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Los luminares
El Sol

El Sol simboliza en una carta astral la capacidad que cada ser humano tiene de
desarrollar una identidad propia, única; de crecer y de ser él mismo.

Su posición y aspectos (ángulos que forma con otros planetas) nos dicen mucho de
cómo se va formando la individualidad de una persona, de qué tipo de experiencias le
hacen crecer y desarrollarse; y de cuales bloquean su expresión, su creatividad y el
potencial que indica toda la carta natal.

Los demás planetas representan partes de esa identidad que el Sol simboliza. Marte
habla de nuestra agresividad, de nuestra ambición, de la capacidad de atacar y de
defendernos, Venus describe nuestra vida afectiva y sensual, y todo aquello que es más
o menos valioso para nosotros. Mercurio habla de nuestra capacidad de comunicación y
aprendizaje etc. Sin embargo, el centro alrededor del cual todas esas “partes” giran es el
Sol.

El símbolo astrológico del Sol representa claramente este proceso de crecimiento y


autodefinición; un círculo, que simboliza el estado de dependencia y fusión con la
madre que existe en los primeros años de vida, en medio del cual surge un punto
central: la individualidad a partir de la cual se formará la identidad adulta.

El papel que tiene el padre (o su sustituto) en este proceso es muy importante, ya que a
menudo es tomado como ejemplo por el niño de lo que significa ser independiente y
autónomo.

Aunque las estructuras familiares están cambiando, hoy por hoy sigue siendo el padre el
progenitor que más está fuera de casa, el más independiente y activo, y el que tiene el
poder y el mando de manera mas obvia. Es por eso que el Sol es además un símbolo de
nuestro padre, así como la Luna lo es de nuestra madre.

El Sol simboliza nuestra autonomía y nuestra independencia, así como nuestra


creatividad y nuestra autoridad; y el progenitor en el que tendemos a ver mas obvias
todas estas características solares es el padre.

El temprano proceso de definirse a si mismo, el camino de la Luna (madre) al Sol


(padre) es uno de los más importantes, por no decir el más importante, de cuantos
experimentamos a lo largo de nuestra vida, ya que es el que nos permitirá lograr la
autorrealización y la expresión plena de todo lo que somos en potencia.

El Sol se relaciona ya por último con el éxito y los honores, la autoridad, los puestos de
dirección, los altos cargos, la creatividad, la nobleza, la majestuosidad y el ego. A nivel
de salud le corresponde el corazón, las arterias, el sentido de la vista, (concretamente el
ojo derecho), la frente y la espalda.
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La Luna

Durante los primeros meses de vida no hay más que sensaciones y necesidades
corporales; de alimento, de seguridad, de protección y de contacto. Es una etapa sobre
todo relacionada con las funciones del cuerpo, con los instintos, con las emociones, con
la sensación de pertenencia, de seguridad y de protección, y ante todo asociada con la
figura de la madre, por ser esta la que satisface normalmente todas estas necesidades.
Todo esto está relacionado en astrología con la Luna.

La Luna es el símbolo de una fase en la que todavía no tenemos una sensación clara de
ser individuos aparte (pre-individual) y que se basa en nuestras particulares experiencias
durante la lactancia.

En la edad adulta, la forma que tenemos de mantener esa sensación de seguridad,


protección, y contacto emocional, está indicada por la posición por signo de la Luna y
por sus aspectos con los demás planetas.

La Luna simboliza aquello que nos aporta un sustituto temporal del calor, la seguridad,
la protección y el "alimento afectivo" que todos necesitamos para sentirnos
emocionalmente estables.

La Luna es un símbolo que se basa en la peculiar relación con nuestra madre durante los
primeros meses de vida, y a partir de la cual se va formando nuestra afectividad adulta.

Si tenemos en cuenta que esto, la consecución de un ámbito emocional cálido y


acogedor, y la forma que tenemos de conseguirlo, así como aquello que lo alimenta o lo
molesta, suele satisfacerse en la edad adulta a través de nuestra pareja, entonces también
a la Luna le corresponde una parte muy importante en las relaciones de pareja del
individuo. De hecho, en lo concerniente al famoso tema de las “compatibilidades” entre
los signos del zodiaco, el papel de la Luna es incluso más importante que el del Sol.
Cuando nos relacionamos a nivel afectivo con alguien, lo que estamos usando es nuestra
Luna.

La Luna también es un símbolo que contiene información clara sobre lo que siente cada
mujer en relación al tema de la maternidad, así como el tipo de madre que tenderá a ser.

