta no ama a
Dios. Una persona egoísta no posee gratitud. Una persona egoísta no da. Una
persona egoísta no posee fe. Incluso si a una persona se le exponen francos
milagros, no son éstos los que llevan a la persona a la fe en Dios, sino la
gratitud que los milagros producen.

Todas las acciones y pensamientos de la persona que vive por el poder de


"tomar", están regidas por el principio del propio interés. Si hace algo por otra
persona ya habrá calculado con antelación que le "vale la pena". Las mitzvot
(mandamientos) que realiza y la Toráh que estudia, todas están sometidas al
mismo principio: ¿en qué le sirven? La respuesta puede ser honor, prestigio y
cosas así. O puede ser peor: puede ser que quiera utilizar su conocimiento y su
posición para lastimar y oprimir a otros. El principio es: uno cuyo interés es en
sí mismo, no sirve a nadie sino a sí mismo. La idea de ponerse sin reservas a
la disposición de Dios, el concepto de amar a Dios con todo el corazón y toda
el alma, le son completamente extraños. Puede que no lo admita ante otros e
incluso ante sí mismo, pero en el fondo de su corazón no cree en Dios en
absoluto. ¿Qué relación puede tener con el servicio a Hashem? SOLO EL DAR
LLEVA AL VERDADERO SERVICIO DE DIOS.

Este es el significado de la respuesta del sabio Hillel al prosélito potencial en


épocas del Talmud: "Lo que no te guste no se lo hagas a tu prójimo: ésta es
toda la Toráh; todo el resto es comentario; ve y estudia". Tal es el valor del
estudio de la Toráh y de la observancia de las mitzvot (mandamientos) por el
hombre dominado por el poder de "tomar". La persona sumergida en el
pantano de "tomar", es una que en el fondo de su corazón niega a Dios. Las
mitzvot (mandamientos) de tal persona no pueden ser de modo alguno
consideradas mitzvot. "Aquél que derrama lo bueno sobre su propia alma es un
hombre de bondad". Una persona sumergida en el pantano del "tomar" se
atiende sólo a sí misma y pisotea los derechos de otros, en ignorante
indiferencia, y se encontrará con que los niveles más altos de su yo le son
también extraños. Los verá como fuerzas extrañas que le exigen cosas no por
el bien de él, sino por su propio bien y ya está acostumbrado a endurecer su
corazón contra tales peticiones de otros.

Aquí nos encontramos con el punto de encuentro de estos dos principios; el


poder de la bondad y la devoción a los valores espirituales. Se deduce que
simplemente no es posible que uno se esfuerce hacia el arrepentimiento o la
elevación espiritual, a menos que esté preparado para tratar las peticiones que
vienen de su yo superior (su Neshamá, la parte del alma que se debe
conquistar y que tiene imagen y semejanza con Dios; la parte Divina del alma
que se obtiene como recompensa) con misericordia y compasión. Después de
que se ha arrepentido y ha logrado internalizar su yo más alto, se dará cuenta
de que los temas espirituales que le parecían extraños eran en realidad sus
propias necesidades y entenderá que "El mundo está construido sobre
bondad".

El propósito del Creador, es derramar bondad sobre Sus criaturas y permitirles


gozar del esplendor de Su presencia. El mundo ha sido construido sobre esta
bondad. Dios derrama bondad continuamente sobre Sus criaturas, momento a
momento, asegurando un flujo sin fin de vida a Su mundo. En este sentido
también "el mundo está construido por amor". Sea como sea, El camino de
Dios con nosotros es todo "dar", y LA RECTIFICACIÓN DEL MUNDO
DEPENDE DEL "DAR"…. Así como LA GRATITUD DEPENDE DE "DAR". Si
simplemente nos mantenemos pasivos y aceptamos su generosidad, nunca
satisfechos, siempre pidiendo más, nos veremos sumergidos en el "tomar" y el
egoísmo. Los resultados serán ingratitud e indiferencia a todos los valores
espirituales. En este caso todo el propósito de la creación se habrá frustrado;
pues todo depende de que poseamos una gran gratitud hacia la infinita
generosidad de Dios. Y es imposible lograr ésto sin antes haberse convertido
en un "dador": sólo quien es un "dador" puede reconocer el "dar" en otros.

Es un hecho observado que cuando un "tomador" ve a otra gente realizando


acciones completamente altruistas, no puede creer lo que ve. Insiste en
calcular y especular sobre los motivos egoístas a los que sirven estos actos. Es
obvio que para él todo el mundo debe ser igual a él. Nunca ha experimentado
la realización de bondad y por lo tanto no puede admitir la existencia de tal falta
de egoísmo. Dice el dicho popular…. El ladròn juzga por su condición. Así
mismo, uno puede apreciar los atributos de Dios, tan sólo al grado en que
nosotros mismos poseemos algo de esos atributos. El versículo dice (Salmos
18-26): "Hacia el bondadoso actuarás Tu con amor". Tan sólo la persona
bondadosa reconoce el amor de Dios. ¿Cómo puede entonces realizarse el
propósito de la Creación? ¿Cómo puede la gente prepararse para gozar del
esplendor de la presencia Divina? El único remedio está en tratar de adquirir el
poder de "dar".

