Los Pies y Cabeza de Las Finanzas Personales PDF

Los pies y
cabeza
de las
finanzas
personales
Los pies y cabeza de las finanzas personales Por Sergio Daniel Rocha Presno.
Los pies y cabeza de las finanzas

personales
Introducción
“Todos aprendemos en la escuela a ganar dinero, pero nadie nos enseña cómo manejarlo”
reza una oración del famoso libro Rich Dad Poor Dad, del afamado escritor Hawaiano Robert
Kiyosaki. Y creo que no hay nada más de cierto en esto.
En los cientos de entrevistas cuando trabajé como planeador financiero, me impactó ver la
cantidad de detalles donde podemos mejorar nuestra vida financiera.
En Estados Unidos, desde jóvenes en la secundaria, los estudiantes reciben cursos y libros
ligeros, sobre planeación financiera y manejo de las finanzas personales. En América Latina no.
¿No le extraña a usted que ellos sean y nosotros no, una potencia?
Este conjunto de artículos sobre finanzas personales ha sido diseñado para dar al lector de
manera amena y rápida, y sencilla una idea clara de cómo hacer que una persona pueda estar
preparada ante el reto que significa, tener la mejor vida financiera posible.
Espero que lo disfrute y le sea de utilidad, comenzamos:
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Temario:
Un buen portafolio de inversión
Soy Rico o ¿cómo se lo que soy?
El significado de Job (trabajo en inglés)
¿Nenene qué vas a hacer cuando seas grande?
Más allá del deseo
Podando necesidades
Cuando vale la pena correr el riesgo
De ninguna manera me la juego
El plástico ayuda pero ah como asfixia
Juntos hacemos más en el fondo
Segurito, segurito que le tengo miedo
Los golpes de dinero: ¡Perros de presa!
Buen padre y padre bueno
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Un buen portafolio de
inversión
Creo que pocas preguntas me hacen tan seguido como esta: ¿cómo saber
si mi portafolios de inversión está bien estructurado?
Aquí algunas pistas:
Un buen portafolio de inversión debe ser elaborado basado en estos pilares:
1. Contemplar todos los proyectos de corto mediano y largo plazo del propietario y su
familia
2. Regular la exposición del riesgo de los instrumentos de inversión en base a los
proyectos, edad, tiempos y carácter del propietario y su familia
3. Buscar el mayor interés posible
4. Con la menor exposición al riesgo posible.
Los proyectos de corto mediano y largo plazo:
Todos tenemos proyectos que para llevarlos a cabo hace falta dinero, y que se deberán
cumplir en un lapso determinado, en base a estas características deberemos analizar:
¿Es una cosa imprescindible, o simplemente algo que me va a ayudar a ser más feliz o vivir
mejor? De esta manera tendrá usted una clara forma de dividir entre sus necesidades
financieras y sus deseos financieros.
Ambos son importantes, pero identificándolos de esta manera evitará ponderar por arriba de
sus necesidades sus deseos. Más sobre estos temas en los capítulos “Más allá del deseo y
Podando necesidades”.
Una vez conociendo esto, calcule el tiempo que necesita para cubrir dicha necesidad o deseo y
programe en su presupuesto, el monto de dinero que necesitará aportar para que tomando en
cuenta estas acumulaciones de dinero y el rendimiento que espera recibir (en dónde lo
invierta) pueda conseguir su proyecto.
Esto deberá realizarlo para cada proyecto que desee emprender, recuerde que normalmente
este tipo de emprendimientos toman varios años (dependiendo de su tamaño) para realizarse
y si no tiene bien claro cómo hacerlo, es muy fácil perderse en la rutina y desperdiciar el único
recurso que tiene que no podrá aumentar jamás: SU TIEMPO.
Si a usted le cuesta trabajo proyectar esto, solicite la ayuda de un planeador financiero, para
que le auxilie en esta proyección. Hacer esto puede significar un importante ahorro en las
aportaciones que hará a cada proyecto, lo que se traducirá en más proyectos al alcance de su
mano con menos esfuerzo.
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Normalmente en México un planeador financiero no representa costo para las personas que
solicitan sus servicios, sino que estos son pagados por las instituciones financieras que
pondrán a trabajar su dinero.
Finalmente pero no menos importante, es necesario que cuando vaya a buscar los
instrumentos de inversión que auxiliarán sus necesidades, no pierda de vista dos cosas: ¿Qué
tan rápido debe crecer su dinero para que usted no se desespere y trunque su inversión? Y
¿qué tanto riesgo puede tolerar, para evitar que en una fase de “retorno negativo” al ver su
cuenta con una pérdida (que podría ser tan solo temporal) se asuste y cancele su inversión,
ahora sí, transformando en definitiva su pérdida.
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Soy Rico o ¿cómo se lo que

soy?
En el tema de la planeación financiera, creo que la mejor definición de
riqueza que he escuchado es la siguiente:
LA RIQUEZA DE UNA PERSONA EQUIVALE AL NUMERO DE AÑOS QUE

PUEDE VIVIR SIN TRABAJAR.
Es decir, acumular el dinero, la fortuna personal, se suscribe en los términos más prácticos a
lograrse una calidad de vida. Una vez que una persona, alcanza a vivir sin tener que
preocuparse por lo que va a necesitar para su sustento, es técnicamente rica, o lo que es igual
“HA ALCANZADO SU LIBERTAD FINANCIERA”.
Claro está que todos aspiramos a llegar a ese nivel, al menos en la última etapa de nuestra
vida.
Sin embargo, ¿sabía usted que solo el 2% de la gente logra este objetivo? Es decir, hay 98% de
la población con 65 años o más de vida, que recibió como premio por una vida llena de trabajo,
MÁS TRABAJO AUN.
Si usted es joven, tal vez no le preocupe mucho esto, y se diga frases como “lo disfrutado
¿quién me lo quita?”. Y tiene toda la razón, nadie le quitará lo que haya disfrutado.
Pensar así es fácil, más cuando se tiene el cuerpo joven, cuando uno se levanta con pocos o
ningún achaque y lo peor que pasa después de un día de trabajo pesado, solo hace falta una
buena noche de sueño reparador para levantarse al día siguiente con la misma energía.
Sin embargo, piense en el peor día laboral de su vida, ese que haya sido realmente agotador y
hasta agobiante, en el que llegó “en calidad de bulto” a descasar a su casa. ¿No sería terrible
tener que trabajar así día tras día hasta el momento en que su cuerpo muera? Bueno pues algo
así es trabajar con el cuerpo anciano.
Y solo por aclarar más la idea ¿no sería terrible llegar a una edad donde las enfermedades y el
deterioro de su cuerpo le impidan trabajar y entonces vivir la angustia de no tener qué llevarse
a la boca, o tener un techo dónde dormir?
Tal vez usted tenga la suerte de tener una familia, y espera que esta vele por su bien en sus
años finales. Si esta es su idea, solo me queda hacerle una pregunta: Para cuando llegue ese
momento usted ya deberá tener un promedio de 30 a 40 años tomando sus propias
decisiones, siendo dueño de su destino y acostumbrado a no rendir cuentas a nadie más
¿cómo se sentiría de tener que explicar hasta el más mínimo detalle que quiera comprar?
Recuerde, si usted no lo gana, quien le brinde el dinero tendrá derecho a pedir explicaciones o
en el mejor de los casos dar su opinión sobre las cosas en que lo gasta.
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La libertad de decisión, es algo que se paga con dinero ¿o no recuerda cuando fue niño o
adolescente ¿cómo evitaban que usted se fuera de fiesta? ¿No era acaso dejándole sin poder
usar el coche o retirándole su mesada? ¿Realmente está pensando en serio, regresar a esas
épocas?
Finalmente más adelante encontrará en otros artículos una idea clara de cómo ayudarse a
lograr su libertad financiera. Solo como final a esta reflexión quiero poner algo de luz, sobre las
cosas que nos impiden lograrla “al menos en la última etapa de nuestra vida”.
No tenerlo contemplado: en los años ochenta para la publicación “How to become a millionair
in America” se realizó una investigación para saber algo esencial: ¿por qué algunos no eran
millonarios? la respuesta fue pasmosamente simple, más del 80% de la gente ni si quera le
pasó por la mente la posibilidad de construir una riqueza. No era que no pudieran hacerlo,
simplemente no se les ocurrió que pudieran hacerlo.
Empezar demasiado tarde: Normalmente la gente a la edad de los 30 años le parece muy
pronto para comenzar a preparar su libertad financiera, su jubilación o su retiro, a los 40 años
les parece imposible lograrlo (con los hijos en la escuela, los pagos de créditos, etc), a los 50
años comienzan a plantearse la idea y a los 55 años se dan cuenta que ya no podrán lograrlo a
menos que ganen altos intereses en dicho proyecto, es decir se verán obligados a correr con
demasiados riesgos para su edad. ¿recuerda usted a los ancianos que en Estados Unidos
quedaron en la calle con la quiebra de Enron, la gigante energética que sucumbió en el 2002?
O los ancianitos que despúes de haberse construido un futuro lo perdieron todo porque los
estafó Bernard Madoff? Pues buena parte de la culpa también fue de ellos. ¿Por qué?
Independientemente de que en el último caso Madoff resultó ser un estafador, a la edad de
estas personas no se debería jugar en mercados de riesgo con el dinero que se tenía para
sobrevivir. La edad para invertir es cuando se es aún joven para recuperar lo que por alguna
desventura del destino en el mercado se pueda perder, pero cuando uno ya está cerca o
dentro del retiro, mientras menos se invierta en riesgo ¡mejor!
No calcular adecuadamente sus gastos: Cuando una persona estima los costos de su vida
cuando se jubile, no toma en cuenta que su cuerpo requerirá de una buena cantidad de dinero
para su salud en la vejez, Un dato que puede ilustrarle al respecto: Estadísticamente hablando
la mayoría de los gastos que realiza una aseguradora en el rublo de gastos médicos, los realiza
con personas de más de sesenta años, paradójicamente la gente trunca su seguro de gastos
médicos, porque la cifra aumenta enormemente a estas edades, perdiendo así su cobertura,
cuando dicho sea de paso, será más probable que lo ocupe. Y no me entienda mal, no estoy
diciendo que invertir en un seguro de gastos médicos sea mala idea, solo digo que la falta de
planeación del dinero que se requerirá para mantener esta cobertura cuando se sea anciano,
le provoca a la mayoría de la gente incurrir en un hecho absurdo: pagar cuando es poco
probable que ocupe el seguro de gastos médicos y dejar de tenerlo cuando lo más probable es
que lo fueran a necesitar. (Que dicho sea de paso, algo similar le pasa a mucha gente cuando
compra seguros de vida por 10 o 15 años; los toman por baratos, porque reflejan la baja
probabilidad de ejercerlos, pero cuando los quieran renovar ya tendrán demasiada edad o
padecimientos que les hacen inasegurables, mi consejo: si compra un seguro de vida, vea que
su vigencia dure hasta que lo más probable es que usted muera o su familia ya no lo necesite).
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El significado de Job (trabajo