La imaginación, la memoria y la importancia del pasado y las raíces son algo que
también se corresponde con la Luna. Además, rige el sector alimenticio en general, el
pequeño comercio, y todo tipo de profesiones que estén orientadas o donde prime el
servicio público y el contacto con la gente.

A nivel biológico se relaciona sobre todo con el estómago y la digestión, el útero y los
pechos, y la vista (concretamente con el ojo izquierdo).
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Los Planetas Personales

Mercurio

Mercurio está asociado al Dios Hermes, el juvenil dios alado cuya tarea principal era la
de ejercer de mensajero oficial de los dioses del olimpo.

Asociado al signo de Géminis, con el que comparte la mayoría de sus características,


Mercurio es el símbolo por excelencia de la parte “aérea” del hombre: la mente.

Su posición describe nuestras capacidades para absorber conocimientos del entorno, así
como para analizar todo aquello que nos rodea de manera lógica y objetiva.

Habla de nuestras virtudes intelectuales; de nuestra destreza mental, habla de cómo


aprendemos, de cómo pensamos, y del tipo de cosas con las que tendemos a mantener
nuestra cabeza ocupada.

La posición de Mercurio en una carta astral determina el tipo de inteligencia que se


tiene, y nos informa de todo aquello que la estimula así como de todo lo que la molesta.

Este pequeño y rápido planeta también indica nuestras habilidades para la persuasión y
el engaño, nuestra astucia y nuestra capacidad de manipulación.

Además, Mercurio rige el mundo de la comunicación y en general, todo lo relacionado


con ella.

Describe nuestro peculiar estilo a la hora de expresarnos, y nos “habla” de la manera


que tenemos de intercambiar ideas y exponer las propias opiniones.

Nuestras necesidades comunicativas y nuestra habilidad como oradores también están


simbolizadas en la carta astral por la posición y aspectos (ángulos que forma con otros
planetas) de Mercurio. Así mismo, Mercurio está asociado con nuestra adaptabilidad.

También se lo relaciona con la necesidad y el gusto por el cambio, ya sea a nivel


psicológico, geográfico, físico, laboral, etc.

Mercurio describe de forma bastante clara el tipo de relación que tendemos a establecer
con nuestro entorno inmediato y con todo lo que lo conforma; concretamente con
hermanos, vecinos y compañeros de trabajo.

Además se lo relaciona con el periodismo, la escritura y la intelectualidad en general;


los transportes, los viajes cortos, los representantes, los mensajeros y el comercio.
A nivel corporal Mercurio rige el cerebro y los nervios, la locomoción y los
movimientos en general, las extremidades y las manos, la respiración y los pulmones.
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Venus

Asociado a la Diosa Afrodita, Venus es una imagen del deseo humano y del mundo de la
sensualidad en estado puro. Afrodita fue prácticamente la única diosa griega entregada
en cuerpo y alma al goce de los sentidos.

Este planeta corresponde al signo de Tauro, y está relacionado principalmente con la


búsqueda del placer.

Cada uno de nosotros nace con una idea determinada, “a priori”, de aquello que nos
resulta deseable, atractivo, y sugerente; de todo aquello que nos gusta.

Esto es lo que, simplificando, significa Venus; nuestra peculiar relación con el mundo
del placer sensual, el tipo de cosas que tendemos a encontrar placenteras así como todo
aquello que tiende a desagradarnos.

Venus también indica cómo intentamos gustar a los demás, hay mucho de hedonista en
este planeta.

Describe (independientemente de nuestro sexo y orientación sexual) la manera que


tenemos de atraer a alguien, y describe nuestra capacidad para gustar a los demás, la
capacidad de resultar agradables y encantadores, y nuestro peculiar talento para la
seducción. Además, Venus muestra nuestro ideal de relación.

El tipo de cosas que buscamos y necesitamos para sentirnos cómodos y a gusto en


nuestras relaciones tanto de amistad como de pareja están indicados en nuestra carta
astral por la posición y aspectos del planeta Venus.

En la esfera de las relaciones de pareja, Venus es un símbolo fundamental que siempre


hay que tener en cuenta. También determina este brillante y luminoso planeta todo
aquello que consideramos valioso e importante. Los valores y tendencias que más
apreciamos están en estrecha relación con Venus. A parte de esto, Venus describe
nuestro sentido de la belleza en general.

El sentido estético y artístico, así como nuestra particular visión de la elegancia y la


armonía están indicados en una carta astral por la posición y aspectos de Venus.