Así también sucede en el mundo por venir. Se trata de un estado de conciencia


diferente a todo lo que conocemos en este mundo. El tremendo placer que se
experimenta en esa condición es "tomar para el que da por el amor de dar".
Este gozo produce gratitud y éxtasis y al mismo tiempo humildad ante la
inmenso bondad de Hashem. Todos éstos son fundamentalmente actos de
"dar" (pues la gratitud es una forma de dar, como sabemos) y por medio de
ellos nuestra aceptación de la generosidad de Dios se convierte en "dar". En
esta sublime condición… El "tener" se convierte en "ser". De modo que es el
poder de dar el que otorga la última rectificación y la realización del propósito
de toda la creación. Gracias a él las barreras del egoísmo se rompen y la
bondad y benevolencia Divinan puede llegar a su plena realización.
De modo que tenemos un significado adicional para el versículo "El mundo es
construido por amor". Cuando la condición de el Tener se convierte en la
condición de Ser, entonces nos convertimos en una unidad de Ser y Tener…..
Muy diferente y opuesta a las condiciones actuales de nuestro mundo actual de
ser o tener que son prácticamente excluyentes. El gran dilema. ¿Me dedico a
mi enriquecimiento interior o a mi enriquecimiento material? ¿Nos valoran por
lo que somos o por lo que tenemos? Estamos de paso por este mundo que es
sólo un pasillo hacia el verdadero mundo. Es por eso que no es un buen
negocio dedicar todas nuestras fuerzas y nuestro dinero en un lugar en el que
estamos de paso.

En una concepción de vida egoísta todos prestarán atención a lo que tú tienes.


Es muy triste percibir y percatarse que tú invites a alguien a tu casa y el
huésped en lugar de dedicarse a ti se dedique a lo que tú tienes. Pero por el
contrario, que regocijo sentir que cuando la gente viene a visitarlo a uno, así
sea a una humilde casa, no tener duda de que lo hacen porque es a uno a
quien valoran. En mi casa no hay lo que ver, pero cuando vienen a visitar al
egoísta a su palacio, ¿es a dicha persona a quien realmente visitan? ¿Es a la
persona a quien desean ver o a sus posesiones? Cuánto tienes cuánto vales?
Debemos dedicar tiempo y esfuerzo a nuestro enriquecimiento intelectual, a
nuestro crecimiento espiritual, pues eso es lo que realmente queda.

Como podemos observar de todo lo anteriormente expuesto, y mirando a


nuestro alrededor, podemos darnos cuenta de la pauta general en la que la
mayoría de las personas están absortos, con las ambiciones erróneas y sus
resultados. Todas aquellas personas que se encuentran atrapadas por el deseo
de disfrutar de la vida material no pueden entender la verdadera meta de la
existencia terrenal. Uno que es muy apegado a los objetos de la felicidad
material no puede entender que está perdiendo un tiempo precioso, trabajando
para mantener simplemente la casa y el hogar, o para darse gustos en sus
ambiciones materiales, de placer o poder. Ya lo vimos, Puro egoísmo.

El verdadero propósito de la vida es darse cuenta de la verdad espiritual


absoluta de Dios y los reinos espirituales eternos, y esa oportunidad se echa a
perder por la búsqueda de demasiadas metas materialistas. Una persona necia
no puede entender que la vida ofrece la oportunidad para la verdadera
liberación, la libertad de las limitaciones que capturan a una persona, mientras
vive en la creación material de este mundo físico, así como la libertad de los
problemas esenciales de la vida; comenzando con el nacimiento, la
enfermedad, la vejez y muerte.

Lamentable, como ello puede ser, aquellos interesados en disfrutar de una


llamada hermosa vida, rodeado de familiares y amigos, y la búsqueda de la
riqueza, creen que esas cosas son el objetivo final de la vida. Tales personas
nunca encuentran su verdadero propósito, ni la felicidad interior de la vida. Por
lo tanto, se ven obligados a pasar por muchas reencarnaciones de vida
dedicadas a las mismas actividades. De esta manera, el alma condicionada
continúa vagando por el mundo en varias vidas en búsquedas continua (si se le
permite) de la misma felicidad de siempre.
Sin percatarse, en su búsqueda de la felicidad física material, se encuentra
viviendo de manera negligente descuidando el camino hacia la verdadera
libertad espiritual de esta vida física en la que se encuentra atrapado. En
contraste, un alma espiritualmente iluminada, confía en Dios y nunca está
interesada en todo lo que es temporal. Cuando dicha persona ha aprendido los
verdaderos placeres de la vida espiritual y la claridad mental, esa persona va a
participar en las actividades espirituales que entregan la felicidad plena e
ilimitada con la Verdad Espiritual Divina, eterna y Absoluta, mediante la
conexión con el mundo espiritual eterno y divino.