en inglés)
Existe un chiste en Estados Unidos el cual dice que la palabra JOB (que
significa trabajo en inglés) son las siglas de Just Over Broke, es decir
apenas a punto de quebrar.
Pocos chistes populares son tan acertados como este, existe una gran diferencia entre una
persona que se ve a si misma como un negocio unipersonal y cuida sus finanzas como tal, y
una persona que simplemente vive y trabaja para vivir.
Y no crea que solo es cuestión de cuantos ceros se le colocan a su cheque de pago, he visto
gran cantidad de directores de empresa, gerentes generales, directores administrativos, etc.
Viviendo la realidad de JOB, simplemente son gente con más pago y más deuda.
Había un director que recuerdo me comentaba en una reunión, que le parecía sorprendente su
vida porque cuando apenas empezaba en su carrera y ganaba notoriamente menos de lo que
ganaba en la actualidad, de alguna manera, con presiones y apuros pero le alcanzaba, y ahora
que ganaba más de lo que hubiera siquiera imaginado en sus momentos iníciales, le pasaba
exactamente igual, y apenas le alcanzaba para salir a flote con sus gastos.
Si usted se identificó con esta realidad, aquí está la razón de dicho comportamiento, a todos
nos pasa una historia más o menos similar: de solteros comenzamos a trabajar y gastamos
todo lo que tenemos en fiestas, ropa y el auto, luego conocemos a alguien y nos casamos con
esa persona y ahora compartimos gastos, salimos menos y tenemos un poco más de dinero, el
cual lo destinamos en nuevos muebles y algunos gustos sofisticados. Más adelante llegan los
hijos y necesitamos ganar más, por lo que cambiamos de trabajo y empeñamos más horas, con
los nuevos ingresos viene lo que consideramos “aumento de posición social”, y ahora
gastamos en auto más grande, casa más grande, más aparatos que hagan simple la vida y
contratamos más servicio doméstico.
Finalmente siempre estamos en un ciclo sin cesar, ganamos más y gastamos más.
Aquí algunos trucos para salir de ese ciclo:
1.- Cuantifique sus gastos innecesarios, se sorprenderá de las sumas que gasta mes con mes y
año con año en “esos pequeños lujitos” y como ejemplo un botón: si usted tiene la costumbre
de parar en un Starbucks cada mañana a llevar un café para el camino, puede estar gastando
en ese pequeño detalle, alrededor de 1,000 dólares al año, que aplicados a una cuenta de
inversión con un rendimiento promedio del 7% significarían a lo largo de unos 10 años: 16,400
USD
2.- Si tiene deudas con tarjetas de crédito, elimínelas lo antes posible. Aquí dependiendo de la
gravedad de su situación y sus hábitos de consumo, puede necesitar inclusive destruirlas
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“literalmente”. Para regresar a unas finanzas saludables enfóquese en pagar por lo menos 2
veces el mínimo, idealmente lo más que pueda. Sus intereses son el costo financiero más
grande que puede pagar.
3.- Páguese a usted mismo, es impresionante cómo nos preocupamos por las deudas con
terceras personas y se nos olvida pagarnos a nosotros mismos, hágase la costumbre de un
ahorro, por pequeño que este sea y cúmplalo religiosamente. Piense en lo siguiente: toda la
vida se la pasa trabajando para poder pagar a otros, destine parte de su trabajo a pagar la vida
que desea cuando ya no pueda trabajar.
4.- Aprenda a decir NO a sus hijos y conyugue. Es totalmente entendible que quiera darles lo
mejor, pero darles lo que no puede, es como pedir un préstamo a la mafia, se termina
pagando y muy caro. Piense que si no se prepara para su vejez por destinar ese dinero a
cumplir hoy esos pequeños lujitos a su familia, estará sentenciándoles a ellos. Si ¡a ellos! a la
responsabilidad de su manutención cuando usted ya sea viejo, y ésta será una carga fuerte que
sus hijos tendrán que afrontar justo en el momento más difícil de su vida económica, que es
cuando ellos tengan a sus hijos entrando a la universidad, es decir, le pondrá un peso
financiero fuerte, justo en el momento en el que ellos tendrán menor margen para maniobrar
en sus finanzas, con lo que probablemente, sus hijos a su vez, terminen suspendiendo sus
ahorros para cuando ellos fueran viejos, con lo que usted no solo ha condenado a sus hijos,
sino que también es posible que a sus nietos, y todo por no tener la firmeza de decirles que no.
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¿Nenene qué vas a hacer

cuando seas grande?
Jorge era agente de ventas, muy exitoso por cierto, comenzó a los 22
años de edad, y fue capaz de darse una vida de rey.
Sus comisiones aun cuando eran variables, le daban suficiente para

equiparar el sueldo de muchos directores de empresas, así que se acostumbró desde
entonces, a darse una vida a cuerpo de rey. Estrenaba trajes por lo menos uno cada mes, cada
dos meses en los años más “ajustados”. El automóvil se cambiaba cada 3 años como máximo
(pues como era agente viajero su seguridad era un punto primordial, decía él). Se preciaba de
conocer los mejores restaurantes y no había ocasión en que no llegara con un detalle gourmet
a cualquier reunión.
Las lociones eran muchas y variadas, las vacaciones exóticas nunca faltaron, los lujos vamos,
por todos lados. Por azares del destino no procreo descendencia, lo que hizo aún más fácil
seguir con su tren de vida, sin embargo eventualmente mantenía alguno que otro sobrino,
cuñada, y allegado que se daba refugio bajo su brazo protector.
Hoy Jorge tiene 65 años de edad, su cuerpo ya no está para el mismo trote, tiene sus días en
ventas contados y como siempre fue un agente de ventas independiente, el flujo de efectivo
seguirá mientras siga su relación laboral, lo cual ya no es muy seguro que continúe. Al sentirse
más viejo y vulnerable, ha dejado de ser tan agresivo y entiende menos las tecnologías que son
ahora tan familiares para los jóvenes que vienen empujando.
Tiene sus tarjetas de crédito (seis por lo menos) a tope, puesto que con forme fue
envejeciendo, su empresa lo fue relegando a un sector de clientes cada vez menor, sin
embargo él nunca quiso reconocer que debía bajar su ritmo de gastos.
Jorge se despertó una mañana muy preocupado, ¿Qué va a ser de mí si me corren en el