El mundo de las posesiones materiales y nuestra actitud respecto al tema del dinero y la
posesividad en general está indicado también por Venus.

Está relacionado con las artes, el canto, el comercio de lujo, la moda, la decoración, la
belleza, el dinero y la banca. También se lo relaciona con la paz, la pereza, la pasividad
y el “dolce far niente”.

A nivel de salud Venus rige la voz, la garganta y el cuello, así como los sentidos del
gusto y del tacto y los riñones.
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Marte

En la mitología griega Marte era el dios de la guerra. Tenía como cualidades a Eris (la
lucha) y a Thumos (el deseo, el coraje). Sus acompañantes eran entre otros Deimos (el
terror), Fobos (el temor) y las Ceres, que acostumbraban beberse la sangre de los
moribundos.

En psicología se le puede relacionar con la fase sado-oral freudiana.

Marte simboliza las tendencias agresivas que aparecen en el niño en el momento de la


formación de la dentadura, y que también contribuyen a desarrollar la musculación.

!!! Conseguir a toda costa todo lo que quiero, actuar y dominar sobre aquello que me
rodea, y destruir todo lo que me estorba ¡¡¡ Este es el lema del planeta.

Marte representa la voluntad y el instinto de supervivencia a través de la agresividad y


el sexo. Hay ciertas frases que enseñan claramente lo que significa Marte en una carta
astral:

Atacar un problema / enfrentarnos con una dificultad / vencer un obstáculo / conseguir


algo / conquistar a alguien / etc.

-Marte describe, sobretodo, qué tipo de guerreros, conquistadores, amantes y líderes


somos.

-Es el símbolo por excelencia de todo lo que normalmente se entiende por masculinidad.

-Marte también tiene que ver con el tipo y la cantidad de energía sexual que tenemos.

-A parte de todo esto, sugiere qué cosas nos sirven para sentirnos poderosos,
independientes, y sexualmente atractivos.

-Es además, el sistema de ataque y defensa de cualquier ser vivo. En los hombres, Marte
suele tener más importancia que en las mujeres, ya que a ellas se las educa para que
expresen más a Venus.

En ellos indica el tipo de masculinidad con la que se identifican, mientras que en las
mujeres Marte es un símbolo del tipo de masculinidad que tiende a atraerlas. Sin
embargo, y a pesar de esto, lo que Marte simboliza estará presente en cualquier persona
(hombre o mujer), que adopte un carácter activo, independiente y competitivo.

No conviene olvidar esto nunca.


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Los Planetas Sociales

Júpiter

Planeta asignado a Sagitario, Júpiter es un símbolo de esa parte de nosotros que necesita
estar en continua expansión.

Su posición en una carta astral indica todo aquello que nos ayuda a desarrollarnos.

Esta expansión que Júpiter produce puede dar también un gusto por los viajes y por el
contacto con el extranjero. El carácter de explorador es típico de este planeta, y aporta
una facilidad y un gusto para relacionarse con gentes, lugares y culturas ajenas, muy
pronunciado.

Además de la expansión intelectual, espiritual y geográfica, Júpiter está relacionado con


la búsqueda de significado. El encontrarle un sentido a la vida es algo fundamental para
cualquier persona con Júpiter o con Sagitario fuertes en su carta. Debido a esta
búsqueda de significado, Júpiter se asocia con la filosofía y la religión.

Su posición por signo y por aspecto nos dice mucho sobre el sentido que el individuo le
atribuye a la vida, y sobre el sistema religioso o filosófico con el que más simpatiza.

Otra de las identificaciones más relevantes de Júpiter es la intuición.

Con Júpiter y con Sagitario, hay una facilidad asombrosa para percibir, deducir y ver
antes que nadie el futuro.

El signo donde esté Júpiter indica un área donde la persona tiende a tener suerte, a ver
venir las cosas y a estar preparado para ellas antes y mejor que nadie.

En casos extremos, esta facilidad para intuirlo todo puede dar un tipo de conocimiento
que ronda la profecía. Júpiter muestra también en donde la persona tiende a moverse
con confianza y seguridad.

Si tenemos a Júpiter en Géminis, (o en un aspecto suave con Mercurio), todo lo


relacionado con Géminis nos motivará, nos divertirá, y nos hará sentirnos seguros,
espontáneos, relajados y confiados.

Nos relacionaremos con nuestro entorno de una forma espontánea y jovial, habrá una
gran curiosidad intelectual, aprenderemos fácilmente y tendremos confianza en nuestras
capacidades comunicativas y mentales.