La persona de mentalidad espiritual más bien usa su mente y su alma para


conectar desde su interior hacia el mundo espiritual eterno que proporciona a
su alma con la energía, la paz interior y la felicidad en lugar de perder el tiempo
inútilmente persiguiendo placeres solamente físicos, que nunca van a saciar su
alma con felicidad. En pocas palabras, sin la "ilusión de la felicidad" , mucha
gente renunciaría o se daría por vencido en la vida, o incluso, cometerían
suicidio. El propósito de la ilusión de esta vida física tiene como propósito dar a
todos la esperanza de un futuro mejor, un deseo de vivir, trabajar, amar, tener
hijos y lograr metas. No obstante es una trampa de misericordia que hay que
superar. No hay manera de utilizar la ilusión de esta vida física. La ilusión es
como un sueño. Tan pronto como uno se despierta la ilusión se desvanece. Del
mismo modo, cuando una persona "se despierta" espiritualmente, el choque
sea tal vez desorientador, sin embargo, después de un tiempo, es posible
entonces que uno se acostumbre a la nueva realidad de tener un alma y que
está conectado con el mundo espiritual eterno DIVINO.

Aquí es cuando se percata que "Nada Físico dura para siempre". Es aquí
cuando dicha persona toma la decisión de cambiar y se niega a dejarse
engañar por la ilusión de la vida; y entonces deja de perseguir las formas de
"comprar la felicidad" y comienza a darse cuenta de que "la felicidad" está
contenida dentro del alma, la mente y los pensamientos.Cuando se planta una
semilla, se alimenta y se riega, inevitablemente va a convertirse en una
maravillosa planta grande. Del mismo modo, con respecto a nuestros
pensamientos, cada pensamiento que tenemos es como una semilla, que
necesita ser alimentado. Este es el secreto que al final de esta disertación será
la revelación de impacto. No lo olvides.

Si hay un atributo que resume todos los aspectos que nos son revelados por la
forma en que Dios rige al mundo, es que El concede dones por excelencia. El
da existencia y vida a todas sus criaturas y las inunda de bondad de todos
tipos. Es por ello que el logro más grande de un ser humano es asemejarse a
su Creador en ésto; es decir derramar dones sobre los demás. El amor a los
demás es el deseo de hacerlos felices; el realizar actos de bondad en todos
sus aspectos y detalles. Significa traer felicidad concreta a otra gente. Esta es
la "imitación de Dios" que la Toráh llama "adherirse uno a Dios", o sea, según
dicen los Rabís, adherirse uno a Sus Midot (adherirse a los "rasgos virtuosos
de carácter" del Creador, si se permite la expresión). "Así como El es
misericordioso, así deberás ser tu misericordioso, etc.".
Todo ésto es solamente posible si se individualiza la humanidad, de modo que
cada individuo se sienta un ser separado, que no está obligado por su
naturaleza a ser parte de la sociedad, pero que así y todo, siente una
obligación a ser parte de la sociedad. De este modo, todo el mundo por su
propia voluntad puede convertirse en un "dador". Este es el reto de la
particularidad; por otro lado, si una persona no tuviese en lo profundo de su
corazón el sentido de pertenecer a la sociedad, nunca se preocuparía por el
bienestar de los otros.

Hay muchas facetas y niveles del dar. Está el dar a nivel material, desde el dar
una comida a una persona hambrienta, hasta la conducta honrada en los
asuntos públicos. (Y debe recordarse que las necesidades materiales del que
recibe, son las necesidades espirituales del que da). Por otro lado, está el dar
en el área espiritual, desde la persona que educa e influye sobre otros, para
que hagan el bien a un nivel personal, hasta el gran hombre que proporciona
liderazgo y guía a toda su generación. Hay otro modo más abstracto de dar, en
donde el verdadero siervo de Hashem puede dar existencia y vida a gente que
nunca vió, e incluso a todo el mundo.

Dicen los Rabinos: ¿Cómo pueden los méritos de una persona afectar a otra
gente? Nuestros Sabio han revelado el secreto. En la Guemará discuten el
significado del versículo hacia el final de Kohelet (Eclesiastes), que
dice: "Habiendo escuchado todo, el resumen final es: Teme a Dios y guarda
sus mandamientos pues (literalmente) ésto es toda la humanidad." El rabí
Elazar explica estas últimas palabras como sigue: "Dios dice: Todo el mundo
("toda la humanidad") fue creado tan Solo por éste" (es decir, por el que teme a
Dios y guarda sus mandamientos). Otra explicación es:'Todo el mundo fue
creado solamente como "compañía" para éste".... Vemos que todo un mundo
puede existir simplemente para proporcionar "compañía", o sea, apoyo y
consuelo, para el Tzadik (el Justo). Hay pues dos formas en que una persona
puede merecer el continuar viviendo en este mundo. Una es por sus propias
mitzvot (sus propios mandamientos), cuyos "frutos" puede gozar en este
mundo. (Esto significa que uno que realiza mitzvot, recibe los medios para
continuar realizando mitzvot, según explica Rambam). Otra forma consiste en
proporcionar los medios que necesita alguien que realiza mitzvot. En esta
forma se nos conceden los medios para seguir viviendo en este mundo, en
mérito de las mitzvot de otro.

Rambam (Moshe Ben Maimon, Maimonides) describe con detalle, cómo un


hombre rico decide construir un palacio y plantar extensos jardines con fuente,
árboles frondosos y otras delicias. Un día pasa por allí un tzadik y se sienta
bajo la sombra de uno de los árboles y apaga su sed en una de las fuentes.
Puede haber sucedido, dice Rambam, que Hashem posibilitó al hombre rico y
todas las generaciones precedentes, que construyera el palacio y plantase los
jardines y los mantuviese por largos períodos de tiempo, tan sólo para que
proporcionasen una hora de alivio para el tzadik.