trabajo? Y esto le ha impedido que pueda negociar con la misma soltura de antes incluso
frente a su empresa, y cada vez ha ido cediendo más terreno a las exigencias. Le han quitado
injustamente clientes y cuentas que él había ganado para dárselas a jóvenes que piensa la
empresa, podrán “explotar mejor” y a Jorge no le ha quedado más que aceptar y ver
impotente cómo es que se hunde su destino financiero.
Jorge sigue ganando una cantidad respetable de dinero, pero aún ahorrando todo lo que gana
¿Cuántos años más podría sostener su relación laboral como para garantizarse una vejez
tranquila?
A Jorge lo alcanzó el futuro, pero usted tal vez si pueda hacer algo a tiempo, aquí unos
consejos para que a usted no le pase lo mismo:
1.- Piense que algún día va a envejecer, y si no toma cartas en el asunto, dependerá de un
cuerpo débil y enfermizo para procurarse su sustento. Calcule desde hoy cuánto necesita para
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vivir cómodamente en su retiro. Primero procure una renta básica para su subsistencia
elemental, en segundo lugar sus gastos médicos en la vejez, y en tercer lugar el estilo de vida
que desea llevar.
2.- Calcule una buena cantidad de tiempo para vivir en el retiro, una frase que siempre decía a
quienes ayudaba a planear sus finanzas llegar a este punto: Considere que ahorrar es mejor
que intentar buscar un empleo a los 75 años porque resultó ser que la reserva que consideraba
como suficiente se agotó al ver que Dios le regaló más vida de lo que había esperado.
3.- Procúrese de un fideicomiso o algún programa de rentas vitalicias para lo esencial, y a los
lujos intente conseguirlos con una inversión de renta variable.
4.- Tome en cuenta lo que gana en su sistema para el retiro (en caso de que lo tenga), dese
cuenta que la tasa de conversión, es decir lo que le pagará de su sueldo actual, su cuenta de
retiro sólo cubre un 50% del último sueldo cotizado cuando vive en países tan avanzados como
Estados Unidos, en América Latina, en la mayoría de los salarios ejecutivos, no rebasa el 15%.
5.- Si realmente desea estar bien preparado para su vejez consulte a un planeador financiero,
él sabrá recomendarle la forma más económica y eficiente de hacer un plan que vaya con sus
necesidades y a su propio ritmo.
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Más allá del deseo

Los deseos financieros son como la sal y pimienta de la vida de un adulto,
son esas cosas que nos hacen soñar, nos motivan para seguir adelante y
nos llenan de entusiasmo.
Antes que nada me gustaría dejar bien claro qué es y qué no es un deseo
financieramente hablando.
Si usted tiene un proyecto que requiere de cierta suma para su realización, y este está
orientado en mejorar su calidad de vida, pero si no lo consigue en una fecha determinada, no
pasa nada, excepto el quedarse con las ganas, o es algo que aún se puede postergar
indeterminadamente y al hacerlo no se pone en riesgo su modo de vida o su bienestar,
seguramente estamos hablando de un deseo financiero.
Ejemplos de deseos financieros son: Lograr cierto automóvil, conocer a X país, adquirir una
casa de fin de semana, comprar determinado plan de tiempos compartidos, estudiar un curso
de arte (si no se vive de eso), adquisición de colecciones, gadgets, etc.
Si por el contrario, tenemos un proyecto financiero en cuyo cumplimiento descansa la

estabilidad de la familia, la conservación de su estilo de vida, etc. este es tema aparte y lo
veremos en el siguiente artículo “Podando Necesidades”.
La importancia de poder discernir entre necesidades y deseos cuando a un proyecto financiero

se refiere, consiste en saber que para conseguirlo es necesario utilizar un instrumento de
cierto tipo denominado “inversiones de riesgo”.
¿Por qué a los deseos con inversiones de riesgo?
La respuesta más directa es porque ocupan poco capital. Las inversiones de riesgo son
aquellas en donde no tenemos garantizada una determinada ganancia, de tal manera que esta
pudiera ser mayor o menor a lo estimado, es decir, implican el riesgo de ganar menos de lo
esperado, o inclusive en el peor de los casos, hasta perder parte de la inversión realizada, pero
a cambio de correr este riesgo pagan mucho más. Esto es algo que nunca deberá de perder de
vista, mientras más ganancia, más riesgo.
Sus principales características son:
1.- Su crecimiento se basa más en el interés que logran producir que en el capital que usted
aporta, lo conveniente será que reinvierta los intereses para que el capital crezca de forma
acelerada.
2.- A mayor rendimiento presentarán forzosamente más riesgo.
3.- Su comportamiento es estimable pero no predecible, mucho menos garantizable.
Y es precisamente por esta última razón que solo deberemos invertir en inversiones de riesgo,
el dinero destinado a los deseos financieros, debido a que si estos no se cumplen en una fecha
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determinada, lo peor que pude pasarle es que se tenga que esperar un tiempo más para
cumplir su sueño.
Este como es un punto muy importante déjeme decirlo nuevamente de forma muy directa,
NUNCA INVIERTA EN INSTRUMENTOS DE RIESGO PARA CUMPLIR NECESIDADES FINANCIERAS.
Solo invierta en riesgo, el capital con el que vaya a cumplir sus deseos financieros.
Dentro de las inversiones de riesgo están de mayor a menor riesgo: Los negocios (pues nadie
garantiza que vaya a resultar o que tan bondadoso sea este resultado), Las inversiones
especulativas (invertir en forex, en futuros, opciones, las acciones, etc). Los fondos de
inversión en acciones, los Fondos de inversión en instrumentos de deuda, sobre todo si es
corporativa, etc.
Con estos tipos de inversiones usted deberá tener mucho cuidado en conocer desde un
principio: ¿cuánto se espera ganar y cuanto es lo máximo que pudiera perder? Para de esta
manera determinar cuál es el monto de retorno sobre cada peso de riesgo que se toma y de
esta manera, determinar el menor monto de exposición posible al riesgo.
Para invertir en riesgo usted puede decidir confiarle a alguien más la toma de decisiones en su
inversión (por ejemplo cuando usted invierte en un fondo o contrata a un operador) o ser
usted mismo el que maneje su propio dinero. Dejar a otros que se encarguen de su dinero
puede ser una opción más rápida y sencilla, pero esto le costará parte de las ganancias cuando
las haya, o dicho de otra forma, cuando gane su operador, usted y él se dividirán las ganancias
(por lo general se carga hasta un 50%), pero cuando incurra en pérdidas, estas las afrontará
usted solo, así de simple es esto. Por el otro lado usted puede aprender a invertir su propio
dinero, pero claro, para saber hacer esto, usted deberá dedicar algo de dinero y tiempo (sobre
todo al principio) en capacitarse, pero a cambio de esto, correrá sus inversiones al máximo de
su potencial y el riesgo será menor, pues cuando gane, toda la ganancia se la quedará usted,
por lo que cuando vengan las operaciones perdedoras, la merma será compensada con lo que
retuvo de ganancias.
Sea cual sea la decisión que adopte, usted deberá planear cómo piensa manejar su plan de
inversión, es decir, calcular lo que espera obtener de rendimientos y programar las
aportaciones que hará a su inversión para llegar en el tiempo deseado a su meta.
Como ya dijimos antes a mayor rentabilidad mayor riesgo, cuando invierta usted deberá tener
en mente con el ritmo de aportaciones de capital que pueda hacer para su proyecto, cuánto
riesgo deberá de correr a fin de obtener el rendimiento necesario. Por ejemplo, si usted decide
que para juntar US$100,000 para darse determinado “deseo” en 4 años, usted puede aportar
U$1000 por mes, necesitará un rendimiento del 60% anual pero si pudiera aportar U$2000
mensuales solo necesitaría un rendimiento del 20%. Claro está que el riesgo que corre para
obtener un 60% es mayor que el que necesita correr para obtener un 20%
Para ponerlo en perspectiva, un programa de inversión en instrumentos que reflejen el