Por último decir que Júpiter también se relaciona con la enseñanza y el derecho, así
como con el contacto con la naturaleza y los animales.
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Saturno

Saturno marca una esfera donde inicialmente nos sentimos inferiores o incapaces de
expresarnos en libertad, y donde tendemos a levantar defensas para protegernos.
Describe cualidades que de un modo u otro faltaron o se vieron frustradas, o fueron
excluidas de nuestra educación, cualidades que se nos animaba a no cultivar o que
estaban ausentes por uno u otro motivo.

Casi siempre, cualquier función de la carta astral que toque Saturno acabará rodeada de
enormes murallas protectoras contra la amenaza de heridas y humillaciones, reales o
imaginarias.

Está asociado con que los psicólogos llaman superego. El superego es una parte de la
psique que nos juzga continuamente de acuerdo con unas normas sociales transmitidas
normalmente por la figura paterna, y que nos pide responsabilidad y perfección a todas
horas.

Saturno, como los típicos padres severos y exigentes produce 2 tipos de conductas, 2
tipos de hijos.

1-El autodisciplinado desarrolla una gran capacidad de resistencia, trabajo,


autoperfección y sacrificio que lo puede llevar a grandes logros.

2-El derrotista vive en una inseguridad permanente a la hora de afrontar retos y


responsabilidades que lo conducen a la pasividad, la impotencia y al fracaso.

Saturno representa la perfección conseguida a través del esfuerzo individual y


continuado; y provocada por el miedo al fracaso y a la humillación. Allí donde nos
encontremos a Saturno tocando una cualidad o planeta x, nos vamos a encontrar con esa
experiencia.

Los temas que son típicos de Saturno son los que siguen:
-Perfeccionismo - eficiencia – disciplina – responsabilidad – madurez – previsión –
realismo – concreción - practicismo-materialismo – empirismo – cerebralismo –
individualidad – autosuficiencia – autocontrol – autodominio – autodefensa –
autopreservación – permanencia – tradición – jeraquía – patriarcalismo – reacción –
conservadurismo – inmovilismo – tiranía – limitación – depresión - represión emocional
- flematismo – frialdad – moralina - sentimiento de culpa – inferioridad – inseguridad –
impotencia – cobardía - derrotismo y fracaso.

Después de esto no hace falta explicar porqué para la astrología antigua es considerado
un planeta negativo, y apodado cariñosamente con el sobrenombre de “el gran
maléfico”. Se relaciona con los trabajos de larga duración y el éxito tardío; con los
puestos de control, responsabilidad y autoridad o por el contrario con ocupaciones poco
lucrativas y de bajo status.

A nivel de salud Saturno rige los huesos y las sales minerales, los cartílagos, el bazo y el
oído.
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Los Planetas transpersonales

Urano

Urano es el planeta de Acuario y está asociado con el mito de Prometeo; el héroe que
robó el fuego a los dioses para dárselo a los hombres.

Representa el espíritu de avance, de evolución y de progreso en un individuo.

Urano indica las áreas en las que la persona tiende a ser innovadora, progresista,
vanguardista y revolucionaria; a ir por delante del resto de la sociedad.

Además indica donde uno tiende a llevar la contraria al resto, a ser diferente; incluso
excéntrico.

Urano busca ante todo el progreso pero también la libertad tanto propia como colectiva.

Otro de los impulsos que representa Urano es la necesidad de ser libre caiga quien
caiga.

Señala donde la persona necesita tener más espacio y ser totalmente independiente.

En las personas muy marcadas por Urano hay una fuerte rebeldía contra todo aquel que
tenga algún poder sobre ellas; ya sea su padre, su jefe, su pareja, el gobierno, un sistema
religioso..., cualquier cosa.

Urano está relacionado con los ideales de progreso, pero también con las utopías
imposibles.

Este planeta puede llegar a ser muy destructivo con todo aquello que no esté a la altura
de unos ideales a menudo demasiado altos.

El idealismo de Urano y de Acuario puede llegar a ser, además de progresista y


libertario, muy extremista y radical.

Urano es un símbolo de cambio y progreso tanto individual como colectivo, pero


también de un enorme desarrollo mental.

La fuerza de Urano en una carta va acompañada de una gran inteligencia que puede
rozar la genialidad. La mente puede ser un poco indisciplinada, pero siempre muy
eficaz, creativa e innovadora.

EL rechazo de los instintos y las emociones es algo también típico tanto de Urano como
de Acuario.