Hay un vasto tejido de interrelaciones entre los seres humanos; la gente llena
las necesidades de otra gente, en un número muy grande de formas. Esto
proporciona una oportunidad para que fluya la influencia bienhechora de
aquéllos dedicados a revelar la gloria de Dios en el mundo hacia los que no se
ocupen de ello. Esto sucede siempre que lo últimos llenen las necesidades
aunque sean tan sólo las físicas de los primeros. En esta forma el mérito de
los tzadikim (los justos) puede tener un efecto benéfico sobre todo el mundo.
Puede dar un derecho a la existencia a aquéllos que podrían no haberlo
merecido por sus propios méritos. Este es el caso de la sentencia de los sabios
de Israel que dice: El mundo fue creado para Ti, para el justo (para el Tzadik).

Podemos ver ahora cómo puede ser adquirido un derecho a la existencia,


incluso por aquéllos que no tienen la noción de servir al Todopoderoso, sino
que están solo ocupados haciendo el trabajo del mundo. Esto explica también
el propósito general de las naciones del mundo (aparte de la posibilidad que se
da a cada individuo gentil de elevarse del nivel general y unirse al grupo de
servidores del Todopoderoso, es decir, los conversos). Su propósito es
construir un mundo en el que puedan vivir los pocos "seres humanos"
activamente dedicados en revelar la gloria de Dios. Si ellos los "auxiliares",
cumplen conscientemente y con las intenciones adecuadas con este propósito,
se les llama "Jasidim (piadosos) de las naciones del mundo" y tienen una
porción en el mundo por venir. Por libre voluntad, han decidido ayudar en el
proceso de revelación de la gloria de Dios.

Pero aún aquéllos que no hayan alcanzado este nivel, pueden tener derecho a
la existencia en el mundo, puesto que se les precisa para mantener el mundo,
como explicamos arriba. Puede suceder, incluso que todo un país está tan
corrompido que sus fallas superan a sus méritos y desde este punto de vista (el
punto de vista de la justicia) han perdió el derecho de existir. Sin embargo,
pueden seguir existiendo porque crían a animales que el mundo necesita. Esto
lo aprendemos del Midrash donde el rey de Cassia dice a Alejandro el Grande:
"Si tienes lluvia y sol no es por tus méritos; sino por los méritos de los
animales..."

Hay una forma más profunda y más directa por medio de la cual aquéllos que
por sus pecados han perdido el derecho a existir, puedan recuperar los
derechos a través de los méritos de un tzadik. Hay un clásico ejemplo de ésto,
y es cuando Israel no logró mantener el gran nivel de espiritualidad que alcanzó
durante la entrega de la Toráh (Mattan Toráh) en el sinaí y moldeó un ternero
de oro, tan sólo cuarenta días después del gran evento. Dios dijo a Mosheh
que habían perdido su derecho a existir…."Déjame... y los destruiré, y crearé
para tí una gran nación". Como lo vimos antes, otras naciones pueden existir
meramente para proporcionar al mundo sus necesidades físicas; pero ésto no
aplica para Israel.

El servicio de Israel a Dios es necesario para dar al mundo un propósito de su


misma existencia. Dios dijo a las obras de la creación: "Si Israel acepta la
Toráh podéis continuar existiendo, pero si no, volveréis al caos original"). En
ese momento Mosheh Rabbenu "se levantó frente al quebranto" y ofreció su
vida para salvarlos. Dijo a Dios: "Si no dejas vivir a Israel, bórrame de tu libro..."
o sea no tendré existencia en este mundo o el siguiente." Se rehusó a aceptar
la oferta de Dios, tal que la nación que había de cumplir con el propósito
viniese tan sólo a través del existente pueblo de Israel. Y tuvo éxito en su
petición. ¿Qué es lo que sucede aquí? ¿Cómo es posible resistir la voluntad de
Dios y aparentemente con éxito? Sabemos que Di-s no cambia de forma de
pensar. Cualquier cambio de su dirección del mundo, sólo puede contemplarse
si ha habido un cambio en la situación de sus criaturas. Podemos preguntarnos
¿qué cambio hubo en la situación, aquí abajo, en virtud de los argumentos de
Mosheh?

La respuesta está en que Mosheh "entregó su vida por Israel". En ese


momento tremendo, Mosheh se elevó al más alto nivel, en el que se identificó
por completo con el pueblo de Israel. Prefirió estar con ellos en el olvido, antes
que existir sin ellos; y no sólo en palabras, sino en la realidad, la realidad del
sentimiento. Sintió, supo, que no podía existir sin ellos. Este hecho mismo
modificó su situación. Puesto que habían tenido un pastor tan fiel, le fue posible
a Hashem tratarlos con misericordia. Misericordia significa que las perspectivas
futuras son tomadas en cuenta cuando se juzga el presente, y con la guía de
un líder amante como Mosheh seguramente se arrepentirían. En la nueva
situación que ahora había aflorado, fue posible concederles una nueva
oportunidad. Un Tzadik que extiende su mano a otros tiene el poder de
salvarlos de la destrucción porque existe la esperanza de que los llevará al
arrepentimiento. Vemos pues que el Tzadik, al identificarse con la gente a su
alrededor, está en posición de salvarlos de la inminente destrucción. Este sin
duda alguna, es el significado más profundo del aspecto de la bondad.