movimiento del IPC o índice de la bolsa de valores en México, de Junio 2006 a Junio a 2007
presentó una pérdida máxima del 24.88% y su rendimiento máximo fue del 47.12% es decir un
riesgo beneficio del 2 a 1 (sin incluir las comisiones de operación).
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Ahora bien, es muy importante que usted tenga bien claro y deje instrucciones que puedan
garantizar que usted no tolerará más riesgo del que está dispuesto a correr. En el entendido de
que si algún momento sus fondos rozan la pérdida máxima aceptable para usted, liquidará la
inversión y optará por algún otro instrumento.
Para ayudarle a definir la mejor alternativa de inversión usted debe preguntarse a si mismo
¿seré capaz de soportar ver una pérdida de X dimensión sobre mis fondos, sin caer en pánico,
perder la tranquilidad o incluso el sueño? Porque al hacer inversiones de riesgo usted debe
tener bien claro en mente esto: NINGUNA GANANCIA O PÉRDIDA ES DEFINITIVA, HASTA QUE
NO SE LIQUIDA LA INVERSIÓN, es decir, hasta que no saque ese dinero del instrumento donde
lo tenga y lo convierta a dinero en efectivo en su chequera.
Por tanto, lo peor que podría pasarle al optar por una estrategia de inversión sería asustarse
en el momento de una fluctuación negativa y liquidar en ese punto su inversión sin dar a lugar
a la recuperación de sus fondos. Todas las inversiones de riesgo tienen momentos de pérdidas
y de ganancias.
Y aquí viene otro punto interesante: el horizonte de inversión, nunca invierta en riesgo, nada
que necesite liquidar en menos de 6 meses, idealmente un año, puesto que todos estos
instrumentos necesitan de tiempo para transitar de una fase negativa a una positiva, es decir
para recuperar las pérdidas y retornar a ganancias.
Finalmente, lo importante de optar por inversiones de riesgo para conseguir los deseos
financieros, es que dejará más capital disponible para lo realmente importante, que son sus
necesidades financieras.
14
Podando necesidades
Una necesidad financiera, es un proyecto o meta que requiere dinero,
y que de no lograrse a tiempo podría deteriorar nuestra condición de
vida.
Las necesidades financieras, por lo general se pueden prever pero en

ocasiones aparecen nuevas y de manera inesperada, por ejemplo:
Alejandra tenía 2 hijos, una de 15 y el otro de 17, de pronto, un día su hija menor le llega con la
noticia de que se embarazó y Alejandra, como era de suponerse, decidió apoyar a su hija para
enfrentar la responsabilidad de su nieto en lo que su hija termina su carrera y consigue un
buen empleo.
Bueno pues a partir de ese momento Alejandra aumento sus necesidades financieras, con
cosas como la necesidad de garantizar el sustento de su nuevo nieto en caso de que ella faltara
digamos por los próximos 10 años, el inicio de la educación de su nieto, su programa de salud,
etc.
Otras son más predecibles, como son el momento del retiro, la universidad de los hijos, la
formación del patrimonio familiar, etc.
Tratándose de metas en cuyo cumplimiento se posa la conservación de la calidad de vida de

usted o de los que dependen de usted, hablaremos invariablemente de necesidades
financieras.
Como a estas necesidades las tenemos que cubrir a como dé lugar, no podremos utilizar para
apoyarnos para su obtención, ningún instrumento que represente la posibilidad de recibir una
pérdida.
Instrumentos con posibilidad de pérdida, significan no solo las inversiones de riesgo, sino
inclusive la pérdida como consecuencia de la inflación. Por lo que tampoco se vale con estas
necesidades financieras, ahorrar en una cuenta bancaria corriente.
(Tome en cuenta que una inflación de tan solo el 3.5% anual, significa una pérdida en el valor
real del dinero del 50% en tan solo 10 años).
No podemos utilizar instrumentos de inversión que presenten posibilidad de pérdida, porque

sería ilógico tener que decirle a su hijo: “Hijo mío, he estado ahorrando para tu universidad los
últimos 12 años, pero como ayer hubo un crack en la bolsa, pues ya no tenemos ese dinero,
así que espera unos 12 años más para iniciar tu carrera” o “Doctor, ¿podríamos posponer mi
operación de cataratas unos 6 meses más a ver si ya se recupera el valor del petróleo?
Desafortunadamente, cuando en inversiones hablamos de seguridad, también hablamos de

muy pocos rendimientos, puesto que para entregar rendimientos garantizadas, las financieras
absorben gran parte de las ganancias que su dinero genera, a fin de hacerse de reservas
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suficientes para sobrellevar, las fluctuaciones negativas, que sus propias gestiones de inversión
les generen.
De tal manera que mientras, las inversiones de riesgo pueden ofrecer rendimientos que van
del 15% al hasta montos realmente exorbitantes, una inversión patrimonial (que es como se
les conoce a los instrumentos sin riesgo) estarán ofreciendo no más de 1 o 2% arriba de la
inflación.
Por lo mismo, su característica principal, es que su desarrollo se basa más en sus aportaciones
de capital que en los intereses generados (aunque por poco que sea siempre es mejor, que
acopiar dinero en la chequera, donde su valor se reduce año con año por la ya mencionada
inflación.
Es por esta razón que resulta indispensable, no utilizar instrumentos de inversión patrimonial,
en los deseos financieros, sino exclusivamente en lo importante, las necesidades financieras,
puesto que de otra manera, el sobre esfuerzo que impongamos a nuestra capacidad de ahorro
hará que los resultados, aunque muy seguros, sean muy magros.
Recuerde, para una buena planeación financiera es importante prever con atención a las
necesidades financieras, antes de que el tiempo para cubrirlas sea demasiado poco, puesto
que como el avance de sus intereses es realmente lento, si no las anticipó con un buen número
de años, le generarán una presión agobiante a su economía, obligándole por lo general a
postergar las próximas necesidades financieras que más adelante.
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Cuando vale la pena correr el

riesgo
En los artículos anteriores, le he explicado, bajo los conceptos ideales, el
uso de las inversiones de riesgo e inversiones patrimoniales, es decir,
cuando echar mano de una inversión con alta expectativa de
rendimientos y cuando hacerlo con una inversión con intereses
asegurados.
Sin embargo, en la planeación financiera como en la mayoría de los casos que tratamos con
cosas de humanos, no se puede esperar una regla inflexible y que se cumpla siempre al rigor
de una tabla.
Este artículo se tratará de esos casos, donde por cuestiones diversas, usted pudiera encontrar
en una inversión de riesgo, el modelo “no ideal, pero tal vez el más adecuado, dadas las
circunstancias” para cubrir una necesidad financiera. Es decir, poner riesgo donde idealmente
no deberíamos hacerlo.
El principal caso donde esto opera es cuando materialmente resulta imposible, acumular en
tiempo y forma, los recursos necesarios para una necesidad financiera. Le pondré un ejemplo:
Elías es director de una pequeña compañía distribuidora de lubricantes, y tiene en la

actualidad un ingreso mensual alrededor de unos 15,000 dólares. Como es de esperarse sus
egresos mensuales actualmente están acordes a su ingreso, lo que gana se lo gasta; sin
embargo, Elías considera que podría hacer un esfuerzo de preparación para su retiro de unos
50,000 dólares anuales, que a como tiene sus gastos actualmente sabe le costarán un buen
esfuerzo, pero está dispuesto a hacerlo con tal de tener un buen retiro, cosa que ocurrirá en
los próximos 10 años, puesto que ya tiene 56 años de edad.
Elías considera que para poder sostener su calidad de vida, el necesitaría por lo menos
disponer de unos 100,000 dólares anuales, y por la longevidad promedio de su familia el
espera llegar a los 85 años de vida, es decir sobrevivir unos 20 años en su retiro.
Si él quisiera comprarse un programa de rentas vitalicias con una aseguradora, para