En los dos hay una resistencia consciente o inconsciente a las necesidades físicas y
afectivas. Las actitudes frías, impersonales y demasiado independientes; la falta de
“calor humano”, el gusto por afrontarlo todo desde un punto de vista exclusivamente
racional y la preferencia por ocupaciones intelectuales que se atribuyen tanto a Urano
como a Acuario proceden de esta resistencia a los instintos y las emociones.
9

Neptuno

Planeta correspondiente al signo de Piscis, Neptuno está asociado a la figura de


Dionisios, el dios del extasis.

Este extraño símbolo astrológico que es Neptuno está relacionado principalmente con la
disolución de todo tipo de fronteras.

Neptuno simboliza los estados alterados de conciencia en los que la sensación de ser
alguien individual, separado y aislado del resto del mundo desaparece.

Está relacionado con la meditación, los trances, las experiencias religiosas, la hipnosis,
y con todo aquello que nos permite experimentar unión y fusión con lo que nos rodea;
con todo lo que nos sea útil para salir de nosotros mismos y “disolvernos”.

Este planeta representa una antigua necesidad psicológica que en nuestra sociedad está
brutalmente reprimida. Los estados que simboliza Neptuno solo son accesibles hoy por
hoy para la mayoría de la gente a través del alcohol y de las drogas.

Cuando reprimimos a Neptuno, entonces actúa como un saboteador.

El lado negativo de Neptuno se relaciona con, la pasividad, la sumisión a los demás, la


renuncia a la propia voluntad, la impotencia, el autosacrificio, el martirio, el
masoquismo, experiencias autodestructivas con las drogas, inmersión en grupos o sectas
que destruyen nuestra autonomía, pérdida de libertad por encarcelamiento o locura; y
con toda una serie de conductas que en casos extremos pueden llevar a la peor expresión
de Neptuno y de su hambre de disolución y trascendencia, que es ni más ni menos que
el suicidio. Además de sabotear nuestra autonomía, Neptuno produce una tendencia a
idealizarlo todo.

Allí donde esté Neptuno en nuestra carta, veremos las cosas de forma confusa,
distorsionada; podrán manipularnos fácilmente y es posible que nos llevemos más de un
desengaño.

Como virtudes, Neptuno aporta compasión por el dolor ajeno, capacidad de sacrificio,
sensibilidad artística, creatividad, espiritualidad, misticismo y mediumnidad.
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Plutón

Asociado al signo de Escorpio, Plutón se corresponde en mitología con el ave fénix. El


fénix era un ave sagrada que tras arder resurgía de sus propias cenizas.

Este planeta representa principalmente la autodestrucción seguida de una regeneración.

La transformación a través de la destrucción es el tema principal de todo lo relacionado


con Plutón y en menor medida con su signo asociado, Escorpio.

Su posición y aspectos en una carta astral nos dicen donde tendrá el individuo más
tendencia a experimentar procesos de muerte y renacimiento, y crisis profundas de las
que saldrá transformado.

Con un Plutón o en menor medida con un Escorpio muy fuerte en la carta se hace
necesario que el individuo descargue una gran cantidad de energía en un proceso de
transformación interior.

De lo contrario, Plutón se comportará como un destructor en vez de cómo un


regenerador, que en realidad es lo que es.

Otra figura mitológica a la que se asocia este difícil planeta es Hades, el dios del mundo
subterráneo.

Plutón está relacionado con todo lo oculto, lo oscuro, lo temido, lo reprimido y lo


prohibido.

Sus tabúes preferidos, el sexo y la muerte son muy importantes en las vidas de los que
tienen un Plutón o un Escorpio fuerte en la carta astral.

Todo lo relacionado con el poder también lo es; ya que a menudo Plutón puede llevar al
individuo a ejercerlo de forma despótica, o a revelarse contra los que lo ejercen.

La obsesión también es algo exclusivamente plutoniano.

Plutón señala la esfera en la que tenderemos a obsesionarnos, a ser dependientes,


posesivos, controladores, exigentes, extremistas e implacables.

Por último decir que este planeta aporta una capacidad de supervivencia enorme y una
poderosa fuerza de voluntad, así como un poder de penetración y comprensión del lado
profundo y oscuro de la vida, y una fuerte intensidad en lo emocional, lo sexual y lo
intelectual.
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Los nodos lunares

La órbita lunar posee respecto a la del sol (la eclíptica) una inclinación de unos 5
grados. Ambas órbitas se cruzan en dos puntos, estos puntos son los llamados nodos
lunares.