No sobra aclarar que los párrafos precedentes sobre la bondad y sus


relaciones con los conceptos de dar y recibir, son prerequisitos para poder
entender los conceptos de placer y felicidad; los cuales se vienen
ejemplificando conjuntamente con aquellos asociados a la maldad y nuestras
fatales interpretaciones de la realidad.

Queda ahora por dilucidar algunas de las preguntas mas relevantes respecto
de la "PORCION": ¿Cómo saber cuál es mi porción? ¿Cómo puedo ser feliz
con mi porción, si NO estoy seguro de saber cuál es ésta? ¿Será que ya la
tengo en mi vida? ¿Será que no la he reclamado aún? ¿Será que no la he
reclamado toda? ¿Será que debo sentarme a esperar que me llegue a mis
manos? ¿Cómo puedo saber cuánto debo reclamar? ¿Cómo puedo saber a
dónde ir a reclamarla? ¿Cómo estar seguro que lo que percibo a diario en mi
vida como MI porción está acorde con el Decreto Divino? ¿Qué me
corresponde hacer? ¿Estoy haciendo lo suficiente para obtener MI porcion?
¿Estoy haciendo de más? ¿Estoy en el área de lo lícito o en área de lo ilícito en
este aspecto?

De nuevo.... Las respuestas a éstas preguntas requieren de un estudio


extenso, tal y como se reseño también en las explicaciones que preceden al
anterior párrafo. No obstante, se podra concluir casi que de manera obligada o
evidente, dada la complejidad y trascendencia de estas preguntas, que las
únicas personas SEGURAS de conocer cuál es su porción en cada etapa de
sus vidas son los mismos TZADIKIM (los justos), pues serían los únicos con la
sabiduría para poder identificarla. A nosotros los "mortales" nos queda la
alternativa de la búsqueda de la FE y estar conscientemente enfocados en
acercarnos a la ecuación correcta de nuestras vidas. A estar atentos a
identificar el equilibrio lícito y además creciente entre lo obligatorio en el sentido
material y lo obligatorio y ambicioso en el terreno espíritual. Es decir, hay que
tratar de crecer en la percepción de la Voluntad de Dios para con uno. Claro...
ésto no se logrará si estamos inmersos en nuestra vanidad. Desconectados de
la fuente ¿cómo podremos tener certeza de algo? ¿Puede una lámpara
alumbrar si está desconectada?

¿Quiere decir lo anterior que mientras NO obtengamos el título de Tzadik


estaremos impedidos de estar conformes con nuestra porción y por
consiguiente ser felices? Respuesta: En el verdadero significado transcendente
de lo que es la FELICIDAD, SI estaríamos impedidos. Sin embargo, hay que
anotar que esto es precisamente parte de la META que DIOS nos estableció, y
que la META está al final. ¿Debemos acaso renunciar a recorrer el camino,
porque la meta está al final? Claro que NO. Es como si renunciaramos a
estudiar una carrera universitaria porque el grado no lo obtenemos sino
despues de haber cursado todas las materias prerequisitos. Aquél que ingresa
a primer semestre en la universidad se supone tiene una meta en el futuro, una
meta de llegar a décimo semestre, una meta de obtener el título profesional.... y
después más metas. Sólo una mente enferma descalificarían ésta realidad en
cuanto a la lógica de los prerequisitos. El engaño inmediatista nos ha
trastornado mucho en estos aspectos. Todo el mundo entra en depresión y
queja si no es feliz YA.

Ahora surge entonces otra pregunta: Significa lo anterior que como nos puede
tomar toda una vida obtener el título de Tzadik, ¿estamos absolutamente todos
condenados a una vida terrenal de infelicidad? La respuesta es NO. Sin que
seamos Tzadikim, SI podemos ser felices la mayor parte de nuestras vidas. ¿Si
esto es verdad, entonces deberiamos concluir que se desvirtua la meta de
llegar a ser Tzadikim? ¿Es acaso esto contradictorio con lo anteriormente
expuesto sobre la contundente respuesta de que sólo el Tzadik es plenamente
feliz? Respuesta: Definitivamente NO. Los dos enunciados son ciertos dentro
de los marcos de referencia que los definen.

Se puede ser feliz sin haber obtenido el título de Tzadik, pero tratando de
recorrer el camino a obtener el título. Se puede ser feliz, pero sabiendo primero
el por qué vinimos a este mundo; sabiendo que el propósito de la vida es lucha,
es superación, es deuda con el cielo, es RETO continuo asignado por el
Dueño, es compromiso con la Voluntad del Dueño, es prueba, es esfuerzo, es
sufrimiento y PLACER consecuentemente. Se puede ser feliz sabiendo que
TODO está controlado por DIOS, que nadie me puede dañar sin la autorizacion
del JEFE de todos, que nada por fuera de mi "paquete" me puede acontecer (a
menos que yo lo propicie), que todo es justo y necesario, que sólo me sucede
lo que me merezco, que a nadie puedo culpar más que a mí mismo y que en
mis manos está mi destino.