garantizarse su renta de 100,000 usd anuales, necesitaría aportar 82,000 dólares durante los
próximos 10 años, es decir, para él optar por un instrumento de inversión patrimonial, es ya
materialmente imposible.
Lo único que Elías puede hacer dado sus condiciones actuales, es optar por invertir en un
instrumento de riesgo con la menor exposición posible.
Para determinar lo que Elías deberá buscar debemos primero calcular cuánto dinero
necesitará tener en su fase de retiro. Si consideramos que ocupará según sus cálculos
U$100,000 al año (o lo que es igual unos U$8.300 mensuales), podría optar por formar un
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fondo de unos U$2 millones (U$100,000 * 20 años)los cuales colocaría simplemente en una
cuenta que le garantice la inflación, al retirarse, para consumirlos en lo que le queda de vida.
Otra alternativa que tiene es acumular una un monto de inversión que le permita obtener
unos 10,000 mensuales promedio (excedemos un poco para dar un margen de maniobra para
los meses que pudiera entrar en pérdida y necesite comer parte de su capital para seguir
subsistiendo) y mantenerse en esa inversión hasta el fin de sus días.
En la primera opción, que es mucho más simple de calcular, aportando U$4,100 dólares
mensuales a una inversión que le genere libres un 24% anual, podrá en 10 años juntar los 2
millones.
En la segunda opción con una inversión que le genere un 13% anualizado es posible acumular
un millón de dólares en 10 años con la misma cantidad de aportación mensual (U$4100) Si al
retirarse se mantiene invertido en esta opción y la rentabilidad de su inversión se mantiene
estable ( y aquí tal vez ya haya muchos “y si” para algunos) los rendimientos mensuales son de
aproximadamente unos 10,000 dólares, con lo que podría decirse que es muy poco probable
que con el grado de exposición al riesgo que esta inversión presenta, pueda entrar en peligro
de quedarse sin fondos suficientes. Además al morir, podría con esta opción heredar a sus
hijos el capital de su cuenta. Consumir sus fondos en los últimos años de su vida y con esto
buscar la necesidad de un menor rendimiento (y por lo tanto menor nivel de riesgo) es una
idea debatible, puesto que si su vida se prolongara más allá de lo esperado, o surgieran
necesidades extraordinarias, su situación estaría mucho más expuesta a imponderables pues
cuando el dinero se termina, ya no hay nada más que hacer.
Como podemos ver, pensar que tendremos nuestro retiro en los vaivenes del mercado no es
una opción muy recomendable, pero para casos donde ya nada más se puede hacer, esta es
una opción donde el riesgo, es susceptible a considerarse.
18
El plástico ayuda pero ah

como asfixia
Mucha gente piensa que aquel que logra hacerse de un patrimonio que le
permita vivir con cierta holgura, se debe a la cantidad de dinero que son
capaces de ganar, pero en realidad, en mi experiencia, muy poco tiene
que ver el ingreso de una persona, con el patrimonio que logra formarse.
En realidad el bienestar económico y el patrimonio que logra acumular una persona están más
relacionados con los hábitos de consumo y ahorro.
Hablando de los hábitos de consumo, hay pocos instrumentos financieros que representen tan
claramente “un arma de doble filo” como son las tarjetas de crédito.
El también conocido como “dinero plástico” representa una excelente oportunidad para el
bienestar de una persona, pero así mismo también suele ser tan solo un lucrativo negocio para
las entidades que lo otorgan.
Puntos a tomar en consideración:
Es indudable que sus beneficios son muchos, puesto que ofrece la tranquilidad de tener “cierto
monto de respaldo” representado por el límite de crédito disponible en cada tarjeta, sin
embargo, un mal hábito de consumo puede llevar a una trampa financiera a quien las utilice
como formas de gastar más de lo que se tiene.
Las razones por las cuales una tarjeta de crédito se puede volver un instrumento de
inestabilidad financiera, suele ser, el considerar al crédito como un dinero adicional que se
tiene. Esto es a todas luces falso, usted no tiene más dinero cuando obtiene un crédito, ya sea
en tarjeta o hipotecando la casa, etc. Con el crédito usted obtiene un disponible mayor, pero
ese dinero que gaste lo deberá repagar con un cargo adicional: el interés (que en América
Latina raya en niveles de usura).
Para ponerlo en simple español, siempre que pida prestado dinero a una institución, deberá
pagar por dicho servicio, lo cual se traduce en 2 formas principalmente: El pago de intereses, y
el cargo por anualidad de servicio.
Mucha gente piensa que cuando está pagando el mínimo indicado en su estado de cuenta,
está haciendo un uso adecuado de su tarjeta de crédito, y esto no es verdad. El monto mínimo
de pago de una tarjeta de crédito está más diseñado a cubrir la totalidad de los intereses
generados en el período. La aportación que se hace con el pago mínimo a la reducción del
capital que se adeuda es mínimo. Por lo tanto si usted gasta rutinariamente más de lo que ese
mínimo aporta al capital (es decir, lo que efectivamente lo reduce) entrará en una espiral de
cada vez consumir más capital prestado y por tanto pagar más interés, lo que le llevará a pagos
mínimos más altos, hasta llegar al momento de saturar su línea de crédito.
19
Por lo antes dicho, no hay mejor manera de mantenerse alimentando al negocio de las tarjetas
de crédito que solo cubriendo el mínimo que estas demandan mes con mes.
Un uso más adecuado de una tarjeta de crédito, es tenerla como tal, como una línea de crédito
siempre disponible y línea de pago, pues de esta manera, siempre podrá contar con la
tranquilidad de hacer frente a las posibles emergencias, pero además podrá tener un recuento
detallado al final de cada mes de cada gasto que tiene, lo que le ayudará a la larga a
mantenerse mejor administrado. Sin embargo para darle este uso, usted deberá siempre de
pagar el total del consumo que haya realizado en el mes, antes de la fecha de corte, de esta
manera, se evitará pagar intereses sobre ese dinero utilizado.
Una tarjeta de crédito, resulta particularmente útil, ante gastos extraordinarios e imprevistos,
como son el pago de averías inesperadas en la casa o el auto, accidentes, hospitalizaciones,
etc. Es en esos momentos cuando más se aprecia el contar con el respaldo de las tarjetas de
crédito. Pero de ninguna manera, será inteligente financiarse de un crédito que cueste más de
lo que podríamos ganar con lo adquirido.
Si usted se encuentra en una situación donde sus tarjetas de crédito estén al límite,
probablemente estará empeñando una muy buena parte de sus ingresos a “sostener la
emergencia” dinero que bien podría utilizar en ampliar su patrimonio.
Por poner un ejemplo, si usted utiliza el 15% de sus ingresos para pagar el mínimo de sus
tarjetas de crédito, usted estará sacrificando mes con mes prácticamente ese 15% de su
ingreso. Sin embargo si usted lograra emplear un 20% de su ingreso al rubro de tarjetas (es
decir, aplicando un 5% adicional de su ingreso para cubrir el mínimo y un tercio más), estaría
saldando su deuda más que solo alimentarla, y si suspende los gastos en ella, se estima que
podría saldarla en unos 60 meses, lo que reduciría diez veces su deuda a pagar, pues el pago
mínimo está diseñado para liquidar su adeudo en aproximadamente 600 mensualidades.
O lo que es igual por cada U$1,000 de deuda, usted estaría pagando 63,000 dólares de
intereses a lo largo de su vida, en comparación de los U$1,186 de intereses, si tan solo decide
pagar un tercio más.
Ahora bien, si usted tiene deuda con varias tarjetas a la vez, enfóquese primero en saldar una
aumentando el pago mensual de esa tarjeta a por lo menos dos o incluso 3 veces el mínimo
marcado y las demás sosténgalas con el mínimo. Si sigue sintiendo que usted es un comprador
compulsivo, evite llevar con usted las tarjetas cuando salga a la calle.
Actualmente en algunos países como México el grado de inseguridad en las calles, ésta
haciendo aparecer a las tarjetas con seguro contra secuestro o asalto, donde todas las
compras hechas bajo coerción (es decir amenazado por los maleantes) quedarán cubiertas por
la aseguradora, pregunte a su banco por este servicio.
20
Juntos hacemos más en el