Cuando la luna cruza la eclíptica de Sur a Norte ese punto recibe el nombre de nodo
lunar ascendente; cuando lo hace de Norte a Sur recibe entonces el de Nodo lunar
descendente.

Dicho de otro modo, el punto en que la Luna se eleva desde el hemisferio Sur hasta el
hemisferio Norte, pasando por la eclíptica, es el Nodo Norte. El Nodo Sur se encuentra
exactamente en el punto opuesto del Zodiaco.

El nodo lunar ascendente o nodo lunar norte se llama también cabeza del dragón o
Rahu, y el Nodo lunar descendente o Nodo lunar sur, cola del dragón o Ketu.

Los nodos son pues puntos en donde las órbitas del Sol y de la Luna se encuentran y se
superponen la una a la otra.

Estos dos puntos distan entre si 180º; en la rueda del zodíaco aparecen pues siempre en
el mismo grado, aunque en signos opuestos. Si por ejemplo tenemos el Nodo ascendente
en el grado 16 del signo de Acuario, tendremos el Nodo descendente a 16 grados de
Tauro.

Esa es la principal razón por la que en las cartas astrales solo aparece la posición del
Nodo ascendente; la del descendente se da por supuesta.

El movimiento de los nodos es curioso; avanzan al revés. Si están en Aries no se


moverán hacia Tauro sino que lo harán hacia Piscis; debido a esto su movimiento se
llama retrógrado.

Los nodos tardan aproximadamente 18.5 años en recorrer todo el zodiaco.

Simbolismo

La astrología psicológica atribuye principalmente una clara naturaleza solar al Nodo


ascendente mientras que el Nodo descendente se toma en esencia como lunar.

En este sentido los nodos son tomados como una interacción entre los principios
asociados a estos dos astros y localizada en un área concreta de la carta astral.

El Nodo descendente en su condición de lunar representa tendencias que son innatas y


que se dan de forma instintiva, tendencias que existen per se en el individuo y que este
no necesita desarrollar.

La esfera del nodo descendente o sur es un lugar habitualmente cómodo, y su


emplazamiento por signo, casa y aspectos indica los dominios en los que nos
refugiamos.
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Todo lo relacionado con el Nodo Sur nos atrae ya que se abre ante nosotros con
facilidad y en su condición de lunar nos ofrece una sensación de seguridad y refugio; el
Nodo descendente representa el camino de la menor resistencia.

La esfera simbolizada por el Nodo Norte es esencialmente distinta; está íntimamente


relacionada con el principio solar.

Todo lo relacionado con el Nodo Norte nos exige que pongamos en marcha el arquetipo
del héroe.

El Nodo ascendente representa un desafío, una promesa de crecimiento y


desarrollo adquirido con voluntad, conciencia y esfuerzo.

Este Nodo contiene un nuevo ámbito, un ámbito que hemos de explorar y conquistar;
indica aquello que nos podemos y debemos ganar “a pulso” y con esfuerzo.

Normalmente hay una especie de dinámica de opuestos entre los dos nodos; los
individuos pasivos tienden a interesarse algo más por el Nodo descendente mientras que
os activos suelen concentrarse en el Nodo ascendente.

La oposición por signo y casa que establezcan los nodos en la carta simboliza tanto la
particular oposición entre el comportamiento habitual inconsciente (Luna, Nodo
descendente) y el terreno del ego, la voluntad y la acción (Sol, Nodo ascendente), como
las esferas en las que esa dualidad es mayor y debe ser superada.

Debido a sus significados opuestos se ha identificado al nodo descendente con Júpiter y


se lo ha tachado de benéfico mientras que el Nodo ascendente se ha atribuido a Saturno
y su naturaleza convertida en supuestamente maléfica.

Esto es reducir demasiado el significado de los Nodos, e ignorar tanto el peligro de


pasividad del Nodo Sur como la promesa de nuevos potenciales del Nodo Norte.

Cierto astrólogo dijo una vez que el Sol o principio heroico es el proponente de la
voluntad, el órgano del futuro; en tanto que la Luna al ponerse del lado de la memoria:
es el órgano del pasado.

Sin duda alguna es una frase que debemos tener siempre presente al intentar
comprender el significado de los nodos en una carta astral.

Quizá nos indique también esta frase porqué para la astrología “Kármica”, el Nodo
descendente se refiere a lo aprendido en nuestras vidas pasadas, mientras que el
ascendente muestra el futuro y la lección principal que debemos aprender en la vida
actual.

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