En mis manos está mí destino para salvar mí alma, pero al mismo tiempo todo
me ha sido dispuesto para que yo realice mí tarea. ¿Por qué es perfectamente
comprensible e inteligente aceptar con alegría, que si ingreso a la universidad a
estudiar para labrarme un futuro (como se dice popularmente), el éxito
dependerá de mí esfuerzo en ser un buen estudiante y un buen profesional?...
Pero si el asunto se plantea como una realidad espíritual, ahí si el argumento
se rechaza inmediatamente. Todos queremos ser "libres" en ese aspecto. No
es lógico ingresar a la universidad para obtener regalado el cartón profesional.
Nadie entra a universidad con esa expectativa.... Bueno, algunos SI; quizás
muchos. Ingresar a una buena universidad es una oportunidad y en muchos
casos un privilegio. Ingresar a una universidad presupone que se va a acceder
a una serie de recursos que no nos pertenecen y los cuales carecemos.
Ingresar a una universidad presupone recibir beneficios. Es más, pagamos por
entrar a una universidad para poder recibir algo a cambio. Pues el paralelo (a
pesar de no ser exacto) con la posibilidad de nacer en este mundo es el mismo.
Nacer en este mundo es una oportunidad y un regalo inapreciable. Por eso la
vida cuando está conectada a la fuente, es uno los principios trascendentales
de los mandamientos de Dios.... ¿Y será que la humanidad aprecia la
oportunidad de estar vivos?.... yo lo dudo. Todos confunden este aprecio por la
vida con postulados y prácticas "positivistas" de maximización del tiempo en
búsqueda del placer físico.

Vale la pena aclarar que el paralelo mencionado, aunque es el mismo con el de


la universidad, no es exacto, pues no sólo se viene a la existencia como un
reto, una prueba o un curso que se debe aprobar... esto es cierto, pero es
también sólo una parte de los secretos de la existencia.

¿En mis manos está mí destino material? Por supuesto... también mí destino
material, a pesar que ya viene predefinido. Es como recibir una herencia... yo
puedo usufructuarla o no; puedo no reclamarla; puedo sólo reclamar la mitad.
Puedo reclamar el 100% y aún así perderla por estúpidez e imprudencia. Me la
pueden robar. Puedo perderla por invertirla mal. Puedo renunciar a ella; puedo
desperdiciarla, como quién desperdicia una herencia que recibió en "vino de
uvas", el cual tiene que reclamarlo y recogerlo en algún sitio previsto para la
entrega. Puedo ir a recoger el valioso líquido en barriles perforados y derramar
todo el "vino" en el trayecto, una vez reclamado. Puedo ni siquiera tener
barriles para ir a recoger el vino y que se quede mi propiedad sin reclamar por
imposibilidad de reclamarla. Todo esto puede suceder... pero lo que nunca
sucederá es que yo pueda reclamar lícitamente más de lo que me heredaron
y/o asignaron.

Es más, en el judaísmo está ampliamente explicada la parábola de los barriles


y sus perforaciones. "Cada pecado es una perforación", o bien, cientos de
perforaciones. Depende de la transgresión. ¿Y qué son los
barriles? Respuesta: En este caso, el ejemplo de la herencia recibida se ajusta
precisamente "a los barriles". En los términos de enseñanzas de la Toráh, el
"vino" es herencia directa de Dios (es la porción asignada). Los "barriles"
corresponden a la herencia dejada por los padres a sus hijos. Son los méritos
de los padres que sirven de recipientes a sus hijos para recibir bendiciones. Por
eso tampoco podemos pasar por esta vida, pensando que a fin de cuentas, mis
consecuencias las voy a asumir exclusivamente yo. Las consecuencias de los
padres recaen también sobre los hijos; para bien o para mal. He aquí la
importancia de conocer la responsabilidad de nuestras acciones. Y esto para
nada contradice la sentencia bíblica de que los hijos no pagarán por los
pecados de los padres; mientras al mismo tiempo en otro lado también se
sentencia, que los pecados de los padres alcanzarán a sus hijos hasta la 3ra y
4ta generación.

¿Cómo entonces puedo ser feliz sin ser Tzadik? Principalmente por decisión
voluntaria y entrenamiento asiduo cotidiano. Decisión y entrenamiento
sustentado bajo el estudio de la TORÁH. Esto acercará al practicante a la
felicidad, al fruto completo que se consigue de manera sublime con el título de
Justo y Piadoso. Se puede ser feliz, decidiendo ser feliz con lo que YA se tiene.
No confundir con el conformismo, la indiferencia y la pereza. Cuando se es
consciente que el trabajo del día se ejecuta acorde al conocimiento que se está
transmitiendo, cuando se es consciente que toda actividad rutinaria se ejecuta
en "aras del cielo", es decir por el Honor del Creador (esto se conoce en el
judaísmo como la Santificación de Dios - Kidush Hashem), cuando se sabe
ante quién se ejecuta el trabajo (ante Dios), cuando se sabe a quién se le está
obedeciendo (a Dios), cuando se "entiende" qué es lo que se está haciendo y
el pago que se va a recibir en el mundo venidero, la ÚNICA alternativa posible
de estado de ánimo es el de la FELICIDAD, así no se hayan alcanzado los
objetivos todavía. Es como aquella empleada doméstica que está inmersa y en
medio de su labor de barrer un área asignada. Por grande o extensa que
sea dicha área de trabajo, y así la persona en cuestión se encuentre hasta
ahora empezando su trabajo, así vea lo duro de la jornada que tiene por
delante, si ésta persona sabe que sunpago al final será de diez millones de
dólares, desde el mismo principio de su actividad, por dura que sea (no
imposible), estará completamente FELIZ. Estará anticipando la felicidad que va
a experimentar al final de la jornada.