fondo
Inicialmente participar en la bolsa de valores, (estoy hablando cuando
estas inversiones aparecieron en Estados Unidos para ayudar a la
expansión de los ferrocarriles, cerca de la última parte del siglo XIX, era
una operación que cualquiera podía tomar, es decir no había un capital
mínimo para participar en la bolsa.
Con el tiempo esto fue cambiando y finalmente llegó el día donde las casas de bolsa requerían
mínimos de inversión inalcanzables para la gran mayoría del público.
Con el fin de dar cause a estos inversionistas por los años 90 en México comienzan a
multiplicarse los fondos de inversión, que no son más que una empresa constituida por
muchos pequeños accionistas, cuyo único fin es comprar acciones y otros instrumentos
bursátiles, y repartirse entre sus accionistas los dividendos o pérdidas que generen dichas
acciones y la operación misma de la empresa.
Es decir, en un fondo de inversión se unen muchos pequeños capitales para poder integrar un
monto ya considerable, y aspiran a las ganancias generadas por la especulación con acciones y
otros documentos que se comercializan en la bolsa como pueden ser los instrumentos de
pérdida.
Es importante decir que un fondo de inversión no solo eres dueño de una fracción del cúmulo
de las acciones que se están comprando, sino también que compartes con los otros accionistas
los gastos de administración del fondo, es decir, en parte pagas con tu dinero (o las ganancias
que este genere) los sueldos, anuncios, mobiliario, oficinas, etc., del fondo de inversión, razón
por la cual habrá que estar muy pendiente de que los gastos administrativos no sean
demasiado peso para la expectativa de ganancia del mismo.
Para evaluar un fondo de inversión deberás considerar, el tipo de riesgo al que está expuesto
el conjunto de las acciones e instrumentos que se tienen en el mismo, los costos
administrativos del fondo y el comportamiento histórico del mismo (aunque resultados
pasados no garantizan resultados futuros, si sirve como un indicio de lo que puedes esperar).
Con esta información comparando la mayor caída con la mejor alza en su desempeño, podrá
hacerse una idea de la proporción riesgo beneficio y sabrá si le conviene o no utilizarlo para la
meta financiera que lo esté destinando.
Como último punto sobre este tema, me he encontrado algunos clientes con una confusión
entre los fondos mutuos o fondos de inversión y los hedge funds, o fondos de cobertura.
Es importante aclarar que los fondos de cobertura son altamente apalancados y se gestionan
intentando tener una correlación negativa con cierto instrumento o grupo de ellos, para que
21
quienes lo utilicen con esto puedan “cubrir” o “compensar” parte del riesgo al que se exponen
en sus inversiones que realizan directa e intencionalmente.
Los hedge Funds son apalancados para poder ofrecer esa “cobertura” con relativamente
mucho menos capital. Y aun cuando se han puesto de moda entre algunos inversionistas, en
realidad sería muy saludable decir que si no se tiene una operación que cubrir, es decir si no se
tiene la intención de contratarlos para disminuir el riesgo de alguna otra inversión, pues en
realidad no se deberían utilizar.
“Accidentes financieros” que se han presentado desde la gran recesión del 2008 en USA y el
resto del mundo, han demostrado la peligrosidad de utilizar estos instrumentos como
vehículos únicos de inversión. De hecho desde entonces, las regulaciones (y por qué no
decirlo) la tendencia entre clientes e instituciones ha sido por desapalancar.
Para que usted pueda entender un poco más el peligro del apalancamiento permítame ponerle
un ejemplo.
Suponga usted que tiene un hedge fund que opera contra sentido de precio de los energéticos,
esto podría sonar muy razonable sobre todo para cubrirse con los aumentos que la escases del
petróleo podría ocasionar en todo el mundo. El fondo se apalanca 20 a 1, es decir, el fondo
experimenta una ganancia o pérdida 20 veces mayor al movimiento del petróleo.
Su usted posee acciones de petroleras en su portafolios, o algún otro tipo de acción de las que
se llaman altamente cíclicas, es decir que ganan mucho cuando la economía está creciendo
pero que también padecen mucho cuando la economía se está contrayendo, en los momentos
de contracción económica, tener una inversión de máximo un vigésimo del valor de sus
acciones en este fondo, no suena ser una mala idea, pues si el valor del precio comienza a
declinar por la falta de actividad económica en el momento, se podría esperar que el fondo
gane lo suficiente para compensar la mayor parte de su pérdida en las acciones, y cuando el
precio del petróleo comience a subir nuevamente al volver a florecer la actividad económica,
usted podría liquidar su participación en dicho fondo.
Esto funciona bien si el mercado se comporta en un escenario “de cierta tranquilidad” pero si
hubiera movimientos abruptos que impulsen el precio del petróleo abruptamente, el valor del
portafolio de inversión del hedge fund podría desplumarse rápidamente.
¿Qué tan rápido?, con un movimiento del 5% sobre su valor inicial un fondo apalancado en un
20 a 1 podría quedar en ceros. Esta enorme exposición genera movimientos en espiral pues
ante la pérdida de valor de los activos en los que se tiene invertido el capital del fondo, los
manejadores se ven obligados a liquidarlos para evitar entrar en saldo deudor y esto a su vez
derrumba con mucho mayor rapidez los precios. Si a esto le agrega una ola de pánico como la
vivida en los años de la Gran Recesión, la cantidad de liquidaciones es enormemente mayor.
22
Segurito, segurito, que le tengo

miedo
Los seguros y en especial los del tipo “dotal de vida”, se han colocado como los instrumentos
de inversión patrimonial por excelencia por cumplir cabalmente con las 2 características de
este tipo de inversión:
CRECER BASANDOSE EN LAS APORTACIONES MÁS QUE EN EL INTERÉS
OFRECER UN INTERES CIERTO, PREDECIBLE Y GARANTIZADO SOBRE LA INVERSIÓN.
Contratar un seguro, es un acto de responsabilidad, la única forma de evitar depender de “la

buena suerte” para no sufrir una pérdida económica grave o fallar en la consecución de las
metas.
Por poner un ejemplo, sin los seguros, si usted quisiera comprar un coche y tiene 10,000 usd
para ello, siendo responsable y previsor, usted no podría comprar un coche de 10,000 usd,
sino que más bien debería buscar un coche de 5,000 usd, y el resto colocarlo en una cuenta en
el banco con liquidez inmediata, por si sufre un accidente y hay que pagar los daños, las
lesiones, etc.
Claro está que cuando uno tiene 10,000 usd en la mano, pues no le gusta ver los coches de
5,000 usd, si no los de 10,000 ¿no es así? , bueno pues ahí es donde entra el negocio de los
seguros.
Estas aseguradoras, sabiendo que de cada 100, asegurados, digamos que 5 (por poner un
ejemplo entendible) sufren un accidente al año, entonces dividen el costo promedio de esos 5
accidenes entre los 100 asegurados que tienen y estiman de esta manera cúanto cobrar de
prima.
Digamos que sea un 5% al año sobre el valor del vehículo que aseguran. Es decir, para que
usted pueda comprar un coche de 10,000 si usted le paga a la aseguradora 500 usd, ellos harán
que usted tenga la tranquilidad de contar con 10,000 usd o más dinero (si llegase a requerirse)
para reparar su coche en caso de un accidente o pagar los daños y lesiones que le cause a sus
acompañantes o a los pasajeros y transeúntes vinculados al accidente.
O lo que es igual, ellos a cambio de 500 usd, le evitan tener que inmovilizar en una cuenta con
disponibilidad inmediata 10,000 usd (otro tanto como lo que valdría su coche o incluso más).
Lo mismo sucedería si usted se preocupa por su manutención y la de su familia (porque cabe