Ahora, seguramente podrán surgir preguntas al respecto. ¿No se había dicho


antes, al principio de estas disertaciones que parte de los requisitos de ser una
persona espíritual que actúa en "aras del cielo", era la de actuar gratuitamente,
y que precisamente nadie en este mundo "da puntada sin dedal",
descalificándolos de ser personas denominadas como bondadosas y
altruistas?... ¿Y ahora, no se está haciendo explícito el ingrediente del pago
como requisito de la mentada felicidad? Es decir, ¿dónde quedó el altruismo, si
la felicidad experimentada depende del pago al final de la jornada?

La respuesta a esta aparente contradicción (y como siempre), se concilia al


establecer claramente los límites de la formulación y sus parámetros. Cualquier
análisis para que pueda ser certero debe hacerse dentro de los límites
circunscritos de las hipótesis. Los errores siempre aparecen cuando se ignoran
los límites y las características específicas de cualquier evento. La tendencia a
las generalizaciones son la fuente no sólo de todos los errores de análisis,
conclusiones y apreciaciones, sino la metodología por excelencia de la
descontextualización y tergiversación. Los requerimientos de bondad para ser
considerado altruista y espíritual se circunscriben a éste mundo. Cuando se
habla de trabajo gratuito, se habla de la actitud requerida en este mundo en
dónde lo que nos rodea por naturaleza es el egoísmo. Eso ya en sí, significa
que al actuar gratuitamente se rompe con los condicionamientos naturales de
cálculos por interés. Ese sólo acto es de naturaleza antinatural y por ende tiene
en sí un mérito que debe ser recompensado. Dios por definición es la expresión
infinita de BONDAD y ésta misma definición también implica que el mismo
OBJETIVO FINAL DE Dios para con su Creación es la de OTORGAR EL
PLACER INFINITO. La "naturaleza" de Dios es DAR.

La verdadera "naturaleza" (si es que es válido el concepto)


del ALTRUISMO en su máxima expresión es la de OTORGAR. Esta condición
por simple definición implica dos participantes obligatoriamente. Un dador y un
receptor. Alguién tiene que recibir. Si no hay receptor no hay proceso de
dádiva. El proceso en sí adquiere su potencial infinito de expresión cuando las
dos partes
experimentan la transacción el placer derivado de la misma en su mejor
posibilidad de percepción..... ¿Es qué puede haber algo mejor que el PLACER?
Descubrir este placer es el secreto de los secretos del misterio de
Dios y la EXISTENCIA trascendente. Es por esto mismo que el propio proceso
de la CREACION basa su más fundamental estructura de inicio, también con la
característica del placer a manera de espejo o cara trasera, la cara maligna (el
deseo de recibir placer egoísta), de la que será la META del propósito Divino
existencial; es decir la otra cara de la dualidad del placer.

Esto último es a duras penas una mención superficial del conocimiento sobre
los orígenes de la creación y sus fundamentos. La kabalá profundiza estos
aspectos en todas sus facetas develando infinidades de realidades
desconocidas para nosotros. ¿por qué tenía que revelarse el aspecto dual de la
realidad? ¿por qué tuvo que revelarse los aspectos oscuros del placer? ¿por
qué debió fundamentarse la creación con todo el sufrimiento implícito derivado,
de una formulación negátiva del placer, fuente de toda la maldad? ¿por qué no
simplemente Dios otorgó toda su beneficencia sin restricción a Su Creación, tal
que el placer infinito fúese la única realidad posible por toda la eternidad (sea lo
que sea que ésto signifique)?... De hecho, ésto fué exactamente lo que sucedió
(muchas veces), con consecuencias trágicas debido al "pan de la verguenza",
según explica detalladamente la Kabalá. No voy a adentrarme en estas
explicaciones; se requeriría mucho tiempo, pero baste sólamente saber que las
razones existen y son muy complejas. ¿Cómo más podría ser?.... Antes de
ésta última Creación conocida (a partir del Bing Bang), la kabalá explica que
hubo 974 creaciones previas adicionales. Así que el tema es un poquito
complejo.

Siendo el deseo de otorgar del Creador la raíz de la Creación, y cuyo


fundamento es el PLACER, es claro que el deseo de recibir en su faceta
positiva es el recipiente obligado de la recepción de placer. Es decir, el deseo
de recompensa hace parte del diseño intrínseco de toda criatura y de toda
creación; tanto en su parte positiva como negátiva. La parte positiva hace
referencia a lo denominado "pago" en el mundo venidero y que se constituye
en una característica altruista, en la medida que es invisible a nuestros ojos en
este mundo, pues no es ni inmediata, ni usufructuable en términos egoístas. La
parte negátiva, por supuesto es precisamente ésta última descripción del deseo
de recibir para uno mismo de manera tangible, inmediata y usufructuable en
este mundo; o sea egoísta.... lo contrario de la FE. Dios mismo desea otorgar
recompensa; Por otro lado, la sóla palabra recompensa debería ser suficiente
para que se entendieran los profundos significados de dicha realidad; pues el
concepto ya implica "pago", que a su vez también implica una relación con los
conceptos de mérito, trabajo y esfuerzo... precisamente los "antídotos" al "pan
de la verguenza".

Pareciese sencillo de entender, y sin embargo aquí se esconden los más


profundos significados del Plan Divino y conceptos filosóficos (si es que el
término se permite). De hecho, no es tan díficil abordar el tema con las
premisas adecuadas. Si por definición se acepta que Dios lo abarca
absolutamente TODO; es decir, es omnisciente, omnipotente, omnipresente,
indivisible, COMPLETO, infinito, ilimitado, inmutable, etc, y que no existe, ni
puede existir nada por fuera de Él, ¿cómo es posible que se entienda la
Creación por fuera de ÉL? Si no fuese así, entonces ¿estaríamos avalando la
visión panteísta de la realidad y al mismo tiempo negando la UNIDAD de
DIOS? ¿Cómo es posible el concepto de Creación, cuando la misma palabra
en su verdadero significado implica algo "NUEVO"? ¿No implica la palabra
"nuevo" una pre-existencia INCOMPLETA? ¿Cómo puede existir algo "nuevo"
en una realidad infinita pre-existente? ¿se le puede añadir a lo infinito? ¿Y si
se le puede añadir, entonces ya no era infinito? ¿y si se le puede añadir, no
define esto un límite?

Este es el tipo de formulaciones que por falta de entrenamiento en el


conocimiento esencial, siempre quedan sin respuesta, o peor aún,
terminan ridiculizando y rebajando a la realidad a visiones estúpidas carentes
de claridad. Este es el tipo argumentación, que siendo factible dilucidar, en
boca del profano, sólo produce confusión y burla. Los críticos bíblicos sin duda
gozan y se extasían sin límite ufanándosen en su incapacidad.... y además se
sienten inteligentes. Y sin embargo, las respuestas son muy simples. Todo lo
planteado anteriormente sobre las posibles incoherencias, tiene una respuesta
que derrumba todas esas "posibles" contradicciones.... Muy fácil.

Lo único NUEVO en La Realidad que Dios puede definir, lo NUEVO como


fundamento de la Creación y que no altera todas las Definiciones de DIOS, es
el DESEO DE RECIBIR. Esta es la característica que a pesar de ser nueva, no
altera la inmutabilidad, completitud e infinitud de Dios. Es nueva porque no
existía. Dios por definición no necesita de nada, está completo, y no se le
puede añadir, ni quitar. No cambia... Y Sin embargo, añade Una condición que
NO Lo Afecta en Su Esencia y al mismo tiempo lo coloca por fuera de la
Creación sin que se descontextualicen las realidades infinitas de Su
PRECONDICION.

El deseo de recibir, por definición es imposible que sea parte de Dios; ni antes,
ni después.... simplemente es una formulación inviable. Y no obstante, es el
fundamento de lo "nuevo". No es un razonamiento "del otro mundo" y sin
embargo, es la base de absolutamente TODO. La base del placer, la base del
temor a Dios, la base del amor, la base de toda ciencia, la base del propósito
de la creación, la base del conocimiento de Dios y de Su Voluntad, la base del
altruismo perfecto, la base de la Ley, la base de la recompensa, la base del
PAGO. De aquí provienen las respuestas a los cuestionamientos sobre éste
mundo y el mundo venidero. El fundamento de ésta respuesta a todas las
preguntas es SIMPLE y no obstante nadie se percata de ello y se está
dispuesto a la burla y la descalificacion de todo lo relacionado con cualquier
asociación a lo denominado "cielo" y "paraíso".

Así de simple es el fundamento de la FELICIDAD. Así de simple es la relación


entre éste fundamento y pago. Tan evidente, que la parte negátiva de la
dualidad del pago, identificada con egoísmos e intereses partículares de
conveniencias y cálculos depredativos cimientos de la maldad, es por supuesto
también el principio del placer egocéntrista y codicioso. El objetivo de la
Creación es el PLACER en su manifestación de BONDAD, es decir en su
manifestación ETERNA que es BUENA, y en consecuencia altruista en su más
perfecta expresión. Esa es la cara del placer que se debe buscar y es felicidad;
Pues La FELICIDAD es el motor de toda actividad; tanto hacia lo bueno como
hacía lo malo. Claro, la felicidad falsa es aquella basada en el egoísmo. La
felicidad verdadera, aquella asociada al altruismo. Pero, sea como sea, es el
motor de la vida.... DESEO, PLACER, FELICIDAD.

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