recordar que todos los que somos soportes de familia, mantenemos a nuestra familia y a
nosotros mismos). Usted debería vivir por debajo de sus posibilidades para tener un
acumulado para hacer frente a la eventualidad de su muerte o incapacidad permantente,
porque en caso de perder la capacidad de producir, (ya sea por haber sufrido un accidente o al
fallecer, nos quedamos sin poder mantener a la familia (con nosotros mismos incluidos, si
seguimos vivos).
23
¿Y qué tanto es tantito?
Una de las preguntas más frecuentes que aparecen cuando se está planeando esto es ¿cuánto
se debe tener como suma asegurada?. Aquí una idea con la cual puede hacerse un cálculo
rápido de esta cantidad ideal.
Imagine que su gobierno lo va mandar a una misión para salvar la tierra donde muy
probablemente usted termine incapacitado o fallezca, en reconocimiento a su acto heroico, el
gobierno le pregunta cuánto dinero necesitará para que su familia no pase apuros y se ofrece a
constituir un fideicomiso para tal fin a cambio de sus servicios.
¿No solicitaría por lo menos el monto básico que usted requiere para salir adelante con sus
gastos, multiplicado por el número de años que calcule faltarán para que sus dependientes
económicos sean autosuficientes?
Claro, si se pudiera un poco más sería mejor ¿no es así?
Ahora bien, dígame usted, ¿si esta noche sufriera una apoplejía o un accidente que le dejara
inválido ¿no sería exactamente igual (salvo la parte heroica)? es decir ¿no sería lo mismo que
estar de hoy para mañana, sin la probabilidad de mantenerse (si queda vivo) o sostener a su
familia?
Bueno pues de hecho, sería peor, porque aparte en este último supuesto, usted estaría
enfrentando los gastos del hospital donde se estaría tratando la apoplejía o el accidente.
Sería muy poco productivo vivir por debajo de sus capacidades de ingreso, para ahorrar por su
cuenta la mitad de sus ingresos solo por si ocurre un accidente como el que acabamos de
suponer, incluso si usted pudiera hacer un ahorro de este tamaño, ¿no sería excelente
ponerlo a trabajar y obtener rendimientos por él?
Los seguros de vida tienen una ventaja adicional, si usted sufriera ese percance que está
previendo, al día siguiente de tomar la decisión de protegerse, le darían el monto total de lo
que necesita para asegurarse un buen futuro, a usted y a los suyos, por lo que puede vivir sin la
preocupación de no tener aun ahorrado lo suficiente desde el principio. Un seguro convierte
en potencial millonario a cualquier persona a cambio de una muy pequeña aportación anual
(aproximadamente del 1% o 2% del monto que se quiera asegurar).
Los seguros de vida funcionan así, y por esta razón, aun cuando la gente tenga un capital
suficiente para pasar penurias aun perdiendo su capacidad de producir, suelen ser
contratados inclusive por estos pocos afortunados, debido a que se sabe que es un mejor
negocio ponerlo a producir en un negocio o inversión, que tenerlo líquido esperando a lo que
pudiera suceder.
Seguro, que no solo la protección es negocio

Ahora bien, existen programas de seguros que no solo le protegen de esta merma económica
a usted y sus dependientes, sino que además, lo hacen sin costarle nada:
24
Existen programas, que al finalizar el plazo contratado, si usted no ocupó su seguro, le

regresan todas las primas, con todo y sus intereses. ¿De qué vive entonces una aseguradora?
podría preguntarse, pues de hacer trabajar el dinero mientras los asegurados no lo ocupan, de
la misma manera que lo hace un banco.
Es un mito urbano, el pensar que las aseguradoras ganan de no pagar a sus asegurados, ellas
ya tienen pre-calculado el monto que gastarán cada año en siniestros y accidentes, e incluso,
pagan un “dividendo” por medio de una amplia gama de sus programas, si la “siniestralidad”
resulta menor a la esperada, y lo hacen porque así lo estipula la ley. De tal manera que las
aseguradoras son empresas dedicadas a captar recursos con un doble fin: poner a trabajar el
dinero de los asegurados en lo que no se ocupa para pagar siniestros y atraen ese dinero,
gracias al conveniente servicio que ofrecen de dar la tranquilidad de tener una cantidad
considerable de dinero respaldándole en caso de que lo necesite si llegara a sufrir un accidente
que lo deje incapacitado o incluso si perdiera la vida.
Las aseguradoras para mantener este modelo de negocio, se han vuelto muy eficientes para
hacer ganar rendimientos al dinero que atraen, y lo han hecho con tanto éxito que compiten
en el mercado financiero ofreciendo sistemas de inversión con INTERESES GARANTIZADOS
ARRIBA DE LA INFLACIÓN.
Por esta razón es que los planeadores financieros, les utilizamos común mente para esas
necesidades financieras en las que no se puede jugar con el “¿lo lograré o no?”.
Dentro de los principales programas de seguros existen 3 tipos:
1. Los que regresan actualizado a inflación lo que se pagó para estar asegurados, o al
menos una muy buena parte de esto, con lo que no solo se convierten en
instrumentos de tranquilidad, sino que ayudan a coincidir dos objetivos
aparentemente opuestos: el poder garantizar la tranquilidad hoy para nosotros
mismos y nuestros dependientes económicos, asi como también, el poder formarnos
un capital para disponer el día de mañana. Además cabe agregarse, que tienen
excelentes beneficios fiscales como es el no tener que pagar impuestos sobre los
intereses obtenidos.
2. Los seguros educativos que ayudan a formar un fideicomiso para entregarse cuando el
menor esté en edad de estudiar su carrera, funcionan con este fin aunque no tienen
como requisitos, ni que el asegurado haya muerto (a pesar de ser un seguro) ni que el
beneficiario esté estudiando, para entregar el dinero acumulado. Estos seguros son
muy interesantes porque blindan los 3 posibles escenarios que puede experimentar
un padre con respecto al futuro de sus hijos: 1)Que padre(s) e hijo lleguen con bien a
la fecha cuando debiera iniciar sus estudios, y entonces se recupera el capital invertido
más sus interés (aproximadamente del 20% total), 2)Que el padre se incapacite antes
de que el hijo llegue a la etapa de sus estudios, escenario en el cuál la aseguradora
deja de solicitar aportaciones, entrega una cantidad para cubrir la educación del hijo
hasta llegar a la fecha de liberación de fondos y llegado ese momento, entrega el
fondo que se pretendía ahorrar como si nada hubiera pasado. Y 3)El padre fallece
antes de el plazo acordado para la liberación de los fondos, en este supuesto la
aseguradora entrega una cantidad al fallecimiento del padre asegurado y llegando al
25
plazo vuelve a entregar la misma cantidad acordada desde un principio (lo que se
supone es para que el hijo pague sus estudios).
3. Los programas elaborados para el retiro, que le permiten a usted de la misma manera
que con el caso anterior, contemplar la devolución de sus fondos más un interés
(nuevamente como del 20% del total en promedio al final del plazo) pero con una gran
ventaja, en estos programas las aseguradoras están dispuestas a venderle un sistema
de rentas vitalicias donde aproximadamente por cada 100,000 dólares de fondo, usted
tendría derecho a una renta mensual vitalicia de unos 500 usd. Esto a primera vista no
puede parecer muy atractivo pero calculando que un programa de estos tenga una
vida promedio de unos 300 meses, el retorno sería del capital total más otro 50% es
decir una ganancia del 20+50 porciento de lo invertido garantizado.
26
Los golpes de dinero: ¡Perros de

presa!
Todos en algún momento en específico del año tenemos un golpe de dinero, y como la
mayoría de las veces este es predecible, pues no lo consideramos tan afortunado como un
golpe de suerte, pero sin embargo, buena parte de nuestra suerte en el futuro dependerá del
uso que hagamos de estos golpes de dinero.
Si usted es empleado, está más acostumbrado a recibir uno o dos golpes de dinero al año, es
decir, los aguinaldos y repartos de utilidades. Si es empresario, puede estar acostumbrado a
recibir varios golpes de dinero, generados claro está, por un aumento repentino en las ventas.
Los golpes de dinero tienen ciertas características que los hacen interesantes:
Brindan la oportunidad de reponerse en tiempos difíciles o incluso de hacer grandes cosas en

años afortunados, pero también tienen la cualidad de “podernos confundir” y sobre estimar
nuestras capacidades financieras.
Si usted es de las personas que se endeudan todo el año, y espera esos golpes de dinero, no
para salir de sus deudas, sino para “emparejarse con los pagos” usted está confundido con su
capacidad financiera.
Generalmente nosotros nos asumimos conscientemente en el poder de acceder a ciertos

compromisos o hacer cierto tipo de compras, basados en lo que creemos nuestra capacidad de
pago o capacidad financiera, es decir, buscamos comprar lo que pensamos que podemos pagar
(no lo que ganamos). De esta manera si usted tiene un sueldo bajo, no va a buscar una renta o
comprar a crédito una mansión en un barrio de gran nivel, pero tampoco se conformará con
un cuarto en un arrabal.
Bueno pues estimar nuestros golpes de dinero como parte del flujo normal de nuestro efectivo
es un peligro, puesto que algunos años pudiera no llegar ese golpe de dinero y nos sentiremos
ahorcados el resto del año.
Lo más recomendable para hacer con los golpes de dinero es destinarlos a metas financieras,
preferentemente las del tipo necesidad en primer lugar, aunque también es válido destinarlas
a las del tipo deseo.
Será mucho más efectivo y tranquilizante para nuestro devenir financiero, si hacemos esto en
lugar de predestinarlo a esos gastos predecibles que año con año suceden. Lo que quiero decir
con esto es que por ejemplo, sería mucho más razonable hacer un presupuesto anual para la
compra de juguetes de los hijos, e irlo acumulando poco a poco durante todo el año, en lugar
de esperar a la llegada del aguinaldo para hacerlo.
Recuerde que para hacer trabajar al dinero, es importante tomar en cuenta 3 cosas: el plazo
(es decir cuánto tiempo trabajará el dinero antes de usarlo), la tasa (es decir el interés o
rendimiento que nos pagarán por haberlo invertido) y el monto, o sea, cuánto ponemos en la
27
inversión. Debido a que los intereses se pagan sobre el monto que se deposita, pues mientras
más grande sea el monto en un principio más se ganará de él.
Buen padre y padre bueno

Para concluir en este artículo he decidido en lugar de brindarle alguna información sobre
planeación financiera, ayudarle con la siguiente reflexión que muchas veces le será de gran
utilidad al momento de tomar buenas decisiones, aun cuando a nuestros dependientes, les
parezcan poco “padres” (haciendo referencia al vocablo mexicano utilizado para decir bueno,
chévere o way en otros países):
Esta es la historia donde hubo una vez un padre que era bueno y otro padre que era un buen
padre, y que aunque las dos cosas suenan parecido, resultaron ser muy distintas.
Ambos padres tenían a su hijo en el mismo colegio, y resulta ser que por ese año, las cosas no
andaban muy bien con los negocios y la economía en ese lugar, y todos estaban de una
manera u otra batallando con el dinero.
Esa vez, curiosamente, en la misma semana en la que un afamado circo esperadísimo por
todos los niños, llegó a a la ciudad, hubo una epidemia de esas que cunden, y cayeron
enfermos tanto el hijo del padre bueno, como del buen padre.
Los niños, aun cuando estaban muy enfermos, deseaban con toda su alma ir a ver la función
del circo, y los padres que sabían que llegaría el circo, habían ahorrado con algunos sacrificios,
el dinero suficiente para pagar las entradas de aquel esperado espectáculo.
Sin embargo aquí ocurrió ese “algo” que diferenciaba al “padre bueno” del “buen padre”:
Por la noche, al momento en que cada uno debía decidir si llevaba o no a su hijo al circo, el
padre bueno pensó que no habría mejor medicina que la alegría para su hijo, así que decidió
complacerlo, acudiendo al circo, aun cuando esto siginificó que no hubiera dinero para
comprar la medicina para atender a su hijo. El padre bueno fue muy querido por su hijo en ese
momento, y pudo dibujar sonrisas enormes en su pequeño, a pesar del malestar que este
sentía durante la función. Realmente este padre, le había dado a su hijo lo que él más quería
en ese momento: ver el circo.
Por otra parte “el buen padre” decidió que ante tal situación, lo primordial era la vida y salud
de su hijo, así que pasando un trago amargo, prefirió ver el llanto y la carita de desilusión de su
pequeño al informarle que no podría llevarlo a ver la función del circo, pues necesitaban
comprar medicina para curar la enfermedad que le estaba acosando. Se fajó los pantalones,
fue firme a pesar de los ruegos de su pequeñin, y con un nudo en la garganta partío en lugar
de al circo, a traer al médico y luego a comprar la medicina recetada.
A la mañana siguiente, el buen padre, encontró en su lecho, muerto a su hijo, el cual, por causa
de la enfermedad, la falta de medicina y hasta tal vez el desgaste que le supuso ir al circo,
28
hicieron que su pequeño cuerpo fue incapaz de sobrevivir. Lo encontró dulcemente sonriendo,
como si hubiera partido con una plácida felicidad.
En cambio, el buen padre, encontró a su hijo, aunque aun enfermo, recuperándose gracias a la
medicina, que apenas la noche anterior, le habría provocado, lagrimas desconsoladas, por la
ilusión rota, al saber que su padre había decidido no llevarle al circo.
Las lágrimas de aquella noche pasaron, y el niño pudo jugar y abrazar a su padre, tantas veces
después de eso, que el recuerdo de esa tarde, sin ir al circo, pronto quedó en la bruma del
olvido.
El buen padre, jamás pudo olvidar, que por sus decisiones, ya no podría ver ni provocar más
sonrisas en su hijo tan querido, ya ninguna más después de esa noche de haberle complacido.
Nuestros hijos, nuestros dependientes económicos, muchas veces son incapaces de tomar esas
decisiones que nosotros debemos tomar por ellos, y a cada nuevo dilema, está en nuestras
manos decidir lo que queramos ser: un padre bueno , o un buen padre.
Derechos reservados, Sergio Daniel Rocha Presno, Noviembre del 2007-Febrero 2013
29
30
Si usted está interesado en conocer más sobre las inversiones de riesgo le recomiendo visite
nuestro sitio de internet www.ien4x.com, ahí encontrará cursos que han sido diseñados para
todo tipo de interesados, desde los que no tienen ninguna experiencia, a quienes recomiendo
suscribirse al Propedéutico de Inversiones Financieras, donde encontrará todo lo que necesita
saber para comprender los distintos tipos de inversiones que usted puede realizar, incluso
desde la comodidad de su casa u oficina por medio del internet, hasta cursos más avanzados
que están diseñados para que el inversionista puedan encontrar ventanas de oportunidad en
los distintos mercados financieros.
Si usted está interesado en conocer más sobre las inversiones patrimoniales le recomiendo
consultar un agente de seguros que sea de su confianza, que conozca bien los productos que
ofrece y sea capaz de analizar completamente su escenario actual y sus objetivos
patrimoniales a fin de recomendarle el producto ideal. Es muy importante que su agente sea
una persona honesta y capaz, puesto que como estos programas requieren la mayor parte de
su capital disponible y funcionan en plazos de tiempo largos, un error en el diagnóstico de sus
necesidades y capacidades financieras, producirá la recomendación de un producto que tal vez
en el futuro no sea el más adecuado para usted.
Finalmente me despido de usted agradeciendo su atención a esta lectura y recomendándole

que no deje pasar más el tiempo para cubrir sus necesidades y sueños, piense que de todos los
recursos que podrá disponer en esta vida, el tiempo perdido es el único que nunca podrá
recuperar.
31

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Los pies y

Los pies y cabeza de las finanzas

Espero que lo disfrute y le sea de utilidad, comenzamos:

Un buen portafolio de inversión

Soy Rico o ¿cómo se lo que soy?

El significado de Job (trabajo en inglés)

¿Nenene qué vas a hacer cuando seas grande?

Más allá del deseo

Cuando vale la pena correr el riesgo

De ninguna manera me la juego

El plástico ayuda pero ah como asfixia

Juntos hacemos más en el fondo

Segurito, segurito que le tengo miedo

Los golpes de dinero: ¡Perros de presa!

Buen padre y padre bueno

Aquí algunas pistas:

Un buen portafolio de inversión debe ser elaborado basado en estos pilares:

Los proyectos de corto mediano y largo plazo:

Soy Rico o ¿cómo se lo que

LA RIQUEZA DE UNA PERSONA EQUIVALE AL NUMERO DE AÑOS QUE

El significado de Job (trabajo

Aquí algunos trucos para salir de ese ciclo:

¿Nenene qué vas a hacer

Sus comisiones aun cuando eran variables, le daban suficiente para

Jorge se despertó una mañana muy preocupado, ¿Qué va a ser de mí si me corren en el

Más allá del deseo

Si por el contrario, tenemos un proyecto financiero en cuyo cumplimiento descansa la

La importancia de poder discernir entre necesidades y deseos cuando a un proyecto financiero

¿Por qué a los deseos con inversiones de riesgo?

Sus principales características son:

2.- A mayor rendimiento presentarán forzosamente más riesgo.

3.- Su comportamiento es estimable pero no predecible, mucho menos garantizable.

Para ponerlo en perspectiva, un programa de inversión en instrumentos que reflejen el

Las necesidades financieras, por lo general se pueden prever pero en

Tratándose de metas en cuyo cumplimiento se posa la conservación de la calidad de vida de

No podemos utilizar instrumentos de inversión que presenten posibilidad de pérdida, porque

Desafortunadamente, cuando en inversiones hablamos de seguridad, también hablamos de

Cuando vale la pena correr el

Elías es director de una pequeña compañía distribuidora de lubricantes, y tiene en la

Si él quisiera comprarse un programa de rentas vitalicias con una aseguradora, para

El plástico ayuda pero ah

Puntos a tomar en consideración:

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